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Algo grave ocurre en la especie humana: la violencia machista

 Llevamos cinco meses del año 2011, y somos testigos de un goteo de sangre inocente pero incesante de mujeres asesinadas por “su hombre”, por ese hombre que en su día le prometió amor eterno, pero que su alma degeneró en alma asesina.

 

          Los datos son escalofriantes: 8 mujeres asesinadas en Enero, 5 en febrero, 3 en Marzo, 3 en Abril, 5 en Mayo y 2 en los dos días que llevamos de Junio. Ya sé que nuestra indignación sobrepasa nuestra capacidad de actuar, pero yo sigo preguntándome si es suficiente con nuestra personal indignación o si tendríamos que hacer algo más.

           Parecen tópicos el hablar de discriminación de la mujer, de falta de oportunidades, de mala educación dada a las mujeres, de lenguaje sexista, de conductas sexistas y machistas, de adjudicación de roles diferentes a mujeres y a hombres, de sumisión y miedo al compañero, de ocultación de los malos tratos por vergüenza, de la culpabilidad de la mujer, de la falta de denuncias, de falta de apoyo institucional o judicial, como ha sido el penúltimo caso en el que la mujer había denunciado a su marido la noche antes, etc. etc. Pues no, no son tópicos, siguen siendo realidades cotidianas, unas veces más manifiestas y otras más camufladas, pero algo muy serio le está ocurriendo  a nuestra sociedad que, a pesar de todas las normas, leyes, publicidad y medidas para que no haya una mujer muerta más, no dan resultado.

           Una vez asesinada la mujer, los vecinos/as, los y las allegadas suelen decir, ¡qué raro, si era un hombre normal!

           Por tanto habría que afrontar este aspecto de aparente normalidad con más ahínco y más empeño. Por un lado, educación severa a los adolescentes sobre ese posible asesino que llevan dentro, y educación a las niñas, para sepan detectar cuándo un hombre no las quiere, las utiliza o las maltrata.

           Por otro lado,  habría que dedicar más tiempo de forma explícita, al tema del machismo en los medios de comunicación.

           Cada día tiene su tema, abras el medio de comunicación que abras, radio, televisión, prensa. Cuando toca Straus Khan, todo es morbo en torno a los detalles de la agresión, pero no al repugnante machismo de este individuo, cuando toca debacle del PSOE, es lo único que escuchas y lees, si se trata de los pepinos, no se habla de otra cosa. Y resulta que llevamos tres días seguidos con tres mujeres asesinadas, y sale en las noticias, como una más. ¡Es intolerable!

           Yo he tenido que “sufrir”, y a mucha honra, las risitas o la ironía de algunos y (lo más triste) de algunas, por mi persistencia en defender la causa de la mujer en todos los matices y ámbitos del problema. Muchas personas, y muchos hombres, nos recriminan porque, según ellos, las mujeres ya somos iguales, que qué más queremos, que los asesinos son una minoría que por distintas razones personales llegan a ese límite, etc. etc. es decir, condenan el asesinato y al asesino, pero como que lo “comprenden”, porque, dicen, son “casos aislados”, pasemos a otra cosa.

           Yo no quiero ni imaginar lo que ocurriría en nuestro país  si en cinco meses hubiese habido 27 joyeros asesinados, 27 empresarios, o 27 niños; seguro que estarían las televisiones, y con toda la razón del mundo, reventando de comentaristas y de programas ante tanta barbarie. ¿Por qué esto no ocurre cuando son 27 las mujeres las asesinadas?

           Y, esto, sin contar los millones de mujeres maltratadas diariamente en el silencio de su hogar, y esto sin contar los millones de mujeres vendidas, explotadas, abusadas, humilladas, prostituidas por sus propios hombres, marginadas, sometidas a obediencia ciega al hombre, etc. etc., que hay en el mundo.

           Realmente, la especie humana, tienen una lacra de origen, que no acaba de superar: la desigualdad de hombres y de mujeres en perjuicio de las mujeres, con las nefastas consecuencias que ello tiene para la mujer, sus hijos e hijas, sus familias, y para la sociedad entera.

           Si diariamente corren ríos de tinta sobre temas importantes, menos importantes, superfluos y hasta estúpidos, no nos vendrá mal recordar que hay un tema central que afecta, como digo, a la especie, que las víctimas son de la misma especie, la humana, y que, no por sabido, debemos guardarlo en el cajón de la indiferencia. ¡BASTA YA DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES!

 

34 comentarios

  • ana rodrigo

    Queridas Josefina y Mª Luisa, solamente diseccionando un problema tan complejo, es como conocemos todos sus entresijos, y por eso es por lo que cuantas más aportaciones hagamos al conocimiento de los seres humanos, más sabremos de lo que somos capaces para lo malo y, sobre todo, para lo bueno.

  • M. Luisa

    Soy también de las que pienso que el problema  tan crucial que  aquí nos trae Ana      requeriría,  para su efectividad,  ser afrontado  desde  un estadio  más radical que el de a nivel de   igualdad. Ya, así,  lo ha visto Asun.
     
    El nivel al que me refiero es el de la dignidad, el cual más allá de él   ya no se puede ir. Tal nivel abarca tanto al hombre como a la mujer en su dimensión como personas. Ya  no cuenta  tanto en él por ejemplo,  las distinciones que  ineludiblemente surgen  en el ámbito de las costumbres, pues  va mucho más allá de ellas.
     
    En ese sentido si me atrevería   hacer  una pequeña matización en el planteamiento de Asun. Y es que  donde el hombre reacciona  y así mismo recíprocamente también la mujer es considerando el problema dentro  del ámbito   de las costumbres en el que éstas se han ido constituyendo a base  de potenciar  precisamente  nuestras diferencias  naturales. Pero  la cosa cambia  cuando se considera  el problema desde el horizonte de  la dignidad humana en donde el carácter de persona nos iguala a todos.
     
    Y en este sentido, ciertamente, ya no cuentan  tanto las potencias  como fuerza  para constituir  meras costumbres sino  que,  reconocida  previamente la dignidad humana, dada ésta,   aquellas  potencias quedan  abiertas   a  esta más profunda dimensión, lo cual  ya no ejercen como fuerza  sino  como voluntad de poder, es decir,  como posibilidad-de avanzar en la  dignidad humana como fin.  Afrontando   así  el problema creo que ya no daría pie  luego a esta desproporción  que descubrimos,  tal como señala  Ana,   en  que, efectivamente,   es de justicia por otro lado    reconocer  el avance de la humanidad   en  tantas  otras  importantes y  diferentes  cuestiones.
     
    Saludos cordiales.

  • Josefina G.C.

    Gracias querida Asun, gusto leerte siempre. Convengo contigo en que,
    – ir a la raíz misma de lo que origina los desequilibrios en capas interiores de la  persona, son las causas del desencuentro-..,  en este como en otros temas vitales de la convivencia, 
    -además de la información y conocimiento teórico hay que tratar el problema en profundidad,  ya que no es frecuente  mirar, reconocer y admitir  honestamente nuestras miserias, errores y tendemos a ocultarlos o justificarlos (todos queremos y buscamos ser perfectos…) y de inmediato culpamos al otr*, como también se da en los trabajos.
    -“Un talante de diálogo y respeto para  encontrar en las diferencias  enriquecimiento, eliminar posibles conflictos,  hasta llegar a verse en  el otro como lo que somos todos de fondo”, precisa de esa educación y formación tempranas -en la que insisto e insistiré- de ayuda a la confianza en uno/a mismo/a, en el entramado psicológico-ético-espiritual del crecimiento personal, se descubriría  dignidad y  riqueza en las interrelaciones humanas, cualesquiera que sean, tesoros escondidos en toda persona por el hecho de serlo, de estar ahí.”
    Pero como apunta  Ana, el problema o tiene  solución en la convicción profunda de nuestras conciencias, o no se acabará nunca. Y esa corriente subterránea, que nos invade en todos los terrenos, está muy consolidada. Queda mucha tarea por hacer, con ahinco y aunque se nos vayan los años poniendo el grano de arena, en ella, sin perder la esperanza hemos de seguir yendo todavía.
    Buen día y un abrazo

  • ana rodrigo

    Gracias, querida Asun, por el análisis que haces de la complejidad de factores que interfieren en la violencia machista. Si las cuestión fuese tan sencilla como tocar una única tecla, hace tiempo que veríamos un horizonte más próximo al remedio de este mal que nos aqueja día a día (hoy tenemos otro caso de violencia de género).

    Como siempre repito, el problema de violencia machista ha existido siempre y en todos los lugares, por eso pienso que la raíz de este fenómeno tiene profundas raíces de especie, cultural, qué duda cabe, pero, me pregunto ¿por qué esa violencia contra sus congéneres en la única especie capaz de racionalizar su conducta?. En muchas especies animales superiores se da agresividad y dominio del macho sobre la hembra, pero no se dan acciones de muerte de ésta. Tampoco es mi interés comparar la especie humana con especies animales puesto que nos diferencia algo totalmente decisivo, como es la inteligencia, que, al fin y al cabo, debería incidir radicalmente en todas las conductas humanas. Pero si hiciésemos la comparación, diríamos que la animalidad humana va más allá de la agresividad animal, es decir, somos peores que los animales.
     
    No sé si la palabra igualdad recoge la clave del enfrentamiento entre sexos, pero qué duda cabe que la violencia machista parte de una conciencia de dominio, y por tanto, de superioridad del hombre sobre la mujer, sobre la que se cree dueño de sus afectos, de sus decisiones y de su vida. Si un hombre violento contra la mujer se hiciese el sencillo planteamiento de igualdad con la mujer a la que agrede, quizá se preguntaría qué derecho de dominio tiene sobre su igual.
     
    Por tanto la solución definitiva no la encontraremos simplificando sus causas, puesto que son muchas y muy incrustadas en la cultura ambiente, pero hay que seguir con todo empeño en la educación, en la repulsa social, en legislar sobre conductas sancionables o en leyes positivas de igualdad, en crear conciencia social de que no hay inferiores o superiores por el hecho de ser hombre o mujer.
     
    Como dije el otro día, no debemos ser derrotistas, pero tampoco debemos cruzarnos de brazos esperando que el problema se resuelva solo.
     
    Gracias a quienes habéis hecho vuestra aportación a una cuestión en la que todos y todas debemos ser protagonistas en la búsqueda de la solución definitiva.

  • Asun

    El término igualdad me hace dudar si es la palabra correcta,  porque me parece que confunde,  primero porque el hombre y la mujer no somos iguales en la forma corporal, la fuerza física, en la manera de funcionar la psique marcada  por la lógica o la intuición,  y por la herencia colectiva educativa segregadora de sexos, entre otras cosas. A lo que hoy día se añade multitud de crisis en la convivencia  originadas por la gran crisis.
     
     Por mucho que se repita la palabra igualdad constato que hace sobre-reaccionar al hombre, a la persona que hay dentro,  que se siente sobre arenas movedizas. También a la persona de la mujer insegura que se agarra a ella para tirar todos los balones fuera.
    Esto me indica en ambos casos una  autoestima basculante  e irregular,  propensa a la violencia verbal en principio, persona que ve enemigos fuera de ella o con lo que se identifica. Cuando esto no se da, la igualdad es un tema ya denostado y superado por la pareja y amigos que se mueven en la diversidad en una urdimbre afectiva fuertemente entretejida e integrada.
     
    Entonces, creo, que el problema tiene que ser tratado desde un nivel más profundo que la información y conocimiento teórico de lo que se denomina jurídicamente igualdad de géneros. Ir a la raíz misma de lo que origina este desequilibrio en capas interiores de la  persona, que son causa del desencuentro y enfrentamiento con la otra, hombre o mujer.
     
    Cuando no miramos de frente nuestras propias miserias, no las acogemos  en lo que son, sino que las ocultamos y escombramos, los instintos y emociones  andan muy sueltos,  nos controlan, y echamos a perder toda la potencialidad de crecimiento en humanidad y bondad de que el ser humano es capaz, si deja que ser  lo que ya es de fondo.
     
    Sin embargo, partiendo de la confianza en quien es toda persona, desde la más tierna infancia, la reparación, a la oposición de sexos impuesta por una educación sesgada y de partida, con la igualdad por la legalidad,  se vería como un parche, un  camino previo de educación errado, un fracaso.
     
    Si en la educación y formación tempranas se ayuda a despertar a la confianza en uno/a mismo/a, en el entramado psicológico-ético-espiritual del crecimiento personal,  se descubriría  dignidad y  riqueza en las interrelaciones humanas, cualesquiera que sean, tesoros escondidos en toda persona por el hecho de serlo, de estar ahí.  Un talante de diálogo y respeto para  encontrar en las diferencias  enriquecimiento, eliminar posibles conflictos,   hasta llegar a verse en  el otro como lo que somos todos de fondo.

    Violencias verbales,  psicológicas  y físicas no serían en ningún caso toleradas por fuerza de la costumbre, detonarían al instante  la alarma familiar y social y se tomarían medidas policiales preventivas mucho más diligentes.y eficaces. 
     
    Gracias a todos, especialmente a Ana. Buenas noches.

  • ana rodrigo

    Efectivamente, querido Iñaki, la esperanza nunca debemos perderla, pero debe ser una esperanza activa, por eso insisto tanto en el tema, porque no se puede dejarlo para que evolucione por inercia, hay que empujar con todas nuestras fuerzas, pues el problema es enorme por su extensión y gravedad en el tiempo y en el espacio a lo largo de la historia y en el momento presente.
     
    Es cierto que la humanidad de forma global e individualmente vamos avanzando y evolucionando, en algunas cuestiones, como la ciencia y la técnica, de forma acelerada, en cambio en humanidad y valores, la cuestión se ralentiza más de lo que  quisiéramos.
     
    El tema de la igualdad entre hombres y mujeres, o tiene su solución en la convicción profunda de nuestras conciencias, o no se acabará nunca. Y esa corriente subterránea, como decía esta mañana, que nos invade en todos los terrenos, sea el religioso, sea el del cine, sea, la televisión, o los cuentos infantiles, etc. etc., está muy consolidada.
     
    Tenemos, entre otros mundos, el del Islam. Cuando veo la ausencia de mujeres en esas masas de indignados de algunos países árabes, o ese grupo de mujeres separadas de los hombres, con el cuerpo y el rostro cubierto, se me eriza el vello. Si en nuestra cultura occidental está tan arraigado el machismo, ¿cuán se va a poder erradicar esa discriminación en esta cultura musulmana?
     
    Y, por supuesto, no intento resaltar estos aspectos con sentido pesimista, sino para sacarlos a flote, identificarlos y, esta manera, erradicarlos. Y siempre, siempre con ESPERANZA ACTIVA.

  • Iñaki S:S,

    Felicidades Ana, por haber suscitado un debate tan interesante. Como no me resigno a perder la esperanza me quedo con esa frase tan gráfica de Laura…”la cornada del toro moribundo”.  La evolución de la especie humana nos lleva a todos a ser cada vez mas PERSONA, es decir, a ir eliminando diferencias que hoy en día no dejan de abrumarnos por la violencia que generan.  ¿Está en nuestras manos acelerar esta evolución?. Yo veo algunos signos de esperanza:

    – La inmensa mayoría de las personas amamos o hemos amado profundamente  a nuestra madre.
    – Las personas de sexo femenino empiezan a ser mayoría clara en las universidades de mi entorno próximo.
    – En las parejas jovenes que más conozco son las esposas quienes llevan los pantalones y no parecen correr un gran peligro.

  • ana rodrigo

    Un buen filón, Laura, el del cine, para analizar las conductas machistas y no sólo la violencia gratuita y generalizada que aparece en casi todas, especialmente estadounidenses, cierto, pero también en otras de origen, diríamos, europeo.  Yo añadiría que quizá  sea en éstas últimas donde se evidencian, con apariencia inocente, conductas cotidianas, intimistas o históricas, quizá con menos violencia explícita, pero sí camuflada, las que se pueden seguir viendo la adjudicación de roles masculinos y femeninos en clave machista, como son la sumisión de la mujer y entrega generosa y maternal o la heroicidad del hombre.
    La gran tragedia que produce tanta violencia de ficción, es que nuestros niños y niñas se lo toman como juego, pongamos el caso de los videojuegos, o los mismos dibujos animados, o los cuentos clásicos tipo Cenicienta, Blancanieves y demás princesitas. Si a esto añadimos el acceso fácil y casi de necesidad imperante para los y las adolescentes a la televisión en sus múltiples canales y ofertas, nos daremos cuenta que la corriente subterránea que alimenta la mente desde la infancia y juventud, es inmensa y va para largo.

    La ocultación de las mujeres en los libros de texto poniendo a los hombres como único protagonistas de la historia, de las guerras, de la cultura, etc. etc. sigue alimentando el ego masculino.
    Son muchas las fuentes de alimentación para que se mantengan los usos y costumbres siglo tras siglo. Es cierto que las cosas están cambiando, que muchísimos hombres ponen toda su voluntad para no ser como sus antecesores, y que muchas mujeres queremos cambiar la situación, pero, como decíamos ayer, aún nos queda mucho por dentro y por delante.
     

  • Rodrigo Olvera

    A ver.. ni todas las películas estadounidenses son violentas, ni todas las películas violentas son estadounidenses… digo.

  • Laura

    Sí, Ana, aún quedan resquicios, hay aún películas violentas (estadounidenses todas, eso sí, pero que aquí las ven nuestros jóvenes)  o como la que vi una vez en el canal Disney (Disney Channel) que era todo lo contrario: de tema antiracista. Era sobre el tema del apartheit en Sudafrica. La película se llama “el color de la amsitad”. Muy bonita. Pues a pesar de todo, en esta película hay una toma en la que un padre de familia da un puñetazo a un hombre y se ve claraente cómo su mujer ¡le mira con admiración de enamorada! ¡y sus hijos con orgullo!
    Por supuesto que yo critiqué esa actitud ante mis hijas que estaban viendo la peli. Ya me encargué yo de hacerles ver lo antiviolencia que yo soy, y la bajeza que se refleja en ese comportamiento. Pero claro, no todos los padres desaprueban esas actitudes ante sus hijos y el “bombardeo” sigue. Sobre todo por parte de películas estadounidenses. Tal vez eso es lo que falla para que la recuperación de la lacra machista sea tan lenta.

  • ana rodrigo

    Querida Carmen, yo nunca diría “todo español”, afortunadamente, hay tantos hombres fantásticos. Por la gravedad del asunto, hay que acotar exclusivamente a los hombres violentos, y las distintas formas de violencia.

  • pepe sala

    Menos mal que yo me libro por ser lebaniegu y no ser ” español”.
     
    No reconozco en mi entorno familiar y social el análisis tan negativo que se hace respecto a la violencia de genero. Si bien no tengo demasiado contacto con mis familiares madrileños, puedo asegurar y aseguro que entre mis familiares vascos no pasa lo que se achaca a ” todos los españoles”. Y como tengo familia muy larga y en muchas Comunidades, aseguro que los de Valladolid tampoco cumplen los requisitos de violentos contra sus mujeres.
     
    Cada cual conocerá su entorno y cada cual contará lo que conoce; pero que cada barco aguante su vela y no me endiñen, ni a mi ni a mi familia , lo que no nos corresponde.
     
    Saludos con Ñ, ¡¡ coño !!…

  • Rodrigo Olvera

    Todo español? vaya

  • Carmen (Almendralejo)

    Claro, querida Ana…
    Con razón decía un célebre jurisconsulto que la vida no está protegida; pero
    debió añadir «en especial la de la mujer». Todo español cree tener sobre la mujer
    derecho de vida o muerte. Lo mismo da que se trate de su novia, de su amante,
    de su esposa. Los celos disculpan los más atroces atentados, las venganzas
    más cruentas; y los que se escandalizan de las barbaridades de la guerra (que al
    fin tiene un carácter colectivo y de interés general) disculpan esas atrocidades
    individuales, como si fuese lícito nunca tomarse la justicia por la mano.
    Emilia Pardo Bazán.
    http://www.observatorioviolencia.org/index.php

  • ana rodrigo

    Querida Laura, comparto tu esperanza aunque no tu optimismo. Es cierto que en hombres de cierta edad se dé esa reacción del toro moribundo, pero lo que más nos debe preocupar es esa generación de jóvenes que han recibido educación para la igualdad, que en los centros escolares se les ha insistido en la barbarie de la violencia contra las mujeres, se les han dado recursos para evitarla, y no obstante, las cifras que dan los estudios hechos a estas generaciones son terribles.
     
    Leo en internet de distintas fuentes autorizadas los siguientes datos, que, aunque sean de 2009, pienso que poco han cambiado las cosas:
     

     En España, de las 50 mujeres asesinadas en el año 2009, el 26% tenían menos de 30 años
    Casi el 18% de los chicos menores de 30 años creen que el hombre agresivo es más atractivo, frente a un 4,4% de las mujeres
    Sólo el 2,5% de la población española considera que la violencia machista es un problema grave: este porcentaje varía si la pregunta se dirige a un hombre (que opinan así el 1,5%) o a una mujer (el 3,8%)
    800.000 niños españoles conviven diariamente con situaciones de violencia de género  ( añado yo, por tantos su padre y su madre deben ser jóvenes)
    El 40% de las órdenes de protección dictadas por los jueces en el 2009 eran de mujeres menores de 30 años.

     Rosaura González Méndez, psicóloga y profesora de la Universidad de La Laguna: Afirma que las agresiones comienzan “muy pronto” y, en ocasiones, precedidas por ataques psicológicos, verbales o sexuales, si bien el riesgo aumenta a medida que las relaciones pasan por fases que implican mayor nivel de compromiso.

    Hay muchísimos estudios hechos sobre esta cuestión. Por ejemplo: un estudio elaborado por la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, del que se desprende que más del 13% de los varones jóvenes dice haberla ejercido y un 9% de las mujeres, haberla padecido.
    En mi profesión de docente, el anunciar el tema del que íbamos a tratar, cuando se trataba de la igualdad, el revuelo de rechazo en los chicos era casi masivo, mientras que a las chicas les parecía muy bien y lo pedían. Si se les decía vamos a tratar el tema de la violencia de género, entonces, el silencio era generalizado. ¿Qué indica esta observación? Pues que los adolescentes no perciben los senderos que conducen a la violencia. Y es aquí, donde habrá que incidir más, para que detecten que ciertas conductas, por ejemplo, de control hacia la chica, es un indicio de que ese joven no tiene resuelto en su interior el conflicto de igualdad y que de esa conducta va a derivar hacia la violencia en sus distintas variantes, hasta poder llegar al asesinato.
     

  • ana rodrigo

    Efectivamente, querida Carmen, hay demasiada permisividad social, ¿cómo no van a saber los familiares de una pareja que hay problemas de violencia por parte del hombre? Lo que ocurre es que cierto tipo de violencia no se, como lo que dices tú y Kaláa del chantaje emocional, que no se toma en serio.
     
    También es cierto que cuando una mujer se queja de su marido, se le quita importancia, porque, según qué mentalidades, piensan que eso entra en el lote del matrimonio. Queda mucho residuo del pasado que pasa de generación en generación en el sentido de que la mujer tiene que aguantar ciertas conductas de su marido, que, si no son manifiestamente violentas, la sociedad las tolera.
     
    Y sobre la tolerancia por parte de la mujer, los estudios y los testimonios dicen que eso ocurre cuando ya la mujer ha perdido su propia autoestima y ya está hundida en el fango de la sumisión. Por eso hay que decir bien alto que la violencia tiene muchas caras y ninguna de ella es tolerable.

  • Laura

    Yo creo que esto es una etapa de varios años. Sencillamente creo que la sociedad nuestra se está depurando poco a poco de ese machismo. Ahora son los que están “cayendo” porque les ha venido muy grande el cambio brusco que la sociedad ha dado con respecto a la igualdad, y claro, hay siempre un sector que no lo digiere y encima como no lo soporta, se hace peor que antes: matan a su mujeres porque ven que se pueden emancipar de ellos, porque ven que el juez les da la razón a ellas y para estos machistas que quedan es tal humillación que no pueden soportarlo e incluso se suicidan.
    Y como estas noticias salen tan a menudo parece que fuera como una epidemia que no sabemos cómo cortar. Pero yo creo que estamos haciendo muy bien con las campañas, porque los jóvenes van a digerir mejor la mueva moral de la igualdad y el respeto. Y en unos años más veremos bajar la tasa de malos tratos y asesinatos. Es cuestión de esperar.
    Insisto, esta etapa es la del recrudecimiento de los machistas que quedan al ver que sus compañeras pueden salirse con la suya, cosa que en tiempos de Franco no era así. Además, si ellos tenían a una exclava para toda la vida, régimen de exclavitud respaldado por las autoridades y todo, el matarlas no traía cuenta.
    Tengamos esperanza en que esta etapa termine lo antes posible. Es la etapa más cruel, como la cornada del toro moribundo: es la peor cornada pero no por ello deja de estar moribundo.
    Un saludo a todos.

  • kaláa

    Hay mucho, mucho chantaje emocional…… desde la más tierna infancia.  No ceder a él , puede suponer en muchos casos la ruina de todos.

    Ni por el dolor de cabeza que levanta al oírlo.

  • Carmen (Almendralejo)

    El hombre nace con un gen o dos que son:”la Permisividad y la condescendencia”

    Ambos son por parte de todos los Estamentos de la Sociedad, y como no de toda ella.

    Y por supuesto no podemos dejar de lado, que la mujer, es la primera que consiente, asiente y a participar de este rol.

    Cuando ciertas mujeres osamos insolentemente transgredir aquella fortificación caemos en ciertos apelativos que nos imponen como previo chantaje emocionales para hacernos caer de nuevo al redil…

    La trama es de opereta trágica, es una muerte anunciada cada vez que la mujer se siente correr por sus venas cierto atisbo de subversión…
    Matar a una mujer sigue siendo rentable, oportuno para quitarse la mosca cojonera, o simplemente porque el ego no les permite que una mujer ponga los puntos sobres las ies  

  • ana rodrigo

    Querido Antonio Vicedo, tienes toda la razón en tu observación. El subconsciente lo tenemos tan cargado de cultura contaminada que, por mucho que nos autovigilemos, puede aflorar en el momento menos pensado los aspectos residuales de los que no nos libramos nadie.
     
    De cualquier forma, en este caso tuve la intención de decir personas en general, puesto que si me duele el machismo en los hombres, aún me duelen más el de las mujeres (después añadí hombres para enfatizar el foco, pero tienes razón). Cuando tantas mujeres asesinadas no habían denunciado los malos tratos, será porque, entre tantas otras razones, quizá aceptaban como normal lo que les estaba pasando.
     
    El daño que han hecho las religiones en general y la cristiana en particular, ha sido y sigue siendo evidente. Esos consejos de confesonario a la mujer que se confiaba al sacerdote ante la duda de dejar al marido, ha tenido consecuencias nefastas. Y el hecho de que aún la Iglesia católica siga condenado el divorcio, no hace otra cosa que defender la posibilidad de muchos de los posibles divorcios por causa de malos tratos (no todos lo son por este motivo), obliguen a, todavía, muchas mujeres aguanten estas situaciones porque “Dios lo quiere”.
     
    Rodrigo, muy interesantes los enlaces que pones son muy interesantes. De cualquier forma la influencia social y educacional, pudiera “curar”  algunos casos en los que la biología  pueda condicionar ciertas conductas de violencia en general, y, sobre todo, de violencia de género. La inteligencia debería servirnos para controlar nuestros impulsos.

  • Antonio Vicedo

    Ana, muy bien planteado el problema y muy oportunas y claras las consideraciones proporcionales que presentan, pero algún “duende” debe estar haciendo de las suyas cuando a ti misma se te escapa esto:
    “- Muchas personas, y muchos hombres, nos recriminan porque, según ellos, las mujeres ya somos iguales, que qué más queremos,”
    Así lo tenemos metido en el subconsciente (¿también estará en los genes?) y aunque no lo parezca en ese salto de PERSONA a sus circunstancias, por primarias e importantes que nos parezcan, está el origen corruptor del  error y el desajuste humano que nos retrotrae al ambiente de selva en el que la vida está sometida a LA RAZÓN DE LA FUERZA entre desiguales.
    Y esto que lo ¿constatamos? con tanta ¡ normalidad ! hinca sus raíces en los albores de la Humanidad  e incluso se halla especificado en el arquetípico relato bíblico de la creación humana, si bien de modo muy distinto, y por lo tanto ofreciendo repercusiones también diferentes y distintas dejando confusa a la realidad y la verdad, entre lo del Capítulo primero del Génesis y lo del Capítulo segundo.
    -C..Iº, 27: “-Creo, pues, Dios al hombre (=ser humano= PERSONA) a su imagen, a imagen de Dios creoLO, macho y hembra LOS creó.
    -C. IIº,7: “-Entonces formó Yahaveh Dios al hombre (=adán) del polvo del suelo (=adamá), e, insuflando en sus narices ALIENTO VITAL , quedó constituido  el hombre como ser vivo. ——18: “Luego díjose  Yahaveh Dios: -No es bueno que el hombre esté solo; harele una ayuda SEMEJANTE a él —-20: “- mas para el hombre no encontró ayuda semejante a él—-21: Y Yahaveh Dios …… 22: …con la costilla que había cogido del hombre fabricó Y. D. una mujer y la llevó al hombre – 23:-“Entonces el hombre exclamó: Esta vez si que es  hueso de mis huesos y carne de mi carne. a esta se la llamará varona porque de varón ha sido tomada….. 24:….. y se unirá con su mujer, formando ambos UNA SOLA CARNE-”
    Y esta Biblia ha recogido y ejercido una gran influencia de y en la mentalidad y estructuración relacional de la Humanidad nada menos que como expresión del plan creador, conservador y finalista de la Humanidad de parte de la divinidad. Aunque, a deducir por el desajuste histórico y actua,  más ha influido la narración arquetípica del segundo capítulo del Génesis que la del primero.
    En las matizaciones del texto,  intento resumir y resaltar la realidad y conceptos de SEMEJANZA entre DIOS y la PERSONA , y también la posibilidad de marcar la misma relación de semejanza entre varón y mujer ¿?; ALIENTO VITAL y mis huesos,  carne y UNA SOLA CARNE ¿?
    Todo esto, las tendencias egocéntricas vividas con tanta intensidad en la etapa infantil de los seres humanos cuando aún no actúa la razón y la permanente estructuración en base al poder patriarcal autoritario o paternalista, con la complicidad más o menos voluntaria de parte de las mujeres escoradas hacia una actitud preferentemente de donación (gestación y nutrición) afectiva y de sentimientos, puede ponernos en el campo donde podamos, no justificar, pero sí explicarnos este tan descomunal desequilibrio humano entre PERSONAS TODAS IGUALES.

  • Rodrigo Olvera

    Y este otro, una explicación didáctica del proceso de hominización, cuestionando los subtetxtos ideológicos de los estudios que atribuyen la violencia a condicionantes mayoritariamente genéticas
    http://es.scribd.com/doc/33967226/El-Proceso-de-Hominizacion
     

  • Rodrigo Olvera

    Algunos enlaces interesates sobre violencia y genética
    Este es muy bueno. Síntesis de la literatura especializada en el tema. No perder de vista las críticas a los límites de las conclusiones de los estudios
    http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-92272005000300003&script=sci_arttext
     
     
    http://www.medicosecuador.com/revecuatneurol/vol11_n3_2002/violencia.htm
     
     

  • Rodrigo Olvera

    ¿O quizá ciertos hombres nacen con algún gen alterado? Me hago esta seria pregunta porque la violencia contra las mujeres se ha dado siempre
     
    Ah… ésta es interesante. Y ahí es donde nuevamente me parece que se entrecruzan dos temas… género y violencia.
    Pues parece, hasta donde sé, que sí hay un debate fuerte sobre un condicionante genético de la violencia en ciertos primates superiores (no sólo en los homínidos). En cambio, las cuestiones de género son culturales y no genéticas.
    Parecería entonces que, habiendo una propensión de nuestra especie a la violencia esta se manifiesta y transversa con una construcción social de asignación de roles por razón de sexo (género). Por éso, diría yo que todo patriarcalismo es en sí mismo violencia, pero no toda violencia es patriarcal.
    Por otra parte, un argumento contra mi posición sería afirmar que incluso esa violencia aparentemente no patriarcal, está condicionada por expectativas de roles de género 😉
     
    Saludos

  • ana rodrigo

    Querida Josefina, el tema del feminismo ha sido muy desprestigiado desde su inicio,  a algunos les espanta solamente el término feminismo. A las feministas se las ha ridiculizado en muchísimas ocasiones, las reivindicaciones de las mujeres siempre se han tratado con bastante frivolidad, las variantes del machismo y sus correspondientes conductas, se suelen suavizar con eso de “no es para tanto”, o “se quejan por todo”. Todo ello nos está indicando que la prepotencia machista se escapa por muchas rendijas, y que lo que hay que erradicar es esa actitud profunda de superioridad del hombre sobre la mujer.
     
    En una ocasión toqué el claxon a un camionero que se había saltado un stop, y su reacción fue mandarme a fregar los platos. En otra ocasión hubo un ligero choque de alcance por parte de una taxista, y la reacción de un hombre que pasaba a mi lado fue, “mujer tenía que ser”.  Yo tenía (ya falleció) un amigo que cuando comíamos en un restaurante y pagaba yo, tenía que darle el dinero a él porque le daba vergüenza. Podríamos estar contando cosas de estas hasta el infinito.
     
    Nos falta desarrollar ese sexto sentido para detectar esos detalles que configuran las actitudes machistas y que, desgraciadamente, muy pocas personas las asocian con acciones trágicas como la violencia de género. ¿O quizá ciertos hombres nacen con algún gen alterado? Me hago esta seria pregunta porque la violencia contra las mujeres se ha dado siempre, se da en todos los países, en todas las culturas y religiones, en todas las clases sociales, en hombres de poca o mucha cultura, en muchos jóvenes y en hombres muy mayores. Da que pensar.

    Rodrigo, tienes razón, lo que pasa es que no importa tanto la cantidad en cada categoría, sino el apuntalamiento que supone cada tipo de violencia en el conjunto hacia escalada violenta total. Atacando las raices, podremos evitar que el mal llegue al tronco y a las ramas. Veo muy importante este trabajo de fondo.

  • Rodrigo Olvera

    Tienes razón querida Ana en que mi expresión fue deficiente.
     
    Yo no me refiero tanto a la proporción respecto al total de la población (que también es cierto), sino en proporción al total de los actos de violencia contra las mujeres.
     
    Es decir, hay mucho menos casos de homicidios que de chantaje emocional; menos casos de chantaje emocional que de lenguaje sexista.
     
    Pero efectivamente, no me refería a que fueran pocos casos en términos absolutos.

  • Josefina G.C.

    Querida Ana, saludos y  Gracias por tu escrito-denuncia y voz,  BASTA YA DE VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES, e igualmente pienso que este tema se debería sacar constantemente y como prioridad en todas sus formas educativas: psicológicas, religiosas(patriarcalismo), familiares,  y en todos los medios y no solo desde la adolescencia sino desde la niñez;   desgraciadamente y a pesar de la mucha gente concienciada, aún costará mucho que deje de existir y ser un problema al venir arrastrandose durante generaciones y tenerlo tan introyectad0, incrustado en las mentes, desde luego habría que tratarlo con mas ahinco y mas empeño por INTOLERABLE, INDIGNANTE, ULTRAJANTE, BASTA YA¡

  • Gabriel Sánchez

     La violencia a la que somos sometidos los debiles, los de abajo…y especialmente el genero femenino, tiene aspectos brutales y otros como dice Rodrigo menos evidentes, pero no menos violentos…

    Desde la madre Haitiana que no tiene para darle de comer a su hijo, a la madre africana, que es asesinada, o violada, como una conducta natural, en Arabia saudita, hay una mujer presa por haberse atrevido a manejar un auto, pero para darle un nombre… voy a tomar un caso simbolico, que trasciende a todo el orbe, como es el feminicidio feroz de ciudad Juarez…Y cuanta dignidad, valentia y lucha han protagonizado las mujeres, que luchan organizandose, manifestandose, movilizandose, una amiga muy cercana de Rodrigo dio su vida y no quiero olvidar a Marisela Escobedo…Hay una larga lista, existen muchas causas, pero la mayoria de ellas son extructurales, si la los poderes judiciales cumplieran con su deber, así como los organismos de seguridad y las legislaciones correspondiene, otro mundo seria posible, en mi país tenemos el mismo problema sobre la violencia domestica y debe implementarse penas ejemplarizantes y procedimientos preventivos fuertes, para evitar la matanza de mujeres…

     Debemos luchar todos contra todo tipo de violencia contra los desposeidos, las mujeres, los niños…, la primera y fundamental medida, para cambiar el futuro, es adecuar los programas de educaciòn, para ayudar a evitar esa especie de cultura de la cosificaciòn del otro…en este caso del genero femenino…Gabriel

  • ana rodrigo

     
    Rodrigo, si me permites, corrijo una palabra tuya en el siguiente párrafo: es claro que las formas más extremas cualitativamente son cuantitativamente menores, pero son el acumulado de un enorme número de violencias “menores”. Donde dices cuantitativamente, yo diría porcentualmente en relación al total de la población, pero cuantitativamente son cifras enormes.
     
    Te doy toda la razón en lo que dices de violencias “menores”. Recordarás cuánta resistencia hubo en atrio cuando yo comencé a hablar del lenguaje sexista, pues muchas personas no habían caído en la cuenta de que a través del lenguaje excluyente se estaba ocultando la existencia del femenino, y si se oculta el femenino, inconscientemente, se están ocultando a las mujeres. Lo mismo podríamos decir de tantos aspectos que ponen su pequeño o gran ladrillo de esa pirámide en la que, a través de diferentes tipos de violencia van construyendo este trágico estado de machismo que, a diferencia de otras especies animales, están en permanente tensión de agresividad contra una parte de su especie, en este caso somos las mujeres. Por eso digo que es un problema de especie, llamada especie inteligente.
     
    Pienso que en atrio, deberemos sacar a primera página constantemente este problema mientras exista. Y, aunque no hagamos comentarios, sólo, sacarlo a la luz para ponerlo en importancia en el frontispicio de nuestras prioridades.

  • ELOY

    Realmente las cifras de estos crimenes contra las mujeres son impresionantes y resultan incomprensibles e inaceptables.

  • Rodrigo Olvera

    Para evitar posibles confusiones. Utilizo la expresión violencia simbólica en el sentido lingüístico, es decir, toda violencia real pero no por medios físicos: sea económica, lingüística, moral, espiritual, intelectual, cultural.
    Lo aclaro, porque quizá alguien podría entender violencia simbólica, como no-real.

  • Rodrigo Olvera

    Gracias querida Ana por la nota.
     
    Creo que hay dos temas que se entrecuzan: el patriarcalismo (o machismo) y la violencia humana.
     
    Podemos afirmar que el patriarcalismo en sí mismo es violencia y sólo puede subsistir mediante la violencia (física o simbólica).
     
    Cuando se estudian los procesos de violencia, especialmente de violencia social, es claro que las formas más extremas cualitativamente son cuantitativamente menores, pero son el acumulado de un enorme número de violencias “menores”. Es una pirámide, similar a la pirámide utilizada para prevención de riesgos de seguridad industrial.
     
    Al igual que en los programas de prevención de riesgos de seguridad industrial, la mejor estrategia es enfocarse a reducir significativamente (si no eleiminar absolutamente) la base de la pirámide.
     
    Por éso es tan vital enfocarse en esos actos de violencia contra las mujeres que parecieran “menores” pero que son abundantes: los estereotipos, el lenguaje, las “humoradas”.
     
    Un abrazo solidario

  • ana rodrigo

    Desgraciadamente, desde que escribí este post hace 24 horas, debemos añadir una víctima más, otra mujer asesinada en Almería. ¡Terrible!, Esto es terrorismo machista manifiesto, los cuatro últimos días, cuatro mujeres asesinadas.