Hay que dejar la línea trazada,
aquella que emborrega y aletarga
el pensamientos y las ideas,
que te aparta de del horizonte
y la luz…
¡Para despertar! no basta pedir
prestada la voz que grita desde
la otra esquina ¡No!
se necesita el pie firme en la marcha,
y que sus huellas abran sus espacios en la
disidencia.
Para despertar, no se necesita placebos
para el alma, ni chiste que hablen
de los miedos de otros tiempos,
tan solo hay que buscar el camino
entre las piedras mojadas por el lloro
ignorado e inmemorable que
aún permanece en el olvido.
Para despertar, dejo mis brazos
entrelazados a los tuyos, para
que reverdezcan cual brote de olivo,
como fermento leudado y prietos,
¡Fuertes como tenazas!
ante los eslabones cobardes
que nos embotellan, como encaminan
al toro hacía los chiqueros.
Para despertar, hay que abrir
el ágora en la plaza, que desaparezca
la democracia esclava,
y verdad sea escrita con nuestros
ojos y palabras…
Para despertar, hay que dejar
el opio de las leyes que no están
en la Carta Magna…
¡Volvamos a las plazas con la constitución
en las manos y en alma!
Viajero ¡SÍ HAY CAMINO!
Y por ÉL, hay que andar.
Golpe a golpe, paso a paso,
si a la META, queremos LLEGAR.
PARA DESPERTAR
Hay que dejar la línea trazada,
aquella que emborrega y aletarga
el pensamientos y las ideas,
que te aparta de del horizonte
y la luz…
¡Para despertar! no basta pedir
prestada la voz que grita desde
la otra esquina ¡No!
se necesita el pie firme en la marcha,
y que sus huellas abran sus espacios en la
disidencia.
Para despertar, no se necesita placebos
para el alma, ni chiste que hablen
de los miedos de otros tiempos,
tan solo hay que buscar el camino
entre las piedras mojadas por el lloro
ignorado e inmemorable que
aún permanece en el olvido.
Para despertar, dejo mis brazos
entrelazados a los tuyos, para
que reverdezcan cual brote de olivo,
como fermento leudado y prietos,
¡Fuertes como tenazas!
ante los eslabones cobardes
que nos embotellan, como encaminan
al toro hacía los chiqueros.
Para despertar, hay que abrir
el ágora en la plaza, que desaparezca
la democracia esclava,
y verdad sea escrita con nuestros
ojos y palabras…
Para despertar, hay que dejar
el opio de las leyes que no están
en la Carta Magna…
¡Volvamos a las plazas con la constitución
en las manos y en alma!
Con los pies en la tierra y la mirada en el infinito…Gabriel
Nace un nuevo paradigma…. Construyendo desde la tangente.
Es razonable?
Saludos.
Hora era de pasar de los tulipanes a las rocosidades