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La justicia de Obama

Hace dos años y medio, fui de los muchos que celebraron la victoria de Barack Obama como signo de esperanza para todo el planeta. Ahora veo que nos sobró entusiasmo, una vieja palabra griega que significa algo así como “estado de inspiración divina”, pero era comprensible, porque veníamos de la larga pesadilla de Bush al frente de América y del mundo, y porque una pequeña chispa suele bastar a veces para que prenda en nosotros el fuego sagrado que nos habita. Necesitábamos recuperar un poco de confianza en el ser humano tan frágil, en la justicia tan insegura, en el futuro tan incierto, y Barack Obama encendió nuestras mejores esperanzas.

          Pero las mejores esperanzas dejan paso fácilmente a los mayores desengaños, y entonces nos quedamos sin fuego divino, y el alma nos pesa. La pesadumbre me embargó el lunes por la mañana, cuando escuché al presidente americano, con el tono de las ocasiones más solemnes, anunciar la muerte de Bin Laden y sentenciar luego: “Se ha hecho justicia”. Fue como el triste final de una historia de desencantos que, mes a mes, han ido en aumento durante los dos últimos años, a medida que el realismo se imponía sobre el sueño en todos los campos, de Palestina a Afganistán, del Congo a Guantánamo.

          ¿Se ha hecho justicia? ¡Mentira, señor Obama! “Se ha hecho venganza”.  Ud. llama justicia a la venganza, simplemente porque tiene el poder para dictar la ley que le conviene y para saltarse incluso su propia ley, si así le conviene, sin miedo a ser sentado ante ningún tribunal. Nos ha traicionado. Ud. ha traicionado la esperanza de la humanidad y del planeta, la pobre esperanza huérfana que depositamos en su inspirada palabra, en sus bellos propósitos, en su gran corazón y hasta en su hermosa piel. ¿Qué aprenderán de Ud. sus hijas, y los hijos y las hijas de todos los americanos? ¿Con qué modelos reforzaremos el escaso entusiasmo ético y político de nuestros jóvenes alumnos que mañana deberán hacerse cargo del presente y del futuro?

          Bin Laden era un asesino, nadie lo discute. Llevaba consigo una siniestra historia de bombas suicidas, de bombas asesinas, de sangre, de lágrimas, de luto. Era un terrorista, nadie lo niega. Ha manchado de infamia y de muerte el santo nombre de Allah el Compasivo, el Misericordioso; ha contaminado de odio y fanatismo a la numerosa y pacífica comunidad de musulmanas y musulmanes. Era un asesino, sí, pero el que mata a un asesino sin otra razón y sin otro objetivo que la venganza es también un asesino. Y si fue Ud., como ha reconocido, quien ordenó matarlo, señor Obama –me duele decirlo, pero no puedo callarlo–, Ud. también es un asesino. Y yo también lo soy, pues pago impuestos, compro y vendo en este lado del planeta –el suyo– que se ha erigido en amo y juez de todo el planeta en contra de la justicia.

          Hay que impedir al asesino –a todo asesino, y en primer lugar al que tiene poder para saltarse la justicia–, hay que impedirle que mate. Pero nadie creemos que Ud. haya mandado matar a Bin Laden para impedir que mate a otros inocentes. Ud. lo ha matado para saciar el instinto más ciego y más inhumano de esta pobre especie humana llena de terrores: el instinto de venganza. Y no nos engañe, no son los muertos del 11 S los que reclaman venganza. La venganza de los vivos en nombre de los muertos no hace sino envilecer a los muertos y herir aun más su memoria. Los muertos quieren descansar en paz. Los muertos necesitan que desaparezca de la Tierra el odio que les hizo morir. Su predecesor George Bush, siempre en nombre de la justicia, pero por la pura ley de la venganza y sin apenas disimulo, mató a centenares de miles de personas durante 8 interminables años, primero en Afganistán, luego en Irak y luego de nuevo en Afganistán, por no hablar de los muertos de hambre que todos matamos y que no tienen ningún Punto Cero y a quien nadie pone flores en la tumba. También Bin Laden, entrenado y armado en su tiempo por los mismos que ahora le han matado –absurdo mundo, afligida especie–, también él decía matar por justicia, pero era por venganza por lo que mataba, como Ud. ahora.

          Tal vez hubiera sido justo matar a Bin Laden si con ello se hubieran salvado vidas ajenas. Yo no creo, en efecto, a quienes enseñan que ninguna causa nunca puede nunca justificar que se mate, pues esos mismos aceptan luego la legítima defensa como excepción, o justifican incluso guerras y penas de muerte, cuando no justifican directamente la venganza, como todos aquellos que han celebrado este asesinato de Bin Laden.  No, nuestra vida no es un valor absoluto. La vida de cada uno está ligada a la vida de los otros, al igual que la muerte. Vivimos juntos y morimos juntos. O vivimos todos o morimos todos. La vida de todo viviente –también la del asesino– se debe a los otros, para que otros no mueran, para que vivan. Pero Ud., señor Obama, no mandó matar a Bin Laden para impedir que otros murieran ni para que vivamos todos en un mundo más humano y seguro. No fue ese su motivo, y no será ese el efecto, pues es seguro que su asesinato –múltiple, por cierto– hará que haya más muertos. La alarma y el miedo no han hecho sino aumentar. Cuanto más odio, más peligro. Cuanta más venganza, más muerte, hasta que muramos todos. Lo dijo un santo compatriota suyo y de su mismo color, mártir también él del odio y de la venganza, mártir de la no-violencia: “Ojo por ojo y todo el mundo quedará ciego”. Luther King, el sí fue mártir de la verdadera justicia. Nosotros pensábamos que Ud. había tenido el sueño de aquel santo, pero tristemente nos engañábamos.

          No sabemos quién empezó esta espiral de muerte, pero sabemos que solo acabará cuando dejemos de matar en nombre de la justicia, cuando arranquemos el odio y hagamos desaparecer la venganza. La justicia no consiste en castigar y matar. La justicia no consiste en hacer expiar al culpable. La justicia consiste en procurar a cada viviente al máximo posible lo que la vida reclama para ser sana y feliz. Y cuando la vida es herida, la justicia consiste en curar. En curar primero a la víctima, pero luego también al victimario, él también herido. Y la venganza, por mucho que nos empeñemos, no cura ni a la víctima ni al victimario. ¿Quién es la víctima, quién es el victimario? No conozco a nadie que sea solo víctima, ni a nadie que sea solo victimario. Somos Caín y Abel. Todos somos Caín, y llevamos una interminable historia de muertes sobre los hombros. Pero también a Caín, Dios le puso una marca en la frente, para que nadie le matara. Todos somos Abel, pobres víctimas desde el inicio de los tiempos, heridos desde siempre. Pero no se curarán nuestras heridas, mientras no se curen también las heridas de Caín, que son también nuestras propias heridas. Entonces habrá paz en la Tierra. Entonces, por fin, solo entonces se hará justicia. Solo entonces, pues la justicia es el nombre de la paz.

          Señor Obama, no siga traicionando esta esperanza que hace dos años y medio predicó al mundo. No defraude más la esperanza divina que despertó en nosotros. No podemos vivir sin fuego en el alma. No podemos vivir sin esperar en el corazón humano, con todas sus contradicciones. No, no podemos vivir sin confiar en la hermandad de los pueblos y en el futuro del planeta. No podemos vivir sin creer en la paz de la justicia, sin esperar que un día haremos que se cumpla el bello salmo que Ud. reza: “La justicia y la paz se besan”. Haga honor a su nombre, sea Ud. bendito y traiga bendición.

 Para orar

 

Creo firmemente que lo conseguiremos.
Creo firmemente en la humanidad.
Creo que, en la noche oscura del mundo,
aunque algunos se empeñen, amanece la paz.

Me niego a creer que el hombre no pueda
hacer con su esfuerzo un mundo mejor.
Me niego a creer que el odio y el racismo
no puedan un día dar paso al amor.

Creo firmemente que lo conseguiremos…

Me niego a aceptar las noches de odio,
las noches de guerra, noches de dolor.
Me niego a creer que somos cautivos
del miedo, el fracaso, de alzar nuestra voz.

Creo firmemente que lo conseguiremos…

Me niego a aceptar noches sin estrellas, ´
días sin ternura, meriendas sin pan.
Me niego a aceptar que los obuses que estallan,
cañones de odio, construyan la paz.

Creo firmemente que lo conseguiremos…

Me atrevo a creer en el corazón,
en tardes de abrazos y de primavera.
Pancartas de paz, justicia, ilusión.
Se escucha el rumor de la nueva era.

Creo firmemente que lo conseguiremos…

(Asamblea de cristianos de base de Asturias)

13 comentarios

  • SIRUSO

    1.       ¿Obama nos desencantó? La esperanza y la confianza absoluta los cristianos la depositamos en Dios, y luego debiéramos tener fe en nosotros, en los demás hombres, confianza siempre relativa pues sabemos de nuestras “carencias de ser”. ¿Puede alguien acusar a Obama de asesino por suponer que actuó por venganza, y no para evitar nuevos atentados?  La suposición de una motivación no confesada, ¿es suficiente para afirmar sin duda alguna que es un traidor asesino? Tal vez debiéramos considerar el reproche bíblico : ¿eres acaso el juez de tu hermano?
    2.       Culpar a Obama de no haber terminado en dos años con las guerras y la injusticia del capitalismo, y cargarlo con la responsabilidad de la muerte y sufrimiento humano resultantes, es reiterar una idea que se remonta a los albores de la humanidad. El chivo expiatorio que concentra en sí la totalidad del mal, ha sido un animal, un hombre, una clase social, una etnia, una raza, una religión, una ideología, una nación. Cuando la humanidad pierde humanidad y estalla un conflicto , vuelve atrás. Cada bando enfrentado identifica un chivo expiatorio en el otro para liberar de culpas a su gente y aumentar su determinación de destruir al adversario. ¿No existirá otro recurso para recuperar humanidad que unirse al coro de un bando y acumular culpas en el chivo ubicado en el otro?. Creo que no fue la estrategia de Cristo para impulsar el Reino ante el imperio romano.
    3.       Siempre sigo a José Arregui y coincido casi siempre con el. Pero esta vez menos. No obstante algunas de sus ideas apuntan a una alternativa.
    …la justicia consiste en curar. En curar primero a la víctima, pero luego también al victimario, él también herido.
    ¿Quién es la víctima, quién es el victimario? No conozco a nadie que sea solo víctima, ni a nadie que sea solo victimario. Somos Caín y Abel. Todos somos Caín, y llevamos una interminable historia de muertes sobre los hombros.
     Creo firmemente que lo conseguiremos.
    Creo firmemente en la humanidad.
    Creo que, en la noche oscura del mundo,
    aunque algunos se empeñen, amanece la paz.

  • Asun

    A la Redacción de Atrio:
     
    Comprendo el mal entendido y el uso que se ha hecho de la rectificación.  He redactado de nuevo el comentario, que ciertamente no dejaba lo bastante aclarado el contenido que pretendía. Así queda.
     
    La justicia que se ampara en las leyes, hemos de decirlo claro, puede no ser humano ni evangélico,  porque esconde y de hecho es  la venganza que lo jurídico permite.
     
    La justicia del justo no se ampara en ninguna venganza aún suavizada, busca en la aproximación la causa profunda que genera muerte y separación, la comprensión,  la curación de heridas, el perdón, el reencuentro.
     
    Pero cuando el que, siguiendo a la ley, practica venganza,  creyendo que así hace justicia,  y no lo ve, se puede sentir hasta ofendido por no ser comprendido, si advierte que es tachada su acción  de vengativa, no justa,  pues es incomprensible y disonante la venganza, aún cuando lo permita la ley, para el que anhela la práctica del respeto  a la justicia.
     
    Y puede pensar y finalmente declarar, fuera de todo sentimiento de culpa y de ejercicio sano de autocrítica,  que son los otros con sus dudas  los que tienen que mirar sus principios y escala de valores. Porque tales sospechas no se entienden como una gran pérdida de ocasión para hacer introspección y dar un paso más de contención vengativa, sino que se sienten como “injustas” y hasta “perversas” para con el que ejecuta la venganza  permitida que  hace suya la ley, como es el caso que nos ocupa.
     
     Seguimos no más allá ni acá de la ley del Talión. En este sin sentido seguimos envueltos y bastante “amuermados” día a día. Desde la máxima autoridad se sobresalta y  enrarece partiendo en dos la convivencia ciudadana, cuando prevalecen los intereses egoicos, de partido y de nación. Porque sin apenas profundizar, se produce mimetismo y asentimiento a lo establecido como norma,  creando sumisos a la ley que imprime  venganza satisfactoria sin plantearse dudas ni reflexión,  acomodándonos a la ley del más fuerte de turno, saltando por encima de lo que nos humaniza, el respeto a la dignidad de toda persona,  ignorando la verdadera justicia evangélica.
     
    Gracias a todos. Buenas tardes.

  • Carmen (Almendralejo)

    En este mundo de la GLOBALIZACIÓN TERRORISTA, tan solo se admite penas de cárceles ( en algunos casos) para quienes delinquen en la base de la pirámide, es decir: quien hacen pillaje porque la Sociedad Capitalista le cerró todo su porvenir varían generaciones antes de que naciera.

    Sin embargo, tenemos los “Jaque Mate” de la Gran Farsa de la Banca, que como tablero de ajedrez nos utiliza para que el juego siempre acabo antes de empezar sin tocar ni un ápice el feudo de esta Torre de Babel, donde está toda la podredumbre y los crímenes más aberrante, eso bien BLANQUEADOS, aunque sea por medio de los dividendo que da ciertas GUERRAS, y el coste que genera nuevas empresas y trabajo en los ARMAMENTOS necesarios para tumbar a quienes diga ¡Eeeeh! que sé lo que estáis haciendo con mi pueblo, o con mi gente.

    Es vergonzoso que Occidente, con estos líderes de barros sigan los dictámenes, no tengan las agallas de parar todas estas masacres. Los soldados de estas alianzas están matando más personas que las guerrillas de esos países o los dictadores propios.
    No podemos entrar en ningún lugar y bombardear poblaciones, amen de violaciones, transmitir enfermedades como en Haití etc.
    Ni las razones que damos para estar en ningún lugar nos da carta blanca para que seamos los dueños de nada y de nadie.
    Y por desgracia, ya se dijo que estaría antes un incompetente antes que una mujer en la Casa teñida de blanco para tapar la sangre de los genocidios americano, por no decir de toda Latinoamérica y los que ahora siguen haciendo bajo nuestro amparo.
    ¿Cuando actuará el Tribunal de la Haya contra EE.UU por ese Genocidio del Pueblo Indígena de Norteamérica?
    ¡¿No es tiempo ya?!

  • oscar varela

    Hola Asun!

    ¡¿Qué estás diciendo?!  please!

    – “La justicia que se ampara en las leyes, hemos de decirlo claro, no es justicia, porque es la venganza que lo jurídico permite“-[Ver nota de la Redacción de Atrio al comentario de Asún. Sin duda la frase tenía una errata y la quería en negativo la autora]

    No es eso lo que está pasando.

    Las Leyes y Convenios están;
    pero no les dan bolilla,
    le dan metralla.
    …………
    Lo más grave que pasa
    es que no nos damos cuenta lo que nos pasa.

    ¿Cómo se llega a un estado social así?
    sería la pregunta.

    ¡Atrofiando las sensibilidades!
    sería mi respuesta.

    Esto se va consiguiendo por la Agenda de los Medios.

    Y, de tanto en tanto, golpes que nos causan estupor.

    Con la repetición de “impactos”
    vamos de-estupor-en-estupor.

    No se tarda mucho en convertirnos en “estúpidos”. 

    Obama es producto en colaboración preparada de nuestra estupidez.

    ¿no te parece?

    Oscar.

  • oscar varela

    VUELOS DE LA MUERTE

    Así llamaban los vuelos ordenados por la Dictadur Militar argentina cargaban “terroristas” y los largaban al Río de la Plata.

    Perez Esquivel contó el suyo.

    Lo tenían subido maniatado, amordazado y encapuchado.

    Los pilotos casi ni hablaban.

    Vueltas y más vueltas. Una hora, tal vez.

    Esperaban una orden final.

    ¿Negociaciones?

    Nunca lo supo.

    Pasó el tiempo y vino la orden de volver “sin arrojar el paquete”

    Tan escueto como trágico.

  • Asun

    La justicia que NO* se ampara en las leyes, hemos de decirlo claro, no es justicia, porque es la venganza que lo jurídico permite.
     
    La justicia del justo no se ampara en ninguna venganza aún suavizada, busca en la aproximación la causa profunda que genera muerte y separación, la comprensión,  la curación de heridas, el perdón, el reencuentro.
     
    Pero cuando el que practica venganza,  creyendo que hace justicia,  y no lo ve, se puede sentir hasta ofendido, si advierte que no es comprendido al ser  tachada su acción de vengativa, pues incomprensiblemente para la justicia la ley se lo permite. Y puede pensar y finalmente declarar, fuera de todo sentimiento de culpa y de ejercicio sano de autocrítica,  que son los otros los que tienen que mirar sus principios y escala de valores. Porque tales sospechas se entienden que son  injustas y hasta perversas para con el que ejecuta la ley permitida y la hace suya.
     
    En este sin sentido estamos envueltos y casi  “amuermados” día a día. Se sobresalta y  enrarece la convivencia ciudadana, cuando prevalecen los intereses egoicos, de partido y de nación, se crean sumisos a la ley de la venganza,  a la ley del más fuerte,  por encima del respeto y dignidad que a todos humaniza, ignorando la verdadera justicia humanitaria.
     
    Buenas noches a todos.

    *La redacción de ATRIO ha interpretado que, por errata de escritura, faltaba este NO en el vomentario, lo que ha provocado ya algún comentario y lo ha corregido

  • oscar varela

    A veces nos encontramos con Pérez Esquivel en lo de Clelia-Jerónimo.
     
    No tenía esta Carta abierta a Barack Obama – Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica
     
    1- La recibí a través de la RED de Gaby
    2- Se parece a la de Arregui
    ¡Feliz coincidencia!
    ………………….
    De Nobel a Nobel

    Estimado Barack

    Al dirigirte esta carta lo hago fraternalmente y a la vez para expresarte la preocupación e indignación por la destrucción y muerte sembrada en varios países, en nombre de la “libertad y la democracia”, dos palabras prostituidas y vaciadas de contenido. Termina justificando el asesinato y es festejada como si se tratase de un acontecimiento deportivo.

    Indignación por la actitud de sectores de la población de los EEUU, de jefes de Estado europeos y de otros países que salieron a apoyar el asesinato de Bin Laden, y tu complacencia en nombre de una supuesta justicia. No buscaron detenerlo y juzgarlo por los crímenes supuestamente cometidos, lo que genera mayor duda. El objetivo fue asesinarlo.

    Los muertos no hablan y el miedo al ajusticiado que podría decir cosas no convenientes para los EEUU., se convirtió en asesinato para asegurar que “muerto el perro se terminó la rabia”, sin tener en cuenta que no hacen otra cosa que incrementarla.

    Cuando te otorgaron el Premio Nóbel de la Paz, del cual somos depositarios, te envié una carta que decía:”Barack me sorprendió mucho que te hayan otorgado el Nóbel de la Paz, pero ahora que lo tienes debes ponerlo al servicio de la Paz entre los pueblos, tienes toda la posibilidad de hacerlo, de terminar las guerras y comenzar a revertir la grave situación que vive tu país y el mundo”.

    Sin embargo has incrementado el odio y traicionado los principios asumidos en la campaña electoral ante tu pueblo, como poner fin a las guerras en Afganistán e Irak y cerrar las cárceles en Guantánamo y Abu Graib en Irak. Por el contrario, decides comenzar otra guerra contra Libia, apoyada por la OTAN y la vergonzosa resolución de las Naciones Unidas de apoyarla, cuando ese alto organismo, empequeñecido y sin pensamiento propio, ha perdido el rumbo y está sometido a las veleidades e intereses de las potencias dominantes.

    La base fundacional de la ONU es la defensa y promoción de la Paz y dignidad entre los pueblos. Su preámbulo dice “Nosotros los pueblos del mundo”, hoy ausentes de ese alto organismo.

    Quiero recordar a un místico y maestro que tiene en mi vida una gran influencia, el monje trapense de la Abadía de Getsemaní en Kentucky, Tomás Merton que dice” La mayor necesidad de nuestro tiempo es limpiar la enorme masa de basura mental y emocional que atasca nuestras mentes y convierte toda vida política y social en una enfermedad de masas. Sin esa limpieza doméstica no podemos comenzar a ver. Si no vemos no podemos pensar”-

    Eras muy joven Barack durante la guerra de Vietnam, tal vez no recuerdes la lucha del pueblo norteamericano por oponerse a la guerra. He compartido y acompañado a los veteranos de guerra de Vietnam, en particular a Brian Wilson y sus compañeros quienes fueron víctimas de esa guerra y de todas las guerras.

    Tomás Merton, frente a un matasellos del correo que acababa de llegar “The U.S. Army, key to peace (El ejercito U.S., clave de la paz)”decía: “Ningún ejército es clave de la paz. Ninguna nación tiene la clave de nada que no sea la guerra. El poder no tiene nada que ver con la paz. Cuando más aumentan los hombres el poder militar, más violan la paz y la destruyen”.

    Debemos proteger la VIDA para dejar a las generaciones futuras una sociedad más justa y fraterna, restableciendo el equilibrio con la Madre Tierra. Si no reaccionamos para cambiar la situación actual de la soberbia suicida a que están arrastrando a los pueblos, será difícil salir y ver la luz. La humanidad merece un destino mejor.

    Sabes? la esperanza es como el loto que crece en el fango y florece en todo su esplendor mostrando su belleza. Leopoldo Marechal, un gran escritor argentino, decía que: “del laberinto se sale por arriba”.

    Y pienso, Barack, que después de seguir tu ruta equivocando caminos, te encuentras en un laberinto sin poder encontrar la salida y te entierras más y más en la violencia, devorado por el poder dominación, y crees tener el poder que todo lo puede y que el mundo está a los píes de los EEUU. Son tan largas las atrocidades cometidas por los diferentes gobiernos de EEUU en el mundo. Es una realidad dolorosa, pero también existe la resistencia de los pueblos que no claudican frente a los poderosos.

    A Bin Laden, supuesto autor ideológico del ataque a las torres gemelas, lo identifican como el Satán encarnado que aterrorizaba al mundo, lo señalaban como el “eje del mal”, y eso les ha servido para declarar las guerras que el complejo industrial militar necesita para colocar su productos de muerte.

    No debes ignorar que investigadores del trágico 11 de septiembre, señalan que el atentado tiene mucho de “autogolpe”, como el avión contra el Pentágono y el vaciamiento anterior de las oficinas de las torres; atentado que dio motivo para desatar la guerra contra Irak y Afganistán y ahora contra Libia; argumentando en la mentira que todo lo hacen para salvar al pueblo, en nombre de “la libertad y defensa de la democracia”. Y con total cinismo dicen que la muerte de mujeres y niños son “daños colaterales”.

    La palabra está vaciada de valores y contenido. Al asesinato, lo llamas muerte y por fin EEUU ha “muerto” a Bin Laden. No trato de justificarlo bajo ningún concepto, estoy en contra de todo terrorismo tanto de esos grupos armados, como del terrorismo de Estado que tu país ejerce en diversas partes del mundo apoyando a dictadores, imponiendo bases militares e intervención armada, ejerciendo la violencia para mantenerse por el terror en el eje del poder mundial. ¿Hay un solo “eje del mal”?

    La Paz, es una dinámica de vida en las relaciones entre las personas y los pueblos; es un desafío a la conciencia de la humanidad, su camino es trabajoso, cotidiano y esperanzador, donde los pueblos son constructores de su propia vida y de su propia historia. La Paz no se regala, se construye y eso es lo que te falta muchacho, coraje para asumir la responsabilidad histórica con tu pueblo y la humanidad.

    No puedes vivir en el laberinto del miedo y la dominación, desconociendo los Tratados Internacionales, los Pactos y Protocolos, que firman y a la par transgreden una y otra vez. ¿Cómo puedes hablar de la Paz si no quieres cumplir con nada, salvo con los intereses de tu país?

    ¿Cómo puedes hablar de la libertad cuando tienes en las cárceles a prisioneros inocentes en Guantánamo, en los EEUU, en Irak y en Afganistán?

    ¿Cómo puedes hablar de los derechos humanos y la dignidad de los pueblos cuando los violas permanentemente y bloqueas a quienes no comparten tu ideología y deben soportar tus abusos?

    ¿Cómo puedes envías fuerzas militares a Haití después del devastador terremoto y no ayuda humanitaria a ese sufrido pueblo?

    ¿Cómo puedes hablar de libertad si masacras a los pueblos del Oriente Medio y propagas conflictos interminables que desangra a los palestinos e israelitas?

    Barack. mira para arriba de tu laberinto, puedes encontrar la estrella que te guíe, aunque sepas que nunca podrás alcanzarla, como bien lo dice Eduardo Galeano. Busca ser coherente entre lo que dices y haces, es la única forma de no perder el rumbo. Es un desafío de la vida. El Nobel de la Paz es un instrumento al servicio de los pueblos, nunca para la vanidad personal.

    Te deseo mucha fuerza y esperanza y esperamos que tengas el coraje de corregir el camino y encontrar la sabiduría de la Paz.

    Adolfo Pérez Esquivel
    Buenos Aires, 5 de mayo del 2011

    Un día como hoy, hace 34 años volví a la vida, tuve un vuelo de la muerte durante la dictadura militar argentina apoyada por los EEUU. Gracias a Dios sobreviví y tuve que salir del laberinto por arriba de la desesperación y descubrir en las estrellas el camino para poder decir como el profeta:”la hora más oscura es cuando comienza el amanecer”.

  • Gabriel Sánchez

    Perdon, Estados Unidos, el verdadero, es el de los millones de desempleados y precarizados, el de la enorme mano de obra desocupada aque advendrá con las tropas vueltas a casa, el de los millones que se quedaròn, sin casa y otro tanto que espera se le ejecute, los trabajadores con salarios muy bajos, para mejorar la rentabilidad del capital…Y es también los ladrones de Wall Street y de todo el sistema Bancario…en fin…lo interesante de todo esto, es que…este proceso esperemos concientizara a la clase trabajadora, finalmente, a ver si en de paso, se contagia Europa (a proposito dicen que la movilizaciòn Griega, fue enorme)…Gabriel

  • Gabriel Sánchez

    El primero de Febrero del 2009, escribi una reflexión titulada “Ya no nos explotarán con cachiporra, sino con una sonrisa ” que colgo redescristianas…

    http://www.redescristianas.net/2009/02/01/ya-no-nos-explotaran-con-cachiporra-sino-con-una-sonrisagabriel-sanchez-montevideo-uruguay/

    CONFIESO QUE ME EQUIVOQUE MUCHO, EN NINGUN MOMENTO LARGO LA CACHIPORRA…Gabriel

  • Carmen (Almendralejo)

    Muy bien Javier, ¡Gracias! por corregirme… Debí especificar que es el Gobierno de EE.UU con sus Obamas, y demás presidentes que poca diferencia tienen unos de otros, porque han basado sus gobiernos en las Gerras, preventivas o no, pero son y están hechos para el pillaje de otras Naciones, bajo la bandera del terrorismo mascran impumente a pueblos enteros con el beneplacitos de otros Estados como los Europeos, y entre ellos el Español.

    Ya verás como no entra con China, pese a ser un Estado que se pasa los DDHH por el arco del triunfo, no tampoco con Corea del Norte, porque sabe que tiene cabezas nucleares de verdad y no como aquellas otras  inexistentes de Irak

  • javier

    EE.UU es muchísimo más que todos los Obamas juntos.

  • Carmen (Almendralejo)

    EE.UU lo hizo solo…?
    Quienes han mandado telegramas o llamado en representación de un Estado, ¿Que nombre tiene?
    Esto apesta, y más cuando hay “elecciones”

  • Entretanto, pensando sentimentalmente, será difícil distinguir entre venganza y “hacer justicia”. Espero que no nos perdamos en otra interminable discusión (o exposición) entre Javier y Juanel-