Espléndida cosecha la que el Dinero recoge.
Nubes y sombras aprietan ilusiones.
Paralelas van en su aparente armonía.
El impactante horizonte no deja ver del otro lado.
Sobrecoge lo abultado de un amenazante repliegue.
¿De dónde sale y surge?
¿Acaso no venía llamando?
“Siembra destellos y recogerás tempestades”.
La nube es nube,
Desenfreno vapor que todo alcanza.
¿Por qué su burbuja nos incita a mirar a otro lado?
Es mutante, se expansiona
Y desploma acomodándose.
Cae de arriba, daña al pequeño
Y a su trabajo sin perturbarse,
Desubicando espacios, destruyendo hogares.
Su amenaza persiste acorralando los “estados”,
Que impotentes se humillan
O se quedan asombrados.
2Enmudecen” los que están
Y se quedan los que son:
Don Dinero baila y triunfa al son que tocan.
Se codician fondos
Y reparten “pre-supuestos”,
Que vacían aún más las manos cuarteadas,
Las espaldas curvadas, los cuerpos
Con nombres despreciados
De los “Santos Inocentes e Ignorados”.
El agua condensada se arremolina en nubes que corren empujándose. Inexorable siega… la siega.
El tiempo … es así, diligente, atento a la más mínima variación.
Saludos.
Mañana seguirá el tajo, mientras que ahí queda
explícitamente, aplicada y sobrepuesta
la recién cortada hierba ,
las manos labriegas a puño de hocino en mano
van haciendo los frescos surco
hilera a hilera,
hasta llegar a la falda de la confiada
montaña que el espera
Mañana volverán aquellos labriegos
al tajo, y mientras ellos siegan puede
que el sol siga hacía otra pradera…
Y la nube empapará, la verde, fresca
y recién cortada hierba,
la lluvia calará esos hombros cansados
y hendidos sobre la tierra,
mientras sus camisas a rayas,
empapadas con el sudor
se mezclan…
y los pantalones de pana
arrastran la roja tierra,
hasta calará, a la boina negra
que engalana sus dignas cabezas…
Agua, que desciendes laderas abajo
hasta emborrachar a ese forraje,
que de verde negro verdea,
Mañana, agua pasa de largo
por la verde pradera,
y deja que aquellos braceros,
¡Termine su cosecha!
para que el invierno venidero
sea más cierto y con menos penas,
Mañana, cuando el frío hiele
a la pradera, deja tu agua
nube, sobre la montaña,
y su ladera,
para mañana trence de hilos verdes
hileras de verdes hierba,
………………..¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,………. F. García Lorca
Como agua de mayo esperada.
Saludos.
Espléndida cosecha la que el Dinero recoge.
Nubes y sombras aprietan ilusiones.
Paralelas van en su aparente armonía.
El impactante horizonte no deja ver del otro lado.
Sobrecoge lo abultado de un amenazante repliegue.
¿De dónde sale y surge?
¿Acaso no venía llamando?
“Siembra destellos y recogerás tempestades”.
La nube es nube,
Desenfreno vapor que todo alcanza.
¿Por qué su burbuja nos incita a mirar a otro lado?
Es mutante, se expansiona
Y desploma acomodándose.
Cae de arriba, daña al pequeño
Y a su trabajo sin perturbarse,
Desubicando espacios, destruyendo hogares.
Su amenaza persiste acorralando los “estados”,
Que impotentes se humillan
O se quedan asombrados.
2Enmudecen” los que están
Y se quedan los que son:
Don Dinero baila y triunfa al son que tocan.
Se codician fondos
Y reparten “pre-supuestos”,
Que vacían aún más las manos cuarteadas,
Las espaldas curvadas, los cuerpos
Con nombres despreciados
De los “Santos Inocentes e Ignorados”.
El agua condensada se arremolina en nubes que corren empujándose. Inexorable siega… la siega.
El tiempo … es así, diligente, atento a la más mínima variación.
Saludos.
QUE MÁS VOY A DECIR…Gabriel
MAÑANA
Mañana seguirá el tajo, mientras que ahí queda
explícitamente, aplicada y sobrepuesta
la recién cortada hierba ,
las manos labriegas a puño de hocino en mano
van haciendo los frescos surco
hilera a hilera,
hasta llegar a la falda de la confiada
montaña que el espera
Mañana volverán aquellos labriegos
al tajo, y mientras ellos siegan puede
que el sol siga hacía otra pradera…
Y la nube empapará, la verde, fresca
y recién cortada hierba,
la lluvia calará esos hombros cansados
y hendidos sobre la tierra,
mientras sus camisas a rayas,
empapadas con el sudor
se mezclan…
y los pantalones de pana
arrastran la roja tierra,
hasta calará, a la boina negra
que engalana sus dignas cabezas…
Agua, que desciendes laderas abajo
hasta emborrachar a ese forraje,
que de verde negro verdea,
Mañana, agua pasa de largo
por la verde pradera,
y deja que aquellos braceros,
¡Termine su cosecha!
para que el invierno venidero
sea más cierto y con menos penas,
Mañana, cuando el frío hiele
a la pradera, deja tu agua
nube, sobre la montaña,
y su ladera,
para mañana trence de hilos verdes
hileras de verdes hierba,
¡Agua, sol y luna
hacen verde a nuestra siega!
………………..¡Oh lluvia silenciosa, sin tormentas ni vientos,
lluvia mansa y serena de esquila y luz suave,………. F. García Lorca
Como agua de mayo esperada.
Saludos.