5. La higuera estéril
En el evangelio de Marcos encontramos, por último, la palabra fe en Mc 11,22:
- “Jesús les repuso: Tened fe en Dios”.
Esas palabras del Galileo responden a las manifestadas anteriormente por Pedro:
- “Rabbí, mira, la higuera que maldijiste se ha secado” (v.21).
La lógica exige una explicación a las preguntas que emergen de la insólita correspondencia entre ambas afirmaciones: ¿Qué relación existe entre Dios y la higuera maldita? ¿Por qué resulta necesaria la fe en Dios si la higuera se ha secado? ¿Qué significa tener fe en Dios?
Para entender tan extraño enlace resulta necesario captar el sentido del relato de la maldición de la higuera:
“Al día siguiente, cuando salieron de Betania, sintió hambre. Viendo de lejos una higuera con hojas, fue a ver si encontraba algo en ella, pero al acercarse no encontró más que hojas, porque el tiempo no había sido de higos. Reaccionó diciéndole:
Nunca jamás coma ya nadie fruto tuyo.
Los discípulos lo estaban oyendo” (Mc 11,12-14).
Como puede suponerse, la maldición de la higuera no responde a un hecho anti-ecológico de Jesús, que algo sabía de higueras. Se trata de un gesto simbólico al estilo de las acciones proféticas de las que encontramos abundantes ejemplos en el libro de Ezequiel. Veamos una muestra:
Antes de que Ezequiel dirigiera su discurso al pueblo de Israel se le exige que comprenda y haga suyo el mensaje a transmitir. Para indicarle esa necesidad se emplea la imagen de un rollo escrito por ambas caras que él deberá tragar y digerir. El texto prolonga dicha imagen para explicar la buena acogida del mensaje por parte del profeta. Así pues, después de haberlo comido, Ezequiel informa del excelente sabor del citado rollo:
“Hijo de Adán, alimenta tu vientre y sacia tus entrañas con este rollo que te doy.
Lo comí y me supo en la boca dulce como la miel…” (Ez 3,2-3).
De vuelta al relato de la higuera en Marcos:
1. La higuera era símbolo del Templo, centro neurálgico de la institución religiosa y punto de referencia nacional.
2. El Templo (la higuera), fuente inagotable de negocios, es estéril. Su exuberancia (hojas) se queda en pura apariencia (…más que hojas). Jesús ha puesto al descubierto la absoluta ineficacia de la institución religiosa a la que el templo representa.
3. La maldición de la higuera escenifica figuradamente su ruptura total con el sistema religioso al que declara definitivamente inútil:
-
“Nunca jamás coma ya nadie fruto tuyo” (11,14).
El relato prosigue con la escena de la entrada de Jesús en el recinto del templo. No acude a orar, tampoco a presentar una ofrenda. Accede allí para denunciar y enseñar. Una actitud tan radical resultaba peligrosa para la institución. El camino que él presenta se opone al de la religión. Él propone como meta la vida plena; el Templo, consagrado al negocio, conduce a la muerte:
- “Se enteraron los sumos sacerdotes y los letrados y buscaban una manera de acabar con él” (Mc 11,18).
Marcos, haciendo gala otra vez de su inteligencia como narrador, aprovecha la oportunidad para presentar el contraste entre la eficacia de la praxis de Jesús y la improductividad de la higuera:
- “Al pasar por la mañana vieron la higuera seca de raíz” (v.20).
El efecto de la maldición ha llegado a lo más profundo de la institución. La higuera está condenada de raíz. Cuando los discípulos, expresando sorpresa y preocupación, confirman que la higuera maldita se ha secado, El Galileo les anima a caminar en su dirección sin vacilaciones.
Al faltarles el templo, ellos se hallan perdidos. Han fundado su vida en la religión y, sin ella, Dios desaparece como referente e imaginan el vacío a sus pies.
Pero ha sido Jesús quien ha maldecido la higuera. El desecamiento de la religión no ha de atemorizarlos. Se equivocaban al pensar que El Templo guía a Dios, cuando únicamente conduce a un espacio yermo. La adhesión al objetivo supuestamente anhelado por Dios no se realiza a través de ningún sistema estéril por muy religioso que éste sea, sino optando por la realidad de su reinado, la que inaugura el Galileo con la propuesta existencial a la que invita. No hay, por tanto, razón para andar preocupados. La vida no se sustenta sobre el Templo. La ausencia del templo no significa el caos y la nada. Esa falsa relación forma parte del engaño con el que el poder religioso atemoriza.
La religión no cuenta con el aval de Dios. La higuera seca lo confirma. Los discípulos lo han podido comprobar al verla. Según Jesús, Dios da su respaldo a la praxis volcada en favor de la igualdad. El auténtico referente aparece con el seguimiento de su proyecto: el Reinado de Dios. Su aceptación permite a los integrantes de la sociedad alternativa contar con su suprema garantía. De ahí que posean capacidad sobrada para superar cualquier poder institucional adornado de divinidad:
- “Tened fe en Dios. Os aseguro que quien diga a ese monte: ‘Quítate de ahí y tírate al mar’, y no vacile en su interior, sino crea en que lo que dice va a suceder, lo obtendrá” (11,22-23).
Tener fe en Dios equivale adherirse a la propuesta de Jesús.
Jesús no asegura a los integrantes de la sociedad alternativa facultades especiales para realizar acciones portentosas capaces de modificar la topografía. Él garantiza que la firme acogida de su propuesta (“no vacile en su interior”) hunde en la miseria (“tírate al mar”) a cualquier poder que se arrogue autoridad divina (“monte”).
La fe no cambia la geografía… ¡La fe mueve el mundo!
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Como hemos podido observar en estas cinco fotografías, para Marcos la fe se identifica con la adhesión al proyecto de Jesús. No se define, por tanto, como una disposición interior o un convencimiento espiritual, sino como una praxis caracterizada por la ruptura con la injusticia y la integración en un colectivo comprometido con los insignificantes.
La fe significa la salvación del ser humano. La salvación es histórica y comprobable. Se logra abandonando de forma real –no solo con la mente- la esclavitud del sistema injusto y apostando la propia existencia por la libertad a la que invita El Galileo. Su proyecto supera al miedo y declara la esterilidad de la religión que lo fomenta.
La fe aparece en Marcos como una andadura que atina a encontrar la auténtica condición humana. Se inicia con un paso individual, el que consigue librar de la pasividad y ponerse en pie. Se completa socialmente agregándose al círculo de los íntimos del Galileo para, más allá de lo posible, conformar otro mundo real y nuevo.
Hola José Ignacio Calleja!
Siguiendo la sugerencia de Santos,
paso a charlar contigo en Fe y Secularidad.
Oscar.
Salvador, gracias por responder. Podía hacerlo quien quisiera, no me refería en concreto a ti. Cuando yo hablo de “la fe de Jesús” y la “la fe en Jesús”, no puedo decir que aquí y allá está en el Evangelio, probándolo en el nivel de lectura que me pides y que tú nos ofreces. No es mi especialidad y me han enseñado a escuchar y a aprender. Digo que son claves que la tradición cristiana, en todas sus manifestaciones, las populares y las más reflejas, ha visto en la hermenéutica creyente del Evangelio. También para la nueva sociedad alternativa. Y digo que si de esto no hay ni rastro en el Evangelio, de “la fe de Jesús” y la “la fe en Jesús”, en los términos que sea más respetuoso con el texto decirlo, no veo la importancia particular de Jesús. Es una persona más en la larga lista de las víctimas de este mundo entre los más débiles o más honestos de nosotros; en realidad, y tras el año 33, un símbolo extraordinario, pero un símbolo, y los símbolos son opcionales y pasajeros, por más que alimenten el espíritu de las generaciones siguientes. Pasajeros. Sé que me entiendes. (Leeré lo que me dices. Creo que no tendré problemas. Me siento muy cómodo en la secularidad cultural y la laicidad política). Con afecto, paz y bien.
No cabe duda que la ASEVERACION en Juan 8, 51 que el que “guardare la palabra de Cristo no moriria para siempre” tuvo repercusion en la audiencia “judia”, pues en el vers. 52 ellos protestan y dicen : “ahora si sabemos que tienes demonio. Abraham murio y tambien los profetas; y tu dices: “Si uno guardare MI PALABRA, no gustara la muerte JAMAS”…Pero Cristo REAFIRMA siempre que la FE en EL es la que salva, es la VERDADERAMENTE trascendente, es la mas importante, es sin duda el centro de nuestra vida real espiritual PORQUE antes de la resurreccion de Lazaro le dice a su hermana Marta refiriendose a su hermano Lazaro: “Resucitara tu hermano” y ella le responde: SE que resucitara cuando la resurreccion universal del ultimo dia” pero JESUS le asegura: YO soy la Resurreccion y la Vida; quien CREE en MI, aunque muera, vivira”; y todo el que vive y cree en MI, no morira para siempre..CREES ESTO? (Juan 11,24-26) (las mayusculas son mias)…Asi pues en el contexto de TODO el evangelio, a la proclamacion mesianica, a la descripcion de los milagros portentosos, a las palabras compasivas de Cristo, se sigue que es la FE en EL la que salva trascendentemente por la voluntad salvifica y universal de Dios…de otra manera Cristo seria solamente un profeta “adoptado” en la “nueva ley” para proclamar solamente una fe existencial que existiria mientras tangiblemente percibieramos el mundo con nuestros sentidos externos….esa fe se extinguiria en el momento de nuestra muerte terrestre…Sin embargo la FE que Cristo proclama realmente trasciende a este mundo…y la proclamacion oral y escrita de la tradicion verdadera MESIANICA de Cristo lo demuestra…esta es la FE salvifica, la fe del evangelio, la fe apostolica…la que nos conducira al objeto verdadero y final de nuestra existencia que es indudablemente el mismo Dios..un saludo cordial de Santiago Hernandez
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