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Centenario del Día de la Mujer Trabajadora

Abrimos hoy esta entrada en ATRIO para celebrar este día y felicitar a todas las mujeres, que todas (salvo rara excepción) son trabajadoras. Y lo hacemos con un texto de lo mejor que queda dentro de las organizaciones seglares católicas, la JOC y la HOAC. Nos había llegado otro de una organización similar, la  sección de “trabajadoras” de la Acción Católica General, en el que no se veía ese entronque con la historia del movimiento obrero y del feminista y en el que se insistía en otros aspectos típicos de los obispos. Si alguien lo tiene, que lo ponga.

COMUNICADO DE LA HOAC Y LA JOC ANTE EL DIA DE LA MUJER TRABAJADORA

8 Marzo de 2011

el 8 de marzo es un día para rememorar el pasado y ser agradecidos y agradecidas; para observar el presente y hacernos eco de la realidad; y también para mirar al futuro y lanzarnos valientemente hacia él.

 

8 de marzo de 1911: el pasado que construyó el presente

Fue en 1911 cuando se celebró por primera vez el Día Internacional de la Mujer Trabajadora con una reivindicación a favor del derecho al voto, el derecho al trabajo y la no discriminación laboral. La elección del 8 de marzo tuvo su origen en los hechos sucedidos en la misma fecha del año 1908. 146 mujeres, trabajadoras de la fábrica textil Cotton, de Nueva York, murieron calcinadas en un incendio provocado por las bombas incendiarías que les lanzaron como respuesta ante la negativa de abandonar el encierro en el que protestaban por los bajos salarios y las infames condiciones de trabajo que padecían.

Con aquel primer Día Internacional de la Mujer Trabajadora se inicia una tradición que cumple 100 años de lucha en pro de la igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo. Nuestra admiración, por tanto, hacia las mujeres que han luchado por defender su dignidad de mujeres y de trabajadoras, y que han conseguido la conquista de fundamentales derechos sociales, económicos y políticos.

 

8 de marzo de 2011: una acentuación de las desigualdades sociales

Nuestras sociedades occidentales han conseguido grandes avances y el lugar de la mujer en la sociedad ha mejorado notablemente, pero no así en el conjunto del planeta, donde las mujeres representan el 70 % de la población mundial en situación de pobreza; donde una mujer muere cada minuto en algún lugar del mundo a consecuencia de las complicaciones de su embarazo o de su parto; donde existen profundas desigualdades en el reparto de las tareas del hogar y del cuidado de los hijos; y donde las mujeres, si pueden acceder al trabajo, lo hacen en las categorías inferiores de las escalas laborales y con peor retribución que los hombres.

  •  La injusticia y la discriminación contra la mujer persiste, y su peor cara se manifiesta en la violencia. Hasta el 70% de las mujeres en el mundo sufren la violencia en sus vidas. En nuestro país, el año 2010 murieron 88 mujeres asesinadas a manos de su pareja o expareja.
  •  El acceso a derechos como un salario digno, una vivienda, un empleo, educación, salud, etc., ya estaban hipotecados antes de la crisis. Pero ésta ha agravado notoriamente esta situación, especialmente en mujeres, jóvenes, inmigrantes y paradas de larga duración.
  • La recién aprobada reforma de las pensiones afectará negativamente a toda la clase trabajadora, pero tendrá un impacto especial en las mujeres, que son las perceptoras de las pensiones más bajas, y que, con esta reforma, verán reducidas sus pensiones al ampliarse los períodos de referencia. Mujeres que pueden llegar a ver perder, incluso, su pensión de jubilación, al estar muchas de ellas sometidas a una larga vida laboral de precariedad y temporalidad, contratos a tiempo parcial y largas interrupciones en su carrera laboral como consecuencia de la dedicación al cuidado de la familia.

 En este Día Internacional de la Mujer Trabajadora, la JOC y la HOAC, movimientos especializados de Acción Católica en el mundo obrero, nos comprometemos en nuestra tarea a un esfuerzo pastoral, en consonancia con la Doctrina Social de la Iglesia, para trabajar por el sueño de la igualdad de derechos, igualdad de oportunidades y progreso para todos y todas: “hoy más que nunca, la Iglesia es consciente de que su mensaje social se hará creíble por el testimonio de las obras, antes que por su coherencia y lógica interna” (Juan Pablo II en la encíclica Centesimus annus)

 Invitamos también al conjunto de la sociedad a no permanecer impasible ante las situaciones de deshumanización y empobrecimiento de tantas mujeres. Este día es una llamada al compromiso y a la denuncia profética, a la reflexión y a la acción, sabedores y sabedoras de nuestra capacidad para organizar la vida social desde la igualdad y desde el respeto a la diversidad de cada hombre y mujer.

JUVENTUD OBRERA CRISTIANA (JOC)

HERMANDAD OBRERA DE ACCIÓN CATÓLICA (HOAC)

23 comentarios

  • ana rodrigo

    Querida M Pilar, tus palabras concretas fueron: es de justicia; que todas las mujeres que lucharon, ….,las acompañaban hombres ya bragados, de ese sentido común,  viéndolas como iguales y con los mismos derechos”. Pienso que a lo largo de la historia siempre ha habido hombres sensatos y cabales, pero han sido la excepción, y no porque la mayoría hayan sido malvados sino porque la mentalidad machista ha sido predominante y hasta considerada como algo normal y natural. Las conquistas de las mujeres han sido la mayoría obra de mujeres. Bien es cierto que en el momento actual hay casi tantos hombres como mujeres en esta causa.
    Un abrazo

  • mªpilar garcía

    Ana:
    No he dicho, que detras de cada mujer…había “un” hombre…
    Sino, que en todos lo movimientos serios emprendidos por mujeres…
    Ha habido hombres, que las han comprendido, ayudado, apoyado… si repasamos la historia, así se nos cuenta; otra cosa es, que no fueran importantes y poderosos…
    mª pilar

  • ana rodrigo

    Querido Floren, la escena que narras sobre la ubicación de las personas en una ceremonia religiosa, es esperpéntico, no sólo la ubicación de personas, sino el escenario (la catedral), por supuesto también el rito y la parafernalia de otorgar a un obispo su cátedra, su palacio, sus atributos y sus poderes. Todo rezuma anacronismo y ranciedad, lleno de moho, todo muy antievangélico, etc. etc. ¡Si Jesús levantara la cabeza! ¿Cómo vamos a pedir en este contexto el que las mujeres pintemos algo, si ya en la elección del obispo no han participado ni siquiera los hombres?
     
    Cuando hablaba de la participación de las mujeres en las decisiones de la Iglesia, me refería al dogma, a la doctrina, a la moral, a la estructura organizativa de la Iglesia, etc. etc. Lo de menos es poder llegar al sacerdocio o no, por lo menos tal como está pensado actualmente el sacerdocio, sino a que, solamente son ellos, los clérigos hombres los que deciden sobre todo. Alguien dirá, tampoco los hombres laicos participan, cierto, pero el género masculino ya está representado en el clero. Tu mismo lo dices “¿Que esperar de la iglesia para la mujer, cuando como pueblo aun somos la base inferior de la pirámide de poder y se decide por nosotros?” Pues eso, nada

  • Estimada Ana Rodrigo:
    Continuo esta reflexión al uso de la tuya, sobre la escandalizadora pregunta y el papel de la mujer. Pero -me pregunto-; ¿quizás no será necesario primero que como laicos y pueblo, estemos representados cuantitativamente tanto en organismos clericales como ceremonias varias?. ¿Que decidamos conjuntamente la pastoral, y no sea -por muy buena intención que se emplee- algo impuesto?
    Me explicaré mejor. El obispo de cada diócesis tiene un organismo gubernamental llamado consejo episcopal, que lo forman el obispo auxiliar, los vicarios algunos delegados…etc. ¿Quien representa a los laicos en esos sitios? , ¿no sería justo que la representación de pueblo -personas no ordenadas presbíteros- fuera proporcional o modestamente presencial?. Otro ejemplo; hace días llego a Sevilla el nuevo obispo don Santiago. ¿Saben los lectores de estas lineas donde estaba el pueblo situado en la ceremonia de consagración? Salvo familiares y amigos del obispo nuevo, la gente estaba allí lejos casi a la altura de la tumba de colón en la iglesia catedralicia. Se establece un férreo protocolo, necesario pero injusto. Quien escribe ha sido muchos años -y quizás aun lo sea- liturgista, domino esas ceremonias largas y enrevesadas; pero el tiempo me ha enseñado de que salvo excepciones,  son injustas a la hora de colocar a los asistentes. Arzobispo, obispos concelebrantres, vicarios, delegados diocesanos, cabildo catedralicio, sacerdotes diocesanos, seminaristas, religiosos, autoridades civiles y políticas, representantes de movimientos y gente considerada……………. pueblo de Dios -LAICOS- al fondo.
    ¿Seria oportuno en estas ocasiones, el colocar personas del pueblo junto al altar, para establecer así una cuota de participación?. Hay sacerdotes que estando la iglesia a rebosar no permiten que los laicos invadamos el presbiterio -altar-; pues según ellos cada cual tiene su sitio. ¡¡Que burla!! Por ello, refrendando en lo escrito antes y en su opinión, igualmente me pregunto. ¿Que esperar de la iglesia para la mujer, cuando como pueblo aun somos la base inferior de la pirámide de poder y se decide por nosotros?

  • Carmen (Almendralejo)

    Querida Ana, yo no podré jubilarme hasta los 71 años y tendré la mínima de 900€…
    Y desde luego mi caso no es el peor, porque hay multitud de mujeres que han estado fregando y cuidando hij*s de la clase medía alta y ricas de esta mi c iudad y que no tendrán derecho a nada…
    Eso sí la Justicia es muy justa, l*s creyentes muy credos, cada día a misa y comulgando, pagando el diezmo a la parroquía de turno en serviles regalos a cura de turno, al palo santo de su devocción mientras le Roba el Salario a la Mujer que le friega, lleva al cole a l*s hij*s, y se queda por las noches con sus ancianos padres-madres, por 5-10€ la noche.
    Estos es lo que tenemos, mientras tanto hay convento que tienen millones en bolsas de basuras, que ahora se convierten en calderilla porque han visto las orejas al Fisco.
    ¡Hay quien de más!
    Así está España, los contribuyentes pagando y el Estado dando de nuestros impuestos al clero y la monjas, mientras a la mujer se le reba con total impunidad

  • ana rodrigo

    Tanta negrita en mi último comentario ha sido involuntaria.

  • ana rodrigo

    Me ha llamado la atención lo que dice Floren respecto al revuelo que produjo su “inocente pregunta”, de lo que se deduce que el público debía ser afín a la Iglesia-institución, dado que lo presidía un obispo. Y también se deduce que ese tipo de público le escandaliza (¡!) el que se pueda plantear el acceso de la mujer al sacerdocio. Quienes tienen estas angustias ante el tema es porque no han caído en la cuenta que en la Iglesia decide es el clero, todos hombres, y que, por lo tanto, las mujeres, si no tenemos acceso al clericato, tampoco podremos tomar parte en las decisiones que se toman para en buen rumbo de la Iglesia. Así que, estas gentes están conformes en que sean sólo hombres quienes dirijan una institución en que la base está formada en un 80% por mujeres. Eso de que “la Iglesia es una cosa de hombres pensada para mujeres”. ¡Qué bochorno!.
     
    Respecto a lo que dice M Pilar, No siendo, ni pareciendo, ni queriendo…
     “enemigas  de ellos, sino, de sus comportamientos, actitudes, costumbres, manías, recelos, miedos, fuerza…”. E
    n cambio, discrepo de eso que dice de que detrás de una mujer luchadora siempre ha habido un hombre bregado en el sentido común… Desgraciadamente, pienso que la mayoría de las mujeres luchadoras por la igualdad se han visto solas y desamparadas de Dios y de los hombres (nunca mejor dicho), hasta hace poco tiempo. Y aún ahora, aunque la ley, la administración y tantísima gente apoya la causa de las mujeres, de puertas para adentro, en esa soledad en la que la mujer ante sus luchas como mujer, se siente desamparada.
     
    Y respecto a lo que dice Carmen, tienes razón, cuando se legisla para la generalidad, como es el caso de las pensiones, no se tiene en cuenta la cantidad de mujeres que comenzaron a cotizar a edad muy tardía, en muchas ocasiones partiendo de cero y con la prole a su cargo, y eso no indica que los años anteriores estuviesen de brazos cruzados, sino criando a los hijos/as y siendo el sostén de su hogar. Dentro de unos años habrá una inmensidad de mujeres viviendo míseramente de míseras pensiones.

  • Carmen (Almendralejo)

    La reforma laboral nunca se hará para para qeu las mujeres que trabajan como limpiadoras del hogar de l*s señor*s de bien, obtengan una jubilación, ni tan siquiera podrán obtar al paro…

    Con esta reforma cada una de las mujeres que tuvismo que romper aquella familia prototipo de la católica romana y franquista, que hemos sido una simple ama de casa de hombre con un sueldo de clase medía baja, estaremos desprotegidas ante este infame acuerdo de este gobierno sociallisto, de esta patronal franquista, y de esta banca terrorista.
    Pero bueno, no pasa nada, tambien vivimos 7 años menos que esa clase de élite, por lo que no solo nos han robado esos años de jubilación sino que saben a qué juegan porque no contaremos para poder conbra esa calderilla, es limosna por los robos y años prestados al mercado laboral, al invento de familia patriacal y a cuanto la sociedad buerguesa nos quiera de nuevo vender.

    Nosotras debemos defendernos contra todo el sistema que nuevamente nos quiso comprar con unos cheque bebes, para que el sistema creciese. Y nuevamente nos han querido encerrar en el cuido de los enfermos familiares, con una mísera recompensa y bajo el pie del amo de familia, que le viene muy bien tener a la madre-padre -hij*s asistidos, dejando en la conciencia emocional de la mujer aquel piropo de ¡Cómo tú nadie para ell*s!

    Los divorcio se han relentizados, y muchos parados… La mujer nuevamente ha sido quien pague con la mayor carga de esta crisis, porque el mercado laboral cierra sus filas para nosotras.
    Bien venido sean estos, y aquello que en meses y un año vendrán a pedirnos los votos

    ¿Seremos tan estúpidad de votarles a unos y otros gañanes de la política?

  • Ayer, día de la mujer como ya nos ocupamos de ello. Pero quiero dejar constancia de que el día de ayer, quizás lo celebré con inusitado fervor, ya que el tema que tratamos por la tarde en el Seminario Diocesano de Doctrina Social de la Iglesia en el Arzobispado de Sevilla, se titulo y trató de LA FEMINIZACIÓN DE LA POBREZA. Para hacerlo más entendible, tratamos sobre la mujer en los distintos mundos, la pobreza en la que vive y las posibilidades de desarrollo que le ofrecemos en ambos mundos.
    Como anoto en el titulo el cartel fue excepcional. Presidió Don Juan José Asenjo, Arzobispo de Sevilla,
    junto al apreciado Enrique Belloso que tanto empeño pone en la formación laical. Las ponentes presentes fueron dos, Dña. Olivia Núñez Orellana, directora del Instituto Internacional de la Mujer del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum de Roma; y Felicidad Loscertales Abril, catedrática de Psicología Social de la Universidad de Sevilla.
    La primera jovencísima, la segunda mayor pero de espíritu joven y gran comunicadora.
    Después del saludo de Don Juan José que fue cálido certero y consciente, las dos disertaron certeramente sobre la mujer, sus posibilidades, la opresión que soportan…etc.

    Me centro en la intervención que me fascino, que fue la de Felicidad. Hablo de las trabas que las mujeres –no la mujer- sortea en nuestro primer mundo. En como tienen en ocasiones que trabajar, para romper ese figurado techo de cristal que le impide proyectarse hacia arriba, asumiendo responsabilidades y decidiendo por sí misma su opción. Afirmo Dña. Felicidad que “quien no es libre, no puede ser persona”, entre otras máximas que me ayudaron mucho en la comprensión de esta temática social.

    Al término de ambas exposiciones, se abrió el turno de preguntas y pidiendo en primer lugar la palabra, me atreví a recomendar al uso del tema tratado el libro AVE MARÍA lo femenino y el Espíritu santo de Leonardo Boff que utilicé en estudios de mariología, y seguidamente pregunte a Doña. Felicidad: -Señora, siendo consciente de la abundante documentación dogmática que posee la iglesia, para defender a la mujer y sus posibilidades, y sabiendo todos del esfuerzo de nuestra Iglesia para ayudar a la promoción de la mujer; ¿consideraría usted oportuno, que para apostar firmemente por la mujer y así colaborar en la ruptura de ese nombrado techo de cristal que impide su desarrollo pleno, nuestra Iglesia debería de permitirle a la mujer la dignidad de poder acceder al ministerio del sacerdocio?.

    No pueden imaginarse el revuelo que provoco mi pregunta, pero una vez sosegado el aforo esta señora se mostró de acuerdo conmigo, afirmando para refrendar mi posicionamiento, que es mucho lo que la iglesia se pierde al no ceder en este aspecto.
    En resumidas cuentas, queda por hacer. ¡¡Mucho!! Asesinatos, oportunidades sesgadas, otorgación de dignidad que con otra mano se quita…etc.

    ORACIÓN POR LAS MUJERES

    Padre, Bueno y Santo, que nos amas y nos buscas.
    En tu Madre María nos ofreces
    un ejemplo culmen de ternura,
    amor y entrega al mundo y a tu voluntad.
    Pero ella fue una más,
    entre todas las mujeres,
    que no solo tiene la capacidad junto a ti
    de dar a luz hijos para el mundo,
    sino que sus vidas como mujeres,
    son una oportunidad para el genero humano
    de dignificarse y hacer grande tu nombre.
    Permítenos Padre de Bondad,
    que los que poblamos el mundo,
    concedamos oportunidades reales
    a las mujeres de nuestro tiempo.
    Que admiremos a las que luchando por la fe,
    los derechos humanos o la dignidad femenina
    a causa de los golpes recibidos,
    nos dejaron un ejemplo ecuánime e imprescindible,
    para esta iglesia necesitada de testimonios contundentes.
    Abre nuestros ojos, Padre de bondad,
    para que asistidos por tu Santo Espíritu,
    concedamos a la mujer la dignidad sacerdotal
    al consagrar tu presencia en la realidad eucarística,
    por medio de la reunión fraternal
    de los que se aman en tu nombre.
    Que todas sean ejemplo, porque todas son personas.
    Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor. Amén.

    Saludos a todos.
    Floren

  • mªpilar garcía

    Sería bueno empezar:
     
    Por conocernos a nosotras mismas, para desde ahí, tomar las riendas de nuestras vidas, en todos los sentidos.
     

    Eso requiere por nuestra parte, no vivir ¡siempre! preparándonos para “agradar” en todos los sentidos a los hombres. (sabedoras de su “fijación” mal entendida)
     

    Caminar con sencilla determinación, para desarrollar todo aquello de lo que seamos cada cual, capaces, y hacerlo bien, o todo lo mejor posible, dentro de nuestras capacidades.
     

    No siendo, ni pareciendo, ni queriendo…
     
    “enemigas  de ellos, sino, de sus comportamientos, actitudes, costumbres, manías, recelos, miedos, fuerza…”
     

    Cuando les flaquea por encima de todo:

    ¡El sentido común!

    No se trata de fustigar, sino de trabajar junto a.
     

    No podemos olvidar, porque es de justicia; que todas las mujeres que lucharon, y muchas de ellas hasta dar la vida; para ir ganando nuevos y pequeños logros (por lo tortuoso y lento del camino) las acompañaban hombres ya bragados, de ese sentido común,  viéndolas como iguales y con los mismos derechos.
     

    Felicidades a todas las mujeres,  que comiencen cada día de nuevo, con renovada esperanza; tendiendo la mano, a los hombres enteros y buenos (que los hay) a trabajar, por seguir consiguiendo, nuevos logros…
     
    ¡¡¡Justos y necesarios logros!!!
     

    No olvidemos, que medio mundo, en lo concerniente a las mujeres, vive todavía, en las cavernas.

    mª pilar

  • oscar varela

    Hola Maite Lesmes!
     
    ¡Fina percepción la tuya!:
     
    Una: Ortega habla de “la” mujer, idealizada, como tú dices. De eso trató por extenso en su presentación.
    Yo sólo lo insinué en decir de los Atributos “esenciales” (la filosofía lo es de “esencias”).
     
    Otra: -“Dicen que Ortega era mujeriego y buscaba el halago”-
     
    Tal vez avale tu apreciación algunas “cartitas” a la Gran Mujer que era Victoria Ocampo.
    ·············
    Buenos Aires, 19 de abril, 1940
     
    Querida Victoria:
     
    Se ha producido una vez más el incuestionable fenómeno telepático. Al levantarme esta mañana pensé escribirte unas líneas comunicándote mi nueva dirección. Poco después me avisaba el portero de la casa anterior que una carta había llegado. Fui a recogerla y era la tuya.
     
    Estamos en Avenida Quintana 475 —entre Callao y la Recoleta. Hace tres días que nos mudamos. Llevo cuatro años mudándome y he adquirido una condición de nómada o simplemente de gitano. Mi teléfono es 41-5232.
     
    Comprendo muy bien que te resistas a abandonar ese Mar del Plata sin gente. El mundo está cada vez más desapacible, más torturado y más torturador. Y cuando busca uno qué podría hacer para procurar aun en minúscula medida su curación, descubre al precisarse uno su proyecto que sólo serviría para aumentar la algarabía y la miseria.
     
    He andado mal o —más exactamente— menos bien durante dos meses. Parece que estoy más recompuesto de físico. Pero no de ánimo. He trabajado sólo en lecturas y notas. No he visto a casi nadie y a los que veo casi no los veo. Pero echadas todas las cuentas, sigo encantado de estar aquí.
     
    Recuerdos de Rosa. Un abrazo de ORTEGA
    ··················
    Buenos Aires, sábado 28 de octubre, 1940
     
    Querida Victoria:
     
    ¡Estoy desesperado! Quería haberte visto el jueves o el viernes, pero el jueves tuve que hacerme mi periódico sondaje de duodeno, el cual, a veces como ahora, me deja dos días con molestias grandes y continuas. Es el inconveniente de descender a lo profundo de sí mismo y hacerse buzo del propio abismo… Hoy, hubiera también intentado verte aunque
    sospechando que, como sábado, te hubieras marchado a oír tus ranitas de San Isidro. Pero he tenido que dedicar la tarde al puerto esperando a Pérez de Ayala.
     
    La afectuosidad que me traía tu carta se ha conjugado con la que hacia ti había en mí refoulée, de modo que mi sentimiento es un paisaje placenteramente alborotado como el que se produce en todas las confluencias.
     
    No he dudado un momento de que en el fondo me quieres, como tú no has dudado tampoco en serio de que mi afecto y mi fidelidad prosiguen sin intermitencias. Le reste est moins que ríen…
     
    Vivo en mi rincón. No veo a nadie. En la mejor etapa de producción y de lucidez que he pasado mi vida. Si no fuera porque mis chicos están lejos y porque en Buenos Aires no hay libros —diría que soy feliz. Algunas temporadas, malestares físicos me cortan el trabajo y el humor pero no sería cosa mayor si los tiempos no obligasen a un trabajo muy continuo para poder paralelamente producir lo que uno quiere y lo que a uno le pagan.
     
    ¡El otro día estabas estentóreamente guapa! Un abrazo de ORTEGA
     
    Ya te veré.
    ··················
    Buenos Aires, diciembre, 1940
     
    Querida Victoria:
     
    Aunque te fuiste malhumorada pensando en lo enojoso del viaje [a Nahuel Huapi], tuve confíanza en que ese paisaje te invadiría y velis nolis tendrías que entregarte a él. Tu magnífico tamaño y tu mmagnífica naturaleza te dan bajo todos los conceptos dimensiones de paisaje y sólo otro paisaje es de tu misma casta y capaz de violarte. [… ] Ahora me llegan esos troncos —esos cohiues y colihues que me envías, ese paisaje barbudo, esa selva a que consignas mi venturoso y permanente salvajismo.
     
    Ya tengo tomado cuarto en el hotel y saldré para ahí, espero, el día 2. Después de seis años de forzosa urbanización siento un ansia como respiratoria de campos broncos, de bosques, de lo que un poco ridículamente llama nuestro ex amigo Keyserling «telurismo». Si me gusta el lugar me quedaré allí empleando mis últimos arrestos varoniles en fundar una tribu de head-hunters, se entiende, de cabezas de intelectuales imbéciles, cabezas, por tanto, que no son cabezas sino meros zapallos capitales.
     
    ¿Cuándo vuelves? Un abrazo de ORTEGA
    ·····························
    Buenos Aires, 12 de diciembre, 1940
     
    Querida Victoria:
     
    Desde hace cuatro días o más, camina o debe caminar (puse Neuquén en vez de Río Negro) hacia ti una carta mía contestando a tu postal botánica. No había, pues, recibido aún tu carta del ¡30 de noviembre! que enviada a Amigos del Arte no me ha llegado hasta ayer. Pero veo que acerté en suponerte extática. No debe ser para menos. Es evidente que esas y otras peculiares cosas son las que hay aquí con un magnífico haber y lo absurdo es querer vivir como se suele vivir, con lo que no hay o hay sólo su defraudación.
     
    Desde hace años sueño con esos bosques y esos riscos y esos lagos de… tratado de Geología, y esos glaciares. Todo goce tiene que ser preparado con un soñar en lo aún no visto, con una mitología. El mito, por definición, es previo al contacto con la realidd. Por la atrofia en el soñar y la incapacidad de emitir mitos —es decir, por ausencia de imaginación— las gentes arrastran una vida nula. Voy, pues, a eso bien preparado aunque con un poco de miedo al frío.
     
    La idea de tu rancho me parece espléndida y el año que viene me gustará hacer ahí soledad contigo, si es que eres capaz de aguantarme en frente a frente.
     
    Mientras tanto sigo aquí metido en mí cubil sin ver a nadie. Salgo sólo a la Biblioteca Nacional donde me paso las tardes hundido en infolios.
     
    Con mi viejo cariño que es siempre un lago aunque a veces parezca un glaciar – ORTEGA
    ····················
    Buenos Aires, jueves 9 de octubre, 1941
     
    Querida Victoria:
     
    María me ha trasmitido tu telegrama.
    Te llamé precisamente hace días para decirte que no es posible que continúe mi distancia material de ti y que, no obstante, tendría que continuar. Nota que digo mi distancia de ti y no la tuya de mí porque, en este caso, soy yo el «culpable». Te llamaba para añadir lo que preferiría considerar innecesario: que junto a eso y a pesar de eso, mi cariño hacia ti es exactamente el mismo de siempre, que nada has hecho que nos separe, que, antes bien, me siento en gran deuda contigo y ahora me refiero exclusivamente a tus afectuosidades de estos dos años. Y, sin embargo, no he podido ir a verte ni puedo aún, por la sencilla razón de que no tengo fuerzas. Con sobrado motivo, dirás que esto es inverosímil. Pues ahí tienes un síntoma inverosímil de la atroz inverosimilitud que es mi vida en lo que va de año.
     
    Puedo decirte que desde febrero mi existencia no se parece absolutamente nada a lo que ha sido hasta entonces y que, sin posible comparación, atravieso la etapa más dura de mi vida. Muchas veces en estos meses he temido morirme, morirme en el sentido más literal y físico, pero en una muerte de angustia. Hoy, están en el mundo muriendo del mismo modo muchos hombres de mi condición. Es un hecho que la gente no conoce suficientemente. No sería, pues, el mío sino un caso más.
     
    En una carta anterior te insinuaba algo de esto. Hoy te lo expreso más claramente pero no puedo decirte más. Cuando las bases de nuestra vida se han roto o están gravemente enfermas, no es posible contar lo que nos pasa ni al mejor amigo porque no puede, sin más, entenderlo. Sería, sobre lo que sufrimos, falsificar nuestro sufrimiento y traicionarlo. No: hay que callar, aguantar y sumergirse en un rincón. Cada vida es intransferible y, por lo mismo, inefable.
     
    No sé aún qué consecuencias traerá todo ello. Pueden ser gravísimas. Lo que sí sé es que, aun cuando de pronto cambiase el horizonte, ya no me sería posible —como aún lo era hace tres o cuatro meses— una restauración inmediata. En el mejor caso sólo es de esperar una reconstitución lenta y a fuerza de cuidados.
     
    Mi salud no ha dejado de ser mala desde marzo. Pero esto sería lo de menos, suponiendo que, al menos, la prolongación del malestar, no proceda de las tormentas morales.
     
    Una extraña convergencia de azares ha llevado al extremo de su agudeza mi situación pero claro es que esos azares brotan en el cuadro de causas generales que afectan a muchos. No tendría, pues, nada de particular que tú, cualquier día, entrases también en una zona de amargura y que te empezase a fallar esta o la otra dimensión de la vida. Pues haz el favor de imaginar un momento que en vez de una te fallasen a la vez todas las dimensiones de la vida y con ello tendrías una idea de lo que a mí me pasa.
     
    Te ruego guardes todo esto en tu más exquisita reserva.
     
    Besos para tus dos mejillas de – ORTEGA
    ··················

  • Maite Lesmes

    Querido OSCAR, gracias por esa alocución de ORTEGA que desconocía. Pero fíjate, si al leerla me estaba pareciendo muy bien escrita, al tiempo me estaba dando la impresión de leer a alguien que no conoce a mujeres sino a “la” mujer,
    idealizada. Dicen que Ortega era mujeriego y buscaba el halago. Hoy no hubiera tenido éxito con esas generalizaciones.
    no obstante, uzgarle en ese terreno sería un anacronismo.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Homenaje a los “Atributos esenciales” de LA CRIOLLA: mujer de nuestras latitudes sureñas.
     
    1ª) Lo primero que la criolla es, es… VEHEMENCIA. Sin esto no habría nada de todo lo demás.
     
    «Vehemencia» significa en su origen soplo vivaz, viento; símbolo de lo dinámico y enérgico, porque es el viento la que con menos materia manifiesta más pura fuerza.
     
    La criolla es vehemente porque vive en constante y omnímodo lujo vital —es, existe, con sobra de existir— no está ante nada escasa de reacción. No importa que sea rica o que sea pobre.
     
    Yo he conocido a una criolla de una belleza patética, descendiente de la más vieja aristocracia americana, que estaba en la más completa miseria. Y, sin embargo, parecía una emperatriz de la vida, porque era vehemente, dulcemente vehemente.
     
    Esta vehemencia de la criolla procede acaso de la que poseía la española —como en otra medida la francesa y la portuguesa- en el siglo XVI y XVII.
     
    2º) La segunda cualidad es la ESPONTANEIDAD.
     
    Una criatura que es la espontaneidad misma, que lo es siempre, en toda ocasión y situación. Siempre hará, pensará, dirá lo que no es convencional, lo que no es aprendido, sino lo que asciende del fondo de su ser y por eso al verlo, al oírlo, nos trae siempre efluvios de ese fondo abisal.
     
    La criolla es la permanente autenticidad. Es, pues, de un lado lo contrario de la criatura convencional y amanerada, que hace siempre, que dice siempre lo que no viene de su propio fondo, sino que fue aprendido de fuera. Pero es también algo opuesto a lo que se llama una «mujer original», que ha dado un brinco de acróbata, de saltimbanqui fuera de las convenciones sociales y en extravagantes altitudes, en complicadas lejanías, hace sus volatines y sus descoyuntamientos que nos interesan, a lo sumo, como un número de circo.
     
    La criolla no se evade de los usos sociales, no es una original. No necesita extravagar, sino que instalada dentro de la más normal normalidad, es desde ella siempre un poco otra cosa que lo normal, que lo convencional.
     
    La original nos asusta, nos espanta y nos enfría. Pero a la criolla la hallamos asentada tranquilamente en la cotidianeidad y nos acercamos a ella sin precauciones y… y ¡estamos perdidos, perdidos sin remedio! Porque en ese marco de aparente y aceptada cotidianeidad, surge imprevista la más pura originalidad. Cada palabra, cada gesto, es un poco otra cosa que lo usado, es una creación constante, porque en la medida que se es auténtico, se es creador. La vida, cuando es ella lo que es —y a esto llamamos autenticidad— es un incomparable poeta y un sabio sin par, porque no puede menos de estar inventando, creando mientras está siendo.
     
     [paso por alto otras “cualidades”, que tal vez hayan ido modificándose hasta n/días: 3ª) GRACIA y 4ª) MOLICIE]
     
    5ª) Tengo que renunciar a describir el más grave y el más hondo de los atributos de la Criolla: el talento peculiar que le hace ENTENDER DE HOMBRES. Es un asunto de gran delicadeza y que requiere la movilización de muchas cuestiones demasiado profundas de la historia humana. Sería forzoso hablar de la relación entre ambos sexos a lo largo de los siglos —de cómo se enfrentan hombre y mujer en los pueblos jóvenes, a diferencia de los pueblos viejos, y de innumerables cosas que nunca han sido tratadas a fondo. Más vale que lo dejemos. Ya he dicho que es preferible fracasar.
    ·················
    (Meditación de la Criolla –Emisión radiofónica de José Ortega y Gasset en Buenos Aires, 1939)
    ·················
    Compartiendo el fracaso ¡Voy todavía! – Oscar.

  • ana rodrigo

    Querido Pepe Blanco, tienes razón, quedan muchas mujeres de cierta edad que están muy a gusto con lo de siempre, con la tradición, aunque eso suponga un cierto servilismo hacia el hombre. Es difícil, si a estas alturas aún no han cambiado, hacerlas cambiar de mentalidad, aunque en igualdad de edad, siempre la mujeres están más al día que los hombres. Los hombres se escudan en que a ellos nunca le enseñaron esas cosas, y otras cosas por el estilo. Y si a la edad y la inercia de las costumbres, se le une una religiosidad rancia, entraríamos en un mundo hermético y enrocado.
     
    Con quien hay que trabajar es, por un lado, con las mujeres de mediana edad que suelen ser las más vulnerables, porque suele ser cuando suceden las crisis de pareja y cuando el hombre no acepta el que ella quiera separarse. De hecho la mayor parte de los asesinatos de mujeres suelen darse en ese proceso de ruptura de la pareja. Y por otro lado, hay que trabajar mucho con los chicos jóvenes, porque normalmente la chicas suelen ir muy por delante de ellos en esto de las relaciones en igualdad.
     
    En lo que hay que insistir más con las chicas es en que nunca jamás deben renunciar a su autonomía por amor. Suele ser uno de los grandes atranques que suelen tener las chicas cuando se emparejan y tienen hijos/as. Las consecuencias de que la mujer no se empareje en igualdad de condiciones económicas trae gravísimas consecuencias para el futuro. Queda un largo recorrido por delante.

    Un abrazote

  • Por qué se insiste tento en los «derechos» de las mujeres jurídicamente cuando con su promulgación apenas se avanza un tramo de tortuga? Los derechos se han promulgado por general maduración sicológica y, sociológicamente, seguiremos mejorando la convivencia si nos aplicamos más a la complementaridad  de varones y mujeres que a la aplicación de sus derechos. Por muy importantes que sean las leyes y los derechos se avanza más con el querer que con el deber.

  • pepe blanco

    Hola Ana Rodrigo!
     
    Sugieres, y me parece una idea estupenda y sugerente, inventar un día mundial de la educación de los hombres. Habría que empezar por promocionar en los varones la educación en general y, después o simultáneamente, la educación para la igualdad. Pero será un proceso lento, como muchos procesos sociales.
     
    Y creo que también sería importante educar en la igualdad a muchas mujeres que todavía no la han asumido. Pienso, por ejemplo, en todas las señoras más o menos mayores, que con su asistencia cotidiana a misa, son cómplices del mantenimiento del patriarcado en la iglesia. Creo que por estos foros ya se comentó en alguna ocasión, que si las mujeres que van a misa se declararan en huelga ritual indefinida para reclamar la igualdad en el seno de la jerarquía católica, a los curas no les quedaría más remedio que asumirla: o la igualdad, o la nada.
     
    Un abrazo

  • Carmen (Almendralejo)

    Todo y cuanto la mujer ha conseguido ha sido gracias a ellas, y todo aquello que la mujer no tiene aún es foráneo a ella…
    Lo que conozco de personas que militan en esto aquí en Almendralejo, son de los más conservador, y sí que buscaban soluccionar en parte reivindicaciones de “los trabajadores” que no trabajadora y ama de casa y mujer de familia que era ydebía ser según el canón de la ICAR
     
    Nada cambiarón con el paso de los tiempos y las necesidades de aquellas mujeres que proguesarón adecuadamente con estos tiempos…
    Ni en el vocabulario si quiera, ni las formas en nada.

  • ana rodrigo

    En primer lugar recordarles a la JOC y a la HOAC que los últimos años ya no recordamos solamente a la mujer trabajadora, sino la mujer en toda su sobrevenida problemática existencial. Por eso se celebra el Día Internacional de la Mujer. Es cierto que el acceso de la mujer al trabajo público y remunerado ha sido un hito en la consecución de la igualdad de mujeres y hombres, pero no podemos reducir los problemas de las mujeres sólo al trabajo, con todo lo importante que es.
     
    Los problemas que la sociedad, la cultura, la religión, las leyes injustas, o los hombres producen a y en las mujeres son múltiples, y, a nivel mundial son, si cabe más, gravísimos. La discriminación ya desde bebés y niñas en tantos países, así como el analfabetismo o la explotación sexual, son lacras inexplicables en el siglo XXI, en el que se ha invertido tantísimo dinero en investigaciones científicas y tecnológicas, y tan poco en humanización, en la que más pierden siempre las niñas y las mujeres.
     
    No podemos olvidar los 140 millones!!, de mujeres a las que se las ha sometido a la ablación, cuya tortura no sólo se queda en el acto mismo de esta salvajada, sino que las deja sin el derecho a algo tan elemental y necesario como es el placer sexual. Quizá la rutina de lo sabido nos incapacite para empatizar con este gravísimo problema de tantas mujeres.
     
    Las agresiones y los asesinatos están generalizados en todo tipo de países, da igual el grado de desarrollo que tengan, las leyes para evitarlos o para proteger a las mujeres. Estamos a 8 de Marzo y en España ya han sido asesinadas 14 mujeres, ¡¡es increíble!!
     
     Es cierto que ya existe un día Contra la Violencia de Género, pero se ve que no es suficiente. Por tanto y ya que está demostrado que la lucha de tantas mujeres ha dado como resultado ciertos avances, quizá tendremos que inventar El Día de la Educación de los Hombres. Hará falta mucha educación para la igualdad, y cambiar la neuronas quizá nos lleve generaciones, pero no se puede bajar la guardia. Incluso hombres que ha recibido educación teórica, la olvidan con facilidad cuando tienen que imponerse sobre la mujer.
     
    Muchas veces me he preguntado, ¿qué diferencia hay de persona a persona ya sea hombre o mujer? ¿Cuál es la causa de que de persona a persona se produzcan tantas desigualdades? Yo me miro como persona y miro a un hombre como persona y me digo, qué tiene él que no tenga yo, independientemente de su individualidad. Es que me parecen conceptos tan elementales que hasta cualquier ser vivo con un gramo de inteligencia lo puede entender. ¿Qué les pasa a algunos o a tantos hombres? ¿Su inteligencia está incapacitada para comprender esto?

    Pido  millones de perdones para los hombres que ya habéis superado este estadio de animalización y habéis conseguido el de Homo Sapiens, que sois muchos. Gracias a vosotros por estar a nuestro lado como lo que sois, personas.

  • Marga Suarez

    ¿En qué instituciones importantes se dieron los pasos necesarios para discriminar a la mujer desde el principio de los principios?  ¿Quénes decidían lo que ellas podían y no podían hacer? ¿Cómo, desde todas esas instituciones, de cualquier parte del mundo,  se prendió la mecha de las  hogueras que calentaban vigorosamente la idea de la supremacía del hombre sobre la mujer?
    Supongo que todos lo sabéis: las causantes de que las mujeres hasta hoy en su grandísima mayoría sean siempre  las que obedecen pero no mandan  a los hombres, son, principalmente,  las  religiones,en casi todas sus formas de creer en sus dioses o su Dios. Y mientras esas religiones sigan adoctrinando a sus seguidores, la mujer tendrá que seguir siendo siempre menos que el hombre, salvo contadísimas excepciones.
    Y el que tenga oídos para oír y ojos para leer, que piense un poco y reconozca el abuso  están  haciendo incitando a seguir así, por los siglos de los siglos. Y que de una vez por todas, llegen a tener ellas  los mismos derechos  que ellos. Ni uno más, pero ni uno menos.
     
     

  • Gabriel Sánchez

     Seguramente nos encaminamos a una evolución de la realidad, en donde la lucha, dura y masiva sera la pauta, los que sentimos la necesidad de cambiar el mundo…hombres y mujeres deberemos pelear espalda por espalda por la defensa de los más elementales derechos…Por todas las mujeres que han caido…son ellas primicias de ese mundo mejor…por el que lucharemos juntos…

    Además me parecio un entrañable comunicado este de la JOC HOAC en la linea de los la grandes luchas de la clase obrera…gracias compañeros…Gabriel

  • Parafraseando a Gioconda Belli:
     
    “Amo a las mujeres, desde su piel, que es la mía”:
    (Desde la piel de quienes defienden su derecho a no ser dulces, ni dóciles, ni bellas, ni frágiles.

    Desde la piel de todas las que no quieren flores ni bombones ni anuncios de músicas intensas sino realidades nuevas.
    Desde la piel de quienes por ser mujeres se creyeron menos y aún así levantaron, nutrieron y revivieron decenas de vidas con su silencio y su trabajo anónimo.

    Desde la piel de las que apenas pueden mostrar los ojos tras la rejilla de un burka, condenadas a ser invisibles, a enfermar y morir a solas por ser su cuerpo un cuerpo de mujer.

    Desde la piel de quienes por haber nacido “ellas”  han sido violadas, golpeadas y maltratadas.

    Desde la piel de todas las que se fueron sin ver la libertad de la que disfruto y a pesar de todo la mantuvieron viva en sus utopías y sus luchas.

    Desde la piel de las sabias de la prehistoria, las brujas medievales, las pintoras , escritoras, músicas, científicas y políticas que nunca aparecieron en los libros de historia de mi escuela.

    Desde la piel de las sabias,  pintoras, escritoras, músicas, científicas y políticas  de mi historia, que comparten mi espacio y mi cronología y denuncian y defienden y exigen su sitio y el mío, aunque sigan sin salir en los periódicos del día.
    Desde la piel de las brillantes mujeres de tres años de mi aula, que me exigen el femenino en todas las palabras y sueñan con ser astronautas, bomberas, payasas y magas.

    Desde la piel de mis compañeras, que desde la escuela siembran semillas de libertad, rebeldía e independencia, aunque la tierra con la que trabajan se vista en ocasiones de Agosto o Diciembre).

    “Desde su piel, que es la mía,

    A todas las amo y me felicito por ser de su especie”.

    ¡¡Feliz día de la mujer trabajadora!!

  • Maite Lesmes

    Todos los medios tendrán su especial dedicación al Día de la Mujer (a secas). He leído lo que trae El País, de donde os pongo este enlace:
    http://www.elpais.com/articulo/sociedad/mujer/puede/liberarse/religion/elpepusoc/20110307elpepusoc_11/Tes

  • Maite Lesmes

    Gracias a que muchas mujeres lucharon y dejaron su vida en el empeño en los dos últimos siglos sobre todo, hoy millones de mujeres gozamos de autonomía, tenemos reconocidos derechos sobre el papel, elegimos cuándo y cuántos hijos tener, accedemos a la mayoría de las profesiones…. Por eso, en primer lugar quiero recordar a aquellas que pensaron en las mujeres de generaciones posteriores a la suya.

    La revolución feminista del s. XX ha transformado todo tipo de relaciones humanas en lo público y en lo privado.  Hacia mejor, en la visión humanizadora de los seres humanos. Negativamente, según mentes cerradas y deseosas de mantener los seculares privilegios del patriarcado. Queda aún mucho por hacer para que la lucha por la igualdad sea real. Igualdad entre mujeres y hombres, igualdad entre mujeres de todos los continentes y culturas.

    Si lo conseguido se debe sobre todo a la concienciación y empeño de las propias mujeres, mayor igualdad  real sólo se conseguirá con ayuda de los varones, ganando todos con ello.  La pobreza, el analfabetismo, la violencia tienen rostro de mujer.  Se ha de invertir más en educación, sobre todo en países donde interesa que la mujer  no sea dueña de sí misma. Se ha de proteger la integridad física de niñas y mujeres, erradicando toda práctica mutiladora de su ser físico y psíquico, en nombre de instancias castradoras provenientes de religiones, tradiciones, oscurantismo. Se ha de potenciar un reparto equitativo de las tareas domésticas y de los puestos en que se toman las decisiones que afectan a la sociedad en su conjunto.

    Durante generaciones seguiremos padeciendo desigualdad respecto de los varones. No por razones genéticas sino culturales. Según investigadores en neurociencias, el cerebro femenino es relacional por aprendizaje, mientras que el cerebro masculino es compartimental por la misma vía. Mientras nosotras podemos atender  y relacionar varias tareas a la vez, las “carpetas” del cerebro masculino están colocadas para ser usadas una después y al margen de la otra.  Pero no tenemos destrezas naturales incompatibles. Todos y todas podemos hacer lo mismo, basta valorarlo y proponérselo.

    Cuentan que hay quien aprovecha la baja paternal para escribir libros o preparar oposiciones, en el mejor de los casos. Nuestra generación ha asumido -no sirve de nada hacerse mala sangre- que se nos seguirá encargando del “cuidado” de niños, mayores, de la casa y del currelo, de la ecología y de los sentimientos… No hemos sido diferentes a otras generaciones por haber ido a la universidad, haber tenido menos hijos, haber desempeñado un trabajo fuera de casa… Nuestros hombres han empezado  sólo a compartir tareas domésticas y a concienciarse de nuestra desigualdad. Sin embargo,  veremos  que en muchos lustros lo doméstico y lo familiar no funcionarán sin una mujer que lo organice casi todo.

    Esperemos que algo vaya cambiando de generación en generación hacia un compartir equitativo de lo privado y de lo público para que todos y todas vivamos mejor.  Esperemos que, lo mismo que nosotras vamos encontrándonos a nosotras mismas, los varones reconozcan qué les hace sentir mal ante las mujeres, hasta el punto de asesinarlas, mejor que renunciar  a dominarlas.