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En el corazón de la JOC

En la colección de ADG-N, cuyo catálogo puede visitarse ahí al lado, hay dos libros muy recientes que pueden interesar especialmente a los lectores de ATRIO. Pero hoy vamos a resaltar uno, EN EL CORAZÓN DE LA JOC, escrito por Juan Antonio Delgado, libro que introduce Antonio Duato con este PRÓLOGO. Pero aquí abajo reproducimos un artículito, inspirado en la lectura de este libro, que nos envía el asiduo lector y amigo de ATRIO Julián Díaz Lucio, de Cáceres. Que cada uno exprese a continuación sus experiencias e ideas sobre lo que sigue siendo válido de la JOC.

ALGUNAS  INTUICIONES  BÁSICAS  DE  LA  JOC

Por Julián Díaz Lucio

A partir de la lectura del libro EN EL CORAZÓN DE LA JOC de Juan Antonio de la Rosa y de mi experiencia como consiliario, señalo algunas constantes a través de las cuales se ha ido haciendo la rica historia del Movimiento de la JOC y que ha influenciado tanto en los movimientos de la A. C. como en el planteamiento de la misma pastoral en sintonía con la que fue después el Concilio Vaticano II:

Encarnación en los ambientes juveniles y obreros. Partir de la vida, de lo que ellos viven, piensan y sienten.

Creer en las personas concretas, en sus posibilidades de hacer, de avanzar,, de cambiar… “Un joven trabajador vale más que todo el oro del mundo”, repetía Cardijn, fundador de la JOC.

Todo joven trabajador es hijo de Dios, tiene un valor absoluto y tiene una misión en el mundo.

Creer en el valor de la acción, del compromiso. Cuando una persona comienza a hacer algo para superarse, para hablar, para ayudar a los demás, para unirse a otros en la acción… empieza su liberación y crecimiento personal. “Nada forma tanto como la acción, con tal que ésta sea reflexionada”, le oí a Ramón  Torrella en el primer cursillo de pastoral jocista que asistí, siendo él consiliario nacional y más que tarde fue arzobispo de Tarragona.

Formar personas con conciencia crítica, como resultado de practicar el método de Revisión de Vida. Cuando las personas y grupos se preguntan el porqué de todo y se analizan sus consecuencias, se pasa necesariamente de ser masa a convertirse en persona consciente y responsable, a ser pueblo.

El trabajo debe ser camino de realización de la persona humana y colaboración con el Creador.

Espiritualidad cristológica. Es sobre todo con la persona y mensaje de Jesucristo con el que se confronta toda la vida y la acción. La misma oración jocista comienza: “Señor Jesús…”

Respecto a la vivencia eclesial en el Movimiento de la JOC, siempre ha habido más o menos dificultades por diversas causas. Las tuvo ya al principio Cardijn, y después en diversos momentos ha habido incomprensiones con la jerarquía. En definitiva no se aceptaba que los laicos son también  Iglesia y, por tanto, corresponsables de la misión de la misma.

El aspecto misionero es asumido desde el principio con toda claridad. Los evangelizadores de los jóvenes trabajadores han de ser los mismos jóvenes trabajadores. “Vosotros sois los misioneros del interior”, les dijo Pío XI a los jocistas reunidos en Roma. Esto se concreta normalmente mediante el llamado equipo de acción, que son los jóvenes con los que cada militante va llevando especialmente su acción, acompañándoles en sus problemas personales, laborales, de estudios…

Protagonismo de los laicos: el Movimiento de la JOC es de laicos y para los laicos, no de curas. El objetivo es que los laicos militantes se hagan responsables del Movimiento en todas las escalas y asuman sus objetivos educativos y evangelizadores.

-Estos objetivos se han entendido siempre como procesos  de madurez integral para la vida y para la fe. Todo a partir de la vida siguiendo el método de Revisión de Vida, reuniones.

Unión fe-vida. Cuando los problemas reales de las personas y de la sociedad se confrontan e iluminan desde la fe, especialmente desde la persona y mensaje de Jesús de Nazaret, se produce en cada militante y consiliario una visión y vivencia instintiva de verlo todo con los ojos de Dios. Todo es sagrado, en todo hay presencia y acción  de Dios.

Necesidad de una formación integral de las personas que parta de la vida y vaya hacia la vida. La Revisión de Vida plantea necesariamente interrogantes de contenido a los cuales hay que responder y se han completado con charlas, jornadas o cursillos monográficos, a veces con personas especializadas.

-Desde el principio la JOC fue también haciendo denuncias proféticas ante situaciones concretas de injusticias que se habían descubierto en las encuestas realizadas.

-Por último, tengo la convicción profunda que las grandes intuiciones de la JOC, plasmadas en la metodología de la Revisión de Vida, tienen plena vigencia actual, no sólo para la JOC, sino para el conjunto de la pastoral. La Revisión de Vida es ya un patrimonio no sólo de la JOC, sino de toda la Iglesia. En este sentido he de decir, que los estudios que realicé  en el Instituto Católico de París (la Universidad Católica) sobre, antropología, teología bíblica, pastoral, pedagogía y catequética, sólo me hicieron profundizar a nivel científico las grandes intuiciones que ya estaba practicando la JOC.

RESALTAR:

-La generosidad y entrega de tantos dirigentes que en la historia de la JOC han entregado unos años de sus vidas gratuitamente al servicio del Movimiento y, por tanto, al servicio de la juventud trabajadora.

-Igualmente el trabajo abnegado, constante y generoso en tiempo y en dinero de tantos consiliarios que a lo largo de los años han entregado sus vidas al servicio de los jóvenes de ambientes populares. Han sido ellos los que normalmente han iniciado a cantidad de jóvenes al compromiso militante jocista, y gracias a ellos ha continuado y madurado el Movimiento de la JOC. Hace ya tiempo y  más hoy día, hay cada vez más adultos laicos  que hacen de consiliarios de los jóvenes.

Repito, todo lo anteriormente dicho no es adquisición exclusiva de la JOC, sino que ha sido y es patrimonio de un estilo de trabajar pastoralmente que se ha ido extendiendo y enriqueciendo a lo largo y ancho de la Iglesia, especialmente de los llamados Movimientos Especializados.

Julián Díaz Lucio

Febrero 2011

15 comentarios

  • pepe sala

    Nunca tuve clara la diferencia entre JOC, Acción Católica, JEC, …
     
    Pero sí puedo decir que en mis principios laborales ( año 1965 y siguientes) no tuve conciencia de que existiesen como movimientos sindicalistas. Si me cosnta que A.C. pretendía ser el signo de la ” caridad” católica, pero en mi casa jamás aparecieron para echar una santa mano a la familia más necesitada ( sin dudas) del pueblo.
     
    Sí comenzaba a sonar CC. OO.; pero quienes se la jugaron en los principios sindicales fueron los comunistas. ( También es cierto que algunos curas se la jugaron, pero en su mayoría estaban a partir un piñón con el régimen que teníamos.)
     
    El problema sigue siendo la forma en que cada cual escribe su historia. Veamos lo que escribe un cura:
     
    “”Uno de los personajes que dirigió este proceso de “ruptura” fue el Cardenal Enrique Tarancón, que en toda su actuación dejó clara la perfidia y la hipocresía que tan bien caracteriza a la Iglesia. Como señaló el cura Francisco García Salve, destacado luchador obrero y militante del PCE: “Yo visité al cardenal Tarancón en su palacio para pedirle, en concreto, dos cosas: que nos facilitase iglesias y salones parroquiales para reunirnos los obreros y dinero para ayudar a las familias de los encarcelados de la construcción de Madrid. Salimos asustados de la capacidad de cinismo que puede haber en un hombre inteligente, purpurado de la Iglesia. Casi nos negaba que la dictadura impidiese el derecho universal de reunión y casi ponía en duda que se encarcelase por ejercer el derecho de huelga. Acababa de casar a una de las nietas del dictador. Yo salí aterrado de aquel palacio” (Historia de la Transición. El País, pág.43). No obstante, Tarancón ha sido proclamado como uno de los “apóstoles” de la Transición “oficial”, al igual que el Rey, Suárez y Carrillo.””
     
    Aquí hay más cosucas:
    http://papelesrojos.blogspot.com/2006/07/un-anlisis-marxista-de-la-transicin.html
     

  • ELOY

    Yo solo puedo decir que una de las cosas que creo que más positivamente han influido en mi vida, como persona,  ha sido mi pertenencia a la JEC.

    Quizá por eso me ha resultado extraña y me atrevería a decir que incorrecta, sino injusta, y teniendo ademas en cuenta otros datos y valoraciones objetivas, la afirmación de h. carrasco. 

    Calificar las diversos posicionamientos políticos que libremente hayan  podido tomar los militantes y en función de ellos calificar a la JOC y sus frutos no es correcto.

    El gran fruto de la JOC y de la JEC y demás “movimientos especializados” fue  a mi entender, ayudarnos a enjuiciar la realidad por nosotros mismos , a “crecer” en nuestra personalidad y a tomar decisiones de acción en favor de aquello que considerabanos correcto en el momento histórico que lo viviamos. 
     
    Y eso no es poco, es mucho. Reconocer eso, no es “triunfalismo” de ningún tipo, es , a mi entender, un reflejo de lo que fue, de una realidad constatable.  

  • Comparto al cien por cien el comentario que ha hecho X Gundín.¿Quien abandonó a quien? No podía no ser acertada su opinión sobre la cuasi desaparición de la JOC.No en vano el finado Fernando Urbina ha dicho de Gúndín que había conocido pocas cabezas tan bien amuebladas.Te envio un saludo después de tantos años sin saber de ti.

  • h.cadarso

      Gundín, Gabriel:
      Desde siempre ya se hable de individuos o de colectivos, he procurado añadir a reseñas históricas o biográficas de personajes de los años 60 un poquito de crítica, y a veces, como en esta ocasión de la JOc, he podido excederme en esas críticas.
      Lo he hecho por dos razones: porque si es legítima y muy saludable la autoestima, el autobombo es detestable. Y casi todo lo que leo aquí en Atrio de reseñas históricas peca más de lo segundo que de lo primero. Desde siempre, en la parábola del fariseo y el publicano, es preferible y más justo colocarse en el puesto del publicano que en el del fariseo.
     Y segundo, porque la Europa y la Iglesia que hemos construído entre todos no son precisamente como para tirar cohetes, y me duele esta obra que dejamos en herencia a nuestros descendientes.
      Y tercero, porque quiero a la JOC, a la que he dedicado buena parte de mi vida, y me duelen todos sus fracasos y limitaciones. No daré nombres, pero cuatro dirigentes nacionales de los años 60 salieron de la JOC de mi comunidad autónoma, y otra más de un grupo que ayudé a crear en Galicia. A mi vuelta de Francia en el 75, la JOC de esa comunidad se había pronunciado por posturas de extrema izquierda, por sindicatos más bien confesionales, y en su mayoría por el PSOE.
      No tengo datos, pero tengo la impresión de que en Bélgica y en países europeos donde la JOC fue floreciente, muchos políticos salieron de las filas de la JOC. Pero ahí me he arriesgado demasiado, y pido disculpas.
      Troyano ha puesto un poco las cosas en su punto, y nos ha liberado de esa tentación de autocomplacencia de la que creo que tenemos mucho interés en liberarnos. Y mis disculpas a tantos militantes de la JOC que se merecen grandes elogios, no lo dudo. 

  • X. Gundín:
    “-Todo joven trabajador es hijo de Dios, tiene un valor absoluto y tiene una misión en el mundo.”
    Gracias por la aclaración, pues me extrañaba, pero el error es del articulo, no mio.
    Un abrazo
     

  • X. Gundín

    Luis Troyano, compañero, te comes parte de la frase. Entera era así: “No somos bestias ni máquinas, sinó personas, hijos de Dios”. Así tiene significado.

  • X. Gundín

    Creo que si, Cadarso, que cargas algo las tintas.
    Aunque hablamos de diferentes tiempos -luego experiencias- no son ellos tan distantes como para resultar tan distintos.
    Yo fui dirigente liberado en la JOC española de los años 65 al 69, conoci basante de la gente que aquellos años destacaba. De ellos no habrán sido muchos los que ocuparon sillones en el Congreso de los Diputados y el Parlamento Europeo. Puede haberlos, pero yo no recuerdo ninguno. Si tu los recordaras agradecería los dijeras para poder enjuicir su comportamiento y frutos y comprobar si de verdad hubiera sido mejor que “todos aquellos” hubieran seguido de mileuristas…como  los demás, como la inmensa mayoría.
    Me pregunto, por otra parte, como aquel voluntarista movimiento juvenil pudo haber dado a luz un bebé tan grande como esta Europa en su faceta -común- de hija de p. ¡Si no éramos que más que unos pocos jóvenes obreros en el remolino de unas relaciones socio-económicas que nos comían, dentro de un movimiento obrero ajeno y desconfiado de la Iglesia  y  de una Iglesia que nos aplastaba…y nos aplastó!. Merito que tu nos atribuyes, pero no es posible que tan pequeña madre haya parido tan grande bebé.
    La mayor parte de nuestros días y trabajos de entonces no se ocupaba de la situación sociopolítica de España en el franquismo tardío y sus coletazos, por más que nos hacía sufrir algo en sus versiones policial y episcopal. Dedicábamos más tiempo a la acción y la reflexión de nuestra gente en la base social, p. ej: en los follones de los aprendices en Zaragoza, de la conserva en Murcia, de la organización de las empleadas de hogar, por decir acciones que me vienen rápidamente a la memoria y, por desgracia, mas tiempo del querido a las secuelas de una de las consecuencias del Vaticano II en España:  aquella “crísis de la Acción Católica”. La tal crísis poco nos afectaba: desde el principio dijimos que aquel Estatuto no era el nuestro y sobre ello no tuvimos más que hablar. Pero echarnos fuera significaba caer en la Ley de Asociaciones de Franco y eso…no nos convencía.
    Quien finalmente nos aplastó fue la misma Iglesia. Lo hizo sin hacerlo, dejando que se hiciese, como ella sabe hacer. Desde siempre tuvimos ayuda, desde Pla y Deniel a Añoveros y Torrella y otros a los que pido perdón por no mencionarlos.  Pero una organización como la JOC que se autodefinía como movimiento obrero, del que voluntariamente formaba parte, no podría ser finalmente aceptada por una Iglesia que temía tan peligroso movimiento y de el renegaba.
    Con respecto a lo que amargamente dices: “que esta Iglesia ha sido abandonada…”.  Hai que preguntarse quien abandonó a quien. En que proporciones y formas.
    Lo que Julián Díaz dice era entonces el abecedario (alguna cosa más habría que añadir). Yo no conocí “un hervidero de grupúsculos de extrema izquierda…”.  Entra en lo posible que después del 69 todo fuese a peor. Yo no lo se. Pero de haber sido así me pregunto cuanto ayudo a que así fuese -si fue- el haber abandonado a si mismo a un movimiento juvenil en el torbellino de aquellos años. Repito la pregunta: ¿quién abandonó a quién?.
    Por duros que fuesen, que lo fueron, yo agradezco haber disfrutado aquellos años, determinantes en mi vida, y les deseo a otros que también puedan disfrutarlos. Y que no se preocupen si llegan a diputados y tienen una buena pensión.

  • Como colaborador de este portal y antiguo militante de la JOC, me siento en la obligación de dar mi opinión al respecto de este movimiento cristiano.
     
    En primer lugar aclarar algo que me chirría.
     
    Creer en las personas concretas, en sus posibilidades de hacer, de avanzar,, de cambiar… “Un joven trabajador vale más que todo el oro del mundo”, repetía Cardijn, fundador de la JOC.
    Todo joven trabajador es hijo de Dios, tiene un valor absoluto y tiene una misión en el mundo.
    Pues no faltaría mas que los trabajadores viejos o jóvenes, no fuésemos hijos de Dios. Parece como si se nos diese algo al proclamarnos hijos de Dios. Incluso se puede intuir una visión peyorativamente clasista al reconocer algo que obviamente cae por su peso.
     
    Mi experiencia en la JOC es muy pobre, pero tengo claro que este pretendido movimiento es como un cedazo que se mete en el río del clero católico, si no hay clero, si no hay párrocos consiliarios o simplemente sacerdotes consiliarios, no hay movimiento. La JOC nació como una iniciativa del clero, y así sigue, ahora languideciendo (creo que todavía existe) porque los curas de la “Iglesia de los Pobres” salvo honrosas excepciones, han desaparecido con los vientos de contrarreforma que imperan en la curia romana.
    Cierto que es una iniciativa la JOC, de lo mejor del clero, pero al fundador José Cardijn, aceptó el que la Iglesia lo hiciera cardenal. O sea la JOC muy contestataria con la jerarquía eclesial, para que luego el fundador formara parte de la camada de lobos.
    Cierto que Juan XXIII, era el papa bueno. Creo que fue la excepción que confirmaba la regla, porque por otra parte, los curas obreros fueron masacrados “como a los cataros”.
     
    Creo que los jóvenes obreros fuimos unos pardillos, al dejarnos influenciar por los curas, por muy bien intencionados que fueren estos. Los obreros intentamos transformar la sociedad, con errores garrafales como hoy vemos. Lo mejor por los obreros y por el pueblo todo, es que se hubiese transformado la Iglesia según los signos de los tiempos, pero pretendieron ganarnos para integrarnos a una institución con olor a azufre.
     
    Tengo que decir lo loable que era y es, el que curas dejaran las dependencias de ciertas parroquias, para que nos pudiésemos reunir los opositores al franquismo.
    Con curas en la onda del movimiento obrero, que entonces este si tenia autonomía, la reforma de la Iglesia, al menos en España, se hubiese producido probablemente, pero empujada la Iglesia por el movimiento obrero, no al reves…

  • Gabriel Sánchez

    Bueno, lo de izquierda siempre fuimos, lo de grupusculos, no…y las dictaduras no dieron tiempo a ocupar ningun otro butacdon que no fuera el de la carcel, el exilio y la clande…No se lo que paso en España…Pero los secotores más conserrvadores de Iglesia, seguro que no pasaron por la JOC…la vuelta a trento y no fue culpa de la JOC, que por supuesto fue bastante combatida…Fue producto que los sectores más retadatarios y conservadores, aprovechando el asesinato de Juan Pablo I, pudieron poner un papa que era afin a sus intereses…Gabriel

  • oscar varela

    Hola!

    Me gustaría saber si Marcel Legaut tuvo alguna relación u opinión sobre este movimiento JOC.

    También sobre los “similares” JEC, etc. debido a su profesión pedagógica.

    Gracias. ¡Voy todavía! – Oscar.

  • h.cadarso

      Amigo Duato, compañeros de fatigas de aquellos tiempos, de aquella primavera de los 60, de aquellas vísperas del Vaticano II, y ante vísperas de la Transición: A todos vuestros elogios yo quisiera añadir una saludable y absolutamente necesaria autocrítica. Esta España que padecemos y esta Europa que se acostaba con todos los dictadores del Magreb y el Oriente Medio, esta Europa hija de la gran p. de nuestra crisis, son en buena parte fruto de aquella Joc. Y esta iglesia que ha sido abandonada en desbandada en buena parte por nuestros antiguos militantes/as también es fruto de aquellas pastorales obreras y demás.
      Me fui á la emigración en el 70, volví en el 75; la JOC se había convertido en un hervidero de grupúsculos de extrema izquierda que, a mi juicio, más que ayudar a la Transición se dedicaron a poner palos en las ruedas. Y luego, como si saliesen palomas de la chistera del mago, de la extrema izquierda pasaron a los sillones del Congreso de los Diputados., y en Europa se sentaron en los butacones del parlamento europeo.  No solo militantes/as, también consiliarios…Aquello fue el relevo generacional: las rosas sustituyeron al yugo y las flechas: quítate tú para ponerme yo…
      A lo mejor estoy cargando las tintas, pero cuánto mejor que si todos aquellos jocistas redentores de la clase obrera hubiesen seguido de mileuristas!

  • Gabriel Sánchez

    En nuestro país la JOC Y LA JEC, fueron engendradoras de muchas cosas nuevas, entrñables y comprometodoras, su gente se comprometio tan a fondo, que muchos fueron presos, torturados y muertos en la dictadura… Y mi espíritualidad de partir de la realidad, como ambito de develación de la presencia de Dios y de la que habla Boff en su hilo, que desarrollo la querida y todavia practica (al menos en mi comunidad), metodo de revisión de Vida…VER-JUZGAR-ACTUAR, que fue además la metodologia que levanto LA conferencia de la Aparecida, llevo a muchos jovenes de la JOC, al compromiso gremial, social y politico…entrañables hermanos ausentes, el querido Paco Berdiñas o en el hogar sacerdotal el gran luchador que fue Mauricio Garcia, que en plena dictadura refundamos la Pastoral Obrero, junto a un grupo de querido gente, trabajadores, dirigentes sindicales, curas asesinados en la dictadura como Guerino…con Jorgito Techera…uyyyy, la hermanita Marta de la Asunción…cuanto recuerdo querido…cuanto compromiso entregado, cuanto tiempo nuevo engrendrado….la querida JOC, fue escuela, fraternidad y  lugar donde se impulsaba el compromiso…Un saludo al autor de libro…y a todos los jocistas…hermanos todos, donde quieran que esten, recordar a la figura señera, paradigma de la JOC…el querido José Cardijn.- Gabriel

  • mªpilar garcía

    En mi juventud conocí y tuve amistad, con miembros de la  Joc, Hoac; eran formidables.

    Lo que nunca pude comprender ¡nunca! fue:
     
    ¡la separación de clases dentro de la iglesia!
     
    Yo pertenecía A.C. y nunca he podido con ello.
     

    Cómo, leyendo el mismo evangelio, siempre te encontrabas con dos caminos:
     
    “los universitarios, empresarios, “ricos” amos…”

    Y

    “Obreros, trabajadores de distintas profesiones, labradores, servicio doméstico…”
     

    Pregunté una vez a un sacerdote: ¿Por qué esta separación? ¿Es, que a unos se les explica el evangelio elevado al cubo y a los otros no?
     

    Soltó una carcajada… pero tristemente, cuando se le acabo la risa, defendió esta postura diciendo:
     

    Por experiencia se conoce, que tiene que ser así, cada cual en su mundo y dios en el de todas las personas.
     

    No volví a frecuentar dicho ¿movimiento?
     

    Si no somos capaces de mirarnos como iguales ¿como podemos esperar, que de verdad seamos demócratas, erradiquemos las desorbitadas diferencias que existen en ambos mundos?
     

    Sabiendo todas las personas; que ninguna “cadena” (empresa, negocio, trabajo) funcionaría correctamente, si en ella, no existen todos los “grados” que la sociedad se empeña en separar.
     

    Ni el mejor de los proyectos, puede funcionar, si cada una de las manos expertas, que necesita, no funcionan a la perfección.
     

    Desde el más alto ejecutivo, hasta el último guarda, que vigila en las noches, o a cualquier hora del día.
     

    Nada puede hacer una sola especialidad, para dar resultados, necesita de toda la cadena.
     

    A mis 70 y pico años…

    ¡¡¡Sigo sin comprenderlo!!!

    mª pilar

  • Eramos todavía adolescentes cuando entramos en contacto con la JEC, nos reuníamos con un sacerdote pasionista que actuaba de ¿moderador? (no recuerdo la palabra). Tuvimos una experiencia muy bonita:
    Vimos un problema con/en una amiga nuestra, la ¿juzgamos? y decimos actuar, pero lo hicimos de manera tan torpe que la reacción de la chica fue lo contrario de lo que queríamos.
    Pedimos ayuda a un profesor del Instituto para ver qué habíamos hecho mal y para nuestra sorpresa sacó un libro que no conocíamos “Camino” y buscó en el índice TACTO que es lo que no tuvimos.
    Curiosamente mezclamos libros de la Editorial ZYX con Camino, pero eso es ya otra historia.
    Estoy tan de acuerdo con lo que dice Maite en su última frase que con su permiso la hago mía.
    Un cordial saludo

  • Maite Lesmes

    Sólo en primero de carrera tuve contacto con jóvenes de la JEC, luego con adultos jóvenes del MAS y de HOAC. Asistí a varias reuniones  de sus grupos porque me parecieron gente muy sana y compartíamos valores. Entonces el método ver-juzgar-actuar me parecía una camisa de fuerza, luego lo he entendido mejor y  pienso que la acción-reflexión-acción, o el partir de la vida y situación concreta, o el no separar teoría-praxis, o el actuar a  la luz del evangelio…. son fórmulas  que toda persona puede abrazar, se pertenezca o no a un movimiento.
    Recibo la revista “Militante del mundo rural”, accesible por internet: http://ruralescristianos.org/revistas/que%20es%20la%20revista.htm  que puede tener relación con los grupos anteriores y uno se contagia de su sencillez y autenticidad.
    Sin embargo echo de menos una actualización del lenguaje. El nombre que dan a sus coordinadores, responsables, reuniones, miembros, etc…. suenan  a épocas pasadas. No es cuestión baladí el lenguaje, puede frenar el interés por conocer a estos grupos que, discretos, están compuestos de personas con inquietudes formativas a nivel personal, preocupadas por la justicia social, de espíritu crítico, solidarias, que se apoyan en el evangelio, que tienen un gran sentido de lo humano…