Otros temas

Autores

Archivo de entradas

Temas

Fechas

Calendario

diciembre 2010
L M X J V S D
 12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031  
7446 Artículos. - 113037 Comentarios.

Una Navidad apocalíptica

Desde Chile Enrique Orellana y el grupo colaboradores/as de “Opción por los pobres” nos envían esta felicitación y esta reflexión. Dentro de la serie de visiones de la Navidad que estamos publicando, resulta un poco dura. Es complementaria -no contradictoria–– de la que sigue a continuación, la de Leonardo Boff, que piensa en este día sobre todo en la positividad de las ilusiones de los niños. Todas estas visiones y felicitaciones las hacemos nuestras desde ATRIO para felicitar a nuestros amigos.

¡Os deseamos una Navidad incómoda, de lucha, de acción y resonancia espiritual con Jesùs!  ¡Que el Niño os conceda una Navidad activa y combativa! Y desde la Paz del corazón.

Entonces: ¿Estaríamos celebrando falsa o verdadera Navidad a partir del significado de la natividad de Jesús?

Al Respecto, JUAN STAM escribe este artículo:    

¿Feliz Navidad?   ¡No mucho!  ¡¡ Una  Navidad  combativa !!

Por Juan Stam

Y el dragón se paró delante de la mujer que estaba para dar a luz, a fin de devorar a su hijo cuando ella diera a luz. Apocalipsis, 12,4. 

     En este pasaje tenemos el relato de la Navidad según Juan de Patmos. Es una Navidad extraordinaria, muy sombría. Es el lado oscuro de la Navidad, que nos advierte contra el peligro de sentimentalizar demasiado el nacimiento del niño Jesús.

      No cabe duda de que Navidad es felicidad; sólo un Scrooge podría ser triste y amargo en estas fechas, pero nunca un cristiano. Nosotros cantamos alegres, “Oh santísimo, felicísimo, grato tiempo de Navidad”. Pero a veces romantizamos demasiado el suceso: “en la faz del Señor brilla un límpido rayo de luz”, dice un himno navideño, y según otro:

 Allá en el pesebre, do nace Jesús,
la cuna de paja nos vierte gran luz;
Estrellas lejanas del cielo al mirar
Se inclinan gozosos
su lumbre a prestar.
 
La vaca mugiendo
despierta al Señor,
Mas no llora el niño,
pues es puro amor…

     Según un villancico popular, los reyes del oriente vienen a ver “Al niño Dios que sonríe /Entre una mula y un buey, /Aunque todo el mundo sabe /Que es de los reyes el Rey”. La tradición navideña nos presenta un niñito muy sublime pero poco humano y poco creíble.

     El capítulo doce del Apocalipsis da una perspectiva muy diferente sobre la Navidad; este pasaje navideño no aparece en el leccionario eclesiástico para la época, ni es nada probable que sea texto para sermones de la ocasión. Aquí no tenemos nada de “Navidad, Navidad, hoy es Navidad; es un día de alegría y felicidad”. De hecho, tampoco es fácil imaginar a María, en medio de los dolores de parto, cantando “Oh santísimo, felicísimo, grato tiempo de navidad” sino más bien un día de amenaza, peligro y lucha. Mientras en los evangelios y en nuestros himnos, los pastores y los sabios del oriente buscan al niño para adorarlo, en el Apocalipsis el dragón lo espera para devorárselo. El infanticidio que en los evangelios se presenta bajo Herodes unos dos años después, aquí está presente aun antes de nacer el esperado niño.

    En el trasfondo de la versión del Apocalipsis se vislumbra un mensaje que es también político: nos es nacido un Salvador, y no es el emperador, hijo de Zeus y Latona, sino Jesús de Nazaret; nace el Rey, con autoridad sobre las naciones, y no se llama ni Nerón ni Domiciano. Precisamente en eso estaba la radicalidad de la Navidad apocalíptica, y por eso su nacimiento desató una tormenta de conflicto y represión. Su nacimiento trajo no sólo alegría, sino también lucha, dura lid contra las fuerzas de maldad, arduo combate por “el reino de Dios y su justicia”.

    En la Navidad más que en cualquier otra época del año, debemos recordar que vivimos en un mundo de pecado, de injusticia, de pobreza y opresión. De esto nos recuerda el cantoautor nicaragüense, Carlos Mejía Godoy, con su villancico centroamericano, “Feliz Navidad”:

Cuando desempaques tus regalos,
niño de lujosa vecindad,
piensa en tantos niños que no saben
para qué es Navidad;
Piensa en el muchacho limpiabotas
Que su noche buena pasará
en la banqueta dura y fría
del atrio de la catedral.
 
Feliz navidad, feliz Navidad,
en justicia y libertad,
Feliz Navidad, feliz Navidad,
un mundo mejor,
sin miseria y opresión.
 
Esa metralleta de juguete
que te traje este año Santa Claus,
es el aguinaldo cariñoso
que nos manda el tio Sam.
 
Hoy necesitamos más escuelas,
más cultura, más educación;
son más importantes cien maestros
que un blindado batallón.
 
Cuando estés sentado ahí en tu mesa,
donde abundan vino y caviar,
piensa que en la carcel hay hermanos
que por vos luchando están.
Ellos no tendrán este diciembre
ni pavo relleno ni champán,
Pero brindarán desde su celda
con la copa de su ideal.
 
Tiene que venir pronto ese dia
cuando ya no sea la Navidad
sólo privilegio de los ricos
sino de toda la humanidad.
Que vengan Venancia, Pedro y Mincho,
La Maruja, Lencha y Pantaleón,
Vamos a cantar el villancico
de nuestra liberación.
 
Feliz navidad, feliz Navidad,
en justicia y libertad,
Feliz Navidad, feliz Navidad,
un mundo mejor,
sin miseria y opresión.

     Claro, Navidad es felicidad, pero debe ser también compromiso y lucha. La Navidad nunca será completa mientras tantas personas no compartan la alegría que celebramos y la vida que Cristo vino a darnos a todos. Una Navidad auténtica es, por necesidad, conflictiva. Por eso, no basta con sólo “feliz Navidad”. Habrá que decir alguna vez, “¡Te deseo una Navidad incómoda, inquieta, de lucha! ¡Qué el Niño te conceda una Navidad combativa!”

6 comentarios

  • Gabriel Sánchez

    Lo de incomoda, no es una postura, es la vida, la realidad…que estamos llamados a cambiar…la pregunta que se impone …¿Es que hacemos desde nuestro lugar y posiblidades, para aportar ese granito de arena indispensable de nuestra vida, para que este mundo cambie? Con cariño Gabriel

  • Carmen (Almendralejo)

    Navidad no es Felicidad, sino Esperanza de que algún día se pueda interpretar una verdadera Felicidad sin la necesidad de conmemorar nada, porque y ase cumplió la llegada de D*s en la Tierra.
    Sin nombre ni fuegos de artificos, sin señales y sin ofrendas, sin cantos y sin simbolismos que desbaraten a aquellos otros a los cuales estamos sometida la humanidad.
    El dragón sigue estando atento y devorado a los hij*s, por cada ser que nace en la tierra más del diezmo sigue siendo devorado por el dragón, ofrecido al pozo de los dioses, en altares abrahánicos.
    Cada vez que nos limitan en derechos y oportunidades, estamos hacindo que el dragón crezca y sigan con más fuerza devorándonos sin que podamos dejar de cantar a los símbolos extrahumanos e irracionales.
    Feliz Navidad, será i sigue siendo el mejor deseo con el cual nos encontramos cada 24 de diciembre, el solsticio de invierno aún no deja penetrar la Luz en nuestros corazones, porque seguimos siendo depredadores, lobos para l*s hombr*s.
    Pero aún así, tenemos que siguir con la mirada puesta en el horizonte porque la libertad sigue estando en pañales y el dragón quiere quitarnos hasta ese simbólico gesto subversibo

  • mªpilar garcía

    Tiene que venir pronto ese dia
    “…cuando ya no sea la Navidad
    sólo privilegio de los ricos
    sino de toda la humanidad.

    Que vengan Venancia, Pedro y Mincho,
    La Maruja, Lencha y Pantaleón,
    Vamos a cantar el villancico
    de nuestra liberación.”
     
    Caminemos deseando que se haga posible esta Navidad:
     
    ¡Que nadie se queda fuera!
    mª pilar

  • ELOY

    Me gusta la imagen que expresa  Inmaculada:
    “Esto sería…
    como la cara oculta de la luna”.

    Toda fiesta tiene su reverso, porque en ninguna fiesta la alegría alcanza a todos. 
    Ni siquiera a todos los presentes en ella

    En muchas personas la Navidad no provoca sentimientos de alegría, sino de tristeza, de melancolía, de inquietud, de dolor por los ausentes …

    A mi me gusta la Navidad, la fiesta familiar, el encuentro con los que llegan de fuera..
    Me gustaba de joven acudir, después de cenar, a la “Misa de Gallo”.

    Pero creo que siempre viví la Navidad  consciente de esa otra cara de la fiesta, (“la cara oculta de la luna”): la expresión triste de alguno de los presentes, el dolor intuido de muchos de los ausentes. El hambre grabada en el rostro de los niños o mayores que con panderetas, conchas,  gaitas y otros instrumentos musicales solicitaban el aguinaldo de puerta en puerta …. o por las calles. 

  • Esto sería…
    como la cara oculta de la luna…
    Algo que se sabe…
    pero que no está hecho para ‘enamorar’…
    ¡Vamos, con la Navidad incómoda…!!!
    Vamos con su espíritu dentro de nuestro cuerpo y cabeza…!!!
    Pero Feliz y Esperanzada Navidad…!!!!

  • oscar varela

    Hola!

    ¿vives?

    ¡Ya tienes tu campo de lucha!

    ¡Vamos todavía! – Oscar.