La estela del viaje papal ya va desapareciendo en las movidas aguas de la actualidad. Quedaría la tarea de sacar enseñanzas para futuros viajes. En este sentido son de gran interés estos dos escritos: J.J Tamayo: Los viajes de de Pablo de Tarso y Benedicto XVI y A. Torres Queiruga: El mensaje papal: entre secularidad y trascendencia que se pueden comentar aquí. Pero vayamos a otras cosas que están pasando donde ese amor cristiano que predicó el papa desde su poderosa imagen lo encarnan otros obispos de manera muy distinta, que es rechazada, sin caridad, por los representantes del Vaticano.
PRONUNCIAMIENTO DE LA IGLESIA DE SAN MIGUEL DE SUCUMBÍOS
Hoy, 29 de Octubre de 2010, en la Provincia de Sucumbíos, nuestra Iglesia de San Miguel de Sucumbíos, sus Comunidades, Ministerios, Agentes de Pastoral, Equipos Misioneros, Religios@s y sacerdotes y todo el pueblo de Dios queremos decir que:
Durante más de 40 años esta Iglesia, presidida por nuestro Obispo Gonzalo López Marañón, ha sido un signo de vida en medio de esta parte de la Amazonía ecuatoriana.
Esa vida que ha ido surgiendo muchas veces a partir de situaciones de muerte, se manifiesta en comunidades cristianas en todos los rincones de la provincia, entre campesinos, indígenas, negros y urbanos. Con una gran riqueza de ministerios laicales y ministerios ordenados (diáconos permanentes y sacerdotes diocesanos) celebrando la fe en Jesús en torno a la Palabra y siguiendo el modelo de María, como Primera Discípula Misionera, manifestándose en las fiestas religiosas populares. La catequesis y la celebración de los Sacramentos son parte central de la vivencia de la fe del pueblo de Dios. Este camino es sostenido por estructuras de participación a distintos niveles desde las comunidades vivas hasta las diocesanas.
También se manifiesta en multitud de obras sociales, organizaciones populares nacidas en el seno de la Iglesia, en proyectos de promoción humana, en la existencia de comunidades de vida compartida en todos los rincones de la Provincia, en una defensa continuada de los Derechos Humanos y en la felicidad de tanta gente pobre que ha descubierto las fuentes de su dignidad humana y se ha puesto de pie como hij@s de Dios y herman@s.
En esta Iglesia de Sucumbíos se han ido produciendo en estos últimos años algunos hechos que no podemos ignorar:
En Octubre 2008, Gonzalo, nuestro Obispo, cumplió la edad jubilar de su ministerio episcopal, por lo que presentó la renuncia a la responsabilidad confiada por la Iglesia. En diciembre del año pasado (2009), tuvimos la Visita Apostólica, siendo Visitador Mons. Filipo Santorum – Obispo de Petrópolis-RJ. Nunca se recibió un informe de su visita hasta el día de hoy.
Transcurrieron dos años desde la renuncia de Gonzalo, y no se dio nombramiento al nuevo Obispo. Durante este tiempo ha habido un silencio total, no ha existido cercanía ni acompañamiento, ni unas palabras por parte de las autoridades competentes, solicitándole continuar acompañando a la Iglesia mientras se producía su sucesión.
El sábado pasado (23 oct.) el Nuncio Apostólico le comunica a Gonzalo, que en tan solo una semana, es decir, sábado 30 de octubre, se posesiona el nuevo Administrador Apostólico de Sucumbíos y mediante una carta del cardenal Mons. Díez, encargado de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, se le dice que tiene que entregar inmediatamente el Vicariato y se le pide que salga de la diócesis invitándole a regresar a su país de origen.
Es muy triste, que desde la Iglesia de la cual somos parte, a nuestro Obispo que es el símbolo de la Iglesia Comunidad, después de 40 años de dar su vida en estas tierras, y al final de su ministerio episcopal, reciba este trato, rompiendo así la tradición evangélica, que invita a la corrección oportuna y fraterna. (Mt 18,15-ss). Esperábamos al sucesor de Gonzalo en actitud confiada porque creemos con Juan XXIII que la Iglesia es Madre. Pero los hechos relatados nos duelen y cuestionan el ser de la Iglesia como Madre.
Ante esta situación:
DENUNCIAMOS con firmeza, pero con paz lo que sentimos con profundo dolor y tristeza:
- – La forma en la que han sucedido los hechos y la manera tan despectiva con la que se ha despedido a nuestro querido amigo y hermano, Gonzalo.
- – El hecho de que el Nuncio Apostólico nunca haya venido a visitarnos, a pesar de las diferentes invitaciones que se le han hecho.
- – El que se haya pasado por alto la historia y el recorrido de una Iglesia participativa, comunitaria y ministerial, constituida según el espíritu del Concilio Vaticano II y el Magisterio de Iglesia Latinoamericana.
- – El que la toma de posesión se convierta en un acto privado y formal sin la participación del mismo pueblo de Dios que está sosteniendo esta Iglesia.
También DESEAMOS en fidelidad creativa SEGUIR:
- – Caminando como pueblo de Dios generando y trabajando por la VIDA en esta provincia de Sucumbíos.
- – Realizando el proceso de conversión de la Gran Misión Continental a la que nos invita la Asamblea de Aparecida.
- – Cultivando nuestra tradicional actitud de acogida a tod@s los agentes de pastoral y en especial a quienes se integran en este momento a nuestra Iglesia juntamente con el nuevo Administrador Apostólico.
Seguimos SOÑANDO con:
– La utopía de la liberación integral de varones y mujeres desde l@s pobres por la causa del Reino.
– Una Iglesia que camina con los dos pies (Evangelización y Pastoral Social) y que quiere vivir integradamente la experiencia de discípul@s y misioner@s de Jesús.
Agradecemos a Dios Madre-Padre que nos ha regalado la oportunidad de vivir estos cuarenta años la experiencia de Iglesia de las primeras comunidades cristianas (Hch 2,42-47)
Iglesia de San Miguel de Sucumbíos:
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NOTA: Tras leer este pronunciamiento conviene leer el impresionante post de Xabier Pikaza en su blog: Labaka, mi obispo desnudo.
¿No entiendes?
Yo creo que sí, pues es muy fácil de entender. No es ir contra la ICAR criticar el fundamentalismo, o la dictadura, que es la concentración de todos los poderes en una sola mano, con lo que ello conlleva de arrebatar lo que corresponde a tantos en la comunidad eclesial, para ponerlo todo en una sola mano ultraconservadora.
Es ir a favor de una ICAR sana criticar la actual y perenne e injusta discriminación de la mujer por el mero hecho de serlo …etc. La dictadura siempre es insana, y más si se hace pretendidamente en nombre de Dios.
Eso no es criticar contra la ICAR, sino a favor de ella, a favor de su democratización, a favor de los cargos de servicio, que no de poder (como deberían ser los de la jerarquía empezando por el Papa…). Criticar la porquería que asola la ICAR no es criticar contra la ICAR, sino a favor de ella.
Lo mismo que criticar la dictadura católica fascista o la Santacruzada del católico Franco no es criticar contra España, sino a favor de España.
No aparentemos candidez, pues no la hay: sabemos que el dictador del nefasto vaticano y sus delegados que se hacen llamar obispos no van a soltar de ninguna manera el poder que ostentan , ni se lo van a dejar arrebatar de ninguna forma.
Nunca permitirán la democratización de la ICAR, ni dejarán de discriminar a la mujer … ni tantas cosas erradas que siguen manteniendo empecinados contra una ICAR sana.
Seamos respetuosos primero con las mujeres discriminadas y con todos los católicos que necesitan elegir a sus representantes eclesiales, y conseguido esto, estará conseguido con ello el respeto que reclamas sólo para el Papa.
Hermanos si somos católicos no nos critiquemos a nosotros mismos. No entiendo porqué tantas cosas contra la Iglesia y contra el Roma; seamos respetuosos al Papa.
Creo que tienes razón MAR Medina,
Si fuéramos cristianos sencillos, no habría problema para que las diferentes líneas de pensamiento confluyeran en lo esencial, que es el mensaje de salvación por el amor. Así habría buen entendimiento, y todos los cristianos serían hoy una sólo Iglesia Cristiana, la Iglesia de Jesús.
El principal obstáculo para ello entiendo que es el Papado católico, tan desviado de lo que fue e hizo jesús, el judío laico pobre y marginal.
Siglos y siglos de acumulación de poder no son inocuos, porque el poder corrompe, y lo que es peor: el poder absoluto corrompe absolutamente. Ellos se creen inmunes a esa corrupción que causa el poder, porque se creen infalibles, incluso dicen que Dios gobierna la ICAR -cuando son ellos los únicos que la gobiernan- y se creen eso de que las puertas del infierno no prevaleceran contra ella. Por si acaso se arriman a los poderosos y se blindan en un Estado Vaticano soberano.
Siglos y siglos de poder absoluto del Papado de ideología ultraconservadora en la ICAR, han corrompido al Papado y la doctrina de su ‘magisterio’ y el de sus delegados jerarcas hasta tal punto, que tiene muy mal arreglo, si es que tiene alguno.
Se han montado una pirámide muy esbelta de poder absoluto y no la van soltar nunca, porque el poder que les da esa estructura dictatorial ha corrompido la cabeza instalada en el Estado Vaticano y a sus delegados que ejercer ese poder.
Han construido un magisterio dogmático desviado, inhumano, bajándose los dogmas desde imaginarias alturas celestiales, colocando el dogma muy por encima del amor humano que es el fundamento de la salvación, del cristianismo, y también de la Iglesia de Jesús, pues el mensaje de salvación de Jesús estriba en el amor humano.
El teólogo de la liberación sacerdote católico español José María Castillo dice (en su libro ‘La humanización de Dios’) que el amor humano es Dios. Creo que tiene razón. El jesuita mexicano Enrique Maza dice que la unidad de los cristianos es en el amor, no en las creencias. Y también tiene razón.
A pesar y lejos de ellos, la Iglesia de Jesús sigue adelante todavía, sin publicidad en los medios como hace el Papa con sus viajes anunciados a bombo y platillo para dar culto a su imagen.
María Pilar García
La información sobre tu hija es de lo más gratificante y esperanzador que ha pasado por aquí en mucho tiempo.
Gracias de corazón.
Rodrigo, mª pilar, María, Javier, Pepe: sí.
Sí, se aceptan las disculpas por dar cuerda a argumentos que no la merecen.
Sí, agradezco tu sensatez y te felicito por la hija comprometida con el evangelio que tienes.
Sí, opino también que Ratzinger no entiende -o no le interesa, lo que sería mucho peor- la Teología de la Liberación.
Sí, el fundamentalismo es una falacia. Sí, interpreto la frase de Jesús en el sentido de referirse a sí mismo -su enseñanza- como piedra angular sobre la que se edificaría la iglesia, no sobre el discípulo que interpelaba en ese momento.
Estoy de acuerdo con vuestros comentarios. Me gustaría citar a Juan Luis, cuando habla de líneas de pensamiento que no tienen punto de encuentro jamás para llegar a entendimiento dado que transcurren por órbitas a diferentes niveles.
Creo firmemente que una iglesia formada por gran diversidad de personas, sociedades y culturas diferentes está obligada a dar cabida a todos, no excluir a nadie. Tampoco cuando los pensamientos divergen por posicionamientos vitales o ideológicos. Así, este papa, como toda su curia vaticana, que es ultraconservador, no tiene ningún derecho a excluir a los teólogos de la liberación, ni a ninguna ideología política. Como mínimo. Justo en sentido contrario, la iglesia de Jesús está obligada moralmente por su compromiso con las enseñanzas evangélicas a luchar contra la pobreza, y ya que el papa desde su palacio y su riqueza se limita a dictaminar, al menos debería apoyar a quien hace lo que deba.
Saludos cordiales
“Los pobres” ¿La TL y Judas con el mismo argumento?
María, tomando una libra de perfume de nardo puro, de mucho precio, ungió con él los pies de Jesús y los secó con sus cabellos. La casa se impregnó con la fragancia del perfume. Judas Iscariote, uno de sus discípulos, el que lo iba a entregar, dijo: “¿Por qué no se vendió este perfume en trescientos denarios para dárselos a los pobres?”. Dijo esto, no porque se interesaba por los pobres, sino porque era ladrón y, como estaba encargado de la bolsa común, robaba lo que se ponía en ella. Jesús le respondió: “Déjala. Ella tenía reservado este perfume para el día de mi sepultura. A los pobres los tienen siempre con ustedes, pero a mí no me tendrán siempre”.
EVANGELIO Jn 12, 1-11
Dice Alberto,
“la regla suprema de fe de la Iglesia proviene efectivamente de la unidad que el Espíritu estableció entre la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia, en una reciprocidad tal que no pueden subsistir de manera independiente”, explica la encíclica Fides et Ratio el Papa Juan Pablo II.”
Pues no, para nada es como dice Alberto, en mi modesta opinión; la regla suprema de la fe de los seguidores de Jesús, los que conformamos la Iglesia de Jesús, es el mensaje de salvación por el amor, el mensaje de Jesús, el que nos transmitió Jesús con los hechos de su vida, entre ellos sus palabras: “amaos como a vosotros mismos, y como yo os he amado”. Ese es el meollo del mensaje de salvación, el amor humano en esta vida terrena a las personas humanas, empezando por las más necesitadas.
Los jerarcas dirigentes de la ICAR oficial han manipulado y manipulan al Espíritu todo lo que han podido, y lo seguirán haciéndo; por ejemplo diciendo que Dios elige Papa al Papa (cuando lo cierto es que lo eligen una camarilla de cardenales puestos a dedo al efecto por el Papa, todos ideológicamente tan ultraconservadores como el Papa), y que Dios gobierna la ICAR, (cuando lo cierto es que la gobiernan el Papa y sus delegados, comisarios y demás servidores del Papa).
Manipular al Espíritu es decir que ”el Espíritu estableció la unidad entre la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia”. Menudo comodín se han inventado a cuenta del Espíritu.
La encíclica de Wojtyla es producto de su ideología equivocada. ¡Mira que apartar a la comunidad en todo, al pueblo de Dios en la elección de los cargos de servicio en la comunidad y en la elaboración de la doctrina …!
¡Hay que ser egoístas para robar al pueblo de Dios su derecho a elegir a sus representantes entre los que más se parezcan en su vida y comportamiento a Jesús, el pobre y marginal judío laico que luchó por la liberación de los oprimidos, hambrientos, enfermos, marginados y desheredados!
Esa es la falacia de los fundamentalistas católicos, que creen, como el ladrón, que todos son de su condición, envueltos en su ideología equivocada.
Tan equivocada, que desde Wojtyla se ven obligados a involucionar hacia Trento medieval, tratando de recuperar el Imperio en el que sus jerarcas dirigentes estuvieron tan encumbrados de poder.
Me recuerdan al fascista dictador Mussolini invadiendo Abisinia en su absurdo intento de recuperar del Imperio. Ambos (fundamentalistas católicos y Mussolini) añoraban y añoran tiempos pasados de enorme poder.
La estrategia de estos jerarcas fundamentalistas y de quienes les apoyan, es pretender que la salvación, y todo en su ICAR, tiene que pasar por sus manos. Y que la salvación es sólo para la llamada otra vida, la de la trascendencia.
Para ellos lo importante es la otra vida, lo cual es un craso error, porque en esta vida, lo importante es esta vida, realizar el mensaje de salvación de Jesús realizando el amor, como Él hizo, tratando de liberar de la opresión y el sufrimiento a cuantos pudo, toda su vida (y por eso lo mataron, porque los opresores necesitaban mantener a los oprimidos como estaban).
Las liberación de las personas en esta vida (traer el Reino de Amor aquí y ahora), que es lo único que importó a Jesús, a esos fundamentalistas les importa un pito, pues lo consideran algo político, incluso absurdo, como dice Alberto –aunque hacen caridad con Cáritas, Manos Unidas, y ongs así: pero es caridad para salvarse, no para liberar de la opresión al que recibe las limosnas, que son pan para hoy y hambre para mañana, pues no tratan de remediar las causas del hambre.
Por eso a Jesús lo mataron los ricos y poderosos, y a estos fundamentalistas se les ve junto a los ricos y poderosos, con su jefe de Estado Vaticano junto a Jefes de Estado y demás príncipes cuyo sistema establecido apoyan.
Sin duda lo esencial de Jesús, para nuestras vidas y las de los oprimidos en este mundo, es que Jesús es un Libertador temporal, en esta vida terrena, libertador de los problemas humanos en esta vida: y por eso lo mataron los servidores del Imperio, en lo religioso como los fundamentalistas católicos hoy, o militares como los Jefes de Estado y similares con los que se codea Ratzinger.
La otra vida después de la terrena, lo trascendente, la escatología, ya llegará a su debido tiempo, pues creemos a Jesús que nos dijo: el que cree en Mí no morirá para siempre.
Pero esa trascendencia, (el que no moriremos para siempre porque el Amor que es Dios nos hace vivir en el amor eternamente, no hay otra trascendencia), llegará a su debido tiempo: no es un problema de ahora, sino de cuando muramos.
El problema de los cristianos ahora es el hambre, el sufrimiento, la injusticia que causamos los humanos, de la que Jesús trató de librar a sus semejantes durante toda su vida.
Ahora el problema del cristiano es político, pues es traer el Reino del Amor, el Reino de Dios, aquí y ahora, liberar a los miles de millones de hambrientos y oprimidos, que son Jesús (conmigo lo hicisteis). La economía capitalista globalizada necesita mano de obra hambrienta que trabaje lo más barato posible, para obtener el Máximo Beneficio posible, que es el Dios del sistema establecido.
De ese problema de los cristianos, huyen los de la estrategia que sigue Alberto, envuelto –nada cándidamente, por cierto- en ideologías equivocadas (como él dice de los teólogos de la liberación, creyendo el ladrón que todos son de su condición).
Saludos cordiales
Pido disculpas por haber entrado en el juego provocador, que desvía el tema. Sugiero mantenernos en lo realmente importante.
Toda mi solidaridad y cariño a las comunidades de Sucumbíos. Y por supuesto a la familia de María Pilar, a la que siento como mía.
Claro, por eso el Papa no se acerca a los pobres, no vaya a ser que le confundan con un teólogo de la liberación. ¡¡Igualito, igualito que Jesús!!!
Alberto:.. erre que erre…
Hay un camino más lógico; no tener miedo, entrar en la teología de la Liberación, con limpia mirada, y después, opinar sobre ella, es el camino más sincero y justo.
Seguir: a Pablo, Pedro, Bernabe…y tantos otros nombres (lo tenemos en los H.H. bien clarito) no es el camino.
Hay que escuchar, comprender, conocer ambas orillas, para tener una idea clara; no hay que tener miedo a discernir por uno mismo, comprobar, que no dice ninguna herejía, quien sabe… igual cambia nuestro corazón.
Lo más sensato es, tomar aquello que de verdad me acerca más, a la Palabra que se Encarno en Jesús.
Eso sería lo más honesto, para el camino de una persona verdaderamente creyente, en el Mensaje del Reino; que no debemos olvidar, está muy, muy, alejado del espíritu egoísta y ególatra de este mundo.
mª pilar
Vamos a ver, Alberto, atiende y no hagas exégesis raras, por más que el ” santo padre viajero por cuenta ajena” te lo repita.
Mira, ésta frasecita ( escrita en arameo, no en latín):
“tu es Petrus et super hanc petram aedificabo ecclesiam meam”
Está escrita inmediatamente después de una declaración de FE de Pedro. Cuando Jesucristo le preguntó ¿ quién crees tú que soy yo?
Ante la respuesta de Pedro, Jesucristo le dice que tal confesión de FE no ha podido salir de la cabeza de Pedro, si no que Dios se la ha infundido.
y es LA DECLARACION DE FE la piedra que Jesucristo utilizará para ” edificar” ( sin piedras ni ladrillos) lo que pretendía ” edificar”.
Pobre edificio sería el que fundamentase en una piedra, en un hombre casi analfabeto y en edificanones de Iglesias y templos que Jesucristo aseguró que se caerían.
La FE, es el fundamento, no Pedro ni Papas viajeros por cuenta ajena.
¡¡ UFF!!… qué dolor de cabeza me ha entrado. Esto de la exégesis va a acabar conmigo…
Al estudiar la teología de la liberación, hay que tener mucho cuidado con el significado que se quiere dar a las palabras, ya que usando términos cristianos, se expresan conceptos enteramente distintos y hasta contradictorios. Es toda una estrategia que hay que discernir para no verse envuelto cándidamente en ideologías equivocadas. Ejemplo de esto es precisamente la palabra “liberación” que usan como sinónimo de “salvación” al mismo tiempo que distorsionan el concepto. La salvación del hombre ya no es como la Iglesia nos ha enseñado, el triunfo final del hombre al entrar al cielo, sino la liberación de la clase oprimida al vencer a los opresores, o sea, los ricos. Lo que es absurdo. Al hablar de “Cristo Liberador” ya no están hablando de nada trascendente, sino de Jesús como un caudillo temporal. Consecuentemente la palabra tan importante “Redención“, pierde su significado espiritual para ser un hecho sociopolítico; un proceso político al que la filosofía marxista proporciona las líneas esenciales.
“la regla suprema de fe de la Iglesia proviene efectivamente de la unidad que el Espíritu estableció entre la Sagrada Tradición, la Sagrada Escritura y el Magisterio de la Iglesia, en una reciprocidad tal que no pueden subsistir de manera independiente”, explica la encíclica Fides et Ratio el Papa Juan Pablo II.
Benedicto XVI nunca ha entendido la Teologia de la Liberación. Yo personalmente no creo que se lo haya propuesto siquiera… esa misma frase que tu Alberto escribes no pasa de ser una provocación, como la que soltó en el avión cuando vino a España o la que dijo en la Universidad de Ratisbona, pero no corresponde a lo que la Teología de la Liberación es.
Benedicto XVI advirtió, que “las secuelas de la teología marxista de la liberación más o menos visibles de rebelión, división, disenso, ofensa, anarquía, aún se hacen sentir”. Por esa razón, el Papa exhortó “a cuantos si de algún modo se sientan atraídos, involucrados y afectados en lo íntimo por ciertos principios engañosos de la teología de la liberación, que se confronten nuevamente con la referida Instrucción, acogiendo la luz benigna que la misma ofrece con mano extendida”
Y ahora os copio la carta escrita al papa por una mujer, que vi ayer en RD pero hoy ya no está, y me parece muy buena.
Feli Alonso Curiel, 15 de noviembre de 2010 a las 14:01
Ya sé que es una osadía escribir una carta al Papa, pero necesito expresar mis sentimientos cristianos de mujer, y de mujer formada teológicamente. Necesito expresar las razones de mi esperanza cristiana y que cada vez más no las encuentro en la línea oficial de la iglesia por ese afán restauracionista y de vigía enfurruñado con que observa al mundo.
Estuve en Santiago una semana antes que llegase usted. No iba ni buscando el jubileo del año compostelano ni contemplar el ambiente con que se preparaba su llegada. Si le soy sincera ambos acontecimientos los he vivido con bastante indiferencia. Su estancia en Santiago la he seguido por TV en algún informativo, pero como quien contempla un evento que no va con él.
Su presencia no avivó mi fe. No soy mitómana ni en política ni en religión. Las coronas y las tiaras me recuerdan a las películas de cartón-piedra que vi en mi infancia sobre faraones y reyes.
Cuando fui mayor y estudié Historia me impresionó saber que los faraones se proclamaron Hijos de Dios y que en el catolicismo al Papa le reconocemos como representante de Dios en la tierra. Por enésima vez escuché esta categoría en el funeral de Juan Pablo II. ¡Qué tentación tenemos los seres humanos a meter a Dios en nuestras vanidades históricas!
Me voy por los cerros de Úbeda y esta misiva sólo tiene como fin confiarle a usted una intuición. Si me dirijo a usted con este título de respeto y no de Santidad, no es por ser irreflexiva ni irreverente. Me educaron a llamar de usted a la gente mayor y que me merecía respeto y cariño: mis padres, mis profesores, a las autoridades con las que he tenido alguna relación. Una carta escrita con el corazón , como yo lo estoy haciendo, me sería imposible escribir la palabra Santidad. ¡Cómo hacerlo si cuando rezo a Dios le tuteo y es tres veces santo!
No llegué a Santiago en avión, sino en tren. Once horas de viaje dan para pensar sobre la vida, la familia y mi fe. Contemplando la belleza aurífera del otoño castellano pensé que una parte de los creyentes católicos, vamos descubriendo las razones de nuestra fe en autores prestigiosos y que la Iglesia, celosa de su depósito de fe en hibernación secular, los va devorando como el dios Saturno a su hijo.
Recordaba aquella frase de Jesús a Pedro: “anima a tus hermanos en la tribulación”. Y machaconamente recordaba ese versículo de la 1ª Carta de Pedro, 3,15: “Saber dar razones de mi fe”.
¿Qué está pasando en la Iglesia de Cristo donde usted es guía espiritual para que muchos cristianos, ante tanto anacronismo teologal, identifiquemos a Pedro, no con la figura del papado, sino con los teólogos, muchos de ellos defenestrados por la Curia y por la C.D.F.?
Para mí y para muchos millones de católicos buscamos el rescoldo de nuestro seguimiento a Jesús, el Cristo, en la teología vilipendiada. Ellos son nuestro Pedro, aunque esta afirmación mía suene a osada. Osada yo y osados los que con pseudoilumincación divina se atreven lanzar decretos condenatorios a muchos teólogos.
Sobrino, Pagola, Schillebeeckx, Arregui, Torres Queiruga y otros más que desconozco. Ellos son auténticos Pedros que saben encontrar razones de esperanza cristiana y nos las transmiten con fidelidad creativa, como acuñó Häring. Para mi son también Pedro todos los curas que conozco y que su palabra tanto desde el ambón como en la pastoral, son fogoneros de Dios en sus comunidades.
Sí, tengo miedo. Miedo del daño que se les está haciendo a muchos de los que nos ayudan a arrostrar nuestra fe en esta época en que declararse cristiano, y católico, en ciertos ambientes es motivo de chufla. Miedo y preocupación por la ingratitud con que se evalúa la obra de estos hombres y mujeres que nos animan a ser piedras vivas con una fe actualizada. Miedo porque usted dejó caer, muy sibilinamente, que mucha de la teología escrita en esta época es hija del Anticristo.
El parágrafo lo he tomado del prólogo de su libro sobre Jesús de Nazaret. Traté de leer su libro y se me cayó de las manos. Ese Jesús no era el de los Evangelios. A Pagola le acusaron de eso e ironías de la pre-comprensión de mi fe, su Jesús no me invitaba a seguirle. Ser un Papa-escritor tiene que ser como el personaje del cuento “El emperador que iba desnudo por la calle”.
Ya ve lo que pasa con escribir… Digo más de lo que quisiera haber dicho. Posiblemente dentro de una temporada me arrepienta de lo que he escrito. Usted me sabrá disculpar y entender porque más de una vez sentirá comezón por haber escrito hace muchas décadas que el cristiano que no es crítico con la Iglesia que ama, no le infunde mucha credibilidad.
Decirle que fui a Santiago a un homenaje de un gran teólogo gallego , Torres Queiruga, al cumplir 70 años. Asistimos al Foro unos 150 creyentes católicos. Ningún obispo. No hay que implicarse con la fe de los profetas.
Crucé la plaza del Obradoiro en una tarde de intenso orballo. Miré el mastodóntico presbiterio que preparaban. No sentí nostalgia por no estar presente en su llegada. A quien iba a mi lado le susurré: “No hay duda. La escisión de la iglesia se vive y se sufre, otra cosa es que desde esa atalaya ministerial se nos diga que hay que fomentar la comunión cristiana”. ¿A costa de qué?
El domingo asistí a una misa donde se celebraban dos bautismos. Según el cura, a los rapaciños les habían borrado el pecado original con el que habían nacido. Todo perfecto, según el C.I.C. de 1992. Lo que no sé es como sigue habiendo profetas en nuestra iglesia…
Sí, tengo miedo. No tengo una fe miedosa, sino miedo de esta iglesia que se nos echa encima. Y encima soy mujer. Discúlpeme, de verdad, que viva mi parreshia cristiana un poco al margen de su palabra.
Por aquí, por mi diócesis de Bilbao hay un otoño eclesial.
Este post no era sobre teología de la liberación, pero ya que Alberto la saca a relucir, aunque bastante desenfocada a mi modo de ver, tengo que decir que ayer leí una carta abierta al papa (que voy a poner aquí en cuanto pueda) en la que se trata este tema de a qué teologos leemos y seguimos, con la que estoy muy de acuerdo.
El testimonio de compromiso personal vale mil veces más que cualquier tocho escrito, como por ejemplo el catecismo nuestro, cuya redacción final se atribuye a Ratzinger, pero no hay quien pueda con él.
Los teólogos de la liberación empezaron por convertirse al pobre, imagen de Jesús que quiso identificarse con ellos, y desde ese lugar social, y no desde un despacho ni mucho menos desde un palacio, empezaron a hacer su reflexión. Aterrizados en la realidad del pobre, comprometidos con ella. Por eso ha resultado ser la mejor teologia postconciliar que ha tenido la Iglesia católica, aunque la cúpula jerárquica haya renegado de ella, pero los fieles no. Como dice Casaldáliga mientras haya pobres seguirá habiendo teología de la liberación. En enero 2011 haran el IV Congreso Mundial en Dakar en los días inmediatamente anteriores a la celebración del Foro Social Mundial.
Esta sí que ha sido y es una Iglesia perseguida (a la de la liberación me refiero), como estamos viendo que acaban de hacer en Sucumbíos, y sin embargo no andan quejándose todo el día de persecuciones ni adoptando el rol de víctimas, como hace la ICAR en cuanto se la critica desde adentro.
Si un escritor desconocido del evangelio escribió que Jesús dijo (lo cual yo no creo que dijera Jesús) que Él iba a edificar sobre Pedro (en futuro, edificaré) su Iglesia (la Iglesia de Jesús, no específicamente la Iglesia Católica), eso de ninguna significaría que el magisterio de los jerarcas católicos dirigentes de la ICAR es infalible.
Pretenderse infalibles es la pescadilla que se muerde la cola, la que se arroga a sí misma la pretendida (e inexistente) infalibilidad: los jerarcas dicen que ellos son el magisterio único capacitado para interpretar las llamadas Escrituras, y lo basan en que según su interpretación de las Escrituras éstas dicen que su magisterio es infalible.
Basan pues su pretendida e inexistente infalibilidad en sí mismos, en su interpretación interesada y ‘barre p’a casa’ según la cual el significado de lo escrito en por el evangelista, es que el magisterio de la jerarquía católica es infalible. Se les ve el plumero a cien kilómetros.
Si fueran infalibles no meterían la pata cada dos por tres, ni estarían al lado de los ricos,dictadores y poderosos, todo lo contrario de lo que hizo Jesús.
La pretendida infalibilidad, es una cualidad que imaginamos-atribuimos a Dios; pero no es cualidad humana, no es propia de las personas humanas, de la condición humana.
Ni siquiera de Jesús, que en ningún momento pretendió ser infalible.
Sería como interpretar que, ya que otro escritor desconocido escribió en el Génesis que Dios dijo ‘hagamos a la persona humana a Nuestra imagen y semejanza,’ las personas humanas somos todas infalibles –como imaginamos a Dios- y guapísimas y buenísimas, como también imaginamos a Dios si nos dejamos llevar de las ganas de ponerle figura antropomórfica.
Hay que ver en la frase “tú eres Pedro y sobre esta piedra (la piedra es Jesús) edificaré mi Iglesia“, no las palabras de Jesús, sino la frase de un interesado escritor que estaba tratando de favorecer a la comunidad de seguidores de Jesús para la que escribía su evangelio.
La piedra de las Iglesias cristianas es Jesús, no los Papas.
Aunque Jesús no fundó ninguna Iglesia, todos los que pretendemos seguir a Jesús pretendemos basarnos en Jesús, también cuando participamos en alguna comunidad.
Hay una pregunta, que cada vez más, me impacta, me estremece.
¿Donde colocan-ponen-sitúan, a Jesús de Nazaret:
¡¡¡Palabra Encarnada!!!
entre los dogmas, mandatos, estudios de sesudos hombres de letras sagradas o no, ritos ampulosos llenos de oro y brillo, coloridos llamativos, sedas, anillos… y un sin fin de etc.?
¿Donde está el Jesús, el Cristo, que enviaba a sus amigos, con las manos vacías, sin alforja… vamos con lo puesto?
¿Como hemos podido llegar a esta desmesura de poder y grandeza, ante un hombre colgado en una cruz, ¡¡¡no!!! de oro y brillantes, sino de madera corriente?
¿Donde queda el espíritu que El nos dejó, que por cierto, sopla donde quiere y como quiere?
¿Por qué unos somos agua sucia, basura, que nos hacemos un dios a nuestra imagen y semejanza?
¡Ah! Si hoy volviera Jesús, caminando entre tanta “bambalina” ¿que haríamos con El?
¡Que tristeza! Afianzar la fe, en cosas todas ellas humanas, frágiles, perecederas y a veces equivocadas; porque son sentimientos, deseos de la mente humana, ansiosa de afianzase en el poder.
En hora funesta, entró en la iglesia, “un rey de este mundo” eso ¡¡¡si!!! lo hemos sabido copiar con exactitud en todos los sentidos.
¿Donde está de verdad ¡El Dios Abba que Jesús nos mostró! que no cierra el camino a ninguna persona de:
¡¡¡Buena voluntad!!!
mª pilar
“Según la doctrina perenne de la Iglesia, la Teología es la ciencia de Dios”
En los Padres de la Iglesia se afirma que “si tu oras, eres teologo” y por supuesto, ninguno de ellos utilizo la filosofia escolastica… afirmar que eso es doctrina perenne de la Iglesia es una excelente forma de demostrar la manipulacion que hace un sector del catolicismo de la tradicion. Presentan lo que es una tradicion particular y reciente, como doctrina perenne de la Iglesia.
Ya me gustaria iniciar un intercambio sobre la valoracion de la escolastica, especialmente la tomista, en la Iglesia Ortodoxa; sobre todo contrastada con Grergorio Palamas.
Pero no quiero desviar el tema, que es la dureza. Porque como dice Pablo: “Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe, de tal manera que trasladara los montes, y no tengo amor, nada soy” Claro, Pablo es un pesimo teologo porque no uso la escolastica tomista jajajajajajajajaja
latinajos al medioevo.
Jesús hablaba en arameo
El latín es una legua muerta
Alexander,
Dices “Dios no obliga a nadie sino sólo a aquellos que libre y voluntariamente han decido de ser parte y han acogido su mensaje dentro de la Iglesia Católica.”
¿Dios sólo obliga a los católicos?
¿A los musulmanes, hindúes, budistas …etc., no?
¿Sólo a los católicos? ¿Los demás no tienen obligaciones, sólo los católicos?
Curiosa forma de imaginar a Dios.
Creo que esas pretensiones de monopolio no tienen fundamento, pues Dios es el mismo Dios para todos.
Los católicos no tienen ninguna exclusividad de Dios, ni siquiera de Jesús.
Saludos cordiales
PD. Nuestra amiga Mar Medina es una guapísima mujer, experta en cuanto al espíritu y doctora en medicina en cuanto al cuerpo
“tu es Petrus et super hanc petram aedificabo ecclesiam meam”
Pues, por amor a la Verdad, prefiero mil veces guiarme por los teólogos de la liberación que por el arrogante magisterio de la jerarquía dirigente de la ICAR, magisterio que se arroga ser infalible y no lo es. Esa arrogancia le pierde.
Primacía de la orto-praxis sobre la ortodoxia. Según la doctrina perenne de la Iglesia, la Teología es la ciencia de Dios. La función del teólogo es la de contemplar la Verdad; utilizando como instrumento la filosofía escolástica, especialmente a Santo Tomás, escudriñar la Revelación para, siempre bajo la guía del Magisterio y el sentir de la Tradición, enseñarla luego a los cristianos. Para los teólogos de la liberación, en cambio, no se trata de deducir consecuencias de los principios de la Verdad revelada, sino que el teólogo debe analizar la realidad histórica y, a partir de ella, forjar su teología. De esta manera, la insondable Sabiduría Divina queda reducida a la estrechez del intelecto humano y a los avatares de la historia. Evidentemente, aquí los guías no son ya los filósofos realistas y el Magisterio de la Iglesia, sino los idealistas Kant, Hegel, etc., maestros de los ideólogos marxistas.