Carmen, me afirmas en que lo siga viendo como una actividad muy peligrosa.
Pan con nueces ….sería otra alternativa, sin necesidad de ningún chivo expiatorio.
Y todos tan felices alrededor de la mesa!
Saludos.
Estos son venenosos, pero los comestibles con un buen escabeche mmmmmmmmm, con Aceite Español de Oliva la Española (valga la redundancia) mmmmm, con un buen tinto cabernet de 4 años. – Gabriel
Kaláa, amiga esas setas eran recogidas por mi padre, después es mi hermano el que sigue recogiéndolas, todas ellas buenísimas y todas de fiar, porque se ha preparado para recoger las que no son tóxicas para la salud.
Mi madre, siempre hacía las setas dos o tres horas antes, y casi siempre en la mañana para comerlas pora la cena, y era ella quien las probaba ante, un acto de Amor sin palabras para cada un* de nosotr*s.
Esto lo he aprendido muchos años después, y siempre que yo pedía probarlas ¡jamás! lo permitía.
Prácticamente esa es la receta de mi madre para las Setas, solo le falta el majado de nueces de la tierra minutos antes de apartarlas del fuego, y por último la pizca de canela en polvo fuera del fuego.
Feliz noche de recuerdos
Carmen vaya confianza que demuestras con las setas.
Para mi toda seta en el monte es: pan de lobo… leáse , no tocarla.
De quién aprendiste a recolectarlas para poder consumirlas sin pasar por la cata …del gato?
Yo, hasta para cocer un huevo lo paso por la prueba del agua.
Saludos.
Recuerdos de los días
de mi niñez, cuando
de la cocina salía aquel olor
a setas, recién hechas.
Era un reguste saborearlas,
ya solo con el olor en la nariz,
era como si todas ellas llegasen
hasta el paladar.
Toda la casa estaba impregnadas
de ellas, y de ese olor de aceite
de la almazara fresca,
de ese ajo castaño,
y del pimiento
morrón enristrado en la alcayata
de encima de la vieja alacena.
Sigue aún fresco el gustillo
de la uva Pardina
y Alarije en aquel vinillo
blanco, y aquel pimentón
de la Vera mezclado y
rehogándose en este
compendio de aromas.
a la espera de ese último hervor
y la fuente de barro rojo,
a la espera de aquella
pizca de canela…
Hasta el zaguán llegaba el olor
a setas,
hasta en el umbral de piedra
negra.
Recuerdo como se hundía
en el plato aquella miga de pan
a manos de panadero,
el buen amigo Burrero,
cocido al amor del horno
encalado, y en sus entrañas
rojo por brasas de leña.
De aquella encina nuestras,
de aquellos robles que poblaba
toda mi buena tierra…
RECUERDOS, Recuerdo
decir a mi abuelino…
¡hija, y ¿Que pasa si están
envenenadas estas setas,
les has puesto
al gato?
Nunca olvidaré,
la siguiente respuesta…
¡Anda padre con lo buenas
que están estas setas!
¡Coma, coma que como
ya no hay gatos,
ya la comí yo, y mire
que viva y estoy, cansada
pero na de muerta!
Recuerdos, recuerdos…
Cuanto amor en tan pocas
letras…
Recuerda, memoria, recuerda
ese olor a setas…
Las setas son peligrosas si no están envasadas y las del campo no se tocan porque viven los gnomos en ellas ¡hala!
Carmen, me afirmas en que lo siga viendo como una actividad muy peligrosa.
Pan con nueces ….sería otra alternativa, sin necesidad de ningún chivo expiatorio.
Y todos tan felices alrededor de la mesa!
Saludos.
Estos son venenosos, pero los comestibles con un buen escabeche mmmmmmmmm, con Aceite Español de Oliva la Española (valga la redundancia) mmmmm, con un buen tinto cabernet de 4 años. – Gabriel
Kaláa, amiga esas setas eran recogidas por mi padre, después es mi hermano el que sigue recogiéndolas, todas ellas buenísimas y todas de fiar, porque se ha preparado para recoger las que no son tóxicas para la salud.
Mi madre, siempre hacía las setas dos o tres horas antes, y casi siempre en la mañana para comerlas pora la cena, y era ella quien las probaba ante, un acto de Amor sin palabras para cada un* de nosotr*s.
Esto lo he aprendido muchos años después, y siempre que yo pedía probarlas ¡jamás! lo permitía.
Prácticamente esa es la receta de mi madre para las Setas, solo le falta el majado de nueces de la tierra minutos antes de apartarlas del fuego, y por último la pizca de canela en polvo fuera del fuego.
Feliz noche de recuerdos
Carmen vaya confianza que demuestras con las setas.
Para mi toda seta en el monte es: pan de lobo… leáse , no tocarla.
De quién aprendiste a recolectarlas para poder consumirlas sin pasar por la cata …del gato?
Yo, hasta para cocer un huevo lo paso por la prueba del agua.
Saludos.
RECUERDOS
Recuerdos de los días
de mi niñez, cuando
de la cocina salía aquel olor
a setas, recién hechas.
Era un reguste saborearlas,
ya solo con el olor en la nariz,
era como si todas ellas llegasen
hasta el paladar.
Toda la casa estaba impregnadas
de ellas, y de ese olor de aceite
de la almazara fresca,
de ese ajo castaño,
y del pimiento
morrón enristrado en la alcayata
de encima de la vieja alacena.
Sigue aún fresco el gustillo
de la uva Pardina
y Alarije en aquel vinillo
blanco, y aquel pimentón
de la Vera mezclado y
rehogándose en este
compendio de aromas.
a la espera de ese último hervor
y la fuente de barro rojo,
a la espera de aquella
pizca de canela…
Hasta el zaguán llegaba el olor
a setas,
hasta en el umbral de piedra
negra.
Recuerdo como se hundía
en el plato aquella miga de pan
a manos de panadero,
el buen amigo Burrero,
cocido al amor del horno
encalado, y en sus entrañas
rojo por brasas de leña.
De aquella encina nuestras,
de aquellos robles que poblaba
toda mi buena tierra…
RECUERDOS, Recuerdo
decir a mi abuelino…
¡hija, y ¿Que pasa si están
envenenadas estas setas,
les has puesto
al gato?
Nunca olvidaré,
la siguiente respuesta…
¡Anda padre con lo buenas
que están estas setas!
¡Coma, coma que como
ya no hay gatos,
ya la comí yo, y mire
que viva y estoy, cansada
pero na de muerta!
Recuerdos, recuerdos…
Cuanto amor en tan pocas
letras…
Recuerda, memoria, recuerda
ese olor a setas…
¡Cuidado! Las apariencias engañan ¡y a veces es letal!
Salen como hongos…. pero la verdad es que no distingo una seta de un champiñón.
Saludos.