Hace doscientos años el Obispo de Cádiz Juan Acisclo convocó en San Fernando una Asamblea Constituyente que concluyó sus trabajos en 1812 con la primera Constitución liberal de Europa, la malograda Constutición de Cádiz. Cádiz ha tenido desde entonces un talante democrático excepcional y buenos obispos que lo han comprendido, aplicando el Vaticano II: Añoveros, Dorado, Ceballos. Ahora está a la espera, con la procupación que expresa muy bien el autor.
D. Antonio Ceballos, el actual obispo de Cádiz y Ceuta, presentó su dimisión al papa al cumplir los 75 años. Estamos, por tanto, pendientes del nombramiento de un nuevo obispo.
El nombramiento de un obispo para cualquier diócesis es un hecho eclesialmente importante. Tan importante que en los primeros siglos del cristianismo era toda la comunidad la que nombraba o destituía a los obispos.
Hay muchos textos que confirman esto y que expuse en mi artículo:
“No al nombramiento de obispos de modo autoritario, sin participación de la comunidad cristiana”, que puede leerse en mi blog: http://juancejudo.blogspot.com
Sólo citaré aquí uno de ellos: el del papa Celestino (Epist. IV, 5), en un texto famoso que quedó recogido, en el s. XI, por el Decreto de Graciano (c. 13, D. LXI): “No se imponga un obispo a quienes lo rechazan. Se requiere el consentimiento y el deseo del pueblo y de los sacerdotes”.
Sería deseable que en nuestra diócesis hubiera una muy amplia participación de todos los sectores eclesiales para el nombramiento del nuevo obispo y no esperar que “ nos lo manden desde arriba, sea el que sea”.
Porque, de ser así, mucho me temo que también nos pase lo que ha sucedido con los nuevos nombramientos de Bilbao y S. Sebastián, que, a pesar de la amplia participación de sacerdotes y fieles, no se ha tenido para nada en cuenta la opinión de ellos y al final, por las presiones del Vaticano y de Rouco, se envió a obispos de línea muy distinta a la de los anteriores.
Creo que en Cádiz debiera venir un obispo de estilo similar al que ahora dimite por motivos de edad. Tendría que ser, por tanto:
Una persona sencilla, sin ínfulas de poder y de querer escalar puestos en la Iglesia, sólo preocupado por vivir y actuar de modo evangélico.
Una persona con sensibilidad social, atenta y preocupada por los numerosos problemas sociales que tiene la diócesis: paro, inmigración, asistencia social a los más necesitados, la falta de vivienda, la destrucción de tejido industrial, los sin techo…
Alguien de talante abierto, con capacidad para atender y respetar el sano pluralismo eclesial que existe, abierto también a las corrientes renovadoras y críticas como las de algunas parroquias, movimientos y comunidades de base y no sólo fomentando los grupos de carácter más tradicional.
Un obispo que apueste por el papel relevante de la mujer en la iglesia, que fomente la participación de la juventud, que se preocupe de los sectores más marginados de la sociedad y de los problemas del Tercer Mundo; que sea dialogante con todas las personas, también con los no creyentes. Que sepa respetar la laicidad y apueste por la supresión de los privilegios en su relación con el Estado.
Aunque desconozco si se están produciendo movilizaciones en los distintos sectores de la iglesia diocesana, sí que sería de desear que las hubiera para proponer entre todos el perfil del obispo que creemos conviene a la diócesis de Cádiz y Ceuta, para evitar que nos venga impuesto desde arriba y sea de una línea muy distinta a lo que aquí se necesita.
Cádiz, 14 de Octubre de 2010
Juan me alegro de tu sensibilidad y entusiasmo. Para que te sea grata y no pesimista mi entrada de los “Cuarteles de Invierno”, te diré que no estoy inactivo, pues lo único que puedo hacer es orar y respirar el hálito de Aquél que es todo en todos… e incluso está en aquellos que en mi modesto entender petrifican a la Iglesia.
Jesús perdonó a sus verdugos. No vamos a perdonar nosotros. Eso no quiere decir que comulguemos con el fundamentalismo al que están conduciendo a la Iglesia.
Saludos afectuosos.
Hablande volver a las fuentes veamos que nos dice San Cipriano…
Hay que guardar las tradiciones apostólicas.
Con toda diligencia hay que guardar la tradición divina y las prácticas apostólicas, y hay que atenerse a lo que se hace entre nosotros que es lo que se hace casi en todas las provincias del mundo, a saber, que para hacer una ordenación bien hecha, los obispos más próximos de la misma provincia se reúnan con el pueblo al frente del cual ha de estar el obispo ordenando, y éste se elija en presencia del pueblo, ya que éste conoce muy bien la vida de cada uno y ha podido observar por la convivencia el proceder de sus actos. Así vemos que se hizo también entre vosotros en la ordenación de nuestro colega Sabino: se le confirió el episcopado y se le impusieron las manos para que sustituyera a Basilides por el sufragio de toda la comunidad de hermanos y el de los obispos que estuvieron presentes y el de los que os enviaron su voto por carta”
Un abrazo al Querido hermano Juan.- Gabriel
Concordia: yo comparto contigo tu análisis de que la actual cúpula de la Iglesia mantiene unas estructuras de poder y de “dureza” que son antievangélicas. Ya se ha visto cómo no le han hecho caso a las justas peticiones de la iglesia vasca y les han mandado los obispos que ellos han querido.
Pero ellos han actuado, desde mi punto de vista, como deben de actuar cristianos responsables. No han abdicado de su responsabilidad. Y de esa, tampoco quisiera abdicar yo ni creo debiéramos de abdicar la iglesia gaditana en su conjunto.
Es nuestra responsabilidad procurar que haya una participación para que el obispo que venga a Cádiz y Ceuta sea alguien con el perfil que nosotros consideramos. Como muy bien dice Antonio en su introducción, aquí llevamos muchos años con obispos de un cierto perfil: Añoveros, Dorado, Ceballos…no nos debieran enviar un obispo tipo “Opus” por ponerte un ejemplo.
Es muy importante la labor que puede hacer un buen obispo. Pensemos en Casaldáliga, en Helder Cámara, en Proaño, en Oscar Romero….. NO es igual un Juan XXIII que un Ratzinger….
De ahí que debamos hacer todo lo que esté en nuestras manos para poder conseguirlo.
Aún recuerdo cuando nos fueron a enviar a Ceballos que nos movilizamos para que nos mandaran un obispo de corte social y de forma de vida sencilla… Y vino Ceballos. No hubiera sido igual con un obispo del Opus.
Aunque comparto contigo que los tiempos que corren son duros y diíciles por la cerrazón de los responsables jerárquicos que tenemos en el Vaticano y en España
Un cordial saludo
Amigo Juan la experiencia me ha dictado el anterior comentario. Me alegro que haya persona eutópicas, ellas serán las que siembren , como creo es tu caso.
Que han conseguido los vascos con sus protestas. Pues que le manden a Iceta y Morilla que son de la línea Rocaniana. ¿ Se va a levantar contra Roma?. Sólo podrán poner obstáculos y hacer más difícil el pontificado de sus respectivos titulares , pero sólo eso.
El problema está en que hay que hacer una Iglesia donde no prive el dogmatismo y el orden imperial de mando. Por ese motivo, nadie con sentido común y es demócrata, pude creer en una organización (Iglesia) que se rige por conceptos y pensamientos medievales.
Por supuesto el mensaje de Jesús “NUNCA” de perderá, pero no queremos ver que con esta estructura en imposible transmitir y fomentar el mensaje al mundo de hoy. Mi esperanza está en esa frase evangélica. “Cuándo la sal se vuelve sosa quien la salará…” Yo me respondo con otra frase evangélica , ….. “pues las piedras hablarán” . Creo que ya vivimos ese momento, pues muchos cristianos están practicando el Evangelio de una forma autónoma. A mi modesto entender estos son partes de las piedras.
En cuanto al invento de la llamada sucesión apostólica, es esencial para el machismo de la jerarquía católica dirigente y la de quienes les apoyan.
Así los obispos del papa son todos machos necesariamente, excluyendo sistemática e injustamente a las mujeres por el mero hecho de ser mujeres, perpertuando así el pecado del machismo por los siglos de los siglos. Excluir a las mujeres en el siglo XXI es propio de una Iglesia falsa. La Iglesia de Jesús hoy no puede ser machista y ser de Jesús.
Es interesante a este respecto lo que aparece hoy en el blog de Antonio Piñero
http://blogs.periodistadigital.com/antoniopinero.php/2010/10/23/-un-cristianismo-del-siglo-ii-en-el-que-
¿Tienen las mujeres tienen igual capacidad que los varones en la iglesia? Un cristianismo que así lo afirma (164- 28)
http://www.filosofia.org/aut/mmp/hhe1057.htm
En esta entrada, se ve como la primera comunidad cristiana de Merida resolvia ciertos asuntos espinosos que le sujian y aun en aquel momento, año doscientos y pico despues de Cristo, nada le benia inpuesto desde arriba, aunque pidieran opinion a los que tenian autoridad, no tanto por posicion, si no, por sabiduria y conocimientos. Quizas nuestra postura a de ser otra bien distinta de la que adoptamos, si bien no, la retirada, pero si, la de orar, contemplar, arrancando toda la mistica,dejandonos invadir por el ESPIRITU SANTO y sin temores, plantar cara a lo que entendemos no es lo adecuado y digno de la Iglesia de Jesus. Teniendo en cuenta que lo peor no es el asesinato del Galileo, lo peor es la destrucion de su obra y esto es lo que esta ocurriendo.
¿que no, ganamos la batalla, tal como nosotros entendemos? Quizas los cristianos, emeritenses del siglo segundo, no la ganaron , pero hoy, estamos hablando de ellos, porque son un referente digno.
Como nos organizamos, tanto para ORAR, com para ACTUAR, de cara a la nueva elecion en Cadiz?; que aunque no, soy de alli si, tengo hermanas y hermanos que esan trabajando codo con codo, con el actual obispo.
PAZ Y BIEN.
El poderoso dedo es el del dictador vaticanesco de turno, hoy Ratzinger, que tiene sus comisarios políticos, como Rouco, Blázquez, Cañizares …etc. en los que delega para ejercer su poder, con el cuento de que su poder le viene de Dios, con el cuento de que le ha elegido Dios para Papa y con el cuento de que es Dios quien gobierna la ICAR.
Lo que las personas humanas hacemos con nuestra libertad no lo hace Dios, sino nosotros. Decir que Jesús dijo que el poder que tenía Pilato se lo daba Dios o le venía de Dios, por mucho que lo escribiera alguno en algún evangelio, forma parte de esa patraña de tratar de atribuir a Dios las acciones de las personas humanas libres.
Esas acciones son obra de las personas humanas, no Opus Dei. Es como llamar Opus Dei al Opus de Escribá, más continuación de la misma patraña, en mi modesta opinión.
Si hay que presentar batalla, hay que decir la verdad: no es ningún Espíritu el que elige al Papa, sino una camarilla ultra nombrada por el mismo dedo Papal, para elegir otra Papa cada vez más conservador. Eso es imprescindible para que la ICAR así mal gobernada por esos dirigentes (que no por Dios) sirva fielmente al sistema establecido.
Ese funcionamiento ultraconservador y dictatorial del Papado, nada cristiano, que se perpetúa a sí mismo endogámicamente en su ultraconservadurismo de la más rancia derecha, no tiene nada que ver con Jesús, y es robar al pueblo de Dios su derecho a elegir a los representantes que necesita como dirigentes de su comunidad católica, de la Iglesia de Jesús.
Así han fundamentado su traición a Jesús en el Papado católico del Estado Vaticano, como si Jesús pudiera hoy ser un poderoso Jefe de un Estado soberano, que además funciona como monarca absoluto, como un dictador.
Los Obispos del Papa no ‘los cuela’ el Papa a las comunidades católicas: los impone dictatorialmente por su mano poderosa. Reconocerlos como legítimos Obispos dirigentes de la comunidad católica, incluido el de Roma, es hacerles el juego a los que se han apoderado tan injustamente de la ICAR.
No estoy nada de acuerdo, Concodia, que sea momento para un creyente de retirarse a los cuarteles de Invierno.
Creo que en todas las circunstancias, por difíciles que sean, debemos dar la batalla por los valores del Reino: uno de ellos es nuestra utopía porque estamos convencidos que la Iglesia hoy no es aquel movimiento que se formó alrededor de Jesús, pero que debiera de serlo también hoy.
Pienso que lo que han hecho en S. Sebastián y Bilbao debiéramos hacerlo nosotros también en aquellos lugares donde deban ser nombrados obispos: intervenir activamente para que su nombramiento se hagan conforme a la primera tradición de las comunidades cristianas que participaban muy activamente en su nombramiento y en su remoción si no eran idóneos. Debemos evitar que nos lo manden caídos en “paracaidas” por el dedo de alguien que todos sabemos quién es .
Ojalá que eso también lo hagamos ahora entre todos, en Cádiz.
Un cordial saludo
Siento ser pesimista, ya que como están las cosas amigo Juan, no espereís nada más que un obispo de Trento, como el que actualmente le han colado a la diócesis hermana de Córdoba, con el famoso don Demetrio.
Para colmo de su fundamentalismo está provocando a otros fanáticos con el asunto de la famosa polémica Mezquita -Catedral.
Amigo no veré la primavera tan añorada por todos los que creíamos en Concilio, pues la invernada está bajo -60 grados y sigue bajando el termómetro y para que se retire la nieve es necerario que pasen muchísimos años. Sólo queda el recluirse aún más tiempo en los “Cuarteles de Vierno”.
Lo que pasa es que es tan fuerte la invernada que cuando llegue la esperanza añorada solamente quedará un campo florido de cadáveres pedriticados y momificados por la sin razón del integrismo, por supuestos, esos ellos erán sus propios verdugos.