Querido Amigo…
Tu cantar es como aquel eco que deja el terruño al golpe de la azada,
ee silbo que el viento tiene entre sudor y pañuelo debajo del sombrero de la persona en las tarde de siega en las heras del Pueblo…
No hace falta encontrar rimas en palabras que muchas no dicen nada, Solo se necesita que ese eco, nazca desde la balaustrada donde los ojos miran sin pasar de largo.
Creo que en el otro post de Miguel Hernández hay mucho de los vientos que nos lleva, nos duele y hasta nos hace sentir que la muerte en muchas ocasiones en mejor que la mala vida que como migajas otras malas personas nos deja.
Un abrazo, y cuando mires ese MAR, CÁNTABRO, piensa que mi mirada quedó profundamente hechizada de sus gotas de agua, de su fuerza y de la fuerza de su sal ” koshe” , no hay otra igual.
Como mi poesía deje mucho que desear y no quiero estropear la foto, echo la caña de pescar y pongo un buen cebo: ( creo que de José Bergamín.)
“”A esta soledad a solas
(acantilado en que rompen
los sueños como las olas)
he vuelto para soñar,
como Unamuno soñaba:
la “íntima amistad del mar”.
Soledad de soledades
de la mar, siembra en el viento
de futuras tempestades.
De los vientos que sembraba
nunca pudo cosechar
la tempestad que esperaba.
Y esta mar brava o en calma
acompañó el solitario
diálogo con su alma.
Como si la mar no fuera
más que el soliloqueante
soñar de su vida entera.
Mar cántabra unamuniana,
vuelvo a ti para encontrar
su íntima amistad lejana.
SE CONFUNDE
Se confunde el color miel
de tus ojos, con el color aguamiel
que el sol pone en las aguas,
se confunde tu falda con la suave
arena de la roca,
tu piel con el dorado hueco
que te cobija, se confunde…
Tus ojos se han cerrado para
brillar con luz propia en el meloso
astro, que ante ellos claudica
en el horizonte y tan solo
tu pelo ondea libre y negro
desentonando ante esa
atalaya de arena y sal,
que se hace cavidad dúctil
y cobijo.
Abrazo y sensualidad,
concertada, donde ha quedado
tierra, mar y aire,
en ese compresivo y tácito pliegue
de tú piel,
dónde el sueño idolatrado
y fundido quedó los néctares de las arenas,
la trasparencia del agua junto a los rayos
del genuino sol…
Fundida todos ellos conjuran y conforman
mujer tu ser y feminidad…
QUIERO ESTAR AHIIIIIIIIIIIII YAAAAAAAAAAA.- Gabriel
Querido Amigo…
Tu cantar es como aquel eco que deja el terruño al golpe de la azada,
ee silbo que el viento tiene entre sudor y pañuelo debajo del sombrero de la persona en las tarde de siega en las heras del Pueblo…
No hace falta encontrar rimas en palabras que muchas no dicen nada, Solo se necesita que ese eco, nazca desde la balaustrada donde los ojos miran sin pasar de largo.
Creo que en el otro post de Miguel Hernández hay mucho de los vientos que nos lleva, nos duele y hasta nos hace sentir que la muerte en muchas ocasiones en mejor que la mala vida que como migajas otras malas personas nos deja.
Un abrazo, y cuando mires ese MAR, CÁNTABRO, piensa que mi mirada quedó profundamente hechizada de sus gotas de agua, de su fuerza y de la fuerza de su sal ” koshe” , no hay otra igual.
Precioso, Carmen, como siempre.
Como mi poesía deje mucho que desear y no quiero estropear la foto, echo la caña de pescar y pongo un buen cebo: ( creo que de José Bergamín.)
“”A esta soledad a solas
(acantilado en que rompen
los sueños como las olas)
he vuelto para soñar,
como Unamuno soñaba:
la “íntima amistad del mar”.
Soledad de soledades
de la mar, siembra en el viento
de futuras tempestades.
De los vientos que sembraba
nunca pudo cosechar
la tempestad que esperaba.
Y esta mar brava o en calma
acompañó el solitario
diálogo con su alma.
Como si la mar no fuera
más que el soliloqueante
soñar de su vida entera.
Mar cántabra unamuniana,
vuelvo a ti para encontrar
su íntima amistad lejana.
Para volverla a soñar.””
SE CONFUNDE
Se confunde el color miel
de tus ojos, con el color aguamiel
que el sol pone en las aguas,
se confunde tu falda con la suave
arena de la roca,
tu piel con el dorado hueco
que te cobija, se confunde…
Tus ojos se han cerrado para
brillar con luz propia en el meloso
astro, que ante ellos claudica
en el horizonte y tan solo
tu pelo ondea libre y negro
desentonando ante esa
atalaya de arena y sal,
que se hace cavidad dúctil
y cobijo.
Abrazo y sensualidad,
concertada, donde ha quedado
tierra, mar y aire,
en ese compresivo y tácito pliegue
de tú piel,
dónde el sueño idolatrado
y fundido quedó los néctares de las arenas,
la trasparencia del agua junto a los rayos
del genuino sol…
Fundida todos ellos conjuran y conforman
mujer tu ser y feminidad…
Imagen …. que a diario abandona con desenfado la hornacina .
Saludos.
Una imagen increible, qué paz. Algo así será estar frente a nuestro Padre, en un abrazo de amor