Querido José Arregi: sé que, en estos momentos, no te sientes solo, pero debes saberlo y muchos nos adentramos en tu drama para compartirlo contigo. El drama viene de lejos y su historia en estos momentos nos recuerda a otros que han vivido similares situaciones.
A mi no me corresponde juzgar sobre nadie, pero la historia eclesial me enseña que los afectados acaban las más de las veces siendo sometidos, en medio de estremecida impotencia. Quienes “victoriosamente” representan al sistema no parecen mostrar signos de mucho pesar, pero les toca registrar acaso contra su voluntad la tristeza infinita de quienes, “vencidos”, se resignan a no levantar cabeza. El sistema es el sistema, y sus guardianes son sus guardianes, y no dudan en actuar con inalterable gesto. Como decía un experto vaticanista, en los teólogos de la curia romana la ignorancia se muestra en perfecta adecuación con la arrogancia.
Es por donde quiero acompañarte arrimándome fraternalmente a tu íntima soledad y libertad, porque, como dices en tu carta, “todo ser humano es señor de toda ley religiosa por sagrada que fuere”.
No te escribo para criticar a la Jerarquía ni recrearme en sus atropellos y contradicciones, aunque tenga que aludir a ella. Es inútil y, tanto como tú, ellos creen que obran en conciencia pero con una diferencia: creen que la verdad de tu conciencia está subordinada a la de ellos; sólo la suya es válida y conforme a la ortodoxia católica.
No sé si tú, buen conocedor de las Escrituras, me permitirías aplicar las palabras de Jesús: “Os dejo dicho esto para que no os vengáis abajo: os expulsarán de la sinagoga; es más, llegará el día en que os maten pensando que así dan culto a Dios. Harán eso con vosotros porque no nos reconocen ni al Padre ni a mí” (Jn 16,1-4).
No me extraña que este punto, a quienes lo analizan, les parezca indescifrable. ¿Por qué el sistema se cree con derecho a todo, a desoír la razón, la ciencia, el derecho, la fraternidad, el diálogo, la humildad y al mismo Nazareno?
No sé por qué me vienen a la mente las palabras del jesuita sin papeles Díez Alegría: “Por parte de la Iglesia el secuestro de Jesús ha consistido en quitarle de en medio para poner en su lugar a la Iglesia. A la operación han ido contribuyendo sobre todo los jerarcas y, en general, los hombres de Iglesia. Naturalmente el secuestro se ha realizado con guante blanco. Para poder llegar a Jesús hay que ir a ellos. (Que, luego, en el fondo casi no es llegar, porque los hombres de Iglesia están siempre al acecho para decirte que ellos dominan tu relación con Jesús y te lo quitan si tú no haces lo que a ellos les da la gana). En lugar de creer vitalmente en Jesús, lo que hay que hacer es entrar en la iglesia, sabiendo que los que allí se mueven son los hombres de iglesia. Ellos mandan. Con ellos hay que entenderse. A ellos hay que obedecer. De lo contrario, no hay Cristo que te valga, porque ellos son los amos y Cristo tiene que estar a lo que ellos digan”.(De su libro “Teología en broma y en serio, DDB, 1975, pp.50-51).
Me conmueve lo de que “contra tu intención primera”, tienes que abandonar la orden franciscana, hogar y familia tuyos durante 47 años. Pretenden –no sé si con algún temblor de corazón– anular lo que ha dado forma a tu vida, echarte al vacío, para que nadie, ni tú ni tus amigos, sepan lo que has vivido. ¿No habrán leído que por encima del dogma está la persona? “Id a aprender lo que significa corazón quiero y no sacrificio”.
Tú estas en una Orden, sin la cual tu vida sería otra, no te reconocerías. Y te empujan a salirte, desposeerte y aislarte, como a un leproso. “Agua sucia que contamina a los dentro y los de fuera”, subrayaba el obispo Munilla.
Está visto que a quien manda y es elegido para ello, se lo prepara para defender los privilegios de una iglesia clerical y asegurar la obediencia y no para anunciar el Evangelio y actuar libremente. A él le mandan y obedece, pero también él manda y es obedecido. Unos y otros, acaso frustrados por la despersonalización, se ven compensados por la erótica del poder. Una huida del yo íntimo que lo deja herido para siempre. Porque la persona está hecha para amar y ser amada y no para mandar y obedecer. Al fín y al cabo, nadie está sobre nadie y sobre todos está la norma del seguimiento del Nazareno, basada en el amor.
Obedecer sí, y también mandar, pero no mandar como quien ejerce dominio y dispone de otro con ciega voluntad. La autoridad cristiana es una mediación, una ayuda, que se nos da para llegar hasta Dios, mejor conocerle y amarle. La autoridad, comenzando por ella misma, no cierra ninguna puerta, sino que abre las antenas para percibir la voz de Dios, el Evangelio de Jesús que nos habla hoy de múltiples formas. Su misión es no acallar nada que pueda incluir o transmitir el Espíritu de Dios. Con los oídos y el corazón abiertos para escuchar, escuchar, aprender, y descubrir esa verdad divina que llega por el canal secreto de cada ser humano en la peculiaridad de cada época.
Ahí, en ese escuchar, todos somos hijos de obediencia y se nos acaban las ansias de erigirnos sobre los demás. Dios, no la voluntad de nadie, está presente en todos, nos ama y guía nuestros corazones para que evitemos el envanecimiento y dureza de corazón.
La coraza del sistema seca –¡cuántas veces!– las fibras del corazón, de modo que la humanidad , la amistad, la lealtad, la ternura, la compasión, la desgracia y el sufrimiento compartidos resultan extraños para quienes obrando así piensan “cumplir la voluntad de Dios, salvar la ortodoxia y asegurar el bien de la Iglesia”. “¿Quién de los tres se hizo prójimo del asaltado?, pregunta Jesús. Y el jurista : el que tuvo compasión con él. – Anda y haz tu lo mismo” (Lc 10, 25-37).
Tus entrañas de humano, tu proceder católico, es decir, universal, abierto, creativo, libre, fiel al Evangelio, les da en rostro y no lo toleran por no estar acreditado con sus sellos y autorizaciones. ¿Para qué si no están ellos?
En un sistema de poder, tan piramidal y absoluto como el de nuestra Iglesia, los funcionarios (del culto, de la teología, de la administración…) saben que, al ser elegidos, no pueden ser ellos ni obrar con autonomía. Entrar en el sistema y ser consagrados por él, equivale a dejar en manos de la autoridad la propia racionalidad y la libertad.
Intocable es el poder, no la dignidad y derechos de la persona.
Y donde rige el poder, rige la arbitrariedad; y donde rige el poder absoluto, rige la arbitrariedad absoluta.
Ibas como sintiendo que te llegaba irreversible el dilema: acatar el mandato o irte. Acatarlo, renegando de ti mismo, bendiciendo los dictados de la autoridad; o irte aguantando incluso que se haga oficial tu traición (ineptitud) para el franciscanismo. Cualquiera de las dos opciones son crueles: ser fiel a tu conciencia y quedarte siguiendo la misma línea a lo mejor no lo ven incompatible con el franciscanismo, pero es desobedecer; irte, admitiendo de alguna manera que denuncias la traición de la Orden al franciscanismo, imposible de admitir por quienes de antemano se alistan con la Orden.
En todo caso, el traidor, hereje o inepto eres tú.
Pero, esta es una cuestión de poder, no de doctrina.
La conexión vertical de este poder cuenta para estos casos con el recurso al voto de obediencia. Sin mayor miramiento se desecha el espacio donde únicamente podría brotar la luz: el argumento, el diálogo, el discernimiento que llevarían a relativizar posturas y consolidar la convivencia fraterna. Pero, el poder en cuanto poder rehúye la razón, teme la crítica, odia al que lo cuestiona, no ama la verdad. Y, presintiendo la derrota, se escuda extrapolando el tema al terreno donde siempre vence: la obediencia.
Se somete la voluntad, pero no la inteligencia. El poder no compite en el terreno de la inteligencia: búsqueda, estudio, argumento, rigor, paciencia, moderación, humildad. Son otras sus armas.
El dilema se hace entonces contundente: dentro o fuera; si dentro, todo; si fuera, nada; si dentro: sumiso, fiel y franciscano con todos los derechos; si fuera: traidor, proscrito y sin derecho alguno. Toda una familia y un hogar tuyos, de años y años, anulados por mandato ejecutado subordinadamente.
¿O puede ocurrir querido Arregi que, aunque te nieguen las formalidades jurídicas del franciscanismo, (un franciscano sin hábito, un jesuita sin papeles, un… sin …) te acogerán de por vida y con amor? ¿Cuáles serán los mecanismos secretos que moverán ahora los corazones de quienes han sido tus hermanos? ¿Aplicarán el amor o el anatema?
Mons. Munilla en reunión con el superior provincial y vicario de los franciscanos de Guipúzcoa, les dijo: “Debéis callar del todo a José Arregi. Yo no puedo, hasta dentro de dos años (hasta que haya tomado las riendas de la diócesis) adoptar directamente esta medida contra él. Pero ahora debéis actuar vosotros. Os exijo que los hagáis. Debéis destinarlo a América a trabajar con los pobres, como “medida de gracia”, como “ocasión de gracia”. Es agua sucia que contamina a todos , a los de fuera de la Iglesia al igual que a los de dentro”. A todos, también a los obispos, nos viene bien confrontarnos con las palabras de Jesús: “Vosotros os las dais de intachables ante la gente, pero Dios os conoce por dentro y ese encumbrarse entre los hombres le repugna a Dios” (Lc 16,15).
Arregi, antes que profesor de Sagrada Escritura, es persona y, en decir de todos los que lo conocen, se comporta dignamente como tal. No se considera por encima de nadie, tampoco por debajo; no desprecia a nadie y siente respeto por todo el mundo aunque no lo conozca.
A ese nivel, resulta incomprensible que otro hermano obispo acuda a su superior provincial y vicario para que lo reduzcan a silencio.
Arregui y Munilla muestran idéntico cuadro de dignidad personal. Entonces, ¿qué es lo que en su interior lleva a Munilla a ejercer su poder sobre Arregi como si de un objeto malvado se tratara?
Si Munilla piensa que está en la verdad obrando así, desatiende el principio de igualdad interpersonal. Si, además, se excusa de hacerlo él y exige a otros que lo hagan, elude su responsabilidad y, acaso, rehúye su propia conciencia. Si los superiores de Arregi acatan una intromisión episcopal arbitraria, demuestran plegarse al miedo y actuar sin libertad. La responsabilidad les exige ser leales con un miembro de su Orden, cuando otra autoridad lo quiere someter indebidamente. Ninguna persona tiene dominio sobre otra.
En esto son claras las palabras del Vaticano II: “La personal dignidad y libertad del hombre no encuentra en ninguna ley humana mayor seguridad que la que encuentra en el Evangelio de Cristo, confiado a la Iglesia. Pues este Evangelio proclama y enuncia la libertad de los hijos de Dios, rechaza toda esclavitud, respeta como santa la dignidad de la conciencia y la libertad de sus decisiones, amonesta continuamente a revalorizar todos los talentos humanos en el servicio de Dios y de los hombres. Y, así, la Iglesia proclama los derechos humanos y reconoce y estima en mucho el dinamismo de nuestro tiempo , con el que se promueve estos derechos por todas partes” (GS, 41).
Prosiguiendo en este nivel, Arregui es profesor de Escritura y, como tal lo acreditan sus estudios, títulos (Licenciado y Doctorado en Teología), clases (en Deusto, Vitoria, Pamplona) y escritos numerosos publicados. Munilla es licenciado en Teología y Espiritualidad y entró enseguida a ejercer de párroco hasta ser nombrado obispo en 2006. En principio, por el currículum, Arregi acredita enseñar y dominar mejor el mundo de la teología.
En las cuestiones debatidas, a uno y a otro les debe acompañar la competencia de otros teólogos con quienes tratarán de estudiar, dialogar y lograr acuerdos hasta donde se pueda. En ese ámbito, no hay más verdad o mentira (ortodoxia o heterodoxia) que la alcanzada por los métodos del saber exegético y teológico. Ningún teólogo tiene la verdad en exclusiva ni puede sentenciar declarando a otro como hereje.
En el nivel cristiano las cosas no aparecen tan difíciles si las tomamos del Evangelio y de los primero siglos. Casi hasta pasado el primer milenio, los cristianos tenían claro que la calidad de todos era la misma y se la medía por saber escuchar las palabras de Jesús, aprenderlas y cumplirlas.
(…)
Te vas, querido Arregi, sin saber qué será de ti, seguro no obstante de que el Señor te cobijará y estará siempre contigo. Sobre ninguna otra piedra , en efecto, se ha edificado la comunidad eclesial y nadie sino El posee el señorío de nuestra vida.
El Señor nos hizo así: para ser sinceros, libres y coherentes. Y es lo que te permite dar el paso en paz. Otros pasos no ajustados a tu conciencia te hubieran roído el alma. Es donde hallo, sin pretenderlo, luz y fortaleza para decirte: ¡Bendito seas! La pérdida temida, se te convierte en ganancia: “El que pretenda poner su vida al seguro, la perderá; y, en cambio, el que la pierda, la recobrará” (Lc 17,33).
Paz, amigo y hermano.
(…)
¿Quién dentro de la Iglesia puede pronunciar anatema sobre otro por tratar de actuar según las pautas y espíritu del Vaticano II?
La paz del Señor, querido Arregui, es para ti el don y bendición del Señor. Has hecho, creo, lo que tenías que hacer; brilla en ti la bondad y la honestidad y puedes estar seguro de que, aun “fuera” de la orden franciscana, tú eres franciscano de verdad y lo seguirás siendo para todos nosotros.
Recibe mi reconocimiento, ternura y estima fraternos.
Un fuerte abrazo
Benjamín Forcano
Javier estás hecho un brujo, te lo digo con todo cariño, como me incitas para que entre al trapo, y después me dices que si me quedo o no me quedo, me estás convenciendo para que me quede, al menos se oiría una voz discrepante en este foro, lo cual siempre es de agradecer.
Bueno querido Javier, comencemos. Dices que me quedo en la apariencia en cuanto al caso Arregui, si vamos a profundidades vemos que el ex franciscano, para ti un franciscano de verdad según tu libre teoría histórica-religiosa-evangélica-franciscana, lleva muchos años, libremente, manifestando sus opiniones contrarias al magisterio de la Iglesia, en la universidad, en el púlpito, en publicaciones, en conferencias, en ejercicios y charlas espirituales, sin ninguna censura por parte de ninguna jerarquía ni próxima ni lejana. Pero llega el momento de la elección de un obispo contrario al pensamiento nacionalista y Arregi realiza unas declaraciones, acusando sin ninguna prueba y de odias al recién nombrado obispo de unas carpetas con datos sobre curas nacionalistas que hizo cuando era párroco en Zumárraga, qué raro hasta entonces nadie dijo nada, pero el actual párroco y testigo de primera mano desmiente lo dicho por el franciscano y lo califica de calumnia. Ante la insistencia y la publicidad que el fraile da al caso, el obispo nacionalista Uriarte se ve en la obligación de exigirle el voto de silencio. Después el pido la palabra para volver a acusar a Munilla y ahora a los franciscanos de quererle silencia y alejar de la diócesis, con sendos comunicados del obispado y de los franciscanos desmintiendo. Más publicidad y la anexión de los sectores de siempre, los disidentes contumaces, anti católicos, etc. Y por fin el anuncio de la exclaustración por parte del fraile, deja la orden pero sigue siendo sacerdote, es decir abandona a los frailes que siempre le apoyaron, hasta que les puso en compromiso, y sigue dependiendo de Munilla como sacerdote pues es su obispo diocesano, con lo que no verá peligrar su libertad de expresión si sigue, digo yo.
No te voy a recordar lo que supone la obediencia dentro de una institución religiosa, a la que a nadie se obliga a pertenecer, se es libre de entrar o de salir. Se sabe, cuando se profesa, que hay unas normas que se aceptan, que pueden variar según el consenso mediante los capítulos provinciales y generales, hay es donde se discuten y resuelven los problemas doctrinales, en los sínodos abiertos a todos los católicos. La Iglesia Católica, que a ti tan poco te gusta, tiene formas muy antiguas de participación, mucho antes de la Ilustración, y no sólo durante el antiguo régimen, sino mucho antes, casi desde el inicio del cristianismo, ya la comunidad cristiana participaba en ese “caminar juntos”. El sínodo que es una asamblea de obispos cuya misión es estudiar los problemas de la Iglesia y aconsejar al Papa, es precedido por los diferentes sínodos parroquiales, en donde participa toda la comunidad parroquial y en donde expresan libremente sus ideas, que indican al obispo los temas y las cuestiones deben de debatir en los Sínodos Ordinarios, Generales o Extraordinarios.
Pero ya se sabe, de cuando en cuando parece necesario incendiar Roma, ¿La culpa? de los cristianos, cómo no. Es ya una macabra tradición en el devenir histórico, una costumbre. Los católicos somos vilipendiados una vez y otra. El pretexto puede ser cualquier cosa. Un libro, una película, un escándalo. Algo con el suficiente morbo para movilizar a las hienas de siempre, que olisquean también el negocio. Porque lo anticatólico tiene su margen de beneficios. Los seguidores de Cristo siguen perseguidos en China, en Corea del Norte, en Cuba, en no pocos países africanos, y en absolutamente todos aquellos regidos por el Corán. Hablo de personas concretas que ahora mismo están siendo encarceladas, torturadas o asesinadas por sus creencias.
De lo que se trata es de mancillar nuestra fe y de insultar nuestra inteligencia, intentando relativizar y trivializar los valores cristianos. Todo vale. Y sin darnos cuenta vamos cediendo, vamos apostatando de nuestra fe por la vía de un cómodo consentimiento. Por quedar bien, por no significarnos, por vergüenza o incluso por miedo. Es como si las cosas de Dios ya no fueran con nosotros, somos personas de nuestro tiempo y como tales tenemos que actuar. Somos mayores de edad y laicos, exactamente igual que los demás. Y es falso los amaneramientos de sacristía, complejos o ñoñerías de colorín. Nuestro sitio está en la vanguardia de la paz y de la justicia, y solidarios de los de verdad. No es sólo cuestión de los obispos o del Papa (que se queja de que tiene el enemigo en casa, por algo será). Es, sobre todo, cuestión de una contrastada vida de piedad, y de nuestro testimonio profesional y familiar en cristiano. Con valor y coherencia. Con el valor de la coherencia. Y contra esto no hay anticatolicismo que valga. Por ácido que sea.
http://www.redescristianas.net/2010/09/07/entrevista-al-teologo-vasco-jose-arregui-%E2%80%9Cquiero-una-iglesia-terapeutica-y-no-patogena-ni-obsesionada-por-la-doctrina-y-la-moral-personal%E2%80%9Djose-manuel-vidal/
“Primera entrevista de José Arregui, el teólogo franciscano que abandona su orden
“No guardo rencor a monseñor Munilla, es sólo un peón de un sistema anacrónico e inhumano”
Franciscano sin hábito Se va Arregui: gana Munilla, pierde la libertad “Mi casa es la Iglesia en la que nadie excluye a nadie” Tiene 57 años y es franciscano desde los 10.”
Yo entiendo que Arregi califica, el sistema del vaticano y sus delegados que se hacen llamar Obispos, Cardenales …etc., de inhumano y anacrónico.
Y Arregi ha tenido una cierta publicidad, un cierto eco, no sólo en el País Vasco, sino también en España, que es el Estado por donde viene el manejo nacionalcatólico dirigido desde el Estado Vaticano (el poder de los Estados).
Lo inhumano no es cristiano, no puede ser Iglesia de Jesús esa estructura dictatorial, pues es inhumana. De forma que Arregi ha molestado demasiado, y lo tenían que echar y lo han puesto de patitas en la calle.
¿Dónde está la orden escrita de expulsión, en la que indique las motivaciones reales de la expulsión, y las posibilidades de recurrir la orden a instancias superiores? No hay escrito, ni se puede probar la orden ni sus motivaciones, ni se puede recurrir a intancias superiores pues en realidad la orden viene de esas instancias superiores.
Se sabe que es así, pero no se dice: se trata de hacer ver que esas órdenes son decisiones libres de instancias independientes únicamente unidas por la comunión de la fe … Incluso que es el expulsado el que se va de motu propio, una baja voluntaria.
Pero es una dictadura, vitalicia y de reproducción endogámica (el dictador pone a dedo una camarilla cardenalicia de su diseño para que pongan de entre ellos al siguiente dictador), y el disidente si su disenso llega a tener una cierta publicidad y un cierto apoyo, es sancionado, incluso expulsado, pues se ha salido de la uniformidad, y ha discutido la autoridad del dictador disfrazado de Santo.
La entrevista termina en la palabra en negrita ‘antihumano’ (olvidé poner las comillas, pero el texto está claro abriendo el link de la entrevista.
Los tres últimos párrafos de mi comentario no son de la entrevista sino míos.
María, en realidad tienes razón, y en mi modesta opinión no la tiene J.Miguel Vallejo, que parece no querer profundizar para quedarse en la apariencia.
El propio Arregi aclara en esta entrevista cómo el aldeano tira la piedra y esconde la mano.
El poder dictatorial episcopal vaticanesco quiere callar a cualquier disidente que adquiera cierta publicidad, así también a Arregi hace tiempo, y la orden va bajando de superior a superior de menor rango -los cuales ya saben cada uno cómo tienen que complacer a su superior- hasta que el inmediato superior -que sólo es un mandado del dictador de la piramidal y esbelta dictadura Vaticana- le transmite verbalmente la sanción al sancionado, en este caso Arregi.
http://www.deia.com/2010/09/02/sociedad/euskadi/entrevista-integra-en-onda-vasca-a-joxe-arregi
Entrevistador : Esto es casi el final de una película que arranca, entre otras cosas, un 23 de diciembre en el que le imponen guardar silencio, se lo impone el nuevo obispo de San Sebastián y usted lo rompe en junio luego por lo tanto dice, estaba prácticamente cantado que al final, como no hay sitio para los insumisos yo me tenía que marchar, no?
Arregi: Si, pero me permite una pequeña matización?
Entrevistador: Por supuesto.
Arregi: El 23 de diciembre no es el nuevo obispo Munilla, que todavía no había tomado posesión el que me impone el silencio, sino que lo hace el provincial franciscano a petición de Monseñor Uriarte.
Entrevistador: Oiga y por qué molesta tanto una voz libre o crítica o lo que sea , desde luego respetuosa, por qué molesta tanto en la Iglesia?
Arregui: Bueno pues molesta lo mismo que cualquier voz que disiente molesta en todas las estructuras. No me extraña a mí que determinadas opciones y opiniones y expresiones resulten molestas. Lo que me resulta mucho más difícil de entender a las alturas en que vivimos pues es que no se abra no se dé margen, también al disenso y a la divergencia de opiniones y de teologías dentro de la Iglesia, que moleste se comprende pero que se piense que esa divergencia de opinión, pues ahí se juega la fe y la fidelidad al Evangelio, eso no lo acabo de entender y que en base a esa identificación de una opinión con la fe y la fidelidad al Evangelio se prohíba la libertad de expresión y de pluralidad de posiciones en la Iglesia eso resulta ya no sólo anacrónico sino claramente antihumano.
La jerarquía de la ICAR es superexperimentada en falsear la realidad: así en este caso parece que es Uriarte el que motu proprio impone la sanción de silencio a Arregi (no me extrañaría que incluso disfracen la sanción como un ruego especial del Obispo al sancionado).
En realidad todo está controlado férreamente desde el dictador Papal (mira que llamarlo SantaSede SantoPadre), a través de sus delegados-comisarios (Rouco en España) cuidadosamente elegidos a dedo por el dictador.
Por eso Arregi viene a decir en algún lugar algo así como que Munilla no es más que un mandado , un peón, al que no guarda ningún rencor, que se presta a ser manejado por el dictador.
Eso no se lo cree nadie Miguel, porque Uriarte no tenía nada contra Arregi y Munilla estaba hecho un tití porque Arregi había dado a conocer sus tejemanejes inconfesables cuando era párroco ( lo de la carpeta “Mafia” que había montado Munilla).
Y como ya sabemos como son los juegos de poder institucional, que nunca dan la cara abiertamente sino que presionan sobre un tercero a quien encargan el marrón, haciendo honor a la verdad hay que decir que quien silenció a Arregi fue Munilla ( aunque la orden concreta haya venido por cualquier otra vía).
Y ahora le quería silenciar de nuevo y desterrarle a América Latina, presionando para que la orden franciscana lo hiciera, claro. Él tira la piedra y esconde la mano. Y esto es verdad y tú lo sabes. Pero no va a ser posible ni más silencios ni el destierro, porque Arregi ha decido seguir siendo franciscano, pero sin hábito, para poder escribir y hablar con libertad.
Y yo sigo sin entender a esta jerarquía, que nos silencia a los buenos teólogos (en cuanto ven que tienen un cierto éxito) y deja a los pederastas en sus puestos.
Ahí está la sociedad belga tirándose estos días de los pelos por no haber cuidado mejor a sus niños y haberlos dejado en manos de la Iglesia católica.
Bueno, Miguel, más de lo mismo, sin concretar nada, como de costumbre.
Hablas de acusaciones injustas, muchas opiniones parciales, muchos especialistas no religiosos para interpretar la historia …
Nada te impidió citar a alguno que diga que en tiempo del inicio de la predicación de Francisco de Asís, cualquiera podía ponerse a predicar por ahí, sin la autorización de la jerarquía, y además predicar cosas parecidas a las de los cátaros (la Señora Pobreza), sin correr peligro de acabar como los cátaros.
Así que adiós pues dices que te vas te vas, o … hasta tu siguiente comentario, como tú quieras. ¿Desojo la margarita? Me contesta, no me contesta porque ha vuelto a decir adiós, me contesta, no me contesta … Tú verás, amigo, haz como mejor te conforme, no tengo ninguna margarita a mano.
Quién sabe … mañana ponen otro hilo que te atraiga como el de Cuba, y vuelves aunque hoy te vayas, o sin haberte ido. Saludos cordiales. A Dios.
Una puntualización Maria, Munilla no silencio a Arregui, fue Uriarte, el mismo lo dice: El 23 de diciembre no es el nuevo obispo Munilla, que todavía no había tomado posesión el que me impone el silencio, sino que lo hace el provincial franciscano a petición de Monseñor Uriarte.
Javier tu revisionismo histórico no deja de sorprenderme, y la historia no sólo la escribe los vaticanista, hay muchos especialistas no religiosos que tiene la preparación y los conocimientos para interpretar la historia, pero dejémoslo. Decirte, Javier, que he intervenido más porque, aunque sólo ante todos, me molesta muchas acusaciones injustas, muchas opiniones parciales, podría pasar de todas estas críticas, algunas justas, nada gano con disputas y con enfrentamientos. Javier y amigos de Atrio suerte y adiós.
Querido J. Miguel,
Abre un poco la mira, quita las orejeras, que sin el Sol al que aludes, no habría la Luna que contrapones; que yo no admita alguno de tus razonamientos –tópicos algunos- no significa que sólo admita mis razonamientos, como me acusas ahora. En los cuatro años que ando por este Atrio ye visto evolucionar mis razonamientos gracias a los de los demás que andan por aquí.
Que yo no me crea la historia que cuentan los vencedores (especialmente la de los vencedores de la Cruzada y dictadura católicas), no significa que niegue la historia. Mírate tú si no te la has creído, la de los vencedores, para que todo te encaje como te manda la para ti Santa Madre Iglesia.
Lo que me conviene a mí es la verdad, no tener razón; mi opinión (mi modesta opinión la suelo llamar) no es más que una entre muchas en este foro, y coincide en parte con otras, con ninguna en todo. O sea como los demás. Y entre los demás, del montón, de la parte baja del montón. Ahí también está mi ego, creo, aunque a veces lo pierdo de vista y cada vez me preocupa menos.
Sé –no lo dudo- que muchas opiniones aquí están mejor fundadas y elaboradas y tienen mejor conocimiento de causa que las mías. Desgraciadamente no lo he visto en las tuyas. Pero el contacto ha sido muy superficial, así que no significa gran cosa.
Adiós J. Miguel, te creo que esta vez es la última ahora ¿o no? Hasta pronto pues (creo, como tú, que pronto nos veremos ¿no?) Saludos cordiales.
P.D. entre cristianos el diálogo nunca es imposible. Incluso sin palabras es posible.
¿Cómo que no parece que nadie quiera silenciar a Arregi? ¿Es que usted no se ha enterado todavía que Munilla, abusando de su poder, porque nadie tiene derecho a quitar la palabra a otra persona, lo puso en completo silencio desde noviembre pasado? O sea, ya lo ha silenciado durante 9 meses!!!
Qué jerarquías son estas que nos silencian a los buenos teólogos, hasta el punto de tienen que dejar el hábito para poder hablar con libertad y seguir escribiendo, y encubren durante años a miles de curas pederastas hasta que les es imposible seguir haciéndolo. Y entonces, si mucho los cambian de parroquia, y si es un obispo ni eso, sigue en su puesto!!
Han perdido totalmente el sentido del evangelio…
Bueno Javier, nuestro diálogo es imposible, yo hablo de la luna y tu del sol. Disculpa que te diga, pero no admites má que tus razonamientos, niegas la historia, niegas cualquier argumentación documentada si no combiene a tus planteamientos, aunque fueras el mejor historiador para interpretar la historia, el mejor teólogo para interpretar el hecho religioso, el mejor exégeta para interpretar las escrituras, no sería más que TU OPINION, TU INTERPRETACION, vives en la negación de todo lo que no te conviene. Y esta, es la última. Un saludo.
Cuando quieras irte te irás J. Miguel; más que irte, lo que quieres es quedarte con, o decir tú, la última palabra.
Mientras no quieres irte, aquí estás bien, si no ya habrías ido; además veo que también has metido más comentarios, después del que me has contestado -¿a eso le llamas tú irte?-;
Si quiero los leo, pero si los leo no te trato de echar a ti la culpa de haberlos leído yo. Conviene analizar las acciones propias con sinceridad, para no contar pelis engañosas). Esa es la realidad, no lo que tú cuentas.
No culpes más que a ti mismo, si no ‘te dejas’ irte: aquí no se obliga a venir ni a estar a nadie. Si sigues estando es porque quieres.
La historia la suelen escribir los vencedores; conviene tenerlo en cuenta para conocerla, y así interpretarla adecuadamente. Los vencedores se montan las pelis y las tratan de colar como historia.
El paralelismo lo has hecho tú, no el título del hilo.
En cuanto a la jerarquía, que no la ICAR (no conviene confundir la jerarquía con la ICAR pues lo mejor de la ICAR no es la jerarquía), trató de aprovechar de Francisco de Asís lo que creyó que podía aprovechar, y le autorizó a predicar. Fue Francisco el que benefició enormente a la ICAR, con su predicación de Jesús y su mensaje, pues Jesús era pobre y marginal, nada que ver con los poderosos jerarcas que se han apoderado ICAR, en tiempos de Francisco también, desde mucho antes.
Lo mismo hace Arregi (paralelismo correcto).
Es Arregi con su postura libre el que beneficia a la Iglesia de Jesús, no la jerarquía, con su habitual ordeno y mando. Gracias a Arrregi sale ganando la Iglesia de Jesús, lo mismo que hiciera Francisco de Asís. Todo buen franciscano sigue a Jesús.
Saludos cordiales
Javier Renobales, está visto, majo, que has encontrado en mi un antagonista dialectico e ideológico en donde desahogar tus fobias religiosas, y yo, que me quiero ir pero que no me dejan, que soy muy testarudo y peleón, como buen nacido en la ribera riojano-aragonesa-navarra, pues entro al trapo.
Javier la verdad es que tienes una forma de interpretar la historia muy a tu particular estilo, quizá es que utilizas el guión de alguna de las películas realizadas sobre la vida de San Francisco que has visto por el cine o la televisión. Te recomiendo que leas los Escritos completos de San Francisco de Asís. http://www.franciscanos.org/esfa/escritossf.html
Y algunos de los estudios y libros sobre el Santo. http://www.franciscanos.org/sfa/menud.html
Veras que en contra de lo que tú dices, es la Iglesia la que apoya, desde el primer momento a San Francisco en su proyecto, protegiéndole de la sociedad civil de la época y acogiéndole en su seno. No me cuentes más pelis.
Y el paralelismo es evidente, quién es un buen franciscano, el que intenta parecerse al fundador del franciscanismo es decir a San Francisco de Asís.
J. Miguel Vallejo,
Francisco de Asís quería predicar a Jesús y su mensaje; si lo hacía por libre, o sea sin la autorización del Papa, y además siendo un laico vestido muy pobremente como era Francisco cuando empezó a predicar, iba a ser rápidamente considerado un hereje y como tal lo callarían para siempre.
No olvidemos que en los primeros años del S. XIII Francisco predicaba la Señora Pobreza, algo bastante parecido a parte de lo que predicaban los cátaros, los cuales no se sometían a la jerarquía católica y fueron considerados herejes y pasados por las armas.
Francisco obtuvo la autorización de Inocencio III en un momento en el que, según explica E.M. Almendingen, todos los prelados reunidos en Roma se estremecían ante lo que predicaba Francisco, que ellos consideraban como una nueva y peligrosa herejía.
¡Con que absoluta pobreza, eh?! ¿Quién podría arreglárselas en la vida sin tener nada de nada?, bramaban los prelados
Los seguidores de Francisco, los hermanos, al conocer aquellas amenazadoras murmuraciones, empezaron a tener miedo y rogaron a Francisco que dejase Roma inmediatamente, pero él no quiso admitir la derrota. ‘Si nos vamos ahora, dijo, cualquier Obispo de Umbría podrá decir que hemos sido condenados por el Santo Padre. Esta es la idea, en palabras prácticamente literales (no 100% literales pues las he resumido) expresa Almendingen.
Francisco obtuvo la autorización del poderoso Inocencio III. Si no la hubiera obtenido, es muy posible que hubiera acabado siendo asesinado por hereje, como cátaros y albigenses. Los obispos eran muy ricos, y muchos católicos influyentes también, y no les gustaba nada lo que predicaba Francisco.
Es necesario tener en cuenta estas circunstancias de la época, pues son muy deferentes a las que tiene Arregi ahora, pues los jerarcas católicos ya no pueden matar impunemente, como hacían con la inquisición católica, o con las cruzadas católicas.
En cuanto al título del hilo, se compone sólo de cuatro palabras ‘un franciscano de verdad’, en las cuales no hay ningún paralelismo de ninguna persona con otra. Eres tú el que has hecho un paralelismo entre Francisco de Asís y Arregi, diciendo que el primero obedecía a los jerarcas, y el segundo no, por lo que, si no te he entendido mal, lo calificas de mal franciscano, diciendo que no es un buen franciscano.
En cuanto a si te vas o te dejas de ir, eres bien libre, como cualquiera; si dices que te quieres ir pero no te vas, pues … tú mismo. Por mí está bien que hagas lo que mejor te parezca.
Hasta pronto pues (esta vida es un suspiro) saludos cordiales.
Rectificación ortográfica:
3)creo que cada uno HA de seguir
Aprovecho para felicitar al que pone las imágenes , son preciosas.
Me voy a comer¡¡
1)En referencia a lo que decía Pepe, una consulta
TEnía entendido que la capacidad de consagrar la mantiene un sacerdote siempre. Lo que puede hacer el Sto Padre y no sé quien más es prohibir que celebren Misa y consagren Si lo hicieran Cristo bajaría al ex-pan, pero el sacerdote que consagra teniendolo prohibido cometería una falta grave
Es así (se entiende que estoy preguntando a nivel de lo que dice la Igleisa, no es una consulta de opiniones)?
2)¿ha sido dogma de fe que la tierra es el centro del universo? (no sé de quien es el comentario, es muy difícil esto de leer y escribir moviendo la pag arriba y abajo ;O)
3) Creo que cada uno a de seguir su conciencia, lo tengo clarísimo Pero eso no tiene porque descalificar a los que optan por la obediencia.
La obediencia a palo seco es una cutrada de inútiles y cobardes
(uff quizás me he pasado un poco)
La obediencia por amor es fascinante
Ejemplo real: al morir la madre de una amiga, la hija pasó a cuidar del padre. Le preparaba libritos pq pensaba que le gustaban, hasta que él le dijo que no, que solo le gustaban porque le gustaban a la madre Ya sé que no es lo mismo los libritos que los dogmas, pero es que una es de las cosas de casa (véase que he escrito una frase con tres gustaban… viva la variedad de la lengua¡¡¡ ;O).
Otro abrazo a todos (uno a compartir je je je
Apoyo lo que dice Sarronandia de invitar a José Arregi que siga mandando la carta de los jueves. Cariñosos saludos a todas y todos.
No parece que nadie quiera desterrar y silenciar a Arregi, están sus declaraciones que lo afirmar y los comunicados del obispado y de los franciscanos que lo niegan, si se quiere tomar partido por una parte del todo, pues vale. Que todas las jerarquías, del Vaticano para abajo, sean encubridoras de los graves delitos de pederastia es injusto e inesacto, lea el informe de la Comisión en donde se indica que las investigaciones se inician a instancias del Vaticano.
Si no quieren que me quede, cosa que no quiero hacer, no echen más leña al fuego.
Señor Vallejo: Me voy pero me quedo.En que quedamos.Nadie le ha prohibido nada,aunque así fuera,tiene todo el derecho de no estar de acuerdo con ciertos comentarios,sin embargo a Arregui la muy santa Iglesia le ordena el silencio y el ostracismo,usted mismo vea la diferencia,en el caso suyo si quiere sigue,en el otro……..
No, no es Arregi quien lo afirma uniteralmente. Munilla ha impuesto esas condiciones a los franciscanos, que silencien y destierren a Arregi, usando además contra él expresiones insultantes y poco cristianas que no quiero repetir. Claro está que no lo ha puesto por escrito, no se va a pillar las manos por segunda vez, tan tonto no es.
Lo que yo nunca podré entender es que un buen teólogo como Arregi tenga que callar por pensar con libertad, y a los curas y obispos pederastas, que sí hacen un daño tremendo hasta el punto de provocar suicidios, se los proteja y se los mantenga en sus puestos y funciones. Porque si ahora se los ha dimitido, es poque ha habido una investigación civil, si no todas las jerarquías, del Vaticano para abajo, los seguirían encubriendo.
Algo hay muy podrido dentro de nuestra Iglesia para hacer esto.
Honorio, ya se que me van a criticar, cómo no, pero habría que preguntarse si ¿ no es Arregi el que no quiere el diálogo, si no es el el que quiere imponer sus ideas, y aprovecha la ocasión,conscientemente, para plantear este conflicto para desprestigiar a la Iglesia?. Coincido con usted en que a mí, también, empieza a aburrirme un poco esta discusión donde se repite siempre lo mismo, por lo tanto dejémoslo. Gracias y buenos días.
Bien, ya que me siguen aludiendo, contesto a los comentarios.
Fico, disculpe por entrar en su casa y cusetionarle e importunarle con mis opiniones, no sabía que Atrio era su casa y que le tenía que pedir permiso.
Dice que estoy a favor:
” del abuso de autoridad que condena al silencio (a la atrofia y a la muerte intelectual, o al aborto retroactivo) a un franciscano, doctor en teología, que ha dedicado su vida a profundizar en ella (y a vivir consecuentemente con ella), frente a la presunta autoridad de un simple licenciado en ella (Munilla), que ha dedicado la vida a su medro personal en la jerarquía religiosa hasta llegar a obispo”.
Quién acepta unas normas no puede quejarse de abuso de autoridad, cuando al incumplirlas se le pide explicaciones. Si usted comete una inflacción de tráfico no puede acusar a DGT de abuso de autoridad. Que se sepa Munilla ni condenó al silencio, ni planteó nada parecido, confirmado por la Orden Franciscana, es Arregi unilateralemente el que lo afirma. Tampoco sabía que el grado académico faculta para dirigir los destinos de la Iglesia, puesto ha hacer paralelismos con el ámbito político, al que ustedes tanto aluden, ni Zapatero, ni Pepiño Blanco deberían ser Pressidente, ni ministro. Que le vamos ha hacer si tengo atrofia intelectual y estoy atrasado y poco evolucionado, repase sus afirmaciones y sus alusiones. Y lea mis comentarios y los suyos y observe, sin fanatismo, quién es el intolerante, quién no quiere el diálogo.
Javier el paralelismo está en el título de este posts, recuérdelo. Usted mezcla, en mi opinión, muchos temas que poco o nada tienen que ver con el tema central, lleva el ascua a su sardina ideológica, mezclando personajes, contextos históricos, atribuyendo opiniones y actuaciones que nada tienen que ver con la realidad. háganselo ver por favor………….
en mi vida tuve la suerte de convivir con personas religiosas que me abrieron los ojos al misterio, al sabor de la transcendencia, …
hoy me encuentro con una Iglesia llena de certezas, pero a mi me enseñaron un iglesia de preguntas…
certezas… de que? un sistema solar, un via lactea, un vagar solitario en el universo, big ban,… en serio, certezas de que.
jamás pensé que dudase apuntar a mis hijos a una catequesis, a una catequesis con textos “renovados” (sic)
siento que a corto no tenemos futuro como movimiento,
sin embargo, seguiré gozando del mensaje de Jesús. lo que me preocupan son mis hijos, q les llegará de nuestra fe?
eskerrik asko!
Respetando todas las creencias, me resulta muy difícil discutir sobre un tema relacionado con la Iglesia Cristiana o con todo lo que genera: en cuanto a movimientos humanos de todo tipo, reformistas, conservadores, que no le prestan atención a los descubrimientos y a las revelaciones, y todavía conserva mucho del incongruente dogma que data de los tiempos medievales. Las mentiras del cristianismo se remiten a predicar y considerar como sagrado un evento histórico que, en mi opinión, no sucedió.
La referencia documental, Nuevo Testamento, no es más que el resultado del acuerdo, obtenido trabajosamente en el Concilio de Nicea, de la elección entre más de cuarenta evangelios presentados a debate llenos de contradicciones entre ellos. Hay demasiados indicios de que Jesus de Nazaret no era más que uno de tantos iluminados que pululaban por la parte sur del Imperio y que los romanos se quitaron de en medio como a cualquier molesto ruidoso, un judío preocupado por la la pureza del judaísmo, que nunca dejó de ser judío, ni hubiera soñado con ser otra cosa, ni mucho menos con redimir de nada a la humanidad. Que el cristianismo no es más que la ocurrencia que se le pasó por la cabeza a alguien que, ni siquiera conoció a Cristo, Saulo autorebautizado como Pablo, que fue el verdadero fundador del cristianismo. En cuanto a la historicidad y autoría de los cuatro evangelista no voy a entrar en ella porque sería muy extenso. Sólo decir que el análisis de los textos del Nuevo Testamento ha demostrado sobradamente, incluso para estudiosos católicos, que todo es una patraña mantenida por la Iglesia a lo largo de la Historia.
Con respecto a la vida y muerte de Jesús, es donde se denota la mayor de las dudas entre lo evangélico y lo real. Flavio Josefo, cronista de Jerusalén para los días en que habría muerto (más o menos 786 de la fundación de Roma), gobernaba el imperio Tiberio César, y Poncio Pilatos la Judea de Palestina; el cronista no refiere más de dos líneas relatando que fue condenado a ser crucificado por “sedición” y que estaba acompañado tan solo de su madre, hermanas y hermanos. El texto no habla de sus dotes milagreras. Sin embargo, Flavio Josefo sí ofrece, el primero que lo hace, todo un capítulo destinado a los Esenios, como una secta secreta de los judíos que eran muy respetados, los cuales –lo asoma allí, y se corroborará después con los textos de Qumram-, habla de maestros que eligen doce discípulos, practican el ayuno con frecuencia, igualmente la cena pascual, el mensaje de amor, hablan del “Hijo del Hombre” y otras características encontradas que iban más allá de las ataduras terrenales, muy semejantes a las apreciadas en los Evangelios. Pues bien, para la época, los romanos habían mandado a la muerte por crucifixión, no menos de 60 Cristos, casi todos provenientes de la escuela esenia, que no era la única que desestimaba a los romanos, también la jerarquía sacerdotal tenía seguidores, ninguna de las doce tribus de Israel que habitaba en palestina tragaba a los romanos, hasta que toda ella fue exterminada por el emperador Tito en el año 60 d. C.
Ya sabemos que pasó después del Concilio de Nicea. Los dogmas son producto del confuso desarrollo del corpus cristiano en los primeros siglos de su andadura. Por una parte plagian mitos de las religiones mistéricas del siglo I y, por otra, intentan legitimarse con las profecías mesiánicas de la Biblia. La imposibilidad de armonizar ideas de tan opuestos orígenes los lleva a incurrir en absurdos y contradicciones que ellos resuelven del modo más burdo: proclamando esos dogmas y misterios que el cristiano está obligado a creer si quiere salvar su alma, aunque repugnen a la razón y al sentido común.
La fe se ha utilizado para mantener a los fieles resignados con las injusticias del mundo. Es un instrumento en manos de las clases privilegiadas y de una institución, la Iglesia, que vive de vender humo. Esto es aplicable a las distintas religiones, claro. Los cristianos, como los de las demás religiones, que se hacen preguntas acaban abandonando el redil. Quedan los que aceptan ese compendio de patrañas y se aferran a él porque necesitan creer que la vida no termina con la muerte. Personalmente no me parece censurable, allá cada cual.
A mi lo que diga una determinada confesión religiosa me importa poco, sí me preocupa que una ideología totalitaria y extremista como el Islam, que sirve como base doctrinal a muchos gobiernos, asesine a mujeres impunemente.
En En-red, J. Bedoya recoge unas palabras de Joxe Arregui que fijan su posición como creyente y como miembro de la Iglesia. Ne pensado en ellas como respuesta a los repetitivos mensajes de J. Miguel Vallejo. Joxe Arregui dice: “No pretendo tener razón, solo pido que haya lugar en la Iglesia para poder pensar, enseñar y actuar de manera diferente, y que las opiniones que se consideren erradaas se combatan únicamente con argumentos de razón. Si el cristianismo romano no quiere convertirse en una pieza de museo o una secta deben hacerse unas enormes transformaciones de fondo: democratización de todas las instituciones, lectura crítica de la Biblia, y con más razón del dogma, vivencia de una espiritualidad mística y transformadora más allá de todo dogmatismo y moralismo, aceptación del principio de la laicidad”.
J. Miguel Vallejo, ¿no le parece que estos criterios de Joxe Arregui podrían ser aceptados y compartidos por muchos buenos católicos? ¿Y que Joxe Arregui puede ser un buen franciscano por sustentarlos? Por supuesto que San Francisco de Asís prefirió liarse la manta a la cabeza y obedecer al Papa y a los obispos, o más bien no hacerles frente. Pero no habría estado nada mal que expresase sus reservas ante decisiones de la jerarquía que en aquellos momentos no fueron acertadas ni bienintencionadas. Ya sabemos cómo las gastaban los Papas-señores feudales en la Edad Media.
De todas maneras, no estamos en la Edad Media ni en el feudalismo, J. Miguel Vallejo; estamos en un mundo globalizado y muy apegado al sistema democrático. Y el Vaticamo II nos aconsejó que nos pongamos al día; ya sabe, lo del aggiornamento.
Y perdónenme ustedes, pero a mí empieza a aburrirme un poco esta discusión donde se repite siempre lo mismo…Saludos
Buenas tardes.
Un poco de moderación es siempre bien venida y enriquece el diálogo. Todos, en mi opinión, llevan su parte importante de razón. Lo que sucede es hay varios que discrepan de uno, y la mayoría no siempre tienen la razón, como pasa con la Iglesia Católica que por ser más numerosa no tiene porque tener la razón, por eso anima a J.Miguel a que siga dialogando y participando.
José Arregi ha tenido la madurez suficiente para no permanecer en un lugar que va en contra de su interpretación evangelica, de sus creencias y de su fe. Que se haga después de él un icono de la insumisión, de la libertad de expresión y de conciencia, me parece correcto, pero sin excederse, porque siempre hay claro oscuros en la situaciones y en las decisiones.
Efectivamente para mí el hecho central de Jesús es su mensaje de salvación por el amor: amáos los unos a los otros como yo os he amado.
Aunque no hubiera resurrección (yo creo que Jesús ha resucitado como las demás personas humanas que ya han muerto) y esta vida terrana se acabara para siempre con la muerte, ya tiene un maravilloso sentido esta vida humana finita por sí misma gracias a ese mensaje de amor que nos salva durante esta vida terrena, y en la otra vida, si la hubiere
J.Miguel Vallejo,
Un poco de rigor, por favor. El que ha hecho el paralelismo de Arregi con Francisco de Asís has sido tú, diciendo el 08-Septiembre-2010 – 21:52 pm : “Joxé Arregui … Para mi ha demostrado que para nada es un buen franciscano. San Francisco … Fundó la orden franciscana de acuerdo con los requisitos de la Iglesia y les pedía a los frailes obedecer a los obispos”.
Yo digo que has hecho muy mal el paralelismo, J. Miguel, porque como ya he dicho, il poverello sólo podía predicar y organizar una orden, sometiéndose a la jerarquía católica, porque ésta asesinaba a los cristianos que, como cátaros y albigenses, no se le sometían.
Así se ha ido imponiendo el catolicismo. Todavía tenemos fresco en España el ejemplo de la Cruzada fascista por Dios y por España, bendecida por los Papas y sus delegados que se hacen llamar Obispos, que representan al Papa que los ha impuesto a dedo, y a nadie más, desde luego no a Jesús, el cual ni se imaginó siquiera nunca semejante dictadura eclesial en lugar del Reino de amor que nos quiso traer, lo que era la causa de la vida de Jesús, por lo que luchó toda su vida convencido de que Dios intervendría para traerlo.
Para mí la unidad de los cristianos es en el amor (‘en esto conocerán que sois mis discípulos, en que os amáis’), no necesariamente en la doctrina. El pluralismo es inherente al cristianismo. Para ti J. Miguel sólo la interpretación de tu Magisterio católico ultraconservador, al que consideras infalible porque crees que Dios interviene para que no se equivoque, es la única posible interpretación del mensaje de Jesús y su vida.
Para mí no. Si Dios interviniera para iluminar al Magisterio –precisamente son todos sacerdotes, cuando Jesús fue siempre un laico y lo asesinaron los sacerdotes, y sus discípulos también eran laicos-, no meterían la pata tanto como lo han hecho a lo largo de la Historia.
Por ejemplo, sostener que Franco fue Caudillo de España por la Gracia de Dios, metiéndolo bajo palio en los templos y dándole facultad para intervenir en el nombramiento de los Obispos, como ha hecho la jerarquía católica durante tanto tiempo –y aún hoy no se han arrepentido- es venderse por unos privilegios materiales, además de ser pura política a favor de los poderosos. Jesús luchó contra los poderosos y le fue la vida en ello.
Si fueran la mitad de buenos jerarcas, que lo buen franciscano que es Arregi, los jerarcas católicos habrían luchado cristianamente (al menos una vez terminada la guerra) por la reconciliación, el perdón y la democracia, en lugar de haber azuzado la Cruzada y la dictadura criminales tantas veces en la historia de la ICAR.
(J.Miguel, no tengo inconveniente en llamarla más corto, Iglesia Católica, pero me cuesta más teclearlo, pues me es más fácil escribir ICAR, y no ofende a nadie, como sucede cuando escribimos y decimos ONU, o FIFA, o CEOE, o UGT, o CELAM …etc.) (Creo que hay mucho de pretensión de exclusividad al decir la Iglesia, como si sólo hubiera una, cuando el mundo es mucho más grande que esa corta mira. Con esto de la terminología católica se dan casos curiosos, como el de no querer decir ‘hostia’ y sustituirlo por ‘sagrada forma’, como si hostia fuera algo malo o irrespetuoso).
Bueno J. Miguel, te digo que te deseo lo mejor, ya que dices que te vas te vas y creo que te acabas de marchar de aquí. Sabemos que tenemos dictadura en la ICAR para rato por desgracia, y ultraconsevadurismo también, en tandem con la dictadura vaticanesca.
A los conservadores os va bien esa ICAR vaticana dictatorial, pero la Iglesia de Jesús es otra cosa, pues Jesús no era conservador, lo eran los sacerdotes a los que combatió y por eso ellos le asesinaron.
Saludos cordiales.
Para Juanito
Ante todo, gracias por haberme leido, me satisface que lo hayas hecho y si en algo mis palabras te ayudan, pues me alegro mucho.
No creo que Munilla, va a hacer nada contra los firmantes del manifiesto, es suficientemente inteligente como para darse cuenta que eso le conduce a un rechazo de la sociedad y del clero en particular.
Se tragara su orgullo.
En mi comentario, lo único que pretendía, (quizas no me he explicado bien), es hacer comprender que aunque otras personas no tomen la decisión de Arregui, no es porque no son coherentes, sino porque hay otras razones, que a cada uno de nosotros se nos escapan, y ese mantenerse al frente de las parroquias a pesar de estar en desacuerdo con Munilla, tambien lo han hecho en libertad.
Es decir Arregui ejerce su libertad, pero aquellos que se quedan tambien y a veces valoramos a quien como Arregui toma una decisión y no hacemos lo mismo con aquellas personas que en su silencio ejercen su libertad.
Esto es lo que pretendía decir, pido excusas si mis palabras han sido mal interpretadas.
Gracias Juanito por tu delicadeza.
Paz para todos
Para J. Miguel Vallejo.
Estamos acostumbrados a respetar, admirar y valorar EN MUCHO, el abnegado y amoroso esfuerzo de los padres de chicos con síndrome de Down y otras limitaciones parecidas, por ayudarles a desarrollarse e integrarse hasta llegar a valerse por sí mismos e independizarse. Y a sentir un profundo respeto por la vida, defendiendo también la de los no nacidos y estando –yo por lo menos- claramente en contra del aborto a la carta. Por eso me resulta incomprensible el discurso de quienes, coincidiendo en valorar ambas cosas, ahora, sólo por disciplina de grupo, por respetar las normas de su iglesia, se posicionan a favor del abuso de autoridad que condena al silencio (a la atrofia y a la muerte intelectual, o al aborto retroactivo) a un franciscano, doctor en teología, que ha dedicado su vida a profundizar en ella (y a vivir consecuentemente con ella), frente a la presunta autoridad de un simple licenciado en ella (Munilla), que ha dedicado la vida a su medro personal en la jerarquía religiosa hasta llegar a obispo (¿autoritario general de división…?, y nunca mejor dicho lo de división), con la obediencia debida como único argumento ¡! ¿Cómo entiendes tú la parábola de los talentos? ¿Antepones la obediencia al arbitrario abuso de autoridad de un tercero, a la llamada de Jesús a crecer y desarrollarse? ¿Te suena lo de: «Bien siervo bueno y fiel» dirigido al que multiplicó los talentos aún a riesgo de perderlos (quizá buscando tras la frontera…) y lo de: «Siervo malo y perezoso», dirigido al que por miedo a perderlos, por no salir a buscar, se limitó a enterrar el único que tenía. Perplejo me quedo.
Quienes criticamos a la iglesia católica sus errores no lo hacemos por desahogo, ni por el gusto de criticar, ni tenemos un especial interés en instalarnos en la crítica permanente (tenemos cosas mucho más interesantes que hacer). Lo hacemos porque forma parte del análisis del por-qué de nuestro atasco religioso, porque descubrimos en el autoritarismo doctrinal de la jerarquía religiosa (que no de la Iglesia) las causas de la atrofia de la fe de los creyentes. Y profundizando en la crítica descubrimos el modo de trascender la religión y hasta a uno mismo y de llegar, mediante la espiritualidad, al descubrimiento de la presencia del Dios Jesús de Nazaret en lo más hondo de uno mismo… y al encuentro de presencias: Suya-nuestra, en la que se acabará recibiendo el don de la fe.
Es un largo proceso…, y apenas el principio de algo inigualable… Y no es mi culpa (seguramente es la de la jerarquía religiosa) que cuando esto se expresa así, otros más dóciles a su magisterio, por contraste, sientan como si se cometiera con ellos un cierto agravio comparativo… y reaccionen enfrentándose y rechazando el proceso que ha llevado al otro a un nivel diferente de evolución: el paso de lo religioso a lo espiritual.
Me entristece profundamente el proceso de atrofia del intelecto y de la fe de los fieles que la jerarquía religiosa promueve y por ello reflexiono sobre ello y lo critico. Pero lo hago en Atrio, no voy los domingos a la salida de misa a criticarlo allí. Allí dejo en paz a quienes libremente desean ir a misa y respeto que su proceso de evolución vaya a su paso y a su ritmo; y ojala nadie impida que lleguen muy lejos. Pero aquí en Atrio lo hablo con libertad, porque Atrio es lugar de encuentro de lo sagrado y lo profano y porque aquí hablamos desde el deseo de crecer mediante el diálogo (no desde la obediencia a una doctrina impuesta) y el contraste con las experiencias de los demás.
Pero lo sorprendente es que vengan a Atrio (y pese a todo sois bienvenidos) a impedirnos hablar: los inflexibles del dogma y obedientes de la religión. Y que encima nos acusen de pensamiento único y de no dejarles discrepar. Pues sí, hombre, sí, claro que puedes discrepar, pero yo también. Yo no he ido a tu casa a importunarte ni a imponerte mis opiniones. Eres tú el que vienes a la nuestra (también tuya, e insisto: eres bienvenido) a exponer, no la tuya, sino la de la jerarquía religiosa y a quejarte de que discrepemos de ella y a “amenazarnos” con marcharte si no te damos la razón. Pues…, qué quieres que te diga…, veré con tristeza tu marcha, pero no eres el primero que se va a enterrar sus talentos a la iglesia.
Explorar y descubrir tras la frontera siempre es más arriesgado (un salto sin paracaídas confiando sólo en Dios, pero también más prometedor), que buscarlo –o enterrarlo- en los cajones de la sacristía. Y espero que no te suene a presunción desafiante, pues no lo pretendo. Pero si contiene un cierto desafío, no es porque provenga de mi intención provocadora –que no la tengo-, sino de la propia llamada de Dios a la trascendencia, a traspasar fronteras, arriesgándonos, en Su búsqueda. Lástima que la jerarquía promueva que haya quienes se conformen con mucho menos, pero asegurándose de que les den su pequeña dosis dominical.
Un proceso no tiene por qué estar reñido con el otro, creo que hay mucha buena parte del camino que podemos hacer juntos. Y a mi me importa mucho más la comunión, que la institución. ¿Y a ti?
Mire Javier, por más razonamientos, por más que me remita a las fuentes históricas, documentales, a los estudios y a los datos concretos, usted/es seguirán negándolo y interpretando todo a su manera, afirmando y pontificando sobre lo que Jesús, San Francisco o quién sea quiso decir, saben ustedes más de ellos que los mismos protagonistas, que los estudios realizados durante miles de años.
Ustedes son los interpretes fieles, el oráculo que todo lo sabe, a quién nada ni nadie puede cuestionar. Pueden utilizar el Evangelio como les de la gana (toda ideología, grupos radicales, etc que siempre han estado en contra de la religión, la utilizan no sé para qué fines, bueno sí lo se……), hacer todo tipo de paralelísmos con las posturas de sostiene lo que llaman la ICAR, utilizando los mismos argumentos transnochados y que a nadie, con un conocimiento y una madurez religiosa, convencen, pero seguirán andando por las ramas, porque no quiere reconocer ( no les sirve para sus fines, es mejor el Jesús humano, al que hay que sacar jugo interpretando su mensaje según nos convenga) que el mensaje Evangélico que es otro muy diferente y en que lo que es más importante es la resurrección de Jesús, el hecho más importante de toda la historia de la salvación. Es, por eso, el hecho central de esa historia. Porque es el acontecimiento decisivo en la existencia de Jesús; y en la vida y en la fe de los cristianos. Tan decisivo, que sin resurrección, ni la existencia de Jesús tendría sentido, ni interés, ni la fe de los cristianos su más elemental consistencia.
Vale, olvídenme, Buenos días.
Afirmar que Arregi no es un buen franciscano no es un insulto para J. Miguel Vallejo. ¿Cómo razona su acusación? Me ha parecido entender que porque Arregi ha dejado de someterse a sus jefes eclesiales (yo creo que ha decidido obedecer a Dios antes que a determinados hombres –excluidas la mujeres-).
Si decir que no es un buen franciscano no es un insulto, entonces decir que un cargo es un dictador tampoco es ningún inulto, sino la mera constatación de la realidad; son dictadores los cargos de los Papas católicos, sedicentes elegidos por Dios; y lo son los de Fidel y Raúl Castro, e igualmente lo fue ‘por la Gracia de Dios’ el Caudillogeneralísimo Franco, y Pinochet, Stalin, Videla, el fhürer Hitler (u oberfhürer o como se escriba)… etc.
Dictador según el diccionario significa algo así como el que se arroga u ostenta o controla todos los poderes (creo que el autor del diccionario no pensaba en el poder de la infalibilidad, pues la infaliblidad sólo es imaginable enn la idea de Dios, poder que el único dictador que se lo pretende arrogar oficialmente es el Papa, monarca absoluto donde los haya, que pretende que su poder le viene de Dios y que su ICAR la gobierna Dios).
Creo que Francisco de Asís hubo de obedecer al Papa (el poderoso Inocencio III creo que lo era entonces) porque de lo contrario Francisco no habría podido predicar, ya que si lo hubiera hecho ‘por libre’, sin hacerse aprobar por el Papa la regla de su Orden, habría sido considerado hereje y asesinado (por ejemplo cátaros, cruzada albigense …) por el sistema que el Papa bendecía (lo que a mi modo de ver le convertía en un asesino, cualidad tan frecuente entre los dictadores que en el mundo han sido).
Hoy los Papas y sus torquemadas ya no pueden asesinar como antaño, pues la sociedad civil, muy a pesar del poder religioso de los Papas, ha logrado alcanzar bastante libertad de conciencia y una cierta democracia.
Así que Arregi hoy puede ser insumiso, como lo fue Jesús, aunque quede excluído por ello por la organización dictatorial eclesial católica, pero sin que lo maten por su insumisión como a Jesús, como hubieran asesinado a Francisco de Asís si no se hubiera sometido al poderoso Papa.
Lo que no entiendo es cómo hay católicos que consideran cristiano ese sometimiento católico a determinados hombres (excluidas las mujeres por serlo). Olvidan interesadamente la idea de que el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente (Lord Acton, hacia 1857, refiriéndose al Papado católico, creo recordar).
¿Jesús obedecía a Dios? Pero por favor, el Papa y sus delegados no son Dios, ni lo representan; ni siquiera representan al pueblo de dios, que no les ha elegido, que no ha intervenido en la elección de los dirigentes católicos, como sucedía aproximadamente durante el primer milenio de la ICAR.
Al señor Vallejo, por si usted no lo sabe, Dios nos ha hecho libres, libres de todo; los dogmas no hacen si no esclavizar al hombre, el primero en salir de la iglesia era Munilla por ser el primer desobediente en su anterior etapa.
No sea tan ingenuo (o como ya le han dicho,como los borregos). Como ya se ha dicho, muchos dejaremos de ser católicos, que no cristianos.
A Luciano decirle que los que quedan dentro habiendo dado sus firmas en protesta, veremos qué actitud toman si les presentan lo mismo que a Joxé Arregui, mientras no juzguemos, tiempo al tiempo.
Munilla ya ha demostrado, el aquí estoy en todos los lugares que ha ido. Como anécdota os diré que en la novena de la Virgen de Lourdes, en Lourdes Txiki de Donosti ´,no apareció más que el último dia de sorpresa, y entró como un elefante en una cacharreria, dejando plantado a quien habia celebrado durante todo el novenario. Allí me demostró todo su talante.
Lo que no es El Reino de Jesús: No es de este mundo, no se origino en este mundo ni procura conquistar el sistema mundial. Jesús no vino a establecer una Teoría Político-Religiosa. Jesús declara que si hubiera venido a establecer un reino político en la tierra sus seguidores pelearían, pero como esa no es la naturaleza del reino celestial, no recurren a la guerra ni a la revolución para promover el propósito de Cristo en la tierra, Mateo 26:51-52.
El reino y el gobierno de Cristo estará finalmente en e cielo nuevo y la tierra nueva.
Olvidamos lo más importante que la resurrección de Jesús es el hecho más importante de toda la historia de la salvación. Es, por eso, el hecho central de esa historia. Porque es el acontecimiento decisivo en la existencia de Jesús; y en la vida y en la fe de los cristianos. Tan decisivo, que sin resurrección, ni la existencia de Jesús tendría sentido, ni interés ni la fe de los cristianos su más elemental consistencia.
Me animaron para seguir en Atrio las palabras de mi paisano riojano, Honorio Cadarso, pero creo que debo finalizar mi participación. Les pido que sean más ecuánimes con otros intervinientes, que como yo, tengan opiniones diferentes, en el diálogo esta la convivencia. Gracias.
Hablo de Iglesia en los términos que aquí se utiliza, ICAR como algunos quieren llamarla , claro que hay muchas formas de entender la iglesia y de pertenecer a ella, los católicos no son los únicos cristianos. Y creo que hay un claro repunte, mi parroquía es muy activa, y son los numerosos grupos eclesiales los que movilizan las actividades en ella. Y estos grupos no sólo los forman gente anciana o mayores, la mayoría son jovenes ilusionados, imagino que algunos de ustedes los consideraran unos atrasados, engañados, ilusos, inmaduros, etc, pero dan testimonio de su Fe y la viven dando el 100 por 100 con las actividades parroquiales ( pastorales, litúrgicas), asistenciales ( acompañamientos de ancinos sólos, enfermos), con niños ( apoyo escolar, excursiones etc).
Buenas tardes:
Lo de que “los que estamos dentro de la Iglesia” suena un poco mal, J. Miguel. Es como si la Iglesia fuera sólo vuestra.
Yo creo que cuando alguien critica algo es porque le importa o porque le pagan por ello (caso de muchos tertulianos). Considerando que es el primer caso el que nos mueve, vienen los matices. Tú me dirás que aquí hay unas reglas y que el que las cumple se queda y el que no tiene la puerta abierta a marcharse… Pero es que creo que si no hubiera habido disconformes con la Iglesia, caso de Galileo, pues seguiría apareciendo como dogma de fe que la tierra es el centro del universo…
Si no hay opción al debate, el que quiere opinar diferente se convierte en disidente y se va fuera. Así siempre “estaréis” en mayoría. ¡Pues qué bien!
Pero mira un poco a tu alrededor y verás que las personas que conviven en tu pueblo o ciudad están abandonando la Iglesia. Con lo que los que “estamos fuera” creo que somos mayoría. ¿Nos da eso alguna razón?
Mire Fico, usted afirma, no opina, quién es bueno y quién es malo, quién es el agresor y quién es la victima. Yo sólo puedo llegar a opinar, no tengo el Don de la verdad absoluta como usted, ni soy juez para sentenciar. Hombre reconozco que no tengo tantos estudios como algunos que escriben aquí, llevo desde los catorce trabajando, aunque bastante talludito con cerca de sesenta años he terminado de estudiar Derecho, quizá no sepa lo que leo pero le aseguro que no hablo por obediencia a nadie.
Quién se compromete a vivir según unas normas y unos compromisos no tiene que extrañarse de las consecuencias si no los cumple, nadie le ha obligado a entrar en ninguna orden religiosa, como tampoco nadie le obliga a seguir permaneciendo en ella.
Mire usted afirma y no deja opción a la discrepancia, la verdad que me cabrea que se critique la intransigencia y la falta de diálogo de la Iglesia Católico cuando sus críticos actúan con la misma o mayor intolerancia.
Mire Fico, somos muchos, a pesar suyo, los que estamos dentro de la Iglesia, muchísimos más de los que la critican.
Lea los escritos de San Francisco y vera cual era su relación con la Iglesia.
Hay aquí un signo de los tiempos…que tiene que ver con la necesidad de refundar la Iglesia, ¿Tal vez el Espíritu lo esta haciendo desde la frontera con todos los espulsados? (Cfr. Hchs 11,19-21).- Gabriel
El articulo de Benjamin Forcano, como el mismo dice:” El drama viene de lejos y su historia en estos momentos nos recuerda a otros que han vivido similares situaciones” (Parrafo primero), es un canto a la libertad de la persona, una denuncia de la Jeraquia y un apoyo , no solo a Arregui, sino a todas las personas que de un modo u otro, se han visto en semejante o parecida situación.
Estoy convencido que otro articulista podría situarnos en la antitesís de lo escrito por Benjamin, con razonamientos teologicos, catequeticos, filosoficos y de otras ciencias, así como frases y textos del A.T y del N.T.
Esta no es la cuestión, a mi juicio en la decisión de Arregui, subyacen razones personales, que yo respeto y que como bien dice Benjamin en su articulo:” no va a juzgar”.
Ahora bien, ¿ los hermanos Franciscanos, sacerdotes, laicos, teologos o de otras ordenes, etc, tienen la misma libertad que Arregui?, mi respuesta es SI. Para quedarse o para irse
¿Esto quiere decir que estan de acuerdo con los poderes eclesiales?
. Seria un modo tan simple de ver las cosas, que de ante mano estariamos diciendo que solo hay colores blanco y negro. ¡Dios mio!, hay tantos matices en los grises.
El hecho de quedarse, no merma para nada su libertad.
La prueba esta en que todos los sacerdotes y laicos que se opusieron al nombramiento de Munilla siguen en sus parroquias.
¿Quiere esto decir que no han sido consecuentes?, quiere decir simplemente que han obrado en libertad y que quizas comprendan que el ser consecuente,no puede ser en detrimento de sus responsa bilidades y obligaciones.¿Quienes somos nosotros para juzgar a otro?
No podemos simplificar el hecho Cristiano al solo ambito de las ciencias o del poder, ” Te alabo, Padre, señor del cielo y de la tierra por haber ocultado estas cosas a los sabios y a los prudentes y haberlas revelado a los pequeños” ( Mat 11,25).
El hecho cristiano trasciende a las personas, estas son finitas, la palabra de Dios es eterna, aunque sea manipulada, ocultada y usada contra el ser humano. ¡Vaya! a unos que hacían esto mismo Jesús los llamo viboras y sepulcos blanqueados.
Paz para todos
Para J. MIguel Vallejo.
Es la segunda vez que me encuentro hoy con un comentario tuyo en el que te manifiestas en favor del agresor y no de la víctima. ¿Por qué será?
¿Realmente piensas y entiendes lo que lees o, simplemente, hablas por obediencia debida, por boca de ganso?
¿Cómo sabes tú dónde está Arregui más cerca de Dios -que en ESO, y no en la fidelidad al Papa, consiste el ser un buen franciscano-, no será que solo te interesa -por innoble sumisión- que esté más cerca del Papa que de Dios?
Respeto que manifiestes tu discrepancia pero ¿tienes algún argumento mejor que el de la obediencia ante un manifiesto abuso de autoridad? ¿Esa es la Iglesia que tú quieres construir, la del silencio de los corderos mudos y atrofiados? No te extrañes de que cada vez seamos más los cristianos que dejamos de ser católicos, porque la iglesia católica es cada vez menos cristiana y más papista.
Que yo sepa, cuando Jesús quiso resumir su testimonio en un único mensaje, hablo del amor al prójimo y no de obediencia. Me sorprende (aunque no sé de qué me sorprendo…) que en tu comentario hables más de obediencia al papa y requisitos de la iglesia que de amor-respeto a una decisión de conciencia de Arregui por amor a Dios y a su prójimo.
Saludos.
Al uso del caso del exclaustrado Franciscano José Arregui, me pregunto: ¿cuantas iglesias hay?
Acabo de ojear el Enchiridion, el magisterio de la Iglesia y respecto de la unidad de esta, es para aburrirse de las declaraciones papales existentes en encíclicas y otras. La más antigua que figura en mi libro es de Cirilo Obispo de Jerusalén, hacia el año 348 en que se establece uno de los primigenios credos (apend 41) “la Iglesia es una…”. Pero veréis, el magisterio eclesial es fascinante y revelador, pues en el se advierte la progresión de la comunidad cristiana en el mundo.
Aun así, vueltos al siglo XXI en el que nos encontramos, concretamente a este fresco jueves septembrino –como dijera aquel- en el cual yo, después de unas apresuradas Laudes a eso de las seis y diez de la mañana, volvía a Estepa para trabajar muy de mañana. La radio daba cuenta de la tristísima marcha del ya ex fray José Arregi, eminente teólogo y pensador, de la OFM, la orden de frailes menores de san Francisco. Frente a esta noticia y su correspondiente enjundia transfigurada en intransigencia clerical, mi amigo Rafa reflexiona hoy en su blog sobre la noticia de la diócesis de Sigüenza de formar cristianos ante la falta de vocaciones.
¿Advertís la diatriba?. Por un lado unos se marchan, pero por otro lado se sugiere con determinación que hay que formar laicos para salir del atolladero –permítaseme la expresión-. A donde caminamos me pregunto.
Los versados en el tema asentirán ante la afirmación, de que para acercarse a la palabra de Dios y comenzar a formarse solo puede bastar el leer concienzudamente la Dei Verbum de SS.Pablo VI. Revelación, Palabra sagrada, fe, inspiración, interpretación…etc. Con la gran capacidad demostrada por nuestra iglesia para tomar el pulso a la sociedad de entonces, en 1965 nos dijeron como se acerca uno de manera responsable a la formación, palabra y Cristo. Pero creo, que no dieron a la iglesia los materiales oportunos ni pusieron empeño autentico en la formación de los hijos e hijas de Dios. Permitidme una maldad; ¿teme o huye la iglesia de hijos cultos y de fe, con capacidad y libertad interpretativa?.
El exclaustrado Arregui nos dice hoy que: “En la Iglesia institucional que tenemos no hay lugar para insumisos”. ¿Institucional?. De nuevo me pregunto, ¿cuántas iglesias hay?. Hace varios días en una conversación con un cura amigo, este casi afirmaba el término de iglesia institucionalizada, y admitía que los sacerdotes y especialmente los párrocos hoy en día son el funcionariado de los obispos. Quizás, más preocupados en sostener y colaborar en la supervivencia de la iglesia, que en la autentica difusión del evangelio.
¡Pero si la iglesia jamás desaparecerá mientras exista y lata el corazón de un hijo de Dios!.
Estas nuevas cabezas pensantes recién salidas de los seminarios, llegan a sus parroquia con unas dosis de autoridad, que parece que se las dieron juntamente con las sopas por las noches. Y casos como el deplorable del obispo Munilla y el cura Arregui, se dan a nivel nacional, provincial y local. Intransigencia ha habido siempre entre las personas. Incluso estoy dispuesto a admitir que en ocasiones la cultive en dosis proporcionadas. Pero cuando nos dedicamos denodadamente a testimoniar, la cosa cambia. Entonces llega el ser ejemplo y ser antes, una persona de verdad. A los ojos de Dios y sobre todo a los ojos de la comunidad, que es el fundamento y portadora de la esencia evangélica, pero –pienso- iglesia de segunda clase.
¿Quién sino la gente como comunidad de personas, los que salvarán a la iglesia?. Pero es preciso que esto lo crean los obispos. Intento explicarme. En el Oficio de lectura hoy San León Magno nos enseña, por medio de su sermón 95 sobre las bienaventuranzas, que son las personas los únicos objetivos de la misericordia y el amor de Dios. Pero, ¿que percepción tienen hoy en día esas personas de la iglesia de Jesús?. Creo apenado, que si no fuera por medio del vínculo cultual, las iglesias ya estarían efectivamente vacías. ¡Cultual sí, no cultural!. Sentido cultual es aplicar a la cotidianeidad de la vida y sus acontecimientos relevantes, determinadas ceremonias o protocolos religiosos, que forman parte de la tradición de la comunidad social de cualquier enclave ciudadano.
Te casas porque te casas, o te mueres y te llevan a la iglesia porque, ¿a dónde te van a llevar para establecer un protocolo publico de pésame y condolencia y rendir honores al finado?. En esto acabo. Necesitamos ser cristianos desde el corazón. Intentando sumar, nunca restar por medio de exclusiones o abusos de autoridad. Al fin y al cabo, el Espíritu que reviste de autoridad a los jerarcas, es el mismo que durante las 24 horas del día, asiste en plenitud a todo el pueblo de Dios.
Un abrazo señor Arregui. Paz y bien a todos.
Chao, laus Deo.
Parrafo tremendo ( y supongo real):
“” En un sistema de poder, tan piramidal y absoluto como el de nuestra Iglesia, los funcionarios (del culto, de la teología, de la administración…) saben que, al ser elegidos, no pueden ser ellos ni obrar con autonomía. Entrar en el sistema y ser consagrados por él, equivale a dejar en manos de la autoridad la propia racionalidad y la libertad.””
Sabiendo que esto es asi, se me hace muy dificil entender a quienes dejan en manos ajenas los mas subline que tiene un ser humano. Y mas dificil se me hace comprender a quienes sabiendo esto permanecen en semejante Organismo dictatoria, a la vez de hablar y aconsejar sobre las excelencias del los Derechos Humanos y la Democracia.
Y otra cosa que se me ocurre a vote pronto:
El dia que Arregui oficio la ceremonia de la Novena tenia el poder de hacer bajar a Dios y trasformarle en hostia ( Consagracion)
Me quieren ustedes hacer creer que porque lo diga Munilla, Rouco Varela y el papa Ratzinquer, Arregui ( o quien sea el fenestrado) pierde ese poder ???
Pues entonces los Dones Espirituales no lo concede POR GRACIA el famoso Espiritu Santo ( Dios), si no Munilla y compania… Con lo que tendriamos una conclusion inapelable:
Munilla es Dios, el Papa es Dios, Rouco es Dios…ya tenemos la Trinidad y los demas a joderse y a aguantarse, que bastante tienen con que se les permita obedecer como borregos.
Pues menos mal que soy ateo, que si tengo que tragarme a semejantes ” dioses”, vomito de repugnancia.
Buenos dias, pues…
Ya desde mi experiencia he dicho lo que creia oportuno que Arregui percibiera en momentos que con los míos coinciden. Me alegra que, quienes saben mejor decir las cosas y respaldarlas con razonamientos de mayor profundidad y claridad, corroboren el acierto de la decisión tomada en la dirección que las huellas de Jesús nos muestran con claridad. Gracias, Benjamín, y gracias a cuantos te agradecen este cariñoso y válido mensaje al hermano Arregui.
Lo que afirma Miguel de Francisco y sus HERMANOS MENORES (Fray=Hermanito) respecto a la fidelidad a la Iglesia y al Papa, puede contemplarse desde la coherencia con el Evangelio y también desde la práctica incohrencia, porque ahí en la Historia queda el HERMANITO de Padua, diciendo publicamente lo que dice de los obispos en sus sermonarios con las consecuencias que le reportó su actitud, y la del HERMANITO cardenal CISNEROS, representando el poder estatal hispano con sus consecuencias.
Estoy convencido de que el ánimo de Francisco no puso en cuestión en ningún momento aquello de: No considereis ni llaméis a nadie padre sobre la Tierra, pues UNO SOLO ES VUESTRO PADRE, EL CELESTIAL.
La obediencia en la COMUNIDAD CRISTIANA (Quienes aman y se aman, Ju.XIII, 35) es como la de los miembros del cuerpo respecto a su cabeza. Y no hay más CABEZA en esa COMUNIDAD que JESÚS, el CRISTO.
También el hermano José Mª. Castillo, en su HUMANIZACIÓN DE DIOS. Edit. Trotta. nos ofrece ayuda para explicarnos cómo fue y es la actitud de Jesús con la Religión y las Religiones.
Arregi espera seguir su docencia a través de la Universidad de Deusto y entrar a animar la comunidad cristiana de Arroabekoa. No hay forma de invitarle a que nos siga enviando su carta de los jueves?
Hola!
El Sr. Arregui adorará a dios donde su vida lo encuentre.
¡Bien venido donde tenga que estar; que esté!
¿Dónde, pues?
“en espíritu y en verdad”
“ni aquí ni allá”
¡Vamos Arregui todavía!
Y que lo haya para rato – Oscar.
Es lementable las decisiones que toman ciertos obispos y autoridades religiosas contra un miembro de la Iglesia como es Arregui, aunque si trabajara junto a los pobres de América Latina mucho de su teología europea cambiaría de rumbos y se sentiría más cercano que nunca a Jesús que nunca insituyó ningún sacerdocio, por más vueltas que la iglesia católica quiera darles a las palabras de los Evangelios. Creo que desde dentro de la Igleisia católica, sin embargo, como sacerdote, es por donde Arregui y todo sacerdocio puede hacer el bien a ella y el salirse también es otro bien, pues el mejor bien que se hace en la iglesia es justamente el que la iglesia no es capaz de reconocer a su debido tiempo y forma. Arregui hizo ya lo suyo, tal vez, y es hora de seguir la voz del Espíritu que no se encierra en ninguna forma eclesiástica de intrerpretar su actuación.
De mi parte, sigo pensando que sería más de convenciencia a los latino-americanos tener por acá a Arregui, no importa si es o no franciscano sino quien es como persona que con su labor da a conocer al Jesús que no necesita estar atado a las doctrinas eclesiásticas, etc.
Arregui: hombre de Iglesia, claro está, de la Iglesia de Jesús, que la iglesia católica está acostumbrada a “repotricar” y “silenciar”, quiera un día venir a Latinoamerica y predicar el Cristo que la Iglesia cátólica a tanto tiempo se niega a revelar por temor de dejar de ser, de una vez por todas, el camino que lleva a Jesús y no es, no puede ser la Iglesia católica, ninguna, la senda exclusiva por donde las personas se unen y se encuentran con Jesús.
Pienso que José Arregi se ha visto forzado a tomar una dura decisión, y lo ha hecho desde su conciencia, pero también desde la obediencia, ¿o acaso habría podido rebelarse, expresarse libremente y seguir en la orden franciscana? Tengo que suponer que no, que se ha visto obligado a elegir entre su legítima libertad o doblegarse, y está claro que es obligatorio obedecer.
Pero no hay nadie en el mundo con autoridad sobre la libre conciencia y expresión de otro. Esa “iglesia” que así lo pretende no actúa legítimamente.
Esa “iglesia”, tal como argumenta Benjamín Forcano, se debe a la institución -sus actos así lo evidencian-, no actúa conforme al evangelio, pues no fue ése el ejemplo de Jesús, cuyo compromiso era con los seres humanos, no con el templo.
Pues ésa es la iglesia jerárquica, muchos de cuyos miembros entregan su fidelidad a la institución, se promueven a sí mismos y se olvidan de Jesús, como tan bien lo expresa Díez Alegría en el texto de arriba En lugar de creer vitalmente en Jesús, lo que hay que hacer es entrar en la iglesia, sabiendo que los que allí se mueven son los hombres de iglesia. Ellos mandan. Con ellos hay que entenderse. A ellos hay que obedecer. De lo contrario, no hay Cristo que te valga, porque ellos son los amos y Cristo tiene que estar a lo que ellos digan
Esa iglesia no es la iglesia de Jesús, se debe primero a sí misma, y es muy difícil encontrarle ahí. Otra iglesia es posible, y agradezco a Arregi su valiente y difícil decisión que nos permitirá seguir aprendendiendo de sus palabras y de su fidelidad a Jesús. Gracias
Saludos cordiales
benjamín,hermano. gracias por la claridad de tus palabras. me parece que, si, nos das mucha claridad. vaticanoII, historia del cristianismo, evangelio. también justicia, nobleza, respeto /autorrespeto.
esclarecedor, además el análisis de lasituación.sin ira.la posición,deuno, de otro, de la comunidad…
gracias y esperemos le sirva , seguro que sí, a nuestro amigo.
osvaldo
Humildad no es sumisión. Si a un teólogo le quitan la palabra, le quitan la docencia y le alejan de su comunidad de toda la vida, le destruyen como teólogo y como persona. Eso es hacer el mal, y el mal nunca se debe permitir, aunque lo haga un obispo o cualquier otra jerarquía.
Recordemos un aparte de la carta que Ives Congar, el mayor eclesiólogo del siglo XX, escribia a su madre el 10 de septiembre de 1956:
“Haber abordado problemas sin alinearme en el único artículo que quieren imponer al comportamiento de toda la cristiandad y que consiste en: no pensar, no decir nada sino que hay un Papa que piensa todo, que dice todo, y respecto al cual toda la cualidad del católico será obedecer… El Papa actual, sobre todo después de 1950, ha desarrollado, hasta llegar a ser una obsesión, un régimen paternalista consistente en que él, él solo, diga al mundo y a cada uno lo que es necesario pensar y cómo hay que actuar. Desea reducir a los teólogos a simples comentadores de sus discursos y a dejarse la veleidad de pensar cualquier otra cosa, o a emprender una dirección al margen de ese comentario; salvo, ciertamente, en problemas sin importancia…”.
Y sigue más adelante:
“”Prácticamente me han destruido. Todo aquello en lo que he creído y a lo que me he entregado me ha sido retirado: el ecumenismo, la enseñanza, las conferencias, la acción con los sacerdotes, la colaboración en Témoignage chrétien; etc., participación en grandes congresos con los intelectuales católicos, etc. Ciertamente no han tocado mi cuerpo; en principio, tampoco han tocado mi alma. Pero la persona de un hombre no está limitada ni a su piel ni a su alma. Sobre todo cuando ese hombre es un apóstol doctrinal; él es su acción, él es sus amistades, sus relaciones, él es su irradiación normal. Me han retirado todo eso, lo han pisoteado, y me han herido profundamente. Me han reducido a nada, y por tanto, me han destruido… Yo sé que cuando persiguen a alguien es hasta la muerte. Han permitido al P. Sertillanges volver a Francia cuando tenía 80 años. Y al final puede acontecer incluso que digan bien de uno, o que permitan decir bien de uno. Los judíos también construyeron monumentos funerarios a los profetas, después de haberlos matado…”.
Es muy triste, pero en nuestra Iglesia, todas las personas que se han atrevido a pensar con libertad han sido condenadas en su tiempo por la jerarquías de turno. A veces las rehabilitan mucho tiempo después, sí, cuando ya están muertas y de nada les sirve dicha rehabilitación. ¡Cuánta hipocresía!
Arregi ha hecho lo que tenía que hacer, y nos alegra, por eso estamos con él.
Yo siento disentir, sin duda alguna que hay muchas personas que siguen y admiran a Joxé Arregui, y estan en su perfecto derecho, pero este no es mi caso. Para mi ha demostrado que para nada es un buen franciscano. San Francisco dio a su orden el nombre de “Frailes Menores” ya que quería que fueran humildes. Vivió con sencillez y con mucho amor a Dios. Lo más importante para él era estar cerca de Dios. Su vida de oración fue muy profunda y era lo primordial en su vida. Fue fiel a la Iglesia y al Papa. Fundó la orden franciscana de acuerdo con los requisitos de la Iglesia y les pedía a los frailes obedecer a los obispos.
Benditas tus palabras Benjamin, dando todo tu apoyo a Arregi nos lo das a una gran multitud de personas anónimas que necesitamos y deseamos hombres y mujeres valientes que defiendan el Evangelio de Jesús y que cumplan aquello de :”Hay que obedecer a Dios, antes que a los hombres”