POR ENCIMA DEL MAR. ANIMANDO A LOS DISCÍPULOS
Otro nuevo pasaje del capítulo 6º de Marcos. De nuevo Salvador se ciñe al texto para mostrar cómo Jesús trata a sus desconcertados discípulos. Y, como muestra, podrán todos ver aquí un comentario más amplio de este mismo, a partir del texto griego. Por última vez se pueden bajar estos comentarios más amplios desde la página. Quien quiera recibirlos, los anteriores y venideros, debe escribir un correo solicitándolo a Antonio.
TEXTO
47. “Caída ya la tarde estaba la barca en medio del mar y él solo en tierra. 48. Viendo el suplicio que era para ellos avanzar, porque tenían el viento en contra, en el último cuarto de la noche fue hacia ellos andando sobre el mar, con intención de pasarlos.
49. Ellos, al verlo andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y empezaron a dar gritos; 50 porque todos lo vieron y se agitaron. Él les habló enseguida y les dijo:
-Ánimo, soy yo, no temáis
51. Se montó en la barca con ellos y el viento cesó. Su estupor era enorme, 52 pues no habían entendido cuando lo de los panes; es más, su mente había quedado obcecada.
53. Atravesaron hasta tocar tierra, llegaron a Genesaret y atracaron” (Mc 6, 47-53).
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POR ENCIMA DEL MAR
47 Caída ya la tarde estaba la barca en medio del mar y él solo en tierra
El relato comienza con una fórmula usada por tercera vez (Mc 1, 32; 4, 35): “Caída ya la tarde” o “al anochecer”. Este apunte, más que precisar un momento del día, decora tiñéndolo de oscuro el escenario simbólico donde se desarrolla la acción. La escena pretende hacer llegar al lector las circunstancias que se abaten sobre el proyecto de Jesús. La noche avisa de la falta de luz en el colectivo que lo conforma.
En esas circunstancias, Marcos señala el punto más comprometido de un espacio hostil: “en medio del mar” para descubrir al lector el trance en que se halla el grupo de seguidores (la barca).
En contraposición a un entorno donde es fácil perder el destino, el rumbo y hasta la identidad, se presenta a nuestro protagonista en el lugar propio del ser humano: “en la tierra”. Marcos marca de ese modo las distancias entre él y los suyos. Ellos necesitan definirse. Él se mantiene al margen. La adhesión a su proyecto se encuentra bajo mínimos. Nadie le acompaña (“solo”).
48 Viendo el suplicio que era para ellos avanzar, porque tenían el viento en contra, en el último cuarto de la noche fue hacia ellos andando sobre el mar, con intención de pasarlos.
Con ese panorama y una vez los personajes en su sitio, nuestro narrador da comienzo a la acción: “viendo el suplicio que era para ellos avanzar”; lit: habiendo visto a ellos que eran atormentados en el remar”. Los hechos se observan desde la perspectiva de Jesús. De noche y a una distancia mínima de seis kilómetros, hablar de ver a los discípulos resulta de lo más inapropiado. Resulta congruente el mundo de símbolos por el que nuestro narrador quiere transportarnos. Jesús es consciente del estado de ánimo del grupo. Avanzar en la dirección exigida por él les causaba un hondo padecimiento. La fidelidad de los discípulos al Dios del Antiguo Testamento les hacía sentirse seguros en sus dogmas y desconfiar de la praxis heterodoxa del Galileo. Éste captó la obstinación y el rechazo del colectivo a dar el paso definitivo hacia su propuesta. Marcos lo sugiere al lector: “Viendo el suplicio que era para ellos avanzar”.
Como en el relato de la tempestad (4,37), el agente que frena el avance del grupo, “el viento”, simboliza los aires de extremo nacionalismo de que están imbuidos los discípulos. Su ideario de base violenta les impide la aceptación de un proyecto basado en la igualdad. Ese componente ideológico del colectivo de seguidores se torna un muro infranqueable que obstaculiza el progreso en su lealtad.
Ante esta realidad difícil de los suyos, Jesús toma de nuevo la iniciativa. Marcos menciona el momento: “hacia el último cuarto de la noche” ubicándolo en una coordenada inversa a la del inicio del relato: “Al anochecer”. El elegido por nuestro protagonista representa la irrupción de la luz que diluye las sombras. Es la hora de la vuelta a casa tras la fatiga con que se supera la noche.
A ese instante simbólico del amanecer une Marcos la decisión de nuestro protagonista de romper la distancia: “fue hacia ellos”. No se dirige al destino previsto: Betsaida. Se encamina, con la complicidad del amigo íntimo, al emplazamiento de donde los discípulos tienen serios inconvenientes para salir. Nuestro redactor continúa con su lenguaje figurado añadiendo apuntes sobre su postura y su propósito: “andando sobre el mar con intención de pasarlos”. El movimiento de Jesús se significó por su capacidad de progresar sin impedimento como corresponde a un ser humano con plena libertad. Pasea con autoridad sobre el medio que plantea serias dificultades para el grupo: “por encima del mar”, manifestando su superioridad sobre el discurso del sistema, el que desnaturaliza y atormenta al ser humano sin dejarle progresar.
En relación con el propósito de su andadura, Marcos agrega: “y quería adelantarlos” para aclarar su intención de hacerles evolucionar sin interferir la libertad del colectivo de la barca. Poniéndose delante invita a seguir el camino que él les marca.
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MIEDOS Y ÁNIMOS
49 Ellos, al verlo andar sobre el mar, pensaron que era un fantasma y empezaron a dar gritos
El grupo de seguidores tuvo la oportunidad de comprobar la supremacía de la praxis de Jesús sobre el discurso del sistema: “al verlo caminar sobre el mar”. La división de los panes resultó un hecho incontrovertible. Lo que Jesús puso ante sus ojos coincide con lo que ellos captaron: que el dar superaba al comprar.
Sin embargo, la impresionante demostración de superioridad del discurso del Galileo no bastó. Las deducciones del grupo no encajaban con la objetividad de los hechos. Ellos siguieron considerando su proyecto ilusorio y fuera de la realidad: “pensaron que era un fantasma”. En lugar de aceptar el modelo de la igualdad como valor definitivo, resolvieron que ese patrón pertenecía al mundo quimérico y que, defenderlo, suponía no tener los pies en el suelo. Se mantenían, pues, alineados con la ideología del poder y alienados con su filosofía de comprar.
Parece lógico, por tanto, que Marcos añada: “y se pusieron a gritar” para expresar su reacción desesperada fruto de la carencia de argumentos. El hecho de gritar aparece como respuesta encolerizada de rechazo a un mensaje que pone en situación de crisis la estructura ideológica tradicional (1, 21b-23).
50 porque todos lo vieron y se agitaron. Él les habló enseguida y les dijo: Ánimo, soy yo, no temáis.
Al dar información sobre la causa de esa reacción disparatada, nuestro redactor aportó dos nuevos datos: uno para precisar sin ningún género de dudas a los sujetos y otro para perfilar el estado anímico en que se encontraban: “porque todos lo vieron y se agitaron”. El acento recae sobre el grupo al completo, confirmando su condición de testigos de la supremacía de Jesús: “todos lo vieron”. Marcos levanta acta de su común actitud. La totalidad de los integrantes de la sociedad alternativa adoptaron la misma postura adversa al mensaje de la igualdad, comportándose como el endemoniado de la sinagoga (1,23b). Su reacción de gritar representaba la impotencia del grupo para defender el sistema inoperante que apoyaban y su resistencia ante la praxis subversiva de Jesús. Renunciaron a debatir y se escudaron en el fragor de sus tesis violentas, sacando el mar de fondo que todos llevaban dentro: “se agitaron”.
Ante el distanciamiento del grupo, Jesús toma la iniciativa. Él actúa a pesar del ambiente adverso. Al grito y a la agitación de los discípulos, él opone la cercanía y el sosiego de su palabra amistosa que rompe el silencio y la distancia.
Con extrema sobriedad, nuestro redactor concentró en tres apuntes las palabras amigables del Galileo. Nuestro protagonista les pide el arrojo de apostar por su propuesta de igualdad como fórmula de vencer la fuerza ideológica del sistema: “Ánimo”. Juan utiliza por una sola vez este mismo verbo para expresar una idea similar: “Animo, yo he vencido al mundo”. No trata de calmar los ánimos, sino de reconducir su coraje.
La expresión “yo soy” no debe ser entendida como una simple identificación. Marcos ya dejó ver con insistencia que los discípulos lo habían reconocido; incluso afirmó que todos lo vieron. Nuestro redactor utiliza en su evangelio tres veces esta fórmula (13, 6; 14, 62) siempre para declarar ser el personaje en quien desemboca el momento crucial anunciado por los profetas. En nuestro relato, el enunciado yo soy alude al personaje en el que los profetas habían volcado todas las esperanzas. Con él, Jesús invita a los discípulos a desertar de la doctrina del poder y aceptar su modelo, el único capaz de abrir el tiempo de la justicia, de la abundancia y la hartura, las que trae el pastor definitivo.
Por último, les exige romper con la situación en que se hallan: “No tengáis miedo”. El miedo es la razón de la pasividad y de la marcha atrás. Jesús busca vencer su miedo haciéndoles ver que el que camina sobre el mar demuestra ser el pastor anhelado que inaugura el tiempo de la saciedad. Por eso, previamente, ha afirmado sin dejar espacio a la duda: soy yo.
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JESÚS EN LA BARCA
51 Se montó en la barca con ellos y el viento cesó. Su estupor era enorme
Jesús acompaña sus palabras con un gesto decidido: “subió con ellos a la barca”. No les dejará en la estacada a pesar de que son responsables de tener al proyecto entre las cuerdas. Se acerca al grupo y anula la distancia incorporándose al colectivo en marcha (“la barca”). A pesar de su obstinación, él no les abandona.
La presencia de Jesús en la barca tiene efectos inmediatos: “y amainó el viento”. Bastó la presencia en la barca del que caminaba sobre el mar para serenar el brote opositor de los discípulos. La cobardía del grupo permitía mostrar su antagonismo al plan del Galileo…, a sus espaldas. Cara a él, enmudecían y mostraban una lealtad de boquilla. Marcos no idealiza. Penetra sin pudor en la psicología de los embarcados con Jesús para denunciar su estado de perplejidad ante unos acontecimientos que les superan: “Su estupor era enorme”. No comprenden la libertad; la generosidad les resulta extraña. Se sienten aturdidos ante el modelo propuesto por Jesús.
52 pues no habían entendido cuando lo de los panes; es más, su mente había quedado obcecada
Marcos aclara para el lector el fondo de la cuestión: “pues no entendieron lo relativo a los panes”. La actitud del grupo es un calco de aquella otra descrita con la famosa cita de Isaías en el contexto de las parábolas: “escuchar…, escuchan, pero no entienden” (4, 12). El modelo de la igualdad iniciado desde la generosidad les ha echado para atrás. El grupo acompaña a Jesús, pero no se adhiere a su proyecto. Han participado en el reparto de los panes, sin embargo no aceptan que esa práctica sea el camino a seguir.
Marcos explica la razón última de su cerrazón: “su mente había quedado obcecada” (literalmente: “sino su corazón se había quedado endurecido”). Los seguidores niegan lo que a todas luces resultaba evidente. Para nuestro narrador fue firme la negativa de los discípulos a aceptar la praxis de la igualdad. El grupo de seguidores se fortificó en su nacionalismo reformista y violento sin aceptar lo que todos ellos vieron con sus propios ojos: que con la división y el reparto de los panes Jesús demostró ser el pastor definitivo.
53 Atravesaron hasta tocar tierra, llegaron a Genesaret y atracaron
Marcos termina su relato dando información sobre la llegada a destino. Sus anotaciones están cargadas de intencionalidad y del mismo sentido figurado que tiene toda su narración. Señala con imprecisión (“Atravesaron hasta tocar tierra”) el final del trayecto adelantando que el recorrido no se ajustó a las instrucciones dadas por Jesús. Éste había exigido a los discípulos que pasaran “al otro lado” (v. 45). Ahora evita esa fórmula para advertir al lector que el grupo no varió sus posiciones.
Al concretar con la frase siguiente el puerto donde arribaron: “llegaron a Genesaret”, Marcos confirma que el grupo desistió de seguir el itinerario marcado por Jesús y tomó un rumbo distinto más acorde con sus intereses. El les había obligado a salir fuera del territorio judío, “en dirección a Betsaida”; ellos, en cambio, variaron la ruta y navegaron hasta llegar a zona judía: Genesaret. No salieron, pues, de sus casillas.
Para concluir la narración habría sido suficiente con la información aportada anteriormente, pero Marcos da cuenta de una última operación: “atracaron”. El detalle, innecesario desde una interpretación historicista de los hechos, sirve a nuestro narrador para subrayar el afianzamiento del grupo de discípulos en sus criterios afines al ideario tradicional.
Las tres últimas acciones narradas, la de concluir la travesía hasta tocar tierra, llegar a Genesaret y amarrar, tienen que ver con operaciones marineras relacionadas con la barca. Sin embargo, Marcos no menciona la barca a su llegada a puerto. No ha querido hacer alusión al proyecto, sino a los individuos que lo componen y de los que depende su avance. El parón provocado por su obstinación y representado por el amarre de la barca en territorio judío sólo podrá ser superado por la absoluta convicción de nuestro protagonista en que la sociedad alternativa abre el tiempo de la abundancia.
Corrijo: En el párrafo que comienza: “A mi juicio, el uso del indefinido…”, la expresión del paréntesis: “(tiempo verbal usado para narrar…”) resulta equívoca. Debe decir: (Se llama así al tiempo verbal: presente, cuando se usa para narrar un acontecimiento pasado”)
Disculpas
Hola a todos
A las preguntas de Oscar.
Cuestión técnica:
A mi juicio, el uso del indefinido (aoristo, en griego) no resulta exagerado en Marcos. Si sobresale en su escrito una abundante utilización del presente histórico (tiempo verbal usado para narrar en presente un acontecimiento pasado; por ejemplo.: dicen, cuando se esperaría dijeron, o convoca, en vez de convocó). Aunque la sobreabundancia de este uso pueda deberse a reminiscencias semíticas, a mi entender, posee un trasfondo intencional. Marcos aprovecha en muchos casos esta forma de decir para llamar la atención del lector respecto a palabras o hechos.
Ejemplo: En el relato de la mujer sirofenicia de Mc 7,24-31 se suele traducir 7,28: “Le contestó ella” o “Pero ella le contestó”. En el texto original aparecen dos verbos y una partícula con carácter adversativo: literalmente “pero ella contestó y le dice”. Como puede observarse, el primer verbo “contestó” otorga énfasís a la acción de la mujer, el presente histórico dice en lugar de dijo despierta el interés y aviva la escucha.
Cuestión de milagros:
No hay indicios de acción sobrenatural en el texto de la división de los panes. Destaca, por el contrario, la frialdad de multitud y discípulos ante el acontecimiento.
Al sistema adverso a Jesús le interesa el milagro. El milagro viene bien a sus planes; distrae a la gente. De hecho incita a Jesús al hecho milagroso: “Si eres hijo de Dios di que estas piedras se conviertan en panes” (Mt 4,3) para separarlo de su proyecto. Resulta peligroso para el sistema cuando el prodigio se produce como efecto de la libertad. La libertad asusta; el milagro, no, porque atonta. El texto de Marcos no habla de multiplicación, sino de división.
Ocurre igual la andadura de Jesús sobre el mar. El mar como elemento simbólico representativo de una estructura de poder que atrapa y aniquila al ser humano se ve superado por el discurso de la igualdad. Si los discípulos hubieran entendido que Jesús se identificaba con Dios (cosa que repugna a la mentalidad judía) ¿a qué dirigir la barca fuera del lugar indicado por él? y ¿por qué una resistencia tan fuerte del grupo a seguir su plan?
Un abrazo a todos
Hola!
Parece que no se abre desde -aquí- el comentario más amplio a partir del texto griego.
Gracias.
Hola!
¡Raro que no nos ha resultado raro!
Lo habitual es que en estos textos de Marcos
(de n/lectura del Evangelio en general)
se haya dado por supuesta la “divinidad” de Jesús.
Me refiero a los “Milagros”; en plural.
Acá, al menos, dos:
* la Multiplicación de los panes-peces
* el Caminar sobre el Mar (no digo “sobre las Aguas” pues ya fui reconvenido).
Sin embargo nada de ello visualizamos en la exégesis que nos hace Santos.
¿Valdrá la pena preguntarle si es así; y por qué?
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Además de los “milagros”,
la cosa se prestaría en bandeja con el ¿dogmático? “Yo soy”;
automáticamente referido al problemático nombre de Dios en Ex. 3,14 como hace el Gaby.
¿Por qué ese “automatismo” de a-quietarnos en un Banco que se banca todo: Dios?
¿Por qué, siendo n/Vida “insegura” nos trans-fugamos a la quieta seguridad de un Absoluto?
¡Vamos todavía! – Oscar.
Hola!
agradezco al Autor de este Curso, entre otras cosas:
* por el “dar“-nos un comentario más amplio de éste mismo, a partir del texto griego.
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En la cadena pedagógica de transmisión intentaría situarlo dentro de la secuencia de eslabones.
1º) Punto de partida insoslayable Mi Vida:
Dejo previa constancia de que el concepto que trata de comprender “mi vida”
es más radical y anterior al habitual concepto de “yo” individual;
siendo éste y su correlato “mundo o circunstancia”
sólo “ingredientes” abs-traidos de la concreta realidad que es “mi vida”.
Una “Torta de cumpleaños” lleva muchos “ingredientes”
– “¡Ché te salió riquísima ¿qué le pusiste?
Tampoco se trataría de “la Torta”.
Ésta no es sino un “ingrediente” de la situación vital de un “Cumple”
¿Acaso se come el “Cumple”? ¿Sí? ¿En qué sentido?.
Sin tener algún “interés” en algo; ni siquiera percibiría ese “algo”.
2º) Investigación científica:
Se trata de todo el “background” de hipótesis (modelos) y esfuerzos para com-poner el damero de los datos que van apareciendo (re-velación).
Acá se ha citado –y con razón- a Juan Mateos
¿A cuantísimos no podría haber citado el mismo J.Mateos, no?
3º) Aproximación a “entendidos”.
Creo que éste es el caso de los Textos (con griego) ofertados graciosamente por Salvador.
Yo no estoy en condiciones de hacerme cargo de lo que acá hace Santos.
Sin embargo es la sociedad en que habito quien será “reguladora” de lo expresado; quedando siempre alerta.
4º) Divulgación para “interesados”
Estos serían los Textos aparecidos como Post en Atrio.org.
5º) Interpretaciones de Lector (Comentarios)
Donde se cierra la espiral de “mi vida”.
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¿Podrá haber algo de esto?
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NOTA: pregunta un poco “técnica”: ¿Qué significa el profuso uso del tiempo “aoristo” en Marcos?
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¡Vamos todavía! – Oscar.
Hola!
La última respuesta de Salvador (Semillas nº6) 27-Septiembre-2010 – 19:12 pm
expone intenciones y datos para no perder:
1º) – “esbozar un pequeño armazón de ideas sobre las que construir un plan para hacer frente a la crisis, atacar el cambio climático e intentar echarle al sistema algún pizco de humanidad”-
* En mi casa habrá alguna cama improvisada y siempre algo a la mesa.
* Mientras tanto ¡ya! está Atrio.org y los E-mails
Sorprende gratamente esta sugerencia pues hace que la actividad exegética no sea un pegote o adorno la vida de cada uno de nosotros, que vivimos “en vista de circunstancias” reales.
¿Será este abordaje el que nos libere de “teologías” y beaterías inhumanas?
2º) – “la finalidad de Marcos al escribir su texto no fue ir contra nadie ni contra nada, sino a favor de presentar un modelo de vida social alternativo al orden establecido”-
* Remacha Salvador la “posición” de Marcos en no ser un “anti-” sino un “pro-”
* estaríamos, entonces, verdaderamente ante una “nueva” revelación del ser humano; no mera “re-forma”.
¿No será esa “nueva revelación” el tomar “en serio” la Vida humana?
¿Qué y cómo sería esto?
Su co-rrelato con las religiones.
Dios. Sí, bueno; pero ¿dónde está?
3º) – “Jesús, denunció severa y públicamente la trama legal con que los dirigentes contribuían a aumentar el abandono de los más débiles”-
* Bueno, parece que el Escrito de Marcos no; pero su Jesús sí coleteaba “contra” … “sistema”
4º) – “los estudiosos no prestaran alguna atención al evangelio de Marcos hasta casi el siglo XIX”-
* ¿De qué Tradición responsable se puede seguir hablando?
5º) –“¿quién explica con lógica y razonamientos claros qué es la verdad y de qué nos libera?
Y si nos libera, ¿cuál es la nueva realidad que demuestra que hemos sido liberados?”-
* Necesidad de una nueva “antropología”.
6º) – “El evangelio está escrito para que, una vez leído, se tomen opciones”-
* Esto pareciera estar tan sub-yacente que cuesta hacerse cargo o darse cuenta de ello.
* ¿No es esto del “compromiso” o “decisión” lo que descubrieron y estuvo de moda con el “existencialismo”.
* Pienso en un serio exponente –R.Bultamann aprendido en M.Heidegger- batiendo el parche de la “Decisión”.
Precisamente creo verlo aparecer en la “actitud” de un Jesús “marquiano” cuando lo separa de la Multitud y de los Discípulos (vs.45 y 46)
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¡Vamos todavía! – Oscar.
La primera constatación es que la barca habla de un lugar común y de una suerte común…Que puede referirse a la vez a la humanidad y a la comunidad de los discípulos…Y lo interesante es que Jesús no esta en la barca, esto tiene tres aspectos que me parecen relevantes, el primero, la comunidad de los apóstoles, no puede adueñarse de Jesús, sino recibirlo…El segundo, la comunidad de los apóstoles, puede endurecer su corazón…y rechazar el mensaje de Jesús y tercero y no menor, la comunidad exige conversión permanente, al proyecto y al envío del Señor…
Esas palabras que se traducen como Soy Yo…Están íntimamente conectadas con Ex. 3, 14 a , Marcos alude a la identificación total del personaje que en el Éxodo dice Yo soy el que soy…Esto esta en consonancia con su declaración de Lc. 22,70…
Se acerca al grupo y anula la distancia incorporándose al colectivo en marcha (“la barca”). A pesar de su obstinación, él no les abandona
Esta lúcida afirmación, que recoge lo que en nuestro modesto entender es una parte fundamental del Texto, hace referencia a tres aspectos también muy importantes, el primero es que Jesús y sus sueño (proyecto) para la humanidad, no abandonan la barca (que como ya dijimos es la humanidad y es la comunidad de los discípulas-apóstoles), el segundo es que el proyecto cabal de Jesús, sólo es posible cumplirlo, desde su presencia…desde su voz que nos dice Ánimo…soy yo…(estoy yo) no tengan miedo y el tercero…La comunidad de los apóstoles en su obstinación, se opone al proyecto, a tal punto que llegan al destino que ellos quieren y no al que Jesús les invita…a pesar de esto, el sigue hasta el final, proponiéndonos su proyecto…
El grupo acompaña a Jesús, pero no se adhiere a su proyecto. Han participado en el reparto de los panes, sin embargo no aceptan que esa práctica sea el camino a seguir.
Existe digamos que un rechazo del proyecto de Jesús, que hoy mismo, desde muchos ámbitos de la humanidad y desde “muchos” ámbitos en la comunidad de discípulos-apóstoles, se verifica…Necesitamos un constante volver a la fuente de la predicación de su proyecto el Reino, redirigir la barca a Betsaida y no volver a Genesareth…Es decir salir de nuestros esquemas e ir al encuentro de la humanidad más sufriente, instalar nuestra comunidad, en medio de los hombres…ratificar rumbos constantemente en consonancia con el proyecto de Jesús el Reino y para seguir las dinámicas del dar y no el vender…abandonar el camino del poder, ser y tener más que los otros… Lo dicho una brillante exegesis…Antes de despedirme ¿Antonio, pregunto, donde se puede obtener la exegesis más referenciada al griego…? Abrazos Gabriel