Aunque ya está el enlace en el Tablón de ATRIO desde hace unas horas, creemos que merece la pena destacar este artículo de Juan G. Bedoya en El PAÍS de hoy, para que sea comentado en ATRIO. Sandro Magister escribe hoy en Chiesa.it cómo se queja Benedicto XVI de ser tan atacado por una especie de enemigo oculto que le persigue desde el principio de su pontificado. Son estas actitudes, querido Joseph Bendito, las que la conciencia actual de hombres y mujeres -incluidos muchísimos católicos- no podemos aceptar. No hace falta una “mano oculta” para entender el porqué de tantas críticas.
Ella como pecado
Benedicto XVI equipara la ordenación femenina con los delitos más graves e indigna a teólogos e iglesias de base – Roma se niega a revisar la misoginia de sus primeros sabios
JUAN G. BEDOYA, EL PAÍS – Sociedad – 03-09-2010
“De los innumerables pecados cometidos a lo largo de su historia, de ningún otro deberían de arrepentirse tanto las Iglesias como del pecado cometido contra la mujer”. Es la opinión de la teóloga Uta Ranke-Heinemann, compañera de estudios del actual papa, Joseph Ratzinger, en la Universidad de Múnich, entre 1953 y 1954. La pensadora católica habla de machismo, pero sobre todo de las políticas de exclusión impuestas por la jerarquía. La Iglesia romana no parece dispuesta a rectificar. El pasado 15 de julio reformó su código para endurecer las penas de los delitos más graves que pueden cometerse en su seno. Junto a la pederastia figura la ordenación sacerdotal de mujeres. La decisión ha causado estupor. Entre las protestas en marcha, destaca la exhibición en autobuses que circulan por el centro de Londres de carteles con la leyenda Pope Benedict. Ordain Women Now! (“Papa Benedicto: ¡ordene mujeres ya!”). Benedicto XVI viaja este mes a Reino Unido, en la primera visita de un pontífice romano a ese país desde que el rey Enrique VIII rompió con el Vaticano en 1534.
Margarita Pintos, miembro de la Asociación de Teólogos Juan XXIII, leyó “con estupor” la carta apostólica que, con el título de Normae de gravioribus delictis (Normas sobre los delitos más graves), agrava las penas contra el sacerdocio femenino. “La institución que pretende ser referente moral para la humanidad acentúa una antropología dualista, en la que el hecho de ser mujer es un impedimento para acceder al ámbito de lo sagrado”, afirma.
Como principio general, no hay derecho a entrometerse en las obligaciones que una religión impone a sus fieles. Quien no esté de acuerdo, tiene la libertad de marcharse, y, antes, la de no entrar. Los laicos no deben escandalizarse porque los obispos execren del divorcio, de la despenalización del aborto o de los curas que quieren casarse. Si quieres ser católico, no te divorcies; si quieres divorciarte, hazte protestante. Solo se puede protestar cuando la Iglesia católica pretenda impedir que se divorcie alguien que no es católico, o predica la insumisión ante una ley que protege derechos, no los impone.
Pero, muchas veces, la “ideología del apartheid”, como la llama Margarita Pintos, “no solo toca a la institución vaticana, sino que refuerza imágenes de lo masculino y de lo femenino que el patriarcado social ha impuesto con la ayuda del cristianismo”. Pintos concluye que es ese “apartheid antropológico” quien contribuye a mantener y a reforzar la marginación, el desprecio e, incluso, la violencia contra las mujeres.
¿En qué doctrinas apoya la Iglesia de Roma su decisión de que las mujeres deben ser excluidas del sacerdocio? Hay respuestas para todos los gustos, con citas de los hombres más doctos de esa confesión. Si no fuese porque lo que Ranke-Heinemann califica de “denigración de la mujer” ha causado dolor y violencias, la sola enumeración selectiva de esa doctrina convertiría estas páginas en una regocijada lectura de verano. Lo malo son las consecuencias. Si la religión más influyente del mundo denigra con saña a las mujeres por boca de sus mejores pensadores, ¿qué esperar de muchos de sus fieles?
Santo Tomás de Aquino, al que los religiosos acuden cuando se sienten perdidos en cuestiones de doctrina, apeló incluso al argumento libidinoso, para aborrecer el sacerdocio de la mujer. “Si el sacerdote fuera mujer, los fieles se excitarían al verla”. Es la parte simpática de su teoría. Umberto Eco, en sus debates con el cardenal emérito de Milán, Carlo Maria Martini, se mofa de esa idea recordando páginas de Stendhal en La Cartuja de Parma a propósito de los sermones del bello Fabrizio. “Dado que los fieles son también mujeres, ¿qué ocurre con las muchachitas que podrían excitarse ante un cura guapo?”. La simpática disputa entre el autor de El nombre de la rosa y el príncipe de la Iglesia más intelectual del momento se recoge en el libro En qué creen los que no creen.
En los textos sagrados de las religiones abrahámicas abundan mujeres importantes. Imposible imaginar a Abraham sin la simpática Sara; a Jesús sin la generosa María la de Magdala; a Mahoma sin la madura Jadiya. La literatura antigua no es injusta con la mujer. Entre los privilegios que confirió el fundador cristiano a la mujer no es menor el haberse aparecido a ellas resucitado, antes que a ninguno de sus posteriormente empavonados apóstoles, que habían huido muertos de miedo cuando vieron detenido y condenado a su maestro. Pedro, el primer papa, iba a negarlo hasta tres veces.
¿Cuándo se torció todo para la mujer? Cuando los religiosos pusieron en el portal de su actividad el sexto pecado cristiano: el sexo, el hombre como un “ser empecatado” en palabras de san Agustín. Hay antes la increíble historia del Paraíso y la anécdota de la manzana, donde Eva simboliza la tentación y la caída por deseo de inmortalidad (y por curiosidad, gran virtud).
Aunque parezca raro, la Iglesia católica concibió hasta finales del siglo XIX este relato del Génesis como un documental que debía ser tomado al pie de la letra. ¿Por qué el diablo no se dirigió a Adán, sino a Eva?, se pregunta incluso san Agustín. El demonio interpeló primero a “la parte inferior de la primera pareja humana” porque creyó que “el varón no sería tan crédulo”. Así lo escribe en La ciudad de Dios.
La inferioridad de la mujer (femina, en latín) se pone de manifiesto ya en ese término latino. El nombre femina proviene de fides (fe) y minus (menos), luego fémina significa: la que tiene menos fe. Todo empezó cuando los primeros sabios cristianos tomaron a Aristóteles como pensador de cabecera. El griego fue quien primero enumeró los motivos más profundos de la inferioridad de la mujer. Ésta debe su existencia a un descarrilamiento en su proceso de formación; es “un varón fallido”. San Agustín solo reforzó ese desprecio, y santo Tomás lo hizo teología de la grande.
Según el axioma de que “todo principio activo produce algo semejante a él”, en realidad siempre deberían nacer varones. A veces nacen mujeres, que son varones fallidos. Aristóteles llama a la mujer arren peperomenon (“varón mutilado”). El de Aquino traduce al latín esa expresión griega como mas occasionatus (varón fallido). Así que toda mujer lleva a cuestas, desde su nacimiento, un fracaso. La mujer es un producto secundario, que se da cuando fracasa la primera intención de la naturaleza, que apunta a los varones. El sabio de Aquino también sostiene que la mujer “está sometida al marido como su amo y señor” (gubernator), que tiene “inteligencia más perfecta” y “virtud más robusta”.
La subordinación a los varones es el motivo de que se niegue el sacerdocio a la mujer. “Porque las mujeres están en estado de subordinación, tampoco pueden recibir el sacramento del orden”, sentencia santo Tomás. Se contradice a sí mismo cuando habla también de mujeres en estado de no subordinación a los varones: “Al hacer el voto de castidad o el de viudedad y desposar así a Cristo, son elevadas a la dignidad del varón, con lo que quedan libres de la subordinación al varón y están unidas de forma inmediata a Cristo”. El famoso teólogo, admirado en Roma como un doctor angelicus (maestro angelical), no llega a responder por qué tampoco esas mujeres perfectas tienen derecho a ser sacerdotes.
¿Qué habría dicho Jesús ante tanta marginación? El teólogo Hans Küng, que participó como perito en el Vaticano II, responde con una frase de Karl Rahner, el gran pensador de ese concilio: “Jesús no habría entendido ni una palabra”. Es que a veces, como escribió Bertrand Russell, “el mundo que conocemos fue hecho por el demonio en un momento en que Dios no estaba mirando”.
Mientras las demás religiones cristianas (sobre todo anglicanos y protestantes) siguen ordenando mujeres -algunas ya con la dignidad episcopal-, la Iglesia romana endurece las penas a quienes osen soñar con sacerdotes femeninos. Pero el padre Ángel García, fundador de Mensajeros de la Paz y uno de los grandes eclesiásticos españoles -fue premio Príncipe de Asturias de la Concordia en 1994-, tiene una corazonada. “Tengo la firme esperanza de que, si Dios quiere, este Papa pondrá en funcionamiento el sacerdocio femenino. El día que se levante con buen pie, dirá: ‘Hasta aquí hemos llegado’. Antes de cinco años lo hace. No hay una sola razón para que no pueda haber sacerdotes femeninos. Además, hay mucha presión”, dice el padre Ángel. Se refiere a la falta de sacerdotes, con decenas de miles de parroquias sin pastor. En cambio, son mujeres quienes realmente llenan las iglesias e, incluso, las gestionan.
No hay indicios de que Benedicto XVI vaya por el camino que sueña el fundador de Mensajeros de la Paz. En su famosa biografía de Jesús, el Papa apenas dedica unas páginas a la mujer, para decir, citando al evangelista Lucas, que el fundador cristiano, “que caminaba con los Doce predicando, también iba acompañado de algunas mujeres”. Lucas menciona tres nombres, Benedicto XVI ninguno. Solo que iban “tres mujeres con Jesús”, sin nombrarlas, “y muchas otras que le ayudaban con sus bienes”.
No puede ser un olvido casual. Antonio Piñero, catedrático de Filología Griega en la Universidad Complutense de Madrid, subraya las veces que María Magdalena, por ejemplo, aparece en los textos primitivos: 17 veces en los Evangelios, ninguna vez en Hechos de los Apóstoles. Esta mujer, la más citada, por encima de la madre de Jesús, María, ayudaba a Jesús “con sus bienes”, según el evangelista Lucas, pero ha sido presentada por muchos predicadores como “poseída por demonios”, e incluso de vida licenciosa. Piñero ha dedicado un libro a los “cristianismos derrotados”, con este mismo título. Las mujeres son un rostro perdurable de esa derrota.
Pese a su indiferencia hacia el protagonismo de la mujer junto al fundador cristiano, Ratzinger no desaprovecha la ocasión para subrayar “la diferencia entre el discipulado de los Doce y el de las mujeres”. “El cometido de ambos es completamente diferente”, concluye. Suyas son ahora las decisiones de endurecer las penas contra el sacerdocio femenino.
Ramón Teja, catedrático de Historia Antigua en la Universidad de Cantabria, documenta los tiempos en que el cristianismo estuvo dominado por las mujeres, con esta cita a san Jerónimo: “Vigilemos a fin de que las matronas no dominen en las iglesias; estemos atentos a fin de que no sea el favor de las mujeres el que decida sobre los rangos sacerdotales”. Teja cree que la participación o no de mujeres en el ministerio sacerdotal fue un principio práctico para distinguir la herejía de la ortodoxia, de acuerdo con una norma establecida por Tertuliano: “No está permitido que una mujer hable en la Iglesia, ni le está permitido enseñar, ni bautizar, ni ofrecer [la eucaristía], ni reclamar para sí una participación en las funciones masculinas, y mucho menos en las sacerdotales”.
Una atracción fatal
Hay una simpática anécdota del papa Juan XXIII ante la exuberante Sofía Loren. Cuando era nuncio en París, el papa del Concilio Vaticano II se encontró en un acto oficial con la actriz italiana, que lucía rumboso escote y una cadena con una cruz de esmeralda adentrándose con coquetería entre sus senos. “¡Benedetto, quel Calvario!” (¡Bendito, ese Calvario!), suspiró con sonrisa desarmante el futuro pontífice. Fue beatificado por Juan Pablo II en el año 2000.
No todos los eclesiásticos reaccionan con humor. La visión de la mujer como objeto de pecado es cosa de hombres obsesos, y sus reacciones suelen ser maleducadas, por ejemplo esta de san Juan Damasceno: “La mujer es una burra tozuda, un gusano terrible en el corazón del hombre, hija de la mentira, centinela del infierno”. O esta de san Alberto Magno: “La mujer tiene la naturaleza incorrecta y defectuosa”.
No todos los grandes eclesiásticos son así, ni mucho menos. El teólogo Marciano Vidal lo analiza en su libro Moral de amor y de la sexualidad, con el relato con que el buen san Alfonso María de Ligorio contemplaba un escote (ubera) de mujer. “Pectus non est pars vehementer provocans ad lasciviam” (“El pecho no es parte que provoque vehementemente la lascivia”), escribió el fundador de los redentoristas.
En cambio, el gran san Agustín escribió que “el marido ama a la mujer porque es su esposa, pero la odia porque es mujer”, y que “nada hay tan poderoso para envilecer el espíritu de un hombre como las caricias de una mujer”. ¿Hablaba por experiencia? Padre de un chico al que llamó Deodato (Dado por Dios), repudió a la madre sin contemplaciones, aunque “con la promesa de no entregarse a ningún otro hombre”. Antes de convertirse, san Agustín fue un obseso sexual, además de un presumido. Escribe en Confesiones, por lo demás un libro maravilloso: “Fui a Cartago, donde terminé en un bullente caldero de lascivia. En un frenesí de lujuria hice cosas abominables; me sumergí en fétida depravación hasta hartarme de placeres infernales. Los apetitos carnales, como un pantano burbujeante, y el sexo viril manando dentro de mí rezumaban vapores”. Agustín tenía un problema con el sexo. Lo malo es que hizo escuela. Haría bien Roma en desmitificar a sus clásicos.
Otro que temblaba en presencia de las mujeres fue santo Tomás de Aquino, el mayor de los teólogos cristianos. Encarcelado por sus parientes a causa de su ingreso en la orden de los dominicos, fue tentado carnalmente, instigado por una prostituta vestida con suma elegancia. Se la habían enviado sus propios parientes. Dicen sus biógrafos que en cuanto la vio, el llamado Doctor Angélico corrió a un fuego de verdad, cogió un leño en llamas y echó fuera de la cárcel “a la que quería despertar en él el fuego del placer”. Inmediatamente después, santo Tomás cayó de rodillas para pedir el don de la castidad y se quedó dormido. Entonces se le aparecieron dos ángeles que le dijeron: “Por voluntad de Dios te ceñiremos con el cinturón de la castidad, que no podrá ser desatado por ninguna tentación posterior; y lo que no ha sido conseguido por mérito, es dado por Dios como don”.
Se dice que Tomás sintió el cinturón y despertó dando un grito. Entonces se sintió dotado con el don de tal castidad que, a partir de ese instante, iba a retroceder espantado ante toda lozanía, hasta el punto de que ni una sola vez pudo hablar con las mujeres sin tener que hacerse violencia. ¿Castidad perfecta? Castidad quiere decir castigo.
Querida MAR, acabo de llegar cargada con la compra pues aquí en Cataluña mañana es fiesta nacional y hay que ser previsora, pero no puedo sentarme a la mesa sin antes expresarte mi admiración por esa sensibilidad tuya que tanto te honora.
Un abrazo
Hola J. Miguel:
Permítame que me dirija a usted desde un sentimiento de amistad, reconociendo la sinceridad de sus argumentos; confío en que usted reconozca también la de los míos. Gracias.
Admito sus consideraciones sobre la juventud del papa, y su rectificación sobre el título Oberfürer, para mí un nuevo concepto, pero que creo no merece tanta atención, pues que todo lo ocurrido aquí al respecto no deja de ser una anécdota que desvía la atención sobre el verdadero motivo de crítica del hilo: la misoginia de la institución católica, que influye en todos quienes la tienen como modelo y dirigente, lo que oculta la actitud de Jesús con las mujeres, una rehabilitación de su maltrecha dignidad sepultada de nuevo por el poder de los dirigentes de la iglesia, sólo hombres militantes del modelo patriarcal.
Su opinión es tan respetable como la de cualquiera, pero si no es compartida por todo el mundo pues no pasa nada, es natural y saludable, cada cual sabe por qué piensa lo que piensa, no hay por qué discutir ni enfadarse si no resultamos convincentes. Personalmente creo que es más justificado enfadarnos por los hechos antes que por las palabras, y más doloroso es el veto a las mujeres en la institución eclesial –por ceñirme al tema del hilo- que utilizar un desacertado calificativo para un dirigente cuya dignidad reside en la que merecen sus actos, títulos –legítimos o no- aparte, y esa nadie se la puede arrebatar.
Claro, que la jerarquía católica está poco acostumbrada a tener que ver enjuiciados sus actos, que bien que ha sabido blindarse en un poder absoluto sobre lo divino y lo humano. Los tiempos, a mi juicio, afortunadamente están cambiando, y vamos descubriendo que no hay autoridad moral de unos sobre otros –mucho menos debida a un mero ejercicio de poder-, que cada ser humano, hombre o mujer, tiene una dignidad –somos de estirpe sagrada- que nadie puede suplantar ni arrebatar, de modo que los demás son para nosotros hermanos y hermanas, no padres autoritarios ni santos.
Le pediría que no se marchara de Atrio, por favor, le animo a no prejuzgar las opiniones aquí vertidas, que no desean ofender a nadie sino ser manifestaciones sinceras de puntos de vista. Yo por mi parte releeré más atentamnete el comentario de Maria Luisa, tiene razón en lo que dice, y creo que ayudará a reducir este tipo de desencuentros, a intercambiar opiniones sin levantar susceptibilidades.
Uno mi voz a la de Honorio, tenga un poco de paciencia, y siga aprovechando la oportunidad que le brinda Atrio de hablar sobre estas cuestiones que son de interés para todos, mire que aquí riojanos habemos pocos…
Un saludo muy cordial.
No pocas veces en ocasiones al hablar de la realidad humana he querido hacer notar con respecto a ella la diferencia a tener en cuenta entre transformación y profundización. Y ahora, estos días un poco apenada al ver que en efecto cuesta hacer que sean fluidas nuestras discrepancias, tengo puesta la mirada en aquella poca claridad que se tiene entre un concepto y otro porque tal vez podría ser la causa del callejón sin salida en el que nos van metiendo las sucesivas e inevitables discrepancias entre los dialogantes.
¿Entonces cual es esa diferencia entre transformación y profundización? Así de entrada y a grandes pinceladas diré que, para mí, la transformación compete al pensamiento y la profundización a la realidad. No es que nos hayamos de transformar como se suele decir a veces, sino como digo hacer del pensamiento no algo nuestro sino pensamiento nuestro. De todos es sabido que según pensemos la realidad, nos formaremos de ella una u otra idea es la pluralidad de la que tanto hablamos aquí pero también hemos de comprender que cuando hablamos de una misma realidad, en esa arbitrariedad que se crea será imposible centrarla, es decir adecuarla. Por tanto siendo la realidad unitaria será el pensamiento el que ha de transformarse no la realidad. La realidad en su unidad así como también la nuestra, al estar dada no cabe transformación alguna pero sí ahondar en esta capacidad nuestra ya constituida y que aún desconocemos en profundidad.
Por consiguiente, en el proceso de transformación del pensamiento y por ser la inteligencia un carácter del mismo lo transformable es el modo de inteleccionar con la realidad. Si antes era a nuestro modo ahora es a modo según las exigencias de la realidad tanto objetiva como nuestra. Es el modo intelectivo lo que transforma el pensamiento adecuando nuestra lente de visión y permitiéndonos ahondar y profundizar en lo real de las cosas. En esta operación la realidad queda intacta. Así como también nuestra unidad interna porque el modo, la nueva modalidad sólo altera a la funcionalidad es decir a lo real de las funciones que en su actuar formal nos aúna internamente. No afecta a la unidad que las constituye, al contrario hace que con esta forma nueva de pensar la encuentre y que nos conozcamos al fin, que sepamos quienes somos.
Todo esto es un largo proceso en cada uno de nosotros al que se le debe respeto. El respeto tiene sentido precisamente por esa unidad interna que todos poseemos y a la que nunca debemos herir.
Mar, y esta es mi última entrada en Atrio, no se si sé encajar algunos de los puntos de vista críticos con la jerarquía, yo también opino que algunos de mis interlocutores tampoco encajan opiniones discrepantes como las mías. En todo caso cada uno tiene su, respetable, opinión, sus ideas y sus conceptos, el disenso es manifiesto y, por qué no decirlo, actuamos con recelo y a la defensiva con respecto al “contrario”, como usted dice. Es posible que yo forme parte de eso que otro interviniente llamo “borregos”, estoy en mi derecho a ser lo que quiero y a defender mi Fe, como lo están ustedes también. Y cómo no me va a molestar la ironía, las manifestaciones, que sobrepasan toda crítica, contra los que queremos estar en esa Iglesia Católica, y que aceptamos y cumplimos sus preceptos.
Oberführer no es un grado del ejercito alemán, era un grado del Partido Nacional Socialista, después de la Gestapo y de la SS, cuerpos policiales de represión y exterminio. Y Benedicto XVI no fue nunca simpatizante del Nazismo, su adolescencia la vivió como cualquier otro joven de su generación, yo también tuve que ir a los campamentos del frente de juventudes, como la mayoría de mis compañeros, y no por eso era simpatizante de falange ni del franquismo. Cualquier cosa sirve para utilizarla en contra de nuestro enemigo.
Yo he seguido, como lector, este foro desde hace poco tiempo, y la verdad es que hay poca crítica interna, hay un consenso casi unánime, y cuando aparece alguien como yo, comienzan los ataques contra la opinión de esa persona, que siempre se encuentra sola a la hora de defender su postura y que tiene que responder constantemente a otros intervinientes. Yo creo que es mejor debatir desde posturas diferentes, sino se convierte en un debate aburrido.
Se me quedan varias cosas en el tintero, también me voy triste porque no suelo tener la oportunidad de opinar sobre estas cuestiones. Les deseo suerte y salud para todos.
Un saludo.
Hola Carmen, veo tu comentario al soltar el anterior, qué bueno verte, te echaba de menos estos días. Tus palabras son propias de la incondicionalidad de una amiga, gracias, y bueno… aunque cínica creo que no soy, también tengo mis zonas oscuras, como todos en este imperfecto mundo, pero dejemos que cada cual las vea por sí mismo, ¿verdad? J.Miguel casi acaba de llegar, ama mucho a la iglesia católica, según se expresa, por eso creo que le cuesta encajar algunos de los puntos de vista críticos con la jerarquía que se manifiestan aquí (es como lo veo, que me perdone si me permito opinar sobre su posición y mi interpretación no coincide con la suya). Espero que nos entendamos pese a nuestros distintos posicionamientos..
Un abrazo, preciosa
J. Miguel. No he pretendido ser cínica ni mucho menos ofenderle, lo siento si ha sido ése el resultado. Justo tras enviar mi comentario he accedido al enlace que usted aporta con ese otro significado de la palabreja alemana y he escrito lo que sigue abajo antes de ir a cenar.
Ya veo que oberführer es también una graduación militar del ejército nazi, ¿y qué?, una ironía muy oportuna para un papa de origen alemán y si no recuerdo mal, simpatizante del nazismo en su juventud. Utilizar un símil militar para quien ocupa el más alto cargo en una estructura jerarquizada, rígida y autoritaria como la que más no me parece tan descabellado, aunque comprendo que no guste a quienes admiran al papa, porque evoca -y lo asocia con- un movimiento criminal de la historia reciente… con el consentimiento del Vaticano de entonces: El concordato hecho entre el Vaticano y Hitler, era para acordar que la Iglesia no se iba a entrometer de manera oficial en la politica Nazi y de ningun pais ocupado por ellos, a cambio Hitler desistiria de formar una religión propia, además también evitaban que los nazis tomaran a los católicos como enemigos.
http://elsecretodezara.blogspot.com/2008/08/el-nazismo-y-la-iglesia-catlica.html
Como católico es comprensible que no le guste recordar esta dolorosa historia, pero lo lamentable es la historia, no que otros la recuerden o ironicen sobre ello.
Volviendo al tema del hilo, que es lo que interesa aquí, no sirve de nada el humo para distraer la atención de la responsabilidad del papa y su curia en la mala imagen de las mujeres, lo que no sólo perjudica a las mujeres, sino también a la iglesia.
Lo dejo tal cual lo he escrito, pero como no es mi intención ofenderle, le diré también que comprendo que todo el mundo puede equivocarse, lo hizo el Vaticano durante el nazismo, se equivoca, a mi juicio, esa jerarquía intransigente que excluye a tantos buenos teólogos, que pretende regir la libre conciencia y pensamiento de personas muy válidas (adultas y autónomas, quiero decir), que excluye y discrimina a las mujeres, que es cómplice de los privilegiados. Esos errores no empañan las buenas cualidades y buenas acciones de estos cuyos errores criticamos, ni de otros buenos e irreprochables católicos, que hay muchos, pero de los errores hay que aprender, no empecinarse en ellos, ni encubrirlos, ni disfrazarlos de virtud.
Todos vemos mejor el error ajeno que el propio, y bien que sabemos lanzárnoslos a la cara unos a otros, por eso creo que deberíamos intentar mirar desapasionadamente lo que dicen de nosotros los contrincantes, pues ellos ven lo que para nosotros suele estar en zona de sombra, en un punto ciego. Trato de aplicarlo a mí también.
Reitero mis disculpas si le he parecido cínica o le he ofendido. Un saludo muy cordial.
Lo siento no tengo mucho tiempo para ver con detenimiento el escrito de Olga, pero sí que para nada se puede decir a MAR Medina cínica, porque quienes la conocemos en persona es toda bondad y sobre todo toda ternura, amén de muchas otras cualidades aún mayores.
No es cínica, sino clara en sus exposiciones, claro que para ciertas personas decir con claridad aquello que ven 0 dejan de ver, es simplemente un ataque al cual debe responder con el argumento inoportuno.
Un abrazo MAR Medina
P.D: mañana volveré a leer a Olga, y detenidamente veré esos ataques a esa figura infalible
Por favor, Mar, dejemoslo, si es por desconociemiento vale, sino………no me gusta el cinismo, usted sabe la forma, el contexto, y lo que se quiere decir. Vale ya de defender lo indefendible, por favor. Gracias.
No sé alemán, así que busco traducción en uno de esos traductores de Internet, y la traducción para oberführer es Alta Guía. ¿En qué vulnera el honor del papa ese calificativo? Parece que J. Miguel ve insultos y difamaciones donde no los hay, o quizá estén en su mirada.
Vuelva a leer el comentario de Olga que tanto le ha irritado y contra el que ha levantado amenazas, si le parece oportuno, y verá que no hay insultos ni difamaciones, y aplíquese para usted la serenidad que exige a los demás, por favor, es más saludable para todos.
Saludos
Una cosa es la crítica y la opinión y otra el insulto. Nadie, y sobre todo las personas que están en el ámbito público, debe de estar exenta de la opinión y de la crítica. Otra cosa es el insulto, la difamación, y la calumnia. Son dos conceptos diferentes.
Está dentro de la opinión crítica es aludir a la actitud de la iglesia sobre la mujer, sobre su dogmatismo, etc.
Difamación e insulto es decir: Oberführer* (Olga Larrazabal), a la que usted alude Mar, que siendo grave no lo es más que otros, y no quiero enumerar y mencionar otros calificativos que se utilizan por otras personas.
Un poco de serenidad, un poco de parcialidad, opinemos y critiquemos lo que queramos, pero razonablemente, sin insultos, que el insulto nos hace perder la credibilidad.
* http://es.wikipedia.org/wiki/Oberf%C3%BChrer
A ver, mi querida Ines, cuando dices:
“”No se puede pedir al preso (o presa) que se quite los grilletes sin ayuda. Decir que si continúa con los grilletes es culpa suya, significa lavarse las manos. Como Pilatos, ni más ni menos.””
Hay que tener en cuenta la realidad ( muy importante en este caso) de que los ” grilletes” son opcionales. Si la mujer gusta de soportar los grilletes que le IMPONE la ICAR es asunto exclusivamente suyo. Pilatos no puede hacer nada al respecto, salvo respetar la opcion de cada cual.
Respecto a las pabores domesticas…como cualquier hijo de vecino; unas veces me toca mas y otras menos, dependiendo de las labores a realizar. Acabo de venir de la compra y puedo asegurar que hemos hecho la labor al famoso 50%. Mi esposa ha elegido los productos y yo he acarreado TODAS las bolsas el kilometro largo que hay desde el supermercado hasta la casa. El acuerdo suele ser tacito y lo dicta el sentido comun. Ella es delicada y yo soy un ” chicarron del norte”. Cuando me MANDA ir solo me suele hacer una lista ( si me encraga mas de tres cosas mi neurona olvidara la mitad) y te puedo asegurar que soy un perfecto ” varon domado”…
Lo de ir a misa lo tenemos resuelto con la copla montagnesa:
Si vas a misa por verme
no vayas a la mayor
ni tampoco a la pequegna
porque a ninguna voy yo.
Y como somos una familia muy unida lo hacemos casi todo en consenso familiar.
Saludos, pues.
No hay difamación alguna en las palabras de Olga. El narcicismo machista que existe debajo de la misoginia de la iglesia Católica es una realidad; la crisis de la iglesia, los templos vacíos, como la falta de vocaciones, son señal del derrumbe de la institución al que alude, otra realidad; y su opinión de que que el papa es un desastre es eso, una opinión -que comparto-, nada de difamación, a ver si va a resultar que es intocable ese señor y no se pueden analizar sus decisiones como las de cualquier otro ser humano.
Tan desastre es que hay muchas bajas en la iglesia católica, y él es el máximo responsable de la institución, ¿o no? Pues para ser un pastor, mal cuida su rebaño. Una cuestión nada baladí en esa merma es la de la misoginia, yo ya no pertenezco a ella, tampoco mi familia, y éste fue un motivo poderoso, fundamental, ¿cómo pertenecer a una institución que, entre otras cosas, además me desprecia?
Para difamación, la vertida sobre las mujeres recalcitrantemente por parte de la institución católica, negándonos la dignidad en igualdad de consideración a la del varón, que tiene el cuajo de poner al mismo nivel de pecado la pederastia y la ordenación de mujeres, qué barbaridad.
Mire Fico, no hay literaridad, ni sentido metafórico cuando se difama a una persona. Es probable que debido a la reincidencia algunos insultos pasen a formar parte del habituario, lo que no signifique que deje de ser un delito. Y toda la supuesta razón que se tenga al desarrollar un tema se pierde cuando se quebrantan las mínimas normas de educación y de convivencia.
Sigue usted pontificando, afirmando, lo bueno y lo malo, y lo peor utilizando el descalificativo para hablar de una persona que reperesenta a otras mucha, a sabindas que no se va a defender.
Para J. Miguel Vallejo.
Me parece que en la literalidad de lo que le reprochas a Olga puedes tener parte de razón, pero solo parte, pues –en mi opinión- también parece evidente que el calificativo que usa no pretende tener sentido literal, sino metafórico. Igual que cuando alguien se refiere irónicamente al papa como “pastor alemán” no le está llamando perro nazi, sino autoritario, inflexible, cuadriculado y hasta amenazador, lo mismo sucede con el calificativo que usa Olga. Y me parece que apelativos como esos, Ratzinger se los ha ganado a pulso, no solo desde que es papa, sino también los más de veinte años anteriores. Y si no, que se lo pregunten a todos los miembros depurados de la teología de la liberación y otras muchas cosas más.
Cuando se trata de la discriminación de la mujer, ya sea en la iglesia o donde sea, me cuesta participar porque me da vergüenza formar parte del género masculino que por activa y por pasiva las discrimina. Lo curioso (y por eso me meto ahora en conversación ajena) es que, como siempre sucede en la iglesia, siempre haya quien acaba encontrando algún escurridizo pretexto, por pequeño que sea (y que aunque fuera legítimo es inoportuno), para acabar defendiendo al agresor y no hablar de la situación de discriminación y sostenida injusticia hacia las víctimas.
En un post en el que se trata del tema de la discriminación de la mujer en la iglesia, y respecto al cual no dices nada, me parece impresentable que se distraiga la atención hacia algo tan desproporcionadamente pequeño como la ambigüedad de los matices implícitos en un calificativo referido al principal causante –en la actualidad- de tal discriminación.
Salvo en los matices implícitos -para mi inexistentes por falta de sentido literal- estoy totalmente de acuerdo con el comentario de Olga. Si en la iglesia se usaran criterios de eficacia empresarial para valorar a sus dirigentes, hace mucho que Ratzinger estaría en la cola del paro haciendo cursos de re-educación. Además de injusto y cínico, me parece un perfecto incompetente.
Saludos.
Hermoso articulo. Sin apelar a la biblia ni a la teologia me basta el sentido comun-presencia del Espiritu de Dios en cada persona-para reconocer la igualdad entre hombre y mujer por ser personas.Hablemos mas de la dignidad de las personas que de la variante vocacional del sexo.En cada persona todo es santo porque viene de Dios.Mi madre -en terminos reales-dio su vida por mi,que podia haber sido un abortivo.¿Con tanto amor no podia ser sacerdote de una comunidad cristiana?.Es un problema transitorio porque los signos de lo tiempos haran cambiar la cerrazon de la iglesia.Llegara otra vez la primavera del Reino de Dios que se construye dia a dia. ¡Benditas mujeres hermanas mias tan maltratadas en una seudo cultura machista! Lo viejo ha pasado. Ahora comienza lo nuevo.”De modo en que si alguien vive en Cristo es una nueva creatura.Lo viejo ha pasado,ha aparecido algo nuevo”( 2 Cor 4,17.)
A las buenas noches Pepe Sala.
Una pregunta, y cuando las madres, segú tú, OBLIGAN A SUS HIJOS a ir a misa el padre no tiene nada que decir?
Imagino que tú eres ese rara avis que participa al 50% de las tareas de la casa, y por tal razón tu mujer se ha sentido una igual contigo, por lo tanto su postura tozuda se debe en exclusiva a sí misma, y no a los que la rodean, cultura y sociedad. Al final el cambio de las mujeres es tarea de las mujeres, pero las cosas que hacen ellas, siguen haciendolas ellas. Se trata, querido Pepe de que los hombres empecéis a hacer sus labores para que ellas puedan cambiar de mentalidad. ¿Se me entiende?
No se puede pedir al preso (o presa) que se quite los grilletes sin ayuda. Decir que si continúa con los grilletes es culpa suya, significa lavarse las manos. Como Pilatos, ni más ni menos.
He leido el articulo, con tranquilidad y pausa, en si mismo, no tiene nada incorrecto, se enumeran detalles del pensamiento dentro de la Iglésia, que de algún modo han marcado la presencia de la mujer en la misma. Nada dice, que no sea conocido. He de reconocer, que no conozco a la teóloga Uta Ranke-Heinemanm, ni a Margarita Pintos. Pero el hecho de que sean mujeres ambas, no mediatiza su opinión, es más, como ellas, hay muchas que se manifiestan en el mismo sentido. A veces a las personas nos pasa, que, vemos a otros como inferiores, pero no nos damos cuenta,o no lo hacemos de mala fe, ya que nos han educado de ese modo, o bien nuestra cultura ahonda en esa primacia del hombre sobre la mujer. Y sin darnos cuenta, somos correa de trasmisión de esos valores en la familia. ¿ Quien hace machista a los hijos?, sin duda alguna las madres, no es una afirmación peyorativa de que todas las madres se comporten de ese modo, pero si muchas de ellas.
El pensamiento, la aceptación personal y la evolución, llevan al ser humano a ver en igualdad de oportunidad y desarrollo al otro sexo, esto, que se escribe de un modo tan sencillo, no se practica, ni se asume por una gran parte de la sociedad. Cuando la sociedad asuma la igualdad entre hembra y varon, la barrera habrá caido. Aristoteles esta presente, no, porque decía cosas que en su sociedad no eran correctas, que lo eran, en su forma cultural y de pensamiento, sino, porque esa forma de ver a la mujer interesaba a los poderes: Eclesiales, Feudales, Monarquicos, Republicanos, Dictatoriales y Democraticos,constituidos a través de la historia(el orden no significa nada). Ésta, es la herencia recibida, en nuestras manos de varones esta el devolver a la mujer su paridad con nosotros, hagamos cada uno en nuestro espacio esta defensa y eso se impondra en la sociedad. De Tomas de Aquino y Agustin, así como de otros padres de la iglésia, nada voy a comentar, eran hombres de su tiempo
Paz para todos
Mire Olga, su discutible pero respetable argumentación finaliza con un calificativo, implicito, al Papa es intolerable y un delito contra el honor penado en el Código Penal. Espero que sea retirado.
Cuando una mujer abre los ojos y se hace consciente del terrible narcicismo machista que existe debajo de la misoginia de la iglesia Católica, y de la magnitud de la ofensa, sale arrancando y esa familia entera está perdida como cliente de la Iglesia. Quizás esa es la causa del derrumbe de la institución. Necesitan urgente un asesor de marketing porque el Oberführer actual es francamente un desastre.
Merecido homenaje, Gabriel, que celebro un monton.
Ya solo falta homenajear en algun lugar de Espagna a las abuelas, madres y hermanas de alguna Plaza espagnola.
Aqui quien intente levantar la alfombra de mas de treinta mil ( 30.000) nignos robados, asesinados es llevado a los tribunales por los propios LADRONES Y ASESINOIS de nignos. Y si en vez de ser Juez del Tribunal Supremo espagnol es un simple fontanero, albagnil, historiador, investigador, periodista con dignidad profesional etc, entonces se les coloca el calificativo de terrorista radicales y que se anden con pies de plomo o tambien engrosaran la cifra, ya bien abultada.
Cosas de la ” madre patria”…es mucho mas facil resolver los asuntos lejanos que barrer los patios propios abarrotados de mierda…
En todo caso, felicitaciones para quienes hayan tenido la sana idea de homenajear a cualquier mujer ( u hombre) que persiga la JUSTICIA de cualquier tipo.
La noticia me ha satisfecho, por un lado, y me ha indignado por el agravio comparativo con las abuelas, madres y hermanas espagnolas.
Buenos dias, pues
Abuelas de Plaza de Mayo de Argentina serán homenajeadas en León, España
TeleSUR _ Hace: 11 horas
El organismo humanitario Abuelas de Plaza de Mayo será homenajeado en León, España, donde una calle será bautizada con el nombre de la entidad dedicada a localizar y restituir la identidad de niños robados en la dictadura argentina (1976/83), se informó este sábado.
La presidenta de la entidad, Estela Carlotto, visitará León entre el domingo y el jueves próximo y participará el martes junto al alcalde Francisco Fernández Alvarez, de la imposición del nombre a la calle “Abuelas de Plaza de Mayo”, precisó un comunicado de prensa difundido en Buenos Aires.
La entidad humanitaria, fundada en 1977 y candidata al Premio Nobel de la Paz, logró recuperar y restituir la identidad de 101 hijos de desaparecidos, apropiados por represores, pero aún busca a otros 400 robados en la dictadura.
http://www.telesurtv.net/noticias/secciones/nota/77756-NN/abuelas-de-plaza-de-mayo-de-argentina-seran-homenajeadas-en-leon-espana/
Hay varios temas. El que a la mujer se le acepte en el sacerdocio en sí mismo carece de importancia puesto que el sacerdocio tal cual existe ahora, a ninguna mujer le debería interesar. Pero sí es importantísimo en tanto en cuanto a la mujer no se la considera digna de algo, en este caso de lo sagrado, sólo por ser mujer. Lo cual supone una discriminación descarada, manifesta e indigna.
Capítulo interesante es que cabezas “privilegiadas”, elevadas a la santidad y reconocidas por un gran prestigio histórico y eclesiástico, hayan hecho “alta” teología insultando al género femenino y con ello a todas y cada una de las mujeres.
Una cosa que a mí siempre me ha intrigado es el porqué la falta de control de la mente y de los instintos de los hombres se nos achaca a las mujeres. Desde .que Eva hizo pecar a Adam, la historia se repite.
Y parece que apenas avanzamos en este campo. especialmente en la Iglesia, ya siempre por detrás del momento actual.
Un análisis exhaustivo de esta tan grave injusticia que se vive en la iglesia y a la que todavía se ve lejos su reparación. Consuela, no obstante tener como horizonte la realidad última en donde lo que cuenta, como muy bien ve Antonio Vicedo, es la persona y su calidad permanente de sujeto consciente, libre y responsable.
Hola Bonifacio, claro que sí, pues ¿quién dijo eso, quién hablaba, quién tenía la palabra?
La realidad es que el hombre -del género masculino- crea a dios a su imagen y semejanza, no al revés. Ese dios lleno de atributos es sólo un ídolo.
Saludos cordiales
Gracias por tan interesante análisis de algunas de las causas del desprecio de las mujeres por la iglesia. Lo agradezco también porque yo misma me interesé por el origen de la misoginia judeo-cristiana (en contra del ejemplo de Jesús, en lo que se refiere a la parte cristiana) pero no habría podido hallar, por ejemplo, las de los “padres” de la iglesia.
Vaya “perlas” han salido de hombres tenidos por “sabios” (y es que hay que entresacar detenidamente qué es sabiduría y qué prejuicio, qué es inspiración y qué obcecación y ceguera), todo debido a su obsesión por el sex(t)o y el más puro y duro interés del poder-patriarcal; pero me hace gracia en especial la que ve a la mujer como un varón fallido, ha tenido que venir la genética a poner las cosas en su sitio, aunque la siguen ignorando, a lo que se ve, ahora que se sabe que el incompleto -puestos a comparar- es el hombre, al que le falta un trocito de cromosoma.
Una de las razones por la que he dejado de ser católica es precisamente el desprecio con que soy tratada, además de no reconocer ninguna autoridad a ese señor que se autoproclama sucesor de Pedro y “puente” entre la divinidad y los seres humanos, el mismo Jesús en la tierra, ¡nada menos! Pero no es puente, sino obstáculo, la realidad es que se interpone y desplaza el lugar que debe ocupar sólo lo sagrado.
Sin embargo, aún con todo, no he recibido respuesta sobre mi no pertenencia a la IC, pese a haber enviado varias cartas al arzobispado, parece que no quieren dar de baja a nadie de su institución, supongo que para no reconocer su deterioro y su pérdida de poder, ¿es eso legal? Pero no pararé hasta lograr que me den de “baja” de esa perversa iglesia, a la que no deseo pertenecer ni tengo nada que ver con ella, precisamente desde mi sentimiento de cristiana.
Saludos cordiales
Para hecer lo mismo que ellos hacen…
¿Quien quiere ser sacerdotisa (o como quieran que se las llame), para hecer lo mismo que ellos hacen?
Seguiríamos en el mism lugar, o sea, el mismo can con distintos collares…
Antes, deberíamos llegar, como nos dice Antonio personas conscientes, libres y responsables.
Después, cada cual elegira su camino.
¿Quien asegura que: Padre y Espíritu son varones…?
mª pilar
Es de ver cómo algunos eclesiásticos vienen a resaltar la dignidad de la mujer dentro de la Iglesia, y en realidad queda muy desparejado sus discursos cuando es en el mismo recinto eclesial donde las mujeres no son tratadas con respeto como se lo hace con los obispos, papas, cardenales, sacerdotes, diáconos, y toda la no sé qué autoridades de no sé qué dios eclesiástico los llamó a ser tales.
Es tiempo que las mujeres en la iglesia tengan esa la independencia de cualquier sistema de creencias,pues esto, según mi parecer, también es ir ganando autonomía personal, y cuando más dependiente son de una tradición, de creencias que se mantienen colectivamente, tanto más pueden alejarse del camino de la liberación. El no conformarse con doctrinas de la ortodoxia, sea política, religiosa, etc. es una forma de mermar la dependencia y recuperar un medio hacia la liberación. Ser libre de todo y de sí mismo es un arte, un proceso que está por arriba de toda autoridad, individualización. Cuando se es leal a doctrinas y creencias que restringen a la autonomía libertad, es mejor perder esa lealtad porque en realidad aumenta la dependencia y no nuestra libertad. No aceptamos esas doctrinas, sean religiosas, de forma especial, que presumen ser indiscutibles como señal de superioridad y estar más cerca de la verdad o ser el único camino de acceso. Cada uno ha de crear su propio camino para conocer y acceder a la verdad, sea desde la diversidad u otra forma y condición humana. Esto no es relativismo sino reconocimiento de la pluralidad y diversidad, que también es patente en todas las narraciones de los Evangelios.
El día que de verdad el Vaticano y todos sus obispos comience a valorar a las mujeres, ese día será cuando la mujer tendrá todo el derecho de ser sacerdote, papa, cardenal, etc. Pero como el machismo eclesiástico se respalda en interpretaciones teológicas machistas nada es de esto se puede esperar que se lleve a cabo a no ser que se presente el mismo Cristo, aunque temo que si así fuere lo “patearán” y lo “excumulgarán”. Cristo subió a los cielos y en su lugar vino la iglesia, lamentablemente, pero para quien sabe y vive a Cristo presente en todo su ser deja esa mediación (iglesia jerarquica) para los que no pueden encontrarse con Cristo a no ser por “terceros”…No estoy diciendo Cristo sí, Iglesia no…
La Iglesia católica no sufre una crisis de vocaciones sacerdotales, en principio, sino las consecuencias de muchas de sus creencias que en poco y en nada tienen que ver con la actitud de Cristo sino de ciertos cristianos con mentalidades extrañas al mismo, o mejor, dicho, se construyó un “Cristo teológico” muy distinto al Cristo de carne y hueso que los evangelios nos dan a conocer.
En lo anecdotico, siguiendo las simpaticas aportaciones al respecto, aportare lo que me han contado las malas lenguas:
Parece ser que Sofia Loren tambien fue a comulgar en ocasion de una celebracion catedralicia y tambien se presento ante el aficiante con un escote de mareo. Eran los pricipios del cambio en el modo de dar la hostia y se comenzo a decir eso de
” El cuerpoo de Cristo”…antes de dar la forma.
El oficiante, atribulado por el escote de Sofia Loren equivoco la texto y exclamo:
Cristo, que cuerpo !!!!..
Saludos, pues.
A ver, Ines, a cada cual lo suyo y las cosas como son:
1: El articulo en debate esta escrito poir un hombre. ( ademas de mi pueblo)
2: Son mujeres la mayoria de quienes dan cobertura a la ICAR asistiendo a sus manifas, misas, procesiones y demas parafernalias.
3: Son las maadres quienes ponen mas empegno en llevar a sus hijos a las clases de religion, al bautismo catolico, a primeras comuniones y les OBLIGAN a ir a misa los Domingos.
O sea que todo lo que tengas que achacar sobre corporativismo, se lo dices a tus congeneres. Mis hijos no asisten a ninguna parafernalia catolica y yo solo voy a ” misa” en Göteborg porque la misa la celabra una sueca que quita el hipo…
Buenos dias, pues.
Bueno, necesario, imprescindible y muy oportuno el que se levanten voces masculinas y femeninas proclamando la aceptación de esta gran injusticia, cuando se intenta la búsqueda o defensa del Reino de Dios, dejando sin considerar igualmente personas de pleno y total derecho a las mujeres que, además, constituyen más de la mitad de la Humanidad.
Pero, afirmado esto, sigo convencido de que el fallo empieza por no considerarcon generalidad la condición de PERSONA, con todo lo que ello conlleva naturalmente, a TODOS y CADA UNO DE LOS SERES HUMANOS, sobre todo en calidad permanente de SUJETOS CONSCIENTES, LIBRES y RESPONSABLES.
¿Por qué anteponer a la condición y valoración personal la de cualquier cualificación funcional, en el caso del sexo para los fines de complementariedad y procreativos que le son propios?
Aceptad, hermanas, mi solidaridad unida a la de cuantos ya luchan con vosotras para que termine esta injusta situación. Un fraterno abrazo de ánimo y coraje.
Hay una antiquísima tradición de la Iglesia que vincula el Espíritu Santo a la mujer…y por supuesto a la IGLESIA MISMA…
Es sorprendente encontrarse en este escrito de principios del siglo III con esta visión de la comunidad, según el puesto que se ocupa en la asamblea: «El obispo os preside en lugar de Dios Todopoderoso: que sea honrado por vosotros como Dios. El diácono asiste en lugar del mesías que sea amado, pues, por vosotros. La diaconisa sea honrada por vosotros en lugar del Espíritu Santo. Los presbíteros sean para vosotros figura de los apóstoles. Las viudas y los huérfanos sean considerados sean considerados por vosotros como figura del altar (La Iglesia de Jesús, Proceso Histórico de la Conciencia Eclesial de Rufino Velazco) RECOMENDAMOS VIVAMENTE TODA LA LECTURA DE ESTA OBRA DEL GENIAL TEÓLOGO ESPAÑOL, ES UNA DE LAS ECLESIOLOGIAS QUE HEMOS LEIDO…Con cariño desde Montevideo lluvioso Gabriel
Una antiquisima tradición de la Iglesia vincula al Espiritu Santo con lo femenino, a tal punto que antiguos rituales, significaban a la diaconisa con el Espiritu
Es sorprendente encontrarse en este escrito de principios del siglo III con esta visión de la comunidad, según el puesto que se ocupa en la asamblea: «El obispo os preside en lugar de Dio Tod
opoderoso: que sea honrado por vosotros como Dios. El diácono asiste en lugar del mesías
e sea amado, pues, por vosotros. La diaconisa sea honrada por vosotros en lugar del Espírit
nto. Los presbíteros sean para vosotros figura de los apóstoles. Las viudas y los huérfano
n considerados por vosotros como figura del altar»F
27
F.
Una antiquisima tradición de la Iglesia vincula al Espiritu Santo con lo femenino, a tal punto que antiguos rituales, significaban a la diaconisa con el Espiritu
Es sorprendente encontrarse en este escrito de principios del siglo III con esta visión de la comunidad, según el puesto que se ocupa en la asamblea: «El obispo os preside en lugar de Dio Tod
opoderoso: que sea honrado por vosotros como Dios. El diácono asiste en lugar del mesías
e sea amado, pues, por vosotros. La diaconisa sea honrada por vosotros en lugar del Espírit
nto. Los presbíteros sean para vosotros figura de los apóstoles. Las viudas y los huérfano
n considerados por vosotros como figura del altar»F
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EL PADRE, EL HIJO Y …. EL ESPIRITU SANTO. ¿Quien hizo a quien a su imagen y semejanza?
Querida Inés… Se puede revolver España entera por un “quitamé esas pajas” porque una persona ha tenido poca o nada sintonia con el obispo tal o cual.
Pero no pidas que nadie se salga de la ICAR o de ningún lugar porque la mujer está marginada, lapidada, incluso excluida de todo, máxime cuando no existimos en la Verdadera historia de la Humanidad… somos como esos torpes filósofos han querido pintarnos, gracias al poco gusto que sentían por nuestro género o por todo lo contrario.
En definitiva, pedier peras al olmo, a la necedad es perder el tiempo, lo que debemos hacer es no regalar perlas, trabajo etc a los cerdos, ni comprarno todo el cerdo porque queramos comer un trozo de jamón… jajaja
La ausencia de participación en este post habla por sí solo. Siendo la más flagrante ofensa contra media humanidad, la discriminación (sexual, social, política, familiar y por supuesto religiosa, de la mujer) los hombres se unen. Da igual sus ideas progresistas, o conservadoras, en este tema son uno. Da igual que sean hombres pobres o ricos, cultos o incultos. El estatus de la mujer como ser inferior les favorece y todos callados, “mejor no meneallo”.
Empieza a ser hora de que la mujer abra los ojos, y no se deje seducir “por el pensamiento progresista Y MACHISTA”. Y si los progresistas no son machistas, que lo demuestren.
En el D. Canónico, renovado en 1983, se sostiene que sólo el varón puede ser lector de las Escrituras o acólito.
basan eses machismo en Jesucristo, y que es imposible ordenar a mujeres porque este solo estableció que los 12 apóstoles fueran hombres.
Mas de 2,000 años desde que Jesús restituyó a la mujer, y hoy aún sigue la la ICAR apoyándose en la idea de la Tradición de, para justificar que la mujer no puede tener Magisterio y acceder al Sacerdocio Femenino, porque los hombre de la religión católica, los que están en la cúpula desde hace miles de años, han hecho girar todo y en consonancia de “ESOS SACERDOCIOS ARISTOCRÁTICOS” Y SÁLICOS donde se va adornando de halos de grandeza y poder, de ventaja ante la comunidad y la Asamblea de fieles.
CRER PARA VER Y VER PARA CREER ESTO ¿…?
Con estos antecedentes, en la “base” de la iglesia jerárquica:
¿A dónde pensamos se puede llegar?
Ciertamente el varón, no sé si por formación, como regalo de su naturaleza, como ser que algo se ¿quebró? en su creación, tiene la mirada bastante extraviada cuando se trata de la mujer.
También la mujer; tiene extraviada la mirada, por la “necesidad imperiosa de ser “mutilada” de mil maneras por el varón” y siguir buscándolo, como si le faltara el aire sin el.
¿Los dos sexos están mal conformados?
¿O no hemos sabido mejorar la mirada, desde cuando se caminaba en cuatro ¡patas!?
¡No lo puedo comprender!
Quizá nos falte muchíiiiisimo, hasta llegar a completar las capacidades que ambos dos tienen, de mirarse con gozo, placer, alegría, respeto; aprendiendo, a no ser “enemigos” unos contra otras y viceversa.
¡¡¡Cuanto falta para eso!!!
No comprendo porque las mujeres siguen fielmente a estos varones eclesiales, que se les conceptúa con una “alta” ¿? formación; que sean capaces de decir, escribir, ordenar… el sin fin de paparruchadas y ofensas, que salen de su calenturienta cabeza, que más parece regida por sus genitales, que por su razón, bien formada y construida.
¡¡¡Mujeres, que hacemos mirando al limbo, y cuasi “adorándolo”!!!
¡Ya no existe!
Fue otro “invento” glorioso, para dogmatizar, como actúa “dios” (según ellos) cuando una persona no es bautizada.
Lean, rumien, piensen, disciernan… y luego, pongan el verdadero sentido de las cosas, donde debe estar.
¡Claro! para eso se necesita tener ¡despierto! el buen ¡¡¡Sentido común!!!
El sentido más deteriorado de la historia humana.
mª pilar
Cuenta la leyenda, que cierta vez en la Asamblea General de Francia, se debatia el voto de la mujer…y como siempre los estudiantes asistian a una especie tribuna (aqui se le llama la barra o las barras) el sector donde estaban los estudiantes observabando la sección parlamentaria, se les llamaba el gallinero…Un diputado conservador pidio la palabra y argumento en contra del voto de las mujeres…en la culminación de su argumentación expecto…”ENTRE LAS MUJERES Y NOSOTROS HAY UNA PEQUEÑA DIFERENCIA”…y los estudiantes comenzaron a gritar VIVA LA DIFERENCIA…VIVA EL VOTO FEMENINO…todos sabemos que el voto femenino fue aprovado…
FRASE IRONICA…
A los hombres se les enseña disculparse por sus debilidades, a las mujeres por sus capacidades. (Lois Wyse)