¿Qué hay detrás de la etiqueta colorida del otoño?
¿Por qué tanto derroche de energía,
Que emborracha y aquieta vibrando,
Sin parar de orquestar su sinfonía?
La creatividad, inherente a toda naturaleza,
Nos sacude y despierta en lo oculto,
En lo que ya es en todo.
Mimetizándose constante,
Su morir y renacer comparte,
Y nos adentra al instante
A la conciencia unitaria
Que somos, …que sin parar se expande…
Mi otoño huele a mosto y vino nuevo
Vienen desde el atardecer los carros en hileras
De las viñas a los lagares
El campo es un mar de parrales
Y estalla el verde de su manto en un espléndido arco iris
Se tiñe de amarillo y oro, rosa y ocre, sangre y fuego.
En las entrañas de mik otoño
Se hartan de higos melados, uvas y melocotones
Pajarillos, perdices, liebres, alimañas y conejos
Y cuando Urbión y San Lorenzo estrenan nieves
El campo, ceniciento
Es un desierto helado poblado de esqueletos de tocones y sarmientos.
Tengo otro otoño que atruena
Berrea de ciervos en celo.
Es un inmenso manto de robles y hayedos
Colgado del Gorbea, Altube y las Peñas de Orduña
Hasta Llodio y Orozco
A veces lo atraviese de viaje hacia el sur y la meseta
Y me sonríe desde sus crepúsculo de luz y de colores
Desde su hoguera de hojas que arden y se consumen.
No, no es mi otoño vana rebelión de Lucifer a la conquista de la luz
No fuegos fatuos, es ansia y hambre de infinito
Es éxtasis, delirio, paroxismo, orgasmo creador
Es ave Fénix: de su muerte, sus cenizas, sus inviernos
Alumbra siempre exuberantes nuevas primaveras
OTOÑO
Se cierne sobre el color verde,
la gama otoñal,
en los rojos encarnados,
son esas primicias anunciadoras
de acopio, del sol en nuestra
despensa, en esas tardes
de paseo, en las mañanas
sentadas en el Altozano
de mi Villafranca…
Días de otoño, para presumir
de la primera chaqueta
de lana de cachemir,
trenzada en agujas, manos
de madre que escucha
antes que las hojas sean secas
al viento del otoño llamar
a nuestra puerta…
¡Cómo recuerdo! aquellas
manos ungidas por el trabajo,
hilando nudos del derecho
y el revés, al sol de la huerta.
primeras tarde del otoño
al sol de la huerta.
Otoño que te anuncias
en el cobalto,
te haces eco soplo glacial,
que voceas en lengua
de ardillas, que el invierno
ya llega.
¡Que deben hacer remesas!
De nueces, de avellanas,
De almendras…
Otoño miel, ¿cómo no embelesarme
En el color de los castañales
de mi tierra?
Otoño que traes de ti
a las hojas caducas,
en desplomen
sobre el lecho aún caliente
tú le alfombraras, con aquellas
hojas bellas,
marcarás rutas, taparas
otras indiferentes huellas,
pero no dejarás
ni un resquicio del bosque
sin clamar
¡Abrigaros! que el invierno
viene, os acecha.
Otoño que trenzas
colores en las cordilleras,
anudas el cálido en sus mesetas,
dedos secretos e íntimos
de belleza los impregnas,
de lustrosa brillantina,
en la mañana de neblina
otoño, novio celoso del bosque
a la cima velas, de los ojos
intrusos toda su belleza,
Es tanta la belleza del otoño y está tan repartida que cuando he visto tan bellísima foto he creido ver la panorámica que ofrece Liébana desde los túneles de Dobres en otoño. ( cantidad de personas van a obtener fotos por el juego de colores otoñales que ofrece la panorámica) No puede ser, puesto que falta el pueblo de Bárago abajo.
La Natura avisa, y para disfrutar de su complicidad vital hay que actualizar la propia responsabilidad.
No se puede vivir lo mismo en verano que en invierno, si se quiere sobrevivir.
¿Estamos tomando en cuenta las caricias de la alarma ecológica?
Los montes y los valles con sus rupestres conciudadanos, ya hace millones de años que lo hace.
¿Qué hay detrás de la etiqueta colorida del otoño?
¿Por qué tanto derroche de energía,
Que emborracha y aquieta vibrando,
Sin parar de orquestar su sinfonía?
La creatividad, inherente a toda naturaleza,
Nos sacude y despierta en lo oculto,
En lo que ya es en todo.
Mimetizándose constante,
Su morir y renacer comparte,
Y nos adentra al instante
A la conciencia unitaria
Que somos, …que sin parar se expande…
Un abrazo a todos.
Mi otoño huele a mosto y vino nuevo
Vienen desde el atardecer los carros en hileras
De las viñas a los lagares
El campo es un mar de parrales
Y estalla el verde de su manto en un espléndido arco iris
Se tiñe de amarillo y oro, rosa y ocre, sangre y fuego.
En las entrañas de mik otoño
Se hartan de higos melados, uvas y melocotones
Pajarillos, perdices, liebres, alimañas y conejos
Y cuando Urbión y San Lorenzo estrenan nieves
El campo, ceniciento
Es un desierto helado poblado de esqueletos de tocones y sarmientos.
Tengo otro otoño que atruena
Berrea de ciervos en celo.
Es un inmenso manto de robles y hayedos
Colgado del Gorbea, Altube y las Peñas de Orduña
Hasta Llodio y Orozco
A veces lo atraviese de viaje hacia el sur y la meseta
Y me sonríe desde sus crepúsculo de luz y de colores
Desde su hoguera de hojas que arden y se consumen.
No, no es mi otoño vana rebelión de Lucifer a la conquista de la luz
No fuegos fatuos, es ansia y hambre de infinito
Es éxtasis, delirio, paroxismo, orgasmo creador
Es ave Fénix: de su muerte, sus cenizas, sus inviernos
Alumbra siempre exuberantes nuevas primaveras
Me he quedado impresionada con tanto color…
Contornos disimulados tirando de la polvera. Me resulta un maquillaje excesivo.
http://www.youtube.com/watch?v=QKdxxAJFOCA&feature=related
Saludos.
OTOÑO
Se cierne sobre el color verde,
la gama otoñal,
en los rojos encarnados,
son esas primicias anunciadoras
de acopio, del sol en nuestra
despensa, en esas tardes
de paseo, en las mañanas
sentadas en el Altozano
de mi Villafranca…
Días de otoño, para presumir
de la primera chaqueta
de lana de cachemir,
trenzada en agujas, manos
de madre que escucha
antes que las hojas sean secas
al viento del otoño llamar
a nuestra puerta…
¡Cómo recuerdo! aquellas
manos ungidas por el trabajo,
hilando nudos del derecho
y el revés, al sol de la huerta.
primeras tarde del otoño
al sol de la huerta.
Otoño que te anuncias
en el cobalto,
te haces eco soplo glacial,
que voceas en lengua
de ardillas, que el invierno
ya llega.
¡Que deben hacer remesas!
De nueces, de avellanas,
De almendras…
Otoño miel, ¿cómo no embelesarme
En el color de los castañales
de mi tierra?
Otoño que traes de ti
a las hojas caducas,
en desplomen
sobre el lecho aún caliente
tú le alfombraras, con aquellas
hojas bellas,
marcarás rutas, taparas
otras indiferentes huellas,
pero no dejarás
ni un resquicio del bosque
sin clamar
¡Abrigaros! que el invierno
viene, os acecha.
Otoño que trenzas
colores en las cordilleras,
anudas el cálido en sus mesetas,
dedos secretos e íntimos
de belleza los impregnas,
de lustrosa brillantina,
en la mañana de neblina
otoño, novio celoso del bosque
a la cima velas, de los ojos
intrusos toda su belleza,
Elevamos la mirada, recorriendo la belleza de las cumbres…Gabriel
Es tanta la belleza del otoño y está tan repartida que cuando he visto tan bellísima foto he creido ver la panorámica que ofrece Liébana desde los túneles de Dobres en otoño. ( cantidad de personas van a obtener fotos por el juego de colores otoñales que ofrece la panorámica) No puede ser, puesto que falta el pueblo de Bárago abajo.
En este enlace se ve alguna foto similar, aunque no he encontrado ninguna de Otoño.
http://lacuevadeltasugo.blogspot.com/2010/09/liebana-vall-de-cereceda-2-parte.html
La Natura avisa, y para disfrutar de su complicidad vital hay que actualizar la propia responsabilidad.
No se puede vivir lo mismo en verano que en invierno, si se quiere sobrevivir.
¿Estamos tomando en cuenta las caricias de la alarma ecológica?
Los montes y los valles con sus rupestres conciudadanos, ya hace millones de años que lo hace.