LA DIVISIÓN DE LOS PANES… Y LOS PECES
Como ya dijimos, hay otra versión de estos comentarios, que sigue más de cerca el texto griego. La correspondiente al tema de la semana pasada la pueden ver aquí. Pero los que ya han enviado un correo interesándose por recibir está versión en PDF que les acerca más al texto griego de Marcos, recibirán por correo la correspondiente al tema de hoy. No siempre la vamos a publicar en la página. Quienes quieran recibir este nuevo material, que comuniquen cuanto antes este deseo a Antonio.
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- TEXTO:
38 “Él les dijo:
-¿Cuántos panes tenéis? Id a ver.
Cuando lo averiguaron, le dijeron:
-Cinco, y dos peces.
39 Les ordenó que los hicieran recostarse a todos en la hierba verde formando corros, 40 pero se echaron formando cuadros de ciento y de cincuenta.
41 Tomando él los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y los fue dando a los discípulos para que los sirvieran; también los dos peces los dividió para todos. 42 Comieron todos hasta saciarse, 43 y recogieron de trozos doce cestos llenos, también de los peces. 44 Los que comieron los panes eran cinco mil hombres adultos.
45 Enseguida obligó a sus discípulos a que se montaran en la barca y fueran delante de él al otro lado, en dirección a Betsaida, mientras él despedía a la multitud. 46 Cuando se despidió de ellos se marchó al monte a orar” (Mc 6, 38-46). - INFORMACIÓN Y PREPARACIÓN DE LA GENTE
- 38 “Él les dijo: ¿Cuántos panes tenéis? Id a ver. Cuando lo averiguaron, le dijeron: Cinco y dos peces.
Nuestro protagonista atraviesa el sarcasmo de los discípulos (v. 37) con un interrogante: “¿Cuántos panes tenéis?”. Se ciñe al alimento esencial para las masas depauperadas. La pregunta debió desconcertarles; ponía al descubierto su insolidaridad. El grupo oculta lo que posee. Él insiste con exigencia: “id a ver”. El lugar donde reservan los panes está a distancia de donde Jesús expone su proyecto a la gente.
Jesús exige conocer la totalidad. Así lo entendieron ellos. Responden sin resistencia. Su contestación no pudo ser más concisa. Se limitaron al puro dato: “Cinco, y dos peces”. Sin explicitarlo, cinco alude a los panes, el alimento básico. El número cinco se usa como conjunto que expresa aproximación, como sucede en Lc 12,4: “¿No se venden cinco gorriones por cuatro cuartos?”. En nuestro relato puede equivaler a un puñado o unos cuantos. Los discípulos contestan secamente con la cifra desnuda dando a entender la insignificancia del alimento que poseen en relación a la magnitud del problema. De ese modo lo interpretaron Mateo, Lucas y Juan en sus relatos paralelos: “Si aquí no tenemos más que cinco panes y dos peces” (Mt 14, 17); “¡Si no tenemos más que cinco panes y dos peces!” (Lc 9, 13); “¿qué es eso para tantos?” (Jn 6, 9).
A la cifra anterior, cinco, los discípulos añaden: “y dos peces”. Esta vez no ocultan la realidad, aunque se intuye en su forma de exponerla una elevación del tono desafiante. Como un añadido, apostillan: “y dos peces” acentuando la insignificancia del alimento. Nuestro narrador recoge el dato. Se servirá de él para avanzar en su pedagogía. Por una parte, los peces, seguramente salazones fabricados a orillas del lago, le daban al pan otra presencia que incrementaba la calidad de la comida. Por otra, el número dos añadido al cinco consigue una suma total de siete, cifra que indica perfección. Así, la totalidad del alimento en posesión del grupo de discípulos, a pesar de su pequeñez, tiene para Marcos la condición de insuperable. Cinco panes y dos peces, una menudencia para tal aglomeración, según la mentalidad de los discípulos, resulta ser el ideal en la pedagogía de Marcos.
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- 39 Les ordenó que los hicieran recostarse a todos en la hierba verde formando corros, pero se echaron formando cuadros de ciento y de cincuenta.
Jesús no concede espacio a la discusión y da instrucciones precisas a los discípulos para que preparen a la multitud: “les ordenó que los hicieran recostarse a todos en la hierba verde formando corros”. Marcos se centra en los detalles importantes. La gente debe adoptar la posición de personas libres. Sólo los esclavos, pendientes del servicio, comían de pie. Jesús invita a la multitud a adoptar una postura de señorío para la comida que marcará el final del tiempo de la penuria. Ha llegado la etapa de la abundancia.
No dejó la colocación de la gente a la voluntad indiscriminada de cada uno. Indicó con claridad: “formando corros”. Este formato alude a una disposición en grupos ubicados conforme a la colocación de los comensales alrededor de una mesa. Llama a prepararse para un festín. Reclama la aceptación de la igualdad como característica común de los invitados a su proyecto.
Un último detalle de Marcos: “sobre la hierba verde” aporta un dato de relevancia. La hierba fresca, el nuevo brote verde, simboliza el fin de las estrecheces y la llegada del tiempo del exceso pregonado por los profetas. Los preparativos ordenados por Jesús advierten al lector que su inminente actuación responde a la intervención del pastor definitivo anunciado por Ezequiel (Ez 34).
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- 40 pero se echaron formando cuadros de ciento y de cincuenta
La falta de apoyo de los discípulos a la distribución de iguales (corros) deja sospechar su posición distante respecto a Jesús. La multitud tampoco está preparada para la igualdad: “pero se echaron formando cuadros de ciento y de cincuenta”. El orden de colocación elegido muestra a unas masas recelosas del proyecto alternativo de nuestro protagonista e inclinadas a aceptar las propuestas de los discípulos. La ilustración de Marcos, formando cuadros, traza su disposición a la disciplina y a la acción militar. Desconfían de la praxis de la igualdad y se alinean según el orden impuesto por un sistema donde imperan la jerarquía y la subordinación.
Marcos completa su dibujo añadiendo dos cifras referidas al volumen de esas formaciones elegidas por la gente para distribuirse: “de cien y de cincuenta”. Son números redondos cargados de simbolismo. Cien evoca a la temida compañía militar romana (centuria) constituida por cien soldados de a pie mandados por un centurión. Cincuenta alude a los cinco panes. Expresa la exageración del número de comensales para tan escaso alimento y manifiesta el escepticismo ante la pobreza de medios para solventar un problema social de tanta magnitud.
- DIVISIÓN, REPARTO, COMIDA Y SUPERAVIT
- 41 Tomando él los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y los fue dando a los discípulos para que los sirvieran; también los dos peces los dividió para todos.
Por propia iniciativa y sin contar con la aprobación de los suyos, Jesús saca a la vista de todos lo que el grupo guardaba: “Tomando los cinco panes y los dos peces”. Lo retira del dominio de ellos para convertirlo en objeto de su acción. Su mirada desplaza el alimento del espacio dominado por la propiedad privada para contemplarlo desde una esfera por encima de ese nivel rastrero: “y alzando la mirada”. Nuestro protagonista tiene otra visión sobre el alimento y su posesión. El nuevo espacio, “hacia el cielo”, garantiza el carácter definitivo de su propuesta de igualdad.
Desde esta óptica, Marcos sintetiza con magistral brevedad los tres movimientos de que constó la acción principal de Jesús. El primero: “pronunció una bendición” no conlleva concederle al pan alguna cualidad que no contuviera ya. Reconoce al alimento su procedencia, exterioriza su agradecimiento y estima que su valor esencial no puede quedar confiscado en el rincón de la propiedad privada. Como la tierra que lo produce, el alimento pertenece a todos.
El segundo movimiento: “partió los panes” inicia la comida que reconoce el verdadero origen del alimento y su sentido social. “Partir” tiene como objetivo la distribución. Partir los panes abre el camino a la convergencia en una sociedad de iguales. Es el contrapunto a la acción disgregadora patrocinada por los discípulos: “que se compren…” (v.36).
Enlazado con éste, el tercer movimiento presenta una acción más sostenida derivada de las anteriores: “y los fue dando a los discípulos para que los sirvieran”. La acción prolongada, iba dando, muestra paso a paso en cada uno de sus momentos el resultado práctico de su planteamiento.
Jesús no da directamente a la gente, va entregando los panes partidos a los discípulos. Ellos no son los destinatarios, pero de esa manera él los convierte en autores de la donación. Así completa la praxis que les había demandado: “dadles vosotros de comer”. Es a la sociedad alternativa, a la que toca llevar la iniciativa de dar todo lo que dispone como solución al problema del abandono del pueblo. Su último objetivo lo confirma. Consiste en servir el alimento: “para que los sirvieran”. Poner por delante de los abandonados el alimento físico y el alimento ideológico que necesitan es el compromiso que define la identidad del grupo. No es el poder, sino el servicio dedicado con entrega total a los abandonados el que hace posible una sociedad humana.
Como si se tratase de una coletilla, Marcos nombra los peces a continuación: “también los dos peces los dividió para todos”. No fue un olvido corregido de inmediato. Se trataba de un sencillo recurso pedagógico para detener la mirada del lector y hacerlo pensar. Los panes de cebada, comida de pobres, suficientes para solucionar el problema de subsistencia, no marcan el límite de acción de la sociedad alternativa. El objetivo de ésta no se reduce a cubrir la necesidad de alimento, sino a dar respuesta definitiva al abandono. La urgente y amplia necesidad exige poner sobre la mesa de los abandonados la totalidad de lo que se acapara. No son suficiente cinco, se requieren otros dos para alcanzar el objetivo deseado.
Jesús ambiciona la solución social definitiva a la necesidad humana. Por eso no marca tope en la entrega. Sólo así se consigue una sociedad donde la justicia ejerce la soberanía. La renuncia a poseer en beneficio de la distribución equitativa que erradica la necesidad concede la eficacia a la sociedad alternativa, que así responde con creces a lo que ansían los abandonados.
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- 42 Comieron todos hasta saciarse
La gente aspira a saciarse, no sólo a calmar el hambre. A ese sueño responde la práctica de Jesús: “comieron todos hasta saciarse”. Nuestro narrador anima a reparar en la demostración del Galileo. Marcos trata de hacer ver al lector que el mensaje del Reino supera las esperanzas de los que padecen la situación de desamparo. De esa manera lo entendieron Mateo y Lucas cuando escribieron: “Dichosos los que tienen hambre y sed de esa justicia, porque esos van a ser saciados” (Mt 5, 6); “Dichosos los que ahora pasáis hambre, porque os van a saciar” (Lc 6,21). El proyecto del Galileo responde con extraordinaria holgura a la necesidad humana y colma la profunda aspiración de justicia de las multitudes arrinconadas.
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- 43 y recogieron de trozos doce cestos llenos, también de los peces
Marcos agrega una nueva nota significativa: “y recogieron de trozos doce cestos llenos”. La recogida de las sobras lleva a pensar directamente en la sobreabundancia como valor destacado de la acción eficaz de entregar a los desasistidos la totalidad del alimento disponible. El número doce sobresale para advertir que la pauta seguida por Jesús representa la solución para el pueblo. Aquel hombre de Nazaret demostraba con su práctica ser el pastor definitivo anunciado por los profetas.
Marcos incorpora otro detalle. Al observar que los cestos estaban “llenos” apunta a la plenitud de los efectos sociales alcanzada con esa práctica radical y solidaria de Jesús.
No pasa desapercibido para el lector que, otra vez, como un añadido carente de estética, nuestro redactor, al hablar de las sobras recogidas, escriba: “también de los peces”. Los trozos de pescados manifiestan que el pueblo beneficiario de esta práctica de reparto en igualdad no pasará estrecheces. Además de colmar, el alimento de la sociedad definitiva posee una calidad desbordante.
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- 44 Los que comieron los panes eran cinco mil hombres adultos
Marcos cierra el apartado de la comida diciendo: “los que comieron eran cinco mil hombres”. La frase está presentada como una observación final sobre la comida. Con ella trata de resumir al lector una lección a no olvidar. La cifra cinco mil no trata de precisar, busca establecer una relación con las cantidades aparecidas con anterioridad: “cinco” (v. 38) y “cincuenta” (v. 40). La suma de cinco mil comensales frente al humilde número de cinco panes disponibles reconoce la inmensa energía de la sociedad alternativa cuando pone en juego su entrega solidaria y sin límites.
El término hombres referido a varones está empleado con la intencionalidad que acostumbra nuestro redactor. Las mujeres y los niños no tenían cabida en operaciones de tinte violento. En consonancia con la forma militar de organizarse (“pero se echaron formando cuadros de cien y de cincuenta”), sirve probablemente a Marcos para insinuar que se trataba de un colectivo de hombres enardecidos por la flama del grupo de los discípulos y dispuestos al asalto al poder. En ese caso, la lección del Galileo fue doble.
- DESPEDIDA
Nadie ha dicho nada respecto al espectacular resultado de la distribución del alimento. El silencio de los discípulos y de la gente atestigua que allí no hubo milagro sino un inmenso efecto expansivo de la solidaridad. Pero, ¿aceptaron los discípulos y las masas el planteamiento o se mantuvieron encerrados en sus posiciones?
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- 45 Enseguida obligó a sus discípulos a que se montaran en la barca y fueran delante de él al otro lado, en dirección a Betsaida, mientras él despedía a la multitud.
La continuación del relato de Marcos parece inclinarse por la segunda versión: “Enseguida obligó a sus discípulos a que se montaran en la barca”. Una vez solucionado el problema, no había razón para correr. La enseñanza podía proseguir. Además, la propuesta de Jesús había sido colocada sobre el mantel con todo lujo de detalles. Ahora tocaba responder a ella. Era el turno de los discípulos y de las masas. La falta de respuesta indica que hubo resistencia en ambos colectivos. Un milagro habría generado una reacción positiva de extraordinarias dimensiones. Pero como el modelo exigía tal grado de compromiso, el de la entrega total al servicio de los abandonados, triunfó la oposición frontal a la oferta de Jesús. Unos y otros se reafirmaron en las ideas políticas tradicionales como fórmula para transformar aquella sociedad injusta.
Marcos utiliza el sentido figurado y apunta a que el esfuerzo de Jesús se concentró en hacer avanzar al grupo de obstinados en la idea de distinguirse como sociedad alternativa. La barca establece las diferencias, marca las distancias y perfila las identidades. Los discípulos necesitan definirse. Aceptar la propuesta del Galileo les exige salir de sus esquemas y cambiar radicalmente de posición. El grupo debe avanzar con independencia y adoptar sus propias decisiones. Jesús les orienta recomendándoles el faro por el que deben guiarse: “y fueran delante de él al otro lado, en dirección a Betsaida”.
Nuestro narrador desdobla la actuación de Jesús, combinando su orientación a los discípulos con la última atención a la gente: “mientras él despedía a la multitud”. Los participantes de la comida tienen a la vista la alternativa por la que optar. Se abre el tiempo de la reflexión. La despedida de Jesús señala que su enseñanza se ha completado. Ahora la multitud recobra su verdadero protagonismo. Les corresponde hacer patente su elección.
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- 46 Cuando se despidió de ellos se marchó al monte a orar.
Marcos ha colocado a cada colectivo en su lugar. El grupo de discípulos se sitúa en la barca con un rumbo y un destino sugeridos. El gentío se halla difuminado en el espacio neutro de la vacilación. Una vez separado de unos y otros, nuestro protagonista realiza un último movimiento: “cuando se despidió de ellos se marchó al monte a orar”. Jesús elige un lugar estratégico. El no renuncia a su proyecto; acude al espacio donde se ratifica en su carácter definitivo. La práctica subversiva de la igualdad simbolizada con la división y reparto de los panes y los peces se confirma como la praxis característica del Reino.
El monte es también espacio para la introspección. Jesús no se deja arrastrar por el pensamiento domesticado. Marcos puso broche a este episodio señalando que, tras los acontecimientos vividos, nuestro protagonista escogió el escenario apropiado para fundir el deseo, la voluntad y los sueños.
Hola de nuevo Oscar.
Una vez leída la intervención de Héctor Rodríguez Fariña a la que aludes (Un saludo, Héctor. Aprovecho para agradecerte las amables y generosas palabras que tuviste para conmigo en otra entrada), se me ocurre que podríamos conversar los tres a la sombra de ese árbol junto al canalito, allá en tu casa. Podríamos, quizás en pocas semanas, esbozar un pequeño armazón de ideas sobre las que construir un plan para hacer frente a la crisis, atacar el cambio climático e intentar echarle al sistema algún pizco de humanidad. ¿Qué os parece? Confieso que me chifla hacer proyectos con amigos.
Las afirmaciones generales sobre Marcos conviene hacerlas después de haberlo leído entero. Pero como no quiero escapar a tus preguntas, afirmo que la finalidad de Marcos al escribir su texto no fue ir contra nadie ni contra nada, sino a favor de presentar un modelo de vida social alternativo al orden establecido.
El protagonista de la obra de Marcos, Jesús, denunció severa y públicamente la trama legal con que los dirigentes contribuían a aumentar el abandono de los más débiles (veremos un caso en esta secuencia de los panes). Su actitud le costó tener que salir por piernas de las fronteras judías. Aunque lo que llegó a costarle la vida fue su atrevimiento de constituir una sociedad alternativa. Ese hecho abrió una vía de agua irreparable en la estructura institucional. En eso consistió la idea genial del Galileo. Lo abandonados tenían por fin la posibilidad de ocupar un sitio de honor. Por ese agujero se debilitaba el poder. El poder así lo entendió. Fue entonces cuando los representantes de la ideología oficial se pusieron en camino desde la capital (Mc 3,22). Tendremos oportunidad de ver también ese movimiento de bajada en Mc 7,1.
Es una lástima que los estudiosos no prestaran alguna atención al evangelio de Marcos hasta casi el siglo XIX. Conviene recordar que, salvo excepciones, hasta el siglo pasado no pudimos leer el texto en nuestras propias lenguas.
Por desgracia el evangelio se usa a menudo como montón de piedras de donde sacamos algún guijarro para lanzar en la discusión contra nuestro adversario. Con frecuencia aparecen frases como La verdad os hará libres escritas no pocas veces por quienes se creen poseedores de la verdad. Pero, ¿quién explica con lógica y razonamientos claros qué es la verdad y de qué nos libera? Y si nos libera, ¿cuál es la nueva realidad que demuestra que hemos sido liberados? A mi modesto entender debería ser la inversa a la que anteriormente esclavizaba.
El evangelio no es un arma arrojadiza por mucho que la disimulada violencia que llevamos dentro lo use como tal. El evangelio está escrito para que, una vez leído, se tomen opciones: las que sean. No se obtienen conclusiones válidas de una frase aislada, ni siquiera de una narración leída fuera de su contexto. Al evangelio hay que verle sus costuras. Difícilmente entenderá el relato de la cena de despedida quién no haya entendido en toda su profundidad la secuencia de los panes.
Respecto al asunto del Mesías, veremos el tema en la última entrega, la declaración de Pedro (Mc 8,27-30).
Un abrazo a todos
Hola Salvador Santos!
No tengo las claves del escrito de Marcos
Ni las aberturas por las que hay que entrar, transitar y salir de su finca.
Pero tus “paso a paso” van fortaleciendo las piernas para seguir andando ¡Gracias!
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No sé si la coyuntura del miércoles 29 tendrá alguna semejanza con la escena que pinta Marcos:
¿andan las masas españolas “como ovejas sin pastor”?
La cuestión me la puso el cumpa Héctor Rodríguez en el Post “ad hoc” sobre la Huelga General.
Allá, en ese Post, pensé que no era cuestión de “consultas” al Galileo.
Pienso que para nosotros, Jesús es vigente (vive) en la medida en que históricamente
* se va incorporado al ADN de nuestra sangre (sentido profundo de “en-carnación”);
* se va inculturando en los sentimientos y gestos de n/sociedad (sentido profundo de “nación”)
* no un “objeto” de consulta;
* mucho menos de “culto con-sagratorio”.
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Dejo expresamente aparte la persona de Héctor y pregunto:
*¿No será esa actitud “consultiva” –hasta la “adoración”-
contra la que se subleva el escrito de Marcos frente a en-diosadores de Jesús?
* ¿No será esa habitualidad “consultiva” teológica-dependiente
+ contra la que protestan acongojados los expulsados-disidentes;
+ contra la que tímidamente pide permiso un clero y laicado sometido?
* ¿Cómo entender que el propio Juan Mateos, cuya cita nos arrimó ana Rodrigo, diga del relato de Marcos:
– “El reparto de los panes significa la manifestación de Jesús como Mesías, Pastor de Israel”-
sin ver que inclina la balanza hacia un Supermacho divino salvador para el “nuevo” Israel
Título éste, que matiza de inmediato agregando:
– “ y expone el sentido y la calidad de su proyecto mesiánico….y muestra que la solución a la injusticia no será obra exclusiva del Mesías, sino resultado de la colaboración de los que le dan su adhesión y son potenciados por él”
Pero la Etiqueta ya rotulaba hacia un imaginario de “reinado”, que no lograban sacárselo de la cabeza:
dando pautas hacia lo que ya se perfilaba entre algunas facciones mayoritaria de “cristianos”
y que –cuando se dio la ocasión propicia- floreció en Iglesia del Imperio.
* ¿Cómo entender que luego de 20 siglos parecemos des-ayunarnos
con las auténticas viandas “frisadas” en el texto de Marcos?
* Etc. Etc. Etc.
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Pero acá ahora trataba de considerar la postura de no consultar al Galileo
ante la Huelga general del miércoles 29 de setiembre en la España toda.
Y me parece encontrar adecuado aval en uno de tus comentarios:
– “ante los abandonados interviene sin demora. Para él tienen prioridad. No aceptará su disgregación y exigirá poner en práctica su plan”.
Los españoles de ahora estarían invitados a no aceptar disgregaciones “consultivas”,
sino a atender sin demoras a los abandonados del Sistema,
es decir a liberarse del esclavo interior que los posee.
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No sin cierto temor y temblor digo lo que escribo;
pero, al menos servirá para seguir aprendiendo-preguntando.
¡Vamos todavía! – Oscar.
Hola a todos.
Preguntas como las tuyas, Oscar, ayudan a penetrar en el texto y comprender mejor su sentido. Ofrezco mi opinión.
Respecto a lo que planteas, recordemos el contexto:
Discípulos: Despídelos… que se compren
Jesús: Dadles vosotros
Discípulos: ¿Vamos a comprar… para darles?
La conversación versa sobre las carencias de los abandonados. Su situación reclama urgencia en las soluciones. Jesús no impide el diálogo. Es el estado de abandono de la multitud lo que no admite discusión.
Jesús no impuso su enseñanza ni su praxis. A medida que avancemos la lectura de la secuencia de los panes iremos viendo su apertura al diálogo y su paciencia ante la obstinación de los suyos. Incluso aceptará sus errores y modificará aspectos de su programa. Ahora bien, ante los abandonados interviene sin demora. Para él tienen prioridad. No aceptará su disgregación y exigirá poner en práctica su plan. Los discípulos pudieron negarse a secundar sus disposiciones y de hecho no actuaron (formando cuadros) como él les reclamó que hicieran (formando corros). En la práctica, se opusieron a la igualdad como método a seguir.
El colectivo de seguidores tiene la responsabilidad en cada época de ofrecer a los abandonados la solución que tienen en sus manos. ¿Seguiremos discutiendo entre comida y comida cómo solucionar el problema de los hambrientos? ¿Organizaremos conferencias? ¿Continuaremos pensando que la solución pasa por comprar? ¿No sería lo idóneo preguntarse cómo organizarnos para ponernos a trabajar ya?
Un abrazo a todos
Hola!
Vs.39: “Les ordenó que los hicieran recostarse …”
– “Jesús no concede espacio a la discusión y da instrucciones precisas …” nos dice Salvador.
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¿Cómo funciona la cabeza de un Conductor?
Así, como la de Jesús: ¡Chitón y a obedecer!
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Sin embargo, algunas cosas han ido cambiando;
No basta el “¡Chitón y a obedecer!”.
Hoy se des-confía de Quien pretenda erigirse en Conductor.
No hay posibilidad de avance por ese lado; sino “más de lo mismo”
Partidos políticos, Sindicatos e Iglesias y sus “fundadores”
han sido arrollados por las “agachadas” y “corrupciones” de sus continuadores.
Pareciera que no hay manera de escapar al “círculo vicioso”:
Las Masas se arrebañan envilecidas; la Superstición cunde.
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Sin embargo –repito- algunas cosas han ido cambiando.
Pasó en Argentina, año 2001: aparición del MOVIMIENTO PIQUETERO.
NOTA: no es que haya “pasado” ese año. Ninguna realidad humana de envergadura “pasa” en tan corto tiempo. Es sólo un “engaño visual” suponerlo. Pero sí que “apareció” ese año de estar al borde de la disolución nacional.
El Movimiento piquetero nace de los verdaderamente “marginados”; de los “DES-OCUPADOS”.
La emergencia y desarrollo de un movimiento social de desocupados no ha aparecido
* como algo necesario ni evidente,
* ni mucho menos sostenido en el tiempo.
La sociología “académica” insiste
* en las dificultades de una acción de los desocupados,
* y que impide que éstos se conviertan en un verdadero actor colectivo.
Los desocupados se hallan
* “fuera” de la estructura social
* y no ocupan por ello “ningún lugar”.
A esto hay que agregar
* la heterogeneidad de las bases,
* y las trayectorias diferentes de donde emergen.
··············
En este Post, la pregunta es por la Conducción de las Masas
(ovejas sin pastor)
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¿Cómo es la Conducción en los Movimientos piqueteros de Desocupados?
Los sindicatos lo son “de Trabajadores”.
No hay sindicato “de Desocupados”
Tuvieron que darse, inventarse una Conducción.
Y ¡se la dieron!
A esta “semilla” insignificada (des-ocupados)
se le fueron sumando otros in-significantes del Poder:
Movimientos por la Tierra y la Vivienda, etc.
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Expresiones de algunos “Conductores” en esos años:
– “El barrio es la nueva fábrica; y un compañero me dijo:
– “Ché ¿y los del sector rural?”
Entonces redefinimos ese concepto el día que dijimos:
“La comunidad es la nueva fábrica”
– “Hay que jugar tipo Holanda, en toda la cancha.
Yo soy piquetero, fui concejal, soy diputado provincial y soy también dirigente sindical”-
··················
Más interesante aun es cómo se relacionaban y negociaban con el Gobierno.
Trabajaban por Asuntos puntuales.
Hasta el día anterior no se sabía quién iba a ser “delegado” a la negociación,
que luego podría continuar otro delegado piquetero.
(disminuye el riesgo de la cooptación y corrupción).
················
Tal vez Marcos tenía a la vista estos tipos de “desvíos” en la Conducción.
················
¡Vamos todavía! – Oscar.
Hola!
1º) agradecer a ana rodrigo el recuerdo y el Texto de Juan Mateos: ¡Imperdible!
[lo mismo que el final de Salvador en el Post anterior nº5
contraponiendo DAR a COMPRAR como Sistemas irreconciliables]
2º) seguir atento a un extrañamiento que siento:
* por un lado el grito de guerra común en –digamos- los nominados “progresistas” es:
– ¡queremos ir a la fuente evangélica,
– en vez de tanto Vaticano y sus mariachis teológicos!-
* por otro lado:
– este Post trata de Jesús, y la semana pasada estadísticamente es un desastre
– al mismo tiempo los Post que tratan del Vaticano y sus mariachis super-abundan.
¿valdrá la pena explicarse el hecho?
¿nos estará costando visualizar un Jesús soberanamente “laico”?
¿a qué tanta preocupación por el Templo?
3º) Jefe de Obra (una experiencia):
Una Obra de Construcción se hace con ingeniería, planos, dinero y una finalidad.
Está bien. Pero no basta. Hacen falta Operarios, Herramientas y Conducción.
Hay, además, otro factor: lo imprevisible (lluvia, cortes energéticos, huelga, Boca le ganó a River, etc.)
Hay un “momento crítico” en que la mayoría “arruga”; tiene “excusas”
La Obra queda parada.
Es entonces cuando el Jefe deja de ser el “Profesional” y aparece el “Conductor”.
Por sobre el “chamuyo” de inútiles excusas.
Hará oír su VOZ con estos caracteres:
* ORDENA.
* NO DA RAZONES
NOTAS:
1- es conocido el doble sentido de la palabra “ORDEN”:
* “dar” una orden
* ésta “produce” orden.
2- Noto que toda Orden (mandato) se “DA”
Estimo que este “aspecto” de la Orden (Mandato como “donación”)
es el más excelso SERVICIO del ser humano:
* a sus “Semejantes”
* a la Tierra
[¿cuál será el sentido “ecológico” que tendría Jesús, si es que lo tenía?]
···············
4º) En este item anterior (3º) veo el paso crítico
* del vs.37 “¿Vamos a comprar panes por doscientos denarios de plata …?”
* al vs. 38/9: “¿cuánto hay? – ¡vayan a ver! – Les ordenó …”
¡Vamos todavía! – Oscar.
Ante mi querido, venerado y admirado Juan Mateos, quizá el mejor conocedor del evangelio de Marcos, me abstengo de añadir ni una sola coma de mi propia cosecha. Conviví con él muchas semanas en Alicante donde quizá coincidiera con Salvador Santos, y escucharle, era una experiencia única.
Por eso, sólo me atrevo a compartir algo que Juan Mateos escribió sobre este pasaje que Salvador nos propone.
“De hecho, el episodio no está redactado como un relato de milagro. La circunstancia negativa no es el hambre, sino la desorientación de la multitud (v.34 “como ovejas sin pastor”); respecto al alimento, Jesús no pronuncia palabras que anuncien un hecho prodigioso, el evangelista se limita a decir que la gente comió y que sobró, sin afirmar que el alimento se hubiera multiplicado ni explicar cómo se produjo la abundancia. El reparto de los panes significa la manifestación de Jesús como Mesías, Pastor de Israel, y expone el sentido y la calidad de su proyecto mesiánico….y muestra que la solución a la injusticia no será obra exclusiva del Mesías, sino resultado de la colaboración de los que le dan su adhesión y son potenciados por él”
“Supuesta la ruptura con los valores de la sociedad injusta, hace posible la libertad, la igualdad y la solidaridad”
Del libro EL EVANGELO DE SAN MARCOS, de J. Mateos y F. Camacho. Edit.El Almendro y Epsilon, págs.88 y 89
En esta multiplicación del pan y de los peces, es la sistema y la doctrina nueva que enseña “llena de autoridad” (1,27) una vida inspirada en las enseñanzas y el camino y caminar de Jesús como Maestro, y enfocado en el Servicio, colmado, repleto y pleno a la comunidad a la cual se les invita a compartir aquello que se posee, y a la vez a saber que lo que hoy resulta como suficiente para dos o cinco personas:
– Dos peces, proteínas que deben ingerirse cuando se es más infantil, por aquello de crecer altos y sanos.
– Cinco panes, cinco libros (Pentateuco) que dan fuerzas pero insuficiente para vivir, creciendo a lo alto, en saber, sin infantilidades.
Y sobre todo que debe ser partido y fraccionado para alimentar no ya a los dos o cincos, sino a los cinco mil, que vendrán detrás de cada persona ¡Futuro y legado!
Que debe sobrar aún más… Doce cestos, número que guarda la simbología judía de los doce pueblos de Israel, y que para Jesús y SMS era la universalidad de la Palabra revelada de D*s, Jesús no cerraba ese círculo judaico sino que eran las tribus del Universo, La humanidad, los confines de la Tierra.
Esta ofrenda es, una Ofrenda muy transgresora porque traspasa la necesidad de aquellas personas que recostada en la hierba y a los pies del lago están iniciando un camino hacía el futuro, hacía aquella mesa compartida, sin mantel y sin distinciones de clases, porque allí no se dice que separen según: hombres, mujeres, niñ*s, ancianos, enferm*s, impur*s…
La grupalidad, y seguidor*s de Jesús, es actuante e interprete, para alivio de los que se siente invitando y a la vez anfitrion*s por dar lo que llevan en sus alforjas…
Y del cual sale cinco panes, y dos peces… de un grupo de más de cinco mil personas
Nuevamente Jesús fracciona todo el alimento que reconfortará a aquellas gentes perseguidas y esperanzas en encontrar ese otro “alimento nuevo” que no solo quita el hambre, sino que les y sacia en sus alma, dolor y llagas, en la impurezas y maldiciones ajenas a ell*s, impuestas desde sus nacimientos.
Jesús como buen maestro, devuelve fragmentado y multiplicado todo lo recibido de manos de aquel grupo mermado por las injusticia, pero rico en la perspectiva y la búsqueda de D*s, y Jesús nuevamente descubre en ese grupo volcado en el suelo, arraigado al edén de ese camino, que lo que allí están compartiendo es algo más que el triste sudor del trabajo de unas manos, la pesca y la molienda de trigo…
Jesús ha recibido, la levadura fermentada y que ha hecho hacer crecer el pan de vida, la pesca milagrosa será la que venga detrás de esta comida a pies del lago.
Se debe distinguir que esta comida está fundamentada sobre los pilares de toda injusticia y la inhumanidad, que hace los conflicto y a personas ser excluidas.
¡Jesús recibe y da algo que es inherente a la opción cristiana auténtica, sin distinciones de clero, rezos (por eso él reza después) ni dogmastimos !
Excelente OSCAR, como la entrañable persona que eres das frutos entrañables….PERO A VECES UNO SE TOPA EN SU ESFUERZO POR SEGUIR LAS INTRUCCIONES DE JESUS, CON LO QUE SE RESISTEN, ALLÍ ESTA ES DONDE RESIDE LA CUESTION, LOS QUE ESTAN TAN APEGADOS A SUS “COSTUMBRES, QUE LES CUESTA IMAGINAR UNA ASAMBLEA DE HERMANOS, COMPARTIENDO EL PAN Y LA VIDA”…Gabriel
Hola!
Mi pueblo es un “pequeño pueblo”.
Cuando fundamos un Grupo Scout, leíamos un lindo Cuento
LA SOPA DE PIEDRAS
En un pequeño pueblo, una mujer se llevó una gran sorpresa, al ver que había llamado a su puerta un extraño, correctamente vestido, que le pedía de comer.
– Lo siento -dijo ella- pero ahora mismo no tengo nada en casa.
– No se preocupe -dijo amablemente el extraño-. Tengo una piedra de sopa en mi cartera, si vd. permitiera echarla en un puchero muy grande, yo haría la sopa más exquisita del mundo.
A la mujer le picó la curiosidad, y fue a contarlo a los vecinos.
Cuando el agua rompió a hervir, todos se habían reunido.
El extraño, dejó caer la piedra, luego probó una cucharada y exclamó:
– Deliciosa. Lo único que necesita es unas cuantas patatas.
– Yo tengo alguna –gritó una mujer, y en pocos minutos regresó con una gran fuente que fueron derechas al puchero.
De nuevo volvió a probar el brebaje y añadió pensativo:
– Si tuviésemos un poco de carne, haríamos un cocido de lo más apetitoso.
Otra ama de casa salió zumbando y regresó con un gran pedazo de carne que introdujo en el puchero.
Cuando volvió a probar, puso los ojos en blanco y dijo:
– ¡Ah!, qué sabrosa, pero si tuviéramos unas pocas verduras sería perfecto.
Una de las vecinas corrió a casa y regresó con una cesta llena de cebollas y zanahorias.
Después de introducirlas, el extrañó la probó y autoritario, dijo:
– Sal –al punto la dueña de la casa proporcionó dicho ingrediente.
A continuación el extraño dio otra orden:
– ¡Platos para todo el mundo!
La gente se apresuró a buscar platos y algunos trajeron incluso pan y frutas.
Se sentaron todos a disfrutar de la espléndida comida, mientras el extraño repartía abundantes raciones de su increíble sopa.
Todos se sentían extrañamente felices mientras reían, charlaban y compartían por primera vez su comida.
En medio del alborozo, el extraño se escabulló silenciosamente, dejando tras de sí la milagrosa piedra, que ellos podrían usar siempre que quisieran hacer la sopa más deliciosa del mundo
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¿Conocido, no?
Todavía lo llamamos “Cocidito”
¡Vamos todavía! – Oscar.