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Católicos, pero menos

 

En diez años ha descendido el número de españoles y españolas que se declaran católicos y católicas en un 12%: del 84,7% al 72,7%. En cifras, casi cinco millones de españoles han dejado de ser seguidores del catolicismo. Desciende también espectacularmente la práctica religiosa del 21% hace una década al 13%. En torno a ¼ parte de la población española se declara no creyente o atea, casi el doble que diez años atrás. Son datos de la última encuesta del CIS que me sugieren las siguientes reflexiones.

      El 72,7% de católicos y el 13% de practicantes ponen de manifiesto que lo que pervive en España es un cristianismo cultural que no presta su adhesión a la doctrina dogmática, ni sigue las orientaciones de la moral católica ni cumple con los mandamientos de la Iglesia, como el cumplimiento del precepto dominical, el bautizo de los hijos, el matrimonio canónico y la práctica de la confesión. Es un catolicismo que ha incorporado los símbolos religiosos al folclore y a la cultura popular, al ámbito familiar e incluso a los espacios públicos (v. c. semana santa, navidad, fiestas patronales, fiestas nacionales) y que considera las celebraciones sacramentales (bautizos, primeras comuniones, bodas, funerales, ordenaciones sacerdotes…). como actos sociales y no como experiencias de fe.

      El avance de la increencia que afecta casi a una cuarta parte de población demuestra el rotundo fracaso del catolicismo como proyecto religioso de sentido en el triple plano de las creencias, de la práctica religiosa y de las orientaciones morales. La Iglesia institución y la jerarquía como su principal gestora han perdido credibilidad a pasos agigantados en la sociedad española, que es una de las más secularizadas, si no la más, de toda Europa en todos los campos. Los españoles y las españolas ya no se rigen por los principios doctrinales y morales de ninguna religión, sino por una ética laica.

      ¿A qué puede deberse esa galopante pérdida de credibilidad apenas treinta y cinco años después del final de la dictadura? He aquí algunas, sin ánimo de exhaustividad.

  •       En primer lugar, a que la Iglesia católica se aleja cada vez más de las preocupaciones y de los problemas de los hombres y mujeres. Ubicada como está en la premodernidad, da respuestas del pasado a preguntas del presente. Instalada como está la jerarquía en el dogmatismo, prefiere hacer oídos sordos a los nuevos desafíos de nuestro tiempo.
  •       En segundo lugar, hay que referirse al anacronismo de sus planteamientos en cuestiones morales: represión de la sexualidad, prohibición de los métodos anticonceptivos y de las relaciones prematrimoniales, concepción patriarcal y homofóbica del matrimonio y de la familia.
  •       En tercer lugar, los obispos y sus corifeos, los movimientos neoconfesionales, condenan los avances científicos que mejoran las condiciones de vida y ayudan a superar no pocas enfermedades hasta ahora incurables. En materia científica, estamos asistiendo a una nueva edición de los anatemas de siglos pasados contra Galileo y Darwin, en esta caso contra las revoluciones bioéticas y biogenéticas, como la investigación con células madre-embrionarias con fines terapéuticos, la fecundación in vitro y otras.
  •       La pérdida de credibilidad se debe, en cuarto lugar, a la alianza de la jerarquía eclesiástica y de las organizaciones católicas conservadoras con la derecha política y cultural. El cerco ideológico se estrecha cada vez más en torno a posiciones integristas y reaccionarias, más propias de la teología política tradicionalista decimonónica que de la teología política europea y y de la teología latinoamericana de la liberación. Cada vez es menor el margen del pluralismo en materia política, como demuestran las pastorales episcopales y las prédicas de los sacerdotes durante las campañas electorales. Tengo la impresión, empero, de que esas tomas de postura caen en saco roto y son como predicar en el desierto, ya que un elevado porcentaje de católicos y católicas vota en dirección contraria a las proclamas episcopales. De lo contrario no se explica el respaldo electoral de partidos y coaliciones de izquierda.
  •       El rechazo de las consignas morales de la jerarquía eclesiástica -romana y española- se aprecia de manera especial en las mujeres, católicas o no, que como sujetos políticos, éticos y religiosos, y mayores de edad en el sentido kantiano, reclaman el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos y toman sus decisiones en conciencia, conforme a la ética laica y, en el caso de las mujeres cristianas, desde criterios evangélicos, pero no bajo el dictamen o la presión del papa y de los obispos.
  •       Una última razón que explica la creciente pérdida de credibilidad de la Iglesia católica entre la ciudadanía es la supuesta defensa de los derechos de Dios y de la Iglesia que no es otra cosa, en realidad, sino la obscena y descarada búsqueda de privilegios ajenos al mensaje evangélico y, consiguientemente, el alejamiento del mundo de los pobres.

      El espectacular incremento de la increencia, sobre todo en las modalidades de ateísmo y agnosticismo, nada tiene, a mi juicio, de revancha contra la Iglesia y menos aún de anticlericalismo. No son sentimientos antis los que predominan en los que se declaran no creyentes o ateos, al menos en las personas que conozco y trato. No es una actitud beligerante contra las creencias religiosas. Es el resultado de una reflexión serena, de un planteamiento serio del sentido de la vida, de una opción existencial meditada, de una racionalidad crítica y de un humanismo consecuente, que han de merecer el respeto y el reconocimiento de los creyentes.

      ¿Me han sorprendido los datos del CIS? Todo lo contrario. Constituyen la mejor prueba de la lejanía de la cúpula de la Iglesia en relación con la base eclesial y con la sociedad. Lo que me sorprende es la actitud numantina de mantenella y no enmendalla de los dirigentes católicos, aun a sabiendas de que la Iglesia se va despoblando poco a poco y de que ellos se van quedando más solos. Pero nunca es tarde para cambiar el rumbo. Lo deseo sinceramente.

Juan José Tamayo es teólogo y autor de La teología de la liberación en el nuevo escenario político y religioso (Tirant Lo Blanc, Valencia, 2010, 2ª ed.)

     

 

27 comentarios

  • Julián Leirbag

    En Argentina también el porcentaje de católicos disminuye paulativamente, y la institución Iglesia pierde credibilidad ante otras ONG, por más que algunos sitios católicos quieran hacer aparentar que no es así. La aprobación reciente del matrimonio gay fue una derrota más que la Jerarquía católica sufre por su hipocresia moral y social. Esperamos que sea esa misma jerarquía capaz de aceptar la próxima condena, que casi es inminente, del sacerdote Julio Grassi ya considerado culpable por corrupción de menores. Atrio y todos los católicos del mundo deben enterarse sobre este hecho lamentable, publicarlo en sus páginas, y además que hasta el día de la fecha ninguna autoridad eclesiástica fue a brindar ayuda al joven denunciante y víctima de los abusos de este malvado servidor de no sé qué dios católico le permite así seguir celebrando sus misas apócrifas como son todas aquellas que no van seguidas de la real práctica de la justicia a favor de las víctimas. Es tiempo que todos los católicos del mundo se enteren que ningún obispo ni el nada famoso cardenal Bergoglio se puso a disposición de las víctimas de los abusos sino que, como se sabe, son ellos los que hasta entonces respaldaron la maldad en el seno de la iglesia católica…pues más vale para ellos el prestigio de unos sacerdodes depravados que practicar el verdadero evangelio de Jesús. Católicos de todo el mundo, únanse y pidan inmediata actuación de las autoridades eclesiásticas para que socorran a las víctimas de los distintos abusos cometidos por el sacerdote Julio Grassi…Seguramente después de la sentencia definitiva estos fariseos de la jerarquía católica escribirán una carta, un documento pues parece que todavía no quieren aceptar que en este caso nunca actuaron como Jesús: a favor de las víctimas.

  • Por si vale mi experiencia
    *yo siempre he sentido cercana a la Iglesia en los momentos de alegría y también en los de crisis personal (momentos muy concretos y muy reales, con respuestas muy concretas y reales) Tratándome como persona madura, ayudándome a asumir las situaciones y a superarlas.
    *no entiendo en donde está la  represión en la sexualidad. Si a uno le duele el dedo gordo del pie y el otro se aguanta las ganas, es represión o cariño-ternura?  Entonces, si  en unos días determinados no se puedan acostars para evitar concebir,  es represión o ternura hacia Dios? Es difícil, pero tampoco imposible, no? También es complicado no acostarse con la / el secretari@ que se insinúa y nadie lo considera represión, no?
    * exactamente, que avance científico se condena?  solo aquellos que atentan contra la dignidad de la vida humana. Puede que no nos pongamos de acuerdo en lo que significa el valor de la vida, pero creo que todos coindiremos en que el que no sea capaz de defenderla según lo que marcan sus valores, está fallando.
    * existen partidos políticos de izquierdas que defienden los principios de la iglesia, como el sain Uno encuentra lo que quiere buscar
    *como mujer me siento utilizada cuando utilizan mi condición femenina para “cizañear”
    *la búsqueda de privilegios  como tantos otros pecados de lso miembros de la iglesia, como mis propios pecados, son algo por lo que pedir perdón luchar y rezar a Dios.
    Igual parece un mensaje agresivo, pero es que hoy voy embalada ;O)
    En serio, aunque con opinión totalmente opuesta, siempre me siento cercana a aquellos que buscan la verdad
    Un fuerte fuerte abrazo

  • mªpilar garcía

    ¡¡¡Gracias Luis González Morán!!!
     

    Por una vez, nos acoge bajo sus brazos, con tono sereno, apaciguador, deseoso de “ver” un cambio en la dirección de la iglesia.
     

    Muchísimas personas,  seguimos adelante a pesar de esta “ceguera” ante una realidad abrumadora.
     

    Son muchas las personas,  que sembraron hace ya muchísimo tiempo esa manera de vivir, volviendo el rostro y sobre todo el corazón, al Maestro y Señor Jesús.
     

    No es una tarea fácil  bajar de los tronos humanos, salir a pie de calle, y seguir el estilo de Jesús.
     

    Mirándonos todas ellas  hermanadas en un mismo trabajo; luchar a brazo partido por las injusticias que sufren el 80% de la humanidad.

    Un abrazo lleno de afecto.

    mª pilar

  • Luis González Morán

    Maite Lesmes:
    No me duelen prendas y quiero proclamar que estoy plenamente de acuerdo con las manifestaciones de tu comentario del 04-agosto.2010-1.00 a.m., y en tu misma línea quisiera hacer algún comentario desde el corazón porque es un tema que me preocupa desde hace tiempo.
    Algunos de los que llevamos muchísimos años viviendo y trabajando como sacerdotes hemos comprobado y, en muchas ocasiones manifestado, que uno de los mayores problemas que tiene la Iglesia en su propio desarrollo es la falta de autocrítica y revición interior. En esto tienes toda la razón: con mucha frecuencia, cuando se analizan en los grupos sacerdotales los problemas de debilitamiento de la vida eclesial, del alejamiento de muchos de quienes fueron miembros fieles a la Iglesia, de la falta de vocaciones, de la pérdida de la juventud, del vaciamiento de los templos, de la ausencia de la impregnación religiosa en la vida social, generalmente toda las culpas se echan a los elementos o factores externos: sociales, económicos, políticos, culturales, ambientales y muy pocas veces a nuestra incuria y falta de fidelidad al evangelio. Parece como si siempre, la “culpa” fuera de los otros.
    Es muy poco frecuente que se realice un autoexamen riguroso de las actitudes eclesiales “ante” la sociedad y “con” la sociedad, generalmente se hacen “frente” a la sociedad: la realidad es tremenda y es siempre el punto de partida del que habría que arrancar. Tenemos los seminarios medio vacíos, los noviciados y casas de formación dedicados a menesteres varios, los sacerdotes atendiendo a quince o veinte pueblos cada uno, la media de edad de los sacerdotes muy longeva, una asistencia diezmada a las celebraciones religiosas, una ausencia casi mayoritaria de juventud de nuestra zona de convivencia, una casi inexistente actividad evangelizadora, la lacra de la pederastia… y sin embargo aún pretendemos dar una imagen de imperturbabilidad que casi asusta.
    Muchas de nuestras celebraciones más solemnes conservan un aire barroco que ya a nadie dice nada o casi nada, con signos que han perdido su sentido y su capacidad de significatividad, porque ya pertenecen al pasado y el “imaginario” del hombre de hoy es completamente distinto.
    Creo que el problema fundamental es que la iglesia “que dirige” no se ha percatado plenamente de que ya es el final de una era, la era “constantiniana”: se acabó la época del esplendor,  la grandiosidad religiosa y el “glamour” y ha llegado la hora de la soledad purificadora, del evangelio proclamado boca a boca, de un iglesia samaritana, que verdaderamente sea compañera de camino y curadora y sanadora de heridas, como se nos mandó desde el principio y no fustigadora de conciencias. Ha pasado el momento de la gloria y ha llegado el de la trinchera silenciosa y humilde, junto al que sufre y al que la riada de la vida ha arrojado a las cunetas de la marginación y el expolio.
    Justamente por eso algunos pensamos que debemos seguir dentro de la Iglesia: porque, siendo conscientes de esta ardua situación, entre sus muros hay muchas personas que dentro de la Iglesia piensan que están en su casa y no deben ser abandonados.
    Gracias por tu sugerencia.

  • Maite Lesmes

    Oscar VARELA: Gracias por partida doble porque, con mucho retraso, he visto en un post de hace semanas que me agradecías los enlaces que había puesto en “Anuncios ATRIO”.
    Lo que quise decir es que, al menos en “Ideas y creencias”, Ortega no habla de ideologías, concepto que  se presta a tantas interpretaciones. Por lo demás, he coincidido con Joxema en señalar el aspecto existencial de la creencia. Un cordial abrazo.

  • Maite Lesmes

    Copio unas frases del blog de Juan Cejudo, sobre este tema:
    “Son datos para hacer pensar especialmente a los más directamente responsables de la marcha de la Iglesia : Papa, obispos, sacerdotes y religiosos.

    Resulta muy llamativo constatar que nuestros obispos españoles suelen siempre achacar los problemas de la Iglesia a agentes “externos” a la misma Iglesia: el materialismo ambiental, el Gobierno socialista que quiere acabar con la religión..etc..etc…

    Nunca son capaces de hacer un serio análisis de lo que está pasando al interior de la propia Iglesia que mantiene unas estructuras anquilosadas y caducas, propias más bien de otras épocas medievales que de los tiempos que vivimos en pleno siglo XXI.

    Como muy bien dice el teólogo Juan José Tamayo en su artículo “Católicos, pero menos”, publicado en El Correo el 2 de Agosto actual, la Iglesia hace oídos sordos a los retos de la Sociedad actual y mantiene los esquemas inamovibles del pasado, en temas como la moralidad: no al preservativo, no a las relaciones prematrimoniales, no a dar la comunión a los divorciados vueltos a casar, no a la homosexualidad etc… etc…

    No se cuestionan para nada el escándalo que supone ver siempre a la jerarquía uniendo sus fuerzas con la derecha política y eclesial de este país. Es significativo el ataque encarnizado que lanzan contra el Gobierno socialista por la ley del aborto, sin haber hecho absolutamente nada contra el Gobierno de Aznar durante cuyo mandato se realizaron 500000 abortos en España. O las tomas de partido en momentos previos a elecciones autonómicas o generales, siempre a favor de los partidos de derecha.

    A nivel eclesial es evidente el apoyo que prestan tan descarado a los movimientos eclesiales de signo conservador : Opus Dei, Kikos, Legionarios de Cristo ( ahora en la picota por los escándalos de su fundador Maciel) y el aislacionismo y ataques a colectivos eclesiales de base, sacerdotes y teólogos, de talante más crítico con muchas de las posturas trasnochadas de nuestra jerarquía.

    Pero quizá lo más negativo de todo, sea la mala imagen que suelen dar nuestros obispos cuando aparecen unidos a los poderosos y con signos de ostentación y de poder. El apoyo de los 40 empresarios más poderosos de nuestro país a la visita del Papa a España es uno de los muchos ejemplos que podrían ponerse. Cuando la imagen de ellos debiera ser siempre la cercanía con los más pobres y marginados de nuestra sociedad.

    Por eso no pueden extrañar ni causarnos sorpresa los datos de estas dos encuestas que hemos comentado. Queda reflejado con hechos y datos lo que muchos creyentes venimos diciendo desde hace muchos años: que la Iglesia, si no quiere verse cada vez más marginada por la sociedad debe someterse a una seria autocrítica para tomar las profundas reformas que son inevitables y necesarias. Ojalá”.

  • mªpilar garcía

    Carmen: Un abrazo grande entrañable agradecido, a tu amiga profesora, por su labor, talante, elegancia, y cuidado.

    No se deja llevar por vanas alabanzas si con ello pone en peligro la buena labor realizada.

    Mi felicitación más sincera; y como dices, siempre hay personas buenas dispuestas a seguir caminando…
    Casi en silencio, trabajando, pasando por alto las directrices oscuras sin sentido alguno y del todo alejadas:
    ¡Del hermoso proyecto de Jesús!
    Que no era formar una:
    Iglesia “nueva” sino un estilo de ¡¡Vida!!
    Desde la mirada  novedosa, de un “Dios-Esencia-Fuerza-Innombrable” que por encima de todo es ¡¡Amor!!
     
    Y este manifestado de manera especial, en los pequeños, los olvidados de los poderosos, que son quienes los explotan sin respeto alguno a su dignidad de ser personas iguales a ellos.

    No me extraña tu fuerza, tu categoría humana, tu estar siempre dispuesta para quien pueda necesitarte.
    Sabes buscar y rodearte de personas enteras y buenas.

    Para las dos mi gozoso abrazo.
    mª pilar

  • Gabriel Sánchez

    Sin dejar de reconocer que es muy posible que parte de la Iglesia, entre en los parametros que marca JJ…diremos con total conciencia y conocimiento de Causa, que existimos una muy importante parte de la Iglesia que es parte cada vez más de las preocupaciones y de los problemas de los hombres y mujeres. Porque entre otras cosas, somos eso Seres humanos, tratando de llegar ser testigos, mientras no llegamos a fin de mes…Gabriel

  • Equipo Atrio

    Hay una persona en este hilo que se extraña de por qué no le entran los comentarios.
    El moderador ha intentando ponerse en contacto con ella sin resultado.
    O no lee los correos o ha dado direcciones no válidas. Una de las que proporcionó consta además que correspondía a una persona existente pero que no había enviado nada a ATRIO. Y esto es peor aún.
    Mientras no se explique, proporcionando señas auténticas de su persona y de su dirección e-mail no podrá entrar en nuestros foros.
    El correo para conectar con el moderador es antonio.duato@atrio.org. Valga para tosos, si se descubre algún problema

  • Carmen (Almendralejo)

    Oscar, creo que eso no será posible, y todo porque las repercusiones no sería nada positivas y buenas para ella y su trabajo.
    Se les puede hacer más daño del que nos imaginamos, puesto que no hablamos desde una democracia sino desde una teocracia religiosa, que ya sufrió hasta conseguir su puesto de trabajo, solo decir que ella por el solo hecho de ser mujer tuvo que presentar hasta tres acreditaciones de sacerdotes que la conociesen y hablaran bien de ella para conseguir la Doneidad…
    Y tambien decir que esta doneidad solo la da a la  mujer en la ICAR, las demás confesiones religiosas la mujer está excluida, no pueden dar clase en Institutos o colegios, de Islam, Judaismo etc.
    Así que se puede decir que dentro de lo malo no es lo peor, que es lo que tantas veces vengo diciendo, que podemos decir y pedir de Nuestra Iglesia que seamos Aceptad*s Tod*s con igualdad de trato, porque es lo que se Vive y respira de la Palabra y Obras de Jesús, pero que debemos ser iguales a la hora de criticar otras confesiones que son más machistas y duras con la mujer y los derechos de la homosexualidad, y que a veces perdemos el norte solo a la hora de la crítica hacia la nuestra.
    Un abrazo, y hablaré con esta mujer y diré cuanto se dice aquí, ella no entra en Atrio aunque sabe de él por mi, hablamos largo y tendido de cuanto cocemos, o dejamos a medio cocer aquí.
    Un besote
    Carmen

  • oscar varela

    Hola!

    ¡Bueno, bueno!

    Que terminen de peinarla y ¡que aparezca la Profe!

    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Carmen (Almendralejo)

    Honorio, y esa misma profesora cuando aterrizó al Instituto solo tenía apenas cien del total del alunnado, los cuales echaban peste del anterior profesor que resultaba que era sacerdote.
    Lo que conlleva que si te tienes que ganar el pan, porque cobras por horas, y tantos alunn*s tienes tantas horas te salen, este trabajo fructifica, amén de que sea el trabajo que te gusta y por el cual sigues teniendo pasión, y que no es otro que la comunicación de la Palabra en SMS de autoestima de escucha y de validar a la persona en el momento que cada una se encuentra.
    Esta profosora que conocisteis en Bilbao, será una de las grandes mujeres de las cuales nigún libro de historia hablará, pero que quienes hemos tenido la suerte de conocerla y vivir experiencia con ella va dejando su talanta un reguero de agua fresca en la sequedad de nuestras vidas.
    Un abrazo amigo
    Carmen

  • h.cadarso

    Conozco a una profesora de religión de un instituto de Extremadura que en su clase de religión tiene CUATROCIENTOS ALUMNOS, que se dice pronto…Ella nos suele leer a los de Atrio, y podría explicarnos cómo consigue interesar por el tema religioso a estos “pasotas” jóvenes de hoy adictos al botellón .
    Pero ese solo  hecho revela que el hecho religioso sigue interesando al hombre de hoy; lo que no interesan son los mensajes y las personas y la institución que pretende vehiculizar y pregonar ese hecho religioso y la manera como lo pregona.
    Cuando se presenta el mensaje religioso en una actitud de respeto a la libertad del individuo, lejos de cualquier tono impositivo y de cualquier gesto medieval, en un lenguaje de hoy, la gente escucha y piensa. La persona humana no ha cambiado, sigue abierta a lo transcendente, necesitada de e ncontrarse a sí misma, su origen y su destino, y de decidir por sí misma el camino que seguirá.
    Pero se nos ha olvidado la parábola del sembrador. No todo lo que se siembra brota o da fruto. Pero los que siembran se empeñan en recoger aun antes de que la cosecha llegue a madurez…Más que creyentes, buscan “contribuyentes”.
     
     

  • Rodrigo Olvera

    javier
    1.- El movimiento de Jesús no se resume en los evangelios. Los evangelios son algunas de las formas en que se trasmitió por escrito la tradición. Pero no sólo no lo agotan, sino que ni siquiera se pretendió que fueran su resúmen
    2.- Si algo muestra Marcos, es que Jesús precísamente se movió en la zona rural de Galilea que RESISTÍA la helenización que hacía de Galilea y de Judea la política de Herodes.
     
    3.- “No puede hablarse en rigor de una “helenización” del mensaje del cristianismo una vez nacido, como si le sobreviniera algo externo y por encima a una entidad previamente constituida, sino que ese mensaje nace ya helenizado. “
    De que hubo una reinterpretación helénica, por supuesto. Pero también hubo otras expresiones de comunidades cristianas que la rechazaron. Ese rechazo a la helenización del cristianismo está en la base de los cismas pre-nicenos. Y hasta el día de hoy, sigue habiendo Iglesias pre-nicenas, por más que se les ignore con el tradicional eurocentrismo de la corriente hegemónica del pensamiento occidental
    Dudo que avance este intercambio, me da la impresión de que eres de IDEAS inmutables
    Saludos

  • oscar varela

    Hola Maite Lesmes!

    ¡De nuevo! ¡Sí!

    Yo no sé si a Uds., Cumpas atrienses les pasa
    Pero acá en el Hemsiferio Sur
    * con un “ofri” de novela [“ofri” en lunfa significa “frío“. Pertenece al “lunfa” chamuyar “al vesre” e.d., al “revés”]
    * con 14.000 km de distancia

    los Comentarios llegan “atrasados” por más Satílete que chamuyen.
    ············
    Esto viene a que mi Comentario de hora 1:42
    no enía en cuenta el Comentarios tuyo -Maite- de hora 1:14
    por el hecho de que ese tuyo (2º) no aparecía publicado en mi (des)Ordenador.

    De cualquier manera no retiro el calificativo de “¡BRILLANTE!
    lanzado por mi al tuyo de hora 0:33
    ············
    Por lo que dices acerca de “ideas y creencias“, fijate un poquito,
    porque no encuentro en tu “aclaración”
    nada contrario a lo que comentó n/ahora argentinizado y Cumpa vasquito.

    Nada más por ahora, ¡amiga Maite!

    Oscar.

  • oscar varela

    Hola Maite Lesmes!

    Simplemente ¡”BRILLANTE“!

    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Maite Lesmes

    No pongamos en boca de Ortega y Gasset lo que no dice. Distingue entre ideas y creencias, las distingue entre otras cosas para señalar el distinto papel que unas y otras ejercen en nuestras vidas. Una idea es una ocurrencia, una idea se puede combinar con otras ideas, uno puede tener muchas ideas… pero no tenemos creencias: las creencias nos tienen a nosotros, son “el suelo de nuestra vida”, nos sostienen, somos nuestras creencias.

    A Javier BRUNO, a quien leo por primera vez, le pediría mayor precisión.  Seguro que si lo consiguieras te entendería mejor, y me gustaría, porque es más fácil encontrarse con personas buscadoras que con quienes creen que lo tienen todo claro.
    Me chocan además alguna de tus afirmaciones: “Un no creyente de verdad respeta y, sinceramente, actúa con total indiferencia en cuestiones religiosas”:  De un no creyente de verdad,  no se espera que actúe en cuestiones religiosas. De un creyente de verdad, se espera también que respete y no sea indiferente en cuestiones religiosas.
    Me choca aún más tu afirmación: “Dios existe, pero solo en nuestros pensamientos”: un creyente no tiene pruebas de la existencia de Dios, lo cual no significa que Dios no exista. Un ateo no tiene pruebas para decir lo que tú has afirmado dogmáticamente. Sí puedes decir: en mi opinión, nos hemos inventado a Dios.

  • Maite Lesmes

    Estamos hablando de un estudio sociológico realizado. Si se hiciera un trabajo interdisciplinar, posiblemente aparecerían datos más reales. Se podría dar la vuelta al estudio y buscar la cantidad y calidad de las personas que en las últimas décadas se han liberado de una fe heredada (en muchos casos asumida acríticamente y no sin dolor, por el modo como se les inculcó la fe a través del estamento clerical y en la familia) y han buscado una fe adulta. 
    Es bueno que descienda el número de católicos sociológicos, es bueno que deje de asociarse fe con prácticas religiosas, es bueno que la gente distinga entre dimensión religiosa y dimensión profunda o espiritual (o como queramos llamarlo) de la persona; es bueno que crezca la responsabilidad por los más necesitados y la sensibilidad hacia los derechos fundamentales, por pura humanidad.
    Lo cierto es que ha aumentado el interés por las ciencias de las religiones, que se ha depurado su metodología, que laicos estudian y/o leen teología, que crece el respeto y el interés por otras fes,  que se multiplican las formas de voluntariado, que se pone más el acento en la praxis que en la fe de boquilla…
    Por lo mismo, es bueno que muchas personas hayan optado por la increencia o el agnosticismo,  porque no es recomendable que sea el miedo, la comodidad  o la ignorancia lo que lleve a alguien a creer.
    No está en crisis la religión, sino las iglesias.  Si ha habido socialmente un cambio de valores, cómo no se va a notar también el cambio en los valores relativos a la religión.

    Dicho esto, haría falta saber qué se entiende por ser y sentirse católico. Además,  no es lo mismo ser y sentirse católico que ser y sentirse cristiano, incluso creyente a secas.  Hay mucho modos de ser y sentirse creyentes, cristianos y no por eso sentirse católicos.
    ¿Practicar es realizar los actos sociales en que se han convertido hoy bautizos, comuniones, bodas, y asistir dominicalmente a misa?
    Sabemos que incluso “practicantes” se saltan a la torera las prohibiciones eclesiásticas que afectan a su vida privada. ¿Se puede ser católico a media jornada?

    Puesto que, como dice JJ Tamayo, el catolicismo ha fracasado como “proyecto religioso de sentido”, por lo que ni la mente ni el comportamiento de la mayoría se rigen por los principios doctrinales ni morales que mantiene la jerarquía, más le valdría a ésta aceptar su derrota y falta de credibilidad, y acometiera los cambios que necesita para subsistir.
    A las razones que señala el autor del artículo, añadiría una menor: si hay un colectivo que suscita repelús mental y visceral, es el colectivo
    de la jerarquía eclesiástica, tanto más cuanto más arriba nos dirigimos. Desde su modo de vestir, gesticular, hablar,  hasta su lenguaje y carácter antipático, hosco, cuando no afectado. Pero sobre todo, cuesta aceptar su insensibilidad a las causas que preocupan a la mayoría: la desigualdad en general, las situaciones de violencia que en todo ámbito sufren millones de mujeres… Su desvinculación de la investigación, su hermanamiento con toda dictadura, su apego a los privilegios… duelen. Eso, sin mencionar lo que les importa Jesús y su mensaje.

  • Javier Bruno

    El movimiento de jesús se resume en los evangelios, y los evangelios sí nacen bajo la influencia de la cultura greco-latina, y aparecen escritos en griego, son los textos que leen las primeras comunidades cristianas. Incluso el propio personaje vivió en un territorio profundamente influenciado por la cultura griega.
    El ambiente de helenización en Judea, y más en concreto en Jerusalén, fue absolutamente decisivo para que en los orígenes mismos de la reinterpretación de la figura y mensaje de Jesús por parte de los seguidores de un Maestro ya muerto, y del que se creía firmemente que había resucitado –que es el origen de la teología cristiana- hubiera un nutrido grupo de judíos cuya lengua materna era probablemente el griego. Y fue este grupo de “helenistas” quien promovió la reinterpretación de Jesús que habría de constituir el núcleo de la futura teología de Pablo de Tarso.No puede hablarse en rigor de una “helenización” del mensaje del cristianismo una vez nacido, como si le sobreviniera algo externo y por encima a una entidad previamente constituida, sino que ese mensaje nace ya helenizado. La teología cristiana (de la rama paulina que es la única que ha sobrevivido) es griega o no es. Lo que se llama “helenización del cristianismo” a partir del siglo II (Padres apologetas y teología de Panteno y Clemente de Alejandría) es sólo una segunda o tercera helenización.

  • Rodrigo Olvera

    El movimiento de Jesús no nace con los evangelios y los evangelios no nacen de los clásicos griegos. Al darse la adaptación al imperio es cuando se realiza esa mutilación de la herencia original para convertirla a los moldes de la filosofía griega. Por ello, creo que la salida no es reforzar la helenización de la comprensión del cristianismo, sino precísamente des-helenizarla.  Es sintomático que entre más cercanas estaban “filosóficamente” a la raíz semítica del movimiento original, menos “dóciles” al Imperio eran las comundades cristianas; al grado que no sólo fueron llamadas ateas, sino enemigas públicas del César.
    Saludos
     

  • Javier Bruno

    ……Real existencia de la REALIDAD DIVINA….., una cosa es aceptar y respetar las creencias religiosas y otra aceptarlas como verdades, es lo mismo que. fruto de mi vehemencia, he desarrollado con mi defensa de la razón y negación de la fé, aunque podría basarme en la ciencia demostrable.
    Lo que sí comparto es que debemos humanizar nuestras relaciones, nuestras sociedades, ….La efectiva y amorosa HERMANDAD HUMANA... sí pero no, o no sólo, desde unavisión  …… CRISTIANA y CATÓLICA……. Esa humanidad tiene más recorrido.

  • Javier Bruno

    Sin duda que no entiendo el movimiento de Jesús cuya historia pasaría desapercibida si no fuera por la elaboración de un biografía, evangelio, que nace y se desarrolla de las ideas de los clásicos, y se impone como creencia por un imperio romano que necesita unificar y controlar sus vastos territorios, los romanos, como en todo, fueron pioneros en utilizar y vincular la religión con el estado, y qué mejor creencia que la de los cristianos, tan dóciles y respetuosos con el poder del César.
    Aristóteles hablaba de un sujeto cívico, porque sólo la pólis era autosuficiente y sólo en ella podía realizarse plenamente. Hundida la pólis, el ser humano es entendido más  como «serl social», cuyo marco de referencia es la naturaleza y la humanidad, reclamando para sí la autosuficiencia y autonomía que antes se reconocía a la ciudad. La seguridad personal, la felicidad individual y la igualdad se convierten en las grandes aspiraciones del momento, “para todos los ciudadanos”,  en igualdad de derechos  y de deberes.

  • Javier Bruno

    Las creencias no hace sino variar la manera de que concebimos un objeto; sólo añade a nuestras ideas una fuerza y vivacidad adicional. Así una opinión o creencia puede definirse más exactamente como: Idea vivida puesta en relación o asociada con una impresión presente.

    La educación tanto como las ideas pueden generar una creencia, más de la mitad de las opiniones que prevalecen entre la humanidad son debidas a la educación y que los principios que de este modo se adoptan implícitamente, sobrepasan a los que se deben al razonamiento abstracto o a la experiencia, muchas creencias son fruto de la educación y algunas de ellas irracionales. El modo de desprendernos de ellas es recurrir a la experiencia, y si no resisten el contraste con la experiencia debemos deshacernos de ellas.

  • Antonio Vicedo

    Afirma Javier: -“El hombre creó a dios en su mente porque es difícil asumir nuestra soledad y nuestro vacío. Dios existe, pero solo en nuestros pensamientos.
    Pero la realidad que nos presenta el desarrollo de la Humanidad es que se ha recurrido a lo divino pluralizado y sin evidencia real de haber creado a dios ni siquiera haber tenido más referencia a Él, siempre por fe, que la motivada por lo natural subjetivo u objetivo. 
    Haber conformado la divinidad en su mente es lo que constituye para los humanos  la  idolatría pluriforme de la que no se han librado ni las corrientes monoteístas.
    Sobre esa supuesta concepción de la divinidad, muy acorde con las distintas forma del pensamiento, se han desarrollado actitudes, comportamientos y estructuras religiosas escoradas casi siempre hacia la representatividad temporal y terrena del Poder  elevándolo a la categoría de privilegio sagrado.
    Cierto que la conciencia humana más lúcida alcanzado por sujetos a los que se les reconoce carisma profético (hablar por) han alertado y condenado siempre esa idolatrización de seres o fenómenos naturales, pero ahí queda el apego a lo divino desde la conciencia relativa o contingente  que, cuando se da cuenta de que NADA ni NADIE asequible a los sentidos y la razón es DIOS, tiende a afirmar o negar la real existencia de la REALIDAD DIVINA, desde el campo de la fe al que nos es permitido entrar por no impedirlo el muro del absurdo.
    Y, situados ya en este campo a disposición de nuestra razón libre y responsable, lo que corresponde a la coherencia de la fe, positiva o negativa, es adoptar una actitud humana consecuente.
    Es por ello que lo que nos corresponde en una práctica humana realista es reconocer nuestra propia identidad natural, obrar en consecuencia, reconocer la identidad de los demás seres y establecer con ellos, sean o no humanos, las relaciones que, siendo propias de las distintas naturalezas, converjan al equilibrio universal, primando el que tiene que haber entre los seres de la misma especie humana.
    De este modo la religión real ha de ser la progresiva humanización de cada sujeto humano y de la Humanidad en su conjunto.
    Desde la fe negativa (No se admite por fe, pues las pruebas no existen, la REALIDAD DIVINA) habrá que ser consecuentes con la realidad identitaria de los seres de la especie humana y partiendo  de esa igualdad natural que nos enmarca desde el principio al fin de nuestra existencia terreno-temporal.
    Aquel eslogan o principio social de LIBERTAD, IGUALDAD y FRATERNIDAD, no pueden quedar vacios de continencia vital, con todas sus consecuencias PERSONALES Y ESTRUCTURALES.
    Desde la fe  positiva en Dios, ni visto ni oído, pero del que aceptamos su TEOFANIA en la HUMANIDAD  de JESÚS de Nazaret, nuestra  coherencia práctica ha de tener como matriz la humanidad, el comportamiento y el mensaje de Jesús. En ello , su RELIGIOSIDAD, residirá la calidad de nuestra propia y común religiosidad. 
    Y esto es lo que nos permitirá calibrar lo religioso en la Humanidad sea considerado eclesial(COMUNITARIO= ASAMBLEARIO) o laico.
    La efectiva y amorosa HERMANDAD HUMANA será la señal para descubrir lo que de CRISTIANO y CATÓLICO  va asumiendo  real y prácticamente la HUMANIDAD.

  • Rodrigo Olvera

    Me parece que reducir al cristianismo como conceptos o como un pensamiento es no entender al movimiento de Jesús; sino uno forma más de helenizarlo. Por cierto, la resurrección se encuentra en muchas otras culturas y expresiones religiosas (véase simplemente el mito de Quetzalcoátl, en su versión del altiplano mexicano); esperanza de vida eterna, hay en muchas otras culturas (y desde distintos enfoques, desde la inmortalidad taoista, hasta la vida semioscura del Xibalba maya).
    Yo encuentro más especificidad, comparando con las distintas culturas de la época, en la visión de una historia lineal y no cíclica. Pero claro, esto no es propio del cristianismo sino parte de su bagaje judío.
    Lo propio del movimiento de Jesús, lo que no se encuentra ni en la filosofía griega, ni en la ética estoica, ni en el naturalismo taoísta, ni en el iluminismo budista, ni en las religiones indoamericanas; es que los destinatarios y motores de la salvación sean los marginados. No los que acumulan más capital económico, o político, o moral, o intelectual (pensemos en la gnosis griega). Sino la escoria de la sociedad.
    Pero este “concepto” nos elude con enorme facilidad. Es más fácil recurrir a los clásicos griegos.

  • Se habla de creencias. Qué son creencias?
    Ortega y Gasset considera las creencias como base y sustento de toda ideología. Es decir, tanto los religiosos como los agnósticos, los políticos como los deportistas. los varones como las mujeres, los viejos como los infantes, todos viven de sus creencias basando sobre ellas las ideas que profesan.
    Si la vitalidad de las creencias pasa de la misa dominical  a los partidos de fútbol quiere decir que un tipo de creencias se debilitan y otras se robustecen. Los análisis sociológicos no servirán de mucho si no se tiene clara la diferencia existencial entre ideas y creencias.

  • Javier Bruno

    Sí las causas, más o menos razonadas, son las que expone el artículo. Sí que, en el caso de España, existe un alto grado de anticlericlarismo y un enfrentamiento, dentro de la iglesia católica, entre tendencias opuestas, más cercanas a intereses o planteamientos nada religiosos, se hecha de menos más respeto a la opinión y a las creencias de los demás, más prudencia a la hora de abordar ciertos temas. Un no creyente de verdad respeta, y sinceramente, actúa con total indiferencia en cuestiones religiosas.

    Como comenté en otro de los temas, la cuestión  está en el hecho de su existencia. El cristianismo tiene entre otras virtudes la de recopilar todo el pensamiento humano, desde antes y después de la fundación del hecho cristiano, haciéndolo suyo. Desde la pobre historia en cuanto a pensamiento, como es la vida relatada de un hombre-dios, se ha ido generando toda una filosofía, teología, sociología, etc. Así cualquier concepto atribuido al evangelio cristiano está mejor desarrollado de donde procede: los clásicos griegos o latinos, cualquier pensamiento desde el medievo, el renacimiento, la era moderna o la contemporánea utilizan el cristianismo no como esencia sino como envase. Y el envase ya está muy usado pues el razonamiento humano es la esencia, el pretesto la religión.

    El utilizar el hecho cristiano como ideología no política, sino recopiladora del humanismo de los últimos miles de años es positiva, pero sin derivar a posiciones de una índole política que sólo utilizan los conceptos que les interesan, está fuera de todo contexto, no tiene el menor sentido, sino es como aprovechamiento doctrinal o provocación.

    Reconozco que el único concepto, que tampoco lo es históricamente como tal, que particulariza y que define al cristianismo es la resurrección, la esperanza de la vida eterna, la fe en la salvación, que casi siempre se olvida o pretende olvidarse. Para articular y desarrollar nuestra vida en el mundo hay conceptos que, aunque podrían encontrarse en ese compendio de saberes recopilados por el cristianismo, es única y exclusivamente humano, pensado por personas durante generaciones.

    Es cierto que necesitamos darle un sentido a la vida porque muchas preguntas no se pueden contestar con la ciencia, por ello creamos una falsa ilusión que llamamos religión, desgraciadamente, nos devolverá a la realidad en el momento más crítico de nuestra existencia. El hombre creó a dios en su mente porque es difícil asumir nuestra soledad y nuestro vacío. Dios existe, pero solo en nuestros pensamientos.