Si por un instante yo supera ver
que esconde tus ojos, esas grandes
orejas, te diría lo que mis
ojos han podido ver de ti.
Si por un segundo mis sentidos
se sacudieran de ese sueño
mortal y ciego de tu nombre
¡Quizás no te llamase nunca!
¡Oh! Quizás sí, te diría asn*s,
burrit*s, sin decir, necio, memo,
mentecato, torpe, negado,
ignorante…
Solo diría mi nombre ¡Burr*!
si fuese tan inteligente como tú,
no te pondría a dar vueltas a solas
horas y horas en la noria.
Si fuese tan inteligente como
tú, tendría esos ojos negros,
grandes, de mirada tierna y fiel,
si tuviese un trozo de vida
en mi corazón, te día Platero…
que bella es el campo, bello
el trigo, el espino, la ortiga,
la piedra… todo es bellos
porque tu imagen la dulcifica,
en la mirada que te embelesa.
E ese recuerdo de la niñez
Ligado a la plateada imagen
de la poesía, porque “platero es como yo…
“…Le gusta las naranjas,
Le gustan las naranjas mandarinas,
las uvas moscateles, todas de ámbar;
los higos morados,
con su cristalina gotita de miel…
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña…;
pero fuerte y seco por dentro, como de piedra…
Cuando paso sobre él, los domingos,
por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
— Tiene acero…
Tiene acero. Acero y plata de luna,
al mismo tiempo…” J. Ramón Jiménez
¡Nadie ha escrito y amado, ha puesto mejor nombre a este animal noble!
Porque burro es quien es el ser inhumano
Doce paridas, muchas cargas, y cabecera continua de la reata ante la vertedera o el carro, fue lo que aquella burra casera compartió con mi niñez y adolescencia.
En lo de trabajar duro y aportar a la casa maternidad y trabajo, andaban mi madre y ella a competencia, ganándola ella por doce a siete amamanteras.
Mi burra era torda, pero orejas igual atentas a los galopes alejados de sus crías, y ojos de esos que leen pero no pronuncian. Por eso, en la mirada de esta, rodeada de hierba y broza, y alimentada con parte de ella, me recuerda el mensaje de rica pobreza diciendo con su mirada de burrada: Seréis más que burros, queriendo acumular, cuando saciados, la abundancia que queda es para los que tengan hambre.
Y otra cosa vi en mi burra que en la mirada de esta descubro: aquella por la que siempre presidía la reata, pues, mirando única y solamente hacia delante, no se permitía dar pasos hacia atrás, ni aunque la sobrefuerza la arrastrara
De acuerdo con Ana…
Muchas personas no les llegamos ni al talón…
Bueno como se llame en ella; Pepe nos los dirá.
Esa burra que nos “cuentas” era muy lista, y sabía donde poner o no poner sus, siempre fieles patas.
Ciertamente son encantadores y tiernos, me enferma cuando les apalean…
Vamos como hacen algunas personas con sus propios congéneres…
mª pilar
Siento desencataros, Gabriel y Rodrigo; pero la foto es de una BURRA, no de un burro. Por lo tanto, vuestra ilusión por haber salido tan favorecidos se ha ido al garete.
¿ Que cómo lo sé?… Es idéntica a la burrina que acompañó los trabajos familiares durante muchos años. Los mismos ojos, el mismo porte de nobleza, la misma cara de simpatía y se desprende la misma inteligencia.
Tan inteligente era que, cuando teníamos que pasar por el Puente del Diablu para llegar al pueblo de Caín ( Picos de Europa en la ruta del Cares) la burrina se plantaba y no había forma humana de hacerla pasar el impresionante precipicio. ( en aquellos tiempos no había vallas a los costados)
Mi padre se quitaba la chaqueta, se la amarraba en la cabeza tapando los ojos y entonces ya conseguía que pasase el puente.
Supongo que la burrina tendría el instinto muy desarrollado y no le gustaría pasar a un pueblo de nombre tan ” diabólico” y por un puente de nombre tan tétrico. Si hubiera tenido que pasar puentes que llevasen a Abel y por el puente de ” Jeovhá”, seguro que pasaría al galope y sin taparse los ojos…
¡Con lo bonito que es! Y el gran servicio que han prestado a la humanidad, y, encima, le llaman burro. Cuánta injusticia: animal dócil, animal servicial, animal fiel, austero, tranquilo, en fin, un buen animal. ¿Quienes son los listos?
Protesto energicamente, cuando me sorprenden, me sacan una foto, la publican y no me lo anuncia previamente, de haber sabido, me hubiera acicalado las orejitas….Gabriel
SI POR UN INSTANTE…
Si por un instante yo supera ver
que esconde tus ojos, esas grandes
orejas, te diría lo que mis
ojos han podido ver de ti.
Si por un segundo mis sentidos
se sacudieran de ese sueño
mortal y ciego de tu nombre
¡Quizás no te llamase nunca!
¡Oh! Quizás sí, te diría asn*s,
burrit*s, sin decir, necio, memo,
mentecato, torpe, negado,
ignorante…
Solo diría mi nombre ¡Burr*!
si fuese tan inteligente como tú,
no te pondría a dar vueltas a solas
horas y horas en la noria.
Si fuese tan inteligente como
tú, tendría esos ojos negros,
grandes, de mirada tierna y fiel,
si tuviese un trozo de vida
en mi corazón, te día Platero…
que bella es el campo, bello
el trigo, el espino, la ortiga,
la piedra… todo es bellos
porque tu imagen la dulcifica,
en la mirada que te embelesa.
E ese recuerdo de la niñez
Ligado a la plateada imagen
de la poesía, porque “platero es como yo…
“…Le gusta las naranjas,
Le gustan las naranjas mandarinas,
las uvas moscateles, todas de ámbar;
los higos morados,
con su cristalina gotita de miel…
Es tierno y mimoso igual que un niño, que una niña…;
pero fuerte y seco por dentro, como de piedra…
Cuando paso sobre él, los domingos,
por las últimas callejas del pueblo, los hombres del campo, vestidos de limpio y despaciosos, se quedan mirándolo:
— Tiene acero…
Tiene acero. Acero y plata de luna,
al mismo tiempo…” J. Ramón Jiménez
¡Nadie ha escrito y amado, ha puesto mejor nombre a este animal noble!
Porque burro es quien es el ser inhumano
Doce paridas, muchas cargas, y cabecera continua de la reata ante la vertedera o el carro, fue lo que aquella burra casera compartió con mi niñez y adolescencia.
En lo de trabajar duro y aportar a la casa maternidad y trabajo, andaban mi madre y ella a competencia, ganándola ella por doce a siete amamanteras.
Mi burra era torda, pero orejas igual atentas a los galopes alejados de sus crías, y ojos de esos que leen pero no pronuncian. Por eso, en la mirada de esta, rodeada de hierba y broza, y alimentada con parte de ella, me recuerda el mensaje de rica pobreza diciendo con su mirada de burrada: Seréis más que burros, queriendo acumular, cuando saciados, la abundancia que queda es para los que tengan hambre.
Y otra cosa vi en mi burra que en la mirada de esta descubro: aquella por la que siempre presidía la reata, pues, mirando única y solamente hacia delante, no se permitía dar pasos hacia atrás, ni aunque la sobrefuerza la arrastrara
De acuerdo con Ana…
Muchas personas no les llegamos ni al talón…
Bueno como se llame en ella; Pepe nos los dirá.
Esa burra que nos “cuentas” era muy lista, y sabía donde poner o no poner sus, siempre fieles patas.
Ciertamente son encantadores y tiernos, me enferma cuando les apalean…
Vamos como hacen algunas personas con sus propios congéneres…
mª pilar
Siento desencataros, Gabriel y Rodrigo; pero la foto es de una BURRA, no de un burro. Por lo tanto, vuestra ilusión por haber salido tan favorecidos se ha ido al garete.
¿ Que cómo lo sé?… Es idéntica a la burrina que acompañó los trabajos familiares durante muchos años. Los mismos ojos, el mismo porte de nobleza, la misma cara de simpatía y se desprende la misma inteligencia.
Tan inteligente era que, cuando teníamos que pasar por el Puente del Diablu para llegar al pueblo de Caín ( Picos de Europa en la ruta del Cares) la burrina se plantaba y no había forma humana de hacerla pasar el impresionante precipicio. ( en aquellos tiempos no había vallas a los costados)
Mi padre se quitaba la chaqueta, se la amarraba en la cabeza tapando los ojos y entonces ya conseguía que pasase el puente.
Supongo que la burrina tendría el instinto muy desarrollado y no le gustaría pasar a un pueblo de nombre tan ” diabólico” y por un puente de nombre tan tétrico. Si hubiera tenido que pasar puentes que llevasen a Abel y por el puente de ” Jeovhá”, seguro que pasaría al galope y sin taparse los ojos…
” Quien tenga oídos que oiga”… jejeje
Jajajaja… No habia visto tu comentario Gabriel…jajaja
De acuerdo con el homenaje de Ana a tan buen animal.
Saludos
Cuando me tomaron esa foto que ni cuenta me di?
¡Con lo bonito que es! Y el gran servicio que han prestado a la humanidad, y, encima, le llaman burro. Cuánta injusticia: animal dócil, animal servicial, animal fiel, austero, tranquilo, en fin, un buen animal. ¿Quienes son los listos?
Protesto energicamente, cuando me sorprenden, me sacan una foto, la publican y no me lo anuncia previamente, de haber sabido, me hubiera acicalado las orejitas….Gabriel