En el siglo XVI, en pleno auge de poder de los Papas renacentistas en Roma, envueltos en escándalos de todo tipo, surgió un clamor en toda la Iglesia por su «reforma en la cabeza y en los miembros». Este clamor venía del laicado, del bajo clero y de los teólogos como Lutero, Zwinglio y otros. La respuesta fue la Contrarreforma, que transformó a la Iglesia católica en un baluarte contra el movimiento de los Reformadores, endureciendo todavía más sus estructuras de poder.
Ahora, el escándalo de los sacerdotes pedófilos en varios países católicos ha hecho surgir un vigoroso clamor por reformas estructurales en la Iglesia. Este clamor no viene solamente de abajo, como en el tiempo de la Reforma, sino principalmente de arriba, de cardenales y obispos. En primer lugar, este pecado y este crimen fue abordado con una desastrosa gestión por el Vaticano. Inicialmente se intentó descalificar los hechos como «chismes mediáticos», luego se procuró ocultarlos, usando hasta el «sigilo pontificio» con el pretexto de salvaguardar la presumida santidad intrínseca de la Iglesia, después se minimizaron los hechos, o se recurrió al montaje de un complot de oscuras fuerzas laicistas contra la Iglesia y, finalmente, ante la imposibilidad de cualquier vía de disculpa y de fuga, salió a la superficie la desasosegante verdad.
El Papa tomó severas medidas contra los pedófilos, consideradas insuficientes por mucha gente en la misma Iglesia, porque no basta la «tolerancia cero» y las puniciones canónicas y civiles. Todo eso viene a posteriori, después de cometido el delito. Nada se dice de cómo evitar que tales escándalos se repitan y qué reformas introducir en la vivencia del celibato y en la educación de los candidatos al sacerdocio. No se pone como prioritaria la protección de las víctimas inocentes, muchas las cuales revelan un tenebroso vacío espiritual, fruto de la traición que sintieron por parte de la Iglesia, en una mezcla de culpa y de vergüenza.
Después, las altas autoridades se hicieron mutuamente graves acusaciones. El Card. Cristoph Schönborn de Viena acusó al Cardenal Angelo Sodano de haber ocultado, cuando era Secretario de Estado (el primer puesto después del Papa), la pedofilia de su antecesor en la sede, el Card. Hans-Herrman Groër. Obispos alemanes criticaron a su conferencia episcopal no haber sido suficientemente vigilante frente a los notorios abusos sexuales del obispo de Ausgburg Walter Mixa, obligado a renunciar. Igualmente con referencia al obispo de Brujas en Bélgica, que abusó durante 8 años de un sobrino suyo.
Es impresionante la autocrítica hecha por el arzobispo de Camberra, Mark Coleridge, reconociendo que la moral de la Iglesia concerniente al cuerpo y a la sexualidad es rígida y de estilo jansenista, creando en los seminaristas una «inmadurez institucionalizada», con tendencia a la discreción y al secreto ante los delitos, para mantener el buen nombre de la Iglesia, fruto de un triunfalismo hipócrita. El primado de Irlanda, Diarmuid Martin, se preguntó sinceramente por el futuro de la Iglesia en su país, tal ha sido el número de pedófilos en las instituciones durante muchos y largos años. Reconoce que las reformas son urgentes, pues la Iglesia «no puede quedar aprisionada en su pasado» y debe introducir cambios fundamentales en su estructura que impidan tales desvíos. Tal vez el documento más lúcido y valiente vino del obispo auxiliar de Camberra, Pat Power, que reclama «una necesaria reforma sistémica y total de las estructuras de la Iglesia». Afirma que «en la conducción de la Iglesia, toda masculina, no reside toda la sabiduría, y que ella debe escuchar la voz de los fieles». Reconoce valientemente que «si las mujeres hubieran tenido más poder de decisión, no habríamos llegado a la crisis actual».
Podríamos presentar otras voces de altas autoridades eclesiásticas, pero lo importante es constatar que este escándalo que ha afectado al capital de ética y de confianza de la Iglesia-institución, paradójicamente ha dejado un legado positivo: suscitar la cuestión de las reformas de base, aprobadas por el Concilio Vaticano II. Estas, sin embargo, fueron boicoteadas por la Curia vaticana y por los dos últimos Papas, que se alinearon con una visión conservadora y contraria a toda modernidad.
Quienes amamos a la Iglesia con sus luces y sus sombras, queremos entender la actual crisis como una oportunidad suscitada por el Espíritu para que la Iglesia-institución encuentre realmente la mejor forma de transmitir la buena-nueva de Jesús y ayude a la humanidad a afrontar una crisis todavía mayor, la del sistema-vida y del sistema-Tierra, terriblemente amenazados.
Mis queridos hermanitos de ATRIO, casi no he podido participar, entre varias veces, para leer y las circunstancias no me permitían hacerlo, hay mucha actividad, comunitaria, y en el trabajo estamos en conflicto y estamos tratando de dar una manito, y en caso hemos reestructurados la tareas, de tal manera que a todos nos toque las limpieza que llevan tiempo energía… El día me queda corto, por eso pido disculpas, hasta que me acomode…en cuanto al tema…
Existe muchos temas que se entrecruzan, cuya profundidad merecería la pena profundizar y cada uno nos llevaría un mundo de tiempo…
La pedofilia, que es una enfermedad…y que debe ser tratada, o la Iglesia que por estar formada por seres humanos desde la comunidad Universal de Jesús, hasta ahora, tiene todo lo humano, sus sombras y sus luces, sus miserias y sus riquezas…
Pero que sin lugar a duda este fenómeno tan particular, que no es sólo la pedofilia, sino las circunstancias históricas que hacen necesario revisar la actuación eclesial y encontrar que había oscuridad aún entre obispos y cardenales, tiene un mensaje que es bueno recibamos todos…Y es que el poder absoluto, no parece la forma de humanizar la relación comunitaria de los discípulos de Jesús de Nazareth…se hace necesario, volver a recobrar aquella espiritualidad del Señor, que nos relacionaba como hermanos y aprender, que nos necesitamos unos a otros y que a la hora de diseñar nuestras vinculaciones, es bueno…ser sacudidos por nuestras fragilidades…Para convertirnos…no sea así entre ustedes…(Cfr. Mc. 10,36-44)…
Es pienso este verdadero signo de los tiempos, un lugar de revelación…un tiempo de conversión, no para ser perfectos, sino para entender que somos humanos, con todas las debilidades y las incoherencia de cualquier hermano, la humildad de asumir eso, nos libera de cualquier complejo de ser los dueños de la verdad, apenas podremos ser sus torpes servidores…
Luego nos llama vincularnos con los hombres de este tiempo de una manera nueva, despojada del poder y capaz de recorrer el camino de la fraternidad y comprometernos con el itinerario histórico de las gentes de este tiempo, sus búsquedas, sus sueños, sus angustias y sus luchas, esto es primero y esencial, en cualquier reformulación de nuestras vinculaciones, las otras, es la de ir creando relaciones tanto institucionales, como carismáticas, más circulares…más horizontales, en definitivas más fraternales (Cfr. Ef. 4, 2 ss; Mt.23,8)
Pero si bien eso es cierto, entiendo, que los errores institucionales, de todo tipo de jerarquía silenciando este tema perjudico a muchas victimas y también a quienes tienen esta enfermedad, al no permitir que se les tratara…
El otro aspecto importante, es que más allá de los errores y horrores de la jerarquía, el seguimiento de Jesús y de la verdades por las que somos Iglesia, esta en mi modesto sentir más allá, porque ni la Iglesia es sólo la Jerarquía y porque conozco a muchos honestos curas, que tratan de vivir su vida en fidelidad al Señor…
En resumen este y esperemos que todos en la Iglesia lo veamos así, es un Kairos de conversión y de refundación… (Cfr. Is. 42,19)
Con cariño Gabriel
Gracias por tu comentario, Pepe Sala.
Buena semana.
Mis respetos por tus creencias, Salvador Acracio ( creo que todos y todas los participantes de ATRIO son creyentes, salvo yo que me reconozco ateo no practicante ), pero debo decir que no creo que ser creyente imprima más compromiso social en quienes tienen la sana intención de ser útilies a la sociedad. Bajo mi punto de vista, la religiosidad es un enorme estorbo para la JUSTICIA SOCIAL.
Y ya que nombras a un señor que sí tiene compromiso social con sus semejantes ( anteponiéndo los intereses humanos a los intereses de un Dios que no hay forma de llenarle las arcas) te informo de que tal señor renunció a su báculo episcopal antes de dedicarse a la ayuda de los necesitados. Quizás se dió cuenta de que ,con el báculo y la mitra puesta, le era absolutamente imposible realizar la labor para lo que tenía una indudable vocación. ( como ha demostrado sobradamente.)
Ferrer, Castillo, Duato, Juan Luis Herrero y muchos más son también ejemplo de que, desde su innegable creencia y desde su cristianismo ADULTO, se pueden llevar a cabo las inquietudes sociales que no podían realizar con sus hábitos clericales.
Todos mis respetos por la forma adulta de cristianismo de quien tú nombras y de quienes yo nombro… y por supuesto por otros miles de cristianos-as que saben la gran diferencia entre “cristiano en alpargatas” y católico en zapatos de charol, traje de marinero o de novia y aviones privados para llevar el Evangelio a los más débiles de éste jodido mundo.
En todo caso, quienes también tenemos inquietudes sociales desde nuestro ateismo ( somos millones, afortunadamente) tenemos un poco más de mérito. Nosotros lo hacemos sin esperar nada a cambio, ni siquiera la famosa salvación de nuestras almas, en la cual no creemos.
Saludos dominicales, pues.
Aunque vuelvo a “incurrir” en comentarios un tanto ajenos a la tesis principal del artículo que nos convoca, dado que se refiere lo que diré, y mucho, sustancialmente mucho, al núcleo de la fe que proclama la Iglesia, refiero que acabo de ver, hace un ratito, un especial, en el canal de Noticias de TVE2, el 24 horas, me parece, sobre la labor del obispo y misionero español Nicolás Castellanos en Bolivia, encauzada sobre todo a través de la organización Hombres Nuevos, cuyo núcleo dirigente, bajo la presidencia de honor del obispo, sigue funcionando al parecer como una comunidad fraterna y horizontal.
Sin pensar yo en modo alguno en “canonizar” la labor del obispo misionero, ex obispo de Palencia, España, no puedo sino quitarme el sombrero ante un testimonio de entrega solidaria como ese promovido por Nicolás Castellanos. Tendrá fallos, sin duda, podrá ser más asistencialista o menos (los sectarios del MCC muy probablemente dirán que todo en esa labor es asistencialismo puro con gotitas de progresismo laicista o secularista: al tiempo que te espetan que “solidaridad es compartir hasta lo necesario para vivir”, te machacan si no eres de los suyos), pero ante quien trata de hacer realidad el sueño de Jesús de Nazaret, Pepe Sala, que no es otro que el Reino de Dios, esto es, como insistentemente sostiene José María Castillo en su libro Espiritualidad para insatisfechos, la decidida apuesta por llevar el máximo de solidaridad y felicidad posible a nuestros semejantes (algo así como un “desvivirnos porque los demás sean felices), yo, chapó.
Yo soy católico; a años luz seguramente de la entrega solidaria de alguien como Nicolás Castellanos, pero creyente soy, Pepe Sala.
Yo creo que Jesús lo que pretendió es que nos amáramos los unos a los otros como Él nos amó, o sea, muy bien.
Amar comporta ayudarse mutuamente, compartir lo que tenemos, aliviar el sufrimiento de unas y otras personas, ayudar a conseguir cuanta más felicidad para cuantos más … Eso era para Jesús lo más importante, lo único importante.
Por eso dijo Jesús que por eso, por cómo nos amemos, sólo por eso, conocerán que seguimos a Jesús, no por hacer muchas misas, o muchos Santos o rezar muchos rosarios o hacer muchas catedrales o muchos viajes por el mundo, o por ser Papas o curas o …
Jesús no pretendió que nos dedicáramos a venerar a su madre (ni pensó jamás que ella era virgen), ni pretendió que nos dedicáramos a consagrar hostias, ni a adorar a Dios ni a nada por el estilo. Ni siquiera pretendió que creyéramos en Dios, o
En la llamada última cena nos exhortó a compartir el pan y el vino, a comer (restaurar fuerzas) juntos, a convivir amorosamente. Haced esto en memoria mía significa compartir el pan, el vino, los bienes … en memoria mía, como yo he compartido lo que tengo y lo que soy con unas y otras personas.
Las misas no tienen nada que ver (o muy poco) con lo que quiso Jesús, a mi modesto modo de ver. Son cosa de la ICAR, las han diseñado los que se han apoderado de la ICAR para el más fácil manejo de ésta, al servicio de los ellos mismos, para hacerse imprescindibles y dominar mejor a sus súbditos.
¡Tan claro que nos lo dejó dicho y referido a UN GESTO NORMAL y CORRIENTE de UNA CENA AMISTOSA Y FAMILIAR!
¡HACED ESTO EN MEMORIA DE MÍ¡
Insisto, aunque ya parezca machaconería, en que TODO EL QUEHACER CRISTIANO se basa y sustenta en ese: “COMO EL PADRE ME ENVIÓ, YO OS ENVÍO A VOSOTROS.”
¿O es que se puede ningunear y falsear sin reducir a la NADA y al SIN SENTDO LO QUE A LA FE PRACTICA EN JESÚS se refiere?
¿Para cuando dejar de traicionar religiosamente a Jesús con restos viejos de La Religión que lo condenó a muerte como blasfemo?
¿Tampoco nos dice nada lo de: “- ¡Señor! ¡Señor!”, si se sobrepone al CONMIGO LO HICISTÉIS O NO (Mt. XXV), aunque aquello resuene entre mármoles preciosos, nubes olorosas de inciensos, luces de velas con las que se oculta LA LUZ y melodías armoniosas de músicas y letras celestiales?
Bien parece que EL ESPÍRITU está por la labor de terminar con la FALSEDAD de considerar a los TEMPLOS, IGLESIA. Porque, si LA IGLESIA es lo que Jesús señaló como LA COMUNIDAD DE SUS DISCÍPULOS, la señal de que así es, también nos la aclaro meridianamente: “-En esto conocerán que sois discípulos míos, en que OS AMÁIS UNOS A OTROS.”
Esta vez andamos por galaxias distintas, Salvador. Es lógico y puede que sea hasta conveniente. Yo no soportaría el olor de los Monasterios más allá de una visita pseudocultural.
Respecto al tema que tocas de la liturgia, como en todo lo eclesiástico, se dejan las cosas perfectamente oscuras para que nadie pueda acertar jamás. Todos estarán equivocados para que las autoridades jerárquicas puedan estar ” acertados” a través del famoso Espiritu Santo.
Así, la dogmática al respecto ( la del Vaticano II) pone las cosas en su sitio: ” ni si ni no, sino todo lo contrario”.
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36. 1 Se conservará el uso de la lengua latina en los Ritos latinos, salvo derecho particular.
§ 2 Sin embargo, como el uso de la lengua vulgar es muy útil para el pueblo en no pocas ocasiones, tanto en la Misa como en la administración de los Sacramentos y en otras partes de la
Liturgia, se le podrá dar mayor cabida, ante todo, en las lecturas y moniciones, en algunas oraciones y cantos, conforme a las normas que sobre esta materia se establecen para cada caso en los capítulos siguientes.
§ 3 Supuesto el cumplimiento de estas normas corresponde a la competente autoridad eclesiástica territorial, de la que se hablado en el artículo 22 § 2, determinar si ha de usarse la lengua vulgar y en qué proporción; estas decisiones han de ser aceptadas, es decir, confirmadas por la Sede Apostólica. Si hiciera falta, se consultará a los Obispos de las regiones limítrofes, de la misma lengua.
§ 4 La traducción del texto latino a la lengua vulgar, que ha de usarse en la Liturgia, debe ser aprobada por la competente autoridad eclesiástica territorial antes mencionada.
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Así cualquiera acierta y cualquiera se equivoca… no hay modo de que el famoso Espiritu Santa deje las cosas perfectamente claras a sus seguidores?…
Por si te interesa y para no tener que levantarte a buscar el ” libro”, te proporciono el enlace con los Documentos Completos del Vaticano II
http://multimedios.org/docs/d000916/p000003.htm#2-p3.1
De nada…
Ah, que se me olvidaba:
Pido disculpas porque en este artículo me he salido del tema, que es la pederastia en la Iglesia católica.
Saludos.
Vuelvo a leer el artículo de Leonardo Boff ( “¿Cuál es el legado de la crisis de los pedófilos en la Iglesia?”) aquí en Atrio, cuando lo cierto es que hace apenas unos minutos lo leí una primera vez en Redes Cristianas, portal en el que también acababa de leer la entrevista que le hacen a José Antonio Pagola. En esa entrevista, Pagola quiere insistir en la necesidad que tiene la Iglesia universal de purificarse volviendo a la memoria siempre renovadora y subyugante de Jesús de Nazaret. Para que así la Iglesia, permanentemente interpelada por su maestro vaya queriendo y pudiendo presentar un rostro más samaritano o servicial, pobre, humilde, acogedor, fraterno, igualitario, bueno y vulnerable. Completamente de acuerdo.
Pero resulta que me estoy leyendo ahora un libro creo que publicado en España por LibrosLibres; es del gran y entusiasta apologeta católico Vittorio Messori. Neoconverso del agnosticismo laicista -o viceversa-, en ese ensayo autobiográfico titulado algo así como Las razones por las que creo* (no es ese exactamente, pero por pereza a causa del mucho calor, como el libro que estoy leyendo no lo tengo ahora delante, no me levantaré a buscarlo), Messori afirma que la actual reforma litúrgica salida del Vaticano II es “profundamente antidemocrática y contraria al espíritu del Concilio Vaticano II”, que mas bien insistía en la necesidad de mantener el latín en las celebraciones litúrgicas. Vamos, claramente: los seguidores de Lefevre estarían más en línea con ese al arecer auténtico espíritu del Vaticano II que los partidarios de la reforma litúrgca, que es la que actualmente es vigente en la Iglesia católica.
Desconcertante. No quiero acabar polemizando, pero pienso en la gente sencilla, en las personas sin estudios teológicos… Los partidarios de los latines y de las misas tridentinas podrán aducir que es necesario volver a catequizar, a fin de que el común de los fieles se acabe enamorando, como en una nueva etapa, del esplendor de la liturgia católica en latín, con su coherte de muy sacros celebrantes recargadamene revestidos con todo esplendor litúrgico en un revuelo de casuyas que… Vale, todo podría ser; como no soy experto en prácticamente nada, doctores tiene la Iglesia…
Sin embargo, no puedo dejar de manifestar un temor: me gusta la liturgia, y es por ello por lo que con cierta frecuencia acudo a un monasterio benedictino, hábito que además me permite practicar la oración y el silencio meditativo. Pero me temo que esa vuelta al esplendor litúrgico católico no es o sería neutral, es decir, que no se querría hacer o llevar a cabo sin su serie de contraprestaciones: el volver a alejar el presbiterio del mundo de los seglares; el volver a alejar el laicado del mundo de los movimientos sociales y las luchas solidarias; el volver a soña con n tipo de sacerdote cuya labor pastoral principal ha de volver a ser la cura de almas y el servicio cultual…
Me temo que es así.
Creo que el legado no es otro qeu una vuelta más de conservadurismo… Porque todo se vive como un ataque a esta institución.
Ellos son infalibres, el papado es infalibre, por lo tanto no reconocer y ocultar toda es mierda queda justificada por ese juicio que estos papados hacen y donde su miserias han quedado ocultas como ocultos han quedado el casi el 90% de los casos de pederastias, y abusos a muchas religiosas.
Este verano, una amiga religiosa han vuelto a decirme cuanto ha sufrido por parte de un sacerdote, y esto es de hace unos pocos meses y ya se se sabía todo, ¿Pero que ocurrre si ella lo denuncia, quien pierde más, porque él se cambia o dice aquello de haber sido mal interpretado?
Lo que pienso es que siguen la costumbre del avestruz, meter la cabeza debajo del ala para no ver el peligro. Las altas jerarquías que son las que pueden tomar decisiones trascendentes para el futuro del clero, no quieren afrontar la realidad. Siguen creyendo que el celibato es intocable, que los curas pedófilos han sido unos cuantos (algunos dicen que unos pocos, jo!), que lo que hay que hacer es que sean buenos y las cosas se arreglarán solas.
Y lo mismo que negaron y minimizaron los hechos que tenían ante sus narices, ahora siguen pensando que las causas han sido coyunturales y que eso se arregla con sermones de buena conducta.
Gracias Antonio Vicedo por tu magnífico aporte a este artículo de Leonardo Boff. Lo tuyo he leído y releído varias veces y como decimos: “The game is well worth the candle.” (“El juego bien merece la candela gastada”.) Aquí encuentro un excelente resumen de la fe que me sigue dando animo y convicción de seguir adelante cada día.
Justiniano de Managua
¿El clamor contra los crímenes de los pedófilos eclesiásticos ha venido principalmente de arriba, de cardenales y obispos? No parece haber sido esa la realidad.
Creo que lo cierto es que han sido las denuncias laicas ante tribunales de la sociedad civil que ha alcanzado algún grado de democracia, las que han obligado a los dirigentes de la ICAR (Papa, Cardenales y Obispos) a pagar miles de millones de euros a las víctimas para evitar sentencias condenatorias de la justicia de esa sociedad civil.
Les han tocado el dinero a los jerarcas dirigentes católicos, les han tocado el negocio, y eso es lo que les ha conmovido en lo más hondo de su amoroso corazón.
Además han tratado de encausar al propio Papa ante alguno de esos tribunales de justicia, de perseguirlo como encubridor o algo parecido, y eso ha conmovido aún más a la cabeza de la ICAR. Cobardemente se ha escudado el Papa en su calidad diplomática de jefe de Estado, para tratar de evitar ser encausado. Santo Padre se hace llamar, el alto dignatario mundano, pero cuando le conviene saca a relucir su verdadera calidad, la de Jefe de Estado.
Nunca les han conmovido las víctimas, que en todo momento les han importado un pito, han sido sus enemigos en los tribunales, pues si no les llegan a haber llevado a los tribunales de justicia, las víctimas no habrían visto un duro, ni nada de nada.
¿Cuántos pederastas eclesiales han llevado ante la justicia civil, los dirigentes católicos Obispos y Cardenales o el propio Papa que centralizaba toda la información desde la Sagrada Congregación que presidía, o desde la llamada Santa Sede? Me temo que cero patatero, o si acaso ha habido alguna excepción tardía, habrá sido la que confirma la regla.
Ha sido entonces, y sólo entonces, cuando el Papa y sus delegados han cambiado de actitud (puro marketing, pura cuestión de imagen para quien se quiera dejar engañar) y han pasado a tratar de aparecer como perseguidores de los pederastas eclesiásticos; pero éstos ya habían sido perseguidos a miles por la sociedad civil muy a pesar del Papa de turno y sus delegados episcopales, de forma que ya el cambio de actitud no vale para nada: es una vergüenza que debería espantar a los católicos, y deberían exigir la dimisión de esos dirigentes católicos, empezando por el Papa.
Pero eso es imposible en la ICAR. A pesar de la vergonzosa actitud de esos jerarcas, los católicos seguirán en su ICAR, pelillos a la mar, como si tal cosa, hagan lo que hagan sus dirigentes. Las víctimas de los crímenes de la ICAR, de la pedofilia eclesial católica o del tipo de crímenes que sean … son ya cosa pasada.
Lo que les importa por encima de las víctimas es su ICAR, quizá porque se creen ese invento de que ‘las puertas del infierno no prevalecerán contra ella’ gracias a la imaginaria acción del Espíritu Santo, comodín perfecto donde los haya, para todo tipo de usos; y además está el efecto del ‘fuera de la ICAR no hay salvación’, que dice el Catecismo católico.
Siguen considerando a la ICAR como su Santa Madre, como la esposa de Cristo, y falsedades así, pues ni la ICAR es esposa de Cristo ni Madre de los católicos, ni menos aún Santa, por ningún lado que se mire, por mucha falsa vitola de Santa que traten de ponerle.
Cosas de la fe católica.
Veamos:
1º: de INTRA…, nada, amigo Oscar, que las víctimas de semejantes monstruos IN-humanos no suelen tener los privilegios que disfrutan sus violadores. Es un asunto social y PUBLICO y debería ser abordado como tal. No llego a comprender el motivo por el cual los Organismos Judiciales cierran los ojos ante semejantes aberraciones y semejantes DELITOS.
2º: Parece que Leonardo Boff tiene perfectamente clara la aberrante situación de la ICAR, y nos la describe con varios ejemplos.
Bien, si tan clara tiene la situación y tan inasumible le parece ( afortunadamente) ¿ a qué viene tantos amores por semejante organismo corrupto? ¿ Qué es éso de ” quienes amamos a la iglesia con sus luces y sus sombras”?…
Pues estamos apañados si, quien parece tener perfectamente clara la situación de la ICAR, mantiene sus amores hacia semejantes aberraciones e INJUSTICIAS. Mal se entiende a quienes siguen negando las evidencias, pero peor se entiende a quienes lo tienen tan claro y continúan apoyando a unos delincuentes repugnantes y abusones de su inmenso poder MUNDANO.
Hola!
Excelente consideración.
Resalto que es INTRA-eclesiástica
Una partecita de la Vida humana.
¡Vamos todavía! – Oscar.
El enrocamiento estructural de la eclesialidad en el poder, no sólo como base de sustento, sino de impregnación total es el verdadero problema que se concreta en la desviación misional fundamento y razón de la apostolicidad.
Lo apostólico en la permanencia vital y estructural de la Mesianidad de Jesús, una vez terminado el ciclo de su presencia humana temporal en la tierra es elemento fundamental sobre el que la Comunidad en quienes Él quiso hacer permanente la Epifanía de su quehacer divino en lo humano, tanto testimonialmente como por el mensaje, debería haber sido el eje o fulcro del que no debió, ni debe, haberse separado lo cristiano.
Ese: “COMO el Padre me envió, ASÍ os envío Yo a vosotros”, es la materia prima y la matriz que, como elemento esencial y no solo formal, no deben faltar ni falsearse en cada una de las piezas y estructuras vitales de lo que supone semilla y desarrollo del REINO, al que hacía constante referencia preferida de JUSTICIA y procedencia de TODAS LAS AÑADIDURAS.
Y mira que la cosa queda proclamada, aclarada y remachada durante todo el proceso de su vida pública y privada con LOS SUYOS, (familia, discípulos, seguidores y opositores) desde el ANUNCIO DEL ÁNGEL a María, hasta lo que fue considerado mensaje angélico por los discípulos contemplativos del más allá de la nube, inmediatamente desaparecido Jesús en su Ascensión: La TAREA MESIÁNICA estuvo y tiene que estar en LA HUMANIDAD TERRENAL y conforme al proyecto divino de radical humanización (¡HÁGASE, PADRE, TU VOLUNTAD!)
Para la HUMANIDAD sólo hay UN PADRE ESCONDIDO e INACCESIBLE, que en la NUEVA y DEFINITIVA ALIANZA ( “Por último, después de enviarles profetas mensajeros, les envía a SU PROPIO HIJO), se presenta en plenitud de humanidad como EMANUEL, HIJO PREDILECTO AL QUE HAY QUE ESCUCHAR, ATENDER e IMITAR, dentro de las reales posibilidades humanas.
NADIE, ni el propio Jesús, HIJO DEL HOMBRE, debe atribuirse la PATERNIDAD que suponga minimizar, o anular la FRATERNIDAD UNIVERSAL que conlleva la HUMANA FILIACIÓN DIVINA.
La HUMANIDAD de Jesús, como NATURALEZA PREDILECTA de Dios, es epifanía, testimonio y Palabra que integra y matriza TODA LA HUMANIDAD, sin dejar posibilidad a cualquier razón para matrizar a la Divinidad, sin que lo que resulte sea un Ídolo, y la religión a él referida una pura y perniciosa patraña.
Toda case de PODERES, acumulados en personas o estructuras terrenas concretas sin tener en cuanta la verdadera y real FRATERNIDAD HUMANA, son la concreción real del ANTICRISTO, aunque quieran hacer ver que ofrecen signos y pruebas de MESIANISMO.
Cualquier PODER que presuma de su condición aquí o allí conlleva con ello su falsedad y pretensión de engaño: -“Porque como el RELAMPAGO que lo ilumina TODO, desde Oriente a Occidente, ASÍ BRILLA QUIEN ES LUZ DEL MUNDO” anunciando LA BUENA NUEVA a los más pequeños de sus hermanos por y en quienes quiere sentirse REPRESENTADO, CONSIDERADO y ATENDIDO.