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Otro modo de ser Iglesia

Quien haya leído mi último artículo –Dónde está la verdadera crisis de la Iglesia – puede haber quedado desesperanzado. Analizaba ahí la estructura de poder de la Iglesia, centralizada, piramidal, absolutista y monárquica. Este tipo de poder no favorece el ideal evangélico de igualdad, de fraternidad ni la participación de los fieles. Mas bien cierra las puertas a la participación y al amor.14658_1278029156625_1406889703_809494_5045497_n

      Es que tal tipo de poder, por su naturaleza, necesita ser fuerte y frío. Este modelo de Iglesia-poder se presenta como la Iglesia sin más, peor todavía, como querida por Cristo, cuando, como he mostrado, surgió históricamente y es solamente su instancia de animación y dirección, siendo menos del 0,1% de todos los fieles. Por lo tanto, no es toda la Iglesia sino solamente una mínima parte de ella.

      Pero la Iglesia-comunidad como fenómeno religioso y movimiento de Jesús es mucho más que la institución. Aquella encuentra otras formas de organización mucho más próximas al sueño de su Fundador y de sus primeros seguidores. Sabiamente, los obispos brasileros en su reunión anual, celebrada en Brasilia del 4 al13 de enero del presente año, confesaron: «sólo una Iglesia con diferentes modos de vivir la misma fe será capaz de dialogar significativamente con la sociedad contemporánea». Con esto  destruyeron la pretensión de una única manera de ser: la de la Tradición del poder. Sin negarla, hay muchas otras maneras: la de la Iglesia de la liberación, la de los carismáticos, la de los religiosos y religiosas, la de la acción católica, hasta la del Opus Dei, la de Comunión y Liberación y la de la Nueva Canción, para nombrar sólo las más conocidas. 

      Pero hay una forma toda especial y muy promisoria, nacida en los años 50 del siglo pasado en Brasil y que ha adquirido relevancia mundial, pues ha sido asimilada en muchos países: las Comunidades Eclesiales de Base (CEBs). Los obispos les dedicaron un animador«Mensaje al Pueblo de Dios sobre las CEBs». Curiosamente, ellas surgieron en el momento en que brotó en Brasil una nueva conciencia histórica. En la sociedad: el sujeto popular ansiando más participación política, y en la Iglesia: el sujeto eclesial, ansiando también más participación y corresponsabilidad eclesial. Las CEBs son otro modo de ser Iglesia, cuyo sujeto principal, aunque no exclusivo, son los pobres. Su estilo es comunitario, participativo e insertado en la cultura local. Los servicios son rotativos y la elección, democrática. Articulan continuamente fe y vida, son activas en el campo religioso, creando nuevos servicios y ritos, y activas en el campo social o político, en los sindicatos, en los movimientos sociales como en el MST (Movimiento de los Trabajadores sin Tierra) o en los partidos populares.

      No sabemos exactamente cuántas son, pero se calcula unas cien mil comunidades de base en Brasil, involucrando a varios millones de cristianos. Los obispos constatan su alto valor innovador y anti-sistémico. El mercado eliminó las relaciones de cooperación y solidaridad mientras que en las CEBs se viven relaciones fundadas en la gratuidad, en la lógica del ofrecer-recibir-retribuir. Ellas han asumido la causa ecológica, por eso, se entienden también como CEBs = comunidades ecológicas de base. Han desarrollado una fuerte espiritualidad del cuidado de la vida y de la Madre Tierra. El resultado de todo ello ha sido más respeto, veneración y cooperación con todo lo que existe y vive.

      Las CEBs muestran cómo la memoria sagrada de Jesús puede recibir otra configuración social, centrada en la comunión, en el amor fraterno y en la alegría de testimoniar la victoria de la vida contra las opresiones. Ese es el significado existencial de la resurrección de Jesús como insurrección contra el tipo de mundo vigente.

Humildemente los obispos declaran que ellas ayudan a la Iglesia a estar más comprometida con la vida y con el sufrimiento de los pobres. Más aún, interpelan a toda la Iglesia llamándola a la conversión, al compromiso para la transformación del mundo en un mundo de hermanos y hermanas. 

      Este modo de ser Iglesia puede servir de modelo para la inserción en la cultura contemporánea, urbana y globalizada. Si fuese asumido como inspiración para el proyecto del Papa Benedicto XVI de «reconquistar» Europa, seguramente tendría algún éxito. Podrían verse comunidades de cristianos, intelectuales, obreros, mujeres, jóvenes, viviendo su fe en articulación con los desafíos de sus situaciones existenciales. No pretenderían tener el monopolio de la verdad y del camino cierto, pero se asociarían a todos los que buscan seriamente un nuevo lenguaje religioso y un nuevo horizonte de esperanza para la humanidad.

Leonardo Boff es autor de Eclesiogénesis: la reinvención de la Iglesia, Record, 2008, Sal Terrae.

[Traducción de MJG]                                                                                       +

15 comentarios

  • ana rodrigo

    Querido Ricardo Alonso, ¡ánimo!, el amor es lo más grande que le puede pasar a una persona, y, si tú estás enamorado como dices, podrás con todas los obstáculos que, desconociendo por mi parte tu situación personal, casi siempre suelen ser difíciles. En estos momentos es cuando los sacerdotes que abandonan “el nido” se dan cuenta de lo seguro que era ese nido en el que todo lo material estaba asegurado, pero faltaba lo principal, como es la libertad amplia y total, y el amor humano, dos pilares que sostienen la humanización del ser humano, es decir su realización.
     
    Seguro que alguna comunidad de base te dará cobijo y calor en tu inicio de esta nueva andadura.

  • Ricardo Alonso

    Muchas gracias Oscar por tus palabras. Y ciertamente yo creo en una Iglesia que sea más comunidad y no sea jerarquía, ese modo de ser Iglesia ha hecho mucho daño al mundo. Una Iglesia moralista no es la Iglesia que Cristo nos trajo. Estoy completamente enamorado y eso ya es parte de mi ministerio, reflejando al Dios que es amor. Me gustaria estar más en contacto contigo y compartir experiencias. Oramos unos por otros.

  • oscar varela

    Hola Ricardo Alonso!

    Nos cuentas:
    – “Soy un sacerdote que hace un mes dejó de ejercer el ministerio por haberse enamorado.“-

    ¿Qué decirte, no?

    1º) “Bien-venido al Gremio Sindical
    Afiliado -o no- estás comprendido en la Federación Latinoamericana de Curas Casados.

    La fundaron los Compañeros-Pareja Jerónimo Podestá y Clelia Luro, quienes fueron los primeros en América Latina.

    Actualmente el Presidente es el ecuatoriano Mario Mullo; y la viuda Clelia: Presidenta honoraria.

    A mi criterio esta Federación cumple un triple cometido:

    1º) Hospiciano: porque los “apóstatas” suelen salir delMinisterio al Mundo “con una mano atrás y otra adelante“; tanto espiritual como materialmente.

    2º) Testimonial: porque son “muestra” de un reclamo libertario de la obligatoriedad celibataria.

    3º) Transitoriedad: el “paso” dado hacia la vida profana o laical es eso: un PASO en la vida que hay que seguir.
    ··············
    Tú nos cuentas que has “dejado” de ejercer el ministerio.
    Ahora -si quieres- faltaría decir a lo qué has “accedido” desde el enamoramiento libertario;
    porque no se puede -o es inaguantable- vivir en el “vacío“.

    * Hay quienes han “dejado” el Ministerio, pero se siguen considerando “Sacerdotes”.
    ¿De qué y para qué ministración funcional, no?

    * Hay quienes han “dejado” re-negadamente del Ministerio.

    * Hay quienes han “dejado” el Ministerio y el Sacerdocio en forma de “pasaje” a ¿a qué?

    * Hay quienes han “dejado” … tal vez tú hayas visto o encontrado otras alternativas ..
    ¿las puedes compartir?
    ·············
    Como has escrito en este “hilo” de Boff, quien da una gran importancia a las Comunidades de Base, sería bueno escuchar tu opinión en torno a éstas y si conoces o te han interesado.

    Te comento que vengo de participar en el Foro Social de las Américas, donde esta problemática de las CEBs tuvo sus debates más que interesantes. Aún no he tenido tiempo de volcarlas en este amical Foro que es Atrio.org.

    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Ricardo Alonso

    Hola de nuevo. No quisiera ser pesimista, pero en México no creo que se viva mucho esté sentido eclesial. Ojalá se pudiera hacer algo. Yo en este momento estoy viviendo cómo la Iglesia jerarquia nos separa. Soy un sacerdote que hace un mes dejó de ejercer el ministerio por haberse enamorado. Una Iglesia que separa y sólo condena es lo que vivo. Muy lejos de lo que Jesús nos vino a proponer.

  • Rodrigo Olvera

    Bueno, Oscar… siempre es posible que los mapas causen más discusiones.
    Si no me crees, escucha esta discusión  de la Cartografía explicada; claro que finalmente se logra llegar a un acuerdo (aunque no con-cuerde con la realidad)   😉

    Saludos de este saltimbanqui mexicano

  • oscar varela

    Hola!
     
    La interesante virtud que tiene este Artículo -y Leonardo Boff mismo-,
     
    es el de trazar un Mapa en el Territorio que unos y otros pisamos.
     
    * El Mapa no se hace para agregar otro pedazo al Territorio.
     
    * El Mapa se hace para algo mucho más fundamental en la Vida humana: para ORIENTARNOS.
    ············
    Digo muy seriamente “fundamental” en la Vida humana
    porque, sin un Mapa, el ser humano se pone “loquito
    es decir anda por el “lugar cualquiera”; no encuentra “su” lugar.
     
    El Mapa cumple, además y simultáneamente, la función de
    no sólo de “ubicarnos” a nosotros mismos,
    sino también la de “situarnos” respecto a los demás o vecindades.
     
    Me parece que con estas consideraciones especulares
    Leonardo Boff va cumpliendo la tarea que le suena interesante a J. Bruno:
    la de “Convocar” a una “Conciliación” de las Miradas.
     
    ¡Vamos todavía! – Oscar.

  • Javier Bruno

    El boom de los movimientos laicos es una explosión que debería ser positiva para la Iglesia. De hecho, el que personas corrientes se comprometan a vivir su fé responsablemente está muy bien. Lo que no es de recibo es el conservadurismo, con capa de modernidad, por un lado, y el totalitarismo, con capa de progresismo por otro, que caracteriza a algunos de estos movimientos, su sectarismo, su cerrazón al diálogo, a la investigación teológica, a la apertura al mundo moderno. Son modernos en las formas y muy conservadores en el fondo. Lo interesante es que la Iglesia Católica convoque un nuevo Concilio , aunque no se si en este momento está madura para ese paso.

  • osvaldo

    Esposible que la Iglesia tradicional o “dogmática” pongael acento en los sacramentos, el culto al Santísimo, la confesión no comunitaria.
       Ahora bien, los sacramentos son una forma simbólica y real. cuenta mucho lo de real., de comulgar con Dios, de estar en su gracia, de tener la certeza de seguir el camino de Jesús, por el Espíritu.
        Evidentemente, los sacramentos son , me parece, la columna centra l o una de ellas del credo católico.Y sobre todo, un vehículo seguro, de gracia, de plenitud.
        Otra cosa es el aspecto, deigamos, fariseístico, de la jerarquía. EL estilo de Jesús, parece que fue deninciarlos siempre. O sea que, no sé si hay que callar y otorgar porque nada se puede cambiar…
       A mí, en el plano fariseo, me molesta mucho que se niegue o mejor dicho se oculte, que el papa es  infalible cuando ghabla o proclama excathedra, de forma extraordinaria. No el magisterio ordinario que (de paso cañazo) te lo suelen predicar como parte del bloque de lo “querido” o revelado  por el Señor porque viene de laIglesia.
        O sea, que cuando no hablan claro, existe una impostura. ¿Cuántodel Catecismo, por ejemplo., estamos obligados a creer como una verdad revelada?
       un obispo que recibe a un teólogo con el catecismo en la mano para tomerle exámen, ¿no es ésto el espíritu fariseo, -por ponerle un  nombre-?
        El teólogo en cuestión, yo recuerdo, que habló una vez de una unión que por sus características, ya estaba bendecida como sacramento de unión sacramental. Pero sin pasar por la sacristía.
       Acaso ésto iría en contra del Catecismo? Van por aquí los tiros?
       O el mismo obispo,que lo oímos por las mañanas cua ndo se refiere al marxismo sin matices casi, a FReud, con cuatro frases condenatorias (tipo pansexualismo),  de discurso anti racionalista sin explicar nada, por ej., la revolución francesa….de Robin Hood, que es intrinsecamente malo aunque repartía para los pobres, pero había robado….cosas de este tipo.
        O tl vez peor:que nos hayan colado la canonización de Escriba sin tener en cuenta las opiniones de testigos incómodos. Luego te enteras que para elVaticano era una jugada redonda porque el Opus debía sacarle las castañas del fuego a sus finanzas. Y todo lo que se pueda decir de la práctica deEscriba. O de sus omisiones, simplemente ante Franco y el franquismo.  o sino, preguntamos, ¿se notaba en este hombre un amor ardiente por evangelizar -llevar la buena noticia-  a los pobres de este mundo?
        en fin hermanos, las cuatro cosas que me vinieron a la cabeza un fuerte abrazo!

  • Gabriel Sánchez

    Yo comparto la idea fundante que plantea Leonardo, el seguimiento de Jesús, tal como nos ha sido trasmitido por la misma Iglesia…entiendo configura diversas formas eclesiologicas, la que hemos elegido y vivimos tiene que ver con esos movimientos comunitarios de base, insertos en la historia y el lucha del pueblo, no para conquistar adeptos, sino para junto a los hombres de buena voluntad, sin importar si son creyenes o no, si son católicos o no…podamos construir el Reino, en la clave que Jesús nos lo trasmitio (Mc. 10,15; 10,23 y ss; Mt.5,20; 25,34 y ss; Lc.6,20; Lc.18,22 y ss…Eso dice hoy Leonardo y si se me permite expresarlo estoy 100% de acuerdo con él…Pero es interesante sobre el diagnostico como los teologos latinoamericanos coinciden…¿No sera que todos los pensantes cristianos coinciden? el Padre Bonavia, plante los siguiente y me permito pegar un fragmento de su trabajo titulado La crisis de la Iglesia y sus razones…

    Creo que la raíz de la crisis se encuentra en una cultura del poder absoluto que se ha travestido de potestad religiosa soberana y parasita el ejercicio evangélico de la autoridad eclesial como servicio. Una lógica del poder que se autojustifica como defensa de la Iglesia pero que, en realidad, no hace más que quitarle radicalmente credibilidad y desviarla del evangélico y contundente mandato de Cristo ‘entre ustedes no será así’ (Marcos 10,43).

    http://www.redescristianas.net/2010/07/29/la-crisis-de-la-iglesia-y-sus-razonespablo-bonavia-uruguay/

      Pero justamente en la linea en esta linea, que en este hilo plantea Leonardo, debemos enteder por Iglesia, algo mucho màs amplio que la institucionalidad y cuyos vinculos con ella…a veces son difusos, sin embargo entendemos que son tambìen la iglesia…Gabriel

  • Javier Bruno

    La crisis está en el hecho de su existencia. El cristianismo tiene entre otras virtudes el de recopilar todo el pensamiento humano, desde antes y después de la fundación del hecho cristiano, haciéndolo suyo. Sorprende enormemente como desde la pobre historia en cuanto a pensamiento, como sería la vida relatada de un hombre-dios, se ha ido generando toda una filosofía, teología, sociología, etc. Así cualquier concepto atribuido al evangelio cristiano, en sus orígenes, está mejor desarrollado de donde procede los clásicos griegos o latinos, cualquier pensamiento desde el medievo, el renacimiento, la era moderna o la contemporánea utilizan el cristianismo no como esencia sino como envase. El desarrollo humano es la esencia, el pretesto la religión.

    El utilizar el hecho cristiano como ideología no política, sino recopiladora del humanismo de los últimos miles de años es positiva, pero sin derivar a posiciones de una índole política que sólo utilizan los conceptos que les interesan, está fuera de todo contexto, no tiene el menor sentido, sino es como aprovechamiento doctrinal o provocación. Cada cual sigue el mito, la ideología, la idea en la que quiere creer, no sigue a personas, jerarquías o grupos, lo demás es, una vez más, un pretesto para engañar o engañarnos sobre nosotros mismos y sobre nuestras intenciones.

    El único concepto, que tampoco lo es historicamente como tal, que particulariza y que define al cristianismo es la resurrección, la esperanza de la vida eterna, la fe en la salvación, que casi siempre se olvida o pretende olvidarse. Para articular y desarrollar nuestra vida en el mundo hay conceptos que, aunque podrían encontrarse en ese compendio de saberes recopilados por el cristianismo, es única y exclusivamente humano, pensado por personas durante generaciones.

    La vida humana es difícil, injusta, caprichosa, y por ello necesitamos reconfortarnos de esperanza en algo que nos sobrepasa, que esté por encima de la miseria en la que vivimos. Necesitamos darle un sentido a la vida porque muchas preguntas no se pueden contestar con la ciencia, aunque creamos en una falsa ilusión que nos devolverá a la realidad en el momento más crítico de nuestra existencia.

    Dios sí es real en este mundo, creamos o no en él todos tenemos una necesidad de dios, y esto ha estado presente a lo largo de la historia de la humanidad de distintas formas, el hombre creó a dios en su mente porque es difícil asumir nuestra soledad y nuestro vacio. Dios existe, pero solo en nuestros pensamientos y es tan poderoso y real como nosotros queremos que sea. Gracias y Buenas tardes.

  • Antonio Vicedo

    Hago mío, Ana, tu comentario del que destaco esto:-“Lo que se haga será desde la base, silencioso, insignificante, como el grano de mostaza o la levadura. Dirigirnos a la ICAR con acritud, como si nos fueran a escuchar, es como hacer un brindis al sol. Hagamos lo que creemos debemos hacer  para construir otra iglesia y no malgastemos energías inútilmente.”
    Al  hacer análisis de la realidad eclesial actual hay con frecuencia un escoramiento hacia  lo encuestable práctica religiosa o ausencia de ella.
    Cierto que lo estructural hace tiempo que intentó afianzarse en aquella constatación desde el poder de ligar religiosidad de siervos y vasallos a la de los nobles y monarcas, calificable por asistencias a templos o cultos dejando de lado los comportamientos i actitudes personales.
    Parece ser que aquello de Ju. XIII,35: “En esto conocerán que sois discípulos míos en que os amáis unos a otros”: o aquello de : “Donde dos o más se reúnan en mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos; y la realidad del contenido de ese NUESTRO que se junta a la invocación PADRE, y otros, fuera invisible en los textos del N.T. o considerado sin ninguna repercusión práctica.
    Hablar de IGLESIA CRISTIANA desde referencias del !SEÑOR! ¡SEÑOR! ha siso y es una incongruencia e incoherencia evangélicas.
    Si la Humanidad ha sido incorporada a Jesús como el CUERPO con diversos miembros vivificados por El como CABEZA, la condición eclesial humana  (miembros vivificados por Quien es VIDA)  solo expresa real contenido en la VIDA COMPARTIDA de ese NUESTRO=NOSOTROS humano,  en el que la HERMANDAD se muestra REAL en COMUNIDADES, o ASAMBLEAS filiales de un solo PADRE-MADRE, ABBÁ.
    En esas COMUNIDADES (de base, naturales) DE VIDA y no estructurales abstractas, es en las que la VIDA PLENA DE CRISTO puede vivenciarse humanamente.
    Por ello, al hablar de crisis eclesiástica o  debacle del cristianismo por el predomino de ambiente laicista, incluso anti estructura cúltica y de poder sagrado (Jerarquía), deberíamos descubrir las artes del Espíritu que está actuando a favor de que la VIDA pueda contrarrestar la oposición al Reino de parte de la Estructura Poder.
    Jesús fue y es LA EPIFANÍA del modo como DIOS ACTUA desde su presencia en la Humanidad. Y, si algo nos dice el NT. de JESÚS, es que siendo DIOS (de Quien NADA PODEMOS SABER DIRECTAMENTE), vivió y vive para la Humanidad como HOMBRE, UNO DE TANTOS.
    Aquel aforismo teológico “NADA REDIMIDO QUE NO HAYA SIDO ENCARNADO” , debería servirnos para analizar el proceso vital real de la IGLESIA, COMUNIDADES HUMANAS.

  • ana rodrigo

    Yo creo que la Iglesia, como los estados y las sociedades son el resultado de su propia historia. Por tanto al igual que yo no juzgo a la sociedad actual por un grupo reducido de supermillonarios (aunque a ellos sí los juzgue) que acaparan las riquezas de la mayoría de la población mundial, tampoco hay que analizar a la Iglesia por un grupo de dirigentes.
     
    Yo creo que en la Iglesia, incluido la mayor parte del clero, no hay tanta mala idea como a veces le atribuimos; y lo mismo podemos decir de la masa popular que asiste a misa todos los domingos, e incluso la inmensa mayoría de miembro que conforman los movimientos neoconservadores. Son gente que creen de buena fe lo que creen y es muy difícil cambiar cuando estás seguro de la verdad.
     
    Empezando por la cúspide y siguiendo por el resto de los “estamentos” (pues esa estructura medieval es la que perdura en la iglesia) hacen rodar la bola de la historia, asumen todo lo hecho y dicho sólo con el criterio de que la tradición es sagrada, tienen un miedo atroz a desmontar el andamiaje que sostiene este absurdo anacrónico a lo que ha llegado la Iglesia.
     
    Yo recuerdo que después del Concilio mucha gente sencilla decía que iba a perder la fe porque la misa se decía en castellano, o porque los curas se quitaban la sotana o porque hicieron un poco de limpieza de imaginería absurda en los templos. Si desde el Vaticano comenzasen a quitar seguridades a la gente, se produciría una gran desbandada.
     
    Por eso se agarran con tanta fuerza a los movimientos conservadores, ellos son acríticos, dóciles, rutinarios, sumisos y, además, tienen dinero. Así que no esperemos nada de los de arriba, ni pueden ni quieren hacer nada para que esto cambie desde la raíz, es decir, volviendo al evangelio con criterio serio de interpretación y análisis.
     
    Lo que se haga será desde la base, silencioso, insignificante, como el grano de mostaza o la levadura. Dirigirnos a la ICAR con acritud, como si nos fueran a escuchar, es como hacer un brindis al sol. Hagamos lo que creemos debemos hacer  para construir otra iglesia y no malgastemos energías inútilmente.

  • Carmen (Almendralejo)

    Una vez que la iglesia ha perdido la hegemonia de la cual se retroalimentó durante los siglos de analfabetismo de la población obrera, le costará que esta clase vuelva a identificar sus sufrimientos como algo digno y sobrellevadero, en memoria de ese  dios, sufriente que padece al igual en las carnes de un hijo-a.
    Y sobre todo, que ha sido destinado para esta clase, y por una elección casi subliminar, para tener en un futuro y vida posterior otro trato y categoria o estatus mejor.
    Esto hoy no lo cree ni el propio dios, del que hablan en los escritos eclesiales, muy todos ellos muy reiterados porque interesa magnificar esta burda mentira.
    Sin dejar de lado que otra  gran parte de esta iglesia, en un 80% ha sido alimentada por el sufrimientos y a costa de la dignidad de ese tanto por ciento ¡Nosotras!
    Las que hemos salidos dando un portazo no volvemos ni con los pies por delante, porque no creemos en ese dios machista barbudo y con ojo central.
    Nuestr*s hij*s, no serán educados en esas mentiras del bien y del mal, y aún menos de ese demonio con tridente, de ahí que los seminario y las vocaciones solo sean aquellas de esos que han vivido muy bien a costa de la POBREZA, y sobre todo de la marginalidad de mi género.
    No cabe iglesia alguna dentro de unas calificaciones y de donde todo no se parta como algo Novedoso sin volver a esos textos de marginalidad apostada.
    Quienes Creen, no necesitan intermediarios ciegos, sino defensores que no hagan lo que hicieron los primeros creyentes, matar en nombre de dios, para autofinanciarse su cómodas vidas terrenales.   

  • aníbal mera cruz

    Estoy bastante de acuerdo con el diagnóstico-propuesta de Leonardo Boff, salvo que haría algunas matizaciones -que no voy a hacer- que no afectarían, empero, al núcleo esencial.
     Pero ya digo que estoy de acuerdo en lo nuclear de su artículo “Otro modo de ser Iglesia”, que parece continuación del tabién suyo anterior titulado “Dónde está la verdadera crisis de la Iglesia” (ambos publicados en Atrio). Es decir, que yo también creo darme cuenta de esa estrucura de poder eclesial centralizado, jerárquico, piramidal, sacralizado, monárquico. Y de que a menudo esa estructura de poder no favorece el ideal evangélico de comunidades fraternas de iguales, que no otro fue el sueño de Jesús.  
     
         Con todo, los llamados grupos neoconservadores y la inmensa mayoría de la jerarquía católica, Leonardo Boff, señalan justo lo contrario a lo que afirmas tú en tu artículo, a saber,  que precisamente son los grupos católicos progresistas en gran medida los responsables, junto a los modernos procesos sociales de secularización, de haber ido vaciando las iglesias, por causa de haber secularizado, marxistizado, politizado la fe (es la cantinela permanente de un portal digital como InfoCatólica; y si te opones a tal diagnóstico, insulto al canto: se te califica de progre enemigo de la Iglesia, filomasón, comunista o amigo de Juan Masiá). De modo que ¿qué hay de verdad en esa acusación lanzada contra el progresismo eclesial?

         Me parece que la nueva evangelización, tan pregonada por los dos últimos papas, pone el acento en el renacer litúrgico (de ahí las “facilidades” o concesiones a la misa tridentina, que es muy bella, ciertamente, pero que responde casi siempre a un ideario religioso católico de corte conservador, reaccionario, de derechas, integrista, pese a que el beato Juan XXIII siempre celebró, como es bien sabido, en latín según el misal preconciliar), en que los curas que van saliendo usen traje talar, en que no se politicen -lo cual puede que esté bien, en principio, salvo que, en efecto no politizados, lo que suele suceder es que acaban, por activa y sobre tod por pasiva, siendo ideológica y políticamente conservadores-, etcétera.

    Lo que sí parece una evidencia es que los grupos católicos que más crecen, en número de adeptos y simpatizantes -la calidad de la fe es cosa que dejo al ojo de Dios- y últimamente tampoco mucho, son los pertenecientes al “ala de la derecha” de la Iglesia (Opus Dei, Camino Neocatecumenal…). En los grupos progresistas la presencia de lo católico es más confusa, equívoca, ambigua, pues por lo común los católicos de izquierda apuestan mucho menos por lo confesional y sí más por ser levadura en medio de la masa, por ser presencia testimoniante en medio de grupos solidarios formados por ateos, agnósticos, feministas, marxistas, anarquistas, librepensadores… De ahí que parezcan menos visibles, conformando en todo caso un bloque menos compacto. 

    Con todo, con grupos católicos más tradicionalistas o sin ellos, lo cierto, me parece, es que España en efecto ha dejado hace lustros de ser católica. Las encuestas aún sitúan que en torno al 72% de los españols se confiesa católico, pero de ese tanto por un cierto solo una parte cada día que pasa más adelgazada, asiste regularmente a misa. Vamos, que no es exagerado afirmar que en España es muy probable que ni 5 millones de españoles asistan a misa todos los domingos y fiestas de guardar, de los 46. 000.000 de ciudadanos españoles que somos. Una cifra escalofriante: la cultura católica sigue presente en la vida de los españoles, pero la práctica de la fe católica es cada vez más la propia de una secta.

  • oscar varela

    Hola!

    Yo le veo una plenaria sintonía
    con la Interpretación de Salvador Santos.

    ¿y vos Cumpa atriense?

    ¡Vamos todavía! – Oscar.