Celso Alcaina fue excepcional testigo y colaborador de las maniobras de la Curia romana en el postconcilio. Este artículo ha sido colgado en su blog (http://blogs.periodistadigital.com/enigma.php) Él mismo lo considera una simple anécdota curial. Pero también reconoce su trascendencia. Tanta que pudo constituir base y fundamento del documento “Ordinatio sacerdotalis” con el que el Papa Juan Pablo II cerró el paso de las mujeres al sacerdocio ministerial.
Ese día Don Álvaro llega con retraso. “Tranquilo, Don Álvaro, Mons. Hamer todavía no se ha movido”. Hablo del arzobispo-secretario. Preside y modera la reunión. Su despacho es contiguo al mío. Acabo de verlo. Está ordenando los papeles relativos al tema de hoy: “ordenación sacerdotal de mujeres”.
El Papa había pedido su estudio al Santo Oficio. En pocos años Montini exploró eventuales cambios en materia disciplinaria, litúrgica o doctrinal. Lo hacía acudiendo al dicasterio competente, la redenominada “Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe”. Parece como que Pablo VI bombardeara aquel viejo Palazzo con sugerencias provocativas. Lo hizo también con otros temas sensibles: sustitución de las especies eucarísticas allí donde no hay vino ni cereales, la abolición del celibato obligatorio o los métodos artificiales anticonceptivos. Es aventurado diagnosticar las profundas convicciones e intenciones de Montini. Muy probablemente quería ejecutar el espíritu del Concilio Vaticano II. Pero, dado que él conocía la constitución y la mentalidad de la Congregación, no es descabellado pensar que pretendiera justificar su inmovilismo anticonciliar escudándose en el ex-Santo Oficio, la ex-Santa Inquisición.
Don Álvaro del Portillo era el secretario general del Opus Dei, la mano derecha del “Padre”. El Cardenal Ottaviani había pedido a Escrivá un representante de la Obra. Se integraría en el “coetus consultorum”. Fue designado Don Álvaro. No era teólogo. Era ingeniero de Caminos. Había estudiado lo más elemental de Teología en un cursillo cuando, por voluntad discrecional del fundador, iba a ser ordenado sacerdote en 1944. Posteriormente obtendría la licenciatura en Derecho Canónico en el Angelicum.
La circunstancia de no tratarse de un entendido en Teología era extensible – y se repite – en la mayor parte de los consultores. En su designación pesa la representación institucional, más que la competencia intelectual. La mitad de ellos son curiales de carrera, normalmente con doctorado en Derecho Canónico. Otros, superiores de órdenes religiosas, como el Maestro General de los dominicos. Algunos son expertos en materias no teológicas, como sociología o filosofía. Y es que para observar (superficialmente!) la coincidencia o discrepancia de una doctrina con los dogmas, bastaba tener presente un Denzinger y una Biblia. Y ésta, interpretada en la línea de los concilios, particularmente el Tridentino y el Vaticano I. Sobre la naturaleza y la aparente incompetencia de la “Consulta” he colgado un artículo en mi blog (“Teólogos en pelotas ante el Santo Oficio”). También he publicado un largo artículo en la revista Compostellanum, vol. LIII, 2008, pp.187-245 (“Procedimiento doctrinal en el Santo Oficio”).
Sintetizando, el procedimiento doctrinal, trátese de un libro, de un autor o de un tema concreto, comienza por una denuncia o una propuesta. Los oficiales curiales – por entonces yo entre ellos – recopilamos todo cuanto pueda referirse al tema y lo exponemos en un cuadernillo impreso. El cuadernillo es entregado a dos consultores (raramente a un experto externo) para que elaboren sus ponencias por separado. Recibidas las dos ponencias, se añaden al cuadernillo impreso y se reparte íntegro a todos los consultores. En una sucesiva Feria Iiª se debatirá y sus conclusiones se elevarán a la Congregación de Cardenales.
Lo habitual era que los consultores se resistieran a aceptar ser ponentes. Unos, por falta de tiempo, dadas sus perentorias ocupaciones de gobierno o de docencia. Otros, porque se consideraban ignorantes o poco capacitados en el tema. Eso restringía el número de ponentes disponibles. Don Álvaro estaba siempre dispuesto. No importaba la materia o su complejidad. Lo mismo en dogmática que en moral, en disciplina que en liturgia, en Biblia que en patrística. Nosotros íbamos a lo fácil. Sabíamos que Don Álvaro nos aceptaría el cuadernillo y que puntualmente nos traería una extensa ponencia. Sospechábamos que en Bruno Buozzi disponía de un equipo que le preparaba los trabajos. Por el nivel de los escritos, debían de ser estudiantes de la Obra. Don Álvaro firmaba.
Las ponencias elaboradas por otros consultores eran de reducidas dimensiones, entre cinco y treinta páginas. Las de Don Álvaro solían superar las cincuenta, a veces las cien páginas. Resultaba chocante la seguridad con la que exponía y dictaminaba doctrinas, actitudes y motivaciones. Su fundamentación se reducía a un elenco de textos bíblicos, de santos padres, de concilios, de autores escolásticos. Todo, acrítico. Si los evangelios ponen en boca de Jesús una palabra, un dicho, una enseñanza, eso era precisamente lo que sucedió. Si un santo padre o filósofo afirmó algo, aunque hoy sea considerado anacrónico, eso iba a misa. Si un concilio definió algo en base a un texto bíblico traído en un sentido tendencioso o erróneo, nadie debería discutirlo.
Sus ponencias rezumaban Denzinger, Concordancias de la Biblia (Antiguo y Nuevo Testamento) y Mansi. Así era como llenaba páginas y páginas. Sus conclusiones ponían en aprieto al resto de consultores. Éstos no se atrevían a pronunciarse contra la Biblia, contra los concilios, contra los santos padres, contra los papas. Y, si alguno discrepaba, Don Álvaro se sulfuraba. Defendía la ortodoxia y la tradición. Llegaba a tacharlos de herejes. Por lo demás, el resto del “coetus consultorum” no había dedicado tanto tiempo al tema como los ponentes. Era de esperar, y así sucedía, que las conclusiones de los ponentes prevalecieran.
Entre Don Álvaro y yo las relaciones eran cordiales. Interiormente lo consideraba no capacitado en el campo teológico. Algunos de mis compañeros pensaban lo mismo. En sus dictámenes y en sus intervenciones nunca citaba el Vaticano II. Como si no hubiera sucedido. Un día barajábamos nombres para la renovación de la “Consulta”. Yo propuse los españoles Marcelino Zalba, S.J. y Antonio Mª Javierre, S.D.B. Fue entonces cuando el prefecto, Cardenal ´Seper, manifestó que “Don Álvaro del Portillo huele a polilla, algo así como un armario que se abre después de muchos años de estar cerrado”. Sus palabras nos dejaron perplejos. Don Álvaro, quien había dominado doctrinalmente la Congregación desde 1965, no fue sustituido. Continuó su labor hasta 1975, cuando sucedió a Escrivá al frente del Opus.
Este lunes, Don Álvaro defenderá su ponencia sobre el sacerdocio de las mujeres. Yo ya conozco sus razonamientos. Estoy seguro de que el “coetus consultorum” concluirá que las féminas están excluidas del sacerdocio. Por designio divino. Los miembros de la “Consulta” pronunciarán el “placet” a la conclusión de Don Álvaro. Ermenegildo Lío, O.F.M., el otro ponente, se muestra menos contundente, pero llega a la misma conclusión en su breve ponencia. Según ambos, Jesús escogió a doce hombres, no mujeres, para constituir y continuar su Iglesia. La Jerarquía no tiene poder para cambiar el plan de Jesús. Eso, envuelto en una nube machista de afirmaciones, frases, razonamientos, humillaciones e insultos hacia la mitad del género humano.
Se remontaba al Génesis, al Levítico, a los patriarcas, a los sacerdotes de Israel. Citaba a San Pablo y su pretensión de silenciar a la mujer. Recorría testimonios patrísticos, tan evidentes y contundentes como el de San Agustín (“la mujer es un ser inferior y no está hecha a imagen y semejanza de Dios”), de San Jerónimo (“todo lo que toca una mujer con período lo convierte en impuro”). Y Santo Tomás, el padre de nuestra Teología: “la mujer es defectuosa y mal nacida y proviene de una falta de poder activo”. Todo corroboraba la masculinización del sacerdocio instaurado por Jesús y organizado por la Iglesia primitiva.
En su voto-ponencia, Don Álvaro no se atrevía a citar su “Camino” y las normas básicas del Opus Dei. Y, sin embargo, sospecho que condicionaban su argumentación y sus conclusiones. La espiritualidad inoculada en la Obra por José María Escrivá Albás (luego autollamado Josémaría Escrivá de Balaguer y Albás) no deja lugar a dudas. “Ellas no hace falta que sean sabias, basta que sean discretas” (Camino 946). “Eres curioso, preguntón, oliscón y ventanero. ¿no te da vergüenza ser tan poco masculino? Sé varón”(Camino 50). Y en sus normas internas, la Obra discrimina a las numerarias respecto de los numerarios. Así, a la hora de elegir el prelado, las numerarias han de contentarse con el mero voto consultivo. Hay otras normas que evidencian discriminación y recelo ante el sexo femenino. A diferencia de los varones numerarios, las numerarias dormirían en camas sin colchón, sobre tabla. No podrán hablar con nadie en su trabajo ni deben conocer el nombre de los residentes. El servicio doméstico (llamado de administración) está reservado a las mujeres. Finalmente, es significativo el texto diferente de la oración con que unos y otras finalizan sus reuniones. Para la sección de varones: “Santa María, esperanza nuestra, asiento de sabiduría, ruega por nosotros”. Y para las mujeres: “Santa María, esperanza nuestra, esclava del Señor, ruega por nosotras.”
Como es obvio, la negación del sacerdocio femenino no es achacable al Opus. Mi testimonio no va más allá de una anécdota curial. Como en otros temas doctrinales o disciplinares, el Opus ha dejado su impronta en éste, nada intrascendente. Lo he escrito más arriba. Puede que Pablo VI abrigara alguna esperanza de cambio en esta materia al proponer su estudio en el Santo Oficio. Puede que se haya llevado una desilusión. O no. La conclusión del “coetus consultorum”, confirmada por los Cardenales, sirvió al Papa Wojtyla para reafirmar y zanjar el asunto. En su “Ordinatio sacerdotalis” de 1994, Juan Pablo II se atreve a afirmar que “la Iglesia carece de facultad para conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres y que este dictamen debe ser definitivo para todos los fieles”. Es cuanto concluía Álvaro del Portillo. Y el ex-Santo Oficio, en 1995, aclaró que la imposibilidad del sacerdocio femenino ha sido “propuesto infaliblemente por el magisterio ordinario y universal y exige asentimiento incondicional” Roma locuta. ¿Causa finita? Queda un futuro.
Del artículo de Celso Alcaina se concluye que el Opus es una organización integrista, despersonalizadora y machista. Pero también, que está engranada en una más amplia institución dogmática, autoritaria, machista y divinizada. Es la Iglesia católica romana. Una pequeña secta dentro de una gran secta. Las características de la gran secta están presentes en grado superlativo en la selecta pequeña secta. La dependencia de los auténticos católicos respecto del líder (Papa y su jerarquía) en dogmas y moral se enfatiza en el Opus, tanto en lo espiritual como en lo material (dinero, trabajo, política). La sumisión al Padre es despersonalizante. El Opus, desde el punto de vista de la eficacia mundana, es ejemplar. Muchas personas, con su ser y tener, trabajan en el designio de una persona y una institución, sin importarles el desarrollo personal ni su libre albedrío. He oído decir a alguien perteneciente al Opus que ellos son los auténticos católicos. Y lo creo. Escrivá, en su Camino, se harta de inculcar la dirección espiritual. Todo un capítulo (56 a 80) y otras varias máximas (166, 233, 259, 715, 862) para enderezar intelectos y voluntades según un criterio ajeno a la persona dirigida. Un real lavado de cerebro. Vaciarse para dejarse llenar. Lo dicho, despersonalizarse. No pienses, no discurras, no decidas. Otros lo hacen por ti. Tú rezarás, trabajarás, darás dinero, obedecerás. Y pregunto, ¿es ese el mensaje de Jesús? No, ciertamente. Y me atrevo a hipotizar: si lo fuere, yo no seguiría a Jesús.
Me llevé una alegría grande, por todos los comentarios que la aportación de Alcaína ha provocado y en los que me siento muy reflejada. Me da alegría ver que todo va saliendo, que no voy descabellada en mis reflexiones sobre la mujer y hay un lugar donde poder decirlo
Hace tiempo que le voy dando pensamiento a estas cuestiones y a medida que los documentos del Vaticano nos van cerrando puertas, yo las voy abriendo y me voy convenciendo más y más de lo mucho que la Iglesia Jerárquica, a lo largo de los siglos, negando a la mujer su dignidad, se ha apartado de lo que Dios ha creado a su imagen y semejanza: varón y mujer, la persona humana completa. ¡Es como si le estuvieran diciendo a Dios que se equivocó! ¡Es como si estuvieran diciéndole a Jesús que su modo de relacionarse con las mujeres no fue correcto!
Es verdad que somos nosotras las que tenemos que luchar para que nos traten en igualdad de dignidad y respeto con el varón, pero ver tantos comentarios de varones en favor de la mujer, y con tanta sinceridad y convicción, me deja buen sabor de boca. Creo que en lo que se refiere a las luchas por la dignidad de la persona, por los derechos humanos, todos tenemos que colaborar, sin distinción de sexo, religión, raza, etc, etc…
¡Qué razón tienes Mª Pilar Zagarramurdi en decir que hay que bajar de los altares a todos esos santos y “santos padres” que nos denigran! Concuerdo totalmente con Ana Rodrigo, no solo es vomitivo, es escandaloso. Creo que nunca han conocido ni amado a Dios, pues como dice S. Juan: “si no amas a tu hermano(entre los hermanos están también las hermanas) a quien ves, ¿cómo puedes amar a Dios a quien no ves?”
Yo ya les he quitado la corona, el título y esa autoridad absoluta que la Iglesia ha dado a sus escritos. Para mí sus pensamientos valen cuánto los míos, o los de cualquier persona que con honradez reflexione sobre Dios.
No nos hace ninguna falta esa ordenación ministerial inventada, tenemos la fundamental: ser personas, pero esos argumentos para no darla son ridículos e inconsistentes.
Cada vez estoy más convencida que, en el fondo, los varones que defienden esas aberraciones se sienten como emarginados por Dios, en cuanto Dios quiso que su hijo naciera sólo de mujer y no de varón, así como ellos lo creen. Nacido de una mujer de verdad, no de una diosa, con sus menstruaciones y sus pechos para poder alimentarlo. Me da la impresión que es algo horrible para ellos, pero difícilmente lo admitirán.
Intentan poner a María de Nazaret en un pedestal, pero María no es mujer de pedestal, es mujer de camino y de preguntas. Denigrando a la mujer la denigran también a ella y a sus madres y a sus hermanas.
En realidad somos las privilegiadas y preferidas de Jesús y creo que esta es otra de las cosas que no pueden soportar. Gabriel nos recuerda las comunidades primitivas, en las que era el jefe del hogar el que presidía la celebración. Cuando la mujer era jefe del hogar, como Lidia y otras, presidía ella.
Parece casi imposible que se pueda volver a eso, sobre todo porque “la inmensa mayoría de quienes potencian la ICAR son precisamente MUJERES, dejándose utilizar, humillar, desprestigiar, ningunear… “, como dice muy bien Pepe Sala, pero también creo que el proceso de retomar nuestra propia dignidad es imparable. Poco a poco, gota a gota, recogiendo la herencia de todas las que en el pasado lucharon y sufrieron por ello, nos lanzamos al futuro, y, sin bajar la guardia, como dice Mar, seguimos caminando con esperanza y con vida.
La “dignidad” sacerdotal está en función del sentido que se atribuya a los sacramentos en la vida de un creyente. Y de la función de enseñar y gobernar que se supone que Jesús estableció en su Iglesia.
Algunos de ustedes recordarán que en tiempos de los movimientos seglares de Joc, HoAc, JEC, Juventud Rural etc… eran los laicos los que asumían la dirección de los mismos por elección democrática. Era como una iglesia paralela que funcionaba divinamente…Y los dirigentes que eran elegidos podían ser indistintamente hombres o mujeres.
Se trata de hacer avanzar ese estilo de organización de las comunidades cristianas. Dee potenciar lo que ahora llaman comunidades de base. En un organigrama así la función del sacerdote queda muy limitada, quedaría mucho más limitada o reducida a nada según la idea que uno tenga sobre el significado de los sacramentos. Y en cuanto a enseñar o gobernar, uno siempre ha creído en el diálogo y el consenso.
Hoy los/las seglares pueden presidir reuniones de oración con comunión incluída en ausencia del sacerdote. ¿Qué les falta a esas reuniones para ser una misa como Dios manda? A primera vista uno diría que nada.
Tengo para mí que la praxis de las comunidades cristianas irá difuminando cada vez más el tinglado de poder, el machismo y el monopolio de funciones en vigor.
Uno es mayor ya, y le cuesta creer en rupturas y revoluciones, en cambios bruscos de la noche a la mañana. De la noche a la mañana, sin enterarnos, las arañas tejen sus telas y neutralizan a sus objetivos…Cada uno use sus armas, su estilo; yo me quedaría con el de la araña…
A propósito de la pifia que supone la canonización de Escrivá y la eventual rectificación de Roma que sugieren Rodrigo y Osvaldo, me atrevo a autocitarme. El pasado marzo, en este mismo portal atrio (también en mi blog http://blogs.periodistadigital.com/enigma.php) fue colgado un artículo sobre “Canonizaciones”. Mi tesis es clara y contundente. Todas las canonizaciones son una farse, una tomadura de pelo. Los milagros (siempre curaciones) nada tienen que ver con Dios. Las canonizaciones son una falta de respeto a Dios y a los fieles. En el fondo de ese negocio está el dinero, la política y proselitismo. Lo de Escrivá es simple e insignificante anécdota. Por esa regla de tres deberíamos revisar miles y miles de canonizaciones. Sólo dos ejemplos de nuestros días. Pio IX, el déspota y desequilibrado, fue beatificado por imposición del ala integrista de la Curia, como condición para que simultáneamente fuera también betificado Juan XXIII. Otra. La causa de beatificación del jesuita Manuel García Nieto está introducida. Era director espiritual en Comillas en mi tiempo. Quise testimoniar negativamente sobre su persona. No fue posible. Sólo se admiten los testimonios favorables.
Osvaldo
Preguntas
¿puede rectificar la Iglesia esta canonización?
Obviamente es una decisión política. Se necesitaría un Papa que tomara la decisión.
Suponiendo que semejante cosa sucediera, la POSIBILIDAD de hacerlo -creo yo, salvo mejor conocimiento de quienes de dedican profesionalmente a esto- iría por el lado del Cánon 125 del Código de Derecho Canónico
125 § 1. Se tiene como no realizado el acto que una persona ejecuta por una violencia exterior a la que de ningún modo ha podido resistir.
§ 2. El acto realizado por miedo grave injustamente infundido, o por dolo, es válido, a no ser que el derecho determine otra cosa; pero puede ser rescindido por sentencia del juez, tanto a instancia de la parte lesionada o de quienes le suceden en su derecho, como de oficio.
(las negritas son mías.-.. excluir los testimonios contrarios a la canonización es un acto de dolo)
Y ya encarrerados, se me antojan algunos otros:
1375 Pueden ser castigados con una pena justa quienes impiden la libertad del ministerio, de una elección o de la potestad eclesiástica, o el uso legítimo de los bienes sagrados o de otros bienes eclesiásticos, o coaccionan al elector, al elegido o a aquel que ejercitó una potestad o ministerio eclesiástico. (EL SOBORNO Y LA SIMONIA son formas particulares de impedir la libertad del ejericio de la potestad eclesiástica en materia de canonización)
1386 El que da o promete cosas, para que quien ejerce una función en la Iglesia haga u omita algo ilegítimamente debe ser castigado con una pena justa, así como quien acepta esos regalos o promesas.
1389 § 1. Quien abusa de la potestad eclesiástica o del cargo debe ser castigado de acuerdo con la gravedad del acto u omisión, sin excluir la privación del oficio, a no ser que ya exista una pena establecida por ley o precepto contra ese abuso.
Saludos
recurdo el testimonio de María Carmen Tapia de su paso por el Opus y los insultos que recibió de Escriba. Increíble. Además, casi la volvieron loca…luego en parte se rfetractó. a mí me marcó mucho.
Luego supe que en la canonización no admitieron a los que tenían objeciones. el cardenal encargado (de la canonización) respondió algo así como que los enemigos de la fe no pueden testimoniar…
este cardenal, luego tuvo que ver con el reflotamiento de las finanzas del Vaticano que se entrgaron al Opus (másmenos según jesús Ynfante en las Finanzas del vaticano.
Hay otros testimonios sobre Escriba,por ej. deMaría Angustias Moreno, la primera “salida2 en el estado español…
creo recordar que a éstas las persiguieron un buen tiempo…con argumentos de lesbianismo…El libro de María del Carmen tapia lo releo cada tanto. Es increíble. Y mucho más increíble el que a este buen Señor lo declararan santo. (teniendo en cuenta que una de las funciones de la canonización es la de ser ejemplo para cristianos… -menudo ejemplar!, conducta heroica….¿se opuso alguna vez al franquismo este buen Señor, o más bien buscó su lugarcito bajo el Sol para montar su chiringuito/chiringazo. Os recomiendo vivamente el tema de maría del Carmen Tapia. Alucinareis!pd. no digo nada de su santidad real dado que elSEñor todo lo puede (va en serio) y muy posible a todos nos salve/santifique.a todos..otra cosa es la vida dela persona en cuestión. basta hacerse unas preguntitas…¿qué le interesaba más, acumular poder o evangelizar a los pobres? ¿buscar la justicia, el don de profecía o hacer santas tertulias? ¿y sobre su inclinación a lasclases pudientes, las piedras preciosas, el maltrato a las que caían en desgracia dentro de la Obra?…Una vez, jesús Lezau, dijo, simplemente…”El Opus, para mí no es cristiano” ¿puede rectificar la Iglesia esta canonización? ¿puede rectificar, pedir perdón?un abrazo osvaldo
una vez jesús Lezau dijo sencillamente…Esto no escristiano. investigar vosotros. gracias
LA cita completa de EScribá. Hoy sí la encontré.
Escrivá: “Mujeres; deberían ser como alfombras donde la gente pueda pisar”.
Escrivá: “Ellas no hace falta que sean sabias: Basta con que sean discretas.”
CMOkrassa.
¡Gracias pepe sala!
Oscar.
http://www.infoecos.com.ar/Noticia_C.aspx?id=10430
Hola ina!
¡Excelente! La cultura se mide por la capacidad de “pre-ver“.
CULTURA si no es “Previsión” es mera “Beatería“.
···········
¿Puedo entrar a formar parte de tu Equipo (lo que antes llamban iglesia o similares)?
Yo no laboro ninguna “Ex-plosión” (que tira todo hacia afuera);
sino una “Im-plosión” (que hinche los pechos desde dentro).
¡Vamos todavía! – Oscar.
Hola!
¿Qué puede hacer un argentino sino algo así como meditar lo que fue y sigue siendo?
¡Vamos todavía! – Oscar.
·············
Esa mujer –
Por Sergio Wischñevsky (* Profesor de Historia de la UBA. – fuente : Página/12 27/7/2010.)
El amor y la devoción que los sectores populares sentían por Eva Duarte de Perón no se apagaron el 26 de julio de 1952, cuando luego de una larga agonía finalmente se anunció por radio, en cadena nacional, que Evita “ingresaba en la inmortalidad”. La movilización popular que tuvo lugar para despedir sus restos no tenía precedentes ni volvió a repetirse, en semejante magnitud, en los 58 años que transcurrieron desde entonces.
Sin embargo, también estaban los que la odiaban y le temían. Ese odio visceral que no es fácil de definir, ese odio que se enquista en las elites sociales de la Argentina y también en extensos sectores de la clase media. Tal vez por lo que representaba el peronismo en tanto impulsor de la irreverencia plebeya, tal vez porque ella era mujer, lo cierto es que podemos recorrer un interesante abanico de actores realmente irritados. Y lo más asombroso es que esa irritación nos puede resultar familiar, cercana, vigente.
El escritor Ezequiel Martínez Estrada escribe en 1956, un año después del derrocamiento de Perón: “Era ella una sublimación de lo torpe, ruin, abyecto, infame, vengativo, ofidio, y el pueblo vio que encarnaba los atributos de los dioses infernales”. Sin molestarse en esgrimir ningún argumento, el dos veces presidente de la Sociedad Argentina de Escritores prosigue con su diatriba: “Su resentimiento contra el género humano, propio de la actriz de terceros papeles, se conformó con descargarse contra un objeto concreto: la oligarquía, o el público de los teatros céntricos”; “Esta mujer tenía no sólo la desvergüenza de la mujer pública en la cama, sino la intrepidez de la mujer pública en el escenario. Era, además, quiero decirle, una farsante capaz de representar cualquier papel, incluso el de dama honorable…”.
Claramente, Evita fue culpable de un triple crimen: ser plebeya de origen, ser mujer y no haber respetado el orden establecido: “Abofeteaba a jueces, militares, ministros y senadores, porque ella, que había sido una pobre cortesana de departamento de una pieza, había llegado a ser la matrona nacional”.
Un año antes, en noviembre de 1955, Román Lombille le dedicó un libro: Eva, la predestinada, en donde entre pretendidos análisis sociológicos sobre su persona se pueden leer frases como la siguiente: “Los recuerdos de su oscuro pasado en pensiones de cabaret-girls la transforman y le arrancan la máscara de bondad y generosidad, para mostrar el verdadero rostro sanguinolento y horrible de niña muerta que hay en ella…”.
Y eso que estos son los intelectuales. En 1950, el distinguido miembro del patriciado criollo Pereyra Iraola califica a la entonces primera dama como: “Esa yegua”, frente a un nutrido grupo de concurrentes en un discurso en la Exposición Rural que provoca la hilaridad campestre.
A poco de asumir Perón la presidencia, Evita ya había recibido una buena cantidad de desplantes y comentarios hirientes respecto de su vestimenta, su pasado, su manera de hablar, su falta de clase. La Sociedad de Beneficencia, una tradicional fundación creada por las familias patricias de Buenos Aires, habitualmente confería el título de presidenta honoraria a la primera dama. En el caso de Evita adujeron que en razón de su juventud se veían obligadas a negarle dicho honor. A lo que ella, ofendida, respondió: “Si no me aceptan a mí, pueden nombrar a mi madre”.
Tal vez uno de los documentos más ilustrativos de lo que no se le perdonaba a Eva Duarte es la acusación de ser excesivamente generosa con los pobres. En el informe realizado por la comisión que investigó a la fundación que ella presidía después del derrocamiento de Perón en 1955 se decía: “Desde el punto de vista material la atención a los menores era múltiple y casi suntuosa. Puede decirse, incluso, que era excesiva. Y nada ajustada a las normas de sobriedad republicana que convenía, precisamente, para la formación austera de los niños. Aves y pescado se incluían en los variados menús diarios. Y en cuanto al vestuario, los equipos mudables se renovaban cada seis meses…”.
Para los cultores de la beneficencia una cosa era preocuparse por los pobres y otra muy distinta querer que las condiciones de vida sean más igualitarias. Los pobres son buenos, siempre y cuando no quieran dejar de serlo, no pretendan ser lo que no son. Tener más de lo que les corresponde.
El pecado original de Eva Duarte de Perón fue traspasar algunos límites que en un solo acto le valieron el amor y el odio. Nunca se propuso hacer una revolución social, lo dijo explícitamente. Sin embargo, su práctica, que ella calificaba como una política, “no de limosna, no de ayuda social, sino de estricta justicia”, bastó para convertirla en depositaria de un odio profundo. Ese odio, seguramente no exento de una cuota de temor, se manifestó crudamente entonces y ha vuelto a aparecer muchas veces en nuestra historia. Dilucidar las fuentes de donde emana no es una tarea ociosa ni reservada sólo para historiadores.
Buenos días:
¿Cuánto le queda de vida a la celebración de nuestro pueblo/ ciudad? ¿10 años, 5 años…? La celebración dominical actual ha entrado, más que en picado, en barrena y ese tipo de culto desaparecerá de nuestras vidas aunque lo mande la Santa Madre Iglesia. ¿Qué va a quedar? ¿Quién va a quedar? Ahí es donde podemos empezar a trabajar. En el relevo generacional. No se va a poder imponer un sacerdocio masculino, simplemente porque ¡NO LO VA A HABER!.
Impepinablemente, se ofrecerá la posibilidad de dirigir la celebración a las mujeres (mayoria aplastante), y ahí es donde hay que empezar a definir las reglas de juego. ¿Qué poder va a poder ejercer un obispo sobre un laic@? ¿cómo se organizan comunidades de 10 personas? ¿quién dice cómo vivir la fe? ¿quién va a ostentar la propiedad de los edificios (la Iglesia no va a poder mantenerlos)?… Es hora de preguntarse por el futuro, aprendiendo del pasado para no cometer los mismos errores. Está en nuestra mano.
Mª Pilar Zugarramurdi. ( vaya apellido preciosos que tienes)
Como varón voy a darme por aludido. Y digo:
Yo no veo la necesidad de enfadarme por algo en lo que no puedo influir ni para mejorarlo ni para empeorarlo.
Me enfadaría mucho si LAS MUJERES fuesen obligadas a asitir a misa, a todas y cada una de las parafernalias eclesiásticas, a limpiar las calvas de los santos de madera y bronce, a limpiar los suelos de las iglesias y sacristías, a lavar las ropas ( y otras cosas más íntimas) de los sacerdotes, a asistir a las manifas de Madrid para poner a parir ( nunca mejor dicho) a sus congéreres femeninas, a prestarse a todo lo que los santos varones les indican ( no OBLIGAN) que hagan.
Si ellas, LAS MUJERES, están tan felices dejándose utilizar, humillar, desprestigiar, ningunear…¿ quién soy yo para meterme donde no me llaman?
Cuando vea que LAS MUJERES digan ¡¡ basta ya!! y se enfrenten seriamente a su situación, entonces me cabrearé un montón y estaré en primera fila apoyando sus justas reivindicaciones.
Pero lo que yo veo ( al lado tengo una Iglesia ) es que la inmensa mayoría de quienes potencian la ICAR son precisamente MUJERES.
No diré lo de ” ajo y agua”, respecto al maltrato y discriminación que sufren las mujeres en la Iglesia; pero tampoco encuentro justo que nos metan el marrón a los varones sobre un asunto que deben solucionar las MUJERES. Y lo tienen tan fácil que estoy seguro de que no necesitan nuestra ayuda.
¡¡ Mándenles al carajo!!… coño, y ya está todo resuelto.
Constato que los varones se indignan menos que las mujeres, por estos textos y por todas las marramucias que al interno del Vaticano se realizan. Ellos ganarìan tanto como las mujeres, si se hiciera justicia y se nos considerara con los mismos derechos y las mismas obligaciones, sabiendo aprovechar la sabidurìa propia de las mujeres. Este mundo està cojo, està como una carreta que tiene una rueda grande y otra corta y en consecuencia, la carreta da vueltas sobre sì. El dìa que este problema se solucionara o por lo menos se ENTENDIERA lo absurdo que es, el mundo comenzarìa a desengancharse de tantos dualismos: pobre-rico, sabio-ignorante, blanco-negro, occidental-indìgena, hombre-mujer…
Yo tampoco deseo, por nada del mundo, ser sacerdote y entrar en esta iglesia machista y misògina. Pero como dice una de las foristas: el deseo no es de ser sacerdote, sino que desaparezcan las razones infantiles, cretinas y de patente ignorancia…de quienes piensan asì. Habrà que bajar a esos santos como Escribà, S. Agustìn, Sto. Tomàs, etc. de los altares y poner a otras que lo merecen de verdad?
Y què si las mujeres, TODAS, tuvièramos el coraje de jamas pisar una iglesia que tiene como celebrantes y representantes a quienes aprueban con su investidura clerical, este problema tan grave que margina y excluye a la mujer en la Iglesia? JM Castillo escribiò en uno de sus artìculos: “No entiendo còmo la mujer sigue asistiendo a la MISA”
MariPilar Zugarramurdi, Misionera de Jesùs
¿Hasta cuàndo las mujeres seguiremos sin rebelarnos
Por supuesto que la lucha por el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres recae, ha recaído y recaerá fundamentalmente sobre las mujeres, mi querida amiga Ana, y también, por supuesto, que es algo que no están dispuestos a ver ni a reconocer un buen número de hombres, puesto que parece que no les afecta, incluso a muchos de ellos les molesta claramente, de la misma manera que hasta hace poco todavía muchos blancos estadounidenses despreciaban o ignoraban manifiestamente cada logro del movimiento de liberación racial.
La cuestión femenina es más difícil que la racial, sin embargo, porque es más generalizada, más antigua y diría, si fuera posible, más antropológica, pues viene rodando en todas las culturas desde que se inició la historia con el desarrollo de la agricultura y el patriarcado, de modo que todavía a muchos les interesa que las mujeres estén en segundo plano, pero, sobre todo, les conviene dominarlas a muchos de ellos y no están dispuestos a renunciar a su posición. Así que nos queda sino enjugarnos los lagrimones y seguir sin bajar la guardia, aunque seguimos conquistando muchos logros y el éxito es seguro, imparable, pues lo que sí hemos conseguido es la concienciación de la natural y constitucional igualdad entre ambos sexos.
Un abrazo
Pepe Sala:
Josemaría Escrivá no está entre mis santos preferidos, de ninguna forma, sobre todo no tanto por él, cuya espiritualidad no he bebido directamente, ya he reconocido esto, sino porque en general no me gustan los curas con sotana, pobrecillos, entre los que seguro que los habrá excelentes, jóvenes incluidos, aunque algunos de estos tengan ideas tan “peregrinas” como quitar los espejos de los baños de los chicos seminaristas para evitar la tentación de la masturbación (esto que digo es real, no me lo estoy inventando).
Y en cuento a las mujeres, Ana Rodrigo, de acuerdo en que la ignominia a la que han sido secularmente sometidos es indecible, sólo que no sé si ese señor bloguero leerá o no a mujeres, yo me quiero suponer que sí, acondición de que no sean feministas, claro, ni de izquieras, ni heterodoxas. Ustedes las feministas confeso que a mí mismo me descolocan a menudo, pero yo no temo leer a intelectuales feministas, en absoluto: cuanto más conozco a la Iglesia -y aunque soy joven, creo que la conozco bastante-, más rspeto me parece experimentar por los alejados, ateos, agnósticos, indiferentes, desengañados… Ni a estos que cito idolatro ni a las feministas; llegado el caso, si tengo que discrepar discrepo, y tan amigos.
Si te fijas, en mis breves reflexiones doy vueltas casi a una única idea: Jesucristo -confieso mi fe en él, en que Jesús es el Señor, el Cristo, el Mesías, no solamente el Jesús de la historia (Crossan, etcétera), el Jesús recordado (J.G.D. Dunn), sino que es el Señor: véase el estupendo y muy académico trabajo de Ramón Trevijano Orígenes del cristianismo (el trasfondo judío del cristianismo primitivo), Pontificia de Salamanca, 1996-, a mi modo de ver las cosas predicó sobre todo un movimiento que había de irse constituyendo en algo así como una fraternidad de comunidades de iguales. Sin embargo, en la Iglesia católica casi desde siempre lo que se ha dao es la tremenda tensión entre la radical autenicidad de esa exigencia y la tensión organizativa en torno al reparto del poder sagrado.
Saludos.
Querido Celso, me alegra un montón de que una de tus lágrimas que te han caído sea de alegría por el nuevo amanecer, a mi se me ha asomado otra a mis ojitos porque normalmente nadie hace mención que la lucha por los derechos y la igualdad de la mujer haya recaído fundamentalmente en el empeño de muchas mujeres, en este caso del sacerdocio femenino, así como en otros aspectos de la teología escrita desde la óptica, la sabiduría, el conocimiento y la intuición, no se reconozca que sea obra de mujeres teólogas. Algunos hasta se preguntan si hay teólogas, con lo fácil que es ahora con internet y lo fácil que nos lo pone Google, pero no interesa.
Querido Aníbal, no temas que el bloguero Eleuterio vaya a leer ni mi comentario ni las citas adjuntas, pero solamente porque lo ha escrito una mujer. Los machistas, ignoran, desprecian y no tienen en cuenta el magnífico trabajo que las mujeres llevan hecho por eliminar la lacra paternalista, patriarcal y machista en la sociedad y en la iglesia. Muchos hombres que se le encienden los ojos cuando ven el trasero de una mujer, la obvian cuando ven su nombre en un libro o en un artículo o comentario. Algunos te leen o te escuchan como haciéndote un favor, por compasión.
Voy a contar una anécdota personal, una entre muchísimas que podría contar. En una ocasión tuve que realizar un viaje de estudios a Italia con alumnado entre16 y 18 años. Me dijeron que había un director en un instituto que sabía mucho puesto que cada año en ese centro se llevaba a cabo dicho viaje, que fuera a asesorarme. Lo primero que me pregunto que si iba a algún profesor, a lo que le consté que íbamos dos profesoras, frunció el ceño, se alarmó y me aconsejó que debería ir algún hombre. ¡Lo que salió de mi boquita, os lo podéis imaginar! Entre otras cosas le dije que yo nunca había necesitado a ningún hombre para llevar mi vida adelante. Por el camino nos encontramos con otro instituto madrileño en el que había dos profesores, venían desesperados…, uf, hasta problemas con la policía italiana. En cambio nuestro viaje fue como si de una luna de miel se tratase, del alumnado entre sí y con las dos profesoras, ni un incidente, ni una sombra de nááá. Bueno perdonad ente “desvío”, pero, por favor empezad a creer en nosotras y a no marginar nuestra labor (no sólo nuestras labores).
El Escrivá ése sólo defendió bien a los burros de noria. ( en tal concepto pueden y deben, entrar todos y cada uno de los fascistas, machistas y opusdeistas)
Tú te has perdido, Aníbal, la enorme satisfacción de leer una de las máximas más ejemplarizantes de los seguidores del fanático fascista. Si hubkieras llegado un poco más adelante hubieras disfrutado un montón con ésta enseñanza:
“¡Bendita perseverancia del borrico de noria! Siempre el mismo paso. Siempre las mismas vueltas. Un día y otro: todos iguales.”
Una vez de haberte convencido de las ventajas asniles, ya te hubieran deleitado con su música preferida:
“”Los socios del Opus Dei cantan también a menudo otra letrilla que abunda en los mismos temas que la anterior. Hela aquí:
Hola!
¿Se podrá introducir, en este tipo de consideraciones sobre el “PODER” del Opus y otras Instituciones, la importancia de don DINERO?
Toda esta gente ¿no está al servicio de este Poderoso que los tiene amedrentados?
Sólo quería mencionarlo para que no sea un “olvido” lo que tantas veces hemos comentado los atrienses ¿o me equivoco?
En fin, estimo que cualquier “oprimido” (grandísimo en el caso de la Mujer) es un buen NEGOCIO del Poder pecuniario que no se lo dejará al libre juego de “opiniones espirituales”. Más aun, estimo que es un “divertimento” sobre el que hay que se estará alerta, pero divertimento al fin … mientras siga siendo “espiritual” y no toquen los bolsillos, las chequeras y las Tarjetas de compras; es decir a don DINERO:
¡Vamos todavía! – Oscar.
··············
PS: en contrario ¡fijémonos cómo cuesta una enormidad “sustentar” económicamente Ideales y Proyectos como este en el que escribimos! Los “bit” también cuestan.
¿Cuánto cuesta hacer un Foro Social de las Américas? Una gran disputa fue la insustentabilidad de sus realizaciones sin los dólares de la Fundación Ford, que son Agentes de la CIA (Central de Inteligencia norteAmericana). Etc.
Hoy en Infocatólica -lo siento, no tengo más remedio que citar la fuente-, el bloguero Eleuterio Fernández -quien no ha dudado en confesar, alguna que otra vez en sus artículos en ese portal,que es de derechas y simpatizante o miembro del Opus Dei- reconoce que el artículo de Celso Alcaina es el de un experto.
Bendito sea DIOS, porque cuando el artículo de marras lo ha escrito Juan Masiá (o tal vez José María Castillo, Juan José Tamayo, Teresa Forcades, o ese largo etcétera de “díscolos heterodoxos y herejes de la izquierda eclesial”), los insultos salen de ese piquito de oro de una manera que… De una manera tan fanática e intolerante que me cuesta creer que ese sea precisamente el lenguaje y el trato que el Magisterio prefiere para tratar de llamar la atención o afear algunas conductas y doctrinas a algunos de sus hijos “más pródigos o díscolos”.
Pero a lo que íbamos. Según el bloguero citado, no llevaría en absoluto razón una forista como Ana Rodrigo, por mucho y bien que exponga en su excelente comentario de aquí y ahora una lista de comentarios machistas de padres de la Iglesia y del propio Josemaría Escrivá. Porque para Eleuterio san Josemaría Escrivá no fue en absoluto machista. Ni lo es el Opus Dei. Ni el de ayer ni el de hoy, por más que muchísima gente de Iglesia y de fuera de la misma sí lo piense. Y lo afirme con contundencia.
Pero sí: el bloguero Eleuterio asegura que san Josemaría Escrivá más bien defendió la dignidad de la mujer, en perfecta fidelidad a la Tradición de la Iglesia católica. Y que por ello Celso Alcaina yerra en algunos de sus planteamientos, por ejemplo, en responsabilizar al sucesor del santo Escrivá al frente de la organización, esto es, monseñor Álvaro del Portillo, de haber influido determinantemente en la decisión magisterial de cerrar para siempre el acceso de la mujer al sacerdocio.
Por mi parte haré algunas confesiones: no he leído entero el libro Camino, corazón espiritual del Opus Dei; he leído fragmentos. Y he leído sobre todo algunos comentarios críticos hacia la Obra; verbigracia, uno muy sorprendente de Hans U. von Balthasar, teólogo de corte más bien conservador, según dictamen de algunos expertos, en el que se manifiesta muy crítico con la espiritualidad del Opus Dei. Así pues, ignoro si en realidad el pensamiento sobre la mujer de José María Escrivá cabría que lo consideráramos progresista, feminista, machista, avanzado, retrógrado…
Vuelvo a reconocer que no lo sé. Con todo, ahí están los frutos de la Obra; y estos, ciertamente, sí pueden ser conocidos. Tendría igualmente que reconocer que no conozco sino una pequeña porción de esos frutos, de manera que es muy posible que muchos excelentes frutos del Opus Dei yo no los conozca (eclesiales, pastorales, espirituales, solidarios…). Pero conozco otros, y de esos tales que conozco sí que creo poder decir que son lo que no pocos analistas también afirman: experiencias o semillas de iglesia clericales, verticalistas o piramidalistas (la Iglesia es la que es, con toda su parefarnalia litúrgica y jerárquica, y no puede ser de otra forma), clasistas, conservadoras, de derechas, de extrema derecha. Para mí que son así, exactamente así, las que yo he conocido: la verdad empírica en este caso se impone a cualquier otra consideración teórica.
A decir verdad, haya sido o no haya sido determinante el Opus Dei en el cierre definitivo decretado por el Magisterio ordinario con respecto al asunto de la ordenación sacerdotal de la mujer, lo cierto es que se me hace muy pero que muy difícil identificar al Jesús de Nazaret en actitud de predicador itinerante, por caminos, pueblos y aldeas, ligero de equipaje, sin casa propia, sin tierras, sin trabajo, y sobre todo entusiasmado con la idea-fuerza del reino de Dios, buena noticia para todos pero especialmente para los pobres, hambrientos y marginados, con el clasismo de los centros docentes de la Obra, por ejemplo. Es más: puede que sea un poco sesgado o sectario mi juicio, pero es que lo cierto es que me parece todo lo contrario, que me parecen muy pero que muy opuestas ambas realidades.
Lo que escribo no quiere afirmar que no existan en esa organización de la Iglesia excelentes personas y aun excelentes creyentes, solo que mi experiencia empírica es la que he expuesto. E insisto: Jesús de Nazaret vivió pobremente -aunque no negó la amistad a los ricos, y su mensaje lo ofrecía a todos-, frecuentó la amistad y la mesa con gentes de mal vivir y mala reputación social, hasta el extremo de acabar muriendo como murió, flanqueado por dos malhechores, luego de haber comido con los que comió, etcétera; 20 siglos más tarde, las gentes del Opus Dei, entre las cuales puede que haya personas excelentes, maravillosas, en general prefieren mandar a sus hijos a colegios clasistas católicos, no raramente los ultraclasistas de la propia Obra (en los que, ni que decirlo habría, no hay hijos de familias obreras, ni puede casi haberlos), al tiempo que sienten cierta predilección por las zonas residenciales, con chalés y excelentes casonas, no por las zonas deprimidas (en un seminario en el que yo estuve, enclavado por entonces en una de las zonas más deprimidas de la ciudad, con constante trapicheo de drogas y demás, una noche un grupo de jóvenes comenzó a tirar piedras contra los cristales de nuestras ventanas al grito de “Maricones, ustedes son todos unos maricones, sálganse todos de ahí…”), y lo mismo por los lugares de ocio a que acuden o frecuentan, etcétera.
Al menos es así como lo veo yo.
A Luciano,
Gracias por tu claro testimonio. Después de leerte, me cayeron dos lágrimas. Una, de pena por el pasado y presente, la dominación del varón sobre la mujer. Otra, de alegría, por el futuro que amanece.
Como en toda agrupación: politica, militar o social, hay diferentes fuerzas que desean controlar el poder que de ellas emana.
En el poder de la Iglesía, estas luchas internas se han sucedido a lo largo de su historia y no nos debe asombrar que lo que describe el autor del articulo sea “normal”. Pues leyendolo, uno se da cuenta que todos estan en su papel y que unos y otros saben donde se ubica cada cual.
La evolución del pensamiento en el transcurso de los siglos, como el avance de la ciencia, han dejado muchas veces fuera de sitio a las doctrinas, sostenidas e infalibles.
El hecho de que una cultura de prevalencia del hombre, por encima de la mujer se haya mantenido, no se ha dado solamente en el mundo occidental, también esto ha sucedido en otros lugares, con otras religiones y otras culturas.
¿Esto quiere decir que ha de continuar? , yo personalmente me niego. Defiendo a la mujer como persona, en igualdad con el hombre, en todos los ambitos de la vida, pero esta es mi postura, personal y manifestada en el ambito de mi actuación social.
Lo que en el Antiguo Testamento leemos, esta escrito por hombres que ejercen una cultura,no solo en su medio, sino imfluenciados por otros pueblos.
En los evangelios, Jesús tiene un tacto especial para ellas, en muchas ocasiones, y critica la ley de repudio, igualando a la mujer. Lo mejor y lo peor, es trasmitido por mujeres, que estarán presentes en la pasión, muerte y Resurrección. En Marcos, se les dice que vuelvan a Galilea y que avisen a Pedro y a los demás. Son trasmisoras de la voluntad del Señor.
Pablo vive en la cultura dominante, donde la mujer es inferior al hombre y esto perdura hasta el siglo veinte, luego el modo de pensar y de manifestarlo por escrito esta influido por las leyes y la esencia cultural que domina la sociedad.
Lo que me apena, en lo referente al Opus, ( No solo lo que escribo a continuación) es, que mantenga en un rango inferior a la mujer y que estas lo toloren( esta actitud por parte de sus dirigentes es una manipulación para aprovecharse de ellas). Pero lo verdaderamente insultante es que ensalcen a la Virgen y menosprecien a la mujer.
Podran proclamarse cuantas leyes se quierán, podran llenarse de declaraciones de infalibilidad, lo siento, la creación sigue su curso, el mundo avanza, Galileo, Leonardo da Vinci, Darwin, La Madre Teresa de Calcuta,Ferrer, y tantos otros personajes, que han sufrido en sus carnes la persecución y el abandono del poder de la Iglesía, son un claro ejemplo.
No veo a este poder gritando por los desmanes en Africa, ni por los niños soldados, ni por los que ahora mismo estan muriendo de hambre, ni contra los politicos catolicos manipuladores que dañan a sus pueblos, Ni contra la trata de mujeres, ni contra el uso de niños en trabajos infames, en sus paises de origen, mantenidos, por empresas de occidente. ¿Seguimos?.
Es más facil leer textos antiguos para enrocarse y no avanzar en pos de la plenitud del ser humano.
Jesús fue ajusticiado por humanizar la cultura y la Ley y abrir su mensaje a todos los pueblos.
Hoy como ayer, los poderes no avanzan, se mantienen en la lectura de lo antiguo, solo que hoy no hay un pueblo inculto.
Paz para todos
Yo ni he aspirado ni lo haré jamás a este tipo de sacerdocio, no es éste el tema, el tema es el porqué no, y los argumentos para impedir el que la mujer que quiera pueda acceder al sacerdocio.
A la vista está que los argumentos y la razones son deningrantes para la mujer, y esto es lo intolerable
Si, bien estoy de acuerdo con Mar Medina. Que l sacerdocio es un invento mas de Institucion imperial.
Pero teniendo en cuenta que esta institucion trasmite, que es el Espiritu santo quien llama al sacerdocio, ¿como esque el Espirutu, solo llama varones? ¿no lo estan convirtiendo en misojino? ¿que divinidad estan presentando?¿porque tienen miedo a las mujeres?.
Concluyo en que esta Iglesia, no, es la que quiso Jesus, porque seria antinatural, solo tiene padres y no, tiene madres. No existen argumentos, razonables que avalen esta actitud, tan contra-natura.
PAZ Y BIEN.
Yo también fui “soportada” por religiosas, aunque parece que más dócil que tú, Margarita, pues llegaron a convencerme de las virtudes de la vida religiosa y durante un corto período de mi niñez llegué a creer que la vida perfecta sólo podría lograrse siendo religiosa. Así que tampoco he aspirado al sacerdocio, pero sospecho que porque eso no era posible dada mi condición, vistas las consecuencias de los hechos que narra Celso Alcaina.
Así que he pasado por encima del sacerdocio, desde mi imposibilidad de serlo por ser mujer al convencimiento de no ser preciso -ni deseable- tampoco para los hombres, pues Jesús no instituyó ningún sacerdocio. Eso no quita nada al hecho repugnante de la denigración de la mujer dentro de la iglesia católica. Ese es uno de los motivos de peso por los que me he excluido de ella.
Saludos cordiales
Disculpadme si me habéis leido:
Cuando me he referido a la “madre perfecta”, he querido decir “madre prefecta”, que en el colegio, era la responsable del comportamiento individual y social de las alumnas.El profesorado, todoél titulsdo superior, se reclutaba frecuentemente entre los profesores de Instituto, depurados. El tiempo transcurrió entre la segunda mitad de los “cuarenta”, y la segunda de los “cincuenta”
La verdad es que nunca he deseado ser cura. Tal vez porque me gustaban mucho “los chicos”, y ser deseada por varios, para poder elegir.
Me salió muy bien la cosa. Busqué al que mi instinto me decía que me iba a querer más, y acerté.
Todo se ha debido quizás, a que no he leido en mi juventud, más “libro religioso”, que los Evangelios y a trozos: los que “tocaban” en las misas dominicales.
Fuí educada, perdón: “me aguantaron durante diez años”, las Mercedarias Misioneras de Berriz. Mi adolescencia fué de libro: armaba líos en las clases de religión, impartidas por una monja deliciosamente débil, que me mandaba al despacho de la “madre perfecta”.
Al verme en la puerta, medecía: Ahora qué has hecho. Yo se lo contaba -en mi colegio la primera norma era la sinceridad-, y me decía:
Margachu, si tú eres buena, no hagas sufrir a la madre Asunción, y puedes desconcertar a tus compañeras. Ven al despacho, y te desahogas conmigo
Celso Alcaina nos describe un mundo sordido, por mas lujo y limpieza que tengan los edificios, sordidez del alma, manipulaciones destinadas al “rebaño”, a seres acriticos, que buscando seguridades para su vida, esta, se la dejan vampirizar. Quedan pocos de estos acriticos, y menos quedarán, afortunadamente.
Vomitivo, sencillamente vomitivo!!! ¿Y a un señor como Escrivá le hacen santo propulsando semejantes insultos a la dignidad de las mujeres? ¿Y se toman otras barbaridades de otros “santos” para denigrar a las mujeres? ¿Y a eso llaman iluminación y guía del Espíritu Santo? Anda ya!!!!
Y para colmo: “Y el ex-Santo Oficio, en 1995, aclaró que la imposibilidad del sacerdocio femenino ha sido “propuesto infaliblemente por el magisterio ordinario y universal y exige asentimiento incondicional” . ¡que les den morcillas a semejantes machorros con semejantes argumentos. Es que repugna a la inteligencia humana tanta memez.
Recopilemos perlas de santos dichas en este texto:
– San Agustín (“la mujer es un ser inferior y no está hecha a imagen y semejanza de Dios”),
– San Jerónimo (“todo lo que toca una mujer con período lo convierte en impuro”).
– Santo Tomás, el padre de nuestra Teología: “la mujer es defectuosa y mal nacida y proviene de una falta de poder activo”.
-San Josemari, doble ración: . “Ellas no hace falta que sean sabias, basta que sean discretas” (Camino 946).
“Eres curioso, preguntón, oliscón y ventanero. ¿no te da vergüenza ser tan poco masculino? Sé varón”.
Por si alguien quiere entretenerse en leer lo que al AT (eso que cuando se lee en los templos se dice “palabra de Dios”), el NT (idem) y otras lumbreras dicen sobre las mujeres, ahí va un suculento empacho de estupidez humana.
“Los hombres de Sodoma querían violar a dos ángeles y Lot dijo…….He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré afuera, y haced de ellas como bien os pareciere: solamente á estos varones no hagáis nada, pues que vinieron á la sombra de mi tejado.”
—Génesis 19, 8
Moisés se encolerizó contra los jefes de las tropas, jefes de millar y jefes de cien, que volvían de la expedición guerrera.
Les dijo Moisés: “¿Pero habéis dejado con vida a todas las mujeres?
Precisamente ellas fueron las que indujeron a prevaricar contra Yahveh a los israelitas, siguiendo el consejo de Balaam, cuando lo de Peor; por eso azotó la plaga a la comunidad de Yahveh.
Matad, pues, a todos los niños varones. Y a toda mujer que haya conocido varón, que haya dormido con varón, matadla también.
Pero dejad con vida para vosotros a todas las muchachas que no hayan dormido con varón.Y enojado Moisés contra los jefes del ejército y los jefes de mil de cien que venían de la guerra. Dijo “¿Cómo habéis dejado con vida a las mujeres?” Matad, pues, todos los varones que hubiere, aun a los niños. Y degollad a las mujeres que hayan conocido varón, Reservaos solamente a las niñas y a todas las doncellas.
—Números 31, 14-18
Si un hombre está peleándose con su hermano, y la mujer de uno de ellos se acerca y, para librar a su marido de los golpes del otro, alarga la mano y agarra a éste por sus partes,
Tú le cortarás a ella la mano sin piedad.
—Deuteronomio 25, 11-12
Pero aquellos hombres no quisieron escucharle. Entonces el hombre tomó a su concubina y se la sacó fuera. Ellos la conocieron, la maltrataron toda la noche hasta la mañana y la dejaron al amanecer.
Llegó la mujer de madrugada y cayó a la entrada de la casa del hombre donde estaba su marido; allí quedó hasta que fue de día.( la mujer murio)
Por la mañana se levantó su marido, abrió las puertas de la casa y salió para continuar su camino; y vio que la mujer, su concubina, estaba tendida a la entrada de la casa, con las manos en el umbral,
Y le dijo: “Levántate, vámonos.” Pero no le respondió. Entonces el hombre la cargó sobre su asno y se puso camino de su pueblo.
Llegado a su casa, cogió un cuchillo y tomando a su concubina la partió miembro por miembro en doce trozos y los envió por todo el territorio de Israel.
Jueces 19, 25-29
“Las mujeres a sus maridos, como al Señor,
Porque el marido es cabeza de la mujer, como Cristo es Cabeza de la Iglesia, el salvador del Cuerpo.
Así como la Iglesia está sumisa a Cristo, así también las mujeres deben estarlo a sus maridos en todo”
— Efesios 5, 22-24
La mujer oiga la instrucción en silencio, con toda sumisión.
No permito que la mujer enseñe ni que domine al hombre. Que se mantenga en silencio.
Porque Adán fue formado primero y Eva en segundo lugar.
Y el engañado no fue Adán, sino la mujer que, seducida, incurrió en la transgresión.
Con todo, se salvará por su maternidad mientras persevere con modestia en la fe, en la caridad y en la santidad.
“Tengan sus hijos y hagan como puedan; si mueren, benditas sean, porque seguramente mueren en medio de una noble labor y de acuerdo a la voluntad de Dios… Así ven ustedes cómo son débiles y poco saludables las mujeres estériles; aquéllas bendecidas con muchos niños son más saludables, limpias y alegres. Pero si eventualmente se agotan y mueren, no importa. Que mueran dando a luz, que para eso están.”
—Martín Lutero
“El organismo de las mujeres está dispuesto al servicio de una matriz; el organismo del hombre se dispone para el servicio de un cerebro. (!!)
—Federico Arvesu, médico y jesuita, “La virilidad y sus fundamentos sexuales”, 1962
De San Agustin son estas “perlas”
“Las mujeres no deben ser iluminadas ni educadas en forma alguna. De hecho, deberían ser segregadas, ya que son causa de insidiosas e involuntarias erecciones en los santos varones.”
“Es Eva, la tentadora, de quien debemos cuidarnos en toda mujer… No alcanzo a ver qué utilidad puede servir la mujer para el hombre, si se excluye la función de concebir niños.”
“De modo que no se crea que hubo allí los que carecen de sexo, porque estaba ordenado que fuesen macho y hembra; pues hay algunos animales que nacen de cualquiera cosa, sin haber unión de macho y hembra, y después se vienen a juntar y engendrar, como son las moscas, y otros en quienes no hay macho y hembra, como son las abejas.”
Para mí este mundo de las reuniones de consultores en el Palazzo del Sant’Uffizio me suenan casi a relato de literatura fantástica, pero dado que son una descripción real me consuela al menos la frase final: “Queda un futuro”, y esa es la gran suerte para los que tenemos fe y nos mantenemos dentro de la Iglesia Católica.
Pero lo que ya me suena un poco menos comprensible es la posición de Juan Pablo II tan poco matizada y tan taxativa: “la Iglesia carece de facultad para conferir la ordenación sacerdotal a las mujeres y que este dictamen debe ser definitivo para todos los fieles“. ¿Esta frase final no suena un poco a aquello de después de mi el diluvio, y que lo que yo establezco (Juan Pablo II obviamente) quede establecido por los siglos de los siglos?
A veces las expresiones aparentemente más taxativas manifiestan en el fondo la más grande de las debilidades.
Suerte que en el párrafo siguiente Juan Pablo II afirmó: “Mientras invoco sobre vosotros, venerables Hermanos (se refiere al colegio episcopal destinatario en principio de la carta apostólica), y sobre todo el pueblo cristiano la constante ayuda del Altísimo”.
Aquí se me hace mucho más humana y cercana la figura de este papa.
Hasta la próxima.
Hola Celso Alcaina!
Tus escritos tienen algo del “realismo mágico”
atribuido a la literatura latinoamericana del s. XX.
¿Cuánto?
··············
Desde la otra orilla generacional
el mundo se destornilla de risa ¡¡¡ja ja ja!!!
¡Muy bueno! y ¡Voy todavía! – Oscar.
Eso es lo que pasa con el pensamiento único unido al autoritarismo-absolutismo de la “infabilidad” papal, y con la tiranía del PODER, primer objetivo de la curia vaticana: quien tenga influencia directa sobre el supuestamente inspirado por el espiritu, e infalible, se hará con las riendas del poder y la influencia sobre el orbe católico que mira al papa (supuesto intérprete de dios); en los últimos tiempos los ultraconservadores de la obra de Escrivá son quienes inspiran al papa. Qué tremenda falsedad, qué daño hacen con semejante manipulación de la religión.
Bueno, me voy de viaje a comer fraternalmente con unos cuantos atrienses en Bilbo y espero pasar un buen día real.
Saludos cordiales a todos
NOS ENSEYA PABLO RICHARD, EN SU TRABAJO “El Movimiento de Jesús después de su Resurrección y antes de la Iglesia” Lo siguiente…
Introducción
El libro que aquí presentamos intenta una interpretación global de los Hechos de los Apóstoles, tratando de combinar una exégesis científica con una visión pastoral liberadora. La idea fundamental que guía nuestra interpretación es que los Hechos de los Apóstoles de Lucas reflexiona sobre el período de los orígenes del Cristianismo que va del año 30 al 60 dC, es decir, el período después de la Resurrección de Jesús y antes de la institucionalización de la Iglesia, que es posterior a los años 70 dC. El “movimiento de Jesús” en este período, tal como aparece en Hechos, tiene tres características: es un movimiento del Espíritu, un movimiento misionero, que se va estructurando en pequeñas comunidades domésticas. Lucas busca desafiar la Iglesia de su tiempo (años 80-90) desde esta perspectiva misionera del Espíritu y desde estas primeras comunidades domésticas. El libro que presentamos también busca desafiar las Iglesias de hoy desde esta misma perspectiva.
… Este movimiento de Jesús después de su Resurrección tiene además como estructura fundamental las pequeñas comunidades domésticas. Los momentos decisivos de Hch se realizan en estas pequeñas comunidades que se reúnen en las casas: la primera comunidad apostólica se reúne en una casa (1,12-14) y es en esa casa que se vive Pentecostés (2,1-4); la comunidad ideal después de Pentecostés tiene su centro en las casas, donde se celebra la Eucaristía (2,42-47); es la pequeña comunidad la que permite resistir la persecución (4,23-31); la diakonía se organiza en las casas (6,1-6); la persecución del movimiento de Jesús es por las casas (8,3); la primera comunidad gentil convertida es la casa de Cornelio (10,1-48); existe una comunidad que se reúne en la casa de María, la madre de Juan Marcos (12,12-17); Pablo funda pequeñas comunidades en las casas: en Filipo (16,11-40), en Tesalónica (17,1-9) y en Corintio (18,1-11); en una casa en Tróade la comunidad vive la experiencia de la Palabra, de la Eucaristía y de la Resurrección (20,7-12); en Cesarea encontramos una comunidad de mujeres profetas (21,8-14); Pablo llega en Jerusalén a la casa-comunidad de Nasón (21,17-20) y la última comunidad de Pablo en Roma es en una casa (28,30-31)…
… (3) Desde la perspectiva de las pequeñas comunidades domésticas. El movimiento de Jesús, después de su Resurrección y antes de la institucionalización de la Iglesia, se estructura en pequeñas comunidades domésticas. Todo el libro tiene una dinámica que parte del Templo y llega a la casa. La formación de pequeñas comunidades es lo que permite que la Palabra se haga presente en las ciudades y en las culturas. La pequeña comunidad es el lugar donde se mantiene viva la enseñanza de los apóstoles (la memoria de Jesús) y donde se vive la koinonía (tenían todo en común), la diakonía (no había pobres entre ellos) y la Eucaristía (Hch 2,42-47). Esta reconstrucción del movimiento de Jesús como construcción de comunidades domésticas, será la tercera clave hermenéutica fundamental para interpretar el libro de Hch y lo hacemos también con la misma intencionalidad de Lucas: crear una perspectiva o metodología fundamental para la posterior institucionalización de la Iglesia….
…Eran perseverantes en la fracción del pan y en las oraciones (2,42). La fracción del pan es aquí ciertamente la Eucaristía. El texto agrega: “partían el pan por las casas y tomaban el alimento con alegría y sencillez de corazón”. La Eucaristía, en las primeras comunidades, se celebraba en la casa, en el contexto de un comida (Lc 22,14-20; 24,28-31; 1 Cor 10,16-17; 1 Cor 11,17-32). Era una comida con Jesús resucitado, donde se participaba en la comunión con el cuerpo y la sangre de Cristo y se celebraba la llegada del Reino. El espacio de la casa era el espacio de la comunidad cristiana, diferente al espacio del Templo. La Eucaristía la presidía normalmente el jefe del hogar, cabeza de la comunidad eclesial que se reunía en su casa…
…Lidia era jefe de hogar, no sabemos si era viuda o madre soltera. Muchos comentaristas afirman que Lidia era una persona de dinero. Por el contrario, lo más probable es que su situación fuera modesta o pobre. Como mujer sola debía trabajar arduamente para poder subsistir. Los artesanos y pequeños comerciantes tenían además una vida de mucho trabajo para lograr apenas sobrevivir. Así, Pablo, como artesano, debe trabajar día y noche para no ser gravoso a nadie (1 Tes 2,9). El hecho que Pablo se aloje en su casa, no quiere decir necesariamente que tuviera una gran casa y que fuera rica. También los pobres reciben huéspedes en sus casas. Lidia recibe a los misioneros apelando a su fidelidad al Señor (v. 15) y no a sus riquezas. Lidia se convierte al escuchar las palabras de Pablo y Silas. Su fe es por la Palabra, no porque viera milagros u otras cosas extraordinarias. Convertida al Señor, se bautizó ella y toda su casa (v. 15). Lucas da mucha importancia a la casa como espacio de la pequeña comunidad cristiana. En la carta a los Filipenses, Pablo evoca a otras dos mujeres: Evodia y Síntique, las cuales “lucharon por el Evangelio a mi lado” (Flp 4,2-3)…
…Visita a la casa de Lidia (v. 40): Pablo y Silas no obedecen inmediatamente, pues antes de salir de la ciudad fueron a casa de Lidia, visitaron a los hermanos y los animaron. Este versículo hace inclusión con la primera parte, donde se narra la conversión de Lidia. La casa de Lidia está al comienzo y al final.
Compartiendo plenamente esta exégesis, diré que la primera comunidad fundada por Pablo en Europa fue presidida por una mujer…Que además era jefe de hogar y fue líder de su comunidad por años…Por lo que no es extraño que celebrara la Eucaristía…QUE ERA PRECIDIDA POR EL JEFE DEL HOGAR…
Deberíamos volver a las claves eclesiològicas del libro de los hechos en muchísimos sentidos… ¿La pregunta es quienes hoy son Esteban y el grupo de los Helenistas y quien la comunidad que se apega a la Ley y al Templo…? Con cariño desde un Montevideo, Frío muyyyyy Frío.- Gabriel