¿Qué podemos decir de la teología y el pensamiento de Prisciliano? Durante siglos solo conocimos los informes pervertidos que nos fornecían las condenas de los concilios y los escritores eclesiásticos antipriscilianistas. Hoy ya conocemos sus escritos; ya nos es posible escuchar “directamente” a Prisciliano, tras siglos de conocerlo sólo por terceros y de manera manipulada.
Sabemos que Prisciliano pudo escribir una extensa obra. De ella conocemos hoy dos fundamentales, que gran parte de los estudiosos consideran de su autoría (G. Schepps, E. Ch. Babut, H. Chadwick, B. Vollmann, S. Fernández Ardanaz…): Tratados y Cánones a las epístolas paulinas. Los “Tractatus”, que conocemos por un manuscrito del siglo V-VI (Mo.th.Q.3) descubierto en 1885 por G. Schepss en la Biblioteca da Universidad de Würzburg (Baviera), son: Liber Apologeticus, Lib. ad Damasum, Lib. de fide et Apocryphis, Tractatus Paschae, Tract. Genesis, Tract. Exodi, Tract. primi Psalmi, Tract. tertii Psalmi. Tract. ad populum y la Benedictio super fideles, magnífica pieza eucológica de una hermosura arcaica y misteriosa. Los Canones in Pauli apostoli epistolas son 90 pequeños textos, en tiempos atribuidos a San Jerónimo, pero que hoy se reconocen de Prisciliano.
También conocemos otras dos obras más, de las que no podemos garantizar su autoría aunque sin son considerados escritos del círculo priscilianista: Prólogos monarquianos a los cuatro evangelios y La fe católica trinitaria.
Los “Tratados” y “Cánones” manifiestan que la conducta religiosa priscilianista tiene, en síntesis, estos elementos: Defensa del ideal del ascetismo, particularmente del celibato, pero sin condenar el matrimonio, como se le acusó falsamente. Renuncia a los bienes mundanos. Abstención da carne e do alcohol. Apartarse de la iglesia durante los períodos de Cuaresma y Navidad. Estudio de las Escrituras incluyendo los Apócrifos. Importancia del don de profecía carismática, recibido sin mediación de la jerarquía eclesiástica, con especial énfasis en la figura del maestro (“doctor”). Defensa de la igualdad de sexos (las mujeres también pueden ser “doctoras”) y estamentos sociales entre los creyentes.
Prisciliano era, ante todo, un teólogo, como dice claramente Romero Pose (cf. el trabajo citado anteriormente): “Merece un lugar especialísimo en la historia del pensamiento cristiano… despunta como un gigante en los medios teológicos del s. IV”. Igualmente, su maestro, el P. Orbe, dice que Prisciliano es un teólogo genial, con la teología “más difícil de Occidente”. El patrólogo jesuita estudia particularmente su difícil, compleja y riquísima teología trinitaria, en su Tratado sobre la Trinidad (“Doctrina trinitaria del anónimo priscilianista ‘De trinitate fidei catholica’. Exégesis en Jn 1, 1-4”, Gregorianum 49, 1968; un largo trabajo de 50 densas páginas). La afirmación fundamental es: Dios es uno y el Verbo es Dios, hay una unidad indisociable entre Dios Padre y Dios Hijo. Si los autores eclesiásticos son bastante explícitos sobre el Padre y el Hijo al hablar de la Trinidad, pero “resultan desesperadamente sobrios a propósito del Espíritu Santo”, dice Orbe, “no así el ‘De trinitate fidei’, que expone la teología del E.S. en páginas de excepcional interés”. Prisciliano “concibe una Sabiduría dinámica, espíritu operante de Dios”, que se manifiesta en el Hijo; es “el misterio de la inhabitación divina en el hombre”. Como el Padre y el Hijo, el E.S. es sin principio, ab aeterno, como la Vida de Dios; de este modo, Prisciliano se mantiene en la teología cristiana ortodoxa.
Además de hablar de Cristo-Dios y la Trinidad, la teología de Prisciliano hace brotar una espiritualidad a partir de sus ideas sobre el hombre y el cosmos, que también dieron lugar a malas interpretaciones que llegaron a hacer de el un druida celta.
Pd. incluso su forma arcaica de enteder la trinidad, no es extrictamente heretica…Con el gran historiador Jose M Blazquez, nos atrevemos a decir…
La espiritualidad de Prisciliano se origina a partir de sus ideas sobre el hombre y
el cosmos, y en torno a su concepto de Cristo-Dios, que es muy personal. Prisciliano
no tiene una teología explícita sobre la Trinidad. Si hay algunos rasgos de especulación son arcaísmos. Las referencias a la Trinidad se relacionan con el bautismo, con el símbolo de la fe y con la
ordenación al ministerio. Para Prisciliano y para los tratados ascéticos la diferencia entre el
Logos-preexistente y Cristo-Dios no es importante… Goosen termina su breve, pero importante estudio
afirmando: «Estoy convencido de que fue un hombre con el corazón lleno de amor ardiente por su Cristo-
Dios y por la Iglesia, y que vivía del Espíritu Santo de Cristo. Estoy seguro que es verdad lo que un erudi-
to francés, Rene Nellé, a propósito de la fuerza religiosa de los hombres humildes y uno de éstos fue Pris-
ciliano, escribió ya en 1968: «Él merece ser traducido de nuevo y presentado por las meditaciones de los
hombres esprituales; este hombre atrayente, retórico y asceta, humilde y puro de corazón, como un cris-
tiano del tiempo de Pablo (Fragmentos de Trabajo del Historiador español José M Blazquez cuyo titulo es Prisciliano Estudio de la cuestión)
De la forma de ejecución protesto hasta el mismo Papa de la epoca, fue un abuso y se mato incluso una señora que le servia…Fue un acto descarado de poder, tanto que quien tramo toda la intriga, fue el mismo excolulgado, lo que se buscaba era los bienes de los priscilianos que no eran pocos, las supuesta acusaciones de gnostico, son negadas hoy por todas las evidencias serias…lo unico que existe son rumores o dichos en terceras personas que no responde a la verdad…
Lo dicho, un abuso de poder, lleno de codicia…un asesinato inicuo…Gabriel
Interesante personaje Prisciliano, parece que los priscilianistas daban enseñanza oral y reservaban ciertas doctrinas esotéricas para los perfectos. Prisciliano lo niega en el Apologético pero hay indicios en el himno de Algirio que Jesús dijo secretamente a los apóstoles, en las reuniones secretas. Esta observación es importante, porque de lo contrario no podría explicarse la incoherencia de ciertas afirmaciones de Prisciliano. Hay que pensar que esas opuestas sentencias se hallaban armonizadas por vínculos que no conocemos. Una de estas contradicciones, probablemente aparentes, es la de no admitir distinción de personas en la esencia divina, sino sólo en los atributos, siendo el mismo Dios unas veces Padre, otras Hijo y otras Espíritu Santo, habiendo, por consecuencia de esta indivisibilidad, padecido las tres personas muerte en la cruz y admitir que el hijo era inferior y posterior al padre, el cual no tuvo hijo hasta que lo engendró.
Hay dos circunstancias curiosas en la disidencia de Prisciliano: la primera, que preparó el pensamiento para la difusión en España del platonismo cristiano de San Agustín; la segunda, que al proclamar la libre interpretación, vino a ser un prematuro precursor de la reforma protestante.
Hai trinta e algo de anos, cando se celebrou a primeira romaxe de crentes galegos e se fundou a asociación Irimia, teño escoitado, en algúns ambientes de relixiosidade católica tradicional, que esa xente non era mais que un fato de herexes priscilianistas capitaneados por D. Xosé Chao Rego. A verdade é que nesa época, finais do 70, tiña outras preocupacións que me comían o tempo e non facía moito caso a eses comentarios circunstancias. A idea que nesa época tiña de Prisciliano era a de que seguramente era o que estaba enterrado na Catedral de Santiago e non o apóstolo. Alguén a quen en Galicia, en tempos moi antigo,s tiveran por santo e a quen rendían culto. Agora polo que vexo e polo libro de Chao Rego que lin xa hai tempo pode ser que eses comentarios non foran tan desafortunados e que os de Irimia recollen o mais xenuinamente cristián que se tiña anatematizado do bo de Prisciliano.
Existe en el mundo…y por supuesto como la Iglesia no esta fuera del mundo, una actitud sobervia de quienes detenta el poder…sin lugar a dudas, con Prisciliano hubieramos tenido coincidencia y discrepancias…Lo del ejercicio del Carisma sin mediaciòn es un tema a explorar…
Pero entonces como ahora en el mundo, los detentadores del poder, aún uno pequeño, aplastan a los que no lo tienen…Tal vez Prisciliano en ese sentido pueda convertirse…en el Paradigma, de la libertad del Espíritu…y de la necesidad de que la comunidad universal abadone ese estilo de ejercicio de Poder…para plantearse la linea de un dialogo fecundo y necesario…Gabriel