Mañana es el día de San José, fecha dedicada desde hace años en la Iglesia católica a pensar en los seminarios y en las vocaciones sacerdotales. Nosotros presentamos para la reflexión dos escritos que, con estilos diferentes, vienen a decir lo mismo. Tanto César Rollán, seglar promotor de Eclesalia, como Juan Cejudo, sacerdote obrero en Cádiz, proponen lo mismo: una revisión a fondo del tema de los ministerios en la Iglesia.
DE CURAS Y CURAS
En el “Día del Seminario”
CÉSAR ROLLÁN, eclesalia@eclesalia.net
ECLESALIA, 18/03/10.- Los curas cuentan con toda mi admiración en general y en particular. Conozco muchos, a unos más que a otros. Con algunos me une la amistad, con otros la confianza y a la mayoría solo les conozco de lejos. También he de decir que tengo rostros que he decidido olvidar.
Valoro la figura del sacerdote, su trabajo, su empeño por servir en esta Iglesia nuestra. Reconozco en todos su extraordinaria autonomía para organizarse, para tomar decisiones en lo importante y en lo cotidiano. Comprendo su vocación y me admira el esfuerzo continuo de fidelidad, obediencia y austeridad.
¿Son necesarios? Es bien sabido que todos los grupos y sociedades necesitan un cierto tipo de liderazgo para que puedan funcionar de forma organizada. Desde los griegos a nuestros días el pensamiento no ha parado de darle vueltas a esta cuestión. Jesús dejó claro el suyo: “El que quiera ser el primero entre vosotros que sea vuestro servidor”. La altura, profundidad y anchura de la propuesta no tiene límites.
Si son necesarios… ¿Por qué nos seguimos privando los católicos de tantas personas valiosas? ¿Por qué no disfrutamos su don de animar comunidades? Sé que la cosa no es tan fácil, que hay una tradición de por medio que lo justifica de múltiples formas… ¿Y la Tradición de Jesús?
Quizá sea la hora de darnos cuenta que cualquier persona bautizada puede sentirse llamada. Es posible que sea ya el momento de que en la Iglesia se discerniera su vocación sin tener en cuenta su género ni condición. Pudiera ser que haya llegado el tiempo de entender que hombres y mujeres pueden servir a la comunidad y ejercer la presidencia siendo Cristo para los demás. Dios dirá… (Eclesalia Informativo autoriza y recomienda la difusión de sus artículos, indicando su procedencia).
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ANTE EL DÍA DEL SEMINARIO EN EL AÑO SACERDOTAL
Por Juan Cejudo
Un año más, se celebra el 19 de Marzo el día del Seminario. Debería ser una buena ocasión para reflexionar sobre la falta de vocaciones. Más, con motivo de este año sacerdotal que estamos celebrando
El arzobispo de Sevilla Juan José Asenjo ha reconocido que: “para nadie es un secreto que en estos momentos la Iglesia en Occidente y también en España está viviendo un largo ‘invierno vocacional”.
Pero nadie se pregunta por qué. Siempre se tiende a buscar las causas fuera de la misma Iglesia: la Sociedad actual, los Gobiernos, las familias etc…
El Papa ha dicho recientemente: que existe una mentalidad “hostil a la fe, que incluso intentan impedir el ejercicio del ministerio” e indicó que es necesario volver al confesionario.
No parece que recurrir al confesionario (que hoy ya nadie utiliza) o al Santo Cura de Ars que se pasaba muchas horas confesando, sea la solución a los problemas.
Yo me pregunto: en tiempos de Jesús ¿ no existía un ambiente paganizado por la influencia de la cultura romana en la Palestina ocupada?
¿Fue eso obstáculo para que el mensaje de Jesús se expandiera por todas partes y llegara incluso a la capital del paganismo, Roma?
Entonces los apóstoles eran verdaderos testigos del mensaje de Jesús, lo trasmitían con autenticidad, con coherencia y pagaban con su propia vida el hecho de ser cristianos, seguidores de Jesús.
Hoy, el sacerdocio está en crisis muy profunda. La edad media del clero ronda en España los 67 años y en no pocos lugares, los 75.
El sacerdote aparece muchas veces como personas dedicadas a la atención al culto y a los sacramentos “sociales” (bodas, primeras comuniones, misas de difuntos, bautizos…).
La iglesias están medio vacías y con personas muy mayores, mujeres en su mayoría, sin presencia de jóvenes y de hombres. Ese modelo no puede ilusionar a la gente joven.
Además, el lenguaje que utilizan obispos y sacerdotes para hablar de normas morales, sexualidad, homosexualidad, relaciones prematrimoniales, el uso del condón, divorcios etc…es un lenguaje que causa rechazo e indignación en los jóvenes y la Iglesia en general aparece como una institución desfasada, poco evolucionada y muy alejada de la cultura y las aspiraciones del hombre de hoy.
Sí se valora la atención a los necesitados y de modo muy especial el compromiso de los misioneros en tantos países empobrecidos.
Lamentablemente, aunque sabemos que son casos muy concretos, los escándalos de pederastia en países como EEUU, Irlanda, Alemania, Holanda, Austria, Suiza, España etc…que trascienden mucho a la opinión pública, no ayudan nada a la buena imagen de los sacerdotes , como ha reconocido recientemente el Cardenal arzobispo de Viena que ha dicho: “¡Basta de escándalos! ¿Cómo hacemos nosotros para ser considerados sospechosos de infracciones que no hemos cometido? Porque siempre es toda la iglesia la que es señalada”. Y ha admitido que el celibato es una de las causas de los problemas de pederastia y por eso debe haber un “cambio de visión” sobre el mismo. Y teólogos como Hans Küng y Drewerman han dicho recientemente que debe abolirse de una vez el celibato obligatorio.
Por eso creo, con toda sinceridad, que el modelo que hoy se ofrece de sacerdote está finiquitado y obsoleto. La Iglesia debiera hacer autocrítica y nunca lo hace.
El problema de la falta de vocaciones y de sacerdotes es especialmente grave en numerosos países de Latinoamérica donde han tenido que cerrar muchísimas parroquias.
Son muy numerosas las comunidades cristianas que se ven faltas de la celebración de la Eucaristía. La Jerarquía prefiere mantener leyes sin sentido ( celibato obligatorio) antes de que las Comunidades cristianas puedan beneficiarse de la riqueza de participar plenamente del sacramento de la Eucaristía. Son cada vez más frecuentes la sustitución de las eucaristías por celebraciones de la Palabra presididas por algún seglar por la falta material de sacerdotes.
La Iglesia se sigue enrocando en posiciones propias de otras épocas.
Se cierra a la posibilidad de que la mujer pueda ser sacerdote, de que las personas casadas puedan serlo, que haya un sentido democrático en la toma de decisiones eclesiales y se tenga de verdad en cuenta los puntos de vista de los laicos.
Por eso lo que está en juego es el modelo de sacerdote que se pretende seguir manteniendo, más de cara a cubrir las necesidades de la estructura eclesiástica, que de querer ofrecer, de verdad, soluciones urgentes a un problema que ya no admite más demora: el replanteamiento a fondo de los ministerios en la Iglesia donde debiera ser toda la comunidad cristiana quien asumiera todo el protagonismo, sin clericalismos ni imposiciones autoritarias….
Pero no parece que los máximos responsables de la Iglesia estén dispuestos a eso.
Habría que esperar que un nuevo Papa, más joven, quizá del Tercer Mundo, diera, como hizo el Papa Bueno Juan XXIII, un gran cambio en las estructuras anquilosadas de esta nuestra vieja y desfasada Iglesia.
Hola!
Variaciones:
1ª) Una frase de Lali – 27-Marzo-2010 – 18:39 pm
– “me he quedado muy en la superficie al hablar de la humanidad de Jesús
Procuraremos llegar más lejos algún otro día.”-
¿Cómo y cuándo?
Desafío para Lali y para Atrio.org.
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2ª) Tablón Atrio.org: ELOY: Interesante reflexión de J.A. Pagola, sobre el dolor y el fracaso. Enlace: ¿QUÉ HACE DIOS EN UNA CRUZ?
Hola ELOY!
Es interesante ¡sí! – Me muestra el “límite” de su creencia, que le permite ser feliz, a él y a una inmensa cantidad de gente. A mí no me alcanza.
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3ª) La IRONÍA: Asunto donde se juega la tensión de occidente originada por Sócrates (ciencia/fe y razón/ vida):
* Irónico es cuando en lugar de decir lo que pensamos, fingimos pensar lo que decimos.
* Irónico, entonces, es todo acto en que suplantamos un movimiento primario con otro secundario.
Excursus: como la ironía es el mundo del “como si” (Sócrates y Pablo) no quisiera dejar pasar este tiempo irónico que es la Pascua sin mandarle un fuerte abrazo a José Luis H. del Pozo y a todos los que en Atrio.org juegan al ajetreo de “curiosidad” (ciencia) y “salvación” (vida) en que la ironía consiste.
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¡Vamos todavía! – Oscar.
Las preguntas y respuestas retóricas tienen las paticas cortas. Y yo que ni he sido cura ni es previsible que lo sea sin embargo me sonrío ante las preguntas y respuestas de manual de algunos que creen estar en el intríngulis de la cosa. Me refiero a las preguntas formuladas por Pepe Blanco y respondidas por Javier Renobales.
Muchas veces la respuesta más sencilla es la más certera: son hombres quienes gestionan la Iglesia porque Jesús eligió hombres. Tal que así de simple. ¿Qué eso se podría cambiar? Creo que sí, y creo que cambiará no tardando mucho y que no pasará nada cuando esto ocurra, pero la Iglesia ha entendido hasta hoy mismo que algo tiene el agua cuando la bendicen y no ha querido enmendarle la plana al mismo Jesús.
Hay un malentendido, según creo, que sobrevuela en los debates referido a conceptos como sacerdocio y laicismo. Algunos viven en la ilusión de que Jesús se “cargó” el sacerdocio (y para rematar la jugada, esto lo hizo) porque él era “laico”. Toda esta manía de confundir churras con merinas y de querer hacer coincidir el mensaje de Jesús con las modas actuales es digno de ser guardado en la alacena para ser valorado a su debido tiempo. Jesús no se cargó sacerdocio alguno sino muy al contrario, generalizó el sacerdocio a todo miembro de su grupo: “linaje escogido, real sacerdocio,…” etc. Que Jesús criticara unas prácticas no quiere decir, como algunos traducen a la ligera, que Jesús descalificara y anulara el sacerdocio en sí. De ninguna manera: todos sacerdotes. Encarado así el asunto, ¿dónde está el problema? Pues el problema que algunos no quieren ver es que eso encaja a la perfección con el pensamiento de Jesús que no concebía más que un ámbito, el sagrado; lo de laicismo es una “sensibilidad” actual que no tiene nada que ver con Jesús. Jesús vino a predicar el reino de Dios y en ese reino no cabían cosas que ahora parecen obvias porque en tiempos de Jesús las ovejas estaban a falta de pastor y ahora hay muchos pastoreando por el prado. No me cansaré y quien tenga otra información que la “descatalogue”: para Jesús todo era sagrado y no había ningún rincón que se escapara a la acción y el proyecto de su Padre; no había zonas neutras o laicas. “…si en algún sitio no os acogen ni os escuchan, al salir de allí sacudíos el polvo de los pies en testimonio contra ellos”.
De manera que ni Jesús fue laico a la manera como la fantasía actual le gusta pensar ni atacó el sacerdocio en sí sino sólo ciertas prácticas.
De ahí se desgajan como fruta madura las respuestas a muchas preguntas formuladas por Pepe Blanco y que con sólo echar un vistazo a lo que ocurre en los grupos políticos y sus representantes (con todo su plus de elección democrática y tal) quedaría bien diáfano el asunto. Los sacerdotes son intermediarios porque una organización no funciona sola y tiene que haber alguien en la cabeza de las responsabilidades y esos son quienes administran los ritos, las prácticas, la doctrina, el argumentarlo y demás asuntos del grupo. Si conocen algún grupo que deje en manos de las bases de forma indiscriminada la gestión de los asuntos importantes de es propio grupo me lo cuentan y yo me quito el sombrero (si no hace mucho sol, vaya). Asamblearios para la casa del vecino y estatutarios para la propia. Y esos gestores son del género masculino porque Jesús eligió hombres. Si hubiera elegido doce samaritanas como discípulos de primera fila es previsible que hoy el catolicismo estuviera presidido por una samaritana.
Lo de vender lo que tienen es para nota: ¿alguien sabe lo que cuesta una asamblea o reunión de los órgano de un partido político? ¿Por qué no obvian todos esas reuniones y ponen el importe en manos de los ciudadanos para cubrir servicios o de los más necesitados de aquí o de fuera? ¿No sería mejor crear un fondo para catástrofes con todo ese continuo chorreo de euros? Pues porque el sentido común dice (y ahora no estoy hablando de abusos) que esos gastos son necesarios para cumplir con la misión que supuestamente la sociedad les ha encomendado. Sí, y las organizaciones políticas, sindicales, sociales, tienen sedes que valen un pastón y coches y demás instrumentos necesarios para su cometido. Por la misma razón las tienen. Lo que algunos querrían es ver derruida la Iglesia. ¿Tal vez para que otros tinglados florezcan con más clientela?
Y luego hay otras preguntas que, doctores tiene la Iglesia, pero yo he participado en eucaristías donde se comentan las escrituras y se participa. Pero es que hay muchos otros espacios de profundización y estudio de las escrituras y demás textos; y hay grupos de trabajo, reuniones de organizaciones, etc. Quien formula la pregunta parece estar fuera de juego en este aspecto.
Y el resto es más de lo mismo: cada grupo tiene sus textos, sus rituales y sus costumbres, ¿por qué el partido “X” en vez de cantar la Internacional no entona otros “himnos” más digeribles? Pues porque forma parte de su imaginario colectivo, porque les gusta. ¿No se cansan? Parece que no…
Disciplina de partido se le llama en las organizaciones políticas. Yo me lo pregunto muchas veces: ¿cómo es que esta gente que no parece tonta se deja pastorear por este individuo del que tantos (incluso de su misma cuerda) coinciden en decir que tiene un ideario y una inteligencia de todo a cien? Pues eso. Pero ahora por el lado bueno: una organización no puede funcionar si cada uno tira para un lado y cuenta la película a su modo. Eso que vemos tan “bien” en otras organizaciones lo vemos como un error fatal en la iglesia. Por cierto, cuando se habla de la decisión de un partido, ¿no se dice el partido “tal” ha declarado, ha decidido, etc., o se habla de las siglas despectivamente para dejar claro que el partido son todos sus militantes? Se asume que la dirección es quien marca, decide, declara y son todos y cada uno de los militantes quienes “tragan” con aquello. Son partido cada uno desde su sitio, pero mientras las declaraciones de la ejecutiva son declaraciones del partido “X”, las declaraciones de perico el de los palotes son afirmaciones “a título personal”. No hay nada como los ejemplos para “caer en la cuenta”.
Bueno y hay cantidad de matices y de flecos: hablar ahora de negocio de la Iglesia con la que ha caído en los partidos cuyos dirigentes, salvo honrosas excepciones, hacen de la política su forma de vida y la utilizan como medro personal, es hablar gratis del vecino que a mi me da la risa hablar de los míos.
Feliz domingo.
Javier, ¿Has trasnochado o has madrugado?
No creo en figuras literarias. Si un ser alado, asexuado, maquillado, rubio de ojos azules, pelo recién lavado con champú anticaspa, relucientes vestiduras celestes y cuatro metros de envergadura de alas hubiese llegado a Nazaret colándose en la casa de la niña de doce años…, imagina el palo en los lomos que habría recibido de manos del padre de la chiquilla y, el escándalo que se habría montado en la aldea. Lo mismo no sale vivo de allí. ¡Menudos eran los galileos con los extraños!
Un abrazo
Lal
Lali, no quería meterme, pero he cambiado de opinión por un momento.
Leo tu interesante comentario, veo eso de que el ángel del Señor anunció a María y me permito preguntarte ¿crees en los ángeles? Yo creo que no crees, pero como me ha entrado la duda, te lo pregunto, en lugar de hacer cábalas sobre lo que te leo.
Yo no creo que haya ángeles por ahí, es sólo una ficción, una manera arcaica mítica de hablar. Me gusta tu forma de entender la Biblia..
PEPE BLANCO, haces nueve preguntas y dado que nadie, ni los curas ni los excuras del foro –que haberlos haylos- han entrado a responderlas, voy a probar yo que siempre he sido y seré laico:
A la 1ª: la intermediación del cura es imprescindible en la ICAR porque la ICAR, como cualquier multinacional que vende un producto, quiere hacerse imprescindible, quiere hacerse un monopolio, o muchos y patentarlos, de su diversificado producto (Dios, la salvación, el Paraíso o Cielo, la redención, los medios salvíficos, los sacramentos, el perdón de Dios en sus confesionarios, las indulgencias, la infalibilidad, la Palabra de Dios, la voluntad de Dios, el elegido Papa por Dios, la religión única verdadera, Dios gobierna la ICAR …etc.), y quiere aumentar su clientela y su negocio. Jesús se enfrentó a los sacerdotes, puso en tela de juicio el negocio de éstos, y por eso lo mataron los sacerdotes. Pero esto ellos lo han manipulado y lo cuentan muy diferente, pues lo que prima es su negocio católico.
A la 2ª: esos intermediarios curas tienen que ser machos en la ICAR por exigencias del negocio puestas por los Papas que lo dirigen. En un mundo machista se maneja mejor el negocio por los dirigentes con peones machos de jurada obediencia, que con mujeres. En cambio en una tienda de ropa ‘alto standing’, o en la barra de un bar, se ponen mujeres ‘de buena presencia’, pues es más productivo para el negocio.
A la 3ª: en cualquier negocio que quiera mantener y aumentar su clientela NO se envía a la clientela a recibir los servicios otras personas ajenas al negocio; los curas venden que tienen el monopolio de la palabra de Dios, de lo que Dios quiere para sus fieles, que son los fieles de la ICAR. No les van a mandar a sus clientes a ningún psicoanalista, sino a confesar y a comulgar cuanto más, y a dar limosnas a la ICAR a la que sirven.
A la 4ª: los curas, si efectivamente cumplen la obediencia que han jurado, tienen que transmitir lo que les mandan sus Jefes desde la cabeza de la cadena de mando central vaticana, y eso es para los curas el mensaje cristiano. Se comportan como les mandan sus Jefes, y no venden el patrimonio de la parroquia porque sus Jefes no se lo autorizan, ya que la forma de gobernar el negocio de los dirigentes de a ICAR es acumular patrimonio, no venderlo, salvo que el precio sea muy elevado (especulación de terrenos edificables … Por ejemplo la parroquia junto a la que yo vivo –Corpus Christi o Cuerpo de Cristo en Bilbao- derribó el inmenso templo de gigantesca cúpula dorada, redujo sus dimensiones y junto al nuevo templo edificaron bloques de pisos, los cuales de Cuerpo de Cristo no tienen nada, claro, como la parroquia. Pero el nombrecito tiene su gancho ante los fieles, algo similar al nombre ‘El Corte Inglés’ para los suyos)
A la 5ª: Los fieles no pueden levantar la mano y hablar en la Sagrada Misa porque no tiene voz ni voto en el negocio de los dirigentes de la ICAR. La estructura del negocio es de monarquía absoluta, una dictadura. No es cristiano, pero sí muy católico.
A la 6ª: Depende de cómo cumpla el cura la obediencia que ha jurado. En principio tienen que repetir lo que les mandan sus Jefes. Y si tienen tentaciones, deben impedir que los fieles lo noten. Creo que pretenden que les asiste el Espíritu Santo, o sea Dios, y repiten mucho eso de Palabra de Dios, y así, claro, a los fieles no les queda sino callar y oir (o hacer como que oyen), confesar y comulgar para recibir la Gracia, y así creen que se salvan .
A la 7ª: No se trata de que esté de acuerdo siempre, sino de que obedezca siempre, pues para eso se lo hacen jurar antes de hacerlo cura. Psicológicamente es muy jodido, salvo que el cura opte por convencerse de que los Jefes siempre tienen razón porque les asiste más que al cura el Espíritu Santo (Dios escribe derecho con líneas torcidas, se dicen, y cosas así), y así se somete completamente y psicológicamente pierde su libertad, pero tiene la vida tranquila asegurada de forma vitalicia, si es que eso se puede llamar vida. Es una actitud útil para el negocio de los dirigentes católicos.
A la 8ª: Porque los Jefes de los curas han inventado la falacia de la Verdad Absoluta de cuyo depósito pretenden haberse apoderado los Papas. Las circunstancias vitales del curas las tienen que acomodar como sea a las exigencias de los Jefes. Les convencen de que la Gracia de Dios y el Espíritu santo y el Ángel de la Guarda y las Gracias Sacramentales y que recibirán el ciento por uno en el paraíso (también les convencen de que van directos al paraíso a los kamikazes islámicos que se inmolan dejándose explotar literalmente ….).
Creo que el cura sufre mucho, pero si somete del todo y se cree la zanahoria del premio del paraíso, parece que no se le nota, al menos por fuera, desde los bancos que ocupan los fieles, o desde el otro lado de la rejilla del confesionario. Es la entrega absoluta e incondicional a la vocación, a la llamada de Dios … Vamos, algo parecido a lo de la Virgen ‘hágase en mí Señor según tu palabra’ y eso … Claro que la palabra no es la de Dios, sino la de otro hombre al que tienen que obedecer, pero creo que ellos se creen que es Dios el que se lo pide o se lo manda …
Bueno Pepe, yo nunca he sido cura (‘gracias a Dios’, como dice el ateo Pepe Sala) ni de lejos, pero lo que te respondo es lo que yo creo. A falta de curas o excuras que te hayan respondido nada (¿será porque serían inconfesables su respuestas?, no olvides que estamos en internet y lo puede leer culaquiera), pues … esto es lo que hay, amigo.
Saludos cordiales
Al fin dispongo de un rato. Así que, aunque tarde, por alusiones:
Marisa, gracias por tu apoyo. Tienes razón en lo de Osborne, podía habérmelo ahorrado. Lo pensé. Pero luego me dije: si quito Osborne, no se entenderá bien. Así que pedí perdón por hacer publicidad y escribí la expresión completa.
Manuel, a ti también te doy las gracias por tu reconocimiento cuando dices: “sorprende su gran discernimiento…de higos y brevas”. Tienes razón. Soy mujer de pocas virtudes, pero esta, lo digo humildemente, sí la tengo. Sé reconocer los higos de las brevas y eso me ha ayudado mucho, ¿sabes? Hay muchos que no saben distinguir, especialmente los más pequeños, y se han cometido con ellos tantos desmanes… Otra cosa, quizá no, pero distinguir… de lejos. En eso me parezco al ebanista y escultor que había tallado las imágenes de la iglesia de su pueblo. El hombre nunca iba a la iglesia ni a las procesiones y el cura lo mandó llamar y le preguntó por qué razón era el único del pueblo que no iba a misa. El le respondió: “Mire, Don Julián, yo he tallado todos los santos y sé de que pie cojea cada uno”.
Respecto a tu pregunta: “¿Dónde dice el evangelio que los de Nazareth lo tenían por bastardo?”, te contesto telegráficamente, cuando preguntan “¿No es éste el hijo de María?” Llamar a alguien “hijo de…” seguido del nombre de la madre era señalarlo como bastardo. Hay expresiones cercanas en otras lenguas. En español, solemos utilizar: “ése es un hijo de su madre” como expresión insultante. Si te fijas, yo no he dicho que sea un bastardo. Lo dijeron sus convecinos porque ellos no vieron al ángel Gabriel cuando fue a ver a aquella chiquilla de doce años que, dicho sea de paso, menudo susto se llevaría.
Luis a ti también te doy las gracias por tu educada comprensión. Al conocer ahora que parte de un especialista del Pontificio Instituto Bíblico, me he entretenido en citar unas palabras del estudio más clásico y reconocido sobre Marcos, el de Vicent Taylor, escrito en 1952: “La expresión el hijo de María, que no se puede cotejar con ninguna otra de los evangelios ni de las cartas, suscita problemas históricos difíciles. No era costumbre judía llamar a una persona hijo de su madre, aunque su padre hubiese muerto ya, a no ser como insulto (Jue 11,1s); además es improbable que Marcos, y menos aún los nazarenos, estuviesen familiarizados con la tradición del nacimiento virginal”. Por cierto, Luis, la presentación de la traducción española de esta obra la hizo el profesor Mínguez, del Pontificio Instituto Bíblico.
Aprovecho para pedirte perdón, Luis, porque reconozco que mis afirmaciones te llevan a usar la ironía en vez de argumentos sólidos, incluso a confundirte cuando argumentas. Yo no concluyo que Jesús fuera un obrero de la construcción porque hablara de casas, cimientos o tejados, sino porque lo afirman los que vivieron con él. Puedo decir que era también un campesino aunque por otras razones que tú, como especialista también conoces, pero nunca porque hablara de simientes, arados o cosechas.
Imagino que sabes me he quedado muy en la superficie al hablar de la humanidad de Jesús. Procuraremos llegar más lejos algún otro día.
Por último, y para justificar esta intervención en artículo que habla de sacerdocio, recojo una cita del AT que indica cómo tienen que ser los calzoncillos de los sacerdotes:
“… los ungirás y los consagrarás sacerdotes míos. Les vestirás además calzones de lino que les cubran sus partes, de la cintura a los muslos. Aarón y sus hijos los llevarán cuando entren en la tienda del encuentro o cuando se acerquen al altar para oficiar: así no incurrirán en culpa y no morirán” (Ex 28,42-43).
Saludos
Lali
Es curioso notar como, desde este lado del océano, las cosas se ven parecidas pero no tan iguales. Será, tal vez, que los once mil y pico de km. que nos separan de Roma nos otorgan un mínimo de impermeabilidad a tanto olor a viejo y a tanto anacronismo.
No es que por aquí las cosas funcionen extraordinariamente bien, ni mucho menos. Pero la reflexión del amigo Pepe Blanco me hizo pensar en esto…
Aquí sí he visto un ‘arte cristiano’ que me resulta bello. Desde hace algunos años se ha dado una tendencia de buscar la belleza en lo simple, y se construyeron –por ejemplo- capillas y templos de ambientes muy cálidos, utilizando mucha madera y materiales sencillos. Lo mismo he visto en algunas iconografías e incluso en los elementos litúrgicos (copones, patenas…) Algunos curas, incluso, en la medida que se lo permiten, no usan casulla porque lo sienten como algo viejo, desajustado…
También debo decir que muchísima gente sigue encontrando sal y luz en la Iglesia. Sobre todo en los lugares más pobres en los que hay un vivo interés, por parte de los curas, de estar ‘cerca’ de la gente, compartiendo sus búsquedas y necesidades.
Pero paso ahora del otro lado.
El problema que veo, es que hay una enorme clerecía y un buen porcentaje de ‘fieles’, que están convencidos de que los ‘cambios’ pasan por ahí: por renovar la estética y el modo de presencia entre la gente. No cuestionan los temas de fondo, no se replantean sus teologías y por tanto, por muy buenos que sean, no provocan presión eclesiástica y terminan siendo funcionales al dogmatismo y al modelo romano.
Dicen que la Compañía de Jesús tiene en toda España un solo novicio o aspirante a jesuíta. Y de Zamora decían aquí que solo tiene un seminarista…Y nuestro amigo González Morán sigue haciendo colectas para el seminario y para el fomento de las vocaciones sacerdotales, según dice con mucho éxito…
Coexisten en este momento dos conceptos y praxis de iglesia incompatibles, contradictorios…Parece ser que el mundo que viene, los jóvenes, reclaman y piden hombres de fe, esperanza y caridad, más que profesionales de la religión. Reuniones cristianas cargadas de diálogo y fraternidad, más que misas dominicales con uniformes y ceremoniales de tiempos hace tiempo superados, y un solo personaje con voz y voto…
No creo que la solución esté en que esos dos conceptos de iglesia se den de puñetazos y se declaren la guerra civil. Tampoco creo que esté en que cada una de estas concepciones se “enroque” en la negación y la eliminación de la otra. Sí creo que el tiempo y la historia pondrán las cosas en su sitio, porque no se puede remar contra corriente hasta la eternidad.
Sí creo que debemos cambiar las descalificaciones por acercamientos amistosos, diálogos sinceros, renuncias, flexibilidad, esfuerzos por comprendernos…Sí creo que hace falta una honradez total para aceptar que hay cosas que ya es hora de abandonar, y novedades que hace tiempo deberíamos haber introducido. Porque amigos míos, la Iglesia de Jesús no es una momia faraónica…
Ojalá la más o menos solapada acritud del debate que aquí llevamos nos conduzca a una superación del lenguaje. No se enroquen, amigos/as; no pido que seamos más relativistas, para no disgustar o contradecir a las reiteradas advertencias de nuestro octogenario Papa, pero sí que tengamos una cintura más flexible…
Siento que a ningún hombre bueno del entorno más conservador de Atrio le haya apetecido responder a algunas de las preguntas que planteé relativas al sacerdocio. No importa.
Me gustaría añadir una reflexión atinente al tema, aunque lo sobrepasa.
Tuve un profesor en la facultad, un viejo catedrático del Opus Dei, que en una lección magistral expuso un pensamiento que no por antiguo resulta menos sugerente. Nos aseguró que, si no éramos capaces de diferenciar entre la fealdad y la belleza, corríamos el peligro de no ser capaces de distinguir entre el bien y el mal. A lo que yo añadiría que, en ese supuesto, nos resultaría asimismo difícil distinguir entre la verdad y la falsedad, entre el orden y el caos.
No, no me estoy desviando del tema, sólo estoy introduciendo el punto de vista que voy a presentar. En alguna ocasión aludí a la (anti)estética de las vestiduras litúrgicas de los sacerdotes. Vuelvo sobre ello, pero intentando ofrecer una reflexión un poco más seria que la de entonces.
Me pregunto: cuando un sacerdote se viste con su alba, su casulla, su estola, ¿se verá elegante, guapo, estético? Cuando un obispo se pone su mitra con sus ínfulas, su capa pluvial de mil bordados dorados, y se mira en el espejo de la sacristía anters de salir al escenario, para comprobar que cada prenda está en su sitio, ¿cómo es posible que no le entren unas ganas irrefrenables de presentar una demanda multimillonaria al Vaticano por daños y perjuicios?
Ya habréis adivinado a dónde quiero llegar. Si aceptamos los presupuestos iniciales, si concordamos en el juicio estético acerca de las vestiduras litúrgicas sacerdotales, la conclusión es inmediata: ¿qué garantía puede tener un creyente acerca de la capacidad de sus sacerdotes para distinguir el bien del mal, la verdad del error, si parecen ser absolutamente incapaces de detectar la fealdad inherente a sus propias vestiduras litúrgicas, que son algo con lo que tratan cotidianamente y con las cuales, además, muchos parecen estar encantados? Ninguna garantía. Aceptadas las premisas, el argumento parece filosóficamente irreprochable.
Tales consideraciones, se pueden extender a otras manifestaciones artísticas religiosas, aunque para ello sí que me tendré que desviar un poco del tema. Brevemente:
Hace muchos años que pienso que el cristianismo, desde hace mucho, mucho tiempo (desde muchísimo antes del Concilio Vaticano II, y aún del primero…, ¿desde cuándo? Depende de lo radical que uno se ponga…) digo que el cristianismo parece incapaz de crear belleza. Me refiero a las manifestaciones artísticas que conozco mejor, arquitectura y pintura. Y a uno se le ocurre establecer la hipótesis de que esa incapacidad nace de otra incapacidad previa, la de profundizar en lo bueno y en lo verdadero. El cristianismo contemporáneo hace objetos feos porque no nacen del bien ni de la verdad…
(Mentiría si dijera que ninguna manifestación artística cristiana contemporánea me ha resultado sugerente. Pero me sobran los dedos de una mano para contarlas. Y conozco bastantes…)
En fin, que a uno le parece que todo ello no es sino una manifestación más de que el cristianismo, si es que algún día lo fue, ya no es sal de la tierra ni luz del mundo. Si en él queda algo de sal, no es la sal que conserva y que da sabor y gracia, sino la sal inerte de la estatua que se quedó para siempre mirando al pasado. Y si en él queda algo de luz, no es la luz del sol que alumbra y vivifica, sino la luz mortecina y temblorosa de unas viejas farolas que apenas consiguen iluminar la tiniebla de las calles en una noche invernal. Así de soso, oscuro, triste y precario se muestra el cristianismo en la noche del alma.
“”Es curioso cómo el ser humano prefiere las fábulas a la realidad. Sobre Jesús se ha fabulado para este mundo y el otro, nunca mejor dicho.””
Pues vaya… me estoy preocupando. Otra vez coincido con Miguel González.
Se cuenta que un niño, con mucha imaginación, llegó del colegio contándole a sus padres lo que había parendido.
—“” y el pueblo de Dios ce sumergió en un submarino atómico y los egepcios que les perseguían no les pudieron alcanzar. Luego se subieron todos en una nave espacial y cruzaron el desierto alimentámdose de pájaros que cogían al vuelo. Después….”
— Venga ya, niño, con tu imaginación desbordada”- atajan sus padres.
— ” Anda, pues si os cuento lo que me dijo el profesor me lleváis a un reformatorio”…
Será por fábulas…
Es curioso cómo el ser humano prefiere las fábulas a la realidad. Sobre Jesús se ha fabulado para este mundo y el otro, nunca mejor dicho. Unos lo ven obrero de fábrica con sus chimeneas humeantes, incluso cuando no las había. De manos encallecidas, voz bronca y vaqueros rotos. Otros, osados ellos, van más allá y fabulan sobre Jesús liderando una mani de las defensoras de los “derechos sexuales y reproductivos”. Se olvidan del látigo, que también lo usaba cuando se le iba la olla. Los hay que juegan con las palabras, que si Jesús sacerdote, que si laico; que si carne o pescado. Viven en un continuo derruir, deshacer, demoler. Al merme, que diría el otro. ¿Qué dejarían en pie, más allá de todo ese argumentario buenista, neutro, que tanto vale para un roto como para un descosido? ¿Qué pondrían en lugar de qué, quienes viven con la comprensiva boca abierta ante el que se ríe de toda creencia y muestran su gesto más torvo para con los creyentes extraviado, según su particular y recién nacida (cada generación pare a miles de reformadores) manera de ver las cosas? ¿Qué construirán en el solar que desean con tanta pasión?
No sólo la tierra es del viento sino que también las responsabilidades en la Iglesia parece que las debe manejar el viento. ¡Viva el pensamiento Alicia, oigan!
Lo que nunca he entendido es el porqué el día de San José se dedicó al día de los seminarios cuando él nunca fue sacerdote y, además, se casó con María y, además, tuvo hijos, porque el evangelio habla de los hermanos de Jesús. A estos también los han llamado sobrinos de José, es decir primos de Jesús, así que la historia viene de lejos.
Hay quienes se resisten a admitir que el sacerdocio se está extinguiendo en esta sociedad y en esta Iglesia y echan la culpa a la sociedad.
La prensa de Zamora publica los siguientes datos: “El Día del Seminario cobró especial significado en la Diócesis de Zamora, con sólo un aspirante al sacerdocio y 110 curas para 304 parroquias.” “Esto supone que los párrocos tienen a su cargo, no ya dos o tres pueblos, sino siete y hasta catorce”.
En 3003 había 15 seminaristas mayores de los que sólo queda uno. Actualmente hay 53 menores adoctrinados desde las 8,30 hasta las 10 de la noche, ¿cuántos llegarán a sacerdotes?
Y las colectas que se hacen ese día (como la que mencionaba Luis GM) sirven para pagar los estudios de una serie de muchachos que luego se van a disfrutar de ellos en la sociedad civil.
Y con estos datos tan evidentes aún siguen echando balones fuera y buscando causas donde no están.
La gente actual, acostumbrada a participar en la res publica, también debería hacerlo en construir su comunidad, sin intermediarios de los dioses, puesto que ya somos mayorcitos/as para comprometernos con nuestro bien común.
Veamos lo que entienden los entendidos sobre el sacerdocio:
http://www.sintapujos.org/jesus-no-era-sacerdote.htm
Muy recomendable para leer despacito y hasta el final.
Saludos, pues.
Desde mi humilde punto de vista, lo de “Osbornes” se pudo ahorrar, pero solo era una licencia literaria, creo que esta vastante claro, tampoco esta mal el humor, lo si es verdad, es tenia que tener una personalidad impresionante, que desprenderia una energia inimajinable, esto es lo que nos quiere decir Laly.
Por otra parte creo que todo lo que nos trasmite Laly, es correcto, pues si a aquella familia hubiera llegado el sitema de proteccion del menor hoy, le habrian aplicado el metodo del sitema sin lugar a dudas. Porque es lo que retratan los textos, se quiera o no, lo diga la universidad o la escuela que sea. Lo que ocurre que la institucion, le a puesto tantas capas de pintura vastarda al cuadro, que ya nadie save de su pintura orijinal, pero los institucionalistas (y digos LOS) no quieren moverse de sus losetas inamovibles, y ahora mismo, algo ocurre en el planeta que todo esta moviendose, ¿como no? el bunker eclesial, tambien es conmoncionandose y no, es lo peor que puede ocurrir, si al final queda algo, lo que quede sera bueno, si sirve y si no no sirve para nada.
Asi que gracias Laly, por tu analisis, los machistas y ams aun si son solterones, no resisten que las mujeres alcemos la voc; pero se tendran que aguantar y aprender algo, si quieren y si no, peor para ellos.
PAZ Y BIEN
Lali:
Arrimando el ascua a su especial sardina exegética, poco hay que hacer.
En primer lugar: NO coincidimos en que los seguidores de Jesús no necesitan sacerdotes. ( Dice ¿Para qué? Según tú mismo afirmas, todos ellos lo son.) Yo no lo afirmo, la ha afirmado siempre la Iglesia. No sé qué entiende por sacerdocio. Quizá ese es el problema.
Lo del “tekton” que le expresé, contradice totalmente lo que dijo y afirma, en este caso ha modificado su exposición pero no el contenido. No era mi intención una defensa del obrero (que no tengo inconveniente en hacerla, por lo que me toca), desmentía el concepto que usted exponía de los “tektones” en tiempo de Jesucristo.
El desprecio a los profetas que cita Jesús, tradicional en la historia de Israel, no es por su condición laboral o personal es por su condición de profetas y por sus palabras. Nada parecido a lo que usted deduce. En modo alguno se deduce un desprecio por ser “bastardo” y sí por ser profeta, es lo único que queda claro.
La exégesis, ¡qué decirle!: Son los evangelistas los que recogen, con un sentido catequético, la vida de Jesús. Es Marcos el que escribe la expresión, con la intención que él quiere darle, y la pone en boca de los paisanos de Jesús, no son éstos los que escriben el evangelio. La intencionalidad final de este y de los otros pasajes que interpreta usted tan categóricamente la sabremos más adelante. Difícil es interpretar los textos como para atreverse a interpretar intencionalidades.
¿Dónde dice el evangelio que los de Nazareth lo tenían por bastardo? Más bien, al contrario, dice que José decidió repudiar a María “en secreto” y que no lo hizo. Por lo que el misterio del nacimiento de Jesús, por lo que dicen los evangelios, quedó “en secreto”. No sé de qué textos deduce lo contrario.
Lo de Osborne, vamos a dejarlo, sorprende su gran discernimiento… de higos y brevas.
Bien está que discutas con Lali, Luis G. Morán, es la mejor forma de que aprendas algo. ( nunca es tarde….)
Pero por si Lali no tiene tiempo de discutir contigo, me permito un mínima intervención al respecto de la semántica em litigio del debate:
—
bastardo, da.
1. m. y f. hijo nacido de una unión no matrimonial.
2. m. y f. hijo de padres que no podían contraer matrimonio al tiempo de la concepción ni al del nacimiento.
3. m. y f. hijo ilegítimo de padre conocido.
—
No será fácil encontrar un ejemplo más claro que el de Jesucristo… si damos por válida la historia que se nos ha contado durante milenios.
Pues éso…
Voy a tomarme un ratito de tiempo para un intercambio de opiniones con Lali.
1º.- En su comentario del día 20 marzo 2010 – 21:35 dice lo siguiente, hablando de Jesús: “…cuando en realidad fue un obrero de manos ásperas que se partió el pecho haciendo arreglos de construcción: de eso sabía un rato. Y en el texto quedan huellas de su experiencia cuando habla de cimientos, de casas, de puertas bien atrancadas, de tejados rotos…”
El argumento no tiene ninguna consistencia. Por la misma razón pudo haber sido labrador, porque habla del sembrador (Mt 13,3; Mc 4,1; Lc 8,1), de la cizaña que crece juntamente con el trigo (Mt 13, 24), parábola de los obreros de la viña (Mt 20,1), parábola de la semilla que crece por sí sola (Mc 4,26); episodio de la higuera seca (Mt 21,18; Mc 11,12), parábola de los viñadores homicidas (Mt 21,33; Mc 12,1); pastor, por la parábola de la oveja perdida (Mt 18,12; Lc 15,3) y por todo el texto del buen pastor (Jn 10); panadero, por la parábola de la levadura (Mt 13,33; Lc 13,20); pescador, por la parábola de la red barredera (Mt 13,47); señor rico por la parábola de los talentos (Mt 25,14), etc., etc.
2º.- En el mismo comentario traza un semblante de Jesús, “el bastardo”. Dice literalmente: “Un bastardo era lo último, un ser sin posibilidad de rehabilitación, un personaje tenido como impuro cuya mancha alcanzaba a su descendencia hasta la décima generación (Dt 23,3) Así que poca carpintería, muchas dificultades y una vida de marginación que le relegó socialmente en un pueblo que ni siquiera venía en los mapas. ¿Quién iba a casarse con un bastardo?”
Se trata de un cuadro sobrecogedor: resulta que Jesús es un pobre bastardo, hijo ilegítimo, impuro, incapaz de rehabilitación humana y moral, condenado a la marginación, encerrado en sí mismo y en su soledad, incapaz de encontrar nadie que se case con él… La verdad es que con semejantes exegetas nos sobran los evangelios apócrifos, los tenemos en casa. Y un tipo de estas características ¿es capaz de crear una comunidad que crea en Él, que le siga, que se fíe de su palabra, que apueste por su causa, incluso hasta llegar a dar la vida por Él? Lo que no nos cuentan estos brillantes hermeneutas es el momento en que se produce la transformación del pobre y miserable Jesús es un tipo que seduce hasta la inmolación. El tipo éste debió cambiar mucho porque se trocó en un ser generoso, limpio, luminoso, capaz de generar fe, entusiasmo y esperanza en millones de personas a lo largo de los siglos.
3º.- Se ve que la autora no ha quedado muy satisfecha con su exposición porque no ha debido dar gusto a todos y el día 21-marzo-2010- a las 19:54 vuelve a la carga. Esta vez ya de una manera definitiva. Una vez hechas sus exégesis oportunas y oportunistas, concluye Lali: “Como mujer que sabe distinguir los higos de las brevas intuyo que los tenía, con perdón, como el toro de Osborne. Bien es cierto que eso se ve cuando se lee el evangelio sin prejuicios. Entonces es cuando, de verdad, impresiona el Galileo”. Es, como Udes. comprenderán, una conclusión de alta teología y de muy fina espiritualidad y una aportación inédita, por cuanto alcanzo a saber, a la Cristología de todos los tiempos. Resulta que la grandeza de Jesús –esta es la aportación de esta autora- es que los tenía como el toro de Osborne y que a esta conclusión, a lo largo de la historia, solo pueden llegar los que lean los evangelios sin prejuicios: entonces es cuando de verdad impresiona el Galileo, aunque desgraciadamente esta impresión, en el texto de la autora, tiene mala justificación por la alusión “osbornil”. Yo, sinceramente, por lo visto, he leído los evangelios con prejuicios, porque no había descubierto ese contenido en los evangelios y eso que cursé la Licenciatura de Sagrada Escritura en el Pontificio Instituto Bíblico de Roma: pero allí aquellos miopes profesores no nos enseñaron a leer las sagradas escrituras sin prejuicios… mecachis!
Este espacio no lo veo yo anticlerical, es un espacio laico. La Institución clerical, desde mí, no la entiendo para mostrar el evangelio, para mostrar el camino de un laico que ni siquiera se planteó montar una institución, sino todo lo contrario.
¿Que hay buenas gentes entre el clero?, claro y eso ¿quién lo ha puesto en duda? Aquí lo que se aclara y lo que se debate, es como está montada la institución que dice estar inspirada en la lógica cristiana, y como que estamos de acuerdo, en que para nada y que nada mas lejos de la realidad. Estoy segura que también hay gentes con buena voluntad (alguno conozco) en la Guardia Civil y sin embargo es una institución represora al servicio del estado que esté,¿o no?. Aquí no queremos hacer un juicio de ninguna persona, los juicios los hará quien los tenga que hacer. Lo que queremos es aclarar, donde nos movemos en la Institución eclesial.
Recordar que ya en el siglo cuarto, los PADRES Y LAS MADRES DEL DESIERTO, vieron como estaba la institución y decidieron marchar al desierto, con todo lo que eso implicaba y significaba, ir a un lugar sin caminos, quizás nos toque hacer caminos, pero no institucionalizarlos, a la vez que los abrimos cerrarlos, para que no, se transite cómodamente por ellos, recordemos tantos caminos abiertos maravillosos, en que se han convertido. Por ejemplo, la carpintería en el vaticano, el pobre de Asís…….Mejor no decir nada, sin embargo conozco algún Franciscano auténtico, eso si, marginado por la institución franciscana y se podría continuar. Por otra parte, es lo lógico, porque Instituciones civiles que nacieron para un propósito, ahora fijémonos como están, partidos, sindicatos, etc, etc.
“Si hemos de ir donde no savemos, hemos de cojer caminos que no, conocemos.” Esto significa, “Que el hijo del hombre no, tiene donde reclinar la cabeza”.
PAZ Y BIEN
Luis, GM, tú tan cáustico y tan irónico como de costumbre, siempre pontificando desde tus alturas quizá “para tontos” como decía Sándor Márai, pero ya hay mucha gente que sabemos pensar. Es que me pones….de un encendido que no lo puedo aguantar.
En primer lugar, introduces tu comentario dirigiéndote a mí, y luego hablas de otros intervinientes y de otros contenidos que no son míos, pero adjudicándomelos a mí.
En segundo lugar yo no he dicho alguna excepción, he dicho que hay excepciones y he aclarado que no quiero ofender a nadie. ¿Por qué te das ofendido tú?. Si tú te encuentras entre las excepciones, felicidades, no te des por aludido, hombre, que te picas enseguida.
Y claro que no tengo datos científicos para cuantificar cuántos están en un lugar u otro de la situación, cosa por otra parte muy subjetiva, como es obvio. Pero si puedo cuantificar a los curas que yo conozco y he conocido, y pongo en un lado al grupo de los animadores de la comunidad de iguales, -incluido el cura- que introduzcan en la experiencia de Dios en vez de adoctrinar, que se hayan actualizado con el correr del tiempo, que sean libres, etc. etc. y me sobran dedos en mis manos. También te digo que he conocido muchos a lo largo de mi vida. Y yo no juzgo a la persona, sino, diríamos, “su cualificación profesional”. Tampoco juzgo este aspecto centrándolo en una etapa determinada, todos hemos sido, hemos evolucionado y somos…
Yo también he rezado rosarios, novenas y demás, pero no me he quedado estancada, quieta, parada. Eso es lo que critico de los curas que conozco, que no han evolucionado, y no digo como yo, ojo, digo que no han evolucionado conforme ha ido evolucionando la comunidad de creyentes. Por eso se ha ido tanta gente de la Iglesia y por eso lo jóvenes no les interesa la Iglesia. Y esto lo dijo el Vaticano II cuando dijo que la Iglesia había ocultado el verdadero rostro de Jesús (no es literal, se nota, es que como estás en todos los detalles, hay que ponerse la tirita antes que la herida)
Respecto a la colecta de tu parroquia me llama la atención porque en otros tiempos se pedían vocaciones a Dios, resulta que tú pides dinero. Es lo más fácil de hacer, dar dinero. ¿Por qué no sometéis a la comunidad parroquial a las reflexiones que hacemos aquí acerca del sacerdocio y de lo que debe ser una comunidad de seguidores de Jesús?
De tu apartado 5º te podrías haber ahorrado algunos calificativos en todo caso siempre despectivos, siempre desde tu cátedra unos pasos elevada sobre el suelo que pisamos los mortales. ¿Qué calificativo le ponemos a tu comentario?.
Sobre tirar la piedra, te puedo decir que yo como nunca he sido ni voy a ser sacerdote, me puedo ahorrar esa frase siempre defensiva, siempre haciendo de ventilador, siempre culpabilizando al otro, cuando no queremos afrontar un análisis medianamente serio de una situación o de un colectivo. A eso se llama cobardía. Y si no, haz la crítica pertinente de la comunidad de creyentes y ahí posiblemente esconderemos todos la mano, porque no se trata de tirarnos piedras, sino de compartir penas y alegría, flaquezas y valentía, experiencias y cariño.
Quien sea anticlerical, que o sea, yo lo único que he hecho ha sido constatar datos que yo conozco y analizarlos, lógicamente desde mi criterio, ¿es que tú no lo haces desde el tuyo?.
Mira, querido Luis, hace muchos años que, afortunadamente, abandoné el infantilismo de dependencia de un cura para saber lo que tengo que pensar y lo que tengo que hacer o decir, así que de paternalismos, nada de nada.
¡¡ Ay !! Antonio, son cosas que pasan cuando se ponen asuntos CONCRETOS Y TANGIBLES sobre cualquier tipo de debate.
“”No imaginaba que lo de la carpintería de Nazaret iba a ocupar tanto juego en los comentarios, desde análisis filológicos hasta recordar villancicos de dudoso gusto.””
Respecto al ” dudoso gusto” de los villancicos… no pretenderás pedir peras al olmo. Yo no me inventé el villancico y puedo asegurar que lo aprendí en casa de unas personas muy creyentes.
Pero tampoco es cuestión de buscar demasiado gusto en los villancicos. Mira que si nos ponemos a recordar…Algunos tienen hasta mala leche, hombre. ¿ Te imaginas el sufrimiento de un gangoso teniendo que cantar aquel de:
” Hacia Belén va una buga, gin, gin
yo me gemendaba, yo me gemendé
yo me eché un gemiendo, yo me lo quité”…
Y mejor no me implico en remembranzas de mis años de seminarista. Vaya palo que me llevó con el jodido villancico del año 1964. Con lo bien que se me daba el solfeo y lo mucho que disfrutaba con la buena música, nos hicieron aprender de memoria aquel famoso villancico que nos sigue torturando en las Navidades:
” 25 de dicienbre, fun, fun, fun
un niñito muy bonito ha nacido en un portal
con su carita de rosa parece una flor hermosa, fun, fun, fun…”
Pues qué quieres que te diga, Antonio, me gusta mucho más el del carpintero. Pero ya se sabe que no se pueden pedir peras al olmo… tampoco a los olmos que se dicen creyentes, hombre, que no veo yo que demuestren tanto gusto musical ni poético.
Venga, saludos pues. ( cualquier título que ayude a un buen debate es acertadísimo.)
Poner títulos es toda una aventura. La víspera de San José teníamos que poner un título común a dos artículos que comentaban, en el día del Seminario y de las vocaciones, el contrate entre una sociedad laica y un año sacerdotal que promueve el retorno a la pastoral del confesionario del Cura de Ars.
El chiste del predicador que inspiró el título lo conocen todos: “Huy es San José. San José era carpintero y hacía confesionarios. Hablaremos pues de la confesión”.
El fondo que quería resaltar el título era el contraste entre la condición seglar de Jesús (que no era hijo como Juan de padre sacerdote, según Lucas) y de sus discípulos con el retorno a las formas más sacrales y levíticas al que se quiere que retornen los sacerdotes católicos del siglo XXI.
No imaginaba que lo de la carpintería de Nazaret iba a ocupar tanto juego en los comentarios, desde análisis filológicos hasta recordar villancicos de dudoso gusto. Pero el fondo de la discusión sí que viene a confirmar los que decían los dos escritos iniciales, que hoy lo que haría falta es otro tipo de animadores de las comunidades, no reducirse a varones “segregados” que se apoyan en sus poderes sagrados. Para ese tipo de curas es normal y bueno que no haya vocaciones.
Que haya personas maravillosas entre el clero de hoy, nadie lo duda. No se puede generalizar un retrato de funcionarios ramplones y repetidores de doctrinas aprendidas y no asimiladas. Pero hay muchos de estos y la tendencia de arriba es reforzar esta línea.
Desde mi precaria, hipotética condición de analfabeto, de fanático, de ignorante, de servil, de asilvestrado, de etc., pregunto a quien quiera responder, en el dudoso supuesto de que algún señor alfabeto, equilibrado, sabio y civilizado quiera responderme:
– ¿Por qué en el seno de la iglesia católica es imprescindible la intermediación del sacerdote entre un creyente cualquiera y Dios? ¿Por qué sólo el sacerdote bautiza, perdona, oficia, consagra? ¿Por qué sólo él reparte la gracia? Otrosí, ¿quién intermedia entre un sacerdote y Dios?
– ¿Por qué en el seno de la iglesia católica esos intermediarios necesariamente tienen que ser del género masculino? ¿Es un problema de tradición o es un problema filosófico, relativo a una hipotética condición humana-femenina diferente de la masculina?
– Si se trata de ayudar en los momentos humanos difíciles de las personas, ¿no sería más honesto recomendarles a profesionales competentes de la psicología, de la psiquiatría o de la ayuda social? (sin perjuicio de que algún sacerdote lo sea)
– Si la función del sacerdote es transmitir el mensaje cristiano, ¿por qué no lo transmiten, en general? ¿Por qué no enseñan las así llamadas “sagradas escrituras”, ofreciéndoles a los creyentes una exégesis contrastada y rigurosa? ¿Por qué tantas veces no se comportan como cristianos, vendiendo todo cuanto la parroquia tiene para ayudar a los parroquianos que lo necesiten?
– ¿Por qué los fieles no pueden levantar la mano durante una homilía para hacer una observación o plantear sus dudas?
– ¿Cuánto tiempo le lleva a un sacerdote preparar una homilía dominical? ¿Por qué las homilías suelen ser recurrente y aburridamente dominicales? Sinceramente, ¿no se cansa un sacerdote mayor de haber leído el mismo texto del misal cientos, miles de veces, a lo largo de su vida? ¿Nunca tiene un sacerdote la tentación de leer algún otro libro distinto durante la celebración de la misa?
– ¿Cómo consigue un sacerdote estar siempre de acuerdo con sus superiores y, en el caso de no estarlo siempre, obedecer siempre a sus superiores? ¿Es esa una actitud psicológicamente útil? ¿Es psicológicamente sana?
– ¿Cómo se fundamenta que un ser humano pueda tomar una decisión para toda su vida, por ejemplo la de ser sacerdote? ¿Acaso las circunstancias vitales son siempre las mismas? ¿Vive un sacerdote en una burbuja que lo mantiene eternamente isobárico, isotérmico, isocórico, isocreyente?
– ¿Cuánto le costaría a la iglesia católica el celibato opcional? (en términos económicos) ¿Podría pagarlo? ¿Estaría dispuesta a pagarlo?
Ana Rodrigo:
Estaba visto, entrevisto y pre-visto que una entrada titulada “El carpintero José, confesonarios y curas” iba a deparar sabrosos comentarios en la línea abiertamente anticlerical de Atrio. Y no ha podido ser menos: desde la brillante y “serena” intervención de Gabriel Angel del Monte que ha tenido muy mala suerte el hombre porque todos los sacerdotes que ha conocido son unos macarras y unos cuentistas y vividores, pasando por las iluminadoras exégesis tan respetuosas y los nada “ideologizados” comentarios de Lali (“el “bastardo Jesús”).
Y ahora culmina esta brillante construcción (de momento, porque en estos temas la afición es insaciable), Ana Rodrigo quien pone su nota de ternura y comprensión hacia los sacerdotes. Es un texto antológico, que debería pasar a las sumas burlescas del anticlericalismo. Dice la profesora Rodrigo: “Unos sacerdotes que adoctrinan e ideologizan a través de sus homilías, unos sacerdotes poco cultos…que leen muy poco, que viven de la teología de su época, mucha preconciliar, que repiten como papagayos lo de toda la vida, que obedecen a ciegas a su obispo, que hablan de política de forma partidista en los púlpitos, que tienen auténtico pánico a la heterodoxia “natural” de una persona adulta, con criterios propios…”
Y ahora unas reflexiones personales:
1ª.- Bien: es verdad que Ana reconoce que hay algunas excepciones, aunque no cuantifica su número, pero deben ser pocas, porque lo pone con letra negrita, para significar su parvedad. No dice si conoce a alguna de estas excepciones, pero reconoce que las hay, que ya es algo.
2ª.- Uno, que lleva más de cincuenta años de sacerdocio se pregunta, en un primer momento: ¿pero qué hago yo en este grupo de analfabetos, fanáticos, ignorantes, serviles, asilvestrados, etc? Cincuenta años de vida para terminar concluyendo que he estado enjaulado entre una especie miope, alicorta, rastrera, ovejuna y cecuciente.
3ª.- Esta mañana de Domingo he celebrado la Misa de doce en mi iglesia parroquial: aún no había leído el texto de Ana. Si lo hubiera conocido antes, hubiera hecho una reflexión sobre su contenido, durante la homilía, antes de pedir a la gente su ayuda para el Seminario: que pensaran bien si merecía la pena apoyar a la causa en cuyo auxilio iban a acudir. Me sorprendió, porque hubo una respuesta generosísima y ahora me pregunto: estas gentes de mi parroquia, que son gentes cultas, ¿para que necesitarán hoy a ese vestigio decadente que es el sacerdote?
4ª.- Luego me he puesto a reflexionar y he ido recorriendo mental y cordialmente los cientos de rostros y corazones de sacerdotes que conozco: es un mosaico variado, pluridimensional, donde habrá mangantes y vividores, sin duda, pero donde una mayoría de ellos son gente honesta, sincera y que hacen las cosas lo mejor que pueden y que a lo lago de la historia, y hoy, siguen ayudando a mucha gente a caminar por los caminos de la vida y de la fe. Incluso estoy seguro que muchos de los participantes de Atrio han conocido en su vida sacerdotes que les ayudaron en uno u otro momento de su existencia, antes de haber pasado a la “heterodoxia natural”, claro.
5ª.- Y por eso, de las muchas de cosas tan incisivas, punzantes, brillantes, postmodernas e ingeniosas que se dicen en este foro (y en otros muchos) contra los sacerdotes, algunas son verdad, otras son meras valoraciones hermenéuticas subjetivas, otras nacen de la ignorancia y algunas del odio, y algunas de todo ello mezclado. Por eso, “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra” (del hermoso evangelio de la misericordia de hoy).
Al parecer, amigo Manuel, coincidimos en que los seguidores de Jesús no necesitan sacerdotes. ¿Para qué? Según tú mismo afirmas, todos ellos lo son.
Que Lucas silenció y Mateo apañó no hace falta que lo diga nadie, aunque lo dicen; resulta evidente desde un análisis crítico del texto. Marcos dejó constancia de unos hechos con un significado preciso. Él no se contradice. Mateo y Lucas sí tenían ese riesgo. Ellos incluyeron unas composiciones sobre el nacimiento de Jesús a las que se les habría visto el plumero si más tarde, recogen que los nazarenos lo tenían por bastardo. Marcos no tenía ese problema, él no dijo nada sobre el nacimiento de Jesús. En tiempos de Marcos ni siquiera María sabía que era la Virgen.
Respecto a la otra cuestión, Marcos no trata de exaltar a María. La despectiva pregunta “¿No es éste el hijo de María?” (Mc 6,3) no la lanzó al aire Marcos, fueron los paisanos de Jesús para señalar su condición de hijo ilegítimo. Jesús mismo afirma al final de ese relato que le habían despreciado: “Sólo en su tierra, entre sus parientes y en su casa desprecian a un profeta”. Curiosamente, también Mateo y Lucar suavizaron esta fuerte afirmación, porque, según Marcos, el desprecio procedía incluso de sus parientes y de su casa. Mateo eliminó el término parientes porque cantaba demasiado, y escribe: “Sólo en su tierra y en su casa desprecian a un profeta” (Mt 13, 57). Lucas, por su parte, metió las tijeras más a fondo, suprimió casa y parientes, y lo dejó en: “os aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su tierra” (Lc 4,24).
No es de extrañar esta crudeza de Marcos, el había escrito con anterioridad que la familia de Jesús rechazó su proyecto. Para ellos, aquél hombre no estaba en sus cabales: “Al enterarse los suyos se pusieron en camino para echarle mano, pues decían que había perdido el juicio” (Mc 3, 21). Eso sucede, ¡qué casualidad!, inmediatamente después de la elección de los Doce, es decir, tras constituir la sociedad alternativa (Mc 3, 13-19).
Me ha parecido bien tu defensa del obrero. Hay mucha gente que se aprovecha del trabajo de los demás y, para colmo, le concede poco valor. Son los explotadores y los que están en connivencia con los que tienen el dinero. Pero no es esa la cuestión. Los habitantes de Nazaret no le despreciaron por ser un obrero de la construcción, sino porque no admitían que la liberación definitiva viniera a través de un albañil de aldea que, además de oler a humanidad, estaba excluido del Reino de Dios por su condición de bastardo. El mensaje es obvio: quien no acepta su humanidad tal cual es, rechaza su proyecto.
No hay que tener miedo a entender el evangelio como es. Su grandeza está precisamente ahí. Al Galileo nos lo han pintado con cejas depiladas, rímel en las pestañas, pintura en los labios, colorete en las mejillas y manos delicadas tratadas con manicura. Como mujer que sabe distinguir los higos de las brevas intuyo que los tenía, con perdón, como el toro de Osborne. Bien es cierto que eso se ve cuando se lee el evangelio sin prejuicios. Entonces es cuando de verdad impresiona el Galileo. En cambio, cuando su mensaje se utiliza para defender una estructura de poder…, pues…, pasa… lo que pasa.
Saludos cordiales
Lali
Manuel V., no tartaba de desmentirlo, ojalá se pudiese desmentir, trataba de descalificarlo por improcedente.
Como sabéis he estado fuera unos días y me resulta imposible leer todo lo atrasado, pero me he dado cuenta que el tema de este hilo es sobre el sacerdocio tal cual lo conocemos y voy a exponer mi humilde reflexión al respecto.
Lo sacerdotes en todas la religiones y en todos los tiempos y culturas han ocupado un lugar preponderante en sociedades muy influenciadas por la religión.
En el mundo occidental, en el momento actual y en la Iglesia católica, parece que los sacerdotes a nivel social y para la gente que acude a los templos, tiene bastante influencia ideológica ante un público acrítico, un público como el que dice Sándor Márai en boca de unos de los personajes de una de sus novelas “esos curas que pontifican para tontos”. Unos sacerdotes que adoctrinan e ideologizan (vale, siempre hay excepciones, y que me perdonen las excepciones) a través de sus homilías, unos sacerdotes poco cultos (el otro día escuché en una misa que un feto, él dijo un niño, de dos meses y medio, habían conseguido sacarlo adelante. La noticia era de 25 semanas, pero a él le dio igual), que leen muy poco, que viven de la teología del seminario de su época, mucha preconciliar, que repiten como papagayos lo de toda la vida, que obedecen a ciegas a su obispo, que hablan de política de forma partidista en los púlpitos, que tienen auténtico pánico a la heterodoxia “natural” de una persona adulta con criterios propios, unos curas que, como dice J. Cejudo, sirven para administrar sacramentos sociales, como elementos decorativos en las procesiones. Esos son la mayoría de curas actuales. Vuelvo a pedir perdón para los curas que son la excepción, no quiero ofender a nadie.
Por otra parte, la mayoría son viejos, a los jóvenes no les atrae demasiado el sacerdocio y los que acceden a él son auténticos fanáticos del conservadurismo.
El tema del celibato y la pederastia, está en primer plano y el celibato tampoco tiene mucho atractivo para los jóvenes.
De la mujer no quieren saber nada, y las mujeres tampoco deberíamos querer saber nada de este tipo de sacerdocio. Aunque soy partidaria del derecho a la igualdad de oportunidades para quien quiera ser sacerdotisa, allá ella.
En una sociedad democrática, en un seguimiento de la comunidad que estaba con Jesús de Nazaret, parece que habría que buscar otro tipo de estructura en las comunidades eclesiales.
La conclusión es que, el sacerdocio tal como está ahora tiene poco o ningún futuro. Pero “dejad a los ciegos que guíen a los ciegos”
Ana Rodrigo:
Su razonamiento, con el que estoy en casi todo de acuerdo, no desmiente la afirmacion del cardenal sobre el celibato, que es de loq ue se hablaba.
Manuel V, al cardenal Schönborn y sus palabras “Si el celibato fuera la causa de los abusos sexuales no existirían casos de abusos donde no hay celibato”, le diría que los sacerdotes célibes tienen como misión dar ejemplo puesto que son los que en público y en privado predican sobre los pecados sexuales y otros pecados, y ellos no sólo pecan sino que delinquen. Mientras que los otros pederastas no clérigos no se han comprometido con una institución que tiene como misión ser ejemplo de buena conducta. Todos los pederastas son delincuentes, vale, pero unos tienen mayor responsabilidad moral que otros. Y como ya he escrito en otro post, los superiores que ocultaron y desplazaron el problema a otros lugares y víctimas, son cómplices del delito, y creo que los cómplices deberían tener alguna sanción moral y legal, en vez de gimotear por los rincones con sus lamentos. Que sean juzgados por haber ocultado el delito y por haber expandido el problema a otras víctimas y, por supuesto, que se retiren de sus cargos públicos y dejen de dar sermones sobre todo aquello que ellos hicieron u omitieron.
Aunque fuese el viernes mil Felicidades a Tod*s y cada un*s de las personas que Celebrarón su honomástica, de todo corazón.
Esoty un poco liada con el cambio de trabajo de la guarde a la residencia de mayores de mi pueblo y la turnicidad.
Haber si ya me ubico, y puedo mirar con detenimiento cada uno de los post y los comentarios que de una ojeada he visto que hay y lo myy jugosos por ciertos.
Un abrazo
Bueno, como aqui se pregunta por la pequeña carpinteria del padre putativo de Jesus. Creo que esta claro, lo que ha ocurrido, al final se ha convertido en una gran multinacional, con estado patriarcal y machista, unico en el mundo entero. Fijate, poseen un estado, donde ahora el jefe de estado, es un presunto ocultador de pederastia, que si de otro estado con menos poder se tratara, lo sentarian en el banquillo, por si fuera poco va de victima, queriendo dar pena, cuando las victimas, son los pobres y las pobres chiquillas, que sufrieron, los abusos, no, solo sexuales, si no de poder y poder espiritual, lo mas deleznable que puede haber;asi que fijate han convertido la carpinteria en una institucion, con banco y todo ( no, cualquier banco, no, el ambrosiano), como tal institucion, ya savemos no, nos vale, para ver las huellas, de aquella humilde carpinteria, donde Jesus como muchacho revelde se educo, no nos vale porque la han convertido en cueva de ladrones.Asi que mirar para ella, nos puede convertir en estatuas de sal, estariamos hechando vino nuevo en odres viejos, remiendos nuevos en tela vieja. Hemos de cojer cominos nuevos, para ir a donde no, savemos,pero si, savemos que queremos seguir al hijo del carpintero y de la Maria del pueblo, los dos de dudosa moralidad. ¿que tienen que ver estos hombres poderosos y solterones, con esta atipica familia, donde el hijo es dios, el padre no, es el padre y la madre es virgen.?.
Por supuesto,yo soy apostata clerical.
PAZ Y BIEN Y BUENA SEMANA.
Manuel V. :
Gracias por tan excelente información. Ya les diré a mis hijos que se bauticen de una puta vez y así pueden solicitar las ventajas de pertenecer a la casa real. Incluso la paga del Rey… ( seguro que se la deniegan, pero bueno, por intentarlo.)
—–
Curioso lo de p.p. Blanco ( felicidades, tocayo)
“”El real, Bustamante, que en tres meses pasó del andamio al estrellato televisivo; de repente me he acordado de él.””
Te cuento: Bustamante es de San Vicente de la Barquera. ( pueblo cántabro no lejano a mio) y en Cantabria todo trasciende, puesto que somos pocos habitantes y somos muy pueblerinos.
El tal ” cantante” surgió por necesidad. En el Instituto no había profesor-a que pudiese hacer vida del muchachito Se le llamó a los papis para ver qué se podía hacer al respecto.
El padre ( constructor y con el riñón bien cubierto) lo intentó del mejor modo posible:
— ¿ No quieres estudiar? Bueno pues a la obra.
Y ahí tenemos los comienzos del ” cantante” que se pasaba el día cantando por la obra, ante al desesperación de los albañiles, quienes tampoco pudieron hacer carrera con el ruiseñor y le pasaron la patata caliente a sus padre:
— Sácalo de aquí y lo aguantas tú- le dijeron- No hay dios que le haga trabajar. ( el muchachito llevaba muy bien éso de ser el hijo del jefe.)
La desesperación aconsejó INVERTIR un montón de pasta en propaganda y en tráfico de influencias y… ahí tenemos al muchachito destrozando tan bello arte como es la verdadera MUSICA.
Y éso es todo, amigos….
Corección a las afirmaciones de Juan Cejudo sobre el celibato y lo declarado por el Cardenal Schönborn:
“Si el celibato fuera la causa de los abusos sexuales no existirían casos de abusos donde no hay celibato”, respondía el cardenal a la pregunta de un periodista sobre la cuestión del celibato. Desmintió de nuevo los relatos mediáticos según los cuales él mismo habría puesto en duda el celibato. En su comentario para la revista “Thema Kirche” se refería sobretodo a la formación presbiteral, insistió Schönborn.
El problema de los abusos está estrechamente unido a la madurez personal de las personas, según Schönborn. “La integridad y el trato con la sexualidad pertenecen a la madurez personal de cada persona – independientemente de su estado de vida” subrayaba el cardenal. La Iglesia debe preguntarse en cualquier caso, si se aborda suficientemente la integridad sexual para (considerar) la madurez personal en los seminarios. Ya en los últimos años se ha tomado mucho en consideración de forma consciente, pero “quizás los casos de abusos nos muestran que se tiene que hacer aún mejor”. La meta de la formación presbiteral es la elección libre del celibato* y la estimulación de la madurez humana necesaria, según el cardenal.
(* En alemán “eine freie Entscheidung zum Zölibat” tiene un sentido unívoco que se refiere a una decisión libre de estado, no a una elección entre celibato o vida conyugal dentro el sacerdocio, por si la traducción en castellano pudiera dar a algún equívoco.)
También se puede leer la declaración de los obispos de Austria al respecto (está en inglés):
http://www.vatican.va/resources/resources_german-bishops-2010_en.html
O leer el original en alemán:
http://www.themakirche.at/
Lali:
¿Y quien le dice que fu Lucas el que “silenció” y que Mateo lo”apañó? Quizá Marcos quiso exaltar, en contra de lo habitual de la época, a la madre ¿no es posible?
Por otro lado siento reconducir su exposición: Un el trabajo de un “tekton” en esos tiempos y en esa sociedad no era, como dice usted, llevado a cabo “entre miradas huidizas y soportando el desprecio de la gente de la aldea hacia él y su familia”, no es cierto en absoluto. Todo lo contrario, un tekton (artesano) estaba bastante bien considerado. Dos citas:
– Para los judíos de la época bíblica, y para los que, en nuestros días, son fieles a su tradición, el trabajo manual es sagrado. En primer lugar porque todo trabajo lo es: “Aquel que gana su vida con su trabajo es más grande que el que se encierra ociosamente en su piedad”, dicen los rabinos.
– Y precisan más: ‘El artesano en su trabajo no tiene necesidad de levantarse ante el más grande doctor’. Incluso los rabinos o los sacerdotes, deben ejercer un oficio además de su ministerio: ‘Procúrate un oficio al lado del estudio’ dice el comentario rabínico del Eclesiastés; y el Talmud confirma que, jerárquicamente, el trabajo es superior a la práctica religiosa misma: ‘Más grande es aquel que se hace útil por el trabajo, que aquel que conoce a Dios‘. El trabajo de que se trata no es un trabajo intelectual abstracto: ‘El más bello trabajo es el trabajo de la tierra, aunque sea mucho menos ganancioso -declara aún el Talmud, debe ser preferido a cualquier otro. Los doctores de Israel, anteriores a Jesús, o contemporáneos a su vida, lo mismo que sus sucesores, han aplicado estas ordenanzas. Hillel fue leñador, el Rabí Yehudí panadero, el Rabí Yohanan zapatero, hasta Saúl de Tarso, apóstol del cristianismo, que será fabricante de tiendas (Hechos de los Apóstoles, XVIII, 3). No es suficiente ejercer un oficio, es necesario transmitirle (sic) a sus hijos. El Talmud, aún aquí, se muestra formal: ‘Del mismo modo que se está obligado a alimentar a sus hijos, se está obligado a enseñarles una profesión manual“. Y yendo más lejos y más fuerte: ‘Quien no enseña una profesión manual a su hijo -dice, es como si hiciese de él un bandido’ “(7). José debió tomar a Jesús como aprendiz desde muy pequeño.
(ya le comentaba a Pepe ¿explotación de menores?)
Por el Bautismo, todo cristiano (hombre o mujer) es sacerdote, profeta y rey.
Me encanta negar las estadísticas, ¡fue socializada!, como demuestran las mismas. 🙂 de la época. No pudo ser utilizada de forma diferente, si no, ¿de qué modo?
El quilo de cruces, depende de la cotización del momento.
Hola!
En torno a lo planteado por Lali (no lo del”oficio”, que también interesa, y mucho para comprender la vida de ese muchacho, Jesús) copio partecitas del Curso: OTRO CRISTIANISMO ES POSIBLE – Rogers Lenaers Capítulo 14 en sus parágrafos 4) y 5):
Antes de ello quisiera expresar la opinión de que
* a lo que Lali parece ir es hacia una cosa mucho más radical y –precisamente por ello-, mucho más simple en todas estas cuestiones.
* Mi apreciación se basa en que cuando Lali inicia su comentario descarta la condición de “teóloga” que le otorgara Pepe Sala, y dice: -“sin necesidad de teología, que casi no hablo de Dios, sino del evangelio”-
············
Vayamos a Lenaers (éste ¡sí! “teólogo”):
4. La ordenación sacerdotal
– “No se puede pensar que un hombre (no una mujer) pueda ser transformado en una suerte de mago gracias a una intervención venida desde otro mundo. En cambio sí que un hombre, pero también una mujer, pueda ser colocado ritual y significativamente como presidente de la asamblea, y esto por obra de la comunidad que es el cuerpo concreto de Cristo y la vid viviente. Pues una comunidad cristiana viviente produce, como cualquier otro organismo, los órganos que necesita para funcionar bien. Pero el rol de este presidente es muy particular.
Al revés de lo que sucede en las organizaciones humanas, el presidente de esta comunidad no debe entenderse y comportarse como un maestro; él es servidor de todos y su derecho a tomar decisiones lo debe totalmente a su participación en el rol de dirección que el espíritu de Jesús tiene en la comunidad, lo que lo determina y restringe a la vez. Es bueno que la Iglesia desarrolle un rito para la instalación de tal presidente de la comunidad, un rito capaz de visibilizar esta participación. Y aquí nuevamente es apropiada la imposición de manos, sea por toda la comunidad o por su representante.”-
5. Sacerdocio de los fieles y ordenación de mujeres
– “Desde hace algún tiempo tratan los laicos de llegar a una cierta autonomía en la Iglesia, para lo cual hablan del así llamado sacerdocio de los creyentes.
Toda la discusión sobre la consagración sacerdotal de la mujer se va al canasto de la basura.
Mientras en varios otros puntos se toma distancia, y con todo derecho, de una Iglesia que se ha vuelto clerical, al expresar este deseo se está todavía enredado, sin advertirlo, en la gran telaraña de la Iglesia clerical.
Esta contradicción resulta de una falta de visión. Se está claramente consciente de la necesidad urgente de que la mujer se libere de su minoría de edad en la Iglesia, pero no se cuestiona la praxis heterónoma de la consagración misma.
No se ha entendido que esta minoría de edad se mantiene vigente debido a la aceptación inconsciente del axioma de un otro mundo, porque este supuesto es el que hace necesaria una consagración, con el fin de que alguien sea capaz de mediar entre los dos mundos, y es este supuesto también el que reconoce sólo a la jerarquía masculina el poder de reservar esta consagración exclusivamente para los hombres. Por ello, el sacerdocio como mediación entre cielo y tierra, y la consagración necesaria para ella son conceptos que sólo tienen sentido en una manera heterónoma de pensar.
Esto vale tanto para la ordenación de una mujer como para la de un hombre. Las comunidades cristianas necesitan presidentes no tanto consagrados, cuanto inspirados y creyentes -sean éstos hombres o mujeres-, que se sientan llamados a mantener viva la fe en Dios y en Jesucristo. Y nadie duda que hombres y mujeres casados pueden ser excelentes anunciadores o anunciadoras, y presidentes o presidentas. Desde un punto de vista teónomo es más que lamentable la tozudez con la que Roma mantiene el celibato obligatorio para los sacerdotes.”-
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¡Vamos todavía! – Oscar.
Caray, esto sí que ha sido una revelación (el comentario de Lali). Me pregunto, ¿habrá algo en los evangelios sobre lo cual no se hayan producido distorsiones, deformaciones, interpretaciones? Qué listos los curas cuando durante muchos siglos prohibieron que la Biblia fuera traducida a las lenguas habladas (y, por tanto, entendidas).
En fin, que Jesús era lo que hoy llamaríamos un contratista, o algo así. ¡Caray, qué peligro! (Los contratistas de la Palestina del año 20, ¿serían como los de hoy? ¿Tendrían la fama que tienen hoy? ¿Por qué se pasaría Jesús de las obras a la predicación de un cierto Reino?)
Inevitable recordar en este trance a dos personajes, uno real y otro ficticio. El real, Bustamante, que en tres meses pasó del andamio al estrellato televisivo; de repente me he acordado de él. El ficticio, es mucho más sugerente, y tal vez venga más al caso. En uno de los capítulos de la serie televisiva “Mujeres desesperadas”, se cuenta la historia del “chapuzas” del barrio residencial donde está ubicada la historia. Es un personaje que recuerda bastante al que describe Lali identificado como Jesús, más o menos. El caso es que, además de hacer sus trabajillos, siempre tiene la palabra adecuada para ayudar a cada persona en los peores momentos, así como de pasada y como quien no quiere la cosa, entre clavo y clavo, entre martillazo y martillazo. Cuando muere, todo el pueblo va a su funeral que, sin duda, es el más entrañable de todos cuantos salen en la serie…
p.p. Sala (así, con minúsculas y con puntos, creo que era como aparecía nuestro nombre en el calendario zaragozano), si San José levantara la cabeza, alucinaría. En una carpintería, hoy todo son ordenadores, programas informáticos y máquinas digitalizadas. Los lasures (“barnices” de última generación) han sustituido a las ceras y a las lacas y los conglomerados a los maderos de toda la vida.
Hoy, la cruz se haría con madera laminada y fenolizada, convenientemente resistente a los hongos y a la humedad, a las lágrimas y a la sangre.
Como veo que nadie responde seriamente al tema de la carpintería planteado por nuestro amigo Pepe y, sin necesidad de teología, que casi no hablo de Dios, sino del evangelio y, lo reconozco, copiando lo mejor que puedo, ahí va:
En el relato de la sinagoga de Nazaret de Mc 6,3 podemos leer, entre otras, las siguientes palabras: “¿No es éste el carpintero, el hijo de María…?”. La palabra traducida a nuestra lengua por “carpintero” es tekton, palabra derivada de un verbo que significa construir, y que sirve para denominar diferentes oficios relacionados con la construcción: herrero, cantero, escultor, obrero en general. De ese término (tekton) procede en nuestro idioma el término arquitecto. Por resumir y no entrar en otros detalles, al llamarle tekton, los que más supieron de su actividad en la aldea le reconocían como el que hacía arreglos de diversa índole por las casas y los campos de la aldea y alrededores.
Además de tenerle por poca cosa para sus pretensiones, luego de llamarle tekton agregan ¿…el hijo de María…? Ésas eran ya palabras mayores. Nunca se usaba la expresión “el hijo de” seguido del nombre de la madre, ni siquiera en el caso de que el padre del aludido hubiera muerto. Llamar a alguien de ese modo significaba decir de él que no tenía un padre conocido, es decir, que era un bastardo. Como el insulto se las traía, Mateo hizo un apaño escribiendo en ese mismo lugar: “¿No es este el hijo del carpintero? ¡Si su madre es María…!” (Mt 13,55). Lucas optó por un remedio más expeditivo y cortó por lo sano llevándose por delante el asunto del tekton: “Pero, ¿no es éste el hijo de José?” (Lc 4,22)
Ahí se acaba el tema del oficio en los evangelios. La tradición, la literatura barata y la imaginería de artistas se han encargado de hacer creer que Jesús se dedicaba algo así como al bricolage, cuando en realidad fue un obrero de manos ásperas que se partió en pecho haciendo arreglos de construcción. De eso sabía un rato y en el texto quedan huellas de su experiencia cuando habla de cimientos, de casas, de puertas bien atrancadas, de tejados rotos… Y no sólo tuvo una dura actividad manual, sino que la llevó a cabo entre miradas huidizas y soportando el desprecio de la gente de la aldea hacia él y su familia, lo que, seguramente, le llevaría a reflexionar mucho en la soledad de sus largas jornadas de trabajo. Un bastardo era lo último, un ser sin posibilidad de rehabilitación, un personaje tenido por impuro cuya mancha alcanzaba a su descendencia hasta la décima generación (Dt 23, 3). Así que poca carpintería, muchas dificultades y una vida de marginación que le relegó socialmente en un pueblo que ni siquiera venía en los mapas. ¿Quién iba a casarse con un bastardo?
Me surgen preguntas: ¿Por qué se silencian estas cosas? ¿A qué se debe ese miedo al ser humano? ¿A quiénes interesa esconder que la liberación procede de lo más bajo? ¿Qué beneficios produce prolongar el sagrado engaño? ¿No estaremos renunciando al proyecto que nos hace humanos pensando, como los vecinos de Nazaret, que Dios nunca lo respaldaría por venir de un tekton de dudosa procedencia?
Imagino, amigo Pepe, que algún trabajo de fontanería haría también el amigo tekton, Jesús. Por cierto, el otro día, en tu honor y con tu permiso, le puse nombre a la parábola llamada tradicionalmente “del hijo pródigo” en un artículo de Atrio titulado: ¿Que está pasando?
Saludos.
Lali
No está muy claro, Manuel, si fue ” socializada” o se utilizó de forma diferente.
La estadística ( y que nadie ose negar las estadísticas) indican que no fue precisamente ” socializada”. Un pequeño ejemplo:
http://peregrinos-robertoyruth.blogspot.com/2007/07/la-cruz-ms-grande-del-mundo.html
¿ a cuanto suesta el kilo de cruces?… depende. Pues deme usted una con mucho ” pende”.
Y no pongo la famosa cruz de Curavacas, ni la de Santo Toribio de Liébana, ni…….. Vaya, vaya, con los ” socialistas de la cruz”.
Pues éso. ( de nuevo de acuerdo con Lali, que ha pasado a ser mi teóloga de referencia.)
Algo no encaja.
Jesús nunca utilizó la palabra sacerdote para referirse a alguno de los suyos. Cuando en los evangelios aparece esa palabra siempre se aplica a personas pertenecientes a la religión judía, jamás a los seguidores de Jesús.
Resulta obvio que la estructura religiosa tiene un problema de escasez de sacerdotes. Parece igualmente claro que si admitiera sacerdotes casados o a mujeres sacerdotes mejoraría su situación. Pero, ¿para qué necesita sacerdotes un colectivo de adheridos al proyecto de Jesús? ¿Dónde se dice en el evangelio que el grupo de sus amigos necesite de sacerdotes? ¿No estaremos desviando la mirada del verdadero problema?
Saludos
Lali
La carpintería de José, por lo que tengo entendido, fué “socializada”. Dado que era un pequeño burgués y explotador de menores (hacía trabajar a su hijo),´Llegaron los enemigos de los Romano(f)s y se la quitaron para poder socializar el negocio de las cruces. Los enemigos de los Romano(f)s no tuvieron problema en hacerlo y vender su producción al mejor pagador, por el bien del pueblo.
Pepe Sala, diz, respecto a tu preocupación sobre La Carpintería, según filtraciones de algún pirado de los que controlaban lo de las cruces, que el de Cirene, por aquello de la globalización del crimen justificado, que ya entonces funcionaba como clandestino negocio, debía estar implicado y, por eso, le hicieron chantaje de arrimar sus hombros a los del Nazareno, a causa de daños colaterales y beneficios incontrolados.
Por ahí podrías buscar pistas hasta ver, si los traspasos llegaron hasta lo del Rifle Americano o los Mercados, Blancos o Negros, de Armas del presente.
No lo tienes fácil, pero ya sabes, colaboradores para ello, no te será difícil encontrarlos, si husmeas ciertos indicios en papeles emborronados por teclados bien, o no tanto, untados.
Un abrazote para tí y para todo Pepe o Pepa, de los que tan poco se sabe de lo mucho que hicieron o hacen en carpinterías que han quedado domésticas, y que siguieron y siguen con la fama que Nazaret otorga.
Agradecido por lo que me toca, mi querida Ana.
Respecto al tema del hilo. veo que cada cual busca lo más propio de sus intereses particulares. Anda… pues yo también buscaré lo que más me interesa sobre el asunto. Y digo:
¿ Qué pasó con la carpintería de José el carpintero?
He buscado información ” fehaciente” y no encuentro nada al respecto. Sé que el hijo mayor no siguió la tradicción paterna, algunos de los demás hijos tampoco estaban por la labor. Jacobo se metió escritor de cartas y le hicieron Obispo de Jerusalem. Judas también hizo sus pinitos en la escritura, pero con menos éxito, segun parece. De los otros hermanos y hermanas de Jesús he perdido la pista.
Pero lo que me interesa es la carpintería. En aquellos tiempos no se hacían los ERES… ¿ Quizás se hizo un traspaso a la familia de Lázaro, primos carnales y supuestamente tendría ganas de currar cuando salió de su ” resurrección”?
Conozco, por la ” santa Tradicción” que José llevaba muy bien el negocio. De ahí la famosa canción que ha trascendido hasta nuestras Navidades actuales:
” San José era carpintero
y vendía la viruta
y el dinero que sacaba
se lo gastaba en puNtas”
Estribillo: ” ande, ande, ande; la marimorena, etc”.
Nada, que no he encontrado nada sobre la carpintería del ” pater putativus” ( PP) y con la crisis que nos ataca, bueno sería poner en marcha estos pequeños negocietes. ¿ Alguien se anima?
En cualquier caso, agradecería a cualquier teólogo, historiador, exégeta o tradiccionalista ( por favor que no sea de la jons) la información que me pueda aportar sobre lo que tengo gran interés: LA CARPINTERIA.
Agradecido de antemano les saludo atentamente en el día de mi honomástica ” pepera”…
Muchas felicidades a los Pepes, Pepitas, Josés y Josefinas.
Y un abrazo fuerte de Ana
Cuando de atender a las verdaderas necesidades de los más pequeños, hay que ver los rodeos reflexivos que se dan con tal de no apearse de as complicaciones entre las que ellos pueden ser ninguneados, manipulados y justificadamente desatendidos.
El Poder es avispado en establecer criteriología y urdimbres estructurales para salirse con sus intereses bien asegurados por complacencia cómplice de los pequeños, si puede fácilmente lograrla, o por la fuerza de miedos y violencias.
Ha tiempo que se proclama en la Iglesia el criterio de Jesús expuesto a la Samaritana sobre el NI AQUÍ, NI EN JERUSALEN, pues lo que EL PADRE QUIERE DESDE YA, es ADORACIÓN AUTÉNTICA EN ESPÍRITU Y VERDAD.
Es la necesidad indispensable del CAMBIO DE MENTALIDAD como posibilidad de iniciar EL REINO; el que no valen odres viejos, ni hay que gastar el paño nuevo para el VINO NUEVO de su proyecto definitivo para la Humanidad, ni entretenerse remendando lo viejo de las Religiones; el que la expresión NUEVA de la VOLUNTAD DIVINA se concreta en la NOVEDAD del AMOR FRATERNO UNIVERSAL; el que los ritos relacionales con el DIOS escondido son los de servicio a los hermanos, como deja claro la narración del evangelio de Juan del LAVATORIO DE PIES y clarificación del AMOR, silenciando lo del Cuerpo y Sangre Memorial, como alimento de vida, ya aclarado en el C. VI.; y por fin lo de sentar SUPREMA y DEFINITIVA JURISPRUDENCIA sobre el CONSIDERARSE ÉL (Enviado por el PADRE por la acción del ESPÍRITU) TRATADO como sea tratado el MÁS PEQUEÑO de sus HERMANOS HUMANOS.
Puede que sea difícil remover las ostentosas y artísticas piedras sagradas de las Catedrales y sus más o menos ostentosas sucursales con lo que ello conlleva de estructura de poder, pero lo cierto es que se nos está mostrando el camino por el que se actualizará la amenaza sobre el Templo de Jerusalén, de no soportarse las piedras, unas sobre otras, a nuestros templos, por la incoherencia que conllevan con lo que el Padre quería ya desde aquella hora, del coloquio con la Samaritana.
La COMUNIDAD DE JESÚS no soporta el que las PIEDRAS VIVAS se ordenen y estructuren unas SOBRE las otras (A nadie tengáis por, ni llaméis, PADRE sobre la tierra).
Los HERMANOS PEQUEÑOS, creyentes o aún no, merecen, necesitan y esperan la BUENA NUEVA de poder VIVIR la VIDA HUMANA con plenitud.
Jesús se empeñó en llevar a cabo esta misión, asumiendo que la Religión lo condenara por blasfemo y el Poder civil como rebelde traidor. Pero RESUCITÓ.
¡Paz a todos!.
Sería, como se ha apuntado más arriba, bueno que el día 19 fuera motivo de una profunda reflexión sobre varios aspectos relacionados entre sí: vocaciones sacerdotales, vocaciones laicales y eclesiales -en definitiva-, ministerios, estructuras eclesiales… Un pequeño repaso, en resumen, de lo que se llama eclesiología.
Y digo, sería bueno, porque eso supondría salir de nuestros centrismos (eurocentrismo, androcentrismo, eclesiocentrismo, etc) y ponernos a mirar desde el otro lado del espejo. Hoy, pienso que es muy difícil, dada las circunstancias eclesiales que acaecen -en tiempos de crisis, involución- ¿hay que esperar otro momento?… ¡puede ser!…
El problema radica, pienso yo, nuevamente en saber desde dónde queremos hablar y desde dónde debemos escuchar. Ni somos la Verdad, ni somos, quizás, el único Camino… entonces deberíamos cambiar de paradigma y entender que hay más formas de seguir a Dios, Presencia o Sabiduría -como queramos llamarlo- y relativizaríamos estas presencias absolutas, para entender la maravilla de ser simplemente mediación.
Quizás, en este sentido, entenderíamos nuevas formas de entender la vocación, sea cuál sea, y comprenderíamos mejor que ministerio está más relacionado con el concepto servicio que con el concepto autoridad.
Saludos a todos,
Juan, recuerdo haber escrito algo contigo, que decia algo asì, (cito de memoria), ¿no deberíamos preguntarnos si la falta tan pronunciada de vocaciones no es un signo del Espíritu Santo?, no deberíamos preguntarnos si esto es así ¿Que nos esta queriendo decir el Espíritu Santo? (la cita no es obviamente textual, la vejez ya sabes) Es tiempo de que la comunidad universal de los discipulos del Señor se haga esta pregunta, no proponiendo la supreción de la Jerarquia (cosa que nos expetan injustamente), sino para preguntarnos algo màs hondo y necesitado de Metanoia…y es Que Iglesia quiere el Señor, cara a la segunda decada del III milenio…Gabriel
¿Y si lo que se ha venido en considerar y llamar asistencia activa del Espíritu en la Iglesia, sobre todo respecto al Jerarquismo y clericalismo, solo hubiera sido una asistencia de carácter pasivo reducido casi totalmente a tolerancia?
La Historia aporta hechos demasiado evidentes cuya autoría, o complicidad con ella no pueden ser endosados al Espíritu Santo.
Aquel subterfugio de la Iglesia Suple, para mantener incontestable la acción del Espíritu, también puede ser considerado, sin que se hunda el cielo, como una tolerancia divina, para nosotros difícil de entender y probar.
Porque lo que si es coherente con la promesa hecha por Jesús sobre la venida y asistencia del Espíritu, es que quede acreditado cuanto Él hizo y enseñó; pues hacer lo distinto o aún contrario, no se le puede atribuir al Espíritu, ni admitiendo: Que sopla donde y como quiere.
El que la ASAMBLEA, COMUNIDAD o IGLESIA, allí donde es animada por la fe, haya sido ninguneada, considerándola incapacitada de ejercer, por sus miembros, cualquier carisma de los que aseguran su pleno funcionamiento vital, es algo que no puede atribuírsele al Espíritu de Jesús, sino es como tolerancia y compensando a su manera esa deficiencia anómala.
El exceso de restricción al “-Haced Esto, cuantas veces lo hiciereis, en recuerdo vivo y actual (Memorial, Misa, Eucaristía) de mi, explicitado por Jesús para sus discípulos constituidos en grupo, comunidad, o asamblea (Iglesia), ha llegado a situaciones de desequilibrio y carencia insostenible.
Aquí se cumple aquello de que: El que mucho abarca poco aprieta y querer probar demasiado, resulta no probar nada.
La COMUNIDAD (Cristo Cabeza y Cuerpo) subordinada férreamente a normas y condicionamientos que no pueden traducirse en servicios necesarios y reales(Celebración del Memorial y de los signos sacramentales), no puede ser considerado como querido y respaldado, ni por Jesús, ni por su Espíritu.
Es por ello que estamos impelidos por los llamados signos de los tiempos, y está vez más, por la efectividad de la carencia, para que el Jerarquismo y clericalismo se cuelguen el cartel de “Liquidación por derribo”.
El uso contumaz de pellejos viejos (formas religiosas superadas por Jesús) para contener su Nuevo Vino de Fraternidad, ha ido acumulando derrame inútil cosecha tras cosecha, desde hace muchas centenas.
La falta de las llamadas vocaciones para seguir manteniendo el por qué y para que de los Seminarios y algunas Universidades, crece en convergencia con la toma de conciencia de las gentes de fe a sentirse Miembros de pleno derecho en la constitución del Cuerpo o COMUNIDAD DE VIDA de y con Jesús, que puso límite de mínimo así: “Donde DOS, o más se reúnan en mi Nombre, allí estaré Yo en medio de ellos.”
En el espejo del hogar de José se pueden mirar todos los hogares cristianos como auténticos y eficaces seminarios para que cualquiera de sus miembros, con la aquiescencia de la Comunidad, familiar, local, regional o universal, pueda, si en el contemplan cualquier carisma, confirmárselo para servicio del buen proceso vital de la Comunidad.
Quienes actualizan a Jesús en tiempos y lugares, son los SUYOS reconocidos porque AMAN, y no tanto porque SABEN o ENTIENDEN, o porque se creen impregnados de cualquier sacralidad.
Hay que creerse de verdad aquello de: CONMIGO hacéis, o no, lo que con uno cualquiera de estos mis más pequeños HERMANOS
Está bien hacerse preguntas como la de Pere Barceló ¿Por qué hemos desfigurado de esta forma a Jesús?
Me respondo que probablemente porque lo han divinizado: así es como lo han desfigurado.
Lo han idealizado para dar poder a la Institución (el Papa representante de Dios en la Tierra, qué atrocidad).
El emperador pagano Constatino, el que convocaba el concilio en lugar del Papa (que aún no tenia el poder suficiente), necesitaba un Jesús Dios en su religión oficial de su Imperio romano.
Por razón de ese poder mataban a los que no creían que Jesús fuera Dios. Esas matanzas de herejes, el terror consiguiente, y el poder que corrompe aumentando en los Papas durante siglos, es lo que ha seguido desfigurando a Jesús, a manos de los que se pretenden infalibles y exigen obediencia a la cadena de mando hacia abajo de la pirámide que se han inventado.
Yo no necesito al Jesús Dios (ni al Dios Jesús) En lo que se refiere a Dios, me basta con Dios.
En lo que se refiere a Jesús, necesito a la persona humana Jesús, que es en la que creo, la que fue verdad, el Jesús histórico que, admitido que existió históricamente, es el Jesús de verdad, la persona humana que llamaban Jesús de Nazaret, el hombre Jesús (el Jesús Dios es sólo una creencia de algunos, no una verdad histórica).
Estamos aquí (Dios no hizo, o como lo exprese cada persona) para ser personas humanas, no para ser Dioses. Cuando resucitemos, como creemos los cristianos (al menos) que hizo Jesús, Dios dirá lo que sucederá, entonces estaremos en sus manos y entonces quizá seamos uno con Dios… en todo caso lo que Dios disponga.
Jesús es un buen modelo de persona humana de verdad, histórica como yo soy histórico, parte de la Historia. No digo que Jesús sea el único modelo, pero es un buen modelo para las personas humanas, al menos para mí, un tipo legal digno de mi admiración.
Y ya metidos en preguntas, me pregunto ¿por qué, como dice Juan Cejudo en el último párrafo del hilo, “habría que esperar a que un nuevo Papa, más joven, quizá del Tercer Mundo, diera, como hizo el Papa Bueno Juan XXIII, un gran cambio en las estructuras anquilosadas de esta nuestra vieja y desfasada Iglesia”?
Jesús no esperó, y no porque fuera Dios, sino por que era hombre; espero que no me salga nadie diciendo ‘es que jesús era Dios, y por eso no esperó a nadie’. ¿Por qué habría que esperar a que los que se han apoderado de la ICAR se les antoje cambiar algo?
El nuevo Papa será calco del actual, otro involucionista como Wojtyla, como Ratzinger, pues para eso han diseñado a los Cardenales sumisos y ultraconservadores como han sido ellos mismos para llegar a Papas.
Me temo que esperando a Godot no cambiará nada en la ICAR, salvo lo imprescindible para que nada cambie.
Me estoy preguntando ¿por què hemos desfigurado de esta forma la imagen de Jesús? Como si nos doliera que el personage fuera -además de Hijo de Dios – es HOMBRE. Vestir, alimentar, estar encarcelado, caído en un pozo de droga o de lo que sea, parado, inmigrante, enfermo, agonizante, soldado en guerra, obrero esclavizado, de raza ajena… es El, el Jesús Hombre . Lo hemos imaginado siempre en el Tabor, o en el alimento que llamamos Eucaristía, o en la espiritualidad trascendente y milagrosa.
Comparta o no la fe, la educación e inculturación igual o diferente a la nuestra, sea de la misma o distinta generación, sienta o disienta con nosotroslas diverss actitudes frente a la vida, sea hijo del París del 68, o haya entrado en caminos muy distintos a los nuestros y sea rebelde a la normativa social, como pasa con nuestros propios hijos, y sus puntos de vista sean totalmente divergentes…ese es Jeús, el Humano, el evangélico, y que nos va recordando,porque tuve hambre, estaba en la cárcel…Dejé la sotana, hace ya muchos años; nunca me sentí ni traidor, ni Judas… pero desde cualquier ángulo de mi ya larga vida, Jesús, el humano ha seguido acompañando mis pasos-
El problema está, como nos dice Juan C. que no les importa la comunidad… sino seguir con su status eclesial, y tenemos verdaderos expertos en esta carrera.
De allende los mares, nos muestran un mensaje alentador, vivido por las comunidades.
Pregunto: ¿Acaso vivir la liturgia de la palabra (como he visto y compartido) con tanta unción y entrega (en todos los sentido) “preocupación por los problemas que aquejan a la comunidad, atención a enfermos, visita a las mujeres jóvenes, que cargan muchos problemas sobre sus espaldas, atender a los niños abandonados, abusados… etc.
no da fuerza suficiente, para que esa liturgia, que es recordar lo que Jesús hizo, hacerlo en su memoria, viviéndolo con verdadero espíritu, y, que no se haga presente en ella?
No lo dudo ni un momento, menos “consagrar”, todo lo realizan… no igual, sino mejor…
Eligen las lecturas que necesitan en cada momento, buscan lo que les ayuda a seguir en le camino, comparten, dialogan; se expresa allí, lo que a cada cual le dice La Palabra, y salen animados y dispuestos para seguir caminando.
¿De verdad creemos, que no se celebra la verdadera Eucaristía? Creo que sí, que ya está haciéndose realidad el Mensaje de Jesús.
Espero que en todos los lugares del mundo, pase de igual manera… quizá esto sí sea, un principio, para una nueva manera de vivir en las comunidades, ese “rememorar” el momento cumbre de Amor y deseos de compartir que tuvo Jesús, en los peores momentos de su vida.
Algo de esto, tocamos en el curso de Lenaers… quizá va siendo hora, de hacer y celebrar con verdadero sentido, el recuerdo de Jesús en nuestras comunidades.
No creo, (al menos de momento) que el cambio venga de las altas esferas… ni de sus incondicionales seguidores, que más parece están volviendo, al siglo de las “casi” las cavernas…
mª pilar
Este comentario mío a propósito o al hilo de las breves reflexiones de César Rollán y Juan Cejudo con vistas al ya al inminente día de san José -mañana viernes 19 de marzo-, en su siglo el carpintero o artesano padre putativo de Jesús (de ahí, alparecer, lo de Pepe para los que se llaman José: contracción de “padre putativo”), podría titularse, si fuese propiamente un artículo, algo así como “El poder del celibato”. Pero no es un artículo, en su calidad de breve colaboración forística; así que veamos.
Por poder del celibato entiendo lo que sigue, que trataré de exponer de manera un tanto “gráfica”, esto es, con ejemplos tomados de mi propia experiencia personal. Según ésta, no abrigo dudas sobre que yo mismo he conocido a no pocos sacerdotes en activo, por ende, célibes, que desde luego no me han parecido ni siquiera excelentes como personas; me han parecido, más bien, soberbios, altamente hipócritas, acaso cínicos, autoritarios, con permanente doblez, con permanente vara de medir, acaso no propiamente pobres ni especialmente obedientes… Puedo asegurar -y aseguro- que muy a menudo ante los tales he llegado a experimentar que si no fuese por su celibato -en cuyo respectivo cumplimiento, obviamente, no voy a entrar aquí y ahora, por muy patentes razones-, casi que no creería ni que son sacerdotes católicos esos tales.
Ya sé que se me podrá replicar o echar en cara que estoy juzgando a otras personas. Pues bien, no me importa; lo que sucede, comoquiera que sea, es que no puedo evitar escribir lo que escribo. Y además ni puedo ni quiero porque creo estar seguro de conocer a otras personas que, aunque sacramentalmente ordenadas como ministros de la Iglesia universal, hoy día, no siendo célibes, no pueden ejercer el ministerio,´la cura de almas y demás atribuciones propias del sacerdocio ministerial. Y sin embargo, entre estos últimos me parece conocer a personas sí altamente estimables, a mi modo de ver más transparentadoras de los valores evangélicos que no pocos sacerdotes célibes que conozco.
De modo que la perplejidad resultante de tal situación es tan evidente como ya también tópica: ¿por qué el celibato se considera condición sine qua non para todos los aspirantes diocesanos al sacerdocio ordenado, si lo cierto es que el celibato por sí solo -de cuya grandeza espiritual no querría dudar, a la vez que tampoco de su muy frecuente incumplimiento en la Iglesia católica por parte de quienes están por estado obligados a vivirlo- no hace mejores a las personas?
Debe haber personas célibes maravillosamente santas; empero, insisto en que mi propia experiencia me parece indicar muy a las clares que también existen personas tan célibes como insoportablemente soberbias, altaneras, distantes, herméticas, mezquinas, hipócrias y cínicas. De manera que vuelve similar perplejidad: ¿por qué si es posible en la Iglesia católica ser sacerdote católico diocesano -obviamente, no incluyo a los religiosos sacerdotes, pues estos tienen un plus por los votos propios de su estado religioso- si se es célibe, aunque como persona se deje mucho que desear por causa de comportamientos hipócritas, soberbios, mezquinos, etcétera, en tanto si no estás dispuesto a ser célibe aunque hayas demostrado, en lo estrictamente personal, mayores niveles de generosidad, capacidad de entrega, compromiso solidario, nobleza, honestidad, transparencia, etcétera, no puedes aspirar a ser sacerdote ordenado?
El Magisterio mismo afirma que el celibato de los presbíteros no es consubstancial al sacramento del orden, pero sí que es un estado que, a imitación de la propia vida de Jesús de Nazareth, que fue pobre, obediente y célibe, ayuda a vivir con mayor capacidad de entrega el ministerio presbiteral u ordenado. Siendo así, nada que objetar, especialmente por lo que respecta a los muchos casos de célibes que en efecto han vivido generosamente su entrega y disponibilidad celibatarias. Sin embargo, ¿qué hacemos con los cientos, miles de casos de celibatos manifiestamente indignos, y como desequilibrados? Ante estos, que no son tan escasos como la propia institución eclesial pretende hacer creer, ¿no puede ser más testimoniante la vida de hombres casados, jóvenes y no jóvenes, elevados a la categoría de ministros ordenados?
Ciertamente de los anteriores cabría afirmar que no imitan a Jesús de Nazareth en la vivencia del celibato, pero puede que sí lo imiten en otros tantos aspectos o dimensiones de la inimitablemente rica personalidad del Rabí de Galilea: capacidad de ternura, de acogida, de compromiso solidario, etcétera. De manera que no termino de entender por qué es tan determinante el celibato, la verdad.
Postdata: Admito que puede que yo esté ofuscado o equivocado en mis planteamientos, solo Dios conoce por qué, pero reventaría si no dijera lo que sigue: incluso me parece conocer a más de cinco y más de diez sacerdotes católicos que, la verdad, desde un punto de vista meramente sociológico o laboralista uno diría que hacen muy poco durante el día: algunos tienen misas solamente los fines de semana, quedando con la semana restante prácticamente libre, sin la obligación de celebrar misa en ningún otro sitio, a pesar de la crisis de vocaciones y la falta de efectivos sacerdotales; de otros uno diría que, aparte de la media hora diaria de misa o poco más, el resto del día… Me consta que yo soy el que escribe tales impresiones, pero que no escasean las personas que lo piensan o sospechan igual.
¿Por anticlericalismo latente y mala fe? Todo es posible, aunque no lo creo.