El autor es catedrático de Cristología en la Facultad de Teología de Deusto, miembro del Consejo de Dirección de Iglesia Viva y miembro de Cristianismo y Justicia de Barcelona.
El martes salió publicada la noticia en los periódicos. La editorial PPC ha pedido a las librerías diocesanas y religiosas de España que devuelvan los ejemplares de la novena edición del libro “Jesús. Aproximación histórica», de José Antonio Pagola. Esta edición cuenta con la autorización, el beneplácito y el “nihil obstat” del obispo Juan María Uriarte, y ha permanecido durante más de una año en los almacenes de la editorial a la espera de un tiempo oportuno para llegar a las librerías.
Hace dos años, por estas mismas fechas, a propósito de este contencioso, inicié un artículo sobre la divinidad de Jesús –IGLESIA VIVA Nº 233– con las siguientes palabras:
«El tradicionalismo eclesiástico español vive en la impostura. Se siente autorizado para calificar de herejía todo pensamiento católico que se mueva fuera de sus coordenadas doctrinales. El colmo de la patraña es el último caso provocado por la reacción insolente e injustificada de algunos de sus miembros, supuestamente más instruidos en las ciencias sagradas. El motivo -o ¿la excusa, quizás?- lo han encontrado en una aproximación histórica a la figura de Jesús de Nazaret, realizada con honda pasión creyente, encomiable rigor científico e incomparable claridad pedagógica. Prejuicios de tipología diversa, y en gran medida vinculados a la deriva gnóstica de cristianismo, enturbian su mirada. Son incapaces de vislumbrar en “el Jesús de Pagola” -por usar la expresión descalificadora de alguno de sus críticos- una divinidad sin poder, una filiación sin privilegios, un señorío sin potestad, una gloria sin armiño, un magisterio sin dogmas, un sacerdocio sin culto y una autoridad sin imperativos categóricos. “La herida gnóstica” de su idea de Dios (J. B. Metz) intercepta inconscientemente el acceso de su precomprensión a la gloria de la carne de la Palabra que ha puesto su morada entre nosotros (cf. Jn 1, 14). Cuando hace casi un año en el Consejo de Dirección de Iglesia Viva programamos el presente número y meses más tarde se me asignó este artículo, no podía prever ni por lo más remoto lo que hoy está pasando. Conspicuos profesores españoles de teología confunden el Jesús histórico y el Cristo de la fe; y miembros de la jerarquía de la Iglesia atisban indicios de arrianismo allí donde es metafísicamente imposible que los haya. Lo primero es simplemente una necedad teológica que desacredita a sus autores; lo segundo, sin negar la buena voluntad de sus mentores, un proceder pastoral no conforme a la verdad del Evangelio (cf. Gal 2, 14), que confunde la fe de los sencillos».
Hoy me ratifico en lo escrito palabra por palabra, aunque entonces un buen amigo me reprochara cariñosamente el modo tan abrupto de iniciar el artículo. Es hora de abandonar los circunloquios y los lenguajes cifrados para hablar de lo que está pasando en la Iglesia. La insolencia del tradicionalismo es tal que ha llegado al extremo de desautorizar el “nihil obstat” del obispo Uriarte. ¿Quiénes lo han hecho? ¿Con qué autoridad? El atropello eclesiológico y jurídico es descomunal. La decisión tomada plantea un conflicto de comunión eclesial de la máxima envergadura, aunque los obispos españoles miren para otro lado
Actuaciones jerárquicas como éstas convierten la autoridad magisterial en un poder frío, ciego e inmisericorde, que hiere a las personas, confunde la fe y la esperanza de un número creciente de miembros de la Iglesia e impacta gravemente en la comunión eclesial. Dentro de cien años la jerarquía eclesiástica volverá a pedir perdón por las tropelías de sus hermanos de hoy, pero será demasiado tarde, aunque quizás -¿esta vez sí?- lo haga con propósito de la enmienda.
Son expertos en calibrar la paja en el ojo ajeno y ciegos para ver el tronco que ciega el propio (cf. Mt, 7, 3-5). Y así un obispo joven y con títulos en teología y medicina puede afirmar desde el púlpito de su catedral que la muerte de un niño aquejado de cáncer es consecuencia del pecado, sin que nadie ponga coto a semejante dislate teológico que coloca en una situación bien embarazosa a la fe en el Dios de Jesucristo.
Tengo razones más que suficientes para pensar con prudencia que seguramente esta jerarquía tradicionalista hubiera llevado al mismo Jesús de Nazaret ante el Sanedrín por heterodoxo, es decir, “por no ser el Jesús de su Iglesia”.
Javier, nada impide que partamos de lo humano…en eso coincidimos…yo tambien pienso en la maravillosa oportunidad que nos brinda la vida al estar aqui en el momento presente y poder amar…Por eso, solamente por eso, vale la pena sufrir todos los dolores que la vida trae, de vez en cuando, y poder sobreponerse a ellos y asi no disgustar a los que estan a nuestro alrededor con nuestras quejas etc. etc..que sufren, a veces, con esas imperfecciones…Por eso, tenemos que purificar el amor…ya que el nuestro esta contaminado con nuestro sutil (y muchas veces inconsciente) egoismo…y remontarnos hacia arriba para acercarnos al mas puro amor que Dios nos brinda…como no, de lo humano podemos remontarnos a lo divino…al final siempre lo encontraremos a EL..pero el examen de conciencia, en nuestra determinacion de amar es importante,…sin eso, y sin escuchar a los que nos aman, no podemos avanzar en esta senda que nos propusimos…un saludo de Santiago Hernandez NB no es mi intencion hacer incomprensible lo que escribo…de eso pido disculpas, procurare hacerlo mejor
En primer lugar felicitar a Agustín por su excelente carta a Pagola, que suscribo íntegramente, aunque yo no hubiera sido capaz de hacerla ni con mucho tan bien.
¿Cómo ha podido sugir y crecer un Pagola, y llevar su libro el nihil obstat de un Obispo? ¿Es que en las tierras vascas la Iglesia vasca tiene algo especial? En tierras andaluzas de Granada surgió y creció el fenomenal Castillo, en Madrid Enrique de Castro y sus compañeros Díaz y Baeza, en Galicia Torres Queiruga, en Cataluña González Faus, en Palencia Tamayo … y tantos otros por todo el mundo Sobrino, Balasuriya, Masiá, Lois … seguro que me olvido muchísimos, pues yo no estoy al día y mis conocimientos son muy pequeños … Cada uno podrá poner muchos más y más nombres de personas admirables …
Santiago, diría que tú partes de Dios, de lo divino, cuando el recorrido es precisamente y sólo al revés: sólo partiendo de lo humano podemos hacernos una difusa idea de lo divino, sólo por semblanza con lo humano; un modelo humano para ello es Jesús (no el único), tremendamente humano, también con sus defectos, confusiones y errores como todo humano …
Amigo, si no quieres llevar nunca caca en el culo y pis en la vejiga, te mueres, dejas de ser la vida como persona: la vida, que suponemos creada, es así. La caca y el pis no los vemos habitualmente, pero son esenciales para la vida. Si no estuvieran ahí, moriríamos, no viviríamos. Amamos pues también la caca y el pis. Y por semblanza con ello, a Dios también lo vemos encarnado en el mal, no solo en lo bello de la vida humana.
Vemos a Dios en el mal porque también Dios suponemos que está ahí, en el mal ¿Misterio? Sí, bueno, pero el asunto es combatir el mal para transformarlo en bien, no quedarse embelesados cantando ¡misterio, oh misterio, qué grande eres Dios en las alturas! No. No. Decimos ¡qué estupendo eres Dios en Santiago, en las personas que nos rodean, en esos niños que dejamos morir de hambre, en mí, sí y también en mí (con mis evidentes errores, claro)! En el odio también está Dios, en tanto en cuanto lo llevamos nosotros, que somos vida de Dios, que así nos hizo, para transforma la fuerza del odio en fuerza de amor.
Lo de la perfección que dices, es pura imaginación. Imaginar que por ejemplo la ICAR es ‘sociedad perfecta’ es un invento meramente humano, producto de la arrogancia humana, y muy pernicioso porque, hecha y dirigida por personas humanas, la ICAR nunca puede ser más perfecta que las personas humanas. Si además la han imbuido de poder dictatorial, es mucho más corrompida que las personas humanas que no tienen poder, que somos la inmensa mayoría.
El invento ese de que Dios gobierna la ICAR es inventarse el mundo a partir de lo divino, craso error. La ICAR la gobierna una persona mediocre (al haber sido elegida endogámicamente por un sistema ‘electoral’ antidemocrático) y así va, de error en error, imperializada al haberse dejado comprar por el emperador romano hace siglos … el poder absoluto la corrompe absolutamente en su dirección, en su cabeza vaticana.
Te preocupa demasiado el final que dices; creo que es un escapismo al aquí y ahora, al camino de hoy.
Amigo, la meta es el camino: vivamos hoy amando a tope (lo cual es muy difícil, y seguro que en buena parte lo hacemos mal, ya lo sé) y mañana … si es que llega … será hoy, pero sólo mañana. El problema ahora, la vida, es hoy.
Recuerdo que mi abuelo me decía en verso cuando yo era aún más niño:
Mañana,
siempre esa palabra vana la han cruzado en mi camino.
Daros yo un mundo quiero, en voz muy alta nos decían, y …
mañana, repetía el viejo mundo en que muero.
Raza orgullosa y livina, bajo cuyo ambiente estoy,
si no sabes lo que es hoy, ¡¿qué sabes lo que será mañana?!
Te agradezco tus esfuerzos mentales, que me cuesta seguir sin perderme. Me recuerda que no debermos intentar meter el océano en el pocito de arena que es nuestro cerebro (al menos el mío, amigo).
Saludos cordiales
Se me olvidaba amigo Javier, QUE efectivamente admitir que el UNIVERSO esta en evolucion no quiere decir que sea increado como defendia Haeckel..La CREACION puede ser evolutiva y la evolucion creadora..De hecho la evolucion es CREADORA…Y si es cierto que la materia y la energia se conservan en el universo, ello no es suficiente para concluir que es eterno…PERO AUN SUPONIENDO que el universo es infinito y eterno, y que la materia y la energia se conservan en el eternamente, no hemos probado que el universo sea increado. Podria perfectamente haber sido creado “ad eternum”, infinito y constante en su cantidad material y energetica…Aun asi, la astrofisica NO nos orienta actualmente hacia la tesis de un universo infinito y eterno
Ahora bien, no creo que en el 3000 sea probable demostrar que la materia pudo darse asimisma su propia informacion, incluso si admitimos una afirmacion eterna en un mundo eterno, incluso si admitimos desde siempre seres vivos y pensantes..puesto que las leyes de la fisica son constantes y universales, a menos que el CREADOR se decida a cambiarlas, y hay que reconocer que siempre habra una fuente de informacion DISTINTA de la materia informada…que dio lugar a que la informacion crezca a medida que CRECE LA EVOLUCION..Hay mucha mas informacion, complejisimamente genetica, en el mundo actual que, por ejemplo, en el periodo pre-cambrico..ESTA fuente de informacion, que es independiente de la materia, recibe desde y (por) Aristoteles (AC) el nombre de acto puro, pensamiento del pensamiento, que es vida…Dios (o como quieras llamarle) es este ser que comunica la informacion porque el la posee en ACTO, independientemente tambien del comienzo del mundo, e incluso del comienzo de la vida y sin conocer cientificamente el hecho de la evolucion cosmica y biologica..Este analisis antiguo aristotelico, fundado en unos presupuestos objetivos,nos permite, por induccion, llegar a reconocer que la realidad no sera, ni es posible, ni pensable , SI NO recibe informacion de un ser distinto de la materia…y como lo mas probable es lo que a la larga se convierte en certeza, hoy por hoy, la logica y la experiencia, induce a la mayoria de los puros cientificos a asentir a esta causalidad antigua del universo…todo lo demas se llaman prejuicios -a priori- de la mente de los humanos, aunque se quiera llamar ciencia…un saludo y perdona la lata….de Santiago Hernandez
Javier, yo tambien creo que cuanto mas humano el amor es mas divino, pero tambien que cuando mas divino es mas humano…ya que Dios asumio nuestra humanidad en la encarnacion y nos divinizo., nos quiso regalar su naturaleza tambien…luego es algo reciproco, es un amor que va y viene…de abajo hacia arriba…de arriba hacia abajo…Y coincido que tenemos que trabajar con y en el amor que tenemos…es y debe ser nuestro motor…Pero el amor de Dios no solo es una creencia imaginativa…sino una vivencia personal de los humanos, lo creamos o no, lo sintamos o no…pues EL esta por arriba de toda definicion..y por supuesto por encima de todo grado de experimentacion cientifica…Estoy de acuerdo en lo de nuestra humana complejidad pero sabemos por experiencia que todo lo simplemente humano no nos basta…no es el objeto…Si el amor humano fuera el objeto y el gol de nuestra completa felicidad no habria insatisfacciones, ni infelicidad, ni guerras fratricidas, ni odio, ni maldad…PORQUE TODOS estariamos completamente satisfechos…por que odiar pues?? PERO la experiencia nos dice, Javier, que no es asi…hay grandes defectos al intentar amar, no todos amamos de verdad, hay confusion en la mente y en el corazon, creemos que amamos a los otros cuando en realidad nos amamos a nosotros mismos inordinadamente…..LUEGO el amor simplemente natural humano NO puede ser el objeto de nuestra felicidad completa…HACE FALTA otro tipo de amor que nos llene plenamente para que dejemos de sufrir al amar y nos satisfaga perfectamente…y ese es precisamente el amor de Dios que EL nos dio y quiso compartir con nosotros aun en esta vida, si creemos en la trascendencia del amor y de su perfeccion, como dice S. Juan, que ese amor infundido por EL mismo, puede llegar a la perfeccion comenzando en esta vida….pero no totalmente….sino que es en la otra en donde se realizara plenamente en el mismo pielago del amor de Dios..por lo tanto estamos en camino hacia la felicidad plena..Pero no cabe duda que el amor humano nos conducira a esa perfeccion que se nos va revelando poco a poco durante nuestra vida…no cabe duda que en el amor humano es un empezar…pero no podemos quedarnos cortos…tenemos que encontrar el final…un final plenamente escatologico….un saludo cordial de Santiago Hernandez
Carata abierta a José Antonio Pagola
Ya hace dos años que leí su libro. Me refiero a “Jesús, aproximación histórica”. Debo decirle que nunca antes había tomado tantas notas con un libro en las manos, pero ahora se me agolpan las ideas y los sentimientos, aunque quizá, en el fondo solo prevalezca una idea y también un sentimiento con diversos enfoques y, posiblemente también, con diferentes énfasis.
De entrada y como primera reacción tengo que decir que es usted un hombre valiente. Valiente, aquí y en mi intención, no significa ni agresivo, ni desafiante, ni polemista. .Creo que es usted un hombre serenamente valiente .
Su libro, en mi opinión, contiene dos mensajes que, si siempre fueron necesarios hacer llegar a todo el mundo, ahora creo que con más urgencia y más necesidad que nunca: cuál es el auténtico mensaje de Jesús y cuál es el papel de la Iglesia.
Conforme pasaba las páginas de su libro me identificaba cada vez más con lo que leía. Cualquiera puede saber que el núcleo del mensaje de Jesús es el amor al prójimo y todo el mundo conoce las parábolas del hijo pródigo, de la dracma perdida, del samaritano o de la oveja perdida, pero esas mismas personas desconocen el mensaje real que Jesús quiso legar a la humanidad. Su libro desentraña de forma altamente esclarecedora y en un lenguaje contundente quien era Jesús y que enseñó con sus palabras y su vida. Cuando digo contundente quiero decir que consigue que no pase desapercibido para nadie (espero que tampoco para sus compañeros sacerdotes y obispos), lo que usted denomina en diversas ocasiones, muy certeramente, como el escándalo de Jesús. En mi opinión, cuando analiza la vida y palabras de Jesús en su contexto histórico, logra remover la conciencia de cualquier lector y hacerle captar la dimensión real, nueva, renovadora y revolucionaria de su mensaje.
Lo diré de otra forma: la Iglesia (la jerárquica) no es que haya ocultado el mensaje de Jesús, pero, en el fondo, ha venido a decir que el reino de Dios y su justicia también es para los pobres, los marginados, los pecadores pero… siempre que cumplan se sometan a su autoridad, aunque quienes realmente tienen derecho a participar del reino de Dios son los justos. Lamentablemente para esa Iglesia a los justos se les reconoce, y ella misma los reconoce, como aquellos que cumplen con ritos y ceremonias y respetan su autoridad. El resultado ha sido la prevalencia de la institución sobre el mensaje a lo largo de toda la historia.
Es triste ver cómo, por ejemplo, se lanzan diatribas y anatemas contra conductas de orden sexual y sin embargo nadie habla de los pobres o de los inmigrantes. O ver a un nutrido grupo de obispos y sacerdotes en manifestación para impedir la implantación de una determinada asignatura y no ver a nadie de esos mismos clérigos en la manifestación que días después circulaba por las calles de Madrid para pedir ayuda contra la pobreza en el mundo. No es solo triste, es de lesa religión cristiana.
Muchos anatemas y excomuniones registran los anales de Roma pero, me temo, que ninguno por evidentes faltas a la caridad y el amor al prójimo. En cambio las opiniones contrarias a los dogmas (quizá muchos de ellos de una irracional artificiosidad) siempre han merecido las condenas más severas por parte de esa Iglesia que se dice depositaria del mensaje de Jesús.
En su libro aparece con una muy gratificante claridad, que nadie puede considerarse maestro, padre o doctor; que todos somos iguales; que la ley ha sido sustituida por el amor. Que Jesús no estableció jerarquías, que no estableció una institución de poder. Sin embargo la historia se ha encargado de adulterar ese mensaje. En mi opinión esa misma Iglesia ha enterrado a Jesús y usa solo su máscara. Es terrible, pero es así. Han enterrado a Jesús detrás de una teología artificial de dogmas elevados a la categoría de mandatos divinos; detrás de unas arquitecturas grandiosas de templos donde alojar y mostrar a Jesús a la gente; detrás de una música preciosa pero que solo cantan e interpretan los elegidos.
Desde luego que la aportación cultural que esa religión ha hecho a la humanidad es impresionante, pero, mucho me temo, que mientras los rectores de la Iglesia se ocupaban de toda esa escenografía, el mensaje se ha ido difuminando.
Por eso me parece de una enorme trascendencia que haya tenido la valentía de decir y poner en claro cual es el verdadero, el auténtico y escandaloso mensaje de Jesús y, ojalá que aparezca algún día un Papa que sea capaz de devolver al mundo el evangelio en toda su pureza por encima de dogmas y de la propia organización de la Iglesia.
Por los años en que usted y yo estudiábamos humanidades en el Seminario (usted, posiblemente, en alguna ciudad del País Vasco y yo en Córdoba donde entonces vivía mi familia) recuerdo que nos visitó un obispo francés (en aquella época todavía se organizaban jornadas de misiones seguramente para que el pueblo pidiera el perdón de Dios y sospecho que para que el clero retomara su posición en la sociedad). Aquel obispo hizo un comentario que nunca he olvidado: que en España habíamos hecho un cristianismo de fe, esperanza y castidad. No tenía yo entonces edad ni formación suficiente para entender la ironía (o la denuncia) de aquel obispo, pero años después, cuando ya había abandonado el Seminario y mi vida trascurría por otros derroteros, supe que aquello no era una broma. La castidad había cedido el paso a cualquiera otra virtud o mensaje evangélico y que incluso podría haberse dicho, parodiando a San Pablo, que, “ de todas ellas, la primera es la castidad” o, “que si tienes todas las virtudes pero no tienes castidad, de nada te sirve”
Muchas veces, a lo largo de la lectura de su libro, he tenido ocasión de recordar esta anécdota. Anécdota, por otra parte, nada superficial, en mi opinión.
Usted insiste, de manera sutil, en varias ocasiones que Jesús ni creo ni tuvo la intención de crear una institución como es la actual Iglesia. Estaba seguro de que iba a desmontar la supuesta sucesión de Jesús a través de la institución del Papado pero no ha querido entrar en tema tan conflictivo. A mí siempre me había llamado la atención, en contraste con el énfasis que siempre han puesto papas, obispos y teólogos de que fue el propio Jesús quien instituyó la Iglesia, el hecho de que el pasaje en el que supuestamente Jesús designa a Pedro como su sucesor, siendo tan supuestamente vital para la religión cristiana, solo aparezca en el evangelio de San Mateo y no exista ni la más mínima referencia en ningún otro. Usted no ha querido entrar en ese conflicto y sólo hace una referencia en una nota a pie de página en la página 450. Tengo mis dudas de si no habría sido ese tema algo complementario y ¿necesario? en el esquema de su libro.
Se declara usted fiel hijo de la Iglesia y comprometido desde dentro de la institución con la difusión del mensaje de Jesús y eso queda más que demostrado, pero es precisamente esa Iglesia la que para mantener su poder y su propia organización ha ido reconvirtiendo el mensaje de Jesús en otro mensaje que poco se le parece al de su autor.
Vasili Grossman, en Vida y destino aporta unas reflexiones sobre la bondad que me parecen estremecedoras. Allí hay una referencia al cristianismo: “Nunca antes la humanidad había oído estas palabras: No juzguéis y no seréis juzgados… Amad a vuestros enemigos; bendecid a los que os maldicen, haced el bien a los que os aborrecen y rogad por los que os ultrajan y persiguen….” ¿Qué aportó a los hombres esa doctrina de paz y amor?. La iconoclastia bizantina, las torturas de la Inquisición, la lucha contra las herejías, la lucha entre protestantes y católicos…..”
Sin duda es desde dentro de la Iglesia desde donde hay que intentar reconducirlas desviaciones que el mensaje de Jesús ha ido sufriendo por no hablar de las traiciones a ese mensaje por razones de poder o de influencia política.
Termino felicitándole por haber sabido plasmar la más auténtica y la más esperanzadora interpretación de la vida y el mensaje de Jesús.
Reciba un cordial saludo.
Agustín
¡Paz a todos!.
Pongo el vínculo de su blog sobre el comentario del evangelio de este Domingo de Ramos:
http://blogs.periodistadigital.com/buenas-noticias.php/2010/03/21/ique-hace-dios-en-una-cruz–
Definitivamente, es un hombre que nos está hablando del Dios de Jesús y nos ayuda a discernir el camino y animarnos a descubrir de nuevo, a Recuperar a Jesús en palabras de Enrique Martínez Lozano, para continuar, ¡sin desfallecer!…
Pienso que tendríamos que ahondar en esta espiritualidad para seguir abriéndonos a lo que somos, Misterio y Presencia…
¡Saludos a todos!
Querido Héctor,
Eres muy libre de dar los bandazos que tenga por conveniente, según las presiones o mentalidades sociales que quieras aceptar desde el tu paraninfo de clérigo del que procedes.
Esperaba que cuando vinieras a ver a Juan Luis me lo dijeras; me hubiera encantado conocerte personalmente y pasar un rato de lo más agradable en Logroño con los que mencionaste. Otra vez será.
La mentalidad social de obediencia a la jerarquía de la ICAR está muy extendida en España. No en vano ha sido impuesta por la guerra y la fuerza de las armas de la dictadura fascista-franquista durante demasiadas décadas. Es una presión social muy potente en España, ya que las armas de Franco y de la ICAR que le apoyó siempre gozosa en sus fechorías compartidas, nunca fueron vencidas, y hoy siguen como vencedoras. Hoy esa jerarquía son el grupo de presión más potente en España.
Creo que es la que sigue Luis (el cual si no te entiendo mal te ha abierto los ojos). Nunca me pareció que fuera la que sigues tú. Yo la seguí cuando, indefenso, me la metieron de niño. Pero poco a poco me fui dando cuenta de lo que había demasiado que no encajaba con la justicia en esa mentalidad. Así que no procedo de ningún limbo, como sarcásticamente dices, sino de una opresión católica bien jodida, a la que tantos curas y jerarcas en España han servido y siguen sirviendo.
Pero no me has dicho cual es la mentalidad o presión social que crees que sigo yo, esa que dices que ‘casi me arrastra y con la que me identifico’. Yo te hablo de una mentalidad o presión social tan concreta como potente, la de tu origen profesional de cura.
No me has contestado a lo que te pregunté: “¿Te parece esa presión más tenue que la presión social a la que aludes?” Fíjate que ha llegado incluso a robar la comunión a los que votan la ley de plazos del aborto. Esos son sus poderes, entre otros.
A diferencia de lo que afirmas (‘me caías bien’), tú me sigues cayendo bien, amigo Héctor, y también nuestro amigo Luis. Las personas están por encima de sus mentalidades y creencias y son lo que son, no lo que sus mentalidades y creencias aparentan que son.
Jesús no condena, pero me resuena que dijo ‘Ay del que escandalizare, más le valiera no haber nacido … y no sé qué de una piedra de molino atada al cuello …’ Tú como cura y casado imagino que debes saberte la cita de memoria.
Te repito que a mí no me dicen lo que tengo que pensar, ni de la dictadura de los Castro, ni de la China, ni de la de Marruecos, ni de la de Raztinger y su jerarquía. Si me lo dicen, no les hago caso. Mi pensamiento lo hago yo, y asumo lo que elijo pensar, no le echo la culpa a nadie.
Todo esto viene, creo recordar, de que me quejé de que Blázquez declarara que iba a gastar y desgastar su vida al servicio de la ICAR (y de Dios y el evangelio, o lo que lo que él entiende por ambos), lo cual nunca hizo ni hubiera hecho Jesús, que se declaró siempre al servicio de las personas, nunca al de ninguna Iglesia. Tema de interés en el que no has querido entrar, al ponerte del lado de Luis, desviando el tema hacia las presiones sociales …
Entonces el amigo Luis sacó lo del santuario de la conciencia de Blázquez, santuario de conciencia (de otros jerarcas creo recordar) que ya había esgrimido más abajo. Luego, ya tirada la piedra, Luis no ha vuelto a aparecer, como si hubiera escondido la mano, al parecer en su atalaya desde la que quizá nos mira.
Si la potente mentalidad o potente grupo de presión que es la jerarquía de la ICAR se hubiera preocupado de los santuarios de las conciencias de la gente, otro gallo cantaría. Esa finura sólo la aplican obedientes al ascua de su sardina. El santuario de la conciencia de Bono que se joda y, como la comunión es mía (a mí me parece una blasfemia) te la quito, Sr. Bono, dice Mtz Camino, Obispo para ti quizá, es la mentalidad más al uso. Ratzinger lo asume, puesto que no le ha llamado al orden a su mandado Mtz. Camino.
De nuevo me juzgas mal, amigo Héctor: a mí no me hubiera gustado que Jesús condenara a los que apedreaban a la mujer (tengo entendido que era el procedimiento legal contra el delito de la mujer, en aquella sociedad que confundía delito y pecado: apedrearla sacada a la puta calle).
¿No será que usas lo que llamas ‘presiones sociales’ como un comodín? ¿Dices que el pueblo se duerme en los brazos del opresor sin poderlo remediar? En España el opresor es como siempre el más poderoso, el poder de las multinacionales (incluida la ICAR, brazo religioso y sociocultural del PP, a cuya derecha sólo hay la pared).
El 78% según encuestas del CIS se sigue declarando católico en España. Yo no. Tú sí. ¿Te duermes tú en los brazos del opresor sin poderlo remediar, Héctor? Yo no lo hubiera dicho nunca de ti, amigo. Pero tú me atribuyen ser arrastrado por las presiones sociales sin poderlo remediar. Te equivocas Héctor.
Héctor, la obediencia jurada al superior jerarca es acrítica, cuando precisamente Jesús fue lo que fue siendo muy crítico, y por eso lo mataron (aunque a mí me enseñaron eso del divino plan -falso- por el que Dios querría que el sacrificio humano de JesúsDios con su sangre redentora derramada por todos nos librara así a todos del pecado …).
Por cierto, cuando veas por aquí una crítica de Luis a la jerarquía de la ICAR, avísame.
Y asume las culpas de la extensión de tu comentario, no me la eches a mí, amigo. Yo también te lo digo todo con todo cariño.
Saludos cordiales
Querido Javier ( 22 de Marzo): hace algo más de un año que nos encontramos aquí en Atrio y desde el primer momento me puse a tu lado. Me caías bien. Me di cuenta que teníamos mucho en común y hasta creo que firmaría casi todos lo que decías. Hoy, y creo que en gran parte por la influencia de Atrio, me he movido algo hacia otro lado, ¿hacia la derecha? ¡Por favor no eso nunca! Mi cambio ha sido más en profundidad. Recuerdo que una vez empecé a despotricar despiadadamente contra los curas y obispos sin perdonar a nadie, porque uno de ellos había ignorado públicamente a Carmen Almendralejo en el funeral de su padre. Aquello me hizo explotar.
Fue Luis quien se puso fuerte conmigo y me dio un fuerte empujón hacia donde me encuentro ahora. Se lo agradecí. Ahora comprendo mejor a los demás, a ti, a Luis a Blázquez, a Rouco Varela, a Benito en el Vaticano. Perdón, lo de la lista es casual. Son personas a las que aunque no las entienda las sigo comprendiendo. Comprender no es aceptar, es no condenar. Jesús no condena y pensé ¿por qué será?
Llegué a entender que en cualquier grupo social hay una carga mental que nos modela, nos mediatiza, nos filtra la realidad, nos dice como tenemos que pensar. Jesús tuvo una oportunidad para decirles a los que apedreaban a aquella pobre mujer que él los condenaba a todos por su bárbaro proceder pero no lo hizo. Javier, cómo nos hubiera gustado que hubiera dicho: “Yo tampoco te condeno pero sí los condeno a ellos”. Pero no lo dijo.
No lo dijo, y pienso, pienso, no lo sé a ciencia cierta ni nadie puede saberlo que no les condenó porque sintió pena por ellos, los vio a todos paralíticos y presos bajo lo que a mí me ha dado por llamar ‘presiones sociales’. Estoy de acuerdo no es la mejor expresión, pero sí es algo que llevo labrando dentro de mi desde hace unos 30 años cuando sentí en mí misma carne el peso inhumano del Apartheid de Sudáfrica, la abrupta llegada de Mugabe, el terrorismo, la corrupción, un pueblo que se dejaba someter y brindaba al dictador de turno unas elecciones que le dieron el poder absoluto. ¿Y qué me dices del franquismo y sus famosos referéndums cuando la mayoría le apoyábamos ciegamente? ¿Y Hitler? ¿Y Castro? ¿Y Chávez? ¿Hay una connivencia social del pueblo que se duerme en los brazos del opresor sin poderlo remediar? Para mi todo eso es la opresión de la ideología, mentalidad, intoxicación social, en la que vivimos muchas veces sin querer saber lo que está pasando. Ni podemos ni queremos verlo.
Cuando dices “yo no me identifico con ninguna mentalidad social, sino que me hago la mía propia”, te admiro y te veo como un alma pura, inocente, procedente, quizás del limbo. Vuelve sobre el post “El Cambio al Alcance de la Mano” y allí verás como pensamos un montón, no sólo yo, también Marx, a quien admiro como a “uno de los poco sabios que en el mundo han sido”.
El individuo es ser social y para protegerle a él y al grupo, la sociedad en que vive le cubre con la coraza de su propia mentalidad. La ICAR, el nacional sindicalismo, la sociedad actual del siglo XXI, perfectamente globalizada, poseen sus correspondientes corazas y vivimos sin darnos cuenta muchas veces, que estamos mentalizados y globalizados, a menos que como, tú procedamos del limbo. Ah, ah, señor abogado, no se enfade usted, que re lo digo con mucho cariño.
¿Entiendes ahora qué es lo que yo llamo parálisis social? No quito responsabilidades. Sería deshonesto pensar que los seguidores de Hitler eran inocentes cuando le seguían ciegamente cometiendo barbaridades. Pero la mentalidad que invade a un grupo social tal como los palestinos en tiempo de Jesús, los fariseos como grupo, nosotros ahora que aceptamos ciegamente los dictados de una sociedad injusta que discrimina y condena a los desfavorecidos y los deja morirse de hambre, todo eso es paralizante. Somos víctimas, enfermos paralíticos, y Jesús nos invita a estirar la mano y comprobar que podemos ser libres, nosotros mismos. Cada sociedad tiene que cambiar hay que despertar hay que volver a andar, por eso dije una vez que “el cambio está al alcance de la mano”, no que lo tengamos cerca para agararrarlo ya sino que hace falta un gesto, un paso, extender la mano para empezar a cambiar, porque la fuerza la llevamos dentro. Cuando dices “yo no me identifico con ninguna mentalidad social, sino que me hago la mía propia”, te admiro y te veo como un alma pura, inocente, procedente, quizás del limbo. Vuelve sobre el post “El Cambio al Alcance de la Mano” y allí verás como penamos un montón, no sólo yo, también Marx a quien admiro como a “uno de los poco sabios que en el mundo han sido”. El individuo es ser social y para protegerle a él y al grupo la sociedad en que vive le cubre con la coraza de su propia mentalidad. La ICAR, el nacional sindicalismo, la sociedad actual del siglo XXI, perfectamente globalizada, poseen sus correspondientes corzas y vivimos sin darnos cuenta muchas veces, que estamos mentalizados y globalizados, a menos que como, tú procedamos del limbo. Ah, ah, señor abogado, no se enfade usted, que re lo digo con mucho cariño. para que nos ayude a dar un vuelco al momento histórico que estamos viviendo: El Marx de verdad, el de los documentos perdidos de 1844, el gran filósofo del siglo XIX aún desconocido, porque ese Marx corrió la misma suerte de Jesús de Nazaret, nos lo camuflaron bajo la corrupta versión del ‘marxismo’. Con Bejamín Vázquez pienso que Necesitaremos a Marx .
Perdón por la larga sábana, fue culpa de Javier, abrazos a todos y a todas Héctor
¡¡ Toma castaña !!.. ahora nos salen Santiago haciendo TEXIS de la existencia real de Dios. Pues vaya…
Pongamos una demostración mucho más sencilla a ver si la resolvemos entre todos:
Demuéstrame, Santiago ( o quien guste hacerlo) que Jesucristo resucitó y está vivo. ¡¡ Jesús vive!!.. cantan por ahí diariamente.
Tenemos la CIA, la Tia y a Mortadelo y Filemón que pueden ayudarnos a buscar a un personaje tan relevante. ( Más que Bin Ladem, a quien parece que sí localizan en tantos lugares distintos, por más que el Bin Ladem pretenda esconderse.)
Si Jesús vive, tiene que estar en algún lado, hombre, y qué mejor prueba que mostrarle en la tele para cerrar la boca de tantos ateos descreídos. Animo, pongamos todo nuestro esfuerzo en demostrar algo tan sencillo y luego pasamos a demostrar la existencia real de Dios.
( lo de comerse a alguien diariamente y beberse su sangre no te pediré que me lo demuestres. Es demasiado y tampoco pretendo abusar.)
Venga, a buscar entre todos poniendo en práctica lo que tanto nos piden los políticos: ” colaboración ciudadana” para encontrar a Jesucristo. Yo también pondré mi granito de arena y me fijaré bien en los tipos que lleven barbas largas y melenas… ( Sólo faltaba que se haya rapado el pelo y milite en algún grupito de ésos que gustan tanto de las misas de campaña. ¿ Se nos habrá hecho guerrillero o legionario?… lagarto, lagarto, lagarto.)
No te digo… ¿¿” resurrecciones” ??
También hubo una larga época en la que prácticamente todos creían que la Tierra era plana (incluso los ‘infalibles’ Papas y asesinaban por ello a los que no se sometían), e imaginaban muchos que era el centro del universo … Y luego se demostró que nunca había sido así. Algo parecido sucede con la evolución. Nos equivocamos mucho. Nuestras creencias seguro que están equivocadas, al menos en parte, aunque no sepamos en qué parte.
Los límites de la razón por ahora son bastante limitados. Los deseos de amor ilimitado no se compaginan nada bien con los miles de millones de hambrientos y necesitados que producimos en el planeta; así que, menos imaginación y más realidad, Santiago. Si quisiéramos amar tanto, lo haríamos, al menos algo más de lo que lo hacemos.
Es fácil creer que tenemos deseos de amor ilimitado e infinito, y engañarnos con tal creencia confundiendo los deseos con la realidad, pues los hechos demuestran que deseamos más otras cosas, que ese amor tan ilimitado que dices. Somos muy complejos, y por el momento no conocemos bien esa complejidad que somos.
El amor ‘simplemente’ humano que dices, es lo que tenemos para ser felices. El amor de Dios es una creencia, no es demostrable.
Sabemos que moriremos; pero te equivocas si crees que puedes demostrar que resucitamos. Creemos que lo hacemos, pero no lo sabemos, lo mismo que creemos que hay lo que llamamos Dios, pero no lo podemos demostrar (aunque tú digas que sí, pues si lo demostráramos, también demostraríamos que resucitamos … etc.
¿Y si resulta que el universo es simplemente infinito, eterno? O lo que a nuestra razón o a nuestra imaginación le parece infinito o eterno. La idea que tenemos del cosmos es la que nos filtra nuestra mente evolutiva. No sabemos hasta dónde seguirá evolucionando …
Por eso lo que sabemos que necesitamos es lo que tenemos a mano: el amor humano, relacionado con unos 6.500.000.000 de personas (no sólo con los que sirven a las creencias que nos acomodan a cada uno), y sabemos lo que ello exige para que todos seamos felices, pero no lo hacemos pues nuestro egoismo es mayor que nuestro amor humano. Yo creo que es amor humano es vida de Dios, y tú no. Pero ambos sabemos algo de lo que es el amor humano, y sabemos que a eso es a lo que nos hemos de dedicar. La tarea sigue sin hacer, y sin embargo es admitido que hay alimentos de sobra para que nadie pase hambre …
Yo creo que cuanto más humano más divino, y tú no. Pero es al ‘cuanto más humano’ a lo que tenemos que dedicar el 100 % de nuestras capacidades. En eso creo que estamos de acuerdo, y es lo que necesitamos de inmediato.
Cuando muramos, Dios sabrá, si es que lo hay y hace algo para qeu continúe de alguna forma lo que hemos sido hasta ese momento. Pero si no hay Dios, nuestra vida, la tuya y la mía, habrán tenido un sentido estupendo mientras han durado, mientras han existido.
Saludos cordiales
Javier, ya que hablamos de lo “cuasi” infinito, el que Dios hiciera el mundo casi infinito, no es una creencia solamente tuya, sino que es mas bien universal que trasciende el tiempo, los siglos, compartida desde las personas mas simples hasta los mas famosos cerebros pensantes…porque los humanos percibimos a ese Creador sin el cual el universo (o los universos) no podrian no solo haber comenzado a existir, tampoco podrian mantenerse en el equilibrio sutil e inestable con que los cientificos afirman que la CREACION se mantiene…Excede a toda imaginacion cuando actualmente lees cualquier revista sobre CIENCIA y describen con detalle los complejos mecanismos vitales, ya sea a nivel del macrocosmos como el del micro y nanocosmos, para que tengas que darte cuenta que es completamente imposible que esa complejisima e intrincadisima” informacion de la materia” se haya organizado al azar…Eso pertenece al mas elemental raciocinio humano…Por lo tanto, podemos llegar a la conclusion, aunque quizas en confuso, de que existe “algo” o “alquien” mucho mas inteligente -una inteligencia trascendente- que poseyendo la existencia en si misma -per se- dio lugar a todas las demas, incluyendo a la “recibida” por nosotros…solo asi, aunque en el misterio de la existencia, se le puede dar coherencia a todo lo que existe…puesto que SI existe, ya que yo lo veo…es algo objetivo…algo tangible…algo innegable…El que no podamos abarcar todo el misterio de Dios, no quiere decir que EL no pudo existir o no exista…lo que nos falta a nosotros es la capacidad para entenderle y comprenderle totalmente, por la limitacion de nuestro intelecto
Ahora bien, como tu hermosamente dices, valio la pena este “brevisimo” momento que es nuestra vida, que se nos concedio como un don inexplicable, para poder tener el privilegio de amar y experimentar ese goce espiritual que proporciona ese sentimiento fundamental en la relacion humana…Pero los deseos del ser humano no se presentan como un amor limitado, sino que nuestros deseos de amar son ilimitados, son infinitos, o casi infinitos….nuestra capacidad es de naturaleza espiritual, y por ende, jamas nos sacieremos ni amando, ni siendo amados, cuando vivimos por aqui abajo, algo siempre nos va a faltar…Ninguna de las cosas que nos rodean nos bastan totalmente para llegar el deseo de felicidad infinito que existe en nuestro espiritu…y amando tampoco podemos realizarnos completamente pues siempre se nos escapara el ser y el objeto de nuestro amor…Por eso Agustin de Hipona, que de mundano se transformo en un ser espiritual, escribio en sus Confesiones que “nuestro corazon” no descansaria hasta encontrar ese amor infinito que solamente esta en Dios, objeto final y unico de nuestra felicidad…Por eso, solo el amor trascendente podra llenarnos y realizarnos plenamente, pues a eso estamos destinados nosotros -lo admitamos o no, lo creamos o no- a la felicidad eterna, que un Dios eterno quiso darnos…El amor simplemente humano y natural se va a terminar algun dia..el trascendente perdurara para siempre y ese es el que Dios nos revelo…..un saludo de Santiago Hernandez
No amigo Santiago, Dios no es necesario para la vida en la Tierra, al menos Dios en las alturas sobrenaturales, el Dios en el Cielo.
La verdad, una parte de ella que vemos (y no me lo puedes negar, amigo) es que las que son necesarias son las personas humanas, sin las cuales nadie seríamos persona humana. El ateo vive sin Dios, pero no puede vivir sin las personas humanas
Podemos creer que en ellas está Dios, como yo creo. Pero al conocimiento de las personas no accedo por la fe, por una creencia, sino por la constatación cierta de su existencia: las personas son una parte de la verdad.
¿Hizo Dios el universo casi infinito o sin casi? Creo que sí pero no lo puedo demostrar: es una creencia mía, cosa de fe. ¿Lo hizo por amor? De nuevo la respuesta es de fe, en cualquier religión de las que creen en un Dios que hizo el mundo.
Mi pequeña razón no me permite demostrar que Dios hizo el mundo, lo mismo que no puedo demostrar los límites del universo, pues no creo que el telescopio Huble haya llegado a ver el final del universo, la pared del universo, a nosecuántos millones de años luz de distancia, o miles de millones, o billones de millones de años luz …
Creo que estás en un error si crees que se puede demostrar la existencia de Dios. Y que ya se ha demostrado .Le habrían dado el Premio Nobel de … ¿la pretenciosidad? al ‘descubridor’ de semejantes pruebas científicas.
La vida es absurda sin amor, pero no sin Dios. Mi vida sin vida eterna tiene sentido, el mismo sentido que con vida eterna, sólo que finito. Soy parte de la vida del planeta, y además de la vida humana.
Te recomiendo que encuentres que tu vida tiene sentido por sí misma, amigo Santiago, haya otra vida eterna o no la haya.
Yo he vivido esta vida humana de amor, madura y plena, la estoy viviendo. Mi vida tiene sentido por sí misma, por el amor que vivo, entrego y recibo. Si hay otra vida después, eso es cosa de Dios, si lo hay, yo no tengo ninguna competencia en ello. Pero si no lo hay, Santiago, mi vida habrá sido una gozada, nadie me quitará lo bailado.
Comprendo que un cura, que no ha recibido el amor de una pareja ni de unos hijos se sienta que le falta algo sin la vida eterna en la que espera recibir el ciento por uno.
No sé si los ‘sobrinos’ que explica Celso Alcaina aman lo mismo a su padre biológico que los hijos propios, engendrados o adoptados, con los que uno convive. Quizá les han robado algo esencial los cabrones que les han impuesto el celibato obligatorio. Sería una pena que un cura en esas condiciones no llegara a sentir que su vida tiene sentido haya vida eterna o no la haya.
La vida humana terrena tiene sentido por sí misma, por el amor humano de esta vida, sin necesidad de vida eterna. Si la hay y el amor continúa, mejor que mejor. Pero nuestra tarea de vivir con el prójimo al que dejamos morir de hambre, tan inacabada tarea, está aquí. Traer el Reino de Amor, el reino de Dios, aquí y ahora: para eso vivió y luchó Jesús.
Saludos cordiales.
Javier, creemos muchas cosas que no vemos pero existen…Dios es el unico ser necesario y aunque no lo hemos visto, podemos llegar a EL por la mismisima razon -nuestro intelecto- que el nos dio como don…ya que sin EL la explicacion del mundo y del universo es absurda -la vida misma es absurda- como lo percibieron algunos existencialistas pesimistas..no hay razon en si para sufrir y para morir, ni para el deseo de ser feliz eternamente…si la razon no estuviera en otro ser distinto a mi que se llama Dios…Las huellas de Dios son objetivas, estan ahi…aun la mente vaga cuando navega por los trillones de galaxias de este universo que parece que no tienen fin en sus distancias y maravillas..que se nos escapan casi de nuestra percepcion…pero no se nos escapa del primer motor que impulso todo eso…Ahora bien, Dios aunque invisible y asequible por la razon, quiso revelarsenos en Cristo que es su expresion…No es un mensaje solamente lo que el quiso darnos, sino vino a proponer una entrega de nosotros, completa, al Padre a traves de EL
De acuerdo que el Padre y el Hijo buscan las personas, a nosotros espiritus encarnados, para darnos su amor completo…y no al reves..Son ellos los que nos buscan primero…y despues nosotros respondemos o no, aceptamos o no…En eso consiste la venida de Cristo a este mundo…en que creamos en EL, que es amor infinito…un saludo cordial de Santiago Hernandez
Santiago,
ya que estamos en el hilo de Pagola, introduzco una idea que saco de su libro sobre Jesús:
“La religión no tiene el monopolio de la salvación; el camino más acertado es la ayuda al necesitado. Por él caminan muchos hombres y mujeres que no han conocido a Jesús.”
Creo por tanto que, según esta idea de Pagola, los ateos (los que no tienen religión, los que no han conocido a Jesús) tienen el mismo camino que los cristianos: la ayuda al necesitado, o sea, el amor, el reino del amor, que es el reino de Dios. Aquí y ahora.
Dice Pagola: Lo más importante para Dios son las personas; mucho más que los sacrificios o el sábado. Dios solo quiere su bien. Nada ha de ser utilizado contra las personas, y menos aún la religión.
No dice que lo más importante para Dios es la ICAR, ni Iglesia alguna, ni siquiera la religión.
Querido Hector:
Los años nos van salpicando de despistes. José Ignacio Ardid lleva mucho tiempo ¿años? acompañándonos con sus singulares reflexiones. A veces creo es también Iñaqui. Como ves siempre deseándonos Paz y Bien.
Gracias por tu comentario. Me alegra tenerte cerca. Espero pases un buen día.
Un fuerte abrazo.
Héctor,
Intento entender lo que dices de las presiones sociales, y me doy cuenta de una cosa: en este tan católico país que es España (nacionalcatólico más bien) la presión social por excelencia que yo he sufrido ha sido la ICAR. El bombardeo de la ICAR sobre mi conciencia ha sido asqueroso, nada respetuoso, y siempre desde sus intereses, desde su pretendida superioridad moral
Los curas habéis tenido mucho que ver en eso. Y quizá eso te marca a ti como cura que has sido y que de alguna manera quizá sigues siendo.
Yo me he liberado de esa presión social, sin ayuda alguna de curas ni de católicos, sino por mí mismo, gracias a los ejemplos de algunas personas, que ha colocado a la ICAR oficial en el lugar en el que hace siglos ha estado: bien separada del ejemplo de Jesús de Nazaret.
Sería bueno que explicaras a qué te refieres con las presiones sociales, porque me metes en ellas en tu comentario como si me llevaran de la nariz:
“Luis García Morán (14 de Marzo) que acusa a Javier de atacar a los que no opinan como él: “Esto es entrar a saco en el santuario de la conciencia de una persona, cosa no infrecuente y muy peligrosa, sin conocer para nada sus motivaciones más íntimas y sagradas”. Yo esta vez estoy con Luis por una razón y es que la gente defiende sus posturas casi arrastrados por la mentalidad social con la que se identifican. Nadie les puede culpar por ello. Pierden su libertad porque no pueden ver las cosas de forma distinta. Así se las han dictado toda la vida”
Amigo Héctor, yo no me identifico con ninguna mentalidad social, sino que me hago la mía propia. Y no pierdo mi libertad, y a ello me ayuda la información que ahora recibo por Internet y antes la jerarquía y los curas me ocultaban.
Me gustaría que te explicaras. ¿No será que te puede la formación de cura que te metieron? ¿Tuviste que jurar obediencia a tu Obispo, que a su vez la había jurado a vuestro Papa? ¿Te parece esa presión mas tenue que la presión social a la que aludes?
Saludos cordiales
Santiago,
Mis hijos me han visto (aparte de que yo no he creado su amor, sino ellos, que si quieren aman, y si no, no aman); pero a Dios no lo ha visto nadie, por muchas imágenes distorsionadoras que se hayan inventado de Él. Dios es una creencia, no una realidad probada científicamente. Los ateos tiene todo el derecho a no creer en Dios, lo mismo que tú lo tienes a creer que sí existe.
Pero no por creer que Dios existe tú amas más o mejor que los ateos. Tú por lo visto no crees que amando al prójimo amas a Dios, y eres muy libre de no creerlo. Pero yo creo que el ateo que ama a su prójimo, ya ama a Dios; y creo que lo que a Dios le importa es que nos amemos a nosotros y a los demás, no que creamos en Él. Porque creo que Dios vive en las personas, en nosotros. No en el cielo sobrenatural, sino en el universo creado, encarnado en las personas.
La que necesita que la gente crea en Dios, más que que se ame a sí misma y al prójimo, es la jerarquía de la ICAR. Porque si la gente no creen en Dios, se le acaba el poder a la jerarquía de la ICAR. Porque si la gente no cree que Dios ha elegido al Papa, y le inspira, y le llama, y llama a los que van a ser hechos sacerdotes (vocaciones), y la ICAR es la mediadora entre Dios y las personas, se les acaba el negocio.
Jesús nunca pretendió ser el representante de Dios en la Tierra, ni fundar ninguna Iglesia ni ninguna religión, y sin embargo su mensaje fue de amor, de salvación por el amor, y dedicó su vida a las personas, no a ninguna Iglesia.
El que ama, ya cumple el mensaje de salvación de Jesús, que era lo que le importaba a Jesús; a eso se refería cuando dijo ‘el que cree en Mí no morirá’: a que cumpliéramos su mensaje, no a que dijéramos y repitiéramos ‘creo en ti’, sino a que amáramos al prójimo.
Saludos cordiales.