Al vacío de Dios se refiere este escrito de un vasco de Areeta, cristiano de a pie, que nos envía por primera vez su opinión sobre lo que ve está pasando en su tierra y en su Iglesias, sobrevolando estériles polémicas y declaraciones ampulosas.
Empezamos a ser demasiados los católicos que no conseguimos encontrar a Dios entre mitras y báculos. De ahí el preocupante vacío que sentimos en catedrales, basílicas, parroquias, etc., con motivo de ostentosas celebraciones organizadas por la jerarquía. ¿Pero si no está en esos sitios, dónde está el Dios Padre en el que seguimos creyendo? Como al parecer el Evangelio lo entendemos mejor la gente pecadora, ignorante y sencilla, voy a atreverme con una respuesta. Probablemente está, por ejemplo, en cualquier oficinita de Cáritas Diocesana y en otros muchos sitios más en los que se atiende a personas necesitadas.
Mientras daba vueltas a semejante reflexión, católicos y católicas de primera asistían a un acto, sobre todo social, en la Catedral del Buen Pastor. Allí unos 40 jerarcas, mas un centenar de clérigos, participaban en la toma de posesión del nuevo obispo de San Sebastián. En tan magno acontecimiento y dadas las circunstancias político-sociales de nuestra querida Euskadi, había un cierto morbo muy poco místico. Y claro, esto atrajo a la correspondiente nube de periodistas, siempre dispuestos a perseguir la anécdota válida para un buen titular. Para mí que estaban todos…. menos el Dios al que invocaban. El Único capaz de acabar con la sensación de vacío, abandono o tristeza, de tantos y tantos crucificados por la vida. Tan mediático espectáculo socio-religioso me hace un nudo en el estómago. ¿En que “reino de dios” nos introduce esta iglesia? ¿Tenemos derecho a escandalizarnos al verla tan lejana de la realidad, encerrada en su autocomplacencia? ¿Cómo creer que fuera de ella no hay salvación? ¿Cuántas personas samaritanas, desde un aparente ateismo y sin meter demasiado ruido, nos acercan más y mejor al “Dios-Amor” perdido?. Pueden estar entre ellas incluso esos hijos e hijas nuestros, rebeldes ante cualquier tipo de dogmatismo. Gentes que pasando de jeroglíficos difíciles de entender, llegan a darnos auténticas lecciones de amor y solidaridad.
¡Arriba los corazones! No todo está perdido. Acabamos de pasar unas fechas en las que te tropiezas con frases como esta: “La revolución de la Navidad nos grita que el verdadero culto a Dios es el respeto a las personas. Es decir a hombres y mujeres por los que llegó a preocuparse hasta el límite de mezclarse entre ellos. Solo la persona es sagrada y no encontraremos la felicidad si no nos ponemos a su servicio”. O sea que únicamente a través de las personas podemos llegar hasta el Hombre de Nazaret, único camino hacia un Dios Padre que nos ama, aunque nos cueste creerlo. Entonces… ¿Qué es eso de pretender tener hilo directo con las Alturas celestiales, pasando de largo junto a la gente mas necesitada? ¿No es más fácil creer que para acabar con el vacío de Dios pueda quizá sobrar la Jerarquía Católica, pero nunca los pobres que con tanta nitidez protagonizan el Evangelio? Año nuevo, vida nueva. ¿Que tal si tratamos de comprobarlo? Menos perder el tiempo polemizando sobre cambios de obispos y mas acercamos a Cáritas o a alguna ONG de confianza, para ver lo que se cuece en estas verdaderas iglesias de base. Igual hasta nos encontramos con alguna agradable sorpresa al aportar nuestro granito de arena. ¿Y si lográramos llenar el vacío al que venimos haciendo mención desde el principio? ¿No seríamos un poquito más felices, de verdad, tratando de hacer visible ese Reino de Dios en la Tierra? ¡Cuántas veces hablamos de él, sin saber lo que decimos!
No es mi intención turbar, con semejante discurso, la paz de gentes de buena voluntad. Se trata más bien de una denuncia desde las catacumbas en las que se refugia el pueblo de Dios. Una humilde voz que se suma a las de cuantos, en el mundo de hoy, quieren hacer mas inteligible la fe cristiana. No podemos quedarnos en manos de quienes, abandonando la sencillez evangélica, se aferran a viejas tradiciones católicas y vegetan en una pomposa vida contemplativa. Por el contrario hemos de trabajar duro, conscientes de nuestras propias limitaciones, para que estas ovejas perdidas vuelvan al redil.
Por favor, ¿podrían ustedes relajarse un poquito? Vuelvo a Atrio tras unos días de ausencia, y está que arde. Y luego me asusto ante textos larguísimos y los dejo. Escriban ustedes largo largo, y no les leerá nadie.
Y el caso es que en la normativa de Atrio está claro que hay que intentar ser breves y no descalificar al que no piensa como nosotros. Deberíamos hacer un esfuerzo por cumplir estas dos normas.
Y darnos cuenta de que no por mucho repetir nuestras tesis nos las van aceptar.
Y felicidades, Antonio! No sabía yo de tus afinidades con el santo solitario del desierto de Egipto y del cerdito!
Hola Sol, también a tí y a mí nos han emparejado…
Aunque de modo asexuado, ya es difícil¡
Un abrazo.
¡Fantástico Maite! y no son clones.
Penosa la caza de brujas que ha emprendido Maite Lesmes. Por un lado la fotografía nítidamente sobre sus intenciones: quien tiene otra opinión es sospechoso. Eso es totalitarismo. Un diez. Ha aprendido usted mucho. Y malo. En segundo lugar, usa de esa poco decente manera de actuar que mezcla churras con merinas para determinar que uno que pasaba por aquí es como otro que también pasaba por aquí. Mentir es una cosa muy fea. Tal vez al que ama todo le está permitido… Es lo que tiene coger el rábano por las hojas y las frases bonitas por la poesía. Desconozco por dónde se mueve Tamames. Tampoco me importa ni creo que invalide su opinión sobre los más variados asuntos el hecho de que apoye a unos o a otros. Para usted parece muy fácil: es lo que tiene contar con el auténtico RH cristiano (o humano, que tanto da). Una fechoría es una fechoría la exprese quien la exprese y la perpetre quien la perpetre. Y no la invalida ni la justifica estar en un sitio o en el otro. Tome nota. Tal vez está usted muy dolido (o dolida que ni lo sé ni me importa) con temas como el aborto y pretenda eliminar testigos para dejar su conciencia en paz.
Tristísimo el complejo de inferioridad, el tembleque intelectual ante otras opiniones. Esa tensión apunta a algún sitio pero no quiero jugar a los prejuicios que de eso estamos servidos.
De manera Sol que ha utilizado usted mi nombre en vano. Ha rastreado pero no ha encontrado nada que descalifique (según su pobre esquema mental), pero eso no es óbice alguno para que usted intente descalificarme con una intención inflexible. ¿Sabe lo que pasa? Que más de uno queriendo descubrir al otro se quedó con el culo al aire.
Los ramalazos totalitarios pueden acallar voces, pero no puede apagar el bullir de la propia conciencia.
Miguel GONZALEZ y José Fernández TAMAMES,
No lamento haber perdido tiempo en Google buscando información sobre vosotros porque mis hallazgos confirman sospechas y evidencias.
Que sean tus blogs, Tamames, que sea tu reconocimiento de tu paso desde niño por el Opus Dei, denotan tu perfil psicológico -no sólo tu CV-, tu aislamiento, tu incapacidad para hacerte entender, tu recurso a la descalificación (una de las palabras que más repites es “miserable”: para tí son miserables los ciudadanos españoles -“en este país de miserables como es esta España”-, son miserables los de la organización (Opus Dei), tanto los que están como los que se han salido, incluso fanáticos, liberticidas…. Cf. por ej. http://opuslibros.org/nuevaweb/modules.php?name=News&file=article&sid=8668
Y sin embargo tu “alineación” con dirigentes del PP madrileño:
http://lacomunidad.elpais.com/jft/2008/1/19/rajoy-acierta-porque-esperanza-fuerza-ello
No sigo. Tanto título te podría ayudar a amueblar bien tu mente. Tu “constante oración y reflexión” son sospechosas si te dejan ver miserables por todas partes y te ciegan ante el fanatismo que criticas.
A la tercera va la vencida: no mereces tanto protagonismo en los comentarios de ATRIO. Te deseo que asimiles tus traumas. Escupiendo sobre ATRIO no lo lograrás.
Esperanzador mensaje, para todas las personas que seguimos caminando llenos de esperanza en el hermoso Mensaje de Jesús.
Me encanta el pasaje de la samaritana: “ni aquí ni allá; ni en el templo…”
Dios Abba, ¡¡todo lo llena, lo habita, lo abraza!! Y está precisamente ¡ahí! en el corazón de cada ser humano, que quiera buscarlo.
¡Pues claro que hay salvación fuera de la iglesia católica!
¿Como iba abandonar el “Hacedor de cuanto existe en el universo” a todas las personas que ni siquiera la conocen, a otras maneras de mirar, de creer, de ¡ver! a Dios en su religiones?
Cada cual lo encontrará en la suya, y también toda aquella persona que ninguna tiene… ni le espera, ni lo concibe.
El es el ¡¡Todo!! en cada lugar, persona, religión. Y al final, todos volveremos al Ser Total y será la explosión gozosa del espíritu de la Creación toda, llegado a u plenitud.
Le duela a quien le duela…
mª pilar
¿Suena a desconocido hasta ahora eso de que: “El Vino Nuevo requiere Odres Nuevos, pues los viejos sólo sirven para que se derrame y pierda? ¿Acaso al traje de la FRATERNIDAD UNIVERSAL HUMANA le han servido los remiendos a su progresivo deshilachamiento, a pesar de disponer del NUEVO PAÑO de la Encarnación de Jesús, Salvador de la Humanidad? ¿No quedó y queda constancia evangélica de quedar rajado el Velo del Templo y su Fábrica de sillares pétreos con amenaza cumplida de no quedar piedra sobre piedra? ¿Para qué propuso, como NUEVO, SU Mandamiento de AMOR en LIBERTAD y RESPONSABILIDAD personal? Y se le considera a Él, cuando se falsea su PATERNIDAD con un NUESTRO que sólo es MIO o de LOS MIOS, uno de esos tantos dioses, aunque se le diga ¡SEÑOR!¡SEÑOR! y se le localice en lugares, tiempos y personas sagrados, ofreciéndole inciensos y sacrificios celebrativos. Porque EL SÁBADO es para la HUMANIDAD y no esta para aquel; y la estructura para la vida y no esta para aquella.
Maite Lesmes, no tenga miedo: son sólo opiniones que no coinciden con las suyas. No le tenga miedo. Es la libertad. Lo otro es el totalitarismo. En la variedad está el gusto y la verdad (cualquier resto de verdad) es difícil que salga de la boca de los afines. Por eso es bueno debatir con gente que no piensa como uno. Lo otro es el biberón para el bebé.
Parece que las religiones deben basarse en relativismos, ocurrencias y chascarrillos. Es hilarante ver a una parte residual decretar todos los días la muerte de quienes controlan la institución, la mayoría más multitudinaria y frecuentada por jóvenes. Curioso fenómeno ese de de creerse los herederos.
jftamames.- 18-Enero-2010 – 11:10 am,.
Intentaré desde mi personal opinión entrelazada con un intento (no soy capaz< de calcular su real resultado) de coherencia con la misma ir haciendo referencia a cuanto expone en sus aportaciones.
Cuando me refiero u otros se refieren en sentido cristiano al socialismo suponga que lo hago y lo hacen dentro de ese parámetro de FRATERNIDAD UNIVERSAL HUMANA en el que a TODOS nos implica Jesús al aclararnos que: “A NADIE hay que tener por, ni llamar padre sobre la Tierra, pues sólo es PADRE UNIVERSAL el CELESTIAL, DIOS.”
Toda estructuración social humana más allá de la Familia respecto a los hijos en la infancia y progresivamente de más a menos en la adolescencia, que persevere paternidades y paternalismos, no guarda coherencia con la interrelación personal a la que nos llama Jesús por el AMOR. Huelgan, pues mal entendidos respecto a teorías y prácticas de socialismos que no se avengan a esta coherencia, si bien, dado que hay que optar en procesos de convivencia, la elección concreta entre relaciones posibles, será la menos distante o diferenciada, siempre mejorable hacia esa FRATERNIDAD.
Y cuanto de presentación o de proyecto práctico se presente respecto a la UNIVERSAL FRATERNIDAD HUMANA, lo único que nos compromete, es hacerla realidad práctica en nuestra humana convivencia. La libertad debe estar inclinada a esa relación interpersonal.
Cuando se usan infraestructuras o estructuras, sean eclesiales o laicas para mejor concretar actitudes de verdadera y real FRATERNIDAD, no estamos invadiendo algo ajeno, sino algo cuya finalidad principal es potenciar el avance concreto hacia una HUMANIDAD más FRATERNA. Si se trata de la IGLESIA (ASAMBLEA=COMUNIDAD=CUERPO) donde encontramos el referente de identidad cristiana es en lo que hizo y dijo Jesús. Entre otras cosas: En esto conocerán que sois discípulos míos, en que OS AMAIS UNOS A OTROS.
Por lo tanto nada de lamentos dolorosos porque se use algo que potencie la FRATERNIDAD UNIVERSAL HUMANA, aunque se llame IGLESIA con jerarquías o ICAR, como TAMBIÉN, anarquismos, socialismo, comunismos o liberalismos, siempre que se valore TODA PERSONA como SUJETO LIBRE y RESPONSABLE.
Nadie de por aquí, que yo me haya percatado, poniendo su fe en Jesús, ataca la vida de un SER HUMANO por nacer o nacido, si como tal es considerado por ciencia, ley y moral. Yen cuanto a educación, parece ser que no la que se quiere para las personas es aquella que tiende a admitir que la base de Deberes y Derechos es prioritariamente la persona y después las instituciones sin excluir a la misma familia. Y, siendo esta una institución relacional próxima a las personas, de su libertad y responsabilidad ante otras de mayor extensión, dependerá de sus motivaciones y finalidades su pluralidad, no estrictamente procreativas, sin que su denominación entrañe categorías absolutas, i exclusiones jurídicas.
Efectivamente no se puede soportar, sin complicidad aberrante, el que a la persona se la considere como objeto o instrumento de consumo, de servicio, productividad, simple clientela o censo pasivo, cosa que también afecta a ámbitos eclesiales; en los que se ningunea la condición de sujetos activos y responsables (fieles en general y, sobre todo, mujeres) y se cuida una sumisión pasiva de pura obediencia y docilidad, ante el mangoneo de unos pocos que han acaparado el poder sagrado (Jer-arjia); cuando su misión es de servicio desde lo último.
Les lavó los pies, siendo Señor y Maestro, con finalidad modélica y de ejemplaridad de lo que ellos tenían que hacer unos con otros.
Quien más descalificaciones lanza ante valores devaluados, moralinas y cultos hipócritas es el mismo Jesús, según nos lo presentan los Evangelios y por eso afina en sobrevalorar a “uno cualquiera de mis más pequeños HERMANOS,” y a una oveja perdida sobre las 99 de su aprisco.
¿Acaso las duras llamadas de atención sobre posturas que Jesús califica de totalitarias, fanáticas y fracasadas por viejas y no queridas por el Padre no aparecen en los Evangelios como fundamentalistas?
Puestos a acusar de alienaciones teóricas y prácticas ¿Qué es lo que ha pasado con las alineaciones con el poder y el acumular? Cuando contemplamos catedrales, templos, monasterios, castillos, villas y mansiones ¿Descubrimos el más mínimo rastro de lo que fueron cabañas o refugios de gentes sencillas y trabajadoras viviendo en necesidad de supervivencia y en la más terrible miseria? ¿Sobre quien cae la teórica y práctica acepción de personas tan claramente rechazada por Jesús y su mensaje? ¿Por donde se mantuvo y acrecentó la cultura de muerte con guerras, torturas, ejecución de penas capitales y el consumismo y hedonismo más atroz? (Imperialismo, Feudalismo y Absolutismo sagrados)
Hablar de espiral de desesperación por esperanzas frustradas puestas en movimientos de cambio, resulta cínico, si no se deja claro que su causa está en la desesperada situación de miseria abyección que la motivaba. Explotación esclavista, de servidumbre, colonialista y proletaria.
La conciencia crítica es una cualidad personal que brota en la infancia, florece en la adolescencia y debe madurar progresivamente en la adultez personal. En esta etapa se nos presentan con mayor posibilidad de contraste vivencias nuestras, observaciones de actitudes y comportamientos ajenos y el testimonio y mensaje de Jesús y la coherencia o desvíos en la Iglesia. Puede que el criterio individual haya que tenerlo bajo control de acendrada conciencia, pero cuando deviene colectivo y, sobre todo, si se universaliza, basado en consideración seria y responsable de la TRADICIÓN y ESCRITURA, se constituye en base del mismo carisma del Magisterio, que nada puede concretar sin que haya estado asumido en la Iglesia. Y, si el Magisterio no ha actuado con todo el peso y rigor de su cometido, quedamos TODOS en la posibilidad plural de teorizar según razón y actuar buscando coherencia con Jesús y sus Testigos. Y siempre teniendo claro que el Espíritu sopla por donde quiere y que Jesús alabó al Padre por esconder cosas a sabios y entendidos y revelarlas a la gente sencilla.
¿De donde sale que una actitud crítica y, sobre todo, deducida y apoyada en el testimonio y mensaje del Jesús que nos presenta la misma Iglesia quita libertad y opción crítica no falaz ni interesada a cualesquiera poderes políticos siempre que no devengan en imposiciones religiosas a la sociedad laica?
El modo como Jesús presentó la tarea transformadora de SU SALVACIÓN para la HUMANIDAD lo dejó claro, entre otros comportamientos suyos y mensaje, en la parábola de la Levadura en la Masa haciéndola fermentar. El Evangelio se ofrece, y principalmente por el testimonio de vida; NUNCA SE IMPONE A NADIE.
Y respecto a programas y partidos políticos desde compromisos cristianos, bien valdría la pena, a la hora de ejercer derechos y deberes ciudadanos respecto a la sociedad en la que estos son efectivos, tener en cuenta lo que aporta Jesús en el C.XXV de Mateo en la presentación del Juicio Universal sobre los comportamientos humanos. Teniendo esto presente, puede que nos evitáramos muchas controversias ciudadanas desde la fe. Aquí es donde Jesús aclara lo que para Él es bueno o malo, No se necesita ningún gurú que mueva tamiz.
Se afirma que “han sido los que se ha alineado con los poderes de este mundo que más terror y maldad han generado por haber perseguido y aniquilado a más personas, en más lugares y por más tiempo de todas los conocidos hasta la fecha.”
¿Nos queda alguna duda de esto? ¿O vamos a ser tan canallas que echemos la condición de verdugos y criminales a las multitudes de víctimas del pasado y del presente?
Claro que ha habido verdugos desde distintos colores de poder e incluso de distintas calificaciones laicas o religiosas. Pero, siendo estas actitudes violentas injustificables, la explicación por motivación, queda más apoyada en las reacciones de los débiles y oprimidos que en los poderosos opresores.
Y aquí es donde tiene sentido aquello de que, considerando Jesús a los suyos SAL DE LA TIERRA, concluya: Pero, si la sal no sala, para nada sirve ya, sino para ser esparcida y que la pisen las gentes. Que el ¡Señor!¡Señor! y los Sacrificios sobre los altares, no siempre casan bien con el -¡Misericordia quiero; que no Sacrificios! Y primero: LA JUSTICIA DEL REINO; que las añadiduras ya vendrán después.
¿Y quien nos puede impedir optar en nuestra vida, si somos libres? Conservador, fundamentalista, ultra, y muchas cosas más podemos ser o querer llegar a ser. Pero si creemos que Dios es PADRE y con este nombre afirmamos esa condición de la que se desprende nuestra FILIACION, lo que resta es CONFIAR en Él y vivir el NUESTRO y el NOSOTROS (No solo el MIO o los MIOS) con coherencia y verdad práctica en FRATERNIDAD UNIVERSAL.
Me hubiera bastado, no responder, pero no lo he considerado consecuente con ser y considerarme tu hermano, como también de los demás. Y yo también quiero creer en aquello de: “Donde dos o más se reúnen en mi nombre (DIOS ES AMOR), ALLI entre ellos ESTOY YO”, dice Jesús; y el estar y ser así, Él hace que ESO sea IGLESIA.
Miguel GONZÁLEZ, no voy a perder tiempo pretendiendo hacerte ver que caes en lo mismo que criticas. Supongo que la misma coherencia que tenemos algunas personas a las que despectivamente te diriges entrecomillando palabras, como “de base”, “progresista”, etc…., al intentar identificarnos en lo sociopolítico con partidos y entidades que defienden los mismos valores y principios que mantenemos en otros órdenes, y que nos lleva -por lo mismo- a sintonizar ciertas emisoras de radio, leer cierta prensa, preferir a ciertos autores…. (supongo que)esa misma coherencia la intentáis otros cuando defendéis a los partidos de la ultraderecha, escucháis la Cope o Intereconomía, leéis la prensa y webs que creéis os representan, sois correas de transmisión de los gurús que os jalean desde los órganos y micrófonos de todos ellos.
Cada cual se arrima allí donde cree se siente identificado y representado. En eso coincidimos. No hay motivo, pues, para tu crítica, te reconocerás en ella.
Lo que no hacemos quienes somos blanco de tus ataques es ir a vuestros lugares a hacer proselitismo. Tampoco nos aferramos a unas supuestas verdades que creéis haber encontrado en todos los ámbitos. Decís incluso que tenéis un pensamiento propio y una información media en lo relativo al cristianismo… Si en cualquier profesión alguien que la ejerza de modo responsable debe estar contínuamente reciclándose, la misma puesta al día debería conllevar nuestra dimensión espiritual, nuestra formación
religiosa recibida en la infancia. No revisar ésta, confundir la credulidad con la fe, preferir la sumisión a la autoridad y a la doctrina perenne en lugar de arriesgarse en una fe adulta e intentar liberarse de comportamientos dependientes, es renunciar a madurar como persona.
Te podría ayudar el último número de la revista FRONTERA : “Dinamismos del miedo” (Miedos vitales y mortales. Los escenarios del miedo. El miedo y/de los cristianos).
El enfoque es multidisciplinar.
Es muy sano reconocer que todavía uno puede aprender, no es una limitación, sino una oportunidad. Anímate.
Como ya han señalado otras personas, te recuerdo que ATRIO es un portal laico, abierto a creyentes y no creyentes, que no tiene como monotema lo religioso, mucho menos lo religioso tal como lo entendéis algunos.
Pongo punto final a esta conversación.
Es que las religiones basadas en dogmas han caducado o están a punto. La Ciencia avanza y pretendemos mantener las creencias basadas en arcaísmos que no se sostienen. No se puede conjugar el S.XXI con altares del S.XIII. A ver si espabilamos o quedaremos cuatro con la Fe bien asentada y el resto pasará de supercherías. No es la sociedad quien debe adaptarse a las religiones sino al revés. La ICAR ahora mismo pretende seguir los pasos del Islam y consolidarse de nuevo como una Teocracia. Ese tipo de religiones sólo se sostienen por la ignorancia de sus gentes y afortunadamente hemos avanzado mucho para volver a desandar lo ya recorrido.
¡Paz a todos!
Cada día, estoy más convencido que el tiempo de las religiones tal y como se han entendido mayoritariamente como un sistema inefable de creencias verdaderas está dando a su fin, porque sucumbe ante el nuevo paradigma posmoderno en el que nos envolvemos. Durante casi dos mil años han dado frutos maravillosos, de los cuales nos tenemos que alimentar, pero estos ya no aguantan más en la cámara…
Se está dando paso a otro tipo de espiritualidad/creencia (me inclino más hacia el primer término) más incluyente, y menos excluyente, ésto va a producir cambios en la forma de entender las iglesias y las reuniones de creyentes… Quizás lo malo es que este cambio se va a producir con mucho dolor y muchos inconvenientes, pero pienso que es un cambio más que vamos a presenciar.
¡Saludos a todos!
Según mi opinión, la frase “Iglesia somos todos” surge tras la experiencia de vivir lo que Jesús predicó, a ella no se antepone la idea de ninguna fundación, sino que será luego de esa experiencia de lo real en los seguidores de Jesús que, si acaso, para prolongarla en la historia se precisará de una fundación. Pero ésta realmente concebida así se aleja del sentido que se le da cuando se concibe como un claro deseo (en el que cabe todo) querido por Jesús. Pues el mero concepto de iglesia no recoge toda la profunda realidad que, siguiéndole a Él, lleva. Será, pues, lo real de esta experiencia abierta a todos/as en lo que somos lo que precisamente constituirá luego como realidad la iglesia.
La iglesia como institución dada la ambigüedad del ser humano puede ofrecer tanto la posibilidad como la imposibilidad de la experiencia.
Miguel González, es así como dices. Y esa pretensión constante que explicas con toda brillantez, se nos presenta como alternativa, la verdadera alternativa, la única alternativa.
El resumen de las aportaciones de los posts han sido todo un conjunto de descripciones de hasta dónde puede llegar y han llegado algunos en el seguidismo a los poderes del mundo.
Se ha criticado a obispos siguiendo las pautas y las interpretaciones de quienes falsearon la realidad de los hechos. Se hace eco no de las aclaraciones del mal interpretado sino de las declaraciones de un escritor que insulta y descalifica a todo un grupo sin reparo.
Luego se trae un ponencia de un artículo de hace años donde se repite el esquema totalitario de las interpretaciones sobre el pasado, presente y futuro. En esas explicaciones se vuelve a hacer una llamada a la acción para que, los verdaderos creyentes, sean los agentes aceleradores de un cambio inevitable. Y eso es, otra vez, la hipoteca del presente real a un futuro que sólo un grupo de visionarios, elegidos entre todos los mortales por tener grandes niveles de consciencia, pueden ver.
No se critica el último intento de realizar esa pretensión, al socialismo, que ha creado el pasado más cruel y terrorífico conocido por la Humanidad. Es más, unos de los representantes de ese socialismo hacen correcciones fraternas y se le deja con toda paz hacerlas.
Se insiste en usar lugares comunes, estériles, fracasados y que crean más división que otra cosa, sobre la diferencia entre unas iglesias de base y otra institucional. Una de un dios desconocido hasta la fecha y otra obra de los seres humanos.
Lo más doloroso es que se usa las infraestructuras y las misiones otorgadas por esa Iglesia “oficial” para proponer otra forma de ver la religión y la Fe. Esa visión de la vida, la sociedad, la economía, en fin, todo lo humano, alineada con los sectores “progresistas” de nuestras sociedades. Esas visiones no sólo han levantado las escenas más terribles de la Historia sino que levantan, ahora que no queda nada más que decir, tras el fracaso absoluto del socialismo, el ataque más sectario y cruel de los conocidos en Occidente siguiendo las pautas de la agenda política del socialismo. Pero no esta discusión en cómo aplicar un modelo económico u otro. Atacan directamente a la vida del no nacido, a la educación y a la idea del matrimonio como institución jurídica.
No basta con soportar que las miserias de las ideologías se debatan y lleguen a la discusión política. No basta con ver y soportar todo tipo de campañas de la sociedad de consumo por colocar a las personas como objetos de ese consumo y de la vida definida por la felicidad aparente de unos pocos. No basta con tener que soportar todo tipo de persecuciones y descalificaciones para defender valores morales de todos.
Además, parte de los que se consideran cristianos dentro de la Iglesia Católica se alinean de forma teórica y práctica con todo ello. La cultura de la muerte y del consumismo hedonista más atroz.
Es esa espiral de desesperación ante el fracaso de los poderes del mundo a los que se han sometido, en esa espiral de alineación con los restos de la ideología socialista, no se conforman con dar un paso y militar en los grupos políticos que defienden.
No. Pretenden ser la conciencia crítica, el camino oficial, la única vía, para que la Iglesia cumpla su misión. Son los únicos intérpretes de la revelación, de la madurez del católico, de la verdadera ciencia del conocimiento perfecto de las cosas del espíritu.
Pero, es que además, en el camino de nuestra salvación por medio de estos verdaderos creyentes, el resto de católicos pierde toda libertad y toda opción de crítica a esos poderes que defienden, a esas alineaciones políticas. Se les descalifica, en el mejor de los casos, como fundamentalistas, conservadores o lo que toque ese mes lanzando la sospecha de trabajar para los grupos políticos contrarios al socialismo.
Impresionante. Cuando se discute y se condenan las interpretaciones erradas sobre temas morales o éticos, en el fondo, se defienden posturas ultraconservadoras. Cuando se proponen ideas diferentes al socialismo, se defienden posturas ultraconservadoras. Cuando se les llama la atención por sus posturas totalitarias, fanáticas y fracasadas, se es fundamentalista.
Nada es bueno sino esta pasado por el tamiz de los gurús de estos verdaderos creyentes. No son los únicos, cierto. Pero han sido los que se ha alineado con los poderes de este mundo que más terror y maldad han generado por haber perseguido y aniquilado a más personas, en más lugares y por más tiempo de todas los conocidos hasta la fecha. Lo que añade más crueldad al tema es que, en paralelo, la Humanidad que no estaba sometida a ese terror, ha dado los saltos más grandes en el progreso de la Humanidad.
Así, hay católicos que tienen que soportar como una parte de curas, religiosos y laicos apuestan y apoyan a los partidos, grupos y organizaciones de izquierdas, como hace años esos mismos no hacían otra cosa que seguir al poder de turno.
Así, hay católicos que tienen que soportar como los criterios para definir la moralidad de las leyes y los actos personales, están al pairo de las necesidades estratégicas de un partido y de los grupos de presión a los que representan.
Y, por todo esto, soy conservador, fundamentalista y ultraconservador. Punto, a la esquina sin poder hablar. Ya hay otros liberados, con una consciencia superior, elevados al nirvana de la contemplación, que tienen la solución y la energía cósmica para descubrir las leyes de la Historia, otra vez, y colaborar con todos aquellos que nos la quieren imponer sí o sí.
Se pueden criticar injusticias sólo si provienen de militares o grupos que llaman conservadores. Se tragan camellos de asesinos, terroristas, revolucionarios, genocidas o toco lo que sale de la boca de cualquiera que lo haga en nombre del progresismo. Se valoran las muertes de inocentes como el pago inevitable en conflictos que generan los fundamentalistas y conservadores. Se defiende la destrucción de la masa helada del Ártico el mismo año en que se defiende la ampliación del aborto. Se persiguen las declaraciones de un obispo por un tema puntual y concreto de una entrevista y se le da paso a insultos y descalificaciones completas a la Iglesia que se dice pertenecer.
Ante estas cuestiones se nos levantan como la conciencia crítica, como la necesidad dialéctica de que los poderes eclesiásticos no se duerman en los laureles. ¿Quién les ha nombrado para tal cosa? ¿Quién dice que haya esa misión en la Iglesia? ¿Cuánta riqueza material, progreso o riqueza espiritual añade esta sarta de alineaciones con el progresismo?
Y tenemos derecho los católicos a estar hartos, cansados, de este espectáculo. Quienes podemos elegir libremente el criticar a los progres del terror, vemos como se levantan curas y religiosos, laicos y laicas, a ponernos en nuestro sitio. Quienes tenemos clara nuestras obligaciones espirituales y morales, estamos hartos de que religiosos y curas, laicos y laicas, las interpreten en función de las necesidades de su ideología. Estamos hartos de que los defensores de las peores páginas de nuestra Historia se proclamen defensores de libertades y derechos que no han hecho más que conculcar y perseguir durante décadas. Estamos hartos de ser calificados de fundamentalistas, conservadores o lo que sea que toque ese mes por unos cualquiera que no tienen poder moral, personal o ético, que no defienden más que la muerte, la persecución y la desaparición de todo el que no piensa como ellos.
Estamos hartos, con la indignación que se basa en nuestros derechos, en nuestros deberes, en nuestras responsabilidades. Estamos hartos de administrar cada mañana el fracaso de progresistas a los que nos oponemos en uso no sólo de nuestra libertad sino en la responsabilidad de no poder consentir la sociedad que buscan.
Esta semana de la vida de Atrio ha sido el ejemplo más clamoroso de la alineación de un grupo autodenominado cristiano a los poderes de este mundo de la forma más vil y miserable de las posibles. Y así es.
No es este el lugar para discutir mis ideas políticas, suponiendo que las tenga. Alguno se puede preguntar en que creo o como veo las cosas. Espero que este resumen valga.
Creo en un solo Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de
todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz,
Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros, los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras,
y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo,
que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo Bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos
y la vida del mundo futuro. Amén.
Además, puedo ofrecer una versión igual de buena de lo que creo:
Creo en Dios,
Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre
los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo La santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados,
la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Hay tonterías que hacen fortuna. Incluso vienen avaladas por grandes teólogos “de base”. Como esa de que Jesús no fundó ninguna Iglesia. Pero quienes afirman tal cosa no cejan en su empeño de repetir: “Iglesia somos todos, no solamente la jerarquía”. ¿En qué quedamos? Si Jesús no fundó ninguna Iglesia, ¿a qué tanto empeño en pertenecer a lo que Jesús no fundó? Otra vez el lenguaje subliminal o el doble lenguaje.
Repiten algunos que Jesús puso en marcha un movimiento y en su lugar apareció la Iglesia. Se refieren a la jerarquía o a la Iglesia jerarquizada (que despectivamente llaman eso tan horrible y pedestre de ICAR) porque si se tratara de un popurrí de grupos “de base” correas de trasmisión de partidos (naturalmente de izquierdas) para hacerles el trabajo sucio y justificar sus atropellos y pastoreados por teólogos “progresistas” entonces esa sí que sería la verdadera Iglesia fundada por Jesús. El despropósito es de libro. Pero a eso le llaman volver a las esencias y encarnar los valores queridos por el mismísimo Jesús el Cristo. Y todo el día con las piedras para arrojárselas a quien diga algo que no les cuadre en el argumentarlo.
Lo que son las cosas. No soy teólogo pero no se me escapa, como a cualquier persona medianamente informada sobre el cristianismo, que Jesús y después su grupo pusieron en marcha un movimiento que terminó, siempre alentado por el Espíritu de ese mismo Jesús, siendo una organización con una estructura, que es la única manera que sabemos los humanos de organizar un grupo (ya de por sí intratable como todo grupo), con alguien que se ocupe de poner algún orden en los más variados asuntos de funcionamiento interno y de orden doctrinal, etc. Lo que pasa es que no les gusta. Han mamado de las organizaciones políticas y sociales las estrategias, las tácticas, el plan de marketing, y el argumentario. Y la perversión del lenguaje. Y a todo eso le llaman la verdadera iglesia de Jesús. Y todo el día a echar por tierra a la Iglesia, la que según ellos no fundó Jesús pero que reivindican pertenecer a ella con el mismo derecho (qué digo el mismo, con mucho más) que la jerarquía que “okupa” el tinglado.
Lo dice el dicho: la cosa va bien pero el ojo lo pierde.
Efectivamente hay una vacío preocupante…
Maite Lesmes, gracias por leerme de nuevo. Y no tengo más carisma que el del Bautismo y la Confirmación. Podría tener alguno de los que existen en la Iglesia como carismas particulares. Pero no. No soy más que un católico normal. Esa pluralidad de entregas a un don especial del Espíritu Santo tiene todo mi respeto, cariño y aceptación. Espero que te valga.
He querido escribir “creyentes en Jesús, en su vida y mensaje”
Tamames, te leo una vez más y espero no volver a hacerlo:
De lo que expones se deduce que no sabes lo que es “ideología”, infórmate por ej. en un libro o en un diccionario de Sociología.
La tuya es “de libro”.
En tu mente deben estar asociados el concepto “iglesia” con el concepto “unidad”, entre otros. Por mucho que te lo diga el catecismo, las iglesias son muchas, existen varias además de la católica, incluso las que ésta no reconoce como tales. La iglesia católica no es uniforme ni es el patrimonio de la jerarquía. Tampoco es, como decía Munilla en la entrevista referida en El País del sábado, una “familia”, mucho menos una familia estándar al modo como algunos entendéis unívocamente la familia.
La iglesia no está dividida en dos, sino en muchas maneras de ser y pertenecer a la iglesia, como hay muchas maneras de pertenecer a otras instituciones. Recuerda que Jesús no fundó ninguna iglesia, algunas personas entendemos por tal el conjunto de creyentes en su vida y mensaje.
¿En qué dices que consiste tu carisma?
No necesito contestación, gracias.
Antonio Duato:
Tarde, pero seguro, te mando la correspondiente felicitación honomástica. ( toma “palabru exdrújulu”)
Te felicito, aún más, por tu nuevo brio en los comentarios que nos compartes. Parece que el fémur mutilado te ha avivado el ingenio.
¡¡ Bien por tu mensaje reividicando lo obvio!!; pero como bien seguro tendrás, por tu experiencia en la ICAR, estos ” santos varones” diferencian muy bien lo que es ” predicar y dar trigo”.
Ellos predicarán hasta el hastío, en asuntos de nacimientos de niños, solidaridad con los demás, respeto hacia las mujeres, etc, etc.
Pero a la hora de dar trigo… ” consejos doy, que para mí no tengo”. Que sean los otros quienes carguen con las responsabilidades familiares, que sean otros los que se rasquen el bolsillo, que sean los Islamistas quienes respeten a las mujeres. Pero ellos NI POR ASOMO HACEN LO QUE TANTO PREDICAN.
Saludos satisfechos por tu mejoría. Si el cerebro mantiene el ímpetu, el fémur tiene muy pocas posibilidades de amargarte la vida.
Maite Lesmes, me parece bien que dejes de leerme. Estas en tu derecho. La representación que me das es inmerecida. No conozco, ni trato, con quienes me dices que trato. La posibilidad de que uno entre en foros para sólo leer lo que le da la razón es ya un lugar común en Internet. Pero no se trata de eso. Carezco de ideología. No necesito ser salvado por visionario alguno. No tengo grupo. No necesito sentirme arropado por quienes piensan como yo. Mi carisma es el Bautismo y mi misión la ha marcado la Confirmaciòn. Acudo a la Santa Misa tantas veces como mis deberes me lo permiten. Me encuentro cómodo y a gusto con el sacramento del Perdón. Mi dirección espiritual me ayuda a seguir a Cristo encarnado en mi mujer y mis hijos. El poco tiempo, que deja una familia numerosa con niños aún pequeños, es para mi parroquia. No sé si con eso te crees que tengo tiempo aún para militar en algo o seguir a alguién.
Mi oración la marca la Liturgía de las Horas y el Evangelio del Día. Cuando quiero acercarme a lo que la Iglesia propone sobre algún tema, me acerco primero al Catecismo. Por simple y poco letrado que te parezca, no tengo tiempo para más. Cuando algo me preocupa más de lo debido, tengo Internet para tener MI propia opinión leyendo todas.
Si no te parece suficiente para que tenga una opinión concreta sobre algo y que pueda esponerla lo mejor que pueda, pués ya me dirás.
Dicho esto QUE MÁS QUISIERAS dividir a la Iglesia en dos grupos, tal y como haces, en blanco y negro. Hay tantas realidades que se te escapan que no eres capaz de discernir lo que lees. Todo lo que no te da la razón lo colocas en el saco de munillas, roucos y demás personalizaciones excesivas y pobres. Que más quisieras tú reducir, como hacen muchos aquí, a dos caras la Iglesia. Y eso es lo que se reivindica constantemente en mis escritos. Me atrevo a pensar por mi mismo, soy critico con todas las opiniones, someto a las mías a la oración y reflexión constante, y el no pensar como tú, en la parte en la que te quieres diferenciar y tal y como lo describes, para mi es un honor y un signo de estar en en buen camino.
Pues quienes admiraron y admiran tanto a Juan Pablo II, podrían seguir sus enseñanzas. ¿Por qué algunas enseñanzas se repiten y repiten, y otras se olvidan totalmente? Vemos que no se atisba ni síntomas de que la Iglesia tenga intención de desprenderse de algunas joyas y tesoros materiales “para dar pan, bebida, vestido y casa a quien carece de ello.”
Cuando ocurren catástrofes como la de Haiti, son momentos en los que algún gesto de estos no estaría mal.
Tamames, tienes todo el derecho a pertenecer y defender a la facción que representas. Pero caes en lo mismo que criticas: tú también te mueves por motivos ideológicos, como Munilla, Rouco, Benito…. Otros actuamos movidos por otras ideologías tanto sociopolíticas como religiosas… Es un hecho, estamos en posiciones incompatibles. Por lo tanto, protesta, grita, escribe…. pero ni tus convicciones tienen eco en muchas de las personas que nos identificamos con ATRIO ni
compartimos idénticos supuestos, formación, lecturas.
Quizá te encuentres más acompañado en otros foros. Yo, a partir de ahora, paso de leerte.
Juan Pablo II, es su encíclica Sollicitudo Rei Socialis (1987) escribió unas palabras contundentes que comprometían a los mismos bienes llamados eclesiásticos:
“Así, pertenece a la enseñanza y a la praxis más antigua de la Iglesia la convicción de que ella misma, sus ministros y cada uno de sus miembros, están llamados a aliviar la miseria de los que sufren cerca o lejos, no sólo con lo « superfluo », sino con lo « necesario ». Ante los casos de necesidad, no se debe dar preferencia a los adornos superfluos de los templos y a los objetos preciosos del culto divino; al contrario, podría ser obligatorio enajenar estos bienes para dar pan, bebida, vestido y casa a quien carece de ello. Como ya se ha dicho, se nos presenta aquí una « jerarquía de valores » —en el marco del derecho de propiedad— entre el « tener » y el « ser », sobre todo cuando el « tener » de algunos puede ser a expensas del « ser » de tantos otros”. (Ver en Vatican.va nº 31).
¿Para cuándo se va a tomar esto en serio y a hacer un gesto significativo? Muchos esperábamos que el actual papa, al preparar la nueva encíclica social, se encontrase con esta cita y decidiese hacer un gran gesto de desprendimiento de parte del tesoro vaticano. Ni siquiera lo recordó, dejando su mensaje en meras palabras no comprometidas. Y no sabemos de ninguna diócesis o Iglesia particular que, ante la mayor catástrofe que conocemos en la historia reciente, haya puesto en práctica este mandato de desprenderse incluso de “objetos preciosos del culto divino”. Eso sí que sería “hablar claro” con los hechos.
Esto ha sido lo mejor que he leido en décadas “¿En que “reino de dios” nos introduce esta iglesia? ¿Tenemos derecho a escandalizarnos al verla tan lejana de la realidad, encerrada en su autocomplacencia?”. Esta critica esta tan manoseada, tan hueca, tan repetida, por todos los que no encuentran a su gusto las cosas, ya es un lugar común de los que envejecen y no encuentran en las parroquias el ambiente de las discotecas de los años 70.
Los que estaban allí ERAN y SON SOCIEDAD. Deje de inventarse conceptos y descalificaciones de sacristias. Abra las ventanas, deje pasar el aíre fresco y puro, mire más allá de sus prejuicios y, a lo mejor, se encuentra con que la felicidad hay que ponerla en otras cosas, no es la batallitas entre curas.
Comparto gran parte de las afirmaciones de Iñaki. Sé dónde no encuentro a Dios; no me atrevería a afirmar contundentemente, como han hecho otros comentaristas después,
dónde “está” Dios. No lo encuentro en la toma de posesión de un obispo sólo deseado por Rouco y los suyos, cuyo modo de proceder es “político” y sectario, aun cuando a esto no lo consideren ellos hacer política. A un acto así acuden no sólo los de su misma facción, sino también los que hipócritamente van y le besan a pesar de haber firmado en contra de su nombramiento.
No lo encuentro en la ceremonia celebrada ayer en Notre Dame de París por los desaparecidos en Haití. Tanta solemnidad ¿para qué? No confundamos actos sociales con
actos religiosos donde están mezclados sentimientos de miedo, culpabilidad, una imagen de Dios castigador, un absurdo pedir por los muertos… Aprovechar esta catástrofe para aglutinar masas en ceremonias que den la impresión de que la iglesia está con los damnificados y tiene capacidad de convocatoria, es puro oportunismo.
En ocasiones como estas debe insistirse en que nada tienen que ver las catástrofes naturales con Dios. En un mundo globalizado todo repercute en todos, cada persona puede y debe contribuir a paliar las necesidades de otros, no aprovechemos a río revuelto ganancias para la tribu, en lugar de ponernos todos a la tarea de reducir
los efectos de la catástrofe.
Que Munilla crea que ha contribuido a paliar estos efectos recomendando que en la fiesta de la ciudad de S. Sebastián el próximo 20 “las familias hagan un ejercicio de austeridad solidaria en favor de quienes están sufriendo en aquel país”, es una muestra más de la abstracción de su cristianismo. Como responsable de la diócesis, debe poner bienes de la diócesis y de su bolsillo en favor del desastre haitiano. Si clubs, asociaciones, artistas, cantantes… se han movilizado para dar de lo suyo a
Haití, Munilla debe entender que con poner a trabajar a otros no basta.
Con qué rapidez se reharía este país si cada diócesis organizara una subasta con unas poquitas obras de arte, o edificios…, tan mal gestionados por las iglesias locales y sin embargo de tanto valor¡
La misma ostentosa cruz pectoral de Munilla o su anillo episcopal valdrían para la ocasión.
Kaixo, si, Dios está en todas las personas, las que le quieren y las que no, las que le conocen las que no le conocen, esa es la grandeza que nos enseñó Jesús el de Nazareth, y aunque nos parezca que no podemos hacer nada los que le seguimos desde la base, sin títulos ni nombramientos, podemos hacer mucha labor, esfuerzo junto a esfuerzo, enseñando a los niños desde la Catequesis, en casa, que DIOS ES AMOR, EL AMOR ES UNION Y LA UNION HACE LA FUERZA, COMO HAN ESCRITO UNOS NIÑOS DESDE GUATEMALA, ESE LUGAR AL QUE LLAMAMOS TERCER MUNDO Y QUE NOS ESTÁ ENSEÑANDO TANTO DE SOLIDARIDAD, DE AMOR, DE ACOMPAÑAMIENTO, DE AYUDARSE ENTRE ELLOS. JERARKAS DEL MUNDO, SEGUID A JESUS DE NAZARETH, SEGUID SUS ENSEÑANZAS, NO SOLO PREDICARLAS, SEGUIDLAS…
En verdad amig@s es una gran alegría, dentro de la pena que nos embarga ante tanto desatino, leeros a tod@s. Gracias y hasta siempre. Un abrazo fraterno a tod@s.
Ha sido el vuelo de una golondrina. Sobrevolando estériles polémicas y tal. Lo cierto es que hemos llegado al mismo punto: esta jerarquía perversa tan lejos del “pueblo” verdadero que está formado por todos los díscolos que en el mundo han sido. ¿Dónde está el Dios Padre? En todas partes, pregunta y respuesta de cajón. Antigua y clarividente. Al meno la respuesta. También Jesús se retiraba al desierto a encontrarse con su Padre. Algo tendrá el desierto, la contemplación, la oración, la intimidad, cuando Jesús los frecuentaba. Elemental querido Watson. Falsas dicotomías que pretenden descalificar a las jerarquías y postularse como la versión original sin subtítulos del reino de Dios.
“¿En qué reino de Dios nos introduce esta Iglesia?”, pregunta San Sebastián. Pregunta de cajón, también. Ampulosa y retórica. Dios está en todas partes. En todas. Y en todos.
Comparto totalmente la reflexion (los acentos me fallan tecnicamente) de Iñaki. Pero pide una madurez humana muy elaborada para dejar “instituciones, creadas por los humanos del poder del momento” donde Dios (com mayuscula no esta), pero hay cantidades ce dioses, que se les da el nombre de “dios”, en singular. El trabajo interior es poder discernirlo. Y Dios se encuentra en todo ser humano, pero sin ropajes institucionales.