El autor nos envía directamente este artículo publicado ayer por El País para que sea conocido y comentado por los visitantes de ATRIO. Lo que importa no son las formas con que se ejerza la democracia -llamada en la Iglesia con frecuencia “sinodalidad“- sino el sentido profundo, la “corresponsabilidad” de todos en la toma de decisiones que atañen a todos.
* * *
Que no se le imponga al pueblo un obispo que el pueblo no desee”. “Aquel que debe presidir a todos debe ser elegido por todos”. “No se debe ordenar obispo a nadie contra el deseo de los cristianos y sin haberles consultado expresamente al respecto”.
Seguro que no pocos lectores pensarán que estas tres afirmaciones están tomadas de algún documento de los movimientos cristianos de base o de colectivos de teólogas y teólogos contrarios al actual sistema de nombramiento de obispos. Pues no. Son textos de los siglos III y V. El primero pertenece a san Cipriano (principios del siglo III-258), obispo de Cartago, quien consideraba “de origen divino” el derecho del pueblo a elegir a sus pastores. Su propia elección episcopal fue muy discutida.
Los dos siguientes corresponden a León Magno, papa de 440 a 461, el más importante del siglo V, que frenó la marcha de Atila sobre Roma. Y no son excepción en la literatura teológica de la época, ni se limitan a reflejar un ideal a conseguir. Los cito como una brevísima antología que podría ampliar con otros muchos testimonios en la misma dirección. La elección de los obispos por el pueblo fue una práctica habitual en la historia de la Iglesia durante el primer milenio, como demuestra el prestigioso teólogo holandés recientemente fallecido Edward Schillebeeckx en su libro El ministerio eclesial. Agustín (354- 430) y Ambrosio (340-397) se vieron obligados a aceptar su elección como obispos de Hipona y de Milán, respectivamente, incluso contra su voluntad, porque fueron aclamados por la comunidad cristiana. También Paulino de Nola (355-431), amigo de Agustín, Ambrosio y Jerónimo, fue elegido obispo por aclamación popular, siendo sacerdote casado.
El concilio de Calcedonia (año 451) se opuso a la ordenación de aquellos candidatos que no estuvieran vinculados a una comunidad, hasta el punto de declarar inválida esa ordenación. El obispo o sacerdote que dejaba de presidir una comunidad, volvía al estado laical.
A veces la elección era muy reñida, y se producían altercados si no se respetaba la voluntad del pueblo. Algo parecido sucede hoy, pero no porque la comunidad cristiana participe en la elección de los obispos, sino porque ésta se hace al margen suyo e incluso en contra de sus deseos. La oposición de la mayoría del clero de Guipúzcoa al nombramiento de José Ignacio Munilla como obispo de la diócesis no es un fenómeno aislado en la historia reciente de la Iglesia. Un caso similar se produjo con motivo de la ordenación episcopal de Alfonso López Trujillo como obispo auxiliar de Bogotá (Colombia) en 1971. Entonces no fue sólo el clero quien se opuso, sino una parte importante del pueblo, que mostró su disconformidad a través del lanzamiento de octavillas durante la ceremonia de la ordenación episcopal.
Sacerdotes de Barcelona hicieron una sentada en el patio del palacio episcopal disconformes con la manera de dirigir la diócesis de monseñor Marcelo González, venido de Astorga. Hace unos años se produjeron reacciones de protesta similares por el nombramiento de Jaume Pujol, miembro del Opus Dei, como arzobispo de Tarragona. Frecuentes son también las campañas de sacerdotes y de grupos cristianos cuando corre el rumor del nombramiento de un obispo que no consideran idóneo para su diócesis. Muchas veces se salen con la suya y consiguen que no se nombre al candidato in péctore.
A propósito del conflicto provocado por el nombramiento de monseñor Munilla, he podido leer estos días que lo que está en juego son dos modelos de Iglesia: el de Uriarte, más democrático, y el de Munilla, más autoritario. Yo creo que este planteamiento es teológicamente incorrecto y en la práctica, engañoso. Los dos deben obediencia al Papa, que es quien los ha nombrado. Los dos se han caracterizado por prácticas autoritarias, cada uno en su diócesis. Uriarte ha vetado a varios profesores de la Escuela de Teología, vinculada a la Universidad de Deusto. Munilla impuso el traslado del seminario de Palencia a Madrid en contra de la opinión de un sector importante del clero palentino. El despotismo es la patología episcopal más común.
El problema radica, a mi juicio, en el sistema de nombramiento de los obispos. De ahí se derivan dos modelos de Iglesia: el jerárquico-patriarcal, que se sustenta en la elección de los obispos por el Papa sin intervención del pueblo cristiano, y el democrático-igualitario, que se basa en la elección de los dirigentes religiosos conforme al principio “un cristiano, una cristiana, un voto”. Una práctica acorde con la tradición de la Iglesia, que tiene su fundamento teológico en la dimensión comunitaria del cristianismo y que está en sintonía con los procesos electorales de las sociedades democráticas. Se me objetará que la Iglesia es de institución divina. Aun en ese supuesto, que es mucho suponer, no entiendo por qué la democracia tenga que ser contraria a la voluntad divina ni por qué el Papa y los obispos la defienden en la sociedad y no la practican en la Iglesia. ¿Cómo Dios puede querer la elección democrática de los gobernantes a nivel político y oponerse a ella en la comunidad cristiana?
Por más vueltas que le doy, no me encaja la idea de este artículo con el contenido del evangelio.
Desde mi punto de vista, hablar del procedimiento para elegir los cargos que componen la cúpula del poder en las iglesias (obispos, arzobispos, cardenales, papas) supone que se admite la necesidad de una estructura de poder. Para mí, ese planteamiento desenfoca la mirada del centro de la cuestión: ¡El proyecto de Jesús desestima el poder como elemento constituyente de su realidad social!
Las estructuras de poder establecidas en las iglesias cristianas serán todo lo religiosas que se quieran, estarán sustentadas por tradiciones de siglos, incluso a muchos les parecerá que se sin ellas se hunde el mundo, pero el fondo del asunto es que nada tienen que ver con el evangelio. Las estructuras de poder y el proyecto de Jesús son realidades sociales incompatibles y diametralmente opuestas. Conviene, pues, hilar muy fino y no perder de vista cuál es nuestra razón de ser, porque las ideas religiosas que no se fundan en el evangelio podrán llamar la atención por novedosas o parecer muy progresistas, pero en mi modesta opinión acaban echando raíces en cualquier maceta.
Saludos cordiales
Lali
Rodrigo
Bueno sí, ha sido un error de interpretación. Una vez aclarado, deja mucho más que desear. Desde la muerte¿¿?? de Juan Pablo I que quiso renovar los cimientos de la Iglesia y con la llegada de Juan Pablo II se hizo una importante labor ¿pastoral?¡no! de márketing para apuntalar los viejos pilares. El Papa se prodigó por todo el mundo mientras entre equipajes iba perfilando lo que sería la Nueva Iglesia y que Ratizinguer en la sombra iba rubricando.
Claro que no se conoce a Martini. Nunca interesó. De sobra es conocido como piensa y hoy enfermo relegado a un cuarto plano. Un siglo XXI con un Papa del S.XXI ¡ni hablar!. Toda la historia de la Humanidad se ha regido por los avances de la ciencia por un lado y el pánico a que esa ciencia se coma los dogmas, por eso a la Iglesia siempre va rezagada varios siglos. Hoy, con una crisis en todos los planos es mejor caminar de nuevo con herejías, excomuniones y homilías inquisitoriales antes que perder un ápice de poder o molestarse en hacer una “relectura” de todas las Escrituras en clave hermenéutica y no literalista.
Un saludo
Si se dice que una afirmación es válida para TODOS los grupos., éso incluye los grupos a los que pertenezco; no? Bah, se dirá que sólo es una cuestión de géneros literarios. 😉
Hola y Gracias Rodrigo Olvera!
Los tanguitos lutherianos de “Les Luthiers” disfrutados en tu entrega
se corresponden con este Hilo.
1º) Luther-Tanguito “Me engañaste una vez más”
¿aplicable a la platónica “Demo-cracia”?
2º) Luther-Tanguito “Gloria”
El Sexo es un Poder divino en el “habeas corpus” de esta “Magnificat” muchacha GLORIA.
Excursus: en otro hilo se baraja al barbudo que fue entregado al degüello por una Salomé-sexy.
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Además, en hebreo “gloria” se dice “kadosh”. Palabra que también significa “peso”
¿qué tiene que ver una cosa con otra, no?
Excursus: en la formación de las “culturas” las palabras están muy cerca de las escenas vitales que las originan. Son muy con-cretas. Así los “lunfardos”, “patois”, etc.
Acá estamos ante un tipo que “pisa fuerte”, “deja huella”, es un “peso pesado”.
Pues bien ¿quiénes, sino los “mandamás”-“capangas”-“punteros políticos”, pisan fuerte?
Las “Capas pluviales” (¿para qué las usan si no llueve?) están sobre-cargadas de pedrería preciosa = “pesan”.
Todo el “adornerío metálico” es para significar PESO – PODER (Las Bandas rockeras idem)
Los “Reyes Magos” vienen a “re-conocer” otros Poderes, pesos pesados o “GLORIA”
Mucho habría para hablar de estas cosas.
Fijate que hoy el Poder político busca ser PESADO mediáticamente (aparecer en la TV y Tapas)
Hoy el Poder se juega en lo farandulesco. Hoy es in-evitable.
(chiste) ¡hasta el mismo ATRIO se lavó la cara y se emperifola para su gente.
¡Basta! Gracias y Chau ¡Vamos todavía! – Oscar.
Vamos a ver Rodrigo, si lo que quiere es que escribamos una tesis de 200 páginas lo hacemos. No se trata de eso en un mensaje que necesariamente tiene que ser breve. Creo que en mi escrito he esbozado ciertos asuntos importantes sin por ello llegar al agotamiento de los temas.
En el primer punto, le repito y le pido que por favor deje espacio a los “géneros literarios” he utilizado una reflexión que me hago a mi mismo para que nadie se sienta aludido. Entonces no me diga que allí digo una cosa y aquí otra. Allí me hago decir a mí mismo lo que digo para no hablar de nadie más y aquí digo que me parece correcto criticar aquello que sea criticable siempre que se haga tanto en un sitio como en el otro. (Cosa que, si usted me tira de la lengua, diré que no sucede, por cierto, ya que algunos que son inflexibles en su crítica contra todo lo que huela a jerarquía se tragan los gazapos con envoltorio y todo cuando se trata de criticar a los líderes de partidos o sindicatos en los que militan. A menos que esos líderes sean perfectos y todo lo hagan bien.
Yo no me he metido en los grupos en los que usted participa porque no los conozco, yo simplemente he hablado del funcionamiento de los grupos humanos según mi propia experiencia y lo que dice la psicología y la sociología sobre las dinámicas que se ponen en marcha en todo grupo, sobre ea palabra tan fea de los roles de cada uno, el liderazgo, las luchas de poder, etc. Muchas de esos fenómenos son inconscientes o sea que estoy descartando la mala fe y los manejos. Si quiere podemos entrar más en detalle pero aburriríamos. Las buenas intenciones que se supone a todos los integrantes de un grupo no son garantía de funcionamiento fetén del mismo por todo lo expresado. Eso tampoco quiere decir que todo grupo esté condenado al fracaso y me alegro si los grupos en los que participa funcionan bien.
Ignoro a qué se refiere con ese comentario último sobre falta de honestidad. A veces tendemos a pretender de los otros que diga blanco o negro sobre un asunto. Y si no dice totalmente blanco entonces deducimos que es negro. Pero no es así.
Saludos.
Miguel
1.- “Yo también estoy con la segunda opción”…
Pues es lo contrario de lo que escribiste: “ni me considero legitimado para criticar “a pajera abierta” a una institución como la Iglesia. Y no lo hago para no caer en el esperpento tantas veces observado de quienes critican desaforadamente a la jerarquía de la institución a la que dicen pertenecer mientras callan como cadáveres ante las acciones, palabras y silencios (supongo que no siempre acertados) de quienes dirigen los grupos políticos, sindicales o sociales en los que militan o apoyan” (es decir, mejor no critico, que era la posición 1)
2.- “Aun así el Presidente elige a su equipo” Exacto… igual que se podría elegir democráticamente a los obispos, y que ellos elijan a su equipo diocesano; o elejir decmoráticamente al Papa y que el Papa elija a su Curia. Ya te lo había puesto, y te saliste por la tangete de que no se elige directamente al Presidente. El punto es: por supuesto que el elegido democráticamente puede elegir libremente a su equipo. El punto en cuestión es la elección democrática de la cabeza del equipo.
4.- “si los políticos actúan así supongo que será porque no se fían de lo que el pueblo pueda decidir o de las movidas que se puedan poner en marcha. Y eso querrá decir que la gente no está madura para decidir ciertas cosas, etc”
Si… o puede ser que los políticos actúen así por mera ambición de poder.
Ahora, el que los políticos actúen así,
a) ¿significa que está bien que actúen ásí? y
b) ¿significa que las autoridades de la Iglesia (que se autoproclama como Maestra de la Humanidad) no pueden actuar MEJOR?
5.- “No se trata pues de autoritarismo sino de análisis de la realidad tal cual es.”
A ver, te digo que participo en tres grupos humanos que no actúan como tú dices que actúa todo grupo humano.
¿Tu respuesta entonces significa que afirmas que los grupos en los que pertenezco no actúan en la forma en que digo que actúan? ¿Sin ni siquiera saber qué grupos son, sin tener referencia alguna a la forma de actuación? ¿A éso le llamas “análisis de la realidad tal cual es”? Vaya!
Saludos cordiales… creo que hasta da el intercambio (nunca he tenido problemas para intercambiar puntos de vista contrarios a los míos, pero la falta de honestidad intelectual sí me es dificil de aceptar)
Dice, usted, Mª Pilar García: “No tengan tanto miedo, les guste o no, cambiará por propia inercia; cada vez la iglesia toda, pueblo y mandatarios, está más envejecida… o se renueva o por si sola morirá, tal cual está ahora”.
Es cierto, tiene razón: yo cada vez que se produce una convocatoria del papa, por ejemplo veo a muchos jóvenes; no así cuando el encuentro es de sectores más críticos y “renovados” en los que la edad media es bastante elevada. Efectivamente es cierto: o se renuevan o ciertas corrientes desaparecerán de la Iglesia.
Lo de la renovación daría para una tesis. Más que nada para delimitar qué cosa es renovación. Porque ya sé que para algunos es evidente, pero otros que también fuimos renovadores y revolucionarios en la primera juventud no lo vemos tan claro en la actualidad. Todo es susceptible de renovación pero no toda la que algunos suponen.
Saludos
Buenos días, Rodrigo. Comento algo sobre los puntos de su respuesta.
En el punto 1. Yo también estoy con la segunda opción. Se suele ser más comprensivo con los de “casa” y más duro con los de fuera. En este caso concreto ocurre al revés: inflexibles con los de casa y excesivamente comprensivos con el resto. ¿Complejo de pertenencia? ¿Falta de aprecio? ¿Rebeldía contra el padre? En mi escrito no hablé de mis elecciones sino que analizaba un poco lo que ocurre.
En el punto 2. Aun así el Presidente elige a su equipo. Vamos que la democracia no quiere decir hacer inviable el “gobierno” de la cosa en cuestión.
De acuerdo con el punto 3
Punto 4: sí, democracia; una cosa que esté bien. La Iglesia es una institución no comparable a otras instituciones en las que sus miembros hacen frente a unas cuotas, etc.; sería muy fácil introducir submarinos de otros grupos a quienes les interesa que la Iglesia se dedique a la poesía, para desvirtuarla, etc. Hablaba en general sobre el funcionamiento de la democracia: si los políticos actúan así supongo que será porque no se fían de lo que el pueblo pueda decidir o de las movidas que se puedan poner en marcha. Y eso querrá decir que la gente no está madura para decidir ciertas cosas, etc. Por ejemplo, si todos pudieran tomar decisiones sobre ciertas revanchas sociales, sobre el linchamiento a ciertos individuos pillados in fraganti robando o violando una niña, sobre la pena de muerte, sobre el maltrato en el seno del hogar, etc. ¿Sería un acierto que la democracia se practicara hasta ese punto, mediante referéndum, asamblea, etc., y luego apechugamos con las consecuencias?
Punto 5. Conocemos algo sobre la psicología y la sociología. Sobre el poder y el liderazgo en el interior de los grupos humanos. Algo aprendimos también de los grupos animales. También nosotros somos animales y nuestra psicología hunde sus raíces en nuestros “paisanos”. No se trata pues de autoritarismo sino de análisis de la realidad tal cual es.
6. Como le he dicho, mi pregunta era retórica, como una reflexión, suponía su respuesta. Gira en torno al mismo asunto: quienes piden cambiar las reglas del juego son quienes no están en el tomate. Y muchos cuestionan el método porque no le gustan las personas; cambiadas las personas se olvidan del método.
Saludos y buena semana.
Querido Oscar
Sabiendo que te gusta el tango, permíteme saludarte con estos dos tangos de Mastropiero, que creo cawen bien tanto para la Democracia como para la Iglesia 😉
Espero que toda la comunidad de Atrio los disfrute
Un abrazo
Hola Sol
Si lees todos los comentarios del intercambio entre Miguel y yo, verás que no es guasa.
Es decir, tengo claro que éso NO EXISTE AHORA.
Puse un escenario de elección democrática (voto libre, secreto y universal de todas las personas fieles de la Iglesia Católica, organizadas por parroquias como equivalentes en a distritos electorales)
Pues bien, creo (es decir, es una opinión, no un juicio lógico demostrable) que si se diera ese supuesto hiopotético de elección democrática, entre los Ratizger y Martini; ganaría Ratzinger de todas formas, aunque con un margen de aprobación mucho menor a obtenido en el cónclave de cardenales.
Porqué lo creo asi? a) Por el mayor conocimiento del nombre de Ratzinger que de Martini entre las personas católicas no particularmente interesadas en la vida de la jerarquía; b) Por la formación de la mayoría de las personas católicas.
Creo que imaginar que si hubieran elecciones democráticas ganarían los representantes de las corrientes renovadoras es ser completamente autorreferenciales, y desconocer el contexto más amplio de las distintas subculturas católicas.
Hola María Pilar
He leído nuevamente los 39 comentarios de esta entrada, y no localizo UNO SOLO en que se afirme que todo está perfecto todo como está. Puedes darme la referencia?
Ahora, respecto de los políticos… por supuesto que es relevante a esta entrada y no es desviarla, pues el mismo autor (Tamayo) incluyó tal referencia
“¿Cómo Dios puede querer la elección democrática de los gobernantes a nivel político y oponerse a ella en la comunidad cristiana?”
Saludos cordiales
Solo nos faltaba, meter ahora a los políticos en este tema.
Cuando toca decir de ellos, también se dice, con toda claridad.
¿Donde nos quieren llevar? a cada tema, su comentario, y no dispersar para ¿ganar? ¿que?
Se trata de comentar nuestros deseos ideas, pensamientos… Si ayudan bien, sino, cada cual seguro se quedará con el suyo.
Sigo sin comprender, porque se molestan tanto, las personas que todo en la jerarquía y también en parte de los fieles, les parece perfecto todo como está; hay un refrán que dice: “cuando el río suena, ¡agua lleva!”
Jesús sonaba como río caudaloso, por eso, los que no querían cambiar nada, para no perder su status… lo mataron impunemente; hoy no se mata, se silencia… y hay una hermosa canción que dice: “Si se calla el cantor, ¡calla o muere la vida!” (no estoy segura ahora cual es la auténtica).
No tengan tanto miedo, les guste o no, cambiará por propia inercia; cada vez la iglesia toda, pueblo y mandatarios, está más envejecida… o se renueva o por si sola morirá, tal cual está ahora.
mª pilar
creo que en una elección democrática entre Ratzinger y Martini, hubiera ganado Ratzinger.
¿Democrática? es guasa ¿no?
1.- “Y no lo hago para no caer en el esperpento tantas veces observado de quienes critican desaforadamente a la jerarquía de la institución a la que dicen pertenecer mientras callan como cadáveres ante las acciones, palabras y silencios (supongo que no siempre acertados) de quienes dirigen los grupos políticos, sindicales o sociales en los que militan o apoyan”
Entiendo. Hay dos posturas posibles para no caer en tal incoherencia. No criticar ninguna acción que consideremos incorrecta; o criticar toda acción que consideremos incorrecta, independiente de quien la cometa. Yo me apunto a la segunda.
2.- “al igual que al Presidente del Gobierno no lo elige el pueblo directamente” Quizá no en España, pero sí en muchos otros países.
3.- “no soy ningún meapilas.” Eso lo tengo claro. Hay una tendencia en algunas personas que participan en Atrio de ver todo en blanco o negro. A mi me gustan los colores del arcoiris. Será porque así soy yo: puedo defender al Papa cuando pienso que ha acertado; y criticar al Papa cuando pienso que ha errado. Puedo defender a Marx cuando pienso que ha acertado y criticarlo cuando pienso que ha errado; etc.
4.- “¿por qué al papa debería de nombrarlo alguien que no pertenezca a su equipo dirigente que está en los cielos, es decir en la cúspide?” Frase muy clara: no democracia sino aristocracia. Las justificaciones serán las que sea, pero queda la postura clara. Pero notas que caes en el mismo tipo de argumento que criticas en el tema del aborto: “si así son las cosas…”; “si otros hacen mal (en este caso los políticos con sus manipulaciones de la democracia) no se me puede exigir hacer bien (a la Iglesia)”
5.- “Todo grupo humano funciona igual: un líder es aupado a lo más alto y elige a su entorno que se agrupa y defiende y es el que toma las decisiones mientras que el resto de integrantes de ese grupo tiene que “tragar” saliva hasta que cambien las tornas” Yo participo en al menos tres grupos humanos que no funcionan así. Claro que- siendo honesto con la realidad- son grupos muy pequeños (sólo de alcance nacional) en los que aún se dan lo que en teoría social se denomina “patrones de interacción social con copresencia”. A medida que aumenta el número de personas involucradas, es más dificil sostener esta dinámica, mucho mayor en el caso de una institución con millones de fieles. Eso lo sé; no soy ingenuo. Pero de ahí a afirmar que TODO grupo humano funciona autoritariamente, hay un abismo.
6.- “¿criticaría usted el procedimiento de elección de papa y trataría de impedirla si fuera nombrado a dedo para tal puesto a un personaje como Casaldáliga? ” Por supuesto que sí. Critico el procedimiento por una cuestión de principio, no por cuestión de las personas involucradas. Como le decía a Oscar, creo que en una elección democrática entre Ratzinger y Martini, hubiera ganado Ratzinger.
Saludos cordiales
Bien Rodrigo, estupendo. Usted sabe bien que era una pregunta retórica. Tal vez habría sido interesante formular esa misma pregunta a todos los integrantes de Atrio. Y así tendríamos una manifestación clara de profundo sentimiento democrático.
Hola Miguel
“¿criticaría usted el procedimiento de elección de papa y trataría de impedirla si fuera nombrado a dedo para tal puesto a un personaje como Casaldáliga? ”
Absolutamente: SI
Jajaja… y añadamos Observadores Internacionales jajajaja
Si… no es un asunto fácil; y está el tema de los límites de la democracia FORMAL..y todas las propuestas teóricas y prácticas de la democracia participativa.
En ese sentido, reducir la democracia a sólo la elección de dirigentes, y no a procesos comunitarios y autogestivos de organización de la vida social, siempre es un peligro.
Poco se ganaría democratizando la elección de obispos, si sólo pueden ser elegidos varones; por ejemplo. Ojo: poco se ganaría, no significa que no es una ganancia…sólo que es una ganancia muy insuficiente.
Y poco se ganaría incluso si puede ser elegida obispa una mujer; pero una vez elegida la persona puede hacer y deshacer sin ningún mecanismo de control comunitario.
Y no es posible plantear mecanismos de control comunitario sin la construcción de personas sujetas de derecho y maduras. De otro modo, tal como vemos en nuestras democtracias políticas (y como bien señala Miguel) sólo veríamos la imposición de quien cuente con más recursos (económicos, políticos y simbólicos).
Por éso, decía yo, la apuesta no es algo menos que nuestras malas democracias; sino algo más. Que sé que es demasiado pedir a la Iglesia Católica. Prefiero apostar a esta construcción de espacios y personas sujetas de autonomía desde otros espacios colectivos.
Saludos
Hola Rodrigo, nevadas tardes:
Empezaré por aclarar que yo no me opongo a que haya democracia ni en la Iglesia ni el estado vaticano ni en ningún sitio. Para empezar yo bastante tengo con exponer mis propias convicciones como para defender las prácticas de una institución como la Iglesia, con la cantidad de doctores como tiene. No me sitúo en ninguna posición de representatividad de nadie, mucho menos de Jesús ni de sus enseñanzas ni deseos últimos sobre esto o aquello, ni me considero legitimado para criticar “a pajera abierta” a una institución como la Iglesia. Y no lo hago para no caer en el esperpento tantas veces observado de quienes critican desaforadamente a la jerarquía de la institución a la que dicen pertenecer mientras callan como cadáveres ante las acciones, palabras y silencios (supongo que no siempre acertados) de quienes dirigen los grupos políticos, sindicales o sociales en los que militan o apoyan. Es conveniente despejar incógnitas para no dar palos de ciego: no soy ningún meapilas.
Dicho esto: al igual que al Presidente del Gobierno no lo elige el pueblo directamente, ¿por qué será?; con mayor motivo, no me parece adecuado que el papa tenga que ser votado por ningún sufragio libre y secreto y tal de lo que se ha dado en llamar pomposamente “el pueblo”, en este caso, de Dios. No soy pesimista sino realista. De manera que si quienes están todo el día atragantándose con la palabra democracia la distribuyen del modo al que estamos acostumbrados, algo tendrá el agua cuando la bendicen, pero al revés. Si quienes abusan del término democracia creyeran de veras en ella la llevarían hasta sus últimas consecuencias y ya sabemos que no es así ni tiene pinta de que vaya a serlo en mucho tiempo. No sería correcto ser más demócratas que quienes se llenan la boca de democracia.
De manera que si los dirigentes “seculares” son nombrados en muchas ocasiones a dedo y en todo caso por la camarilla que ostenta en ese momento el poder, ¿por qué al papa debería de nombrarlo alguien que no pertenezca a su equipo dirigente que está en los cielos, es decir en la cúspide? Y de ahí para abajo. Es cierto que cuando uno está abajo prefiere que las cosas sean de otro modo… Y para quien sueñe con alguna suerte de golpe de estado en la Iglesia, yo creo que la institución tiene los suficientes galones como para no dejar ningún cabo suelto para que eso ocurra.
Y luego, en el último párrafo, me mete usted en unos berenjenales en los que no debo entrar. Los procedimientos democráticos seguirán calando en todas las instituciones y se generalizarán. Es signo de los tiempos a los que nadie puede sustraerse. Tampoco la Iglesia.
Todo grupo humano funciona igual: un líder es aupado a lo más alto y elige a su entorno que se agrupa y defiende y es el que toma las decisiones mientras que el resto de integrantes de ese grupo tiene que “tragar” saliva hasta que cambien las tornas. Eso ocurre en un partido político, por ejemplo. pero incluso así todos a una defienden el proyecto. Si en la Iglesia dominan unos grupos y no otros es porque las posiciones imperantes son las más templadas y conservadoras, mientras que las “revolucionarias” no tienen peso específico. ¿Quién pide más democracia? ¿Quién no la pide?
Y como colofón le devuelvo otra pregunta: ¿criticaría usted el procedimiento de elección de papa y trataría de impedirla si fuera nombrado a dedo para tal puesto a un personaje como Casaldáliga?
Saludos
Hola Rodrigo Olvera!
Interesanrte y extraño escrutinio el tuyo.
¿Podrías agregarle “otros”?:
* No votantes
* Votos en blanco
* Votos anulados (por lo “in-creíble” de estar eligiendo; por improperios de bronca; por …)
¿Qué escrutinio -a grosso modo- resultaría?
·······
Excursus desconfiado: ¿qué “cuerpo militar” custodiaría las Urnas y el recuento de votos?
·······
¡Vamos todavía! – Oscar.
Dicho lo anterior, me imaginé un ejercicio de votación universal mediante el sistema indirecto: los votos de todas las personas católicas organizados por diócesis -equivalentes a distritos electorales. Teniendo dos candidatos: Ratizinger y Martini.
No tengo claro que hubiera ganado Martini. Pero tampoco que Ratzinger hubiera adquirido una mayoría tan contundente como la que parece recibió en el cónclave.
Un escenario de este tipo ayudaría también a conocer con datos estadísticos el tema de las tendencias internas de la Iglesia. Creo que pondría fin a dos (en mi opinión)mitos: que la corriente conservadora es muy reducida y casi exclusiva del estrato clerical; y su correlativo de que la corriente renovadora es marginal y casi exclusivamente de personas de más de 70 años de edad.
Hola Miguel
“Buenos días, Rodrigo: yo sólo planteaba algunas amenazas implícitas en el hecho de querer ser más papistas que el papa”. Esto significaría que el Papa quiere la democracia en la Iglesia, pero que el autor quiere más democracia que la que quiere el papa. Pero el papa NO quiere democracia en la Iglesia
“De manera que no es que desconfíe de la democracia sino que llamo la atención sobre sus distorsiones, deficiencias y aporías” Claro, pero el que haya distorsiones, deficiencias y aporías en el sistema democrático no es argumento SUFICIENTE para oponerse a la democracia en España. Por tanto, tampoco es argumento SUFICIENTE para oponerse a la democracia en el Estado Vaticano y/o en la Iglesia 😉
Ahora, si no aceptas una democracia taaan abierta (asamblearia), ¿qué nivel de democracia si es aceptable para tí en la Iglesia?. ¿Hay alguno, o ningún nivel de democtracia es aceptable para la Iglesia en tu concepción?
Por ejemplo, ya que mencionas que el Ejecutivo designa libremente a su Gabinete. ¿Aceptarías que el Papa sea elegido por voto libre, universal y secreto (así sea mendiante un voto indirecto, como en sistema de Estados Unidos), y que el Papa así elegido pueda nombrar y remover libremente a los integrantes de la Curia?
¿Aceptarías que las modificaciones del Código de Derecho Canónico tuvieran que ser aprobadas por la mayoría del Sínodo de Obispos, aunque el Papa conservara derecho de veto para asegurar su ortodoxia? ¿Aceptarías que una decisión reiterada (superación del veto por reiteración) del Sínodo de Obispos pudiera ser válida y vinculante para el Papa?
Saludos cordiales
La cuestión que voy a plantear arranca del artículo que comentamos, aunque no voy a hablar del tema de la democracia, que ya tiene insignes comentaristas: “cuanto peor, mejor”, eslogan que vuelve a resurgir, como la primavera, ya cercana.
Y conste que no quiero desviar la intención del hilo, para que me aseteen como al pobre Miguel González en otro hilo, sino que tomo pie de un comentario del artículo en cuestión.
Hay en el artículo de Juan José Tamayo unas frases de alto quilate. Hablando de Munilla y Uriarte escribe: “los dos se han caracterizado por prácticas autoritarias, cada uno en su diócesis. Uriarte ha vetado a varios profesores de la Escuela de Teología, vinculada a la Universidad de Deusto. Munilla impuso el traslado del seminario de Palencia a Madrid en contra de la opinión de un sector importante del clero palentino. El despotismo es la patología episcopal más común”.
Conste que estas son frases tomadas literalmente del escrito y del diagnóstico de Tamayo, a quien, por lo que se ve no solo preocupan los grandes temas eclesiales, sino también los pequeños cotilleos diocesanos.
Yo solamente hago una pregunta: ¿a qué vienen tan sonadas protestas de los sacerdotes guipuzcoanos cuando se trata de dos obispos que, según Tamayo, padecen la misma patología, que él denomina “despotismo”? ¿Por qué no protestaron los sacerdotes guipuzcoanos con tanta solemnidad y ruido contra el “despotismo” del obispo Uriarte, a quien tan fielmente (según ellos) seguían y a quien despidieron con lágrimas en los ojos? Oiga, aquello de no haber auscultado el “sentir” de la Diócesis y no respetar las anteriores líneas pastorales, ¿no sería una estratagema
para enmascarar otros propósitos e intenciones?
Y hablando de “despotismo eclesial”: el silencio impuesto a fray Joxé Arregi ¿será cosa de Uriarte, de Munilla o de su provincial? ¿por qué no nos los aclara quien pueda, por favor? Porque no creo que haya sido el espíritu de san Francisco de Asís.
Mª Pilar en buena parte mi expresión cuanto peor mejor va en la linea de lo que afirmas tu en el comentario del día 8.
Un cordial abrazo de Juan Luis
Buenos días, Rodrigo: yo sólo planteaba algunas amenazas implícitas en el hecho de querer ser más papistas que el papa. Ningún ente ni político ni de ninguna índole llega a ese asamblearismo que proponen. Por algo será. Una cosa es reconocer que el sistema democrático es el menos malo, otra bien distinta pensar que es la panacea para todos los males. Algo sabemos ya de sociología y de psicología. De manera que no es que desconfíe de la democracia sino que llamo la atención sobre sus distorsiones, deficiencias y aporías. Las canas no perdonan.
Miguel
¿Realmente crees que esos que llamas “externos” no intervienen bajo el sistema actual? ¿El Gobierno de Estados Unidos no ha intervenido en los nombramientos episcopales en América Latina con su argumento del peligro de la infiltración marxista?
Ahora, es claro que desconfías de los procedimientos democráticos (aunque no te atrevas de decir abiertamente que estás en contra de la democracia, sólo de que se le considere demasiado “abiertamente”… lo que recuerda aquello de la “democracia dirigida”) debido a la posibilidad de manipulación. El Pueblo no puede gobernarse a sí mismo, cierto?
Conocemos los riesgos de la democracia; para algunas personas, la solución es moverse hacia el autoritarismo. Para otras personas la solución es moverse hacia garantizar aún mayores espacios de posibilidad a la autogestión. Dice mucho de una persona cual de las dos opciones elige.
Por cierto… el argumento de que “vendrán gente de fuera y nos echarán de nuestra casa” es viejo. Por ejemplo, después de la resurrección de Lázaro hubo quien dijo “si sigue así el pueblo creerá en Él y vendrán los romanos y destruirán nuestro Templo” Paradójicamente, no sólo mataron a un profeta, sino que de todas formas los romanos llegaron y destruyeron el Templo. Las lecciones que da la historia, no?
Saludos cordiales
Entiendo que Tamayo se refiere a la jerarquía cuando habla de Iglesia; si esto está implícito por el uso de la mayúscula. Lo cuestiono. Iglesia, con mayúscula, es la comunidad de creyentes.
(Claro que, en esta Iglesia al revés que predomina, los servidores son los primeros, viven en palacios lujosos y dan órdenes a quienes dicen que sirven. Por eso se reservan para sí las mayúsculas, los honores y los primeros puestos en la comunidad)
Entiendo que apela a la elección democrática de los obispos porque así fue en la más o menos primera Iglesia. Su función es la de velar por el cumplimiento de las leyes de la Iglesia, por lo que el paralelismo con el gobierno de cualquier otra comunidad humana es patente y por lo tanto, los mecanismos de elección de sus gobernantes tendrían que ser acordes con la sociedad en la que se insertan. No ha sido así supongo que por su pretensión de estar bajo la inspiración directa del Espíritu Santo, y si ya nadie se cree que ninguna monarquía lo es “por la gracia de Dios”, aún queda pendiente admitir o descubrir que tampoco el papa ni los obispos lo son. Son elegidos entre unos pocos elegidos en perverso círculo vicioso de interese y poder.
(Claro que, esta Iglesia sometida al poder que la domina no tiene fácil desenmascararlos, a causa de su sumisión a quienes velan porque su situación de privilegio se perpetúe)
Entiendo que en el momento de la primera Iglesia, como en los distintos momentos a lo largo de su evolución, había cierto paralelismo con la sociedad en la que se constituía, hasta la Revolución Francesa, a partir de la cual la jerarquía se estancó añorando el viejo orden de la “teocracia” y se ha quedado ahí, mientras la sociedad ha seguido evolucionando, hasta llegar a abrirse un abismo insalvable entre una sociedad que aspira a la autodeterminación y el autogobierno y una jerarquía que pretende mantener a sus fieles (fieles … a ellos mismos, naturalmente) bajo su mando. Lo cuestiono. Nadie está legitimado para exigir obediencia.
(Claro que, esta Iglesia mantenida a la fuerza en el infantilismo, la magia y la dependencia, está regida por líderes que se autopromueven para perpetuarse tanto cuanto puedan)
Queda una revolución pendiente que acaso marque una nueva Era , pues si la Francesa descabezó la monarquía y acabó con un régimen que tiranizaba al pueblo posibilitando la aparición de la democracia (que está en pañales todavía), llegará el momento en que una nueva Revolución –acaso sea simplemente un paso de madurez- acabe con la necesitad de autoridades que dicten normas y dogmas de obligado acatamiento y la humanidad descubra la ley que rige la realidad y que está inscrita en su corazón, al que no se llega por la obediencia, sino dirigiendo una atención adecuada y sin apego egoísta.
Perdón por la extensión. Juan Luis lo ha explicado mejor con menos palabras. Saludos cordiales.
A ver si lo vemos más claro por este camino, hombre:””
Declaración Universal de Derechos Humanos:
Art. 1.- Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. […]
Art. 2.- 1º Toda persona tiene todos los derechos y libertades proclamados en esta Declaración, sin distinción alguna de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra condición. 2º Además no se hará distinción alguna fundada en la condición política, jurídica o internacional del país o territorio de cuya jurisdicción dependa una persona, tanto si se trata de un país independiente como de un territorio bajo administración fiduciaria, no autónomo o sometido a cualquier otra limitación de soberanía.
Art. 7.– Todos son iguales ante la ley y tienen, sin distinción, derecho a igual protección de la ley. Todos tienen derecho a igual protección contra toda discriminación que infrinja esta Declaración y contra toda provocación a tal discriminación.””Claro que para la ICAR no cuentan los derechos humanos y por éso no ha firmado la carta.¿ Pero los Gobiernos que se dicen democráticos? ¿ No se sienten obligados a hacer cumplir lo que viene escrito cmo Ley fundamental?Es todo muy extraño…
Hola Rodrigo Olvera. ¿Sabe cuánto tardarían partidos políticos, organizaciones de todo tipo, incluso de otras religiones en nombrar obispos en las distintas sedes? Pues muy poquito. Controlar la opinión de un grupo no es tan complicado y así la “democracia” entendida de esa manera tan abierta sería la palanca para que los Obispos en vez de nombrarlos Roma los nombrara el poder de turno. Por ejemplo. La democracia no es un mal. Lo que es un mal es que de fuera vengan que de casa te echen.
OscarTe escucho, hermano. Imagínate lo que pasaría un día los cristianos se volvieran a tomar en serio eso de creer en la comunión de los santos!!!
“Algunos pretenden llevar la democracia en la Iglesia a niveles infinitamente superioresa como funciona en cualquier otro ámbito político, social, etc.”Hola MiguelSerá porque ningún otro ámbito político, socil, etc. afirma contar con la asistencia de Dios ni se considera a sí mismo como “Maestra” de la Humanidad? ¿Que maestro es menos desarrollado que aquellos a los que pretende orientar?A menos, claro, que la democracia se considere no como un bien para la humanidad, sino un mal. ;)Saludos cordiales
Todas las participaciones se me hacen interesantes..aunque me identifico, de forma especial, con la de Héctor Rodríguez. Me gustaría añadir que “en los ámbitos donde acontece lo que ahí él anhela, allí estaría la Iglesia de Jesús”. También subrayaría la participación de Cadarso, especialmente en su afirmación de “agradezco a Tamayo y su reflexión tan oportuna, clara e imparcial..”Gracias Tamayo.También comulgo con lo que insinúa Ana Rodrigo al comentar la frase:.. “se me objetará que la Iglesia es de institución divina..aun en ese supuesto que es mucho suponer..”Estoy de acuerdo en que ” la clave de esta situación” está en la afirmación que hoy circula en los medios especializados y que Pagola lo vulgarizó y lo llevó a la calle en su “Aproximación Histórica..” al afirmar que Jesús no fundó una institución, sino un movimiento..que no pretendió crear una nueva religión sino profundizar en la fe de sus padres..Lo que pasa es que, en torno a todo movimiento, para que pueda perdurar surgen elementos institucionales que van haciendo inculturar a ese movimiento en cada época. Las instituciones se han cambiado de hecho y tendrán que cambiar si no quieren conviertirse en secta.Pero la derecha eclesial no sólo acepta que el movimiento venga de Jesús sino también la institución eclesial católica en sus detalles…sin intentar discernir y separar el Jesús histórico y el Cristo de la fe..Viendo lo signos de los tiempos y la sensibilidad de nuestra época, hay, hoy día, como una llamada a una democratización de la Iglesia Católica a todos los niveles. Es un clamor de las conciencias en búsqueda..Pero las mediaciones tienden, como siempre a idolatrarse y a sacralizarse y convertirse en tabú.. en nuestro caso, jugando a confundir el Jesús histórico y el Cristo de la fe.En las inculturaciones y más en nuestro caso de cambio de paradigmas, nos toca retrotraernos al Jesús histórico para ser fieles a los primeros latidos de ese Jesús. Toda institución eclesial debería tener como un hambre de buscar el latido de los pasos de Jesús para hacer que aparezca la belleza de su rostro..Pero, surge como siempre la tentación de la institución de quedarse en sí misma. Pero como decía el otro ” a la larga no hay iglesia que pueda con Jesús”. En el Cristo de la fe pueden surgir inculturaciones, que en su momento han sido fabulosas y muy creativas y originales pero que reflejan respuestas a preguntas de su tiempo pero que no son respuestas de hoy a las preguntas de hoy…o respuestas a los presuntos latidos originales del Jesús.
Algunos
pretenden llevar la democracia en la Iglesia a niveles infinitamente superiores
a como funciona en cualquier otro ámbito político, social, etc.
¿Quién
nombra los ministros de un gobierno, en España, por ejemplo? El Presidente. ¿Quién
nombra al Presidente? No los ciudadanos directamente. Lo de cada ciudadano, un
voto está amortiguado de manera notable. Y como los ministros, en cascada todos
los responsables en los distintos escalafones de las administraciones son
nombrados por sus superiores. Parece que ahí lo “comprendemos” bien. Es más,
sería ingobernable un país, asociación, grupo al que al presidente le
impusieran un equipo de trabajo. ¿Quién gestionaría la cosa pública con
personas que no fueran de la absoluta confianza del responsable máximo?
Parece
que hablamos de asamblearismo cuando nos referimos a procedimientos democráticos.
Podría ocurrir lo que ocurre en los
concursos estos que proliferan en las televisiones de búsqueda de triunfitos y
nuevos talentos del espectáculo: quien consigue recibir más mensajitos telefónicos
de adhesión es quien se lleva el gato al agua. Según el número de habitantes,
el empujón que desde el propio ayuntamiento quiera dársele a uno u otro, etc., así
triunfará uno u otro al margen de sus idoneidad, competencia, etc. Cámbiese lo
que haya que cambiar en el ejemplo y estaremos ante un obispo Munilla que sería
rechazado, sin tener que ver para nada ni el carácter autoritario ni democrático
de unos y otros, sería nombrado porque el “sentimiento” nacionalista (acendrado,
en ocasiones, con coerción) se mueve a sus anchas e impregna la vida social
vasca. ¿Es bueno para la Iglesia en general que muchos ciudadanos, cristianos o
no, la sigan viendo como muy ligada a un nacionalismo vasco, incluso tibia
contra el terrorismo, etc?No, no estoy de acuerdo con Juan José Tamayo.
donde dice funde…debe decir funden…por el verbo fundar…es el teclado o mis dedos…perdon.- Gabriel
Mi querida Margarita animo, el Espíritu suscita donde menos lo esperamos la Luz…no desesperes…Tal vez sea necesario que Esteban muera apedreado para que los Helenistas…dispersen el mensaje por todo el mundo conocido y funde la Iglesia de Antioquia…Gabriel
Disculpad el primer comentario a este post. Era mío, y no encajaba.Escribió mi corazón, que de acuerdo con Tamayo, a quien leí en “ElPais”, no supo seguir su argumentación.Ya no se puede borrar, pero si rectificar.Gracias por todos vuestros comentarios.
Mi querido Juanjo, la clave de esta situación tan rancia de la Iglesia está en esta frase tuya: “Se me objetará que la Iglesia es de institución divina. Aun en ese supuesto, que es mucho suponer,…” Este es el problema, que quienes podrían modificar las cosas están plenamente convencidos, sin fisura alguna, de que tal como está organizada la Iglesia en el momento actual, es obra de Dios y que ellos, que, a su vez, son los autores de este tinglado, no pueden hacer nada contra la voluntad de Dios. Si no fuera por la gravedad del tema, estos argumentos tan pueriles, tan ilógicos y tan irracionales, nos producirían solemnes carcajadas.
La otra clave está en la pregunta que formulas: “¿Cómo Dios puede querer la elección democrática de los gobernantes a nivel político y oponerse a ella en la comunidad cristiana?” A lo que añadiría la lista que ha hecho Héctor sobre valores indiscutibles en cualquier manual de ética.
¿Cómo es posible tanta insensatez? ¿Y pensarán que la comunidad cristiana somos tontos y tontas?
Y finalmente el tercer problema es que los jerarcas aún no se han creído lo que dijo el Vaticano II acerca de que la Iglesia era El Pueblo de Dios, es decir una comunidad de iguales, donde quedarían excluidos los privilegios, los autoritarios, las dictaduras,la exclusión de las mujeres, etc.etc. Tampoco se han creido lo del aggiornamiento, es decir evolucionar conforme lo hace la sociedad actual, asimilando nuevos valores que en otras épocas eran insospechados, como lo es la democracia en sí misma.
Hola!
¿Democracia en la Iglesia?
¡Por favor, NO!
••••••••
No es para asustarse, no me volví loco. ¡Veamos!
••••••••
En América estamos de “bi-centenarios” de DEMOCRACIAS.
Estas “democracias” han seguido el mismo tobogán que la Iglesia jerárquica:
“Concentración del Poder en pocas manos-corruptas ”.
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En n/Democracias es consabido el
* subir por Izquierda
* salir por Derecha
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¿Qué “democracia”?
* Representativa?
* Participativa?
* Otra?
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Y ahora sí ¡déjenme volverme loco!:
Socialismo en la Iglesia ¿por qué no?
Nota: no olvidemos que “democracia” es sólo una “forma de gobierno”;
no es la “Sociedad” (Asamblea = Iglesia).
¡Vamos todavía! – Oscar.
Art 4º.
Punto 3º:”” El otorgamiento de ayudas o subvenciones públicas y, en su caso, el reconocimiento de otros beneficios legal o reglamentariamente previstos, estará condicionado al cumplimiento de los requisitos establecidos en cada caso.””
Esto es inverosímil… ¿ Cual es el motivo por el cual se puede asumir que la ICAR no tenga que cumplir las Leyes vigentes como cualquier hijo de vecino?
Asumir que una Organización cualquiera no sea democrática, ESTA FUERA DE LA LEY ¡¡ coño!!:
“”Artículo 2. Contenido y principios.
1. Todas las personas tienen derecho a asociarse libremente para la consecución de fines lícitos.
2. El derecho de asociación comprende la libertad de asociarse o crear asociaciones, sin necesidad de autorización previa.
3. Nadie puede ser obligado a constituir una asociación, a integrarse en ella o a permanecer en su seno, ni a declarar su pertenencia a una asociación legalmente constituida.
4. La constitución de asociaciones y el establecimiento de su organización y funcionamiento se llevarán a cabo dentro del marco de la Constitución, de la presente Ley Orgánica y del resto del ordenamiento jurídico.
5. La organización interna y el funcionamiento de las asociaciones deben ser democráticos, con pleno respeto al pluralismo. Serán nulos de pleno derecho los pactos, disposiciones estatutarias y acuerdos que desconozcan cualquiera de los aspectos del derecho fundamental de asociación.
6. Las entidades públicas podrán ejercitar el derecho de asociación entre sí, o con particulares, como medida de fomento y apoyo, siempre que lo hagan en igualdad de condiciones con éstos, al objeto de evitar una posición de dominio en el funcionamiento de la asociación.
7. Las asociaciones que persigan fines o utilicen medios tipificados como delito son ilegales.
8. Se prohíben las asociaciones secretas y las de carácter paramilitar.
9. La condición de miembro de una determinada asociación no puede ser, en ningún caso, motivo de favor, de ventaja o de discriminación a ninguna persona por parte de los poderes públicos.””
( especial atención al punto 5º)
http://asociaciones.org/index.php?option=com_content&task=view&id=364&Itemid=51#a2
Y si una Asociación cualquiera admite que no es democrática NO SE LE PUEDE SUBVENCIONAR. ( Ni Concordar) Hay que prohibirla para que la Ley se cumpla.
Es alucinante que personas con la preparación e inteligencia que escriben por aquí, admitan con la mayor tranquilidad que la ICAR no deba ser democrática.
Claro que tampoco se han fijado en la Funadación Nacional Francisco Franco, a quien el Gobierno subvenciona tan feliz. Ni las Asociaciones de falangistas, carlistas y un larguísimo etc. que deja a la “Democracia” española y a sus Leyes a la altura del betún.
La Constitución, señores-as OBLIGA a que el funcionamiento interno de cualquier Organismo público y privado, sea DEMOCRATICO.
Lo demás es seguir echando humo de los “santos botafumeirus” para que el personal no se entere de nada.
Pues éso…Ya le vale al PSOE, quien cada vez le da más dinero a la ICAR para que pueda seguir poniéndoles a bajar de un burro a ellos y a todo el que no sepa decir AMEEENNNN
A la Jerarquia de la Iglesia le ha faltado siempre desde Trento para acá sensibilidad democrática: sus decisiones están tomadas con formatos medievales y en España durante el régimen franquista se siguió el modelo del dictador y no se podia cuestionar. Abundaba la feligresía infantil.
Ahora hemos crecido un poco, somos más adultos y queremos participar en las decisiones de nuestros dirigentes. Y aquí viene mi pregunta:
Democracia en todas las decisiones que emanen del Vaticano y/o del Episcopado?. Una nueva redacción del Credo aprobada en asamblea universal de los católicos?
Un replanteamiento del número de sacramentos? Democracia en la revisión o evolución de los dogmas o solamente en cuestiones administrativas?
El Artículo de Juan José Tamayo reduce la falta de democracia en la Iglesia al nombramiento de los obispos. Y deberíamos empezar por ahí, ciertamente, pero hay otros muchos estamentos, curias, parroquias, patrimonio, economía, dentro del organigrama de la Iglesia en los que un sólo señor toma todas las decisiones y que por lo tanto carecen de funcionamiento democrático. Consejos episcopales, presbiterales,etc. etc. no vinculantes, para que?.
Porque sería otra Iglesia y otros representantes con un talante que parece escasear entre los que van asomando la cabeza.
Aún así no me resisto a que sea posible una Iglesia igualitaria-democrática en la que a todos los cristianos se les tenga en cuenta. Sólo es ir desmantelando toda la parafernalia de miedos y cerrazón que lo impide. No es más que eso. Empezar desde abajo. El agua mansa que va subiendo se lleva todo por delante sin apenas hacer ruido…
A propósito de la controversia en torno a la democratiación de la ICAR, y por más que parezcan a priori dos cuestiones bien distintas, considero que en realidad los deseos de vertebrar una Iglesia más democrática, es decir, más fraterna,igualitaria, comunitaria, liberadora y misericordiosamente acogedora, y los impulsos papales por llevar a cabo una “reforma de la refma litúrgica” tienen mucho que ver; en realidad, más de lo que podría suponerse inicialmente.
Veamos. No hace falta aclarar que no soy experto en liturgia, sólo que, aun así y sin ánimo alguno de ocultar que en efecto a mí mismo me gustan algunas liturgias solemnes pero a la vez muy sencillas (soy huésped y visitante asiduo de una pequeña comunidad de monjes beneditinos, de algunos de los cuales me siento amigo; me encnta la emotiva liturgia benedictina, que procuro no perderme en las grandes festidades del calendario cristiano), querría confesar un temor, a saber, la entusiasta vuelta a la mia tradicional o tridentina, con el sacerdote solemnemente revestido, de espaldas a los fieles, todo en latín, etcétera, podrá ser en efecto un celebración litúrgica muy bella, vale, pero de generalizarse, adiós comunidades socialmente comprometidas, adiós noción de Iglesia como Pueblo de Dios, como comunida de iguales, adiós teologías liberadoras, adiós sensbilidad hacia los movimientos sociales, adiós ministros ordenados cercanos a los que uno trata de tú a tú… Y bienvenida a la ICAR de siempre: la del besamanos a los obispos, la de los títulos honoríficos y protocolarios, la identificada con los movimientos sociales,políticos y culturales más conservadores y de derechas…
Que lo anterior es y será así es, me parece, un hecho incontestable, muy evidente. Entonces, siendo así resulta inevitable formular la pregunta: ¿Es eso justament lo que se pretende desde algunas altas instancias eclesiales? Pero por contra si no es eso lo que se pretende, ¿por qué parece como muy obvio que sí lo es, que sí parece que se pretende tal cosa, toda vez además que los agentes eclesiales y sociales que desean protagonizar esa vuelta “a los orígenes” -más supuesta que real acaso, no sé bien- son casi sin excepción consvadores, muy de derechas: Opus Dei, Legionarios de Cristo, carlistas, falangistas católicos, nostálgicos del franquismo, tradicionalistas…
En esta Navidad que ya acabamos, el papa Benedicto XVI ha desplegado un gesto como mínimo saludable, el de comer con mendigos en una sociación benéfica al parecer llevada por cristianos de la Comunidad de San Egidio. Estupendo al menos por fuera, sin entrr a valorar la intención del Papa, asunto que compete sólo a DIOS. Sin embargo, el Papa debería saber, y creo que lo sabe perfectamente, que los principales agentes eclesiaes, sociales y políticos empeñados en extender por todo el orbe católico su “reforma de la reforma litúrgica” no son precisamente individualidades y colectivos conformados por los católicos más crític, disidentes, ecuménicos, izquierdistas… Todo lo contrario más bien: las evidencias parecen mostrar que es justo lo contrario, es decir, que esa reforma de la reforma litúrgica lo que persigu es reaccionar contra los abusos litúrgicos postconciliares, supuestos o reales abusos litúrgicos.
La parroquia a la que yo suelo acudir a “celebrar la fe” está regida por religiosos claretianos de la provincia bética. Desde luego, el carisma misionero y comunitario se palpa en toda la parroquia, más el ambiente juvenil propio del colegio claretiano anexo a la parroquia del copatrono de la Diócesis de Canarias. No es una celebración muy pródiga en esos abusos litúrgicos, sólo que yo mismo sé que, de acuerdo a la muy estrecha mentalidad integrista de los defensores de la misa tridentina, seguro que en las eucaristías que celebra la comunidad claretiana a la que acudo hay excesos y abusos (por ejemplo, que no siempre se revistan solemnemente los sacerdotes concelebrantes, o que uno de ellos últimamente prefiere cantar y tocar la guitarra con los seglares del grupo que anima las celebraciones,etcétera). Sin embargo, conociendo como conozco lo que hay por la zona, es acaso la parroquia que celebra de manera más misionera, acogedora y viva la fe. Y normalmente acude bastante feligresía.
Por contra, conozco algo la movida del grupito de gente partidaria de la misa tradicional o tridentina, que celebran extraorinariamente en otra parroquia no miuy lejana de la parroquia reida por los religiosos claretinos, y lo cierto es que el tufo a nacionalcatoliciosmo, a integrismo y a extrema derecha de esa pequeña feligresía católica es que tira para atrás.
Así pues, esas son mis evidencias. Desde el clásico “ver, juzgar y actuar” he tratado de exponer lo que creo haber conocido yo mismo, desde mi intransferible experiencia personal.
¡Que alegría tenerte de nuevo entre nosotros/as, Juan Luis Herrero del Pozo!
Un abrazo entrañable y agradecido por cuanto nos regalas.
mª pilar
De momento, esto es un deseo profundo de muchas personas…
Aún, tienen que empeorar más las “cosas” para que pueda hacerse realidad…
Están sujetos con tanta fuerza… a su realidad, que no pueden “ver” ni “escuchar”… Solo ordenar, silenciar, castigar, amenazar.
Cada vez lo hacen con más autoritarismo; están como desenfrenados, jaleados, por aquellas personas “obedientes”: ¡no al Mensaje de Jesús! sino al seguimiento de quienes los gobiernan; y estos, manipulan y acomodan el Mensaje a su conveniencia.
Tiene que empeorar, para resurgir, una nueva manera de vivir el seguimiento de Jesús; de momento…
¡Vayamos caminando y dándonos ánimo unos/as a otros/ras!
No lo dudéis, ¡¡llegará la Vida, y nadie la podrá acallar, y sino como dice Pepe Sala: ¡Hablaremos las piedras!
mª pilar
¡Ya te ví Juan Luis! ¡qué poder de convocatoria! jejeje. Me alegra que estés bien.
Muy buenas intenciones Juan José pero ¿crees que cambiaría algo el nuevo sistema? ¿en las comunidades gobernadas por la derecha no tendríamos a obispos preconciliares para que les echaran una mano desde los púlpitos?
Cada día estoy más pesimista, volvemos al nacionalcatolicismo o al menos quienes lo echan de menos ponen mucho empeño en que lo haga y espera que no deroguen de la noche a la mañana el Concilio Vaticano II sin haberlo estrenado.
Un abrazo.
¡Por cierto! ¿dónde está mi joven y vital Juan Luis Herrero del Pozo?
¿Extraña reivindicar una iglesia democratica como exigiria un sano pensamiento critico?. Solo puede extrañar cuando la iglesia es solo comunidad de creyentes si la dirige la jerarquia. Soy consciente de que esto constituye una carga en profundidad: una iglesia que no es democratica no SIRVE para nada en el mundo moderno.
A mi me parece que el problema de fondo, es rescatar ese equilibrio que tenian las primeras comunidades, que el pueblo estaba en Asamblea-junto todos- a nosotros y al Espíritu Santo nos ha parecido bien…el creyente cree en la intervención del Espíritu, que no crea rivalidad, sino fluye la necesidad de servir…de rescatar el caracter de servidores y dejar el de principes o dueños…el volver a ser COMUNIDAD…que no es sólo gente junta…Es en definitiva, saber vivir aquella entrañable profecia de Jesús…Conoceran que son mis discipulos por como se AMAN… (Cfr.Jn.13,35). El volver a reconocer que la fuerza del Espíritu,se manifiesta en la Asamblea de los discipulos…(Cfr. Jn 15,26)…pero sin este ingrediente de comunidad convocada por el Espíritu y en la vivencia comunitaria del AMOR…no importa como elijamos a los obispos, pero si existe esto…podremos JUNTOS DISCERNIR EN EL ESPÍRITU, LOS CARISMAS Y MINISTERIOS… ES DECIR LA FORMA EN CADA UNO VAMOS A SER SERVIDORES DE LOS OTROS…Un abrazo a todos PD…EL Diácono permanente, se le pregunta a la comunidad…a la Esposa, a los hijos…a su pequeña comunidad…y existe una consulta dioscesana…Gabriel
• Democracia en la Iglesia ¿por qué no?
• Una Iglesia sin celibato ¿por qué no?
• Una Iglesia alejada de la derecha y unida a todos ¿por qué no?
• Una iglesia sin ritos incomprensibles y sin magia inexplicable ¿por qué no?
• Una Iglesia con los pobres ¿por qué no?
• Una Iglesia sin Vaticano y sin riquezas ¿por qué no?
• Una Iglesia abierta al diálogo entre todos ¿por qué no?
• Una Iglesia donde se reconozca con hechos la dignidad de mujer ¿por qué no?
• Una Iglesia que reconozca que Dios se revela a cada uno en su corazón ¿porqué no?
• Una Iglesia que oiga escuche y deje hablar ¿por qué no?
• La libertad como punto de partida en la Iglesia ¿por qué no?
• Libertad de expresión en la Iglesia ¿por qué no?
¿Será porque todo esto y mucho más lo tenemos que conseguir nosotros desde dentro?
La invitación de Jesús está ahí: “Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os aliviare” (Mt 11, 28). Las cargas que llevaban los que seguían a Jesús en Palestina y Judea eran similares y tan pesadas como las nuestras 20 siglos después. La solución es la misma. Sólo hay que asumirlo y poner la mano en ello.
Agradezco a Tamayo su reflexión tan oportuna, clara, e imparcial. El problema, común a la iglesia que piensa y dibuja Uriarte, y a la que piensa y dibuja Munilla, y toda la Merarquía en general, es de juego democrático o juego pastor-ovejas. Y ese problema no afecta solo a los obispos, envenena la vida y la dinámica de las parroquias, porque los párrocos, los curas en general, se sienten como casta que define los destinos y todo lo que hay que hacer, decir y pensar en su jurisdicción.
Yo ciudadano me siento libre para juzgar, criticar o aplaudir a Zapatero, al alcalde de mi pueblo, al Sursun corda. Porque he participado en su elección, oprecisamente por eso. Y me siento responsable de la suerte de un colectivo como el estado, el municipio, la comunidad autónoma a la que pertenezco, porque soy consciente de los derechos y obligaciones que mi condición de miembro comporta..
Pero yo fiel católico me lavo las manos de las decisiones de mi párroco, de sus sermones en elo púlpito, de su forma de gobernar la parroquia. Por la misma razón, porque no he participado en su designación.
Que qué estilo pastoral prefiero, el de Uriarte o el de Munilla?
La pregunta la hago yo, por esta vez: Dios es demócrata, o no? Ya me gustaría que me contestase Benedicto XVI…
La comunidad cristiana, ve impotente cómo se vacían las iglesias, cómo nuestros jóvenes “pasan”…
Lo más triste es que los “curas diocesanos”, ya muy envejecidos,son sustituidos por clero joven salidos de seminarios de “Kikos”, de”LegionariosdeCristo”(refundados) del Opus,…Eso en España, no conozco la realidad de otras iglesias europeas.
Los “ancianos” ilusionados con el “VaticanoII”,estamos ya desencantados.
Hay que refugiarse en la esperanza de……….”estaré con vosotros hasta el final de los siglos”.
Pero y pienso con tristeza:¿Quién le hablará de Jesus a mi nieto Mikel, que le faltan 3 meses para “abrir los ojos a la luz?.
Yo soy muy mayor. Por Ley Natural no tendré ocasión.
Sólo me queda la esperanza ciega.