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Leyendo a Marcos – 7

UN PASO, UN MUNDOSalvador Santos –  “Destilado” de Oscar Varela


El sistema está que brama


Convocada la Asamblea Constituyente (“Los Doce”), se hace patente la intención del Galileo:

  • Visibilizar una Sociedad Alternativa al Sistema imperante.

Dos reacciones ante esa realidad social:

  1. Su familia pretende apresarlo por loco.
  2. El poder, asustado, usa su estrategia habitual:
  • siembra el miedo en la gente
  • y le desprestigia.

El Galileo pondrá a cada uno en su lugar.

Fascículo 06EL SISTEMA ESTÁ QUE BRAMA

(Mc. 3,20-35)

— Marcos escribió esta narración —comenzó diciendo Teófila— años después de que ejecutaran al Galileo. Conocía, por tanto, que la lealtad a su proyecto le había costado la vida. No trató de incorporar datos innecesarios a su escrito, sino de azuzar el compromiso de sus lectores. Sin entrar en cuestiones periféricas, les plantea una sencilla cuestión: ¿quieren adherirse a su propuesta?

En cada una de sus escenas Marcos lanza de mil maneras su interrogante en espera de respuesta. Ahora bien, a cada paso dejará menos hueco a la neutralidad. A medida que avanza el relato su invitación será más perceptible y diáfana para el lector.

La constitución de los doce no se redujo y un asunto privado. Las masas pudieron observarlo con asombro. No se trató de un hecho de índole menor. Para los presentes tuvo carácter subversivo. Significó la ruptura oficial con la institución. Con su acción consolidaba su alternativa. Por su propia naturaleza pública, su acción tuvo un eco inesperado en múltiples direcciones, generó serios conflictos y desembocó en acontecimientos de imprevisibles consecuencias,

Las escenas siguientes presentan dos ejemplos de reacciones provocadas a raíz del acontecimiento de la constitución de esa sociedad definitiva.

Como son narraciones más largas, si les parece, le damos un vistazo superficial para tener una idea de las colisiones producidas con motivo de ese suceso crucial. Vamos a mirar sin mucho detenimiento lo que sigue. Echen una ojeada a las escenas siguientes al relato de la constitución de los doce.

Fue a casa, y se reunió de nuevo tal multitud de gente que no podían ni comer. Al enterarse los suyos se pusieron en camino para echarle mano, pues decían que había perdido el juicio” (Mc 3, 20-21).

Primero necesitamos conocer el sitio donde nos encontramos. Notemos que ha cambiado el escenario. Del lugar de la constitución de los doce, el monte, hemos pasado al espacio habitual de la nueva sociedad, mencionado bajo el término “casa“.

Casa“, sin artículo, designa a la sociedad alternativa como lugar de acogida. No particulariza ningún domicilio, sino que se señala el recinto humano, familiar e histórico que sirve de marco a esa sociedad.

La multitud, presente otra vez, manifiesta un sentimiento generalizado de insatisfacción respecto a la ideología institucional al acercarse adonde se atisba el foco de luz anunciador de la presencia del Galileo. Marcos insiste en la cantidad de gente: “se reunió de nuevo tal multitud“. Sin embargo, pone el acento en el impedimento que ella misma representa: “que no podían ni comer“.

No obstante, comienza a dar resultado la estrategia del Galileo. Ahora, la multitud puede ser una valla dificultando la decisión individual, pero no representa un peligro. Ya no se confunde su grupo en la masa. La nueva sociedad está definida: casa; tiene las puertas abiertas a la gente, de la que se distingue con claridad.

El atrevimiento del Galileo en el monte ha llegado lejos. La difusión de la noticia confirma su importancia. La primera reacción descrita pertenece a los de su círculo familiar más próximo. Marcos señala la distancia respecto a él: “al enterarse los suyos se pusieron en camino“. La fórmula griega usada para nombrarlos, “los de él“, es muy similar a la empleada en el relato anterior, el del monte, para designar a sus amigos, “los con él“.

Marcos busca con ese matiz diferencial que el lector las relacione, y repare en la antítesis entre unos y otros. Unos son los cercanos distantes. Otros, los lejanos adheridos. La casa, en cuanto nuevo espacio existencial, corresponde a estos últimos.

Marcos no oculta ni dulcifica las pretensiones de la familia. Quieren echarle mano. El verbo es contundente, no deja lugar a dudas. Se trata del mismo verbo que Marcos usará para significar el prendimiento final del Galileo por los representantes del poder.

La idea expresada por sus familiares, “que había perdido el juicio“, refleja la opción que ellos habían tomado respecto a su proyecto. Para sus parientes, la ideología oficial representa la cordura, lo racional. Al romper con ella, estableciendo una sociedad alternativa, el Galileo, según ellos, ha perdido la razón.

Seguirán llamándose su familia, los de él, pero no formarán parte de su proyecto: los con él. Los dos círculos podrán ser tangentes, pero no se entrecruzan. La diferencia entre ambos está marcada por el compromiso personal.

No acabará ahí la intervención de la familia. Marcos dejará estacionado el tema para referir la reacción de las altas instancias del poder ideológico. La resonancia de la actuación del Galileo en el monte llegó hasta la capital, Jerusalén. El suceso fue considerado tan grave y tuvo tal repercusión que obligó a intervenir directamente a representantes oficiales del máximo nivel. Vamos a leer la escena que describe esta situación.

Los letrados que habían bajado de Jerusalén iban diciendo:
— Tiene dentro a Belcebú.

Y también;
— Expulsa los demonios con poder del jefe de los demonios.

Él los convocó y, usando comparaciones, les dijo:
— ¿Cómo puede Satanás expulsar a Satanás? Si un reino se divide internamente, ese reino no puede seguir en pie; y si una familia se divide internamente, no podrá esa familia seguir en pie. Entonces, si Satanás se ha levantado contra sí mismo y se ha dividido, no puede tenerse en pie, le ha llegado su fin.
Pero no, nadie puede meterse en la casa del fuerte y saquear sus bienes si primero no ata al fuerte; entonces podrá saquear su casa.
Les aseguro que todo se perdonará a los hombres, las ofensas y, en particular, los insultos, por muchos que sean; pero quien insulte al Espíritu Santo no tiene perdón jamás; no, es reo de una ofensa definitiva.

Es que iban diciendo:
— Tiene dentro un espíritu inmundo
” (Mc 3, 22-30).

Marcos comienza su relato identificando a los personajes que entran en escena. No son funcionarios corrientes. Señala su procedencia para aludir a su autoridad, Vienen desde la capital: “los que habían bajado de Jerusalén“. Fíjense que el verbo empleado, “bajar“‘, se opone al que se usó para informar del movimiento del Galileo en la escena del monte, “subir“. El contraste de sentidos invita a atar cabos y a no perder de vista la relación entre ambas acciones. El motivo fundamental que provoca la bajada de los altos dignatarios de la capital tiene que ver directamente con la osadía del Galileo de subir a ese monte innominado a constituir una alternativa al sistema establecido. Se han percatado de que esa actuación desacredita su autoridad y conlleva un alto riesgo de subversión de los principios sobre los que se asienta la institución. Su esfuerzo por bajar desde la capital no hace sino confirmar el motivo que les preocupa y les mueve: la repercusión social de la iniciativa tomada por el Galileo. La constitución de una sociedad alternativa constituye un movimiento perturbador, inquietante e intolerable

Del miedo arranca la estrategia de los ideólogos. Temen que las ideas del Galileo penetren en el pueblo y el pueblo se les vaya de las manos. Sienten pánico a ver debilitado su prestigio y su autoridad. Cuando cede la sujeción, el pueblo se mueve. Así que tratan de inmovilizar a la gente. Le inoculan su veneno más eficaz, el que mejor conocen: el miedo. Lo inyectan con un método clásico utilizado por los que no desean perder privilegios. Consiste en la divulgación de la mentira a través de medios propagandísticos con el fin de plantar bien hondo el engaño en las masas. Es la antigua técnica de la difusión para la confusión, lanzar la mentira al aire con el propósito de hacer extensivo el rumor. Se aplica mediante la repetición de calumnias y difamaciones hasta instalar en la gente menos reflexiva un poso de aparente verdad. Con ello, inducen a la multitud a posicionarse en contra de las ideas o de la persona a la que ellos pretenden infectar. El imperfecto griego traducido por “iban diciendo” denota indefinición del interlocutor al que se dirigen. Con esta sencillez (iban diciendo), Marcos pone de manifiesto la intención preconcebida de contaminar y la pertinacia con que la llevan a cabo.

La redacción de la escena está sembrada de matices por los que se filtra la personalidad y la inteligencia del Galileo. Veamos algunos de ellos:

Ante la maquinaria publicitaria de la ideología oficial, dice Marcos que él “les convocó“. Esta anotación refleja su dominio de la situación. Él no tiene inconveniente en citar a los altos dignatarios a la cara, ante sus discípulos y ante la multitud. Su actitud abierta y directa contrasta con la práctica encubierta y sinuosa de los líderes institucionales.

Marcos añade: “y, con ejemplos, les dijo“. Nuestro narrador anticipa el valor didáctico de la respuesta, que si bien la dirige directamente a los responsables del engaño, le sirve para desacreditarlos ante el pueblo. Por eso escoge un formato sencillo y comprensible, el del ejemplo. Es la primera vez que aparece en el texto el término griego que se traduce por parábolas, ejemplos, comparaciones. El dato tiene su interés, ya que el procedimiento usado en esta circunstancia se convertirá, a partir de aquí, en una estrategia que nuestro protagonista seguirá de manera especial con la multitud.

Los ideólogos de la capital no atacaron directamente la constitución de una sociedad alternativa. Encaminaron sus esfuerzos a desprestigiar a nuestro hombre ante el pueblo. Él, por su parte, contesta a la infamia con la realidad de los hechos. Fijémonos en este ejemplo que les pone:

Pero no, nadie puede meterse en la casa del fuerte y saquear sus bienes si primero no ata al fuerte; entonces podrá saquear su casa“.

Destaquemos algunos matices. El ejemplo comienza planteando una imposibilidad universal: “Nadie puede“.

La clave de la imposibilidad radica en que es “al fuerte” a quien hay que arrebatar por la fuerza “sus bienes“. Nadie puede hacerlo porque todos están sometidos a su soberanía. El “fuerte” alude al sistema, convertido en poderoso a costa de debilitar permanentemente al pueblo. Su fortaleza depende de la debilidad de otros. Será tanto más vigoroso cuantos más sean los endebles y cuanto más apagados estén. La estrategia del fuerte consiste, pues, en debilitar para fortalecerse. De este modo perpetúa su poder. Esta es la razón por la que “nadie puede meterse en la casa del fuerte y saquear sus pertenencias“.

Sólo hay una vía para poder hacerlo. El Galileo la expone a continuación con una frase en condicional: “si primero no amarra al fuerte“. La condición necesaria para que se dé esa posibilidad de desatar al ser humano encadenado consiste en atar previamente a quien lo tiene sujeto. De nuevo se menciona al fuerte; su repetición trata de avivar la reflexión. El mensaje subliminal que se transparenta comunica que si alguien logra amarrarlo demuestra una fuerza superior a él. Como el que no quiere la cosa, el Galileo ha dejado una pista para que puedan obtenerse conclusiones.

Su afirmación en condicional desbarata las tesis mantenidas por los representantes de la ideología oficial. La liberación del hombre sometido (el leproso, el paralítico, el hombre de la mano encogida) demuestra que el que libera es más fuerte que quien esclaviza. Ahí radica su fuerza superior.

— Bien, ¿pero a qué se refiere cuando habla de amarrar al fuerte? —preguntaron.

Teófila respondió:

— La misma reacción de los ideólogos de la capital nos hace mirar al hecho que la ha provocado: la constitución de los doce.

La enseñanza del Galileo y, concretamente, la presencia de una sociedad alternativa que posibilita la libertad a los marginados y oprimidos vuelve impotente al poder; es decir, amarra al fuerte.

La última afirmación del ejemplo: “entonces podrá saquear su hacienda” da a entender que cuando la enseñanza cuaja en la praxis social propuesta por nuestro protagonista, se debilita la fortaleza del sistema poderoso y se abre la posibilidad de escapar de su apresamiento.

La constitución de los doce fue considerada por los líderes de la capital un desafío a su poder y una acción de auténtico saqueo de su hacienda. Los hasta ahora dependientes y sumisos a su autoridad han abandonado los límites de su dominio para adherirse ¡libremente! a la nueva sociedad. El hombre de Galilea ha demostrado su superioridad sobre el adversario del ser humano. La libertad ha desacreditado al poder. Los líderes y falsos acusadores de la capital han quedado al descubierto. Ellos son los adversarios del pueblo.

En la última parte de su intervención, el Galileo cambia su tono, imprimiéndole un profundo sentido aseverativo. En resumen, afirma que no hay impedimento alguno para pertenecer a la nueva sociedad. Ninguna actitud humana, por muy negativa que se considere, impide el acceso. La acogida no tiene límites: “Les aseguro que todo se perdonará a los hombres, las ofensas y, en particular, los insultos, por muchos que sean“. Solo se autoexcluye quien rehúsa acceder.

La frase que cierra la escena (“Es que iban diciendo: tiene dentro un espíritu inmundo“) da cuenta de nuevo de la operación propagandística de la institución, que conoce a la perfección el manejo de las técnicas divulgativas para tener controlada a la gente. Marcos alude a ello, confirmando el motivo que ha generado la fuerte intervención del Galileo.

— Es evidente que este hombre nos pone en un brete —empezó a decir uno del grupo—. Marcos coloca inteligentemente al lector ante un dilema: pensar que su mensaje es una locura sitúa en la posición adoptada por sus familiares; considerar, en cambio, que sus ideas son ajenas al pensamiento humano y contrarias a la libertad, porque se opone a los principios universales, significa alinearse a favor de las tesis del poder.

O sea, si falta coraje para ir con él, hacemos como sus familiares, tratamos de quitarlo de la circulación. Y ponerse en su contra, supone colaborar con los que tienen el poder. ¿Qué salida queda?

— Decantarnos individualmente por una de las tres y actuar en consecuencia. Es decir: Pasar, oponerse o adherirse. Pero, además tengo una pregunta: Teófila, hay una parte en la que se mencionan una serie de personajes. No la has explicado. El Galileo mismo habla de Satanás. Debe estar refiriéndose a un ser espiritual. ¿No es más razonable pensar que él no habla del poder terrenal, sino de un poder sobrenatural?

— Si revisamos la escena —respondió—, comprobaremos que a una misma figura se le dan cuatro denominaciones. Las dos primeras parten de los líderes institucionales.

Primero le llaman Belcebú. El significado de este nombre es incierto, puede entenderse como Señor de las moscas o Señor de la casa. En cualquiera de los dos casos, se considera al personaje revestido de una soberanía sobre un colectivo. También le llaman jefe de los demonios, lo cual va aclarando esa soberanía. Se trata de la fuente de donde dimanan las ideologías que esclavizan al ser humano.

Posteriormente, el Galileo le da el nombre de Satanás que procede de la raíz hebrea “Satán” (acusar, hostilizar), y significa: Adversario. En relación directa con esa denominación, utiliza dos ejemplos cuyos elementos principales son corporativos y representan un organismo estructurado, constituido por personas unidas mediante un vínculo común: reino y familia. Estos elementos no han sido escogidos al azar.

El título: El Adversario no alude a ningún ser espiritual, se trata de un ente corporativo, de una estructura construida con ligaduras muy bien afianzadas. Bajo esa denominación (el Adversario) se concentran los principios, ideas, leyes y realidades que, entretejiendo una potente red, atrapan al ser humano en el engaño. Su objetivo deshumanizador ve en el hombre una simple pieza al servicio de ese orden establecido,

Por último, a esa figura representativa el Galileo la llama también, como hemos visto antes, el Fuerte. El Fuerte representa al poder, el auténtico adversario de la humanidad.

Las palabras se manipulan a veces con diferentes propósitos. Con las palabras se crean realidades y personajes inexistentes. Se usan para amedrentar, para alimentar el infantilismo, para justificar el robo o el asesinato, para que nada se mueva o, quizás, para convencer de que algo se ha cambiado…; o para ganar crédito, o votos, o incluso el poder.

Luego, cuando, con el tiempo, las palabras recobran su auténtico significado, descubren el vacío que respaldaban. Ese mundo pavoroso…, sencillamente…, no existe. Ha sido creado en nuestra imaginación.

— Supongo —afirmó otro participante— que al Espíritu Santo sí se le reconoce como persona divina, como un ser espiritual de primer orden. A ver si no, ¿cómo se entiende la frase “quien insulte al Espíritu Santo no tiene perdón jamás“?

— El término “espíritu” —explicó Teófila—, llegado a nosotros a través del latín, significa originariamente, tanto en esa lengua como en griego y hebreo, viento, aire, aliento. El término latino fue adoptado en su literalidad para expresar la fuerza y la hondura de la vida. Quien tiene aire (espíritu), respira y habla. El aire o espíritu es indicio de la vida. El cadáver ha dejado de tener ese hálito vital.

Este sentido (aire o viento) también ha llegado a nuestra lengua a través de verbos procedentes de una misma raíz latina, como respirar, aspirar, suspirar, inspirar, etc. La palabra “espíritu” designa, pues, la vida misma que se exterioriza diferenciando a su poseedor como ser individual.

Por otra parte, la palabra santo define al propietario de esa vida. El Santo por excelencia se llama en el Antiguo y en el Nuevo Testamento a ese ser indefinible que llamamos Dios. Si alguien posee una vida definitiva, ése es Él. A esa vida aspira el hombre, a la definitiva. Y Él la regala. Dicho en otros términos, la vida está ahí, obsequiada. La disfrutan en la sociedad alternativa los que abandonan la dependencia del sistema y optan por la plenitud humana.

Según el mensaje del Galileo, la vida comienza cuando se opta por ella, abandonando previamente la muerte. La expresión Espíritu Santo hace aquí alusión a la vida, la definitiva que se disfruta en la nueva sociedad, la que ha dejado atrás la muerte, símbolo y esencia del poder.

Por eso, en esta escena, el Galileo califica de “insulto al espíritu santo” el falseamiento de la realidad con el que los ideólogos del poder intentan engañar a la gente. Son profesionales de la mentira. Llaman muerte a la vida y hacen creer que la vida es… la muerte que ellos ofrecen.

Seguimos leyendo:

Llegó su madre con sus hermanos y, quedándose fuera, lo mandaron llamar. Una multitud de gente estaba sentada en torno a él. Le dijeron;
— Mira, tu madre y tus hermanos te buscan ahí fuera.

Él les contestó:
— ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?

Y, paseando la mirada por los que estaban sentados en corro en torno a él, añadió:
— Miren a mi madre y mis hermanos. Cualquiera que cumpla el designio de Dios, ése es hermano mío y hermana y madre
” (Mc 3, 31-35).

Aunque no se explicite de nuevo, el entorno sigue siendo la casa, el espacio natural de la nueva sociedad. A ella llegan los parientes del Galileo mencionados con anterioridad en forma general bajo la fórmula “los de él“.

En esta escena los allegados se concretan por su relación de consanguinidad con nuestro protagonista. Es la primera vez que en el evangelio de Marcos se nombra a su madre: “Llegó su madre“. Sin mencionar su nombre, se destaca su parentesco respecto a él y su función como miembro principal de la familia. En el mundo del Antiguo Testamento y en el contemporáneo al Galileo, la maternidad era el objetivo primordial en la vida de una mujer.

El número de hijos elevaba su condición y su reconocimiento social. Cuantos más hijos, excluyendo hijas, mayor consideración y categoría. Sin embargo, los puntos débiles, los fallos y fracasos de los hijos repercutían negativamente en su reputación. Encontramos un texto en el libro de los Proverbios donde se lee; “Hijo sensato, alegría de su padre; hijo necio, pena de su madre” (Prov 10, 1).

De este modo, la función de madre menguaba las posibilidades de que la mujer fuese considerada por ella misma y aumentaba su dependencia respecto a otros. La mujer, propiedad del marido, es valorada socialmente por la abundancia y características de los hijos.

Independientemente de lo insólito de ver a un hombre tan mayor y sin casarse, lo que, sin duda, le colocaba el cartel de raro, la fuerte repercusión de su actividad por la región deterioró la maltrecha reputación de su madre en su círculo familiar más próximo. El clima pernicioso engendrado por los comentarios y las murmuraciones de la gente influyó probablemente sobre ella, erosionando ante el pueblo el escaso prestigio que aún le quedaba.

A esto se añadía el atrevimiento de su extravagante hijo de constituir una sociedad alternativa, marginándose completamente de la vida institucional. Para su familia, sólo la falta de cordura justificaba un hecho de semejantes proporciones, Se explica, pues, la llegada de la madre desde razones sociológicas y desde su instinto protector hacía el hijo. Pero, al mismo tiempo, esas mismas justificaciones delatan su desentendimiento e indiferencia respecto al mensaje.

Con la madre se presentan también los hermanos: “con sus hermanos“. Constituyen con ella un grupo compacto. Ni se citan sus nombres ni se dice cuántos eran. No es lo que interesa a Marcos. Se alude a la relación de parentesco que les vincula con el Galileo, no con la madre. Ahora bien, no hay razón para pensar que no fueran hijos de su misma madre. Marcos no hace el mínimo esfuerzo por evitar esa duda, lo cual indica que en ese tiempo, como era natural, el tema no creaba ningún tipo de conflicto.

El narrador destaca la actitud del grupo familiar, subrayando dos movimientos. El primero describe la posición que adopta la familia una vez alcanzado el punto de destino: “quedándose fuera“. La escena recuerda a la del paralítico. La determinación de los portadores del hombre inmóvil de sortear el obstáculo de la multitud subiéndose al tejado y abriendo un boquete, contrasta con la tomada por la familia del Galileo decidiendo no hacer el mínimo esfuerzo por entrar.

La significación del verbo griego utilizado: estar de pie, estar firme refleja que se han plantado. Su decisión les ha llevado a posicionarse fuera del lugar donde se concentra el grupo afín a nuestro protagonista.

Ese primer movimiento de quedarse fuera implica falta de reconocimiento de la actividad del Galileo y acatamiento de las tesis institucionales. La familia se declara más cerca de la institución que de él. Ni los doce ni los que se han adherido a su programa merecen su confianza.

El segundo movimiento: “lo mandaron llamar” da cuenta de la iniciativa que tomaron. Sin entrar, buscan la salida del Galileo. Ellos se niegan a participar e intentan que él abandone. Su madre y sus hermanos pretenden detenerlo para truncar la locura de su proyecto, Cambian las maneras, pero coinciden en su propósito con los líderes llegados de la capital.

La multitud nombrada en esta escena: “Una multitud de gente estaba sentada en torno a él” contrasta con la citada en el relato del paralítico. Allí representaba un obstáculo para los que deseaban situarse con el grupo del Galileo. Aquí no obstruye la entrada. El volumen de personas alrededor del Galileo subraya la amplitud de los adheridos a su proyecto; más que un inconveniente para entrar, es una invitación a que entren.

La disposición de estar sentados alrededor era típica de los discípulos al recibir enseñanza de su maestro. Los círculos concéntricos rodeándolo representaban, por su proximidad a él, el grado de adhesión e intimidad. Los de fuera ni colaboran ni prestan apoyo. Los lazos familiares no presuponen unión con él. Marcos, con sutil inteligencia, logra el efecto de hacer ver el alejamiento del grupo familiar, al describir la posición cercana del grupo del Galileo. Nuestro narrador ha trazado la raya que permite alinearse a uno u otro lado. La proximidad al Galileo hace ver la lejanía de los cercanos.

Los de alrededor sirven de transmisores al encargo de los de fuera: “Oye, tu madre y tus hermanos te buscan ahí fuera“. Los que se ocuparon de trasladar el aviso no conocían las intenciones ocultas en la comunicación. Eso sí, consideran su importancia por venir de quien viene y, por eso, pasan el encargo casi como un mandato. La fórmula empleada para hacerle llegar el recado deja traslucir en los del corro la expectación agazapada y el deseo de pulsar el grado de lealtad del Galileo a su propio proyecto.

La reacción de éste se introduce con un giro traducido por “les replicó“, con el que anticipa una respuesta cuyo contenido se presume firmemente asumido por él. Su réplica comienza con un interrogante tan categórico como inesperado, que no busca respuesta sino reflexión: “¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?“. Su formulación no es la esperada de un hijo o un hermano.

Situémonos por un instante en la perspectiva de las hipótesis únicamente para entender mejor el sentido de su respuesta. Tenía múltiples opciones: insistir en que les invitasen a entrar; salir directamente sin decir nada; dirigirles una pregunta solicitando que expresaran sus deseos; pedirles que se marcharan; utilizar una disculpa diplomática y salir… Cualquiera de ellas habría sido considerada como normal. Pero la situación requería su posicionamiento inequívoco.

La pregunta ¿quiénes son mi madre y mis hermanos? fija la enorme distancia entre él y sus familiares, confirmada por ellos mismos al quedarse fuera. Su interrogante refuerza la necesidad de la libre decisión ante su propuesta. Pone en entredicho que los lazos de sangre generen compromisos ni adhesiones permanentes. La pregunta no es despectiva hacia sus familiares directos, pero sí plantea desde la realidad de la nueva sociedad, la de los doce, cuáles son los vínculos que unen estrechamente a las personas con un amor leal y qué uniones provisionales son susceptibles de terminar convirtiéndose en cepos.

Nadie responde a la inesperada pregunta del Galileo. Marcos alarga el silencio con un apunte característico de la personalidad de nuestro protagonista: “Paseando la mirada por los que estaban sentados en corro en torno a él“. Con este dato, insiste en remachar el emplazamiento en círculo de los suyos. Este esfuerzo persistente de Marcos repitiendo la colocación respecto al Galileo, persigue destacar su proyecto como punto de referencia de todos los que le rodeaban.

El momento se hace culminante cuando el hombre de Galilea rompe drásticamente el largo mutismo y capta la atención con un poderoso imperativo y tras él, secamente, la frase repetida por cuarta vez y que, en esta ocasión, reclama ser traducida conforme a la intensidad con que la pronuncia: “¡Miren!… la madre mía y los hermanos míos“. Su vehemente afirmación demuestra hasta dónde es consecuente con su plan. El vínculo auténtico que logra una unión indestructible no lo produce el origen común, sino la  opción personal. Para el Galileo, la familia constituida por lazos de sangre no es la célula de la sociedad definitiva ni ésta se funda en ella. Se asienta en el colectivo de individuos empeñados con él en su proyecto.

Después de identificar a los adheridos a ese proyecto como su verdadera familia, sin quebrar la línea argumental de su discurso y con extraordinaria amplitud de miras, establece el criterio para determinar el alcance de la nueva cohesión. La frase debe leerse: “Cualquiera que haga lo que Dios anhela“. El verbo ‘”hacer” delimita de forma diáfana el primer requisito centrado exclusivamente en la praxis. Se descartan privilegios, pertenencias, discursos, procedencias y todo tipo de vínculos.

El movimiento práctico exigido viene determinado por la expresión que traducimos “lo que Dios anhela”. Esta expresión, muy lejos de la contaminada “la voluntad de Dios“, recalca el deseo de que la decisión del ser humano vaya en la dirección acertada. No implica mandato ni impide la libertad ni supone predeterminación o capricho. Incluye la reflexión y la libertad como previos a la opción.

Según el pensamiento del Galileo, expresado anteriormente con reiteración, la práctica decidida a favor de los marginados coincide con el anhelo de un Dios que no es imparcial, Y, sin importar de quien procede, esa praxis establece una unión indivisible entre los que convergen con su hacer.

En su última afirmación: “Ese es hermano mío y hermana y madre“, el Galileo subraya: “ése“, para no dejar espacio a la duda y afinar respecto al compromiso personal. La frase se repite por quinta vez; ahora, con cambios significativos. A diferencia de las otras ocasiones, ha enunciado en primer lugar la palabra “hermano” para resaltar como referencia clave de la nueva sociedad el valor de las relaciones humanas. Pero ha agregado el término “hermana” considerando a la mujer igual al hombre y al mismo nivel de relación. ¡No hay discriminación alguna para la mujer en la sociedad alternativa! La hermandad producida por la coincidencia en la actividad anhelada por Dios garantiza la plena relación humana, desterrando las desigualdades. En la sociedad alternativa, la mujer está en el primer y único nivel.

Si el relato comenzó con preeminencia de la madre para destacar el concepto de familia, finaliza priorizando la hermandad y situando a la mujer en el lugar privilegiado; es decir, en el lado opuesto al marcado por la tradición. Los vínculos afectivos de la familia quedan supeditados a la relación profunda que en la sociedad definitiva hermana en una condición de iguales.

Marcos finaliza su relato sin hacer ningún comentario sobre los personajes que quedaron fuera. No sabemos si oyeron o no directamente las manifestaciones del Galileo, o se las comentaron más tarde, o intuyeron su respuesta, o… tal vez… se cansaron de esperar… Lo cierto es que no queda ni rastro de ellos en la narración. Marcos no se interesó por dar a conocer su reacción. El narrador solo se preocupó de subrayar para sus lectores que el Galileo rompió con la familia tradicional, sustituyéndola por la familia alternativa.

Curiosamente, como ya os dije al comenzar la lectura de Marcos, éste no cita ni directa ni indirectamente a su padre en todo su texto. La ausencia casi total de noticias acerca de él en los evangelios apunta a la hipótesis de que muriera muy joven.

En cuanto a los hermanos de Jesús, no hay datos suficientes para obtener conclusiones precisas. A pesar de ello, si tenemos posibilidad, veremos una narración de Marcos con alguna pista sobre esa cuestión.
…………………….

Pautas para comentar la “praxis” propia:

En esta Escena de la narración hay familiares, representantes del sistema, los “con Jesús” elegidos por él para visibilizar la alternativa y las multitudes:

1ª.- ¿Dónde me coloco yo en esa escena?

2ª.- ¿Por qué el sistema empezó a preocuparse cuando Jesús hace ese acto de elegir a los Doce=

3ª.- ¿Es posible que triunfe un movimiento que proponga una sociedad alternativa sin que haya algún tipo de estructura organizativa?

.

18 comentarios

  • oscar varela

    Hola!

    Quisiera resaltar lo de Rodrigo:

    – “… la contradicción discursiva entre:

    * una “sociedad alternativa igualitaria” y
    * el rol que se le sigue dando a una sóla persona, denominada Jesús.

    el discurso contra(dictorio entre):

    * otorgar privilegios o superioridades a las figuras de autoridad institucional;
    * pero a Jesús se le deja libre de toda culpa.
     
    ¿Cuándo se asumirá radicalmente el discurso de sociedad alternativa igualitaria,
    y se dejará de intentar legitimar HOY
    (con lo) que hizo o dijo o dejó de hacer un ser humano hace 2000 años?
     
    Esta creo que es una pregunta interesante para el curso completo.
    ………………
    ¿Interesante?

    A mí me parece fundamentalísima.

    Por mi parte ¡Bravo Rodrigo!

    Por ahí ¡Voy todavía! – Oscar.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo (recortando y descuajaringando):
     
    – “(el Galileo) establece el criterio para determinar el alcance de la nueva cohesión:
    Cualquiera que haga lo que Dios anhela“.
     
    1.- El verbo ‘”hacer” delimita de forma diáfana el primer requisito centrado exclusivamente en la praxis.
     
    2.- Se descartan privilegios, pertenencias, discursos, procedencias y todo tipo de vínculos.
     
    3.- El movimiento práctico exigido es: “lo que Dios anhela”…
     
    4.- … no la frase contaminada: “la voluntad de Dios“,
     
    5.- No implica mandato ni impide la libertad
     
    6.- ni supone predeterminación o capricho.
     
    7.- Incluye la reflexión y la libertad como previos a la opción.”-
    ………………
     
    Me vengo preguntando -desde hace unos dos años- con “reflexión y libertad”:
     
    ¿Qué es “lo que Dios anhela”…en el caso de “mi vida”.
     
    Poco a poco me fui convenciendo de que a los 75 años de edad
    lo que mejor me corresponde sería “ir dejando el lugar a otros”.
     
    Tranqui, tranqui, disfrutar; y que al que le guste, que se asocie y me/nos disfrute/mos.
     
    Tal vez la principal razón que me indujo a esta cuasi-conclusión fue que:
     
    si el objetivo ineludible de todo ser humano es la FELICIDAD
    ¿qué mejor testimonio dejar que el ser-LA … y si se ve un poquito, que la disfruten otros?

    (no niego que puede haber una cuota de “fiaca” o “vagancia” ¿qué le vamos a hacer, no?)

    Y así es que y cómo ¡Voy yendo todavía! – Oscar.

  • M.Luisa

    A mi modo de ver pienso que  el proyecto de Jesús  antes de ser tomado a interpretación, antes que nada,   lo que su realidad nos desvela  frente a la nuestra propia es un sentir nuevo.
     
    Los responsables, los coordinadores, de alguna manera tenían que haber experimentado esa transformación
     
    El proyecto de Jesús es un caminar cuya trayectoria fundamental   es el sentir pero un sentir  que nos haga penetrar en nuestra propia interioridad. El sentir al que me refiero y del que ya he hablado muchas veces es el que logra escaparse de la sensibilidad  del yo que gobierna nuestra vida  día a día según nuestros propios intereses. Es lo que  en mi línea de pensamiento  significa el concepto de    “alteridad” aplicado en el sentir.

     
    Ciertamente, hay un sentir las cosas,   gratuito y gozoso que  sobrepasa la limitación  del yo. Es un sentir que  precisa y da testimonio de esto que yo soy por lo que, justo,  es un sentir que se me impone frente a lo que me rodea.
     
    Es, pues,  desde este sentir  que no está vuelto sobre sí, sino que está proyectado  hacia fuera lo que a modo de preceptor hace del sentir que sea el mismo propiamente  intelectivo.
     
    Descentrado así el sentir, éste reconoce lo que le rodea  y por tanto es un reconocimiento  no interpretativo ni conceptual, todavía,  sino de presencia.
     
    En conclusión, este nuevo sentir, o, este sentir nuevo, es el que sabe interpretar los textos en la inmensidad de sus contenidos en un   continuo fluir transformador. 

  • mª pilar garcía

    Lo sé Rodrigo:
    Mi repregunta es:
     
    ¿Quien sacó, de su lugar de servicio y liberación de los sufrientes a Jesús?


    Él, presentó una alternativa-proyecto, Él, no pidió nada para si mismo (que yo sepa).
     
    Se salió del “tiesto” ¡por supuesto! de no haber sido así, ¿como sería una alternativa nueva y liberadora?
     
    Lo que hemos hecho con Él, no es culpa suya, sino nuestra, para edulcorar esa alternativa.
     
    Es mucho más fácil, seguir las miles de tendencias existentes en el mundo (dentro de lo que llamamos “cristianismo”) que vivir consecuentemente esa alternativa, dentro o fuera de las iglesias.
     
    A eso me refiero Rodrigo, quizá no sé explicarlo con la suficiente claridad y lo siento.
     
    No se trata de seguir a un hombre… sino de estudiar la posibilidad que Él brindo a las personas apresadas por el poder, de salir de esa opresión, y ser personas responsables de su hacer y vivir. (Sin olvidar, que eran “religiosas” a la vez que políticas, las autoridades que regían su país.  Hoy, sigue sucediendo igual, en la iglesia.)
     
    No quiero enredarlo más; para nada me disgusta lo que dices, pero quizá, yo tampoco comprendo muy bien lo que me quieres decir.
     
    Para eso estamos, para dialogar y compartir, hasta donde llegue mi pequeño conocimiento.
     
    También te quiero y lo sabes.
    Un abrazo entrañable.
    pili
     

  • Rodrigo Olvera

    Querida Pili
    Aquí vengo yo in-comodar. Pero sé que tu gran corazón lo tomará con paciencia y bondad.
    En el gran caudal de la religión judía, Jesús de Nazareth no es más que un “iluminado”, un “visionario” que se desvió del proyecto “virgen” haciendo un “batido” personal, al que se le rindió por sus sectarios seguidores “total pleitesía”, “obediencia ciega” y no solo “casi adoración” sino literalmente se le hizo “Dios” y se le tributa culto de adoración.  De hecho, es poco conocida, pero hay toda una tradición de los grupos artículados en  el nombre y figura de Juan el Bautista que consideran a Jesús poco menos que un traidor que se separó por ambición de liderazgo de las comunidades. Visión que seguro resulta chocante al cristianismo en general, pero sobre todo al cristianismo igualitario. Pero que es una cara más de un proceso histórico-social más complejo que lo que resuman las exégesis católicas, aún las progesistas.
     
    Dejando a un lado la mirada histórico-social y cambiando a la de análisis del discurso; llama la atención que no llame la atención (!!!) la contradicción discursiva entre una “sociedad alternativa igualitaria” y el rol que se le sigue dando dentro de esa supuesta “sociedad alternativa igualitaria” a una sóla persona, denominada Jesús. Es claro el discurso contra otorgar privilegios o superioridades a las figuras de autoridad institucional (personalizados en los apóstoles, a quienes se les acusa poco menos de traicionar el proyecto.. realmente con una buena dosis de proyección de la bronca que se tiene HOY contra las autoridades institucionales actuales); pero a Jesús se le deja libre de toda culpa (sin pecado concebido?).
     
    ¿Cuándo se asumirá radicalmente el discurso de sociedad alternativa igualitaria, y se dejará de necesitar intentar legitimar HOY las decisiones y evolución  de conciencia de las personas y comunidades de HOY en lo que una y otra vez de reinterpreta que hizo o dijo o dejó de hacer un ser humano hace 2000 años?
     
    Esta creo que es una pregunta interesante para el curso completo.
     
    Un abrazo. Sabes cuánto te quiero.

  • mª pilar garcía

    Totalmente de acuerdo Antonio Duato, en lo referente, a los:
     

    “Coordinadores” Jesús, les responsabilizo de alguna manera al enviarlos; cuando se quejaron porque algunas personas que no “estaban” con ellos, “liberaban” en nombre de Jesús, les contestó:
     

    “Si están conmigo, no están en mi contra, dejadles” (no es exacto el texto sí, el espíritu del mismo) y se quedó tan tranquilo.

    El problema viene, cuando nacen “iluminados” seguidores, a los que se les tributa casi “adoración” y obediencia ciega…

    Ya no es el seguimiento, dentro de un orden de trabajo compartido, en igualdad de derechos, trato y respeto mutuo.

    Para mí, ahí esta el verdadero problema, porque ya no se sigue el proyecto virgen, sino el “batido” que se saca de la manga el “visionario” de turno, y a quien se le termina dando total pleitesía.

    Ahí radica el problema, el poder de los que se “nombran-ejercen” como jefes imprescindibles de algún movimiento.

    mª pilar

  • Gabriel Sánchez

    En el Arameo Aatu es el vosotros masculino y Atu es el vosotros femenino, el problema que en Latinoamerica no traducimos vosotros, hablamos de ustedes…en realidad las dos formas están correctas en la traducción desde mi punto de vista…Gabriel

  • Antonio Duato

    Y ahora quiero compartir una idea entrando, más en el tema, que me revuelve de siempre y que me descolocó desde que leí esta entrega. Intento contestar a la 2ª pregunta. El sistema se inquieta y toma en serio lo de Jesús cuando le llega la noticia de que no sólo le siguen las masas sino de que está empezando a organizar algo.

    En este “algo” no había jerarquía pero sí responsables y coordinadores. Creo que para que un colectivo llegue a ser grupo o comunidad hace falta este tipo de servicio. Dejando si Jesús no sólo fue un iniciador de un movimiento sino también un ensamblador de personas, lo que yo sé por experiencia es que ningún movimiento o revolución persiste sin unos animadores que asuman la visión del grupo y creen estrategias de posibilidad.

    Estos días he visto, gracias a Internet, una película que ví hace casi treinta años y que no encontraba a pesar de buscarla mucho pues me quedó dentro. Es sobre una comuna anarquista en el siglo XIX en Brasil, con italianos. La Cecilia. Está con subtítulos para quien no pueda gozar el siciliano. Y muestra esta continua dialéctica entre utopía y realidad.

    Os pongo el enlace tal cual para que no me pase como antes. Ya la comentaréis si alguien llega a verla… Es algo más de hora y media: http://www.youtube.com/watch?v=F6E8gKCqE4w

     

  • Antonio Duato

    Hola, Pepe, de nuevo:

    Ya funciona el enlace con los capítulos de Un tal Jesús. Gracias por advertirlo. Uno cree que lo sabe todo y lo da por hecho, sin comprobar, tras ponerlo. Como medio más fácil para ponerse en contacto con este texto, que yo utilizaba mucho hace 25 años en mis clases, he subido esa primera parte en un PDF a la web de Atrio, pero el enlace no dirigía a la carpeta debida.

    Yo creo que José Ignacio Vigil debió inspirarse también en Juan Mateos y al final de cada capítulo pone unas notas exegéticas para fundamentar su lectura.

    Sobre el uso del tú-usted-vos pero sobre todo del ustedes-vosotros otros sabrán explicarlo mejor. Pero, por lo que yo sé ese uso del ustedes (loas andaluces creo que dicen a veces “vosotros ustedes“) no es de menos confianza.

     

  • pepe blanco

    Gracias por la aclaración, Antonio Duato.
     
    Me quedo con la curiosidad de saber si en la lengua de Jesús (el arameo, ¿no?) existía esa diferenciación, frecuente en las lenguas latinas actuales, entre el tratamiento de cortesía y el tuteo.
     
    (Por cierto, Antonio, el enlace que has puesto a los 24 capítulos del libro, no funciona)

  • Antonio Duato

    Pepe Blanco:

    ATRIO quiere abrirse a lectores y colaboradores de todas las personas con habla castelllana. Y a muchas les resulta raro nuestro segunda “vosotros” que consideran mayestático, no familiar.

    Además el destilado del libro de Salvador se ha hecho en Buenos Aires con la total aprobación del autor, aunque él emplee el “vosotros” en el original.

    Recuerdo que la primera vez que sentí esa extrañeza que expresas fue con un Libro de características pareidas, que aún sigue leyéndose (u oyéndose) y con fruto para cambiar esquemas:  Un tal Jesús de los hermanos María y José Ignacio López Vigil.  Puede consultarse el sitio. Y para quienes quieran leer rápidamente una muestra del estilo he puesto  aquí los 24 primeros capítulos (de 124).

  • Mª Antonia Martínez

    Me da gusto pensarme como “hermana” entre “los con él”, teniendo  en cuenta el comentario: “Pero ha agregado el término “hermana” considerando a la mujer igual al hombre y al mismo nivel de relación. ¡No hay discriminación alguna para la mujer en la sociedad alternativa! La hermandad producida por la coincidencia en la actividad anhelada por Dios garantiza la plena relación humana, desterrando las desigualdades. En la sociedad alternativa, la mujer está en el primer y único nivel”.
    Creo que, además de los “doce”, esta sociedad abierta provoca el miedo a perder el poder.
     
    Un movimiento que propone una sociedad alternativa sin que haya algún tipo de estructura organizativa ¿puede triunfar?
    Depende del significado que damos a “triunfar”. Si lo entendemos como ser aceptado por todos, o por la mayoría, no va a triunfar.
    Si triunfar=credibilidad, por lo que se hace, por el convencimiento con que se viven los valores para el bien y la dignidad de la persona, entonces sí puede triunfar, aunque sean pocos los que lo vivan.
     
    Depende también de como se reacciona ante la tentación del poder, siempre presente. De los liderazgos que tienden a imponerse. De como se entiende y vive la fidelidad a la sociedad alternativa… importante no transformarlo en algo rígido y cerrado, que se quiera imponer con la fuerza.
     
    Esto es lo que yo pienso. Abrazos!
     
     
     
     

  • Gabriel Sánchez

    A veces los llama sepulcros blanqueados, debe ser como en nuestra época, según las circunstancias…Gabriel

  • pepe blanco

    Qué raro se me hace leer a Jesús tratando de usted a sus interlocutores. No sé, a lo mejor estoy equivocado, pero diría que en las traducciones que se suelen leer aquí en España, Jesús siempre tutea a sus interlocutores.
     
     

  • mª pilar garcía

    1ª.- Me siento en el círculo de “hermanos/as” atenta a cuanto explica, enseña, presenta como vida alternativa.
    Es liberador, sugerente, admirable; porque te hace sentir con ánimo para seguir el camino “minado” por el poder constitutivo.

    2-º.- Porque comprueban como el pueblo ansía esa libertad que les produce el estar cerca de Él y su proyecto; comprueban que los libera, los “sana” de la dependencia que los reduce a la nada como personas convirtiéndolos en esclavos sin voz ni voto posible y además amedrentados.

    3ª.- Puede ser en pequeños grupos. Y si no se sube a la cabeza el “poder” que toda gran organización lleva consigo, sobre todo si triunfa, aunque sea a costa de manipular la verdadera esencia de donde nació; podría ser posible…

    Visto lo que sucede en todo entramado con gran nº de personas que se van adhiriendo a los movimientos reinantes políticos, religiosos, culturales… parece ser complicado.
     

    Por eso la libertad que el Galileo daba a sus seguidores o  entusiastas de la nueva alternativa;  no les ponía la condición de unirse, sino de ser consecuentes estén donde estén a esos principios; porque eso repetía constantemente el Galileo:

    “Hacer en todo nuestro caminar aquello que Dios anhela”

    Estemos donde estemos y hagamos lo que hagamos.

    mª pilar

  • Antonio Duato

    Ayer hablé con Xabier Pikaza sobre su libro y el libro de Salvador Santos que aquí estamos destilando. Lo conoce y le gustó mucho. Cree que es lo mejor sobre Marcos en Español en ese nivel. Ve detrás a Juan Mateos a quien conoció mucho. Coincide plenamente en la línea interpretativa, aunque su libro tiene una estructutra más académica y en este sentido son diferentes,

    No conocía nuestro curso-taller en ATRIO pero cuando quede un poco más libre entrará en él y ya me dirá qué le parece, Y está a nuestra disposición por si queremos hacerle alguna consulta.

    Aprovecho para pedir concisión al exponer opiniones. Y recordar que el uso exagerado de MAYÚSCULAS, en vez de dar énfasis a los conceptos, a muchos les dificulta la lectura.

    • Y otra cosa importante: A las personas que no hayan seguido desde el principio el curso y a quienes quieran invitar a otros a adherirse, es muy útil señalar la pestaña “UN PASO UN MUNDO” que está en el menú horizontal arriba de todo. Saldrá el índice de todo el libro y el enlace a los fascículos del curso que hemos presentado hasta el momento, Probad a verlo aquí y aficionaros a este instrumento: http://www.atrio.org/un-paso-un-mundo/
  • Gabriel Sánchez

    Tres cuestiones…La primera es que la 1) INSTITUCION SISTEMICA ANTE EL MIEDO POR LIBERAR AL PUEBLO USA LOS MEDIOS MASIVOS (de la época) PARA DESPRESTIGIAR MINTIENDO… (3,22-30)
    Efectivamente, la predicación de Jesús es clara, el Reino esta aquí presente…puede ser aceptado o rechazado y quien no supere la justicia de los letrados y fariseso – la institucionalidad y sus dinámicas normativas rituales y morales (Mt. 5.20) no entrará al Reino de los cielos (es decir lo rechazará) …Pero este Reino…Jesús de Nazareth (El Reino)…no es cualquier Reino…ciertamente no el que esperaba la institucionalidad del tiempo de Jesús…Este REINO MARCA LA UNION INTIMA DE DIOS Y EL HOMBRE, POR ESO SE LE LLAMA  el Reino de Dios…que estaba PRESENTE por la  presencia de Jesús de Nazareth, su vida, sus palabras y acciones…esa es la Buena Noticia(Lc. 11,20)…decir que en Jesús de Nazareth  habita  un Espíritu Inmundo, cuando la verdad es que en el habita el Espíritu Santo Lc. 4,18…, ES UNA REACCIÓN DEL SISTEMA, DE LA INSTITUCIONALIDAD, CUYO PODER SE BASA EN un dios QUE EN REALIDAD ES UN IDOLO…QUE PERMITE LA INJUSTICIA, LA MARGINACIÓN Y LA FALTA DE AMOR… LA INSTAURACION DEL ANTIREINO… O SISTEMA DE INIQUIDAD…ESO ES blasfemar CONTRA  EL ESPIRITU SANTO…Y JUSTIFICAR ASÍ EL SISTEMA DE INIQUIDAD LO QUE GUSTAVO GUTIERREZ LLAMARÁ LA HAMARTIOSFERA…ES DECIR EL SISTEMA DEL MAL O DEL PECADO, ACUSANDO (ACTITUD TIPICA DEL ADVERSARIO-RESISTIDOR) AL REINO Y A QUIEN LO PREDICA, CONSTRUYE Y PROMUEBE DE ESTAR POSEIDO DE UN ESPIRITU INMUNDO…
    2) LA SEGUNDA EL QUE BLASFEME CONTRA EL ESPIRITU SANTO – (Mc. 3,29) LA LINEA INTERPRETATIVA DEL HILO ESTA CORRECTA…(MODESTAMENTE PENSAMOS-SENTIMOS), PERO INCOMPLETA…LO SE HABLA (espero que por problemas de fuentes no quede sin consignar las palabras en fuente greco que voy a pegar) NO SE HABLA SOLO DE πνεῦμα PNEUMA – VIENTO-ALIENTO-ESPÍRITU…SINO DE ἅγιον Agion -Sagrado –Santo… Para los oyentes de la época de Jesús… El Espíritu Santo, esta profundamente conectado con un evento fundante de la humanidad en las escrituras de la Tora…que proveniente del mismo Génesis…concretamente Gn. 2, 7 Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz aliento de vida, y el hombre se convirtió en ser vivo. Y la secuencia es…     יְהוָ֨ה        Yahwe… אֱלֹהִ֜ים       Dios… וַיִּפַּ֥ח soplo-respiro… נִשְׁמַ֣ת aliento…
    La acción de Dios que soplo… (Su soplo el de Dios, hizo al barro ser viviente) El soplo, es el Espíritu de Dios…de esto habla Jesús en Reino asegura que el Dios que habita en su pueblo, está presente, el antireino marca su rechazo…y el decir que el Reino es el antireino (habitado por un Espíritu inmundo), para justificar el sistema, institucionalidad es un blasfemar contra el Espíritu Santo…
    El profeta ve un signo del antireino, en la injusticia, en la marginación de la sociedad y en la pobreza, en la acumulación de algunos y la desposesión  y el hambre de millones…es decir en la falta de amor…los que justifican ese sistema diciendo que quienes intentan construir lo alternativo…están habitado por…un espíritu impuro…rechazan el Reino y blasfeman contra el Espíritu de Dios…

    3) QUIENES SON MI MADRE (μήτηρ METRO) Y MI HERMANO (ἀδελφοί adelphoi ) SE TRADUCE EN CASTELLANO CON PLURAL HERMANOS (Mc.3,31-35)
    Finalmente el Reino es la comunidad…Jesús de Nazareth rompe con lo que era el distintivo de la tradición religiosa de su pueblo la familia, los lazos familiares… (No porque estos sean malos, sino porque atan y justifican el sistema y la institucionalidad imperante), ahora es la comunidad…como espacio alternativo (pero en construcción), es aquello de el Reino ya presente pero todavía no en plenitud…Quienes vivimos en comunidad, entendemos esto de ir creciendo en la crisis y en la dificultad y a veces en la incomprensión, Marcos, realmente nos muestra el duro itinerario de Jesús con sus discípulos para hacerles comprender las dinámicas del Reino de Dios…que lejos están de su visión…de instaurar en todo el mundo el sistema-institucionalidad de su pueblo…Aparecen en la comunidad gente falsa, gente equivocada (quien alguna vez no lo fue), gente que atenta contra las dinámicas comunitarias y tiene la mentalidad del sistema-institucionalidad…todo esto es camino que la comunidad hace, para ir construyendo el espacio alternativo …ir construyendo junto a todos los hombres y en Él el Reino de Dios…
    Con cariño, para todos, desde mi convalecencia de ratos bien de a ratos regular…Gabriel

  • Antonio Vicedo

    Con el cambio que Jesús hace de la práxis familiar consanguínea por la otra de Hermandad universal y optativa,  como concreción de intento vital en el “hacer lo que Dios anhela”,  el marco estructural relacional  de sus seguidores  quedaba concretado sin poder ni sumisiones; ya era alternativo y liberado del imperante patriarcado terrenal.
     
    La referencia a Los Doce, desde esa perspectiva de relación según los anhelos de Dios, no aporta estructuración, sino ámbito relacional plural como maqueta sociológica de relación tribal, eco de como fue concebida la estructuración del viejo Israel, pero con la no excepción con finalidad cultual de los pertenecientes a la doceava parte de Leví.
     
    El movimiento alternativo de Jesús se concretaría en la simple, pero universal, HERMANDAD HUMANA, anhelada por el Dios  presentado por Jesús como  único ABBÁ,  del que procede la inalienable  IGUALDAD de dignidad, valor y finalidad  en y para TOD*S sus HIJ*S.
    Desde esta perspectiva en la que no hay lugar para el poder representativo de dominio y posesión, ni religioso, ni laico, es  donde encaja el desafío a muerte de Los Poderes contra Jesús y de donde se ve con claridad aquello de Juan XIII, 35:-“En esto conocerán que sois discipul*s mi*s, en que OS AMAIS UN*S A OTR*S.”