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La desaparición de las bolsas

        En principio, la Bolsa y las acciones que en ella se negocian son a la actividad económica y al progreso tecnológico lo que los nutrientes –abonos, agua, minerales– son a un árbol frutal, y los que suministran estos nutrientes tienen derecho a percibir una parte de la cosecha de ese árbol.

        Sin embargo, si se analiza la realidad, el papel que desempeña la Bolsa y las acciones en la actividad económica, no son pocos los que denuncian que la Bolsa se ha convertido en la hiedra que, lejos de aportar nutrientes, chupa la savia del árbol, lo debilita y lo seca; que es como una sanguijuela que desangra el organismo de la economía,  un parásito. Y que lo mejor sería eliminarla de la actividad económica y financiera.

        Primera consideración: un accionista, el broker que representa los intereses de los accionistas, no se interesa en absoluto por el buen funcionamiento de una empresa, no piensa a largo plazo. Su único objetivo es enriquecerse rápidamente. Es decir, que todos los otros objetivos de una empresa: salarios de los trabajadores, condiciones de trabajo, higiene y seguridad, inversiones de mantenimiento, nuevos proyectos… le traen sin cuidado, es más, los sacrifica en aras del rápido y máximo rendimiento de su acción.

        Puestas en los dos extremos de la cadena de la actividad económica, las aspiraciones del trabajador y las del accionista son abierta y rabiosamente contradictorias, se enfrentan y luchan a muerte. Con el inconveniente de que el poder de decisión en la empresa pertenece al broker, al accionista, no al operario…

        Se alega, frente a este razonamiento, que la economía moderna no puede prescindir de la Bolsa como fuente de financiación.

       Y aquí entre la segunda consideración: en general, pequeñas y medianas empresas no recurren a la Bolsa para financiar sus proyectos y actividades; se nutren de los recursos que generan ellas mismas, o de créditos.

       En cuanto a las grandes empresas que cotizan en Bolsa, expertos economistas entienden que hoy el mundo se ha vuelto al revés, ya no son las Bolsas las que financian a las empresas, sino las empresas las que financian a la bolsa.

       Efectivamente, el accionista se lleva sus dividendos, y fuerza a la empresa al buy back, o sea a volver a comprar las acciones para aumentar o mantener alta su rentabilidad. Por otra parte, la Bolsa reclama e impone unos niveles de rentabilidad que hacen imposible su utilización en proyectos de rentabilidad más baja de la que exigen los accionistas.

       Se señala a este respecto que el nivel de financiación de la economía a través del mercado accionarial se ha vuelto negativo; nulo en Francia, y fuertemente negativo en USA.

       ¿Siendo esto así, cómo se explica que las masas financieras que se invierten en los mercados bursátiles no paran de crecer? Muy sencillo, una misma acción de vende y revende una y mil veces, es un mercado cien por cien especulativo. Un nuevo dato: los buy backs, operaciones de recompra de acciones, suponían en Francia el 3,2% del PIB, y en 2007 el 8,7%

       Así pues, las grandes empresas, para conseguir capital para sus nuevas inversiones, recurren a la emisión de obligaciones; a los créditos, al estado, a la banca. Estas fórmulas de financiación permiten por un lado un cálculo de costes al detalle, una programación de plazos y fórmulas de pago, y sobre todo permiten a los profesionales mantener en sus manos las riendas y el poder de decisión sobre las empresas. A través de la Bolsa, estos mismos profesionales se convertirían en rehenes de sus accionistas, que solo buscan la máxima ganancia en el más corto plazo.

       Como mercado de financiación, la Bolsa se ha vuelto inútil, estéril.

       Desde la izquierda se proponen diversas fórmulas para limitar el exeso de poder del mundo accionarial. La más radical sería precisamente ésta que comentamos, el cierre de todas las Bolsas, su desaparición.

     

    

6 comentarios

  • Sarrionandia

    Nunca más cierto: la bolsa o la vida!

  • Antonio Vicedo

    Pese a toda la liturgia mercantil con la que se quiere hacer asumible el culto al Becerro, dándole visos de liberal, Las Bolsas. La Bolsa como institución o estructura económica, no es más que un instrumento potentísimo en manos de una oligarquía capitalista a la que da soporte y poder una base accionista, ninguneada en cuanto a decisiones, pero cohesionada en ideología y finalidad sobre el máximo beneficio y muy pocas o ninguna consideraciones ético-morales, ni siquiera sociales.
    Intentar hacernos creer que esto es un MERCADO FINANCIERO O DE LOS CAPITALES, forma parte de la gran MENTIRA sobre la que se levanta el sistema incontrolado de propiedad privada cuando alcanza considerables cotas de acumulación de poder.
    Considerarlo como medio de potenciación y mantenimiento de relaciones socio-políticas humanas, roza el cinismo más descarado, pero a la vez, el más bien defendido por los órganos de culturización de la sociedad y de los Medios Informativos y creadores de opinión.
    Si queremos atribuirle a la Economía calidad humana, es preciso que los humanos, la ciudadanía mundial, pueda ejercer sobre ella la exigencia de que adopte medios y fines humanos; es decir que admita aquel justo modo relacional que supone  considerar prácticamente limitada la propia libertad allí donde empieza la de los otros.
    Este es el malecón que puede y debe defender la calma del puerto de la convivencia humana ante el  tremendo oleaje de intereses que revuelven nuestras infantilizadas  aspiraciones,  que consideran que  el bien personal  consiste en el atrapar, tener y acumular sin límite.
    En las Bolsas y los llamados Paraísos Fiscales es donde la ONU  debería situar su intervención preventiva para  evitar guerras y ahorrarse las  mediaciónes pacificadoras.
    Controlados los desmanes  en el Mercado de Capitales, se habría conseguido  la más efectiva erradicación de la pandemia que sume a la Humanidad en la dinámica y cultura de muerte.
    El factor antibacteriano o antivírico que haría eficaz esta vacunala toma de conciencia  de que el bien,  las personas adultas lo tenemos en la pobreza (ni miseria, ni opulencia) y la consecuencia práctica  coherente con ello, de no ofrecer nuestra solidaridad, gratuita o perjudicial, al sistema que a todos nos deshumaniza, ya está descubierto.
     Pero nos hacen creer que  eso no es posible, ni bueno aplicárnoslo.
    Porque lo del cascabel, se reduce a que también “las ratas” no queremos  que nos lo pongan.

  • ana rodrigo

    Yo tengo una idea muy rudimentaria  sobre la bolsa, sí conozco alguna persona que se ha enriquecido mucho jugando a la bolsa y alguien que se ha arruinado con lo mismo.
     
    Lo que sí sé es que la bolsa es un instrumento más del sistema capitalista que tanta desigualdad ha provocado en el mundo y la causante de la actual crisis económica.
     
    También estoy segura que de esta crisis saldremos con más de lo mismo y que la historia volverá a repetirse.
     
    Tu apuesta, querido Honorio, de que desaparezcan las bolsas sería un buen paso, pero ¿quién le pone el cascabel al gato?. En este terreno soy bastante pesimista

  • “Si no se invierte en creación de  empleo, las economías se deprimen, viene el ajuste, se afecta el empleo, luego las pensiones, luego los salarios y se va congelando la economia…esa es la solución neoliberal, el ajuste, el resultado, es el hundimiento económico”.

    Muy bien Gabriel, por tu análisis. Si seguimos reflexionando. ¿Que hay después del humdimiento económico, (y añado yo, ecológico)?. Además de horror. Lógicamente habrá una desesperada lucha por la subsistencia. Y como los pobres también pensamos y somos capaces de organizarnos. Aunque nos cueste sufrimiento sin limite. Los supervivientes, de buena lógica, han o habremos de alumbrar un Nuevo Orden, mejor que este que nos asfixia.
    Un gato, es un animal pacifico. Pero ¡ay! si se le acorrala. los cínicos criminales, están jugando con fuego…
    Si fueran inteligentes, los “amos del mundo”, perderian lo necesario, para no perderlo todo…,
    Que no pierdan hasta la vida, quizá…
    (Hemos de hablar claro, no estamos jugando. Que se lo pregunten a los parados…)

  • Gracias Honorio, por hacernos ver claramente con tu articulo, Que estamos en manos de cinicos inmorales y hasta criminales, jugadores de casino.
    La “senda del crimen” cuesta de que comience. Y despues cuesta de parar.
    Algunos desaprensivos tendrian que tener presente, el como y el porqué. Comenzó a funcionar la guillotina…
    Que conste, considero “la guillotina”, un mal, consecuencia de otro mal.

  • Gabriel Sanchez

    El problema que la especulación financiera es la unica que asegura la posiblidad de crear una economia especulativa que de enormes ganancias, sin una actividad productiva atrás, son propias, Honorio, del capitalismo neoliberal, el quitarlas, implicaria una serie de cambios, que afectaria a los bancos que alimenta las burbujas especulativas y podríamos decir que esto llegaria afectar a la misma moneda, que màs allá de los trampas que hoy los estados hacen para mantener el Euro y el dolar, son acciones que no valen nada…en realidad…Lo que se debe cambiar entonces, es tan basto para terminar con la expeculación que estarìamos fuera del capitalismo neoliberal…

    El Alba justamente ha creado un sistema que es posible que el nuevo organismo que nacio en Cancun y de los paises latinoamericanos y del caribe, asuma algo parecido, en lugar de una moneda un sistema que vincula el precio del petroleo, con el del agua, con el de los comoditis…pero con un animo compensatorio de las inequidades…basandose en la producción real

      Y promover el banco del Sur, justamente no como un banco especulativo, sino de fomento e inversión alimentando la economia productiva…y evitando capitalizar mediante paquetes accionarios que son los que sirven para especular…

    Por ejemplo en EE.UU. estan creciendo 4 nuevas burbujas, entre ellas las acciones y bonos del gobierno, porque, porque los bancos atiborrados de efectivos (asistencia estatal para cubrir fondos tóxicos), no los vuelca a la economia real, sino que se lo presta a bajos intereses a los inversionistas…que alimentan a los brokers, hacen la burbuja y venden  con ganancia, mientras que el pueblo y la industria, la infraextructura, o la producciones manufactureras que son las que dan empleo o a la misma gente no reciben un peso de ese dinero, que se vuelve a volcar a la expeculación con la finalidad de armar màs burbujas. ¿ Cuál te parece el final?… Si no se invierte en creación de  empleo, las economias se deprimen, viene el ajuste, se afecta el empleo, luego las pensiones, luego los salarios y se va congelando la economia…esa es la solución neoliberal, el ajuste, el resultado, es el hundimiento economico.- Gabriel