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Un disparate de beatificación que esperamos no se consume

No me podía creer que el arzobispo de Valladolid, presidente de todos los obispos españoles por elección, estuviera promoviendo la reanudación de la causa de beatificación (paso previo a la canonización) de Isabel de Castilla. Pero el nada sospechoso ABC me sacó de dutas con esta crónica del Vaticano el pasado febrero. Por eso el eminente Reyes Mate, fundador y expresidente del Instituto de Fiolosofía del CSIC, ha publicado en El Norte de Castilla este contundente artículo. Esperamos que la ofensiva global de la derecha y los titubeos que empieza a tener Francisco, no nos cuelen por sorpresa este gol. AD.

Cuando el título de católico no ayuda a la causa cristiana

La causa de beatificación de Isabel la Católica, largamente hibernada, ha encontrado en el actual Presidente de la Conferencia Episcopal, Luis Argüello, un decidido promotor que tendrá que sortear los muchos obstáculos espirituales y temporales que han impedido su avance.

Lo que se valora en una causa de beatificación no son los logros mundanos sino el “vivir heroicamente las virtudes cristianas”. En el caso  de Isabel de Castilla se exhibe, además del título de reina católica, el empeño en la evangelización del Nuevo Mundo. Una reina pues que se comportó como una princesa cristiana. Si esto, que es sabido, no ha convencido hasta ahora es porque seguramente no basta para probar una vida heroica en virtudes cristianas.

Por lo que hace al título de Reyes Católicos no estaría de más darse una vuelta por su sepulcro en la Catedral de Granada. En el epitafio se explica que ese título es la suma de otros dos: haber sido “prostratores”, es decir, perseguidores, y “extintores”, es decir, aniquiladores de las doctrinas defendidas por judíos y musulmanes. Como bien dice Américo Castro no se trata de subrayar solo el fervor religioso de los reyes de Castilla y Aragón, sino de afirmar un modo exclusivo de ser español, a saber, siendo de confesión cristiana. En el epitafio se resume la idea de que el español es cristiano, de suerte que el judío o musulmán, aunque lleven tiempo inmemorial en el mismo territorio, serán extranjeros. Con la fórmula del epitafio se trataba de legitimar una política de conquista del territorio compartido secularmente por creyentes de otras confesiones y, al tiempo, justificar su persecución y expulsión.

Los historiadores ya se han encargado de desmontar todo ese relato que identifica al español con el cristiano (con el mito de Santiago Apóstol a la cabeza), una operación eminentemente política e ideológica. Esa identificación, sin base histórica alguna, tuvo una consecuencia que seguramente pesa a la hora de valorar las virtudes cristianas de la Reina Isabel. Quien la captó debidamente fue Fernando VII quien, al celebrar el título de católico, propio de los reyes españoles, precisa que Isabel y Fernando se lo ganaron “por no tolerar en el reino a ninguno que profese otra religión que la católica”. Intolerantes, pues, porque católicos, con un añadido que no pueda pasar desapercibido: la obsesión por la pureza de sangre, que les llevó a restaurar la Inquisición, entroniza un etnicismo racista que inspiró la política de la pureza racial del III Reich. La relación entre los dos momentos históricos fue bien vista por Francisco Franco quien, en 1940, regalaba el oído de los amigos nazis diciendo que la expulsión de los judíos de 1492 fue “un acto racista como los de hoy”, precisando que se trataba “de una política totalitaria y racista, por ser católica”.

El capítulo de la evangelización, con sus luces y sombras, no admite tampoco la calificación de sobresaliente que debería requerir una beatificación. Desde muy pronto ya hubo denuncia de la violencia de la evangelización, como consta por el sermón del dominico Antón Montesinos. Aquella temprana denuncia  en la Isla Española, a los diez años del desembarco de Colón, conmocionó a un cura encomendero que “evangelizaba” como todo el mundo, es decir, explotando a los indígenas. El impacto de la denuncia fue tal que produjo una auténtica conversión cristiana en el cura católico. El cura repiso, como él, Bartolomé de las Casas, decía de si mismo, se convirtió en un crítico implacable de la conquista hasta el punto de escribir al final de sus días que la presencia de los españoles en Las Indias “ha sido contra todo derecho natural y derecho de gentes, y también contra todo derecho divino”.

La importancia de este testimonio en el asunto que nos ocupa es que, por un lado, se denuncia en aquel momento lo que se estaba haciendo. No es que juzguemos el pasado con la mirada del presente, sino que ya en ese tiempo hubo una mirada crítica, cristianamente inspirada. Y, por otro, que las cosas se podían haber hecho de otra manera. Lo que pedían críticos como Las Casas era factible, como de hecho ocurrió años después en las Islas Filipinas. Un nieto de Isabel, Felipe II, encargó a un discípulo de Las Casas, Miguel de Benavides, que planteara la presencia española en esas islas conforme al espíritu lascasiano. Y así se hizo: se pidió permiso para entrar, se respetó la voluntad religiosa de los autóctonos, se devolvieron los impuestos…Se trataba de entender que se iba a esas tierras o bien a evangelizar o a hacer negocio.

Habría que preguntarse qué mueve esta causa: si la gloria de Isabel o la nostalgia de un tiempo pasado en el que la Iglesia pesaba mucho. La reina de Castilla puso la religión al servicio de la política, a cambio, la Iglesia se convirtió en un auténtico poder. Quien salió perdiendo, diría Las Casas, fue la evangelización que tuvo que contemporizar con la conquista y los negocios. Isabel la Católica no escapó  a esa desnaturalización religiosa pues, al fundir lo español en lo católico, politizó lo espiritual de tal manera que hizo de la intolerancia, virtud. Esta es una operación que cuadra con el concepto maquiavélico de virtú, pero difícilmente con el cristiano.

19 comentarios

  • carmen

    Anda, Santiago, no sea así.A mí me gusta más: y si tenemos la Verdad?

    Pues enhorabuena. A mí me gusta más la duda. Porque no creo en verdades absolutas. Pues están los tiempos bonicos para ,aunque solamente sea intuir por, dónde puede haber algo que sea cierto.

    Ha leído Hamlet? Gran obra.  

  • carmen

    Hola Santiago.Me ha parecido leer un ‘ y si…’ condicional y dentro de una frase interrogativa. Me ha hecho mucha ilusión.

    Ha leído el artículo de ese lugar donde rezan juntos musulmanes y cristianos? Dicen que qué bien, porque rezan cada uno a su Dios, sin problemas y se han dado cuenta de que da un poco igual.Pero es que tienen el mismo Dios. El de Abraham. Que luego unos digan no sé qué de un caballo y de la aparición de una cruz en un sueño y otros que si un viaje a no sé dónde y que si había un hijo de alguien que era amigo de Un ángel muy importante llamado Gabriel, eso , qué más da? El Dios es el mismo. El de Abraham.

    Estoy segura de que sí existe Dios, y no estoy diciendo Dios en el sentido para las religiones derivadas de El Libro, tiene, sino en el sentido de vaya usted a saber qué es, tiene que ser Uno. Ni trino ni nada. Uno. Y que nada tiene que ver con lo que nosotros, los humanos, llamamos Mal. Ni por el camino corto ni por el largo.

    Y eso pienso. Ahora, que no me pidan que lo defina, mi respuesta no puede ser otra que, vaya usted a saber…

    Me ha encantado su ‘ y si…’ Buen día.

    • Santiago

      El Concilio Vaticano II dice que nuestros “hermanos separados” poseen elementos de la Verdad que son comunes a los nuestros y que nos acercan. De eso se trata el Ecumenismo bien entendido, puesto que también ellos participan de esa misma fuente única que es Dios…

      Sin embargo, a ellos les falta otros vínculos que nos alejan de la comunión en la FE…ya que sólo en Jesucristo está la Revelación completa y sólo en El nos salvamos aunque a veces estamos “separados” sin nuestra culpa y por supuesto nadie se condena sin su culpa, y si duda de derecho debe tratar de salir de la duda …y cada uno posee libertad física de creer ya que la fe es un acto de la voluntad y ES muy personal..

      Dichosos los llamados -como nosotros -a la Revelación total de la FE en Jesucristo del Evangelio,  y a la Cena del Señor..Así aprovecharemos al máximo Su Misericordia..,y recemos por los que permanecen en las tinieblas del mal del mundo actual.

      Sañudos cordiales

      Santiago Hernández

  • carmen

    Pues, Santiago.Hace poco le contaba a un amigo de aquí, algo relacionado con esto.Se iba a celebrar los cincuenta años de la fundación del colegio donde he trabajado. No sabe. Nos volcamos porque estábamos desde casi el principio. Entramos juntos un montón, porque cambió la ley de educación, y se hizo obligatoria, insisto, obligatoria desde los cinco años a los catorce. Una ley magnífica y que cambió totalmente la enseñanza en España. Un montón de puestos de trabajo.Todo empezó porque una monja de Orihuela, se empeñó en hacer un colegio para ‘ las niñas pobres’ . Por aquel entonces era relativamente frecuente que las niñas que no podían pagar, entrasen por otra puerta, tuviesen otras aulas e incluso un uniforme distinto. Eso lo he vivido yo hasta los doce años o por ahí. Nadie me lo ha tenido que contar.

    Bueno, pues esta monja pensó: verás. Removió Murcia enterita . Tenía muchos contactos con antiguas alumnas guay. Que a su vez estaban casadas con sus maridos, personas influyentes. No sé si me explico.Y…nueva fundación. Nuevo colegio. . Y ahí entré a trabajar. Un grupo que formamos el nuevo colegio a nuestro modo y manera, porque además, nos dejaban.

    Y de repente se me ocurrió. Si la fundadora de la institución es santa, la madre marcelina, también.No vea. Por entonces tenía por amigo de estos de email, un señor que decía ser el segretario general de los jesuitas. Una paciencia conmigo absolutamente increíble. Y le pregunté que tenía que hacer para hacer santa a mí monja. Todavía sonreirá si lo recuerda alguna vez.

    No lo conseguí, claro. Una historia muy larga y para mí, mosqueos a parte, que me cogí unos cuantos, absolutamente interesante.No se yo si eso que usted dice es del todo cierto o quizás le falte alguna otra cosa para entender cómo se puede lograr que una persona llegue al altar. Bueno, para unos, para otros es tan sencillo como morir y…

    Le aseguro que no sé si todos los que están en los altares son santos, pero sí sé hay muchos que no están.Pura política. Y un factor económico muy muy muy importante, en caso de que no interese políticamente. No sé si me explico.A mí no me molestan los santos ni las vírgenes ni nada de eso. Sobre todo no me molestas en absoluto mi virgen de la Fuensanta y , por supuesto, la virgen del carmen. La mejor de todas. Salva de las aguas del mal a todos los que en ella se pierden. Lo encuentro precioso. Qué más da que no sea cierto?

    Y hasta aquí mi experiencia con el tema de la santidad oficial.
    Buen día.

    • Santiago

      ¿Y si resulta que es cierto? Entonces toda la perspectiva de la vida cambia…porque estamos en “lo que es más probable”…..por lógica humana y a veces en “lo menos probable”…si es sólido…

      Y estoy de acuerdo en que existen muchos santos anónimos…Lo oficial debe también existir y ha existido, claro si podemos entresacar lo que es verdaderamente puro y santo…que es el carisma de la santidad del mismo Cristo..y dejamos a un lado el mal espíritu…

      Un saludo cordial y muchas gracias por su comentario

      Santiago Hermández

  • Santiago

    Es precisamente para evitar abusos por lo que la Iglesia intervino en las declaraciones de “santidad”…puesto que las primeras fueron simplemente por “aclamación popular” por aquello de que “vox populi, voz Dei”…Y así los obispos primero y después los Papas fueron y han sido los protagonistas de las declaraciones después de una exhaustiva investigación canónica…cómo se encuentra documentalmente detallada en “cada proceso” canónico. Y aún asi, la fórmula de la “declaración” canónica de santidad a pesar de las palabras ,… NO tratan de definir ninguna “doctrina” sino -que declarando  simplemente santo o santa a la persona en cuestión- ,se permite el culto formal de “intercesión” ……porque toda oración a los santos va dirigida a Dios que es el último autor de la “gracia”, ya sea en un acto súbito que escapa las leyes naturales o en la concesión de algunos de nuestros preciados anhelos, etc que en última instancia revela la FE del que pide, que es “confianza”,tal y cómo Jesucristo quería cuando repetía a los receptores de Sus “gracias extraordinarias” diciéndoles: Tu FE te ha salvado..ya que es esta confianza la que da lugar la la concesión de esta gracia específica y extraordinaria..Y es, por otro lado, el consenso de la Iglesia -magisterial, ministerial y laical- a través de los siglos la que ha preservado lo esencial de la enseñanza y el carisma de Cristo: el Decálogo, los sacramentos y la Palabra de Jesús de Nazaret que continúa en esta Iglesia donde permanece vivo Jesucristo porque El no nos dejó huérfanos, sino que estará con nosotros hasta” la consumación de los siglos”

    Un saludo cordialSantiago Hernández 

    • Antonio Llaguno

      Lo que pasa, Santiago, es que, en vez de eliminar un tipo de culto (El culto a los Santos) que implica graves dudas de razonamiento (La pricipal estriba en justificar la necesidad que tiene Dios de una oración de “intercesión”, sin olvidar la evidencia de que Dios interviene muy poquito en la vida real de las personas, si es que lo hace, ya estamos los cristianos pra actuar en su nombre), la Iglesia decidió regularlo, no sólo para evitar evidentes excesos sino para ser la receptora fundamental de los beneficios mundanos de ese culto, lo cual derivó en el excesivo culto supersticioso a las reliquias de los siglos anteriores, venerando hasta la uña del dedo meñique de San Prepucio de Archidona (Que si hubiera sido la del gordo, aún pero siendo del meñíque… – Modo Ironía ON) y afirmando quer curaba el mal de ojo o que con los trozos de la cruz de Cristo que existen venerados por el mundo se pudiera surtir Fosforera Española  durante 20 años en su fábrica de cerillas.

      Cada vez que afirmo esto, inevitablemente, los ultras talibanes me llaman protestante, a lo que yo respondo con aquella frase geniel del no menos genial Javier Krahe: “Prefiero caminar con una duda que con un mal axioma”. Quiero decir que independientemente de lo que afirmen católicos y protestantes, lo que no tiene sentido on tiene sentido y el culto a los santos no lo tiene.

      En primer lugar porque se ha hecho de esa condición (La oficial, la reconocida por la Iglesia) una reafirmación política de la tendencia de cada modelo de Iglesia que tenga el papa de turno (Juan Pablo canoniza a Escribá de Balaguer y Francisco a Oscar Romero), en segundo lugar por que se produce un “trafico de milagros” (Y de cadáveres incorruptos, el último el de ese muchacho italiano tan venerado por el catolicismo pijo) completamente innecesario y en tercer lugar porque se produce un táfico de intereses en tre los grupos cristianos completamente vanal y que visto desde fuera da verdadera pena (El despellejamiento que se ha hecho desde algunos puntos de la Iglesia por una mujer que nunca pidió ser canonizada como Teresa de Calcuta es muy triste. No se lo merece).

      Todo ex alumno salesiano, como es mi caso, ha recibido enseñanzas sobre hacer de la propia vida un “Camino de Santidad” al estilo de Santo Dominguito Savio (Que a mi siempre me pareció un poquito repollo con lazo. Yo era más de Miguel Magone que era un pelo más macarra), pero cuando hablamos de esa santidad no es de ser reconocidos como santos de lo que hablamos.

      Hay muchos santos que nunca serán reconocidos por la Iglesia. Yo he conocido a alguno, Y no todos eran católicos, una de las personas que mayor “santidad” comunicaba de las que y he cnocido en mi vida fue Frere Roger, de Taizé, y era protestante (Al menos cuando yo le conocí, que hay quien se empeña en proclamar que al final de su vida se convirtió al catolicsmo, como si eso importara algo).

      En fin que eso de las beatificaciones tiene muchas subordinadas con las que lidiar. Demasiadas para mi gusto. A mi la Religión (Si con mayúsculas)  me gusta como a Juan ramón la Poesía: “desnuda”.

      Vino primero pura,
      vestida de inocencia
      y la ame como un niño.

      Luego se fue vistiendo
      de no se que ropajes 
      y la fui odiando si saberlo.

      Llegó a ser una reina
      fastuosa de tesoros…
      ¡Que iracunda de hiel y sinsentido!

      Mas se fue desnudando
      y yo le sonreía.
      Se quedó con la túnica
      de su inocencia antigua.

      Creí de nuevo en ella.
      Y se quitó la túnica
      y apareció desnuda toda…

      ¡O pasión de mi vida, poesía
      desnuda, mía para siempre!

      (Juan Ramón Jiménez)

       

      Quitad poesía, poned religión y asi es como soy yo de “protestante” 🙂 🙂 🙂

      • Santiago

        Antonio LL: gracias por el poema y por tu comentario… Sin embargo, si se trata de “interceder”, pues,  en la vida verdadera que es la eterna, “intercederemos” ante Dios con mucho más ahínco e intensidad que en esta vida breve y temporal que es la terrestre.

        Si aquí pedimos favores a nuestros amigos y conocidos de la tierra, ¿cómo no vamos a pedir que intercedan ante el Señor los que ya se encuentran en El, en su vida divina por participación? 

        Y si nosotros seres contingentes que recibimos el ser somos personas, cuanto más es personal el Dios increado que posee la existencia en “Sí mismo”..Y ese Dios personal intervino en nosotros dándonos el ser e interviene sosteniéndonos la vida y en nuestra libertad interviene dándonos la gracia para que podamos salvarnos, respondiendo por tanto a la oración de petición en cuanto nos ayuda a salvarnos..

        No hay que salirse de “tu familia Salesiana” para encontrarse con Don Bosco, el taumaturgo,“el santo de los milagros”: “Tened Fe y veréis lo que son milagros” como el mismo afirmaba..

        Un abrazo

        Santiago Hernández

  • carmen

    No lo sé Diría que Miret Magdalena nació mucho antes, pero eso no tiene nada que ver. A mí me encanta el señor.De Queiruga también he leído cosas. Es muy cristiano. Su camino para entender el Mal corto y largo, no sé. Lo encuentro rocambolesco.Y el señor de los grupos de Jesús, que no recuerdo el nombre, para variar, también es muy cristiano y , zas.Y lo de Masía Clavel, uf. Aquello fue una caza de brujas total. Todo por intentar , en fin, no me quiero meter en jaleos. Francamente, no entiendo los problemas que tuvieron en la otra línea de papado anterior. Porque se salen de la ortodoxia muy poco. A veces pienso que el jefe de dicasterio para la doctrina de la fe, que acabó siendo papa, en el fondo tenía como celos profesionales de más de un teólogo. Porque lo de Castillo no tuvo explicación, lo de Hans Küng, eso es totalmente inhumano. Y calló muchas bocas. Demasiadas. Y por eso estamos como estamos ahora.Creo que de alguna manera envidiaba la libertad de expresión de algunos colegas. Porque es que él era, en su juventud, de esa línea. Pero claro, si quieres hacer carrera eclesiástica, tienes que pagar un precio. Y Juan Pablo II, no es que fuese conservador, es que era de la época anterior al concilio vaticano segundo.Muchos nombres me vienen a la cabeza. En fin.Cosas.

    Ellos sabrán.

  • carmen

    A principios de los ochenta, cuando El País era otro periódico y publicaba artículos de todo tipo, leí uno de Miret Magdalena. Teólogo laico y un señor espectacular escribiendo.En ese artículo decía, entre otras cosas, que es imposible creer a día de hoy en un Dios Antropomórfico, que cualquier persona que le dedicase un ratito a pensar en esto, le seria imposible aceptar esa imagen de Dios.

    Nadie, nadie puede entender lo que sentí. Por aquel entonces luchaba a brazo partido con esa idea. Y además, en absoluta soledad.Estoy segura de que alguna de las mil bendiciones que le mandé, le llegó.

    No es una idea nueva, no lo es.Y me extraña un montonazo que ni una sola vez haya salido el nombre de este señor aquí. Me apuesto lo que sea a que muchos grandes teólogos de hoy, ya mayores, lo leyeron en su momento. Porque si supe de él en un periódico como El País…

    Un recuerdo agradecido, señor Miret Magdalena.

    • Antonio Llaguno

      Carmen,

      Enirque Miret Magdalena, en este asunto al menos, bebe de las ideas de Torres Queiruga.

      Hay muchos teólogos que defienden esta postura pero Quiruga es de los más reconocidos y de pensamiento original propio (Aunque también él beba de sus propias fuentes)

      Al hablaer de él, hablamos de quenes lo invoican como Miret Magdelena.

      Lo mejor que he leido/oido/visto de MIret magdalena fue al ser elegido Ratzinger como papa, que salió en televisión afirmando, cuando todos estábamos super depres por la elección de un continuador del papado de JPII tan conservador, que nos iba a dar grandes sorpresas y que no esperáramos un Benedicto XVI parecido a Joseph Ratzinger.

      Acertó. Y siempre me acuerdo de él por eso.

  • carmen

    Todo eso de las canonizaciones, los santos, las vírgenes y demás, ayudó un montón a extender el cristianismo. Eeran otros tiempos. La vida se entendía de otra forma. Había una separación entre el cielo, la tierra, y el infierno.Y esas creencias dieron paso a nuestras tradiciones religiosas. A mí me gustan las tradiciones mucho.Ahora hay un sector muy grande en la iglesia que quiere que nada cambie. Y ganarán. Porque la iglesia es lo que es y ya está.De hecho, la forma en que se quiere actualizar es beatificado a un muchacho de quince años, influencer. Eso sí que se las trae. Vieron la película Camino? Pues que me expliquen la diferencia.Ahora deciden que la Virgen no se aparece más. Los pastorcitos de Fátima ya no sé llevan. Y la señora de Lourdes, tampoco. No sé si lo estoy diciendo al revés. Por eso beatifican al muchacho, y  en cuanto a la reina Isabel, seguro que hay motivos políticos detrás. Seguro. No sé si tendrá algo que ver con la lucha contra la leyenda Negra de España o con otras cosas. No lo sé.Las últimas canonizaciones de los sacerdote que murieron en la guerra civil, me parecieron un escándalo, cuando todavía queda gente en las cunetas, y, en fin. Da igual .Estoy esperando que se de él paso para la beatificación de Pío XII. Es de los pocos papas del siglo veinte que quedan por canonizar, a lo mejor es el único. Tampoco lo sé. Pero estoy esperando.Hace un par de semanas escuché decir al señor JJ que hay dos momentos de silencio en la iglesia absolutamente inexplicables. El Holocausto y la pederastia.

    En fin. Que beatifiquen  quién crean oportuno.  Otros estamos ya en otros parámetros. Por supuesto, no tenemos La Verdad. Hemos salido de esa Trampa. Buena tarde .

    • Antonio Llaguno

      No ganarán.

      Harán ver que ganaron pero no ganarán.

      Y no lo harán porque ya han perdido.

      Eso de la INMUTABLE tradición de la Iglesia es una falacia.

      la Iglesia no ha parado de mutar a lo largo de su Historia.

      Hay miles de ejemplos pero por no extenderme te voy a poner un link a un blog donde unos amigos y yo (Con pseudónimos todos) hablabamos de religión de forma mucho más desenfadada y gamberra que en los lugares serios como ATRIO.

      Alli, un curita amiguete de pseudónimo “Padre Canalillo”, hizo un análisis de la Sacrosanta e Inmutabe Tradición de la Iglesia que suscribo totalmente.

      https://herejessinfrnteras.blogspot.com/2019/06/la-mutable-y-sacrosanta-sana-doctrina.html

      Si lo lees veras que eso de que la tradición de la Iglesia no ha combiado es sencillamente mentira y son hechos, no opiniones.

      Hace mucho tiempo que “Herejes sin Fronteras” no tiene actividad. Yo debí ser de los últmos en abandonar el blog (Yo escribía como Hugo Z. Hazckenbush que es el personaje de Groucho Marx en “Un dia en las carreras” aunque le ponía al nombre una z de más a posta) pero a veces echo de menos poder escribir con el estilo gamberro de Herejes sin fornteras.

      ATRIO me ha domesticado un poco.

       

  • Juan A. Vinagre

    Solo un comentario a lo que, con razón, dicen Antonio Llaguno y Ana. Con razón, vista la realidad de las interpretaciones históricas del Evangelio, de los Evangelios y de las epístolas.

    1. Dios no necesita intermediarios, ni santos ni sacerdotes (ver Hebreos). Un Dios Padre Abbá, con entrañas de Madre, no necesita intermediarios.  Cuando concebimos a los santos como intermediarios estamos -en mi opinión- creando o manifestando una mala imagen de Dios. Lo estamos antropomorfizando. El “solo Dios basta” podría aplicarse a Jesús, que más que intermediario es el gran Hermano acogedor de todos en el Reino de Dios Padre-Madre. Me voy a prepararos una morada…

    2. Y en cuanto al pasaje de Mateo, 25, que cita Ana, hay que reconocer que esas últimas palabras: “Id,  malditos, al fuego eterno”, disuenan mucho, más exactamente contradicen el concepto del Dios Padre del hijo pródigo, de la oveja perdida etc. Tanto lo contradicen que lo deforman gravemente. Estos versículos son un antropomorfismo más, que en mi opinión debe atribuirse a la mentalidad del evangelista, que como antes los apóstoles no entendían bien a Jesús, pese a las clases particulares que les daba. De ahí que dijese: “Si no entendéis la parábola del sembrador (que es más fácil de entender, añado), ¿cómo entenderéis las otras”?  En la primera Comunidad de Jerusalén tampoco le entendían bien… ¿Qué sugieren las luchas y discusiones, a voces, que nos recuerda Lucas? ¿Qué nos sugieren las dudas de Pedro respecto a los alimentos y a comer con los gentiles, que también se exponen en Hechos? Jesús y su Mensaje del Reino no fue bien entendido ni después de la Resurrección. Era demasiado nuevo para aquellas mentes conformadas según el modelo viejotestamentario. Incluso Pablo, que superó la vigencia de la Ley, no fue capaz de entender la muerte de Jesús, y por eso hizo una interpretación expiatoria, que es volver a lo mismo que se encuentra en el pasaje citado de Mateo. Una muerte expiatoria es concebir a Dios como un vampiro…, tema sobre el que reflexionó muy bien J. Mª Castillo, entre otros. Por eso, en mi opinión, para comprender bien el Mensaje del Reino es necesario centrarnos en la ESENCIA del Mensaje evangélico; es decir, en las palabras innovadoras que no pasan, que tienen una actualidad permanente. Las palabras más originales e innovadoras que no pasan son -de nuevo en mi opinión-, el criterio para discernir… En la ESENCIA del Mensaje se encuentra la Buena Nueva, no en las interpretaciones de los evangelistas con mentalidad viejotestamentaria, que no siempre entendían bien a Jesús.Este análisis del Evangelio me ha ayudado a comprender e interpretar mejor el Mensaje del Reino del Dios de Jesús y de Jesús mismo. Y lo digo no como una corrección de lo que opinan otros sino como visión-aportación a una mejor interpretación de los Evangelios. A mí me vale. Y por si vale, lo digo.

    3. La conclusión, es que hoy entendemos mejor el gran Mensaje del Reino anunciado por Jesús que en tiempos pasados, incluidos los inmediatos de Jesús de Nazaret. Por eso sus palabras hoy son más actuales y necesarias. El mensaje del Reino es un anuncio todavía pendiente en algunos aspectos importantes. Por eso, porque en nuestra capacidad de comprensión estamos condicionados por las categorías cognitivas de cada tiempo, debemos ser no solo críticos -críticos, sí- sino también comprensivos con las limitaciones de cada tiempo. Lo cual no debe llevarnos a romper sino a comprender… y a superar. Es decir, a RENACER, como dijo Jesús a Nicodemo. Sin renacer no podemos entender bien el Reino de Dios. Y renacer no es cosa fácil, cuesta mucho a veces… El hombre viejo tiende a servir en odres viejos.

    • Antonio Llaguno

      Yo haría un matiz, Juan Antonio.

      Mas que antropomorfizar a Dios lo estamos desantropomorfizando, que es más difícil.

      Ayer tarde, por facebook, en un canal que se llama “Abadía Laica” y que yo recomiendo a quien tenga esta red social, ponían un pequeñísimo, pero muy interesante, fragmento de una entrevista con Torres Queiruga, en la cual afirma que el hombre (Y la mujer) modernos no pueden entender un Dios antropomorfo como el que la Iglesia ha defendido desde el principio y que debemos enfrentarnos a otra imagen de Dios, con el cambio de mentalidad que ello implica.

      Lo interesante de ese “post” o fragmento de entrevista (Con ser interesante le explicación de Torres-Queriga), no es sólo el hecho de enfrentarnos a una imagen de Dios diferente de la imagen popular sino las respuestas a esa propuesta. La mayoría de las respuestas a ese “post” fueron insultantes.

      Las más discretas le llamaban “protestante” (Lo cual quiere decir que no tienen ni repajolera idea de lo que creen los protestantes, que en muchos casos tienen un Dios mucho más “arcaico”), las más duras tarataban de ofender gravemente y le decían de todo; pero el general de los comentarios le acusaban ¡¡¡De ateismo!!!

      Quiero decir que cada día tengo más claro que algunos (Y en especial algunos teólogos) vamos muy por delante del pensamiento religioso más difundido y aceptado por el pueblo de Dios. Sin que esto suponga petulancia o pretenciosidad.

      Y que la “Teología moderna”, la que cada día tengo más claro que es necesaria, tiene el “handicap” de ser en primer lugar incomprensible para un pueblo cada día más inculto y en segundo lugar de eliminar muchas de las certezas que la parte supersticiosa y mágica de la religión establecida ha tenido siempre.

      Por eso creo que es muy necesario alguien que “abaje” esa teología. Alguien que haga lo mismo que trato de hacer Stephen Hawking con la física teórica: Hacer divulgación al alcance de TODOS, de algo que es muy complejo (Hawking vendió millones de libros de su “Breve Historia del Tiempo” porque consiguió que cualquiera pudiera entender sus reflexiones).

      Y también, ese “abajamiento” de la teología debería tener como uno de sus objetivos que el vivir en esa incertidumbre de Dios, en eso que los místicos llamaron “Noche oscura del alma” no nos resulte tan difícil de soportar. Nos acostumbramos a vivir en un mundo incierto a costa de hacer certeza lo que no podemos probar, es decir Dios.

      Y el problema es que la conclusión de todo esto es, inevitablemente, una Iglesia menos dogmática, más libre, menos organizada, más individual y por eso más participativa, menos pasiva… y eso al creyente más básico no le interesa, porque le exige.

      La ventaja del tema de los santos, la liturgia tradicional, los dogmas y resto de tradicionalismos atávicos es que proporcionan al creyente ese punto de certeza que Dios no nos ha querido proporcionar nunca, pero nosotros, como ese hijo terco que desobedece sistemáticamente a sus padres y se mete el pico de heroina a pesar de que le hace mal, porque le evade de su miserable realidad, nos drogamos con ellos para no tener que afrontar en que la evidencia de Dios es difusa (Es una metáfora cruda, pero muy real), es reacia a manifestarse con certeza indiscutible y por tanto siempre nos hace enfrentarnos a nuestro problema final, la muerte, que es inevitable, siempre sin el apoyo de una certeza absoluta.

      Yo hace tiempo que me he negado a drogarme con ese “opio del pueblo” (Debe ser en lo casi único que estoy de acuerdo en parte con Marx). Siempre he tratado de que mi fe no me evada de una realidad incierta, y ¿Sabes lo que he llegado a descubrir? Que cuando lo asumes, esa angustia que pusieron de manifiesto los existencialistas, es posible convertirla en algo muy hermoso; la esperanza.

      No hace mucho, escribía yo en un comentario que para conocer un poco a Dios necesitamos Con-fiar en Él.

      Cuando con-fías en alguien te dejas llevar, te abandonas; y no tienes la certeza, sólo te queda la esperanza.

      Si hubiera tenido una hija, la habría llamado asÍ: Esperanza.

      Por eso cuando mi mujer me lleva a Sevilla a ver las procesiones (Que ella es muy devota de esa religiosidad popular) y pasa la Macarena o la de Triana, y veo su manto verde, yo sonrío por dentro y me digo a mi mismo: “Reza, Antonio. Reza porque tu esperanza se convierta en Esperanza y todos los que amas puedan gozar de ella”

      Y lo que luego sea, que sea como sea. Al menos se habra vivido gozósamente. Disfrutemos del camino (Esto lo aprendí en El Camino de Santiago), que cuando lleguemos, si llegamos, ya gozaremos del final del mismo.

      un abrazo

  • ana rodrigo

    Coincido con todo lo que dices, Llaguno, y de todo eso, llegamos a la conclusión de que la Iglesia vive en otra época y en otro mundo. La sociedad actual anda por otros derroteros. 

    Isabel la católica, actuó desde una fe que consistía en que se tenía que ser cristiano, sí o sí, porque era la única religión verdadera, cosas de aquel tiempo. De ahí la expulsión de los judíos y, poco después de su muerte, con el cardenal Cisneros, la expulsión de los musulmanes.  Temas de mucha actualidad hoy en día. 

    Y, si partimos de que lo que acabo de decir, la canonización de esta señora, la ubicaría en el cielo, por lo que  tendríamos que creer en el cielo y, como consecuencia,  tendríamos que creer en el infierno. Por tanto, esto nos llevaría a qué tipo de Dios hemos creado, un dios que, a semejanza nuestra, se ofende, envía a su Hijo a este planeta y que su sufrimiento y muerte en la cruz aplaque su ira, y, como consecuencia (no sé qué parte de nuestra persona, puede sobrevivir como tal persona, después de la muerte) puede ser castigada o premiada por dicho dios. Porque la fantasía que le echaron los evangelistas entre cabras y ovejas, entre benditos de mi padre y malditos al infierno, como que no encaja en nuestra mentalidad racionalista. Porque, cuando leemos a Mateo en el capítulo 25, solamente comentamos los versículos del 34 al 36, y pasamos por alto el 41 donde dice “apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno…”  Cosa que no hace un lector cualquiera, que lo lee todo y se pregunta por lo del fuego eterno.                                                                                                                                                                                                                              Creo que la Iglesia debería hablarle a la sociedad creyente de hoy qué significa las canonizaciones de quienes proponen y a quienes sitúan en el cielo según sus motivos.                                                                                                                                                                                                          Sí, ya sé que la sociedad, creyente o no creyente, les gustan mucho los santos y las santas, sobre todo si son de su pueblo y así pueden celebrar fiestas y pasárselo bien, cosa, por otra parte, estupenda, pero realmente ¿están pensando en el porqué de la santidad? El patrón de mi pueblo es San Torcuato y a la gente le interesa más la juerga que la santidad de un hombre del que no se sabe nada más que lo que se han inventado, como por ejemplo que llegó hasta Guadix (Granada) y evangelizó a este pueblo en el siglo I dC.Y sobre la reina Isabel la católica, en Granada estamos bien servidos: sus restos mortales, su panteón, junto con su marido, el de su hija y su esposo, y los restos mortales de uno de sus nietos, todo en la capilla Real (magnífico monumento gótico), con un retablo impresionante, con relieve de moros bautizándose,  el misal, la corona y el báculo de la reina y lo correspondiente de su esposo; en la ciudad, una plaza, la de Isabel la católica, la calle Reyes Católicos, la Gran Vía de Colón, el 2 de Enero, “Día de la Toma”, con problemas políticos incluidos, entre falangistas y los opositores a dicha celebración, y autoridades civiles y religiosas, en fin, sólo nos falta Santa Isabel la Católica. No os cuento sobre la propuesta para santa en Medina del Campo, donde estuve trabajando unos años…                                                                                                                                                                                           Y mientras tanto, ahí anda la Iglesia, cada día nuevos escándalos de pederastia y lo obispos renqueando a ver qué hacen con las víctimas.

  • Juan A. Vinagre

    Comparto esta reflexión, con base histórica, de Reyes Mate. La reina Isabel fue una sincera creyente, pero con las ideas propias de su tiempo que mezclaban demasiado religión y poder político, a veces intolerante. Intolerante también en religión. Cuando su marido el rey Fernando reclamó la inquisición, con él al frente -controlada por él-, Isabel no solo la aceptó sino que también dijo que “ese pensamiento le había sido inspirado por Dios” a Fernando. (Cito de memoria, pero creo que fielmente.)

    Por eso no se puede, no se debe ofrecer como modelos de santos a personas que de alguna manera distorsionan el espíritu del Evangelio. El Evangelio de Jesús es  tolerante, convive con los que piensan de otro modo. La parábola del samaritano es un ejemplo. Solo pide una coincidencia: hacer el bien, empezando por los más necesitados.

    El uso de la religión por parte de los políticos, emperadores, reyes etc. en la historia tuvo una función muy clara: reforzar el poder político. Y la Iglesia -incluido Lutero y su iglesia- se  dejó seducir ante los regalos del poder. “Los regalos seducen incluso a los dioses”, dijo Eurípides. El rey Fernando lo hizo también (como antes Constantino y Teodosio etc.) y en este caso Isabel compartió…, como compartió casar a sus hijas menores de edad por intereses de Estado, es decir, de incrementar el poder de su reino. Y no sigo más. Isabel fue una sincera creyente, sin duda: pero no es un modelo de fe evangélica para hoy. Como tampoco algunas otras canonizaciones hodiernas… No son modelos evangélicos para hoy. La lista de “santos” con culto en la Iglesia necesita revisión… Esa revisión también es necesaria -aunque no sea lo prioritario-, a fin de que la Iglesia de Jesús renazca y se convierta al Evangelio. 

    • Antonio Llaguno

      El problema no está en que hagan santa a Isabel I de castilla, que en efecto, fue una creyente sincera según los estereotipos de su tiempo.

      El problema, a mi juicio es: ¿Sirven para algo estas declaraciones de “santidad” de la Iglesia Católica?

      En inicio la declaración de santidad no era por tomar al santo o la santa como modelo para el cristiano. Eso es una subordinada de la principal muy posterior.

      El motivo principal era que la Iglesia declaraba estar convencida de la presencia del santo o santa en el cielo, junto a Dios, y por lo tanto en la posibilidad de interceder ante Dios por nosotros si teníamos la deferencia de pedírselo al Santo.

      En mi modestísima opinión eso es una aberración y un insulto a Dios.

      En el caso de que existiera un Dios personal que habita allí arriba, en el cielo y que está en su trono dorado dejándose alabar por angelitos bebés en pelotas (Qué imagen tan “pederasta” de Dios) y por santos que se pasan la eternidad cantando gregoriano y arrodillándose ante Él (Qué imagen tan aburrida de Dios)… ¿Quiénes son los santos para decirle a Dios lo que tiene que hacer? ¿Acaso no es suficientemente misericordioso Dios como para no necesitar intercesiones? ¿No será mejor pedírselo a Él directamente?

      Un cura amigo mío (Y es que hay clérigos majetes) nos decía: Nunca digáis “Dios te bendiga” sino “Dios te bendice”, de esta forma, no le decís a Dios lo que tiene que hacer sino que, muy al contrario, afirmáis plenamente vuestra confianza en su misericordia.

      Que los ejemplos y modelos para mi vida cristiana, humana y mediopensionista ya me los busco yo.

      Y no necesariamente serán santos.

  • carmen

    Pues anda que lo de san influencer…De verdad que…