He aquí un teólogo y cura que habla del tema de los abusos tras haberse “leído con detenimiento” lo principal del Informe del defensor del pueblo. Es verdad que descubre un fallo en una discutida encuesta demoscópica inicial. Acertadamente, a mi juicio y al del mismo Defensor del Pueblo, según pude constatar en la rueda de prensa a los periodistas que seguí de principio a fin. Jesús conoce bien lo que sucedió con el relativo informe francés, desprestigiaado por inútiles encuestas y subsiguientes extrapolaciones periodísticas. Por favor, si alguien opina sobre este informe que sea sin prejuicios y tras la misma lectura del informe y del artículo. AD.
He leído con detenimiento la “Presentación” del “Informe sobre los abusos sexuales en el ámbito de la Iglesia Católica y el papel de los poderes públicos. Una respuesta necesaria”. También he leído con detenimiento el capítulo octavo, dedicado a las “conclusiones y recomendaciones” que formula el Defensor del Pueblo. Y, “en diagonal” el resto del documento. De la lectura realizada me queda una extraña sensación, a la vez, de esperanza y desaliento.
De esperanza, porque –en medio de la tragedia– se ha puesto a las víctimas en el centro del diagnóstico: “lo sucedido es para ellas y para toda la sociedad un verdadero desastre”. De aliento, tambien, porque se formulan orientaciones que apuntan a su reconocimiento y a la reparación; porque se recuerda la importancia de facilitar el apoyo psicológico a las víctimas, así como de mejorar su atención en el sistema judicial; porque se subraya la centralidad de la prevención, de la formación, de la sensibilización y de seguir impulsando la investigación: todavía es mucho el dolor que escuchar y conocer. Y tambien porque se urge a reparar, simbólica y económicamente. De esperanza, igualmente, porque se evita la existencia de víctimas de primera y de segunda división cuando sostiene que el “abuso sexual infantil” “no se limita a una institución (la eclesial) y afecta, de un modo u otro, a todos los ámbitos (civiles) de socialización de los menores de edad”. Y, finalmente, me siento alentado porque sostiene dos puntos que –referidos a la Iglesia católica– me gustaría que no pasaran inadvertidos: en primer lugar, la denuncia de que la pauta habitual de esta institución, “al menos a nivel oficial”, ha sido la minimización o negación del problema; algo, particularmente grave, vista “su aspiración a ejercer un liderazgo moral”. Y, en segundo lugar, el reconocimiento de que la Iglesia católica está necesitada de “un cambio estructural (…) en la línea de lo que han reclamado los informes emitidos en otros países”.
Pero he dicho que la lectura del Informe, además de abrirme a la esperanza en los puntos que acabo de reseñar, tambien me ha dejado descorazonado y, por ello, necesariamente, crítico. Visto lo sucedido en Francia con el Informe CIASE sobre la pederastia eclesial ¿era necesario que el Defensor del Pueblo encargara una encuesta demoscópica sobre este asunto? ¿No hubiera sido mejor ofrecer un diagnóstico, como lo han hecho los investigadores alemanes y suizos, a partir de los casos incontestablemente conocidos o reconocidos? Mi desaliento se incrementa cuando se escuchan las extrapolaciones a las que se presta –como ya sucedió en Francia– dicha encuesta demoscópica. Y con las extrapolaciones, los comentarios salidos de tono y las interpelaciones ancladas en el “y tú, más”. ¿Cómo es posible, se viene oyendo en Francia desde 2021, que prestemos atención a los supuestos 330.000 abusados por sacerdotes, religiosos o laicos al servicio de la Iglesia y no atendamos, como tambien se merecen, los supuestamente restantes 5,2 millones de niños franceses abusados sexualmente en otras instituciones civiles?
En estos días estamos asistiendo a una versión hispánica de este lamentable patinazo, de las extrapolaciones a las que se presta y del embarrado debate que está provocando: ¿cómo es posible, vengo escuchando, que se dé más importancia, según la extrapolación realizada por algunos medios de comunicación, a los supuestamente 440.000 abusados en la Iglesia católica y no se tengan presentes los millones de personas (más de cinco millones) que, tambien supuestamente, habrían padecido abusos, por ejemplo, en el ámbito familiar, en la vía pública o en los colegios no religiosos? He aquí la causa de mi desaliento; algo que el Defensor del Pueblo me podría haber evitado si se hubiera ahorrado la muestra demoscópica, a la luz del bronco y estúpido debate abierto en Francia y de la acogida habida en Alemania y en Suiza de sus respectivos Informes, a partir de casos reales e incontestables.
¿Qué precio se puede acabar pagando, además del de la credibilidad de algunos medios de comunicación social que han impulsado o han hecho la ola a una de las extrapolaciones a las que se presta la muestra sociológica y han ocultado otras posibles? Creo que dos: el desplazamiento, en primer lugar, de la centralidad que han de tener –como muy bien se subraya en el Informe– las víctimas y no, añado por mi cuenta, las filias y las fobias clericalistas de turno. Y el segundo, la irrelevancia en que puede quedar sumida la recomendación –fuertemente subrayada en el Informe– de seguir transformando la sociedad y sus instituciones; una recomendación que, en el caso, de la Iglesia, pasa por adoptar no solo “compromisos públicos” de reconocer las víctimas y reparar el daño causado, sino también, de proceder a “la reforma institucional, en lo que sea necesario”. Ojalá que mis temores sean infundados.
Micael, discrepo.El papa actual no es un farsante, es un jesuita convencido. Y su equipo, también.Tienen una especie de lema, En La Frontera. Dónde estará esa frontera? Pues lo tengo claro, no se tocará nada esencial de la iglesia católica, porque ellos son la iglesia católica en gran medida desde hace siglos. Solamente hay que leer un poco de historia.No , no lo veo un farsante. Lo veo un jesuita.Buena noche.
No soy una católica al uso. Todo el mundo lo sabe. Precisamente hoy he comulgado , en la misa del entierro de la madre de una amiga. Comulgo porque quiero y cuando lo veo oportuno. Ha sido una manera de acercarme a mí amiga. Ella lo sabe. Suficiente. Tampoco creo que haya recibido el cuerpo de Jesús. Vamos quita, para mí la comunión es otra historia.
Pero…Conozco a montones de personas que siendo católicas no tienen ningún trastorno de personalidad, y lagunas de memoria, las normales. Otra cosa son las enfermedades mentales o como se le quiera llamar ahora. Ese tipo de enfermedad no entiende de religión.
Por supuesto que un abuso sexual deja secuelas, ese es justo el problema, las secuelas que deja y que perturban la vida para siempre. Por supuesto. Si no las dejase, estaríamos hablando de otro tipo de problema.
Lo más indignante del asunto es que a veces se auto culpabilizan , en el sumun de la injusticia. Por ello creo que se tiene que hablar mucho, muy alto y muy claro de este tema. Ahora bien.La iglesia católica está formada por, al menos , dos estamentos. Los clérigos son los clérigos y los laicos, son los laicos. Una parte de los clérigos ha cometido abusos . Y por ello son unos delincuentes. Y luego está el tema del encubrimiento. Hay que pedir responsabilidades a los obispos. De ahí hacia arriba, hasta llegar a lo más alto. Son los responsables últimos de sus diócesis. Algo así como los apoderados de Banca.
Los que no tengan responsabilidad penal, pues ahí queda, para siempre, en su conciencia. Y quedará porque este tema ha salido a la luz. Ya no pueden jugar a los avestruces .Pero no voy a aceptar que todos los católicos del mundo tengan un trastorno de comportamiento o lagunas de memoria. Porque aquí, en España, todo el mundo era oficialmente católico y , con su esfuerzo han levantado un país, a pesar de los pesares. De Norte a Sur, de Este a Oeste .Todos católicos , durante cuarenta años de dictadura. Respetemosnos todos. Y todas.
Y esto es lo que quería decir.Buena noche a todos.
Micael, tienes toda la razón, los cristianos católicos hemos vivido un trastorno de personalidad grave, por eso yo decía esta mañana que, acogiéndonos al Evangelio y esgrimiendo sus valores (una identidad), tod@s hemos blanqueado la barbarie de la Iglesia-Institución (otra identidad), con la excusa de que esa iglesia no, pero seguimos en ella. Yo me pongo la primera en la lista. Nací en 1941 y nos educaron en una ingenuidad casi congénita y casi crónica. Aunque pienso lo mismo de muchísima gente que sigue ahí.
Hace más de 20 años, leí un libro, de Pepe Rodríguez, creo que se titulaba “La vida sexual del clero” y quedé horrorizada de los hechos comprobados judicialmente, con su sentencia correspondiente, y cómo la Iglesia cambiaba a los clérigos de un lugar a otro, como decías tú el domingo con tu antiguo profesor, No sé lo que debí pensar, además de mi condena moral, entonces no se hablaba abiertamente de lo generalizada que estaba la pederastia clerical y debí pensar algo así, como “qué malos son”, pero yo seguí pensando que lo que teníamos que hacer “los buenos”, era “convertir” a esta manera de ser Iglesia y profundizar en el Evangelio. Si no fuese porque soy fruto de una época, confesaría mi vergüenza personal, pero nací cuando nací y poco a poco, he ido evolucionando.
Respecto a los Evangelios, yo sí pienso que mucho de lo que se escribió en ellos respecto a su actuar y a lo que quiso transmitir Jesús, debe tener bastante fundamento, porque en aquellos tiempos no había internet para copiarse unos a otros. Por ejemplo, cuando los evangelistas dan tanto protagonismo a las mujeres en una sociedad machista y patriarcal hasta la raíz, perteneciendo los autores también a la misma sociedad, el que coincidan en algo tan revolucionario, es que debió ser así el trato de Jesús con las mujeres. Lo mismo podría decir de valores como el amor, la fraternidad, la justicia, la misericordia, la compasión, etc.. Eso sí, estoy convencida que no fueron ninguna novedad bajada del cielo en ese preciso momento, porque Jesucristo, por muy salvador universal que nos lo pinten, no creó estos valores. Es que no me imagino a los seres humanos de a. C. más bestias como lo pueden haber sido tantos católicos ayer y lo sean hoy, como decía esta mañana. Yo pienso que hacer el bien, nunca sobra, sea desde el punto de partida que sea, religioso o no, los valores no son exclusivos de las religiones.
Ana, no es fácil hacer terapia con las victimas de cualquier tipo de violencia, la de genero es complicada, aunque cuando la victima sale del ambiente en el que vive esa situación mejora mucho y la terapia da buenos resultados. Pero en edad infantil las secuelas psicológicas se prolongan en el tiempo.
El adulto abusador aprovecha la ventaja que le da su posición de poder o autoridad para envolver al menor en la actividad sexual. Este carece de capacidad para negarse, o incluso, criterios para saber si este tipo de conductas son las que hay que esperar de las personas adultas. Su desarrollo emocional y cognitivo, todavía no se lo permite, y en, otros, son las mismas estrategias utilizadas por el adulto las que minan su capacidad de decisión. En estos casos, “el consentimiento” es una falacia.
Como objetivo de la terapia psicoanalítica sería la “catarsis emocional” que consiste en favorecer la comunicación del paciente de las experiencias vividas. Objetivos de la psicoterapia cognitiva serían: la reestructuración cognitiva y el entrenamiento en habilidades específicas de afrontamiento de estrés.
Objetivos del tratamiento conductual serían aumento o implantación de conductas deseables y reducción o eliminación de las indeseables.
Yo de católicos o no poco se, fui a un colegio de monjas y me sacó mi padre al instituto en donde daba clase, cuando no estaba sancionado por peligroso subversivo al regimen. La ultima vez que me confesé y comulgue fue en la primera comunión que la hice porque les hacia ilusión a mi abuelos. No se si los católicos tienen un trastorno de personalidad, es posible, lo que si tienen es lagunas de memoria.
Un abrazo.
Gracias, Mónica por tu comentario, me alegro leerte de nuevo.
Respecto a la alusión que hice a la ley del Sólo sí es sí, no me refería al consentimiento de los niños y las niñas, sino a hacer justicia con las víctimas que desde la niñez siguen viviendo el destrozo sicológico . algunas, de por vida. Un abrazo
Creo que, no solo en el informe español sino en todos los que se están haciendo, estamos equivocando el camino.
Que hay abusos, no hay quien lo niegue y que todos los abusos documentados deben ser compensados legalmenente, faltaría más. Por supuesto que habrá que indemnizar a las víctimas y hacer caer a la justicia a los agresores.Pero eso corresponde a la justicia civil y ya se está encargando de ello hasta donde sus medios y las garantías procesales que nos hemos dado en España (Y en cada país las suyas) permiten.El asunto es que la reacción oficial de la Iglesia es el “Y tú más”. La reacción del ínclito obispo de Oviedo, gran cabeza del roquismo más conservador es: “¿Sólo 440.000? Es una parte muy pequeña de los abusos de la sociedad y hay instituciones que abusan más.” Y de ahí no les vamos a sacar.
En vez de hacer examen de conciencia y buscar las causas que prducen esos abusos, que si usáramos la matemática correcta sería un número escandaloso (Un 2,5 de los cristianos habría sufrido abusos), se limitan a decir “Los demás tambièn lo hacen”En vez de pensar que la Iglesia católica debería ser una institución ejemplar que aspira a la santidad y que ,por lo tanto, sus miembros más “destacados”, aquellos que se arrogan a si mimsos la “Representación de Dios” deberían ser un ejemplo y un consuelo para la sociedad, piensan que es “Lo normal” y resultan ser los menos ejemplares.Y así no se ven moralmente obligados a revisar conceptos que llevan a esa actitud abusadora, como una moral sexual sin sentido, un aislamiento de la sociedad enfermizo, un celibato estúpido, un concepto de la diversidad sexual propio de la edad de piedra, y una exclusión de sus sacerdotes de una vida social normalizada con sus semejantes.
Ayer mismo pude ver un vídeo en Youtube de dos “Heraldos del Evangelio”, dos clérigos que jamás tendrán contacto con una mujer pontificar sobre ¡¡¡¡Cómo querría Cristo que nos relacionáramos sexualmente!!!!Que me corrija algún experto, que aquí hay muchos. No recuerdo más párrafo en los Evangelios en que Cristo entre en la cuestión sexual que el de la mujer adúltera (Y quizás aunque de puntillas en el del divorcio) ¡¡¡¡
Y es para compadecerse de ella (sic) y para NO CONDENARLA!!!!No entiendo nada
La Iglesia-religión-Institución, tiene una historia acumulada, a partir de su omnipotencia sagrada, de lo peor que se ha hecho a lo largo de la historia universal en todas sus épocas, no sólo porque ha cometido crímenes horribles contra la humanidad, que siempre se han cometido en todas las épocas y regiones, sino porque la Iglesia lo ha hecho en nombre de Dios
Lo que ha pasado es que, quienes hemos condenado tantas atrocidades (persecuciones, guerras de religión, inquisición, silencios, violaciones de derechos humanos, considerar el AT como palabra de Dios, etc. etc.), todos y todas hemos querido blanquear esta Iglesia diciendo, a posteriori, que este tipo de Iglesia no era la del Evangelio, que Jesús no fue así, y es cierto, pero es que la Iglesia se ha encargado de destrozar el mensaje y la praxis de Jesús, como queda demostrado a poca historia que se sepa de la misma, y ha ido minando la poca autoridad moral que le quedaba.
Sobre el tema de este hilo, la jerarquía debe evitar el victimismo y el sentimiento de persecución que cree que hay en la sociedad, ya se encargarán otras instancias de aclarar lo de la muestra demoscópica, como hacemos aquí en atrio. Sencillamente porque, si es horroroso el problema de los abusos sexuales en la sociedad laica y que hay que perseguirlos por ley y sancionarlos haciendo justicia a las víctimas, (como reconoce la tan vituperada ley del Sólo sí es sí), el problema de la Iglesia es que nos ha tenido empecatad@s a tod@s con el sexto mandamiento mientras sabía, callaba y toleraba estos horrores en su propia casa, en los clérigos y centros religiosos.
Me pregunto si esto tiene remedio, no en cuanto a las víctimas, que ya tienen bastante con el daño recibido y hay que atenderlas en todos los ámbitos personales, sino a la prevención y de forma explícita y pública. Es que el otro día se me ponía el alma trastocada cuando leía en un periódico de Granada el lugar donde se cometían los catorce casos demostrados en esta ciudad, y que fueron en parroquias y hasta en la misma catedral.
A mí personalmente me da vergüenza confesar públicamente, en determinados contextos sociales, que soy, mejor dicho que he sido católica, porque interiormente, me he dado de baja como católica, no como cristiana. Si la Iglesia tiene una historia tan nefasta en lo que no debería haber hecho nunca, socialmente tendrán que pasar siglos para limpiar su propia historia, en el pecado lleva la penitencia.
Y ahí tenemos el sínodo de la sinodalidad temeroso de corregir aquello que está en sus manos, porque la historia pasada, ya está escrita, la futura se debería estar escribiendo ya mismo.
Quizá alguien que me lea le parecerá que soy muy dura, pero es ya está bien de tantos “paños calientes”
Pero cual era la praxis de Jesús, yo la entiendo de una forma distinta, otros de otra, pero quienes la monopolizaron y la siguen monopolizando pues son herederos de su defectos y violaciones de los derechos humanos. Más allá ilusiones y deliberaciones el Evangelio no deja de ser un placebo para todos. Pero la institución eclesiástica es una identidad jurídica y responsable de sus actos. Las victimas quieren justicia y reparación, la hipocresía de esta sociedad es manifiesta cuando pone el foco en un determinado colectivo de genero de victimas, y se calla ante otro con los mismo derechos que el anterior.
Veo, por los comentarios, un trastorno de identidad disociativo, en los católicos que son o han sido, pero que siguen siendo, que siguen estando pero sin estar. Este trastorno, antes conocido como trastorno de la personalidad múltiple, se caracteriza por “alternar” diferentes identidades.
La educación y la tradición es una carga muy pesada, hay que hacer mucha terapia no solo psicológica, también sociológica.
https://www.atrio.org/2023/10/dada-cuenta-del-domingo-29-10-2023/#comment-385930Pienso que la Iglesia tiene mucho que expiar.
La Iglesia has sido la necesaria aliada del franquismo, y sigue sin depurarse. Y por muchos que los curas quieran dar una imagen democrática, se les ve la vena corporativista. No convencen, y el articulista va por ahí. Es la imagen, falsa, del pontífice vaticano “Francisco”, no convence sus palabras no van con los hechos. Un farsante.
Leyeron A.M.D.G. de , creo que de Perez de Ayala? Lo leí en los ochenta, cuando pasó la censura después del Franquismo. Ese fue mi primer contacto con el tema. Me gusta Pérez de Ayala. Escribía o había leído otro tipo de libros suyos. Me quedé sobrecogida.
No. No es un tema nuevo, no. No se acaba de descubrir ahora, no es cierto. También sé, espero no equivocarme, que las cosas han cambiado. Ya no es posible la impunidad porque la iglesia no está por la labor. Pero hay cosas que no se deben olvidar nunca, para intentar que no vuelvan a suceder. Intentarlo. Y cuando llega el momento de rendir cuentas a la sociedad, hay que ser valiente y rendirlas. Pero claro…a lo mejor no se le pueden pedir peras al olmo.
Lean el artículo de David Trueba, En el colegio. Quizás entiendan mejor como es posible que se haya llegado a esto.No seré quién guarde silencio. Me consideraría una traidora a todos los niños, a todas las niñas, a todas las mujeres crédulas. A lo mejor porque he sido maestra muchos años. No imprime oficialmente un carácter, pero en la vida real, ya lo creo que lo imprime
Pues algo sé de extrapolaciones. Y no sé si el señor que le contestó a un periodista cuando le preguntó qué pensaba de esa estimación de datos, su respuesta fue: por favor, todos sabemos matemáticas.
Me dejó muerta.Entonces el tema depende del número de niños y mujeres que han sufrido abuso? La importancia depende de un cálculo matemático? Si en otros ámbitos hay abusos, qué gracia me hizo aquello, a las mujeres nos lo van a contar, entonces es normal que lo haya en el seno de la iglesia y que la iglesia, como buena empresa proteja a sus empleados? Todo lo somatizo con mucha facilidad, así nací, y este tema me produce una angustia indescriptible.
Estén bien o mal hecho el cálculo de la extrapolación.Porque, pregunto, se ha hecho ese cálculo sobre todos, todos, los casos reales o únicamente los descubiertos? Sobre todos los que se han producido? Todos se conocen?
Por favor. No metan a las matemáticas en esto. Porque la causa de meterlas está relacionada con el número de euros que podría costar la indemnización a las víctimas. Y no están dispuestos. Es todo tan…uf.