En este mundo donde se matan y se atormentan unos a otros ¿cómo es posible que aquellos que aún poseen cierta noción de cuáles son los verdaderos valores, no los pongan en práctica en su vida cotidiana? (Diario de Etty Hillesum, 19 mayo 1942).
Tengo la sensación de que, a la era de la postverdad, le está siguiendo otra era de un fundamentalismo acrítico que divide el mundo en “buenos y malos” y donde, por supuesto, los buenos –totalmente buenos– somos nosotros. Y los malos –totalmente malos– son los que no coinciden con nosotros.
Ya no es aquello elemental de que todos somos buenos y malos y ahí unos serán mejores y otros peores aunque, de esto último, no podemos juzgar bien nosotros porque no tenemos acceso al corazón del hombre que solo es visible para Dios. No: ahora sabemos sin dudar que los buenos son los que están donde yo estoy y que además son totalmente buenos. La autocrítica se está convirtiendo en una infidelidad, y el intento de comprender al otro en una traición. En definitiva, estamos convirtiendo el mundo en una película del Oeste (aunque sin las fotografías y las secuencias memorables de alguna de aquellas películas).
Piensa uno si eso puede ser una extensión de la economía neoliberal a los otros campos de la vida. Porque en economía ya sabemos que los ricos son los buenos, cuya riqueza es solo fruto de sus propios méritos. Y los pobres lo son solo por su culpa: porque no han sabido guardar la Ley del dios Mercado. Marx ya decía aquello de que todo suele tener un determinante económico “en última instancia” (aunque nunca dejó claro el significado de esas palabras entrecomilladas).
No sé si también la evolución desagradable de la atrocidad de Putin en Ucrania nos obliga a sentirnos totalmente buenos para poder creernos al menos víctimas inocentes de un país monstruo. Y no es así porque ni nosotros hemos sido inocentes, ni Rusia es lo mismo que Putin (como no era lo mismo Alemania que Hitler ni España que Franco).
Pero hoy los matices nos resultan cada vez más insoportables: simplemente necesitamos decir y proclamar que tengo derecho a esto o lo otro, pero sin ninguna responsabilidad ni en la fundamentación ni en el ejercicio de ese derecho. En temas eclesiales, de género, de política y de convivencia en general, se proclaman a gritos tesis que coinciden con lo que a cada cual le gustaría, pero que no nos hemos preocupado de fundamentar bien históricamente ni de matizar socialmente.
Parece pues como si, a la era de la postverdad, le esté siguiendo no una era de desconcierto sino la era de nuevos fundamentalismos. Pues, si nosotros somos los buenos, los totalmente buenos ¿para qué necesitamos más estudio ni más investigación? Volviendo al símil del western, lo que necesitamos no es argumentar bien sino disparar bien.
Recuerdo que otras veces, hablando de “santos” que nos asombran, me permití decir: “¡son de nuestra misma pasta!”. Puede ser que ahora, una contemplación de hasta dónde puede llegar la maldad humana nos sacuda también un poco, si conseguimos decirnos que esa es también “nuestra misma pasta”.
Siguen pues dos ejemplos (grande y pequeño) de hasta dónde puede llegar la monstruosidad humana:
- El primero ha de ser el holocausto. El olvido del holocausto puede ser el gran pecado de nuestra hora actual. Ese olvido que (según parece) hizo suicidarse a Primo Levi quien, salido de Auschwitz, creyó que debía dedicar su vida a mantener viva siempre la memoria de aquella atrocidad y vio que no lo conseguía. Y realmente es muy difícil comprender hoy aquella planificación tan serena y tan impasible de todo el camino que había de llevar hasta la “solución final”: desde las primeras obligaciones de llevar las estrellas y la J, o la prohibición de acceder a determinados locales y caminar por determinadas calles…, hasta las primeras concentraciones, los traslados en trenes (hacinados como animales), los campos de concentración y las cámaras de gas. Toda una logística bien montada, como fruto no de una ceguera pasional, sino de una frialdad impasible. Hanna Arendt habló de “la banalidad del mal”. Igualmente podría haber hablado de la monstruosidad del mal. Y eran seres humanos como nosotros, de nuestra misma pasta.
- El segundo (cuantitativamente mucho más reducido pero cualitativamente igual de monstruoso) fue el asesinato de Miguel Ángel Blanco que hemos recordado estos días pasados. Puedo remitir a las páginas estremecedoras que le dedica Javier Marías en su última novela (Tomás Nevinson). Pero basta con pensar otra vez en la frialdad con que se planifica: el secuestro, el chantaje y luego, tranquilamente, sacar al campo aquel pobre inocente, darle fríamente un tiro en la cabeza y volver a casa a cenar y dormir aquella noche como un día cualquiera. No sé qué habrá pasado luego por las cabezas de los autores: si seguirán pensando como Eichmann que ellos solo tenían una orden y se limitaron a cumplirla, o si en algún momento se les habrán abierto los ojos de dentro para contemplar su monstruosidad. Por eso es importante repetir que son seres como nosotros, “de nuestra misma pasta”. Y que por eso sigue habiendo posibilidad de redención para ellos. Como sigue valiendo para nosotros el aviso de que la causa por la que ellos luchaban tenía sus razones válidas, aunque esas razones nunca podrán justificar aquella crueldad fría e impasible.
Ahora bien: cuando existía la barbarie de ETA lo que todos les decíamos era que dejaran de matar y defendieran sus derechos o ideales desde la política democrática (lo mismo se pedía a los independentistas catalanes). Pues bien: eso lo ha conseguido Bildu, no sin dificultades entre sus militantes. Ese es un gran mérito, aunque podríamos desear que no solo lamenten los procedimientos pasados y el dolor causado sino que pidan expreso perdón por ellos. Pero aun así, me parece una bajeza moral argumentar contra el gobierno diciendo que saca sus propuestas “con la complicidad de los terroristas y de los independentistas”. En el Parlamento no hay terroristas; y los independentistas tiene tanto derecho a estar en él y a votar, como lo tiene Vox: pues la democracia consiste precisamente en parlamentar con aquellos cuyas ideas no te gustan nada. ¡Ojalá quienes argumentan de esa manera tan innoble comprendan que eso también les hace daño a ellos!: pues da entender que si arguyen así es porque no tienen otros argumentos de más calado.
Ojalá se comprenda ahora por qué, en un mundo como este y con unos protagonistas como nosotros, esa tranquila (y justificadora) división entre buenos y malos puede ser tan mala como la explosión de un arma nuclear. Haciendo caso a Pablo de Tarso es mejor comenzar diciendo “todos somos pecadores” (Rom 3,23). Si luego, como hemos dicho, hay niveles diversos de bondad y de maldad, recordemos que nosotros no podemos conocer la historia y los episodios que han hecho cuajar a cada cual: que (como he escrito en otros sitios) el pecador es, a la vez, víctima y pecador; como el bondadoso es a la vez afortunado y bueno.
Jesús de Nazaret usaba mucho la palabra hipócritas y hay pocas dudas de que ese término (que, en los evangelios, solo aparece en sus labios) era una expresión típica suya. Y lo que ahora importa destacar es que, la mayor parte de las veces, Jesús usa esa palabra dirigiéndose a los “buenos” (“escribas y fariseos hipócritas”). Por supuesto, los buenos no le perdonaron eso. Y como afirmé en uno de mis primeros textos, fueron precisamente los buenos los que le crucificaron.
Quizá no nos vendría mal meditar esto un poco más. Al menos para ver si superamos esa tendencia a mirar el mundo como una película del Oeste con sus buenos y malos tan bien colocados. Ante la alteridad solo caben tres posturas primarias: el respeto, la apropiación o la eliminación. Y solo de la primera podrá surgir más tarde el amor.
La maldad y la bondad existen, ¡por supuesto! Pero quizá no allí donde nosotros pretendemos situarlas con tanta nitidez y tanta seguridad. El camino humano es aprender a criticar conductas pero sin satanizar personas. Y admirar y agradecer bondades, pero sin mitificar a nadie.
En definitiva: es el camino del verdadero diálogo.
Antonio Ll gracias por tu comentario…Las semejanzas del fariseismo con la enseñanza de Cristo no son coherentes…a pesar de la adhesión de Cristo a la Ley…Sin embargo, ya sabemos que, a pesar de todo, Jesús se alejaba en su comportamiento del de esa secta….Claro que se puede especular…hoy en día el papel y el libro lo admite todo…Sin embargo, los discípulos de Cristo históricamente están íntimamente ligados a los hechos de la vida de Cristo….el discípulo rabínico era el depositario de toda la doctrina del Maestro porque estaba continuamente con el……y ellos los Apóstoles fueron testigos incomparables y excepcionales…y fueron contemporáneos de todo el proceso de Su vida, Su muerte y Resurección….Es la Iglesia primitva la que en el siglo I da FE de todo, se trata de la fe vivida…una FE que lleva al martirio a casi todos los que estuvieron cerca de Jesús de Nazaret….Ahí tenemos los testimonios históricos, que por supuesto, hoy quieren destruir los que odian el cristianismo y los que pretenden borrarlo del mapa…Pero ya sabemos que la saturación de pruebas arqueológicas, históricas, teológicas, canónicas, documentales etc. etcl. hacen que todavía percibamos con nitidez la extraordinaria vida de la Persona de Cristo que cambió las eras y transformó al mundo….por supuesto, para los que libremente accedieron a la fe en Jesucristo, como Hijo de Dios…
Por lo demás, en el Evangelio aparece con claridad el repudio de Cristo para el fariseísmo entendido como farsa e hipocresía; Dice Jesús: “Ay de vosotros escribas y fariseos hipócritas que limpiáis lo exterior de la copa y el plato, y dentro están rebosando de rapiña y de incontinencia…Fariseo ciego, limpia primero lo interior de la copa para que también su exterior quede limpia…¡Serpientes, engendros de víboras! ¿Cómo esperáis escapar de la condenación de la gehena? (Mateo 2323-39)
Y Lucas en la parábola del fariseo y del publicano habla de los fariseos como que “presumían de si como hombres justos y menospreciaban a los demás” y que no podían ser “justifcados” por sus actos (Lucas 18: 9-14) Y todo el Evangelio y todas las Epístolas Apostólicas estan llenas de reproches contra los fariseos..
Y es por este afán de “creerse justos y superiores” como es la hipocresía farisaica, la responsable de su mala fama no sólo en el pueblo de Israel, en tiempos de Jesucristo, sino en a través de los siglos de la historia…hasta el día de hoy…
Por eso hemos de imitar a los santos verdaderos, no farisaicos, empezando por el primero, Jesús de Nazaret, que nos ofrece el ideal de vida, continuando por todos los que lo han seguido en la Cruz, “en la pena y en la gloria”, incluyendo a Francisco de Asís, Don Bosco, Teresa de Calcuta, entre legiones y legiones, millares y millares de hombres y mujeres, que entendieron bien el mensaje del Señor…
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Es verdad Santiago, que el Evangelio es claro en el repudio de Cristo a los fariseos y en especial a cierto comportamiento “fariseo” que es la práctica definición de la palabra hipócrita.
Lo que yo digo es que los historiadores judíos (y por desgracia para nosotros, hay muchas más referencias históricas a los asuntos judíos de la época que a los asuntos cristianos, indican lo contrario.
Lo que indican es que los que se comportaban así eran los saduceos, quienes condenaron a Cristo (Anás, Caifás) eran saduceos y los que interpretaban la ley con más libertad eran los de la escuela farisea.
Esos son, desde el punto de vista judío, datos históricos.
Lo único que digo es que es perfectamente posible que unos Evangelios escritos, como mínimo 30 años después de los hechos que narran han podido perfectamente cambiar el “enemigo” y pasar de unos a otros, en especial aquellos que menos contacto tuvieron con la primera comunidad cristiana de Jerusalem, que aún se tenía por judía (Lucas o Juan)
Además, eso no les quita el más mínimo interés o importancia ni la presunción de veracidad porque da igual que lo hicieran unos u otros, lo importante es que una parte del “establishment” sacerdotal judío, discutió, persiguió, condeno y asesinó a Jesús de Nazareth y el Padre les dio con un palmo de narices resucitándolo después (cosa que ellos niegan por su puesto). Da lo mismo que fueran fariseos o saduceos, sería como discutir sobre si son galgos o podencos.
Yo solo lo decía porque como buenos heterodoxos, los fariseos me caen bien y si es cierto que no fueron ellos (que está por ver) pues no es malo un poco de justicia.
😉
Nada más
Muchas gracias por tu aclaración..De acuerdo Antonio Ll. es posible que se haya recargado mucho la culpa en la secta farisea. Pero es notable que los que aparecen más culpables son ellos, los fariseos, como contrarios a la simplicidad y honestidad de Jesùs de Nazaret. Y que tanto Mateo y Lucas resalten su malicia. Sin embargo, San Juan habla de Nicodemo converso a Jesús que era de la “secta de los fariseos”..Jesús pues arremetía no contra éstos sino los que habían pervertido la Ley y se hacían pasar por “justos” algo muy común que hemos visto también en nuestros días..
Por otro lado, “la historia” de la vida y milagros de Cristo se empezó a relatar inmediatamente después de la Muerte y Resurrección de Cristo que fue lo que movió a aquellos débiles e inconstantes Apóstoles a predicar valientemente el Evangelio como se ve en los Hechos en los discursos de Pedro ante el pueblo y en el Sanhedrin (Hechos 3: 12-25; 4:8-12) Solo el hecho extraordinario de ver al Resucitado pudo mover a estos hombres aletargados y pusilánimes a proclamar valientemente la divinidad de Cristo sin importarles el morir mártires de la FE como en realidad pasó.
Los Evangelios oficiales canónicos como documentos del siglo primero están muy cerca de los hechos reales de la vida de Jesús. No hay duda que existían relatos escritos, palabras, frases, escenas, parábolas que constituyen la primera fuente o fuente Q que constituía el kérygma fundamental de la Iglesia.
Recordemos que Papías de Hierapolis, discípulo de Policarpo de Esmirna -a su vez del Apóstol Juan- que sabía que el Apóstol Mateo escribió sus Memorias en arameo sobre las que se redactó el Evangelio. Estas Memorias según Gerd Theissen constituyen la fuente Q, la principal. Y de ahí los testigos vivos pusieron y concatenaron todo para dar lugar a la Palabra escrita.
Por eso, la tradición apostólica testifical de la iglesia, oral y escrita, es un continuum desde la muerte de Cristo. Y es fidedigna
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Estoy muy de acuerdo con el punto de vista de G. Faus, pues mis dudas sobre el poder de la imaginación que recientemente en otro hilo quise concederles un margen de confianza, en este aquellas dudas quedan al descubierto.
No es posible echar mano hoy de la imaginación, al mismo tiempo que tanto se recurre a la ciencia. O ciencia, o imaginación, pero ambas no se pueden extrapolar.
En cambio, sí que percibo, a partir de la ponderada argumentación de G.Faus como una cierta ventaja para mí. Pues en ella puede muy bien entenderse la rotundidad con la que niego siempre aquí el carácter de sustancia que todavía se le sigue asignando a la persona. Mi firmeza está en mostrar a la persona como un sistema de notas estructuradas y abiertas. Si lo primero es imaginable, lo segundo no.
Un saludo, Gonzalo!
En el plano político es difícil es que no haya una división entre buenos y malos porque ,con independencia de la simplificación a la que proceden las redes sociales,no habrá ningún político no ya que reconozca los aciertos del contrincante (cosa imposible porque la lucha por el poder es encarnizada),sino que no critique las cosas que hace el otro que son de estricto sentido común…A lo mejor somos los españoles,pero yo me pregunto está dentro del sentido común oponerse a que se ahorre energía visto el contexto internacional…. Claro que la política ya no se rige por el sentido común,sino que tiene un contenido emocional altísimo…Hablaba yo en Villadangos del Páramo con un camionero,votante de Pedro Sánchez según propia confesión y que ahora dudaba y que me reconocía que algunas cosas ha hecho bien;hablaba yo de esto de apagar los escaparates en Madrid y me contestaba:”es que hay muchas,es como si el gobierno te dijera a qué hora te tienes que levantar…”.No me voy a detener en lo que le contesté,pero si en el fondo del argumento… Aquí entre nosotros hay una parte de la población que tiene un particular concepto de la “libertad” con el que conecta muy bien nuestra querida pdta. de la Comunidad de Madrid,un poco la anarcolibertad de derechas…Y esto creo que hay que criticarlo porque la verdad ,aparte de no ser muy cristiano, es un concepto de libertad que socava la convivencia…Ya lo vimos en la pandemia…Yo no digo que los demás sean malos por tener este concepto de la anarcolibertad,digo que nos llevan a la ruina,no sólo económica…En cuanto a contextos más polarizados como la guerra de Ucrania que ahora nos arruina yo lo que pienso y de ahí no va a apegarme nadie,es que logrado el objetivo de que no cayera Zelenski,no le veo ningún fundamento moral a esta guerra…En cuanto a la vida real hay gente mala,regular,buena,muy buena y auténticos psicópatas…
Apearme en vez de apegarme
Muchas normas decía el camionero…Escribir a toda velocidad es lo que tiene…
No descubro el Mediterráneo si pongo por delante que mis intervenciones esporádicas no son bienvenidas. Y eso aun cuando algún colaborador acabe de citar un escrito mío, que apareció bajo pseudónimo. Para evitarle un síncope dejemos en la obscuridad la referencia.
González Faus no contesta, salvo que le interese, lo vemos aquí, a las objeciones contra sus colaboraciones, por lo que no resulta atractivo plantearlas.
Pero a veces su lenguaje es hiriente. Sería facilón argumentar ad institutionem. Este verano, mis nietos han ido al campamento de verano del Colegio San Ignacio, “Jesuites”, de Barcelona. Unas instalaciones del más ominoso capitalismo que yo no había visto ni siquiera en los privados colegios ingleses de Manchester u Oxford, los que yo conozco. Los campos de fútbol del colegio, en la zona más cara de Barcelona, no tienen nada que envidiar a la Masia del Barcelona CF. Luego nos hacemos una parroquia en San Ildefonso (vulgo, la Satélite) y viva el reino de los cielos.
No sería por mí, aunque participé, El País se encabronó en varias editoriales porque algunos seguíamos empecinados en distinguir entre legitimidad y legalidad. Sánchez fue presidente legal en la moción de censura. Legal porque la literalidad del texto indica explícitamente que los electores son los diputados, y obtuvo el número suficiente. Pero, ¿legítimo?A El Pais le molestaba soberanamente que recordaramos que en ninguna democracia occidental se entrega la cogobernanza a los partidos que defiendan, siquiera de facto, el asesinato, la extorsión, la ruptura del estado. Porque va contra la Constitución sin previa redorma y contra la naturaleza de la nación. Ni que decir tiene que los hechos han demostrado hasta qué punto un gobierno ilegítimo ha venido destrozando los intereses de los nacionales en la lengua, enseñanza, la familia, la sanidad.
Dice Faus Ahora bien: cuando existía la barbarie de ETA lo que todos les decíamos era que dejaran de matar y defendieran sus derechos o ideales desde la política democrática (lo mismo se pedía a los independentistas catalanes). Pues bien: eso lo ha conseguido Bildu, no sin dificultades entre sus militantes. Ese es un gran mérito, aunque podríamos desear que no solo lamenten los procedimientos pasados y el dolor causado sino que pidan expreso perdón por ellos. Pero aun así, me parece una bajeza moral argumentar contra el gobierno diciendo que saca sus propuestas “con la complicidad de los terroristas y de los independentistas”. En el Parlamento no hay terroristas; y los independentistas tiene tanto derecho a estar en él y a votar, como lo tiene Vox: pues la democracia consiste precisamente en parlamentar con aquellos cuyas ideas no te gustan nada. ¡Ojalá quienes argumentan de esa manera tan innoble comprendan que eso también les hace daño a ellos!: pues da entender que si arguyen así es porque no tienen otros argumentos de más calado.
Padre FAUS reconozco mi bajeza moral. Agradeco que usted traiga el asunto a la moral. Que en el Parlamento no hay terroristas es una apreciaión suya. ¿Conoce la historia judicial de la portavoz de Bildu? ¿Conoce las cesiones de Sánchez a los postulados de los terroristas, en particular el blanqueo de su historial de sangre? Me parece una estupidez Padre Faus, por simpleza, afirmar que todos los parlamentarios tienen derecho a defender sus ideas. Pero no sea jesuita. Diga toda la verdad ¿Cuales son sus postulados? Destrozar España y, en Cataluña o en el País Vaso, yugular los derechos de los niños.
¿Por qué Padre Faus no levanta el vuelo y a modo de drone nos cuenta qué está haciendo la longa manus de la Compañía en la educacion a través de su chiringuito, Escola Cristiana? Son los postulados de los separatistas que pactan con Sánchez. Por no ahondar en la herida no recordaré lo de la violación de los derechos de los niños, el señalamiento de sus padres, impulsado por Jesuites, condenado por el juez y cuya argumento, Faus el argumento, era que defendían a la institución (no al niño ni a los padres). Hasta ahí llega Faus lo que en las Cortes generales se legisla con la complicidad de proetarras y separatistas. Claro que es un argumento moral, lo inmoral es retorcer grotescamente la tesis afirmando que tienen el mismo derecho de Vox. ¿Quien lo niega?
Si de verdad piensas eso de la acogida que merecen tus comentarios entonces es que nuestro medio no está gozando de buena salud. No es que dude, sucede que solamente quien se asoma guardando un poco de distancia del medio, puede ver lo que quienes estamos inmersos no podemos ver. Cierto que casi sistemáticamente intervienes mostrando tu inconformidad y pocas veces para ilustrarnos con tus muchos conocimientos de experto y de persona bien informada.
Vivimos momentos más ásperos y controversiales, dados al encono. Más que nunca estamos en la necesidad de comunicarnos, dentro de lo virtual, gracias a las Redes, pero haciendo proyección de nuestras personas sobre nuestras palabras.
Pues aunque la cabra tire al monte, yo, esta vez, estoy muy de acuerdo con Glez. Faus.
No se si es culpa de la post verdad (más bien me parece que es culpa de la “pre verdad”) o de cualquier otra razón pero lo que observo es que la dicotomía buenos-malos es una constante entre nosotros.
Otra cosa es que sea algo nuevo. Creo que es una situación más antigua que el TBO. El ser humano siempre ha usado esa dicotomía para resguardar sus propios intereses y acabamos recurriendo (todos) a la creación de grandes fantasmas que justifiquen nuestros egoísmos y nuestros miedos.
En ese sentido y tratando de usar el sentido del humor yo les recomiendo el siguiente enlace https://www.youtube.com/watch?v=IXnEs5mV-ak
Estoy convencido que, después de verlo, enseguida encontraremos la manera de “sentirnos noruegos” y de identificar a nuestros particulares “comisionados”; pero el ejercicio debería ser el opuesto “¿Cuantas veces hemos creado una comisión como esta? ¿Cuántas veces hemos buscado desesperadamente unos “noruegos” a los que echar la culpa de nuestras desdichas?”
Así, sin moralina barata. Solo con la crudeza de salir de uno mismo y tratar de verse como nos ven los demás.
Porque como dijo Isidoro (y mucho antes D. Alberto) todo es relativo, lo que quiere decir que todo depende del observador y es que la física y la vida humana tienen muchos paralelismos.
Antonio, he pinchado a ver de qué iba ese vídeo que has enlazado y no he podido dejarlo hasta el final. Hacía tiempo que no me reía tan a gusto. Y, hoy sobre todo, me ha venido muy bien. Recomiendo a todos esta medicina casera: 20 minutos de los Luthiers.
Este no es un artículo al uso donde el autor expresa el resultado de alguna reflexión, sino un aldabonazo a las conciencias. ¿De qué sirve la conciencia humana si no hay moral que la sustente?
Hace un uso de la Evangelios, pero es válido porque quienes no saben reconocer sus valores de gracias, al menos podrán reconocer sus valores de lo humano, desde quienes viven en un catolicismo puramente social hasta quienes contemplan a Jesús como un maestro insigne del pasado histórico.
Estamos viviendo tiempos de crisis y los tiempos de crisis son también de incredulidad. Para los cristianos nos afecta como una crisis del corazón. Jesús dijo. “al crecer cada vez más la iniquidad, el amor de muchos se enfriará”. La falta de ética es un vacío de amor, la más cruel de las misantropías.
Tal expresión de Jesús en el contexto de los tiempos que habrían de venir para la humanidad, nos borra de un manotazo nuestra concepción de una humanidad susceptible evolutivamente de una moral y una ética cada vez más generalizada, perfeccionada sobre “los errores” del pasado.
Ahora quiero hablar en términos políticos. Hace algunos días comentaba yo en otro hilo en plan de denuncia por el comportamiento ético en sus actos de gobierno del Presidente de Nicaragua, tras la crisis sociopolítica tras el levantamiento popular de hace cuatro años, en 2018 y cuya represión causó algunos centenares de víctimas, más que las 195 reconocidas por la presidencia. Pero las objeciones que recibí todas eran en términos políticos obviando lo elemental del asunto: que para la política la forma es el fondo.
El fundamentalismo arranca de una ideología excluyente, por eso puede ser de izquierdas, de derechas, y por supuesto, religioso. Si la envuelve un mesianismo la víctima siempre será la verdad.
En España en estos momentos la tarea política también consiste en crear los espacios necesarios para la reflexión.
Lleva casi toda la razón en este caso, el sr. González Faus. Lo que pasa es que como cura, o excura, (no sé), y la cabra siempre tira al monte, lo enfoca desde el punto de vista moral, y nos suelta el sermón del martes.
Si empezamos por sacar las categorías morales de bien y de mal, en vez de las categorías psicológicas, de error y de realidad, todo cambia mucho.
Los sermones, y los mítines, solo convencen a los ya convencidos, y apelan a las emociones y la vía sentimental. Son válidas para el púlpito, y las campañas electorales, pero no para un foro de pensamiento crítico.
Los cambios auténticos de conducta si se producen, (lo cual es difícil), no se producen con adoctrinamientos, porque los atajos emocionales, van y vienen como el viento. Sino con conocimientos de cómo funciona la mente humana. Por eso lo que se necesitan no son sermones morales, sino estudiar y aprender psicología, (“conócete a ti mismo”).
(Y conste que lo digo convencido de que González Faus, sabe mucha más psicología teórica y práctica de lo que da a entender. Lo que pasa es que muchas veces el hábito, se adueña de la persona, como les pasa a los militares con el uniforme).
Ya de entrada eso de la post-verdad, es una post-verdad, o sea una mentira interesada. Como no podemos reconocer y aceptar con naturalidad, que otras personas, sensatas, cultas y honradas piensen distinto que nosotros, tenemos que justificar tamaño sectarismo, con que necesariamente mienten, (o están engañados por el malo malote, o sea que son tontos).
No señores, si salimos del grupo de nuestros conmilitones religiosos o políticos, (lo que muchos temen como de comer mierda), la gente piensa muchas veces distinto que nosotros, por el simple hecho de que nosotros y ellos, nos equivocamos, y nos equivocamos y nos equivocamos: “es el error, e…”
Y por eso el camino de la sabiduría, no es no equivocarse nunca, sino tratar de equivocarse cada vez menos.
En la vida normal, ya hemos conseguido asimilar la gran diferencia entre un alcohólico y un tirado borracho. Y ya nadie, medianamente sensato, desprecia a un alcohólico, sino que lo compadece, como al que sufre una enfermedad.
Pues tenemos que seguir ese camino y dar un paso hacia adelante. Una cosa es denunciar el supuesto error teórico, y otra denigrar al errante, tachándolo de lo peor: mentiroso, gilipollas, o terraplanista.
Y eso no significa relativismo cultural. De eso nada. Que lo del relativismo es el último espantajo que utilizan los que ansían desesperados que Dios mismo en persona se les aparezca y les de instrucciones personales.
Todo lo que no sea que Dios en persona nos diga algo a la oreja y nos deje firmado y sellado de su mano, las instrucciones correspondientes, todo lo demás es relativo. Y eso es la filosofía, relativizar.
(El que tenga el papelito, que lo enseñe, (pero no me valen los evangelios, que ya conozco al bueno de Santiago).
Repasando lo anterior, veo que quizás de la impresión de que achaco el error de discernimiento, a una enfermedad mental o psicosomática.
Ya sé que es algo más complicado. La mayor parte de los errores que cometemos, los cometemos por sesgos naturales en nuestra arquitectura mental, a heridas emocionales, mal curadas, y también y mucho a errores cognitivos recibidos durante nuestra educación.
Nuestros padres y maestros han hecho lo que han podido, y lo que a su vez les han transmitido a ellos. Pero hay que depurar constantemente esa herencia cultural, para separar las joyas de la basura. Porque el que compra basura, suele vender basura podrida.
Y distinguirla es muy difícil cuando la basura está muy bien hecha.
Dice Sturgeon, en su Ley que “el 90% de cualquier cosa es basura”. Y hay que estar al loro, a ver si nos vamos a convertir en émulos de Diógenes: -“¿Pero a dónde vas, Diógenes?”. “A subir la basura”.
Gracias Isidoro por la cita excepto “lo de bueno” que sin falsa humildad no aplica a mi persona.Pero agradezco tu deferencia.
Sin embargo, el Evangelio NO es relativo porque Cristo es su verdadero autor y El nos dice sin ningún recoveco lo que tenemos que hacer para ser felices que es el gol tuyo, mío y de toda la humanidad.
La historia de la humanidad nos enseña que es el deterioro moral y religioso -el rechazo a toda ley que me proponga salir de mi egocentrismo radical- el que ha precipitado al mundo en graves crisis e innumerables y sangrientos conflictos como el que vivimos actualmente.
Por eso el Evangelio NO es relativo sino actual. Solamente en el Cristo del Evangelio la humanidad puede salvarse del abismo que se le avecina porque la felicidad eterna a la que todos aspiramos no se encuentra en un mundo que tuvo principio y tendrá fin. Aquí no existe esa eternidad inefable por más que tratemos de encontrarla.
Por eso el mal no es relativo sino que existe y no da lo mismo que un asesino, a ciencia y conciencia, le aseste 60 puñaladas a tu hijo y que después lo despedace en trozos. Esto es una perversion y un desorden grave causado por voluntad propia puesto que somos responsables de nuestros actos conscientes. El relativismo nos conduce al caos social, espiritual y moral del ser humano. Y es el responsable del incremento progresivo del MAL en el mundo real.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Pero el que sigue a Cristo, sigue necesariamente el Bien puesto que El es la Suma Bondad y El es el modelo perfecto a seguir..
El fariseo hipócrita no equivale a ser “el bueno”…ni siquiera entre los judíos de la época. Es esta “secta” la que se había apoderado de la cátedra de Moisés, tergiversando el “espíritu” de la Ley quitándole su verdadero sentido íntimo que fue lo que vino a restaurar y corregir Jesús de Nazaret como el Mesías, único Hijo de Dios encarnado. Por eso a éstos -conscientes de su perversion- les llama Jesús “raza de víboras”…
Por eso Jesús nos dice “guarda los mandamientos” si quieres entrar en la vida eterna…Por supuesto, el más importante es el del Amor al Padre Nuestro, Abbá, “amar a Dios con nuestro corazón, y nuestra mente” y con toda nuestra persona para no crear “falsos idolos” incompatibles con la santidad imitable de El…
Y Jesús nos invita -tanto al rico como al pobre- a guardar no sólo el PRIMERO sino también los demás mandamientos de la Ley, como “honrar a los padres” e incluyéndolos TODOS sin omitir NINGUNO del Decálogo.
Por tanto, los que siguen el Bien -NO son los hipócritas fariseos ya sean los del siglo I o los del siglo XXI que, con conocimiento de causa, hacen caso omiso de la guarda de los Mandamientos, y los preceptos y consejos del Señor- sino los que siguen al Cordero aceptando la gracia y siguiendo lo que el mismo Jesús predicó sobre arrepentirse y hacer penitencia por nuestras faltas y recibirle en el amor de Sus sacramentos…Los que aceptan la Cruz y los que practican la caridad con todos…
Ésos serán los que conscientemente están llamados a entrar en el Reino de los Cielos y les está reservada la corona de la gloria..Porque ellos son los que realizan la Voluntad de Dios en el mundo. No los que voluntariamente se apartan de Dios y persisten en el MAL hasta el final, sin arrepentimiento alguno…
Un saludo cordial
Ojo con el uso de la palabra fariseo, Santiago.
Probablemente, Cristo fuera fariseo.
Antonio Ll. gracias por tu comentario…Depende lo que se entienda por “fariseo”..Si por fariseo se entiende “adhesión a la Ley en todo su sentido hasta la “iota”, como El mismo afirma, entonces Cristo se encuentra en esa definición.
Sin embargo los fariseos eran otra cosa, se hacían pasar por virtuosos soslayando la Ley misma situándose por encima de la Ley enfatizando lo carnal y material, el orgullo, la hipocresía etc creyéndose superiores a los demás y reclamando para ellos todos los privilegios..usando inapropiadamente la religión
Por tanto, aunque Cristo avalaba la Ley eterna grabada por Dios mismo en nuestro corazón y promulgada externamente en el Decálogo del Sinaí como los Mandamientos de la Ley divina, …Jesús se apartaba de la secta de los fariseos por SuPalabra y por sus acciones, que condenaban el fariseísmo, puesto que El vino precisamente a desenmascarar esa hipocresía farisaica que tergiversaba el amor de Dios situándolo “en la obra externa” sin profundizar en su verdadero sentido que era la caridad..
De ahí que San Pablo,que en un tiempo perteneció a la secta de los fariseos, reconoció el error básico de esta forma de vida puesto que nada valen las obras buenas de la Ley si no existe la caridad..que aunque “yo tuviera fe que moviera montañas y aunque diera todos mis bienes a los necesitados”, sino tengo caridad, es decir, amor de Dios y al prójimo, NO soy nada en orden a “la vida eterna”. (1 Cor 13:1-3)
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Es que efectivamente, usamos la palabra “fariseo” con muy poca justicia a los fariseos.
Los fariseos eran los “modernos” de su época, interpretaban mucho más libremente la Tora que los saduceos y sobre todo muchísimo más que los esenios (que son las 3 corrientes judías de la época de Cristo) y por razones que hay quien dice que son posteriores al momento de la muerte de Jesús de Nazareth se les ha convertido en los “malvados” del cuento.
Los fariseos de la época de Cristo, deberían estar muy cómodos con las enseñanzas de Jesús, puesto que con más o menos divergencias (a los judíos les encanta discutir sobre la interretación de la ley, incluso sobre detalles minúsculos) pensaban de forma similar.
Eran los saduceos quienes controlaban el Sanedrin (Caifás y Anás eran saduceos, no fariseos) y quienes se opusieron a la predicación Jesús y quienes afirmaron “Es mejor que muera uno por el pueblo”
Los cristianos hemos trataod muy injustamente a los fariseos, sin darnos cuenta de que nuestro propio Mesñias, probablemente fuera un fariseo.
Fuente (tomada libremente): “Historia de los Judíos” (Paul Jhonson – Ediciones B de Bolsillo)