El 19 de octubre de 2011 ATRIO presentaba un número de IGLESIA VIVA sobre Memoria y justicia de la víctimas. Un número extraordinariamente oportuno y que sigue siendo actual. Y de él en Atrio reproducíamos Una reflexión sobre el fin del terrorismo de ETA. El día siguiente, 20 de octubre, hoy hace 10 años exactamente, en ese número del día anterior incluimos el texto de la DECLARACIÓN DE ETA. Es impresionante leer o releer hoy no tanto esos textos cuanto los comentarios que ese día llenaron el hilo de diálogo. Invito a leerlo. Intervienen personas que ya se han ido: Pepe Salas, Antonio Vicedo. Otros siguen coleando por aquí, comentando y haciendo historia: Ana, Pilar, Carmen (Almendralejo), Iñaki SS, Peláez, Calleja, Cadarso… Con la perspectiva de diez años desde entonces y la nueva declaración que acaban de hacer los sucesores de ETA, podéis seguir el diálogo con perspectiva histórica y mirada de futuro. Aquí o en el hilo de hace diez años que sigue vivo. Entrad aquí:
https://www.atrio.org/2011/10/reflexiones-sobre-el-final-del-terrorismo-de-eta/
Aurrera!!
Aquí ha faltado la voz de los del Gal y el Batallón vascoespañol, ha sido todo un debate de los que quedaban a la derecha, Santi Brouard y su viuda Teresa Aldamiz han sido silenciados, Felipe Ha quedado como un santo…Decididamente, España sigue escorada muy muy a la derecha.
Me encanta leerte por aquí.
Siempre que salen noticias sobre los pensionistas y las pensiones, me acuerdo de ti. El otro día oí a alguien decir que la generación que ahora está luchando por sus pensiones y por las de sus hijos, es la misma que luchó contra el franquismo.
Y es cierto.
Tenemos una deuda con vosotros.
Gracias.
Hace tiempo que no sé nada de Juan. Si lees esto me gustaría saber si estás bien.
Un abrazo a los dos.
Ojalá que todo sirva para madurar un poco como seres humanos… Las guerras y los enfrentamientos por ideologías o patrias chicas o etnias etc. son un fracaso de la inteligencia y una evidencia de nuestro pobre desarrollo humano, inclinado más a creer-fabricar mitos que a construir, siguiendo una escala de valores humanos de verdad, en respeto sano y convivencia inteligentes… A veces el paso de los años nos ayudan a aprender y a discernir mejor…, pero cuando nos impulsan las emociones irracionales, nos estancamos, razonamos como pre-sapiens y volvemos a repetir la historia, justificándola neciamente. Cuando nos guían las emociones acríticas ciegas, y los mitos, somos capaces de comportarnos como bárbaros, y de llamar a los atentados y matanzas, HAZAÑAS! -que merecen festejos y culto…- Así es muchas veces de cavernícula la inteligencia del ser humano. Ser humano que la historia nos enseña que es mucho menos “sapìens” de lo que se cree y proclama… Mientras nos dominen los mitos, las historias falseadas -y los fabricadores de esas historias-, y las mentes ingenuas escuchen, porque necesitan mitos para vivir y “ser”, confundiremos la vileza con la “grandeza” o el cambio de “amos” -que crean mitos- con la libertad… Lo nuestro es un problema de insapiencia ingenua y/o de baja humanización y en muchos casos de clara deshumanización. A veces hay que resistir al opresor -si lo es de veras-, pero respetando una auténtica escala de valores… En suma, no deberíamos tener miedo a la verdad, y menos si nos sirve para pensar, reconocer errores -por todas las partes-, corregirlos y madurar como seres humanos…, sin ver adversarios en la diversidad. Sin tratar de imponer ideas y/o intereses… El valor más importante es saber convivir en paz y respeto, no la unanimidad. Exigir unanimidad no construye, en el fondo agrede. Equivale a no entender al hombre, y a someterlo.
Esta noche a las 00:30 en la 2 de RTVE la película documental de Jon Viar “Traidores”.
Jon Viar, hijo del etarra Iñaki Viar, critica no solo el terror de estos, también el proyecto político subyacente.
Sabemos que la guerra y toda violencia hacia el otro, es un fracaso de la inteligencia. Por una parte de los contendientes o por otra, o por las dos.
El conflicto vasco, como el catalán y en menor medida el gallego sigue soterrado en España. Franco lo “soluciono” con una brutal dictadura, que quienes la hemos vivido, sabemos del miedo que hemos pasado.
La transición fue una componenda estúpida. Con todo, los vascos salieron mejor librados, porque supieron negociar desde la firmeza. Así y todo padecimos a ETA “ejercito de liberación del pueblo vasco”. Indirectamente su acción terrorista inadmisible, si les dio frutos “tangibles” al pueblo vasco en forma de concesiones por parte de Madrid. Pero una solución inteligente y con amplitud de miras al problema de España, requiere políticos inteligentes y con vista larga, mas allá de las próximas elecciones.
Para contentar a vascos catalanes y gallegos patriotas. Los “padres de la patria” de la transición no se les ocurrió mejor idea que el “café para todos”. Así tenemos nada menos que 17 parlamentos, con sueldos y coches oficiales. Algo que se engulle la escuálida riqueza nacional que generamos. Tenemos mas políticos que cualquier nación europea, y ellos los políticos, tan contentos, cobrando cuando no robando y toda su visión patriótica es la de pelearse con sus oponentes.
Además por si fuera poco, tenemos las Diputaciones. Una locura y… De soluciones nada…
Lo que es, es. Y España no es homogénea. Y eso hay que reconocerlo, y darle un trato justo y equitativo. algo a estudiar desde un reconocimiento de que es real, y algo a negociar por políticos con ética y vergüenza, y tal como digo, con visión larga.
ETA ya no mata. Pero el problema persiste. Avanzamos por el nuevo milenio con un vehículo cuyas ruedas chirrían, con unos políticos que mejor se pongan el “bozal” porque así disimulan que lo que hacen es ladrar y no morderle a los reales problemas de España.
Somos una mala copia del centralismo decimonónico francés. Si a ellos les va bien, algo discutible. La “tabula rasa” racionalista y tal como digo centralista, nos ha llevado y nos lleva a una convivencia empantanada en un problema secular enquistado, sin visos de solución.
Por ultimo quiero decir que los independentistas catalanes del Referendum, también fueron unos estúpidos de visión miope. ¿Cómo no pudieron adivinar la reacción del centralista Madrid? y llevaron al noble pueblo de Cataluña a un dolorosamente frustrante y humillante desenlace.
En plena Segunda República, el ejército nacional a las ordenes del gobierno constitucional un día como hoy sofocó la revolución obrera de Asturias, en una acción que en dos semanas de lucha dejó 1.335 personas muertas, 2.932 heridas y 15.000 encarceladas. Dos años después una parte de ese ejército, ya entrenado allí en tierras del Principado contra el pueblo
mismo, se alzó en armas contra el gobierno nacional cuyos ancestros republicanos habían arrasado a sangre y fuego la revuelta obrera. Tres años de muerte y destrucción condujeron al silencio oscuro del general Franco. En medio de ese silencio la muerte otra vez, ésta por vascos dispuestos a asesinar de veras por razones ideológicas que cuarenta años después reconocen que nunca debían haber ocurrido. Sus 900 muertos, con los muertos de octubre de 1934 y los miles de muertos en la guerra civil y en La Paz falangista del general Franco, son el monumento al fracaso material y moral de la convivencia española. Una salus victis nullam sperare salutem. La única salvación de las víctimas es no esperar salvación. Ni nos engañemos, ni nos dejemos engañar.