Nacho es de casa. Hemos conocido su libro como primicia en un curso-taller. Ahora se difunde ya en toda España. Podéis pedirlo en las librerías. Si no lo tienen que lo pidan a libros@atriollibres.es. O comprarlo directamente en la editorial.
Ignacio Dueñas: “El poder debiera tener miedo del papa Francisco”
Jesús Bastante. (Ver el vídeo de la entrevista, que se transcribe aquí abajo)
– Hoy nos acompaña Ignacio Dueñas, historiador especialista en Teología de la Liberación, cantautor preocupado por lo social, afirma que “la religión se ha ido convirtiendo no en un vehículo, sino en un tapón” pero que “la Humanidad es hoy más compasiva que en el pasado”. Viene a presentarnos su libro Espiritualidad y política para una nueva era, editado en Valencia, con Atrio Llibres.
Espiritualidad, política y nueva era son tres conceptos muy en boga en este país. Sobre todo los dos últimos, porque la espiritualidad nunca ha tenido muy buena prensa en este país. ¿Por qué unes la espiritualidad y la política en esta nueva era en la que estamos?
Yo diría que no los uno yo, sino que asumo una integración que existe. Rastreando la historia de los místicos, ya ellos, o buena parte de ellos, tenían actitudes revolucionarias sociales además de culturales. Pero quizá es una integración que no se ha venido asumiendo. Se habla, cuando el 15M entre los que estuvimos en las plazas, de que no habría cambio social si no había un cambio personal. Porque lo personal hace parte de lo social y lo social no madura si no hay cambio personal. Si es cierto, el cambio es íntegro.
Claro, la sociedad la construyen personas. O la destruyen.
Y lo social y lo personal no son compartimentos estancos. Están perfectamente unidos. Decía Desmond Tutu que no hay intención de declaraciones más políticas que aquellas que dicen que la religión y la política no tienen nada que ver.
Y, a la vez, no hay declaración más religiosa que la que dice que…
Ernesto Cardenal, que no es cualquiera, contaba en sus memorias que el libro más revolucionario de la antigüedad es la Biblia, porque todos los otros libros religiosos antiguos hablan sólo de espiritualidad, mientras que la Biblia es el único que hablaba del cambio social. Algunos profetas, como Jeremías, hablaban sólo de lo sociopolítico, denunciando el imperialismo y la desigualdad. El Éxodo es un libro estrictamente político. Dios le dice a Moisés que ha escuchado la opresión de su pueblo y que se ponga en marcha, que le liberará. Ya estaba integrada la política en la religion en la Biblia.
¿Y qué ha pasado para que política y religión se lleven tan mal?
Yo diría que en Occidente quizá la política quiso domar a la religión. Como la religión tiene un componente ético, de lucidez, la política pretendió que no se encargara más que de los rezos, que no fuese a más. Y entonces la religión -es la crítica que hacemos al cristianismo- se aprovechó de eso y no se metió en líos sociales para que, a cambio, el poder la tratara bien.
Eso es pervertir el Evangelio, que es un mensaje de liberación social.
Efectivamente, de eso se trata.
¿Quién es Ignacio Dueñas? ¿A qué dedica su tiempo libre?
Yo me dedico a cantar y tocar la guitarra, soy cantautor. Hago discos y conciertitos. Pero somos en la medida que hemos sido: estudié la carrera de Historia, vengo de grupos parroquiales, de cursillos de cristiandad y tal y en un momento dado entré en los movimientos eclesiales de base; Comunidades Cristianas Populares. A la vez, entré en los Comités Óscar Romero de Solidaridad con América Latina. Empecé a dar Religión: estuve siete años en la pública y lo dejé para hacer el doctorado. Me doctoré en Teología de la Liberación en Venezuela y Nicaragua. Una tesis preciosa, sobre “El principio del entusiasmo”. Ese entusiasmo que convierte en inconsciente el esfuerzo, porque lo torna todo placer.
Historia, religión, poesía, política, personas. El paradigma de este libro probablemente sea el de tu biografía: la de un hombre muy espiritual, de una vida interior muy profunda, pero arraigado en la política desde su fe. Las contradicciones pueden ser externas pero no internas, como ocurre con la figura de Cardenal.
El adversario político de Ernesto Cardenal, que era el nuncio, o un delegado del nuncio que vino a Nicaragua para preparar una visita pastoral muy polémica -lo del dedazo…-, reconocía que Cardenal tenía unas ideas políticas “muy raras” pero que era un hombre de una profunda espiritualidad.
¿Por qué estamos en una nueva era? ¿A qué te refieres?
Los que nos hemos educado cantautoreando recordamos una canción de Pablo Guerrero que decía que hay señales que anuncian que la fiesta se acaba y que una lluvia fuerte limpiará nuestra casa… Hay varios indicios de que tenemos ciertos amaneceres encima: tú y yo podemos no notar nada, como los urbanitas, cuando van al campo, no notan el amanecer como lo hacen los campesinos en la capita de rocío o en el canto del gallo. Se puede creer en esto o no, pero es un hecho constatable que grandes civilizaciones antiguas hablaban de que entorno a la época que hoy vivimos, a nuestras fechas, había un fin del mundo, que siempre es una forma mítica de hablar de un salto cualitativo en la conciencia y en la felicidad de la Humanidad. El año 2012 era un tiempo-eje para marcar una época que puede durar décadas o siglos hasta tornarse claridad. Esto lo dijeron los indios, los mayas, los incas, algunos hinduistas y taoistas, etc. todos coinciden en nuestro eje. Ya en una mentalidad más occidental, que nos tomamos más en serio, teólogos como Vigil, como José Arregui, algún otro bloguero de Religión Digital… han hablado de un tiempo-eje. En el siglo VI a.C., la Humanidad gozó de un gran salto cualitativo. A la par que sucedía, sus protagonistas no eran conscientes de estar dándolo. Surgieron Buda, Lao Tse, Jeremías y Tales de Mileto. Sin ellos saber lo que estaban haciendo, sin conocerse, confluyeron y así surgió la Lógica, el Taoísmo, el Hinduismo, muchísimas cosas potentes. Pues eso es un tiempo-eje: se está diciendo que ahora estariamos a punto de eso.
Los signos que lo abalan empiezan porque se está procediendo a una liberación de la religión, porque se está trascendiendo la mera organización metódica e intelectual de la espiritualidad. La religión tenía que purificarse de tanto dogma para que fluya la espiritualidad. Los referentes emancipatorios de lo social ya no son el marxismo (que, hijo de su época, era militar, vertical, nacionalista y materialista), tienen que ser otros, claro. Por otra parte, los referentes emancipatorios de América Latina, quien trasciende la ofensiva mediática de la gran prensa mundial se da cuenta de que no tienen nada que ver con lo que nos cuentan. Según un sociólogo de la UCM, ochenta millones de latinos han salido de la pobreza. ¿Cuándo ha sucedido esta salida? Justo con los grandes gobiernos de América Latina que llamamos “populistas”.
Quien ha estado en las calles en el 15M y ha visto ciertos procesos sociales, se da cuenta de que los despertares que están avanzando no son los que sociológicamente cupiera esperar (echadas a la calle más violentas y agresivas), sino que están siendo afortunadamente pacíficas. Y el último indicio creo que es que, como dice algún filósofo y también contrariamente a lo que se habría esperado, la Humanidad es hoy más compasiva que en el pasado. Las señales de la ciencia y del corazón afirman todo esto.
¿Dónde estaba la religión cristiana y dónde queda ahora en este cambio de eje? ¿La marea debe recolocarla? ¿O en vez de transformarse, debe desaparecer?
Se dice que a Arrupe le decían que, con esa reforma de los jesuitas, se iba a quedar él solo, y que contestó “pues el último, que apague la luz”. Y decía Merton que en las comunidades religiosas de mentalidades más abiertas, comparándolas con el movimiento hippie, que fue lo contrario, son muy pequeñas porque están muy divididas, como ocurre ahora con los grupos políticos que quieren acabar con el bipartidismo. Hemos estado todos en nuestras tiendas de campaña y hemos dejado de ir a las reuniones religiosas porque era en lo político donde teníamos que estar. Para no dejar desaparecer la espiritualidad cristiana, se la ha querido encauzar: construir una tubería y, para que sea bonita, construirla con oro. Y lo que es un medio se convierte en un fin en sí mismo. Y por lo tanto, la religión, que debiera ser el soporte de la espiritualidad, se convierte no en un vehículo, sino en un tapón. Y cuando el agua no entra por la tubería, tiene que salir por donde sea: los cristianos dejan las iglesias y buscan las nuevas formas de meditación. Inquietudes místicas que, con todos los errores que tienen, no dejan de ser una búsqueda de vida espiritual.
¿Y qué hacemos con la tubería?
Buena pregunta. Cuando la sal no sirve, cuando la luz no alumbra, hay que cambiarla. Yo me equivoqué con Francisco: pensé que era todo marketing, posturas sin medidas, pero por fortuna no ha sido así. Tiene actitudes que van más allá de los gestos y declaraciones auténticas. Complementa las unas con las otras. Ha metido una lupa en la cuenta corriente del Vaticano a pesar de lo peligroso que puede ser para el poder. El poder debiera tener miedo del papa Francisco. Y, de hecho, lo tiene, y por eso tiene que tapar y tergiversar muchas de sus declaraciones. El otro día dijo en público que tiene un amigo que cobra 600 euros en negro trabajando once horas y que eso es esclavismo. Yo he visto tertulias en la televisión donde, como medidas económicas para salir de la crisis, se proponía precisamente trabajar muchísimas horas por 600 euros. ¿Eso es lo práctico para la crisis? Técnicamente, ¡es un fraude! Pero el poder censura la verdad y propone canalladas humanitarias. Está condenando a toda la clase trabajadora a la pobreza.
¿Cómo estás viendo el pontificado de Francisco? ¿Es un símbolo más de este cambio de era?
Claro, es un símbolo concreto. Yo estoy con muchísima esperanza porque no es sólo Francisco, sino que el Espíritu Santo la lleva metidos al Vaticano tres goles en cinco minutos, como en el chiste que se cuenta, en el que un partido tiene que remontar al otro. Mi opinión personal es que, en dos mil años de cristianismo, no se ha innovado tanto como en estos sesenta años: Juan XXIII, Juan Pablo I y Francisco han sido estos tres goles.
El segundo fue un gol casi anulado.
Claro, no se sabe si el balón fue fuera… Pero hay que decir, por no frivolizar, que yo nunca me creí la teoría del asesinato interno. Pero Pedro Casaldáliga, que es un hombre serio, abala, en un prólogo que escribió, la tesis del asesinato de Juan Pablo I. Yo no he investigado, pero ya digo que Casaldáliga no es un hombre que se deje manipular por mentirosos.
Nosotros abalamos la tesis de que el Papa Francisco es un gesto importantísimo de cambio de época pero, saliéndonos de esa emoción que nos produce, sorprende que una institución tan férrea, la que más tiempo ha perdurado poderosa a lo largo de la Historia de la Humanidad, se deje meter esos goles. O es cosa de fe y de Espíritu lo de marcar el gol, o es extraño que la Iglesia deje que eso pase.
Hay otros goles menos mediáticos pero que también están ahí. Es cierto lo que dices pero, por ejemplo, ya Teología de la Liberación lleva mucho tiempo presente. En su momento, fue una herejía para el Vaticano. Pasaron años mirando sus escritos con lupa y al final no han encontrado una triste tilde como herejía. Por eso Juan Pablo II fue portada de ABC diciendo que él era un teólogo más de la liberación. No sé si fue todo lo honesto que debería haber sido ahora que es santo, porque es un hecho que estaba reivindicando un movimiento que estaba censurando. Pero todos somos humanos, incluso los santos.
Tú has trabajado mucho en Venezuela. ¿Cómo está la situación?
No: yo he trabajado mucho Venezuela pero no he estado en Venezuela.
Pues esa realidad que has estudiado, ¿cómo crees que está?
Yo he aprendido de los gays que no hay que tener armarios, no son necesarios, así que lo diré: buen sector del episcopado es golpista, y no hace falta que recuerde que el golpismo es civilmente delito, y moralmente pecado. El clero, esta buena parte del episcopado, ha sacado a lo largo de los años documentos criticando ciertas cosas del gobierno, y a mí me ha surgido la pregunta de qué validez tiene un documento de un episcopado cuyo contenido es mentira (documentos de la FAO, de la propia CÍA, el FMI, la Cepal…) y que está firmado por un actor político cuyos representantes estuvieron en el golpe de Estado de 2002. Golpe de Estado que pasó por matar a unas cincuenta personas y ordenar a unos soldados asesinar al gobernante libremente electo.
Sin embargo, hay otros sectores del clero -el otro día salió un documento de una religiosa- que defienden públicamente el proyecto chavista bolivariano y, si no recuerdo mal, de alguna forma censuraban las otras visiones -las del episcopado- que se vierten sobre el proceso bolivariano.
La espiritualidad y sus pecados y la política y sus leyes, de nuevo.
La espiritualidad es la actitud espontánea del ser humano mediante la cual uno interioriza o contacta con sí mismo y con el Todo. Pero a eso de la espiritualidad hay que darle forma, y se organiza: se crean libros, grupos, que ordenan las reflexiones y creencias. Brota la religión, con su moral, su credo, sus inventos; oraciones, horas, templos, sacerdotes. El trabajo se distribuye y eso en principio es bueno. Pero, cuando se convierte en un fin per se, ahoga la espiritualidad. La religión es la sistematización de la vivencia espiritual, que es algo esencial al hombre, antropológico. Cuando surgió el hombre, surgió la espiritualidad. Y, cuando el hombre desaparezca, se irá con él. Ya en el Neolítico, cuando se organizaron las sociedades, la espiritualidad se sofisticó. Pero mientras que la espiritualidad ha existido los 60 minutos de la Historia de la Humanidad, la religión sólo los dos últimos minutos. Si desaparece, no va a pasar nada, porque la espiritualidad seguirá existiendo.
Ignacio Dueñas nos presenta lo que nos hace humanos: Espiritualidad y política para una nueva era, con Atrio Llibres. Lo podemos encontrar en librerías.
Luego, hay otra versión del libro a la que le cambiamos el título por razones prácticas y se puede encontrar en la página web de Atrio Llibres.
Otros titulares:
-El Éxodo es un libro de práctica política
-La política quiso domar a la religión y el cristianismo optó por no meterse en líos y que el poder lo tratara bien
-Incluso su adversario político reconocía en Ernesto Cardenal una profunda espiritualidad
-El populismo ha sacado a 80 millones de latinos de la pobreza
-La religión tenía que purificarse de tanta doctrina
-El oro en el cristianismo pasó de ser un medio a un fin en sí
-Francisco ha denunciado que cobrar 600 euros trabajando once horas es esclavismo
-Generando pobreza no se sale de la crisis
-¿Qué validez tiene un documento del episcopado de Venezuela si su contenido es falso, si buena parte de él es golpista?
Estupenda entrevista. Seguro que es un gran libro, habrá que leerlo.
De acuerdo, Pepe…Francisco debe dedicar su esfuerzo principalmente a reformar lo deformado mostrar el verdadero rostro de la Iglesia que debe ser semejante al de Jesus que era justo en la misericordia y asi aproximarnos cada vez mas a la voluntad del Padre, a imitarle en el ideal de la perfeccion. Lo del mandatory quizas no depende de Francisco sino de los seres humanos. Abrazos. Santiago Hernandez
Hola Santiago,
A mí no me confunde Francisco. Tampoco me arrebata. Me parece bien que denuncie los excesos neoliberales, etc. Pero creo que su principal trabajo es reformar la iglesia católica, no la sociedad. La sociedad ya la iremos transformando los ciudadanos a nuestra manera, con nuestros votos a nuestros gobernantes. El papa no tiene mandato para gobernar las naciones, sino solamente para gobernar la iglesia católica. Y ahí, en el gobierno de la iglesia católica, es en donde me gustaría ver las consecuencias del hipotético espíritu revolucionario que muchos le suponen. Pero, lamentablemente, de momento, no veo revolución alguna en el seno de la iglesia católica gobernada por Francisco.
Un saludo
Bueno, Pepe Blanco, sera angel o demonio, pero lo cierto es, en parte, como tu dices…pero no solo Francisco convence a los progresistas sino tambien a la mayoria de los que no lo son, tambien a mis amigos no catolicos y como un fenomeno inexplicable los no creyentes acceden a el. Quizas confunde a los que desean confundir.
Un saludo cordial de. Santiago Hernandez
¿Deberia el poder tener miedo de Francisco, como dice Nacho Dueñas?
Yo creo que el poder está feliz con Francisco, pues os tiene a todos los católicos progresistas encantados y metidos en el bote. ¿Qué más puede esperar el poder de un papa?
Leo lo siguiente: “Y entonces la religión -es la crítica que hacemos al cristianismo- se aprovechó de eso y no se metió en líos sociales para que, a cambio, el poder la tratara bien.”
No señalo estos detalles con ánimo destructivo. Aprecio lo que Nacho Dueñas tiene que decir y lo admiro, aunque no pude participar del curso de su libro que destiló Oscar Varela aquí mismo en Atrio. Solo enfatizo algunos aspectos que me hacen reflexionar para mi propia educación pero lo hago en alta voz.
Si por “religión” se entiende la jerarquía o la expresión corporativa de la Iglesia, quizás deba aclararse que aunque es cierto que la jerarquía disfruta de riquezas a las que no tiene derecho y que se venda demasiado a menudo al mejor postor por su apoyo y bendiciones, la realidad es que la mayoría de la Iglesia la conformamos los laicos o, mejor, los seglares.
Como no existe corporación comercial justa, fuera necesario siempre referirse a los cristianos. La doctrina de justicia social la escriben los curas con mayor o menor acierto, pero la injusticia social en las industrias, fábricas, finanzas, corporaciones de los que son socios mayoritarios o minoritarios y, por tanto cómplices, somos los católicos seglares quienes o las cometemos o somos víctimas. Por omisión somos muchos los que simplemente somos parte de la injusticia. Como mínimo compramos productos comerciales indiscriminadamente y más por antojo que por necesidad y acumulamos cosas y soñamos con tener el poder de los millonarios.
“Los sueños, sueños son” (Calderón de la Barca) y en sí puede que sean inocuos, pero educamos a nuestros jóvenes en el carrerismo de la competitividad que opuesta a la solidaridad y por lo tanto animal y anti-evangélica. Eso no es condonable.
La expresión de Pepe Blanco de que la Iglesia chupe la teta estatal es muy acertada.
En los EE UU además de que los o las profesionales de la industria religiosa católica o no den la teta a los politicos, resulta que eso sea un fenómeno bilateral.
No carece de significancia que antes de las elecciones, tradicionalmente, ambois candidatos presidenciales se junten dizque amistosamente con el cardinal arzobispo de New York del momento, en una cena de gala para recaudar fondos dizque de ayuda a los necesitados. Usualmente y menos públicamente, es en realidad un momento de repago (pay back) en el que los fondos de los contribuyentes politicos en vez de a las campañas, van a los fondos de, al menos en apariencia, de la Iglesia en New York.
Pero tampoco carece de significancia y poder que haya obispos apresuradísimos a negar la communion a senadores católicos que cumplan con el deber de mantener su religion separada de su función representative y voten en el Senado por leyes en favor del derecho de la mujer a determiner la terminación de su embarazo.
Un senador puede estar personalmente en contra del aborto, pero fuera inmoral que traicionase la voluntad política de aquellos a quienes un representa. Un razonamiento similar pudiera decirse del ministro que acompaña al reo hasta el momento de su ejecución. Siguiendo la ética de la jerarquía que castiga a politicos de izquierda (más o menos de izquierda) para afectar negativamente su elección, el capellán de la cárcel debiera si el reo lo desea (que no siempre ocurre) acompañarle a lo largo de la última milla de su andadura terrena, pero debiera hacerlo con un cartel bien visible de que se opone a la pena capital, por decir algo mínimo. Enm silencio solo es cómplice a cambio de su salario de capellán.
A riesgo de simplificar un pelín demasiado, se puede hipotetizar que en el nudo del problema de la auto-instrumentalización político-ideológica de la religión, católica o no, se esconde el dilema ético de las relaciones de poder dobles o múltiples.
Cuando el ministro depende del sermón éste no puede ofender al que paga por él. Eso abre la posibilidad, contraria a Pablo y a la tradición subsiguiente de origen judío de la necesidad de unos profesionales del temple, de una Tribu de Leví dedicada al culto, de una dedicación sacerdotal de Aarón y desde luego del insufrible Melquisequec cuya demencia senil parece haberle hecho olvidar que hubiera que morirse a juzgar por los años de vida que, no por gusto, se le atribuyen.
La alternativa fuera un ministro que compre su libertad con el sudor de su frente. Si la mujer del ministro tuviera que parir con dolor, como se le atribuye haber mandado al Dios de Moisés por haber sido pionera de la Ciencia, ¿por qué el primer conejillo de Indias no debe ganar su pan y el de su familia con su sudor? Lo mismo pudiera decirse del mandato de dominar la Tierra que ha probado desastroso. En realidad basta con cooperar con ella. Pero ese es tema ajeno a este hilo.
La religión en general, hasta en el caso del Dalai Lama, ha perdido el “mordiente” profético que, en mi estrecha opinión solo se nutre de la tensión entre la hermenéutica de la sospecha y la de la afirmación, esa visión dialéctica que no tema preguntar por temor a la respuesta que pueda encontrar.
Se puede ser profético y refinado como Goytisolo o vehemente como lo fueron algunos atrieros según me consta por experiencia. Pero lo que no es lícito es ser cómplice por comodidad.
Las relaciones de poder no son malas per sé cuando el poder es puesto al servicio de la verdad. Desafortunadamente el poder es demasiado corruptible y corruptor, pero una buena vacuna protectora es la libertad profética.
Después de todo, como en el caso del Sr. Herrero a quien sigo admirando y con cuya amistad me hubiese honrado, ¿qué vale la vida si se la dedica ser cómplice de la mentira y la injusticia? Y si se profesa una determinada verdad ¿no vale la pena de arriesgarse afirmarla con el testimonio personal?
La alternativa siempre fuera callar si no se tiene valor para la huelga de hambre o la marcha por en medio de las avenidas hacia la barricada policial, o lo que sea que defienda y manifieste la verdad y el derecho.
… la iglesia sigue chupando de la teta del Estado, al menos aquí en España, sigue sin pagar el impuesto de contribución urbana por todos sus palacetes, tierras y demás propiedades inmobiliarias, sigue excomulgando a los divorciados, a las abortistas, y sigue sin dar la oportunidad a losmfieles de levantar la mano para consultar dudas o proponer matices al final de cada homilía que se pronuncia en la misa dominical.
Pero como Francisco parece criticar al neoliberalismo, entonces ya es un revolucionario muy guay. Pero eso sí, su casa, la iglesia católica, sigue estando llena de mierda. Y, para colmo, los políticos son muy malos porque como la religión tiene un componente ético, pretenden que las personas religiosas solo se dediquen a rezar. ¡Manda huevos…!
Bueno, yo diría que es justamente al contrario: que la religión siempre ha querido y sigue queriendo dominar la política.
El ultimo ejemplo de ello lo tenemos en el papa Francisco, que no hace otra cosa que intentar limpiar las casas de los demás mientras tiene la suya sin barrer.
Sí, Francisco no hace más que decir cómo deberiamos organizarnos en lo económico, qué cosas están muy mal del actual sistema económico, etc., etc. Y mientras, a los sacerdotes católicos se les sigue imponiendo el celibato, las mujeres siguen estando discriminadas en la iglesia católica, los homosexuales seguimos siendo enfermos, la iglesia sigue chupando de la mteta del estado
Hay alguna posibilidad de editarlo para tables o kindles?
Para mí sería muy práctico… si fuera posible.
¡Gracias!
mª pilar
¡¡¡Gracias George!!!
Por tu clara, contundente y con una explicación que no deja dudas al respecto.
Estoy de acuerdo contigo y comparto tus argumentos.
¡¡¡Gracias amigo!!!
pili-mª pilar
Yo también estoy de acuerdo con lo que dice George y me gusta verle desatado en su crítica al eterno maridaje entre funcionarios de la religión y poderes políticos. En sus dos formas: teocracias (el estado es dirigido por los jefes religiosos) o galicanismo (las iglesias se acomodan a la función que los políticos, agnósticos o ateos, esperan de ellas).
De joven me impresionó la lectura de una obra sintética de Pirenne sobre alternativas religiosas y dinásticas en la historia de Egipto. Toda religión nueva surgía y se potenciaba en la base popular. Hasta el punto de que sus líderes y sacerdotes eran capaces de derrocar a la dinastía de faraones dominantes y sustituirles. La nueva religión se hacía oficial pero se sometía al poder e iba degenerando perdiendo poco a poco fuerza popular. Este esquema era síntesis de un enrome conocimiento de la historia que tenía Pirenne.
Y a ese esquema se refiere Nacho concretándolo a Europa, no limitándolo a ella. Como se puede limitar aún más el periodo de aplicación de la “ley de Pirenne” a los últimos cincuenta años de historia de España, como yo he tenido que hacer al reflexionar sobre los 50 años de Iglesia Viva. En 1965 dominaba en la sociedad y en la iglesia la ideología nacionalcatólica, con la que los rebeldes habían instaurado su dictadura en España. Y contra esa ideología tuvo que luchar Iglesia Viva animada por los aires del Vaticano II. Pero tras la transición muy pronto oteamos que el nuevo peligro era el neocapitalismo (así llamábamos ya en 1976 lo que hoy se llama neoliberalismo): acomodar la iglesia española en ebullición a lo que era la paz religiosa institucional de las iglesias alemanas, con sus subsidios estatales. Y esa tendencia “resturacionista” que Bolado llamaba “neogalicanismo” (lee su artículo de nº 39 en 1971) es la que se impuso, animada sobre todo por Roma con JPII y BVI.
Y, si te interesa, consulta en “Búsqueda por temas”, lo publicado sobre “neocapitalismo” que es lo que ahora todos consideramos como el neoliberalismo que margina y mata.
No será único el proceso (“domar la religión”) del que habla Nacho pero es el que se está ahora y aquí produciendo, aunque ya Nabucodonosor y Ester lo hubieran vivido. Y no es insignificante que hasta el obispo de Roma denuncie al nuevo anónimo amo global, con más o menos coherencia, pero lo denuncie.
Magnífica aportación que comparto, George
Leo esta afirmación: “Yo diría que en Occidente quizá la política quiso domar a la religión. Como la religión tiene un componente ético, de lucidez, la política pretendió que no se encargara más que de los rezos, que no fuese a más. Y entonces la religión -es la crítica que hacemos al cristianismo- se aprovechó de eso y no se metió en líos sociales para que, a cambio, el poder la tratara bien.”
Me cuesta comprender esta expresión en particular: “en Occidente quizá la política quiso domar a la religión” pero ¿no fue este maridaje de conveniencia lo que durante el “exilio” garantizó la existencia del sacerdocio judío bajo el dominio persa y le permitió a éste al menos la configuración de la Torah? La función política de la jerarquía religiosa no es estrictamente occidental.
¿Qué quiere decir que “como la religión tiene un componente ético de lucidez, la política pretendió que no se encargara más que de los rezos, que no fuese a más”? Cualquier cosa genérica que sea la religión precisamente por su componente ético debió rebelarse a ser instrumentalizada si auténticamente deseaba andar sobre o tras de las huellas de Jesús.
A Jesús se le atribuye la distinción excluyente entre el dominio de Dios y el de César, Pablo predicó la sumisión al segundo para ser leal al primero. ¿Por qué predominó Pablo sobre Jesús?
¿En qué cultura antigua los líderes supremos no se proclamaron divinos o cuasi divinos y en cuáles no tuvieron la colaboración de las respectivas clases sacerdotales, religiosas? ¿Qué corte no utilizó como instrumento para sancionar la autenticidad y legitimidad de su poder la colaboración de los líderes religiosos?
Esa misma forma de “colaboración” fue conocida por Jesús en su tiempo y oponerse a ella, más o menos directamente, le costó la vida.
Juan Pablo II, que no debió ser proclamado “ejemplar” o santo sin pasar por un mejor y mayor escrutinio de la heroicidad de sus virtudes, no solo le prohibió a su clero militar en política (de izquierdas) aunque él mismo se abrogó el derecho de conspirar y financiar, directa o indirectamente, por ejemplo al movimiento “Solidarnośċ”. Por otro lado desde el pontificado de Pablo VI, pero a lo largo del de Juan Pablo II, el Vaticano colaboró con los EE UU en la promoción de los dictadores de derecha en América Latina. Otra vez, el mismo contubernio.
No ha sido solo en Occidente, ni solo desde los tiempos de Constantino. Ha sido siempre. La jerarquía religiosa ha sido históricamente aliada del poder establecido, mediadora de su supervivencia. Lo fue durante el período colonial en Latinoamérica. ¿Cuándo no han sido los liderazgos religiosos instrumentos político del poder opresivo? Durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo los jesuitas obtuvieron los terrenos y las construcciones de sus casas actuales de retiros en Santo Domingo. Fueron un regalo del dictador con el encargo de que dirigieran espiritualmente a sus soldados. ¿No resuena eso como eco de la España Franquista?
Otro tanto hicieron los Legionarios en Chile durante la dictadura de Pinochet. Es difícil cuestionar la relación colaboracionista de la jerarquía española con Franco que le obtuvo a la Jerarquía tantas prebendas y ayuda financiera estatal. ¿De gratis? Alemania se la concedió a las Iglesias Reformadas y sigue sosteniendo algunas de sus instituciones docentes porque el liderazgo religioso es similar en todas partes. Tres recientes artículos publicados en Atrio sobre la Orden de los Caballeros de Colón, no son perfectos, pero ilustran cuan intricada es la dependencia de la jerarquía del poder civil y del mundo de las finanzas.
Cuando un elemento en ella se ha solidarizado con la justicia y los pobres, la jerarquía central lo ha reprimido o suprimido. Por eso los “curas obreros” fueron suprimidos, por eso Arrupe y Cardenal fueron duramente censurados. No fueron los únicos. Comparado con el propio Juan Pablo II y hasta con Madre Teresa, Oscar Romero fue martirizado a la vista del público y la Santa Sede ha tardado hasta ahora para canonizarlo.
Dietrich Bonhoeffer debió ser reconocido como mártir y no lo ha sido y el hecho de que fuera luterano no lo impide porque la Iglesia Católica reconoce su bautismo como legítimo. La Iglesia Inglesa lo incluyó hace tiempo en la lista de sus Mártires. Esa es una conducta política pero diferente a la de la jerarquía Ortodoxa Rusa que canonizó al Zar Nicolás II y a su familia como mártires cuando en realidad fueron ejecutados no por creyentes sino por opresores o en el mejor de los casos más por lo segundo que por lo primero.
¿Cuánto tardarán Ellacuría y su compañeras/os en ser reconocidos como mártires? ¿Cómo es posible que ya lo haya sido Escrivá de Balaguer? ¿Por qué ha tardado tanto Pedro Fabre en ser canonizado? ¿Por qué tardó tanto Charles de Foucauld que fue víctima del odio a su fe precisamente por lo difícil que era distinguir el catolicismo de los colonizadores franceses del Sahara?
Hola Nacho!
Muy buena la Entrevista.
Para la próxima veremso si los amplias bigotes-barba dejarían ver una sonrisa.
¡Abrazo! – Oscar.