El discurso íntegro de la obispa Mariann Edgar Budde que molestó a Trump por pedir “piedad” para los migrantes
“Le pido que tenga piedad, señor presidente, de aquellos en nuestras comunidades cuyos hijos temen que sus padres sean llevados”, dijo la religiosa durante su servicio”. Mariann Budde en la Catedral Nacional de Washington, el 21 de enero de 2025.
Un día después de la toma de posesión de Donald Trump como presidente, se presentó durante un servicio religioso en la Catedral Nacional de Washington como parte del las tradiciones del inicio de un nuevo gobierno.
En dicho servicio, la obispa episcopal Mariann Edgar Budde le pidió de forma directa que tuviera piedad de aquellos que viven con miedo, como la comunidad LGBT, los inmigrantes indocumentados y los refugiados, haciendo referencia a un comentario del republicano sobre haber sentido la “mano providencial de un Dios amoroso” cuando sobrevivió a un intento de asesinato.
La obispa instó al presidente a mostrar compasión. Trump, presente en la ceremonia, expresó su disgusto por el sermón, calificándolo de poco emocionante. Su aliado, Elon Musk, también criticó a Budde, acusándola de haber adoptado una mentalidad progresista.
El texto completo del discurso puede verse aquí
He aquí los párrafos más significativos:
Permítanme un último ruego. Señor Presidente, millones de personas han depositado su confianza en usted y, como dijo ayer a la nación, ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso. En nombre de nuestro Dios, le pido que se apiade de las personas de nuestro país que ahora tienen miedo. Hay niños gays, lesbianas y transexuales en familias demócratas, republicanas e independientes, algunos de los cuales temen por sus vidas. Y las personas que recogen nuestras cosechas, limpian nuestros edificios de oficinas, trabajan en granjas avícolas y plantas de envasado de carne, lavan los platos después de comer en los restaurantes y trabajan en los turnos de noche en los hospitales: puede que no sean ciudadanos o no tengan la documentación adecuada, pero la gran mayoría de los inmigrantes no son delincuentes. Pagan impuestos y son buenos vecinos. Son fieles miembros de nuestras iglesias, mezquitas, sinagogas, viharas y templos.
Le pido que tenga piedad, Señor Presidente, de aquellos en nuestras comunidades cuyos hijos temen que sus padres sean llevados, y que ayude a quienes huyen de zonas de guerra y persecución en sus propias tierras a encontrar compasión y acogida aquí. Nuestro Dios nos enseña que debemos ser misericordiosos con el extranjero, porque todos fuimos extranjeros en esta tierra.
Que Dios nos conceda la fuerza y el valor para honrar la dignidad de todo ser humano, para decirnos la verdad unos a otros con amor, y para caminar humildemente unos con otros y con nuestro Dios por el bien de todas las personas de esta nación y del mundo.
Ejemplo y actos de valentía e independencia, como el de la obispa M. Edgar, deberían ser más frecuentes en la Iglesia y en todas las religiones. Porque indicaría que las religiones no están sometidas al Poder que impone normas y sus valores, su “ética”. Pero dentro de la Iglesia ese ejemplo debe inspirarse en el Evangelio, especialmente en la parábola de la Evaluación final. Ejemplo sin rigideces ni fanatismos, que lleven a hablar y dialogar con el poder, tratando de convencer… Sin un diálogo previo, respetuoso y bien fundado, ese poder no escuchará, e incluso exigirá que se le pida perdón si lo contradices… Pero cuando el Poder no escuche y proceda contra principios elementales de la ética, entonces es el momento de levantar la voz y denunciar como los profetas, como Jesús… Dios y Poder, Dios y el Dinero de los maganegocios, convertido en ídolo, no son compatibles. No son compatibles, porque ese afán de dinero sucio exige -y en parte vive de- sacrificios. Esto hay que recordárselo (en un buen diálogo privado) a quienes citan palabras del VT que ven la riqueza como una bendición de Dios, sin precisar más. Hay que recordárselo, porque muchos, en estos casos, anteponen pasajes del VT al Evangelio del Reino de Dios. Como nos recuerda hoy Olga, el Evangelio del Reino -la esencia del Mensaje evangélico- es también la Buena Nueva de los pobres. Por eso las palabras de M. Edgar son un ejemplo de actualidad, que debe recordarse con más frecuencia… El problema, quizá mayor, se incrementa cuando -dentro de la Iglesia, de la comunidad cristiana-, surgen voces y presiones para marginar algo fundamental en el Evangelio del Reino.
Comparto los comentarios que siguen en esta columna. La postura de M. Edgard es muy de alabar por su claridad, por su bondad solidaria (muy evangélica) y por su valentía e independencia. Esas palabras -y la cara que puso el presidente al oírlas- me llevaron a la siguiente reflexión:
1. Nuestros conceptos de Dios y de religión son, en general, demasiado humanos; es decir, demasiado inmaduros. Conceptos inmaduros que manipulan o troquelan mal, horriblemente mal, el nombre de Dios. Y si el concepto de Dios falla, por deformación, la religión práctica también falla por deformación. En este caso, cuando se asiste-asistimos a una iglesia para dar culto a Dios, en realidad se está dando culto a un ídolo creado por el hombre. El Dios de Jesús no es así.
2. Lo que hace pensar que ese tipo de religión se ha elaborado al servicio del hombre, del pensamiento y de los intereses del hombre. La religión auténtica, la de Jesús de Nazaret, no es ésa. Y por no ser ésa -por querer cambiarla-, el poder religioso le pidió que se retractase. Y como se mantuvo en sus principios, se la jugó… El poder no admite correcciones… ni cambios, ni valores que erosionen por ayudar a los que no tienen…
3. Para entender el Mensaje del Reino, es preciso RENACER… Y si no renacemos, no entenderemos ideas nuevas que pretendan mejorar el sistema…, religioso y social. Si no renacemos, no podemos considerarnos ni llamarnos cristianos, aunque vayamos al culto… La opción por el Reino exige mucho más que asistir… al culto. La religión de Jesús es en primer lugar dar culto al hombre, empezando por los más necesitados.
4. Termino recordando al obispo Ambrosio de Milán y su enfrentamiento con el emperador Teodosio por sus atrocidades… (le impidió entrar en la iglesia mientras no pidiese perdón e hiciese penitencia), o las homilías del obispo Juan Crisóstomo dirigidas a los ricos pudientes de entonces… Si fue duro con los ricos de entonces, ¿qué les diría a los megaricos de hoy que, en la toma de posesión, acompañaron al megarico Trump…?
USO – ¡Gracias!
EEUU, BRICS, EUROPA, SUR.
En diálogo abierto conversamos con Gabriel Fernández, analista político, periodista y director de La Señal Medios, en Argentina.
¿Cómo encontrar caminos de esperanza y unidad en la era de Trump?
La importancia de los factores concretos en el análisis internacional.
https://www.youtube.com/watch?v=0iFhewGJCv4
Es un claro ejemplo de que se puede tener mucho valor sin tener cojones. Lástima que sea evidente que no se puede pedir piedad a Trumo. Trump es una alimaña y las alimañas no tienen piedad. Serán sus socios mangantes, uy perdón magnates, quienes le hagan rectificar porque no tienen personal para sus negocios.
Encima Trump le dice que pida disculpas. Por qué?. Ya mi hija dice que poco le dijo.Es lo mínimo que le puede decir “sin meterse en política”…La hipótesis de que un obispo católico español dijera algo así es estrictamente ciencia ficción…Trump responde con la típica “estupidez colectiva” que se ha instalado en el stablishment estadounidense….
Esto de la estupidez colectiva de lo debemos a Bonhoeffer que lo describe bastante bien hablando del nazismo,pero que es perfectamente extendible al payaso que han votado una minoría de estadounidenses y a los que le rodean.
No sabe la iglesia católica lo que pierde al no permitir que La Mujer entre en el sistema clerical.
Porque eso , un obispo es incapaz de hacerlo. Me refiero a uno católico. En una homilía, tal vez, pero en la toma de posesión del presidente de los EEUU, no veo a un varón haciendo lo que hizo esta señora.
Allá ellos.
Bárbaro.