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Fallece a los 94 años el físico y jesuita Manuel García Doncel

El diálogo entre ciencia y religión en Europa pierde una de sus voces más autorizadas

Manuel García Doncel nos ha dejado este domingo 26 de enero, víctima de un derrame cerebral que sufrió hace unos días y segó su vida. Como presidente actual de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta), jesuita científico y compañero en las tareas interdisciplinares, adelanto apresurado y conmovido estos rasgos para recordar a un amigo que se nos ha ido y poder así valorar sus aportaciones al diálogo entre ciencia y religión.

La opción de los jesuitas por las ciencias de la naturaleza

Desde su creación en 1540 la Compañía de Jesús tendió puentes interdisciplinares con la que se llamaba la filosofía natural, entonces emergente y considerada un peligro para la fe para muchos intelectuales de la época. Sin embargo, algunos jesuitas del famoso Colegio Romano, por ejemplo, fueron amigos de Galileo Galilei. Y esta tradición dialogante de los jesuitas con los saberes emergentes se ha prolongado hasta hoy.

Manuel García Doncel formó parte del proyecto impulsado por el padre Pedro Arrupe para que la Compañía de Jesús estuviera presente en el debate social e interdisciplinar del ateísmo.  En el año 1968, el Papa Pablo VI se dirigió al padre General de la Compañía de Jesús, Pedro Arrupe, para manifestarle su deseo de que los jesuitas se involucraran de forma activa en proyectos para el diálogo con las filosofías ateas que crecían en Europa.

Al Papa Pablo VI, en los años 60, le preocupaba la creciente extensión del ateísmo científico, una filosofía robustecida que intentaba demostrar científicamente la ausencia y, más aún, la inexistencia de Dios. Y pensaba el Papa que era necesario un frente de científicos creyentes que mostrasen la posibilidad real de ser un buen científico y ser un buen creyente en Dios y en la Iglesia. Surgía así el programa de investigación del diálogo entre la ciencia y la religión.

Por ello, siguiendo el deseo del Papa Pablo VI, la Compañía de Jesús creó el grupo Jesuits in Science; y en España, un grupo (que llegó a ser de 80 jesuitas) se inculturó administrativamente como funcionario en las universidades públicas y centros del CSIC para “encarnarse” en las nuevas culturas, sobre todo científicas, emergentes.

Desde sus inicios, hacia 1970, Manuel García Doncel fue miembro de esta misión a la que se denominó como la MUINSI (Misión Universitaria en centros que no son de la Compañía de Jesús) y desde 1974, G. Doncel pertenecía como socio muy activo a ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta) desarrollando una gran labor investigadora y divulgativa.

 

Desde la ciencia dura a la teología y a la espiritualidad

Para los que intentan dentro de nuestra sociedad occidental construirse intelectualmente un sistema de creencias y una espiritualidad coherente e interdisciplinar que integre ciencia y religión, la racionalidad científica y el seguimiento de Jesús de Nazaret, la tarea de Doncel, su vida y su  pensamiento son un referente importante.

Catedrático de Física y Académico, al jubilarse en el año 1993 inicia G. Doncel el  último periodo de su vida académica como profesor del Institut de Teología Fonamental de la Facultat de Teología de Catalunya, en Sant Cugat del Vallès. Es en ese centro de carácter universitario e interdisciplinar, ubicado en el Casal Borja, donde G. Doncel funda un seminario interno de teología y ciencias que, en 1998, se convertirá en el Seminari de Teología i Ciències de Barcelona (STICB).

Desde el año 2005 dirigía la colección Teología y ciencias de la Editorial Verbo Divino, en la que ha editado ocho volúmenes con traducciones de algunas de las principales aportaciones internacionales al campo del diálogo teología y ciencias.

Desde el inicio de su fundacíón institucional en Granada en 1969, fue un miembro destacado o activo de ESSAT, la Asociación Europea para el estudio de la Ciencia y la Religíón. Tanta fue la presencia y actividad de Doncel en ella, que en el año 2004 fue el organizador del Congreso Mundial bianual de ESSAT, celebrado en Barcelona.

          Manuel García Doncel o Manuel G. Doncel (catalán nacido en Santander, el 5 julio de 1930) fue un físico teórico e historiador de las ciencias conocido por sus trabajos sobre simetrías y sus trabajos sobre historia de la física, y su estrecha relación intelectual y personal con el conocido matemático español Albert Dou (1915-2009).

Manuel G. Doncel ingresó en la Compañía de Jesús en el año1949, con 19 años, y pronto fue destinado por sus superiores jesuitas a una formación científica universitaria intensa para completar la filosófica y teológica.

  Se licenció en Filosofía en 1956 en la Facultat Sant Francesc de Borja (San Cugat del Valles, Barcelona) y se licenció en Teología en la la Facultad de Teología de Innsbruck (Austria) en 1962, siendo alumno, entre otros, del conocido teólogo Karl Rahner.

Posteriormente, G. Doncel (como era más conocido) estudió física en la Universidad de Barcelona, donde se doctora en Física Teórica en 1967, investigando las simetrías de las partículas subatómicas, con el Prof. Louis Michel en el Institut des Hautes Études Scientifiques en Bures-sur-Yvette (París), donde mantiene una estancia desde 1964-1967 con Becas del Gobierno francés y de la Fundación Juan March.

En París, además de sus investigaciones físicas, conoce a los filósofos de la ciencia François Russo y Dominique Dubarle. Fue también varias veces visitante del CERN (Conseil Européenne pour la Recherche Nucléaire) de Ginebra, especialmente entre 1968-1970.

En  el año 1975 G. Doncel consigue la cátedra de Física Teórica en la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), en Bellaterra, donde vivía con otros jesuitas y enseñó teoría cuántica de campos, partículas elementales, y también epistemología e historia de la física

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  1. Doncel y la tarea interdisciplinar

El interés por esta última materia (la historia de la física)  llevó en el año 1983, con 53 años, al Catedrático Manuel García Doncel a fundar un Seminario de Historia de las Ciencias en la Universidad Autónoma de Barcelona (Bellaterra), que más tarde —en 1995— se convertiría en el Centre d’Estudis d’Història de les Ciències (CEHIC).

En ese mismo año, 1983, G. Doncel organizó en Sant Feliu de Guíxols (Gerona) el First International Meeting on the History of Scientific Ideas, en el que consiguió la participación de 26 conferenciantes (todos extranjeros menos dos) y varios premios Nobel de Física: Val L. FichtMurray Gell-Mann o Eugene P. Wigner. Compaginó la docencia de física teórica con el CEHIC, desde donde fue responsable de la edición y publicación de textos clásicos comentados de Hertz, Euler, Galileo o Martin.

En el año 1998, con 68 años, ingresa en la Reial Acadèmia de Ciènces i Arts de Barcelona con un discurso preceptivo para ocupar su sillón sobre Los orígenes de nuestra Real Academia y los jesuitas. Asimismo, impulsó la elaboración de un programa de doctorado interuniversitario de historia de las ciencias (1999), inicialmente dedicado a la historia de la física moderna (el origen del concepto campo, la cuantificación, las partículas elementales, etc.).

Unos años antes, en 1993, comienza G. Doncel – como hemos citado – este último periodo de su vida académica como profesor del Institut de Teología Fonamental de la Facultat de Teología de Catalunya, en Sant Cugat del Vallès. Es en ese centro, ubicado en el Casal Borja, donde Doncel funda un seminario interno de teología y ciencias que, en 1998, se convertirá en el Seminari de Teología i Ciències de Barcelona (STICB).

Desde 2005 dirigía la colección Teología y ciencias de la Editorial Verbo Divino, en la que ha editado ocho volúmenes con traducciones de algunas de las principales aportaciones internacionales al campo del diálogo teología y ciencias. De los de libros publicados, varios de ellos tienen como centro a Teilhard de Chardin, como el ya clásico de Schmitz-Moorman, Teologia de la Creación en un mundo en evolución.

Dentro de su línea de interés interdisciplinar ente Ciencia, Teología y Religión, destacan sus aportaciones a la figura del jesuita científico interdisciplinar, Pierre Teilhard de Chardin (1881-1955). Como fruto de estos trabajos, en 2008 publica un volumen: [M. G. Doncel y J. M. Romero (edit.) Actualitat de Teilhard de Chardin. Cruïlla editorial, Barcelona, 2008] que contiene aportaciones importantes sobre ciencia y religión.

 

Obra científica escrita y publicada por Manuel G. Doncel

Desde el punto de vista del historiador de las ideas interdisciplinares, se puede afirmar que la obra de Manuel G. Doncel ha recorrido un camino intelectual con tres etapas: una primera etapa, más propiamente de ciencias duras, de física pura.

A esta etapa le sucede una segunda, desde los años 80 del siglo pasado, en la que sus intereses viraron hacia la historia de las ciencias, la epistemología y la filosofía de la ciencia.

Y, finalmente, una última etapa, ya de años recientes, ya en el siglo XXI, en los que sus temas de interés se han centrado en el diálogo entre la teología y las ciencias. No significa esto que estas etapas sean compartimentos estancos, aunque sí es cierto que se pueden distinguir con bastante precisión en su curriculum.

De sus publicaciones estrictamente de ciencias duras destacamos las siguientes:

1966 (Colaboración con E. de Rafael), «Tests of SU(6)w from predictions on spin alignments»: Nuovo Cimento 42 (1966), pp. 426-430.

1967 «Polarization of resonances in a simple peripheral SU(6)w model»: Nuovo Cimento 52A (1967), pp. 617-627.

1967 Test de la simetría SU(6)w: Polarización de resonancias producidas en un simple mecanismo periférico. Tesis doctoral en Ciencias Físicas. Publicada por École Polytechnique, París 1967, 170 pp.

  • 1970 «Comments on radiative Ke3 decays»: Physics Letters 32B (1970), pp. 623-626.
  • 1970 (Col. L. Michel y P. Minnaert), «Matrices densité de polarisation», en R. Salmeron (ed.), École d’Été de Physique des Particules (Gif-sur- Yvette, 1970). Laboratoire de Physique de l’École Polytechnique, París 1970, 281 pp.
  • 1971 (Col. E. de Rafael), «Inelastic lepton scattering from nucleons and positivity restrictions»: Nuovo Cimento 4A (1971), pp. 363-382.
  • 1972 (Col. L. Michel y P. Minnaert), «Rigorous spin tests from usual strong decays»: Nuclear Physics B38 (1972), pp. 477-528.
  • 1972 (Col. L. Michel y P. Minnaert), «Constrains on spin rotation parameters due to isospin conservation»: Physics Letters 38B (1972), pp. 42-44.
  • 1972 (Col. A. Méndez), «Spin rotation parameters for inclusive reactions»: Physics Letters 41B (1972), pp. 83-86.
  • 1972 (Col. L. Michel y P. Minnaert), «Isospin constraints between three cross sections and two polarization density matrices»: Physics Letters 42B (1972), pp. 96-98.
  • 1973 (Col. P. Mery, L. Michel, P. Minnaert y K. C. Wali), «Properties of polarization density matrix in Regge-pole models»: Physical Review D7 (1973), pp. 815-835.
  • 1973 (Col. A. de Rújula y E. de Rafael), «Coincidence electroproduction reactions and positivity retrictions»: Physical Review D8 (973), pp. 839-847.
  • 1976 (Col. P. Minnaert y L. Michel), «Amplitude reconstruction for usual quasi two body reactions with unpolarized or polarized target»: Fortschritte der Physik 24 (1976), pp. 259-323.
  • 1977 (Col. L. Michel y P. Minnaert), «A Selection Rule on Angular Momentum Transfer in Reactions of the type 0− 1/2− → 1− 3/2+»: NuclPhys B119 (1977), pp. 515-538.
  • 1977 (Col. F. del Águila), «Spin test of η’(958) from its collinear production and collinear decay»: Physical Review D16 (1977), pp.8833-2835.
  • 1980 (Col. F. del Águila, M. Aguilar-Benítez, M. Cerrada y Ph. Gavillet), «Dalitz Arrays of the ω, y, A2 and A1 Resonances»: Zeitschrift für Physik C4 (1980), pp. 1-10.

 

Publicaciones de carácter interdisciplinar entre ciencias y religión

Resaltamos las aportaciones de G. Doncel a las Jornadas anuales de ASINJA (Asociación Interdisciplinar José de Acosta):

GARCÍA DONCEL, M. (1975). Lo irracional de las ciencias en su proceso genético, Actas de las Jornadas de ASINJA, Vol. I, pp 111- 140.

— —  (1978). Perspectivas religiosas del científico cristiano. Vol. III, pp 189-116.

— —  (1983). La epistemología evolucionista de Stephen Toulmin. Vol. IX, pp 101-108.

— — y ACORDAGOICOECHEA, J. P.  (1984). La crisis epistemológica y su repercusión valoral. Vol. X, pp  17-64.

— —  (1994). La Europa científica del renacimiento: Galileo. Vol. XX, pp 49-90.

— —  (2000). Internet: ¿opacidad o transparencia?  Vol. XXVI, pp 85-88.

— —  (2007). La Creación Evolutiva de la Libertad. Vol. XXXIII, pp 167-176.

— —  (2008). Cosmología científica. Perspectiva filosófica y teológica. Vol. XXXIV, pp 131-154.

— —  (2011). La técnica como factor humano de una “creación evolutiva”. Vol. XXXVII,   pp167-184.

— —  (2014)  Cosmovisión evolutiva y actualización de la teología.  Vol. XL, pp 91-134.

 

Desde los años 80 su interés de centra en la Historia de las Ciencias, de las que ofrecemos una selección:

  • 1981 «La génesis de la relatividad especial y la epistemología de Einstein»: Memorias de la Real Academia de Ciencias y Artes de Barcelona 45 (1981), pp. 197-223.
  • 1982 «La física de Altas Energías», en F. Cid (ed.), Historia de la Ciencia, 4 Edad Contemporánea (Planeta, Barcelona 1982), pp. 139-163.
  • 1982 «Quadratic Interpolations in Ibn Mucådh»: Archives Internationales d’Histoire des Sciences 32 (1982), pp. 68-77.
  • 1983 «Los Principia de Newton: I. Sobre el movimiento de los cuerpos, II. Sobre el sistema del mundo», en Historia de la Física hasta el siglo xix(Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales, Madrid 1983), pp. 105-161.
  • 1984 (Col. L. Michel i J. Six), «Interview de Eugene P. Wigner sur sa vie scientifique»: Archives Internationales d’Histoire des Sciences 34 (1984), pp. 177-217.
  • 1988 «Quantum electrodynamics settles in America: The Oppenheimer School», en L. Navarro, Història de la Física (Trobades Científiques de la Mediterrània, Maó 1987), (CIRIT, Barcelona 1988), pp. 143-154.
  • 1989 «El tiempo en la física: de Newton a Einstein»: Enrahonar 15 (1989), pp. 39-59.
  • 1989 (Col. J. Giralt y K. von Meyenn), «50 años de fisión nuclear: Una anomalía que no revolucionó la física, pero sí la historia»: Revista Española de Física 3 (1989), pp. 80-91.
  • 1991b «On the Process of Hertz’s Conversion to Hertzian Waves»: Archive for the History of Exact Sciences 43 (1991), pp. 1-27.
  • 1993 «Beiträge zur frühesten Quantenelektrodynamik», en B. Geyer, H. Herwig y H. Rechenberg, Werner Heisenberg Physiker und Philosoph Spektrum, Heidelberg 1993), pp. 105-112.
  • 1994 (Col. J. Romo), «Faraday’s initial mistake concerning the direction of induced currents, and the manuscript of series I of his Researches»: Archive for the History of Exact Sciences 47 (1994), pp. 291-386.
  • 1995a (Col. H. G. Hertz), «Heinrich Hertz’s Laboratory Notes of 1887»: Archive for the History of Exact Sciences 49 (1995), pp. 197-270.
  • 1995 «A la lueur d’une étincelle»: Les Cahiers de Science et Vie 30 (Décembre 1995, «Heinrich Hertz»), pp. 45-66.
  • 1996 (Col. J. A. de Lorenzo), «The electrotonic state, a metaphysical device for Maxwell too?»: European Journal of Physics 17 (1996), pp. 6-10.
  • 1996 «Reconsidering Faraday: the process of conversion to his magnetics curves»: Physis 33 (1996), pp. 53-84.

 

            También desde los años 80 resaltan sus trabajos sobre epistemología y filosofía de las ciencias, de las que ofrecemos una selección:

  • 1983 «De la evolución de las especies a la evolución de las ciencias»: Enseñanza de las Ciencias 1 (marzo 1983), pp. 54-57.
  • 1996 «Epistemologia i història de les ciències a les carreres científiques», en La formació del científics i tècnics per assumir la seva responsabilitat social (Fundació Catalana per a la Recerca, «Conferències i col.loquis 3», Barcelona 1996), pp. 37-39.
  • 2002 «La revolución cuántica: nueva visión en física y en filosofía», en Carmen Mataix y Andrés Rivadulla (eds.), Física Cuántica y Realidad (Facultad de Filosofía, Universidad Complutense, Madrid 2002), pp. 17-42.

    Y desde el siglo XXI renace su interés por la teología de las ciencias, de las que ofrecemos una selección:

  • 1993 «La théologie comme science expériencielle», en La fecondation mutuelle entre science et théologie, Actes du séminaire BENA 6 (Association Béna, Béna 1993), pp. 14-20.
  • 2001 El diálogo teología-ciencias hoy: I. Perspectiva histórica y oportunidad actual, Cuadernos «Institut de Teologia Fonamental» n. 39, Colección «Ensayos» (Edita CiJ, Barcelona 2001).
  • 2002 «The Word as Design-Realiser for the Creation, and the Spirit as Disorder-Restorer for the New Creation», en Studies in Science & Theology (ESSSAT Yearbook) vol. 8 (University of Aarhus, 2002), pp. 43-56.
  • 2003 El diálogo teología-ciencias hoy: II. Perspectivas científica y teológica, Cuadernos «Institut de Teologia Fonamental», n. 40, Colección «Ensayos» (Edita CiJ, Barcelona 2003).
  • 2004 «The kenosis of the Creator and of the created co-creator»: Zygon 39 (2004), pp. 791-800.
  • 2006 «The Kenosis of the Creator, his Creative Call and the Created Co-Creators»: European Journal of Science and Theology 2.4 (diciembre 2006), pp. 5-13.
  • 2007 «Teología de la evolución (I): La autotrascendencia activa, Karl Rahner 1961»: Pensamiento 63 (2007 Serie especial «Ciencia, Filosofía y Religión», n. 1), pp. 605-636.
  • 2008 «Teología de la evolución (II): La llamada creadora trinitaria, Karl Schmitz-Moormann 1997»: Pensamiento 64 (2008), pp. 783-814.
  • 2009 «Teología de la evolución (III): El Espíritu Santo como fuente de la novedad emergente, Denis Edwards 2004»: Pensamiento 65 (2009), pp. 623-667.

 

Referencias

  • Casadesús, Ricard (2011) “Investigación transdisciplinar: ciencia, filosofía y teología”, en: Jesús Romero Moñivas (ed.) De las ciencias a la teología. Ensayos interdisciplinares en homenaje a Manuel García Doncel(Verbo Divino, Estella) (Cf. Epígrafe 1. Semblanza de Manuel G. Doncel).
  • Pascual, Ramón (2011) “Manuel García Doncel, profesor de la UAB”, en: Jesús Romero Moñivas (ed.) De las ciencias a la teología. Ensayos interdisciplinares en homenaje a Manuel García Doncel(Verbo Divino, Estella).
  • Romero Moñivas, J. (edit.). (2011). De las ciencias a la teología. Ensayos interdisciplinares en homenaje a Manuel García Doncel (Verbo Divino, Estella), 432 páginas.  ISBN: 978-84-9945-191-6
  • Sequeiros, (2011) “Ciencia y religión en Oriente  en el siglo XVII: Matteo Ricci (1552-1610)”, en: Jesús Romero Moñivas (edit.) De las ciencias a la teología. Ensayos interdisciplinares en homenaje a Manuel García Doncel. (Verbo Divino, Estella, pág. 263-284.

 

7 comentarios

  • mariano alvarez valenzuela

    Estimado Leandro, respondo a tu comentario que has añadido a tu artículo sobre el diálogo de ciencia y religión.
    Agradezco tu profunda reflexión sobre la figura de Manuel G. Doncél y su propuesta de situar la fe en un contexto evolutivo, destacando su visión de la Kénosis divina como clave para comprender el papel del ser humano como co-creador. Permíteme, sin embargo, compartir contigo algunas matizaciones que considero fundamentales para aclarar y enriquecer el diálogo sobre el Reino de Dios y su relación con la razón epistemológica.
    Soy consciente que, en la visión de Manuel G. Doncel, la fe tiene primacía sobre la razón, pero en un sentido que no subordina ni anula la importancia de la ciencia. La fe actúa como un horizonte trascendente que da sentido y dirección al conocimiento científico, situándolo en un contexto más amplio que incluye dimensiones éticas, espirituales y escatológicas. Pero, al integrar la evolución cultural y epistemológica interdisciplinaria, en su teología, como así creo apreciar, evidencia una preocupación legítima por comprender cómo la humanidad, en su devenir histórico, participa del acto creador divino.
    Sin embargo, me parece importante subrayar que el Reino de Dios no depende radicalmente de dicho progreso, como tampoco de ese diálogo interdisciplinar. La fe cristiana se fundamenta en la Palabra encarnada, en Cristo, quien trasciende no solo la razón humana sino también cualquier proceso evolutivo del conocimiento. Cristo mismo, al afirmar que “el cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Mt 24, 35), nos recuerda que el Reino no está sujeto al tiempo ni a las categorías humanas de progreso o evolución.

    La Kénosis divina, como vaciamiento de Dios en la encarnación, en la persona de Cristo, no es simplemente un modelo de amor y entrega, sino la manifestación suprema de un Dios que entra en nuestra historia desde una trascendencia absoluta.
    Sin esta entrada en la historia, en mi opinión, estaríamos huérfanos, sin punto de anclaje, flotando en una evolución sin principio al que acogernos. En Cristo, el Reino ya ha acontecido. No es un ideal al que debamos llegar mediante la maduración de la razón, sino una realidad ofrecida gratuitamente y que exige una adhesión incondicional a Su Palabra.Es cierto que la ciencia, la cultura y el conocimiento humano nos pueden ayudar a profundizar en nuestra comprensión del mundo y en nuestra responsabilidad como co-creadores. Sin embargo, esto no implica que el Reino de Dios dependa de estos logros. La fe en Cristo no es una construcción epistemológica, ni una meta evolutiva, sino un acto libre y radical de confianza en la Persona que se nos ha revelado en cuerpo y alma y no en razones. Este acto de fe trasciende el tiempo, el progreso y la razón, porque su fundamento no es humano, sino divino.Quisiera destacar también que, aunque la razón es un don precioso que nos permite buscar la verdad, su alcance es limitado. Ningún desarrollo epistemológico, por sofisticado que sea, puede agotar el misterio de Dios.Por eso, el sentido de la existencia no depende del progreso humano, sino de esa adhesión incondicional, de ese vaciamiento hasta el extremo, para poder acoger su Palabra, tal y como la propia persona de Cristo se nos presenta en comunión con el Padre.Esta comunión, que ya es posible aquí y ahora por la gracia del Verbo encarnado, no requiere que la humanidad alcance un determinado nivel de desarrollo cultural o epistemológico. El Reino de Dios no se realiza en función de nuestras capacidades, sino en función de la adhesión a la Palabra de Dios, que es eterna e inmutable.

    Por último, quiero resaltar que el Reino de Dios no es una meta futura que esperamos construir, sino una realidad que ya está presente entre nosotros, como lo proclamó Jesús: “El Reino de Dios está entre vosotros” (Lc 17, 21). Esta presencia no está condicionada por nuestras obras ni por el devenir histórico, sino por el acto de amor divino que nos invita a participar en Su vida desde la libertad que ejercemos desde nuestra voluntad.Si fuese una meta alcanzable por nuestro propio esfuerzo, sería un contrasentido, el que lo trascendente estuviese condicionado y determinado por lo contingente. La epifanía de Dios, estaría de más.En definitiva, mientras que la razón y el progreso son herramientas valiosas en nuestra existencia terrenal, no son condiciones determinantes, para que el Reino acontezca. Este Reino está fundamentado únicamente en la promesa de Cristo, que trasciende el tiempo y las limitaciones humanas. Promesa que al ser aceptada ilumina a la razón y a la praxis humana a su máximo exponente. Nuestra respuesta debe comenzar por una adhesión incondicional a esa Palabra eterna, sin depender de los vaivenes del conocimiento humano.Espero que estas reflexiones contribuyan a nuestro diálogo y profundicen en la riqueza de lo que Manuel G. Doncel nos ha legado, iluminando siempre el horizonte del misterio de Dios que nos llama desde Su amor infinito.Esta es mi apreciación, mi metabolización, de lo que mi alambique epistemológico personalista destila, sin menosprecio de ninguna epistemología interdisciplinar y reconociendo la torpeza de mi palabra al entrar en lo inefable.

    Espero no haber roto ningún esquema desde mi testimonio personal al respecto y desde mi corto entender, pero siempre abierto.  

  • carmen

     Mis condolencias a los amigos y familiares de don Manuel García Doncel. 

    Hola señor Valderas.   Me alegro de ver que sigue usted en plena forma.   Al leer lo que ha escrito creo que he entendido por qué entró ese muchacho de apellido con tanta resonancia cientifica.       Me encanta leer sus historias y cuando toca un tema de ciencia,  lo encuentro muy interesante.              Me apetecía saludarle.     Un abrazo.

  • LEANDRO SEQUEIROS

    Cuando empezó a sentir los efectos de la enfermedad, le hicimos un homenaje y se publicó un articulo con algunas de sus propuestas: 

    Manuel G. Doncel y la kénosis del creador.
    Dios hace una llamada creativa y los humanos somos co-creadores creados  Homenaje al jesuita científico interdisciplinar Manuel G. Doncel
    La Kénosis del creador (diciembre de 2006)     Tal vez en este denso trabajo publicado por la European Journal of Science and Theology, [December 2006, Vol.2, No.4, 5-13] con el título “La kénosis del creador, su llamado creativo y los co-creadores creados”. Manuel G. Doncel ofrece una síntesis de su pensamiento. En este artículo intenta enriquecer la conocida concepción de Philip Hefner sobre los co-creadores creados con dos ideas complementarias: el ejemplo dado por la kenosis del Creador, y una reflexión sobre su ‘llamada creativa’ a través de la cual, según Karl Schmitz-Moormann, lleva a cabo la creación continua de nuestro mundo evolutivo. De esas ideas complementarias, G. Doncel infiere consecuencias aplicables a la emergente era de la Ciencia y de la Tecnología. En una línea cercana a Teilhard, considera el trabajo humano y la ciencia producida por agentes creados como tarea de los co-creadores (en sentido de Hefner y Schmitz-Moormann) en cuatro niveles diferentes de la realidad: cósmica, interpersonal, escatológica y global. G. Doncel considera que la Ciencia y la Tecnología humanas como un momento evolutivo en nuestra variación cultural y genética, que se vuelve teológicamente decisivo desde una perspectiva escatológica. Para justificar esta hipótesis, parte del programa teológico de Philip Hefner sobre el ser humano como co-creador creado, y distingue, en diferentes secciones, entre las limitaciones y responsabilidades del ser humano como agente creado, y sus posibilidades e ideales como co-creador, siendo ‘imago Dei’. También considera G. Doncel la idea profunda de la Kenosis del Creador, que constituye la raíz misma de Su “principio de amor”, y luego debe ser imitada por lo que Hefner denomina los co-creadores creados. Por lo tanto, el autor destaca previamente algunos aspectos de esta kénosis presentada por Jürgen Moltmann en relación con la creación y la escatología.

    Esta visión de la kénosis divina puede aclarar el propósito de Dios para el universo y su destino eterno. Pero en lo que sigue, presentaré algunas ideas nuevas de origen teilhardiano, que fueron elaboradas por Karl Schmitz-Moormann. Estas propuestas y formulaciones nuevas surgen del estudio del modo evolutivo de la creación de Dios bajo la metafísica del devenir a través de la unión. Y estas están coronadas por la visión profunda de la creación continua de Dios como una creatio appellata, una llamada creativa, invitando a las criaturas a acercarse ontológicamente a Él en medidas crecientes en su unión trinitaria.

  • José María Valderas

    A modo de excepción y en homenaje a García Doncel.Fuimos amigos. Bastante amigos. Le invité a escribir un artículo para Investigación y Ciencia sobre Hertz. Para entonces se había entregado ya a la historia de la física, abriendo una colección de ediciones críticas de distintos autores de la matemática y la física clásica, que trabajó con Roquer, su sucesor en la Autónoma de Barcelona en el Instituto creado ad hoc. Recuerdo cómo en cierto momento de crispación sindical, azuzada por Raventós y el Guti, me tocó librarlos, a Doncel y Alberto Dou, de una agresión plausible en las puertas de la editorial. Como jesuitas se mostraron dispuestos a aceptar con entereza todo lo que parecía iba a caerles encima, pero al final salimos por piernas pero airosos. Dou, un matemático de Olot catedrático en Caminos de Madrid, se entregó en la jubilación a las relaciones entre fe y ciencia. Fue maestro de Miguel de Guzmán, otro gran divulgador y de Camino, una profesora que cogió su antorcha y a quien conocí en Oxford, en el Manchester College, con motivo de un Congreso patrocinado por la Fundación Templeton.

    García Doncel era, como buen sordo, un hombre de profunda vida interior. Pero también sabía terciar cuando se recriminaba o se hacía chanza banal de la Iglesia. Recuerdo cierta réplica a Jesús Mosterín en un simposio sobre el centenario de Newton. Mosterín, por otro lado, no sabía física y andaba bastante descalzo en historia d la ciencia, pero tenía un finísimo olfato para saber quién le podía echar un capotazo. En la reunión de sant Feliu de Guixols a la que alude el autor asistió también M. Rees, catedrático de Cambridge, quien en 1999 publicaría Just Six Numbers, que renovaría la cuestión de diseño, malgrè lui, y replantearía muchas cuestiones básicas de las relaciones entre ciencia y fe. Pude saludar allí también a Joseph Silk, para mí entonces el físico que con mayor hondura conocía las relaciones con la fe. Hace unos años falleció Pedro Acordagoicoechea Goicoechea, Acorda para los amigos, o para los jesuitas de sant Cugat Goicoechea (Acorda+1). Lo conocí y lo llevé a la editorial Labor por indicación de Doncel. Ambos pusieron las bases del grupo de Sant Cugat, con Acorda impartiendo incluso la lección inaugural del curso en la Facultad de san Paciano sobre un tema de “preámbulo de la fe”, como comentábamos. Manuel era muy amigo de sus amigos. Y comprobé el respeto que recabó de sus compañeros académicos. Pedro Pascual, el padre de los cuánticos españoles, siempre le llamaba Padre Doncel. Y ya se sabe que el trato releja la categoría que una persona nos merece.Descanse en paz. In paradisum deducant te angeli. Un abrazo, Padre Doncel

    • Nacho Dueñas

      Hombre, Valderas, por aquí se ha preguntado por ti. Yo entre ellos. Espero que estés bien. Saludos.

    • Antonio Llaguno

      Cierto que se te echa de menos… aunque no te imagino “saliendo por piernas” con lo que te gusta pelear.  😉 🙂

    • Santiago

      Yo también me uno a los compañeros de ATRIO para saludarle y seguir echándole de menos…que es una forma de sugerir que, al menos, de vez en cuando, de una vuelta por acá

      Un saludo cordial

      Santiago Hernández

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