UNO. –

Fue Anatole France quien nos advirtió de que el futuro está oculto detrás de los hombres que lo hacen. He hecho una lista de algunos de los nombres que deben alertarnos de por donde se pretende construir ese futuro tras la campaña electoral que ha llevado a Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos. Se calcula que de los 70 multimillonarios que controlan Silicon Valley, unos 20 apoyan a Trump. Forman la que se ha denominado derecha tecnológica, convertida en nuevo centro de poder político.

El dinero privado de esos 20 millonarios se ha constituido en el sistema nervioso central de la batalla electoral de estos pasados meses. Y la han ganado. Pueden informarse sobre la derecha tecnológica en las publicaciones del Berkeley Center for Right-Wing Studies. Han considerado que las actuaciones de la Administración Biden ponían en riesgo el futuro de la tecnología y, por ende, el de los Estados Unidos al permitir que China tomara la delantera. Anunciaron en su podcast “The Ben & Marc Show” apoyar a Trump. Retengamos el nombre de Peter Thiel, creador de PayPal y de Palantir Technologies, enriquecido con su inversión en Facebook y el primero de esos 20 multimillonarios en apoyar a Trump. En su biografía afirma que “el progreso tecnológico debe llevarse adelante sin descanso y sin preocuparse, o casi, por los costes potenciales o los peligros para la sociedad”. La revista The Atlántic lo describe como la destilación pura de la ética que domina Silicon Valley y está en el punto central de encuentro del movimiento ideológico de los conservadores estadounidenses que se reúnen para redefinir la línea política y su base filosófica del Partido Republicano. Así se manifiesta el programa del partido republicano: “Derogaremos el peligroso decreto de Jose Biden que obstaculiza la innovación en IA e impone ideas de izquierda radical al desarrollo de esta tecnología. En su lugar, los republicanos apoyaremos el desarrollo de la IA basada en la libertad de expresión y el desarrollo humano”. Trump ya se había declarado antisistema y había lanzado la idea de drenar el pantano de la sociedad norteamericana (y mundial, por cierto). Esa derecha tecnológica desea que el dinero publico se gaste no en reducir desigualdades, sino en la financiación del progreso tecnológico, rechaza la discriminación positiva y la diversidad como un valor a potenciar. Aunque mantienen diferencias con los conservadores clásicos estadounidenses hay un movimiento tendente a trabajar juntos para determinar en las próximas décadas la cultura y la política del país. Como otros pilares ideológicos de esa tendencia política y de cultura social se encuentran el filosofo Yoran Hazony que escribe sobre las virtudes del nacionalismo, el ensayista Michael Anton que lo hace sobre la llegada de Estados Unidos a un punto de no retorno, Stephen Wolfe que ha publicado un alegato en favor del nacionalismo cristiano, el filósofo católico Patrick Deneem que lo ha hecho sobre el cambio de régimen político hacia un necesario futuro postliberal. Recojo sus nombres pues ya en 2023 el New Yok Times advertía que ignorar a estos desconocidos teóricos sería despreciar el papel de los intelectuales en las nuevas políticas republicanas, pues con sus escritos y conferencias alientan a los dirigentes de la derecha republicana a hacer cosas que hace unos años no hubieran podido imaginarse. Hace meses escribí aquí sobre el “Proyecto 2025” redactado por la Funfación Heritage, texto de 1.000 páginas, hoja de ruta de la próxima Administración Trump.

DOS. –

El discurso público y político de Trump se basa en una reiterada ruptura de límites de las reglas y normas que construyen la existencia colectiva y la hacen aceptable por los ciudadanos y así: 1/ desprecia y ridiculiza las resoluciones judiciales, 2/ amenaza a la prensa escrita o en línea, 3/ insulta y degrada a su oponente sin motivo, 4/ deshumaniza la condición de los más pobres o migrantes sin sostén económico, …

Aparece como un poder fuera de control por las instituciones democráticas. Realiza una aparición escénica grotesca del poder, que ha estado y está en las derivas autocráticas, burlando las instituciones a las instituciones. Utiliza el exceso conectado con la lógica de los algoritmos mediáticos, apoyando las noticias falsas que circulan por la red social, polémicas, emocionales o dramáticas.

El discurso de Trump oculta la omnipotencia de lo negativo y del colapso del que participa. Ya es sabido, incluso por experiencia personal de casi todo el mundo, el poder de lo negativo. La semiótica viene afirmando y demostrando que lo negativo, en sus múltiples variantes posee una fuerza de atracción más intensa que lo positivo, y que tiende a imponer su ley.

Rechaza contundentemente las decisiones que le son contrarias efectuadas por instituciones legítimas: 1/ no reconoce el veredicto negativo de las urnas en 2020, 2/ rechaza los resultados electorales del 5 de noviembre, si no le fueran favorables. 3/ negativa a aceptar el veredicto de los jueces en Nueva York. Consigue paralizar reacciones y manifiesta la impotencia del sistema democrático para combatir positivamente la contradicción.

Donald Trump con su construida despreocupación burlona – cual un bufón de corte de los Austrias – intenta destruir los principios de coherencia, contradicción, verosimilitud, progresión. Demuestra lo débiles que son los diques de la razón discursiva para resistir el embate del poder de la exageración sin freno: 1/ condenado en julio por varios cargos criminales y civiles permanece libre e impune y no pierde su electorado, 2/ 108 amenazas directas a la prensa, con apoyo de los accionistas del Washington Post y del Los Angeles Times, 3/ denuncia que los migrantes comen gatos y perros, pero recibe el voto del electorado de las minorías étnicas. La reacción social previsible e instintiva más elemental es destruida por una risa trágica, cuando esas afirmaciones públicas no tienen consecuencias en la esfera social. Ese poder de burla y entretenimiento ha recibido adhesión de los sectores de población masculina en proceso de degradación económica y social.

Mazazo pues, al “sentido común” que debe preocuparnos profundamente, porque será muy difícil cerrar las crecientes fracturas sin un espacio de inteligibilidad común. Puede verse en “Donald Trump o la teoría del bufón” artículo de Christian Salmón publicado en el diario en línea AOC, el 5 de noviembre. Sobre el poder de lo negativo escribió ampliamente el filosofo francés Paul Ricoeur.

TRES. –

1/ Opiniones del arzobispo presidente de la Conferencia Episcopal:

• 1) los ciudadanos españoles estamos viviendo “las deficiencias del ejercicio democrático, la falta de respeto al principio de legalidad y la supresión de facto de la separación de poderes”,
• 2/ deficiencias que “alimentan el deseo de algunos líderes de construir democracias más autoritarias, con poderes fuertes o semidictatoriales, frenando el diálogo, la escucha y el consenso a favor del bien común”,
• 3/ democracia “qué tipo de ciudadanos genera, cuál es su protagonismo social y que consecuencias provoca en el tejido social el cultivo incesante, a cambio del voto, del ‘derecho a tener derechos’; qué hace con la tradición recibida y cómo proyecta a largo plazo, más allá de las exigencias de las próximas elecciones”,
• 4/ “los partidos autodenominados progresistas, críticos del sistema económico dominante, promueven y defienden antropologías radicalmente insolidarias en el campo de la vida, los afectos y el ’empoderamiento’ de identidades parciales y desvinculadas, lo que les hace abandonar de facto una propuesta de verdadera innovación económica y social”,
• 5/“los partidos que se resisten a ser denominados conservadores y que, aun con la boca pequeña algunos, dicen defender vida, familia y subjetividad de la sociedad, promueven y defienden un sistema económico y una manera de ejercer la política que promueve la misma práctica antropológica que sus adversarios políticos promueven sin complejos”. Conclusión mitrada sobre ambos tipos de partidos “se complementan y retroalimentan”. Oliver Sacks, neurólogo: “La gente a la que se considera loca vive las mismas aventuras épicas que los mitos griegos”.

2/ Actuaciones del cardenal de Madrid: relanzamiento de la Escuela de Líderes Católicos, iniciativa suya, para preparar a jóvenes interesados en la acción social y político desde una perspectiva ética y cristiana y su impacto en la sociedad civil. Este lanzamiento se llevó a cabo el pasado dia 26, durante la jornada internacional: “Una nueva política para un mundo en cambio”, con la Academia Internacional de Líderes Católicos, cuyo fundador  y director, José Antonio Rosas, ha afirmado: “Este relanzamiento es una oportunidad excepcional para iniciar la formación de miles de jóvenes que buscan llevar los valores del Evangelio a la vida social, política y económica”. Jose Maria Arizmendiarrieta, sacerdote guipuzcoano, impulsor de las Cooperativas de Mondragón: “No lamentos, sino acción”.

3/ La realidad es la que cura: En este momento de nuestra patria, secularizada y pagana, existe en su geografía 8.000 hermandades y cofradías católicas inscritas en el Registro oficial de Instituciones Religiosas. Los estudios estadísticos del pasado 2023 consideran que se agrupan en ellas, como cofrades y costaleros, unas 3.000.000 de personas. Son la mayor onegé de España. Harían bien los políticos, los académicos, los intelectuales no inscritos y los escribidores despreciadores de lo religioso en sumar los afiliados a los partidos nacionales junto a los de filiación independentista y luego pontificar sobre el inmediato futuro. Los dirigentes talares de la Iglesia católica si saben sumar. Repasen el 1 y el 2 de este TRES si es que lo han dudado alguna vez.

CODA. –

1/ El general retirado Keith Kellogg, de ochenta años, ha siso elegido por Trump como comisionado para Ucrania y Rusia.Presidió, pro tempore, el Consejo de Seguridad Nacional, en el gabinete de política exterior de la Casa Blanca, durante primer mandato del electo presidente. “Cualquier futura ayuda militar estadounidense exigirá a Ucrania que participe en conversaciones de paz con Rusia”, escribió en abril. Defiende que la adhesión de Ucrania a la OTAN ha de paralizarse durante periodo largo para “convencer a Putin de que participe en las conversaciones de paz”. Apoya lo que dijo Donald Trump en 2023, “quiero que todo el mundo deje de morir”.

2/ Su Gracia Guli Francis Dehgani, obispa de Cheinsford, se perfila como candidata a primada de la Iglesia Anglicana. Llegó a la Gran Bretaña a los 13 años, procedente de Irán. Hay 108 obispos anglicanos en Inglaterra y Gales. Al sucesor del dimitido y actual primado lo elige una Comisión de nombramientos de la Corona, compuesta de 16 miembros presididos por el primer ministerio, que Keir Rodnei Starmer, ateo, socialista y casado con una judía. Menos mal que los cardenales no pueden ser ateos, ni socialistas, ni casarse con musulmanas, judías, protestantes y otras heréticas percepciones. La enorme ventaja del catolicismo es que las elecciones al poder absoluto las dirige sutilmente el Espíritu Santo, tercera persona del Dios al que nadie ha visto ni puede ver. Eso garantiza la imposibilidad de contar con un rey divorciado y casado de nuevo y un primer ministro designante de la primada anglicana, que sea ateo y negacionista religioso y, para más inri, socialista aguado. Un horror, esto de las herejías con poder económico y político.