Insisto en que ATRIO debe agradecer a Olga su breve comentario semanal de los versículos evangélicos de la liturgia dominical, que son comunes para el grupo religioso más numeroso del mundo. Dentro de los fines de extender a la genta más sencilla una lectura más actual de los evangelios, desde una perspectiva no clerical y más socio-humanista, converge con las finales de ATRIO desde el principio. Y ninguna oposición con los trabajos exegéticos de Salvador Santos. También Olga es biblista y teóloga, profesora en la Universidad Javeriana de Bogotá. Y cooce bien las modernas perspectivas exegéticas, incluida la que fue avanzada por Juan Mateos. ¿Por qué no fijarse más en lo que ella dice en sus comentarios? Olvidaros, si queréis, de cómo yo los califiqué de “homilías feministas”. AD.
Solo el amor a Dios y al prójimo permiten entrar en el reino de Dios
Se acercó uno de los escribas que le había oído y le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? Jesús le contestó: El primero es: Escucha Israel: el Señor nuestro Dios es el único Señor, y amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No existe otro mandamiento mayor que éstos. Le dijo el escriba: Muy bien, Maestro: tienes razón al decir que Él es único y que no hay otro fuera de Él y amarle con todo el corazón, con toda la inteligencia y con todas las fuerzas y amar al prójimo como a sí mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Y Jesús, viendo que le había contestado con sensatez, le dijo: No estás lejos del Reino de Dios. Y nadie más se atrevía ya a hacerle preguntas. . (Mc 12, 28b-34)
Estamos más acostumbrados a ver a los escribas enfrentándose a Jesús o preguntándole con alguna doble intención, pero en este texto, la situación es diferente. El escriba ratifica lo que dice Jesús y Jesús afirma que no está lejos del reino de Dios. Por lo menos este pasaje nos permite ver que es posible coincidir en lo fundamental y vivir una mayor unidad en la experiencia de fe. Aunque conviene recordar que el mismo pasaje, contado por los otros evangelistas -Mateo y Lucas- si muestra al escriba que le pregunta con la intención de ponerlo a prueba.
Pero veamos el diálogo porque es muy interesante. El escriba le pregunta cuál es el primero de los mandamientos. Hemos de recordar que los escribas reconocían 613 mandamientos, de ahí que la pregunta, a la hora de la verdad, no es tan sencilla. Jesús responde señalando dos mandamientos que no están en los conocidos diez mandamientos. Se remite al texto del Deuteronomio 6, 4-5 donde se encuentra la conocida expresión: Shema (escucha) Israel amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y le añade “con toda tu mente”. En realidad, el amor al que se refiere Jesús no es solo un sentimiento, sino que supone una decisión (corazón), una actitud en lo cotidiano de la vida (alma) y con todas las capacidades (fuerzas).
Además, se refiere al segundo mandamiento de amar al prójimo. Para los judíos el prójimo es siempre otro judío. Sin embargo, la praxis de Jesús nos permite ver que Jesús extendía la connotación de prójimo a otros que no eran judíos: el samaritano caído en el camino, la cananea que le pide un milagro, y el mismo mandato que da de amar a los enemigos.
El escriba reconoce la validez de la respuesta que ha dado Jesús, especialmente porque este amor vale más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús fue un crítico en su vida histórica de un culto vacío que no pone en primer lugar al prójimo y su respuesta así lo confirma. Pero en este caso también el escriba lo confirma. Por eso Jesús dirá de él que no está lejos del reino de Dios.
Sería muy importante que también para nosotros estos dos mandamientos marcaran nuestra praxis cristiana e iluminaran todas las decisiones ante las situaciones concretas de la vida. No faltan las corrientes que anteponen las leyes al amor a las personas, ni corrientes que anteponen el culto a la vida de las gentes. Se enfatiza demasiado en cumplir los mandamientos y Jesús contrasta esas actitudes, poniendo las normas al servicio de la vida. También se emplean demasiadas energías en el culto, descuidando el amor al prójimo en lo concreto de cada momento. Nos convendría mucho detenernos en pasajes tan claros como este, donde el amor es el verdadero sentido de la vida cristiana para no enredarnos o enfrascarnos en normas, preceptos y cultos que solo ponen cargas pesadas a las personas sin favorecer la vida y la liberación de toda dificultad. El amor al prójimo siempre será el testimonio creíble del Dios a quien decimos amar y el amor a Dios es imposible tenerlo sin concretarlo en el prójimo a quien podemos ver, como dice la primera carta de Juan. Solo estas actitudes harán que Jesús pueda decir de nosotros que no estamos lejos del reino de Dios. Y, definitivamente, allí es donde queremos estar.
Pues no lo leo, lo tengo clarísimo.Y allá va un apunte. Porque tu entrada sí la he leído, Antonio. Porque no es sencillo, a veces, hacer lo que sabes que tienes que hacer. Se necesita su tiempo. Al menos lo necesito.
Ahora que estás de búsqueda profunda, estaría bien que te planteases cual es la última causa por la que publicas estos comentarios.
Porque no entiendo. Salvador hablando de Lucas y esta señora , también.
A lo mejor tú tienes tu respuesta. En realidad es lo único que le importa a cada persona. Es una sugerencia.No sé
¡Hola!
1- ATRIO debe agradecer a Olga su breve comentario semanal de los versículos evangélicos de la liturgia dominical, que son comunes para el grupo religioso más numeroso del mundo.
Ad 1: Ok! Comentario para católicos
2- Dentro de los fines de extender a la genta más sencilla una lectura más actual de los evangelios, desde una perspectiva no clerical y más socio-humanista, converge con las finales de ATRIO desde el principio.
Ad 2: + o – Ok! Su “actualización” es ‘falaz’ (cfr. Ad 3).
3- Y ninguna oposición con los trabajos exegéticos de Salvador Santos. También Olga es biblista y teóloga, profesora en la Universidad Javeriana de Bogotá. Y conoce bien las modernas perspectivas exegéticas, incluida la que fue avanzada por Juan Mateos
Ad 3: + o – Ok!:
a) Coincide con S.S en el 1er. Mandamiento: un Señor (Dios Padre);
de cuya “actualización” no coincido para mi percepción ‘Sur-Americana’:
(el 2do. Mandamiento (Hermano) desplaza e inutiliza al 1ero.)
b) Leo: “Estamos más acostumbrados a ver a los escribas enfrentándose a Jesús o preguntándole con alguna doble intención, pero en este texto, la situación es diferente.”
Para Juan Mateos se trata de un Tríptico (el tercero) compuesto por:
1°- Mc 12,28-34
2°- Mc 12,35-37
3°- Mc 12,38-40
(el Texto del 1°- pertenece a al Contexto de los otros 2°- y 3°-)
Juan Mateos ‘Nuevo Testamento’ (Pág.251)
Mc12,28-40. Tercer tríptico: Jesús y los letrados.
a) (12,28-34): Un letrado fariseo. Busca solución a una discusión de escuela (28). Respuesta de Jesús: En el AT no había un sólo mandamiento principal, sino dos: el amor/fidelidad a Dios era inseparable del amor/lealtad al hombre. Dios era el valor absoluto (con todo tu corazón, etc.), el hombre, relativo (como a ti mismo). Tal era el llamamiento hecho a Israel en la antigua alianza (Escucha, Israel, cf. Dt 6,4s), que los dirigentes han traicionado con su explotación del pueblo (11,17) (29- 31). El ideal de amor propio del Reino será propuesto en la institución de la eucaristía (14,22-25; cf. 10,45; 13,37). El letrado afirma la precedencia de estos dos mandamientos sobre los preceptos cultuales, que pretendían honrar solamente a Dios (32-33). Quien está por el bien del hombre no está lejos del Reino (cf. 1,15: enmienda). Invitación implícita de Jesús. El letrado no da su adhesión a Jesús. Teoría sin práctica (34).
b) (12,35-37): Doctrina de los letrados sobre el Mesías. Desde la entrada en Jerusalén y la aclamación mesiánica de la multitud (11,9s), estaba pendiente la cuestión del mesianismo de Jesús. Ataca la doctrina de los letrados. El Mesías no es hijo/sucesor de David (cf. 10,47s), sino su Señor (cf. 11,3). Es decir, David no es modelo para el Mesías ni el reino de éste va a limitarse a Israel. Jesús rechaza el mesianismo davídico, el de un rey guerrero y victorioso, fomentado por la enseñanza oficial (letrados). La restauración de trono de David y la hegemonía de Israel sobre los demás pueblos no son más que una ilusión y son incompatibles con el designio universal de Dios (cf. 8,33: «la idea de Dios»; 3,14, Israel, al servicio de los demás pueblos).
c) (12,38-40): Praxis de los letrados, su ambición de honor y dinero. Deseo de prestigio y preeminencia (38); quieren ser siempre primeros (39; cf. 9,35; 10,44). Utilizan la religión para explotar a los débiles (cf. 7,6s) (40).
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