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Sobre el evangelio de Lucas, 2

La mirada de Lucas

  1. Perspectivas desemejantes por historias diferentes

Los Evangelios son extractadas pedagogías cuyo objetivo principal pretende disipar dudas respecto a Jesús de Nazaret e instruir sobre su enseñanza, su praxis, y el desarrollo de su Proyecto. Los acontecimientos que sobrevinieron al protagonista de sus escritos a causa de sus actuaciones fueron narrados de manera que subrayaran el sentido de cuanto hizo con la mayor profundidad posible. Cada una de tales formulaciones (Marcos, Mateo, Lucas y Juan) demuestra estar diseñada y construida desde perspectivas históricas diferentes. También eran distintas las comunidades destinatarias de tales documentos. Sus desemejanzas avisan de la obligación de examinar los relatos teniendo en cuenta el foco y las circunstancias desde las que sus autores las redactaron.

  1. El desatino de no atender las desemejanzas

La extendida y frecuente costumbre de acudir a los evangelios usándolos como si se trataran de colecciones de dichos y sentencias tiene garantizado el desatino. Olvidar el trazado pedagógico de los escritos conduce al extravío. De forma habitual, se suele recurrir a afirmaciones de los textos con el único fin de avalar ciertas ideas amasadas una y otra vez como verdades inmutables. Tal forma de acercarse al Evangelio revela no pocas veces la ignorancia de quien así actúa y deja traslucir en muchas ocasiones los ocultos intereses que mueven a ese uso fraudulento de los textos. Sin un análisis a fonde de cada uno de los relatos y olvidando el contexto histórico desde el que se escribieron resulta fácil llegar al desvarío y la fantasía.

 

  1. Lucas está en otro contexto distinto al de Marcos

Lucas empleó a Marcos como su fuente principal. Marcos ocupa más de la mitad de su evangelio. Pero uno y otro escriben en épocas muy distantes y diferentes. Las circunstancias han cambiado de forma sustancial desde el primero al segundo. Marcos escribió estando el colectivo de discípulos oculto y atrapado en el miedo. En cambio, cuando Lucas comienza su tarea, un buen número de comunidades han trazado su vida habiéndose adherido al Proyecto de sociedad alternativa, iniciado por el Galileo: el denominado en aquel contexto: el reinado de Dios. El tercero de los evangelistas propondrá, pues, el mensaje desde una pedagogía muy diferente a la de Marcos.

 

  1. Marcos buscó superar el miedo al Proyecto. Lucas, ahondar en sus orígenes

Marcos trató con su pedagogía que se superara el desasosiego y la cobardía. En tiempos de Lucas, por el contrario, las comunidades tienen ya experiencia de la libertad y conocen la nueva forma de vivir como células sociales singularizadas por la fraternidad. Lucas se esmerará en explicar los orígenes de esa vida. Seguirá, eso sí, a Marcos, pero haciendo cambios desde su mirada, permutando situaciones y adelantando hechos. Esa manera de hacer de Lucas demuestra que no actuará como cronista. Su interés no se centró en establecer el instante y el emplazamiento de los hechos, sino en destacar cómo desde un principio se percibe ya cuál será el desarrollo y el final de la Propuesta de Jesús, algo experimentado ya por los colectivos destinatarios de su escrito.

Lucas presenta un arranque de la actividad pública de Jesús muy distinto al ofrecido por su fuente principal, Marcos. El primero de los evangelistas comenzaba:

“Cuando entregaron a Juan llegó Jesús a Galilea y se puso a proclamar la buena noticia de parte de Dios. Decía:
– Se ha cumplido el plazo, está cerca el reinado de Dios. Enmendaos y tened fe en esta buena noticia” (Mc 1,14-15).

 

  1. El texto de Lucas

Lucas, en cambio, hace una breve introducción sin que aparezca intervención directa del Galileo

“Con la fuerza del Espíritu regresó Jesús a Galilea, y la noticia se difundió por toda la comarca.
Enseñaba en aquellas sinagogas, y todos se hacían lenguas de él” (Lc 4,14-15).

El tercer evangelista silencia la nota del encarcelamiento de Juan como seña de referencia del momento en que Jesús decide presentarse en sociedad publicando su Mensaje a los cuatro vientos. Lucas calla aquí también el anuncio de la Buena Noticia de la llegada del reinado de Dios. Y tampoco habla de un plazo cumplido ni de la necesidad de enmendarse y dar fe a la Buena Noticia. Pero no olvida mencionar Galilea. Presenta la actividad de Jesús en esa región septentrional extractada en dos breves informaciones:

 

  1. LA PRIMERA DECLARACIÓN

1ª.

“Con la fuerza del Espíritu regresó Jesús a Galilea, y la noticia se difundió por toda la comarca” (Lc 4,14).

Lucas escribe desde su experiencia, una vez hubo comprobado de cerca y con total minuciosidad la realidad social de unas comunidades de adheridos al Proyecto del Galileo. Destacará, por consiguiente, poniéndola en primer plano, la Vida tal como él la hubo percibido: ¡conmovedora y con un insólito esplendor! La Vida se le mostraba como la gran NOTICIA: ¡LA VIDA ES LA SALVACION!

– – – – – – πνεῦμα – – – – – –

El vocablo πνεῦμα como hilo conductor

El autor del tercer evangelio (‘buena noticia’) echará mano, entonces, del término: πνεῦμα (leído ‘pneuma’ y traducido a nuestra lengua por todas las versiones del NT como: “espíritu’’) para dar cumplida cuenta de esa Vida. El evangelista usará repetidamente la expresión πνεῦμα en cada uno de los relatos que inician la actividad pública del Bautista y de Jesús. La dejará bien a la vista a modo de señal y clave de lectura. Pretende así concentrar la atención del Lector en su significado desde el mismo inicio de su evangelio. Πνεῦμα emerge una y otra vez en el arranque del texto de Lucas como mejor hilo conductor cara a encajar sus relatos dándoles relieve y profundidad. Πνεῦμα parece querer guiar con su insistencia hasta las mismas raíces que dan savia a la Vida que Lucas tuvo ante sus ojos.

Resulta obligado seguir el rastro del término griego para poder penetrar en la hondura de su significación.

El significado de πνεῦμα

El vocablo griego πνεῦμα, procedente del verbo πνέω (‘soplar’. ‘respirar’, ‘resoplar’), significa en su origen: ‘viento’, ‘aire’, ‘aliento’, ‘soplo’. En el NT designa ordinariamente la energía esencial que manifiesta la vida de cada individuo. El aire interior del ser humano, exteriorizado por su respiración y exhibido en el habla, demuestra su vitalidad. A ese aliento se atribuía el mantenimiento de la vida. Para declarar que alguien ha dejado de existir se acostumbra a decir que ha exhalado el último aliento o suspiro. Fallecer se identifica con la pérdida definitiva de ese potente aire interior, afirmación esencial de la vida.

El término πνεῦμα, utilizado por los evangelistas para hablar de dicha energía vital, fue traducido al latín por ‘spiritus’ (‘aire’, ‘soplo’, ‘aliento’, ‘hálito’) del verbo ‘spirare’ (‘soplar’, ‘respirar’, ‘vivir’). Y de ahí pasó a nosotros mediante la voz: ‘espíritu’, una palabra, ajustada en su forma a la correspondiente latina, que en su evolución ha ido dejando atrás jirones del sentido original del vocablo griego πνεῦμα al que traduce. La disipación incesante del concepto básico ha supuesto un serio desvío de significación; suficiente para generar no poca confusión y una excesiva doctrina alejada del pensamiento y las miras de los autores de los evangelios.

El extravío a la hora de intentar penetrar en el auténtico significado de πνεῦμα ha llegado más lejos aún por la interferencia de dos vías de comprensión desorientadas y viciadas:

    • a. La reducción del sentido de PNEUMA (‘Espíritu’) a una realidad imprecisa, misteriosa, etérea, intangible, vaporosa e imperceptible.
    • b. El reconocimiento de dicha realidad como un ser personal.

Ya desde el Génesis πνεῦμα significó: Vida

Πνεῦμα (traducido: ‘espíritu’) habla directamente de VIDA. Referido a Dios, proclama desde las primeras páginas del Génesis que su fuerza vital transferida con su aliento es la que insufló la vida al ser humano:

“Entonces el Señor Dios modeló al hombre de arcilla del suelo, sopló en su nariz un ALIENTO DE VIDA (πνοὴν ζωῆς; πνοή = πνεῦμα), Y EL HOMBRE SE CONVIRTIÓ EN SER VIVO” (Gén 2,7)

 

Comunidades vivientes en Lucas

La admirable Vida descubierta por Lucas en las comunidades: “Se llenaron todos de Espíritu Santo…” (Hech 2,4) fue, según relata el evangelista previamente en el libro de los Hechos, prometida por Jesús a los suyos: “…porque Juan bautizó con agua; vosotros, en cambio, de aquí a pocos días seréis bautizados con Espíritu Santo” (Hech 1,5). Un hecho anunciado ya por el mismo Juan el Bautista:

“…declaró Juan dirigiéndose a todos:
– Yo os bautizo con agua, pero llega el que es más fuerte que yo y yo no soy quien para desatarle la correa de las sandalias. Él os va a bautizar con ESPÍRITU SANTO (ἐν πνεύματι ἁγίῳ) y fuego” (Lc 3,16).

 

Espíritu a la salida del bautismo

Este texto usa el término πνεῦμα referido a Dios mediante el adjetivo: ἅγιος: ‘santo’ (Τὸ πνεῦμα τὸ ἅγιον: ‘El Espíritu Santo). Lo presenta asociado a la acción de bautizar. El verbo griego: βαπτίζω significa: ‘sumergir’, ‘hundir’, ‘zambullir’. El hecho simbólico de sumergirse en las aguas del Jordán representaba la manifiesta voluntad de ahogar el pasado de injusticia con el propósito de estar preparado ante la llegada de la sociedad soñada: el reinado de Dios. Pero Juan advierte que su bautismo se queda corto. No basta la renuncia al sistema de injusticia. Una sociedad alternativa al orden injusto exige una transformación radical, la de llevar a su plenitud a un ser humano incompleto. Se trata de admitir ser empapados, inundados y llenados de una nueva vida. La adhesión comprometida al Proyecto del Galileo prepara para quedar impregnados de esa nueva energía vital: el Espíritu (Τὸ Πνεῦμα). Isaías, augurando la gran restauración de la comunidad judía en Palestina tras su vuelta del destierro en Babilonia, describió el revolucionario y magnífico resultado de tal inundación de vida:

“Cuando se derrame sobre nosotros
UN ALIENTO DE LO ALTO (πνεῦμα ἀφ᾽ ὑψηλοῦ),
el desierto será un vergel,
el vergel parecerá una selva;
en el desierto morará la justicia,
y en el vergel habitará el derecho:
la obra de la justicia será la paz,
la acción del derecho, la calma
y tranquilidad perpetuas” (Is 32, 15-18).

El tercero de los evangelistas no se quedará en lo afirmado por el Bautista. Avanzará con su pedagogía manteniendo su mirada desde el plano de las comunidades de adheridos al Proyecto de sociedad alternativa: el reinado de Dios. Su siguiente puntada lo corrobora:

“Después de bautizarse el pueblo entero, y mientras oraba Jesús después de su bautismo, se abrió el cielo y bajó sobre él el ESPÍRITU SANTO (Τὸ Πνεῦμα τὸ Ἅγιον) en forma visible, como de paloma, y hubo una voz del cielo:
– Hijo mío eres tú, yo hoy te he engendrado (Lc 3,21-22).

Jesús anduvo lejos del techo institucional. Se situó junto al pueblo que había mostrado públicamente su renuncia al sistema de injusticia (“después de bautizarse el pueblo”). Él ha participado en ese propósito, pero dejará inmediata constancia de que la intención no bastará como solución para cambiar radicalmente las cosas; se necesita empeñarse en esa tarea transformadora con un paso decisivo. Para dar la vuelta completa al régimen de injusticia, resulta imprescindible implicarse activamente y con lealtad en el trabajo por lograr la única Justicia capaz de llevar a la humanidad a su plenitud. Jesús expresará, por lo tanto, su compromiso con quien la pone al alcance de la mano: “…mientras ORABA Jesús después de su bautismo…”. Su determinación sin fisuras tiene como respuesta -afirma Lucas- quedar inundado de la fuerza vital que eleva la condición humana a su culmen.

 

Espíritu que inunda y desborda en Vida filial

Según el mensaje que transmite Génesis 2,7, la vida dada por Dios requería la respuesta libre del ser humano para quedar rematada y cobrar su natural dinámica. En este texto de Lucas, el movimiento sucede a la inversa: el previo compromiso del Galileo tiene como respuesta inmediata quedar inundado de Vida (“…bajó sobre él el Espíritu Santo…”). La creación del ser humano ha quedado completada, ¡ahora sí!, una vez hubo optado libremente el Galileo por esa Vida. Jesús será llamado El hombre (“El hijo del Hombre”) y considerado Hijo de Dios. Su condición de Hijo revela no solo la especial relación de familiaridad con el ser que ha dado origen a su Vida, sino su parecido con Él, demostrado por medio de una firme lealtad a ese Obsequio incomparable.

Ser Hijo destapa el gran parecido con quien regala la vida, pero, al mismo tiempo, pone en guardia al diabólico orden injusto. La Vida es un seguro peligro de muerte para el ideario que mantiene dicho orden. A la ideología del poder se la llevan los demonios ante la percepción de esa realidad humana. Jesús habrá de enfrentarse durante toda su existencia a frecuentes invitaciones incitándole a dejar de ser consecuente y romper con su afinidad con el dador de la vida: el Padre.

El pleno Espíritu hace salir a enfrentarse a seducciones y engaños

Lucas mantiene su mirada desde la Vida de las comunidades adheridas al Proyecto y continua con la apertura del siguiente relato desde esa misma perspectiva:

“Jesús, lleno de ESPÍRITU SANTO, regresó del Jordán, y el Espíritu lo fue llevando por el desierto durante cuarenta días, mientras el diablo lo tentaba” (Lc 4,1).

El evangelista presenta al Galileo repleto de la energía vital que le otorga la condición de HIJO. Está de Vida hasta arriba (πλήρης; ‘lleno’, ‘completo’). El aliento o energía vital del Único capaz de regalarla a toda la humanidad (“El Espíritu Santo”; Τὸ Πνεῦμα τὸ Ἅγιον) colma, atiborra, hace rebosar de vida. El llenado ha sido fruto del compromiso de Jesús. El no se quedará en el propósito, saldrá del lugar donde se hace pública la intención de oponerse a la injusticia (“regresó del Jordán”). Su opción comprometida por la nueva sociedad le llevará a reafirmarse en su opción. Lo ratificará desde la soledad de su propia intimidad (“El ESPÍRITU lo fue llevando por el desierto”) durante toda su vida (“durante cuarenta días”; ‘cuarenta’: número simbólico que representa toda una generación).

 

El Diablo. El Adversario de la Vida

El orden injusto, consolidado gracias a generar constante esclavitud, teme como peligro mortal a esa vida cargada de libertad. Actuará contra ella como principal opositor. Lucas lo presentará bajo el ropaje de un personaje figurado: “el diablo” (ὁ διάβολος; ‘el detractor’, ‘el acusador; este término griego fue utilizado por los LXX para traducir el nombre hebreo ‘Satanás’: ‘el Adversario’; Job 1,6). El diablo representa a la potente energía ideológica del orden injusto opuesta al ser humano. Su plan consiste en esclavizarlo utilizando la atracción de caminos ilusionantes y asegurándole el éxito personal. El Galileo resistirá durante toda su vida las embestidas de esta vida engañosa o ‘espíritu maligno’ que intenta hacerlo claudicar desde la propia soledad (‘desierto’). Jesús no cayó en la trampa. Puso al descubierto el permanente fraude de querer sustituir la praxis que hace parecerse a quien da la Vida y otorga así la condición de Hijo por la que genera la servidumbre de la notoriedad y la admiración pública (Lc 4,3-4; 9-12). Y siguió optando por la libertad en contra de la esclavitud disfrazada de poder (Lc 4, 5-8). El Galileo no tuvo reparo en romper de ese modo con los supuestos ideales de poderío y dominio atribuidos por la tradición y la ideología oficial al Mesías esperado.

– – – – – o – – – – –

 

  1. ¿Por qué regresar a la mal afamada Galilea?

Con este encuadre de la mirada de Lucas, cobra sentido la primera de las afirmaciones del resumen con que el evangelista presentó la actividad de Jesús por Galilea: “Con la fuerza del Espíritu regresó Jesús a Galilea” (Lc 4,14a), la región septentrional de Israel, la más alejada del centro político, económico y religioso de la nación.

En el terreno de la política, Galilea destacaba por su agitación y fervor nacionalista: allí surgió el movimiento zelote. En el campo económico, la población sobresalía por estar bajo mínimos, machacada y humillada. Y en cuanto a su religiosidad, sus habitantes se distinguían por unas prácticas indisciplinadas y reacias al cumplimiento riguroso de la Ley. La abundancia de residentes extranjeros contribuía, además, al desprecio sufrido por Galilea desde la provincia sureña donde se asentaba la capital.

El territorio de Galilea era, debido a su mala fama y su condición de incorregible, el más inadecuado para la presentación en sociedad de un personaje tan deseado como el Mesías. Pero, al igual que hizo Juan, Jesús actuó alejado de la tradición y al margen de la estructura socio-religiosa. Juan se estableció en el desierto y allí acudía la gente; el Galileo, en cambio, con un perfil fuertemente dinámico, se encaminó adonde habitaba la gente. Su manera de proceder demostraba un novedoso modo de encarar la vida que caló entre la población. El Espíritu, La Vida más excelsa se hacía notar; atraía y se extendía boca a boca llegando a todos los rincones de la zona: “…y la noticia se difundió por toda la comarca” (Lc 4,14b).

Lucas ha leído a su fuente principal de cabo a rabo. Conoce el final de Marcos con el mensaje que las mujeres debían transmitir al grupo de discípulos agazapados tras el silencio del miedo: “…decid a sus discípulos y en especial a Pedro: <<va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis como os había dicho>>” (Mc 16,7). Las circunstancias han cambiado en tiempos del evangelista. Lucas tiene a la vista otra realidad alrededor de los años ochenta.

Los discípulos habían dejado hacía tiempo sus escondrijos para salir a la palestra a presentar con arrojo la buena noticia de una sociedad alternativa (el reinado de Dios) que nacía con fuerza. Habían florecido comunidades que demostraban con humildad ese arranque. Encontrarse con el Galileo suponía seguir sus pasos desde su comienzo. Es lo que pretende enseñar Lucas a sus destinatarios.

 

  1. Porque la Vida Plena, el Espíritu, demostrará su potencia donde abunda el derrumbe

La segunda información del evangelista, expuesta en su resumen preliminar, puntualiza el procedimiento utilizado por Jesús para presentar su Proyecto en su andadura inicial por Galilea:

 

2ª.

“Enseñaba en aquellas sinagogas, y todos se hacían lenguas de él” (Lc 4,15).

Frente a la ideología del fraude, utilizada por el orden injusto para sembrar ignorancia y confusión, haciendo creer a los esclavos que siendo fieles a las tesis institucionales estaban en el camino de la libertad, el Galileo centró su actuación en una labor pedagógica: (“Enseñaba”). Su enseñanza estaba respaldada por su flamante manera de entender y vivir la Vida. Se notaba su energía vital con la que llegó a Galilea; así lo había expresado Lucas en el verso anterior: “con la FUERZA del ESPÍRITU regresó Jesús a Galilea” (v. 14).

 

  1. El legado pedagógico: Formar comunidades celulares de fraternidad

Lucas descubre a sus destinatarios que Jesús empleó una pedagogía social. Llevó a cabo esa tarea didáctica en los momentos en que el pueblo se hallaba congregado: “en aquellas sinagogas”. El término griego συναγωγή del verbo συνάγω (‘reunir’, ‘juntar’, ‘convocar’) significa originariamente ‘asamblea’, ‘acción de reunir’, y por extensión, con posterioridad: ‘lugar de reunión’. En este caso, el término engloba ambos significados. Jesús aprovecha esa ocasión para entregarse a una labor pedagógica que destapa el engaño de la ideología oficial y pone ante la asamblea del pueblo la alternativa de la sociedad definitiva soñada por todos.

El inesperado mensaje del Galileo causa sorpresa entre la gente reunida en asamblea. Su Proyecto de generar células de sociedad fraterna, el reinado de Dios, despierta los sueños dormidos. Jamás habían oído algo semejante. La pedagogía social usada por él ha echado abajo el chiringuito ideológico con el que se ha adoctrinado al pueblo. Jesús deslumbra. Lucas lo comunica así a las comunidades a las que dirige su evangelio:

“…y todos se hacían lenguas de él” (v. 15b).

8 comentarios

  • carmen

    Gracias.Muy interesante.Estoy aprendiendo un montón.

    • oscar varela

      USO – Gracias!

       
      9. El legado pedagógico: Formar comunidades celulares de fraternidad

      1- ¿Qué otras “comunidades celulares” resistían ante los ‘poderosos’?

      2- ¿Cuáles de entre ellas tenían objetivos similares al Proyecto de Jesús?

      3- ¿De cuáles -de entre ellas-, sus adherentes ‘se pasaron’ a la del Proyecto?

      4- ¿Cuáles les fueron adversas y en qué medida?

      5- ¿En cuánto tiempo las del Proyecto fueron ‘copadas’ por otras?

      6- ¿Hubo ‘autocrítica’ del fallido ante la embestida del Imperio?

      7- ¿Triunfaron las ‘células’ de Pablo sobre otras?

      8- ¿De qué polvos llegamos a estos lodos?

      Gracias!

  • ana rodrigo

    Gracias, Salvador por el gran trabajo que nos ofreces con tanta generosidad. Si a mí me cuesta mi trabajo hace este pequeño comentario, me imagino el tiempo y el trabajo que tú le has dedicado. Te lo agradeceré siempre.

    Yo casi me conformo hoy con estos dos párrafos esclarecedores de lo que tanto me quejo yo, ¿falta de exégesis y/o ignorancia teológica?: “La extendida y frecuente costumbre de acudir a los evangelios usándolos como si se trataran de colecciones de dichos y sentencias tiene garantizado el desatino.” Porque lo que viene después, ha desfigurado tanto la esencia del mensaje y de la vida de Jesús, que, de ahí ha salido esta Iglesia que, como decía Castillo, lo mejor que ha hecho es hacernos llegar los evangelios originales.“Sin un análisis a fondo de cada uno de los relatos y olvidando el contexto histórico desde el que se escribieron resulta fácil llegar al desvarío y la fantasía

    El principal es haber antroporfomizado a Dios, haber hecho Dios a Jesús y al espíritu, de lo que salió un Dios en tres personas.

    También me surgen muchas preguntas, por ejemplo, si el proyecto de Jesús era una revolución socio-política, o era, como tú dices, pequeñas células como granos de mostaza.     
    Y el creo niceno constatinopolitano ¿tiene algo que ver con Jesús? la religión-institución ¿tiene que ver algo con el proyecto de Jesús, o más bien los evangelistas la vieron como la culminación de su religión judaica? 

    Por hoy me quedo sólo con estas preguntas, porque las tengo por cientos.                                                                                                                                                                           Un gran abrazo

    • salvador santos

      Hola Ana
       
      A tus preguntas:
       
      1.     El objetivo del Proyecto de Jesús es liberar de la esclavitud padecida por una humanidad regida por los dueños de la tierra a través de una ideología alienante. Recuerda el episodio del esclavo de Gerasa: Los dueños de la tierra echaron de allí a Jesús cuando vieron el resultado de su actuación con el que fuera esclavo. El camino es lento. Es lo normal en la historia. Las tres parábolas de Marcos hablan de una semilla minúscula que avanza hasta su maduración. La célula social alternativa al orden injusto hay que ir construyéndola poco a poco, sin atormentarse y respetando los ritmos de cada persona. Pero lo importante es comenzar, decidirse a hacerlo YA. Esa es nuestra responsabilidad. Cuando hablo de esto siempre recuerdo la frase de un amigo que me decía: “Lo importante al final no es haber terminado el cuadro, sino que te pillen pintándolo”.
       
      2.     Respecto al Credo, tiene cuatro partes referidas a Dios Padre, al Hijo, al Espíritu Santo y a la Iglesia. Las cuatro empiezan empleando una preposición pasiva: ‘en’ (Creo EN), qie indica posicionamiento; pero en los evangelios, la gran mayoría de las veces, el verbo va acompañado de una preposición activa: ‘a’ . No se trata de creer en…, sino de dar adhesión (eso significa el verbo griego) a…El descubrimiento de Dios en la historia no tiene más ruta que la fraternidad; no hay otra manera de comprenderlo. Eso se explicó de alguna manera con la bienaventuranza de Mateo: “Dichosos los limpios de corazón, porque esos van a ver a Dios”.
        
      3.     Jesús no se propuso crear ninguna religión, Ya había suficientes. Ni siquiera la verdadera, que verdaderas, por ser religiones, son todas. Solo un dato, que hay muchos: Jesús nunca utilizó la palabra ‘sacerdote’ para referirse a los suyos. Cuando en los evangelios se emplea ese término siempre está referido a los de la religión judía o a las paganas. Los evangelistas escribieron sus pedagogías sociales con el fin de descubrir como apostar por la libertad en un orden social donde los arrogantes (así se les llama en el canto de la jovencita María; Lc 1,51) engordan destruyendo. El tríptico centrado en la cena está explicado en Atrio. La primera parte, en el artículo publicado en el 2010: ‘El hombre del cántaro’. as otras dos partes en artículos titulados, si no recuerdo mal: ‘La cena? Esa cena de despedida tenida como centro de una religión, es única y sencillamente su úñltima invitación al compromiso. 
       
      Te mando un abrazo fuerte, Ana

    • oscar varela

      USO _ Gracias!

       
      ΠΝΕῦΜΑ – VIENTO – ESPÍRITU – VEHEMNCIA
      en la MUJER CRIOLLA
       
      Las cualidades de LA CRIOLLA forman una arquitectura viviente y hay un atributo, el primer atributo de la criolla, que es base de todos los demás, del cual brotan los restantes, tan brotan que ese atributo es ya por sí un surtidor, un hontanar o fuente pulsante de energía y dinamismo.
       
      LA VEHEMENCIA
       
      1- Lo primero que la criolla es, amigos, es… vehemencia.
      Sin esto no habría nada de todo lo demás.
      – La palabra «vehemencia» es magnífica;
      – significa en su origen soplo vivaz, viento.
       
      2- EL VIENTO ha sido siempre para el hombre símbolo de lo dinámico y enérgico,
      – porque entre las cosas perceptibles forjó en tiempos remotísimos su lenguaje,
      – es el viento la que con menos materia manifiesta más pura fuerza.
      – Por eso todas las palabras que expresan el ser moral del hombre,
      – provienen de raíces que significan aire —alma, ánima es viento, y espíritu es soplo.
       
      3- La criolla es VEHEMENTE porque vive en constante y omnímodo lujo vital
      es, existe, con sobra de existir, no está ante nada escasa de reacción,
      – como la mujer del norte de Europa que es un poco inerte.
      – vive en constante lujo vital, no importa que sea rica o que sea pobre.
       
      [Yo he conocido a una criolla de una belleza patética, descendiente de la más vieja aristocracia americana, que estaba en la más completa miseria. Y, sin embargo, parecía una emperatriz de la vida, porque era vehemente, dulcemente vehemente, era una gran brisa y todo ante ella se ponía a ser, en superlativo. Era un aire feliz que soplaba inexhausto y a su lado sentía uno lo que debía sentir la fragata, cuando un viento favorable y enérgico henchía sus velas y las tornaba combas con curva de seno y hacía ondear todos sus banderines y gallardetes.]
       
      4- Esta VEHEMENCIA de la criolla procede acaso de la que poseía la española
       (como en otra medida la francesa y la portuguesa) en el siglo XVI y XVII.
      – Como no se ha hecho la historia de la mujer, se ignora todo esto.
       
      [La española fue perdiendo aquella vehemencia, pero su heredera la criolla, la conservó y la depuró. Porque la vehemencia de la española era un poco bronca y áspera y la vehemencia de la criolla es, aunque muy enérgica, de piel suave y sabor dulce. Consiste en un inmenso afán de vida y de todas las formas de la vida, que hay en ella. Por eso mana hacia lo que ve, constantemente, con ese temblor emocionante y emocionado del agua en el manantial.]
       
      5- Es VEHEMENTE porque está siempre yendo a las cosas y personas,
      – en vía tensa hacia ellas.
      – No defrauda nunca, responde siempre —no porque sea fácil;
      – es exigente, dice a muchas cosas y a muchos seres que «no»,
      – pero lo dice con vehemencia, interesándose en ellos.
      – Decir «no», apartar, despedir, puede ser una de las maneras
      – de estar yendo a las cosas, de sentirlas, de probarlas.
      – No hay duda, aun el rechazar puede ser la sombra de una caricia.
       
      6- LA VEHEMENCIA sostiene y mantiene en el aire,
      – todas las demás cualidades de la criolla.
      – Sin ella, el resto perdería su peculiar virtud y estilo.
      ———————
      La segunda de esas cualidades es LA ESPONTANEIDAD.
      ¡Dios ponga tiento en mi voz!
      Porque la cosa es muy difícil de decir en pocas palabras.
      ¡Vamos a ver!

  • carmen

    Pues sí. Es otra historia.

    Encuentro preciosa la cita de Isaías. Es que creo que así es la secuencia. La justicia hará que el desierto se convierta en vergel y el vergel en una selva. En el vergel morará la justicia y en la selva el derecho. Lo encuentro precioso y cierto.Luego ya Isaías o quien fuese, ya hablaba de justicia. Y es que no hay otra…

    Lo que escribes de la fuerza vital,  uf, me encanta.
    Me he quedado asombrada cuando he leído, hijo mío eres tú. Yo hoy te he engendrado.  Pero es que los puntos a y b, se las traen.

    Lo que no entiendo, bueno, una de las mil cosas que no sé es , después de que los romanos destruyeran el segundo Templo, qué sucedió con ellos? Se dispersaron e hicieron comunidades pequeñas por todo el territorio? Es en esas comunidades donde empezó a prosperar esa idea del Reino? Uf. De verdad, qué poco me gusta el término reino de Dios. Entiendo que para esa época era acertadísimo, todo iba de reinos… Pero ahora…me suena a teocracia y no me gusta un pelo.

    Tengo la impresión de que eso que llaman la diáspora judía tiene mucho que ver con las pequeñas comunidades que empezaron a tomar en cuenta lo que decía Jesús. Es decir, con la fuerza perdemos, fijo. Pero hay otro camino. Y entonces llega Pablo, se da cuenta de lo que pasa, le gusta, Y empieza su, su lo que sea. Y en esas conoce a Lucas. O se conocían de antes, da igual. Y Lucas escribe su evangelio. Claro, diferente porque el contexto es diferente. Ya estaba un poco en marcha el tema de las comunidades. Es así? O lo estoy entendiendo a mí manera, como siempre?

    Claro, me dijeron que Jesús nunca entró en el Templo. Y no entendí. Por.lo visto confundía las sinagogas con nada menos que el Gran Templo. Ya te dejo tranquilo.

    Gracias. Me gusta leerte. Me da tranquilidad.

    • salvador santos

      Hola Carmen
      Hoy voy mal de tiempo y no he visto tu entrada hasta ahora.
      Las comunidades empezaron a surgir muy pronto. En los años cuarenta ya hubo un importante desarrollo de tales células sociales. El mismo Marcos pertenecía a una de ellas. Las comunidades se extendieron por el Mediterráneo a partir de ese mismo decenio. Pablo se llevó a Marcos como avalista de la autenticidad de su enseñanza, pero Marcos lo dejó plantado porque Pablo limitaba su tarea a las sinagogas como si el Proyecto del Galileo fuera un suplemento de la Ley y la religión judía. El mensaje para Marcos tenía sentido universal y así se entendió desde el principio. Tras la debacle del año 70, la dispersión de los judíos por la cuenca mediterránea nada tiene que ver con la anterior expansión de las comunidades adheridas al Proyecto.

  • oscar varela

    Perspectivas desemejantes por historias diferentesLas EXEGESIS son pedagogías CRÍTICAS cuyo objetivo principal pretende disipar dudas respecto a los TEXTOS EVANGÉLICOS sobre el Proyecto de Jesús.

    Los acontecimientos que sobrevinieron al EXÉGETA a causa de MÁS DE DOS MIL AÑOS DE HISTORIA subrayarán lo COMÚN y las DIFERENCIAS acontecidas en comunidades de adherentes desemejantes.

    Gracias a la PERSPECTIVA MILENARIA el EXÉGETA pondrá en valor la armonización de lo que, sin su Ciencia hermenéutica, nos sabría disonante (contradictorio e ininteligible).

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