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Sobre el evangelio de Lucas, 4

Nazaret. Mensaje y desprecio, II

  1. La Buena Noticia o Evangelio no se queda en generalidades ni abstracciones

Baja al terreno práctico; su mensaje se implica en la vida corriente, la de a diario. Lucas se esfuerza por evitar que el Proyecto de Jesús se entienda como una colección de ideas destinadas a residir en interioridades dando alivio ante las adversidades y renovando creencias y emociones. Así pues, omitió de la cita de Isaías el verso siguiente al del anuncio de la buena noticia. Dicho verso trata de dar consuelo a quienes viven en condiciones desesperadas: “…para vendar los corazones desgarrados”. La razón por la que el profeta se siente mensajero (el verbo griego ἀποστέλλω; ‘enviar’, ‘mandar decir’ se repite por dos veces en esta breve cita) responde a asuntos prácticos ineludibles de aquí y de ahora. Su anuncio (el verbo κηρύσσω; ‘anunciar’, ‘proclamar’) difunde lo que YA está ocurriendo. El heraldo (el Ungido: Χριστός, ‘Cristo, de ahí nuestro término ‘cristiano’), tiene por misión pregonar sin miedo ni remilgos la vida y la libertad que él ya ha constatado. Los versos que siguen hablan de esa realidad pregonada:

“…a proclamar la libertad a los cautivos,
y la vista a los ciegos,
a poner en libertad a los oprimidos,
a proclamar el año favorable del Señor”

  1. La libertad despunta como médula de una sociedad nueva anunciada por el mensaje: “…a proclamar la libertad…”

(el verbo κηρύσσω; ‘anunciar’, ‘proclamar’ reincide dos veces en su acción). Libertad alude a salvación, salida por fin de una situación de grave peligro. El profeta habla de personas inmovilizadas e incapaces de escapar de su penosa condición: “…a los cautivos”. El término griego traducido por ‘cautivo’ (αἰχμαλωτίς; ‘cautivo de guerra’) es una composición de un sustantivo de carácter bélico (αἰχμή ‘lanza’, ‘dardo’) y un verbo (ἁλίσκομαι; ‘ser cogido’, ‘ser dominado’, ‘ser vencido’) que expresa derrota y rendición. Los cautivos no dependen de sí mismos; subsisten sin autonomía a expensas de la voluntad de quien le tiene bajo su dominio. Los destinatarios del evangelio de Lucas entendían el verso a las mil maravillas. Ellos han escapado de las garras de una ideología destructiva que necesita esclavos para cobrar notoriedad y lograr un adulterado reconocimiento social.

Los cautivos viven en una permanente incertidumbre. Para ellos, no hay un futuro a la vista. De ahí que estén representados en los evangelios por la figura de un ciego. El ciego vive en las sombras. La luz de la realidad no le llega. Se muestra incapaz de recibirla. Su vida depende de otros. Le falta independencia. No sabe de libertad. El profeta les comunica la buena noticia de un cambio radical en sus vidas: “…y la vista a los ciegos”. Los integrantes de las comunidades a las que Lucas dirige su texto ven con claridad el sentido de este verso. Ellos han experimentado ya la salvación: la salida de un orden injusto para adentrarse, libres, en una sociedad fundada sobre la fraternidad. Han dejado atrás su condición de esclavo para alcanzar la máxima categoría humana: la de hijos. Ahora tienen ya todo el futuro ante los ojos.

  1. Lucas dará un paso más para describir el desolador estado de las personas a quienes se comunica su salvación.

No le bastó ese inicio del poema y recurrió a buscar un verso en un capítulo anterior del tercer Isaías: “…a poner en libertad a los oprimidos” (Is 58,6). La intención del evangelista al introducir este verso se observa con claridad al leer la estrofa a la que pertenece:

“El ayuno que yo quiero es este
-oráculo del Señor-:
Abrir las prisiones injustas,
hacer saltar los cerrojos de los cepos,
DEJAR LIBRES A LOS OPRIMIDOS,
romper todos los cepos”.

El profeta, atribuyendo a Dios estas palabras, transmite que Él no está por penitencias ni por ritos; exige acción comprometida y arriesgada en favor de la justicia. Lo expresa con energía animando a destrozar con ímpetu los grilletes que reprimen el desarrollo humano. La obediencia a Dios no se manifiesta, según el profeta, con actos religiosos, sino con una tarea incansable por la recuperación de la justicia.

19.1. Lucas no tuvo reparo en saltarse a la piola la lógica de los hechos

haciendo imaginar a Jesús en medio de la asamblea buscando en el rollo un verso ajeno a la lectura que hacía. Lo que le importaba era instruir a los destinatarios de su escrito sobre cuál era la praxis solicitada por el Galileo, el Mesías o Ungido (Χριστός; Cristo) a los adheridos a su Proyecto (‘cristianos’).

Los esclavizados por el sistema injusto (“los cautivos”), incapaz de divisar horizonte vital alguno (“ciegos”), son llamados ahora: “los oprimidos”. El participio pasivo griego (τεθραυσμένους), así traducido y referido a personas, refleja de ellas un estado calamitoso. El verbo al que pertenece (θραὑω; ‘romper’, destrozar’, ‘quebrantar’) retrata a gentes rotas, quebradas. Pero, al igual que los pobres, no padecen semejante desdicha por debilidad o mala suerte, sino porque el orden injusto y quienes lo sostienen y fortalecen se alimentan de su infortunio. Son víctimas fracturadas, a las que han hecho astillas su derecho a ser personas libres. Ellos son “los pobres” a quienes va dirigida la Buena Noticia o Evangelio.

19.2. Lucas termina la cita del profeta reseñando su anuncio sobre la llegada de un tiempo definitivo:

“…a proclamar el año favorable del Señor”. El profeta se refiere a un período anual establecido por ley (Lev 25, 8-17; 23-34; 39-43) para dar reposo a la tierra, recuperar las propiedades vendidas por necesidad, cancelar todas las deudas y devolver la libertad a los compatriotas esclavos. El tercer Isaías utiliza como figura la institución del llamado: ‘año jubilar’, que se celebraba tras computar siete conjuntos de siete años con la finalidad de restablecer la justicia y la igualdad social. Los israelitas estaban obligados legalmente a prestar dinero a sus conciudadanos para cubrir sus necesidades. El impago de las deudas obligaba a menudo al entrampado, e incluso a su avalista, a venderse como esclavo al acreedor. La Ley trató de dar solución a las consecuencias sociales de este procedimiento generador de desigualdades. Las comunidades de Lucas interpretarán el texto del evangelista no como un tiempo limitado, sino como el definitivo, el que ellos viven de continuo.

19.3. Lucas finaliza de buenas a primeras la cita del texto de Isaías puesta por él en boca de Jesús.

Pone término a la lectura dejando inacabadas las dos terceras partes del segundo versículo. El corte es claramente intencionado y da la última nota avisadora de que los acciones descritas en el poema irán a contrapelo de lo esperado por la asamblea de Nazaret. Eso sí, este punto y final de la cita, hecho de sopetón, aporta la clave de interpretación de este texto. El parón avisa de forma inequívoca de la conveniencia para Jesús de dejar ahí la lectura. Seguir leyendo suponía corromper el sentido del mensaje a transmitir a la asamblea. El frenazo en seco evitaba sacar a la luz el verso siguiente, el referido a un ajuste de cuentas divino utilizando similar violencia a la sufrida por los liberados: “…el día del desquite de nuestro Dios”.

 

  1. La narración prosigue ofreciendo tres detalles cargados de significación: “Enrolló el volumen, lo devolvió al sacristán y se sentó”.

La iniciativa sigue en manos del Galileo. Las dos primeras notas dan noticia de una actuación realizada con autoridad. “Enrolló el volumen” señala su decisión de acabar de forma brusca la lectura en ese punto.  Entregar el rollo al ayudante: “…lo devolvió al sacristán” confirma lo inapelable de su acción. El gesto es indicativo de que ahí se había acabado la lectura y no hay marcha atrás. El movimiento de sentarse: “…y se sentó”, signo de su capacidad pedagógica, adelanta la intención de dar explicaciones sobre la cita amputada del profeta y exponer su Proyecto a los asistentes a la reunión.

El texto nada dice respecto a descontento, gestos de desaprobación o abucheos de los congregados por lo acontecido. Y habrían sido consecuencia de sus cavilaciones. Porque la actuación que Lucas atribuye a Jesús estuvo salpicada de transgresiones al protocolo establecido para la celebración de la asamblea del sábado. El autor del evangelio deja traslucir el silencio de los allí reunidos, en impaciente espera de las palabras de Jesús. Tendría que aclarar la razón de sus recortes y adiciones al texto del profeta. ¿Cómo lo explicaría? Cabe suponer un ambiente sordamente caldeado con los aldeanos sin pestañear y atentos al mensaje de aquel paisano, alejado hacía tiempo del pueblo y del que tanto se hablaba ya por toda la región de Galilea: “Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él”.

 

  1. El Galileo no se hizo esperar. Fue directamente al grano.

Su comentario se redujo a una sola afirmación tan directa como escueta:

“Y empezó a hablarles:
–Hoy ha quedado cumplido este pasaje ante vosotros que lo habéis escuchado”.

Su reducido discurso se abría al más amplio recorrido. Aseguraba haber comenzado DESDE ESE PRECISO MOMENTO la época soñada. Desde ese instante, la desventura y la sumisión daban paso definitivo a la alegría y la libertad. Sin afirmarlo explícitamente realizaba tan excepcional declaración como responsable de llevarla a cabo. Él era el ‘Ungido’ (Χριστός; transliterado a nuestra lengua: ‘Cristo’).

Los integrantes de la asamblea conocían a la letra el texto del profeta. Lo tenían como anuncio de la época mesiánica. No les pasaron por alto los ajustes hechos por Jesús en su lectura: las omisiones y sus añadidos entresacados de otros textos del tercer Isaías. Resulta lógico pensar que se llenarían de desconfianza al ver cómo había reducido el poema a la mínima expresión. Pero, sin duda, no sería demasiada la extrañeza habiendo llegado al pueblo las noticias de su enseñanza por las sinagogas de la región. Ahora bien, lo que sacó de quicio y soliviantó a la asamblea fueron las palabras pronunciadas por Jesús.

El texto de Lucas corrobora que fue el contenido del discurso lo que puso de malas a los reunidos en asamblea:

“Todos se declaraban en contra, extrañados DEL DISCURSO SOBRE LA GRACIA que salía de sus labios…”

 

  1. La respuesta de los vecinos allí agrupados tampoco se demoró.

Su desaprobación a lo afirmado por Jesús sale a relucir. No hay excepciones. El rechazo es general (“todos”). Los aldeanos de Nazaret se distinguen por su fanatismo nacionalista. Ellos aguardan una acción portentosa de Dios en favor de Israel, su pueblo. Coinciden con la afirmación del profeta, leída como final de la cita por Jesús: “…el año favorable del Señor”. Ahora bien, se resisten a aceptar que se descarte una venganza divina en toda regla contra los enemigos y opresores de Israel durante siglos. El desistimiento de ese escarmiento iba en contra de las promesas de desquite declaradas por el AT. Significaba incluso amnistiar a los tiranos y proclamar la igualdad universal como beneficio indiscriminado de la intervención de Dios. La asamblea ha descubierto a las primeras de cambio que el Galileo admite únicamente la primera parte de la esperada intervención de Dios: “…el discurso sobre la GRACIA”, negando la segunda. Han advertido su oposición a la venganza prometida por Dios al detener la lectura justo antes del verso que la reconocía: “…el día del DESQUITE de nuestro Dios” (Is 61,2b). Los vecinos de Nazaret comprendieron lo que significaba el discurso de Jesús: El Proyecto mesiánico propuesto a la asamblea igualaba a Israel con el resto de los pueblos. No se podía consentir ese mensaje de salvación universal. A Israel le correspondía la hegemonía política sobre todas las naciones.

Lucas resume el sentir expresado por los presentes con una fórmula interrogativa:

“Y decían:
– Pero, ¿no es este el hijo de José?”

 

  1. El interrogante se distancia de la fuente de Marcos: “¿No es este el carpintero, el hijo de María…?” (Mc 6,3).

Ambos tratan de desacreditar a Jesús. La diferencia estriba en que el de Marcos se usa como ofensa deshonrosa; el de Lucas, hecha igualmente con resentimiento y animadversión, para denunciar su distanciamiento de los ideales de su pueblo. Le acusan así de NO PARECERSE a José: “¿No es este el hijo de José”? Lucas prosigue, pues, su línea pedagógica. El interrogante reconoce en José su fanática ideología nacionalista. Para sus convecinos, el Galileo ha demostrado estar lejos de asemejarse al tenido por su padre. Los vecinos de Nazaret desprecian su mensaje por no ser digno de ser uno de ellos ni tener sus mismos ideales.

Jesús entendió a la primera la razón del desprecio a su Proyecto. Lucas introduce inmediatamente su reacción:

“Él les repuso:
– Seguramente me citaréis el proverbio aquél: <<Médico, cúrate tú>>; todo lo que nos han dicho que ha ocurrido en esa Cafarnaún, hazlo también aquí en tu tierra”
.  

Jesús interpreta el desafío a su mensaje sacando a flote el pensamiento de los integrantes de la asamblea (“…me citaréis el proverbio aquél”) refiriéndose a un dicho muy extendido: “Médico, cúrate tú”. Acude a él para sonsacar lo que los vecinos de Nazaret tienen en la cabeza: que la liberación debe comenzar por el propio pueblo antes que querer llevarla a los demás. El Galileo insiste en su réplica añadiendo otra hipotética salida de sus paisanos contra él. Está referida, en este caso, a las noticias llegadas a la aldea respecto a sus actuaciones en una ciudad, Cafarnaún, menospreciada por razón de la mezcolanza de sus habitantes: “…todo lo que nos han dicho que ha ocurrido en esa Cafarnaún”. De todas las veces que se nombra a esta ciudad en el NT, solo aquí aparece con artículo, lo que indica el tono desdeñoso al mencionarla; de ahí que se haya traducido: “ESA Cafarnaún”. Jesús viene a sonsacarles a sus paisanos lo que tienen en sus mentes y le han manifestado implícitamente con la burla de su interrogante. Ellos se han encarado con él, censurándole que haya comenzado a proponer su Proyecto liberador entre paganos. Le desafían a hacerlo en su pueblo. El evangelista insiste en dar prioridad a su pedagogía sin dar importancia a la crónica de los sucesos. ¡La actuación del Galileo en Cafarnaún la expondrá Lucas en un relato posterior! (Lc 4, 31-44).

 

  1. El tercer evangelista mantiene aún la intervención de Jesús:

“Y añadió:
– Os aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su tierra. Pero no os quepa duda de que en tiempo de Elías, cuando no llovió en tres años y medio y hubo una gran hambre en toda la región, había muchas viudas en Israel; y, sin embargo, a ninguna de ellas enviaron a Elías, pero sí a una viuda de Sarepta en el territorio de Sidón. Y en tiempo del profeta Eliseo había muchos leprosos en Israel y, sin embargo, ninguno de ellos quedó limpio, pero sí Naamán el sirio”
.

Jesús reivindica ser la voz autorizada (‘Ungido’; Χριστός) que recibe en su tierra el trato que le distingue como profeta: “Os aseguro que a ningún profeta lo aceptan en su tierra”. Sigue aquí a Marcos, aunque variando algo la formulación y omitiendo la referencia que hace su fuente a la familia: “Solo en su tierra, entre sus parientes y en su casa desprecian a un profeta” (Mc 6, 4). Lucas mantiene así su ruta pedagógica sin salir de su referencia al desprecio por razones de nacionalismo.

A continuación, e inesperadamente para sus interlocutores, echó mano del AT para sacar a colación dos ejemplos aleccionadores acerca de dos reconocidos profetas: Elías y Eliseo. El primero aporta un antecedente demostrativo de que el profeta Elías fue enviado a un personaje extranjero, una mujer viuda de Sarepta. ¡Tras la resurrección de su hijo!, la mujer pagana reconocerá a Elías como profeta (I Re 17, 9-24). El segundo, llama la atención de la asamblea recordando el caso de un extranjero, un sirio de nombre Naamán, que en contra de las ideas tenidas como ciertas en su pueblo, puso toda su confianza en el profeta Eliseo (II Re 5,1ss.).

 

  1. El fanatismo ideológico y la intransigencia religiosa no quieren oír hablar de la evidencia.

Acostumbran a cerrar los ojos ante ella y juzgan como provocación cualquier argumento salido de la lógica. Los asistentes a la asamblea respondieron a los hechos entresacados por el Galileo de libros tenidos por ellos como sagrados con lo que el furor nacionalista lleva dentro: Agresividad y violencia:

“Al oír aquello, todos en la sinagoga se pusieron furiosos y, levantándose, lo empujaron fuera de la ciudad y lo condujeron hasta un barranco del monte sobre el que estaba edificada su ciudad, para despeñarlo. Pero él se abrió paso entre ellos y emprendió el camino”.

El término ‘ciudad’ (πόλις) se repite dos veces. Puede tomarse como una incongruencia aludiendo a una aldea como Nazaret, pero se trata de una práctica habitual de Lucas el denominar de ese modo a cualquier población. Ahora bien, la nota: “…del monte sobre el que estaba edificada la ciudad…”  hace pensar en la capital, Jerusalén, construida sobre el monte Sión. Allí le sacarán fuera de la urbe. El dato: “…le condujeron hasta un barranco del monte…” no concuerda con la realidad geográfica de Nazaret. Se trata solo de un recurso literario, indicador de las intenciones asesinas de los paisanos del Galileo. El relato termina afirmando que Jesús se escabulló de la turba y continuó con su Proyecto: “Pero él se abrió paso entre ellos y emprendió el camino”.

Lucas había presentado a Jesús en la sinagoga hablando claro, ¡muy clarito! Los destinatarios de la obra de Lucas seguían la pedagogía del evangelista constatándola con su experiencia. La insignificante aldea de Nazaret representa ese mundo dominado por inmóviles ideologías religiosas de raíz común, seguras de conocer a fondo a Jesús, pero muy alejadas de su Vida y su Proyecto.

 

 

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13 comentarios

  • carmen

    Es que el Dios de Jesús, pues es el dios de Jesús.Todo aquel al que le guste lo que dice, tiene que tener el mismo Dios? Pues se da la circunstancia de que no sé qué es Dios. Ni puedo pedir que se piense hace dos mil años como ahora.Porque, insisto. Los seres humanos somos como somos y los problemas se repiten , porque los provocamos nosotros.Y no creo que sea un mensaje religioso, para mí no lo es.Tampoco creo que vaya de ‘ política ‘ tal y como la entiendo.Lo considero una utopía, que señala un camino. Y, como buena utopía, nunca se alcanzará el final del arco iris. Y tampoco habrá una olla con monedas de oro.Hay quienes lo considera Dios mismo. Me parece genial. No veo el problema.El problema, para mí, es la utilización de su nombre siempre que interese.A lo mejor no he entendido nada. Pues bueno. No me importa. A estas alturas… Por eso le he preguntado al Salvador exégeta.Un saludo. 

  • carmen

    Si es que no hablo de comunismo, ni de nada. Solamente he preguntado.Es que no entiendo.Y me gusta la exégesis de Salvador Santos.Te recuerdo que soy española. Y que algo sé de la historia de mi país.

    Y algo he leído de otros.Y sobre la guerra fría.Y sobre alguna cosa.Y no entiendo qué tiene que ver la religión cristiana con estoEs que entiendo el evangelio de otra manera.Y muchas otras cosas, tampoco entiendo. Nadie dice que sea especialmente lista. Por eso pregunto.Sin más. 

    • oscar varela

      Leo de Salvador Santos
      “Pero más gordo fue el hecho de la Constitución de los Doce.
      – Aquello significaba una ruptura con el sistema político y religioso.
      – Suponía generar el núcleo de una sociedad alternativa”
      ………………………..

      En el Artículo de Zúñiga comenté que motivados por la palabra “conocer”
      se roza el peliagudo Asunto de:
      – la “LENGUA” hablada y
      – la “TRADUCCIÓN” a la Lengua que hablamos
      Luego coloqué un Texto que sustentaría ir hacia una nueva “Filología”.
      oscar varela – 24/10/2024, 23:43 pm.
      ………………………..

      Varias veces manifesté que llamar “sociedad” a lo ocurrido con el Proyecto del Galileo era un tanto problemático -para decir lo menos.

      Vengo insinuando que muchísimo más serio y grave me suena que se nos quiera “hablar” -a nosotros, gente de Europa y peor aun a los Latinoamericanos-, de una cosmovisión avalada en un Dios-Padre. Aunque fuera cierta la interpretación de Salvador Santos, no deja de ser una Metáfora -ciertamente bien hallada y difícil de superar.

      Sin embargo, escuchando el “habla de mi tierra” (argentina y latinoamericana) estimo que nos ‘cala’ más hondo y auténticamente el habitual uso de nuestro vocablo “HERMANO”.

      Los que andan por nuestro terruño podrán corroborar la amplitud abarcativa y plural de dicho vocablo, que supera grandemente y con creces, al de “Padre”, que  restringimos al parentesco biológico-familiar (¡ojito que lo de ‘familiar’ se origina en la ‘servidumbre” de las “fámulas”!); y por extensión -también metafórica-, llamamos ‘Padre’ a los curitas (que nos ‘cuidan’; actualmente en una crisis sin precedentes).
      ……………………..

      Por todo esto y otras cosas que se habrán de ocurrir vengo proponiendo revelar el PARADIGMA oculto en nuestro ‘modo de ser’: el de “HERMANO NUESTRO” en lugar del colonizado “PADRE NUESTRO

      Algo así como:

      1- HERMANO NUESTRO,
      2- QUE ESTÁS AL LADO
      3- NO OLVIDO TU NOMBRE
      4- CONVIVAMOS JUNTOS
      5- REALIZANDO NUESTRO PROYECTO:

      6- DÉMONOS EL ALIMENTO DE CADA DÍA
      7- CUIDEMOS DE NO DAÑARNOS
      8- LOS UNOS A LOS OTROS
      9- SIN AFLOJAR EL ÁNIMO
      10- DE COMBATIR EL MAL
      11- QUE ASÍ TIENE QUE SER
      ……………………..
      ……………………………………………….

      • salvador santos

           Hola Oscar
         
        Respecto al término ‘sociedad’, este alude a un colectivo de personas aliadas de alguna manera y con una finalidad. Dicha alianza puede ser matrimonial (sociedad matrimonial), empresarial (sociedad anónima, limitada, cooperativa…). con fines lúdicos (sociedad de pesca), sociedad profesional (sociedad médica), de naciones…. Aquí hablamos de alianza fraterna, de ahí que tal sociedad sea alternativa al orden social basado en la distancia uy la desigualdad.
         
        Precisamente, la fraternidad es lo que conduce a pensar que el ser hermanos supone tener una misma procedencia. Jesús optó por llamar Padre a quién los judíos de su tiempo conocían por el nombre de Yahvé. Según la idea expresada por los autores de los evangelios, solo hay una manera de conocer y comprender a ese Padre: Pareciéndose a Él; es decir, siendo hijos que reconocen a sus hermanos. Según el NT es la experiencia de la fraternidad la que lleva a su culmen el Proyecto humano.  
         
        Fuerte abrazo

  • carmen

    Gracias.Es que, con frecuencia pienso que no he entendido nada.Porque entiendo muchas cosas de otra forma.No sé.Gracias. Un abrazo 

  • carmen

    Hola Salvador.

    Un par de preguntas que a lo mejor no quieres contestar porque se sale de tu campo. La exégesis.Es que creo que es un error utilizar el término cristiano para cualquier actividad política. Tengo la impresión que Jesús, el de los evangelios, se cuidó muy mucho de , como diríamos hoy, ‘ meterse en política’ creo que iba por otro lado. Seguramente no es cierto y por eso te lo pregunto.He leído que ha muerto este señor, punto fortísimo, ideólogo tal vez de la llamada Teología de la Liberación. Y he pensado que el error está en el término. Porque en una dictadura como es la institución de la iglesia, que se cree poseedora de la ideología del mismísimo Dios y en exclusividad, una idea llamada teología de la liberación, estaba cantado que se la iban a cargar. Lo mismo que Los Curas Obreros. Supongo que habrá más grupos que desconozco.Si se hubiese hecho de otra manera, no sé cómo, quizás hubiese arrastrado a mucha más gente. Porque la idea era estupenda, pero tendrían que haber roto lazos con la organización de la iglesia. O al menos no utilizar las palabras teología o curas.Personalmente me horroriza la alianza entre política y religión. Seguramente porque soy española nacida en el 53. No trae nada bueno. Es la tormenta perfecta.Creo que la idea de Jesús era otra. Una especie de resistencia pasiva a las injusticias, que provocan la pobreza. Pero no únicamente la pobreza económica. Hay muchos tipos de injusticias. Muchos, muchos. Y sin embargo solamente se habla de que hay que remediar la pobreza económica. Pero es que está provocada por una sociedad injusta. Luego habrá que intentar modificar a la sociedad. De esa manera la pobreza económica y otros tipos, se paliaria.Cambia la palabra pobreza por la que quieras.

    Así que no entiendo nada. Seguramente no llego a captar el mensaje, lo que quería decir mi amigo de Nazaret.Mi desconfianza a los grupos  políticos que llevan en su enunciado algo relacionado con el cristianismo, es absoluta. Jamás votaría a un partido que se haga llamar democracia cristiana, por ejemplo.Me desagrada profundamente que una persona que se dedica al mundo de la política, haga alusión a los valores cristianos,  debería de hacer alusión a los derechos humanos, que básicamente son los mismos No sé.Creo que no he entendido nada.Un abrazo.

    • salvador santos

      Hola Carmen
       
      A Jesús lo ejecutaron desde actuaciones del poder político, ideológico, económico y religioso. Algo haría que no interesaba a ninguno de esos poderes.
       
      Los llamados diez mandamientos o Ley de Dios ni fueron dictados de Dios ni fueron mandamientos religiosos. Fue, como ya se ha explicado, una, norma fundamental para que unas tribus escapadas de la esclavitud de Egipto se constituyeran como pueblo. Las leyes de carácter social empezaban con la negación “NO”: “No matarás”, “no robarás”, no… Todas de carácter negativo. La regla de oro de la religión judía rezaba también en negativo: “No hagas a otro lo que no querrías que te hicieran a ti”. Pero el Galileo cambió la idea de raíz y habló en positivo: “Todo lo que querríais que hicieran los demás por vosotros, hacedlo vosotros por ellos, porque eso significan la Ley y los Profetas” (Mt 7.12). Jesús produjo un corte. Los diez mandamientos, Ley fundamental del AT, era cosa de la religión judía. Jesús iba por otro lado.
       
      El episodio del hombre de la mano atrofiada (Mc 3,1-7), que explica cómo el Galileo anima al hombre a recobrar su autonomía y su actividad, dio lugar a que la religión, representada en el texto por los fariseos, y el poder político y económico, representado por los partidarios de Herodes, los herodianos, dos facciones enemistadas, hicieran un contubernio para quitarse de en medio al Galileo: “Al salir, los fariseos, junto con los herodianos, se pusieron enseguida a maquinar en contra suya para acabar con él”. Lo de la mano parece ser que fue algo gordo y de gran riesgo para los poderes político y religioso.
       
      Pero más gordo fue el hecho de la Constitución de los Doce. Aquello significaba una ruptura con el sistema político y religioso. Suponía generar el núcleo de una sociedad alternativa. Fue tan sonada la cosa que la noticia llegó a la capital y los líderes de la ideología emprendieron una campaña de desprestigio contra el Galileo a base de sembrar bulos (Mc 3,22-30). Lo de Jesús no fue asunto de sentimientos, creencias, piedad o recogimiento. Tenía otra dimensión que convenía disimular a la gente mediante el engaños y trolas.
       
      La Liberación propuesta por el Galileo es de carácter activo y requiere la responsabilidad individual y colectiva. Se logra a través de generar células sociales donde prevalezca la fraternidad; una fórmula adaptable a cada tiempo y lugar. Pero esas células no han de entenderse como ghettos; trabajan para la liberación a escala local y universal, lo que conlleva comprometerse a cualquier nivel que conduzca a recuperar la dignidad y la plenitud de todo ser humano.
       
      Jesús no fundó ningún partido político ni ninguna religión. Reducir su mensaje a un apellido de partido político y a la conciencia individual ha sido y es un fraude de muy graves consecuencias.
       
       
      Un abrazo

    • Antonio Llaguno

      Hola Carmen

      La Liberación de la que habla Gustavo Gutiérrez no es política, es integral.

      Es la misma que propone Jesús de Nazaret cuando se denomina a si mismo como “La Buena Noticia anunciada a los más porbres”

      Lo que pasa es que, en palabras de otro teólogo de la liberación, el jesuita Jon Sobrino, en su libro “Jesucristo Liberador”, en la época en la que se empieza a hablar de Teología de la Liberación: “Jesucristo, aún sigue crucificado en América Latina”

      Dentro del proceso de salvación que Dios guarda para cada hombre, los latinoamericanos de ese momento, aún no disfrutan de la Resurrección de Jesús, debido a la opresión política, económica y represora que están viviendo. Nos seré yo quien juzgue, al menos en este comentario, si la disfrutan hoy en día.

      Hablamos de la época de Somoza en Nicaragua, Dubuisson en el Salvador, Noriega en Guatemala, Vileda en Argentina, Pinochet en Chile y por supuesto tambien Castro en Cuba.

      El poder de la época (Con los gringos y JPII a la cabeza), acusó a la TL de marxista por utilizar un análisis político y económico marxista para evaluar la situación; pero es que en el materialismo dialéctico y económico, el análisis no tiene por que ser malo, es un análisis como cualquier otro y como cualquier otro análisis puede ser comlpetado y complementado por otros puntos de vista.

      Lo que ya sí tiene un juicio moral, son los metodos que se usen para resolver los problemas que se deriven de ese análisis de la realidad.

      Monseór Oscar Romero, estaba muy lejos de ser comunista, Rutilio Grandes estaba muy lejos de ser comunista, Ignacio Ellacuría estaba muy lejos de ser comunista; porque ante los problemas que el análisis de la realidad reflejaba, lejos de la lucha armada, ellos proponían la radicalidad del Evangelio.

      ¿Hubo curas o cristianos, que adoptaron la lucha armada? Sí. Y la Iglesia tenía razón al llamarles la atención. Pero fueron los menos.

      Los poderosos, ante unos “curitas” qe les sacaban los colores y que les negaban una justificación moral que otros clérigos católicos les habían dado siempre; les acusaron de comunistas de subversivos y simplemente los fueron asesinando (Los tres mencionados murieron violéntamente asesinados por un poder tiránico y fueron personas que las armas qe usaron fueron exclusivamente la palabra, el ejemplo y en particular Oscar Romero la Hostia Consagrada con la que fue abatido por un francotirador).

      Es lo de siempre. Si quiero que mi público me acepte como asesino debo ser asesino de demonios no de hombres y mujeres, así que les llamaré como el peor demonio posible (En su cabeza el comunista) y podré llevar la cabeza bien alta porque a juicio de los míos, no será un asesino sino un “justiciero”.

      Pero ellos no se metieron en política, simplemente anunciron el Evangelio donde Cristo dijo que se tenía que anunciar, entre los más pobres.

      Exactamente igual que con Cristo que fue asesinado por razones de poder, no por razones religiosas.

      Y lo que decían estos teologos (Creo que Sobrino aún vive) es que si cristo sigue crucificado en América Latina, es a los cristianos a quien corresponde, como vehícvulos que somos del Dios vivo, resucitarlo liberando al pueblo de la opresión que sufre.

      Cristo (Y esto que sigue es de mi cosecha, luego probablemente sea teológicamente  poco sostenible) también dijo: “Siempre habrá pobres, no lo podréis evitar”; pero somos ejecutores del plan de Dios; Dios no puede hacer nada que no hagamos en su nombre nosotros, los cristianos.

      Lo que dijeron en sus escritos y con su vida estos santos (Para mi lo son, mucho más que algunos otros “santos subitos”) es que la tarea de los cristianos de hoy es liberar a esos oprimidos para que el Reino de Dios se de en ellos hoy y no necesariamente cuando mueran, que es lo que les dicen los curas.

      Porque “Todo el que por mi causa haya dejado casas, hermanos, hermanas, padre, madre, hijos o terrenos recibirá cien veces más y heredará la vida eterna.” (Mt 19,29).

      Como dirían en mi tierra de adopción (México): “Ni modo” si lo que dejas es la vida.”

      Y creo, que si algo tenéis claro en esta cas es que yo, no soy, precisamente, comunista.

    • Antonio Llaguno

      Carmen,

      he buscado, en un librito que estoy escribiendo con los pensamientos míos y fundamentalmente de otros, que son importantes para mi, la contestación que 2 días antes de morir asesinado de un tiro lejano y cobarde, cuando consagraba en la catedral de San Salvador, Monseñor Oscar Arnulfo Romero (Hoy San Oscar Romero de América) contestó a un periodista que le preguntó por las amenazas que el gobierno dictatorial de El Salvador le había hehco:

      “He sido frecuentemente amenazado de muerte… Como pastor estoy obligado, por mandato divino, a dar la vida por quienes amo, que son todos los salvadoreños, aun por aquellos que vayan a asesinarme…

      Si me matan, resucitaré en el pueblo salvadoreño. Se lo digo sin ninguna jactancia, con la más grande humildad . Ójala así se convencieran de que perderán.

      El martirio es una gracia de Dios que no creo merecer. Pero si Dios acepta el sacrificio de mi vida, que mi sangre sea semilla de libertad y la señal de que la esperanza será́ pronto realidad.

      Mi muerte, si es aceptada por Dios, sea por la liberación de mi pueblo y como testimonio de esperanza en el futuro… Puede decir si llegan a matarme que perdono y bendigo a quienes lo hagan…

      Perderán su tiempo: un obispo morirá́, pero la Iglesia de Dios, que es el pueblo, no perecerá́ jamás”.

      Hace 44 años de estas palabras. Las he leído y releído miles de veces y aún lloro desconsoladamente cada vez que las leo.

      Como dije en otro comentario. Si Oscar Romero era comunista, que me apunten a la lista.

      Esto es de lo que hablaba Gustavo gutierres cuando escribia “Teología de la Liberación” y esto es lo que siguen hoy sin entender los sucesores de los verdugos de San Romero de América.

  • carmen

    Porque no es cierto que la idea que tenemos del cristianismo sea una cosa de malentender todo por culpa de que nos creemos últimamente muy listos y la razón haya desbancado al sentimiento o no sé qué.

    No es cierto. Viene desde hace muuuuuchos siglos. Cuando la inmensa mayoría de las personas no sabían leer. Se creían lo que los sabios le decían.O sea. Los problemas que haya podido o no causar eso que llaman ciencia y descubrimientos, no son la causa de lo que me estoy planteando.Alguna vez, alguien o álguienes que sepan de esto, hablarán .O no.

    Es mejor considerarnos a todos uno materialistas , unos desagradecidos ateos, que no hemos entendido que la razón de esta vida es ganar el cielo en la próxima. De verdad que…De verdad que…

  • carmen

    O te deja de interesar. Que no es precisamente mi postura personal. Me gusta el tema. Muchísimas personas han salido corriendo, y con razón.

    Creo que intentar entender te ayuda a comprender un poquito este mundo de locos que, entre todos hemos construido. Por aceptar lo inaceptable.

    Pero bueno…Seguiré leyéntote, Salvador. Me gusta lo que escribes. 

  • carmen

    Pues nada. No entiendo nada. Cómo es posible entonces que la idea de un buen cristiano es aquel que sufre , aguanta, nada importa, porque lo importante es la vida después de la muerte . En esta hay que dejar al poderoso que campe a sus anchas, porque ya llegará el día del juicio final y todos al infierno?

    Pues a nosotros nos ha llegado la imagen de Jesús como siervo sufriente , de aguantar su cruz, porque era tan bueno que ni protestó. Que nadie lo entendió. Y cargó con todos los pecados del mundo mundial. Porque no había otra para salvar a la humanidad.Alguien, algún día, explicará cómo y por qué se llegó a estas conclusiones.

    Es alucinante todo.Qué sucedió? Por qué pudo llegar a suceder? Entiendo que don Constantino pensara, estos me interesan. Lo entiendo perfectamente. Pero, cómo se llegó a trastocar tanto la  propuesta de Jesús?  La respuesta más fácil es decir, todo esto de estos artículos son pura invención.Y, sin embargo, tienen una lógica aplastante.Mucho más que la historia de nacer de una virgen por que a un dios así se le Antojó y lo condujese hasta una muerte horrible para poder perdonar lo malísimos que somos.Y lo más grande de todo, es que esa idea ha dominado el mundo. O una buena parte.No logro entender.
    En fin.Buen día.    

    • oscar varela

      El “NO ENTENDER” el desatino

      y mantener ese “no entender

      es buen punto de apoyo

      para lograr -¡al fin!- IR ENTENDIENDO.

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