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Conversación con Francis Collins

Hace tiempo que quería abrir una página para invitar a asomarse a la nueva Web de BIOLOGOS, que presentaba solo como proyecto Francis Collins en el librito del que hablamos hace años aquí: ¿Cómo habla Dios? Esta tarde, aprovechando un relativo descanso, he oído este podcast, ayudándome de la transcripción. Y, como sigo creyendo que el testimonio vital puede producir fruto en otros, os lo ofrezco. Solo deciros que me ha interesado sobre todo su relato sobre cómo asumió y realizó en 13 años el encargo de descifrar todo el genoma humano. Yo estaba entones de gerente en la nueva fundación de Investigaciones Biomédicas  (FVIB) y seguíamos al detalle esos progresos de biología molecular y genética, que se dispararon espectacularmente en aquellos años noventa. AD.

Collins se sentó con nosotros en su casa para hablar sobre su propio viaje en la búsqueda de una armonía entre la fe y la ciencia. Habla sobre la primera parte de su carrera estudiando medicina y liderando el Proyecto Genoma Humano, comparte historias de algunas de las personas en su vida que fueron influyentes en su conversión del ateísmo al cristianismo, y discute el papel que la música ha jugado en su vida.

Este podcast fue presentado por Jim Stump junto a Deb Haarsma, actual presidenta de la Biologos,  y producido por Colin Hoogerwerf.

Abrir el podcast (en inglés) y ayudarse de la trascripción traducida al español para seguirlo mejor, O prescindir del audio y simplemente seguir leyendo…

BioLogos conversación con F, Collins

Transcripción: 

Collins:

La racionalidad puede llevarte hasta el borde de la creencia, pero en algún momento tienes que mirar dentro de tu propio corazón y darte cuenta de que hay algo profundo aquí en nuestras propias aspiraciones, nuestros propios comportamientos humanos, nuestros propios defectos que necesita una solución divina.

Stump:

Ese fue Francis Collins, el fundador de BioLogos y el actual director de los Institutos Nacionales de Salud.

Bienvenidos a Lenguaje de Dios, un nuevo podcast de BioLogos que explorará la armonía entre la ciencia y la fe cristiana. Soy Jim Stump, el editor senior de BioLogos, y me complace que me acompañe en este episodio la presidenta de BioLogos, Deb Haarsma.

Haarsma:

Es muy bueno estar aquí, Jim.

Stump:

Llevamos un tiempo hablando de un podcast.

Haarsma:

Oh, estamos muy emocionados de entrar en el mundo de los podcasts. La gente lleva años pidiéndonos un podcast. Sé lo difícil que es encontrar tiempo para ver una conferencia en video, pero puedes escuchar el audio en cualquier momento, ya sea que estés conduciendo, corriendo o lavando los platos. Por lo tanto, un podcast es un gran medio para algunas de las conversaciones de larga duración que tenemos en BioLogos para ir y dialogar con personas de diferentes puntos de vista o para contar las largas historias de algunas de las grandes personas de nuestra red.

Stump:

Bueno, ¿qué tan genial es que para este primer episodio nos sentáramos y grabáramos una conversación con Francis Collins?

Haarsma:

Oh, fue tan genial esa tarde grabar eso con él.

Stump:

Para aquellos que escuchan y que no saben quién es, ¿puedes darle una presentación adecuada?

Haarsma:

Bueno, claro. Francis Collins es uno de los mejores científicos del mundo. Dirigió el Proyecto Internacional del Genoma Humano, que fue el primer grupo en secuenciar todo el libro de instrucciones del ADN humano en 2003. Desde 2009 es director de los Institutos Nacionales de Salud, el mayor apoyo a la investigación biomédica en el mundo. Y Francis Collins también es cristiano. En 2006 publicó su libro El lenguaje de Dios en el que describe su propia conversión del ateísmo al cristianismo. Y ese libro se convirtió en un éxito de ventas. Y la gran respuesta al libro lo inspiró a fundar BioLogos y escuchamos regularmente a personas cuyas vidas han sido impactadas que han llegado a la fe al escuchar la historia de Francis Collin. Me siento honrado de llamarlo amigo también.

Stump:

Los oyentes también pueden encontrar más información sobre Francis Collins en los enlaces de las notas de nuestro programa o escribiendo su nombre en nuestra barra de búsqueda en biologos.org. Teníamos tanto material excelente de nuestra grabación con Francis que lo dividimos en dos episodios. Así que en este primero escuchamos principalmente acerca de su propia formación científica y su trabajo y cómo llegó a la fe cristiana. Deb, has escuchado muchas de estas historias antes, pero también obtuvimos algunas cosas nuevas de él. Dar a los oyentes una pequeña muestra de lo que pueden esperar.

Haarsma:

Sí. Habló de una ciencia muy nueva, de un nuevo tratamiento para la anemia de células falciformes. Y se basan en la ingeniería genética y la utilizan junto con algunos descubrimientos que Francisco hizo hace décadas sobre la base genética de la enfermedad. Y dijo que esta enfermedad está a 5 años de ser curada.

Y luego, cuando hablamos de su camino del ateísmo al cristianismo, describió algunas conversaciones importantes que tuvo de las que yo no había oído hablar, de él hablando con otros científicos creyentes que primero lo ayudaron a entender el concepto de gracia: que estamos muy lejos de la santidad de Dios y, sin embargo, Dios nos acepta debido a la muerte de Jesucristo.

Stump:

Realmente es su excelencia científica y su humilde carácter cristiano lo que ha inspirado nuestro trabajo en BioLogos desde el principio.

Haarsma:

Sí, es muy cierto.

Stump:

Y, por supuesto, no se puede hablar mucho tiempo con Francis sin que suene la música.

Haarsma:

Sí. Pudimos cantar con él esa tarde en la sala de su casa.

Stump:

Bueno, hay un adelanto para el final del episodio. Vayamos a la conversación.

Entrevista

Stump:

¿Cuáles fueron algunas de las experiencias que tuviste cuando eras niño y que, al menos en retrospectiva, ahora parecían apuntarte hacia la ciencia como una vía educativa y luego incluso como una búsqueda de por vida?

Collins:

Crecí en una granja y mis padres estaban haciendo lo de los sesenta, excepto que aún no eran los sesenta, así que nuestra granja no tenía plomería interior y no íbamos a la escuela. Mi madre nos enseñaba en casa. Mis tres hermanos y yo. Hasta sexto grado así aprendí las cosas, lo cual fue un regalo maravilloso porque mi madre era una persona que tenía la capacidad de hacer que cualquier cosa sonara interesante y así aprendí a amar el aprendizaje fue de ella. Y luego nos mudamos a la ciudad y fui a la escuela pública y me encontré con la química en una clase de secundaria y me di cuenta de que esto es lo que quiero hacer con mi vida. Quiero ser científico. Y como era química, supongo que quiero ser químico. Eso me llevó a UVA, donde me especialicé en química. Eso me llevó a Yale, donde obtuve un doctorado en química física y había ignorado las cosas que estaban sucediendo en biología porque parecían muy desordenadas. Bueno, lo eran.

Haarsma:

Yo también tuve esa experiencia. Como si pensara que la biología era muy desordenada e imprecisa y no me interesaba. Ahora me arrepiento porque…

Collins:

Iba a decir que estabas en el mismo bando que yo porque amabas las matemáticas como yo, amabas las leyes de la física que eran tan elegantes y hermosas. Lo son. Pero en algún momento, casi a la mitad de mi doctorado, me di cuenta de que me había perdido algo que estaba sucediendo con las ciencias de la vida. Esto fue cuando el ADN recombinante se estaba inventando y la gente estaba entusiasmada con el hecho de que se podían mover trozos de ADN y tal vez esa sería una forma de curar enfermedades terribles. Todo esto era nuevo para mí y me di cuenta de que necesitaba aprender más sobre esto. Y cuanto más aprendía, más me emocionaba. Y cuanto más me di cuenta, probablemente me esté llamando como una forma alternativa de trazar mi propia carrera profesional.

Yo ya estaba casado. Tenía un hijo pequeño. Estaba un poco endeudado. A pesar de todo eso, decidí dar un gran salto hacia un camino diferente y postularme a la escuela de medicina. Y para mi sorpresa, entré. Fui a la Universidad de Carolina del Norte para aprender sobre medicina y ese tipo de ciencia. Y muy temprano en ese proceso, la genética surgió como la manera perfecta de unir esta parte matemática y digital de mi cerebro con la parte que quería entender la vida y quería poder hacer algo con la ciencia que beneficiara directamente a las personas. Así que cuando llevaba dos o tres meses en la facultad de medicina, sabía que quería ser genetista médico. Aunque no estaba muy seguro de qué era eso. Y tampoco había mucha gente a mi alrededor que estuviera segura. Pero de alguna manera tenía que tener sentido. Tal vez, tal vez de alguna manera en mi vida eso podría llegar a ser relevante para la medicina. La mayoría de la gente pensó, probablemente no, pero vale la pena intentarlo.

Stump:

¿Tenías alguna idea entonces de la dirección, de cuánto progresaría la genética durante tu vida para ver el tipo de medicina genómica que está sucediendo hoy en día? ¿Era eso siquiera imaginado?

Collins:

No, absolutamente no. La idea de que podríamos leer en voz alta todas las letras del libro de instrucciones del ADN humano, el genoma, en mi vida. Nadie se atrevía siquiera a pensar en eso. En ese momento, podías obtener un doctorado por obtener una o dos letras del código de ADN y pensar que lo tenías bien. Tuvimos que ir tan lejos como para contemplar que realmente fuera aplicable a la medicina. La mayor parte de lo que la genética tenía para ofrecer en ese momento era la citogenética, donde se podían observar los cromosomas bajo el microscopio. Habíamos descubierto que cosas como el síndrome de Down se debían a un cromosoma extra, pero eso era más o menos todo. Por lo tanto, como genetista, es posible que pueda estudiar los antecedentes familiares de las personas y hacer una predicción sobre si una enfermedad en particular iba a ocurrir o no: la enfermedad de Huntington, la fibrosis quística o la enfermedad de células falciformes. Pero eras como el corredor de apuestas en Las Vegas, estabas adivinando las probabilidades, no sabías realmente si iba a suceder o no, y ciertamente no eras el reparador en el que podrías hacer algo al respecto y realmente ayudar a alguien que tenía una de estas enfermedades genéticas que estaba fuera de tu alcance.

Stump:

Quizás otro ejemplo de eso tiene que ver con lo que dices que fue tu primer artículo publicado después de la Facultad de Medicina sobre la hemoglobina fetal, que, según tengo entendido, es parte de la base de la anemia de células falciformes. ¿Y ahora hay un trabajo en marcha en los NIH que parece que puede haber una cura para la anemia de células falciformes?

Collins:

Esto es muy emocionante. Sí. Después de terminar la escuela de medicina, hice una residencia en medicina interna y luego hice una beca en genética médica. Tuve que idear un plan de investigación y trabajé en esta cuestión de cómo es que algunas personas con enfermedad de células falciformes tienen síntomas muy leves y otras tienen una experiencia grave y horrible de por vida. Resulta que las personas con la enfermedad leve mantienen una cierta proteína llamada hemoglobina fetal en la edad adulta. Mientras que la mayoría de nosotros lo desactivamos, es muy útil durante la vida fetal y luego cambias de fetal a adulto durante tu primer año. Pero algunas personas, raras personas, no lo hacen, y si también tienen la enfermedad de células falciformes, les ayuda mucho. Así que estudié una familia que tenía lo que se llamaba persistencia hereditaria de la hemoglobina fetal. Y encontré una sola letra de ADN que era la responsable. Era la primera vez que alguien encontraba una mutación genética que no estaba en la parte del gen que codifica la proteína. Fue en la parte reglamentaria. Así que cambiaba si ese gen estaba activado o desactivado. Y ahora aquí estamos, 35 años después, ahora es posible usar la edición de genes, extraer la médula ósea de alguien que tiene la enfermedad de células falciformes, crear ese mismo cambio ortográfico usando CRISP-Cas, que es este maravilloso sistema de edición de genes, expandir esas células, devolverlas y proporcionar una cura para la enfermedad de células falciformes. Tomó mucho tiempo llegar aquí, pero esta es una de las cosas más emocionantes que está sucediendo en este momento. Vamos a ver cómo se cura la enfermedad de células falciformes en los próximos cinco años.

Haarsma:

Uau. Eso es increíble. ¿Y qué? ¿Qué tan genial para ti haber visto ese cambio en tu vida?

Collins:

Nunca lo hubiera soñado cuando estaba trabajando en esto como postdoc pensando, bueno, esta será una buena experiencia académica y tal vez nos enseñe algo sobre biología básica, pero entonces en realidad conduciría a una cura. Inimaginable, en aquel entonces.

Haarsma:

¿Ha conocido a alguno de los pacientes o familiares que se ven afectados por esto?

Collins:

Tengo. Tenemos un gran programa en los NIH en este momento sobre la enfermedad de células falciformes y algunos de estos tratamientos de los que estoy hablando se están probando en este momento y estamos viendo a personas, después de pasar por una experiencia bastante difícil con los pasos que se necesitan para llegar allí, básicamente se van diciendo: “Soy una persona nueva”. Hace meses que no tengo una crisis. Una persona que estaba realmente en muy mala forma, ahora se está convirtiendo en una campeona de Jujitsu. Eso sí que es una gran transformación en el camino de la vida de alguien sobre la base de este tipo de enfoques terapéuticos genéticos y eso es un sueño hecho realidad.

[interludio musical]

Stump:

Rebobinemos un poco a un proyecto del genoma humano. Entonces, ¿eres este investigador que se ocupa de sus propios asuntos, trabajando en qué otro tipo de problemas o preguntas científicas?

Collins:

Así que, sí, después de que finalmente obtuve esta capacitación, terminé en Michigan, en la facultad, cuidando pacientes y enseñando a estudiantes de medicina e investigando. Y el gran proyecto en mi laboratorio se convirtió en fibrosis quística, para tratar de encontrar la causa de ese trastorno genético relativamente común, que en ese momento se asociaba con la supervivencia solo hasta la adolescencia. Y vi pacientes con fibrosis quística y anhelaba entender cuál era la causa. Y realmente no sabíamos nada más que es heredado. Es lo que se llama recesivo en términos de riesgos. Por lo tanto, si un padre ha tenido un hijo afectado, el siguiente hijo tiene una probabilidad entre cuatro de verse afectado también. Así que este era un gran misterio que necesitaba ser resuelto. No había un proyecto de genoma en ese momento y nuestra capacidad para viajar alrededor de los 6 mil millones de letras del genoma humano era bastante rudimentaria, pero inventé una forma de ir más rápido para saltar de una parte a otra en lugar de tener que caminar.

Y eso resultó ser útil. Cuando sabías que estabas cerca del gen pero querías encontrarlo en menos de 20 años, saltar realmente podría ayudarte. Así que mi laboratorio se asoció con otro investigador maravilloso en Toronto, Lap-Chee Tsui. Al principio estábamos compitiendo en la fibrosis quística y luego decidimos, oh, vamos, trabajemos juntos en esto. Esto es demasiado importante. Así que fusionamos nuestros laboratorios y tuvimos que conducir mucho por la carretera entre Toronto y Ann Arbor. Y en 1989 obtuvimos la respuesta. Lo encontramos. Y fue muy sutil, solo tres letras del código de ADN que fueron eliminadas, en personas que tenían fibrosis quística. Pero eso fue todo. Esa fue una gran prueba de principio de que realmente se podían resolver estos misterios de las miles de enfermedades genéticas que todavía estamos esperando para ese tipo de respuestas.

Así que hizo que todo el mundo se entusiasmara bastante. Y me complace decir ahora, mirando hacia atrás, eso fue hace 30 años, que este año estamos viendo el desarrollo, ahora están en ensayos de fase tres, de medicamentos dirigidos basados en la comprensión de los detalles de lo que hace ese gen y lo que sucede cuando hay esa falta de ortografía que va a hacer que la fibrosis quística sea prácticamente una enfermedad. Es casi compatible con una vida útil normal. Increíble llegar a ese tipo de resultado porque iba a ser un problema realmente difícil. Y lamento que haya tardado treinta años. Ojalá hubieran sido dos. Pero parece que lo estamos consiguiendo. Así que sí. Trabajé en eso. Trabajó en la enfermedad de Huntington. Trabajó en otra enfermedad llamada neurofibromatosis.

Pero estaba muy claro para mí si realmente querías escalar esto, donde no solo hicieras una búsqueda de enfermedades a la vez, sino que pudieras abordar cientos de ellas. Había que tener una base de datos del genoma. Tenías que ser capaz de tener una secuencia de ADN de referencia de todas esas letras en tu computadora para poder encontrar lo que estabas buscando de maneras mucho más rápidas y eficientes, para que cada estudiante de posgrado pudiera hacer lo que les tomó a dos grandes laboratorios cinco años encontrar la fibrosis quística.

Haarsma:

Porque no tenías internet en ese entonces…

Collins:

No. Faxes. Ugh.

Haarsma:

Así que es increíble lo mucho que has progresado incluso con la tecnología que tenías.

Collins:

Y los estudiantes de posgrado de hoy, cuando se enteran de esto, ¿solo piensan qué? ¿De verdad tenías que hacer eso? ¿No podías simplemente buscarlo? ¿No fue un clic del ratón? Parece tan anómalo. Supongo que sí. Y probablemente dentro de 20 años, lo que estamos haciendo hoy parecerá anómalo. Ese es un curso en el que está la ciencia.

Pero de todos modos, me convertí en un gran admirador de la idea de que deberíamos invertir en un gran proyecto de biología, que consiste en leer en voz alta todas las letras del genoma humano, hacerlas de dominio público y acelerar el progreso de todas estas enfermedades. Todavía necesitaba respuestas. Irónicamente, no todo el mundo estuvo de acuerdo. Esto fue bastante controvertido.

Haarsma:

¿Realmente?

Collins:

Venga, sí. Vuelva atrás y lea algunos de los comentarios en revistas científicas en 1988, 89. La mayoría de la comunidad científica se opuso.

Haarsma:

¿Realmente?

Collins:

Dijeron, sí, esto no va a funcionar. Me va a quitar dinero de la subvención. Esa era una gran parte de la preocupación. Sonaba como un sumidero de dinero. Y lo más ofensivo en absoluto, dijeron, bueno, este va a ser un trabajo tan aburrido que solo los científicos mediocres querrán hacerlo.

Haarsma:

¡Tienes que estar bromeando!

Collins:

Alguien hizo una broma diciendo que la verdadera forma de secuenciar el genoma humano es asignar a las personas en prisión, 30.000 pares de bases y luego serían puestos en libertad condicional. [risas]

Sí. No se aferraron al hecho de que esto iba a ser una oportunidad increíble para el desarrollo de tecnología y traer todo tipo de ideas geniales de ingenieros, gente de robótica y científicos informáticos para llevar lo que había sido realmente una industria artesanal, mientras que la secuenciación del ADN no era para los pusilánimes y requería todo tipo de manipulaciones manuales y mucha radiactividad a algo que se podía hacer de forma altamente automatizada procesos con una precisión mucho mayor y un costo mucho menor, y eso fue realmente lo que el Proyecto Genoma tuvo que desarrollar e hizo.

Haarsma:

Y entonces, ¿cuánto tiempo tardó en secuenciarse el primer genoma?

Collins:

Bueno, sí. La promesa original de Jim Watson era que iba a tomar 15 años y cuando Jim prometió eso, todos tragamos saliva porque no teníamos idea de cómo iba a funcionar. Y si le preguntabas a Jim, él diría, bueno, pensé que si el congreso iba a apoyar esto, si era más de 15 años, simplemente no se interesarían. Si fuera menos, probablemente no podríamos tener éxito. Así que me lo inventé.

Stump:

Una estimación muy pragmática.

Collins:

Así que, felizmente, ya que soy el tipo al que se le pidió que dirigiera la empresa en 1993, lo hicimos, no en 15 años, lo hicimos en 13 años. Dos años antes de lo previsto. Y había un presupuesto que se había estimado y llegamos a 400 millones de dólares por debajo de eso. Eso conmocionó a todos en Washington DC.

Stump:

Cuatrocientos millones en un presupuesto, ¿presupuesto total de qué?

Collins:

3 mil millones.

Stump:

De 3.000 millones.

Collins:

Sí. Así que antes de lo previsto por debajo del presupuesto. Uau. ¿Con qué frecuencia sucede eso?

Haarsma:

¿Y cuánto tiempo y cuánto cuesta secuenciar un genoma hoy en día?

Collins:

Oh, hoy. Derecha. Así que ahora tenemos ese número de 3.000 millones. Si quisiera secuenciar tu genoma hoy, en primer lugar podría hacerlo en 24 horas y me costaría 850 dólares.

Stump:

¿Y eso va a seguir bajando?

Collins:

Eso está en el camino hacia abajo, creo que será hasta el genoma de cien dólares en los próximos cinco o seis años.

Stump:

Y habrá una aplicación en tu iPhone para dejar caer un poco de saliva.

Collins:

Sí, y probablemente la mayoría de nosotros querremos tener esa información como parte de nuestro historial médico porque puede ser realmente valiosa para ayudar a tomar la decisión correcta cuando te enfermas, ¿es este el diagnóstico correcto? ¿Es este el medicamento adecuado? Todas esas cosas que el genoma puede informar y todos somos diferentes y mucho de eso se refleja en nuestros genomas y tener esa información accesible y utilizable para la toma de decisiones médicas va a ser realmente poderoso.

Stump:

¿Alguna conjetura sobre dónde estará la medicina genómica en otros 20 o 30 años?

Collins:

Bueno, ahora mismo estamos invirtiendo en un proyecto importante para tratar de responder a esa pregunta porque creemos que esto debería tener un valor considerable para la atención médica personal, tanto en términos de prevención como en términos de tratamiento de enfermedades. Pero no tenemos todos los datos necesarios para probarlo, por lo que estamos en el proceso de inscribir a no menos de 1 millón de estadounidenses en un proyecto llamado All Of Us. Un grupo muy diverso en todo el país con mucha diversidad racial, étnica y socioeconómica y pidiéndole a esos millones de personas que sean nuestros socios para responder a su pregunta, poniendo a disposición sus registros de salud electrónicos, respondiendo muchos cuestionarios sobre sí mismos y secuenciando su genoma y también muchas otras medidas de laboratorio. Y esto no es un trato de una sola vez. Esto es seguir a esas personas durante años y años, probablemente décadas, para ver qué pasa. Ese es el tipo de datos que necesitamos decir, ¿cómo

 

podrías usar esta información para mantenerte saludable? Vamos a tener, creo que como resultado de eso, una transformación de la medicina de la que todos ustedes se beneficiarán. No sucederá de la noche a la mañana. Este es un proceso de 10 o 15 años antes de que realmente comiences a tener la evidencia para saber cómo implementar lo que llamamos medicina de precisión, donde ya no es una talla única para todos, es como, lo que va a ser correcto para ti.

Haarsma:

Anhelo el día.

[interludio musical]

Stump:

A medida que avanzamos en la vida, es interesante y quizás incluso un poco desconcertante mirar hacia atrás en algunos momentos, algunas conversaciones, que en ese momento parecían insignificantes y aleatorias, pero ahora entendemos que estos son puntos de inflexión cruciales, que contribuyen de manera importante al camino que tomamos en la vida. Hay un par de ellos para ti durante la escuela de medicina sobre los que nos gustaría escucharte hablar y reflexionar. Primero está el paciente que planteó una pregunta que te hizo pensar mucho sobre la fe. ¿Puedes contarnos esa historia?

Collins:

Oh, puedo verla en mi mente ahora mismo. Fui a la escuela de medicina como ateo y evité las discusiones sobre la fe y evité a los colegas de la escuela de medicina que eran creyentes que querían hablar conmigo sobre su fe. Era como, oh, no te sientes con esa persona en el almuerzo. Porque todo esto me hacía sentir muy incómodo y no tenía ninguna base en la religión más allá de haber sido enviado a la iglesia para aprender música, lo cual aprendí, pero no aprendí el resto en absoluto. Pensé que era un montón de hocus pocus. Pero como estudiante de tercer año de medicina, te encuentras sentado al lado de la cama de personas que se enfrentan a enfermedades graves y, en muchos casos, enfermedades para las que el sistema de atención médica realmente no tenía respuestas. Así que me afectó bastante eso y vi a esta buena gente de Carolina del Norte enfrentando el final de sus vidas y me pregunté qué haría.

Un paciente en particular al que me asignaron era una abuela encantadora de la zona rural de Carolina del Norte, que tenía una terrible enfermedad cardíaca avanzada y episodios diarios de dolor en el pecho aplastante, que ninguno de nuestros medicamentos estaba ayudando mucho. Y al final de uno de esos dolores en los que finalmente estaba saliendo de él y estaba hablando de cómo su fe la ayudó a salir adelante y sabía que su vida no iba a durar mucho más, pero Jesús estaba allí con ella. Escuché con cierta torpeza y ella se detuvo y dijo, usted sabe doctor, le he hablado de mi fe y usted nunca dice nada. ¿Qué cree usted, doctor? Nadie me había preguntado eso de una manera tan abierta, honesta y maravillosamente cariñosa. Y tartamudeé algo así como, bueno, creo que no sé realmente, ¿dónde se abrieron sus ojos, como en serio? Y salí de la habitación lo más rápido que pude. Y eso realmente me atormentó durante los siguientes días.

Se supone que soy un científico. Se supone que debo preocuparme por responder preguntas importantes. Me acaba de hacer una pregunta muy importante y me di cuenta de que no tengo absolutamente nada que decir en términos de cómo responderla. Me identificaba como ateo, pero era porque esa era la respuesta que quería, no porque fuera algo que realmente hubiera explorado. Tal vez sea hora de explorarlo.

Supongo que también era consciente en ese momento de que había gente a mi alrededor, algunos de mis profesores a los que admiraba mucho, que eran modelos maravillosamente compasivos, pero también científicos consumados y algunos de ellos, estaba claro, eran creyentes. y me pregunté cómo podría ser eso. Y supuse, bueno, deben haber tenido esas cosas en la cabeza cuando eran niños y nunca pudieron superarlo. Pero me pareció que tal vez necesitaba averiguarlo porque no parecen personas que hubieran creído en algunas tonterías supersticiosas durante toda su vida sin tener la sensación de que había verdad allí. Así que tal vez sea hora de explorar. Pensé en emprender una búsqueda para fortalecer mi propio ateísmo porque estaba bastante seguro de que eso era lo que encontraría. Eso no es lo que encontré.

Stump:

El segundo de estos episodios, me gustaría escuchar un poco más porque solo he escuchado un poco de esto, es que caminas por la calle hacia la casa de un ministro metodista, quien te presenta a C.S. Lewis. ¿Cómo sucede esto? ¿Sabes, este tipo? Es algo así como, estoy buscando la primera iglesia para alguien que pueda darme algunas respuestas.

Collins:

Así que en ese momento yo vivía en Old Hillsboro Road en Carboro, Carolina del Norte, y al final de la calle estaba la Iglesia Metodista Unida de Carboro. Y el pastor vivía en una casa a un par de puertas de distancia de eso. Mi esposa había visitado su iglesia una vez y dijo que pensaba que parecía un tipo accesible. Ella estaba mucho más interesada en la fe que yo. Y entonces, en un esfuerzo por tratar de averiguar por qué los creyentes realmente creen, fui y toqué a su puerta y me senté con él durante una hora.

Stump:

¿Cuál fue la primera pregunta? Así que llega a la puerta. ¿Cómo empieza esto? ¿Cómo es esta conversación?

Collins:

Le dije: “Hola Sam”. Este es Sam Mcmillan, quien dirige un centro de retiros en el oeste de Carolina del Norte en este momento para pastores que están en crisis de vida. “Oye Sam, soy el tipo que vive en la misma calle y soy un pasante en medicina y estoy interesado en aprender algo sobre por qué los creyentes creen, porque he observado que la gente parece tomar estas cosas en serio. No tengo ningún antecedente en ese tipo de cosas. Tal vez podrías explicarme, ¿cómo podría una persona racional realmente suscribir algunas de estas ideas acerca de Dios sin revisar completamente su cerebro en la puerta?” Era así de contundente.

Haarsma:

Es maravilloso. Me hace pensar, ¿qué haría si alguien me preguntara eso? ¿A qué títulos me acercaría?

Collins:

Ojalá hubiera tenido toda la conversación escrita en una transcripción porque no recuerdo mucho del resto de lo que hablamos, pero sí recuerdo que me aseguró que había muchas personas que habían hecho este tipo de preguntas y que habían descubierto que, de hecho, había respuestas y que la creencia en Dios no solo podía ser algo agradable y algo que tal vez podrías tener un apego emocional a pero en realidad podría ser intelectualmente muy satisfactorio. ¿Realmente? Y en algún momento me dijo: “Bueno, déjame desafiarte a que leas un libro que tengo aquí en mi estantería. No es un libro muy largo, pero está escrito por alguien que hizo las mismas preguntas que tú y encontró un camino a seguir y tú pudiste decidir si te encaja o no”. Y él tomó este librito y, por supuesto, este era Mero Cristianismo de C.S. Lewis.

Y, por supuesto, C.S. Lewis había recorrido el mismo camino del ateísmo a la creencia, expresando muchas de las mismas objeciones que me habían molestado, que cuando comencé a leer su libro, me di cuenta de que tenía respuestas y mi propia posición sobre esto era realmente la de un niño, no la de alguien que pensó en los problemas en absoluto. Y en ese primer capítulo, todas mis objeciones comenzaron a desmoronarse. Ese primer capítulo sobre la ley moral. Así que probablemente lo más importante que hizo para llamar mi atención fue hacer esa conexión. Tuve problemas para leer ese libro, te lo diré, leí unas cuantas páginas, es desarmantemente accesible, parece tan sencillo, pero luego te das cuenta, oh Dios mío, acabas de hacer estallar mi filosofía de vida con esa frase que escribiste allí. Tengo que pensar en eso. Probablemente me tomó varias semanas llegar al final del libro. En ese momento me di cuenta de que tenía un serio problema para mantener mi perspectiva anterior, pero estaba muy lejos de aceptarla. Esto iba a tomar un viaje.

Stump:

Así que tengo una visión lo suficientemente alta de la providencia como para pensar que podría haber habido otro camino para llevarte a donde estás ahora si eso no hubiera sucedido, pero vaya, qué conversación tan importante. El pastor Sam y su respuesta en ese momento tienen un gran impacto en la dirección en la que va su vida.

Collins:

Sí, lo hizo. Así que comencé a visitar su iglesia y a escuchar sus puntos de vista desde el púlpito sobre lo que es Dios y esta idea de que Dios no es un juez severo que está dispuesto a atraparte, sino que Dios se trata de amor. El versículo favorito de Sam, Juan 10:10, “Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia”. Las palabras de Jesús. ¿Realmente? ¿Realmente? Uau. Esa no es la forma en que había oído describir el cristianismo. Y Sam me ayudó a superar todas esas cosas. Al igual que algunos de mis profesores, que finalmente fueron y dijeron: “Oye, escuché que crees en Dios y estoy tratando de averiguar lo que pienso. Cuéntame cómo llegaste allí. Un profesor de medicina en particular me habló acerca de su propio reconocimiento del concepto de gracia. Y ese fue realmente un momento de realización, tanto de lo que es la gracia como de lo mucho que todos nosotros, incluyéndome a mí, la necesitamos. Porque en este punto estaba empezando a darme cuenta de que podría haber un Dios y Dios es, si existe, el autor de lo que pensamos que es bueno y malo. Y que Dios es, por lo tanto, representativo de lo que es maravilloso y santo. Y no lo soy. Así como Dios está empezando a emerger como una posibilidad, mis propios defectos y mi increíble distancia de lo que Dios probablemente quiere que yo sea están emergiendo, como una parte realmente desalentadora de todo esto. Y entonces Hank Lasane, mi profesor de medicina, me enseña acerca de la gracia.

Y ese puede ser el momento en el que la visión cristiana de quién es Dios comenzó a tener un sentido especial. Porque estuve luchando durante todo este tiempo con, bueno, ¿qué pasa con todas esas otras religiones del mundo? Y probablemente debería evitar convertirme en cristiano porque es la respuesta obvia para alguien que está creciendo en los Estados Unidos de América, así que permítanme tratar de ser otra cosa. Y vi que esas religiones del mundo tenían muchísimas similitudes, pero también esta profunda diferencia: la persona de Jesucristo y el significado de la resurrección, con la que la gracia estaba conectada, ayudándome a ver, sí, estoy muy lejos de lo que debería ser. Y si Dios es santo, ¿cómo podría Dios aceptarme? Oh, por culpa de Jesús, por esa muerte en la cruz que compensa todo lo que estoy haciendo que está mal y todas las cosas que debería estar haciendo y que no estoy haciendo. Eso no me permite darme permiso para seguir en todas esas cosas horribles, pero sé que voy a meter la pata y aquí está la gracia como solución. Eso fue bastante profundo.

Haarsma:

Eso es increíble. Había escuchado más sobre el lado intelectual de su viaje, ya sabes, leyendo Mero cristianismo, pero esa convicción de cómo necesitamos la gracia de Dios y lo asombroso que es eso, que el Señor del universo, santo, está dispuesto a perdonarnos.

Collins:

No me imagino llegar a este punto sin haber pasado por esa etapa en la que… La racionalidad puede llevarte hasta el borde de la creencia, pero en algún momento tienes que mirar dentro de tu propio corazón y darte cuenta de que hay algo profundo aquí en nuestras propias aspiraciones, nuestros propios comportamientos humanos, nuestros propios defectos que necesita una solución divina. Y eso te lleva a un tipo diferente de discusión que es más teológica que intelectual. Aunque pueden ser las dos cosas.

[interludio musical]

Haarsma:

Hay una historia en tu libro sobre tu voluntariado como médico en África Occidental. ¿Puede hablarnos de eso?

Collins:

Como médico cristiano que quería averiguar cómo podía llegar de otras maneras, me ofrecí como voluntario para servir en un hospital misionero en Nigeria un par de veces. Me llevé a mi hija, que en ese momento era estudiante universitaria y luego estudiante de medicina. Fue una gran experiencia de padre e hija. Pero la primera vez que fui fue abrumador. Esperaba atender a un hospital lleno de pacientes muy enfermos, muchos de ellos con enfermedades sobre las que solo había leído, que nunca había visto. Y todas las tardes en la clínica viendo a docenas y docenas de pacientes muy enfermos y tratando de entender qué podía hacer por ellos. Y estaba bastante desanimado después de la primera semana de estar allí, como si no estuviera haciendo mucha diferencia aquí. Pensé, aquí estoy, el médico formado en Occidente. Voy a presentarme en este pequeño hospital misionero y de repente todo estará bien y la gente estará celebrando mi llegada y todos mis colegas en Michigan van a decir: “¡Wow, hiciste eso!” Y, en cambio, sentí que era solo una gota en un enorme océano de desastres de salud pública a mi alrededor.

Pero tuve la experiencia de que me recordaron por qué mi conclusión no era la correcta al cuidar a un joven granjero que se presentó en la clínica con una hinchazón masiva en las piernas que había aparecido, oh, poco más de un par de semanas. Y nadie sabía por qué. Y, en última instancia, descubrir que tenía tuberculosis y que había desarrollado lo que se llama un derrame pericárdico de líquido tuberculoso alrededor del corazón. Así que su corazón no pudo expandirse más. Básicamente estaba atrapado en este cubo de agua y la única forma de salvarlo era poner una aguja en ese lugar tan sensible y extraer el líquido, lo que nunca había hecho. Y ni siquiera estaba absolutamente seguro de que mi diagnóstico fuera correcto porque no hay equipo para probarlo. Afortunadamente todo salió bien. El diagnóstico fue correcto y después de quitarle un gran volumen de este líquido, comenzó a verse mucho mejor casi de inmediato. Y me sentí brevemente eufórico como, está bien, eso fue bastante dramático. Y luego volví a ese mismo lugar de, sí, pero tiene tuberculosis y le vamos a dar medicamentos, pero probablemente no podrá pagarlos durante los nueve meses que necesita para tomarlos. Y esto no ha logrado mucho.

Al día siguiente lo vi en rondas, sentado en su cama leyendo su Biblia, y él, cuando me acerqué a la cama, me dio las gracias y luego dijo: “Tengo la sensación de que eres nuevo aquí”. Que no era lo que yo quería oír. [risas] Pensé que parecía muy experimentado. Y admití que sí, que estuve allí durante mi primera semana como médico de los Estados Unidos. Y luego dijo algo aún más profundo. Me dijo: “Bueno, tengo la sensación de que no solo eres nuevo aquí, sino que te has estado preguntando por qué viniste aquí”. Ahora estaba realmente conmocionado. ¿Era tan obvio? Y él dijo: “Tengo una respuesta para ti. Viniste aquí por una razón. Viniste aquí por mí”.

E incluso mientras cuento esa historia ahora, me da escalofríos y me lloran los ojos porque fue un momento tan profundo en el que me di cuenta de que mis ideas sobre ser el gran médico blanco que venía a salvar a la nación estaban completamente fuera de lugar y que todo lo que realmente hacemos como seres humanos,  Cuando intentamos llegar a la gente, se hace una persona a la vez. Y en ese momento, este granjero nigeriano que no podía ser más diferente de mí en cultura y experiencia que yo, me enseñó una lección, una lección realmente importante, sobre lo que significa vencer parte del plan de Dios y ese es el plan de Dios. No lo olvidaré.

[interludio musical]

Stump:

Así que los filósofos tienen la desagradable costumbre de tratar de complicar las cosas y ofuscarlas en lugar de aclararlas.

Collins:

Lo hacen, ¿no? ¿Estás a punto de hacer eso?

Haarsma:

Él nos lo ha advertido, entonces.

Stump:

A veces nos gusta hablar de una diferencia entre la lógica del descubrimiento y la lógica de la justificación, en el sentido de que hay muchas historias diferentes de cómo, en este caso, cómo las personas han llegado a la fe, en lugar de las razones que dan ahora para justificar o esta racionalidad de su fe. Así que, por ejemplo, conozco personalmente a alguien que se convirtió al cristianismo porque se le entregó un tratado evangelístico en una esquina de la calle. Lo guardaron en su bolsillo más tarde esa noche, sentados solos, él lo sacó y tuvo una profunda experiencia espiritual. Conozco a otro hombre que se convirtió al cristianismo asistiendo a una conferencia de profecía sobre el fin de los tiempos. Y él sería el primero en decirles ahora que probablemente esa no sea la mejor justificación, pero fue su historia de cómo llegó a la fe.

Collins:

Abrió la puerta.

Stump:

En tu propia vida, ¿ves alguna diferencia entre el proceso, las cosas que sucedieron, esos desencadenantes para ti, de convertirte en cristiano versus ahora cuando te preguntan, ¿por qué eres cristiano? ¿Cuál es ese lado racional detrás de ser una persona de fe?

Collins:

Hay una fuerte coincidencia con la forma en que llegué a la fe, pero se le ha agregado mucho desde entonces, como creyente durante estos 40 años, que fortalece mi confianza en el lugar donde aterricé. Teniendo claro, por supuesto, que todos, si somos sinceros, tenemos dudas sobre dónde hemos aterrizado. Yo también. Pero ciertamente, quiero decir, miren la evidencia científica. No había oído hablar de esta historia increíblemente convincente sobre el ajuste fino del universo hasta después de convertirme en cristiano. Cuando me enteré, casi me caigo de la silla porque era una luz tan brillante de evidencia para la idea de que el universo tiene un propósito y que hay un matemático y físico increíble detrás de todo el asunto para establecer todos los valores de esas constantes para hacer posible cualquier cosa interesante y las posibilidades de que eso suceda solo por buena suerte o infinitesimal.

Ese es un caso bastante convincente para agregar a lo que ahora pienso que es una especie de base. Creo que no había pensado realmente hasta después de convertirme en cristiano acerca de esta pregunta realmente fundamental acerca de por qué funciona la ciencia. ¿Por qué la naturaleza de las cosas sigue hermosas ecuaciones matemáticas de las que estaba tan enamorado cuando era un estudiante de posgrado ateo que estudiaba mecánica cuántica? ¿Por qué debería funcionar? No hay ninguna razón obvia por la que la ecuación de Maxwell deba describir el electromagnetismo de manera tan simple y lo diré maravillosamente. Y, de nuevo, eso apunta a una inteligencia detrás de todo esto que es impresionante en su alcance y ciertamente no encaja con la forma más estricta de ateísmo duro que niega la posibilidad de tal inteligencia. Así que lo vas añadiendo a medida que avanzas, pero todavía me aferro mucho a esa base de lo que me hizo abrir los ojos y mirar esto.

[interludio musical}

Stump:

¿Cuál ha sido el lugar de la música en tu vida?

Collins:

La música siempre ha sido una parte fundamental de la experiencia para mí, en parte porque es una excelente manera de relajarse. Tal vez lo más importante es que se siente como una forma de entrar en contacto con las partes más espirituales de mí mismo cuando paso gran parte de mi tiempo muy enfocado en la evidencia, los hechos, los gráficos, los experimentos y la música te lleva a un lugar diferente.

Me estoy divirtiendo en este momento en un proyecto con el Kennedy Center y podemos ver cuando pones a alguien en un escáner de resonancia magnética y tienes una experiencia musical en la que está escuchando algo profundo. Para mí, ese sería el segundo movimiento de la Tercera Sinfonía de Beethoven, la Marcha fúnebre [Tercera Sinfonía tocando]

Siempre tengo esta extraordinaria experiencia de escalofrío en todo el cuerpo cuando eso sucede. Si estuviera en un escáner, verías que la dopamina se vuelve loca en ese punto de mi cuerpo estriado ventral. ¿Significa eso que el frío era menos significativo? No. Seguro que no. Pero nos ayudará de manera médica, y de maneras no médicas, arrojará luz sobre la esencia de mucho de lo que somos, incluidas las experiencias espirituales y emocionales y cómo funciona la racionalidad intelectual. Espero que estemos preparados para eso. Creo que deberíamos estarlo. Creo que será fascinante y no me preocupa en absoluto que esto resulte en una degradación de la naturaleza asombrosa del cerebro humano. Creo que se actualizará.

La música también es una manera maravillosa de unir a la gente, ya sea una adoración juntos en una reunión de BioLogos en Nueva York o si es una fiesta de música que Diane y yo tendremos, y Deb ha estado en una de estas, aquí mismo en nuestra casa donde 50 o 60 personas se reúnen para cantar durante tres o cuatro horas y simplemente saca algo de la gente,  De todos nosotros, eso parece realmente significativo, realmente significativo, enriquece todo tu sentido de alegría. [Francisco tocando la guitarra y cantando] Así que es una oportunidad especial. Y es divertido. También es una oportunidad para, sobre todo, si puedes tocar con gente y no estás muy seguro de hacia dónde va la canción y quién va a dar un lametón aquí y quién va a saltar allá. Realmente puedes estirarte.

Stump:

¿Cómo surgió la música en tu vida, mientras crecías?

Collins:

La música estuvo en mi vida desde el momento en que nací. Mi padre fue coleccionista de canciones folclóricas durante mucho tiempo en Carolina del Norte. Si vas a la biblioteca del Congreso, verás gran parte de la colección de Fletcher Collins. Cuando era niño, no teníamos televisión, así que lo que hacías después de cenar era poner música. Así que aprendí a tocar el teclado cuando tenía cuatro o cinco años y la guitarra un poco después de eso. Mi papá tocaba el violín, si era música de violín, o tocaba el violín, que era el mismo instrumento, si era música de cámara. Podía hacer ambas cosas. Fue una parte tan enriquecedora de mi experiencia de crecimiento que nunca me alejé de ella. Nunca quiero.

Stump:

Amablemente te has sentado aquí y has respondido a todo lo que te hemos lanzado.

Haarsma:

Oh, gracias por eso

Collins:

Y todo fue realmente apropiado y maravilloso.

[la conversación se desvanece y se enfrenta a Francis, Deb y Jim tocando y cantando Great is Thy Faithfulness]

 

26 comentarios

  • M.Luisa

    Ayer os vine leyendo a todos, pero sin poder entrar , cosa que hago ahora, al menos como dije,  para comentar algo  respecto a Collins.  Muy breve. Si realmente es el medio el que acepta o rechaza un gen y es en este juego entre genes y ambiente donde Collins halló lo que llamamos código genético, entonces considero muy precipitada su adscripción al teísmo. Por un lado, ciertamente, este hallazgo desdecía lo que hasta entonces el creacionismo había influido en las mentes, pero tampoco era suficiente como para después de este resultado creer en él de nuevo sin  antes  considerar el hallazgo tan solo como un ambiente constitutivo de obertura, un medio…¿medio divino? esto ya es otra cosa.      

  • Isidoro García

        Detrás de la controversia sobre el determinismo o el libre albedrío, subyace la concepción de la naturaleza del ser humano, sobre si somos “algo” excepcional, con un tratamiento excepcional, o somos unos componentes más del Universo.

    • Antonio Duato

      Esa es la cuestión, Isidoro. Ahí está el intrígulis. Y creo que te había invitado a escribir un artículo en que se plantease la custión de manera precisa y clara para poder dialogar sobre ello, sin pelearnos pero sin distraernos tirando fuera.
      En tu comentario anterior bastante extenso ya planteas mucho, pero yo te pediría algo más, a partir de la que hoy dices. Con calma, para cuando puedas y, si quieres, distribuyendo la materia en una serie o secuencia de varios…

    • Isidoro García

      Hasta hace cien años, (por no ir más atrás),se pensaba que el Universo estaba compuesto solo de la Vía Láctea. Hasta hace treinta años, se pensaba que la Tierra como planeta rocoso, era una excepción única en el Universo.

      También por esas fechas de finales del s. XX, se seguía pensando, que la mente del recién nacido era una tabla rasa, vacía sobre la que la cultura escribía todo.

      Y también hasta esa época, se pensaba que el azar era el único motor evolutivo en el reino de la Vida. En 1970, Monod sacó “El azar y la necesidad”, pero esas ideas no calaron hasta la aparición del “emergentismo”, y el evolucionismo darwiniano aleatorio, seguían, (y aún siguiendo), siendo muy populares).

      Ya se especulaba que las probabilidades aleatorias, de todas las sucesivas reacciones para el surgimiento de la vida, eran absolutamente mínimas, con lo que parecía claro, que la aparición de la vida en la Tierra, había sido un fenómeno absolutamente “singular” y excepcional.

      Por lo que no era nada excepcional, pensar, que el surgimiento de la vida y concretamente de la vida inteligente en la Tierra, solo podía deberse a una intervención directa de “Dios”, y que nosotros, los humanos, éramos una especie cósmica, excepcional y especialmente tratada por la divinidad, con posesión del don específico de la divinidad: la libertad plena.

      Todavía mucha gente letrada, se resiste a pensar que no somos ninguna excepción cósmica en el Universo, y que probablemente, haya miles o millones de especies inteligentes en el mismo.

      Todo ese planteamiento, hoy día, transcurrido ya, un cuarto del s. XXI, está claramente obsoleto. Y en nuestras cosmovisiones del Tercer Milenio, ya comprendemos, que lo más probable es que seamos un elemento más surgido en el Universo, con nuestras características, pero en todo, sujetos a todas las leyes del mismo.

      Y parece claro, que si el Universo es determinista, lo excepcional sería que nosotros no lo fuéramos también.

      Es verdad, que aún desconocemos en detalle, las leyes, y patrones organizacionales que rigen el reino de la Inteligencia, (la Noosfera cósmica), pero lo que es seguro, es que la complejidad, será uno de los elementos constitutivos de dichas leyes de la Inteligencia.

      Necesitamos un Newton y un Darwin, del mundo de la Inteligencia, y esa es la gran labor de este tercer Milenio. (Seguirá).

      • Isidoro García

               “La vida es una combinación de química y estupor”. Emil Cioran
         
             El problema del ser humano, es nuestra muy limitada capacidad mental. Provenimos de una época inicial, en el que lo esencial era sobrevivir, y por ello, culturalmente hemos modelado un sistema de creencias y postulados, muy lineal, y sencillito.
                Se ha sobrevalorado la plena coherencia interna, y por eso tenemos la tendencia de ir a piñón fijo.
                Pero la nueva Ciencia, nos enseña, que en el Universo, los diferentes niveles de una misma realidad, u holones, se rigen por normas y leyes, muy distintas entre sí, y lo mas extraño, es que son incoherentes entre sí. El ejemplo palmario es la lógica cuántica, respecto a la del mundo “visible”.
              Por ello, no debería extrañarnos esas contradicciones tan fuertes que se producen cuando analizamos un fenómeno complejo, en profundidad, que nos dejan estupefactos. Y el fenómeno de la causalidad de nuestro comportamiento, es uno más de ellos.
              Ayer hacía un pequeño repaso de las ideas equivocadas y muy antropocéntricas, sobre nuestro entorno, el Universo. Y respecto al tema fundamental del libre albedrío, habría que dilucidar, ¿Quién toma las decisiones?, ¿Qué o quién disfrutaría del libre albedrío?. ¿Quién manda en nuestra mente?.  Y ese es un tema central en la cuestión, y es la razón de que yo haya mentado varias veces las “trampas” del ego.
         
             Desde el racionalismo cartesiano moderno, la razón es el gran y único motor del pensamiento, que es dirigido por el “Yo biográfico”, o “Ego”, un núcleo o sistema neuronal, que dirige la actividad mental, y es la voz y la expresión de cada persona humana.
              Pero desde Freud y luego Jung y los demás, se considera un segundo dipolo directivo en la mente, con la presencia de un núcleo creativo subconsciente, que tiene acceso a una biblioteca de imágenes primordiales sabias con los patrones organizacionales del Universo, y que es la fuente de las intuiciones que propician el pensamiento racional.  Núcleo que es lo que podemos llamar el “espíritu”.
               Además, muchos neurocientíficos y psicólogos, hablan de que nuestra mente es un campo de batalla campal, entre muchos núcleos neuronales específicos, (emociones), que se disputan el protagonismo. El cerebro es una orquesta sin director. (Wolf Singer).
         
             Nuestra mente, es como esa película, “No me chilles que no te veo”, en la que conduce un ciego, y el pasajero creo que es sordo. Sería como un autobús grande, con dos grandes protagonistas antagónicos: el chófer, que lleva el volante, (el ego-yo), y detrás uno que tiene un navegador, y va dictando la dirección.
              Y además lleva una turbamulta de pasajeros, (emociones y patrones conductuales), cada uno de los cuales, va diciendo donde debemos ir, donde parar, y donde seguir, y por qué camino.
           Simplificando, en esencia la mente humana sería un contínuo diálogo entre el ego-yo racional, que maneja la cultura, y el “espíritu” inconsciente, un núcleo autónomo y asistencial, que maneja la sabiduría instintiva con la que hemos sido dotados genéticamente, pero que solo sabe hablar en chino. Necesita de la cultura del individuo, para traducir su mensaje. Y esa cultura la maneja el “yo”.
            Ambos se precisan el uno al otro. El que sabe donde ir, es el espíritu, y el que conduce el coche porque ve, es el ego. Pero lo malo es que se llevan muy mal.
         
            El ego, es el guardián de la autoestima, que precisamos para afrontar la vida, con ciertas garantías. Autoestima, que el ego, hace cuestión propia. Es el núcleo-subsistema neuronal central, que empuña todas las bridas de la mente consciente. Y crea, lo que se conoce como nuestro “yo narrativo”, una especie de autobiografía interna, y nos hace creer que “somos lo que nos contamos que somos”.
             Y es el subsistema neuronal más poderoso de la mente humana, pues desde nuestro primer desarrollo, el niño, centra en él, todos los instintos de supervivencia del ser humano, incluido el de la autoestima y la auto confianza mínima para ser mínimamente funcional.
             Por eso, no se puede, ni se debe tratar de eliminar el ego, sino de someterlo, embridarlo, dirigirlo y aprovecharlo. Debilitarlo en exceso, y hasta en el extremo destruirlo, supondría una especie de suicidio del ser humano.
               El ego, es una máquina perfecta de autojustificarse, con lo que diríamos como una inteligencia “demoníaca”, especializado en el auto engaño, que domina perfectamente, pues es conocedor de todos los recursos de nuestra mente, y sabe que tecla debe tocar en cada momento.
             Pero en realidad es subsidiario del espíritu. Decía Freud: “¿No desempeña el “yo” el papel de estúpido augusto en el circo, que pone por doquier su grano de sal, para que los espectadores crean que es él quien dirige todo lo que pasa?.
                 El ego siempre contraataca: El ego interpreta cualquier signo de lucidez, (del “espíritu”), como una amenaza a su existencia. Y la contrarresta fuertemente con una sofisticada ofensiva que te devuelve a tu estado tradicional de imbecilidad, (Alejandro Cervantes).
              La mente egocéntrica es tan ladina y perversa, que nos engaña para hacernos ver que va mejorando la calidad de vida psíquica del individuo, cuando no lo hace ni un ápice, (Ramiro Calle).
             “El ego siempre está temeroso de ser desplazado (del mando), por el verdadero yo”, (Pablo D’Ors).
                Jung, hablaba de que la maduración o auto realización consiste en la conciliación de ambos enemigos, que se necesitan mutuamente. Esta “lucha” entre el “espíritu” y el “ego”, tradicionalmente, está muy bien simbolizada en el mito de la lucha del bien y el mal, de San Jorge y el Dragón, o de Miguel y Lucifer, y es una “lucha” perpetua y telúrica, (dentro de las profundidades de la mente).
             Para nuestro ego, el Bien, es lo que nosotros pensamos o hacemos, y el Mal, las opiniones y acciones discrepantes. Y de ahí proviene el moralismo. Un moralismo que si es sectario, es la puerta de entrada inevitable del narcisismo personal o comunal, y del sectarismo consiguiente.
               El discernimiento continuo entre bueno y malo, entre el Bien y el Mal, es una actividad humana necesaria, pero como todas, debe ser conducida por la sabiduría del “espíritu” interior.
           En resumen: que no se si existe el libre albedrío, pero con la olla de grillos, que es la mente humana, casi mejor es tener un buen amo, que nos diga lo que debemos hacer. (Y yo creo que lo tenemos instalado en nuestro espíritu).

        Eso de la “libertad”, es algo que nos supera. Es una más de las ínfulas delirantes que nos caracterizan. Somos lo que somos, y esto es lo que hay.

  • M.Luisa

    Dejaré para más adelante mi opinión  sobre Collins y paso a comentar ahora  un poco por encima la entrevista que le hacen a   Robert Polsky.  Algunas cosas se las compro, otras  no. Por ejemplo, filosóficamente,  el libre albedrío se ha de contemplar desde la unicidad de la  libertad humana, la cual   su realidad subsume dos niveles.  Uno, el de la libertad de elección (libre albedrío) y el otro trascendental o (libertad de indiferencia).  No son dos tesis antagónicas, sino más bien complementarias. En la primera   los actos humanos tienen una dimensión categorial o concreta entre alternativas disponibles,  y en la segunda por su trascendentalidad la dimensión cobra auténtica  inespecificidad. Esto se puede comprender bien  si partimos del horizonte filosófico emergentista en el que nos encontramos…    —————————————

  • carmen

    Por supuesto que un cristiano puede ser científico, sea lo que eso sea.Por supuesto que un científico puede ser cristiano, que tampoco tengo muy claro qué significa.Lo que jamás se podrá demostrar científicamente es que el Dios cristiano es el Dios verdadero. Entre otras cosas porque a ver quién define lo que es Dios.Es que mezclan muchas cosas.

    Es como ese juego de niños que uno empieza una historia y el siguiente toma un personaje que le gusta o algo que le ha gustado y sigue contando. Y el siguiente niño igual… Es un juego muy bonito pero no juegan a juego de la verdad, ese es otro.

    Mezclan muchas cosas, variables llaman algunos. 

  • David

    Un nuevo artículo en las misma tendencia que otros anteriores. A Collins el descubrimiento del genoma humano le permitió vislumbrar a Dios. En sus páginas defiende una evolución teísta, en la que Dios sería el primer motor que desencadenó la evolución, en la misma ruta que Chardin, considera que la ciencia y la religión no tienen por qué estar en conflicto. Leí hace bastante tiempo una entrevista en una revista científica. Relataba el esfuerzo  que le llevó el  decodificar el ADN humano, desarrollando un método revolucionario de cribado de genes para detectar enfermedades. Sin embargo, según este científico ampliamente respetado, el nuevo poder de “leer nuestro propio libro de instrucciones” no es obstáculo para la fe en la existencia de Dios. Se convirtió del ateísmo al cristianismo a los veinte años después de ver cómo radicalmente la fe de sus pacientes transformó su experiencia de sufrimiento, y después de leer varias obras de C.S.  Lewis. Está convencido de que la ciencia no sustituye a la teología, es su complemento.

    • Santiago

      David, totalmente de acuerdo y es mas aún…porque creo que la ciencia experimental actual -incluyendo al trabajo de Francis Collins en relación al afinadísimo código genético humano, –  nos acerca a la ciencia teológica cada vez más. Al fin y al cabo, ambas provienen de la misma fuente del conocimiento que reside en Dios que es Suma Verdad y el fundamento de toda ciencia y existencia. Por tanto, la FE es necesaria para iluminar la RAZÓN humana-que a partir su fase inicial- consienta en la verdad eterna y trascendente.

      Saludos cordiales

      Santiago Hernández

  • Santiago

    La aportación de Collins a la fe es indudablemente una luz en medio de la tiniebla del escepticismo moderno…

    Es claro que actualmente existe una barrera de prejuicios y negaciones para impedir darle a la fe cristiana su verdadera base racional ya que nuestra fe NO es una caída al vacío sino una participación iluminada de la Verdad que por misericordia nos ha sido concedida si no la rechazamos voluntariamente…No se trata de demostrar la trascendencia divina detalladamente sino poseer una señal inequívoca que no caminamos hacia lo “absurdo” sino hacia la apertura del conocimiento humano que nos conduce  hacia lo más alto..

    Un saludo cordial
    Santiago Hernández 

  • ana rodrigo

      Tengo la costumbre de salir a caminar por la mañana mientras escucho la cadena SER; pues bien, hoy se le estaban acabando la pilas al transistor cuando Javier del Pino entrevistaba a un científico muy conocido, cuyo nombre no recuerdo, sobre un libro que acaba de publicar (cuyo título tampoco recuerdo, Ufff) sobre el determinismo de nuestra conducta y el papel que juega el cerebro según una serie de variables que van desde su estructura neuronal o su grado de salud fisiológica, hasta las circunstancias individuales de cada persona según el lugar, la alimentación, y un sin fin de factores. Por favor, si alguien lo escuchó y se acuerda del nombre del autor y del título del libro, yo se le agradecería que nos pusiese aquí la referencia. No he podido localizarlo en internet. Me pareció muy interesante por lo poco que pude escuchar. Últimamente estoy muy interesada en saber más sobre el cerebro, especialmente cuando atribuimos a causas exógenas nuestro propio pensar. Por ejemplo, tradicionalmente el concepto Dios es alguien que está fuera y nos inspira a través de su Espíritu. Yo llevo un tiempo cuestionando esta creencia de toda la vida. 

    • Antonio Duato

      Ana: Gracias por tu referencia. Yo me he perdido esta mañana esa entrevista en el pograma de Javier del Pino. Pero lo he encontrado. A continuación te pongo un doble enlace. El enlace al audio de la coversación de esta mañana y al libro em la Casa del Libro, donde se puede coomprar pero también ver textos introductorios e índice.

      Solo digo que es el tema en que me separaba de Isidoro en este u otro hilo. Ahora estoy siguiendo la conversación y no puedo estar más en desacuerdo con esa visión mecanicista del cerebro con anulación de la voluntad y libertad, al menos en algunos momentos del desarrollo personal. Me suena a las viejas tesis del marxismo rdical: toda superestructura social es decidida (no solo condicionada) por la infrestructura económica (ahora más “fina”, biológica y cerebral). Continuaremos dialogando sobre ello. Tal vez cuando Isidoro se anime a proponer su pensamiento, recogiendo o no lo Polsgky en un nuevo artículo-hilo…

      Conversación en la SER: https://cadenaser.com/audio/1719655759043/

      Libro “Decidido” de Robert Polsky: https://www.casadellibro.com/libro-decidido/9788412779837/15950709

      • ana rodrigo

        Gracias, Antonio. He podido escuchar la entrevista entera a Polsky y me he quedado impresionada al mismo tiempo que muy interesada por sus investigaciones. Voy a intentar leer el libro, sin miedo a lo que diga, pues yo llevo un tiempo haciéndome preguntas del porqué del comportamiento, en concreto, a partir de un cerebro sano y otro dañado, pero veo que la cosa es más compleja. Por lo que deduzco, la especie humana, a pesar de estar predeterminada desde el Big Bang, la en su biología, aparecen las circunstancias que nos dan el mando de nuestra nuestra “máquina”, a lo que yo llamaría el libre albedrío.                                                                                                                                      Quizá sea una simpleza lo que he entendido, pero, desde mi corto entender, no deja de ser interesante, con ganas de saber más. De cualquier forma es/somos una auténtica maravilla al mismo tiempo que un misterio más en la vida de la especie que siempre está en el “porqué”, sin, en tantas ocasiones, encontrar respuestas. Yo estoy como l@s niñ@s en la etapa del porqué. Me encanta, porque considero muy aburrido el pensar que ya lo supiera todo: el porqué del universo, de la vida, de la vida consciente, del sentido de la misma, de la muerte, de la necesidad de los dioses, etcétera… De dar respuestas seguras, se han encargado las religiones. En ocasiones he pensado lo felices que son los vegetales y los animales que no se hacen preguntas, pero ahora, no, quiero saber algo más, porque me hace sentir viva. El conocimiento no me produce desazón ninguna, es maravilloso. Y si no hay respuestas, pues no pasa nada, así he vivido 82 años.

      • Isidoro García

        Cojo tu guante, Antonio, (al que espero se una mas gente), y digo lo primero, que no he leído el libro, ni lo voy a leer. (Tengo ya poco tiempo útil, y pocas fuerzas, y ya solo digiero lo comido en épocas mejores).

        Pero lo que leo de las reseñas, lo primero es que el título español es engañoso, pues en inglés se llama “determinado”, que es muy distinto que “decidido”.

        Y ese es el error de base de la controversia del “libre albedrío”. Porque los que negamos o mejor aún, minusvaloramos fuertemente el libre albedrío, no negamos que tenemos libertad de decisión. Pero de una decisión falsa y engañosa, (en parte propiciada por el “ego”, que es el gran engañador y presuntuoso, que constitucionalmente, utiliza todos los medio, buenos y malos, para mejorar nuestra autoestima, que él considera que es la suya).

        El problema es que si vivimos en un Universo, constituído por una tupida multitud de normas, leyes y patrones organizativos, luego nuestras intuiciones de la verdad, están extraordinariamente determinadas, y creemos, que queremos lo que queremos nosotros, pero no sabemos por qué lo creemos.

        Por eso el mismo Robert Sapolsky, dice: “Mejor que seas realmente cuidadoso, y muy cauto, antes de que concluyas que sabes, qué es lo que causa una conducta, especialmente si es una conducta que estas juzgando duramente”.

         

        Yo creo que este galimatías contraintuitivo, proviene de la naturaleza arquetípica de los patrones organizativos del Universo. Como ya he dicho recientemente, (esto se me acaba de ocurrir hace poco tiempo), la organización “arquetípica”, podríamos decir que es matemática, con unos patrones generales, como fórmulas algebraicas, que luego hay que completar colocando en la “fórmula”, el valor de las variables de la ecuación, y esto lo hacemos según la cultura (cosmovisión), de cada ser humano.

        Es como ver un cuadro o una lámina de Rorschach, que todo vemos la misma imagen, pero cada uno le otorgamos un sentido distinto.

        (Y por eso es tan “difícil” y peligrosa, nuestra interpretación personal de la voz del espíritu, que nos habla “arquetípicamente”, mediante imágenes, porque cada uno lo interpreta con su gafas personales). Por eso el pluralismo universal de pensamiento. 

        Y ahí, es donde entra nuestra contribución a nuestra “libertad”, porque en función de que trabajemos y nos esforcemos por tener una cosmovisión lo menos corrompida posible de errores, podremos “concretar” lo más adecuadamente posible, nuestra adaptación al espíritu del Universo.

        Eso es lo único que se nos pide que tememos que poner por nuestra cuenta, y a eso nos insta el “espíritu” personal. Pero si estamos llenos de errores, entonces somos como un conductor borracho, que cree que va donde quiere, pero en realidad no sabe lo que hace, ni donde va. (“Perdónalos Padre, porque nos saben lo que hacen”).

        Cada uno de nosotros estamos en el Universo, al igual que la Tierra. E igual que la Tierra circula, por la trayectoria que le marca el Universo, nosotros no podemos circular por donde queramos, sería absurdo pretender ese estatus que no tenemos. ¿Os parece poco don, el existir en una maravilla de Universo donde estamos?.

        El “espíritu” personal del que hemos sido dotados, nos marca la dirección que debemos seguir, (hacia la Verdad, la Bondad y la Felicidad-Belleza), y quien te marca la dirección, te marca el camino.

      • David

         
        Robert Sapolsky argumenta que el libre albedrío no existe, y como debe de actuar la sociedad según esa conclusión. Indica que las leyes de la naturaleza actúan sobre nuestros cerebros, pero, en mi opinión, no ofrece argumentos ni originales ni convincentes. Coincide con Russell en ese determinismo, y dice aportar evidencias científicas, pero son muy débiles o inexistentes. Por lo tanto, el libro ni ofrece un argumento distinto de otras posición deterministas, ni una razón para rechazar las teorías que compatibilizan el libre albedrio con el determinismo. Conocerlo todo en el presente dejaría el futuro sin especificar.
         

  • carmen

    Y, si. Newton era un señor muy extraño. Al menos eso dicen sus biografías. Pero menuda cabeza tenía el señor. Tiene mi admiración completa. A pesar de que dicen que está superado, no sé yo si para la vida en el planeta Tierra lo está del todo. Diría que no. Ya, cuando salgamos a lo que siempre se ha llamado espacio exterior, ahí está mi Einstein. Otro que dicen que está superado. Sonrío cuando leo  cosas en esa línea.

    A Newton le dió por las ciencias ocultas, que se decía entonces. Sabía mucho de astrología y solamente existía la alquimia, todavía la química no estaba conformada. Él no llegó a la idea de un Dios como ha llegado este señor del artículo y mira que sabía cosas de leyes físicas. Porque la física va por un lado y la espiritualidad, por otro.Por eso me gusta Einstein. Está más cerca de mi intuición acerca de lo que pueda ser, o de donde pueda estar Dios. Aunque también pienso que no juega a los dados con los electrones.Gracias por su atención, si es que ha tenido el humor de leer lo que acabo de escribir.

  • carmen

    Es que, señor Sequeiros, con todo el respeto que le tengo y aún sabiendo que el respeto no tiene por qué ser recíproco, me tomo la libertad de decirle lo siguiente.

    El convencimiento de que existe un Dios personal, creador, amoroso, que nos cuida con su infinita providencia, que hasta se hizo como nosotros para salvarnos de una muerte eterna…a ese convencimiento no se llega  a través de eso que llaman ciencia. Va de otro hilo, como dicen aquí.

    Entiendo totalmente que haya personas que han dedicado su vida al estudio de una materia científica, incluso que sean un número uno en ella Y que crean en ese Dios. Y, insisto, Y. Pues no sé por qué no. Son personas y , como todas tenemos eso que llaman dimensión espiritual, ellos, ellas, también.

    Pero nunca se podrá demostrar lo indemostrable. Jamás. A Dios se llega por la vía de los sentimientos. Y, de momento, y gracias a Dios, no tienen control remoto.Y luego está la teología . No la sé ni definir, sé que se dedica al estudio de Dios y sus cosas, por decirlo de alguna manera. Pues genial. Ahí se demuestra todo lo que se desee, únicamente lo tienes que creer.Y por último están las religiones. Ya sabe.Pero científicamente nadie puede demostrar la existencia de Dios, ni creador ni no creador. Imposible. Se pueden hacer elucubraciones, como Chardin, y acabar en la cristosfera, pero científico no es. Me refiero al concepto de cristosfera, Chardin sí que se dedicó a la ciencia, le encantaba. Tuvo algún jaleo pero esas cosas son bastantes frecuentes. Y, como jesuita, acabó diseñando la noosfera, porque diría que fue el primero en hablar de ella, otros lo hicieron después, creo. Y acabó en la cristosfera. Me parece genial y una idea muy bonita, para los creyente cristianos. Pero un criterio científico, una ley, un principio… tiene que ser universal, independientemente de tu religión. Eso lo sabe usted perfectamente.

    Por cierto, me gustó un montonazo el montaje que hicieron sobre la misa en el desierto. Un montón. Creo que se lo he dicho alguna vez.

    Buen día.

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    Personalmente soy poco amigo de Collins (al igual que no me satisface Antony Flew). El asombro sobre la COMPLEJIDAD les lleva a postular la necesidad de un DISEÑADOR. Pero no dan más pasos. Creo que se quedan en un DEISMO como el de Newton. No dan el paso hacia la aceptación de un Dios personal. No dan el paso hacia el TEISMO. Y menos aún dan el paso hacia el Dios cristiano..  Por eso muchos seguidores de la NewAge los estiman mucho…  

  • carmen

    Hija, Ana, qué graciosa eres. Es a lo que estoy acostumbrada a unos sileeeeeenncioooss tremendos. Alguno no me aniquiló de milagro, pero, aquí sigo. No me preocupa, me siento libre para decir lo que opino, de todas formas, pienso, ni caso me van a hacer. Es una sensación muy liberadora.No me hagas mucho caso. Está cabeza mia va a su aire.Y, hablando de cabezas. Y, con la venía.Hay que haber pasado por lo menos un año en una facultad de matemáticas para darte cuenta de , en fin, es un tipo de cabeza muy especial. Salí despavorida porque yo no quería ser así.La física y demás, es otra cosa. Porque es necesaria la observación. Y en Biología y en química…Peeeeero. Hay personas que son un poco obsesivas. Un poco. Eso es de nacimiento. He tratado con montoooooones de niños. Y, claro, si no te cuidas, pues eso pasa. La obsesión va en aumento y eso bueno no es.Qué pasa con los grandes, grandes científicos, los grandes. Pues que acaban queriendo encontrar la respuesta a todo. Todo tiene que tener un por qué. Por supuesto, pero el problema es querer saber el por qué de, pues de todo.Entonces, si te da por pensar en Dios y sus cosas, acaban irremediable en el diseño inteligente. No tienen otra salida. Esto lo ha tenido que hacer un ser con una cabeeeeeza extraordinaria, tooodo lo ha medido al milímetro. Casualidad? Imposible.Bueno. A ver. Para que yo haya nacido, ha tenido que fecundar un espermatozoide concreto de miles de millones que a lo largo de una vida reproductiva normal fábrica, no sé si es la palabra adecuada, un varón, en este caso mi padre, con un óvulo concreto de los quinientos aproximadamente que pueden llegar a madurar en una mujer. Miadre . Dios la bendiga .Porque nacemos con ellos, sin madurar, pero con ellos.

    Es decir. Un espermatozoide en concreto, con un óvulo concreto. Porque si no, hubiese nacido un hermano y yo no. No sé si me explico.

    Además, mi madre era Rh negativa y tuvo once embarazos. Seis nacimos y tuvo cinco abortos de esos que llaman naturales.Porque si la mujer no tiene el factor Rh en su sangre y el feto sí, el organismo lo identifica como una invasión y, lo expulsa del cuerpo.
    Vale, soy Rh negativa. No fui detectada cuando era embrión o feto como un peligro para el organismo de mi madre. Cinco de mis posibles hermanos sí. No llegaron a nacer.Y aquí estoy.Casualidad? Infinita providencia de un ser que lleva en la cabeza todo lo llevable y organiza tooodo?Uuuuuufffffff. Menudo miedo. Me condena fijo. Pues estoy yo para que me controlen mucho. Anda que no me he equivocado veces.

    No, no me va un Dios controlador. Nada.Pues ayer, comiendo con mi hijo pequeño, me enteré que era Rh negativo. Anda, le dije. Pues a lo mejor por eso has nacido, mi organismo no te rechazó… Mamá, tienes unas cosas…Pues bueno.

    Y que cada cual resuelva. Pero, vamos, Si existe Dios, el mío, el que me gustaría, y de alguna manera creo que algo hay, no está precisamente en el control, ni el el sufrimiento, ni en la cruz, vamos, anda.Estoy luchando con una versión de la sonata de claro de Luna, la de Beethoven. Pero luchando a dedos partidos. Y, cuando logro que salga un trocito que se reconozca, ahí, ahí si está eso que llaman Dios . En la belleza.Claro, esta idea no vale para montar una religión, pero a mí, de verdad, me encanta.Creo que me he extendido un.poquito.Sorry. 

  • ana rodrigo

    Nota inicial.
    1- Agradecer a Antonio D. su trabajo en proporcionarnos textos tan bien buscados, tan interesantes y tan densos.

    2.- Una pregunta para Carmen ¿En qué te basas para decir una y otra vez que no te leemos? Ya te dije una vez que atrio no es un whatsAapp, y, por eso no nos referimos un@s a otr@s habitualmente, porque los diálogos serían interminables. Yo te aseguro que, no solamente te leo siempre, sino que en la mayoría de las veces coincido con lo que dices tú.

    3- Me pasa otro tanto con lo que dice Isidoro, en este caso y en concreto, cuando ayer decía algo así como que su progresivo avance en espiritualidad (o algo así), atrio le había sido muy útil. Coincido, a mí me ha pasado lo mismo. 

    El poner solamente estos tres nombres, ha sido por tres referencias recientes, de ayer y de hoy, pero durante tantos años de leeros y comentar desde mi personal reflexión, me ha ido ayudando a salir del paradigama estático lo que dice hoy Juan A. Vinagre, “no podremos nunca entender el proceso evolutivo del cosmos desde un paradigma estático y tradicionalista”. Y vosotros y vosotras, me habéis ayudado mucho más de lo que imagináis. Gracias mil. Punto y aparte. Voy al texto que se nos propone hoy. (¡Tela!)                                                                                                                                                                                                                                                                                    Aclaro una cosa, somos seres sociales, sale la importancia de que tengamos referentes y que, colectiva y/o personalmente vayamos avanzando. Pero yo confieso que gracias a tantos referentes me he beneficiado en todo lo que ell@s han pensado y yo no he sido capaz de hacerlo, pero no soy seguidora de nadie, leo, reflexiono, o bien me resulta indiferente, o bien rechazo, o bien incorporo a mi pensamiento, haciendo mías sus aportaciones cuando considero que se corresponde con lo mejor del ser humano, como es el caso de Jesús el Galileo en concreto, gran referente en mi vida.                                                                                                                                                                                                        Dice Collins: La racionalidad puede llevarte hasta el borde de la creencia, pero en algún momento tienes que mirar dentro de tu propio corazón y darte cuenta de que hay algo profundo aquí en nuestras propias aspiraciones, nuestros propios comportamientos humanos, nuestros propios defectos que necesita una solución divina. Y eso te lleva a un tipo diferente de discusión que es más teológica que intelectual. Añade: “Aunque pueden ser las dos cosas.” Y es aquí donde  me pregunto, ¿por qué Collins llega a una conclusiones científicas de modo empírico, desde el razonamiento, incluyendo, como él dice, el azar, y a continuación dice que la racionalidad te lleve al borde de la creencia? Al pasar ese “borde”, pienso que  da un salto abismal de lo empírico, o más bien, lo materialmente tangible, como puede ser una célula, al mundo de lo subjetivo, como es la fe religiosa. Porque yo interpreto que al mirar adentro, como dice, cada cual encuentra las respuestas que busca, y no todo el mundo encuentra lo mismo, como SÍ lo hace un descubrimiento científico. No acabo de “casar” la teología con ciencia.                                                                                                                                                                                                                                                       Otra cosa que me llama la atención es que sea un clérigo cristiano (metodista) el que le lleve a la conversión. Y aún me llama más me llama la atención el que recurra a la teología tradicional. Dice Collins: “ayudaron a entender el concepto de gracia: que estamos muy lejos de la santidad de Dios y, sin embargo, Dios nos acepta debido a la muerte de Jesucristo.¿Debido a la muerte de JesucristoAquí abriría otro capítulo sobre este tema…                                                                                                                                                                                   Otra nota; como estoy un poco fatigada mentalmente, no sé si el siguiente párrafo es de Haasman o Collins, Si me equivoco, pido disculpas. Dice el párrafo: “estoy muy lejos de lo que debería ser. Y si Dios es santo, ¿cómo podría Dios aceptarme? Oh, por culpa de Jesús, por esa muerte en la cruz que compensa todo lo que estoy haciendo que está mal y todas las cosas que debería estar haciendo y que no estoy haciendo.”.                                                                                                                                                                                                                                             Voy concluyendo. El gran, grandísimo científico Collins, en el tema de la fe, ha hecho el camino contrario al que he hecho yo y tantos millones de cristian@s. Collins pasó del ateísmo a una fe cristiana basada en una teología tradicional, mientras que otros millones y millones de creyentes hemos nacido en una teología y una religión tradicional y, por lo menos yo, me encuentro en un camino de cuestionamiento de la mayor parte de mis creencias tradicionales. Y en absoluto me ruborizo de lo que digo dando la impresión de que me comparo con el grandísimo científico Collins, porque si tod@s tuviésemos que tener su coeficiente intelectual y estar en su categoría científica, el Dios que exista (no lo conozco), sería muy injusto e inasequible. El conocimiento científico no da más garantía a la fe. Menos mal que Jesús nos dijo “si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos. (Mateo 18:3–4).                                                                                                                                                                           PD: Cada vez tengo más inseguridad en mi misma. Disculpad, una vez más, los posibles errores de forma, eh? lo que digo sí es lo que pienso. Todavía llego…aunque cada día me parezco más a Biden.                                                                                                                                                                                                    Abrazos 

  • Juan A. Vinagre

    -La evolución de F. Collins hacia la fe, recuerda a A. Flew, filósofo de la ciencia (al que ya cite alguna vez), que  siguió un proceso parecido. Los estudios que desentrañaron la composición del Genoma Humano y el “ajuste fino” que se produce en los procesos bioquímicos, le convencieron de que esos procesos se ajustan o siguen un programa altamente racional y matemático. De modo que “el azar y la necesidad” -en los que creía y se fundaba como ateo- no son posibles sin un diseño previo inteligente. Tanto que Flew, después de conocer con detalle el proceso de desarrollo del Genoma Humano, llegó a decir: “Por mero azar no es posible que se componga, ni en un número infinito de intentos, un solo soneto de Shakespeare”.  Con esto comprobamos que la fe tiene una base racional, aunque ésta no sea capaz de desvelar el Misterio. La razón solo es capaz de intuirlo, que ya no es poco, pues impulsa a hacernos preguntas razonables y a buscar, a buscar humildes…  La pregunta en este caso nos invita a trascender…  Si buscamos “sobrados” de ego nos encontramos con la noche… Dios no es una variable que podemos controlar…-De ahí que se pueda decir que el Universo es un libro a estudiar detenidamente… Él es también revelación. Revelación que, en algunos aspectos, ayuda a entender e interpretar mejor la misma revelación bíblica. El primer libro de la revelación es el gran Universo.

    -Por otra parte, el proceso evolutivo del Universo nos sugiere que esa revelación va en marcha, sigue también un proceso evolutivo, que no entenderemos bien si la interpretamos dentro de un paradigma estático tradicionalista. Paradigma que tantos problemas ha creado y aún sigue creando.

    -Lo cual nos lleva a la necesidad de eliminar las posturas rígidas y definitivas, y a relativizar -humildes- nuestros conocimientos e ideas, también religiosas. El lenguaje de Dios también se encuentra en el Universo exterior que contemplamos…

    -Pero sobre todo el lenguaje de Dios se encuentra en el Universo más interior -el intimior-, donde se produce el encuentro, la revelación más clarividente.  

  • carmen

    Porque no será cierto y posiblemente sea una percepción muy personal, bueno, todas las percepciones son personales.

    Noto en la sociedad, o en los que quieren mover a la sociedad, un cierto movimiento de recuperar el terreno que perdieron los que llaman creyentes. Como si hubiese otra oleada de evangelización, pero mucho más sutil.

    Se hace responsable de la deriva que pueda estar tomando la sociedad a la falta de fe en un Dios cristiano. Y me asusta. No porque crea que creer en un Dios sea malo ni bueno. No es eso. Es la intencionalidad que pueda haber detrás de toda esta campaña que me parece percibir.

    A lo mejor estoy equivocada. Seguramente. Pienso que lo que habría que intentar desarrollar en nuestro mundo es los valores que tenemos dentro la mayoría de los seres humanos. Luchar por un mundo más justo. Pero claro, hay quienes dicen, eso es lo que dice el cristianismo. Es como la tormenta perfecta.No me gusta. Algo no está claro. Como en Dinamarca.En fin. Opiniones de una maestra. No hay que preocuparse.

  • carmen

    Es mi hora de leer, mi cabeza está muy clara, bueno, dentro de lo que cabe.Muy interesante la primera parte. Muy interesante.

    En cuanto a su encuentro con Dios, me alegro por él. Desde luego no he llegado a eso. Y a estas alturas de mi vida, hasta me gusta pensar que no sé qué es, si es que Es. Me conformo con de vez en cuando intuir por dónde Está. Si es que está.Y es que eso que llaman mística no va conmigo.

    Ya saben.Soy una persona normal, de a ras de suelo. No tengo conocimientos especiales en ningún tema, quizás por eso no se me lea con atención, lo que me tranquiliza un montonazo. Eso de influir en el pensamiento de otro, me aterroriza.S

    uelo leer los artículos y los comentarios. Y, a ver si lo sé decir. Bueno, lo he dicho muchas veces. Pues una más. Y qué más da los títulos universitarios  o los premios Nobel que tenga una persona en estos asuntos de Dios y sus cosas? Parece que da seguridad que una persona considera inteligente se considere a si misma cristiana. Atención. Cristiana. No logro entenderlo. Por qué? Porque si esa persona es considerada muy inteligente en un determinado campo de conocimiento y cree en  un dios concreto, eso quiere decir que no es de tontos creer en ese dios?Por supuesto que no es de tontos. A ver si en esto de la espiritualidad y las religiones también va a haber clases…Es algo que no lograré entender nunca.Otra cosa más a mi lista.Buen día..

  • LEANDRO SEQUEIROS SAN ROMÁN

    En 2020 escribía en FronterasCTR: Collins y las cosmovisiones irreconciliables

    Los principales cambios en la cosmovisión han afectado profundamente a la teología a lo largo de la historia. Por ejemplo, la revolución copernicana nos hizo pensar de manera muy distinta sobre el cielo y su localización. ¿Qué cambios teológicos cree usted que están emergiendo a raíz de la comprensión de la creación desde la perspectiva de la evolución?

    No veo conflictos irreconciliables entre el libro del Génesis y la ciencia evolucionista, dado que lo que estamos aprendiendo acerca de la relevancia de todos los sistemas vivos a través de la información del ADN nos ofrece la oportunidad de una nueva y excitante interpretación del plan de Dios en la creación del ser humano a su imagen y semejanza. Una interpretación ultra literal del Génesis, como la que acepta el Young Earth Creationism no puede reconciliarse con las verdades sobre el universo que Dios nos ha permitido descubrir. El Diseño Inteligente, una alternativa al darwinismo atractiva para muchos cristianos, es científicamente defectuosa en cosas fundamentales. Pero una teología que acepte la evolución como parte del plan para la Creación de Dios, a la que yo llamo Bios (vida) a través del Logos (la palabra de Dios), o simplemente BioLogos, puede ser respaldada por creyentes serios que no teman la búsqueda de la verdad.

    En The Language of God, usted menciona que los cristianos evangélicos reaccionan de manera negativa a sus conferencias –abandonando la sala, por ejemplo-. ¿Estas reacciones han aumentado o se han reducido a partir de la publicación de su libro? Y, como creyente, ¿cómo le hacen sentir?

    Sí, recibo regularmente e-mails de los evangelistas que me llaman la atención por “vender” la ciencia, o por elegir el culto a la ciencia en lugar de a Dios. He sido amenazado con la excomunión por un creyente indignado, aunque ni siquiera soy católico. Por supuesto me preocupa que la información que tanto me afecta provoque semejante resistencia en otros creyentes, gente razonable y afectiva, pero creo que estas reacciones simplemente reflejan la intensidad de la batalla actual entre las voces extremistas que han dominado las ondas de radio y las ventas de libros durante tanto tiempo. Si soy capaz de suministrar algunas bases para desarmar esta batalla, apuntando hacia la conclusión de que se puede tanto confiar en la ciencia para alcanzar verdades sobre la Naturaleza, como ver la mano de Dios en la forma en que la Naturaleza ha sido creada, entonces este esfuerzo hará que valgan la pena las disputas ocasionales.

    Conclusión
    La revista Alfa y Omega (21 de mayo 2020) ofrece un texto que puede ser el resumen de todo lo dicho. «La fe en Dios puede ser una opción totalmente racional. Los principios de la fe, de hecho, son complementarios con los de la ciencia», asegura Francis S. Collins el nuevo ganador del Premio Templeton 2020.En una entrevista concedida horas antes, pedía que si en Estados Unidos se logra desarrollar una vacuna contra el COVID-19, esta se ponga lo más rápido posible a disposición de los países con menos medios.

    El genetista y físico estadounidense Francis Collins, que en su día lideró el Proyecto Genoma Humano hasta su finalización en 2003 es el nuevo ganador del Premio Templeton. Así lo ha anunciado este miércoles la Fundación John Templeton, que promueve la integración entre fe y ciencia.Esta institución, con sede en Pennsylvania, justifica su fallo en cómo a lo largo de su carrera, así como en sus intervenciones públicas y sus escritos de divulgación Collins «ha demostrado cómo la fe religiosa puede motivar e inspirar una rigurosa investigación científica». Así ocurre por ejemplo en su popular libro El lenguaje de Dios, publicado en 2006.En su prólogo, el genetista afirma que «la fe en Dios puede ser una opción totalmente racional. Los principios de la fe, de hecho, son complementarios con los de la ciencia». Luego, a lo largo de la obra anima a las comunidades religiosas a acoger los nuevos descubrimientos de la genética y las ciencias biomédicas como elementos que pueden enriquecer su fe.Pocas horas de conocerse su victoria, Collins declaraba a la agencia AFP que «si [en Estados Unidos] obtenemos una vacuna que sirva» frente al COVID-19, «me encantaría que estuviera disponible lo antes posible en África y en América del Sur. Mirad lo que está ocurriendo en Brasil», que se ha convertido ya en el tercer país con más casos de coronavirus. «Tenemos una gran responsabilidad. Somos el país más rico del mundo. No podemos contentarnos con ocuparnos de nosotros mismos, eso sería terrible». Entre 1993 y 2008, Collins dirigió el Instituto Nacional de Investigación del Genoma Humano (NHGRI) y lideró el Proyecto Genoma Humano, que logró secuenciar los tres mil millones de bases (letras) que forman el ADN, el libro de instrucciones del cuerpo humano. Antes de incorporarse a los Institutos Nacionales de Salud, la red de centros de investigación de la que forma parte el NHGRI y que ahora dirige, Collins fue profesor de Medicina Interna y Genética Humana en la Universidad de Michigan. Allí llegó a ser conocido como el «cazador de genes», debido a su técnica pionera de clonación posicional, capaz de señalar los genes relacionados con enfermedades. Sus grupos de investigación han logrado identificar los genes responsables de la fibrosis quística, la neurofibromatosis, la enfermedad de Huntington y la progeria o síndrome de Hutchinson-Gilford. Estos descubrimientos, entre otros, «han contribuido al despegue de una nueva de medicina de precisión en la que los investigadores pueden adaptar los programas de tratamiento a los pacientes individuales y han arrojado nueva luz sobre el bienestar humano y la naturaleza y posibilidades de la especie humana», aseguran desde la Fundación John Templeton.

    Tal vez este texto completa lo publicado hoy en ATRIO!!!