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Una ojeada a la Razón

Una reflexión muy personal

Cada vez me convenzo más de que el problema para mantener fe hoy depende del  monopolio veritativo (decisorio sobre lo que es verdad o no) que se da a la razón, que, por otra parte, está cada vez más monoplizada por la única razón científico-matemática, que sería la única jueza dispensadora del certificado de objetividad. Por eso, esta reflexión de Mariano sobre las competencias de cada tipo de razón es muy importante para quienes se encabezonan hoy por apostar por una fe personal. AD. 

       Desde siempre se nos ha dicho que el ser humano es un animal racional, es decir, dos realidades en una, y siempre me he preguntado cómo es posible lograr tal equilibrio. Por lo pronto lo animal no define a la razón y la razón si define a lo animal además de definirse a ella misma, aspecto éste último algo contradictorio, pues es ella misma quien afirma que lo definido no debe entrar en la definición bajo el riesgo de caer en una tautología, y que en este caso sería además una pedante egología:” Esto es así porque lo digo yo”.

        Mal empezamos si la propia razón empieza contradiciéndose e imponiéndose autoritariamente. La razón-sujeto (definidora) es a su vez razón-objeto (definida), es decir, juez y parte, y ya se sabe que quien parte y reparte se queda con la mejor parte. Pero la situación no queda aquí, todavía se complica más al entrar la razón en una esquizofrenia múltiple, pues en todo juicio (ámbito exclusivo de la razón), además del juez, intervienen el fiscal que acusa yel defensor que se justifica ante dicha acusación. Es como si el acelerador y el freno de unvehículo fuesen el mismo pedal, derraparíamos constantemente, y no digamos nada si además queremos que tome parte el jurado, dejémoslo aparte de momento.

       Así las cosas, la razón dista mucho de ser una destiladora de equilibrios. Pero la cosa no queda tampoco aquí si su prepotencia le lleva a querer universalizarse como agente clarificador y ordenador de toda realidad. ¿Será esta la causa de que en su interior surja una inconsciente razón llamada duda? ¿Quién hará de juez entre ambas?

       Así resulta que este animal racional, el ser humano, asume un cierto pragmatismo dual, el de  convivir con su razón científica objetiva sin dudas y a la vez con su razón filosófica llena de dudas. Es como no acabar de fiarse uno mismo de sí mismo. ¡Menudo desasosiego! Con todo esto, la razón resulta ser ya de entrada un principio de diferenciación social, autoclasificándonos unos como de letras y otros como de ciencias, pero no nos preocupemos, nuestra realidad va mucho más allá de las ciencias y las letras, incluso más allá de la razón que en este caso sería de las razones.

       Este más allá de toda razón en la persona, reside en una facultad suprarracional, pero muy anclada a su materialidad, aunque la razón en su papel de agente clarificador y ordenador no se haya podido negar a ponerle nombre con el calificativo de “voluntad”. No hay razón que se le resista. Cuando a alguien se le pide explicaciones sobre ciertos actos y decisiones inexplicables, acaba exclamando: ¡Porque me lo pide el cuerpo! ¡Porque me da la gana!…

        Si la razón se afana en limpiar, abrillantar y dar esplendor creando un orden enmarcado por leyes, la voluntad muchas veces actúa reactivamente contra dicho marco legal, confirmando así el principio de la dinámica de toda realidad física y que la propia razón expresa diciendo que: “A toda acción se le opone una reacción igual y de sentido contrario”.

        Pero este aparente irracionalismo que emerge desde los sentimientos, no se ve exento de tener que dar razón de lo que su cuerpo le pide como bien apuntaba B. Pascal en su conocida expresión de: “El corazón tiene razones que no entiende la razón”.

       Por lo que la cuestión que nos debemos plantear no reside tanto en considerar a una como la buena y la otra como la contraria. Hay que procurar limpiar y esclarecer, pero sin renegar de lo emotivo, de lo pulsional, lo pasional, y en definitiva de lo que nos pide el cuerpo o nos dé la gana, pero ambas han de aproximarse en una dinámica de complementariedad que las unifique.

        Razón y corazón no funcionan por separado. El pensamiento meramente espiritual, descansa en su base cerebral, que se extiende por todo el entramado neuronal del sistema nervioso conformando su base somática, de ahí que somos también inteligencia sintiente, pero, así como una exaltación de la razón sobre el corazón se traduce en una “cabezo-nada”, también una exaltación del sentimiento sobre la razón se traduce en una “corazo-nada”. En definitiva, ambas por separado quedan en nada. En este contexto, no hemos hecho nada más que un intento de resucitar la vieja filosofía de la doble verdad, que algunos filósofos árabes, en su día, trataron de introducir en contraposición a la verdad filosófica y teológica.

        La buscada sabiduría se aviene cuando empezamos a trabajar en ese buscado equilibrio dinámico “racio-cordial”, equilibrio que demanda la presencia de la sabiduría hebrea y de la razón helénica. La primera empieza diciendo “tú”, para poder reflejarse en él y percibirse. La segunda empieza por un “yo” que duda hasta de sí mismo.

        La primera se encuentra a “sí” por un acontecimiento que le viene de fuera de “sí”. La segunda se busca a “sí” sin querer salir de “sí”.

       El mundo griego comienza con el “yo” de la duda, que es como un “no yo”, pues esa es su esencia, la de negarse continuamente y reafirmarse a partir de su negación, que también por necesidad lógica debería ser una negación dudosa. El mundo hebreo comienza con el “creo”, te creo, te veo, me fio, es el “fiat” del asentimiento. Son dos cosmovisiones que o se reclaman en una complementariedad o se contraponen, no hay más opciones.

        Kant que era un pensador de oficio, decía que la razón no es solamente un pensar invadido por la duda que no nos permite salir de un hiperbólico racionalismo, sino también un querer práctico que busca su norte, su sentido, en donde el riesgo, la apuesta, la voluntad, el tanteo, el instinto y podríamos añadir el sufrimiento, las alegrías y en definitiva a toda pulsión inconsciente.

        También Wittgenstein, un gran apasionado por la filosofía y la matemática, considerado un gran pensador metafísico de este siglo pasado (ayer), desmitificaba la razón diciendo que cualquier decir racional es un decir paradójico. Recordemos que toda paradoja es una idea contradictoria, pero sin contradicción lógica, lo que la convertiría en un sofisma. Toda paradoja es un razonamiento en apariencia válido, pero que contraviene al sentido común. ¡Cuántasparadojas se nos cuelan inconscientemente en nuestro llamado sentido común simplemente porque no rompen las reglas de la lógica!

       La presencia que acontece al “yo” del mundo hebreo que razona para poder reconocerse y poder responderle, le dice: Heme aquí dispuesto y abierto a tu palabra para acogerte y para ser acogido, pues sin “ti” no podría decir “yo”, y sin mí, tú tampoco podrías pronunciarte y no seproduciría ni encuentro ni acontecimiento alguno.

       Del saber al querer y del querer al saber, cuanto no sea así, no pasaría de ser un absurdo Kafkiano.

       La racionalidad humana es a su vez ética y metafísica, carne y espíritu, animal y racional, y ambas acaban siendo el substrato de una voluntad bien informada para poder afrontar el reto de su existencia en libertad.

       En este punto, primigenio y último, nada separa al creyente del no creyente sino la fe.Para creer y tener fe, la voluntad es quien tiene la última palabra para poder enfrentarse a ese abismo que supera a toda razón y a todo querer. Ante este abismo llamado libertad, la voluntad no solo está sola, sino que debe renunciar a su soledad para abandonarse libremente en la alteridad de en Quien se puede ver reflejado y ya pueda decir “yo” sin dudas…… ¡Qué riesgo!

        La vida humana tiene su singular riesgo llamado libertad, que nos singulariza uno a uno sin límites espacio-temporales. Solamente la voluntad es quien asume en última instancia dicho riesgo, por muchas “cabezo-nadas” y “corazo-nadas” que le vengan en forma de hipótesis o en forma de ganas, ya que siempre la tesis, su tesis, la confirma su voluntad.

 

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14 comentarios

  • M. Luisa

     Siguiendo con las reflexiones  ofrecidas aquí a través de lo comentado,  algo que sin duda he de agradecer, ahora  llevaré una a cabo fijándome en la lectura de la siguiente frase:    “Por algún motivo, estamos escindidos de nuestro propio espíritu, y es preciso volver a recuperar la unidad perdida”.  Bien, el motivo ya se conoce, venimos del clásico dualismo histórico, que ha sido cosa del entendimiento. Por las ansias humanas de querer entender, la realidad quedó escindida  independizándola de nuestra  mente, por lo que ahora la recuperación de su unidad no cabe hacerla otra vez  mediante un irreflexivo precipitado, sino  que habrá de ser la   razón misma la encargada  de hallar el momento aquel previo a su unidad antes de  producirse  tal  separación. ¿Si  todo este proceso retrospectivo  no formase parte  de la llamada y tan invocada complejidad,   qué sentido albergaría tal concepto?   Buena Pascua para tod@s!!

  • oscar varela

    Cabeza, Corazón y la SOLEDAD del Alma

    • oscar varela

      Cabeza, Corazón y la SOLEDAD del Alma
       
      1- HOY sabemos muchas más cosas, poseemos una técnica prodigiosa, material y social.
      -Cierto, cierto-
      – Es que la cultura ha progresado -se dice.
      – Falso, falso-
      – Eso no es la cul­tura, es solo una dimensión de la cultura, es la cultura intelectual.
       
      Y mientras se progresaba tanto en esta,
      -se desatendía por completo el cultivo de otras zonas del ser humano
      – que no son intelecto, cabeza, se dejaba a la deriva el corazón.
      – Al progreso intelectual ha acompañado un retroceso sentimental;
      – a la cultura de la cabeza, una incultura cordial.
       
      2- El hombre ha solido creer que el núcleo decisivo de su ser era su pensamiento.
      – ¿Es esto cierto?
      * Los Vedas: «El hombre es sus ideas. La acción sigue dócil al pensamiento como la rueda del carro sigue a la pezuña del buey.»
      * Descartes: «Que suis-je? Je ne suis qu’une chose qui pense»
      * Pascal: “El hombre, una caña pensativa”.
       
      Y la razón que se da para ello es siempre la misma.
      – Todo lo que haya en nosotros que no sea conocimiento supone a este y le es pos­terior.
      – Los sentimientos, los amores y los odios, el querer o no que­rer,
      – suponen el previo conocimiento del objeto. ¿Cómo amar lo ignoto? ¿Cómo desearlo?
      …………………………………
      3- Sin embargo, sin embargo…
      – … yo me pregunto: ¿amamos lo que amamos porque lo hemos visto antes
      – o en algún serio sentido cabe decir que vemos lo que vemos
      – porque antes de verlo lo amábamos ya?
       
      La cuestión es decisiva para resolver qué es lo primario en la persona humana.
       
      4- Al abrir los ojos, el número de cosas visibles es prácticamente infinito,
      – pero solo podemos ver en cada instante un número muy reducido de ellas.
      – La vista tiene que fijarse sobre un pequeño grupo y desviarse de las restantes, abandonarlas.
      – No podemos ver una cosa sin dejar de ver las otras,
      – sin cegarnos transitoriamente para ellas.
      – El ver esto implica el desver aquello.
       
      5- Para ver es preciso que llevemos la pupila hacia ese objeto y la retiremos de los otros.
      Para ver, en suma, es preciso fijarse.
      Pero fijarse es precisamente buscar el objeto de antemano,
      – y es como un preverlo antes de verlo.
       
      (A lo que parece, la visión supone una previsión, que no es obra ni de la pupila ni del objeto, sino de una facultad previa encargada de dirigir los ojos, de explorar con ellos el contorno: es la atención. Sin un mínimum de atención no veríamos nada. Pero la atención no es otra cosa que una preferencia anticipada, preexis­tente en nosotros, por ciertos objetos. Llevad al mismo paisaje un cazador, un pintor y un labrador: los ojos de cada uno verán ingre­dientes distintos de la campiña; en rigor, tres paisajes diferentes)
       
       
      6- Todo ver es, pues, un mirar; todo oír, un escuchar y, en gene­ral:
      – toda nuestra facultad de conocer es un foco luminoso, que alguien, puesto tras ella,
      – dirige a uno y otro cuadrante del Universo,
      – repartiendo sobre la inmensa y pasiva faz del cosmos aquí la luz y allá la sombra.
       
      7- No somos, pues, en última instancia, cono­cimiento,
      – puesto que este depende de un sistema de preferencias
      – que más profundo y anterior existe en nosotros.
       
      8- Una parte de ese siste­ma de preferencias nos es común a todos los hombres,
      – y gracias a ello reconocemos la comunidad de nuestra especie
      – y en alguna medida conseguimos entendernos;
      – pero sobre esa base común, cada raza y cada época y cada individuo
      – ponen su modulación particular del preferir, y esto es lo que nos separa,
      – nos diferencia y nos individua­liza,
      – lo que hace que sea imposible al individuo comunicar entera­mente con otro.
       
      9- Solo coincidimos en lo más externo y trivial;
      – con­forme se trata de más finas materias, de las más nuestras, que más nos importan,
      – la incomprensión crece, de suerte que las zonas más delica­das y más últimas de nuestro ser
      – permanecen fatalmente herméticas para el prójimo.
      – A veces, como la fiera prisionera, damos saltos en nuestra prisión con ansia de evadirnos
      – y transmigrar al alma amiga o al alma amada;
      – pero un destino, tal vez inquebrantable, nos lo impide.
      – Las almas, como astros mudos, ruedan las unas sobre las otras,
      – pero siempre las unas fuera de las otras condenadas a perpetua soledad radical.
      – Poco puede estimarse a la persona que no ha descendido alguna vez a ese fondo último de sí misma,
      – donde se encuentra irremediablemente SOLA.
      ……………………….
      José Ortega y Gasset – Artículo publicado en La Nación, de Buenos Aires, en julio de 1927.

  • M. Luisa

    Cómo se puede afirmar que la mente humana es un gigantesco galimatías. Lo que es calificable de galimatías es el discurso  mental  que de ella sale por la confusión  perceptible que se hace de la realidad.  Pueden usarse para afirmar lo primero todo tipo de ejemplos comparativos, pero está claro que con este tipo de referencias no quedará nunca  definida la mente humana. Se mostrará así   un estado psíquico en ella que puede ser determinado por la propia psicología, pero nunca, como digo,  puede ser determinante  de lo que sea la mente humana. Su condición congénere con la realidad  es lo que hace de ella su razón de ser   unidad estructural.  La estructura de la psiquis humana  no es construcción sino estructuración dinámica. Cómo se va a decir que para que cuadre  nuestra subjetividad hayan de construirse estructuras hipotéticas de nuestra mente…el racionalismo no tiene límites…    

  • M. Luisa

    Una reflexión sobre la razón creo que nos debería llevar no a una búsqueda de aquello que pudiera ser el conocimiento humano, como así lo ha venido significando la clásica epistemología conceptiva, sino un dejarse llevar  intelectivamente por lo que en sí mismo sea el conocimiento al enfrentarse con la realidad. Desde esta perspectiva ya no se estaría hablando de epistemología, sino de noología, en la que en ella ya se  expresa la  función de la razón en el interior mismo de la estructura cognitiva del conocimiento.  Es decir, de su posición dinámica dentro de ella,  por lo que como la razón  no está al principio (racionalismo) sino al final dando explicación,  esta ya no será racionalista, sino  que vendrá  infectada, impura  de algo previo pero humanamente sentido. En cuanto a Kant, yo diría Mariano, que  es ciertamente un renovador, pero no un revolucionario. ¿Qué diferencia hay entre la razón pura y la razón práctica?  Con el imperativo categórico – el deber por el deber-  hace de ella solo una cuestión  de uso,  siendo  uno de ellos   el clásico  “porque lo digo yo”  que sé como Dios piensa.  Y desde ahí, no han sido casuales los fascismos    en la Europa del siglo XX y lo siguen siendo todavía.Gracias, Mariano, por el artículo ¡un afectuoso abrazo!

  • Isidoro García

         Antonio Duato en su párrafo introductorio del artículo, pone el dedo en la llaga, del importante asunto de que trata el artículo, “del monopolio veritativo (decisorio sobre lo que es verdad o no) que se da a la razón”, y su relación con la dificultad de la fe.

    • Isidoro García

          Y yo creo, que no existe un mecanismo verificador del conocimiento. Como creo que dice Popper, solo se puede discernir una idea como falsa, con las razones oportunas, pero no se puede discernir directamente como verídica. Solo se puede asegurar que si no ha sido falsado, hay más probabilidades de que sea verdad.
         Esto inevitablemente nos lleva a la incertidumbre y la perplejidad. Y eso nos conduce a la paralización y la duda, a pesar de que el anuncio de Bankinter, nos dice que “La incertidumbre no está para paralizarnos, sino para recordarnos lo que nos hace avanzar”.
           Esto Heisenberg lo resumía en su principio de incertidumbre de una manera filosófica: “En la vida, como en mecánica cuántica, nunca podemos estar seguros de nada. No conocemos la realidad, sino la realidad sometida a nuestro modo de interrogarla”.
             Incertidumbre es una palabra que advierte de «una falta de certeza», un camino mal iluminado por el que hay que aprender a caminar.
           Y para caminar ese obscuro camino, como dice Francisco Traver:Lo primero es abandonar las certezas, y desde la confusión, buscar nuevas relaciones entre las cosas, más allá del lenguaje que nos encierra en su lógica lineal”, y sus típicos circunloquios.
          Sabemos poco, pero ese no es el problema principal, sino lo que sabemos pero mal. La razón humana, es como una pequeña linterna dentro de un cuarto obscuro.
           Eso ya lo decía Santo Tomás: “La esencia, (naturaleza), de las cosas nos es desconocida, porque las más de las veces, se mezcla la falsedad en nuestra investigación de la verdad, por dos causas: la debilidad de nuestro entendimiento, y la confusión de las imágenes que nos forjamos”.
           Hay que cultivar el huerto de la incertidumbre, y verla mas que como un incordio, (que lo es), como una gran oportunidad. “La falta de certeza se suele percibir como una debilidad, cuando en realidad es la principal fuente de nuestro conocimiento”, (Carlo Rovelli).
            Nos guste o no, “se vive siempre ‘al borde del abismo’, en la frontera de lo desconocido”. Como dijo Nietzsche: “El hombre debe tener el caos en sí mismo, para poder alumbrar una estrella”.
            Dice Manuel Fraijó: Todos los espíritus profundos se han visto obligados a llevarse bien con la incertidumbre. Tal vez por eso acuñó Nicolás de Cusa la fórmula “docta ignorancia”.
          Y no caer en la tentación obsesiva de lograr la certeza. Toda certeza suele ser una duda, unida a problemas de autoestima. Y la obsesión por la certeza nos lleva al fanatismo.
            Tenemos alergia a la incertidumbre, cada vez que hemos de afrontar temas y problemas complicados.
               Confundimos la incertidumbre con el caos, y nos entra primero el vértigo y de inmediato el miedo. La tentación de buscar explicaciones simples a cuestiones complejas, y recetas que ofrezcan alivio instantáneo a nuestro malestar es cada día mayor. (Francisco J. Vitoria -teólogo).
       
         La mente humana es muy deficiente. No se ha diseñado desde cero, sino que proviene de múltiples evoluciones sucesivas, desde el cerebro del mosquito, y antes aún de la bacteria: es un cerebro de aluvión, hechos de retales, y pegotes añadidos.
          Ante el afrontamiento de retos mucho mas elevados, empezó a dar muestras evidentes, de que lo que había servido bien para sobrevivir con las necesidades animales, (primates), para las nuevas necesidades de la inteligencia, (homo), era claramente insuficiente, y empezó a dar señales de agotamiento del modelo.
            Esas dificultades y peligros serios de extinción, suscitaron el desencadenamiento de las fuerzas evolutivas emergentes, y en los últimos saltos evolutivos de nuestra naturaleza, fuimos provistos del “espíritu”, una especie de suplemento de la mente, para dotar al ser humano, de un detector de errores cognitivos, que en principio es perfecto.
           Pero el grave problema es que esta intuición del espíritu, se incorpora a una mente humana, repleta, (además de los muchos errores cognitivos e ideológicos, que almacenamos) de sesgos cognitivos congénitos, que son patrones cognitivos con prejuicios, atajos heurísticos, y generalizaciones excesivas, que facilitan el pensamiento humano diario, (tan costoso en energía y tiempo), a base de simplificarlo y con ello estropeando su lucidez original.
           Y a esta “escopeta de feria” que es la mente humana, se incorporan las sabias intuiciones del espíritu, que más que positivas, son negativas. Se activan cuando encuentra errores en las ideas que contemplamos, y nos avisa de que hay indicios serios para dudar.    
           Por ello, con el espíritu, hay que hacer una labor similar a la de los “limpiadores” del curling. Ese deporte en que se tira un disco sobre el hielo, para acertar en una diana, y hay unos limpiadores, que sin tocar el disco, van alisando y limpiando el hielo, para minimizar el frenado, y que llegue mas lejos.
          En la mente, además de lanzar el disco, (activar y escuchar el espíritu, pues muchas veces estamos distraídos), hay que limpiar el campo de errores cognitivos, además de ser conscientes de los sesgos innatos y emocionales que tenemos, y en general de todas las trampas de la mente.
          Y acostumbrarse a la incertidumbre, y por ello como muy bien dice Juan Antonio Vinagre: “Fe, fe auténtica, es saber convivir con las inseguridades. En esta situación, el Espíritu, (a través del “espíritu”, digo yo) , es quien nos fortalece, si sabemos entenderlo y pedírselo”.

      • Isidoro García

        La mente humana es un gigantesco galimatías. Y por eso porque no nos entendemos, vamos casi siempre como pollos sin cabeza, dando tumbos.

        Por eso es importante construirse una hipótesis estructural, que nos cuadre con casi todas las experiencias subjetivas que vivimos día a día.

        Para mí, la clave que explica todo nuestro embrollo mental, es la eterna lucha por el control de la mente, entre el ego, y el espíritu.

        Nuestra mente es como un coche muy largo, que contiene delante al conductor, (el ego), y muy detrás al que se sabe el camino, (el espíritu), al que, con tanta discusión y la distancia, no se le entiende muy bien siempre.

        El ocupante de atrás no deja de gritar cuando nos equivocamos de ruta, y el conductor, harto de escuchar, intenta ignorarlo, y se fía de su buen criterio con lo que recuerda, que no siempre es acertado.

        El ideal, es que haya alguien en el asiento del copiloto, (el “Sí mismo” o el “testigo”), atento, y que haga una función de intermediario y de interfaz entre ambos, y se produzca la buena marcha del coche, (la “individuación” o “maduración”).

         

         “Por algún motivo, estamos escindidos de nuestro propio espíritu, y es preciso volver a recuperar la unidad perdida. 

               En la medida en que se produce esa unidad, se produce la transfiguración, aparece una nueva dimensión de la realidad, una dimensión de luz, el mundo se “reencarna”, aparece, literalmente, un mundo nuevo, del que la ciencia, por cierto, no sabe absolutamente nada. 

               Y ese mundo es mucho más real que el que comúnmente se considera “mundo real”. Pero el espíritu hay que buscarlo, hay que cultivarlo, de lo contrario muere por inanición. (Agustín López).

              “El problema es que tu mente (razón consciente), no quiere admitir, lo que tu corazón (subconsciente), ya sabe”.

         

  • Antonio Llaguno

    MarianoTengo para mi que soy, entonces, bastante mas hebreo que griego. 

    • Antonio Llaguno

      El asunto, que no el problema, reside en cómo obtenemos conocimiento de las cosas.

      Si el conocimiento se reduce exclusivamente a lo que nos proporciona la razón, estamos aviados. hay muchos conocimientos irracionales en la vida de un ser humano.

      Si la razón fuera quien dirigiese nuestros desgnios, mi hermano gemelo jamás se habría casado con mi cuñada y viceversa (Y por eso se tuvieron que separar), hitler nunca se habría aliado con Stalin (Y viceversa) o yo no sería del Atleti (Aquí no hay viceversa que valga).

      Mi Tía Vicenta (Sabia popular donde las haya) me diría: “Toñín (Ella siempe me llamaba Toñín), es que tú haces muchas cosas sin conocimiento”.

      Y es que ese es el otro quiz de la cuestión, aunque sólo la razón nos pudiera entregar el conocimiento de las cosas, ¿Por qué tendriamos que hacer caso a ese conocimiento proporcionado por la razón?

      El ser humano ha dado muestras de no ser demasiado “razonable”. Gracias a estas personas poco razonables, el mundo ha progresado. Me refiero a gente como Cristobal Colón, Fernando de Magallanes, David Livingstone, Neil Armstrong, Roland Amundsen, Eric el Rojo, y no solo grades aventureros o descubridores, Charles Darwin, Galileo Galilei, Giordano Bruno, Miguel Servet,  u otros menos científicos como Maximiliano Kolbe, Oscar Romero, Rutilio Grandes, Calixto Caravario, y tantos otros que dieron sus vidas sólo por algo tan poco razonable como es el amor a los demás.

      Si miramos dentro de nuestra historia, podemos encontrar un montón de decisiones que tomamos a diario sin que la razón nos de razones para tomarlas.

      Hay personas que afirman que existen “micro razones” o criterios deterministas que no podemos apreciar pero que son las que determinan nuestra decisión.

      Yo tiendo a pensar que no es cierto y veo en mi vida un hermano gemelo que tiene la misma genética que yo (Somos lo que vulgarmente se conoce como clones naturales), hemos recibido la misma educación, hemos vivido la misma historia y sin embargo ya desde muy niños, tomábamos las decisiones de forma muy diferente. No pretendo evaluar cual es la mejor pero si afirmar que “razonamos” de forma muy distinta ante estímulos muy similares.

      Obviamente hay respuesta para todo y seguro que este ejemplo no servirá de nada para quienes buscan la razón en todo lo que hacen, pero mi intuición (Nada razonable) es que entre la razón y la duda, me siento mucho más a gusto con la duda.

      • mariano alvarez

        Querido Antonio, es sabido que el humor es un signo inequívoco de inteligencia y tu das muestra de ello. Por mi parte cuando vea que la llamada IA es capaz de reírse de ella misma a lo mejor empezaré a dudar de lo que ahora tengo muy claro sobre ella.
        Por otra parte, si empiezas diciendo que te consideras más hebreo que griego y terminas diciendo que te sientes más a gusto con la duda que con la razón, haces que me acuerde de una canción de un tocayo tuyo llamado Antonio Machín que cantaba aquello de:” Cómo es posible querer a de dos mujeres a la vez y no estar loco“.  El título de la canción era “Corazón loco”, en la que da sus razones más allá de todo racionalismo y sin dudas, pues con su cálida filosofía cubana y a ritmo de “bolero” une sin dudas el amor y la razón no precisando dudas que al final siempre acaban en la locura.
        Aunque eres más joven que yo (ojo, en años) seguro que la has oído alguna vez y no como yo a diario en mi infancia, pero por si acaso, te la remito en el enlace al final de este comentario.
        Finalmente, como observo tu carácter extrovertido, abierto y sin prejuicios propios de una persona psicológicamente sana (como verás aquí me está saliendo mi vena psicológica, que no filosófica) quiero compartir contigo una pequeña anécdota personal: Cuando escribí está reflexión en principio ya hice referencia a esta canción, al citar lo de animal y raciona, pero como casi todas mis reflexiones se las suelo leer a mi mujer antes de mandarlas (para ver si las entiende, cosa que suele acontecer en pocas ocasiones), pensé acertadamente que era mejor eliminarla, no fuera que pensara que mi subconsciente me delataba de una historia pasada y no contada, como así ha sucedido ahora al leer ella mi respuesta.
        Qué le vamos a hacer, la vida hay que tomarla con mucho humor que siempre nos aproximan más allá de toda duda y de toda razón al amor. En una próxima reflexión entraré en la íntima relación entre la voluntad y la libertad, ¡misteriosa! relación.
        Gracias por tus comentarios que suelen ser muy amenos y muy espontáneos.
        CORAZÓN LOCO (Antonio Machin) (youtube.com)

  • Javiierpelaez

    Tampoco te creas que yo soy un forofo de la inteligencia sintiente. Hay corazones heridos,corazones cansados ,corazones psicópatas,etc. La fe no queda en muy buen lugar ante la razón. Es cierto que en los evangelios se habla mucho del corazón (de la misericordia),pero el corazón tb hay que educarlo. Dios es amor inequívocamente,pero un amor incondicional (eso es lo que yo creo) y de eso nosotros sabemos bastante poco. Igual que los católicos os hartáis(en esto el Concilio Vaticano II está lleno) de hablar de la conciencia rectamente formada xq básicamente no os  fiáis de la conciencia en el conflicto con las normas morales. Yo tb hablaría del corazón rectamente educado xq en nombre del corazón hay gente q se monta cada película con consecuencias nefastas para ellos y para los demás. Yo ,por ejemplo, muchas cosas de estas de Semana Santa de las procesiones y las imágenes me parece q rozan la idolatría desde el punto de vista religioso,ahora no juzgo las intenciones de las personas que se hayan involucradas en ellas. Otra cosa es que piense si esto les entontece para resolver sus problemas reales. Tb me preocupa si molestan a otra gente que no comparte sus puntos de vista. Fuera de que luego en privado tb me rió de ciertas cosas q me resultan completamente ajenas y creo que tb hay q respetar a la gente que se mofa en público de estas cosas(no me parece bien lo que hacen Abogados Cristianos ni la legislación penal que se lo permite hacer). No entiendo en qué sentido toda esta Semana Santa procesional es un recuerdo de Jesús,en qué sentido rememora y actualiza la Pasión de Jesús.No lo entiendo. Anda que no hay Cristos crucificados en la historia que vivimos. El Vía Crucis del Papa que hizo el año pasado me gusta más. Las saetas tb me gustan,eh. Bueno vaya rollo…

    • Javiierpelaez

      Misericordia:compadecerse de los sufrimientos ajenos…Aunque venga del corazón tb se puede buscar un fundamento racional de la misericordia…De la misericordia incondicional y total lo veo difícil,claro

    • Javiierpelaez

      Más que idolatría que en la biblia se refiere al becerro de oro(aunque el año pasado a un virgen la sacaron en un descapotable) hablaría de iconolatría. Yo soy bastante iconoclasta. El otro día ,al lado del tbjo,estaban una cola de fans esperando a ver salir a un famoso(digo yo) del Hotel Four Seasons y a 10 metros de la cola un mendigo(x su indumentaria)tumbado  y repantigado con los brazos en la cabeza enmedio de  la acera(literal) tomando el sol.  El asunto te da cuenta q podemos convivir personas con diversas perspectivas .