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La Buena Noticia (3/21)

VOLVER AL EVANGELIO (II)

 14. Malversaciones al Evangelio

 El Galileo presentó a la sociedad de su tiempo el Evangelio como Proyecto de vida y no como un nuevo régimen de creencias. La felicidad dependía de ese recién inaugurado y definitivo modo de vivir. La vida que Jesús propuso superaba el individualismo poniendo en primer plano la solidaridad, la justicia y la fraternidad. La puesta en marcha del Evangelio hacía posible dejar atrás la tristeza, el miedo, la esclavitud y la muerte…, ¡y empezar a respirar!

        Muy temprano, sin embargo, se produjeron algunos movimientos desacertados que provocaron serias carencias en la comprensión y el desarrollo del Proyecto.

        14.1. el olvido

        Uno de ellos fue cómo el texto de Marcos cayó en el olvido. Al haber sido asimilado por Mateo y Lucas, el más antiguo de los evangelios acabó siendo ocultado en el agujero negro del abandono. Con el tiempo llegó a pensarse que Marcos era un resumen de Mateo. De manera que su evangelio se ignoró hasta el punto de que se prescindió de su estudio durante aproximadamente diecisiete siglos.

        14.2. por sobrio y sin fantasías

        Marcos no respondía a la tendencia surgida cercano el final del primer siglo de idealizar la figura de Jesús de Nazaret. El evangelista no se había interesado por su nacimiento ni asoció su condición de hijo de Dios a una intervención sobrenatural ¡sobre una niña de alrededor de trece años! Dejó claro desde el principio que fue su compromiso por la justicia la que le acreditó haber alcanzado tal categoría humana, la de Hijo, y contar con el máximo aval:

“Inmediatamente, mientras salía del agua… Hubo una voz del cielo:
– Tu eres mi Hijo, el amado, en ti he puesto mi favor” (Mc 1, 10.11).

        14.3. solo la cruda realidad familiar

        Es más, a Marcos, que nunca nombra en su texto a José, no le tembló el pulso al escribir que el Galileo fue tenido y tratado como ilegítimo. Ese es el significado del cáustico interrogante de sus paisanos en la escena que narra el regreso a su pueblo con el colectivo de discípulos (https://www.atrio.org/2012/10/leyendo-a-marcos-22/):

        “¿No es este el carpintero EL HIJO DE MARÍA…?” (Mc 6,3).

        Tanto Mateo (13,55) como Lucas (4,22) modificaron el escandaloso texto de Marcos para hacer desaparecer la mofa con que le vejaron los aldeanos de Nazaret, unos vecinos conocedores al detalle de sus antecedentes familiares y de una vida compartida junto a ellos desde su edad más temprana.

        14.4 y de seguidores interesados al compás de un cabeza dura

        Marcos también contó a las claras y sin pelos en la lengua la realidad de la actitud y pretenciosas ambiciones de los discípulos más significados mientras anduvieron acompañando a su Maestro con intenciones ocultas. En especial, dejó en muy mal lugar a Pedro. Y no trató, como hicieron los otros evangelistas, de incorporar al texto algún relato restaurando su imagen.

        14.5. Nada de embelesos finales. La pura verdad

        Tampoco narró Marcos apariciones del Galileo tras ser ejecutado. El brusco final de su obra:

“Salieron (las mujeres) huyendo del sepulcro del temblor y el espanto que les entró, y no dijeron nada a nadie, del miedo que tenían” (Mc 16,8),

        fue remendado mucho más tarde por manos desconocidas con dos postizos (Mc 16, 9-20) obtenidos a partir de retales entresacados de Mateo y Lucas.

        Previamente, Marcos había dado cuenta con pasmosa concisión y sencillez de la desbandada de los discípulos tras atravesar la dramática experiencia del apresamiento de aquel inigualable amigo de Nazaret:

        “Todos le abandonaron y huyeron” (Mc 14,50).

 

15. De varones y mujeres

        Como era de esperar, los valientes hombres, se agazaparon en el desánimo por haber visto frustradas sus aspiraciones de conquistar el poder y gozar de posiciones privilegiadas. Atenazados por el temor de seguir igual suerte que su Maestro, se refugiaron, alejados del Proyecto, en las guaridas del anonimato. Las mujeres, en cambio, permanecieron, más allá del final, en el lugar de la ejecución. ¡Solo y nada más que las mujeres! Ellas, lideradas por la incombustible Magdalena, reflexionaron buscando alguna luz en la cerrada penumbra. Tan grandioso Proyecto no podía quedar en nada. Resultaba disparatado pensar que el orden injusto había logrado abatir definitivamente la vida mostrada por el Galileo. Tras la experiencia de unos años junto a él, las mujeres concluyeron que la caverna de la muerte se hallaba desierta. Ese apretado lugar estaba inhabilitado para contener al inabarcable ser humano que asombró a la Magdalena y atiborró de alegría la endeble existencia de mujeres e insignificantes. Seguir el itinerario marcado por el Galileo era la única manera de encontrarse con él:

“Y ahora, marchaos, decid a sus discípulos y, en especial a Pedro: <<Va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis, como os había dicho>>” (Mc 16,7).

        Despreciar ambiciones y emprender con lealtad desde el inicio el trayecto seguido por el de Nazaret es la única manera de encontrarse con él y dar con la vida. La religión, las oraciones, la liturgia, la obediencia a normas, ritos, o dogmas, las creencias, poses piadosas, muestras de ortodoxia, la palabrería, espiritualidades, contemplaciones, aceptación de misterios, la mística… son caminos inadecuados para ver cara a cara a quién superó la muerte. El regreso a Galilea resulta necesario para iniciar la andadura acertada. En ese espacio, el más alejado de las instituciones que mantenían el poder vasallo del imperio dominante, inició Jesús el camino:

“Cuando entregaron a Juan llegó Jesús a GALILEA y se puso a proclamar la BUENA NOTICIA (Evangelio) de parte de Dios”.

 

16. VOLVER AL EVANGELIO

        implica retornar a su principio, a Galilea, dejando atrás otros espacios equivocados. Y una vez ahí, responder con pasos decididos siguiendo la ruta marcada por Jesús. Él no es el imaginado por la religión, sino el que los autores de los evangelios expusieron en sus textos a las primeras comunidades.

        Los asustados discípulos tardaron lo suyo en salir del estancamiento. Fue el tiempo en que las mujeres, aun habiendo dado con el punto de partida y el itinerario, quedaron paralizadas por el miedo. No era aquél un mundo donde a las mujeres se les daba la iniciativa. Marcos dejó ahí la acción detenida al final de su escrito:

“Salieron (las mujeres) huyendo del temblor y el espanto que les entró, y no dijeron nada a nadie del miedo que tenían” (Mc 16, 8).

        Esas últimas palabras de Marcos destacando el apuro de las mujeres demuestran que únicamente pudieron ser ellas las que las comunicaron. A ellas se debió también el enérgico impulso que movió al grupo de discípulos a reemprender el camino establecido con claridad por el Galileo.

        16.1. Reinstaurar la función de El/la Lector/a

        Además del arrinconamiento de Marcos, otra gran torpeza se produjo con el progresivo desplazamiento y relevo de la figura del Lector. Los encargados de explicar con pormenores el sentido del texto fueron perdiendo protagonismo al tiempo que ganaba terreno un conjunto doctrinal fundado no sobre experiencias, sino en juicios teológicos tenidos como verdades intocables a aceptar y creer de forma inapelable.

        El descuido en analizar y explicar el Evangelio ajustando a él la vida fue a más. El individualismo ganaba terreno a medida que se iba apagando la identidad social de los adheridos al Proyecto. La función de Lector desaparecía al correr de los años. Como contrapartida, fue cobrando auge una autoridad veladora del ideario religioso y la ortodoxia doctrinal. Las discusiones teológicas se multiplicaron y dieron al traste con la exposición y enseñanza del Mensaje. La transformación del evangelio en religión a instancias del imperio dominante completó el desatino. Se extendió el discurso y menudeó la praxis. Proliferaron entonces interpretaciones equivocadas del Proyecto. De manera que los siglos se llenaron de divisiones, enemistades y hasta guerras de exagerada crueldad. La fragmentación permanece en la actualidad y cada una de sus partes asegura ser poseedora de una verdad falsificada con teorías. La amañada expresión ‘hermanos separados’, usada para justificar una fraternidad inexistente, finge la vinculación de cada una de las religiones autodenominadas ‘cristianas’ con el Mensaje de Jesús, aunque la realidad demuestra que todas ellas hunden sus raíces en idearios muy alejados de la propuesta del Galileo: la Buena Noticia, el Evangelio. Cada una de ellas presume de autenticidad y discrimina al resto como instituciones fraudulentas. Las religiones son de por sí conglomerados de duro e impermeable caparazón. Son excluyentes y consideran que la salvación se consigue más allá de la historia y se obtiene aceptando incondicionalmente sus dogmas. Se hallan en las antípodas del Evangelio. Los adheridos al Programa del Galileo se caracterizan por no buscar el refugio personal, sino la liberación de todo el género humano. Su actividad no queda en el interior de una organización religiosa persiguiendo asegurarse la vida en el más allá, sino que se desvive porque muchos la disfruten ya en cada momento histórico.

        16.2. Hablar como la gente

        Hasta el uso de la lengua latina contribuyó a incrementar la distancia entre la gente sencilla y el Evangelio. Mientras el pueblo llano fue haciendo evolucionar el latín vulgar hacia las lenguas romances, la institución religiosa se anquilosó en un latín culto cada vez más inentendible por la gente. La traducción del Antiguo y Nuevo Testamento se significó por seguir la estrechez del cauce doctrinal y alejarse del sentido de los textos originales. La explicación del Proyecto derivó en discursos tendentes a adiestrar en prácticas piadosas, pláticas aleccionando sobre observancia de un código destacado en represión de conductas sexuales y lecturas ininteligibles en ceremonias litúrgicas, útiles para realzar la sacralidad, que obligaban al silencio y apocaban al pueblo mientras se agigantaba la superioridad de una clase clerical. El Evangelio cayó en manos de personajes ignorantes dedicados a asustar a diestro y siniestro a base de peroratas amenazantes que aterrorizaban al personal con castigos eternos de exagerada crueldad. El Evangelio dejó de aparecer como la Buena Noticia que abría el paso a la alegría y a la vida y fue convertido en un ceñidor que asfixiaba la libertad y ponía trabas al progreso humano encarcelando a la gente en la inmadurez.

        16.3. Pero, –puestos en guardia–, se habla en clerical

        Hasta bien entrado el siglo XX estuvo prohibida para el pueblo la lectura de la Biblia. Se tenía por peligrosa. Tal tarea estaba reservada en exclusiva al clero. Era la manera de tener al Evangelio bajo control, blindar la sagrada autoridad y asegurase la obediencia de la gente. La realización de estudios teológicos en puntos reconocidos oficialmente ha autorizado y sigue autorizando a quienes los culminan a interpretar y comentar el Evangelio. Pero esta fórmula ha resultado solo útil para trabar la dinámica del Evangelio mediante las ataduras del ideario religioso. Conviene saber que ni en seminarios, ni en centros teológicos y ni siquiera en las facultades de Teología se enseña el texto original. No se explica la forma de traducirlo ni cómo analizar a fondo su contenido. De manera que predomina la pauta de utilizar fragmentos del texto para defender doctrinas, preceptos, dogmas y hasta ideas interesadas, de dudosa condición o incluso de carácter enfermizo.

        16.4. (Lectores) condenados por herejes

        Hace más de cuatro siglos se realizó la primera traducción completa de la Biblia (AT y NT) a nuestra lengua desde los originales hebreo y griego. Llevó a cabo la ingente tarea el monje declarado hereje: Casiodoro de Reina. Esta traducción fue incluida en el Índice de libros prohibidos. La misma suerte corrió la revisión posterior hecha a esta Biblia (1602) por el también monje y hereje Cipriano de Valera. A finales del siglo XVIII y en el XIX se llevaron a cabo algunas traducciones desde el latín de la Vulgata. Hasta cercana la mitad del siglo XX no aparecerá la primera traducción católica realizada desde los originales hebreo y griego. A partir de ahí hasta la actualidad han proliferado diferentes versiones, aunque la mayoría de ellas ha seguido el procedimiento habitual de intercambios de palabras de una a otra lengua, olvidando la equivalencia entre expresiones y modismos de culturas muy diferentes distanciadas, además, en el tiempo.

        16.5. La clerecía exilió a Los y Las Lectores y Lectoras

        La ausencia de la función de Lector ha originado un mar de confusiones a la hora de entender el mensaje de Jesús. La posición más ortodoxa orienta a seguir la interpretación tradicional marcada por la Institución religiosa. Ahora bien, los órganos institucionales, obsesionados en mantener las riendas doctrinales entre sus manos, han implantado una doctrina inmutable, ¡pero jamás han presentado una explicación justificada y al detalle del Evangelio! Quienes se mantienen en mayor o menor medida adscritos al posicionamiento oficial entienden los textos desde las claves del ideario religioso. Otras personas distantes de los criterios oficiales los contemplan a partir de principios humanos y sociales. Pero, en general, el Evangelio sigue siendo un gran desconocido. Lo prueba el hecho de su utilización como una colección de sentencias yuxtapuestas, útiles para defender las propias ideas.

        Este uso tan extendido de expresar ideas refrendándolas con citas evangélicas revela que quien lo emplea una y otra vez en sus exposiciones como única fórmula y sin análisis del texto ignora el sentido global del Evangelio, desconoce las costuras de los relatos y muestra su incapacidad para alcanzar la profundidad de su sentido. Tal procedimiento resulta eficaz para arrogarse autoridad intelectual y señalarse como experto en la materia. Esta práctica tan generalizada demuestra en quienes la usan solo unas infatigables ganas de destacar. Su ignorancia se descubre fácilmente porque nunca explican el texto en sus pormenores siguiendo el original griego. Dejan a un lado el contexto, los interlocutores, los hilvanes que entrelazan los relatos, el arraigo de las expresiones propias de aquella cultura o el calado de los modismos… y se quedan en un revoloteo superficial sobre el texto alentados por la literalidad de la traducción que tienen más a mano.

 

17. volver al evangelio

        no es cuestión de vocabulario. Ni consiste en que la institución religiosa se aplique unos exiguos retoques y se engalane con alguna prenda complementaria para lograr aparecer ataviada con aires de modernidad. La vuelta al Evangelio no se solicita, se realiza con decisión conociendo la ruta a seguir. Las mujeres fieles al Galileo llegaron a la conclusión, y así lo transmitieron al resto del colectivo de discípulos, que únicamente podrían encontrarse de nuevo con él siguiendo sus pasos con lealtad. Volver al Evangelio no significa retornar una y otra vez, cada año, a Belén, el lugar de nacimiento del criminal David, sino a Galilea para comenzar proclamando como Jesús el inicio de la Buena Noticia (τὸ εὐ-αγγέλιον):

“Cuando entregaron a Juan llegó Jesús a Galilea y se puso a proclamar la Buena Noticia de parte de Dios”.

        y ser leales a su Programa hasta el final, como lo fue aquella mujer destacada por el evangelio de Juan como “el discípulo predilecto” (https://www.atrio.org/2020/12/el-proyecto-de-jesus-madurando-en-el-tiempo-17/; https://www.atrio.org/2021/01/el-proyecto-de-jesus-madurando-en-el-tiempo-y-18/): María la Magdalena.

        La Magdalena fue la mujer encargada de trasladar al grupo de discípulos la idea de volver a Galilea. El compromiso será individual, pero el recorrido ha de realizarse colectivamente. El Evangelio o Buena Noticia anuncia, en un mundo dominado por el orden injusto, la presencia de una incipiente sociedad alternativa donde impera la justicia, la igualdad y la fraternidad, lo que entonces se denominó con la fórmula: el reino de Dios:

“Decía:
Se ha cumplido el plazo, está cerca el reinado de Dios” (Mc 1,15a).

Volver al Evangelio conlleva el compromiso de hacer realidad la utopía de esa sociedad alternativa sin desviar los ojos de las pisadas que dejó al pasar aquel inolvidable amigo de Galilea.

       

58 comentarios

  • carmen

    José Miguel.Pues ahora, en este momento, a lo mejor toca que se deje llevar como una hoja en otoño, que el viento arrastra allá o aquí…que cantaba Serrat.Déjese llevar. Cuando los médicos atacan, es lo mejor.Entre de vez en cuando a leer. Es interesante. Ya se dará cuenta de que siempre, todos, repetimos cada uno nuestra canción, como los grillos, recuerda?Cuídese mucho.Me ha encantado esto último que ha escrito. Ya se habrá dado cuenta de que me encanta lo que dice salvador Santos. Sencillamente. Me gusta. Porque, quién sabe?Una vez alguien me dijo, seguramente hay más de cierto en la figura del Mío Cid que en la de Jesús. Era mi época de descubrimiento de culturas orales y escritas. Aunque las escritas también se las traen. Pues buena brisa.

  • José Miguel Lertxundi

    Buenos días, finalizo mi participación en Atrio, por al menos unos meses, ahora me toca ocuparme aún más de mi salud,  tengo citas varias con hospitales y tratamientos algo complicados.  Y bien que lo siento, pues había encontrado un lugar idóneo para conversar y debatir con personas cultas y educadas de temas que me interesan. Ojalá pueda volver pronto, pero ahora mi mente no da para mucho debate y me canso y mucho, seguramente porque quiero participar aportando lo pocos o muchos conocimientos que tengo y me desborda. Muchas gracias y un abrazo. A continuación voy a comentar algo a Salvador.

    • José Miguel Lertxundi

      Hay pocos periodos históricos tan densos, tan cruciales, también tan equívocos, como el del nacimiento y constitución del cristianismo primitivo que comienza con la predicación y muerte de un carpintero judío llamado Jesús, que continua con la recreación del apóstol Pablo y la recopilación de los 27 libros que configurarán el Nuevo Testamento y culmina con la creación de las primeras iglesias.

      Yo de joven me sentí atraído por este periodo de tiempo y durante unos años me dediqué a intentar enseñar a mis alumnos a descifrar algo de este acontecimiento histórico, religioso, filosófico, sociológico …, alumnos de diversas creencias, eso sí coincidentes en la fe cristiana. Después y durante mucho tiempo abandoné tan didicil tarea, y me dediqué a la filología griega, también apasionante. Es un hecho objetivo que la cultura europea tiene sus raíces en la cultura de la civilización greco-latina de la Antigüedad. Es también un dato objetivo que las grandes literaturas de todas las lenguas europeas: románicas, germánicas, eslavas o de otras familias; nacen como literatura escrita siguiendo el modelo clásico, configurando sus géneros literarios sobre los clásicos, tomando los temas, personajes, tramas y preocupaciones de los clásicos: por tal razón, todas estas literaturas configuran una cultura común europea cuya esencial unidad es fácilmente reconocible. En mi opinión, esa cultura grecolatina en todas sus facetas: lingüística, literaria, histórica, cultural y humana, es fundamental para entender el cristianismo.

      Entiendo que estudiar El Nuevo Testamento, el cristianismo primitivo y la cristalización de un dogma permanente solo se puede hacer desde un  planteamiento, en parte histórico, pero sobre todo literario y científico, todo planteamiento confesional en tanto en cuanto mantenga un dogma sobrenatural, no pertenece a este campo. Quienes  pertenece a una confesión, lo quiera o no, son dependientes de una ideológica, yo, ahora mismo, no estoy relacionado ni profeso lealtad a ninguna escuela filosófica, ni política, ni sociológica, ni teológica, aunque, como todos tengo mis prejuicios, eso es inevitable.

      La reinterpretación de unos textos escritos años después de los sucesos que narran, que se sustentan en una tradición oral con sus particularidades interpretativas, cada portador de esa memoria puede modificarla al estarla transmitiendo, es muy complicado. Hoy por hoy podemos intentar profundizar en diversos aspectos como la historia de su interpretación, el canon neotestamentario, la crítica textual e historia del texto, la lengua, el contexto histórico-literario en el que surgió, pero sólo de forma aproximada. Ni es honrado, ni tiene cabida en una investigación seria, realizar afirmaciones que únicamente pueden producir confusión a los receptores de las mismas. Yo modestamente, intenté desde la filología neotestamentaria, que es la procura estudiar crítica y racionalmente estos textos, interpretar estos productos literarios  como testimonios históricos.

      A Pablo de Tarso se considera que, de lo poco, creó un mito. Ninguna corriente triunfa salvo la suya, ni la judía, ni la gnóstica, y es porque le da solidez teológica y universal. Que duda cabe que se va enriqueciendo, y transformado de alguna manera, con las muchas aportaciones de otras culturas, filosofías y religiones, seguramente de Jesús el cristianismo tiene hoy un porcentaje pequeño. En la historia hay muchos personajes mitificados, la totalidad de los relacionados con ideales religiosos, filosóficos etc., pero sin duda, para nuestra cultura occidental, Jesús es de los más importantes.

      Gracias Salvador por darme la oportunidad de participar en tus hilos sobre el Nuevo Testamento, me rejuvenece el tema. Seguiré, en lo que pueda y cuando pueda, leyendo tus escritos los anteriores y los nuevos. Haces pensar, y aunque creo que cuando reinterpretas cometes errores manifiestos y que no tienen solidez ni validez científica ni exegética, es una labor la tuya encomiable y muy de agradecer.

      Un fuerte abrazo, y espero que hasta pronto.

      • salvador santos

        Gracias, José Miguel
         
        He disfrutado dialogando contigo, aunque solo haya sido de generalidades, sin haber entrado en el detalle. Sabes bien que sin arremangarse y meterse en lo concreto, suelen salir a relucir las ideologías, las opiniones pierden autonomía y se repliegan sometidas a ideas tradicionales de amplia aceptación. La tarea de explicación del Evangelio se inicia la próxima semana.
         
        Deseo que te recuperes y disfrutes de una vida plena, la que propuso el Galileo y Pablo tardó en entender.
         
        Un fuerte abrazo

    • Juan A. Vinagre

      Que todo te sea leve, José Miguel. Y que pronto nos volvamos a encontrar, nuevos, en salud, en ideas y reforzados en afectos. Un cordial abrazo

  • Heraldo incansable de ¡La Buena Noticia que Jesus-Señor proclamó, aquellas personas que la hemos hecho ¡Vida! en nuestro vivir, lo estimamos de corazón.

    Gracias Salvador por tú fidelidad y energía, un abrazo entrañable y siempre agradecido.

    • Rodrigo Olvera

      Querida amiga, qué gusto ver aparecer tu nombre.

       

      Te mando un abrazo grande, desde este lado del mundo

    • salvador santos

      Hola Pili
       
      Ver esta mañana tu entrada me ha alegrado el día.
       
      Besos y abrazos, Pitrusca.

    • ana rodrigo

      M. Pilar- Pili, qué inmensa alegría he tenido al leerte de nuevo. Estaba preocupada por ti. Espero y deseo que estés mejor, Un fuerte abrazo.

  • carmen

    Ok José Luis.Gran golpe maestro el concilio de Nicea. Diría que de los mejores de la humanidad.Es cierto que las mujeres podemos hacer muchas cosas a la vez, pero tengo unos días de mucha actividad como madre, abuela, cocinera y esas cosas..

    Volveré a leer algo sobre Nicea. Sobre otro concilio que hay por ahí, Constantinopla? No sé. No recuerdo bien.Seguiré preguntando.

    GraciasOtro abrazo. Cuídate mucho y da buenos paseos.

  • carmen

    Santiago.En su línea. Genial. En el fondo , fondo , todo se reduce a eso.No quiero deconstruir nada. Se lo prometo. Sé que lo que no puede ser es imposible, no pretendo que nada cambie, he pasado de pantalla. El tema lo encuentro apasionante. A otras personas les gusta estudiar a Julio césar o a Cleopatra. Pues eso.

  • carmen

    Hola José Miguel.Sigo leyendo. Me gusta. Lo encuentro  muy interesante. No sé si es bueno o malo, pero desde luego, interesante. Algo he leído por aquí y por allá.Me parece un poco, a ver, no sé exactamente la palabra, ahora se dice ‘ fuerte ‘ para todo, así que la voy a utilizar. Me parece un poco fuerte que califiques de eisegesis el trabajo de Salvador, aunque sea con todo tu respeto.No sé.Habría que leer todos sus artículos, saber a lo que se dedicó durante una etapa de su vida, su preparación y esas cosas. Sobre todo leer todos sus artículos.Pero bueno, esa es mi opinión.También he intentado leer algún libro de alguna persona super guay, católica, apostólica, Romana y con cuatro votos, hablando de la historia de Jesús según no recuerdo qué evangelista y no pude pasar de la página número diez. Supongo que la finalidad era acercarnos al ese evangelio. Pero esas cosas dan un poco igual.Tengo clarísimo que las exégesis oficiales son, pues eso, oficiales.Una pregunta. La he hecho alguna que otra vez pero no he entendido ninguna respuestas. Curiosas, van desde porque sí, pasando por el porque también y acabando en doctores tiene la iglesia.Allá va.Por qué se eligieron esos cuatro evangelios como los únicos con relevancia para , pues para montar todo esto de la religión?Porque haber, hay otros. Me gustaría separar algo que quizás sea inseparable. La historia de Jesús y la de la iglesia. Para mí no es lo mismo.Me encanta leeros.Gracias.Un abrazo. 

    • José Miguel Lertxundi

      La Iglesia Católica, a través de lo que se conoce como Tradición Apóstolica, decidió celebrar el Concilio de Nicea, en el año 325, con la finalidad de separar los textos “inspirados” (canónicos) de los “no inspirados” (apócrifos), eso en virtud de la existencia de escritos que atribuían a Jesús y los discípulos, pero que no tenían nada de cierto. Una vez estudiados y analizados según la historicidad, fidelidad y contextualidad se determinó que los evangelios inspirados eran los 4 que hoy conocemos. El criterio de selección era básico: si la doctrina de un evangelio determinado estaba o no de acuerdo con lo que sostenía el común de las iglesias importantes. Evidentemente también si era fuente de la lectura pública en los oficios litúrgicos dominicales. También el vínculo  de los autores  con testigos de la presenciales de la vida de  Jesús.

      Esto a grosso modo, un abrazo Carmen. 

  • José Miguel Lertxundi

     Investigar  sobre la vida de Jesús: llegar hasta las primeras etapas de la  tradición sobre este los llevaría más cerca de su figura histórica, para indagaban sobre la vida de Jesús: llegar hasta las primeras etapas de la  tradición sobre esto nos llevaría más cerca de su figura histórica.  Intertat  explicar el origen de la tradición sobre Jesús, penetrar así en un momento anterior al de la composición de los evangelios y de sus fuentes escritas… y aclarar la intención y el verdadero interés de la tradición primitiva.  Bultmann , del cual me siento en parte seguidor, definió de un modo similar la  historia  de las formas: «Redescubrir el origen y desarrollo de las distintas unidades evangélicas y arrojar con ello alguna luz sobre la historia de la tradición antes de que tomase forma literaria. 

  • José Miguel Lertxundi

    Marcos es el primero en escribir su evangelio en torno al año 70 d.C,  la evidencia es que en Marcos 13 y otros lugares del Evangelio se perciben alusiones a la Guerra judía del 66-70, algunos quieren situarlo sobre el 65 al ver alusiones, en mi opinión no muy claras, a la destrucción del Templo. La composición no guarda un una lógica histórica, sino que narra siguiendo criterios temáticos o de semejanza en el género  literario controversias o parábolas, etc. Mateo y Lucas, que completan los evangelios sinápticos, lo tiene  como referencia  pero con correcciones y mejoras estilísticas y de vocabulario, aportando una mayor base teológica. Los Evangelios sirven de propaganda a una fe, que es la de convencer que Jesús es el Mesías salvador y que hay que creer para salvarse, las referencias históricas sobre el personaje son importantes sin duda porque los evangelistas a la vez que son propagandistas de una fe, cosa que me parece indudable, son honestos con la tradición. Marcos es un discípulo teológico de Pablo, no escribe un evangelio en consonancia con el pensamiento teológico de los miembros de la Iglesia de Jerusalén, los seguidores de Pedro. Su evangelio intenta transferir a la vida real de Jesús lo que de él pensaron teológicamente sus discípulos después de haber creído firmemente que había resucitado. Marcos complementa así a su maestro, pero con rasgos que se asemejan extraordinariamente a la concepción paulina de un Jesús visto como un Cristo celeste de difícil comprensión para la teología judía.  

  • M. Luisa

    Aunque mis entradas aquí son escasas, me encanta  notar lo que de coincidente tiene esta  trayectoria filológica tan bien trabajada por ti, Salvador,  con la perspectiva filosófica desde la cual por mi parte la contemplo. De ahí mi retraimiento para no entorpecer con ella el buen ritmo dialogal que caracteriza esta sección.  No obstante, Salvador,   fijándome en la frase final con la que  terminas el artículo “Volver al Evangelio conlleva el compromiso de hacer realidad la utopía de esa sociedad alternativa sin desviar los ojos de las pisadas que dejó al pasar aquel inolvidable amigo de Galilea”. Sí que me gustaría  resaltar ahí lo que ya comenté brevemente en el hilo anterior en el cual distinguía Reino de Reinado. El Reino como figura estática le fue bien a la teología para idealizar el término facilitando así su manejo. En cambio, como ya expresé, para mí, es decir,  en perspectiva filosófica, el Reinado apunta más bien al “ámbito” aquel en donde por ser  abierto (realidad) alberga la sociedad que, en todo tiempo,  con ella se siente comprometida en su construcción. En la primera consideración, pienso, que ahí  los ojos sí  se desviaron de la “imprenta” de las  pisadas del Galileo,  por eso urge volver atrás para que los ojos no en puridad de razón, sino   impre(enta)-sionados (permítaseme la expresión)   a la vez sientan. Este aspecto sintiente de la cuestión es lo que facilita que en las sucesivas sociedades, en cada tiempo,  el Reino siempre esté en construcción. Un abrazo

    • salvador santos

      Hola M. Luisa
       
      Es acertado diferenciar entre los diferentes sentidos de ‘reino’ y ‘reinado’. El término griego βασιλεία significa: ‘reino’, ‘reinado’, ‘realeza’, dignidad real’, ‘poder regio’… y hay que traducirlo según el contexto donde está usado. En la próxima entrega, al iniciar la explicación de la proclama de Jesús (Mc 1,14-15), se aclara este asunto.
       
      Un cariñoso abrazo

      • M. Luisa

        Muchas gracias, Salvador, estaré muy interesada y atenta  en saber de tu mano el sentido de esta diferencia. Por supuesto que hay que contar con el contexto y ello  tanto en perspectiva filológica como en perspectiva filosófica desde la cual, como sabes, me sitúo. Su contexto  es también el griego. Parte del Logos (escucha)  de Heráclito  que para él es el principio Universal que vivifica y rige el Cosmos. Por tanto, coincido contigo que es  más la explanación de un Proyecto que una lógica. De ahí la similitud que percibo. No es difícil en tal visión  atribuirle todos estos significados que nombras, como “reino”, “reinado”, “realeza”, “dignidad real”, “poder regio”  porque tales nombres están lejos de conferirle   al logos función de juicio mediador como más tarde la concepción teológica de Filón de Alejandría les hará entrar.  Con este pequeño precedente me pongo a la espera de tu  próxima entrega. Un abrazo!

         

  • Santiago

    A pesar del abrupto final de Marcos este inteligente y preciso evangelista ,paulino y petrino, ya afirma que Jesús resucitó  y que la tumba estaba vacía..

    Y además nos habla de las próximas apariciones del Resucitado en Galilea. “A Jesús buscaís, el Nazareno, el Crucificado; resucitó, no está aquí.Mirad el lugar donde le pusieron. Pero Id, decid a sus discípulos y a Pedro, que va antes que vosotros a Galilea; allí Le veréis, conforme os dijo” (Marcos 16:6-7)

    Marcos es importante pero no es el único testigo de la tradición apostólica, ni tiene la última palabra. Existe el consenso de la Iglesia, existen numerosas fuentes que dan los detalles múltiples y numerosos sobre las apariciones de Cristo Resucitado .Es la Iglesia la que porta el kerygma principal que nos transmite íntegramente.Un saludo cordialSantiago Hernández

  • carmen

    Hola.Gracias a los dos.Lo acabo de leer.

    Es que cuando estudié en la universidad la diferencia entre una cultura oral y una escrita, uf. Me quedé atrapada por el tema. Absolutamente interesante. Si a eso le unes mi, digamos desconfianza hacia todas las historias de la biblia, que me encantan, pero ciertas, pues no sé yo…y además, tengo mi Jesús imaginario y…

    Al leer lo que escribió Juan Miguel, por primera vez me plantee, pero vamos a ver, las copias más antiguas que se conservan de los evangelios, de qué año son? Porque claro, el texto es algo vivo en una cultura oral. Y  si lo aplicas a los evangelios…

    De ahí las preguntas.Gracias a los dos.Y, ahí va una opinión personal. Parece ser que el documento de Marcos viene directamente de una comunidad, año cuarenta y algo. Tiene mucha lógica que no tuviese mucho que ver con Pablo. Y no les voy a contar cosas que saben del caballo y todo eso. Bueno, que cuentan…

    Y sí tiene lógica que los evangelios posteriores bebieran de Marcos y otras fuentes, aquella célebre Q.Digo. No sé.

    Lo del idioma también muy interesante. Mucho. Así que doscientos años el más antiguo me ha parecido leer. Salvador. Entonces estará sin adulterar? Será fiel al primer manuscrito?

    Soy cabezona. Sigo con mi Magdalena adelante. Por qué si no hubiese una tradición oral fuerte fuerte fuerte, tendríamos noticias de ella? No tiene sentido. No?

    No sé qué puede haber de verdad o no. Tampoco me importa demasiado desde el punto de vista de la fe y esas cosas, cada uno, una, es muy libre de creer o pensar lo que mejor le vaya, estaría bonico que no se pudiera… Pero desde el punto de vista de la veracidad del texto, considerado como palabra de Dios, me parece un tema absolutamente interesante. Totalmente.Así que no creo que sea la última vez que pregunte.

    Sorry. Gracias y un abrazo a los dos.      

  • ana rodrigo

    Empiezo agradeciendo y resaltando el enorme trabajo de Salvador y su amabilidad al leernos y aclararnos dudas.

    • ana rodrigo

      Antonio Llaguno, complemento lo que tú dices sobre el tema de la mujer, creo que en otro hilo, porque con tantos comentarios, me hago un lío y en en el que me mencionabas
       
       Pienso que las religiones históricas se crearon a medida de los que (en masculino) las configuraron y que el hombre, varón, creó a Dios a su imagen y semejanza, recuerdo una vez más la frase “Si Dios es hombre, el hombre es Dios”.  Dios todopoderoso y omnipotente. A mujer, “el sexo débil”. Ya he citado en varias ocasiones el libro titulado “Cuando Dios era mujer” de Merlin Stone, que viene a ser una historia de las religiones en las culturas antiguas desde la misma Prehistoria.
       
       Jesús nació en una religión judía y en una sociedad patriarcal fundamentada en Adán y Eva. Todo el mundo sabe que esta historieta o cuento, carece absolutamente de cualquier similitud con realidad alguna.  Sin embargo, este relato mitológico sirvió explicar y justificar una realidad social totalmente patriarcal, machista y androcéntrica. Y, al meter a Dios mismo, por medio, quedó sacralizada esta anomalía de la desigualdad entre hombre y mujer, así como, la marginación y el uso y abuso de las mujeres, reducidas a la nada en lo que a la vida fuera de los cuidados se refiere.
       
       Dejando de lado el que lo de Adán y Eva es un cuento, vamos a lo importante, es decir, a las consecuencias reales que ha tenido en la configuración de las sociedades judeo-cristianas-islámicas. Desmenucemos un poco el relato: 1- Dios creó primero al hombre; no estamos hablando de genérico, sino de hombre varón. 2.- Ojo!, de este varón sacó la mujer, de su mismo esqueleto y en segundo lugar. 3.- Al que Dios le pidió cuentas, con el que Dios se relacionaba, hablaba, fue con el hombre, la mujer, como ha dicho José Miguel, no contaba nada. 4.- El hombre le echó la culpa a Eva, a la mujer.
       
       Bien, pues esta narrativa cogió sustancia, se sacralizó en la Biblia, Eva FUE LA CULPABLE, así que además de que la mujer no contaba para nada, quedó asociada para el resto de la historia como la que introdujo el pecado en el mundo……., De ahí el  que Jesús viniera a a la Tierra a morir para salvarnos de semejante pecado, heredado, diríamos, desde el mismo ADN del alma humana. ¿No nos sorprende el que semejante tontería invada la mente, vida y costumbres del homo sapiens?  ¿De qué nos sorprende el que, en una sociedad socialmente de cultura cristiana, como la española, hayan sido asesinadas por sus parejas o ex parejas 50 mujeres en lo que llevamos de año? Teniendo en cuenta que es mínimo el porcentaje de denuncias entre las mujeres asesinadas, lo que indica, cuánto miedo, cuánta anulación se ha producido hasta llegar al asesinato.
       
       Última nota: a mí me llama la atención el que, siendo la sociedad judía tan patriarcal, no obstante, quede constancia en los evangelios la relación normalizada de igualdad de Jesús con muchas mujeres, así como que fueron las que creyeron en que lo de Jesús no había muerto, señalándolas a ellas personalmente como las receptoras de la resurrección. Si esto no es histórico, tiene aún más valor el que hombres amigos de Jesús, pusieran el mensaje central de la resurrección en el crédito (del que carecían en aquel tiempo) de las mujeres.

      • ana rodrigo

        Ah, me olvidé de la Iglesia, en la que los únicos interlocutores de Dios, son varones, los que lo interpretan ,son hombres, los que nos instruyen, son hombres, los que lo representan en los sacramentos, son hombres ¿Alguien da más? Eso sí, todo desde la voluntad de Dios, cuyos únicos conocedores son ellos

        • ana rodrigo

          Madre mía!, perdonadme tantos errores de redacción. Cada día tengo menos reflejos mentales. El próximo repasaré mejor.

  • Juan A. Vinagre

    Creo que no solo es interesante, sino también bueno leer con cierto sentido histórico y cultural los Evangelios. En ellos van palabras-pensamiento de Jesús  y  palabras -interpretaciones- de los autores y de las primeras comunidades cristianas. Sabemos que los apóstoles-discípulos de Jesús no siempre le entendían bien, ni siquiera con las clases particulares que Jesús les daba. De modo que les explicaba el mensaje del reino “según podían entender”. Que no le entendían bien se comprueba también en Nicodemo -hombre culto-, en los discípulos de Emaús… (nosotros esperábamos que…)  y en Hechos.  Lo cual, a mi juicio, sugiere que, para interpretar y entender mejor (no digo del todo bien) un texto evangélico, hay que recurrir-partir de una visión GLOBAL del Mensaje del Reino; es decir, de la ESENCIA de ese Mensaje. Partir de una visión global -de la esencia-, ayuda a interpretar mejor algunos pasajes poco coherentes que disuenan o que responden al contexto cultural y religioso viejo-testamentario de las comunidades iniciales.  Los primeros escritores -desde Pablo hasta el autor de la última carta-, hablaban y escribían según entendían, condicionados por su cultura, su formación religiosa V. T. y las características personales del autor.   Concretando un poco más, unas preguntas: ¿Marcos en su evangelio no refleja también sus propias ideas, poco favorables a una interpretación ligada a la Comunidad de Jerusalén?  Más: ¿Seguro que Marcos refleja, como a veces se dice, la enseñanza de Pablo o más bien destaca los silencios de éste en torno a la doctrina evangélica del Jesús hombre, que Pablo casi ignoró?  ¿No estará aquí Marcos completando a Pablo, e incluso sugiriendo que las cartas de Pablo se centran demasiado en el Jesús resucitado y sublimado, e ignora prácticamente -casi- el Mensaje histórico del Jesús encarnado, hijo también del hombre, Mensaje fundamental? No digo esto para disentir, sino para destacar algo importante que olvidó Pablo  -¿por qué-,  y que Marcos, Mt. y Lc. y Juan completan.  La teología especulativa -y grandiosa- de Pablo ¿no dio origen a una futura teología teórica, con la consiguiente priorización de lo teórico y cierta marginación del Evangelio en aspectos importantes?  En otras palabras, ¿Marcos fue un seguidor de la doctrina de Pablo o más bien un corrector de tanta especulación paulina, que impregnó la teología posterior?  Dicho de otro modo, la postura de Marcos -y de Mt., Lc. e incluso Juan- ¿no nos está diciendo que hay que volver al Evangelio del Jesús encarnado -como destaca Salvador-, y por ello revisar-repensar las teologías especulativas, demasiado paulinas?  Si es así, partir de una visión global ¿no sería la postura más razonable para una buena exégesis, que ayude a comprender mejor el Mensaje del Reino?       

  • Gonzalo Haya

    Excelente comparación con Mateo y Lucas, y la situación en las comunidades. respectivas, así como la deriva de la buena noticia  a una religión.

  • José Miguel Lertxundi

    Salvador, me resulta difícil seguir aunque lo haré.  En mi opinión, no veo una  exégesis en tu interpretación, tampoco una  hermenéutica, tan sólo una eiségesis, que es muy respetable. Y claro, no es fácil ni útil un debate con ese planteamiento. Tu lectura  impone al texto un sentido que, en mi opinión y en la de la mayoría de las investigaciones y estudios de personas muuuuucho más expertas y especialistas que yo,  no tiene objetivamente hablando. Yo se poco, pero lo poco lo aprendí de grandes especialistas en este campo, a mis alumnos les he trasmitido, mal o bien, esos conocimientos que se basan en practicar y adoptar un proceso sustancial de investigación con seriedad académica. Un abrazo.

    • salvador santos

      Hola José Miguel
       
      No ha habido aún exégesis. Todavía no hemos empezado la explicación del texto. Se iniciará la próxima semana con el texto de Mc 1,14-15.
       
      Un abrazo

  • carmen

    Por favor.A ver si he entendido más o menos bien.Un texto escrito lleva consigo una serie de contingencias, coyunturas y demás, en realidad un texto escrito es fruto de la historia.  Vamos, eso he pensado desde hace años, de ahí la importancia de conocer el autor y absolutamente todo lo que le rodea. Porque la comprensión del texto está íntimamente relacionado con el contexto histórico, y vital del autor.

    Si vamos a los evangelios nos encontramos con varias dificultades. Según he entendido es que están escritos en griego por persona no griegas, y poco a poco, en diversas copias, se van agregando una serie de giros, alusiones…para expresar matices.

    Mi primera pregunta es. Todos están escritos en griego?También he leído que siguiendo la tradición judía de la lectura de la Torah y de los libros de los profetas, lo lógico es pensar que a esos escritos contados por la figura del lector, se fueran añadiendo dichos y narraciones de historias de Jesús. Pero la finalidad del lector, es grabar en la memoria del que escucha una serie de , además de historias reales o no, una serie de ideas porque también se trataba de convencer. Digo , también. Es decir, una doble función. Contar y convencer, pero a la luz de la Resurrección .Y como cada comunidad reflexionaba y meditaba por su cuenta, no eran monolíticas, cada una tendría su visión.

    Esa visión la reflejaba el texto escrito. Luego el texto escrito iba evolucionando. Y únicamente se reservaba a unos pocos, entre otras cosas porque la escritura no estaba al alcance de casi nadieLuego  la tradición está recogida en el texto escrito.Eso es así???He entendido mal???Coincide con lo las nociones que tengo de una cultura oral.Pregunta.De dónde datan los textos más antiguos. Todos están en griego? Tiene que haber en arameo, porque no todos estaban dirigidos a personas de habla griega.

    Creo que el más antiguo es el de Marcos Unos cuarenta años después de la muerte de Jesús. Creo. Pero de qué fecha es el primer manuscrito que se conserva? Es en griego o en arameo?Porque si procede de una comunidad de judíos que estuvo en contacto directo con Jesús, podría estar perfectamente en arameo.Marcos sabía griego?Si los otros evangelios bebieron de Marcos y de otra quelle, pues posiblemente fueran añadiendo historias o como se le quiera llamar para que los oyentes a los que iban dedicados entendieran mejor, según he leído antes.Y la configuración del texto es resultado de las contingencias, coyunturas y situaciones… según he leído también.He entendido algo o no he entendido nada?Por fa.Me podéis contestar?

    Es posible entonces que la versión de la resurrección de María Magdalena fuese cierta, no?Y que con el paso del tiempo y mil contingencias y demás jaleos haya devenido en lo que nos dicen.Es posible. No?   

    • José Miguel Lertxundi

      Buenos días Carmen,

      Voy a intentar contestar a tus  preguntas. La evidencia textual hasta la fecha es que el Nuevo Testamento  fue escrito en griego común  (Koiné). Es posible que alguno texto de los Evangelios haya sido escrito originalmente en arameo,  pero no hay evidencia documental. Quienes lo escribieron debieron de ser judíos de la diáspora convertidos al judeocristianismo paulino. Tal vez su lengua materna fuera  el arameo, pero conocían y hablaban en  griego. Cabe imaginar que en las comunidades judías que no hablaban el griego sí lo conocería el lector, que traducía y reinterpretaría los textos a las peculiaridades lingüísticas y sociales de cada comunidad, a la que habría que añadir la tradición oral, más significativa en los llamados apócrifos que no dejan de ser una mezcla de fabulas e invenciones sin el menor rigor.

      Cronológicamente los primeros documentos  del Nuevo Testamento son las epístolas de Pablo  que comienza con  la Carta primera a los tesalonicenses, que fue redactada hacia el 51 d.C. y de entre los evangelios, el primero, el de Marcos, que  escrito hacia el 70/71 d.C., y el último, el de Juan, hacia el 90/100 d.C. Varios investigadores  aseguran que es esencial leerlos en orden cronológico, pues es una obra compleja que va evolucionando en sus doctrinas, pero siempre con la referencia y la influencia paulina que es su inspirador.

      Sobre María Magdalena, voy a contestarle a Salvador, aunque ya lo hice en otro hilo: https://www.atrio.org/2023/09/la-buena-nueva-2-21/#comment-384997. Solo hay un episodio en los Evangelios antes de la crucifixión de Jesús, y esa escena es absolutamente inverosímil, en el que se mencione a María Magdalena, en  Lucas 8:2-3. Todas las referencias son simbólicas, hay que situarse en el contexto histórico y conocer el judaísmo de ese periodo de tiempo, nunca estuvo entre los doce apóstoles ni se le envió a predicar, aunque pueda parecernos machista hoy en día,  la mujer estaba relegada a un segundo plano, la mujer simboliza el paso de la fe imperfecta a la perfecta, , es decir no pintaba nada, es muy posible que les acompañaran para cubrir las necesarias básicas de los discípulos como atención a limpieza de ropa y preparación de la comida.

      Si me dejo algo de lo dices, Un abrazo.

    • salvador santos

      Hola Carmen
       
      Como veo que José miguel te ha respondido, solo añadir algunos datos. Un griego popular se hablaba en toda la cuenca oriental del Mediterráneo. Pero pocos sabían escribir dicha lengua. Quienes escribieron los evangelios recogieron dichos, datos, motivos, circunstancias, ejemplos, ciertos escenas, relaciones… provenientes de la etapa histórica de Jesús que circulaban en forma oral. Ahora bien, esos escritores pusieron su mano y su inteligencia para estructurar sus escritos y darles forma en un plan bien hilado con detalles a no pasar por alto.
       
      Los documentos más antiguos que poseemos fueron escritos hacia el año 200. Respecto a Marcos la idea más generalizada es que fue escrito en los alrededores del año 70. Pero, ¿se aportan datos para confirmarlo? En mi opinión, Marcos se escribió hacia el 40-41. Doy de nuevo los datos:
       
      https://www.atrio.org/2013/12/una-fecha-para-marcos-i/;
      https://www.atrio.org/2013/12/una-fecha-para-marcos-ii/;
      https://www.atrio.org/2013/12/una-fecha-para-marcos-iii/;
      https://www.atrio.org/2013/12/una-fecha-para-marcos-y-iv/;
       
      Marcos no hizo buenas migas con Pablo. Lo dejó colgado por la obsesión de Pablo de dirigir un mensaje universal SOLO A LAS SINAGOGAS: “Juan (Marcos) se separó de ellos y regresó a la ciudad de Jerusalén” (Hech 13,13). Marcos no se inspiró en Pablo. Fue Pablo quien se sirvió de Marcos una vez consolidado el evaqngelio escrito por este. Marcos iba con Pablo como GARANTE de la autenticidad de loiba a decir Pablo : “Llegados a Salamina, se pusieron a anunciar el mensaje (λόγος) de Dios en las sinagogas judías, AUNQUE tenían a Juan (Marcos) como GARANTE” (Hech 13,5).
       
      Respecto a María la de Magdala -contesto también a José Miguel- (Si era un personaje figurado, ¿por qué se aporta su lugar de procedencia además de su nombre? No era necesario. Y los escritores no gastaban tinta y papiro en balde), reitero también análisis ya presentados en ATRIO
       
      https://www.atrio.org/2018/09/maria-magdalena-13/;
      https://www.atrio.org/2018/09/maria-la-magdalena/;
      https://www.atrio.org/2018/10/maria-la-magdalena-y-33/;
       
      Otros datos respecto a los Doce, su significado y su misión se aportaran en esta serie de artículos.
       
      Un abrazo

      • José Miguel Lertxundi

        Salvador, no puedo estar de acuerdo en tu referencia a la enemistad entre Marcos y Pablo, lo refiero en un comentario anterior, muy por el contrario es el colaborador necesario como indico.

        No digo que fuera un personaje figurado, sino que tiene una simbología como el resto de las mujeres, en los textos.  De ella solo sabemos una noticia, muy pequeñita, en el capítulo 8 de Lucas, en donde se dice que ella, Juana, que era la mujer de un administrador de Herodes, y Salomé, de la que tampoco tenemos mucha idea, seguían a Jesús y apoyaban al grupo con su dinero. Y que expulsó de ella siete demonios. Según la tradición los demonios causaban las enfermedades, eso quiere decir que tenía una enfermedad posiblemente relacionada con la esquizofrenia.

        Gracias sobre todo al Evangelio de Juan y al final añadido del Evangelio de Marcos, en contraposición de  la tradición defendida por Pablo y el Evangelio de Marcos primitivo, de que la Magdalena era una persona importante en el entorno de Jesús, que es una ta rectificación johánica que manipuló al primitivo texto de Marcos. El Capitulo 20 de Juan no es  histórico, sino una escena ideal, simbólica en lo fundamental, compuesta por el evangelista más con intención de transmitir teología que historia, y en donde utiliza a la mujer para poner de relieve que la mujer pasa de un estado de fe imperfecta a otro estado de fe perfecta. En absoluto, como indicas en otro comentario, fue la mujer encargada de trasladar al grupo de discípulos la idea de volver a Galilea, el relato sobre ser la primera a la que se apareció el resucitado y lo comunico a los discípulos , en otro capitulo idealizado, contrarresta esta idea pues  no la creyeron hasta que se los apareció y les comunico su misión.

        El añadido al Evangelio de Marcos, 16,9-20. Unos sesenta después de la conclusión del texto original, un escritor anónimo  añadió un complemento al Evangelio: los versículos 9-20. Con un estilo muy diferente, el anónimo  toma prestados datos de Mateo, Lucas y Juan y contradice  el texto anterior del propio Evangelio: sostiene que las mujeres sí anunciaron la nueva de la resurrección a los discípulos. Luego añade las otras noticias que toma de los otros evangelios, quizá de ahí se explica tu comentario.

        Lo dejo, porque es bastante largo

        Un abrazo.

        • salvador santos

          Hola José Miguel
           
          No he hablado de enemistad entre Pablo y Marcos. Dije que Marcos dejó a Pablo en la estacada durante el primer viaje que hicieron; es decir a las primeras de cambio. Y no es mi opinión. Es la de Pablo, que a partir de ahí no quiso saber nada de Marcos:
           
          “Bernabé quería llevarse con ellos a Juan el llamado Marcos. Pablo, en cambio, opinaba que a uno que, en vez de acompañarlos en la obra, LOS HABÍA DEJADO PLANTADOS EN PANFILIA, no debían llevarlo con ellos” (Hech 15,37-38).
           
          El asunto no quedó en una suave confrontación de ideas. La cosa se puso seria:
           
          “El conflicto se agudizó tanto que se separaron uno de otro: Bernabé se llevó a Marcos y se embarcó para Chipre; Pablo, por su parte, escogió a Silas…” (Hech 15, 39-40).
           
          Encuentro normal tu desacuerdo respecto a la fecha de composición de Marcos. Es la idea más extendida. Sirve de soporte pata defender que Marcos depende de Pablo ¡sin argumentos! Nunca se aportan datos sobre esta cuestión. Marcos defendió desde el principio la universalidad del Proyecto. Pablo, sin embargo, estuvo ligado a la comunidad oficial de tendencia judaizante de Jerusalén y pretendió convertir a los judíos yendo nada más que a las sinagogas a exponer el Mensaje. Al final se dio cuenta de su error:
           
          “Por tanto, enteraos bien de que esta salvación de Dios se ha destinado a los paganos; ellos sí escucharan”. (Hech 28,28).
           
          En cuanto al asunto de la Magdalena ya aporté referencias de los artículos sobre esta mujer. En lo relativo al relato de Jn 20, de nuevo:
           
          https://www.atrio.org/2018/10/maria-la-magdalena-y-33/.
           
          El tema del añadido final al texto de Marcos ya lo he repetido en varias ocasiones.
           
          Mis mejores deseos para ti, José Miguel.
          Te mando un abrazo

  • carmen

    Ostras, José Miguel.Leeré despacio, las veces que haga falta. Me gusta el tema. No he entendido exactamente qué defiende. Cuando crea que lo tengo algo claro, le haré alguna pregunta.También soy lenta. 

  • José Miguel Lertxundi

    Gestionan las fuentes de información histórica,  leer, analizar e interpretar dichas fuentes, es muy importante. Resulta que, fenomenológicamente, el cuerpo escrito es fruto de contingencias, de situaciones y coyunturas concretas. Los escritos son fruto de la historia. Para abrirse paso hacia la correcta interpretación, es necesario resolver una serie de cuestiones históricas que ayudan a calibrar los alcances de los documentos. Dicho de otra manera: la historia de las iglesias o comunidades cristianas es inseparable de la historia del texto. La comprensión del texto conlleva la comprensión del contexto histórico. El texto bíblico es de difícil comprensión no por ser un libro antiguo, sino por pretender la conversión del lector, por ser un libro que busca comprometer. Los traductores deben moverse en el marco de una doble fidelidad: fidelidad al texto griego y fidelidad al lector contemporáneo. Partiendo del texto crítico griego que tienen en sus manos, deben saber interpretar el matiz buscado por el texto arameo y luego verterlo a la lengua vernácula.  No basta conocer el griego; el traductor deberá conocer también arameo. Los textos que siendo ciertamente griegos, pero escritos por gente no griega, tiene la  dificultad de calibrar el nivel del griego común al que se agrega la producida por las inevitables giros dialecticos que han ido adhiriéndose al tronco griego, sin contar con alusiones, a veces insolubles. Lo filología y la papirología prestan valiosos servicios para circunscribir el sentido estrictamente denotativo de una palabra o expresión. Pero el matiz justo no podrá ser deducido sino de la contextualidad.En las primeras comunidades cristianas, alejadas en años de los hechos narrados, heredan esa importancia de la lectura de sus antecedentes judíos. En efecto, en la sinagoga la lectura ocupaba un lugar de privilegio, colocada entre las plegarias y la predicación. Normalmente se leían pasajes de la Torah, es decir de los cinco libros de Moisés. Las mañanas del  Sabbat se leía el Pentateuco de manera secuencial de acuerdo con dos modalidades, una de las cuales permitía que, en un ciclo de 54 perícopas o secciones, el texto completo fuera leído en el curso de un año. En un periodo temprano, a la lectura de la Torah se agregó la lectura de los profetas. El cristianismo no podía sino seguir esos antecedentes. Probablemente no lo hizo sin introducir alteraciones, no obstante éstas no afectaban el hecho de que la lectura fuese una parte obligatoria y esencial de la ceremonia litúrgica.El lector debía poseer además una base de conocimientos gramaticales que resultaban indispensables para la comprensión de una lengua que, como el griego, ofrece mucha información morfológica y sintáctica por medio de elementos flexionales y temáticos. Adicionalmente, el lector podía echar mano del conocimiento de su propia lengua y de ciertas características gramaticales del griego, que posee algunos equivalentes morfológicos susceptibles de reemplazar ciertos signos de puntuación. El iletrado escuchaba el mensaje que debía quedar inscrito en su memoria y en su corazón, lo que ya indica la importancia excepcional que la lectura pública alcanzó en la difusión de la fe. Esto provocó que en el cristianismo la lectura fuera de un virtuosismo extremo, que superaba con mucho a su complemento, la escritura. Durante muchos siglos la Iglesia exigió a sus miembros que supieran leer; pero reservó para la escritura el carácter de una habilidad particular al alcance de unos pocos.

    En La gestación de tos escritos los textos de que disponemos son el punto de llegada de un largo proceso de decantación. Al principio de todo tenemos el suceso Jesús. Con sus hechos y dichos, con sus silencios y presencia se constituyó en el suceso fuente que pondría en acción el movimiento cristiano. Luego de los sucesos pascuales, “los que desde el principia fueron servidores de la palabra”, los varones apostólicos, “recordaron” y entendieron los hechos y dichos de Jesús. Revisaron su vida con Jesús a la luz de la experiencia de la resurrección y anunciaron y transmitieron su mensaje a las comunidades que se congregaron a su mensaje. Esta transmisión afincada, enraizada, impregnada de la vida de la comunidad, no fue una transmisión aislada de la vida, aséptica ni abstracta. El anuncio y la tradición fue para la fe la comunidad, “para que conocieran la firmeza de lo recibido”. El proceso de tradición se realiza en la palabra autorizada, en el culto, en la vida comunitaria. Es sometida a reflexión, meditación y actualización según la situación comunitaria. Siendo unitarias, las tradiciones no resultan, entonces, uniformes y monolíticas. Hay variaciones y tendencias distintas según las comunidades donde se desarrollaron y según sus predicadores. Intentan que no se disuelva en un caos informe,  el flujo tradicional se va fijando en el escrito. Aparecieron los florilegios y los himnos, se escribieron palabras y anécdotas repensadas y reinterpretadas de Jesús, meditaciones. Hay recopilaciones de hechos de personajes importantes de Juan Bautista, del “discípulo a quien Jesús amaba”, de María Magdalena que no están en los textos primitivos, y sí en reelaboraciones posteriores. ……

    Aquí lo dejo de momento, seguiré Salvador con el apartado 15.Un abrazo.

  • José Miguel Lertxundi

    Salvador, primero antes de seguir analizando tu interesante y recomendado articulo, varias cosas.Ana, voy a seguir tu consejo, a ver si salen bien los puntos y aparte, gracias.

    • José Miguel Lertxundi

      Gestionan las fuentes de información histórica,  leer, analizar e interpretar dichas fuentes, es muy importante. Resulta que, fenomenológicamente, el cuerpo escrito es fruto de contingencias, de situaciones y coyunturas concretas. Los escritos son fruto de la historia. Para abrirse paso hacia la correcta interpretación, es necesario resolver una serie de cuestiones históricas que ayudan a calibrar los alcances de los documentos. Dicho de otra manera: la historia de las iglesias o comunidades cristianas es inseparable de la historia del texto.

      La comprensión del texto conlleva la comprensión del contexto histórico. El texto bíblico es de difícil comprensión no por ser un libro antiguo, sino por pretender la conversión del lector, por ser un libro que busca comprometer. Los traductores deben moverse en el marco de una doble fidelidad: fidelidad al texto griego y fidelidad al lector contemporáneo. Partiendo del texto crítico griego que tienen en sus manos, deben saber interpretar el matiz buscado por el texto arameo y luego verterlo a la lengua vernácula.  No basta conocer el griego; el traductor deberá conocer también arameo. Los textos que siendo ciertamente griegos, pero escritos por gente no griega, tiene la  dificultad de calibrar el nivel del griego común al que se agrega la producida por las inevitables giros dialécticos que han ido adhiriéndose al tronco griego, sin contar con alusiones, a veces insolubles. Lo filología y la papirología prestan valiosos servicios para circunscribir el sentido estrictamente denotativo de una palabra o expresión. Pero el matiz justo no podrá ser deducido sino de la contextualidad.

      Las primeras comunidades cristianas, alejadas en años de los hechos narrados, heredan esa importancia de la lectura de sus antecedentes judíos. En efecto, en la sinagoga la lectura ocupaba un lugar de privilegio, colocada entre las plegarias y la predicación. Normalmente se leían pasajes de la Torah, es decir de los cinco libros de Moisés. Las mañanas del  Sabbat se leía el Pentateuco de manera secuencial de acuerdo con dos modalidades, una de las cuales permitía que, en un ciclo de 54 perícopas o secciones, el texto completo fuera leído en el curso de un año. En un periodo temprano, a la lectura de la Torah se agregó la lectura de los profetas.

      El cristianismo no podía sino seguir esos antecedentes. Probablemente no lo hizo sin introducir alteraciones, no obstante éstas no afectaban el hecho de que la lectura fuese una parte obligatoria y esencial de la ceremonia litúrgica. El lector debía poseer además una base de conocimientos gramaticales que resultaban indispensables para la comprensión de una lengua que, como el griego, ofrece mucha información morfológica y sintáctica por medio de elementos flexionales y temáticos. Adicionalmente, el lector podía echar mano del conocimiento de su propia lengua y de ciertas características gramaticales del griego, que posee algunos equivalentes morfológicos susceptibles de reemplazar ciertos signos de puntuación. El iletrado escuchaba el mensaje que debía quedar inscrito en su memoria y en su corazón, lo que ya indica la importancia excepcional que la lectura pública alcanzó en la difusión de la fe. Esto provocó que en el cristianismo la lectura fuera de un virtuosismo extremo, que superaba con mucho a su complemento, la escritura.

      Durante muchos siglos la Iglesia exigió a sus miembros que supieran leer; pero reservó para la escritura el carácter de una habilidad particular al alcance de unos pocos.En La gestación de tos escritos los textos de que disponemos son el punto de llegada de un largo proceso de decantación. Al principio de todo tenemos el suceso Jesús. Con sus hechos y dichos, con sus silencios y presencia se constituyó en el suceso fuente que pondría en acción el movimiento cristiano. Luego de los sucesos pascuales, “los que desde el principia fueron servidores de la palabra”, los varones apostólicos, “recordaron” y entendieron los hechos y dichos de Jesús. Revisaron su vida con Jesús a la luz de la experiencia de la resurrección y anunciaron y transmitieron su mensaje a las comunidades que se congregaron a su mensaje. Esta transmisión afincada, enraizada, impregnada de la vida de la comunidad, no fue una transmisión aislada de la vida, aséptica ni abstracta. El anuncio y la tradición fue para la fe la comunidad, “para que conocieran la firmeza de lo recibido”. El proceso de tradición se realiza en la palabra autorizada, en el culto, en la vida comunitaria, es sometida a reflexión, meditación y actualización según la situación comunitaria. Siendo unitarias, las tradiciones no resultan, entonces, uniformes y monolíticas. Hay variaciones y tendencias distintas según las comunidades donde se desarrollaron y según sus predicadores. Intentan que no se disuelva en un caos informe, el flujo tradicional se va fijando en el escrito. Aparecieron los florilegios y los himnos, se escribieron palabras y anécdotas repensadas y reinterpretadas de Jesús, meditaciones. Hay recopilaciones de hechos de personajes como Juan Bautista, del “discípulo a quien Jesús amaba”, de María Magdalena que no están en los textos primitivos, y sí en reelaboraciones posteriores. ……

      Aquí lo dejo de momento, seguiré Salvador con el apartado 15.

      Un abrazo.

  • ana rodrigo

    En este tema, no intervengo con ningún comentario porque, no sólo no puedo aportar nada, sino que estoy aprendiendo, además de Salvador, también de quienes intervenís con unas aportaciones muy, muy interesantes.         

    • ana rodrigo

       
      Yo siempre me he preguntado por qué, lo de Jesús es cosa directa del Dios universal, este Dios tardó algunos cientos de miles de años hasta que Jesús se presenta como su único Hijo con un mensaje tan “divino”, (en el sentido literal de la palabra), aunque la explicación que da Salvador en esto del Hijo, es la que me convence. Y nuestros antecesores ¿qué?. Es como si la religión cristiana fuese el principio de la historia religiosa de la humanidad. Todos los estudios prehistóricos y paleontológicos, y todas las religiones anteriores al cristianismo se eliminaron, se persiguieron, intentaron borrarlas de la historia. Efectivamente, fue una nueva etapa de las religiones, si bien la religión cristiana la ha convertido en la única válida de toda la historia. Después vinieron las colonizaciones… Ya sé, esto es otro tema, perdón.

      • ana rodrigo

        Al final me he enrollado un poco. pero, como veis, saliéndome del tema.

        • salvador santos

          Hola Ana
           
          No me parece que te hayas salido. Diría que estás tocando algo fundamental. Tal vez tu interrogante encuentre respuesta sabiendo que el Proyecto de Jesús no es una religión.
           
          Te mando un abrazo

          • José Miguel Lertxundi

            Jesús no quiso fundar un culto nuevo ni una religión nueva, pues es posible. Que pudo entender su muerte como expiación en un sentido muy diverso a lo que por este vocablo se comprendería más tarde en el cristianismo, pues es posible.  También es posible interpretar lo contrario. No lo sabemos, y vano es fabular.

            Jesús más posiblemente fuera un judío  fiel a su religión, devoto de Yahvé , es un exhortador a cumplir la ley de Moisés en lo esencial. Posiblemente no quería reformar el judaísmo ni fundar una nueva religión. Posiblemente no comenzó creyéndose el Mesías y que al final sí se lo creyera como Hijo de Dios.

  • carmen

    Absolutamente interesante el diálogo.

    Porque creo, pienso, opino, que el quid de la cuestión está precisamente en el artículo El. Se consideró a sí mismo Jesús Hijo de Dios en el sentido que le damos actualmente? Lo consideraron los demás? O quizás se referían a Jesús como hijo de Dios con otra acepción de la expresión?M
    e encanta. 

  • José Miguel Lertxundi

    “Salieron (las mujeres) huyendo del sepulcro del temblor y el espanto que les entró, y no dijeron nada a nadie, del miedo que tenían” (Mc 16,8)”. “Temblar” proviene de la raíz griega tromos, y puede significar literalmente temblar de miedo, pero también puede referirse a alguien que intenta completar una tarea para la que se siente incapaz de realizar. “Espanto” proviene de la raíz griega ekstasis, y significa ser sacudido fuertemente, como alguien cuya visión del mundo entera se ha hecho añicos. “Miedo” proviene de la raíz griega phobeo, de la cual obtenemos el sufijo “fobia”, la cual puede significar tener miedo de huir o ser golpeado por un temor reverencial. 14.5. Nada de embelesos finales. La pura verdad.El  motivo de las mujeres visitando la tumba para un ungir el cadáver de Jesús al tercer día es bastante inexplicable teniendo en cuenta el horror de los judíos por los cadáveres y la impureza que eso suponía, además, en la unción en Betania (cap. 14) Marcos indica que ese acto tiene como fin ungir su cuerpo para el funeral, con lo que otra unción es innecesaria.

    • salvador santos

      El brusco final de Marcos fue escrito con su fina inteligencia. Como hemos afirmado en otras ocasiones, los evangelios son pedagogías de una praxis. El final del texto: “…no dijeron nada a nadie, del miedo que tenían (ἐφοβοῦντο γάρ)” es la última lección para la comunidad destinataria de este evangelio y para quienes han seguido su lectura también hoy. El silencio y el encogimiento de las mujeres estaba causado (γάρ; ‘porque’) “tenían miedo” (ἐφοβοῦντο). El miedo es lo contrario a la fe. La parálisis generada por el miedo se opone a la dinámica de una adhesión comprometida al Proyecto (fe). La clave está en determinar de qué tenían miedo las mujeres. Y una vez obtenida la respuesta, ¿no habrá que preguntarse si eso mismo sigue ocurriendo ahora? Esa fue la intención de Marcos con ese final de ruda apariencia.
      Un abrazo, José Miguel

  • José Miguel Lertxundi

    Con tiempo estoy preparando un articulo sobre Bultmann, que  puso en tela de juicio la historicidad literal de los evangelios. A partir de su primera obra publicada, Historia de la tradición sinóptica (1921), Bultmann quería llegar a las tradiciones orales sobre las cuales los sinópticos del Nuevo Testamento (Mateo, Marcos y Lucas) habían basado sus narraciones evangélicas. siguió  la línea de Günkel, de Dibelius  y de Schmidt, y sus  métodos de la “historia de formas”. Estaba convencido de que el Cristo y el Jesús mencionado en los evangelios fue una invención de la iglesia primitiva, el cual no tenía nada que ver con el Jesús de la historia.

  • José Miguel Lertxundi

    Salvador, es una interpretación muy atrayente, esa mirada alternativa y fabulada quisiera tenerla yo del Evangelio, pero seria eso, una interpretación fabulada de un texto. Comprendo la dificultad que se percibe de la tosquedad gramatical y sintáctica de los que escribieron el evangelio de Marcos, está escrito  un griego muy básico y tosco, así como las conexiones terminológicas dentro del texto. También comprendo los problemas exegéticos que plantean algunas palabras y frases. No es fácil intenta entender un determinado pasaje  que pretende situarlo  dentro del desarrollo de la vida y del pensamiento de los posteriores seguidores de Jesús. No se puede obviar la dificultad  de  traducir los dichos de Jesús y de sus coetáneos del arameo al griego, y del paso de la cultura y lengua semítica a la griega que tuvo que exigir ciertas acomodaciones.

    Describes, mejor dicho interpretas, el evangelio de  Marcos de forma distinta al que, en mi opinión, es. El evangelio de Marcos es el primero, desde el punto de vista cronológico y hagiográfico, hace un relato sobre el ultimo año de la vida pública de Jesús, de la muerte y de la resurrección manifestada en la tumba vacía, y sí, en la aparición a las mujeres. Posiblemente deja a la aquiescencia del lector, como dices, el mensaje de la Salvación. Su estructura es más helenística, narra hechos y dichos sin más, a diferencia de los otros evangelios que cogieron parte de este y de algún que otro texto en griego. Los evangelios son un género literario dentro de la literatura griega antigua. Pero Marcos desde el comienzo mismo del texto,  pone un énfasis especial en el título “Hijo de Dios”. Empieza con la siguiente declaración: “Comienzo del evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios” (Mr. 1:1).Voy a seguir rebatimiento cada punto de 14 al 17, pero ya sabes que yo voy despacio. Lo único que sobre las traducciones te quedas muy localista, en el ámbito católico y español.Un abrazo. 

    • José Miguel Lertxundi

      Por favor, alguien me puede decir como separar las frases y los puntos y aparte. Gracias.

      • ana rodrigo

        Hola, José Miguel, Isidoro me dio un truco para separar los puntos y aparte que consiste en escribir algún párrafo, enviarlo y, a continuación, escribir el comentario en “responder”, a ti mismo. A mi me da resultado. Cuando no me acuerdo, me lo hace Antonio D.

        • ana rodrigo

          Veo que a Antonio Llaguno le sale perfecto sin el truco que yo te he dado sobre la separación de los puntos y aparte. Quizá él te resuelva mejor la cuestión.

          • Antonio Llaguno

            Sale unas veces… y otras no

            Y no tengo ni la mas mínima idea de por qué ocurre eso

    • salvador santos

      Un apunte:
       
      Marcos no dice en 1,1 “…el Hijo de Dios”. La fórmula aparece en el texto original sin artículo: “…Hijo de Dios”. Con artículo: “el hijo de Dios”, sí la encontramos, sin embargo, en boca de los espíritus inmundos en Mc 3,11:
       
      “Y los espíritus inmundos, cuando percibían su presencia, se postraban ante él y gritaban:
      –        Tú eres el Hijo de Dios”.
       
      Te mando un abrazo

      • José Miguel Lertxundi

        Sí Salvador exacto, perdón es un error mío,

        “… Marcos desde el comienzo mismo del texto,  pone un énfasis especial en el título “Hijo de Dios”. Empieza con la siguiente declaración: “Comienzo del evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios” (Mr. 1:1). El sobra.

        Un abrazo.

        • José Miguel Lertxundi

          Jesús  “hijo de Dios”. La cristologia de Marcos avanza sobre la tradición judeocristiana siguiendo también la línea de Pablo,  sus tendencias teológicas son claramente paulinas y no petrinas. Presenta a Jesús con bastante claridad como Hijo de Dios. Las primeras palabras del evangelio presentan ya al protagonista de la obra como «]esús, hijo de Dios», se puede interpretar, qué significa exactamente este título en 1,1, ya que el Evangelio es poco explícito: el lector no está seguro de saber si se trata del hijo real de Dios, o bien de un «hijo de Dios» al estilo judío antiguo, es decir, hombre normal, pero amado especialmente por la divinidad, como un profeta o un rey. No obstante, a lo largo de su relato Marcos va emitiendo señales de que Jesús era el Cristo paulino, salvador universal (13,10) y pacífico, alejado de los problemas políticos del Israel de su tiempo.

          • salvador santos

            Que Marcos use la expresión “Hijo de Dios” (sin artículo) en el título de su obra requiere dar con su sentido. Las generalizaciones suelen evadirse de la cuestión. Y atrincherarse en teologías supone echar balones fuera. Si a la expresión ‘Hijo de Dios’ del título se le concede un carácter divino, más habría de reconocérsele a la expresión con artículo que gritaban ¡los espíritus inmundos!: “…y gritaban: – Tú eres EL Hijo de Dios” (Mc 3,11). Y usada sin el artículo ‘el’ -como en el título-, más realce tiene aún en boca ¡del endemoniado de Gerasa!: “…y dijo gritando a voz en cuello: ¿Qué tienes tú contra mí, Jesús, Hijo del Dios Altísimo?” (Mc 5,7). Siguiendo esa manera de pensar podría decirse que la pura ortodoxia está representada por espíritus inmundos y endemoniados.

  • Antonio Llaguno

    Todo cristiano que se precie debería leer y releer este texto de Salvador.Gracias

  • carmen

    Es que me encanta leerte.Eres un bálsamo para mí cabeza.Gracias