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Sexualidad y catolicismo

Jesús Martínez Gordo
Hoy, fiesta de la Virgen de lasNieves o Virgen Blanca, patrona de Vitoria y de todas las Edurne, publica nuestro colaborador Jesús Martínez Gordo un buen artículo que tiene que ver con la polarización de tendenciasnen la Iglesia que está llegando a la JMJ de Lisboa. La catequesis allí del obispo Munilla y el intento de expulsar a católicos LGTB de una celebración eucarística dio sentido a las palabras de Francisco que en la Iglesia tienen un sitio “TODOS, TODOS, TODOS”. De ahí parte la reflexión de Martínez Gordo, publicada hoy en El diario Vasco AD.

Ayer leí la catequesis del obispo de Orihuela-Alicante, José Ignacio Munilla, en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que se está celebrando en Lisboa. En referencia a las personas trans afirmó que «Dios nos ha creado bien, Dios no se equivoca, nadie nace en un cuerpo equivocado».


Y, adentrándose en lo que denominó una ‘ecología integral’, denunció el ecologismo que «denuncia los transgénicos, pero al mismo tiempo apoya «el transgénero, que uno pueda cambiar de repente de ser hombre a ser mujer». Es una catequesis impartida unas pocas horas antes de que el papa Francisco proclamara, durante su primer baño de masas con los jóvenes, que «en la Iglesia hay sitio para todos, repitan conmigo, para todos, todos, todos». Y también poco antes de que un grupo de diez personas invadiera –blandiendo crucifijos– la parroquia de Nossa Senhora da Encarnação, en Ameixoeira, con la intención de boicotear la celebración de una Eucaristía con católicos LGBT.

A la luz de estos tres hechos, es evidente que en el pontificado del Papa Francisco se ha abierto el melón de la moral sexual en el mundo católico. E igualmente que, más allá de las filias y fobias al uso, es posible adentrarse en esta revisión de la moral sexual con la sensatez y consistencia (racional y teológica) que no percibo, por ejemplo, en el obispo de Orihuela-Alicante y que, afortunadamente, sí aprecio en el Camino Sinodal alemán (caminar juntos) que han emprendido obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas, laicos y laicas, pendiente de un nuevo encuentro el año 2026. Esta Iglesia se adentró –como consecuencia del correspondiente Informe sobre la pederastia eclesial desde el final de la segunda guerra mundial hasta el año 2014– en una revisión de la moral sexual. Retengo, de uno de los diferentes textos aprobados al respecto el pasado mes de marzo, estas tres consideraciones, teológico-morales y científicas.

Según la primera de ellas, los católicos alemanes sostienen que, «por haber sido creado a imagen y semejanza de Dios, todo ser humano tiene una dignidad inalienable que sitúa a todas las personas en pie de igualdad, independientemente de su identidad sexual o de género, de su edad o de su situación sentimental». Por ello, afirman, ha llegado la hora de pasar página y empezar a vivir y entender la sexualidad como lo que realmente es: como un don y una fuerza vital dada por Dios que –«sustancialmente positiva y esencial en el proyecto de vida de cada individuo»– se ha de «gestionar y planificar responsablemente», es decir, de manera a la vez libre y consentida. Según la segunda de las consideraciones, la iglesia alemana entiende que la moral sexual ha de estar presidida por la singularidad del amor cristiano, vivido y entendido como ‘ágape’, ‘eros’ y ‘philía’. Gracias al ‘ágape’ (el amor desinteresado al prójimo), la persona se dedica enteramente al bien del otro. Gracias al ‘eros’ (el deseo) la persona que ama busca su propia plenitud y felicidad. Y gracias a la ‘philía’ el amor es una relación presidida por el diálogo, el acuerdo, el encuentro y la comunión. Cuando ‘ágape’, ‘eros’ y ‘philía’ se articulan, la relación o el encuentro sexual es un chispazo de eternidad que, precisamente, por serlo, puede ser vivido e interpretado como una experiencia de anticipación o murmullo del Dios, porque «Dios es amor».

Y según la tercera de las consideraciones, la sexualidad ha de ser vivida y comprendida no solo a la luz de lo mejor de la tradición judeocristiana, sino también teniendo presente los datos científicos. Adentrándose en este terreno, recuerdan la existencia no solo de la heterosexualidad, sino también de la homosexualidad, la bisexualidad y la asexualidad. «Son el resultado de un complejo proceso de desarrollo en el que actúan factores somáticos, biopsíquicos y socioculturales». Y añaden: «Los hallazgos científicos en humanos apuntan a la existencia de otras variantes: las personas se consideran intersexuales si sus características sexuales biológicas (…) no permiten una asignación binaria a ninguno de los dos: masculino o femenino. Se considera que una persona es transgénero si su desarrollo biopsicosocial ha llevado a un profundo sentido de pertenencia a un género que no se corresponde al sexo asignado al nacer, generalmente sobre la base de los órganos genitales externos. Por su parte, las personas, ya sean intersexuales o transgénero, también muestran una gran variedad de características individuales».

La conclusión no se deja esperar: «Como Iglesia, debemos respetar la forma en que cada uno concibe su identidad de género como parte inviolable de su ser imagen de Dios de una manera individualmente única». Y habida cuenta de que «la doctrina de la Iglesia y su ley, dada la definición de binariedad bajo la ley natural, no atienden a estas identidades», deben cambiar porque «no corresponden ni a la autocomprensión de las personas reseñada ni al estado de las ciencias humanas». Monseñor Munilla, blanco y en botella…

79 comentarios

  • carmen

    Llevo años pensando que esto de una teología única y además sin moverla desde hace siglos es de locos. Porque los tiempos cambian, porque ya no somos los mismos, porque somos muchísimos los católicos y en varios continentes con culturas diferentes. Qué tendrá que ver Europa con África o con Latinoamérica o Sudamérica según se le quiera llamar? Para mí personica , la religión va totalmente unida a la cultura. Es que es una manifestación cultural. No creo que desaparezcan nunca. No lo creo. Estamos necesitados de magia. Así somos. Pues hagamos magia blanca. Pero sabiendo que hacemos magia.

    Entonces? Pues creo que haría falta un acuerdo de mínimos para definir qué es el catolicismo . Vamos, la iglesia de Roma. Y una vez llegado a ese acuerdo, dejar libertad a los países, a las comunidades…para que seleccionaran otra serie de normas, de acuerdo a su sentir cultural . Sería estupendo.Y quiénes son los indicados para llegar a esos acuerdos? Obviamente los teólogos porque son los que entienden de estos temas, pero, pero, pero… junto con un montonazo de teólogas. Respetando la paridad. 50 por ciento. Eso ya sería definitivo.Vale. Pero si sigo haciendo iglesia- ficción, fíjese lo que creo y he pensado a veces. Usted está clarísimo que pertenece al sector oficialista de la iglesia. Eso es así  y , aquí la murciana, pues no. Está en la periferia, bueno, en el atrio de los gentiles o tal vez fuera de ese Atrio , por puro aburrimiento, por pura impotencia, por desesperación.

    Pues creo que usted y yo, llegaríamos a un acuerdo de mínimos. Por una razón muy sencilla: podemos hablar. Mérito suyo, sin duda, porque a veces se me olvida el oremus.No sé. Eso creo.

    Tengo otro amigo con el que creo, si no estoy equivocada, con el que he llegado tácitamente a ese acuerdo, pero en el fondo somos parecidos, hace y ha hecho lo que quiere. Pero eso no es lo que digo. Se necesitaría dos personas con enfoques diferentes. Con maneras de ser diferentes.Sería divertido.Buen día.

  • M. Luisa

     Me voy a permitir unas reflexiones más sobre el tema que quizá  por su complicada exposición no faltará quien me las rebata,  por eso me adelanto en decir  que las expondré a grandes rasgos. El eje principal del tema que tratamos aquí entra en las cuestiones que tienen que ver con el psiquismo humano. Psiquismo que, como se sabe, su estudio nos abre a distintas hipótesis. Una, la más aceptable actualmente de entre científicos, es la mantenida por R. Penrose,  la que con total insuficiencia explicativa me voy a centrar, pero eso sí pidiendo un esfuerzo de comprensión porque lo que no puedo hacer es liarme en múltiples tecnicismos. Quizá los cabos sueltos que seguro los habrá me sean  más fácil afrontarlos si me vienen puntualmente desde fuera, es decir, expresados por alguien. Bien, pues   la tesis de Penrose, mantiene  que mientras las señales neuronales pueden comportarse como sucesos explicables en términos de física clásica, las conexiones entre las neuronas están controladas en mecanismos de orden cuántico. Aquí, una de las propiedades de la materia a nivel bosónico indica un estado susceptible de derivar en una concretización u otra. Se trataría de un dualismo de niveles ( Bosón- fermión) pero no de principios ni de sustancias…   

  • carmen

    Santiago, querido amigo, le vuelvo a reconocer. Sé cómo piensa y creo saber cómo siente todo esto del cristianismo, de Dios y sus cosas. Pero, sabe? Cuando se pone en modo católico legalista , uf.

    Era una ironía. Es un tema muy complejo y creo que nos desborda a todos. A mí, por supuesto. Siempre hemos considerado de alguna forma, tengo la impresión, no sé, que el lugar de los transexuales es el espectáculo. Punto.

    Pero las sociedades avanzan. Y las personas empiezan a hablar. Y sus relatos te descolocan, si tienes un mínimo de empatía, notas que el sufrimiento de los niños y niñas que desde edades muy tempranas manifiestan un cierto grado de transexualidad es tan grande, y el de sus familiares tan enorme porque las personas mayores tenemos experiencia y sabemos de qué va la sociedad, que se te encoge el corazón. Pura impotencia. Absoluta .Y qué hacer? No lo sé. Estamos como siempre, de alguna manera intuyo lo que no es conveniente hacer. Y es decir cosas extrañas, pontificar con nuestras opiniones personales que no pueden ser acertadas porque el problema acaba de descubrirse hace pocos años. Porque no están de acuerdo de que su única salida sea convenirse en los bufones del reino. Es una salida profesional y si se escoge, adelante. Pero no es la solución. No es la única opción. Tienen derecho a existir.Creo, pienso, opino que lo único que podemos hacer, al menos mi persona, es tratar de entender la realidad que están viviendo. Intentar crear puentes de empatía, para que, al menos, no se sientan rechazados. Me parece que su comentario de hoy va en esa línea. Me gusta. Porque usted no es un insensible ortodoxo a tope . Aunque a veces lo parezca.Gracias. Aquí nadie sabe nada, puede haber teorías acerca de la disforia de género. Por supuesto. Pero, qué se hace, qué respuesta tiene que dar la sociedad? Ahí entran muchos factores de toda índole. Sociales, religiosos, psiquiátricos…me siento incapaz de , ni siquiera pensar que dirección es la correcta. Pero sé la que no es. Lo de siempre. No diga lo del embarazo. Hay familias que únicamente tienen niñas o niños y no sucede nada. Si acaso piensas, jolín…! Pero nada mas. En cuanto ves y coges al bebé, se pasan todas las tonterías.

    Buen día.

    • Santiago

      Gracias, la ley del amor de Dios supera el legalismo frío de la letra impresa…sin embargo, hemos de ser objetivos y recibir lo que se ha encaminado “desde el principio” para nuestro bien y nuestra felicidad eterna

      Jesús fustiga el mal denodadamente pero fue cuidadosamente misericordioso con el que reconocía sus faltas e imploraba salvación como al ladrón en la Cruz, y con la sorprendida en adulterio ante la injusticia de una lapidación ilegal y  criminal…pero “ojo” no “caigas otra vez” en la tentación.

       

      .Por eso, el Evangelio no puede ser un conjunto de reglas, sino una “llama viva” que encienda el amor divino en nuestra caída naturaleza….Pero para eso hay que acercarse a Jesús y compenetrarse con Su vida..porque no podemos amar..lo que NO conocemos al menos que tengamos una referencia cierta y fidedigna…con suerte, si que  la tenemos..a la vista

      Por otro lado, todas estos “trastornos” inherentes a la “condición humana” que no se conforman con la “norma”, producen un hondo sufrimiento y un sinnúmero  de tribulaciones.

       

      Es necesaria la empatía, la compasión, la piedad con cualquier sufrimiento ajeno, especialmente de ese tipo….Si lo hacemos algo nuestro, entenderemos y ayudaremos…a muchos de alrededor nuestro…como Ud ya ha hecho durante su vida y su carrera…

      Mi profesor de farmacología en la Facultad nos decía a los estudiantes: “si no podéis curar, …podéis aliviar…y si ni siquiera eso, siempre podréis consolar” 

      Un saludo cordial

      Santiago Hernandez

       

       

  • carmen

    Entonces la transexualidad es producto de una crisis de adolescencia? No lo creo. Es algo muuucho más complejo. Oigo hablar de terapias y…no sé. Me asusta. Vamos a seguir el mismo camino que con la homosexualidad? Pues anda que no costø sufrimiento. Tod 

    • Santiago

      No se trata, hablando de su comentario de abajo,  de que si la madre quiere una niña entonces tendremos un posible transexual, si es varón. No, simplemente los psiquiatras dicen que este deseo prenatal de la madre,es sólo un factor pero existen otros factores de naturaleza ambiental y psicológicos que muchas veces escapan al control nuestro, como nos sentimos lo padres, abuelos, educadores. No podemos saber cómo el infante, y después,  el n i ñ o  o la  niña, se van a identificar.

      .El trastorno consiste en que inconscientemente este individuo en desarrollo se desvía de la norma de la mayoría que escogió identificarse con el progenitor o modelo de su mismo sexo biológico,sin poder saber exactamente el mecanismo íntimo de este proceso psíquico del desarrollo. Pero una crisis o fase de la adolescencia como Ud piensa no puede ser la causa.

      La complejidad del desarrollo de identidad sexual y de género en el ser humano hace imposible una clasificación exacta porque la mayoría se encuentra en una curva  donde los extremos son una minoría y lo que constituye la  mayoría se aproxima o se aleja del medio ya que existe un “ continuum” que oscila y avanza y retrocede hasta la estabilidad, y hasta llegar a la madurez. Existen pues mecanismos inconscientes con periodos de latencia que dificultan y prolongan la psicoterapia. Y este proceso de identidad se realiza en su mayoría en el inconsciente a pesar que retengamos nuestra responsabilidad para los actos libres que son conscientes.

      El objeto de la terapia no es “cambiar” la personalidad del individuo pero el análisis profundo puede descubrir mecanismos ocultos para el “consciente” y puede ayudar a “entender” mejor la angustia y en el caso que tratamos la la “disforia” de “no pertenencia”que trastornan la funcionalidad personal.

       

      El aliviar el sufrimiento ya sean físico o psíquico es el principal objeto de la ciencia médica. La paciencia, la compasión y la empatía ya sea del director de la salud o del que dirige lo espíritual son requisitos importantes en la rehabilitación y funcionalidad del paciente.

      La Iglesia -no susvmiembros corruptos- forma parte y se basa en el Jesús del Evangelio que es Misericordia y Justicia. La llamada de ésta es para rehabilitar al que se apartó de Jesús no para condenarlo. Se fustiga lo que puede desviarnos del amor de Dios y de Su Voluntad salvífica. Siempre podremos entrar en ese Amor y en esa Misericordia si seguimos los pasos del Amor de Jesús.

      Un saludo cordial

      Santiago Hernández

       

  • Isidoro García

    Para añadir un grano más de confusión en este tema de la disforia de género, en mi opinión habría que diferenciar varios aspectos.

    El primero, que como en todo, no hay que confundir causas con efectos. Cuando se dice que “la disforia de género consiste en tener sentimientos de angustia o dificultad funcional significativos”, se está definiendo fenomenológicamente, o sea la realidad que se siente en la conciencia sin analizar las causas, lo que es fundamental entender para comprender el fenómeno.  

    Para resolver todos los problemas que se nos presentan, lo primero y fundamental, es tener una idea clara de sus causas y de su estructura interna. Para atender, primero, hay que entender, y para ello, hay que comprender. 

    Como dice Santiago, la asignación del sexo y del género, son procesos que se dan en dos momentos muy distintos de la génesis humana. El sexo, en el momento de la concepción, y el género, en un momento determinado de la evolución infantil-juvenil.

    Se entiende mejor con la visión junguiana de los dos programas neurológicos comportamentales arquetípicos genéticos, de género, que albergamos todos, (hombres y mujeres), el “anima”, y el “animus”.  

    En un momento del desarrollo, y quizás por razones ambientales, biográficos o aleatorios concretos, uno se activa y el otro se inhibe parcialmente, y pasa a la “sombra”.

    Independientemente del sexo genético que se tenga, si el que se activa en la conciencia es el “anima”, se activa la imagen femenina, y si el que se activa es el “animus”, se activa la imagen masculina. Pero los contarios se mantienen en la “sombra” inconsciente, de la que afloran esporádicamente.

    Y esta activación definitiva o esporádica, distinta de la del sexo genético, es mas o menos fuerte o insistente, es el que da origen a sentimientos de inseguridad y angustia existencial.

    (Es lo que vulgarmente se denomina “la pluma” que en principio no es algo exclusivamente homosexual, que no solo es un asunto gestual, sino que incluso genera inseguridades momentáneas afectivas, sobre todo en la pubertad, pero que no tienen que llegar a ser definitivas.

    Porque la cosa se complica aún más, porque además de la asignación del sexo fisiológico, y del programa comportamental-social, existe un tercer proceso de activación distinto e independiente de los otros dos, que es el de la asignación inconsciente e involuntaria afectivo-sexual, que se produce en momentos diferentes.

    Estadísticamente, mayoritariamente suelen coincidir los tres, y son los hombres/mujeres con un sexo fisiológico claro, (con excepciones de casos de malfunciones en el desarrollo perinatal, y con tratamiento quirúrgico), y con comportamientos sociales y afectos “clásicos” de su sexo.

    Pero a veces no coinciden sexo fisiológico, y comportamientos, o afectos, y se da así todo tipo de alternativas: 
    – hombres/mujeres fisiológicos, con comportamiento de su sexo, pero con afectividad cruzada: homosexualidad clásica, sin “pluma” comportamental alguna.
    – hombres/mujeres fisiológicos, con afectividad “normal”, (por entendernos), pero con comportamiento social del otro sexo: todo tipo de transformismos, gusto por la ropa de otro sexo, etc., pero que no por ello afectivamente son homosexuales.
    – y hombres/mujeres con su sexo fisiológico, y tanto su comportamiento de género instintivo y su tendencia afectica-sexual, son contrarios al mismo.

    Los segundos y los terceros, son los que sufren “disforia de género”, o sea sienten una contradicción entre su sexo fisiológico, y su programa comportamental social de género, (y pueden ser homosexuales o no)

    Todas estas alternativas posibles, cuando se dan, en personas jóvenes y sin desarrollar psicológicamente, es lógico que generen gran ansiedad e inseguridades. No hay nada peor, que no saber quién somos, ni lo que somos.

    Esa solo es mi opinión. Se ruega no disparar sobre el pianista. 

    • Isidoro García

      Quisiera rematar el tema, aún sabiendo que voy a ser pesado, diciendo que este de la disforia de género, es un caso mas de la complejidad del comportamiento humano, siempre ante la falsa disyuntiva entre naturaleza y cultura.

      Porque para complejizarlo más, entre naturaleza y cultura, hay un tercer elemento intermedio, que es el inconsciente colectivo junguiano, o sea, todo el conjunto de comportamientos genéticos instintivos, que vienen incorporados en nuestra mente en nuestro desarrollo cerebral.

      La asignación y fijación del género social-comportamental y el del objeto emotivo-sexual, pertenecen a ese inconsciente colectivo junguiano, que seguro que se vehiculizan en genes distintos de los de la asignación del sexo fisiológico.

      Este tercer elemento, (el inconsciente colectivo), por una parte es claramente “naturaleza”, pues están codificados genéticamente.

      Pero si la implementación de esos programas, se ve alterado por alguna causa aleatoria, o traumática, o emocional, o desconocida, entonces se producen unas contradicciones internas, que confunden mucho a nuestras mentes, y más todavía a edades del desarrollo.

      Y muchas veces ese inconsciente colectivo se confunden con elementos culturales, pues la cultura casi siempre se genera sobre la base del instinto comportamental natural. Por decirlo así, la cultura es la superestructura, sobre la infraestructura del inconsciente colectivo.

      Casi todas las neurosis y trastornos psicológicos que nos asolan, provienen de una cultura que se ha desviado de los cimientos del inconsciente colectivo, con los que hemos sido dotados, y cuya culminación es lo que algunos llamamos “el espíritu”, y que contiene toda la jerarquía de necesidades humanas, que Maslow explicó, y que se nos han implantado en nuestro software mental, natural, para desarrollarnos como humanos.

  • carmen

    Pues no quiero intervenir aquí porque ya me conocen y … Pero, Santiago, me encanta lo que dice, según usted si la madre desea una niña y nace niño, pues ya tenemos una persona trans. Y al contrario también.

    Genial.Es la primera vez que lo oigo.Y es que tienen que inventar algo para que tengan los hijos los hombres-hombres, que diría Aznar. Las mujeres solamente sabemos liarla, como no somos muy listas, tenemos una especie de alma líquida y…pues claro. No damos la talla. Es usted único. Pero no me quiero enredar en este tema.  Estoy de guapa calladica que no vea…

    Un saludo sorprendido y cordial.

  • José María Valderas

    A modo de información, para quien le interese. Lo acabo de recibir:

    El estudio de rastreo “ 2023 U.S. National Survey on the Mental Health of LGBTQ Young People” llegó a la conclusión de que los jóvenes LGBTQ con múltiples identidades consideradas marginales (“marginalized”) presentaron un riesgo de suicidio más alto que el riesgo presentado por sus iguales que confesaron poseer sólo una identidad considerada marginal. Para llevar a cabo esa investigación, el equipo de sociólogos (del Trevor Project, dedicado a la  prevención  del suicidio juvenil) plantearon a los jóvenes encuestados cuestiones sobre raza o etnia, orientación sexual e identidad de género, entre una batería de temas. Apoyándose en técnicas de estadística social aplicadas a la salud mental y riesgo de suicidio, los científicos hallaron que uno de cada cinco jóvenes transgénero o no binarios (18 por ciento del universo) intentaron suicidarse  el año pasado, frente al uno por ciento de jóvenes cisgénero cuya orientación sexual era lesbiana, gay, bisexual, queeer, pansexual, asexual o indefinida (8 por ciento). Entre la mayoría de grupos de jóvenes LGBTQ de color, la proporción de jóvenes que decían haber intentado suicidarse era muy superior a la proporción de jóvenes blancos. Los jóvenes que se identificaban como pansexuales e intentaron suicidarse constituían un porcentaje muy superior al de lesbianas, gay, bisexual, queer, asexuales, indefinidas.

  • Monica

    Primero quiero disculparme con Isabel por el comentario que hice, que aunque fue con la mejor de mis intenciones y sin querer molestarte, sí estaba fuera de lugar.

    Estoy muy de acuerdo con Ana y con José Miguel, la violencia siempre será de género cuando sea contra una mujer por ser mujer, y una persona transexual mujer se siente mujer y puede ser victima de violencia y acoso por ese motivo. Y además de soportar ser vistas como un bicho raro, de tener que ir a terapia psicológica por ese proceso psíquico y físico que están experimentado y por un rechazo social que las discrimina, las dejamos desprotegidas  y fuera de la ley, pues sería inhumano.

    Todas las mujeres hemos experimentado, unas más y otras menos, lo que es sentirse inferior, en derechos sociales, laborales, de tener asignado un rol cuya asunción puede llevar a provocar aun mayor sentimiento de inferioridad, una relación primaria de poder que perpetúa la desigualdad, la dominación masculina y la subordinación de las mujeres. Hemos sufrido un paternalismo masculino desde la infancia hasta la vejez. Hemos soportado el acoso callejero con miradas y expresiones machistas solo por ser mujer y por llevar una ropa u otra, recuerdo un hilo de Atrio sobre  la vestimenta provocativa de Yolanda Diaz. Las insinuaciones de jefes en los trabajos, de los alumnos y profesores en la universalidad, tener que asumir tareas para “mujeres” y la discriminación para acceder a puestos de responsabilidad por ser mujeres. Y esto hasta hace bien poco, y aún existe porque la sociedad sigue siendo, patriarcal y binaria. Claro las estadísticas nos indican que el número de mujeres que acuden a Salud Mental es muy superior a de los hombres, algunos dicen que es por nuestras especiales características psicológicas, qué puedo decir. No sabemos cuanto sufrimiento y desesperación, cuántos trastornos psicológicos y psiquiátricos ha padecido y padece la mujer.

    La Ley de Violencia de Género ha servido para concienciar a la sociedad de la raíz estructural de las violencias machistas en el ámbito de la pareja heterosexual. A nivel formal, lo logramos, pero el número de asesinadas no cesa, cómo podemos evitarlo?.  Y es un avance crear  contextos políticos que reconozcan la diversidad de nuestras sociedades.

    Tratar a las personas que nos rodean de la misma manera en la que nos gusta que nos traten a nosotros, ¡este lema nunca falla!.

  • José María Valderas

    A veces damos por supuesto que una ley y su regulación es norma ética. Nada más lejos. Recuerdo con bochorno cómo Sánchez y los diputados prosanchistas aplaudieron con las orejas la ley conocida por el sí es sí. El cinismo de Sánchez y los suyos llegó al extremo de afirmar que era una ley que serviría de orientación y luz al mundo. Más o menos como su gestión de la pandemia. Por esa obsesión de sacudir los cimientos de la sociedad acabamos de conocer un episodio chusco, ocurrido en una cárcel levantina: un varón biológico, confesando una identidad femenina, acaba de fecundar a una mujer interna. Me resisto a exponer “otra mujer”, porque, digan lo que los políticos digan, la verdad va aquí por un lado y la ley por otro. Nada más disparatado que convertir en la ley y su desarrollo en verdad (sociológica, psicológica, moral).

    Es el disparate en que ha caído el Sínodo Alemán. Post hoc, propter hoc. Los reunidos en esa convención dan por científico lo que no presenta las notas de verdad científica por ningún lado, sino meras opiniones, intereses y deseos en el mejor de los casos. 

  • José Miguel Lertxundi

    Se olvida que hay trans mujeres y también hombres. Hay temas complejos relacionados con el deporte, en donde impera más el nivel biológico: unos opinan que las personas que han pasado por la pubertad masculina conservan ventajas drásticas de energía y fuerza incluso después de tomar medicamentos para suprimir sus niveles de testosterona, otros endocrinólogos pediátricos opinan que la influencia es menos importante que la suma de hormonas, genética, entrenamiento, equipo, personalidad y oportunidad entre otras cosas. En la cuestión de violencia de genero, pues si una mujer trans cumple con los requisitos jurídicos y facultativos para conseguir la rectificación registral de la mención de sexo, no puede ser juzgada como hombre si ella nunca se reconoció así, lo contrario pondría de manifiesto una falta de reconocimiento y hacer una distinción entre mujeres, quizá, en otro sentido,  se podría debatir sobre si la violencia entre parejas del mismo sexo debería tener un tratamiento concreto. Por otro lado, la la Ley deja clara la exclusión de aquellas personas que se declaren mujer después de cometer el delito.

  • Isabel

    Para Antonio Duato. Te agradezco cómo me has dejado siempre participar sin poner trabas. Por mucho menos de lo que he dicho aquí y en otros hilos sobre este tema, en otros medios como el supuestamente libre Infolibre me han censurado y eliminado mis comentarios. Eso dice mucho de ti y lo considero un motivo para que te sientas orgulloso de lo que haces.Un saludo afectuoso.

    • Antonio Duato

      Gracias por reconocerlo, Isabel.

      Siempre te he reconocido temple de mujer luchadora, que piensas por tí misma, sin seguir ningún rebaño de moda. A veces me han sorprendido algunas opiniones radicales tuyas, opuestas a las más acomodaticias de algunos de nosotros. Y sobre este debate de las bases científicas y antropológicas de este progesismo de sexo-género a la carta, hay todavía mucho que hablar. No te canses. Vamos a seguir exponiendo y escuchándonos todos. Nos haces falta.

  • Isabel

    Para AnaHace tiempo me intriga tu miedo atroz a Vox por lo que pudiera suceder con las mujeres mientras el Gobierno progresista saca una Ley según la cual cualquier hombre es mujer si él lo dice. Consecuencia: si Elizabeth Duval, por ejemplo, da un guantazo a su novia eso no es violencia de género. Así que lo que hace la Ley es acabar con un consenso reconocido y avalado por los hechos en siglos de que la violencia de género es la ejercida por un hombre contra una mujer en razón de su sexo. Si el hombre es una mujer y mujer una identidad de género…, ¿cómo se va a luchar contra la violencia a las mujeres? Sencillamente la han convertido en lucha contra una violencia no específica, una como otra cualquiera, tal como dice Vox que es. Solo es una simple extrañeza el que no lo veas, que no he querido dejar pasar antes de irme.Te deseo que te vaya muy bien, Ana.

    • ana rodrigo

      Hola, Isabel, cuando una persona se identifica con su “ser mujer”, o a la inversa, una mujer se identifica con “ser hombre”, no lo deciden ni, por tanto, pasan a ser unas personas caprichosas e irresponsables que cuando quieren son mujeres y cuando no, son hombres y viceversa. Procuro no frivolizar en un tema tan serio para tantas personas. Yo conozco a una mujer trans, como ya dije, (de la que últimamente sé poco desde que se fue a una residencia de mayores) y ella no hablaba de “decidí” ser mujer, sino de “soy mujer”, y yo estaba con una mujer cuando nos encontrábamos.

      Respecto a la violencia, siempre será de género cuando sea contra una mujer por ser mujer y, si la violencia es por ser trans, pues doble delito. No sé dónde está el problema. La ley de Sólo sí es sí, tuvo un fallo garrafal y se corrigió como tanta leyes tienen y han tenido. La ley trans no es un error, porque la realidad está ahí, no se inventa, ni se crea algo que no existe. Por otra parte, como se suele decir “cada cual es cada cual” y la diversidad nos lleva a respetar a todo el mundo, aunque no se compartan ideas, criterios o creencias.       

      te deseo lo mejor.

  • Isabel

     La sustitución de la categoría sexo por la de identidad de género, convierte la definición de mujer en algo completamente subjetivo, en consecuencia, se redefine la palabra ‘mujer’ y todo lo que tiene que ver con las mujeres, para incluir todas las subjetividades que tengan la más mínima relación con los estereotipos de género femeninos. Y esto afecta a nuestra realidad material y a los derechos de las mujeres en muy diversos ámbitos: el deporte, los espacios seguros, las estadísticas, la infancia, la legislación, la neolengua. Desde luego, esto no afecta a la palabra hombre ni tiene consecuencias para los hombres en general. Si están diciendo que una buena cristiana aceptaría que ser mujer es algo subjetivo que cada persona decide ser, un día sí, otro no (No binarios) lo validaría y diría, claro sí, eres lo que quieras, entonces no soy Cristiana ni quiero serlo. La identidad de género es una identidad sentida y yo no voy a anteponer los sentimientos de otros a mi sentido común, cultura, conocimientos y dignidad personal.

  • Isabel

    Santiago, no pudo estar más de acuerdo en todo lo que dice. Saludos.

  • Juan A. Vinagre

    No deseo entrar mucho en el tema de la “diversidad sexual” biológica, psicológica y socio-cultural. Me parece un tema muy complejo y no sabría pronunciarme con suficiente conocimiento y convicción, dado que en algunos aspectos el tema no está claro científicamente.  De lo que sí estoy convencido es que, en principio, yo no soy nadie para juzgar y menos para rechazar-excluir, porque si rechazo, rechazo a personas…  En una buena ética es preciso admitir singularidades… Por eso me resultan inaceptables las actitudes rígidas o fanáticas que ven las cosas con orejeras…: Sólo hay un camino, el que yo veo y señalo…   Jesús fue más abierto y flexible. Por eso entiendo y me adhiero a las palabras de Francisco: En la Iglesia caben TODOS, TODOS…   ¿Quién soy yo para no admitir en la Iglesia por motivos que en el Evangelio de Jesús son menores? (Al menos eso parece.)   De echar a alguien sería a los que más duramente criticó Jesús de Nazaret: a los que tratan de compaginar Dios y dinero… y a los fariseos, que defienden principios que no cumplen…, que aparentan lo que no son, y a los que cargan con fardos pesados…  Con esto no deseo suavizar ciertas imágenes o exhibicionismos provocadores muy poco sensatos, ni manifestaciones de no sé qué “orgullo”… Deseo que cada uno-a sea fiel a sí mismo-a, pero con ética. Una libertad de manifestación sin o con poca ética ¿es aceptable? ¿Esas manifestaciones provocadoras son derechos?   Del hermano Munilla y otros no hablo (no escuchan, parece). Condenan demasiado de prisa, generalizando, sin discriminar… Están instalados en la rigidez de cierta tradición…  Por eso, se entiende que el papa Francisco deba ir con tiento… (Hay “jueces” que dictaminan… y están muy prestos a condenar…)  Y entiendo que deba hacerlo, no por miedo sino por prudencia. Me parece buena la observación de AD: Francisco actúa y cree más en procesos que en acciones puntuales… Francisco siembra…

  • Santiago

    La disforia de género es una confusión de la identidad sexual biológica. La asignación del género posee una base biológica. No se encuentra aislada de la biología.  Todos nacemos -como se ya se ha dicho aquí-  con un sexo cromosómico biológico XX mujer y XY hombre excepto en raros casos de Intersexo XO XXY cromosómico y en el caso hormonal como la feminización testicular y la hiperplasia adrenal. Estos últimos son excepciones. Sin embargo, el género se refiere a la conciencia de ser mujer u hombre. Esta conciencia no es congénita sino adquirida y es un proceso de maduración progresiva.

    El sentido de pertenecer al “sexo opuesto” no constituye un “tercer sexo”.   Es una confusión de género al que cada cual pertenecemos por biología y cultura ya que somos iguales en cuanto a lo existencial pero no biológicamente. Esta complementariedad entre los 2 sexos biológicos está fija desde el principio de la historia y es el fundamento de la sociedad y constituye, por experiencia y consenso, la mayoría de la humanidad.

    Esta confusión minoritaria es lo que se llama cabalmente disforia de género y es un trastorno del desarrollo  psíquico que requiere un tratamiento individual pediatrico, de comportamiento, psicológico y psiquiátrico para lograr una vuelta a lo que es la norma del bienestar social e individual de cada persona y evitar la disforia o sensación de “no pertenencia”

    Esto requiere la ayuda de los padres, del paciente y de los expertos en el comportamiento infantil. El “American College of Pediatricians” afirma que la mayoría de los que sufren esta confusión recobran su identidad de género pasada la pubertad. De ahí que los muchos que sufrieron tratamientos radicales definitivos hoy quieran regresar a su sexo biológico original sin poder lograrlo totalmente (“detransitioners”) Existe, pues,  actualmente graves problemas morales, psicológicos y médicos debido a las intervenciones experimentales agresivas como los bloqueos hormonales para retrasar la pubertad y operaciones mutilantes ya prohibidas por sendas legislaciones en Europa y USA. Por otra parte, e l  n i ñ o  no tiene la capacidad intelectual ni volitiva para decidir un cambio de género a temprana edad  y por tanto cualquier medida e intervención debe ser una labor de conjunto entre los padres y el sector médico de la salud. Estas intervenciones no pueden ser definitivas por las razones expuestas  arriba por la inmadurez psicológica del niño en desarrollo.

    Un saludo cordial
    Santiago Hernández 

    • José Miguel Lertxundi

      “Esta complementariedad entre los 2 sexos biológicos está fija desde el principio de la historia y es el fundamento de la sociedad y constituye, por experiencia y consenso, la mayoría de la humanidad. Esta confusión minoritaria es lo que se llama cabalmente disforia de género y es un trastorno del desarrollo  psíquico que requiere un tratamiento individual pediatrico, de comportamiento, psicológico y psiquiátrico para lograr una vuelta a lo que es la norma del bienestar social e individual de cada persona y evitar la disforia o sensación de “no pertenencia …”

      Pero que me cuenta?. La disforia de género consiste en tener sentimientos de angustia o dificultad funcional significativos relacionados con un sentimiento persistente de que el sexo de una persona al nacer no coincide con su sentido interno de sí mismo, no lo contrario.

      • M. Luisa

        Totalmente de acuerdo, José Miguel! el amigo Santiago y todos sus tibios  interlocutores no logran salirse de la cosmovisión sustancialista clásica.

        • José Miguel Lertxundi

          Santiago con todo respeto, me cuesta mucho leer esto:

          “Con terapia adecuado una mayoría de esta “minoría” de trastorno de disforia vuelven a retomar su identidad normal coincidente con su biología”.

          Lo siento pero tu planteamiento me suena a las opiniones de Aquilino Polaino sobre la homosexualidad en 2005. En fin, respeto tu opinión pero no puedo estar más en desacuerdo.

          • Isidoro García

            Pues yo, amigo José Miguel, sin ser especialista, solo habiendo vivido la etapa confusa de la pubertad, estoy de acuerdo con Santiago.

            La pubertad, es una edad de confusionismo total, se está produciendo un nuevo cableado de las conexiones neuronales, en plena vivencia de la realidad, causado por  el efecto de las nuevas hormonas sexuales. Yo creo que es el periodo mental más parecido al de la metamorfosis de las mariposas.

            Y en ese estado posiblemente se produzca un alto porcentaje de disforias de género falsas, en parte impulsadas por el contagio cultural  de amiguitos.

            Y esas falsa disforias, con un tratamiento adecuado, muy posiblemente se superan. (Las reales, no).

            ¡Anda que no hemos cambiado de convicciones segurísimas, y al cabo de un años, nos hemos dado cuenta de que no era así! ¡Será la primera vez!.

            Este no es un asunto ideológico, sino científico-existencial, y las ideologías, lo único que hacen es enmerdarlo todo.

            Un saludo.

      • Santiago

        Gracias por la cita, pero NO se trata de cosmovisiones sino de realidades existenciales y es que el sexo biológico,que suele coincidir con el cromosómico, es evidente aún antes de nacer el bebé , y por eso “no se asigna” artificiosamente el sexo  sino porque la diferencia biológica salta a la vista.

        Pero la identidad de género no es congénita sino que se adquiere durante el desarrollo del infante y durante la niñez , y es gradual,  no súbita y si existe un ambiente adecuado coincidirá el género con el sexo biológico como es la norma mayoritaria.

        Es claro que existe este desorden de la norma  por el cual se piensa con angustia vital y se dificulta la función en la disforia de género por creer compulsivamente que se pertenece al otro sexo. Pero este hecho, el sentir de esta manera,  no determina nuestra futura identidad de género puesto que ésta depende no de algo inmutable -que es o tiene que ser- sino que existen factores ambientales, psíquicos, culturales etc que son susceptibles de cambio y que dan lugar a ella.

        La formación de la identidad de género se relaciona con la apropiada identificación de la anatomía genital que constituye “el sexo” biológico ya sea hombre o mujer (varón o hembra).Lo normal es la identificación con el progenitor del mismo sexo -con el padre y afines  si es n i ñ o y con la madre y similares si es  n i ñ a. Y que “el” o “ella” desarrollen un comportamiento complementario con el sexo opuesto. La norma es que queramos que la biología coincida con nuestra identificación masculina o femenina.

        El proceso de identificación de género puede ser trastornado en muchos casos cuando la madre deseó tener un bebé de sexo diferente al que nació y si ella es prolija y se excede en contacto físico y emocional con el varón y además el padre o modelo paternal está ausente. Y viceversa en el caso de un bebé niña. En este caso el modelo madre está ausente y el padre está omnipresente física y emocionalmente.

        Es raro que la disforia de género tenga una causa etiológica cromosómica u hormonal como la hiperplasia adrenal etc. La disforia de género es un grave problema de identidad y requiere atención temprana.

        Además de la psicoterapia en intervención temprana, , existen  la terapia “behavioral” reinforzando  el tiempo prolongado con el padre (o la madre) o el modelo paternal o maternal, del mismo sexo, evitando la crítica al  n i ñ o  o  n i ñ a.

        Con terapia adecuado una mayoría de esta “minoría” de trastorno de disforia vuelven a retomar su identidad normal coincidente con su biología.
        De esta minoría si no fue tratada a tiempo un porcentaje mayor o menor desarrollará graves problemas. Es por eso que los tratamientos agresivos y mutilantes irreversibles no es lo que está indicado y tampoco lo adecuado, especialmente en los menores de edad.

        Saludos cordiales

        Santiago Hernández

         

  • Antonio Llaguno

    Repito.   Circunscribir el debate a los conceptos científicos o biológicos de sexo y género es equivocar el camino.

    Podemos ( Bueno, mejor duré “podéis”, porque no me interesa nada ese debate ) pasar horas o días discutiendo eso y no llegaremos a ningún lado.

    Y es que es debate debe ser teológico, pues de valores religiosos estamos hablando, y ahí me gustaría plantearlo a mi.

    ¿Cuál debe ser la actitud de un católico ante un/una herman@ LGTBIQ+? Esa es la pregunta.

    En mi opinión, el Papa lo deja muy claro ( Y por ser tan claro le ha caído la del pulpo, procedente de los ultras más feroces ): “¿Quién soy yo para juzgar?”   Pero esa ausencia de condena, no es sólo como la de Cristo a la mujer adúltera  (Mujer, nadie te condena, Yo tampoco lo hago. Vete y no peques más), sino que se parece más a la del padre misericordioso que acepta a su hijo menor tal como es, sin pedirle cuentas, levantàndole cuando se arrodilla a pedir perdón y matando el cordero cebado en la fiesta de reencuentro.

    Esa es la actitud de una Iglesia que represente el Amor del padre. Me importa un comino si te sientes varón, hembra, no binario, gay, lesbiana, fluid@, queer, asexual, bisexual, heterosexual (Que cada dìa quedamos menos ) o inspector de hacienda, eres mi herman@ y te quiero. Tal como eres. Tal como quieres ser.

    Así nos ama Dios. Y así debería amar la Iglesia.
    Al menos, yo así lo creo.

    • José Miguel Lertxundi

      ¿El papa lo deja muy claro? pues como siempre , mi remito a mi comentario en en el hilo:” JMJ Lisboa  2023, el discurso a los universitarios”.

      Quien lo deja muy claro son las conclusiones del  “Camino Sinodal alemán”:

      Como Iglesia, debemos respetar la forma en que cada uno concibe su identidad de género como parte inviolable de su ser imagen de Dios de una manera individualmente única». Y habida cuenta de que «la doctrina de la Iglesia y su ley, dada la definición de binariedad bajo la ley natural, no atienden a estas identidades», deben cambiar porque «no corresponden ni a la autocomprensión de las personas reseñada ni al estado de las ciencias humanas».

      Más Evangelio y menos magisterio y doctrina. Cómo poder soportar un magisterio, ya sea pontificio u ordinario, como infalible, que promueve una doctrina religiosa o moral irrevocable.

      • Antonio Llaguno

        El Sínodo alemán lo deja más claro porque toma partido con claridad y firmeza.

        El Papa no puede. Él también es el Papa de los tradis.

        Lo hace con sus gestos. Con esa frase. Nombrando cardenal al obispo auxiliar portugués. Diciendo que ni él puede juzgar. Interviniendo institutos y organizaciones ultra conservadoras. Acotando el poder del Opus cuyo superior mundial ya no será obispo por definición. Apartándose de lor jerarcas europeos y buscando en la periferias. Nombrando prefecto de la CDF al Tucho. Permitiendo que se invite a la JMJ a James Martín.

        Precisamente por ser el papa, tiene límites que el camino sinodal alemán no tiene.

         

        • José Miguel Lertxundi

          Pues que convoque un Concilio Ecuménico abierto a los laicos. Valentina y decisión, de buenas palabras y malas obras estamos ya cansados. Yo perdí toda esperanza hace muuuuchos años. Desde luego sin llegar a los extremos que indica la noticia a la que hago referencia, de hace algunos años, por honestidad.
          https://www.diariodemallorca.es/opinion/2011/08/09/curas-ateos-4034778.html
           

           

          • Antonio Llaguno

            Tú eres quien estácansado.

            Y es respetable. Otros sin embargo, no nos vamos a cansar de seguir luchando para que la Iglesia cambie, pero integrando a la mayor parte posible de cristianos católicos.

            Sé que yo no lo veré terminado. Quizás los hijos de nuestros hijos lo vean. Pero lo que sí sé es que estamos mucho mejor que solo hace 20 años y muchísimo mejor que hace 100.

            Y me consuela pensar que una millonésima parte de ese cambio fue gracias a mi actitud.

            Además, hay que distinguir entre la norma de la Iglesia y la conducta individual de cada católico. En el comportamiento individual es en lo que más se ha avanzado y la Iglesia cada vez tiene menos poder político y capacidad de presión, aunque haya sitios donde aún lo tiene y si no, léase el artículo de Antonio Duato sobre la muchacha peruana víctima de abusos, sólo le queda el ejemplo y cuando comprenda eso y se dedique a ser ejemplar, es decir a mostrar cuál es el camino del Amor de Dios, tendrá el asunto resuelto.

            Si los católicos, Todos, Todos, Todos, nos moviéramos por Amor al prójimo, que es la única manera de amar a Dios, no haría falta reivindicar ningún derecho.

            Eres libre de administrar tu esperanza como te plazca. Yo la mía, trató de administrarla sin prisa pero sin pausa. Que el día que me kas renga que ver, frente a frente con el Padre, Él me pueda decir: “Sacaste provecho de tus talentos, pasa ahora y disfruta”

             

          • José Miguel Lertxundi

            Antonio pues es tu decisión, muy respetable, pero mientras unos mantenéis esa paciencia y esperanza en los cambios, el catolicismo pierde cada año cientos de miles de feligreses en un proceso que está vaciando las misas, con una menguante y envejecida plantilla de curas, apenas hay religiosos/as y se cierran conventos y monasterios constantemente.  El último barómetro del CIS indica que un tercios  de ciudadanos que se reconocen como católicos, pero de ese tercio sólo un 45%  dice ser no practicantes.

        • Antonio Duato

          José Miguel:

          Estoy muy de acuerdo con los comentarios (fondo y forma) con que estás participando muy recientemente en ATRIO. Sobre todo con este último, resumen de muchas decisiones de Francisco que sin embargo no quiere traspasar los límites rojos que cree tener que respetar para no engreírse demasiado y coniderarse como Dios. Muy interesante lo que dice él en el vídeo parcialmente editado de la reunión que tuvo en Santa Marta con la Revista Vida Nueva, uno de los mommentos en el que le he visto hablar con más autenticidad y que me gustaría que alguien comentase más a fondo: Mira aquí: https://www.youtube.com/watch?v=_YOqz111GbA&t=10s

          Algunas decisiones que está tomando en esta acelerada -y espero que aún prolongada- consumación de su pontificado puedan cuajarse en más cambios. Él siempre ha creído más en procesos que en acciones puntuales. Parece que se planteó la decisión de nombrar Prefecto del Dicasterio de la Fe al obispo alemán Willemen -quien dijo que la Iglesia expulsó sin oírle a un verdadero profeta, Eugen Drewermann, enviado por Dios a la Iglesia a principios de este siglo para su propia reforma. ¡Demasié! Tal vez lo de Tucho sea una vía inntermedia en el proceso, que pueda aliarse con la teología critca alemana para fundamenter proceso verdadero de renovación. este es otro tema.

          Me desbordo. Por eso escribo poco. Me vienen recuerdos y asociaciones… La añoranza de Moltmann por la Teología de la Liberación, la formación en teología fundamental crítica de muchos de los teólogos de la Liberación que quedaron después aparcados frente a la urgencia revolucionaria de acompañar los procesos de liberación.

          En definitiva el drama de Francisco apresado entre los dos términos de su lema. Miserendo (empatía ante relatos de personas, sea el transgénero que le visita con su señora o el que escribe con la colaboración de un vasco poeta el libro “Hermanito“) y el eligendo, que supone acertar en la elección de personas y línea teológicas donde con frecuencia se ha eqivocado pero donde ahora lo veo más lúcido y decidido.

          Veremos… Pero no nos abandones, Joé Miguel (tampoco Mónica) que me alegro mucho haberos encontrado pro este ATRIO que es ya vuestro, aunque seáis de los más recientes.

          • José Miguel Lertxundi

            Muchas gracias Antonio:

            Yo soy el que se alegra de haber encontrado un espacio serio y profundo para el debate de unos temas que me interesan. Buenos artículos y excelentes contertulios.

            Un abrazo.

          • ana rodrigo

            José Miguel, yo también, como una de las más veteranas en atrio, me alegro de tu participación en este atrio de encuentro. Llevo muchos años participando con mis aportaciones sencillas y, no por eso, menos firmes, desde mi reflexión constante sobre propuestas enriquecedoras para caminar, como decía Galdeano, persiguiendo esa utopía de un mundo mejor.

            Es verdad que, en ocasiones, también en atrio, se produce alguna tensión en nuestro intento de diálogo respetuoso, pero en general a mí, atrio, me ha aportado mucho crecimiento personal leyendo lo que aquí se propone y lo que se comenta, aunque sea desde la discrepancia. Gracias por lo que has escrito hasta ahora. Un cordial abrazo.

            ¡¡¡¡Mónica!!!!!, por fa, no te nos pierdas. Un beso

          • José Miguel Lertxundi

            Gracias a Ana, espero y deseo poder exponer ideas y opiniones contigo y con  todos los participantes de Atrio.

            Un abrazo.

  • Isabel

    José Miguel Lertxundi, qué derechos son esos que sugiere les faltan a los denominados trans?

    • José Miguel Lertxundi

      Que se les reconozcan sus derecho  a la libre determinación de la identidad de género y su despatologización.
      https://www.boe.es/buscar/act.php?id=BOE-A-2023-5366#:~:text=Ayuda-,Ley%204%2F2023%2C%20de%2028%20de%20febrero%2C%20para%20la,de%2001%2F03%2F2023.

      • Isabel

        Nadie puede autoidentificar su edad, nacionalidad, situación de discapacidad… por simple lógica. Pero sí se puede cambiar a voluntad cada seis meses la identidad de género y el apunte registral de sexo por el solo sentir. O sea que quieren y van consiguiendo derechos especiales. Eso se llama discriminación, la diferencia de derechos entre colectivos.

        • José Miguel Lertxundi

          Un derecho no es algo que alguien te da; es algo que nadie te puede quitar. Luche por los derechos que usted crea que le corresponde y no censure los que otros han conseguido.

        • Antonio Llaguno

          Y si uno quiere cambiar su identidad sexual, no cada 6 meses sino cada 15 días… ¿Cuál es el problema?

          • José Miguel Lertxundi

            A ver si los leemos la Ley. La reversibilidad será posible una vez transcurridos seis meses, cuando la persona puede volver a recuperar el sexo legal anterior. Una tercera vez ya solo será posible por vía jurisdiccional.

          • Antonio Llaguno

            Si es que para cambiar de identidad sexual lo de menos es la ley.

            Además, aquí no hablamos de lo que la ley española, que es de las más abiertas del mundo, diga sino de lo que la Iglesia Católica considera o no pecado, que no tiene nada que ver con la legalidad.

            Si yo hoy soy sexualmente “fluido”, dentro de 6 meses asexual o bisexual y dentro de un año mantengo una relación amorosa conyugal con 3 mujeres y otro hombre (Poliamor)…. ¿Qué tiene que decir la ley, aparte de cerrar la boca?

            España es un paraíso, legalmente hablando, comparando su legislación con el resto del planeta; pero la Iglesia trata de conciencias no de leyes y en conciencia son las mentalidades lo que hay que cambiar.

            Y el mundo LGTBIQ+ lo está cambiando de la manera mas eficaz: Por que sí y si persisten en la Iglesia comportamientos homofobos, apooráfobos (Casa día más abundantes) o gordófobos, pues como con los abusos, denuncia civil o penal y que hable la justicia.

  • José Miguel Lertxundi

    El sexo biológico (masculino o femenino) se asigna cuando nacemos, según nuestros genitales y cromosomas. Cada espermatozoide tiene un cromosoma X o un cromosoma Y, los óvulos tienen un cromosoma X. Cuando el espermatozoide fertiliza un óvulo, su cromosoma X o Y se combina con el cromosoma X del óvulo. Una persona con cromosomas XX por lo general tiene órganos reproductivos y sexo femeninos, por eso, usualmente se le asigna el sexo femenino biológico al nacer. Una persona con cromosomas XY por lo general tiene órganos reproductivos y sexo masculinos, por eso, usualmente se le asigna el sexo masculino biológico al nacer. Ahora bien, puede que no coincida con lo que sucede dentro de su cuerpo, con cómo se siente y cómo se identifica, ahí está el género, mucho más amplio y complicado que el sexo asignado al nacer.  El concepto de género incluye los roles de género que son las expectativas que tienen la sociedad y las personas sobre los comportamientos, los pensamientos y las características que supuestamente corresponden con el sexo asignado de una persona. Cada cultura tiene estándares sobre la forma en que las personas deben comportarse según su género. Por lo general también es “masculino” o “femenino”. Sin embargo, en lugar de estar relacionado con las partes del cuerpo, tiene que ver con cómo se espera que te comportes según tu sexo. La identidad de género se trata de cómo te sientes tu mismo en relación a tu género y cómo lo expresas. Hay enfermedades distintas derivadas  del sexo biológico, pero también a la interacción entre lo psicosocial y lo biológico. Los factores psicosociales conllevan a estas diferencias derivadas de los estereotipos.

    Pero que ganas de seguir marginando a personas, que piden unos derechos y que en nada interfieren en el derecho de los demás y de su binario género, la transfobia es una extensión de la homofobia y la misoginia.

  • Isabel

    Te agradecería, Mónica, que en lo sucesivo, evites darme consejos y recomendaciones que no te he pedido. Mi tranquilidad y mi vehemencia son mías y no tienes permiso para inmiscuirte y opinar sobre ellas.

  • José Miguel Lertxundi

    Como Iglesia, debemos respetar la forma en que cada uno concibe su identidad de género como parte inviolable de su ser imagen de Dios de una manera individualmente única». Y habida cuenta de que «la doctrina de la Iglesia y su ley, dada la definición de binariedad bajo la ley natural, no atienden a estas identidades», deben cambiar porque «no corresponden ni a la autocomprensión de las personas reseñada ni al estado de las ciencias humanas».No puedo estar más de acuerdo. La Iglesia alemana sí avanza, sí quiere cambiar.

  • Enrique

    Deseo sugerir un libro que me parece sumamente valioso para contribuir a clarificar toda esta cuestión (aunque tal vez adolece, en ocasiones, de exceso de belicosidad y de falta de matizaciones en temas importantes). Sus autores son los profesores de psicología José Errasti y Marino Pérez Álvarez. El libro se titula: “Nadie nace en un cuerpo equivocado. Éxito y miseria de la identidad de género” (Ediciones Deusto).

    A pesar de lo que el título pueda sugerir -esa expresión es utilizada por el obispo Munilla y grupos de la ultraderecha-, está escrito desde la izquierda y desde la perspectiva del llamado “feminismo histórico”.

    Los autores abordan la debatida cuestión de la “identidad de género” desde diferentes ángulos (filosofía, antropología, psicología…), con lucidez y rigor. Y se preguntan cómo la izquierda autodenominada “progresista” -añado yo: tanto política como religiosa- ha podido comprar el discurso neoliberal de la “ideología de género”, de una manera tan acrítica y dando muestras de una ciega “candidez”.

    Dejo también una crítica radical, si no furibunda, que Sergio Morales hace de ese libro:https://cienciasdelsur.com/2022/08/11/5-criticas-nadie-nace-en-un-cuerpo-equivocado

  • José María Valderas

    Estamos lejos, tal parece, de aclarar conceptos y términos.

    El hilo iba en su origen de sexualidad y catolicismo. Entiendo que de la visión moral del ejercicio de la sexualidad, desde una perspectiva católica y, en última instancia, desde una perspectiva de moral de virtudes. Así se entiende la moral que se basa en la ley natural. Se insiste en la distinción entre género y sexo, es decir, entre un constructo psicosocial y un determinismo biológico. No hay mayor determinismo que la constitución genética. Las enfermedades monogenéticas, por ejemplo, en cuanto hereditarias, se sufren, salvo que en un diagnóstico preimplantacional se detecten y se someta ingeniería genética, a edición genómica. Cuando no se trata de un gen, sino nada menos que de un cromosoma, el grado de determinismo es total. Inapelable. O se es varón o se es mujer, en biología o se es macho o se es hembra. Los constructos son creaciones humanas. Obedecen a múltiples causas. Algunas pueden tener cierta base fenotípica. Un grado de biologísmo todavía por descubrir. Pese a los muchos estudios neurológicos y endocrinos llevados a cabo.

    Un tercer factor a considerar son las “autoridades”. En ciencia no hay autoridades. En el desenvolvimiento social, sí. Por ejemplo, la OMS. Este organismo ejerce una suerte de centro de referencia, pero su dictamen tiene el peso del respaldo científico que le asista. Lo mismo vale para las organizaciones colegiales nacionales (psiquiatría, etc.) No quiere ello decir que el dictamen no sirva de punto de orientaación, ni que el aval sea endeble. Si me permiten una cita personal, la definición de comorbilidad de la OMS la creó mi hijo, que ha dedicado al tema decenios y ha trabajado para la OMS en la revisión de los planes sanitarios de muchos países del Tercer Mundo.

    Que una entidad quite del vademecum lo considerado hasta entonces un trastorno psiquiátrico no quiere decir que no sea un trastorno psiquiátrico. Es que en la correlación de fuerzas ha dominado los contrarios a la consideración patológica, para entenderlo como una variante más de la normalidad. Pero lo concerniente al texto es la moral de la expresión “genérica”, es decir, en razón del género, de la sexualidad. Hablar de tolerancia e intolerancia puede llevarnos a John Locke y desviar el quid de la cuestión, que no es otro que, por ejemplo, si la práctica del poliamor es moral o amoral, el adoctrinamiento de los niños en prácticas sexuales contrarias a su morfología es moral o amoral, y así por demás.

    La moral debe basarse en la razón, a partir del principio general autoevidente de que el bien ha de perseguirse y el mal evitarse. El determinismo social tiene un largo historial en medicina (forense), sociología y filosofía (moral). Y no se limita al ejercicio de la sexualidad, sino a todos los ámbitos de la ética. Cuántas veces han escuchado los jueces “no pude evitarlo (el robo, el homicidio)”, “era como si una fuerza interior me impulsase” y otras de semejante tenor. Pero el determinismo, cualquiera que sea la forma que se sienta, no justifica la ética de un acto, a lo máximo puede servir de atenuante.  

  • Isabel

    Pondré un trozo puesto que no se abre el enlace a la entrevista: El Tribunal Constitucional Federal ha dictado varias sentencias sobre transexualidad e intersexualidad, que tratan del concepto de sexo. La sentencia de 2017 dice: “En las ciencias médicas y psicosociales, existe un amplio acuerdo en que el sexo no puede determinarse o incluso producirse únicamente sobre la base de características genéticas-anatómicas-cromosómicas, sino que está codeterminado por factores sociales y psicológicos”. ¿Qué tiene que decir la bióloga y premio Nobel al respecto?

    Esto es una tontería. Cómo te sientes puede ser cambiado por circunstancias sociales y psicológicas. Pero no el sexo biológico. Esto también es completamente indiscutible donde la ciencia se lleva a cabo realmente.

    Después de todo, esta formulación proviene de la Asociación Médica Alemana. 

    Tú también pareces estar un poco confundida: la distinción entre sexo y género. Por supuesto, hay un rango en el género, el sexo social, mientras que en el sexo biológico solo hay mujer o hombre. Fin. 

    • Monica

      Isabel  no hace más que incidir en lo ya expuesto, lea pausadamente y reflexivamente lo que he escrito sobre sexo y género y en lo que coinciden mis referencias y las suyas. No debía haber seguido el diálogo por cuestiones que ahora entiendo. Isabel no se siente molesta por opiniones o por normas y leyes, es importante mantener la tranquilidad, relativice toda esa información que recibe,  que no le produzca estrés. Su apasionamiento y compromiso con la defensa de su postura e idea es muy loable, pero no se deje llevar por lo impulsos. 

  • Isabel

    Recurso facilón ese de achacar causas religiosas a las críticas al transgenerismo.Pero resulta, Mónica, que terraplanista te estás mostrando tú. No es mi opinión, es la de la bióloga del desarrollo premio Nobel de medicina Christiane Nüsslein-Volhard :   
    ¿”Muchos géneros? ¡Qué sinsentido!”</strong> https://www.amandafamilias.org/post/muchos-géneros-que-sinsentido

  • Isabel

    “El debate es estéril…” circunscrito a opiniones… claro, hay que contar con la “lección magistral” de Mónica. ¿Y luego que hacemos con eso? Pues callar como ovejitas, cómo se va a poner en cuestión al Ilustre Colegio de Médicos y a la OMS!  ¿Que decide la autoridad que ya no somos madres sino “progenitor gestante”? Estupendo, acatando. ¿Qué la palabra mujer se intenta sustituir por “persona menstruante? No pasa nada.Cómo va a tener una criterio propio con las informaciones que recibe! Y es que estas ilustres instituciones no cuentan esto que algunas conocemos, entre otras muchas situaciones. https://medicinaresponsable.com/actualidad-sanitaria/primera-denuncia-contra-sanidad-publica-de-trans-arrepentida https://feministes.cat/es/publicaciones/informe-transit-cataluna-2022 Con esto y mucho más yo Opino, me mojo, tomo partido en las cosas que suceden y encuentro escandaloso que la sociedad en pleno y por supuesto la Iglesia no clamen contra estas aberraciones. Indiferentes, condescendientes, con apoyo explícito, y en eso de la “diversidad”, algunos como yo, que no soy “tibia”.

  • Isabel

    Mónica: “Género: es la construcción sociocultural que determina el concepto de mujer, hombre y de otras categorías no binarias o normativas, que se refiere a la manera en que la sociedad cree que tenemos que vernos, pensar y actuar como tales. Identidad de género: hace referencia a la manera que tiene cada persona de identificarse independientemente de su sexo biológico.”Pero vamos a ver, Mónica, que las personas no somos un concepto ni una idea abstracta. No puede determinarnos una construcción sociocultural. Somos seres biológicos bien concretos y lo que nos determina es el genoma de cada una de las células del organismo humano,  sexuadas con sus cromosomas. Esto determina el carácter binario obligado de cada individuo: o es hombre o es mujer. Y tanto da que alguien se sienta no binario o cualquier otra cosa, no hay más de dos categorías humanas, hombre y mujer. A partir de ahí, que cada cual elucubre lo habido y por haber sobre su SER, se vista como quiera, se exprese como le parezca, se acueste con quien quiera o pueda, pero que no hagan comulgar a todos los demás con ruedas de molino, que la expresión de género no te hace hombre o mujer. Si insisto no es por afán de discutir, sino por las implicaciones sociales que tiene que por su mero sentir cualquiera pueda cambiar su apunte registral de sexo, que es lo que hacen, que el Registro no hace apuntes de sentires subjetivos. Y tu escrito, pues es el relato generista  sistémico de lo que dice que hay que creer tal y cual autoridad. Creer. Sin más argumento que así es si él o ella así se sienten. Creer que el sexo es indiferente, que lo que nos determina es el género. Y creer bajo pena de anatema y multa a quien ose decir que el rey está desnudo.

    • Monica

      Es difícil y es mi última intervención, porque parece que escribo para nada  el sexobiológico al nacer se refiere al  cuerpo: la biología, la anatomía y los cromosomas. Mientras que el género es el conjunto de expectativas, estándares y creencias que tiene la sociedad sobre cómo deben comportarse los hombres y las mujeres. Es común que se confundan el sexo, el género y la identidad de género Sin embargo, son cosas diferentes. Comprendo la defensa de las Iglesias cristianas al respecto, respetables pero fuera de toda razón científica, es como negar que la tierra es redonda. Menos intolerancia  en un debate que nadie cuestiona. He de indicar que en ningún momento he expresado mi opinión, solo indicó  lo que la ciencia y las instituciones manifiestan al respecto. Isabel le recomiendo que su vehemencia, y sus respetable opiniones las centre en otro ámbito más decisorio.

      • ana rodrigo

        Mónica, coincido contigo en lo que expones respecto a la identidad de cada persona, identidad que no es un capricho, ni una elección, es que se ES, y punto, nadie tiene derecho a arrebatárselo a nadie. El mejor libro y la mejor ciencia  sobre estos temas, es conocer y escuchar a personas implicadas, -aunque sólo sea una en esto que debatimos aquí-, (a mí me ha servido mucho conocer personas que han sufrido mucho para ser ellas mismas) -. Y con el avance de la ultra política en el mundo vamos a peor. Lo que ahora incluimos en el colectivo LGTBQ y más, han existido desde que existe la humanidad, el negarlo no ha hecho desaparecer la realidad. Al igual que en los países que hasta los condenan a muerte, nadie elimina su identidad ni siquiera ante la muerte o la cárcel o las torturas. Es como si a mí, que me identifico como mujer hetero, me obligaran, por ley civil o por moral religiosa, o por prejuicios sociales, a que me identificara como hombre.

        Han pasado demasiados siglos, demasiados sufrimientos y demasiadas luchas para conseguir respeto por la PERSONA, sea del sexo, del género, de la raza, de la religión, por cuestiones económicas o políticas, sociales, sexuales, de género, etc., como para que pongamos en peligro estas conquistas.

        Hasta hace poco existieron exclav@s, se marginaba a mujeres solteras, a divorciadas, a empobrecidas y un sin fin de etcéteras. Toda persona que no es como cada cual la concibe, aún se la mira “por encima del hombro”, como seres inferiores, queriéndoles negar el derecho más elemental que es la igualdad. Hagamos de la igualdad de los seres humanos un lema personal y social, político, civil y religioso.

        En lo que respecta a las mujeres lo tenemos crudo, se nos niega hasta la existencia sólo por ser mujeres; este año se han producido 33 mujeres asesinadas y otras dos que parece que también lo son. Perdón, pero es que negar la dignidad y hasta la vida a las mujeres, es horrendo, y esto mismo lo digo de los otros colectivos de los que estamos hablando.  Me da igual que lo diga quien lo diga autoconsiderándose una autoridad intelectual o de cualquier otro tipo.

  • Antonio Llaguno

    Ayer escribí un comentario que por algún error mío no entró.Me alegro. Hoy tengo noticias nuevas que agravan mis planteamientos.Empezaré diciendo lo de ayer. El ” problema” no es la moral sexual católica. La moral sexual católica lleva siendo la misma desde siempre y muchos llevamos en conflicto con ella muchísimos años. Ni tampoco la ideología de género, con el obispo Munilla, de infausto recuerdo en Donosti y conocido por tratar de “curar la homosexualidad ” con terapias dudosas en las que implicó incluso a un obispo, ya dimitido (El de Solsona) y que junto a Sanz Montes, Reig Pla y el sempiterno Rouco Varela, conforman el ala más conservadora de ka CEE.El problema al que se enfrenta la Iglesia es, ¿Qué Iglesia queremos dejar a nuestros hijo p nietos? Una inquisitorial, cerrada, basada en la adhesión incondicional a una doctrina que no tiene 2.000 años como dicen los tradis pero si 500 y está basada en conceptos medievales de Dios y el mundo; o una Iglesia abiertaa TODOS, en salida, que no juzga (Deja esa opción a Dios), y que en vez de en la adhesión está basada en el encuentro.Esta JMJ, y ahora vienen las nuevas noticias, ha sido un ejemplo de lo que se nos vienen encima. Ha sido una propuesta eclesial que ha contado desde el principio con la oposición de centenares de representantes del ala más dura de la parte más retrógrada de la Iglesia. Baste como ejemplo el video que presentó en un artículo Antonio Duato, pero creedme, no es de los más duros. Hay algunos “apologetas” que están diciendo verdaderas barbaridades e incluso algunos obispos y cardenales han recomendado a los jóvenes no asistir.Hoy, además, leo en Religión Digital que en la JMJ se trató de impedir el acceso a jóvenes LGTBIQ+, ayer en misa (Celebrábamos el aniversario de mi suegro) el cura quitó importancia a  “un grupo de jóvenes en la JMJ cantando el cara al sol”.Y además, hoy dimite el portavoz de VOX (Espinisa de los Monteros) y El Mundo y Prisa afirman que es por el triunfo en VOX del ala más religiosa y próxima al Yunque, encarnada en Buxadé, ex candidato al congreso por la Falange Española Autentica y muy cercano al Yunque desde el Foro Catalán de la Familia del que es presidente. Con eso se consuma la defenesteacion del ala menos dictatorial de VOX (Si es que eso existe). Cuando leo la homilía del Papa lo que veo es un pastor “desesperado” que ve la deriva de su rebaño y empieza a constatar que esto no se va a concluir sin lucha. Y que los más involucionistas se están preparando para pelear, y ellos se tienen por soldados, se entrenan para la batalla. Y la van a dar.El papa está tratando de modelar la nueva curia con cardenales que entiende la Iglesia como el pueblo formado por todos los seres humanos y no como el club exclusivo de quienes se consideran perfectos.Es el futuro más próximo y nos va a exigir tomar partido. Ya no descarto un cisma. Están dispuestos a ello si el próximo Papa sigue el camino de Francisco (A Francisco ya lo dan por amortizado).Y ya sabéis lo que dice el Apocalipsis de “los tibios”.

    • Monica

      Antonio entiendo tu preocupación, y es lógico que la expreses en este foro, pero en una sociedad laica, independiente de cualquier manifestación religiosa, no solamente de la Iglesia católica, sino de cualquier otra, en donde  el sujeto no es la religión, poco o nada importa. En nada a transcendido el viaje del Papa y la JMJ, cada vez es un grupo más reducido, y lo que diga la iglesia católica se queda entre sus creyentes y prosélitos. Existe cada vez  una menor valoración social de  la iglesia católica, el creerse con la primacía de los valores morales va en contra de el principio democrático de libertad de conciencia. La intolerancia religiosa se manifiesta en un rechazo hacia creencias u opiniones distintas. La tolerancia religiosa, pues, resulta fundamental para la vida en sociedad. Asimismo, la tolerancia significa que nadie tiene derecho a imponer sus creencias u opiniones a los otros, o a obligar a los demás a observar y acatar los mismos principios que dicta su doctrina . La intolerancia siembra la contención; pero la tolerancia elimina la contención y es la llave que abre la puerta al entendimiento, como indica la Biblia. 

       

      • Antonio Llaguno

        Tolerar, Mónica, implica ponerte por encima del tolerado. Considerarte superior.

        Yo no quiero tolerancia, yo quiero respeto, que implica reconocer que el otro puede tener parte de razón y yo puedo no tener la verdad absoluta.

        En cuanto a la trascendencia de la JMJ, discrepamos. Yo, que he colaborado en la organización de algunos eventos similares, aunque más locales, te aseguro que convocar a millón y medio de jóvenes a una misa no es nada fácil. La Iglesia Católica sigue teniendo una representación importante.

        Pero aunque no la tuviera. A mi, te lo aseguro, no me  preocupa lo más mínimo la aceptación ciudadana o la protección legal del colectivo LGTBIQ+. Ya se defienden ell@s solit@s y lo hacen bastante bien. A mi lo que me preocupa es la deriva de una Iglesia a la que, aunque sea de forma heterodoxa, pertenezco.

        Y el autor, escribió un artículo sobre la moral sexual católica, por lo que es ese ámbito al que me ciño.

        Como valore, “la gente” a la Iglesia Católica me trae al fresco. Lo que me importa es en primer lugar, cómo la valoro yo y hasta que punto me siento parte de la misma; en segundo, es como la puede valorar Dios (Puesto que como yo sí creo en Él, me preocupa hasta que punto estamos siendo signos y portadores de su amor) y en tercer lugar, qué es lo que exige esta situación a un cristianó hereje comprometido con su fe, como un servidor.

        Lo que abre la puerta al entendimiento no es la tolerancia, es el respeto. Porque sin respeto no puede haber encuentro y din encuentro no puede haber diálogo.

        Y ese respeto es lo que yo ( Y no pretendo que nadie más lo comparta ) es lo que yo creo que pide el Papa.

  • Monica

    El debate es estéril si lo circunscribimos a opiniones desde una determinada ideología o creencia religiosa, que es respetable, pero trae el peligro de imponer una visión determinada y parcial. Todas las definiciones referidas  parten del mismo concepto, por lo que no entiendo la confusión, salvo que se quiera polemizar o exista una falta de entendimiento en el lenguaje o en la comunicación. Tampoco veo adecuado insistir en un diálogo  cuando existe descalificación. No creo que tanto el Gobierno español, la OMS, y los diferentes comités científicos tengan un lío sobre la identidad de género, yo solo hago referencia a los que indican estos organismos.

    Por último la Asociación Médica Colegial indica que: Según la Organización Mundial de la Salud la identidad de género es “la vivencia interna e individual del género tal y como cada persona la experimenta, la cual podría corresponder o no, con el sexo asignado al momento del nacimiento, incluyendo la vivencia personal del cuerpo y otras experiencias de género como el habla, la vestimenta o los modales”. La identidad de género hace referencia a la forma individual e interna que tiene cada persona de vivir con su género, que puede ser independiente del sexo con el que se nace y de la orientación sexual que se tenga. Es un concepto que está relacionado con cómo vivimos y sentimos nuestro cuerpo y cómo lo reflejamos en el ámbito público. En este sentido, la identidad de género es independiente de la orientación sexual e incluye las formas en las que una persona se autodenomina y presenta frente a las demás. Por otro lado, también incluye la libertad de modificar la apariencia o la función corporal a través de roles sociales de género, técnicas médicas, quirúrgicas o de otra índole.

    ¿Qué relación existe entre sexo biológico, género e identidad de género?La identidad de género se relaciona con el concepto de género, en el sentido que el género es el rol social asignado a una persona en función de su sexo de nacimiento. Puede coincidir que la persona se sienta o no identificada con el género asignado al nacer. Resulta fundamental diferenciar estos conceptos para no confundirlos. Sexo biológico: hace referencia a las características biológicas y físicas utilizadas tradicionalmente para asignar el género al nacer (genitales externos e internos, niveles hormonales, órganos reproductores…). Género: es la construcción sociocultural que determina el concepto de mujer, hombre y de otras categorías no binarias o normativas, que se refiere a la manera en que la sociedad cree que tenemos que vernos, pensar y actuar como tales. Identidad de género: hace referencia a la manera que tiene cada persona de identificarse independientemente de su sexo biológico.

    ¿Qué tipos de identidades de género existen?
    Dentro de la identidad de género, existen diferentes tipos:Personas cisgénero: son las que se identifican con su sexo y género asignado al nacer. Personas transgénero: son las personas que no se identifican con su género asignado al nacer o con su propio sexo. Aquí podemos encontrar: transexuales, travestis, queer, género fluido, género no binario, transformistas, entre otros. Personas agénero: son las personas que no se identifican con ningún género.   En este sentido, hay personas transgénero que, al no sentirse identificadas con su género, solicitan un cambio o reasignación de sexo. El tratamiento en estos casos consiste en una cirugía de reasignación o confirmación de género.

    ¿Qué es la cirugía de confirmación de género?
    La cirugía de confirmación de género es una intervención que tiene el objetivo de conseguir armonía entre el género y el sexo, adaptando los genitales de nacimiento al sexo deseado mediante cirugía de reconstrucción y tratamientos hormonales. Esto permite obtener mejoras en la salud psíquica y social de algunos pacientes transgénero. <a></a>¿En qué casos está indicada?Está indicada en personas transgénero que cumplan los siguientes requisitos:Ser mayor de edad. Tener apoyo psicológico para certificar que se trata de un proceso real de transexualidad. Disponer de un certificado de diagnóstico de transexualidad, acreditado por un psiquiatra. Haber recibido tratamiento hormonal durante 9 meses, por indicación de un endocrinólogo. Firmar un consentimiento informado del procedimiento.

  • Isabel

    La definición anterior es de la OIT, esta siguiente es feminista: “Se entiende por género la construcción social y cultural que define las diferentes características emocionales, afectivas, intelectuales, así como los comportamientos que cada sociedad asigna como propios y naturales de hombres o de mujeres.” Además de ser una categoría relacional es también política al ser opresor el género tanto para hombres como para mujeres, si bien las mujeres nos llevamos la peor parte. Las normas establecidas se pueden modificar, variar en el tiempo, pero siempre son sexistas (una de sus funciones y principal es mostrar que hombres y mujeres somos más diferentes que similares) discriminatorias para con las mujeres y opresoras para ambos (hombres y mujeres) Siempre y en todo tiempo y cultura.¿Cómo se puede dudar de que esas normas y estereotipos creados para hombres y mujeres (DOS) sean DOS? Si bien al contrario que el sexo el género no es completamente fijo, nadie o casi nadie seguimos exactamente todas las normas ni comportamientos que nos atribuyen como propios de nuestro sexo, al menos en nuestra cultura. Pero eso no quita que existen dos tipos de normativas construidas, para hombres y para mujeres. Soy tontísima pensando que el señor Martínez Gordo o los obispos alemanes pueden entender qué es género, cuando toda una señora médica se hace lío con si no habrá cinco, 137 ó 43,5. Y esta vez no voy a decir perdón ni lo siento, ya lo he hecho en demasía y eso también es por género. Y lo dejo.

  • IIsabel

    [Nota del moderador a 0:51 del lunes: Este comentario estuvo retenido durante dos horas por un error de Isabel que puso su nombre con dos “I”. Lo advierto porque tratándose de un diálogo puede ser interesante tener en cuenta este retraso en la publicación. AD]

    Me vas a perdonar tú a mí, Monica, pero género no es lo que dices. “ Género: conjunto de características psicológicas, sociales y culturales (creencias, rasgos personales, actitudes, valores, conductas y actividades) socialmente asignadas a las mujeres y a los hombres”Con una característica importantísima: es una categoría relacional hombres mujeres, mostrando las diferencias de acceso y distribución del poder y de los recursos entre ambos. 

    • Monica

      Sí es una construcción  social, binaria, sobre funciones y atributos y que cada sociedad considera apropiada  para los hombres y las mujeres, la definición del término puede variar dependiendo del tiempo y del lugar. España  reconoce 37 géneros y 9 orientaciones de cuáles, la ONU reconoce cinco géneros. En fin, es un tema largo de tratar. Yo soy médico y las identidades de género no son mi tema

  • Isabel

    Ya puestos en la sección libros del domingo, dejo uno [El género del cerebro: La nueva neurociencia que destruye el mito del cerebro femenino] de Gina Rippon (Bodley Head, 2018)  

  • Isabel

    Respecto al artículo. Es incomprensible que para hablar de moral sexual, para defender la igual dignidad y derechos de todas las personas, se asuman y propaguen como ciertos y científicos postulados que son todo lo contrario: anti científicos. En la tercera consideración. Sobre cómo vivir la sexualidad: pues hay tantas formas como personas existimos, digo yo. Respetables todas ellas es otro cantar. Y para decir eso sobra confundir mezclando las tres opciones sexuales con la asexualidad, que se manifiesta según dicen en mil formas y gradaciones (les invito a ver asexualidad en la wiki) como si las diferentes combinaciones posibles dieran lugar a otras tantas opciones sexuales. Pero no es así. Cualquier vivencia sexual hombre o mujer con otro otra sea cualquiera su grado de sexualidad o asexualidad, solo puede estar dentro de las tres opciones sexuales posibles, puesto que solo hay dos sexos. -El sexo en la especie humana es binario. Las llamadas intersexualidades son Anomalías en el desarrollo sexual y por supuesto que hoy día la ciencia puede establecer qué intersexuales son hombres o mujeres con determinados anomalías. Son hombres o mujeres, no sexos diferentes o intermedios. No hay variantes de sexo, de vivencias todas las que se quiera. Y por último lo habitual, persona transgenero por sus sentires profundos y la falacia del “sexo asignado al nacer” como quien te asigna un nombre.Todo en la misma dirección, devaluar e incluso anular el sexo y hacer del género y su adhesión a él la medida de sí eres hombre o mujer.Ustedes me van a perdonar, pero nunca imaginé que pudiésemos llegar a algo tan carca y reaccionario.

  • Isabel

    Estoy muy de acuerdo con el señor Valderas en que lo primero que deberíamos hacer es clarificar conceptos, qué queremos decir con los términos dada la evidente confusión existente.  Género (estereotipos hombre-mujer) no es sexo. Se utiliza indistintamente al punto de que bajo el paraguas “trans” caben por igual transexuales y trans géneros como si fuesen lo mismo, ocupando los últimos poco a poco el lugar predominante en el discurso. Con perjuicio para los transexuales, ya que estos sí padecen alguna alteración del desarrollo sexual o disforia de sexo grave que lleva a la transición química o quirúrgica para su adaptación dentro de lo posible. Necesitan atención.   La OMS sacó la transexualidad de la lista de trastornos mentales en 06/2018. Y lo llevó en la actualización de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11) a un epígrafe nuevo: “condiciones relativas a la salud sexual” y a denominarlo “incongruencia de género”.   El problema es que si despatologizas algo le niegas la posibilidad de tratamiento, porque ¿cómo vas a tratar médicamente lo que no es patología? Y aquí los transgeneristas rizan el rizo e igualan con la atención del embarazo, que no es una patología pero sí lleva atención médica.   Como en otros aspectos, caen en el error de no ver que el embarazo no precisa de un tratamiento especial salvo que surja una complicación, mientras la transición de sexo sí o sí conlleva una actuación médica severísima e hipercontrolada. Y un seguimiento (hormonal) de por vida.   Esta “despatologización” tendrá efectos muy graves sobre los auténticos transexuales, que sí necesitan ayuda médica para una cirugía u hormonación para solucionar una ADS.  Y luego están otras VÍCTIMAS, los menores. Los que por no adaptarse a los estereotipos de género, se embarcan en tratamientos perjudiciales para toda la vida aconsejados por malos profesores, familiares, activistas, psicólogos y tantos como se suman a este carro “trans”.

    • Monica

      Las patologías señala una causa específica de la alteración en el estado de salud. Hay un motivo concreto que genera dicho cambio y que tal motivo es de tipo biológico. El trastorno, es un concepto más amplio y que no presenta una causa orgánica determinanante.

      Lo que se trata son los trastornos psíquicos que pudieran derivarse de reconocerse y aceptar su transexualidad.

      Y aquí lo dejo, desgraciadamente mi tiempo es muy limitado, y mañana sigo con mis consultas que me llevan todo el día.

       

      • Monica

        Olvidé indicar que  Hay  un boom, un incremento exponencial de adolescentes que dicen ser trans, muchos por moda, y no lo son. Se puede tratar como una incongruencia de género, aunque yo lo sigo considerando una disforia  de género, y sobre la Ley trans,  la considero muy confusa y posiblemente negativa. Indicar también el peligro en adolescentes, aunque la edad cronológica no es, en ocasiones, igual a la edad mental con unas capacidades cognitivas más maduras y desarrolladas.

  • Isabel

    Querida Mónica,Me quedó patidifusa leyendo esto: “ le pueden asignar el género femenino al nacer,…”  Pero si es el sexo y no se asigna sino que se constata, ¿cómo el género? Cuando el o la médica inscriben a un nacido hombre o mujer no le están asignando roles, comportamientos, expectativas ni “sentires profundos” que pudiera tener el bebé. ¿O sí?Por muy repetitiva que sea, insist, GÉNERO NO ES SEXO.

    • Monica

      Perdón por mi error, quise decir “ se le asigna el sexo, no el género”. El sexo viene de la naturaleza, el hombre-mujer biológico, mientras que el género es lo que cada persona se siente como individuo, 

  • Monica

    Ben Barres, más allá, de investigar  sobre las células gliales, la otra mitad de las células del cerebro, así como las neuronas, que tienen sus propios mecanismos para generar señales electroquímicas y que también están provistas de receptores para los neurotransmisores, un hecho clave para entender cómo ellas envían y reciben mensajes, que se viene demostrando desde las investigaciones de Ramón y Cajal, lo que sí denunció fue la discriminación en el ámbito de la investigación científica entre hombres y mujeres, no sobre su género. 

  • Monica

    Sr Valderas  Peter Robin Hiesinger es una excelente divulgador científico, yo he leído Self-Assembling Brain” y me parece apasionante, tampoco nada nuevo para los que nos dedicamos y nos apasionamos por el cerebro. Cómo se convierte una red neuronal en un cerebro, pues mientras los neurobiólogos investigan cómo la naturaleza logra esta hazaña, los informáticos interesados ​​en la inteligencia artificial se esfuerzan por lograrlo a través de la tecnología.

  • Monica

    Evidentemente una disforia de género no tiene en absoluto qué ver con ninguna patología cerebral. Disforia de género es el término para una profunda sensación de incomodidad y aflicción que puede ocurrir cuando su sexo biológico no coincide con su identidad de género. En el pasado, esto se denominaba trastorno de identidad de género. Por ejemplo, le pueden asignar el género femenino al nacer, pero se puede tener inactivo sensación interna profunda de ser un hombre. En algunas personas, esta discordancia puede ocasionar una grave inconformidad, ansiedad, depresión y otras afecciones de salud mental, de ahí que se pueda tratar con terapia conductual, terapia hormonal y cirugía.

  • Monica

    En las personas trans existe una disforia de género, que  es la sensación de incomodidad o angustia que pueden sentir las personas cuya identidad de género difiere del sexo asignado al nacer o de las características físicas relacionadas con el sexo, por lo que  pueden presentar disforia de género en algún momento de sus vidas. Sin embargo, algunas personas transgénero y con identidad diversa de género se sienten a gusto con su cuerpo, con o sin intervención médica. El diagnóstico de disforia de género se incluye en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales. Este diagnóstico se creó para ayudar a las personas con disforia de género a tener acceso a la atención médica necesaria y a un tratamiento eficaz. El término se centra en la incomodidad como problema, más que en la identidad, que es más una cuestión sociológica.

    • José María Valderas

      Monica, supongo que usted habrá entendido que me refiero a Ben Barres; eminente experto en el cerebro; que naciö mujer y adoptö; por libre voluntad; la consideraciön masculina: El estado de disforia, que en catalán se traduce por neguit y en castellano por desasosiego, ,los humanistas saben que es la contraposición al estado de euforia. Ambas de raíz griega. Es un sentimiento, una sensación, no una lesión cerebral ni el fruto de una concentración excesiva morbosa o anormal de determinado metabolito.

      Barres luchó duro en pro de la igualdad de la mujer, su situación primera, en el ámbito académico. Lucha que luego extendió a las personas transgénero, que no es más que un neologismo, pero que biológicamente no supone ninguna alteración genética ni anatómica (fenotípica).

      Contribuyó no poco en investigación cerebral a la demostración que no existe desequilibrios entre el cerebro de un varón y el de una mujer.

      De ello, la deduccción es inmediata. Es el medio, en la amplitud que cada uno considere, si lo estudia, no si le apetece, el que va condicionar la inclinación del sujeto.

      Es un tema sumamente apasionante. Me pilla usted leyendo “Self-Assembling Brain”, de Hiesinger, por tercera vez. A mi edad, tengo que repasar mucho.

  • M. Luisa

    No es que yo esté de acuerdo con el papa Francisco, no de ninguna manera.   Cuando lo nombraron noté cierto alivio, pero este decayó enseguida, su ansia transformadora necesitada de más coraje y valentía quedó en irrisorias gestualidades  capaces eso sí de contentar al rebaño.  Esta mera descripción sobre la opinión que a estas alturas me merece el papa  Francisco manifiesta evidentemente  que se encuentra en  la línea de la insuficiencia, pero no en la del error expuesta por don José María.  En efecto, me pregunto en qué Dios está pensando Francisco cuando  dice “que Dios nos hizo así” desde luego no en el mismo en el que está pensando José María, que lo sitúa como fiador de la doctrina moral fundamental e inamovible.

    Es evidente que la ciencia en el estudio fenoménico de la realidad, objeto de su estudio, no hace mención a Dios alguno, de ahí que  para una teología responsablemente actual  habrá que revisar el concepto de Dios tomado de la filosofía platónica idealista. El hecho de ese balbuciente no teísmo  que se insinúa va en esta línea. Es una pena que la balanza Villamajor – Valderas no esté equilibrada en cuanto a participación.   

  • José María Valderas

    El tema sexualidad y catolicismo– es apasionante. Sobre todo en el mundo actual, hipersexualizado.

    De entrada, convendría exponer exactamente a qué nos estamos refiriendo, es decir, la definición de los términos. Luego, valor la realidad de la autoridad. Por dejarlo claro desde el comienzo, a un servidor los disparates de Francisco no le merecen ningún respeto. Resbala sin freno en doctrina moral fundamental. Atribuye a la ciencia –ecología integral, por ejemplo, al que ahora en Lisboa ha introducido a Dios, por si el error de bulto fuera pequeño.

    Es un sofisma afirmar que puesto que uno se siente poliamoroso, no binario, mujer siendo varón biológicamente o hembra siendo endocrinológicamente varón, es que Dios le ha hecho así, y, por ende, debe tomarse sin criba ni enjuiciamiento. Eso lo dirá Francisco y ser contumaz en el error, pero no deja de ser un error, un disparate absoluto.La ciencia está muy alejada de esos planteamientos. Justamente estos día está en primer plano la posibilidad de una generación sin la concurrencia del espermatozoide. Pero la ciencia no respalda a quien siendo endocrina, morfológica o anatómicamente macho se siente hembra y, por tanto, eses hembra. Desde el punto de vista científico es un disparate. El axioma de que el niño tiene pena y la niña vulva es inapelable, desde el punto de vista de la biología.

    No hace  muchos meses moría un científico famoso transexual. Me interesó vivamente su experiencia y la explicación de su transformación y sus sentimientos, su explicación neural. No la tenía o no la dio. Se explayó en las dificultades académicas de todo tipo que había tenido por su condición.

    Desde mim punto de vista, como persona todo individuo (homosexual, transexual o la figura que se quiera) merece el máximo respeto. Como persona. Pero defender su comportamiento social (sexual) es harina de otro costal. Y justificarlo o equipararlo a otros comportamientos  relacionados con la sociedad y su pervivencia eso es harina de otro costal.

    Gráficamente se dice que no existe el gen de la homosexualidad. Ni el de ninguna tendencia. La doctrina católica no puede laborar contra la ciencia. Ha de supererarla, en el sentido de abrazar a todos en Cristo. Pero no justificar ese comportamiento que no tiene justificación en la ciencia. Es una opción personal, pero ers un auténtico disparate afirmar que Dios nos hizo así. Es un disparate mayúsculo de Francisco, de los numerosos que suelta con aplomo como si estuviera inspirado por el Espíritu Santo, auqque estoy convencido que él se lo cree-Dios nada tiene que ver en nuestras opciones personales. Para bien o para mal. Dios no nos hace santos ni ladrones. Es asunto de la persona.Anda le neurología afanada en buscar relaciones y redes vinculadas a la sexualidad. Sin base genética –contra eso de que Dios nos hizo así– la neurología sólo nos indica que hay zonas más o menos proclives, pero no nítidamente diferenciadoras.    

  • ana rodrigo

    Después de unos días ausente de atrio…. 

    La insistencia de Francisco en lo de “todos, todos y todos”, yo lo he interpretado como que estaba pensando e el colectivo LGTBQ y demás colectivos marginados por distinta índole.

    Lo de la mujer en la Iglesia yo creo que ni ha pensado en explicitarlo, porque para él, y esto es grave, pienso yo, ojalá me equivoque, que cree que con darle algún cargo directivo a algunas mujeres, ya está resuelto el problema ya que lo del acceso al sacerdocio lo tiene descartado, en parte por convicción y en parte porque con esta clerecía de tantos Munillas, lo ve prácticamente imposible, si no es a cambio de una escisión o un cisma. El problema es que él no ve problema en la situación de la mujer en la Iglesia. Con ponerle como referente a la Virgen María, virgen y madre, ya lo tiene resuelto. La discriminación de la mujer por ser mujer, ni se la plantea en el estatus máximo eclesial de ejercer en todos los ámbitos como persona que es. No acaba de conceptualizar lo que es la igualdad por el hecho de ser personas. hombres y mujeres   

    El que él se quede en lo de “todos”, sin ponerle nombre, es un “quiero y no puedo”, creo que si se atreviera a incluir explícitamente a este numeroso y variado colectivo del LGTBQ, se produciría un gigantesco problema eclesiástico. Más en la jerarquía que en el pueblo, pues en la inmensidad de parroquias que no tienen cura nada más que para los funerales y el patrón o la patrona de cada pueblo, ya hay un grupo de mujeres que se reúnen y hacen una celebración semi-eucarística y lo ven normal. Eso sí, a estas celebraciones, los hombres no asisten…Uf, anda que no queda machismo arraigado en el tuétano de la sociedad y de las religiones.

  • Isabel

    Pero Antonio, el asunto no es tanto que no utilice el señor Papa el femenino, que las mujeres ya en muchas ocasiones lo pasamos por alto. Entre otras cosas para no quedarnos en la discusión permanente sobre lo que al fin y al cabo no es más que una costumbre. Lo importante es qué espacio es el que ocupan las mujeres en la Iglesia, en esa que dice que cabemos todos, un espacio quizá extenso pero para qué, cómo, en qué posición, relación jerárquica, en absoluto con iguales derechos. Cuando lo leí me pareció una más de las declaraciones populistas, y perdona, de este Papa. Esa intención de la que abusa en decir en cada situación y a cada cual lo que quiere oír.

  • Antonio Duato

    Cuando anteayer asistía en directo a ese primer encuentro de Francisco con los jóvenes de la JMJ, quedé extrañado por la teatralidad con que Frncisco resaltaba que en Iglesia había lugar para TODOS.

    Amigos, quisiera ser claro con ustedes, que son alérgicos a la falsedad y a las palabras vacías: en la Iglesia, hay espacio para todos. Para todos. En la Iglesia, ninguno sobra. Ninguno está de más. Hay espacio para todos. Así como somos. Todos. Y eso Jesús lo dice claramente. Cuando manda a los apóstoles a llamar para el banquete de ese señor que lo había preparado, dice: “Vayan y traigan a todos”, jóvenes y viejos, sanos, enfermos, justos y pecadores. ¡Todos, todos, todos! En la Iglesia hay lugar para todos. “Padre, pero yo soy un desgraciado, soy una desgraciada, ¿hay lugar para mí?”. ¡Hay lugar para todos! Todos juntos, cada uno, en su lengua repita conmigo: Todos, todos, todos. No se oye, ¡otra vez! Todos. Todos. Todos. Y esa es la Iglesia, la Madre de todos. Hay lugar para todos. El Señor no señala con el dedo, sino que abre sus brazos. Es curioso: el Señor no sabe hacer esto [indica con el dedo], sino que hace esto [hace el gesto de abrazar]. Nos abraza a todos. Nos muestra a Jesús en la cruz, que tanto abrió sus brazos para ser crucificado y morir por nosotros.

    Jesús nunca cierra la puerta, nunca, sino que te invita a entrar; entrá y ve. Jesús recibe, Jesús acoge. En estos días cada uno de nosotros transmite el lenguaje de amor de Jesús. Dios te ama, Dios te llama. ¡Qué lindo es esto! Dios me ama, Dios me llama. Quiere que esté cerca de Él.

    Mientras le escucba esperaba que alguna vez incluyera el género femenino explícitamente. Lo debe haber echado en falta Ana Rodrigo. Pero después pensé: ¿y si esa separación de género en pronombres (no en adjetivos) solo existe en castellano? Investigué en los diccionarios. Como pronombre, en casi todos los idiomas tiene solo forma  masculina. Probad a traducir en el el traductor de google esta frase: “todos vostros y todas vosotras” a los principales idiomas. Solo en español y catalán aparece distinta la segunda parte de la frase.