Reproducimos este artículo del teólogo italiano Francesco Strazzari, publicado en Settimana News, uno más de los muchos que siguen comentando la noticia. Pero desde ATRIO quisiera invitar a estar presentes a su conferencia y mesa redonda el martes 6 de setiembre, a las 11 y 17 h. respectivamente. Aquí el programa de las XXII JORNADAS DE TEOLOGÍA y dónde poder inscribirse a la jornadas. El acontecimiento merecería hacer todo el camino a Santiago. La inscripción nos cuesta 40 € pero creo que ese evento lo merece. AD.
Andrés Torres Queiruga es sin duda uno de los más prestigiosos teólogos españoles contemporáneos, durante años en la escena de la teología con gran erudición, meticulosidad histórica, intuición creativa.
Corría el año 2012 cuando la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española publicó una Notificación sobre la obra de Queiruga [me permito sugerir la lectura de un artículo mío en Atrio sobre esta notificación, que desató un debate de 68 comentarios. Recomiendo repasar, aunque sea por encima, esta publicación y sus 68 comentarios. Es un ejemplo de lo que ha sidi ATRIO siempre. AD]. La comisión estuvo presidida por el obispo Adolfo González Montes, ex obispo de Almería. Secretario fue el actual obispo de Jerez de la Frontera, Rico Pavés, notoria y descaradamente un exponente del ala ultraconservadora de la jerarquía católica, bien protegido por el Card. Rouco.
La Notificación declaró claramente que algunas de las obras de Queiruga no eran propiamente “heréticas”, pero no correspondían a la tradición de la Iglesia y contenían al menos siete “distorsiones” importantes en el ámbito de la fe.
Puntualmente y con gran agudeza respondió el filósofo-teólogo de Santiago de Compostela. Las declaraciones de la Notificación a su juicio “fueron injustas, pero sobre todo teológicamente infundadas y engañosas”. En su defensa y en defensa de la libertad de investigación teológica, se levantaron grupos de teólogos, sectores de diferentes universidades, sacerdotes.
Algunos obispos más abiertos, que conocían bien a Queiruga y apreciaban su investigación y compromiso para “reformular y repensar la fe en el paradigma de la modernidad”, prefirieron el silencio y algunas palabras subterráneas de aliento. Después de la Notificación, en España y en algunas diócesis de América Latina Queiruga fue contado entre los réprobos y se le prohibió dar conferencias.
Para romper el retraso fue en estos días el nuevo arzobispo de Santiago de Compostela, Mons. Francisco José Prieto Fernández, buen teólogo y estudioso bíblico, con estudios en la Gregoriana (Roma) y en la Universidad de Salamanca, donde se calificó como el mejor de los alumnos.
Prieto ha salido al campo, pidiendo que se asignara a Queiruga una conferencia y participación en una mesa redonda con motivo de la 22ª Jornada de Teología organizada por el Instituto Teológico de Compostela para los próximos 6 y 7 de septiembre. El título del discurso de Queiruga será “Repensar la relación entre teología y ciencia en el presente”, un tema muy querido para él.
Uno se pregunta cómo reaccionará el arzobispo emérito de Santiago de Compostela, Mons. Julián Barrio Barrio, que había ignorado por completo al gran teólogo y cuál será la reacción del Card. Rouco, ex arzobispo de Santiago, sus delfines y otros obispos.
Aplaude el coraje de Mons. Prieto toda la comunidad teológica, no sólo española sino internacional, en la que Queiruga es conocido y estimado, habiendo sido miembro durante años del Comité Internacional de Concilium, revista de la que es miembro del Comité Científico.
El valiente arzobispo Francisco José Prieto Fernández es consciente de asumir riesgos, pero no se arrepiente de su elección. Dicen que es un hombre tenaz y de voluntad fuerte. Procede de Ourense, donde nació en 1968; tiene un respetable currículum de estudios y conoce la Arquidiócesis de Santiago, de la cual se convirtió en auxiliar en 2021. Desde el 3 de junio de 2023 es arzobispo titular de la misma diócesis.
En verano, de vacaciones, me dedico a releer resúmenes de libros leídos. Algunos casi siempre me sugieren algo nuevo. El último, “Utopía” de Tomás Moro. Y como esta utopía encaja bien en algunos temas tratados últimamente en ATRIO, aprovecho la “rehabilitación” de Andrés T. Q. para decir que también hay que “rehabilitar”-actualizar, dar cumplimiento a algunas ideas de T. Moro. Del T. Moro, creyente ejemplar, y mártir por mantenerse fiel al espíritu -no a la letra- del gran Mensaje del Reino.
Cito -no siempre al pie de la letra, pero creo que fielmente- para recordar -recordar es un modo de actualizar- algunas ideas de esa Utopía, en ciertos temas pionera y renovadora, escrita ¡hace 500 años!:
-El poder se halla en el pueblo, que elige. El príncipe debe servir al pueblo, no a sí mismo.
-Cuando los nobles -y el clero- lo poseen casi todo, muchos desposeídos roban para sobrevivir; sin embargo se les castiga… No debe haber ricos a costa de los pobres…, ni leyes que amparen abusos de los ricos…
-Los banqueros: “gente parásita” (no solo en aquel tiempo) “No a los parásitos”, escribe.
-Sí a la eutanasia y a la separación matrimonial por incompatibilidad.
-Las guerras: “cosa de animales”. Solo como autodefensa y nunca sangrientas ni con ensañamientos.
-Los enfermos deben estar bien atendidos… No dejados a su suerte… -Religión: Libertad de cultos y creencias, no imposición ni persecución. La variedad de creencias, si son respetuosas, pueden estar inspiradas, aunque estén expresadas y entendidas según las madurez de cada pueblo.
-Sacerdocio: Célibes o casados, hombres o mujeres. (Considera más prudentes y más maduros a los casados) Deben ejercerlo como un servicio, no como un poder.
-Las oraciones públicas: formuladas de modo que puedan ser asumidas por todos los creyentes… (Esto lo escribe un jurista cristiano coherente, ejemplar, amigo íntimo de Erasmo.)
¿Cuándo se realizará esta utopía?, se pregunta. “No pronto, sino dentro de mucho tiempo”. Un puro realismo, aleccionador, inspira esta Utopía, con ideas válidas para hoy y para el futuro. Una utopía no realista desenfoca el tema, y puede degenerar en violencia y fracaso…; la utopía que destruye, en vez de construir, es antiutopía… En suma, esta Utopía de T. Moro es, como la gran UTOPÍA del Mensaje del Reino, una cuestión pendiente, que requiere más madurez humana, religiosa y social… Por eso, como diría T. Queiruga, es necesario repensar muchas cosas para poder RENACER como seres más humanos y solidarios… Es la utopía, anunciada por Jesús de Nazaret, la que nos salvará… de torpezas, de atrocidades, de cárceles… mentales… etc. y nos llevará a un mundo nuevo más humano y abierto a lo trascendente…
Gracias hermanos por vuestros comentarios Antonio Ll y Juan V que sigo con atención a pesar de mi demora al contestaros. Coincido que no podemos “exaltar la Cruz” que equivalga a un cristianismo de constante penitencia flagelante..Pero sabemos que es todo lo contrario porque el “yugo” de la Cruz es “suave” y su carga “ligera” como el mismo Cristo afirmó. El cristianismo es alegría en la fe, y no puede ser tortura constante.
La Teología de la Encarnación y la Teología de la Cruz son en realidad medios no fines en sí mismos. Bastaría con la primera para redimirnos y bastaría un compromiso con Caifás para evitar la Cruz ignominiosa. Pero la esencia de ambas es el Amor. Por Amor Dios se encarnó y por Amor aceptó el sacrificio de la Cruz. Y es porque “sabiendo Jesús que era llegada su hora, como hubiese amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el extremo” (S Juan 13: 1)
Por eso Jesus recriminó a Pedro cuando éste quería disuadirle de aceptar la muerte en la Cruz diciéndole a Pedro: “Apártate de Mi, Satanás” (Mt 16: 23)…
Y es que ”El Hijo del Hombre no vino a ser servido, sino a servir y a dar Su vida como rescate por muchos” (Mc 10:45)
Es en la libertad de ofrecerse libremente por Amor -no por necesidad- y aceptar el sacrificio de la Cruz, como ha de entenderse la Redención que fue sobreabundante en Cristo por rescatar al mundo de las garras del mal para que pudiéramos también nosotros libremente acceder a Su gloria eterna. Todo fue hecho por y en el Amor del Padre.
Un saludo cordialSantiago Hernández
Queridos amigos de ATRIO:
Os tengo que decir que la asistencia online a la jornadas me ha sido especialmente interesante y satisfactoria. Más, en mi opinión, que vuestras intervenciones en este hilo. Os invitaría de nuevo a oír a Andrés Torres Queiruga. A partir del enlace dado, están los 62 minutos que duró la intervención de Andrés. Agradecería a quien quiera seguir con este debate a oírla con atención, teniendo presenta su esquema que aparece en pantalla.
Yo estuve totalmente de acuerdo con él. Creo que hace con claridad verdadera teología. En la manera cómo lo ha hecho siempre en sus libros sobre “repensar” la revelación, la resurrección, la creación. los milagros, la oración de petición, el mal y la llamada Teodicea… Y el tema más importante: la doble condición divina-humana de Jesús (¿y de toda persona?) sobre lo que pronto publicará un nuevo volumen en Trotta que anunció.
Tengo que resaltar que todo su discurso y su teología está enmarcado por una doble condición:
1. La plena autonomía del mundo en todas sus dimensiones y leyes (físicas, biológicas, psicológicas, socioculturales…) que cada vez vamos conociendo mejor.
2. La fe en un Dios que crea y sostiene todo con amor; y que, dada la existencia de la libertad del ser humano puede cocrear y dirigir la misma creación global.
Justo ahora empieza la ponencia del jesuita e ingeniero de caminos Jaime Tatay: https://www.youtube.com/watch?v=VYCjPvnaR7I
Estoy asistiendo a la Jornada de Teología de Santiago de Compostela.
Está hablando el Arzobispo y en unos minutos será la ponencia de Torres Queiruga. En su día me inscribí en este evento y pagué con gusto. No sé si el acceso a este canal de You Tube será abierto o solo a los incritos. es este el acceso donde lo estoy viendo. Probad: https://www.youtube.com/watch?v=aWGBZYxm2Mo
Por favor, si alguien logra entrar en directo, que lo avise a todo. Espero que al menos después quede grabado todo.
Confirmo que el enlace funciona bien para mí, que no me inscribí.
Ay, Santiago. Es usted único. Por supuesto que Jesús murió fatal, pobrecico. No resisto una imagen de él crucificado. Ya sé que era una forma de ejecución normal en aquellos tiempos. Pero también en España hasta hace poco era el garrote vil y , o sea, de verdad, no he visto una sola imagen a no ser por descuido. Soy totalmente contraria a la pena de muerte. Sí me gusta una cruz vacía. Bueno, tampoco mucho, pero es lo que se ha elegido de símbolo. A mí me gustan los peces. Si me dejaran elegir , me encanta una barca sobre el mar…
No hablo de eso. Y lo sabe. Hablo de la resurrección. Creo que si se aceptase por la iglesia otra forma de entender la resurrección, caerían muchos escollos que parecen insalvables. No son insalvables. Pero, como dice el señor Valderas, soy muy libre de creer en los peces de colores.
En fin. Vamos a dejarlo. Me he rendido. Que la iglesia siga su curso, demonizando a unos teólogos y elevando a los altares a otros. La iglesia es lo que ha sido siempre y será , por los siglos de los siglos, amén. Pues bueno. Me quedo con mis peces de colores. A mí me da exactamente igual lo que usted crea o lo que usted piense o lo que usted defienda. No tienen por qué coincidir estas tres cosas.
Buena suerte y hasta que se me olvide que he decidido callarme. Aunque no vea que estupendo es.
Está claro que desearíamos alejar de nosotros todo dolor..un mundo sin dolor..un Cristo sin Cruz…ya le gritaban para que se bajase El de la Cruz dolorosa… Pero éstas son meros deseos, meras ilusiones humanas… Él, Jesús de Nazaret, sabía que Su sacrificio era eterno y universal y el motivo de salvación para muchos que aceptarían -por fin- Su Amor Misericordioso y sin reservas.., lo único que sería capaz de motivación para seguirle a El “clavado en una Cruz y escarnecido”…”el ver Tu Cuerpo tan herido.. Tus afrentas y Tu muerte”..
Que, la poesía, la música y todo lo bueno nos ayuda a sobrellevar la vida, sin duda.. pues nuestra realidad es sobrellevar las tribulaciones, molestias, y contratiempos de la mejor manera posibles ya que ellas no van a faltar… seamos ricos o pobres, cultos o incultos, poderosos o débiles, blancos, chinos o negros.. todos tenemos algo que sufrir..o de grado o de malas, complacientes o rebeldes…no podemos escapar de nosotros mismos..y tenemos que atrapar al toro por los cuernos..
Nuestra búsqueda de lo trascendente es constante… aunque lo neguemos y a veces, ni lo percibamos con los sentidos. Es ésta búsqueda la fuente de todo lo que hacemos, pensamos y juzgamos.. Podremos concebir otra realidad, pero tenemos que aceptar la que vivimos..es la nuestra, lo práctico…no una fantasía nuestra..
No podemos cambiar la historia..Las apariciones de Cristo Resucitado también fueron testificadas por numerosos testigos y fue lo que trasformó a Sus discípulos para predicar la Buena Nueva. De otra manera, la Cruz hubiera sido un fracaso, no la derrota del mal, ni de la muerte. Ahí está el testimonio de los que vivieron la experiencia y murieron por ella y en ella. Esta es nuestra esperanza escatológica.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Santiago,
en mi opinión, Carmen, pone de manifiesto uno de los errores más grandes que ha cometido la teología cristiana y mira que digo cristiana y no católica, pues todos los cristianos transitan ese camino.
La cruz, como símbolo, ha sido exaltada exageradamente.
No estoy muy seguro de que las palabras de Mt 16, 21-27 las pronunciara Jesús aunque el hecho de que exprese prácticamente lo mismo en Mt 10, 37-39, refrendaría la veracidad de esa atribución.
Pero, en cualquier caso, no es en absoluto de recibo que estás dos citas bíblicas nos lleven a una exaltación del sufrimiento, que es en lo que han derivado en muchas teologías cristianas, conduciéndonos incluso a la recomendación de la mortificación como modelo de meditación y expiación de culpas.
Esto último, no solo no tiene nada que ver con el mensaje del Nazareno, sino que en mi opinión es un grave insulto a Dios.
Pienso que cuando Jesús nos dice que “tomemos nuestra cruz” lo que nos dice es que tomemos lo que somos y que le sigamos con todo ello, con toda nuestra esencia, con nuestras mejores condiciones y talentos pero también con nuestras miserias e incoherencias, es decir, con nuestra propia cruz.
Creo que desde un punto de vista de análisis exegético del texto, y aunque no soy en ningún caso un experto, me baso en afirmaciones de otros más listos que yo, es bastante aceptable esta interpretación pero es mucho más coherente aún (Y para admitir esta coherencia no es necesario ser un teólogo experto en Sagrada Escritura) con el sentido común y sobre todo con el Dios que nos presenta Jesucristo.
Yo no concibo un Dios Amor, un Padre misericordioso, que requiera que sus hijos soporten dolor para ser redimidos por él. Un padre así (Y en este caso padre se escribe con minúsculas) sería un padre despreciable, mezquino e indigno; y además, si añadimos que el que sufre la tortura mayor y el dolor máximo de una ejecución pública en un potro de tortura como es una cruz, diseñada para matar de la forma más dolorosa posible y para, no solo matar al reo, sino para exhibir esa muerte y acojonar al pueblo que lo ve; es ni más ni menos que a quien reconocemos como ¡¡¡Su propio Hijo amado y predilecto!!! Es un Dios que no merece ser amado por sus criaturas.
Y los argumentos que la Iglesia ha retorcido para presentarnos eso como algo propio de ese Dios Amor que predicó Jesús no son creíbles, a mi juicio y cada argumento nuevo que nos dan es aún menos razonable.
Yo no llevo cruces. Tengo alguna (Fruto de regalos) e incluso, el único recuerdo que heredé de mi padre, es un Cristo de Dalí que no me pongo nunca. Siempre llevo al cuello los mismos “abalorios”: una paloma de Taizé (Para recordar con cariño la experiencia que tuve allí y que me llevó a escribir la oración que ha marcado mi vida desde entonces, como si fuera un proyecto de vida y que guardo en mi corazón) y una Mezuzá judía; ese frasquito que contiene un pergamino (Y que los judíso ponen en las jambas de sus puertas. Jesús probablemente tuviera uno en su casa) y lleva escrito eso de “Shema Israel, Adonai Elojeinu , Adonai Ejad” (Escucha Israel. El Señor es tu Dios, El Señor es Uno) porque me recuerda a las palabras de Jesús sobre ello en Mc 12. 19-31 que creo que es el cogollito básico de la fe de Cristo y, desde luego, de mi propia fe.
Pero no una cruz. La cruz no viene de Dios. La cruz viene del egoísmo del hombre.
Comparto tu reflexión, Antonio. Jesús no fue un hombre penitente -comía, bebía, asistió a algún banquete, incluso le llamaron “comilón” etc.-. Jesús solo recomendó llevar con buen ánimo la cruz -inevitable- de cada día, y recurrir a él en los momentos de agobio con el fin de aligerarlo. El modelo de espiritualidad penitencial que se impuso durante siglos en la Iglesia, a mi juicio, proviene del modelo de la espiritualidad viejotestamentaria, y quizá aún más del modelo ofrecido por Juan Bautista, vestido con mucha austeridad y alimentado con saltamontes… El Dios del Bautista es un Dios viejo-testamentario, inmaduro, demasiado antropomórfico, cuya imagen era más propia de un amo de trato duro, que aplicaba el hacha sin contemplaciones… (En este sentido la figura de Juan Bta. parece sobrevalorada.) Esta imagen de Dios se halla muy lejos del Padre del hijo pródigo o de la oveja perdida…, que enseñó el Maestro. Pues bien, con esa mentalidad viejotestamentaria se interpretó la muerte de Jesús, como expiación…, como si Dios fuera un vampiro…, deformándolo gravemente. Sin pensárselo suficientemente, así lo vio también Pablo y más tarde S. Agustín…, cuya visión fomentó la espiritualidad penitente de la edad media y siguientes… El filósofo Celso hizo una crítica dura a esta visión de Dios, por absurda e inaceptable. Esta visión también hay que repensarla. Repensarla mejor. Dios Padre no es, no puede ser así. Jesús lo dejó claro, aunque la tradición pesó más en muchos… a la hora de hacer formulaciones y/o de proponer doctrinas…
En mi opinión, la muerte de Jesús debe ser interpretada como la consecuencia de su doctrina innovadora, que rompía modelos religiosos tradicionales, e incluso modelos-estructuras religiosas y sociales de convivencia desigual. La Europa “cristiana” en sus estructuras sociales nunca fue cristiana. El bautismo cristiano del agua no tuvo la fuerza del fermentro que cambia estructuras… Y si éstas no cambian, el Mensaje del Reino es, en parte, una cuestión pendiente… (Pero me parece que conviene advertir que la interpretación tradicional de la muerte del Jesús en la cruz como muerte expiatoria era en aquel tiempo, en el contexto del V. T., algo casi inevitable. Entonces no se entendía bien -o muy pocos eran capaces de entender- que alguien arriesgase su vida por defender unos principios éticos humanizadores, apoyados por Dios Padre. El concepto de Dios era muy pobre, muy inmaduro.
Sin embargo, el Mensaje del Reino, anunciado por Jesús, deja claro no solo el concepto de Dios Padre, sino también que su mensaje es una doctrina para este mundo, para los hermanos que viven en este mundo… Por eso no parece improcedente decir que, en algunos aspectos, la espiritualidad transmitida por la iglesia clerical era más bautista que cristiana, pese a la primera carta de Juan etc. El gran Mensaje del Reino es todavía una cuestión pendiente en la Iglesia y en la sociedad. Siempre concluyo con lo mismo, como Andrés T. Q: Hay que REPENSAR… muchas cosas.
Estamos completamente alineados, pues.
Yo muchas veces he pensado, y muchos me han acusado y me acusan de blasfemo por pensar así, que un Dios como el del Antiguo Testamento no es digno de su criatura “humana” y que su salvación, de existir, sencillamente no me interesa.
Hay quien incluso me ha dicho que somos las personas que piensan como yo los candidatos más evidentes a condenarnos porque renunciamos explícitamente a Dios.
Es una más de las tonterías que se suelen escuchar en este sentido. Lo malo es que hay quien lo cree a pie juntillas y acaba, como consecuencia inevitable, viviendo una vida triste y enferma, soportada por un masoquismo místico repugnante.
Y me da mucha pena.
No tengo voto de silencio. Se nota.No soy teóloga, se nota.Soy cabezona, se nota.Tampoco tengo voto de obediencia, Gracias a Dios. Alá es Grande y Misericordioso.
Normalmente estoy llena de dudas, pero tengo una cosa muy clara. La única solución a los problemas viene de la mano del diálogo y nunca de la imposición. Sé que teølogos tiene la Iglesia. Pues adelante.Admiro muchísimos a muchos, sobre todo a aquellos que se atreven a cuestionarse muchas cosas porque le resultan a estas alturas inaceptables.Resignarme? No. Aceptar la realidad? Me temo que no tengo otra. Las cosas son como son. Me falta ‘ esto’, una miajica , que decimos en Murcia, para aceptar que la iglesia será igual por los siglos de los siglos, Amén. Seguro que muchos lo están deseando.
Creo que sería interesante que los teólogos oficiales y no oficiales del reino, hablasen con personas que no saben de teología, creo que les ayudaría a poner los pies en la tierra. Pero claro, si la iglesia católica va del reino de los cielos ,pues también es absurdo.
Viviré, pues , la vida en la tierra. La vida futura ya la están organizando otros por por mí.Si es que hay otra vida . Quizás todas estén en esta, que dice el poema.No sé.
Buen día a todos.
Me quedo con la afirmación de Queiruga sobre que nunca he dejado de ejercer la teología como un servicio libre al Evangelio: “podré equivocarme, pero tengo hecho voto (es un decir) de no afirmar o proponer nada en lo que no crea de verdad. Tengo muy claro que en eso se juega la credibilidad de la fe y el honor de la teología”.
Juan Miguel.No soy una teórica. Soy una persona pragmática. Los maestros y de colegios religiosos, no tenemos otra.
Cuando estudié a los treinta y varios años no sé qué exactamente, en mis tiempos era pedagogía, mi título pone, no me acuerdo, algo así de ciencias de la educación. Como si la educación fuese una ciencia. Es un arte. Pues ahí no tuve otra que estudiar la relación iglesia – educación. Y leí un montonazo de cosas.
Y a consecuencia de ello he hablado con muuuchas personas. Muchas. Y las he escuchado. Me gusta escuchar. Muchos sacerdotes o que lo han sido. Y con infinidad de niños y niñas de secundaria. Bueno, no exactamente. Los dejaba hablar entre ellos. Una de las asignaturas que he dado ha sido ciencias naturales, no veas lo que se presta al diálogo. También educación para la ciudadanía. He escuchado.
He llegado a una conclusión. Si se insiste en según qué ideas, según la fuerza del grupo que se decida a presentar batalla, lo único que se conseguiría es llegar a un cisma. Batalla perdida entonces, porque la iglesia católica seguiría tal cual. Los otros se irían. Eso es historia pura.No me gustan los planteamientos de la iglesia en mil cosas diferentes. Pero sé la influencia que tiene en la sociedad. Lo sé. Y no me he quedado de brazos cruzados. Bueno, ya no tengo fuerza.La única opción que creo con futuro es la apertura, pero no para que domine otro sector de la iglesia. La guerra seguiría. Y, además, insisto, los ganadores están cantados. La apertura a otras ideas sobre mil cosas diferentes. Y que podamos convivir dentro de la iglesia. Y , entonces, quizás, la iglesia sería otra cosa. O no. No lo sé.
Creo que la doctrina única viene de todo aquello de la contrarreforma. Ante convivían distintas corrientes. Es imposible volver a ello? Por qué? Quizás somos todos un poco iguales.Entiendo perfectamente a Santiago, mi amigo de Atrio y al señor Valderas, también. Cómo no los voy a entender? Si dicen lo que la iglesia está mantenimiento cinco seis o siete siglos…por supuesto que los entiendo. Además, hay quien tiene mente demoledoramente clara, ordenada…Pero es que esto no va de ganar o perder. Va de integrar. Lo siento, soy maestra. He aprendido a hacer encaje de bolillos.Ahora hay por ahí un, no sé cómo llamarlo, un concepto no teísta de Dios. Me siento totalmente dentro de esa corriente. Pero respeto profundamente a a aquellos que les parece un disparate porque han hecho caso a lo que la iglesia ha dicho durante dos mil años.La solución , a mí modo de ver, no va de ganar o perder. Va de integrar. No veo el problema para el cristianismo, sí lo veo para la institución de la iglesia. Por supuesto que lo veo.
Pero es que creo que la iglesia tiene que cambiar el razonamiento en el que se ha basado. Eso creo. Lo demás, paparruchas, que diría el señor del cuento de Navidad de Dickens.
No sé cómo decirlo ya. A lo mejor estoy equivocada. Seguramente. Pero no veo otro camino. Por eso le he preguntado a Santiago, amigo, con el que aquí han sido testigos aburridos hasta el infinito de nuestras conversaciones.
Si yo acepto su forma de pensar. Y la respeto. Y él es capaz de respetar lo que digo, lo que pienso, que lo sabe perfectamente, quizás, entonces haya esperanza. A mí juicio, claro. Si no es así la única salida sería otro cisma. Y ganarían los de siempre. Equivocada?Seguramente.
n saludo.
Podemos debatir pero las causas de esta crisis que pueden ser estructurales y se relacionan en buena medida con la actitud ambivalente de la Iglesia frente a los cambios sociales. A mediados del siglo XIX, el Papa Pío IX optó por rechazar al mundo moderno, incluidos el racionalismo y las libertades individuales (de prensa, de conciencia y de culto). Y Durante el siglo XX y XXI, seguimos igual. Y que no engañen, ni se engañen, aquellos que manifestándose a cambios, actúan y defienden el catolicismo mas rancio y repugnante.
Hola Santiago.
No voy a entrar en el diálogo del racismo y del machismo. Las cosas evidentes, una vez que te has manifestado, es que, no sé cómo decirle. Lo obvio, pues obvio es.Me interesa lo de siempre. Porque creo en el poderío de la iglesia católica.Le voy a hacer una pregunta muy concreta. A usted le molestaría, no toleraría que mi idea acerca de la resurrección fuese otra? Tener otro concepto de lo que significa resurrección? Hay teorías preciosas por ahí. Para mí, Jesús sencillamente no murió, soy de la idea de María Magdalena. Muerto? Ni hablar. Ya sabe. Todos sabemos.Usted me aceptaría como cristiana si pensase de otra forma? Yo lo acepto a usted absolutamente, faltaría más, jolín, pero si es lo que nos han contado dos mil años…
Tiene usted razón. La Resurrección es la piedra angular de la iglesia. Toda la razón. Mi pregunta es, la repito: si entendiese la Resurrección de otra forma, usted piensa que no me puedo considerar cristiana y mucho menos católica que es la quintaesencia del cristianismo de siempre?No me salga con que Dios quiere a todo el mundo y que muchos son los llamados y pocos los escogidos ni con cosas de esas. Le aseguro que algo de todo esto sé. Llevo trece años leyendo sobre la historia de la iglesia. No soy teóloga, pero sé la pregunta que estoy haciendo. Y se la hago con toda la intención del mundo. Porque me interesa el futuro de la iglesia católica por su influencia en el mundo mundial. No a nivel personal. He encontrado mi camino y mi tiempo y mi rotura de cabeza me ha costado. Pero yo no importo. No va de persona, va de institución. Sé que me entiende.
Sí o no?Y aprovecho para decir que si María Magdalena y Marta y la otra María no fueron discípulas, ya mi explicarán qué son. Sirvientas? Pues más adoración que le tenían a Jesús los célebres doce…eran también sirvientes o eran discípulos?
Para eso sí tengo respuesta. Discípulas.Espero su respuesta. Sé que me contestará. Me interesa un montonaaaazo.
Un abrazo
No se equivocó, Carmen, pues -aunque tarde- ya estoy aquí.
A su pregunta como persona acepto la libertad de expresión de cualquiera.Nada debe impedir expresar una opinión. Su opinión es vàlida subjetivamente como la mía. Sin embargo , si las opiniones son opuestas, entonces hablando objetivamente solamente una es cierta. En este caso, Cristo o murió o no murió y sobrevivió la Cruxifixion.
Pero la realidad ES que la naturaleza de las heridas de Jesús causaron Su muerte. Su Madre, Sus discípulos, y Sus amigos testificaron Su muerte (Lucas 22:54; Juan 19:25-26)
Romanos expertos en crucifixión lo declararon a Jesús muerto. (Juan 19:33) Pilato lo chequeó doblemente para asegurarse de ello (Marcos 25:45). Los judíos nunca negaron que el cadáver de Cristo fue sepultado en la tumba nueva de José de Arimatea miembro del Sanedrín (Juan 19:38)
Escritores paganos como Josefo, Tácito, Talus, Liciano, Felgón, y el Talmud escribieron sobre el hecho histórico de la muerte de Jesús. Los Padres Apostolicos como Policarpo e Ignacio confirman la muerte de Jesús en la Cruz.
El Dr Josh MacDowell escribe en la revista de la American Medical Association (JAMA) “ que la evidencia médica e histórica afirma que Jesús estaba muerto antes de la herida de Su costado y que la lanza atravesó las costillas y atravesó el pulmón derecho y el corazón que aseguraba aún más Su muerte.
Michael Green exegeta británico dijo que el testigo San Juan que vio salir del costado de Cristo “sangre y agua” es la separación de sangre coagulada semisólida y la linfa transparente, es una prueba irrefutable de la muerte de Cristo en la Cruz. Es algo que tiene mucha fuerza descriptiva de veracidad pues el testigo Juan que lo narra en aquella época no podía darse cuenta del significado médico de su reporte en Su Evangelio.
Después de Su muerte Jesús fue amortajado con más de 100 libras de tela y especies y encerrado en una tumba sellada por 3 días condiciones muy difíciles de sobrevivir de un crucificado desangrado.
NO existe duda académica o histórica que Jesús murió de hecho y realmente en la Cruz, y que fue sepultado y que Su muerte fue causa de desesperación de Sus discípulos y Sus discípulas como lo atestiguan los primeros testimonios de ellos mismos.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Da igual, Santiago.
Gracias por contestar.
Por mucho que quiero creer en el diálogo, hay cosas que son como son. Y las creencias no tienen porqué responder a la realidad. Y no me refiero únicamente a ideas religiosas. Otras también se las traen.
En fin .
Siga aceptado en su cabecica su idea de Resurrección, la vida eterna y todo lo que desee. Y que la Iglesia siga su camino.
Un abrazo.
Me uno a la congratulación de ese reconocimiento oficioso del teólogo. El arzobispo ha sido muy valiente en invitarlo. Ciertamente que algunos jerárquicos habrán tenido que morderse los labios. Pero Torres ha podido volver hablar en publico. Sus libros a mi me han ayudado “REPENSAR” , especialmente la resurrección, muchos aspectos de teología. Torres ha sabido responder a las exigencias actuales. Cito dos libro: Del terror de Isaac al abba de Jesús Y alguien así es el Dios en quien yo creo. Esperemos. Confiemos que aún pueda comunicarnos sus nuevas reflexiones.
La revelación progresiva percibe los textos bíblicos no como un texto de teología sino como un despliegue por etapas que Dios ha hecho de diversas maneras a lo largo de edades sucesivas. En este desenvolvimiento distinguen pasos sucesivos de comunicación a medida que Dios responsabiliza al ser humano de cosas nuevas. El sentido histórico y evolutivo deslegitima todo particularismo etnocéntrico. La revelación no es un dictado milagroso, sino un caer en la cuenta de la presencia fundante y siempre activa: Dios estaba aquí, y yo no lo sabía. Lo descubre uno ?profeta o fundador?, pero Dios está queriendo manifestarse a todos con idéntico amor. Por eso el anuncio ejerce de mayéutica histórica: el creyente crítico es despertado por el profeta, pero no cree porque lo dice el profeta, sino porque él o ella se reconocenen en lo dicho.
No creo que estemos diciendo lo mismo, Juan Antonio, si es que te refieres a lo último comentado. Lo que de progresiva tenga la revelación no depende de ninguna dialéctica. No se trata de ningún desarrollo que esa dialéctica pueda producir, sino del dar de sí de la revelación misma. Algo que se experimenta probándolo. No somos nosotros quienes maduramos, sino el pensamiento en nosotros.
Exactamente es el pensamiento el que madura. En el tema del resucitado, afirma que no solamente la resurrección no es un milagro, sino que ni siquiera es un acontecimiento empírico. Y la fe en la resurrección no depende del hecho de que se acepte o rechace la realidad histórica del sepulcro vacío.
Gracias, José Miguel, esta idea aquí le ha faltado coro y ello me ha ocasionado, ¡por qué no decirlo, algunos desvelos e insomnios!
En mi comentario no me refiero a ti, Mª Luisa, ni a José Miguel. Con las prisas -estaba (y sigo) escribiendo desde mi pueblo, y ese día casi a punto de cerrar el Centro cultural-, no expresé correctamente lo que quería decir. La “revelación progresiva” es algo claro en el mismo A. T. Revelación -o enseñanza- progresiva que se manifiesta más claramente en el Mensaje de Jesús: “La ley y los profetas hasta Juan…” Lo que encaja muy bien en la realidad evolutiva del universo y del ser humano. En el desarrollo humano hay varias etapas de maduración cognitiva, etapas que van desde el pensamiento mágico -que se observa en el A. T.- al pensamiento concreto y después al pensamiento abstracto. Pensamiento abstracto que en muchos casos no aparece exactamente a la edad que creía Piaget, sino más tarde. Este esquema de maduración cognitiva progresiva se puede -a mi juicio- aplicar a la revelación, a la enseñanza-manifestación de Dios (y también de la Iglesia). Dios Padre, como buen maestro, cuando se comunica se adapta al nivel madurativo-cognitivo del hombre. (Jesús daba clases particulares a los discípulos, porque no siempre le entendían…, y les explicaba “según podían entender”, y aún así… Por eso habló de la necesidad de “renacer”… para entender bien el Mensaje del Reino.) Y el hombre cuando escucha, piensa, habla o escribe, interpreta, piensa, habla y escribe desde su nivel cognitivo y cultural. Es decir, desde su propia inmadurez o relativa inmadurez. Por eso en el A. T. -especialmente en los primeros libros (incluidos Josué, Samuel, Reyes…) se observan muchos conceptos e interpretaciones antropocéntricos, demasiado antropocéntricos, tanto que deforman, a veces gravemente, la imagen de Dios. Quizá por eso Jesús en el principio -en el principio- del “Padre nuestro” nos dijo que suplicáramos pidiendo que se santificase el “nombre de Dios”. Y como, a veces, no resulta fácil discernir lo que es palabra de Dios y palabra de hombre (en la que éste con sus palabras transmite sus conceptos inmaduros, humanos, sobre Dios), es necesario centrar la revelación en la ESENCIA del Mensaje. Para mí, esa es la verdadera “palabra de Dios”. No sé si me explico bien. (He intentado exponerlo más claro y estenso -no mucho- en el libro “En torno a la fe y a la Iglesia”.) Por eso, entiendo A Torres Queiruga cuando habla de la necesidad de REPENSAR la revelación y otros temas.
NOTA: Para aclarar más, añado que en el comentario anterior falta una S en la antepenúltima línea del apartado 1; S que cambia todo el sentido de la frase: “Lo que noS indica que los discípulos de Jesús…”
Será así como tú dices Juan Antonio, pero al iniciar tu comentario haciendo referencia directa a la expresión “revelación progresiva” a la que anteriormente veníamos refiriéndonos me dio pie a establecer una diferenciación entre los dos planteamientos. Por tu parte, queda claro que lo que tiene de progresiva la revelación se lo atribuyes a su enseñanza dialécticamente considerada y no a su progresivo dinamismo que repito, en mi reflexión, en cambio, es el que va actualizando experiencial y cognitivamente en nosotros su primigenia intuición.
Prosigo el pequeño diálogo que mantenemos, Mª Luisa. La Revelación -o manifestación de Dios Padre a los hombres-mujeres-, sus hijos, que viven-vivimos en otra dimensión-, a mi entender debe verse desde dos perspectivas:
1. Como enseñanza que en sus contenidos y en su metodología didáctica se adapta al nivel evolutivo-cognitivo del ser humano, alumno inmaduro. Inmaduro porque ese nivel cognitivo inicialmente se halla muy pegado a lo mágico y al pensamiento concreto de cada día. En este nivel de inmadurez para poder generar algún aprendizaje válido -aunque sea muy rudo-, y cierta conciencia de lo que trasciende (e incluso de lo que no trasciende, de lo que vemos y palpamos), es necesario recurrir a una metodología didáctica asequible a ese nivel. No se enseña -o no debe enseñarse- de la misma manara a un alumno de primaria que a un universitario o a un doctorando… Los mitos contienen una partecita de verdad, que la madurez cognitiva más tarde va discriminando y purificando, y superando… Si no purificamos y maduramos conceptos, permaneceremos instalados en un modelo antropomórfico inmaduro, que el desarrollo acabará deconstruyendo… Por eso el cambio -REPENSAR- es algo necesario e inevitable en nuestra condición de seres con razón en crecimiento evolutivo y madurativo. Repensar facilita el renacer que pedía Jesús. Cuando pensamos o hablamos, pensamos o hablamos a nuestra imagen y semejanza… Esto es especialmente aplicable al tema de Dios…
2. El gran Mensaje del Reino anunciado por Jesús de Nazaret lleva en sí tanto contenido que no resulta fácil entenderlo todo, completamente, desde el principio (pese a las clases particulares). (En Hechos se comprueba) El Mensaje del Reino, en ciertos detalles importantes, se va desvelando-comprendiendo mejor a medida que el “recipiente” madura. “Quidquid recipitur…” Y como nosotros, malos recipientes -al menos en algunos aspectos-, vamos en maduración progresiva -en el mejor de los casos-, necesitamos revisar ese recipiente , acaso mudarlo, para ser más receptivos, para comprender, vivir y transmitir mejor el Mensaje del Reino. De ahí que muchos teólogos de hoy -teólogos y exégetas, cada uno a su modo- en algunos aspectos importantes entienden mejor el Mensaje evangélico que los teólogos o “doctores” de los siglos anteriores: del XIX para atrás. Hoy interpretamos mejor, algo mejor, porque sabemos más y pensamos con más madurez (lo que en el fondo implica más libertad). Esto que digo no cuestiona más que los recipientes y sus formulaciones humanas; no cuestiona ESENCIAS, que son las que no pasan, que son las palabras que permanecen, como subrayó el Maestro.
Gracias Juan Antonio, no es mi intención contradecirte, pero sí que veo mantenemos dos posiciones bien distintas. Si viviéramos en una dimensión distinta como señalas, cómo podríamos hablar de “revelación progresiva”? Creo que más bien se trata de sus dos momentos estructurales: su origen y su comunicación.
Su origen no recae en un milagro añadido a la realidad, sino en la captación de todo lo que en ella se nos da como real, enriqueciéndola. “En ella estamos, vivimos y somos”. La revelación es de estructura revelatoria a modo como de mayéutica interna (creo que ya salió en la conversación) inscrita en la propia realidad personal, de ahí que haya un proceso, en efecto, pero interno, no desligado de la experiencia que ello necesariamente implica…creo que con esto no es necesario que me alargue más… Gracias por tu interés.
Un dato sí me gustaría añadir que me viene de la mano de Eric Kandel premio Nobel de neurología del 2021 a propósito de un curso que estoy realizando. Ello me servirá para clarificar esta cuestión tan compleja, pues mi postura al optar por la vía física y no por la de la dialéctica (demasiados logos que diría Aristóteles) facilitaría el pensar que en ello va incluido lo empírico, mas no es así. La referencia a la que aludo y que aportaría luz a mi posición la expresa así el propio Kandel “Los datos sensoriales no deberían ser pensados como dadores de respuestas sino como proveedores de pistas”
Esto es lo que para mí significa poder hablar de la realidad como obertura, no como algo que fuera exterior a nosotros, sino que estando ya en ella, no estamos en el mundo como cuerpos de máquinas de precisión, sino porque con él vamos infiriendo lo que el mundo es…
Me uno a las reflexiones que se están haciendo en torno a algunas ideas de Torres Queiruga, aportando modestamente lo que yo entiendo:
1. ¿”Revelación progresiva”? Yo entiendo la revelación como un proceso didáctico. El buen maestro se adapta y explica poco a poco las ideas-tema-mensaje, adaptándose al nivel de desarrollo cognitivo de los alumnos; es decir, se adapta a su nivel de desarrollo madurativo-evolutivo. No se explica lo mismo a alumnos universitarios que en primaria… En primaria se recurre más a imágenes antropomórficas, a fin de hacerse entender algo mejor, aunque esos antropomorfismos en algunos aspectos deformen. Ideas antropomórficas que se corregirán más tarde, cuando el alumno entre en la madurez y sea capaz de discriminar mejor. Pues bien, en mi opinión, ocurre lo mismo en la revelación del A. T. (que Jesús corrigió expresamente en bastantes casos, no se olvide). Muchas ideas sobre Dios en el A. T. son inmaduras, no aceptables para una mente más adulta. Por eso es necesario revisar-repensar la revelación (y ciertas formulaciones de los concilios.) Lo que no es una contradicción, sino una obligación, con intención de mejorar-“santificar el nombre de Dios”. El “santificado sea tu nombre”, a mi juicio, incluye también repensar conceptos inmaduros, que deforman o expresan mal el concepto-imagen de Dios. Jesús de Nazaret fue en este caso un gran Maestro: se adaptaba, adaptaba su enseñanza incluso con clases particulares a sus discípulos, que no siempre le entendían… y llegó a decirles: “Si no entendéis esta parábola, cómo entenderéis las otras”… Lo que no indica que los discípulos de Jesús -de ayer y de después- no siempre entendieron bien el Mensaje del Reino… En Hechos se comprueba y en la historia de la Iglesia -de los discípulos de la iglesia histórica- también. Y negar esta realidad es no ver… (o no querer ver?) No sigo, aunque el tema merece más extensión.
2. Otro tema: la Resurrección… Hablar -y admitir- de la resurrección no es hablar de un símbolo, sino de una MUTACIÓN REAL, que ocurre tras la muerte del hermano cuerpo-materia. Mutación que puede intuirse, pero que, pese a todo, necesita fe. racionalmente es una apuesta razonable, pero necesita fe, confianza.
En Queiruga el acto de la revelación no es una mera actividad humana, sino un acto comunicativo con Dios. Es decir, hay un Dios que se da a conocer y un ser humano que cae en la cuenta de esa comunicación. Para ello toma la categoría mayéutica histórica con la cual logra entrelazar al Dios que se manifiesta con aquel s quien se le manifiesta. Desde una realidad antropológica el humano puede descubrir al Dios que se revela.
Por eso, aunque el Dios que se manifiesta es eterno, lo hace en un contexto humano histórico y evolutivo, la revelación de concretiza en el marco humano.
Indica que hay que evitar dos errores: ver el cristianismo como único lugar posible para la presencia de Dios, ver la elección divina como elemento exclusivista que lleva al rechazo de los demás. Es decir, todos los seres humanos están inmersos constituitivamente en su relación con Dios y las religiones tematizan mal relación real.
El término inreligionación es un neologismo que significaría la aceptación de todo lo bueno de las religiones con las que se encuentra el cristiano. Es de ir, propone, desde la revelación, a un diálogo respetuoso Interreligioso.
… Totalmente de acuerdo, José Miguel, y esto concuerda, diría, con mi observación, a Antonio Llaguno.
Un cordial saludo!
Sí M.Luisa encaja en tu acertado comentario. Podemos interpretar a Queiruga con independencia sin prejuicios, es un gran teólogo, en parte poco conocido, pero que tenemos que referenciar.
un abrazo.
A quien lea este texto.
Hace por lo menos cien años que algunos teølogos cristianos, entre ellos algunos católicos, empezaron a plantearse una serie de cosas. No precisamente por falta de eso que llaman Fe y todavía no he logrado entender del todo qué es. Todo lo contrario, para que la gente normal, como mi persona no perdiese la dichosa Fe. A Esta corriente de renovación teológica pertenece el señor Torres. Creo que esa inquietud fue la causa de la convocatoria del segundo concilio Vaticano. El Papa Juan lo vio oportuno, pero murió. Y en unos años llegaron al Papado dos señores, con un solo pensamiento teológico muy muy conservador y vino el cerrojazo. Y con una dureza enorme. Ahora tenemos como Papa a un señor que junto con su compañía, piensa de otra forma. Y rehabilita al Teólogo Torres Queiruga. Mi pregunta es: qué sucederá con el siguiente? Tenemos entonces que depender de las ideas del grupo de Poder que llegue al Papado? El señor Castillo, gran teólogo, decía que el problema no era el Papa, era el Papado. Y es que ese es el problema. La estructura de la iglesia, basada en una lectura literal de una traducción de unos textos evangélicos, previamente seleccionados, escritos unos en griego y otros en Arameo. Unos dirigidos a unos pueblos con una serie de metáforas para que se entendiera el mensaje, y otros a otras comunidades , todos destinados a culturas orales de hace dos mil años.Se hizo la primera traducción al latín por un señor muy erudito y llenito de buena voluntad. Y de ahí arrancan todas las otras Biblias. Y sigo preguntándome, de verdad, de verdad se debe hacer una interpretación literal del texto? Mi sentido común me dice que no. Que lo que hay que hacer es hacer una interpretación de acuerdo a cada época en que se vive. Sin cambiar el fondo del mensaje evangélico.
Pero se choca con una intransigencia brutal de la iglesia de arriba, la oficial. Si la iglesia católica, que es a la que pertenezco porque estoy bautizada y confirmada, se empecina en mantener determinadas afirmaciones, me pregunto por qué. No será para mantener esa estructura de Poder? Porque sentido no tiene. Al menos para mí.Claro, si el catolicismo fuese simplemente una religión, pues con desapuntarte que dicen los críos… pero es que tiene una influencia en la sociedad tremenda. Es que determinadas partidos políticos se apoyan en esas creencias. Es que la iglesia se apoya en determinados partidos políticos. Es que es un águila de dos cabezas, y el escudo de muchos reyes no lo he diseñado yo.
Hasta cuándo va a durar esto?
Es que la resurrección tiene que ser como dijeron hace dos mil años que fue? No cabe otra interpretación? Pues he leído algunas preciosas.Es que la eucaristía se tiene que presentar como un cuasi acto de canibalismo? No cabe otra interpretación? Pues he leído algunas preciosas.
Es que la vida eterna tiene que ser tal y como dicen que tiene que ser? Pues tengo una idea preciosa acerca de cómo me gustaría que fuese.
Así puedo recitar el credo entero. Porque he leído otras interpretaciones , porque hay teølogos absolutamente bien preparados que han dedicado su vida profesional a repensar los mismos conceptos y expresarlos de otra forma. Muchos. En concreto el señor Queiruga ha hecho un análisis sobre el problema de Él mal, que él sabrá el tiempo que le ha dedicado.
Eso es ir en contra del evangelio o en contra de la poderosa iglesia? Pregunto.No vale decir en la iglesia cabemos todos, primero hay que hacer hueco y cuando haya hueco para todos, entonces muchos volveremos a entrar y estoy segura de que entrarán otros nuevos. Segura. Menudo mensaje de base tiene.
Pero hasta que no se llegue a un acuerdo entre teølogos y todo se redefina , la iglesia seguirá siendo lo que es. En una época habrá un papa que anatematice a un teólogo y en los años siguientes , el siguiente papá lo puede rehabilitar. Esto es serio?
Hay que llegar a una serie de acuerdos mínimos que permitan una reestructuración de , pues de todo. Empezando por la idea de Dios. Porque cada persona es libre de imaginar a Dios como pueda. Insisto. Como pueda. Entonces Jesús de Nazaret tiene que ser el hijo biológico de Dios? Lo dicen en serio? Pero si el ser hijo de en aquellas culturas era parecerse a…
Por favor.De verdad.Por favor.Déjennos libertad y poder seguir sintiéndonos católicos. Porque no creo que ni a corto ni a medio ni siquiera a largo plazo, las religiones vayan a desaparecer. En el límite tendiendo a infinito.. vaya usted a saber.A todos mis amigos Santiagos, A todos mis amigos señor Valderas. A todos los que aquí escriben. A todos los que lean esto. Por favor. Y eso es todo.Hoy me han dicho: olvídese de la teología…y tiene razón. Mis amigas me dicen, nada puedes hacer. Y es cierto.He aprendido un montonazo aquí. Y por ello estoy totalmente agradecida.Un abrazo a todos. A todas. Aquellos que se dejen abrazar, claro. No está el tema para bromicas.
Y nunca, jamás, en mi vida he querido faltar al respeto a nadie. Jamás. Y si lo he hecho ha sido por pura torpeza. Me encanta discutir, no le doy importancia a la discrepancia. Por favor. Créanme.
El gran problema que tiene la Iglesia desde hace siglos, es haber convertido el movimiento de Jesús, en una religión y en una iglesia que Jesús jamás concibió con el ejemplo de su vida. Más problemas?: haber convertido en dogmas, las propuestas de un proyecto de vida y, por tanto el haber traicionado al evangelio; más, haber olvidado la igualdad entre hombres y mujeres, conformando una jerarquía masculina, patriarcal, androcéntrica y machista en tanto en cuanto margina a las mujeres, cosa que jamás hizo Jesús, todo lo contrario, las convirtió en apóstolas de la Resurrección, enviadas a que le comunicaran la buena nueva a sus cobardes apóstoles. ¿Concuencias?, pues muchas y horribles, violencia contra los herejes, contra las brujas ¿?, la inquisición, persecución a teólogos, como es el Caso de Torres Queiruga (al que le envío mi alegría de que hagan justicia con él), al igual que a tantísimos teólogos. Otra consecuencia es que el patriarcado haya dejado la voluntad de Dios y la teología en manos sólo de hombres. Pues nada, lucharemos por otra Iglesia mejor y posible.
Conozco la obra de Torres Queiruga por un amigo común, ya fallecido, gran historiador gallego. Su repensar la revelación, la revelación divina en la realización humana, el diálogo de las religiones y la auto comprensión cristiana y el repensar la resurrección, me parecen unos textos abiertos a una nueva teología más dialogante, pero que en nada cuestionaba la interpretación tradicional de las supuestas verdades de Fe. Hasta me parecen bastante tibias sus argumentaciones, por eso cuando, en su momento, la Conferencia Episcopal las calificó de heréticas indicando que “determinados instrumentos filosóficos o históricos debe estar guiado por la misma doctrina revelada. Que es necesario profesar la fe de la Iglesia según la interpretación constante que Ésta ha mantenido, siendo conscientes de que el valor de las intervenciones magisteriales no es fruto de una teología opinable, sino de la asistencia del Espíritu Santo”. Pues que decir, que lluvia sobre mojado.
Me alegro que se le rehabilite si ese es su deseo en este tipo de Iglesia.
En la historia del pensamiento español se ha dado un fenómeno curioso. La voluntad de ruptura con la ideología dominante se ha pretendido sustituir con la introducción de corrientes extranjeras que no gozaban en su país de origen de particular predicamento. Me viene a la memoria Julián Sanz del Río, que, enviado a Alemania, nos trajo el krausismo. Dada la nebulosa terminológica que lo envolvía, tampoco en nuestro país tuvo repercusión sólida, aunque en los últimos años parece haber resucitado en Atrio con su panenteismo.
Amor Ruibal fue un clérigo compostelano que también se rebeló no sólo contra el escolasticismo decadente, sino también contra la nueva escolástica impulsada por León XIII. Torres Queiruga ha estudiado el tema en su relación con la hermenéutica alemana y su apoyo en la lingúística comparada y filología para su interpretación del misterio trinitario. Otros han estudiado la aproximación de Zubiri a Amor Ruibal y su inspiración en él para el conocimiento de Dios, es decir, para la religión. Lo mismo que el propio Torres, esos filósofos y teólogos utilizan las referencias a la ciencia como sustituto de la argumentación neotomista. Pero es, en la mayoría de los casos, referencias sin base sistemática, cuando no disparatada. En su libro sobre Ortega y Gasset, Gonzalo Fernández de la Mora detallaba los errores de bulto del autor en ese sector. En Barcelona, García de la Mora, que fue docente de la Universidad durante más de treinta años, entre otras asignaturas de Teodicea, realizó su tesis doctoral sobre el canónigo compostelano. Era el momento en que Zubiri estaba en su apogeo, tras su paso fugaz por dicha alma mater. Se la dirigió uno de los historiadores de la filosofía más solventes del momento, Joaquín Carreras Artau. Como buen historiador le indicó que insistiera en el fundamento de la religación para indicar el contexto de la tesis zubiriana. No era fácil. Zubiri no cita, salvo a los clásicos, nunca a nadie. Suelen decir los glosadores de la figura de Amor Ruibal que fue una pena su escaso influjo en la filosofía y teología española. Otros, conocedores de sus escritos, no lo lamentan tanto.
Ayer leí el artículo de Antonio Duato sobre Torres Queiruga y un resumen jugoso que encontré en la red sobre sus postulados sobre la resurrección.
Me temo que tengo que rectificar, al menos un poquito.
Si yo entendí bien ese resumen amplio, cosa que está por ver, Torres Queiruga no cuestiona la realidad de la resurrección. Torres no solo acepta sino que afirma que la resurrección es totalmente real e incluso plantea algunos aspectos muy interesantes sobre la misma como el hecho de que no es “a la espera” sino inmediata en el mismo instante de la muerte (Si es que el concepto “tiempo” se puede aplicar a un resucitado, añado yo) y es completa, corporal, no solo espiritual. Aunque esa “corporeidad” sea una corporeidad “diferente” a lo que percibimos como corpóreo mientras estamos vivos.
Lo que cuestiona y a eso no le veo yo tanto problema es que las apariciones del resucitado y la tumba vacía, tenga especial interés y hayan sido “empíricas”, es decir constatables y reales físicamente.
Pero luego de establecer este punto de partida y de quitarle hierro el mismo autor, al hecho en si de la aparición (La comparación con el dogma de la asunción es muy evidente) del resucitado, establece toda una teoría muy interesante y en la que yo no veo ninguna contradicción con el dogma tradicional aunque si una novedad muy llamativa en la forma de afrontarlo. En particular la seguridad que tiene en que la resurrección es un acto del Padre hacia al hijo y precisamente por eso puede ser trasladado a cualquier otro ser humanoLo que si me ha quedado claro es que Torres Queiruga, no niega en ningún momento la resurrección, ni la de Cristo ni la del resto de las personas sino que aporta puntos de vista muy interesantes y novedosos para afrontar una cuestión sobre la que lo único evidente es que no tenemos ninguna prueba empírica que nos permita establecer “cómo” será esa nuestra resurrección y como con el resto de sus escritos, el teólogo gallego aporta una forma honesta, competente, erudita y con intención clara de alinearse con la de la Iglesia de tratar de reflexionar sobre el asunto.
Creo que tendré que leer más sobre el tema. A ver si me compro su libro sobre la resurrección (Y a ver si soy capaz de entenderlo, que cuando los buenos teólogos se ponen, los aficionados de a pie sufrimos para entenderlos. Véase el ejemplo) y lo medito con cuidado.En cualquier caso, rectificar es de sabios y como siempre, en ATRIO conseguís que me plantee cosas que no me planteaba
Gracias
Gracias Antonio Ll a ti por tu interesante comentario. Como escribe Ratzinger hablando sobre la Resurrección en el segundo tomo de su Jesús de Nazaret lo que vieron los discípulos fue la realidad de Jesús glorificado que es una forma “nueva y distinta” de existencia a la que todos nosotros fuimos llamados. Y es por eso que María Magdalena, los de Emaús y los Apóstoles pescando “tardaron” en reconocerle. Era el mismo Jesús pero en otro “modo” de vida.
Por otro lado, la tumba vacía no prueba la Resurrección pero no la excluye ya que citando el Salmo 16:8-10 no habría disolución del cuerpo: “no permitirás que tu Siervo fiel vea la corrupción de la fosa”
Los Apóstoles veían a Cristo físicamente pero sin El estar sujeto a las leyes del espacio y del tiempo. La Resurrección es pues un evento real pero que “abre las dimensiones de la historia y la trasciende”.
Un abrazo
Santiago Hernández
Luego si la aparición del resucitado es en forma de algo (Llamémosle cuerpo aunque no se ajusta a lo que realmente ES un cuerpo) que no está sujeto al especio ni al tiempo… es algo que no podemos describir pues toda nuestra realidad está sujeta al espacio y al tiempo.
Recuerdo un profesor mío de religión, del cole, José María García Méndez (El Maduro le llamábamos) que nos decía que el problema de la Experiencia Pascual era muy parecido a lo que pasaría si tomáramos al mejor escritor en lengua castellana del siglo de oro (Pongamos a Cervantes, por ejemplo) y lo lleváramos durante 30 minutos a una terraza en el aeropuerto de Barajas y luego, al regresarlo le pidiéramos, que describiera lo que había visto; describiría cualquier cosa menos un aeropuerto (Chema, decía que describiría algo así como un lugar enorme donde grandes y monstruosos dragones metálicos se alimentaban de seres humanos que voluntariamente se sacrificaban y eran deglutidos por el costado y se levantaban, cuando quedaban saciados, con un ruido espantoso y terrible y con fuego en las extremidades).
Y estaría empleando un español impecable y diciendo la verdad, porque él habría visto eso.
Y ese es uno de los problemas que pienso que nos encontramos al describir o tratar de describir la Resurrección de Cristo, nuestra imposibilidad material de describir asépticamente ese fenómeno y mucho menos de quienes asistieron a él.
No, los discípulos no veían en Jesús glorificado a un monstruo ya que la glorificación no implica deformación sino perfección porque es más perfecto el cuerpo que no se encuentra limitado por “el espacio y el tiempo”. Y es así como se describe la vida eterna ya que allí ha de desaparecer el tiempo terrestre y el espacio físico para poder nosotros adquirir la vida divina que Cristo nos promete en el Evangelio.
De ahí que San Pablo habla que lo que es corruptible se ha de trasformar en incorruptible y esto precisamente es la glorificación asumida por Cristo al derrotar la corruptibilidad imperfecta de la muerte en Su gloriosa Resurrección, lo que es el punto central del Cristianismo.
Por otro lado, la experiencia de ver al Resucitado fue única y múltiple. Fue “otra experiencia”, de otra realidad más perfecta, imposible de describir a cabalidad porque era excepcional,….pero de todas maneras era el Cristo real y TOTAL como se encuentra ahora eternamente el que vieron los discípulos.
Y así Jesús aparece resucitado 12 veces en el Evangelio, se aparece a una o a múltiples personas y hasta a “500 a la vez” Los discípulos no sólo relatan haber sido “no creyentes” como Tomás sino que pueden hablar directamente con El, le tocan las heridas de Sus Manos y Su costado (Juan 20: 27), almuerzan con El (Juan 21:12) comprobando que seguía siendo misma Persona física de Jesús al que ellos conocieron en Su vida terrestre pero ahora en la dimensión de Su Gloria.
Los discípulos en la aparición de Cristo en el Mar de Tiberíades al principio no Le conocieron y es Juan el que le dice a Pedro: Es el Señor (Jn 21:7) Entonces, Simón en oyendo que era el Señor..echóse al mar” (v 8)
Dice San Juan: “Éste es el discípulo que da testimonio de estas cosas y el que las escribió, y sabemos que su testimonio es verídico (Juan 21:24)
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Santiago,
ni de casualidad pensaría que los discípulos vieron un monstruo cuando vieron a Jesús resucitado. Lo que quiero decir es que no podrían describir con propiedad lo que vieron y los que escribieron los Evangelios que transmitieron tradiciones orales con el riesgo evidente del “síndrome del teléfono estropeado”, menos.
El que vería un monstruo es Cervantes si viera levantar el vuelo a un Boeing 747 con 400 personas en las tripas y fuego en las alas.
En el fondo estamos diciendo lo mismo, aunque quizás con el matiz de que yo no me atrevo a calificar como fue esa experiencia, cosa que Torres Queiruga y tú, obviamente mucho más preparados que yo para hacerlo, si hacéis.
Por eso es bueno leeros y discernir, aunque estoy seguro de que si yo lo viera, habría visto otra cosa, diferente a lo que tú habrías visto aunque estuvieras a menos de medio metro de donde yo me encontrara… y tampoco podríamos describirla de forma clara para el resto del mundo.
Un abrazo
Antonio LL, escribí citando a lo de “monstruo” por parodiar un poco lo que tratas de expresar en tu relato…pero nunca pensé que creyeras que así sería el Cristo Resucitado…Y se perfectamente de que hablas porque esa experiencia a los discípulos fue distinta y única desde el punto de vista de la historia…
Y es que en verdad, es otra Realidad, la que percibieron y no podemos saber con certeza “como” fue el ver la gloria de Cristo..con nuestros ojos humanos…solamente a los que le fue concedido por ser los más cercanos a Cristo y participar mas directamente de Su amor y así fue la respuesta de Jesús a Judas Tadeo cuando le hizo la pregunta de por qué El no se manifestaba glorioso a TODA la humanidad…Sería bueno pensar sobre ello…
Por lo demás, todas mis reflexiones tienen una base en la Escritura…trato de preguntar e inquirir y hurgar lo que permanece en ella….porque los autores de ella fueron los que vieron el cristianismo como una realidad existencial verídica…Ellos vivieron la fe y murieron en ella y por ella…Nosotros sólo recogemos el “eco” lejano pero cierto de esa fe vivida en “visión”…Nuestro méritos, si podemos tener alguno, consiste en creer lo que nos transmitieron los testigos por medio de la infusión del Espíritu Santo de Dios pero en “penumbra”…Por eso debemos buscar la Luz
Un abrazo
Santiago Hernández
Estoy con J M Valderas ya que una cosa es que el dogma o la verdad evolucione,y así que sea más clara, y también para profundizar más en su contenido -y como decía Avery Dulles SJ para que no pierda su “verdadero sentido” a través de los siglos-…. pero otra cosa es sustituir la verdad para hacerla un mero símbolo o mito religioso que se acomode a cierta mentalidad popular.
Pero tanto la Resurrección como la Eucaristía son hechos reales para la Iglesia naciente de entonces y que son definitivos para la Iglesia actual y por tanto son históricos, porque pertenecen a los testimonios fidedignos de los testigos directos de los “hechos que ocurrieron” entre ellos, según “nos los transmitieron los que desde el principio fueron testigos oculares y después ministros de la palabra” (Lk 1:1-2)
Por eso, no se trata de la opinión especulativa de un teólogo, ni de un grupo de ellos..sino la afirmación de la Iglesia de Cristo…Es Ella la que posee el carisma de Cristo y que Ella proclama como lo que “recibió” de Jesús y a su vez “lo transmitió” a nosotros y lo seguirá haciendo hasta “la consumación” de los siglos”Por tanto, los teólogos tienen la importante función de explicar, aclarar y profundizar en la Revelación pero se encuentran al servicio de esa Verdad revelada que el Magisterio de la Iglesia ha preservado a través de los siglos.
Un saludo cordial
Santiago Hernández
Era de esperar alguna que otra reacción en negativo. Pero lo que le diría a Antonio Llaguno es que lo fundamental de la “revelación progresiva” que no es si no la fe vista como proceso desde su otra vertiente no está en la recuperación de conceptos, sino en rescatar de ellos el contenido real que los habilita en cada momento histórico. Y, por otro lado, lo que le diría a J. M.Valderas que cambie su discurso, porque no es cierto que Queiruga reivindique en su libro a Amor Ruibal ni que Zubiri lo utilizara para su teoría de la religación, querrá decir, que no de la religión. Esto último ya se lo rebatí tiempo atrás.
Creo que va mucho más allá de ver la fe como un proceso.
Para ver la fe como n proceso, no hacen falta (Al menos para mi) muchas teologías.
Yo no tengo la misma fe que tenía con 18 años y no hay más que leer los Evangelios (Por no buscar textos “mundanos” para ver que el propio Pablo y Saulo (Ambos de Tarso) que son la misma persona tienen fes diferentes antes y después de “caer del caballo”.
Lo importante es que lo que explica como un proceso no es solo la fe, sino la revelación y como esa revelación puede partir y de hecho parte habitualmente de la introspección con uno mismo y el enfrentamiento que uno mismo hace con su vida y su circunstancia.
Este planteamiento, en mi modestísima y poco relevante opinión, es fundamental en la vida del creyente por dos cosas, la primera porque pone en valor (Que expresión tan fea, pero no se me ocurre otra) la propia experiencia como revelación de lo divino y en segundo lugar porque humaniza y relativiza la revelación tradicional a la Iglesia.
Y además es que es de sentido común, cosa no siempre fácil de encontrar en las propuestas teológicas; porque si Dios es el Dios de todos, debe ser accesible a todos como cada un@ es diferente al otro o a la otra, lo lógico es que la revelación sea diferente para cada quien.
por otra parte, Dios es el mismo Dios para una siervo de la gleba del siglo IX que no sabe leer y casi es incapaz de coordinar dos palabras seguidas y para el mejor teólogo del siglo XXI que además es Doctor en Física Teórica y es imposible que ambos tengan la misma concepción de Dios, por eso debe poder revelarse a cada un@ de manera que cada un@ pueda recibir y aprovechar esa revelación.
Eso es lo que deduzco yo, de la “Revelación progresiva de Torres Queiruga” un Dios que no solo o está en silencio sino que, por lo contrario, es un gran parlanchín, que sabe hablar a cada persona individual sin importar qué tipo de persona sea y que lo común a esa revelación es que es amor incondicional y que necesita (No exige) para poder existir que nosotros le amemos.
¿O nadie se ha percatado de que si los humanos no amamos a Dios convertimos la causa de Dios en un absoluto fracaso? Y yo siempre afirmo que sólo se puede amar a Dios amando al prójimo que significa próximo.
Mi observación, Antonio, se fundaba en el interés que compartías con Gonzalo en el concepto de “Revelación progresiva”
A mi modo de ver lo que se recupera para ese profundo cambio en las creencias está en la experiencia de la realidad que en ellas va envuelta y que, por tanto, lo inexorable está en poner los conceptos al día, actualizarlos, no recuperarlos. Esto hace de que si, por un lado, se habla de “revelación progresiva” por el otro bien puede hablarse del carácter procesador de la fe. Por mi parte no veo por ningún lado que haya hablado de teología ninguna
A la manera de Zubiri, Torres quiso reivindicar a Amor Ruibal. Zubiri lo utilizó para su teoría de la religión. Torres lo esgrimió para su teoría de la Trinidad en particular de la Revelación en general. Toda evolución es progresiva, es un pleonasmo. Pero a diferencia de la evolución biológica, que no es lineal, sino que tiene sus avances y retrocesos, la evolución del dogma sí es lineal. Lo que no es, bajo ningún concepto, es rupturista. Cuando a Torres se le cuestiona su exposición de la Resurrección no se le objeta que acepte la evolución del dogma, sino que sustituya el dogma. La evolución progresiva o es homogénea o no es, el dogma, evolución sino ruptura. Conceder a la Resurrección un valor simbólico, de duelo, de autoconvencimiento, no difiere de la concepción del misterio eucarístico como un mero recuerdo o símbolo, no como una sacramento que obra ex opere operato. Es la explicación de Barth. Que rehabiliten o no a nadie no debe desenfocar el centro de atención que es la doctrina. Lo tiene fácil el arzobispo de Santiago. Si él sabe que Torres va a exponer la doctrina del Credo, bienvenida sea su conferencia. Yo no lo sé. La verdad es que Amor Ruibal, que concedió en el tiempo, con las aguas agitadas de la evolución homogénea del dogma de Marín Sola, no parece haber hecho fortuna en filosofía, pese a su idea de unificación de todas las ramas del saber. Ni siquiera un filósofo orteguiano como Marías, discípulo de Zubiri en historia de la filosofía, le concede atención. O yo no recuerdo.
Al igual que Gonzalo, el concepto de “Revelación progresiva” me parece sumamente interesante.
No puedo compartir, sin embargo, la afirmación que hace de la experiencia de la resurrección y sobre todo cuando afirma que no es una “experiencia sensible” y que las experiencias de los testigos podrían ser del tipo “místico” o “experiencia de duelo”, porque desmontaría la totalidad de la fe cristiana. Ya Pablo decía que si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe y la doctrina de Torres Queiruga, cuanto menos, habla de una resurrección que no es resurrección. Es otra cosa.
Pero eso no le quita un ápice de interés a la teología de Torres Queiruga. En especial, el hecho de que yo no le entienda no quiere decir más que eso: que no lo entiendo. Y que me gusta el pensamiento sencillo. Cuando damos muchas vueltas a algo suele ser que no estamos diciendo lo que realmente queremos decir.
Pero me alegra que se le rehabilite, porque eso es lo que debe ser la teología y lo que deben ser los teólogos. Personas que se atrevan a pensar distinto. No serán poseedores de toda la verdad (Yo tampoco, de hecho yo mucho menos) pero nos mostrarán partes de la verdad completa.
Y no solo que lo rehabiliten, sino que sigan las indicaciones que muestra en su mencionado libro actualizando la fe en la resurrección, haciéndolo posible en la recuperación de su experiencia. Una experiencia común que pone en segundo término toda teoría sobre ella.
Meditar el librito Repensar la resurrección, de Andrés Torres Queiruga, me ha hecho aclarar muchísimas dudas y rectificar muchos errores. Me alegro mucho, no de su rehabilitación, porque personas con la poca categoría humana del cardenal Rouco y sus afines, no pueden quitar ni un átomo de la inmensa capacidad que posee Torres Queiruga.
Me alegro mucho, mucho, por esa “rehabilitación” de Andrés Torres Queiruga. Y escribo “rehabilitación” así (entre comillas), porque a la luz del Evangelio -el paradigma-mensaje NUEVO, religioso, individual y social (dinámico, no estático), transmitido por Jesús de Nazaret-, Andrés estuvo siempre habilitado. Son los que en su día lo “inhabilitaron” quienes se pusieron en evidencia: su paradigma es estático y por ello irrevisable (el poder no quiere ni acepta revisiones). Paradigma tradicional que no encaja con la mentalidad abierta, nueva, de Jesús. Por enseñar un Mensaje nuevo, que constituía una revisión religiosa y social, pues obligaba a repensar la tradición religiosa -incluidos pasajes del V. T.- y como “añadidura”-complemento las estructuras sociales discriminadoras que maltratan al ser humano, Jesús fue también INHABILITADO… Hoy necesitamos limpiar, sanear, rehabilitar la esencia del MENSAJE del Señor, que en algunos aspectos importantes la iglesia clerical, adosada al poder, tanto ha marginado… Por eso, enhorabuena, amigo Andrés. De ti también yo he aprendido a discriminar mejor lo que es “palabra de Dios” de lo que es “palabra de hombres”. (Hoxe mándoche esta nota desde a túa terra.) Un abrazo, Andrés.
Torres Queiruga ha sido uno de los teólogos que me ha abierto a un profundo cambio para actualizar mis creencias y mi teología, y “Recuperar” los conceptos fundamentales. Especialmente le agradezco su explicación sobre “la revelación progresiva“. Me alegro de esta rehabilitación y homenaje.