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Ciencia y religión para reencantar el mundo hoy

Era difícil imaginar que una hora de conferencia a la que acabo de asistir por You-Tube me resultase tan apasionante, agradable y provechosa. Os lo recomiendo a todos. Agradezco a Ramón Mª Nogués, biólogo, neurocientífico y sacerdote escolapio, de una ciencia y sentido común extraordinarios, a Feadulta que organizó el acto la semana pasada y subió el vídeo hoy a You-Tube y también a Leandro Sequeiros que me lo ha pasado esta misma tarde del martes y que ya presentó en Iglesia Viva un par de libros de Nogués, hace diez años. Recomiendo la lectura de esa recensión. Y no os perdáis el final del vídeo del que saco el titular. Y continuemos con estos guías la búsqueda, no la polémica, en ATRIO. AD. 

¿Qué os ha parecido?

6 comentarios

  • M. Luisa

    Muy interesante este   estudio en el que   R. Mª Nogués  nos muestra la actividad integradora  de la mente.  Conocí a Nogués hace algunos años a través de  conferencias y  congresos que se venían organizando en Barcelona  con motivo del cambio de siglo.  Ya en aquel entonces leí algo del neurofisiólogo  John C. Eccles  a quien nombra en un momento de su exposición y al que recuerdo como un autor defensor del  dualismo interaccionista entre mente y cerebro,   algo  que en la actualidad  y según estas investigaciones está ya superado.  No obstante echo en falta  el aspecto   filosófico del problema.

    • M. Luisa

      Ayer por la noche antes de cerrar me saqué una copia de la recensión para leerla detenidamente esta mañana. Y,  sí que ahí  la cuestión   remite   a ese aspecto filosófico que echaba en falta.

      Todo él, a mi modo de ver,  se nos da  en ese título “El bordado del mundo mental, una necesidad innecesaria”    que hace referencia a J. Antonio Marina.

      Es curiosa la semejanza que veo entre estas tres clases de conocimiento  que distingue el citado autor: El iluminador, el simbolizador y el creativo,   con el de la trilogía del conocimiento    descrito por X. Zubiri., en la que el iluminador recaería sobre el primero de ellos: el de la aprehensión. El simbolizador  en el del segundo: El logos y el creativo en el de la razón.

      El juego que da a lo largo del conocimiento  por lo que tiene de fluyente  el concepto de aprehensión  no lo da, en mi opinión,  el concepto de iluminación  que tradicionalmente ha apuntado más al mundo de las  ideas.

      • M. Luisa

        … Como me ocurre a veces, me quedó sin seleccionar en el borrador ese último parágrafo.

        “Esta sería mi única consideración. En el ejemplo mismo  de la ventana que  al abrirla no solo hay contemplación sin también sensación.  Sensación  de  que lo que estoy contemplando es real”

  • ana rodrigo

    A mí me seduce mucho la neurociencia a pesar de que, además de enseñar cómo funciona le cerebro en cada una de sus partes, nos está diciendo que el cerebro crea realidades subjetivas y por tanto no universalizables, y pone varios ejemplos.

    Dentro de mi supina ignorancia voy a escribir algo sobre lo que he deducido de lo escuchado.

    El ponente nos habla de la relación entre sicología, espiritualidad y religión, como sistemas simbólicos creados por el cerebro y la experiencia como algo intuitivo que sale de nuestro interior, es decir el cerebro.

    Y así sucesivamente, todo parte del cerebro, la razón, las emociones, las decisiones, la simbología, es decir todo. Y yo pregunto, si todo parte del cerebro como el marco de la vida, ¿todo queda en el cerebro? ¿Lo que crea el cerebro, es real como ente aunque no sea tangible como ocurre con las religiones o las espiritualidades? Sin olvidarnos de Dios. ¿Nuestro cerebro crea a los innumerables dioses a lo largo de la historia de la Humanidad?

    Dice que el Evangelio está para fastidiar (en nuestro lenguaje, en Argentina usan otra palabra), es decir para hacernos preguntas, pero si las respuestas tienen el mismo origen cerebral que las respuestas “todo queda en casa”.

    Cuando el cerebro desaparece al igual que cuando descubre algo nuevo, ¿desaparece todo lo creado por el cerebro?

  • mariano alvarez

    Que en el psiquismo humano existen estructuras capaces de trascender la propia objetividad de la razón científica así como su capacidad simbólica, es evidente con independencia de que la ciencia neurológica nos muestre donde residen morfológicamente dichas estructuras.

    Está muy bien que la neurociencia nos confirme lo que ya antropológicamente es una evidencia, ya que la propia ciencia se fundamenta desde sus inicios en unos presupuestos (axiomas) más que en unas certezas y así cita a Niels Bohr al decir: “Lo que digo sobre la naturaleza no describe a la naturaleza, solo describe lo que digo sobre la naturaleza”, y lo remata con el teorema de incompletitud de Kürt Gödel en cuanto a que “todo sistema racional para ser completo siempre precisa de axiomas no contenidos en él”.

    El ponente en su discurso enfatiza el aspecto diferencial del hombre respecto al resto de los mamíferos en su capacidad simbólica, lo cual ubica morfológicamente en el ámbito del cerebro social que interactúa dinámicamente con todos los anteriores (ver gráfico) y que es donde el hombre se “desestereotipa” del resto de la naturaleza y en el que tiene lugar la huella de la espiritualidad, la religió y la fe y en una palabra en donde los sistemas simbólicos cristalizan en modelos culturales, es decir en la cosmovisión con que cada grupo cultural se percibe a sí mismo y a su mundo, y además finaliza justificando y cuantificando el espacio neuronal encargado de dichas funciones (600 c.c.).

    Hasta aquí, todo muy bien explicado, con un lenguaje sencillo y claro, propio de un buen conocedor de la materia y buen divulgador científico y muy de agradecer.

    Pero quiero centrarme más en lo que no dice pero supongo quiere decir el ponente de este tema, pues se apoya al final en una expresión del presidente de la República Francesa (Macrón), que oficialmente se declara desde 1905 como una sociedad laica (independiente de cualquier confesión religiosa), con la siguiente expresión: “Confío que la ciudadanía francesa se abra a la verdad en un diálogo creativo entre ciencia y religión que “reencanten”  a la sociedad francesa, una expresión un poco contradictoria.

    Este diálogo aludido por el Sr, Macrón llega con un cierto retraso, se ve que no le han informado bien, porque ya se sabe que los políticos suelen soltar frases que sus informadores les pasan en un papelito para que sean dichas a la luz ciertos acontecimientos en los que toman parte.

    Permítaseme apuntar un par de afirmaciones que vienen al caso, para no alargarme en explicaciones sobre las que hay una gran epistemología  en relación a este tema y que seguro cualquier lector de Atrio conoce ampliamente y lo hago a título de reflexión:

    1.- El primer artículo del Credo se refiere precisamente a la fe en Dios “creador de cielo y tierra”, con lo que ya hace mucho tiempo que se puso de manifiesto que no se puede plantear la cuestión de Dios (cuestión Teo-lógica por excelencia) sin plantear la cuestión del mundo, o a la inversa: que la cuestión del mundo es uno de los aspectos de la cuestión de Dios.

    2.-¿ Este diálogo creativo Fe/Razón o Fe/ciencia es un diálogo conmutativo? ¿Da lo mismo recorrerlo en un sentido que en otro?  ¿Están los dos sujetos del diálogo en un mismo plano? ¿ Si no lo están cual es en orden de jerarquía?……

    Para todo aquel que quiera entrar en el fondo de la cuestión le invito a visitar los tres tomos de sobre antropología (teología de la Creación, Antropología teológica especial y antropología fundamental) de J.L. Ruiz de la Peña , el teólogo  de mayor cualificación teológico-científica que ya hace más de treinta años inició y entablo dicho diálogo propuesto ahora por El Sr. Macrón y lo hizo y se sigue haciendo desde unas bases que no escatiman ni un ápice  a los fundamentos de la ciencia ni de la fe, pero claro está requiere profundidad y seriedad para entrar en dicho diálogo, fundamentado en clave personalista.

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

     

  • ana rodrigo

    Lo he escuchado entero y me ha sabido a poco. Y sobre todo me hubiese gustado escuchar el coloquio entre l@s participantes y el ponente por si alguna duda de l@s presentes se parecía a las que tengo yo.