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El proyecto de Jesús, madurando en el tiempo, 8

       LA SAMARITANA     

En el relato de la boda de Caná se utiliza el término griego ὑδρία (transliterado hudría) referido a las tinajas allí colocadas. Este término, usado comúnmente para aludir a cualquier recipiente de barro, aparece en el NT tan solo en otra ocasión, también perteneciente al evangelio de Juan. Se trata del pasaje de la samaritana. Ahí se traduce por ‘cántaro’ (Jn 4,28). El texto informa del abandono de la preciada vasija por parte de la mujer. Ella dejó su cántaro -cosa extraña- sin el agua que había ido a buscar y regresó al pueblo para dar a la gente una noticia sobre el Galileo. Estos detalles tienen importancia, aunque se subestiman y pasan desapercibidos cuando no se analizan los textos en profundidad. La carencia de análisis desfigura estos datos. Al vaciarlos de su auténtico contenido, queda rota la armonía del escrito. El desequilibrio se agranda cuando, además, se resaltan como fundamentales detalles de menor entidad, útiles solo para dar cuerpo a las narraciones.

      De la samaritana se han realizado multitud de dibujos, pinturas y esculturas. Casi todas las imágenes pintan una escena idílica de una mujer con un cántaro junto a un pozo donde aparece la figura estereotipada y edulcorada de un imaginado Galileo. Se hallan muy lejos del contenido del texto. Ni siquiera llegan a los preámbulos. Sirven solo para distraer. Y, sobre todo, ayudan a engordar la ignorancia respecto al mensaje expuesto en este relato.

      Por la longitud de la narración (Jn 4, 4-44), nos detendremos solo en algunos de sus detalles.

 

1. La región de Samaría

      El texto comienza aportando una simple nota con pinta de justificación:

      “Tenía que pasar por Samaría” (4,4).

      Se refiere al Galileo. Va de camino. Viaja desde Judea en dirección a Galilea, trayecto que, según los sinópticos, nunca realizó. De hecho, ni Mateo ni Marcos mencionan siquiera Samaria. Solo Lucas lo hace (Lc 17,11). Los tres sinópticos hablan únicamente de un viaje siguiendo una dirección a la inversa: desde Galilea a Jerusalén.

a. Origen y vicisitudes

      Samaría debe el nombre a su capital, llamada también así. Era la región central de Palestina. Lindaba al norte con Galilea y al sur con Judea. Por su lado este transcurría de norte a sur el río Jordán. Los antecedentes históricos de Samaría tienen sus raíces en la opresión que el listillo de Salomón impuso sobre el pueblo. A su muerte (922 a.d.n.e), la población del norte de la nación vio la oportunidad de poder aligerarse de la carga fiscal y acudió a su hijo Roboam con ese objetivo. Pero el hijo, más imbécil aún que su padre (ver en Atrio: https://www.atrio.org/2011/11/los-indignados-de-sikem/), provocó la división del país en dos reinos: Israel al norte y Judá al sur. En el 875 a.d.n.e. el entonces rey del reino del norte, Omrí, compró un monte a un tal Sémer (I Re16,24ss.) y construyó allí una ciudad a la que llamó: Samaría, por consideración al dueño de dicho monte. Una vez fortificada, la convirtió en la capital del reino de Israel. Este duró dos siglos. En el 722 a.d.n.e se lo merendó el reino de Asiria. Sus habitantes fueron deportados (II Re 17,6s.) y la capital fue repoblada con gentes traídas del imperio de Salmanasar (II Re 17,24s.). El AT interpretó el hecho como un castigo de Yahvé por haber abandonado la Ley (II Re 17, 13ss.).

b. Conflictiva diversidad religiosa

      La mezcolanza de gentes dio lugar a multitud de cultos (II Re 17,29 ss.). Samaria se distinguió a partir de entonces por su diversidad religiosa. La que había llegado a ser la esposa de Yahvé se convirtió en adúltera. Hubo profetas que denunciaron su situación, pero Samaría no les hizo ni caso. Solo reconoció como palabra de Dios los cinco primeros libros de la Biblia (el Pentateuco). En una fecha incierta entre finales del siglo III y principios del IV a.d.n.e. los samaritanos construyeron un templo en honor de Yahvé en el monte Garizim. La rivalidad con el templo de Jerusalén fue de mal en peor y los judíos destruyeron el templo de los samaritanos en el año 128 a.d.n.e. Con todo, el Garizim siguió siendo lugar de culto del pueblo de Samaría.

      La enemistad entre judíos y samaritanos se hizo crónica. Llamar samaritano a alguien era lo mismo que tachar de prostituta a su madre. En una discusión del Galileo con judíos, este puso en duda que fueran en realidad hijos de Abrahán. Ellos le replican:

      “Nosotros no hemos nacido de prostitución; un solo padre tenemos, Dios” (Jn 8,41).

      Ante un nuevo argumento contra tal afirmación, los judíos arremeten contra él:

      “Repusieron los dirigentes:
      – ¿No tenemos razón en decir que eres un samaritano y que estás loco?” (Jn 8,48).

      Samaría, tenida por esposa de Yahvé, le había sido infiel al traicionarle con ciertos diosecillos de tres al cuarto. Los samaritanos eran considerados por los judíos, herejes, hijos de la esposa prostituida.

      Los samaritanos, por su parte, impedían el paso por su territorio a todo aquél que tuviera como destino Jerusalén:

      “Envió mensajeros por delante; estos entraron en una aldea de Samaría para preparar su llegada, pero se negaron a recibirlo porque había resuelto ir a Jerusalén” (Lc 9,52).

      En el texto de Lucas, el Galileo puso como ejemplo de solidaridad y misericordia a un samaritano (Lc 10, 33-35). También será un samaritano quien únicamente, entre un grupo de judíos, muestre agradecimiento y acepte la liberación que le ofrece el Proyecto de sociedad alternativa (Lc 17,15ss.).

 

2. Una nueva anotación introduce el relato

      Al llegar a Samaría, el Galileo se detiene junto a un manantial y se sienta:

      “Llegó a un pueblo de Samaría que se llamaba Sicar… …estaba allí el manantial de Jacob.

Jesús, fatigado por el camino, se quedó, sin más, sentado en el manantial” (Jn 4,6).

      No hay en el AT ningún dato acerca de un manantial propiedad de Jacob. Jacob, al que Dios le cambió el nombre por: Israel (Gén 32,29), sí pudo heredar de su padre, Isaac, los pozos que este a su vez recibió en herencia de Abrahán (Gén 26,12-25).

      En este entorno entra en escena la persona coprotagonista del relato:

      “Llego una mujer de Samaría a sacar agua” (v. 7a).

      La mujer no tiene nombre. La falta de identificación indica que se trata de un personaje figurado. La observación respecto a su origen parece sobrar. Es una mujer de una localidad mencionada con anterioridad. El realce innecesario sobre su procedencia “de Samaría” sirve para señalar que la mujer representa a su pueblo. Su objetivo es conseguir el agua necesaria para la subsistencia de los suyos, un asunto, en aquella cultura, propio de mujeres.

 

3. El Galileo toma la iniciativa con una petición a la mujer

      Rompe la incomunicación con el pueblo hereje sin mostrar superioridad ni por ser hombre ni por pertenecer al pueblo judío. Sencillamente, necesita de la mujer para poder tener acceso al agua y solicita su ayuda:

      “Jesús le dijo:
      – Dame de beber” (v.7b).

      La mujer queda pasmada ante la petición. No se extraña de que le hable, sino que le solicite un favor:

      – “¿Cómo tú, siendo judío, ME PIDES de beber a mí, que soy samaritana?” (v.9).

      No ha habido presentaciones. ¿Cómo puede saber la mujer que él es judío? El narrador se despreocupa de estos descuidos. La mujer se asombra de que el Galileo no se haya comportado con la superioridad propia de los judíos y se haya rebajado ante quien ellos consideran despreciables. Es un hecho completamente anormal. Para los judíos, Samaría estaba marcada por la herejía. Aunque Samaría no aceptaba como palabra de Dios los textos de los profetas, los judíos sí conocían lo dicho por Oseas contra el antiguo reino del norte, Israel (Samaría):

      “No te alegres, Israel,
no te regocijes como otros pueblos,
porque has fornicado contra tu Dios,
hiciste el amor por salario
en todas las eras de trigo”
(Os 9,1).

      La mujer no concibe el acabamiento de la discriminación. Desconoce la llegada de la sociedad alternativa. No sabe que quien le pide de beber ha abierto camino a la justicia eliminando la marginación y la desigualdad. El Galileo pasa de camino brindando su proyecto.

      El autor del evangelio ha insistido en la ciudadanía de la mujer, esta vez expresado por ella misma: “…que soy samaritana”. Persigue que el lector no olvide este detalle.

 

4. Se entabla una conversación

      Ha desaparecido el hecho inicial, la petición de beber por parte del Galileo. Era solo una excusa para el diálogo. Ahora él se propone como dador de “agua viva”:

      – “Si conocieras el don de Dios y quien es el que te pide de beber, le pedirías tú a él y te daría agua viva” (v.10),

       y genera la curiosidad de la mujer:

 – “Señor, si no tienes cubo y el pozo es hondo, ¿de dónde vas a sacar el agua viva? ¿Acaso eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio el pozo, del que bebió él, sus hijos y sus ganados” (vv. 11-12).

      Se ha cambiado de ‘manantial’ a ‘pozo’. El autor parece inhibirse ante estas aparentes incoherencias. Pero en este caso no lo son. Cuando un pozo estaba alimentado por una fuente de agua podía llamársele de cualquiera de las dos formas. Así ocurre en Gén 24. En 24,13, se dice: “Yo estaré junto a la fuente” y más adelante, refiriéndose al mismo lugar: “…corrió al pozo a sacar más” (Gén 24, 20). Cuando al pozo llegaba el agua de un manantial se le llamaba un pozo de agua viva:

      “La fuente del jardín
es pozo de agua viva que baja desde el Líbano”
(Cant 4,15).

      Los interrogantes de la mujer no dudan de que el Galileo disponga de un agua de manantial. Pero no entiende cómo puede extraerla. Los pozos de Israel eran profundos. Muchos de ellos medían más de veinte metros. El pozo es figura de la esposa:

      “Bebe agua de tu aljibe,
bebe a chorros de tu pozo;
no derrames por la calle tu manantial
ni tus acequias por las plazas;
sean para ti solo,
sin repartirlas con extraños;
sea bendita tu fuente,
goza con LA ESPOSA de tu juventud:
cierva querida, gacela hermosa,
que siempre te embriaguen sus caricias
y continuamente te deleite su amor”
(Prov 5,15-19).

      El agua es figura de la Ley. La mujer, la esposa infiel no conoce otra agua más que la recibida del Pentateuco: La Ley. El agua de la Ley no quita la sed más profunda, la que anhela la Vida. Los profetas utilizaron el tema del agua anunciando para la era mesiánica remediar la frágil y dañada existencia del pueblo atiborrando de agua su agostada coyuntura:

      “No temas, siervo mío, Jacob, mi cariño, mi elegido;
Voy a derramar agua sobre lo sediento
Y torrentes en el páramo;
Voy a derramar mi aliento (τὸ πνεῦμά μου) sobre tu estirpe
Y mi bendición sobre tus vástagos”
(Is 44,2b-3).

      El agua fecundando páramos aparece en Isaías en paralelo con el aliento (πνεῦμα, traducido por ‘espíritu’) revitalizador           que transforma la vida.

      El Galileo ofrece un agua (“el amor leal”), que satisface la sed de una vez por todas (“vida definitiva”):

      “Todo el que bebe agua de esta volverá a tener sed; en cambio, el que haya bebido el agua que yo voy a darle, nunca más tendrá sed; no, el agua que yo voy a darle se le convertirá dentro en un manantial de agua que salta dando vida definitiva” (v.14).

      La mujer admitirá que la Ley no ha satisfecho su vida. No es solución definitiva. La infidelidad no ha traído a Samaría más que desgracias. La oferta del Galileo colma su aspiración de gozar de la plenitud humana. Y le pide el agua que da vida definitiva:

      – “Señor, dame agua de esa; así no tendré más sed ni vendré aquí a sacarla” (v. 15).

 

5. La petición posterior del Galileo a la mujer,

      así como la conversación que ambos mantienen sobre el tema de los maridos de ella carecen de lógica fuera del sentido figurado del relato. ¿A qué viene pedirle a la mujer que llame a su marido y vuelva? Y, ¿qué interés tiene el hablar del número de maridos tenidos con anterioridad?:

      “Él le dijo:

– Ve a llamar a tu marido y vuelve aquí.

La mujer le contestó:

– No tengo marido”

Le dijo Jesús:

– Has dicho muy bien que no tienes marido, porque maridos has tenido cinco, y el que tienes ahora no es tu marido. En eso has dicho la verdad” (vv. 16-18).

      La cuestión de los maridos alude claramente a la Samaría-esposa. La demanda del Galileo responde a la petición anterior de la mujer. Ella desea esa vida definitiva a la que él ha aludido. Él la anima a dar el primer paso. Consiste en mirar hacia uno mismo y ser consciente de la situación real en la que se vive. Es la manera de plantearse con coherencia lo que se quiere abandonar. El Galileo le reclama que ponga al completo su identidad en el punto de partida: “Ve a llamar a tu marido y vuelve aquí”.

      Acorde con su deseo de vida, la mujer (Samaría) reconoce su fracaso como esposa. Su existencia carece de la solidez que le proporcionaba su antiguo esposo. Su respuesta revela una posición de soledad. Y la descubre: “No tengo marido”.

 

6. La serie de maridos

      A medida que avanza el relato se va manifestando el carácter representativo del personaje: mujer samaritana y del sentido figurado de los hechos que se destapan. El Galileo aclara lo expuesto por la mujer. El revoltijo de gente con que fue repoblada Samaría dio lugar a la acogida de una diversidad de ídolos a quienes se daba culto. La referencia numérica: “…porque maridos has tenido cinco” es una alusión directa a estos hechos narrados en II Re 17, 29-31:

      “Pero todos aquellos pueblos se fueron haciendo sus dioses, y cada uno en la ciudad donde vivía los pusieron en las ermitas de los altozanos que habían construido los de Samaría:

los de Babilonia hicieron a Sacut-Benot;
los de Cutá, a Nergal;
los de Jamat, a Asima;
los de Avá, a Nibjás y Tartac;
los de Sefarvain sacrificaban a sus hijos en la hoguera en honor de sus dioses Adramélec y Anamélec”.

      El Galileo concede que la introspección de la mujer ha sido sincera. Ha dicho la verdad: “Has dicho muy bien que no tienes marido… En eso has dicho la verdad”. Ella, Samaría, ha aceptado lo que tanto denunciaron los profetas, el alejamiento y abandono de su Esposo:

      “De sus hijos no me compadeceré,
Porque son hijos adulterinos,
pues vuestra madre
(Samaría) ha adulterado,
se ha deshonrado la que os engendró.
Decía: Voy a buscarme amantes,
Que me den mi pan y mi agua,
Mi lana y mi lino,
Mi vino y mi aceite”
(Os 2,6-7).

 

7. Reconociendo al Profeta

      La mujer-Samaría, tras admitir su verdad, puede aceptar ahora la denuncia profética. Y, tras la capacidad de análisis del Galileo, reconoce en su voz la del Esposo que siempre la amó:

      – “Señor, veo que tú eres profeta” (v. 19).

      Quienes interpretan esta afirmación de la mujer en el sentido de haber adivinado sus antecedentes ignoran el significado del término profeta’ (ver en Atrio https://www.atrio.org/2018/02/profeta/).

      Al reconocer al Galileo como VOZ autorizada (‘profeta’), la mujer conduce el diálogo al terreno de la religión institucional. Piensa que recuperar la condición de esposa supone rendir culto al Esposo-Dios en el lugar donde él habita, el Templo. Deseosa de encontrar solución auténtica a la disputa entre judíos y samaritanos respecto a la residencia divina, reclama saber del Galileo donde hallar la verdad del culto:

      – “Nuestros padres celebraron el culto en este monte; en cambio, vosotros decís que el lugar donde hay que celebrarlo está en Jerusalén” (v.19).

 

8. Para el Galileo ha quedado atrás el tiempo de los templos

      Ya no hay templo que valga. Las religiones confinan a Dios en los templos. Su encierro es también una encerrona para los fieles que acuden allí a darle culto. Pero la etapa definitiva ha llegado y, con ella, la caducidad de las religiones y los templos. Dios se ha descubierto como el Padre amoroso que invita y empuja a la libertad. Se acabaron los montes:

      – “Créeme mujer: Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre ni en este monte ni en Jerusalén” (v. 21).

      Los samaritanos habían adorado a una serie de ídolos desconocidos. Olvidaron a quien les había otorgado su condición de pueblo conduciéndolos a la libertad. Prescindiendo de los compromisos contraídos a partir de su salida de la esclavitud de Egipto, ignoraron también las Voces de unos hombres, los profetas, que denunciaron su fracaso y el naufragio de un pueblo amurallado tras un culto, sordo a las promesas de una época venturosa marcada por la libertad, la justicia y la igualdad. Los profetas, desoídos por Samaría, sí fueron aceptados por el pueblo judío, al que aseguraron la llegada del reinado de Dios. Su Proyecto liberador lo confirma:

      – “Vosotros adoráis lo que no conocéis, nosotros adoramos lo que conocemos; la prueba es que la salvación proviene de los judíos” (v.22).

      El Galileo insistirá en la invalidez de los templos como lugares de culto. Los hijos auténticos no los necesitan. Han de dejar atrás la esclavitud y el temor reverencial de los templos. Ha llegado el reinado de la libertad. A partir de ahora, honrar al Padre significará parecerse a Él. El culto se realiza, pues, mediante la vida y con lealtad:

      – “Pero se acerca la hora, o, mejor dicho, ha llegado, en que los que dan culto verdadero adorarán al Padre con espíritu y lealtad, pues el Padre busca seres humanos que lo adoren así” (v.23).

 

9. El Don de Dios

      El argumento que el Galileo proporciona a continuación para sostener como ha de ser el verdadero culto se ha interpretado equivocadamente y ha dado pie a ideas ajenas a las vertidas por el autor del texto:

      “Dios es Espíritu, y los que le adoran han de dar culto con espíritu y lealtad” (v. 24).

      Por lo general se ha interpretado el término ‘espíritu’ en sentido contrario a materia. Tal explicación no ha hecho sino confundir. Tanto el término hebreo, como el griego y el latino significan: ‘viento’, ‘aliento’. ‘Espíritu’ designa el hálito vital que se pierde al expirar. Es la energía vital de la persona. Referido a Dios se trata de un manantial rebosante de Vida ofrecido al ser humano que se preste a aceptarlo. El culto ha de hacerse pues con la propia Vida y con lealtad. Si rebobinamos algo el relato nos encontraremos:

      – “Si conocieras el DON de Dios y quién es el que te pide de beber…” (v. 10).
“…el agua que yo voy a darle se le convertirá dentro en UN MANANTIAL DE AGUA QUE SALTA DANDO VIDA DEFINITIVA”
(v. 14).

      Los samaritanos esperaban también un Mesías. Le daban el nombre de ‘ta’eb’, que significa ‘el que regresa’. Debía ser rey y sacerdote y explicar la doctrina verdadera. La explicación del Galileo sobre el culto auténtico ha sorprendido a la mujer. Acaba con la división entre pueblos. Elimina enemistades y borra fronteras. Antes había declarado: “…se acerca la hora, o, mejor dicho, ha llegado”. Todo ello suscita el vuelo del pensamiento de la mujer hacia ese momento cumbre al que aspira:

      – “Sé que va a venir un Mesías (es decir, Ungido); cuando venga él, nos lo explicará todo” (v. 25).

      El narrador ha colocado el mejor puente para que el Galileo le confiese:

      – “Soy yo, el que habla contigo” (v.26).

      A partir de aquí el evangelista abre un paréntesis para dar entrada en la escena al grupo de los discípulos. Obviamos este paréntesis y damos prioridad a los movimientos de la mujer.

 

10. Dejando el cántaro

      Nada más escuchar la declaración del Galileo, la mujer reacciona. Su primer movimiento está recogido al detalle por el narrador:

      “La mujer dejó su cántaro…” (v.28).

      La acción recuerda el movimiento de Simón y Andrés: “…DEJARON las redes…” y el de Santiago y Juan: “…DEJARON a su padre Zebedeo en la barca con los asalariados…” (Mc 1, 18.20). El verbo griego utilizado en las tres ocasiones es el mismo. La mujer ha dado un paso importante en su vida. El cántaro, figura de la Ley donde se apoyaba la existencia de Samaría, no sirve más que para volver una y otra vez al mismo sitio sin posibilidad de saciar la sed más profunda, la de la Vida. Pero la mujer ha comprendido, ha abandonado el marco de la Ley para dar prioridad al Galileo y lo que representa. El cántaro ha quedado en segundo plano. De hecho no había aparecido en toda la narración. Ahora, el autor del evangelio da cuenta de él con el fin de poner de manifiesto que la mujer ha cambiado la orientación de su vida y se interesa por comunicar el valor descubierto en la persona que necesitó de ella y le pidió de beber:

      “…se marchó al pueblo y le dijo a la gente:

– Venid a ver a un hombre que me ha dicho todo lo que he hecho; ¿será este tal vez el Mesías?” (v.29).

Es tan importante la noticia, que la mujer vuelve al pueblo, ¡sin cántaro!, a comunicarla. No exagera. Su presentación está exenta de grandiosidades y misterios. Habla de “un hombre”. No importa su origen. Representa la humanidad nueva. Y el hecho extraordinario es que ha puesto ante sus ojos su realidad: “me ha dicho todo lo que he hecho”. Reconocerse a sí misma le ha despertado de un largo sueño para contemplarse tal y cómo es. Así ha logrado descubrir sus posibilidades de liberación y el trayecto a seguir: saber de dónde salir y a donde llegar.

      La mujer lanza a la gente del pueblo un interrogante al que cada persona tendrá que responder:

      “Le dijo a la gente:

… – ¿Será este tal vez el Mesías?”

 

11. Interpelación y adhesión

      La mujer ha conseguido su propósito. El pueblo reacciona al mensaje transmitido por ella. Algunos dan su adhesión al Galileo siguiendo el argumento que utilizó:

      “Del pueblo aquel muchos de los samaritanos le dieron su adhesión por lo que les decía la mujer, que declaraba: <<ME HA DICHO TODO LO QUE HE HECHO>>” (v. 39).

      La frase repite al pie de la letra el mensaje transmitido por la mujer en estilo directo (v. 29: εἶπέν μοι πάντα ὅσα ἐποίησα). El acento recae en los hechos. No se habla de ideas, creencias, credos, religión… Lo que el Galileo ha puesto ante sus ojos es su propia realidad histórica. El plantarle cara a aquello en que se ha empleado la vida supone conocer las dimensiones del muro que confina y las posibilidades de derrumbarlo para salir de su cerco. Los samaritanos han entendido a la perfección el mensaje transmitido por la mujer. Muchos de ellos han seguido su ejemplo. La escapada del encierro y la adhesión al proyecto liberador produce un efecto revitalizante. Rompe las distancias y los prejuicios y abre a la hospitalidad que se tenía por imposible:

      “Así, cuando llegaron los samaritanos adonde estaba él, le rogaron que se quedara con ellos, y se quedó allí dos días” (v. 40).

      Los samaritanos han entrado en contacto directo con el Galileo. Él les presentará su Proyecto. Muchos de los herejes se adherirán a él:

      “Muchos más se adhirieron por su mensaje” (v. 41).

      Estos transmiten que su adhesión se ha reforzado. La mujer ha sido vehículo de transmisión. Ahora, tras la escucha directa del Mensaje por boca del Galileo han llegado a la convicción de que la liberación que propone es para todo el género humano. No solo ha roto todas las cadenas, también todas las barreras. Lo que rechazaron los ortodoxos judíos y galileos, lo han recibido con alegría los herejes.

     

 

36 comentarios

  • Asun Poudereux

    No sé, no sé, Santiago, agradezco tu intervención, pero no tengo claro, sino más que dudas, quiénes han estado haciendo más daño a lo largo de la historia transmitida, si las interpretaciones literales o las que buscan su hondura y fondo de realidad.

    No somos tan niños como para tener que creer, en tanto en cuanto haya hechos milagrosos y magnificaciones de personajes. Tal cosa me suena a una consciencia mítica, donde la pertenencia al grupo requiere la sumisión de todo lo que constituye a la persona.

    Si la vida es un regalo, a pesar que científicamente se la dé su razón de ser, la consciencia-conciencia que emerge en todo humano libre, le hace agradecer y amar su vida y la de todo otro, sea de la creencia que sea, pues lo que llamamos Dios lo ha hecho así posible, no por imperar unos sobre otros, sino para el disfrute de la diversidad en la Unidad del Todo-Vida que incluye y no deja de entretejerla.

    No se trata de marcar ideología alguna, con el rechazo subsiguiente, sino de aprender a abrir límites cada día y época para comprender y ahondar, avanzando en humanidad, aún no enraizada y vivida entre los seres humanos.

    Jesús el Cristo, hoy, ahora y siempre, nos abre puertas animándonos a proseguir en aquello que él mismo inició, sin imposición. Pues Jesús, que lo probó, lo sabe, como toda persona que se ha llenado de su Mensaje y su Proyecto de Vida-vida. Mayormente el silencio evita la violencia, si no sabemos ni intentamos ponernos en el lugar del otro.

    Un abrazo respetuoso y de amistad.

    • Santiago

      Muchas gracias por tu interesante comentario..Por supuesto no se trata de imponer por la fuerza creencia alguna, ni tampoco de ver exclusivamente la letra de la Escritura..

      Existen pues muchos caminos y muchas moradas en la casa del Padre..Existe la lectura simbólica, la metafórica, la alegórica, la histórica en la Escritura..Es por eso que para ser coherentes y realistas, y aprovecharnos de lo que se nos ofrece debemos buscar el sentido verdadero de lo que interpretamos, puesto que no queremos navegar en un buque que no se encuentra en nuestro itinerario.

      No es lo mismo que la historia de mi familia la interprete un extraño,…que sea yo mismo el que proporcione los datos exactos que me fueron transmitidos por mis padres y abuelos..La historia del “extraño” será muy bonita pero carecerá de genuinidad y veracidad histórica a menos que esa persona hubiera recibido “mi propia versión histórica”. Sólo los testigos de las fuentes originales pueden ofrecernos la verdadera interpretación y transmitirla a los demás. Yo puedo imaginar y especular lo que quiera, pero ya no se trata de lo que fue realidad…

      Es por eso que la Revelación de Jesucristo es objetiva y no relativa, es histórica no simbólica y hay que discernir lo que el autor nos quiso decir y enseñar en el género común a su época del siglo I sin que perdiera su esencia en el siglo XXI, como Pablo de Tarso que siendo un Apóstol “agregado” a los Once solamente transmitía lo que había “recibido” de ellos puesto que el origen “apostólico” era garantía de coherencia y veracidad, no de una fe basada en una fantasía. La exégesis trata pues de buscar ese sentido esencial para que la Escritura no se deforme y se tergiverse. No se trata, pues, de dioses páganos, sino del Mesías, el Hijo de Dios que viene a revelarnos la Verdad por medio de La Palabra hablada y escrita por medio de sus discípulos. (1 Cor 11, 23)

      No existe violencia cuando proclamamos la verdad sin ánimo de ofender. El silencio puede ser cómplice cuando se aleja de lo real.

      Un saludo cordial
      Santiago Hernández

      • Román Díaz Ayala

        Todo ello, lo de Asun y lo de Santiago tiene un ámbito de reflexiones muy interesantes y productivas. El racionalismo se resiste a considerar lo esencial de los textos sagrados; que son una historiografía de la Salvación y que los textos novotestamentarios son escritos con una intencionalidad directamente teológica, donde lo histórico es sólo uno de sus soportes de veracidad.
        La tarea del experto estudioso, sea cual sea la disciplina que cultive o en que se apoye, es la de reconstruir el sentido único e irrepetible de las distintas realidades que reflejan los textos materia de consideración y de estudio que fueron escrito por la iniciativa humana, pero donde se descubre la iniciativa divina.

  • Santiago

    Aparte de nuestra buena (o menos buena) voluntad al seguir o validar las traducciones e interpretaciones modernas y modernistas de la Escritura..es claro que, de hecho, cualquiera puede hacerlo, especialmente a partir del libre examen propuesto por la pseudo reforma luterana. Pero en realidad NO vale interpretar lo “que queramos” en clave marxista o clave existencialista o en clave fenomenológica o en clave simplemente personal.

    Sin embargo, cuando queremos encontrar la verdad histórica de cualquier “disciplina” vamos siempre a las fuentes de origen. En el caso de la Escritura la interpretación histórico-crítica del texto trata de averiguar el sentido original, el que ES más aproximado de las palabras, tal y como se las entendía en su lugar y su momento. Por medio de la palabra el autor habla de una historia en la que el mismo está inmerso. El NO es un sujeto privado sino que habla en una comunidad viva y por tanto en un movimiento histórico vivo que el no ha construido, ni inventado, sino del que da un testimonio coherente y veraz.

    El Pueblo de Dios es el sujeto de la Escritura. Los autores no son escritores autónomos sino que recogieron la verdad de la primitiva “predicación oral”. Los autores-evangelistas y apóstoles hablan a partir de ese Pueblo de Dios que se sabe guiado y llamado por Dios mismo. Ellos están cerca de los “hechos” y vieron los exorcismos de Cristo y sus espectaculares resurrecciones de muertos, y de sus innumerables curaciones instantáneas. Además ellos son testigos mártires que ofrendaron sus vidas por defender lo que escribieron. Ellos ofrecen los hechos y NO las interpretaciones. Su teología ES la de la fe que proponen como cierta en las “lecturas litúrgicas” que se leían, NO como lectura simbólica, sino como acontecimientos reales ocurridos con detalles geográficos y cronológicos exactos que corresponden a la historia y a la arqueología contemporánea. Estas lecturas durante la liturgia primitiva “se leían” ante testigos presenciales y sus discípulos que no tolerarían ninguna otra “interpretación” que no fuera la de origen apostólico. Lo que no era de origen apostólico era rechazado.

    Es pues la FE del Pueblo de Dios, testigo de la Vida, Muerte y Resurrección de Jesús lo que da certitud y validez a la Escritura. Solo 20 años después de la muerte de Jesús encontramos que la figura de Jesús como hijo de Dios ya se encuentra definida en las Cartas de S Pablo. Por eso la Escritura sólo se encuentra VIVA en la FE de la Iglesia Católica, nuestra Iglesia que recibió la misión de transmitir la Verdad del Dios hecho hombre que nos da “la vida eterna” si creemos….a nosotros.

    un saludo cordial

    Santiago Hernández

     

  • M.Luisa

    Me ha sorprendido muy gratamente la observación de Salvador a Isabel pues en esa misma dirección iba la mía, en su día, hacia la teóloga feminista Navia Velasco, a raíz de la muerte de P. Casaldáliga a quien con su radicalidad evangélica se le recriminaba no incluir una expresa pronunciación a la defensa por el feminismo, cuando, ¡si con su forma de vida lo que evidenciaba era hacerla del todo innecesaria!

    Como dice Salvador, el patriarcado no tenía cabida en el Proyecto de Jesús.

    No convirtamos la noble causa del feminismo en algo parecido a una viga que nos impida ver dónde en realidad se hace efectiva la igualdad entre los seres humanos.

    • Isabel

      Que en el Proyecto radical no tuviese cabida el patriarcado no evitó que en el relato de la samaritana se usasen símbolos patriarcales, algo completamente lógico. Como si toda la construcción social hasta entonces su pudiese eliminar de un plumazo! Pues no.
      Y la razón que da Salvador de que el símbolo fuese una mujer, la idea de los profetas de establecer una alianza entre Dios esposo y el pueblo “la” cónyuge es igualmente patriarcal, con todo lo que conlleva de sumisión y obediencia ciega.
      No pretendo decir que debiera haber sido de otra forma, quienes idearon esas formas de contar eran hombres de su tiempo, como tal lo comprendo y acepto y no me impide recibir lo que quieren trasmitir, pero lo que no encuentro lógico es negar lo que son esos símbolos.
      Ya otra cosa es aceptar que pese a no tener cabida en el Proyecto el patriarcado se haya hecho un hueco tan amplio y bien asentado como para perdurar hasta hoy…

  • carmen

    He dado durante cuatro o cinco años clases de traducción de inglés. Exclusivamente traducción. Una profesora estupenda, licenciatura en filología inglesa v en traducción.

    La traducción no es traducir palabras. En absoluto. No vean el trabajo que cuesta traducir una novelita de esas clásicas inglesas o Américas adaptadas al nivel B2 de la escuela de idiomas. Intentando buscar las palabras, las expresiones equivalentes en nuestro riquísimo idioma español y mantener el estilo del autor. Superdificil.

    Por eso la gente que entiende de verdad, cuando lee una libro traducido, comprueba primero quién es el traductor.

     

    • carmen

      Pues imagínense en la biblia. La original. Que ni sé en qué idioma está el original más antiguo.
      Y va y un señor estupendo lo traduce el solito al latín.
      Y de ahí mil traducciones.

      Palabra de Dios? Según qué traductor?
      Es que , en fin, es que, de verdad, es que…

      Mi traductor preferido es Salvador Santos. A lo mejor porque me recuerda a mí profesora. Cincuenta largos la alumna y no llegaba a treinta la profesora. Bueno, genial. Vamos a ver, me decía al segundo o tercer año. Ya con un diccionario eres capaz de pasarlo al español. Ahora vamos a aprender a traducir.
      Genial.
      Ahora anda por Irlanda o por ahí haciendo un doctorado.

  • oscar varela

    Hola!

     

    Leo:

    -” La mujer ha sido vehículo de transmisión.”

     

    Entonces:

    – una vez apeados

    – ¿queda descartada?

    – ¿”patriarcalismo” comprensible de ese tiempo?

    – ¿obliga al TRADUCTOR (de ahora) interpretar con Nota al pie?

    • oscar varela

      La TRADUCCIÓN no debería ser una REPRODUCCIÓN del Texto original,
      solo que en “otra Lengua”
      (lo cual sería una TRAICIÓN)

      La TRADUCCIÓN debería ser un “Género literario” diferente,
      que consista en “hacer comprensible” el Texto original
      para los Lectores de otras Lenguas.

      Cada Lengua está enraizada en su Paisaje vital,
      diferente de cada otra.
      ……………………

      1- El indoeuropeo creyó que la más importante diferencia entre las «cosas» era el sexo,
      – y dio a todo objeto, un poco indecentemente, una calificación sexual.
      – La otra gran división que impuso al mundo consistió en suponer que cuanto existe
      – o es una acción —de aquí el verbo—
      – o es un agente —de aquí el nombre.

      2- Pero hay otras lenguas donde la frase tiene una estructura muy distinta
      – y que supone interpretaciones de lo real muy diferentes de aquélla.

      3- Frente a nuestra paupérrima clasificación de los nombres
      (en masculinos, femeninos y neutros9,
      – las lenguas bantúes presentan otra riquísima:
      – en alguna de éstas hay veinticuatro signos clasificadores.
      – Las cosas que se mueven, por ejemplo, son diferenciadas de las inertes,
      – lo vegetal de lo animal, etc.
      – Donde una lengua apenas establece distinciones otra vuelca exube¬rante diferenciación.

      4- hay un Pueblo tiene treinta y tres palabras
      – para expresar otras tantas formas diferentes del andar humano, del «ir».

      5- En árabe existen cinco mil setecientos catorce nombres para el camello.
      – Eviden¬temente, no es fácil ponerse de acuerdo sobre el jorobado animal
      – un nómada de la Arabia desierta y un porteño argentino.

      6- Las lenguas nos separan e incomunican, no porque sean, en cuanto lenguas, distintas,
      – sino porque proceden de cuadros mentales diferentes,
      – de sistemas intelectuales dispares —en última instancia—, de filosofías divergentes.
      – No sólo hablamos en una lengua determinada,
      – sino que pensamos deslizándonos intelectualmente por carriles preestablecidos
      – a los cuales nos adscribe nuestro destino verbal.

    • Salvador Santos Pacheco

      Nota al pie:

      Conviene recordar que la mujer es un personaje representativo. Representa al pueblo de Samaría. La gente de ese pueblo, hombres y mujeres, aparecen al final de ese relato de ficción acogiendo el Proyecto y dando hospitalidad al Galileo. No hay indicio de patriarcalismo ¿Sí de que la comunidad autora del cuarto evangelio surgió entre herejes, en Samaria?

      • Isabel

        En el judaismo existía poligamia? Nada hace suponer que en Samaria no.
        La figura que representa a la Samaria infiel solo puede ser una mujer, la que tiene derecho a un solo esposo. No un hombre, que acumula esposas sin ser infiel.
        Patriarcado puro.

        • Salvador Santos Pacheco

          Hola Isabel

          Solo una mujer podía representar al pueblo, pero solo por razón de una idea introducida por los profetas: la Alianza fue simbolizada desde entonces como un pacto entre Yahvé como esposo y el pueblo como su cónyuge. El relato de la samaritana se apoya en ese simbolismo.

          Al margen de eso, el patriarcado existió durante toda la historia del AT y en la sociedad judía de la época de Jesús. En su Proyecto no tuvo cabida.

          Un cordial saludo

      • oscar varela

        Gracias Salvador!

        Casi, casi, como una Peli de Hollywood.

        “Colorín, colorado …”

        Abrazo!

  • Asun Poudereux

     
    Me ha gustado y llenado mucho esta entrega, Salvador. De algún modo se intuían ya con cierta claridad algunas cosas que se expresaban en este pasaje, como lo de dar culto sea transformado en Espíritu y en Verdad, la enemistad entre judíos y samaritanos, el agua viva del que no hace falta desplazarse para conseguir el agua, derribar murallas entre el hombre y la mujer…

    La explicación de tanto simbolismo y realidades de la época, a mi modo de ver deja mucho más claro lo que se tenía intención de transmitir. Sencillo y complejo a la vez. Nada tan inmediato como la vida en la nos envolvemos y nos envuelven. Difícil de caer en la cuenta, si no se mira más allá de lo heredado y bastante hecho ya nuestro. A veces lo más inesperado en medio de las dificultades y las sombras ayuda a ello. Pero no siempre se deja uno atravesar por el sentido de nuestra existencia, cómodamente domesticados en el envoltorio de la ignorancia.

    Camino sin retorno a recorrer en su des-envuelto. Nada como aceptar lo que hay tal cual es. Punto de referencia de liberación y autonomía humanas. Todo viene dado ahí, en lo humano.
     
    “Habla de “un hombre”. No importa su origen. Representa la humanidad nueva. Y el hecho extraordinario es que ha puesto ante sus ojos su realidad: “me ha dicho todo lo que he hecho”. Reconocerse a sí misma le ha despertado de un largo sueño para contemplarse tal y cómo es. Así ha logrado descubrir sus posibilidades de liberación y el trayecto a seguir: saber de dónde salir y a donde llegar”.

    Salvador…, gracias… Un abrazo…   

  • oscar varela

    Hola Salvador!

    Ahora leo tu respuesta 2.:

    a) Los chicos que hayan logrado despegarse de la niñera no habrán dado un paso, sino un salto.
    b) No estarán colgados del Padre; andarán cuidándose entre ellos.
    c) El cambio de Dios a Padre … significa ruptura con el temor reverencial y acceso a una cultura de la hermandad humana.
    d) En la sociedad alternativa caben …
    e) caben tanto religiosos como descreídos.”
    …………………………………….
     
    ¡Ok! ¡De acuerdo!
    Es lindo “estar de acuerdo”; me iría a dormir tranqui.
    Pero una historia concreta de 2000 años “imperiales, europeos y occidentales”
    no me dejan tranqui.
     
    Por eso:
     
    Ad a): “un SALTO” (no “un PASO”) … pero “P’ATRÁS”, “P’AL PADRE”.
     
    Ad b): El Proyecto de andar cuidándose entre ellos
    -“de-PENDE” (está “COLGADO”) de EL DIOS … PADRE.
     
    Ad c): “… significa ruptura con el temor reverencial” (¿?)
    ¿dónde poner 2000 años imperiales y patriarcales?
    La historia parece decirnos que
    la implementación del Proyecto fue un ERROR.
     
    Ad d): “SOCIEDAD … alternativa ¡Ok!
    El cambio del Paradigma “FAMILIAR” (Padre – Hijo – Esposa – Hermanes)
    al Paradigma de “ASOCIARSE” (Grupos – Barrios – Ciudadanía – Vecindad – Naciones …)
    con sus “Formas de Gobernanza” ¿Demo-Cracia?
    ¡Ensayamos la VERDAD de nuestro ERROR!
     
    Ad e): Resucitar “religiones y ateísmos” del “p’atrás”
    nos esclavizarán como fantasmas de realidades que ya fueron.
     
    Abrazo!

    • Salvador Santos Pacheco

      Hablamos de conceptos que enuncian realidades.

      Una primera realidad presenta a una nación sujeta a la idea de un Dios omnipotente que achanta a las personas, impone el temor e implanta una Ley que, entre otras cosas, sitúa a la mujer como propiedad del hombre y bajo su dominio en todas las etapas de su vida.

      Otra realidad surgió dentro de la primera con un pequeño colectivo que rompió con esa idea teocrática y sostuvo la libertad y la igualdad por encima de cualquier norma. Concibió a un Dios impotente, como el ideal de un Padre que no cuelga, sino suelta. Esa sociedad prescindió de templos, ritos, sacerdotes, jerarquías. Su distintivo fue el amor leal. Quien logró hacer revivir el Proyecto fue una mujer.

      Entre una realidad y otra hay una distancia no salvable con solo un paso.

      El paso necesario hoy, 2000 años después, tal vez sea el de comprometerse constituyendo células en las que predomine el amor y la lealtad. La historia siempre ha considerado un ERROR el Proyecto del Galileo. Lo tuvo como peligrosa equivocación desde su aparición. No interesaba. Inutilizaba la maquinaria del poder y el capital. Intentaron, pero no lo consiguieron, acabar con el Proyecto seganfdo la vida del Galileo. El ERROR se produjo más tarde al intentar ocultarlo convirtiéndolo en religión.

      Las formulas asociativas: vecinos, barrios, naciones y sus formas organizativas resultan necesarias para el desarrollo humano. ¿No harían falta colectivos, que muestren el objetivo a alcanzar en ese desarrollo? Porque el desarrollo que estamos viendo…

      El Proyecto hoy no trataría de resucitar ideologías ni religiones ni ateísmos pasados. Responderemos a la realidad de nuestro tiempo si acordamos cómo hacer la andadura y hacia dónde dirigirnos. Consistirá en dar el primer paso social hacia lo que queremos ser como humanos.

  • oscar varela

    Hola Salvador!
     
    Yo preguntaba:
    1- ¿No estamos ante un lenguaje decididamente “RELIGIOSO”,
    Vos respondías:
    1. Estamos ante un lenguaje adaptado a la mentalidad religiosa de la época.
    ……………………..
     
    Una de las cosas más interesantes e importantes de tu respuesta,
    la encuentro en lo que llamas “lenguaje adaptado a la mentalidad”.
     
    1) Interesante: “lenguaje …”: nos introduces a lo que podríamos calificar como
    – el OFICIO de TRADUCTOR
     
    2) Importante: “… adaptado a la mentalidad”.
    – el OFICIO de INTÉRPRETE.
    ……………………..
     
    En esto de “Traductor e Intérprete” puede verse la tarea
    que vos nos descubriste en la de “LECTOR”.
    ……………………..
     
    Pienso que dicho OFICIO (in-institucionalizable) tiene su historia:
    – NABI en Israel
    – PROFETES en Grecia
    – FILÓSOFO en Europa
    notita: HOY, tal vez, lo ejerza el PERIODISTA.
    ……………………..
     
    (Excursus de color)
     
    1- El lingüista conoce las lenguas de los pueblos, pero no sus pensamientos,
    – no basta decir: toda len­gua puede formular todo pensamiento,
    – sino si todas pueden ha­cerlo con la misma facilidad e inmediatez.
    Por ejemplo:
     
    2- La lengua vasca se olvidó de incluir en su vocabulario un signo para designar a Dios;
    – fue menester echar mano del que significaba «señor de lo alto»—Jaungoikua.
     
    3- Como hace siglos desapareció la autoridad señorial,
    Jaungoikua significa hoy directamente Dios,
    – pero hemos de ponernos en la época en que se vio obligada
    – a pensar Dios como una autoridad política y mun­danal,
    – a pensar Dios como gobernador civil o cosa por el estilo.
     
    4- Este caso nos revela que, faltos de nombre para Dios,
    – cos­taba mucho trabajo a los vascos pensarlo:
    – por eso tardaron tanto en convertirse al cristianismo
    – y el vocablo indica que fue necesaria la intervención de la Policía
    – para meter en sus cabezas la idea pura de la divinidad.
     
    5- De modo que la lengua no sólo pone dificultades a la expresión de ciertos pensamientos,
    – sino que estorba la recepción de otros,
    – paraliza nuestra inteligencia en ciertas direcciones.

  • oscar varela

    Hola!
     
    Leo:
     
    en el v. 21:
    Se acerca la hora en que no daréis culto al Padre
    – ni en este monte ni en Jerusalén”.
     
    en el v. 24:
    “Dios es Espíritu,
    – y los que le adoran
    – han de dar culto
    – con espíritu y lealtad”.
    …………………………
     
    Algunas consideraciones (como para despuntar el vicio):
     
    1- ¿No estamos ante un lenguaje decididamente “RELIGIOSO”,
    (culto, Dios, Espíritu, adorar,)
    que el Proyecto pretende “laicizarlo”
    (culto, espíritu, lealtad)?
     
    2- La “Niñera” queda atrás,
    Los “chicos” se han casado
    (luego de un tiempito andarán a las patadas)
    pero siguen “colgados” del Padre
    (al que “ido-latran”).
     
    Un paso”, de acuerdo, pero
    ¿no le está faltando para “de verdad” llegar al mundo?

    • Salvador Santos Pacheco

      Hola Oscar

      A tus cuestiones:

      1. Estamos ante un lenguaje adaptado a la mentalidad religiosa de la época.

      2. Los chicos que hayan logrado despegarse de la niñera no habrán dado un paso, sino un salto. No estarán colgados del Padre; andarán cuidándose entre ellos. El cambio de Dios a Padre está lejos de ser un cambio de nomenclatura; significa ruptura con el temor reverencial y acceso a una cultura de la hermandad humana. La fraternidad expuesta en los evangelios no es excluyente. En la sociedad alternativa caben tanto religiosos como descreídos. Y, entre ellos, lo que no puede faltar es el Amor y la Lealtad.

      Se dice a veces de alguien: “lleva una vida entregada o consagrada a Dios”. Tal criterio me parece haber confundido la idea del evangelio. Un padre no necesita que ningún hijo se le entregue. La entrega que se requiere es al esfuerzo de transformación de lo inhumano en humano. A Jesús se le ha considerado ejemplo de sacrificio y de sufrimiento. Una gran equivocación. Los evangelios lo presentan como modelo de ser humano. Lo que según Marcos hizo exasperar al sumo sacerdote y a todos sus compinches fue la declaración de Jesús anunciando el triunfo del ser humano:

      “…Y veréis al HOMBRE sentado a la derecha de la Potencia y llegar entre las nubes del cielo” (Mc 14,62).

      Lo que le falta a un paso para llegar al mundo nuevo es la opción por esa sociedad alternativa que en los evangelios, adaptándose a la mentalidad de la época, denominaron: Reinado de Dios. En la sociedad alternativa la vestimenta que la define no es la sotana ni la casulla, sino EL DELANTAL. El desarrollo humano pasa necesariamente por la vida compartida donde el dominio se ha sustituido por el servicio. Los intentos de búsqueda de un dios en la intimidad individual no solo no avanzan paso alguno, sino que son movimientos retráctiles, inútiles para progresar en la ruta de la plenitud humana.

      Abrazos

      • mª pilar

        ¡¡¡Bieeeen!!!
        Gracias Salvador.

      • Salvador Santos Pacheco

        Corrección:

        Debe decir: “…vestimenta que la distingue…” en lugar de “…vestimenta que la define…”.

        • carmen

          Pues ese es Mi Jesús imaginario. Y no lo voy a cambiar nunca por otro.
          Sorry.

      • carmen

        Sabes qué creo?
        Creo que la expresión sociedad alternativa no se entiende. O quizás no la entiendo yo.
        Para mí una sociedad alternativa no significa quitar una para poner otra. Porque entonces la sociedad alternativa dejaría de serlo. Se convertiría simplemente en la sociedad.

        Para mí significa que dentro de la sociedad en que vives, desde el lugar que ocupas, puedes actuar de forma alternativa a como la sociedad de alguna manera te , no encuentro la palabra, te influye para que te comportes, y si no lo haces, eres tontico.
        Esa es para mí la alternativa. Porque existe. He conocido a personas que actúan así. Pocas, pero conozco.
        Por eso me indigna lo del ojo de la aguja y los ricos. Ya me lo explicaste. Lo entendí. Y también entiendo lo que en realidad significa rico. Es acumular riqueza. Acumular a costa del trabajo de otros.
        Tampoco creo que los pobres, por el hecho de serlo, sean mejores. Habrá de todo, como en botica.

        Tampoco entiendo que se utilice el nombre de Jesús cualquier partido político. Es que él no jugaba a eso.
        Que me parece muy bien cualquier opción política y vital, pero que no utilicen el nombre de Jesús en vano. Que lo hagan porque así porque así piensan.

        Posiblemente no haya entendido nada. O si. No lo sé. Pero sé lo que pienso. La sociedad alternativa de la que se habla no va de teocracia, ni de socialismo, ni de nada de eso. Y te habla una socialista convencida. Pero no por cristiana, que creo que no lo soy.
        No me gusta la palabra Cristo tampoco. Me suena a sufrimiento. A estás hecha un Cristo. No quiero parecer un cristo nunca.
        Soy de ideas socialistas porque lo siento de justicia social, pero nunca mataría a nadie por salvar a la patria. Nunca. Posiblemente lo haría en defensa personal o de alguien que vea en peligro. Pero nunca por una idea.

        Me limito a hacer lo que pueda dentro de mi papel en la sociedad. Ir a manifestaciones, escribir dentro de mis limitaciones. Hablar… pero para convencer de que un mundo mejor está en nuestras manos el construirlo. Convencer. Adoro a Unamuno.

        A lo mejor soy una ingenua.
        Tampoco me importa ya a estas alturas. Pero nunca aceptaré que el intentar ser eso que dicen buena gente, sea de tontos
        Para mí la tontuna es llegar al final de tu vida llena de odio, de rencor y de dinero ganado a consta de otros.

      • M. Luisa

        Completamente de acuerdo, Salvador. GRACIAS

  • mª pilar

    Gracias una y otra vez Salvador.

    Es liberador, leer los textos “desmontando” el interesado andamiaje que se le ha colocado al Proyecto de Jesús el Galileo.

    En aquel tiempo, tubo verdaderas dificultades, y hoy:

    ¡Sigue en las mismas encrucijadas!

    Gracias a la calidad de la Semilla sembrada, hoy, igual que ayer, encuentra personas que se levantan y lo siguen haciendo:

    ¡Vida!

    En su caminar cotidiano; es fresco como lo fue en su tiempo, pero quienes lo hacen suyo…Se levantan y caminan…e invitan con su hacer a que otras personas se sientan llamadas a llevarlo a cabo.

    Es muy grato “escuchar” lo que los textos:

    ¡Bien explicados! 

    Nos ofrecen,  invitándonos a una manera de vivir nueva, llena de gozo, ante la posibilidad de alcanzar una:

    ¡Plena humanidad!

    Porque ese…”no se que”…está gravado a fuego en nuestra entraña; y todo cuanto se necesita para hacerlo realidad, está en nuestras manos según nuestras capacidades personales.

    Gracias y un abrazo entrañable y agradecido.

  • carmen

    Perdón.

    Me pregunto. Hay algo más horrible que el sufrimiento de cualquier tipo? Cómo se puede encontrar a Dios en el sufrimiento? Pero, qué nos ha vendido está gente?

    Hay que luchar a toda máquina contra el sufrimiento. Eso es lo que hay que hacer. Y cuando te toque sufrir, que te toca, fijo,pues a Aguantar. Y cuando ves a alguien o a alguienes a tu lado que sufre, por favor, echa una mano.

    Y si tienes un trabajo de responsabilidad, por favor, no te aproveches del débil.

    Pero, qué nos han vendido?

  • oscar varela

    Hola Salvador!

    Te pregunto:

    ¿Cuál sería el motivo de usar “a.d.n.e.”

    en reemplazo de “a.C.”?

    Gracias!

    • Salvador Santos Pacheco

      Hola Oscar

      Nunca utilizo la palabra: ‘Cristo’. Como es sabido, es un término procedente del griego, a través del latín ‘Christus’, que significa ‘Ungido’. El griego traduce al hebreo con esa misma significación: ‘Mesías’.

      Jesús tuvo que corregir muchas veces la concepción nacionalista y violenta que los discípulos tenían del prometido Mesías (Ungido). Ante la declaración de Pedro: “Tú eres el Mesías” (Mc 8,29), él rechazó esa idea equivocada y les ordenó callarla y no extenderla: “Pero él les conminó a que no lo dijeran a nadie” (Mc 8,30). Él se declarará un ser humano (“hijo de hombre”). La humanidad es lo que no acepta el orden injusto. De ahí que a continuación les explicara que ese sistema se le echaría encima: “Empezó a ENSEÑARLES que el Hombre tenía que padecer…” (Mc 8,31). El obcecado Pedro no lo admitirá: “Pedro empezó a increparlo” (Mc 8,32) y Jesús le llamará entonces Satanás: “Quítate de mi vista, Satanás” (Mc 8, 33).

      Por esa razón uso la fórmula que evita el término: Antes de nuestra época (A.d.n.e.).

      Un abrazo

      • oscar varela

        Ok, gracias!

        ¿Sabes si hay alguna “clasificación”
        por Culturas o Países que estructuren
        de otras maneras las diversas “épocas” (o “eras” o …)?

        Y si las hubiere (creo que debe haberlas),
        ¿cuáles serían las razones de esa tabulaciones?

        ¿Es mucho preguntar?
        ¿habrá que recurrir siempre al “Google”?

        • Salvador Santos Pacheco

          No sé de otras formas de estructurar las épocas que las que conoce casi todo el mundo: la hebrea,la hindú, la china y la del Islam.

          La que utilizamos nosotros es equivocada. No porque haya un error en el año de nacimiento de Jesús, sino porque la nueva época comienza, a mi juicio, con el inicio de la sociedad alternativa, lo que en Marcos se conoce por la constitución de los Doce.

      • carmen

        Creo que está reconocida ya esa expresión. La he leído en algunos textos.
        Antes de nuestra era
        Antes de nuestra época.
        Lo mismo que antes de Cristo y después de Cristo.

        Pero Salvador, das un matiz muy interesante. Nuestra era entonces empezaría sobre el año treinta y no alrededor del cero.
        Es así?

        • Salvador Santos Pacheco

          Hola Carmen

          Estaríamos hablando de aproximadamente el año 36. Como es sabido hay un error de cálculo respecto al año de nacimiento de Jesús, que habría nacido hacia el año 6 a.d.n.e. Respecto al día, no se puede hablar de error, sino de interés político.

          Aprovecho para decirte que me han parecido muy atinadas e instructivas tus afirmaciones sobre el sufrimiento. Gracias.

          Abrazos

          • carmen

            Gracias.
            De verdad. A veces necesito oír que no digo una tontería detrás de otra
            Es tremendo, es como vivir en el aire. Como si nunca pisase tierra firme. De verdad. Uf.
            Gracias.

  • carmen

    Pues ya le voy cogiendo el aire a esto.

    Mira que le ha costado. Pero en realidad son media docena de claves.

    Entre lo que he leído tuyo estos dos años, que a lo tonto tonto es muchísimo y el apocalipsis que estoy oyendo, en realidad es el mismo mensaje una y otra vez. Eso sí,  El pueblo elegido se las trae, qué obsesión con La Mujer. Es pura obsesión. Nos hacen responsables de todos los males. Miedo es lo que le tenían a la Mujer. Pero miedo absoluto. Por eso mismo hay que someterla. Los simbolismos que se hacen en el apocalipsis  con la mujer son abracadabrantes.

    Y eso Juan , sea quien sea, no lo saca de la nada, sino de una cultura milenaria. Es alucinante. Pero es que el Dios de los judíos, se las trae también. El pueblo es Su Esposa. Luego él es su Esposo y como tal, hala, como te muevas te vas a enterar.

    Son tremendos.

    Menos mal que Jesús, listo, inteligente, con visión de futuro, vio en nosotras una igualdad como seres humanos con el varón. No me extraña que lo siguieran. No es para menos. Ya no es por dios ni por nada, sino por ellas mismas. Por nosotras. Se reconocieron personas.

    Es todo absolutamente interesante. Porque claro, Europa entera ha sido cristiana desde hace , bueno, ya se sabe.

    Pero, no son cristianos los cristianos. Son judíos. Es alucinante todo. Volvieron al templo y a someter a la mujer. A apartarnos. A ningunearnos,. A hacernos sentir culpables.

    Son responsables de tantísimas cosas…

    Volvieron al Dios del sacrificio. Un sacrificio supremo. Al Templo. Al sacerdocio. Al sumo sacerdote…

    Y me pregunto. Esta gente qué entendió?

    Qué lástima todo. Lástima de veinte siglos , que son dos mil años. Dos mil.

    Las religiones caerán. No sé cuándo, pero caerán. Todas. Y cada persona encontrará una manera de relacionarse con eso que llamamos Dios.

    A mí me gusta la idea de que Dios está en todo lo bonito. Sorry. Me da igual que lo bonito sea cultural o no. Esté en los arquetipos o no lo esté. Me da absolutamente igual. Soy producto de una evolución tanto de la Vida como de mi cultura como de Mi, repito. Mi Persona. Pero sin esa máscara que es de donde viene la palabra, de la máscara que se ponían los actores en Grecia cuando representaban a un personaje en el teatro. No, no de de mi personaje, no, de Mi Persona.

    Y hay algo más bonito que El Amor?

    Gracias.

    Voy entendiendo. Lenta, pero voy.

    Buen día.

    • carmen

      Perdón.
      Mira que Me ha costado.
      A mi.
      Ese Le está mal puesto.
      Y es que soy muy lenta para entender las cosas. Desde siempre. No lo superficial, en eso soy como todos, lo que en pedagogía se llama aprendizaje significativo. Uf. Para eso… muchisimo tiempo me cuesta.