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¿Es cuestión de bragas?

Este artículo de Ana llegó el domingo y programamos su publicación para hoy martes, pues para ayer estaba el de Leonardo. Curiosamente, poco después, me llegó el de Carmen Hernández, que se había fijado en el mismo texto de la ministra brasileña de Familia, pastora Alves. El de Ana viene así a completar la parte de indignación que contenía el de Carmen H. ¡Coincidencia de dos amigas, siempre en sintonía! AD.

Sí, ya sé que el titular de esta reflexión es un tanto extraño, pero cuando la ministra de Familia, Damares Alves, de un país grande y un gran país, como Brasil, es capaz de decir que los hombres violan a las niñas porque no llevan bragas porque son pobres, ¡¡toda una ministra!!, ¡¡de la familia!!…, una no deja de ponerse las manos en la cabeza al ver a qué nivel de degradación están llegando los partidos políticos ultraconservadores en ya demasiados países, empezando por España y la verruga que nos ha salido con VOX. Partido al que, se le ha dado cancha en instituciones y gobiernos, solamente para que otros partidos ambiciosos de poder, puedan ocupar el mismo, con unas tragaderas que les ocupan el cuerpo entero, a pesar de que VOX niegue de forma persistente y contumaz la violencia de género.

El problema sobre el concepto de lo que es una mujer para un hombre, viene de muy, muy lejos, desde que a las mujeres se las invisibilizó en el hogar adjudicándoles el rol de la maternidad y el cuidado de los miembros más débiles de la familia, crianza y dependientes, convirtiendo a la mujer en un objeto de uso y consumo a todos los efectos, siempre desde la dominación del varón-macho en todos los aspectos de la cotidianeidad hasta llegar, en tantas ocasiones a ser un objeto de usar y tirar (asesinar, cuando ésta deja de ser obediente y sumisa). Y esto crea un campo inmenso de crueles y casi infinitas consecuencias.

Acabo de leer una novela autobiográfica de Laura Freixas, titulada “A mí no me iba a pasar”, 2019, y la autora nacida en 1958, muy implicada en la literatura de la igualdad, etc. Título muy ilustrativo porque se trata de una mujer actual, en un país aparentemente concienciado, con un movimiento de mujeres muy potente, con leyes para la igualdad, pero un mundo en el que todos y todas respiramos un aire muy, muy, pero que muy tóxico desde que nacemos y por el que ella terminó intoxicada de forma inconsciente, poquito a poco y trago a trago. Hasta que se hartó y pisó el acelerador sin mirar atrás. Y es que a los niños se les adjudica un rol social y a las niñas otro diferente. Los niños ven, respiran y aspiran la masculinidad como dato identificativo diferente y superior al de las mujeres. Hablo de roles, no de genes.

El masculinismo lleva consigo muchas cuestiones tóxicas para hombres y mujeres, como dice Miguel Lorente, es un postmachismo, un machismo adaptado a los nuevos tiempos, donde se camufla el machismo de siempre con eufemismos aparentemente inofensivos Podéis ampliar conocimientos, si lo deseáis, en el libro de colaboraciones varias titulado “Masculinidades igualitarias y alternativas”, de Tirant Humanidades, 2019.

Es decir, el masculinismo aparenta cambiar algo, pero las cosas siguen igual: el acceso de los hombres a la vida pública con dedicación exclusiva, aunque la mujer también trabaje fuera de casa, o  la brecha salarial, o la violencia doméstica contra las mujeres; para la mujer las tareas de la casa, cuidar de los miembros de la familia dependientes, que incluyen un sinfín de lo que se ha dado en llamar micromachismos, muy bien sistematizados por Luis Bonino Méndez (se puede ver en Google) y que hasta que no los ves, somos incapaces de imaginarlos. Todos ellos están en “la atmósfera” social en la que nacemos, crecemos y nos educan.

Y hablamos de MICROmachismos y masculinismo, ahora vamos al machismo de siempre, cada vez peor, tan arraigado, que solamente salimos a la calle a llorar cuando asesinan a una mujer; en este año, 2019, llevamos 35 mujeres asesinadas en España (más un niño), a pesar de una ley de Igualdad, y con un activismo feminista muy notable de hombres y de mujeres. Inimaginable si esto ocurriese con otro colectivo social como el de médicos, abogados empresarios, sacerdotes, etc. etc. Cada semana una mujer asesinada por su hombre o ex.

Echemos un vistazo a otros países, ingentes regiones del mundo, en los que, nacer niña es una condena de por vida, condena a no ir a la escuela, a ser mutilada genitalmente, a ser vendida desde niña como esposa a cualquier hombre, a ser violada, a no tener libertad ni para salir sola a la calle, ni poder tomar cualquier decisión personal, a ser maltratada… Como se ha publicado estos días en el País o escuchado ayer, 28 de julio en la cadena SER, incluyendo un testimonio real, de cómo, en algunos países africanos, las madres, cuando comienzan a crecerle los pechos a las niñas, las golpean fuertemente con una piedra y les ponen unas vendas muy apretadas para que no les crezcan los pechos y los hombres no se fijen en ellas por tener mamas…., dejo aquí este relato que, supongo que toda la comunidad atriera conoce.

Volvamos a los países más occidentales, también llamados “civilizados”, en los que no se llegan a estos extremos, no permitidos por las leyes y rechazados por la sociedad, pero en los que las mujeres siguen siendo tratadas por amplios sectores sociales como objetos muy útiles que satisfacen muchas necesidades familiares, algunas de las cuales ya las he mencionado.

Nos centramos ahora en la mujer como objeto sexual. Decía una persona muy querida para mí y que ya nos dejó: “si hubiera un agujerito en las casas por donde pudiéramos ver la intimidad de las personas, nos llevaríamos unas tristísimas sorpresas”.

Pero comencemos por los lugares fuera del hogar, la prostitución. Se dice que después del negocio de las armas y de las drogas, la prostitución es el tercer gran negocio a nivel mundial. Mujeres engañadas, secuestradas, maltratadas, explotadas, al servicio de machos que van a satisfacer sus necesidades sexuales y que ni se preguntan el porqué esas mujeres están sometidas sin contemplación humanitaria alguna a los deseos de los hombres que allí acuden, y a la servidumbre de sus proxenetas. No pensemos que a los prostíbulos solamente acuden hombres socialmente pervertidos, no, no, son hombres “normales”, a donde van desde el prestigioso político, el respetado médico, el considerado empresario, al venerable padre de familia, el sagrado cura u obispo que pueden camuflarse entre los otros hombres como si nada., y que nadie hace nada por estas mujeres.

Veamos el tema de la pederastia y la pedofilia, esta sí, bastante concentrada en el clero, aunque a nivel familiar es más general de lo que podemos imaginar por parte de padres, de tíos o de abuelos.

Volviendo a lo del agujerito en el hogar y en la intimidad de la alcoba, es un tema tabú del que no se habla y me refiero a cuántas mujeres tienen que aguantar lo que antes se nos decía como “el débito conyugal”, y que ahora decimos que la mujer soporta o sufre relaciones sexuales totalmente insatisfactorias o forzadas para no crear problemas de pareja, calla y aguanta.

¿Alguien se cree que todos esos niños y niñas que vemos en brazos de mujeres refugiadas o migrantes han sido buscados por el deseo de placer de la mujer? ¿Alguien puede imaginarse la inmensidad de hombres de nuestro entorno que piensan que la mujer experimenta el placer automáticamente sólo porque para ellos sí es automático en una relación sexual? ¿Os imagináis cuántos hombres desconocen por completo la erótica femenina, incluso después de largos matrimonios? ¿Cuántos hombres excluyen la ternura y las caricias, porque ellos van a lo que van? Igual que los animales. Pues yo sí me los imagino, porque sé por distintas fuentes de información directas e indirectas que es así. La mujer es un mero objeto de satisfacción sexual para el varón y, en demasiadas ocasiones, sin preocuparles ni ocuparles el placer de la mujer y sin respetar su negativa.

No hace tantos años que por estos lares se dictaban sentencias absolutorias para un hombre porque la empleada del jefe y violador llevaba minifalda, y más próximo todavía la sentencia de la manada de Pamplona, en la que uno de los jueces decía que la chica se lo estaba pasando bomba con cinco machos encima y hasta diez violaciones vía genital, anal y bucal. Perdón por ser tan explícita, pero es hora ya de hablar claro y llamar a las cosas por su nombre. Y le dictaron una sentencia compasiva, pobrecitos, porque la culpa había sido de esa chica de 18 años. A la que, además les quitaron el teléfono para que no pudiera pedir auxilio.

¿Se va entendiendo ahora la causa de las violaciones de niñas según la ministra brasileña? Y yo me pregunto si le habrá pasado por la cabeza de esta mujer, aunque dudo que tenga un cerebro mínimamente sano, y si, a su vez, los machos que violan a las niñas por no llevar bragas, también carecen de un cerebro humano, que capacita a los machos para decidir con conciencia y con ética y con respeto la libertad de una mujer, cosa que no puede hacer una niña, porque ni las niñas ni las mujeres somos objetos sexuales. Esta señora ministra de Brasil y quien la ha puesto en ese cargo, deberían ser encerrados en un siquiátrico de por vida, o hasta que consigan un nivel elemental de humanidad, y si no, a la selva con los animales.

Es cierto que esta ministra es la punta del iceberg de una situación que está en nuestro entorno, con más frecuencia de la que imaginamos. La causa de tantos abusos y violaciones, según el machismo y la ministra de familia brasileña, es la víctima (en este caso por no llevar bragas). Pues no y mil veces no, la causa está en las perversas cabezas de los y las (como esta ministra) machistas, y violadores.

Las jóvenes, las niñas o las mujeres no podemos ir solas por la calle a ciertas horas porque podemos se agredidas sexualmente por hombres. Nos dicen que tenemos que ser valientes, culpabilizando a una mujer si no se resiste, como dijo el otro día el obispo de Burgos (creo), para mantener la castidad, y, digo yo, que será para tener una mártir más en el santoral. Pues no, monseñor, yo quiero ser libre, no valiente. Predique usted contra el machismo y los violadores y no culpabilice a las mujeres porque no se resisten. ¿Vale?

79 comentarios

  • ana rodrigo

     

    La lamentable y triste noticia que estos días se ha hecho pública de la denuncia de nueve mujeres contra Plácido Domingo por acoso y agresión sexual, nos ha entristecido a mucha gente, por lo que este señor ha supuesto en la música, aunque, a mí no me ha extrañado, porque como él mismo dice, queriéndose excusarse al mismo tiempo que delatarse “Los baremos por los que nos medimos hoy son muy diferentes a los del pasado”. Si este comportamiento ha durado tres décadas, ya eran otros tiempos, señor Plácido. En El País de hoy vienen otros directores de orquesta, creo que son cinco, que también están acusados de los mismos reprobables conductas.

     

    De todo ello, lo único que me alegra, es que se reaccione tan rápidamente y con tanta contundencia contra estos hombres, como es el caso de la Ópera de Filadelfia o la de San Francisco, así como el que algunos de otros famosos ya estén en la cárcel y los que no, estás siendo marginados por la sociedad como es el caso Woody Allen.

     

    Veo estos datos como muy positivos por el grado de concienciación que está calando en la sociedad. Seguiremos luchando contra los agresores sexuales anónimos, contra las, cada vez, más abundantes manadas, y contra el abuso de poder y de fuerza en los hombres machistas.

     

    Así como una lucha paralela contra las mujeres machistas, y contra los y las políticas, como son las de VOX que quieren camuflar con el lenguaje su rechazo al machismo. Sólo hay que escuchar los discursos de la ya presidenta de Madrid y la señora Monasterio.

     

    ¡Dios mío!, no quiero ni pensar que al final vayamos a nuevas elecciones y lleguen a gobernar España las tres derechas, que a la hora de ponerse de acuerdo son una sola derecha dirigida desde el la sombra por VOX.

     
    Ayer Boaventura de Sousa Santos escribía en El País un artículo haciendo una referencia a su libro, creo que era, “Izquierdas del mundo, uníos” y cuya recesión que viene en internet al presentar dicho libro dice: “…El autor propone que las fuerzas de la izquierda tienen que ser más humildes y más ambiciosas al mismo tiempo. Más humildes porque deben actuar en un mundo donde el objetivo de construir un sistema globalmente alternativo al capitalismo, al colonialismo y al patriarcado no está en la agenda política. Esta ausencia crea un vacío que por ahora solo parece poder colmarse con opciones locales e iniciativas que proyecten una sociedad más justa.
     
    No obstante, a la vez debe ser más ambiciosa porque, teniendo en cuenta el panorama actual, solo las izquierdas pueden salvar a la humanidad de los efectos más destructivos y del inmenso sufrimiento humano derivados de una catástrofe social y ambiental que no parece estar lejos.
     
    Es necesario defender la dignidad humana y la naturaleza a través de la radicalización de la democracia, de alta intensidad y necesariamente posliberal. Será un proceso histórico largo: revolucionar la democracia y democratizar la revolución.
     

    • Carmen

      Lo que no entiendo es esa defensa a ultranza que hacen algunas mujeres del señor Domingo. Gran Tenor, sin duda, porque hasta mi persona sabe una historia de cómo tira los tejos a las mujeres que le gustan. Si la pudiese contar a mí aire te troncharías, pero no puedo. Me lo contó hace un par de años alguien de mi familia. Pero los chica en cuestión ni era cantante ni bailarina así que…y de tonta ni un pelo.

      Cuando alguien dice: conmigo…yo nunca vi… Me sonrío. La de mujeres que hay asesinadas sin una sola denuncia por maltrato físico o psicológico. Es cierto que no hay denuncias. Y es totalmente falso que nadie detectara nada. Total y absolutamente falso. De ahí la campaña de ahora: si ves algo raro, informa. Por qué si no esa campaña?
      Tiene razón en una cosa este señor. Los códigos sociales han cambiado porque las mujeres estamos derrumbando las paredes de cristal. El techo todavía no, pero las paredes sin duda que sí.

      De verdad alguien cree que el señor plácido Domingo no era consciente de lo que es un abuso debido a su autoridad y a su poder? Nos toman por idiotas. No digo que haya hecho nada delictivo , no sé, pero todo el mundo dice que era un mujeriego y que le gustaban mucho las mujeres. Madre mía y madre mía. Las mujeres. Unos seres a los que se puede poseer y hacer una lista y pensar lo hombre que eres. Madre mía y madre mía. Un baboso en toda regla. Uf.
      Y él mismo dice que los códigos han cambiado, pues será para los babosos, porque para las personas normales siguen siendo los mismos.
      Las mujeres tenemos un sexto sentido para detectar ese tipo de seres. Yo desde luego lo tengo.
      En fin.
      Por lo menos el señor ha reconocido implícitamente que las cosas han cambiado y es bueno que así sea. Supongo que será cosa de sus abogados.
      El movimiento yo también está siendo fantástico. Y que los jueces juzguen.

      • Carmen

        Y si alguna chica o señora joven ha entrado a leer esto, aunque sea por equivocación, sea soltera, casada,separada, divorciada , viuda o monja, le recomiendo que tenga mucho cuidado con los seres caballeros a tope, supereducados, atentos y encantadores en general, esos que nunca pierden las formas y parecen sacados de un manual de normas de educación, suelen ser peligrosos.
        Cosas que se aprenden con la edad.

      • Carmen

        Sean solteros, casados, separados, viudos,divorciados, curas , obispos o religiosos. O nuncios.

        Yo sola me parto. Me voy a mí atardecer, me está llamando.

      • ana rodrigo

        Tienes razón, Carmen, los códigos éticos para muchos hombres que se creían muy machos, han cambiado porque muchas mujeres ya no callamos. Por eso es tan importante hablar, contar, denunciar, desenmascararlos. Es el feminismo, sea de hombres como de mujeres, lo que hace que esos códigos machistas vayan sacando los colores a quienes no los han respetado.

        En mi pueblo, cuando yo era pequeña, se daban muchos casos de parejas de novios que, si ella se quedaba embarazada, el novio la abandonaba. Su familia y ella se quedaba “deshonrada” para toda su vida, teniendo que abandonar a los hijos e hijas en el hospicio para poder seguir viviendo y que se olvidaran de su pasado, mientras ellos se paseaban como machos alfa alardeando de lo machos que eran.

        En otros niveles de más prestigio se está descubriendo la cantidad de mujeres que, por vergüenza han callado, mientras ellos crecían en prestigio profesional y social.

  • ana rodrigo

     

    Bueno, me gustaría decir que cerramos nuestra reflexión sobre la violencia de género tras las excelentes aportaciones de quienes habéis intervenido. Añadiendo que podemos cerrarla en atrio, pero, no puedo decir que podemos cerrar el problema, porque desde que escribí mi artículo, el 28 de Julio, tenemos tres mujeres más asesinadas, porque las violaciones grupales y no grupales siguen cada día, porque el nuevo gobierno de la Junta de Andalucía ha sacado una campaña contra el maltrato a las mujeres, (con los pactos de VOX), en cuyos carteles aparecen un número de mujeres que dicen corresponder (no es verdad) con mujeres “maltratadas” manifestando con grandes carcajadas una inmensa y desbordante alegría. El coste de la campaña, 1,2 millón de euros

    Según la intención de los promotores dicen que es para expresar que, por haber denunciado, ahora son felices. Pero esto no es real.  Las mujeres no denuncian por miedo a que su pareja las mate, por el síndrome de Estocolmo, y por muchas razones más, por eso a la noticia de un asesinato casi siempre va la aclaración de que no había denuncias previas.

    ¿Dónde está la condena de los maltratadores, de los asesinos y de los violadores? ¿Cuándo se va a hacer campaña con dinero público contra las agresiones? No recuerdo en qué ciudad ha sacado unas recomendaciones para que las mujeres nos protejamos, ¿por qué no sacan unas recomendaciones de concienciación para posibles agresores?

     

    Espero que nuestra lucha contra esta lacra social tan terrible, siga entre nuestras opciones y nuestras preocupaciones.

    Gracias a todos y a todas, porque estoy segura de que todo lo que hemos dicho dará su fruto.

     

  • George R Porta

     
    Parte II.
     
    2. Es preciso examinar la tardanza con la que la víctima denuncia el maltrato de que ha sido objeto para poder comprender mejor la resistencia de los maltratadores a asumir su responsabilidad de victimarios.
     
    Se trata de las dos caras de una misma moneda. El miedo de la víctima es solo expresión del poder del maltratador/a proyectado sobre ella. No es casual que la víctima sufra en silencio como «cordero que va al matadero» ni siquiera bajo la distorsión psicótica del llamado «Síndrome de Estocolmo». La víctima solo se siente superada por el poder casi mágico del terror a que es sometida.
     
    Cuando el o la maltratadora ofrece el caramelo inicial ―hablo metafóricamente porque existen muchas maneras de comenzar la domesticación de la futura víctima― es cierto que la víctima disfruta el falso poder de atracción que le hace sentir la atención «afectuosa» que recibe durante el proceso de selección y apropiamiento de la pieza de caza. Es el tiempo que equivale a observar por la mirilla sin espantar al objeto de selección por parte de quien permanece camuflado al acecho para cazarle. Metafóricamente la víctima siente que colocan bajo sus pies una mullida alfombra roja que invita a adentrarse en la proximidad sin darse cuenta de que se trata de la lengua y el aliento embriagante de un cocodrilo que no va a vacilar en cerrar sus fauces cuando ya no haya tiempo de escapar. Ese período de «placer» falso o no, pero placentero, valga la redundancia, es el que muy posiblemente alimenta la culpabilidad de la víctima cuando uno, en tratar de ayudarla, la escucha decir «pero yo fui imprudente» o «esto me ha ocurrido por tonto/a o por ingenuo/a». En realidad, aunque sea cierta la imprudencia de la víctima, nadie nace paranoico y desconfiado y a todo el mundo le enseñan a confiar en el mundo que le rodea desde las mismas mamas de la madre haya sido esta cocainómana o no y haya sido el padre maltratador de la madre y del resto de la prole o no. La primera y más configuradora experiencia es la de confiar en el ambiente que rodea. Los animales funcionan de otra manera y conservan el estado cauteloso que la experiencia de existir reafirma, por regla general. La experiencia del maltrato no se observa entre los animales como se observa entre humanos. A quien lidera la manada o el grupo se aprende a respetarle sin incomodidad, pero como nada es eterno excepto las necesidades de sostenibilidad, llegado el momento cuando envejece demasiado es reemplazado en un combate limpio y definitivo, por regla general, porque el grupo necesita de su liderazgo.
     
    En la situación de maltrato el perpetrador instila el terror a la víctima del mismo modo que el torero camela al toro hasta que puede hundirle su estoque en la cerviz, es decir dolosamente, tras un rejuego de artes seductoras y de exacerbación de la sumisión de la cual no está siempre excluido de dolor: El miedo, la obligación paralizante de guardar silencio que no solo garantiza la impunidad, peor aún crea la complicidad por chantaje.
     
    Mientras el maltrato ocurre, el victimario disfruta de su poder sobre la víctima y sobre su impunidad. Cuando se cansa de su víctima o la deja o ésta se le escapa, comienza la cacería de la siguiente y mientras más cómplice se haya sentido la víctima que abandona o le abandona, más denso y prolongado será el silencio y la oscuridad que recubra y sostenga su impunidad.
     
    ¿Qué culpable renuncia a esta protección? Posiblemente ninguno, de ahí que la denuncia y la fuerza de la ley tengan que entrar a jugar su parte.
     
    Si se investiga por qué el varón víctima del maltrato infligido por una mujer ―insisto en lo que he dicho antes, en otra entrada, acerca de que el maltrato sea ampliamente más frecuente cuando es infligido por un varón― pero la explicación más común es que si un varón se queja de tolerar el maltrato de parte de una mujer la respuesta más común que escucha es la burla, la acusación de marica o débil, y la exhortación a que se vuelva agresivo con ella y la someta o domine, incluso por parte de mujeres. La ley no responde igual, como tampoco lo hizo rectamente antes en los casos de maltrato de la mujer por un varón, cuando la víctima denuncia el maltrato si es varón y ha sido maltratado por una mujer.
     
    Eso me lleva a otra parte de la pregunta de Ana. También la mujer culpable de maltratar resiste y tarda, dizque en nombre del derecho, antes de aceptar la culpabilidad o a autoacusarse, para asumir su responsabilidad moral y legal. Más aún, lo mismo que el maltratador varón, lo primero que hace es tratar de desacreditar a la víctima y esta solo siente aumentar la ira que internaliza y reanimarse el fuego de su culpabilidad inicial que a menudo no es siquiera articulable en palabras sino en llanto o en ansiedad. Es notable que la mujer se vale menos del poder del chantaje. No lo necesita. Ejerce su poder en un contexto cultural en el que el hombre la precede en la fama como maltratador y, con justicia, porque la mujer maltrata menos frecuentemente que el varón.
     
    Una pregunta que siempre ha quedado sin responder porque la situación que cuestiona es culturalmente aceptada y provocada.
     
    Todos, con muy poca o ninguna excepción, crecemos los primeros años de la existencia, durante los cuales somos más influenciables y maleables, recibiendo la inculturación y, por lo tanto, el condicionamiento de genérico, rodeados de mujeres. La ausencia del padre es muy difícilmente cuestionable durante la infancia y hasta la adolescencia en que ambos, padre y madre son reemplazados por los grupos de la misma edad o por la escuela, las instituciones, la cultura en general. Lo mismo vale decir de la escuela elemental. Mucho más frecuentemente que no, los instructores y agentes de formación (o deformación) son mujeres. La pregunta que cabe y no se responde por las razones que sea, es ¿qué ocurre que los varones a pesar de estar expuestos a la mujer cuando somos más maleables, llegamos a ser maltratadores de maneras tan diversamente sutiles o explícitas cuando debiéramos crecer para ser esclavos de ellas? ¿En qué consiste el método con el que nos son inculcados la homofobia o la homofilia y que obviamente sigue siendo reflejo de la cultura exterior al ámbito familiar pero también del hogar y la escuela? ¿Qué rol, si alguno, juegan las mujeres en la divulgación del machismo que las victimiza en la medida que se aculturan ellas mismas e inculturan a su prole o a los menores a su cargo? ¿Se sobra la literatura en la que el señorito trata de tomar ventaja de las nanas y las empleadas de la casa pudiente o que recurre al incesto (en menor frecuencia)? La víctima de maltrato debe jugar algún rol en la perpetuación de esa cultura en la que aprende a agonizar tolerando hasta que logra rebelarse y liberarse ¿Cómo lo hace? Hasta donde yo sé no existe una respuesta categórica o definitiva. El estudio de la violencia en las cárceles de varones versus las cárceles de mujeres es solo un campo de estudio en el que el fenómeno del maltrato se puede estudiar en aislamiento, pero por esa misma razón sus resultados son difícilmente generalizables.
     
    Ya sé que no respondo posiblemente a tu pregunta amiga Ana R, pero es lo mejor que puedo.
     

     
    Un último detalle: La violencia de género no hace distingos, ocurre entre heterosexuales y ocurre entre personas LGBTQiP, ocurre entre mujeres y ocurre, desde luego, mayoritariamente entre hombres.
     

  • George R Porta

     
    Parte I
     
    Además de los factores mencionados ―una cultura que promueve la cuestionable idea de que el castigo, es decir la violencia, corrija la conducta maléfica y de una institución legal que materializa esa idea, pero atribuye bajo excusa de imparcialidad, el derecho del delincuente a mentir, para mayor injuria de la víctima, cuando aquél en realidad se sabe culpable de la violencia de la que justamente se le acusa― quedan, a mi modo de ver, varios otros factores de relevancia.
     
    1. La institución escolar nunca ha podido formar el carácter en reemplazo de la familia.
     
    La violencia de género, la violencia en general, no es un problema de falta de escolaridad o de pobreza, sino de formación humana en la compasión y de construcción del carácter moral en la verdad.
     
    La buena conducta, la ética del trabajo y la de las relaciones interpersonales, la responsabilidad cívica deben poder recibirse como quien recibe las nanas que le adormecen en los brazos o en la cuna, y el aliento de la madre y del padre que respiran sobre el rostro del o la bebita que lleven en sus brazos.  
     
    La escuela enseña a leer y a escribir, porque lo ha hecho y lo hace, pero no puede reemplazar la misión familiar de formar en la compasión y la ternura y es un mal resultado de la cultura occidental que esta función haya sido abdicada por la familia.
     
    El entramado socioeconómico y político de nuestras naciones occidentales conspiran contra la estabilidad del hogar y los han hecho siempre. Nunca ha disfrutado la familia desde la época de la recolección y la caza de un clima de ternura compartida por el padre y la madre. Haya sido justificado no, la mujer estuvo envuelta en el sostenimiento material de la vida y el varón en la provisión de aquello material para sostenerlo. Siguiendo cualquier escuela de pensamiento, la evolución hacia el sentido de propiedad versus el de gratitud, añadió leña al fuego, desde hace muchos siglos y prevaleció el sistema patriarcal que aún impera en los Estados, en el cual no se cuestiona ni la autoridad omnímoda ni el poder supremo del patriarca.
     
    Hace mucho que la familia se convirtió de facto en una institución dispar y progresivamente evolucionó hacia una institución monoparental, sobre todo en la distribución de los deberes obligatorios concentrados en la mujer. La historia más reciente pero todavía multisecular demuestra que en Occidente el varón pudo siempre impunemente abandonar a la mujer y a la prole que ayudó a nacer.
     
    Las instituciones religiosas, de manera preeminente la católica absorbió no solo la educación impartiendo conocimientos, sino redujo la formación a la mera instrucción religiosa y el aseguramiento temprano de su membresía a base de proselitismo ideológico. Eso llenó el vacío de una familia siempre disfuncional que abdicó en favor de la institución religiosa su derecho a pasar consciente e íntegramente su acervo moral, es decir su propia versión de las mores o costumbres de su comunidad. No niego que haya habido ventajas en crecer en un grupo más diverso que la propia familia, pero también hubo enormes desventajas, entre ellas el de hacer desaparecer la oportunidad de los progenitores de formar con ternura a su prole y de hacerlo conjuntamente.

    • ana rodrigo

      Gracias, George, por este análisis tan técnico para un tema inagotable.

  • Javier Peláez

    Aparte de una evidente machista que necesita que como mujer necesita que le rían las gracias los ministros varones machistas que rodean a Bolsonaro,esta mujer es una clasista…El populismo de ultraderecha extiende la zafiedad entre los ricos…Ahí  a Trump no sólo un analfabeto funcional( de ahí la agresividad que desplegó contra el exembajador que osó decir que “el emperador va desnudo”) ,sino un multimillonario sin clase y sin estilo:un patán…Los ricos brasileños,además de poco cristianos,han hecho de la zafiedad su lema…Habría que estudiar porque determinadas mujeres necesitan el aplauso de un coro de varones machistas…Recuerdo que hace unos meses me puse a dialogar en Twitter con una de las chicas que es un exponente de las “antifeminazis”,como ellas se llaman,amarla TheTourist que le cerraron la cuenta de Twitter…No os podéis imaginar la cantidad de varones machorros que la seguían….Yo intenté averigüar él orígen de la verborrea machista de esta chica de treintantos…Y me fuí a sus primeros comentarios en Twitter porque decía que abría la cuenta para salir de una depresión….Allí había un artículo de Iñaki Piñuel sobre los hombres psicópatas…Esta pobre chica buscaba la aceptación de los varones en la forma impersonal de Twitter por una muy probable pésima relación con un novio….En la política ultraderechista es distinto es la utilización de los bajos sentimientos y la zafiedad para ganar el poder y ocultar como roban a los pobres….Qué le importara a esta señora que en las favelas las niñas no lleven bragas si su objetivo político es que no tengan ni un duro para comprárselas y menos aún hacer nada por los que viven en las favelas!! Por cierto,os habéis fijado que Abascal parece un conquistador español de las Indias!…Me imagino el pánico de los indígenas cuando vieron a los españoles a caballo…El mismo que siento al ver a caballo a Abascal y eso que conozco al caballo…

  • George R Porta

    Querida amiga Ana R. Gracias por desear leer lo que ya he escrito y pienso que tras de la publicación de Oscar deja de ser necesario. La autoridad centenaria de la sabiduría contenida en el Quijote no se compara para nada con nada que se me pueda ocurrir. Pero revisaré lo que he escrito y los postearé.

    En principio quizás ayuda la idea que ya comenté de que sean escasos los culpables no suelen voluntariamente admitir y menos confesar su crimen, pero volveré sobre ello. Un saludo cordial.

    • ana rodrigo

      Querido George, mi curiosidad no está tanto en saber porqué los hombres no asumen su responsabilidad que sería personalizar demasiado, sino, que lo que me intriga muchísimo es que siempre que hablo del tema del feminismo, los hombres no expresen sus pensamientos, o sus criterios o sus ideas, y me gustaría porqué. Con la cantidad de compañeros preclaros que tenemos en atrio, a los que leo con auténtica fruición e interés por sus conocimientos y sabiduría, y cuando hablamos de temas de igualdad entre hombres y mujeres, nos privan de sus reflexiones, con las excepciones de quienes sí lo habéis hecho y creo que todas y todos os lo agradecemos.

      A veces pienso que les bloquea el que, quizá, hayan conocido o sufrido la triste experiencia, bastante frecuente, de que, en caso de divorcios conflictivos, que lo son casi todos, hay muchísimas mujeres que utilizan a los hijos e hijas como chantaje y hacen sufrir muchísimo a los exmaridos. Pero éste sería otro tema diferente que hay que abordarlo desde otros presupuestos distintos, sin darle el más mínimo apoyo a estas conductas. Creo que VOX lo que hace es mezclar ambos temas, quitar lo de violencia de género y llamarlo violencia intrafamiliar. Cuando en España, en siete meses, llevamos 36 mujeres asesinadas y he perdido la cuenta de las manadas que han violado a una chica, (la última seis hombres contra una chica de 18 años en Bilbao) pienso que debe ser un problema que tiene entidad propia, porque violencia la hay dentro y fuera de la familia.

      Los seres humanos somos muy complejos. Lo que ocurre con el machismo es que abarca muchas conductas indeseables, porque, como ya hemos dicho, el asesinato es la punta del iceberg.

  • pepe blanco

    Una buena noticia para los derechos de las mujeres:

    https://www.elmundo.es/internacional/2019/08/02/5d441a3521efa0ac648b46af.html

    Vale la pena leer todo el artículo. Es alucinante que a estas alturas del siglo XXI todavía queden países donde las mujeres tienen que estar “tuteladas” por un hombre. A ver si los demás países islámicos siguen a Arabia Saudí en esta cuestión.

    • carmen

      Pues sí. Franquismo puro.
      Pregunta a alguna mujer mayor de tu familia, de setenta para arriba. Ella te contará.

      Supongo que esto que tu dices ahora lo diría mucha gente de España en el 76.
      A ver si no hemos avanzado.
      Esto no hay quien lo pare. Y detrás de Arabia Saudí vendrá otro país y otro y otro…

      Pero las primeras que se líen la manta a la cabeza y hagan lo que la ley les permite, no van a tener un camino de rosas. Abrirán paso a la siguiente generación de mujeres.
      Así son las cosas.

  • oscar varela

    ¡DEMOLEDOR ALEGATO FEMINISTA (ético-jurídico) de Marcela! (en negrita)
    Don Quijote de la Mancha – Primera parte – Caps. XII y XIV – año 1605
    (entrega 2ª. y final)
    …………………
     
    (7.- ¡Ahora sí! EL MAGISTRAL ALEGATO  de Marcela)
     
    —No vengo ¡oh Ambrosio! á ninguna cosa de las que has dicho —respondió Marcela—, sino á volver por mí misma, y á dar á entender cuán fuera de razón van todos aquellos que de sus penas y de la muerte de Grisóstomo me culpan; y así, ruego á todos los que aquí estáis me estéis atentos: que no será menester mucho tiempo, ni gastar muchas palabras, para persua­dir una verdad á los discretos.
     
    Hízome el cielo, según vosotros decís, hermosa, y de tal manera, que, sin ser poderosos á otra cosa, á que me améis os mueve mi hermosura, y por el amor que me mostráis, decís, y aun queréis, que esté yo obligada á amaros.
     
    Yo conozco, con el natural entendimiento que Dios me ha dado, que todo lo hermoso es amable; mas no alcanzo que, por razón de ser amado, esté obligado lo que es amado por hermoso á amar á quien le ama. Y más, que podría acontecer que el amador de lo hermoso fuese feo, y siendo lo feo digno de ser aborrecido, cae muy mal el decir: «Quiérote por hermosa: hasme de amar aunque sea feo.»
     
    Pero, puesto caso que corran igualmente las hermosuras, no por eso han de correr iguales los deseos; que no todas las hermosuras enamoran: que al­gunas alegran la vista y no rinden la voluntad; que si todas las bellezas enamorasen y rindiesen, sería un an­dar las voluntades confusas y descaminadas, sin saber en cuál habían de parar; porque, siendo infinitos los sujetos hermosos, infinitos habían de ser los deseos. Y, según yo he oído decir, el verdadero amor no se divide, y ha de ser voluntario y no forzoso.
     
    Siendo esto así, como yo creo que lo es, ¿por qué queréis que rinda mi voluntad por fuerza, obligada no más de que decís que me queréis bien? Si no, decidme: si como el cielo me hizo hermosa me hiciera fea, ¿fuera justo que me quejara de vosotros porque no me amábades?
     
    Cuanto más, que habéis de considerar que yo no escogí la her­mosura que tengo: que, tal cual es, el cielo me la dió de gracia, sin yo pedilla ni escogella. Y así como la víbora no merece ser culpada por la ponzoña que tiene, puesto que con ella mata, por habérsela dado natura­leza, tampoco yo merezco ser reprehendida por ser hermosa; que la hermosura en la mujer honesta es como el fuego apartado, ó como la espada aguda: que ni él quema ni ella corta á quien á ellos no se acerca.
     
    La honra y las virtudes son adornos del alma, sin las cuales el cuerpo, aunque lo sea, no debe de parecer hermoso. Pues si la honestidad es una de las virtudes que al cuerpo y al alma más adornan y hermosean, ¿por qué la ha de perder la que es amada por hermosa, por corresponder á la intención de aquel que, por sólo su gusto, con todas sus fuerzas é industrias procura que la pierda?
     
    Yo nací libre, y para poder vivir libre escogí la soledad de los campos: los árboles destas^ montañas son mi compañía; las claras aguas destos arroyos son espejos; con los árboles y con las aguas comunico mis pensamientos y hermosura. Fuego soy apartado y es­pada puesta lejos. Á los que he enamorado con la vista he desengañado con las palabras; y si los deseos se sus­tentan con esperanzas, no habiendo yo dado alguna á Grisóstomo, ni á otro alguno, en fin, de ninguna dellos, bien se puede decir que antes le mató su porfía que mi crueldad.
     
    Y si se me hace cargo que eran honestos sus pensamientos, y que por esto estaba obligada á co­rresponder á ellos, digo que cuando en ese mismo lugar donde ahora se cava su sepultura me descubrió la bon­dad de su intención, le dije yo que la mía era vivir en perpetua soledad, y de que sola la tierra gozase el fruto de mi recogimiento y los despojos de mi hermo­sura; y si él, con todo este desengaño, quiso porfiar con­tra la esperanza y navegar contra el viento, ¿qué mu­cho que se anegase en la mitad del golfo de su des­atino? Si yo le entretuviera, fuera falsa; si le conten­tara, hiciera contra mi mejor intención y prosupuesto.
     
    Porfió desengañado, desesperó sin ser aborrecido: ¡mi­rad ahora si será razón que de su pena se me dé á mí la culpa! Quéjese el engañado; desespérese aquel á quien le faltaron las prometidas esperanzas; confíese el que yo llamare; ufánese el que yo admitiere; pero no me llame cruel ni homicida aquel á quien yo no prometo, engaño, llamo ni admito.
     
    El cielo aún hasta ahora no ha querido que yo ame por destino, y el pensar que tengo de amar por elección es excusado. Este general desengaño sirva á cada uno de los que me solicitan de su particular provecho, y entiéndase de aquí adelante que si alguno por mí muriere, no muere de celoso ni de desdichado, porque quien á nadie quiere, á ninguno debe dar celos; que los desengaños no se han de tomar en cuenta de desdenes.
     
    El que me llama fiera y basi­lisco, déjeme como cosa perjudicial y mala; el que me llama ingrata, no me sirva; el que desconocida, no me conozca; quien cruel, no me siga; que esta fiera, este basilisco, esta ingrata, esta cruel y esta desconocida, ni los buscará, servirá, conocerá ni seguirá en ninguna manera.
     
    Que si a Grisóstomo mató su impaciencia y arrojado deseo, ¿por qué se ha de culpar mi honesto proceder y recato? Si yo conservo mi limpieza con la compañía de los árboles, ¿por qué ha de querer que la pierda el que quiere que la tenga con los hombres?
     
    Yo, como sabéis, tengo riquezas propias, y no codicio las ajenas; tengo libre condición, y no gusto de sujetarme; ni quiero ni aborrezco á nadie; no engaño á éste, ni solicito á aquél; ni burlo con uno, ni me entretengo con el otro.
     
    La conversación honesta de las zagalas destas aldeas y el cuidado de mis cabras me entretiene. Tienen mis deseos por término estas montañas, y si de aquí salen, es á contemplar la hermosura del cielo, pasos con que camina el alma á su morada primera.
     
    (8.- ¡Lo dicho, dicho queda! Para que los escuchas se remuevan)
     
    Y en diciendo esto, sin querer oír respuesta alguna, volvió las espaldas y se entró por lo más cerrado de un monte que allí cerca estaba, dejando admirados, tanto de su discreción como de su hermosura, á todos los que allí estaban. Y algunos dieron muestras (de aquellos que de la poderosa flecha de los rayos de sus bellos ojos estaban heridos) de quererla seguir, sin aprovecharse del manifiesto desengaño que habían oído.
     
    (9.- El Caballero don Quijote!)
     
    Lo cual visto por don Quijote, pareciéndole que allí venía bien usar de su caballería, socorriendo á las doncellas menesterosas, puesta la mano en el puño de su espada, en altas é inteligibles voces dijo:
     
    —Ninguna persona, de cualquier estado y condición que sea, se atreva á seguir á la hermosa Marcela, so pena de caer en la furiosa indignación mía. Ella ha mostrado con claras y suficientes razones la poca ó ninguna culpa que ha tenido en la muerte de Grisós­tomo, y cuán ajena vive de condescender con los deseos de ninguno de sus amantes; á cuya causa es justo que, en lugar de ser seguida y perseguida, sea honrada y estimada de todos los buenos del mundo, pues muestra que en él ella es sola la que con tan honesta intención vive.
     
    (10.- y “Tasa tasa, cada uno para su casa”)
     
    Ó ya que fuese por las amenazas de don Quijote, ó porque Ambrosio les dijo que concluyesen con lo que á su buen amigo debían, ninguno de los pastores se movió ni apartó de allí hasta que, acabada la sepultura y abrasados los papeles de Grisóstomo, pusieron su cuerpo en ella, no sin muchas lágrimas de los circuns­tantes. Cerraron la sepultura con una gruesa peña, en tanto que se acababa una losa que, según Ambrosio, dijo, pensaba mandar hacer, con un epitafio que había de decir desta manera:
     
    Yace aquí de un amador
    El misero cuerpo helado,
    Que fué pastor de ganado,
    Perdido por desamor.
    Murió á manos del rigor
    De una esquiva hermosa ingrata,
    Con quien su imperio dilata
    La tiranía de Amor.
    ……………………

    • carmen

      Pues sí. tres referentes en mi vida: Einstein, Jesús de Nazaret y Don quijote de la Mancha. Los adoro.
      A Jesús lo imagino yo misma, al Hidalgo lo imaginó Cervantes y Einstein se imaginó solito.

      Un texto precioso y no lo recordaba.
      gracias

    • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

      ¡¡¡Genial este hermoso texto!!!

      ¡¡¡Al pan … pan … y al vino … vino!!!

      pili.

    • George R Porta

      Te agradezco mucho esto que has publicado. No solo porque el contenido es extraordinario y valga la distancia en el tiempo para hablar de textos proféticos, sino porque me parece innecesario añadir lo que estaba tratando de escribir acerca de un tema que me es muy cercano por razones de «laburo». Me refiero a la pregunta de Ana R. acerca de por qué cuesta tanto a los hombres asumir sus responsabilidades en el maltrato de la mujer. De nuevo, un abrazo agradecido doblemente.

      • ana rodrigo

        George, qué alegría, espero tu escrito sobre mi pregunta, a ver si puedo entender el silencio de los hombres en este tema.

    • ana rodrigo

      Tengo un conocido que siempre que habla de alguna mujer, apostilla, “muy guapa por cierto”. Un día le dije ¿y si no fuese guapa? y no le gustó nada, se calló.

  • oscar varela

    Hola!
     
    ¡DEMOLEDOR ALEGATO FEMINISTA (ético-jurídico) de Marcela! (en negrita)
    Don Quijote de la Mancha – Primera parte – Caps. XII y XIV – año 1605
    …………………
     
    (1.- Arribo del féretro con el cuerpo muerto de Crisóstomo)
     
    En estas pláticas iban, cuando vieron que, por la quiebra que dos altas montañas hacían, bajaban hasta veinte pastores, todos con pellicos de negra lana vestidos y coronados con guirnaldas, que, á lo que después pareció, eran cuál de tejo y cuál de ciprés. Entre seis dellos traían unas andas, cubiertas de mucha di­versidad de flores y de ramos. Lo cual visto por uno de los cabreros, dijo:
     
    Aquellos que allí vienen son los que traen el cuer­po de Grisóstomo, y el pie de aquella montaña es el lugar donde él mandó que le enterrasen.
     
    Por esto se dieron priesa á llegar, y fué á tiempo que ya los que venían habían puesto las andas en el suelo, y cuatro de ellos con agudos picos estaban ca­vando la sepultura, á un lado de una dura peña.
     
    Recibiéronse los unos y los otros cortésmente, y luego don Quijote y los que con él venían se pusieron á mirar las andas, y en ellas vieron cubierto de flores un cuerpo muerto, vestido como pastor, de edad, al pare­cer, de treinta años; y, aunque muerto, mostraba que vivo había sido de rostro hermoso y de disposición gallarda.
     
    (2.- El lugar de la sepultura, donde fue el hechizo)
     
    Alrededor dél tenía en las mesmas andas algunos libros y muchos papeles abiertos y cerrados. Y así los que esto miraban como los que abrían la sepultura, y todos los demás que allí había, guardaban un maravilloso silen­cio, hasta que uno de los que al muerto trujeron dijo á otro:
     
    Mira bien, Ambrosio, si es éste el lugar que Gri­sóstomo dijo, ya que queréis que tan puntualmente se cumpla lo que dejó mandado en su testamento.
     
    —Éste es —respondió Ambrosio—; que muchas ve­ces en él me contó mi desdichado amigo la historia de su desventura. Allí me dijo él que vió la vez primera á aquella enemiga mortal del linaje humano, y allí fué también donde la primera vez le declaró su pensamien­to, tan honesto como enamorado, y allí fué, la última vez, donde Marcela le acabó de desengañar y desdeñar, de suerte que puso fin á la tragedia de su miserable vida. Y aquí, en memoria de tantas desdichas, quiso él que le depositasen en las entrañas del eterno olvido.
     
    Y volviéndose á don Quijote y á los caminantes, prosiguió diciendo:
     
    (3.- Acusaciones de los amigos del muerto, contra Marcela)
     
    —Ese cuerpo, señores, que con piadosos ojos estáis mirando fué depositario de un alma en quien el cielo puso infinita parte de sus riquezas. Ése es el cuerpo de Grisóstomo, que fué único en el ingenio, sólo en la cortesía, extremo en la gentileza, fénix en la amistad, magnífico sin tasa, grave sin presunción, alegre sin bajeza, y, finalmente, primero en todo lo que es ser bueno, y sin segundo en todo lo que fué ser desde­ñado; rogó á una fiera, importunó á un mármol, corrió tras el viento, dió voces a la soledad, sirvió á la ingra­titud, de quien alcanzó por premio ser despojos de la muerte en la mitad de la carrera de su vida, á la cual dió fin una pastora á quien él procuraba eternizar para que viviera en la memoria de las gentes, cual lo pu­dieran mostrar bien esos papeles que estáis mirando, si él no me hubiera mandado que los entregara al fuego en habiendo entregado su cuerpo á la tierra.
     
    —De mayor rigor y crueldad usaréis vos con ellos —dijo Vivaldo— que su mesmo dueño, pues no es justo ni acertado que se cumpla la voluntad de quien en lo que ordena va fuera de todo razonable discurso. Y no le tuviera bueno Augusto César si consintiera que se pu­siera en ejecución lo que el divino Mantuano dejó en su testamento mandado. Ansí que, señor Ambrosio, ya que deis el cuerpo de vuestro amigo á la tierra, no queráis dar sus escritos al olvido; que si él ordenó como agraviado, no es bien que vos cumpláis como in­discreto; antes haced, dando la vida á estos papeles, que la tenga siempre la crueldad de Marcela, para que sirva de ejemplo, en los tiempos que están por venir, á los vivientes, para que se aparten y huyan de caer en semejantes despeñaderos; que ya sé yo, y los que aquí venimos, la historia deste vuestro enamorado y desesperado amigo, y sabemos la amistad vuestra, y la ocasión de su muerte, y lo que dejó mandado al acabar de la vida; de la cual lamentable historia se puede sacar cuánta haya sido la crueldad de Marcela, el amor de Grisóstomo, la fe de la amistad vuestra, con el para­dero que tienen los que á rienda suelta corren por la senda que el desvariado amor delante de los ojos les pone. Anoche supimos la muerte de Grisóstomo, y que en este lugar había de ser enterrado, y así, de curiosi­dad y de lástima, dejamos nuestro derecho viaje, y acor­damos de venir á ver con los ojos lo que tanto nos había lastimado en oíllo. Y en pago desta lástima, y del deseo que en nosotros nació de remedialla si pu­diéramos, te rogamos, ¡oh discreto Ambrosio!, á lo menos, yo te lo suplico de mi parte, que, dejando de abrasar estos papeles, me dejes llevar algunos dellos.
     
    (4.- Un amigo lee una Canción escrita por el fallecido y luego …)
     
    Bien les pareció, á los que escuchado habían, la can­ción de Grisóstomo, puesto que el que la leyó dijo que no le parecía que conformaba con la relación que él había oído del recato y bondad de Marcela, porque en ella se quejaba Grisóstomo de celos, sospechas y de ausencia, todo en perjuicio del buen crédito y buena fama de Marcela. A lo cual respondió Ambrosio, como aquel que sabía bien los más escondidos pensamientos de su amigo:
     
    (5.- Más recriminaciones contra Marcela)
     
    —Para que, señor, os satisfagáis desa duda, es bien que sepáis que cuando este desdichado escribió esta canción estaba ausente de Marcela, de quien él se había ausentado por su voluntad, por ver si usaba con él la ausencia de sus ordinarios fueros; y como al enamorado ausente no hay cosa que no le fatigue ni temor que no le dé alcance, así le fatigaban á Grisóstomo los celos imaginados y las sospechas temidas como si fueran ver­daderas. Y con esto queda en su punto la verdad que la fama pregona de la bondad de Marcela; á la cual, fuera de ser cruel, y un poco arrogante, y un mucho desdeñosa, la mesma envidia ni debe ni puede ponerle falta alguna.
     
    —Así es la verdad —respondió Vivaldo.
     
    (6.- Aparición de Marcela y reproches del amigo del muerto)
     
    Y queriendo leer otro papel de los que había reser­vado del fuego, lo estorbó una maravillosa visión (que tal parecía ella) que improvisadamente se les ofreció á los ojos; y fué que por cima de la peña donde se cavaba la sepultura pareció la pastora Marcela, tan hermosa, que pasaba á su fama su hermosura. Los que hasta entonces no la habían visto la miraban con admi­ración y silencio; y los que ya estaban acostumbrados á verla no quedaron menos suspensos que los que nunca la habían visto. Mas apenas la hubo visto Ambrosio, cuando con muestras de ánimo indignado le dijo:
     
    —¿Vienes a ver, por ventura, ¡oh fiero basilisco destas montañas!, si con tu presencia vierten sangre las heridas deste miserable á quien tu crueldad quitó la vida, ó vienes á ufanarte en las crueles hazañas de tu condición, ó á ver desde esa altura, como otro des­piadado Ñero, el incendio de su abrasada Roma, ó á pisar arrogante este desdichado cadáver, como la in­grata hija al de su padre Tarquino? Dinos presto á lo que vienes, ó qué es aquello de que más gustas; que por saber yo que los pensamientos de Grisóstomo jamás dejaron de obedecerte en vida, haré que, aun él muerto, te obedezcan los de todos aquellos que se lla­maron sus amigos.
     (continúa en entrega 2ª.)

  • Carmen

    Porque claro, ahora todos los días sale en las  noticias un Asesinato de éstos. No sé qué sucedía antes. Tengo la intuición de que aunque hubiese más casos de maltrato, no eran conocidos o tal vez no eran ni tan siquiera reconocidos como tal. No lo sé.

    Pero sí sé que desde que la mujer está despertando, se incorpora a la vida laboral y se da cuenta de que la vida ofrece más cosas que el trabajo y la familia. Que tiene derecho a tiempo de ocio, ahí viene el problema. Los celos. El a donde vas sin mí. El cómo te atreves a dejarme. Porque las mujeres ya pueden dejar, las que son independientes económicamente, claro.

    Y todo eso desata la ira del que se cree dueño y señor de la mujer. Una irá irracional, que suele acabar mal si no pones tierra de por medio. La relación se vuelve tóxica y eso hay que cortarlo a tiempo.

    Porque todos los cambios importantes en la sociedad,tienen un precio . Y este se está pagando en vidas de mujeres. Mujeres a las que se llora solo unos días, pero despiertan conciencias para siempre.

    Tienen mi agradecimiento eterno todas las víctimas. Porque ellas han muerto, pero su muerte no está siendo en vano. Qué va.

    Muchos hombres, muchas mujeres estamos tomando conciencia de que este tipo de asesinatos hay que pararlos. Todos lo estamos. Tengamos ideas machistas o feministas o normalistas de los roles a desempeñar en la sociedad por el hombre y la mujer.

    Perdón por insistir, pero me da miedo que nos líen. Los jueces deberían tener una formación en este tipo de crímenes. Ya se oye decir.

    Avanzamos.

     

     

  • carmen

    He  leído lo que decís.

    Creo que hay un punto que no se ha tocado, creo. A lo mejor sí y no me he dado cuenta . La  fuerza física.

    Porque miren, no se si alguna vez alguna mujer les ha contado lo que se siente cuando en una discusión gorda entre la pareja el hombre mira a la mujer con ira. Ahí salta la primera alarma. Me puede, piensan. No en nombre de ninguna ley ni de ningún principio ético o moral, ni de nada, sencillamente te puede. No veas cuando te arrincona y no te toca, pero te arrincona con ojos de odio. Ahí empiezas a entender que puedes correr peligro. Y si te coge del cuello sientes que  hasta aquí has llegado, dios mío, me mata. Sencillamente es más fuerte que tu. Y lo sabes. Te puede matar. Pero cuando todo se calma piensas, que va,  no es capaz de matarme, eso ha sido una discusión. Y Olvidamos que una discusión empieza donde ha terminado la anterior.

    Entonces, ante estas situaciones vividas que no son tan extraordinarias como parecen, caben dos posibilidades, salir corriendo y denunciar o seguir pensando: no, no será capaz. De ahí tantos asesinatos de parejas normales que jamás ha habido una denuncia por malos tratos. Un hombre supereducado, si, con sus cosas como todos, pero esto? esto era impensable.

    Ya.

    Pero es que si sales corriendo también se puede liar y gorda. y Acabar igualmente muerta.

    Cierren los ojos y piensen en todas las mujeres que conocen. ¿ nunca han visto ninguna señal de que algo no iba bien? una mirada, un gesto de ira, que la mujer baje la cabeza, en fin, nunca? Ahora hay una campaña en prensa que dice, si ves algo raro, habla por ella. O algo así. Pero no. Que va. Son cosas de pareja, no soy quien para meterme…

    Además de lo que quieran de machismo ideológico o como le quieran llamar, luego está la superioridad física. Si quiere, te mata. Claro, para eso tienes que ser un asesino. Quiero decir con esto que una cosa es ser un machista y otra cosa es ser un asesino. El ser hombre te pone en una situación de superioridad física ante la mujer, son más fuertes. Además de la educación recibida, no digo la que le han dado, digo como la han recibido ellos, cómo la han entendido. Cómo la han interiorizado. Y no me refiero  únicamente en casa y en el colegio. Toda la sociedad es la que educa, Enterita. Por eso creo que un asesinato de género, como llaman, tiene que ser un agravante y gordo, porque te aprovechas de la inferioridad de la víctima. Pues como en todos los asesinatos, se podría pensar, y ahí entra el razonamiento de VOX. Bueno, razonamiento por llamar algo. Debe de desaparecer el concepto de violencia de género y denominarse violencia intrafamiliar. Madre mí y madre mía. Pues mire usted, oiga, no. Porque la mujer es la débil y los hijos pequeños, o sea, ni te cuento. ES un tipo de asesinato que se debe de, en primer lugar prevenir, porque cuando una mujer no denuncia, que se pregunten por qué, y si denuncia pues es obvio que siente miedo. Vale, pues pese a eso siguen matando a mujeres y a hijos de mujeres para hacer daño a la madre.

    Me río yo del no ha denunciado nunca.

    Me río yo de que esto era inimaginable

    Me río yo de las parejas modélicas que nadie se podía imaginar nunca un solo mal trato, porque, les recuerdo que un maltrato físico no es repentino, no. Antes ha habido muchas señales y a continuación el maltrato psicológico, seguido del físico y que a veces culmina con el asesinato.

    Señoras, señores, los asesinatos son la punta de iceberg.

    Qué lleva a un hombre a maltratar a una  mujer? pues no lo sé. No soy psicóloga, soy maestra, pero sé que la educación es muy importante. Porque a veces se entra en una espiral de destrucción tremenda. Hay que educar en las señales que alertan de cuando una relación se está convirtiendo en tóxica. Porque esa relación, o sea, sencillamente hay que acabar con ella. La chica no puede ser educada en que el chico es como es y en fin, hay que aguantar, Eso no se puede hacer ya. Hay que educar a los chicos en que la mujer no es una posesión y si por ejemplo, no te gusta como viste porque para ti es demasiado, digamos llamativa, sencillamente rompes con ella, pero no tienes el derecho de moldearla a tu gusto. Creo muchísimo en la educación, bueno, pues como otros creen en el marxismo o en la resurrección de los muertos.

    Y también se, porque leo periódicos y veo cadenas de televisión, que el juego de los partidos de la extrema derecha está claro. Violencia de género? Eso no existe,es un invento de las feministas feas  demasiado leídas, y por supuesto de los homosexuales y transgénero. Es sencillamente una violencia intrafamiliar.

    Y nos lo vamos a creer?

     

    No pasen una. Su detectan algo raro, no guarden silencio. Pregunten, intenten averiguar qué pasa, ayuden. Esto es una lacra que tenemos que erradicar entre todos y todas. No es suficiente guardar uno o dos minutos de silencio ante un crimen machista. Da igual que pensemos que el papel del hombre y de la mujer tiene que ser distinto en la sociedad. Da igual que pensemos que la madre tiene que cuidar más a los bebés que el padre, da igual que creamos que un hombre está mejor preparado para ser director de un gran banco como Rodrigo Rato o El Señor francisco  González han demostrado. A lo mejor tienen razón en eso , o no. Pero ese es otro tema. No lo mezclen con la violencia de género. Esa es otra historia. Que no nos líen. Son asesinos que alimenta el sistema, el mismo sistema los está alimentando. Eso no lo queremos ninguna persona de bien. Da igual que sean mujeres u hombres. No queremos que la sociedad alimente a la violencia de género. Nadie.

    Y luego vamos a discutir sobre si una mujer puede o no ser presidenta de gobierno, camionera o simplemente tiene que ser maestra. Ese es otro tema. Relacionado, por supuesto, pero con vida propia. o tal vez con muerte propia.

    Perdón, no soy capaz de teorizar como muchos de ustedes, pero creo que se entiende lo que quiero decir. Y si está confuso y tiene aspectos que se puedan rebatir, la verdad, no me importa. Solamente quería decir lo que  pienso. Soy mayor, soy mujer y tengo muchas amigas mujeres.

  • George R Porta

     

    Parte II

    Recomiendo la miniserie televisiva exhibida en 2017, original de BBC, que se titula «Broken», es decir «Roto», que tiene subtítulos en español. Son solo seis episodios, pero constituye un excelente tratado moderno sobre la personalidad de quien crece y se desarrolla en una cultura de miedo al castigo y de vergüenza por ser enseñado a sentirse incapaz o malo, o no merecedor del amor. La he mirado varias veces porque no pude agotarla en su riqueza ni la primera, ni la segunda, ni la tercera vez que la miré. Michael Kerrigan, el protagonista, es un párroco católico de una empobrecida parroquia urbana del norte de Inglaterra, y se convierte en  el confidente, el consejero y confesor de una congregación pequeña que lucha por reconciliar sus creencias con los desafíos de la vida cotidiana postmoderna, en la que la religión solo pierde prestigio y él mismo se ve obligado, tratando de ser auténtico, a confrontar sus propios demonios interiores. Hay un momento, durante una homilía, en la que trata de explicar por qué la jerarquía se opone a ordenar mujeres y concluye que tiene que ser el miedo al cuerpo de la mujer y por tanto a la mujer. No explico el resto de la secuencia por si alguien desea mirarla.

     

    2. La Jurisprudencia. La presunción de inocencia hasta que se pruebe la culpabilidad de los sospechosos o acusados de crimen, por una parte, y los derechos en las Cartas Fundamentales o Constituciones de los Estados que garantizan que nadie tenga que inculparse públicamente constituyen otra díada que tiene mucho que ver con el hecho de que el culpable intente evadir el castigo o se niegue a asumir su responsabilidad. En este país donde vivo la persona no es inculturada para abstenerse de violar la ley o las conductas, sino a contar con que lo puede hacer mientras no le sorprendan.

     

    Dudo mucho que esta sea una exclusiva estadounidense, pero no es extraño escuchar que alguien diga que la clave de delinquir está en hacerlo de manera que las fuerzas del orden no le sorprendan a uno en la comisión del delito. Muchas veces se escucha en broma, pero es una convicción ampliamente difundida. De lo contrario fuera muy difícil explicar esta obsesión con los sistemas de vigilancia pública y privada y con la obsesión con la «seguridad nacional». Esta última, en particular, está obviamente relacionada con la criminalidad internacional de los gobiernos de esta nación aunque su pueblo mayoritariamente la rechace (o se sienta, de buena fe,  incapaz de reconocerla.)

     

    La queja de que los progenitores acuden a las escuelas a proteger a su prole de la queja o el castigo y hagan descansar la responsabilidad o la culpa de la mala formación o del fallo académico en las/los maestros, constituye materia demasiado  frecuente en la ironía popular.

     

    Por regla general, somos educados más en el derecho a rehuir el castigo por lo que hacemos que en la obligación fundamental de asumir responsabilidad por nuestros actos.

     

  • George R Porta

     

    Parte I

     

    A la cuestión candente de por qué los varones, en general, sobre todo y, desde luego, si son machistas y, aún más, si lo son consciente y voluntariamente, rehúyen asumir responsabilidad por la violencia de género que inflijan, no hay una respuesta simple y mucho menos alguna justificación válida, pero hay algunos factores de diversa naturaleza que se pueden mencionar como contribuyentes a ese fenómeno.

     

    Siempre hay que cuidarse de no culpar a la víctima, ni siquiera aduciendo el cuestionable pero ampliamente admitido «Síndrome de Estocolmo», que es tema para otro momento. No intento agotar el tema, pero si promover la discusión en el hilo de Ana Rodrigo. Gracias Ana.

     

    1. La Cultura. No hay mucho culpable que voluntariamente desee asumir responsabilidad por el crimen que cometa y menos aún culpabilidad, a menos que se ampare en el secreto o que esté a salvo de tener que retribuir por su crimen. Se crece, al menos en Occidente, en una cultura de miedo al castigo y en ello la tradición judeocristiana ha tenido mucho que ver. La moralidad se inculca a base de amenazar con el castigo más o menos desproporcionado, aunque las clases dominantes siempre han podido evadir los castigos que preconizan cuando lo han querido. Si alguien quiere investigar el tema del miedo en Occidente, Jean Delumeau escribió un exhaustivo ensayo sobre el tema, hoy día un clásico, publicado por Taurus, en España, (última edición que conozco es la de 2012) y el  ISBN del libro es 9788430609079.

     

    Pero no solo en Occidente donde ha imperado por siglos la visión judeocristiana del Mundo y de su justicia retributiva, no importa todos los alardes de perdón que se escuchen. En las diversas culturas donde el «honor» es el código de justicia de primer orden, vale decir, más a menudo que menos en las culturas no occidentales, ocurre lo mismo, se crece en un ambiente de miedo y la crueldad en el castigo para disminuir la frecuencia del incumplimiento de las normas de conducta puede ser enorme. Occidente, desde luego, no tienen una historia de crueldad punitiva menos contradictoria, violenta y maléfica.

     

    La culpa, los especialistas lo debaten, parece que sea una experiencia compleja que incluye, aunque sea más que eso, poderosos mecanismos de discernimiento aprendidos a lo largo del crecimiento. Soy partidario de interpretar la culpabilidad como el complejo pensamiento que acompaña al miedo a ser objeto de desprecio, sujeto de vergüenza y, en última instancia, muy primitivamente a la desaparición por la muerte social, al ostracismo. La negación del sentimiento de culpa y la capacidad de arrepentimiento, o su ausencia aparente, son elementos determinantes en el  de diagnóstico de la criminalidad. Tratar intencionalmente de apagarlos en uno/a mismo/a, para sobrevivir, posiblemente juegue un rol preponderante en el endurecimiento o la crueldad que caracteriza al criminal que alardea de su violencia y de su impunidad, desde luego, en la mayoría de los casos, hasta que tiene el cadalso delante y se da cuenta de que no hay vuelta atrás. Muy a menudo, llegado ese momento, no es extraño que el esfínter de la vejiga pierda su capacidad de retención.

  • ana rodrigo

     

    Tengo la impresión de que estoy aburriendo al personal, por eso voy a leeros con atención, como siempre, si añadir nada más por mi parte, de momento, explicitando de todo corazón mi agradecimiento por contribuir al conocimiento y erradicación de un problema social tan grave y tan generalizado.

    Pido perdón si algún hombre atriero se ha molestado, dejando claro que la lucha solamente va contra los hombres machistas, no contra todos los hombres, y menos contra mis sensatos y amigos atrieros.

     

    • George R Porta

      Amiga Ana R. Gracias a ti, pero si algún hombre se siente ofendido porque el tema sea puesto sobre la mesa, quizás pudiera reconocer que necesita examinar por qué le molesta y quizás solo haya descubierto una tarea a la que deba dedicar tiempo. Yo tengo un par de cosas que añadir aunque te salgas del hilo y te mantengas solo leyendo. Ciomo me cuesta esto de escribir «verbalmente» a base de dictar a mi ordenador no puedo escribir con la rapidez o la asiduidad que deseo. Desde luego comprendo que mis entradas puedan pasar inadvertidas y, sobre todo, que no comentarás sobre ellas. Eso sí, en el caso de que reconocieras alguna noción o interpretación errónea o viciada por mis propias cargas ideológicas, me basta que añadas una E, como respuesta para revisar de nuevo lo que haya escrito. Si no lo haces, también lo comprenderé. Un abrazo cordial y agradecido.

      • ana rodrigo

        Querido George, ya te dije que se nota tu profesión de terapeuta, tu conocimiento de la complejidad de lo humano y tu empatía con las víctimas.

        Además de que mis respuestas a vuestros comentarios siempre han sido para añadir ideas de las que sugerís o complementar lo que previamente habéis escrito, yo jamás utilizaré un tono corrector con nadie en las formas aunque discrepe en el contenido.

        Lo que siempre he practicado en mi larga trayectoria sobre este tema, es no producir el efecto contrario al buscado, es decir que mis interlocutores, en vez de interesarse por el tema, lo aborrezcan. Y es que lo he visto con mis propios ojos, aunque no fuese mi debate. Tampoco he entendido porqué les aburre un tema que afecta a miles de millones de mujeres en el mundo.

        He practicado lo que yo llamo paciencia “histórica”, es decir, esperar que haga efecto, aunque sea lentamente, en las mentes y en las conductas, porque la historia no se cambia de la noche a la mañana, hay que esperar que la semilla germine, crezca y dé sus frutos. Y tengo la experiencia de que esto funciona, porque se está avanzando bastante hacia el objetivo final: extirpar la toxicidad de desigualdad, agresión, violencia, etc. etc. que ha sido lo “normal” a lo largo de la historia.
        ¡Adelante! pues.

        Respecto a los comentarios que habéis hecho, han sido extraordinariamente positivos, y me gustaría que siguieseis enriqueciendo este debate. Repito, yo no quiero aburriros. Intervendré a título personal sin contestaros de forma individualizada.

  • Asun Poudereux

    Muchas gracias a ti, Ana.  Y a todas las personas que como tú en diferentes organizaciones no dejan de defender a las mujeres que sufren y hasta mueren, víctimas de la violencia.  Exigiendo cada día poner recursos y todos los medios necesarios para erradicarla.          
     
    En cuanto a la pregunta abierta sobre por qué los hombres participan en minoría en este tema,  creo que lo va clarificando George a lo largo de sus aportaciones.                                            También creo es fundamental centrarse en la violencia, sea del tipo que sea y en qué contexto se produce, sin ponerle en principio adjetivos.
     
    Y me apresuro quizás al decir que centralizarlo en machismo se queda en parte reducido y enfrentado al feminismo.  Y ahí,  en esta división como punto de partida,  las personas pueden de algún modo sentirse de inicio incómodas y hasta con dificultad para  abrirse a las vías del  diálogo, de modo natural.
     
    Es curioso observar cierta  actitud  en el hombre, también se da en mujeres absolutas, al sentirse observado y más si es cuestionado de modo particular,  ya que su sistema de defensa se pone en marcha, y muchas veces sin freno,  antes de considerar qué puede haber de cierto en eso que se indica. 
     
    No quisiera generalizar,  al decir que puede ser crucial la fuerza de la costumbre, de modo que la bestia se precipita,  siendo muy anterior  al nivel de la consciencia-conciencia de las propias limitaciones y sombras.  La zona neo-cortical que llaman,  habiendo aún mucho por desarrollarse.  Lo que no impide que a medio camino de ello, se pueda ser capaz de atisbar, tras un, digamos, arrebato de agresividad y desprecio.  Sintiendo más o menos arrepentimiento y vergüenza.          
     
    Todo lo cual todavía está lejos de ponerse realmente y al completo en la piel de la otra persona, no deseándole ningún daño ni perjuicio, porque anteriormente lo ha sentido y vivido en sus carnes, como suele darse este sentimiento de rebajamiento en la mujer, del que por fin se siente liberada, o al menos no deja de intentarlo por la paz y hasta plenitud  que encuentra en ello.  
     

    Mis mejores deseos en que no cesemos de interactuar unos  y otros para borrar al máximo la violencia y todas sus consecuencias en el entorno en que vivimos.

     

    Un abrazo atriero.

  • ana rodrigo

    Nota: Pongo mi respuesta a Asun aquí, para no tener que estar buscando muy abajo.

    Querida Asun me da muchísima alegría y os agradezco la cantidad de aportaciones que hacéis a mi sugerencia de reflexionar sobre un tema tan importante y tan lamentable para más del cincuenta por ciento de la población mundial, que somos las mujeres. Y es por esto último que acabo de decir por lo que hablé de organismos nacionales y supranacionales, por los millones y millones de mujeres que en el mundo entero somos las víctimas de una “manera de ser y actuar” tradicionalmente aceptada y, no por ello, aceptable.

     

    Tienes razón en que los medios básicos, lo son porque a partir de ellos las estancias públicas o la legislación pueden ser más eficaces; lo único que se me ocurre añadir es que ambos frentes de lucha son perfectamente compatibles y complementarios e, incluso, a presión de las bases muchas veces es lo que fuerza la legislación.

     

    Lo del mimetismo, también es una realidad, pero nos hemos pasado la historia sin quejarnos y, sin mimetismo por la publicación de datos y denuncias, mientras la vida de tantísimas mujeres ha sido un infierno.

     

    Quiero hacer hincapié en otra idea que sugieres y que lo he vivido en propias carnes, el cansancio y aburrimiento que a mucha gente le produce cuando insistimos en temas de igualdad y feminismo. Nunca me han parado en mi lucha, y gracias a que somos muchos y muchas las que seguimos en la lucha, sin tregua, estamos viendo las calles llenas de mujeres y hombres los días 8 de Marzo, y se van consiguiendo muchos avances.

     

    Y enlazo con esta historia el hastío que produce en muchos hombres esta cuestión, cuando en realidad, el machismo lo sufrimos las mujeres pero el problema lo tienen ellos, los machistas, y parece que no va con ellos, como si fuese un invento nuestro, de la mujeres. Tengo la experiencia de que en tantos debates que he tenido con grupos, los que menos participan son los hombres, y no sé porqué. Si alguien lo sabe, yo personalmente se lo agradecería. ¿Es que no les parece importante el tema? ¿Les aburre? ¿Lo consideran cosas de mujeres? ¿No saben qué decir por no haber profundizado y comprendido nuestra lucha? ¿Tienen conciencia de si deben hacer alguna revisión en su manera de relacionarse con las mujeres? ¿Por qué nos dejan solas cuando somos las víctimas? ¿¿Por qué, por qué esta ausencia?? A mí me encanta saber lo que piensan a respecto.

    Gracias a quienes estáis enriqueciendo este debate con vuestras aportaciones. Ahora mismo mi post pasa a segundo plano por todo lo que vamos descubriendo en nuestra interacción.

    Gracias, gracias.

     

     

     

  • George R Porta

    En la línea siete de mi última entrada faltan las palabras «es falsaria» después de las palabras «gobierno federal». Pido perdón por la omisión, porque aún no domino este asunto de dictar a mi ordenador para que transcriba lo que dicto a pesar de que llevo más de un año puesto a ello. Gracias.

  • George R Porta

     
    Es muy difícil refutar el hecho de que en la realidad de lo violento solo hay tres elementos fundamentales: La víctima, la violencia misma y el victimario. Nada cambia el hecho de que la víctima recibe la prioridad cuando se habla de violencia simplemente porque lleva la peor parte.
     
    No se trata de la cuestión jurídica o legal de atribuir culpabilidad porque ya, de inicio, el o la agente  de violencia es culpable. La retórica neofascista sobre los derechos de los victimarios que, al menos en este país donde resido, viene ganando popularidad gracias a la campaña oficial de la Secretaría de Educación del presente gobierno federal. Equiparar los derechos del victimario a los de las víctimas, falsea o corrompe la comprensión del problema de la violencia y trata de reducirlo a problemas de simple educación, de disfuncionalidad familiar.
     
    La categorización de «Violencia doméstica», borra o diluye las diferenciaciones que revelan mejor la etiología u origen de la violencia, haciendo más difícil si no imposible la comprensión de dicho fenómeno.
     
    Tratar de equiparar al objeto y al sujeto de la violencia es solo una forma de violencia ideológica.
     
    Todas las familias tienen defectos por lo tanto si una mujer sea oprimida o atacada por ser mujer, no quedan involucrados los derechos que como mujer la víctima tenga, sino que su opresión se convierte en una función de la funcionalidad de la familia de la que procede el victimario o de la que procede la víctima o la que constituyen ambos.
     
    Una tal proposición es falsaria, porque la familia es una institución social en la que el poder no está equitativa y espontáneamente distribuido precisamente por ser reflejo de la distribución del poder en el ámbito mucho más amplio y exterior de la sociedad en cuyo contexto existe.
     
    La violencia perpetrada contra la mujer, el varón, la persona LGBTQ porque sean mujer, varón o persona LGBTQ respectivamente, atenta contra la condición humana de la víctima igual que si el maltrato se debiera al color de la piel, la estatura, la creencia, las ideas, o la manera de expresar su capacidad de crear intimidad y, por tanto, constituye un crimen de lesa humanidad.
     
    En efecto, el rol familiar es asumido o impuesto después que el género identitario de la persona ha adquirido suficiente consistencia o forma.  No se es madre o padre, antes de alcanzar la identidad de mujer, varón o persona LGBTQ.
     
    Solo por ofrecer una referencia teórica que no es perfecta y es a menudo mal utilizada, pero es popular: Me refiero a la Teoría Epigenética del desarrollo psicosocial ― de E. Erikson― la resolución del dilema identidad-confusión (incluyendo la identificación del género) debe preceder en el tiempo a  la resolución del dilema intimidad-aislamiento y ambos logros del desarrollo deben preceder a la resolución del dilema generatividad-esterilidad o estancamiento  relacionado con la necesidad de asumir roles familiares o domésticos, con o sin matrimonio, civiles, profesionales, etc.  

    • ana rodrigo

      Querido George, no se puede decir más y mejor de como lo has hecho tú en este comentario. Se nota que eres un profesional de empatizar con “el o la paciente”, en este caso con las víctimas, que somos las mujeres, sin eludir la cuestión del victimario, que algo tendrá que hacer para evitar el objeto central, la violencia. Gracias, una vez más.

  • ana rodrigo

    Acabo de leer que otra mujer ha sido asesinada por su marido, que tras herir a su hijo, él se ha suicidado.

    Y así un día sí y otro también, lamentando la muerte de otra mujer víctima del machismo.

    ¿Sería mejor callarse? ¿Para alguien resulta morboso hacer dar a conocer estas noticias? ¿Estamos en el camino correcto de machacar y machacar de que esto no puede ser?

    A veces me entra un desánimo terrible pero enseguida me rehago y me digo, hay que seguir luchando, Ana, hay que seguir luchando, que ya he pasado la época en la que se me decía que las feministas éramos unas pesadas.

  • Asun Poudereux

    Muchísimas gracias, Ana, por todo lo que denuncias y pones en tela de juicio desde una mirada feminista, lo más moderada posible, intentando no crear posiciones contrarias imposibles de aproximar y de escucharse entre ellas, si lo que se busca fundamentalmente son soluciones y no quedarse en el mero culpabilizar,  creando más y más rechazo y desencuentro. 
     
    Veo que hay aportaciones de los amigos atrieros para seguir reflexionando un rato largo.   Sinceramente noo conozco los pormenores de la propuesta desde Vox de la denominación violencia doméstica en lugar de violencia de género,  pero creo que si se trata de violencia en las familias, hay de todas las clases y desgraciadamente, hoy tengo la impresión que más que nunca abundan en todas las direcciones.     
     
     Lo que me lleva a poner el punto de mira en la educación y formación de todos sus miembros,  a corto, medio y largo plazo, digamos de continuo, especialmente de los más pequeños, siendo partes integrantes de la convivencia y armonía en el futuro que tienen por delante.  Los mayores aquí hemos de trabajar de manera lúcida para nuestros siguientes sean cercanos o no.     
     
     Creo que George ya apunta en su primer comentario a lo que intento expresar. Y otros atrieros, ellos y ellas hacen por su parte. No buscar tanto culpables como centrarse en las causas, en las lagunas y deficiencias de la educación que obstaculizan una mayor consciencia-conciencia de quienes somos y lo que somos realmente.
     
    Y no lo que la sociedad dominante ha ido imponiendo,  falseando, por ignorancia e intereses varios,  en necesidades y papeles a jugar lejos de la realidad que nos constituye,  y que, en cuanto a mi experiencia,  no dudo es capaz de abrirse a lo diferente,  y en cualquier situación interactuar en lo mejor de cada cual, movidos por la responsabilidad.                                                 
     
     No hablo, por tanto, de perfección, sino de comprensión y respeto mutuos con mucho diálogo y reflexión de por medio. Por supuesto, solidaridad si fuera preciso,  porque si no somos iguales en apariencia por la edad, sexo, raza, gustos, inclinaciones y habilidades… etc…, sí podemos ser capaces de reclamar  y hacer cumplir la igualdad en derechos y oportunidades en todos los aspectos de la vida, desde la formación y educación hasta compartir responsabilidades, dentro y fuera del ámbito familiar, según actitudes y compromisos.       
     

     
    No es cuestión de etiquetar. Es cuestión de terminar con estas divisiones y derivaciones que tanto desorientan a las personas del verdadero sentido de sus vidas,  perjudicando la convivencia,  fuera y dentro de las familias, induciendo al rechazo y a la violencia. Se produce una pérdida total de un mínimo de equilibrio y conexión en lo que apunta M. Luisa,   Sobre todo en las circunstancias más difíciles y arduas de sobrellevar en cada etapa de la vida, por lo inesperado de ellas. Y no menos importante es la falta de aceptación de nuestros propios miedos y limitaciones, que evitamos reconocer ocultándolos. 
     

    A pesar de todo lo que se arrastra aún de vergonzoso, injusto e indignante, el hecho de que se reflexione y venga hablando,  profundizando más y más en todo ello, ya es un paso de gigante hacia adelante. Seguramente un largo camino a recorrer con minas explosivas a detectar dentro y fuera de uno/a mismo/a para la buena convivencia entre diferentes.

     

     

     

    • ana rodrigo

      Hola, querida Asun, VOX quiere, y ya lo ha conseguido allí donde forma gobiernos o apoya a gobiernos de derecha, quitar y negar la violencia de género y cambiarlo por violencia intrafamiliar, así como equiparar la muerte del asesino, cuando éste se suicida, con la de la mujer asesinada, culpabilizando así a la víctima. Niega que las agresiones a las mujeres sea un acto criminal específico y lo considera un acto criminal común (que ya tienen su propia legislación para cada caso) porque la clave de estos asesinatos está en que se hace por el hecho de ser mujer. Y esto es lo que niegan. Claro que 36 mujeres asesinadas, todavía hay dos ingresadas graves, y otras agredidas que se han salvado, más los miles de denuncias y otros tantos miles de mujeres amenazadas y ocultas para salvar su vida, no es casual. Para VOX esto es un problema que se da entre familiares.

      No niego que entre una pareja haya desencuentros muy profundos, y grandes conflictos, pero eso nunca tiene que llevar a asesinar o maltratar a nadie, ni hombres ni mujeres, y, sin embargo la mayor parte de las veces la mujer es la víctima.

      Y, puesto que es un problema universal en el tiempo y en el espacio, los organismos públicos nacionales y supranacionales deberían ser más activos en hablar, denunciar, condenar y legislar. Nosotros y nosotras haremos lo que podamos. Siempre en plan constructivo, claro, pero no solapando el problema como si esto se fuese a arreglar solo.

      Un ejemplo es el de Arabia Saudí que, militando en lo más alto del machismo, tiene petróleo, y todos los países tienen que hacerle reverencias a los sátrapas de turno.

      Creo que debemos crear conciencia, con hechos, datos y denuncias, que dejan un reguero de sufrimiento en tantos hijos e hijas huérfanos y tantas familias destrozadas.
      Un abrazo, querida Asun.

      • Asun Poudereux

        Muchas gracias, Ana, por la información.
        Dices: “Y, puesto que es un problema universal en el tiempo y en el espacio, los organismos públicos nacionales y supranacionales deberían ser más activos en hablar, denunciar, condenar y legislar. Nosotros y nosotras haremos lo que podamos. Siempre en plan constructivo, claro, pero no solapando el problema como si esto se fuese a arreglar solo”.

        Todo lo cual, lo apoyo, pero sigo insistiendo y no me cansaré en que es central, primordial lo estructural en la educación y formación de la persona. En volcarse ya con todos los esfuerzos y medios al alcance en educar y formar de otro modo con mayor participación y reflexión conjuntas, e incluso interactuando unos y otros a pie de calle, fuera de las aulas.

        Las leyes, sin lo anterior bien elaborado, implementado y continuamente reciclado como cualquier método que busca eficacia, además de no llegar a ser bien aplicadas , es decir, al no poner todos los recursos necesarios y prácticos, hacen que sean sus efectos positivos, si es que los hubiera, muy, muy lentos, además de dañinas en sus consecuencias, pues las leyes provocan, en principio, en el tema que nos ocupa, más agresividad y violencia en cascada.

        Y digo lo anterior, porque eso parece que lo saben muy bien, el que pueda darse el efecto mimético, puesto que en lo que respecta a suicidios se ha determinado silenciarlos por esa misma razón.

        Hace falta ser congruentes, valientes, honestos en hechos y en palabras. Y hoy por hoy, a pesar de las múltiples leyes, la educación y formación está centrada en contenidos, no en experiencias, en el conocimiento de nosotros/as mismos/as.

        Te mando un abrazo grande, Ana.
        Y besos.

  • M. Luisa

    Estos días os he ido leyendo pero sin poder entrar, ahora lo hago aunque  todavía sin haber leído los últimos comentarios.

    Pienso que haber llegado a tan perversas consecuencias y además atizadas por esta ministra brasileña, nos obliga a ir en busca de la causa que las origina y yo no la puedo hallar más que escudriñando la antropología que nos viene de lejos.

    Expondré la idea a grandes rasgos aunque subterfugiamente ya que  de ello vengo hablando  en mis comentarios con cierta asiduidad  cuando en ellos hablo tanto de la importancia   de distinguir entre emociones y sentimientos. Pienso que no se es suficientemente consciente de la envergadura que alcanza no haber reparado  en ello.

    Muy esquemáticamente: las emociones es un tema de “grados”. No hay límite para la suscitación emocional funciona gradualmente elevando cada vez más el estado tonificante, es un proceso encerrado en sí mismo. En él no hay alteridad de independencia.

    En cambio, si esto le ocurre a la emoción, la cual consiste como digo en ser gradual, el sentimiento, que no se deslinda de ella, es esencial. Lo expresé días atrás  cuando me referí a que la esencia fisicamente considerada además de ser origen es principio, principio dentro del sistema.

    Este principio sistemático, se origina, ahora  haciendo entrar en  el planteamiento la función cerebral, en el sistema neo-cortical. Entonces, desde esta perspectiva global no existe desconexión entre estos dos niveles, el límbico/emocional y el intelectivo / neo- cortical que lo regula modulándolo.

    Creo que por ahí es donde se trataría el tema en profundidad no superficialmente para rédito de los políticos.

    • ana rodrigo

      Querida María Luisa, gracias por tu aportación. Estoy de acuerdo que el problema de la desigualdad no se debe tratar con superficialidad, porque el abuso de poder, concentrado en lo que llamamos machismo, no es una cosa cualquiera. Dan ganas de llorar cuando los noticiarios de todos los días comienzan con noticias de abusos sexuales, en forma de agresiones o de violaciones, y cada semana del asesinato de alguna mujer.

      Según el diario.es, 19/2018, las denuncias por abusos sexuales han crecido un 60% en los últimos 6 años. 893 cada mes. 28 al día, más de una cada hora. Es el número de denuncias interpuestas por agresión y abuso sexual en 2018. Y aquí no estamos hablando de que las niñas no llevan bragas por ser pobres. Esto sin conocer los datos, que nunca los sabremos, de los abusos sexuales dentro del matrimonio. Uf!!, qué fuerte: sexo con violencia, sexo con poder de intimidación y sometimiento, sexo por instinto animal, sexo sin conciencia. Algo falla en la antropología, como dices tú, María Luisa, porque desde el el pitecantropus en la época del Pleistoceno hasta hoy, la especie humana ha demostrado que es capaz de evolucionar, menos en este terreno del sexo en condiciones de libertad y de igualdad entre adultos y adultas.

      Ayer la prensa de Chile, Cooperativa.cl, publicó la siguiente noticia: “Compañía de Jesús confirma abusos sexuales de Renato Poblete entre 1960 y 2008 (¡¡¡durante más de cuarenta años!!!). Constató la situación de 22 mujeres que sufrieron experiencias de abuso sexual, incluidas cuatro menores de edad. Esto no es normal.

    • George R Porta

      Amiga María Luisa: No sé si se puede afirmar categóricamente que sea imposible para el sujeto de ellas salir al paso de sus emociones cuando van ganando en intensidad o cuando todavía puede hacerlo y, por lo tanto, discernir su conducta auto-regulando sus sentimientos.
      Sí estoy de acuerdo en que si falla el mecanismo cortical de la regulación de la impulsividad (impulse control) en el conjunto de las funciones ejecutivas (la inteligencia, el discernimiento, el auto-conocimiento, el sentido de la realidad, o como se traduzcan al castellano, intelligence, discernment, self-awareness, reality testing, etc.) las emociones pueden sobrepasar o apoderarse del individuo y causar conductas irracionales. En este último caso es trágico o suele serlo ignorar la diferencia entre emoción y sentimiento, porque el segundo implica un nivel de consentimiento sobre todo cuando la emoción aún no le ha sobrepasado.
      Aún cuando escribes con «subterfugiamente» haces pensar y yo te lo agradezco porque aprendo. Un saludo cordial.

  • Santiago

    Sin duda el machismo es una patología que revela un ego inseguro, resentido y débil que habría que estudiar desde varios ángulos, no sólo desde el psicoanalítico, sino el sociológico, el humanístico, el espiritual etc… para ver el origen real del desorden en las diferentes culturas y poder atacarlo en su verdadera raíz. Por otro lado, la mujer nunca ha sido inferior al hombre y ella siempre lo ha sabido…pero su forzada posición que la sitúa en desventaja con respecto al hombre obedece también a múltiples factores que son los que importan si se quiere llegar a la justicia que la sitúe en el lugar que le corresponde. Ella es la primera que tiene que saber su verdadera posición en relación al hombre. Sin saber la etiología es muy difícil tratar la enfermedad…

    Esto implica que no es el género lo que importa sino la persona…Ni el hombre ni la mujer son diferentes en cuanto a lo personal…pero si en la manera que expresan su masculinidad y femineidad, y de la manera que desempeñan su “papel” dentro de las circunstancias sociales de su comunidad.. Desde el momento que existe un desbalance en la percepción de estos “roles” es cuando el abuso puede implementarse y desarrollarse…Por eso el factor educativo juega un papel importantísimo de como el varón va a tratar a la mujer…ES en una base biológica como se van a aprender y aprehender los papeles de los 2 sexos biológicos…y si la madre no enseña a su hijo efectivamente como se debe relacionar con lo que es femenino y el padre no está presente como un modelo correcto a seguir, pues el machismo seguirá siendo un grave desorden en las sociedades modernas y, aún en las tecnológicamente avanzadas que desatienden cada vez mas la parte mas importante del ser humano que es el espíritu, pues es en nuestra parte espiritual donde nos relacionamos con los otros…y donde se encuentra toda nuestra vida  personal…Tenemos que empezar por la familia para después trascender a la sociedad, a la nación y al mundo …para restablecer el orden de lo que es justo…

    Un saludo cordial

    Santiago Hernández

    • Carmen

      Por aquí por España hay un dicho , se lo voy a aplicar: este no es mi Santiago, que me lo han cambiao.
      Pues eso.

    • ana rodrigo

      Gracias, querido Santiago, por tu aportación. Tienes razón en la importancia de la educación, pero estamos viendo que el problema es bastante complejo como para dar soluciones simples.

      Todo el mundo sabemos que en la familia no educamos en sexualidad, y en los centro escolares, se hace en algunos centros. Tengo un compañero que daba clases de ética y quiso hablar de la ética de la sexualidad, y lo denunciaron los padres de dos alumnos hermanos. En Andalucía, VOX ha pedido los datos personales de quienes hayan dado charlas de formación sobre LGTB.

      Yo he tenido alumnos y alumnas a los que procuraba educarlos en valores de igualdad, ya fuese en la clase de ética, o, de forma trasversal, en las clases de historia, y después de adultos me he enterado de que no les había servido para nada.

      Como acabo de decir, la educación es muy importante, pero no es suficiente.

      Como estamos viendo, no es problema de bragas sino de braguetas. El cerebro masculino tiene que evolucionar bastante.
      Un abrazo cordial, Santiago.

      • Carmen

        Sí ha servido. Fijo.
        Pero todo necesita tiempo.
        Pero ha servido.

      • Carmen

        Pero es la sociedad la que educa. La sociedad enterita. Dicen que la escuela es solamente un diez por ciento. Eso dicen.

        Y la sociedad está cambiando. Y eso se refleja en las leyes. Las Cosas son lentas. Pero creo en la esperanza. Veo los cambios.

      • Santiago

        De acuerdo que el problema no se reduce meramente a la educación. Se necesita un cambio profundo del concepto de relación entre diferencias biológicas. Aquí hay que tomar en cuenta el por qué ha perdurado la idea que para ser “hombre” hay que ser un “macho” violento y despiadado con la “hembra” en vez de mostrar que la virilidad real consiste en el amor que protege y defiende a la pareja y que es capaz de superar cualquier diferencia puesto que mi “visión” de hombre ha de ser muchas veces “diferente” de mi mujer, y sin embargo, esto no constituye una amenaza sino que refuerza la amistad en el amor conyugal.

        Por eso, esto no es exclusivamente un problema individual sino acentuadamente social y legal donde la mujer ha de prepararse para poder reconocer donde y en que reside “el abuso” y poder luchar efectivamente por este desorden relacional puesto la experiencia enseña que quien no reconoció a tiempo esta forma de manipulación y degradación abusiva acabó en la tumba. La terapia consiste en una “toma de conciencia” en una lucha constante y denuncia de los que aprueban que el “machismo” como sistema de desvaloración de la mujer por percibirse erróneamente como “vulnerable” y “débil”, para lograr un “cambio” en la misma sociedad, empezando por la denuncia a nivel local, en la familia, en la escuela, en la Universidad etc como ha pasado con otros “logros” en la defensa de la dignidad humana. Es una labor de muchos y de muchas entidades.

        Sin duda, es una labor ardua, pero el mundo actual no carece ni de información ni de medios adecuados para hacer cualquier campaña en contra de aberraciones culturales que datan, como esta, desde la antigüedad. Y el sistema legal está cambiando para condenar cualquier forma de agresion contra la persona en si

        Un saludo cordial

        Santiago Hernández

      • ana rodrigo

        Gracias, muchas gracias, Santiago por tu comentario del que voy a resaltar una cosa que dices y que es muy importante. Dices que la mujer tiene que aprender a detectar lo antes posible dónde reside el “abuso” y cómo luchar contra él. Y digo que resalto esta idea porque, no olvidemos, que las mujeres también hemos nacido y hemos sido educadas de manera equivocada en nuestra relación con los hombres, y realmente, tenemos que desaprender esa mala educación.

    • Carmen

      Santiago. A que no tiene usted valor a decir eso mismo en su comunidad? Pero no se vale decir cuál es el papel femenino y cuál el masculino. Hemos quedado en que somos iguales. Que nos tenemos que respetar porque somos igualmente dignos a los ojos de Dios .

      Apostamos?

      La iglesia tiene un papel superimportante en este tema y en este momento. Nos metió donde estamos, es de justicia que nos ayude a salir.

  • ana rodrigo

    Hoy ha fallecido Mari Carmen Izquierdo, primera mujer periodista y reportera deportiva, algo, entonces, totalmente inconcebible, y que hoy es lo normal. En cuarenta años, una sola mujer abrió el camino, del que nadie lo cuestiona hoy. Así se hace historia.

    • Carmen

      Exactamente. Eso es lo que quiero decir.
      No la conozco, pero seguro que descansa en paz.
      He visto una entrevista cortita a una chica boxeadora, campeona del mundo o algo así. Es española. Superbonica. Y jovencica. Tampoco tenía idea de que existía, pero existe y en unas semanas quiere renovar el título. Si fuese hombre seguro que lo conocería.

      Las chicas de oro de nuestro fútbol , también están abriendo camino.
      No veas como jugaban alguna nenas mías al fútbol. Los críos las querían en sus equipos.

      Ya conozco a varias conductoras de autobús. Y por supuesto a taxistas.
      La madre de un alumno mío, un desastre por cierto, era camionera

      Hay muchísimas mujeres abriendo caminos, cada una en su puesto.

      Eso es lo que quiero decir. Hacen falta teóricas, luchadoras, organizadores y organizadoras de la lucha por el feminismo. Y mujeres que con su profesión y su vida, demuestren que la mujer es capaz de todo aquello que se proponga. Exactamente igual que los hombres.

  • George R Porta

     
    Parte II
     
    Quien lo leyó con provecho no debió sorprenderle la elección de Donald Trump a la presidencia en 2016, solo siete años más tarde, precisamente por la población masculina más traicionada por los políticos y la por las grandes empresas del país en las previas cuatro administraciones federales: Los americanos de los llamados «Cinturones del Oxido» y del «Carbón de Piedra») que vieron sus puestos de trabajo escaparse al extranjero.
     
    En «Stiffed», la autora centra su atención en la crisis de la masculinidad que azota la cultura estadounidense con más evidencia desde finales de los 90, que marca el comienzo de una era de despidos masivos, de la presencia en la gestión política de los “Angry White Males” (hombres blancos amargados) y caracterizada por aquellas marchas masivas hoy conocidas genéricamente como «Million Man Marches» (marchas del millón de hombres).
     
    Por mucho que la cultura quiera proclamar que los varones están predispuestos a comportarse brutales, violentos, irresponsables por su naturaleza interior y sus hormonas, Faludi demostró que en el mundo que supuestamente dominan y dirigen los varones, estos están a merced de las fuerzas culturales que desfiguran sus vidas y destruyen sus oportunidades de ser humanamente felices. A medida que la masculinidad tradicional continúa decayendo sin detenerse, los atributos masculinos que alguna vez fueron distintivos culturales, no importa cuán distorsionados hayan sido: La destreza mecánica, la fuerza física, la lealtad, la gestión política, traer el prestigio a la familia, han perdido su valor y su representatividad y tampoco son, ni con mucho, la fuente de compensación que se supone que siempre serían. El recorrido de la autora a través del paisaje masculino moderno la lleva a la vida de cientos de individuos reales cuyos relatos revelan, en su profundidad, la grave, y posiblemente irreversible, crisis de la masculinidad en los EE. UU. «Stiffed» demuestra fehacientemente que la impotencia ante la pérdida de roles sociales y la imposibilidad de triunfar según los valores que tradicionalmente le estaban siendo inculcados, despreciando con típica soberbia cómo cambiaba el mundo durante y después de las dos guerras mundiales, es solo un síntoma de una traición más grande e histórica: La de haberle hecho crecer convencido de que la mujer era solo un objeto de gratificación sexual a poseer y el mundo un espacio por conquistar, a cualquier precio, por cualquier medio.

  • George R Porta

    Parte I
    La afirmación de que cada persona es un mundo diferente es más bien otra perogrullada de tantas. Esto, sin embargo, no impide que se puedan descubrir aproximaciones o semejanzas a pesar de las características individuales. Las víctimas, por ejemplo, tienen en común el riesgo de que una de las primeras reacciones que experiencian cuando denuncian su victimización es la del reproche de que fueran imprudentes al situarse en el contexto en el que fueron victimizadas: El clásico culpar a la víctima. Este sentir/pensar parece que se haya radicalizado bajo la influencia del individualismo feroz que divulga falacias como que cada persona puede libremente construir su existencia, o de que quien logra el éxito es, a diferencia de quienes fallan, porque se lo propuso e hizo el esfuerzo necesario, etc. Siguiendo esta forma distorsionada de pensar se comprende por qué escasea la solidaridad cuando más falta hace.

    Tienen otra cosa en común las víctimas: Aprenden a serlo y en aprender ya tienen la desventaja del pre-condicionamiento social materialmente desde que son concebidas, sean mujeres o varones. Otro tanto ocurre con quien ejecuta la victimización, también aprendida, desde luego. Malgré Darwin, la debilidad de quien estratégica o tácticamente se somete muy bien que puede convertirse en la puerta a la supervivencia. Por ejemplo, el mimetismo tantos animales y algunas plantas: No se disfrazan por cobardía, sino por alguna forma instintiva de astucia y eso no les impide, cuando las circunstancias se tornan favorables, abrir las alas como si fueran águilas y escapar del maltrato o abandonar la paralización y dominar a la presa.

    Quienes ejecutan la victimización tienen una enorme dificultad que vencer y es que han crecido en la convicción de que solo por la fuerza o la violencia lograrán alcanzar lo que deseen; que casi por vocación son dominadores. Imagino que antes de que la locura le sometiese más allá de todo regreso, Hitler, por citar un ejemplo y sin restar a su criminalidad, debió sentir esa vocación a la dominación por la violencia o la fuerza. Por otra parte, no todo el mundo puede desarrollar una personalidad autoritaria, pero casi todo el mundo puede someterse a ella para sobrevivir y quizás escapar.

    Susan Faludi una extraordinaria periodista, ganadora del premio Pulitzer de 1991, especializada en divulgar el feminismo sorprendió al público cuando publicó con tanto éxito, en 1999, su voluminoso y bien documentado ensayo sobre la decadencia masculina estadounidense. El ensayo se llama «Stiffed: The Betrayal of the American Man». El título es difícil de traducir por la primera palabra que quiere decir que algo ha sido convertido en rígido y la palabra transcribible, rigidizado, no existe en el DRAE. Así una posible traducción más leal sería «Rigidizado: La Traición al Varón Estadounidense».
     

     

    • ana rodrigo

      Qué interesante reflexión la tuya, George, la del poder. El poder adherido a la masculinidad, que incluye la dominación de todo aquello que tiene a su alcance.

      La historia, la cultura, el lenguaje, los avances científicos o técnicos, hasta el arte, las leyes y normas, la moral, las religiones, los dioses y, especialmente la política, ha estado, a lo largo de toda la historia, en manos de hombres. Así que no es extraño que la masculinidad esté condicionada por la posesión y el ejercicio de poder. Y la mujer su trofeo especial, adjudicándole la vida en el hogar y para el hogar, y para él.

      Es cierto que en la antigüedad hubo algunos gestos en cuestión de diosas, también orientadas al rol femenino, y en algún lugar en concreto, ha existido el matriarcado, pero siempre como excepciones. En la época del Renacimiento en Europa hubo muchas mujeres con ambición de conocimiento y estudios, pero la condición era que, o se quedaban solteras, o se iban a un convento. Más adelante, la tercera opción era que mujeres escritoras o artistas ocultasen su nombre a favor del de su marido, y llegamos a cuando la mujer apareció en público como “la esposa de” o un jarrón decorativo en los salones burgueses del siglo XVIII. Ya sabéis el dicho de que detrás de un gran hombre siempre había una gran mujer, pero detrás, claro.

      El hombre era el dueño de mundo y si no lo era, tenía que conseguirlo, por eso la historia está llena de guerras, terribles, como todas las guerras, por este afán de posesión de todo aquello que deseaba. Como tú dices, las dos guerras mundiales fueron el gran esfuerzo de dominar el mundo entero, junto a la colonización.

      Pero, claro, si ésta era su auténtica razón de ser como un hombre, no iba a consentir que, al llegar al hogar, la mujer le negase nada. Conclusión, la que tú nos has dicho, la mujer como objeto sexual, porque el cuidado de la prole, ya lo deducía como primera obligación de cualquier mujer como un instinto propio de la maternidad.

      Hemos evolucionado, sí, pero con condicionantes casi incrustados en los genes. Como seres dotados de inteligencia, podremos seguir evolucionando en convivir como iguales.

      Y quede constancia que mis escritos no los enfoco como una película de buenos y malos, sino como víctimas, hombres y mujeres, de la historia.

  • pepe blanco

    Algunos datos más:

    Actualmente, hay 17 países que tienen una mujer electa como presidenta de gobierno  o como jefa de estado. Si además contamos a las no electas, que son la reina de Dinamarca y la del Reino Unido que lo es también de otros 15 países de la Commonwelth, resulta un total de 34 países que tienen una jefa de estado o una primera ministra, lo que representa un 17.5% del total de los 194 países existentes.

    Pero hay muchas más mujeres que han sido primeras ministras o jefas de estado. Y también muchas reinas y emperatrices que. al menos a mí, me eran desconocidas. Para visibilizarlas, sugiero echar un vistazo a estos enlaces de wikipedia:

    https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Mujeres_jefas_de_Gobierno

    https://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Mujeres_jefas_de_Estado

    • Carmen

      Sin olvidar a las mujeres científicas, por fa.
      Los famosos Curie llevan el apellido de él, claro. Compartieron un Nobel por sus trabajos sobre la radiactividad. El señor murió y se quedó la célebre madame y ganó el segundo ella solica. Siguió con sus investigaciones con la radiactividad. Sus biógrafos dicen que murió de un cáncer producido por ella.

      El modelo del ADN de Watson y Cricke, dicen, dicen que una señora colaboró con ellos a tope, pero…

      También dicen que la primera mujer de Einstein colaboró mucho con el en su matrimonio. Compañeros de facultad.
      En fin.

    • ana rodrigo

      Pues en la España unificada solamente ha habido una gobernanta, la reina Isabel II.
      Antes hubo reinas en algún reino cristiano, destaco, Juana I, (la loca) que fue reina hasta que murió sin dejarla reinar, e Isabel I, la Católica. Antes, doña Urraca, reina de Zamora conquistada por su hermano Alfonso VI, después de intentarlo Sancho II.

      Pero, presidenta de gobierno en democracia ni ha habido ni se espera por ahora.

    • pepe blanco

      Es una pena, Ana, que aún no hayamos tenido una presidenta del gobierno, aquí en España. Pero la habrá, antes o después. Es una cuestión de tiempo. Por el PSOE estuvo a punto de ser candidata Carme Chacón y, por el PP, Soraya Sáenz de Santamaría. Pero al final ninguna de las dos ganó las primarias de su partido, pero no creo que esa derrota fuera por ser mujeres. En el caso de Chacón, se enfrentaba a un peso pesado, Rubalcaba (por cierto, los dos han pasado a mejor vida…). En el caso de Soraya, probablemente pagó ella sola todos los errores de Rajoy.

      En fin, al menos en esta legislatura, las portavoces en el Congreso de los principales partidos políticos serán todas mujeres: Adriana Lastra, Cayetana Álvarez de Toledo, Inés Arrimadas e Irene Montero.

      • ana rodrigo

        Vamos avanzando, de hecho ahí tenemos el gobierno actual en funciones en el que la mayoría son mujeres y que, según mi criterio, lo están haciendo muy bien. Y si lo hiciesen mal, también las mujeres tenemos el derecho a equivocarnos, como los hombres. Como ves, Pepe, la lupa está siempre puesta si el cargo lo ocupa una mujer.

  • ana rodrigo

    Otra nota para quienes nunca habías comentado ninguno de mis post, y es que tengo la costumbre, como he dicho antes, de completar mi escrito con lo que vosotros y vosotras añadís. Y por eso acostumbro, (perdón por repetir), a contestaros individualmente a cada comentarista. ampliando y enriqueciendo lo ya escrito.

    Espero no ser una pesada, aunque si para alguien fuese así, siempre cabe la posibilidad de no leerme.

    Gracias por adelantado y abrazos compartidos.

  • pepe blanco

    Querida Ana, te felicito por tu incansable trabajo en Atrio por los derechos de las mujeres y por la igualdad real con los hombres.

    Creo que se ha avanzado mucho, muchísimo, si comparamos la situación actual con la de hace 30 años, y mucho más respecto a hace 100 años. Pero es un proceso lento y aún falta mucho por hacer. Es difícil cambiar la mentalidad de una sola persona y es mucho más costoso cambiar la mentalidad de millones y millones de personas.

    Pero es cuestión de tiempo y lo cierto es que continuamente, junto a terribles noticias de violencia de género y de desigualdad, también nos llegan noticias de avances importantes y significativos en la igualdad. Por ejemplo, hace unos días, la noticia de la primera mujer ascendida a general del ejército español. El banco más importante y poderoso de España lo dirige una mujer y cada vez vemos a más mujeres presidiendo o participando activamente en los gobiernos de las naciones. La próxima presidenta de la Comisión Europea será una mujer, probablemente el puesto de más responsabilidad y poder dentro de las instituciones de la Unión Europea.

    Y en la vida cotidiana, también avanzáis las mujeres. Por ejemplo, los últimos datos que leí, en 2018, ya había en España más mujeres médicos que hombres (128.000 frente a 125.000).

    No obstante, pienso que este avance en la igualdad exterior, ante la sociedad, no siempre va acompañado del mismo avance interior, mental, en la percepción que las mujeres tienen de sí mismas. Pero es un primer paso muy importante.

    Un abrazo, Ana

    • pepe blanco

      Observación: deliberadamente he hablado de mujeres “médicos”. ¿Será necesario empezar a hablar de el pediatro y la pediatra, el oculisto y la oculista, el dentisto y la dentista, la médica y el médico, la atleta y el atleto, la futbolista y el futbolisto, la poeta y el poeto, la artista y el artisto?

      • ana rodrigo

        Ohhhh, Pepe, ¡menudo tema!, ya tratado en otros tiempos aquí en atrio a sugerencia mía.

        Sólo un apunte: el lenguaje no es palabra de ningún dios, sino que lo hacemos los humanos, y de vez en cuando los humanos utilizamos el sentido común. Si ya la sociedad tiene admitido abogada, médica, etc., pues usémoslo, a pesar de que el castellano no nos lo pone fácil, pero hay muchas posibilidades de no hacer el ridículo ni forzar lo imposible. Busca mi antiguo post titulado “El lenguaje no sexista”, no sé de qué año. Un abrazo

      • ana rodrigo

        Pepe Blanco, aquí está el dato:

        El sexismo oculto
        24-Noviembre-2008 Ana Rodrigo

        Aprender un lenguaje no sexista
        16-Marzo-2009 Ana Rodrigo

      • pepe blanco

        Ana, acabo de releer tu artículo sobre el lenguaje no sexista (de 2009, caray cómo pasa el tiempo).

        Nunca me han sonado mal las palabras abogada, jueza, alcaldesa, arquitecta o doctora. Pero en particular la palabra “médica”, siempre me ha sonado fatal. Tal vez porque desde niño he oído la palabra “médico” referida a una mujer con la misma naturalidad con que oía las palabras “pediatra” o “dentista” referidas a hombres (tenía una tía médico, que si viviera hoy tendría unos cien años, una de las primeras mujeres médicos de España; Además, también tengo una hermana, una cuñada y unas cuantas amigas, que para mí siempre han sido médicos y no médicas. A todas ellas siempre las he oído referirse a sí mismas como médicos y no como médicas (y, una de ellas, es bastante/muy feminista). Por añadidura, desde pequeño he asociado la palabra “médica” al otro significado específico que siempre ha tenido esa palabra como adjetivo, relativo a un tipo de especialidades en la práctica de la Medicina -las especialidades médicas-, que se contraponen a las especialidades quirúrgicas).

        No tengo ningún inconveniente en usar la palabra “doctora”, que me gusta mucho, pero nunca usaré la palabra “médica”, que no me gusta nada. Espero, Ana, que no te parezca un tic machista, porque creo que no lo es.

      • ana rodrigo

        No te preocupes, Pepe, aquí estamos por resolver problemas pendientes, no para crear nuevos. Lo mismo que te has acostumbrado a que no te suenen mal las palabras abogada, jueza, alcaldesa, arquitecta o doctora, pues, si crees que es cuestión de costumbre, también lo harás con la palabra médica.

    • ana rodrigo

      Gracias, mi siempre querido Pepe Blanco. Quiero dejar constancia que cuando hablo de igualdad explicitando a los hombres y mujeres, siempre pienso en los derechos y el respeto para la población inmensa de LGTB. Luchando, siempre se consiguen avances. Y esto nos tiene que estimular y animar cada día y ante cualquier dificultad.

      Tienes razón de cómo poco a poco las mujeres van ocupando puestos de poder en altas y medianas instancias, y esta batalla está ganada, aunque todavía la representatividad sea mínima. Lo que les exigimos a estas mujeres es que, desde esas alturas del poder, sean solidarias con los millones y millones de mujeres marginadas y maltratadas por el hecho ser mujeres. Como dices, tú, el avance exterior no siempre va acompañado del avance interior, por eso estamos aquí, luchando con todas nuestras ganas para que. los políticos no nos lleven a tiempos ya superados y las bases estemos siempre alerta con los ojos, los oídos y el corazón siempre en alerta.

      • Carmen

        De acuerdo . Eso del avance interior es superdificil, pero sobre todo para personas que tienen que romper esquemas. Muy, muy difícil. Y con mucha frecuencia he oído comentarios absolutamente machistas procedentes de mujeres. Claro. Porque nos hemos educado en una saciedad machista y también homófoba.
        Pero deja que pasen dos o tres generaciones. Ya verán.
        Hemos abierto una puerta y ya no hay quien la cierre. Lo sé.

      • Carmen

        Porque nunca he pensado que un hombre por el hecho de serlo sea superior a una mujer. O sea. Nunca.
        Pero cuando mi hijo hace un par de años me dijo que por fin tenía una pareja, un chico. La cabeza se me rompió.
        Ya la tengo restaurada. Este fin de semana voy a casa de mis consuegros a conocerlos. A petición propia. Mis hijos, porque soy de las antiguas, para mí un hijo y su pareja son hijos los dos, una manera de hablar. Bueno , pues mis hijos vienen a Murcia con frecuencia. Y le dije a mi yerno. Oye, dile a tu madre que me haga un arroz de esos tan buenos que decís que hace y una tarta.
        Y…
        Pero me costó.
        Y los veo tan, tan felices que estoy feliz.

      • Carmen

        Perdón y voy a darme un baño.
        Sin embargo , mi otro hijo y su mujer, no le dieron importancia. Cierto que se sorprendieron. Nada más.
        Dos generaciones.
        Pues espérate a que pasen cinco. Eso sí. Tenemos que tener muuuuuucho cuidado con nuestros votos. Muchiiiiiiiiisiiiisiimo.

    • Mª Pilar García Martímez de Aguirre

      Pepe, amigo: Mirando las mujeres que salen como representantes en algún que otro país… me temo que se retrasarán mucho nuestros sueños… ¡deseos!… de igualdad; especialmente:

      Porque sería muy, pero que muy bueno para toda la humanidad.

      Abrazo entrañable.
      mª pilar

      • pepe blanco

        Hola Mª Pilar. Es que la igualdad implica también igualdad en la bondad y en la maldad… Hay hombres buenos, malos y regulares. Y hay mujeres buenas, malas y regulares. Exactamente igual. Y hay hombres gobernantes conservadores y otros progresistas y hay mujeres gobernantes conservadoras y otras progresistas…

        Un abrazo

  • ana rodrigo

    Querido George, estoy completamente de acuerdo contigo, pero, como le dije a Antonio, mi artículo hubiese sido interminable si hubiese dicho todo lo que hay que decir porque esperaba que entre toda la comunidad atriera lo fuésemos completando, junto al de Carmen Hernández que se publicó ayer, otra mujer que siempre habla muy clarito y sin tapujos.

    La cuestión feminista va de derechos, no de parches más o menos humanitarios y compasivos. Y, ciertamente, esto ha desconcertado a muchos hombres. como venimos diciendo, por la mala educación que hemos recibido, pero pasito a pasito, pero con mucho coraje, nosotras que ya llevamos un trozo del camino hecho, y vosotros que estáis empezando con el tema del masculinismo, conseguiremos una Humanidad más humana en igualdad.

  • ana rodrigo

     

    Dos notas más:

     

    Una, hoy es el día de la trata de mujeres. He escuchado en la SER, que en España hay 1600 prostíbulos y que, sobre un estudio de 15.000 mujeres en la prostitución, once mil están ahí por la trata, engañadas y explotadas contra su voluntad (no sé si me habré equivocado en las cifras porque iba andando mientras escuchaba la radio).

     

    Dos, el feminismo ni va contra los hombres, ni es cosa de mujeres, aunque sea para las mujeres e, indirectamente, para hombres, para beneficio de la sociedad.

     

    Tres, y como consecuencia de lo que acabo de decir, me encantaría que los hombres de atrio participéis con toda el alma, porque os necesitamos y necesitamos vuestras opiniones y convicciones.

     

  • Carmen

    Hola Ana. Me gusta leerte.

    Pues fíjate. Lo que ha dicho esta señora creo que , es tan delirante y trasnochado que no hace ni la décima parte del daño que quiere hacer.

    En la película de los cincuenta o quizás finales de los cuarenta Anatomía de un Asesinato, una obra maestra, una señora denuncia una violación , la acusación se centra en que si la señora no llevaba bragas y la violan, de alguna manera lo estaba pidiendo porque, en fin, ya sabes, vayas donde vayas, ponte bragas, dice el dicho popular.

    Vale. Pues la defensa se centra en demostrar que si llevaba. No te voy a decir el final por si acaso no la viste o no la recuerdas. Búscala, te encantará. Es una obra maestra.

    Y claro, leo lo que ha dicho esta señora ministra y alucino. Pero alucino básicamente por las personas que han votado a una persona que pone  a semejante ser de ministra. Porque, qué quieres que te diga, con ministras así , no hacen falta ministros machistas.

    Quiero pensar que el concepto del rol de la mujer ha variado mucho en un siglo. Sin duda por el arrojo y valentía de las sufragistas inglesas. Es curioso como muchos movimientos liberadores han empezado a liderarse en Inglaterra. Y creo que la razón es porque es un país culto.

    Porque el rol de la mujer viene de la mano de la educación. Y al entrar la mujer en la sociedad con su voto, se pudo empezar a hacer algo en la práctica política. Claro, todo esto pudo ser posible porque antes unas cuantas mujeres se atrevieron a decir cosas que antes no habían sido pensadas ni por  una apuesta. Todas ellas mujeres con un grado de cultura alto.

    Y se fueron modificando leyes.  Y en España en el 31, creo, se aprobó el sufragio universal, mujeres incluidas. Nos saltamos el franquismo y nos vamos a la E.G.B. aunque en realidad es una ley del 72, de Villar Palasí, pero eso ya no era franquismo del auténtico. Desde luego esa ley no lo era. Enseñanza obligatoria, repito, obligatoria para niños y niñas y niñas y niiiiiñaaasss hasta los catorce años. El célebre octavo de EGB.

    Y querida Ana. Esto no hay quien lo pare. No pueden. Y muchos hombres tampoco quiere. Por eso soy optimista.

    Te podría contar muchas cosas, pero no lo voy a hacer. Tenéis razón en lo que decís, el ser este que va de ministra , en fin. Pero pierde el tiempo. Su tiempo pasó. Gracias sin duda a personas como tú y tu compañera Carmen.

    Pero también a toda unas generaciones de mujeres que desde nuestro lugar en nuestra casa y en nuestro trabajo hemos librado una batalla sorda y diaria toda nuestra vida . Y se lo hemos inculcado a nuestros hijos. No veas lo orgullosa que estoy de nuestra generación.

    Supongo que pensaras que soy una ingenua optimista. A lo mejor lo soy. Pero confío tantísimo en la educación y en el conocimiento de la realidad y en la capacidad de respuesta de la mujer, que este ser ministra , en fin, pues que no la voten y que la boten.

    Y que la zurzan.

    Un abrazo.

    Me gusta leerte.

    • ana rodrigo

      Gracias, Carmen, no conozco la película, pero la buscaré.

      Tienes razón, y ese es el gravísimo problema de que los culpables de estar en cargos públicos no son ellos, sino los y las votantes. Eso es lo que a mí me da pánico, que haya tantos millones que voten a estos partidos ultraconservadores dándoles la facultad de legislar en contra de las mujeres. También tienes razón de que lo conseguido ha sido fruto del arrojo y valentía de las mujeres.

      Hace bastantes años hicimos un trabajo en la clase de historia con mi alumnado sobre la importancia de que las mujeres durante la primera Guerra Mundial saliesen de sus casas a trabajar fuera de ellas y cómo al terminar la guerra, la mayoría se vieron obligadas a volver a ocuparse del hogar, pero la conciencia de lo que eran capaces de hacer y de ser, ya se había sembrado. Ayer vi en la 2 TVE un documental sobre esta cuestión, magnífico.

      Hablas del franquismo, y no nos olvidemos de la Sección Femenina, qué horror…..

      Hay que ser optimistas porque, cuando yo comencé a militar en los Verdes y en el feminismo hace casi 40 años, hemos avanzado mucho, pero esto no nos debe servir de consuelo solamente viendo lo que nos rodea. ¡¡¡Adelante!!

  • ana rodrigo

    Unas notas rápidas por falta de tiempo en estos momentos.

    Una, hoy nos levantamos con otra mujer asesinada en España. Es horrible. Él se suicida, y VOX equipara la muerte de estos asesinos a la muerte de la mujer asesinada.

    Dos, afortunadamente, mis denuncias van solamente contra los hombres asalvajados, animalizados (con perdón de los animales) por falta de conciencia y consciencia de que ellos sí son capaces de controlarse y decidir. Afortunadamente hay muchísimos hombres estupendos a pesar de que la educación en una manera de ser hombre, el masculinismo, ha sido general para todos, pero que se han puesto al tajo dando como resultado una evolución, al igual que las mujeres, también mal educadas, hemos evolucionado.

    Tres, en A Coruña han nombrado a una jueza para la violencia de género de dudosas capacidades a juzgar por otras conductas y declaraciones anteriores.

    Cuatro, la noticia de que el cónsul egipcio haya agredido en un local público a su mujer y a su hija y que la mujer no lo haya denunciado, no puedo imaginarme lo que este hombre hará de puertas adentro.

    Os leeré con cariño y atención, e interactuaremos para seguir en el camino de la denuncia y de la construcción de una nueva sociedad en la que hombres y mujeres vivamos en claves de igualdad y respeto.

    De momento gracias a George y a María Pilar.

  • M* Pilar García Martínez de Aguirre

    Muy querida Ana:

    ¡¡¡Gracias por esta clara y contundente denuncia, al triste y terrible machismo que desde… no hay realmente fecha, de cuando comenzó… Y que a pesar de los “avances”, que nos repetimos para nuestro “consuelo”… No llegan, y ahora mismo, lo estamos comprobando con claridad meridiana en casi todos los rincones del mundo!!!

    ¿Acabará, o al menos mejorará está terrible situación? ¿Qué sucede en la mente de estos hombres y estas mujeres, que lo fomentan?

    No creo, que todos los hombres, nazcan con esos instintos tan mezquinos, que los convierten a su vez, en auténticas fieras sin sentido alguno de respeto y admiración a una igual, para recorrer unidos un camino lleno de grandes posibilidades, sin luchas de poder, con miras a un futuro más completo, pleno, y dichoso.

    ¿Donde nacen estos impulsos tan devastadores?

    Eso tiene que venir, de una educación totalmente vacía de contenidos de igualdad, y respeto … ¡¡¡Mutuo!!!

    Cómo nos dice George; ellos, tampoco reconocen sus grandes valores que les hagan comprender su feminidad intrínseca en su propio interior, que les hace mucho más plenos y capaces de explorará en común, un mundo que pocos pueden gozar, por estar mutilados desde ¿Siempre?

    Me niego ha pensar, que nacen ya predestinados a este camino tan cruel para la mujer… Y para ellos mismos.

    Creo, que lo que estamos viendo ahora con una claridad meridiana, que la mujer, tiene un papel ¡Nefasto! en estos comportamientos; solo tenemos que escuchar a esta representante de Brasil, ¿qué niños saldrán de sus manos para el futuro?

    Tristemente, las mujeres que pertenecen a las formaciones de derechas… tienen un sello muy similar… y ahora nos vemos en la mayor parte de este planeta, abocados a un retroceso feroz… y nuestros políticos:

    ¡¡¡Tocando el violon!!!

    m* pilar

     

    • ana rodrigo

      Querida María Pilar, quería que alguien sacase el problema de las mujeres machistas, que son multitud. En una ocasión entré en una página en Facebook sobre la igualdad, como es obvio, escribí un pequeñito párrafo en contra del machismo y a favor de la igualdad, y no os podéis hacer una idea de que la inmensa mayoría que me contestaron fueron mujeres machistas. Lo dejé porque me daban ganas de llorar. Porque, además, son irredentas por su fanatismo y no vale la pena hablar con ellas.

      Como estamos repitiendo, tenemos mala educación, pero, afortunadamente, muchos hombres y muchas mujeres hemos salido de esa crisálida tóxica y hemos cambiado a mariposas con alas para volar, volar por la libertad, por la dignidad, por los derechos, por el respeto, por la rebeldía por la toma de conciencia…

      También es cierto que esto hay que trabajárselo, que no nos baja caído del cielo como si fuese maná. Las convicciones necesitan de voluntad, de paciencia, de tiempo, pero sobre todo de constancia para avanzar en el camino emprendido. Es como hacer la muda al estilo de las serpientes, dejar la “piel” vieja y pasar a otra nueva.

  • George R Porta

    Amiga Ana R. ¡Sí, sí que vale! gracias por tu franqueza y claridad. Una ventaja que tengo residiendo en esta jungla que preside el KingKong de la Casa Blanca es que me entero de lo nuevo en Atrio casi tan pronto es publicado. Esta ha sido una sorpresa muy buena, fuerte, triste, pero muy real y justa.

    Muy fácilmente alguien pudiera reprocharme decir lo que conviene, lo políticamente correcto, pero me alegra leer estos textos y me alegran profundamente porque vienen de una mujer.

    He dicho muchas veces, no para disculparlo ni para disminuir su malignidad, que en el desprecio que el machista siente y ejecuta contra la mujer va implícito un daño autoinfligido que viene energizado por el miedo a su propia «feminidad». Añado un caveat: Lo femenino se ha venido autodefiniendo y los hombres no podemos, por mucho que queramos, comprender que sea. Más aún, malamente sabemos que puede ser lo auténticamente humano en el varón porque posiblemente nunca lo hemos conocido de claramente en nuestra educación cargada de misoginia y homofobia.

    La mujer parece que esté «descubriendo» su auténtica feminidad a su manera, descubriéndola aunque siempre ha estado ahí, en ella, bajo capas de dolor y sufrimiento, roles aprendidos, opresión de todo tipo y color.

    Nuestra masculinidad auténtica también nos es desconocida a los hombres y quizás podamos como la mujer emprender su liberación, traerla a la luz y quizás las cosas cambiarán y al fin comenzará a salir el sol para todo el mundo, aunque en realidad no creo que alcance a vivir para verlo ocurrir, pero los y las más jóvenes sí que lo verán.