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La innovación en Jesús de Nazaret, 7 (2ª parte)

     El Cristo del Pórtico de la Gloria (Santiago de Compostela) restaurado

Curso Taller de Atrio
A partir del libro inédito

LA CREATIVIDAD EN JESÚS DE NAZARET

PENSAMIENTO Y CONDUCTA CREATIVOS

de JUAN ANTONIO VINAGRE OVIEDO [Ver perfil]

7. El REINO Y LA IGLESIA: Fraternidad testimonial con Jesús, el Señor. (2ª parte)

Con esta entrada se da por finalizados los capítulos del libro y este Curso Taller
Posiblemente, dentro de algunas semanas, Juan Antonio nos presentará sus conclusiones de los diálogos.
Será la ocasión para que todos podamos presentar nuestras propias conclusiones

7.6. Necesidad de revisión constante.

* Es preciso volver al Jesús auténtico,
      – que nos reflejan los Evangelios en su línea medular,
      – la más histórica posible, y
      – beber de sus ideas y conductas
            – más originales, nuevas y creativas,
      – que contemplan al ser humano en su integridad,
            – como hijo de Dios Padre, y
            – como protagonista de un Proyecto
            – de convivencia social, fraterna, justa, positiva y alegre.

* El hecho histórico es que el dirigente servidor,
      – seducido por la tentación del poder,
      – fue encumbrando y sacralizando su posición y su persona,
      – debilitando la fuerza transformadora del Evangelio y
            – la figura del mismo Jesús.

* La “prudencia” no puede llevarnos al silencio cómplice,
      – ni debe ser un encubrimiento de
            – infidelidades, miedos, cobardías y egoísmos,

* La Fraternidad de creyentes y discípulos de Jesús de Nazaret
      – tiene que unirse a cuantas organizaciones denuncien la injusticia,
      – luchar mancomunada y pacíficamente,
      – por un nuevo orden ético y social humano.

* El periodismo de investigación,
      – que denuncia falsedades, corrupciones, abusos y saqueos etc. etc.
            – a costa de los débiles o del bien común,
            – puede ser la función profética de los seguidores de Jesús de Nazaret,

* La Iglesia o se compromete abierta y sistemáticamente con el oprimido,
      – o se hace cómplice con su silencio o con palabras ocasionales o en voz baja,
      – El Dios de Jesús no justifica la violencia,
            – pero tampoco guarda silencio ante la injusticia y el abuso.

* La deformación de interpretaciones de algunos santos,
      – y también de algunos obispos, papas y concilios.

* Veamos algunos ejemplos, antiguos y modernos, como éstos:
– S. Agustín y la dureza intransigente, a veces casi implacable,
      – con Pelagio y los donatistas.
– S. Anselmo con su doctrina juridicista sobre Dios,
      – “necesitado” de un sacrificio expiatorio de valor infinito
– S. Bernardo que, predicando las cruzadas, aprobaba matar infieles.
– El concilio IV de Letrán (1215) aprobó el exterminio de herejes y
      – la denuncia anónima.
– El papa Bonifacio VIII se atrevió a escribir (siglo XIV):
      – “Declaramos, afirmamos y definimos que someterse al romano pontífice
      – es para toda criatura humana absolutamente necesario para la salvación”.
– Gregorio XVI (1832) sostiene en la encíclica “Mirari vos”:
      – “La Iglesia sufre con cualquier novedad”. (¡¿ !?)
– Papas del siglo XIX se opusieran a
      – la democracia, libertad de conciencia, libertad religiosa, libertad de prensa.

* Mi postura no es nada nueva:
      – muchos teólogos y moralistas actuales la sostienen con mucha documentación.
      – Yo sólo quiero seguir esa línea y aportar mi granito.

* Sigamos con otros ejemplos (modernos) de excesos en la Iglesia de Jesús:
– León X (s. XVI) firmó la condena de Lutero ¡en una cacería!; y lo peor,
      – condenó la frase de Lutero: “Quemar herejes va contra la voluntad del Espíritu”.
– Pío VI en 1791 se pronunció contra “la detestable filosofía de los Derechos Humanos”.
– Gregorio XVI (s. XIX) dijo que la riqueza (sin analizar su origen),
      – es una bendición de Dios.
– Pío IX (s. XIX) condenó la democracia y todo liberalismo, menos el económico,
      – que quizá era el único que debía haber condenado,
      – o al menos haberle pedido más ética.
– León XIII (s. XIX–XX) adujo “razones de peso” poco coherentes
      – a favor de la desigualdad entre las personas,
      – como algo querido por Dios.
(El Cardenal Martini dijo antes de morir:
      – La Iglesia tiene que cambiar, “comenzando por el Papa y los obispos”.)
(El teólogo Y. Congar, silenciado y perseguido por sus ideas afirmó:
      – “El Estado vaticano, el aparato de la curia que dirige la Iglesia romana,
      – impide una tarea plenamente evangélica y profética”.)

* Hay que tener siempre muy presente este principio fundamental:
      – La Iglesia –todas las Iglesias– necesitan una revisión constante
            – de sus interpretaciones,
            – de sus ideas,
            – de sus enseñanzas,
            – de sus acciones y
            – de sus tradiciones,
            – también de sus estructuras.

7.7. La Iglesia del futuro. La religión del futuro

* Con Francisco de Asís en su misión de “reparar la Iglesia” o con Erasmo,
      – recuerdo algunos más recientes como:
      (Rahner, Schillebeeck, Congar, Jeremias, Cox, Häring, Metz, Danielou, Díez Alegría, Caffarena, Castillo, H. Küng, Gutiérrez,, Glez. Faus, Torres Queiruga, Estrada, L. Boff, Sobrino, Ellacuría, Pagola, Pikaza, Arregi, Lègasse, Vitoria, Martini, Casaldáliga, Martínez Gordo, etc.)
      – caracterizo algunos rasgos, inspirados en la vida del Señor:

– Vida comprometida en la tierra,
      – testimonio personal y alto sentido de trascendencia.
– Conciencia profunda de Fraternidad con el Señor, en torno a Dios Padre.
– Espiritualidad más transformadora, más comprometida, más mística,
      – guiada por el Espíritu, el verdadero Maestro.
– Sentido democrático,
      – más igualitario y fraterno.
– Unión en torno a Dios Padre y a Jesús el Señor, con el Espíritu;
      – unión en torno al amor, respeto a la diversidad razonable, a las diferencias.
– Auténtico servicio:
      – escuchar, respetar, consensuar, no imponerse.
– Testimonio de vida como servicio.
– Ministros que vivan moderadamente
      –y, si pueden, como Pablo, de su trabajo.
– Carismas:
      – más compromiso con los humildes y oprimidos,
      – más teología del “Venid, benditos…,”
      – que abre mentes y perspectivas y une inquietudes de distintas procedencias.
– Menos centrados en dogmas y formulaciones con terminología que no se entiende, y
      – más libertad espiritual razonable;
      – menos teología teórica y más teología evangélica,
      – más ortopraxia que ortodoxia –aunque ésta no se descuide–;
      – más, mucho más Evangelio que derecho canónico;
      – menos, mucho menos, inquisición, clara o encubierta, y
      – más apertura de espíritu humilde, dispuesto a aprender siempre,
      – menos protocolo y más sencillez y espontaneidad fraterna.
      – más fe, mucha más fe y esperanza y amor humildes.
      – menos centralismo y más apertura.
– Combinación de mística profunda, autenticidad, alegría y paz espiritual
      – con libertad y profetismo.
– Reconsiderar las condiciones (¿votos?) del seguimiento que propuso el Señor,
      – demasiado restringidas a la vida religiosa tradicional.
– No es posible alianza evangélica con el poder civil o con el capital,
      – si hubiere colaboración: en aspectos concretos a favor del hombre.
– Otra vida y otra moral en la Iglesia estructural:
      – No Estado, nunciaturas, banca, palacios, joyas, lujos, ostentaciones,
      – No tratamientos principescos, reverencias, títulos, estratos,
      – No poderes vitalicios, vestidos raros, cálices de oro, bastones de plata,
      – No ritos barrocos, carruajes “mercedes”.
– Revisar la propia Historia desde el principio,
      – que se fue ensombreciendo la imagen novedosa de Dios, de Jesús y del Reino.
– Profundizar en una teología más antropológica,
      – como la del Evangelio.
– Menos insistencia en los dogmas –aunque no se descartan–, y
      – más compromiso con el Señor de las Bienaventuranzas y del Padre Nuestro.
– Más teología evangélica,
      – más testimonio comprometido, más respeto a los Derechos Humanos,
      – mejor análisis del presente, con vistas a un futuro mejor, más humanizado;
      – una Iglesia esencialmente comprometida con el hombre.

* No podemos aplazar por más tiempo una revisión en profundidad de la Iglesia.
      – no sólo debe reconocer sus errores,
      – sino también estar dispuesta a corregirlos y
      – dar oportunidad a los hermanos creyentes a que corrijan los suyos.

* Dios no puede bendecir y declarar intocable una decisión inspirada
      – en la inmadurez,
      – en la presión o
      – en el interés humano o meramente político.

* Es preciso recuperar en su autenticidad la palabra de Dios,
      – los dichos y los hechos del Mensaje del Señor.
      – revisar y actualizar formulaciones conciliares de difícil entendimiento,
      – liberar de la imposición eclesiástica obligatoria del celibato.

* Jesús de Nazaret, innovador y creativo,
      – rompe con tradiciones que inferiorizan o someten al hombre,
      – sigue viviendo, pero en otra dimensión totalmente espiritual,
            – al que tiende nuestro yo más íntimo, inteligente, libre y capaz de amar.
      – para liberarnos de una vida frívola, superficial, sin contenido.

* Somos obra de un Amor
      – tan paterno–maternal,
      – tan inmenso y creativo,
      – que quiso compartirlo con lo más humilde y débil (materia–energía),
      – en la que Él mismo se encarnó.

* Jesús de Nazaret presenta una concepción de la vida y del hombre,
      – así como unos valores tan elevados y humanizadores,
      – que merece ser un referente fundamental para la Humanidad.

* Lo importante en el creyente es ser fiel –no infiel– al hombre.
      – El ser humano es el camino que lleva a Dios.
      – Su Mensaje no pasará; es de actualidad permanente,
      – pues toca esencias, es expresión de la máxima creatividad.

……………………………
 N. B.: Como expresé en la Introducción, en este libro de estudio y reflexiones acerca de la Creatividad en Jesús de Nazaret, he intentado ser riguroso, fiel al espíritu del Reino; pero también me ha guiado una intención, más que académica, didáctica y catequética, inspirada en las palabras del Señor: “La verdad os hará libres” y “Presentad el Reino en odres nuevos”, sin mezclas viejas, deformadoras, que debilitan la fuerza de su Buena Nueva, pues las mezclas generan más bien un testimonio ácimo, sin fermento transformador… ¿Lo he conseguido, al menos en parte?
…………………………………..
(FIN DEL CAPÍTULO 7)

10 comentarios

  • Es que usted me desconcierta.

    No acabo de entenderle. Me da la impresión, pero es mi impresión personal, me da la impresión de que tiene que perder un punto  , a ver cómo lo digo, como un punto de temor. Es como si estuviese atrapado entre dos aguas. A mi me gusta esta última. Este  capítulo me ha gustado un montón.

    Mucha suerte.

    • Juan A. Vinagre Oviedo

      Hola, Carmen: A ver si acierto a expresarme. Antes de nada, gracias por lo que dices y por lo que me dices. Ese punto que crees que me falta, ese “temor”, quizá se pueda explicar y comprender así: Puede deberse a algo temperamental, pero también quizá a mi formación franciscana -creo haberla asimilado bastante bien- o tal vez a ambas cosas. El espíritu franciscano, como sabes, tiende a construir puentes y no trincheras, a buscar encuentros de paz, no enfrentamientos… Sabes que el saludo de S. Francisco era: PAZ Y BIEN.
      Las posturas extremas o descalificadoras o demasiado agresivas o que destacan excesivamente lo negativo, me parecen un error -aunque lleven su parte de verdad-, y creo que en principio no construyen.

      Por otro lado, quiero ser REALISTA: Mis sueños miran a más largo plazo… Los poderes y su tradicionalismo inmovilista -que también han conquistado la Iglesia- quieren mantenerse en el poder. Por eso lo tienen todo atado y bien atado. Cuando “denuncio”, a mi manera, los abusos del poder, lucho por la liberación del oprimido, pero también por la liberación de la Iglesia aburguesada, domesticada…

      Pese a ello, a medida que el ser humano madure, se informe bien y piense más libremente, se despejarán las tinieblas, las opacidades…, en las que se mueven a sus anchas.
      Ésta es mi espera y mi esperanza. Quizá por todo esto hablo así, Carmen. Cordialmente

      • No me haga caso
        Hablo demasiado.
        A mí también me gustan los puentes, aunque a veces parezca que los dinamito. Son maneras de ser. Y también tengo mis experiencias personales . Todos somos un poco producto de estos dos factores.
        Mucha suerte.
        Paz y bien. Me encanta ese saludo

  • M.Luisa

    Concédaseme una licencia por favor que no tiene otro fin más que mantener viva la idea nuclear de “innovación”que es la que atraviesa el alma de todo este curso.

    Por ello,  antes de referir mis opiniones  al presente  capítulo  me gustaría enfocarlas, aún todavía, pero ya por última vez,  sobre  el tema de la  humildad y de la  limitación humana en el sentido de intentar  un mínimo de acuerdo tras lo comentado entre todos en el anterior capítulo.

    Porque al final, por ejemplo, cómo se ha de entender la humildad? Como algo extrínseco  a la naturaleza humana a la cual se llegaría por mediación y por tanto sometida a la predicación deontológica  de “ un deber ser”  de un  “ tenemos que se humildes, o bien la humildad se ha de entender mejor como una cualidad intrínsecamente humana?

    Todos mis comentarios anteriores iban en esa última línea, por eso creí importante, previamente aclarar, a juicio mío, en qué dirección  positiva o negativa debe consistir nuestra limitación, porque de ello dependerá  el sentido intrínseco o extrínseco que le otorguemos a la humildad.

    Se aludió también  a una tercera salida que era la de la Gracia, pero pienso que mientras no se diga  qué sea o que se ha de entender por Gracia  y conseguir un mínimo de acuerdo,  mejor será de que se parta de algo más tangible como partir de nuestra propia “capacidad” humana.

    Subrayo capacidad porque yendo un poco más atrás recuerdo que Juan A. refiriéndose a nuestra incapacidad de conocer a Dios abrió el tema de nuestra limitación.
    Decía: “Dios está más allá de nuestra capacidad limitada”

    No obstante, ahí se detecta una confusión que tiene que ver con el hecho de atribuirle al concepto de capacidad limitación cuando en realidad la capacidad designa abarcamiento, obertura de posibilidades. Se trata de aquella dimensión humana que consiste “en dar de sí”

    Lo que nos limita no es nuestra capacidad sino el modo cómo nos enfrentamos con las cosas  porque según sea este modo  obtendremos la medida de nuestra facultad.

    Lo que nos faculta según el racionalismo es la inteligencia y aquí es donde ha recaído el grave error  porque la inteligencia sólo podrá estar facultada para producir su acto  formando  unidad con la sensibilidad. Sin esta unidad previa la inteligencia no es facultad sino meramente potencia. A poco que se reflexione sobre este punto, desgraciadamente, la historia  ha dado buena prueba de ello.

    • Juan A. Vinagre Oviedo

      Hola, Mª Luisa: A ver si acierto a explicarme, porque el tema no es fácil ni de entender ni de vivenciar… Quizá sea una de las cosas más necesarias para convivir y compartir… en armonía. En este sentido me parece digno de alabar el deseo de aclarar conceptos tan importantes.
      Paso, pues, a intentar responder a tu deseo de una nueva reflexión acerca de la humildad y de la limitación humana. Ojalá que lleguemos a un acuerdo mínimo sobre cómo se ha de entender la humildad, como dices. Cosa que acaso no resulte fácil aclarar en pocas palabras un tema tan fino y tan profundo y tan grande…
      –La humildad la veo como una cualidad o rasgo “intrínsecamente humano”, sí. Pero no se nace con ella: Debe verse como un logro personal, fruto del esfuerzo por la maduración psíquica personal. Meta que puede no interesar, pues es obra de toda la vida. Quien se contente con lo más común, con lo más cómodo o con lo superficial, la humildad le será cosa extraña…
      Esa obra de toda la vida sería la TRANSFORMACIÓN del egocentrismo natural -moderado o desbocado- en ALTRUISMO, que permite e incluso estimula el amor. De modo que -siempre en mi opinión- la humildad sería como la fuente, el hontanar del amor más sólido y estable.
      –¿La intervención -gracia- en la humildad? Yo no la descarto. Si se desea y pide sinceramente una ayudita -o ayudaza- puede acortar o suavizar el esfuerzo personal de maduración, y consolidar lo que se llama hábito -“virtus”- en MODO DE SER más profundo y sólido.

      –Entonces es cuando la persona “da más de sí”, tanto que de ella puede surgir, surge el amor -no veo posible amor auténtico sin humildad, pero humildad de la buena, que enriquece, no que atonta o impide la autoafirmación asertiva-, amor que no pone, o casi no pone, límites en su entrega, aunque realmente los tenga.

      –Para mí, el concepto de capacidad en personas humanas es siempre intrísecamente limitado. Incluso el “modo cómo” nos enfrentamos a las cosas, a la vida, forma parte también de esas capacidades. (Fíjate que digo “para mí”; caben otras percepciones, naturalmente. La mía es una más, que tal vez necesite revisión…)

      –La inteligencia sola me parece que no basta para acceder a la humildad -aunque humildad sea una de las verdades más profundas que se pueden buscar y disfrutar-. Se necesita la sensibilidad de que hablas y el deseo intenso de vivir en autenticidad… Cosa que no siempre se entiende ni interesa…

      –Ësta es, en resumen, mi visión de la humildad, Mª Luisa. Visión que expongo más detenidamente en un estudio que hice, pues no siempre estaba de acuerdo con ciertas doctrinas o enseñanzas que se daban, y creo que aún se dan. No sé si me he explicado, pero estoy dispuesto a aprender hasta el fin de mis días. El día que no esté dispuesto a aprender, aunque a veces me cueste, estaré -viviré- anémico, tal vez muerto por dentro.

      Muy cordialmente, Mª Luisa.

      • M.Luisa

        Estimado Juan Antonio : Ya ves que ayer no me dirigí a ti de forma directa, cosa que hice precisamente por respeto, pues no quería que te sintieras obligado a responderme, primero por la conciencia que tenía de desviar la atención con mi insistencia, pero segundo también porque al ver que mi último comentario del capítulo anterior no obtuvo respuesta por tu parte, no sabía muy bien si se debía al tono poco pertinente que, tal vez, con razón, me atribuyeses, o bien cabía pensar que no me respondiste porque al quedar mi comentario ya al final de la larga columna, no lo viste.

        En cualquier caso mi intención ayer fue simplemente dejar mi comentario como una mera constatación de lo que pensaba sobre el tema. Pero anoche al volver a casa y ver tu respuesta la consideré como un regalo al que debía corresponder. Así pues sólo unas pinceladas como cierre.

        Es verdad que no se nace con esta cualidad que llamamos humildad, recuerdo haberlo manifestado así días atrás, pero sí que se nace con la estructura interna humana que la posibilita.
        Y es desde este punto de vista que emerge nuestra madurez psíquica. Porque la madurez psíquica no es algo que esté al principio sino que en su función emerge como un resultado. Por eso la humildad no es algo a que se tienda por naturaleza – tú lo explicas muy bien- sino que en virtud de aquella estructura interna es la humildad la que se deja encontrar. Son dos momentos de una misma estructura en que queda configurada la mismidad personal, es decir desde aquella en la que la persona ha trascendido de su nivel egoico de actuación como agente, hasta configurarse por decisión propia ser autora de sus actos. Creo que es desde este movimiento trascendente donde debe contemplarse este problema tan complejo.

        Un abrazo!

  • Mª Pilar

    ¡Uauuuuu! ¡¡¡Hermos de verdad!!!

    No hace mucho tiempo, en mi querido C. Pignatelli, vivíamos este espíritu de seguimiento y conocimiento de un Jesús, que durante siglos ha sido “embadurnado” con sentimientos y deseos personales de papas, religiosos en lucha constante, para sacar adelante sus… “deseos”… que ha costado a parte de la humanidad, soportar guerras, quemas y otras lindezas, como tan bien nos expone.

    Hemos maltratado tanto a lo que se llama “Dios” que si lo hay, seguro que en nada se parece a lo que nos han metido en vena durante siglos.

    He gozado inmensamente, de la presencia de muchas de las personas que cita, como luchadores por una iglesia del futuro-religión del futuro en el apartado 7-7.

    Eran tiempos de Vida Novedosa, esperanzada, de un conocimiento… no a la letra, sino entrando en sus entresijos.

    Muchas de esas personas, tristemente ya no están entre nosotros, pero han dejado una huella profunda en nuestros corazones.

    Poco a poco, se fueron acallando sus voces (o las hicieron callar) y ahora todo ha vuelto a la monotonía del cumplimiento, de la eternidad, del pecado..:

    ¿Donde está ahí, el hermoso Proyecto de Vida que Jesús proclamó? 

    Juan A. ¡Gracias! por este art. Es para mí, como renovar esperanzas, y saber, que siguen en lucha personas con la cabeza muy bien amueblada en estos tiempos tan absurdos, para quienes contemplan la vida, con mirada sin fronteras, pensamientos, y seguimientos.

    ¡Es tan innovador Jesús!

    Que toda persona con sencillo corazón, esté donde esté, lo puede comprende y hacerlo ¡Vida!

    He cambiado el cómo, nombrar al …Misterio… Ese no se que, que me anima a seguir adelante, para mí, desde en Mensaje de Jesús.

    Esta Vida nuestra terrenal, complicada, donde las fuerzas “oscuras”, quieren a cualquier precio:

    Subirse “encima” de cuantas personas puedan complicarles la vida-su vida, y su manera de concebirla.

    El Mensaje de Jesús, no cabe dentro de la opresión, la esclavitud,  por acaparar riquezas; porque todo cuanto hay  en esta tierra que nos vio nacer, pertenece a la humanidad entera, y cuantas personas habitan en ella, puedan vivir de su trabajo, tanto físico como mental; pues cada persona, tiene sus capacidades y de ellas tiene derecho… para poder salir adelante… ¡Cuidando cuanto gratuitamente ha recibido!

    Me siento embargada de gozo y agradecida… solo que… aminorando… un poco la presencia de ese “Dios” que se nos mete, sin saber exactamente como actúa. 

    Lo hemos hecho tanto a nuestra imagen y semejanza… que prefiero un profundo respeto y admiración, ante lo desconocido pero lo amo, admiro, y deseo, poder llenarme de esa experiencia que me llama.

    Un abrazo entrañable ya agradecido.

    m! pilar

    • Juan A. Vinagre Oviedo

      Hola, Mª Pilar! Voy a responderte improvisando, guiado más por el corazón. Así quizá sea más auténtico. Gracias por todo y por ese ejemplo de aspirar a lo mejor, al Dios que no siempre entendemos, pero que sabemos que está aquí, entre y en nosotros.
      Yo participo de tus aspiraciones y sueños…, y estoy seguro de que se cumplirán. CREO EN LA ESPERANZA, como diría Díaz Alegría.
      (Si alguien que lea estas palabras se sorprende, que sepa que no estoy levitando… Yo creo en Jesús de Nazaret y en el Dios de Jesús de Nazaret, pese a tantas cosas que parecen -sin profundizar más- cuestionarlo. Pese a tantas infidelidades de la Iglesia, que no fortalece la fe de los hermanos…, pese a mis propias incoherencias…) Por eso la última respuesta a los fallos humanos, siempre debe ser, a mi juicio, una actitud comprensiva, aunque no resignada ni pasiva.

      También yo te mando un abrazo entrañable. Juan

  • ana rodrigo

    Pido disculpas a Juan Antonio Vinagre por no haber participado en este taller, pero mis circunstancias personales y familiares durante este tiempo, hizo que no haya podido seguir el día a día del desarrollo del curso.

    Saludos cordiales.

    • Juan A. Vinagre Oviedo

      Gracias por tu atención, Ana. Sin ánimo de hacer un mal chiste, a lo mejor los que llegan al trabajo a última hora, reciben el mismo denario que los de primera hora… Que mejoren tus circunstancias personales y familiares. Cordialmente