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Reforma, crítica y libertad

El martes 31 de octubre todas las Iglesias cristianas del mundo celebraban el 500º Aniversario del principio de la reforma: la publicación de las 95 tesis de Lutero. En Atrio, José Arregi nos comentó el acontecimiento. La revista internacional Concilium ha publicado un número monográfico con este título: La Reforma desde una perspectiva global. Más cercana a ATRIO, la revista Iglesia Viva acaba también de publicar en la web iviva.org un número con el título La Reforma, ¿trajo libertad?. Reproducimos aquí algún párrafo que, en la presentación, hace Teresa Forcades, coordinadora de este número. AD.

 Cuando el impulso de la historia nos ayuda a transformar el presente

 Teresa Forcades i Vila. Directora de Iglesia Viva.

Reforma y libertad. He aquí el tema que centra el presente número, formulado de forma más incisiva en el interrogante que le da título: La Reforma, ¿trajo libertad? Para Lutero y el resto de reformadores, la cosa era clara: la tiranía papista afectaba al conjunto de la vida del cristiano y de la sociedad en el régimen de Cristiandad, ejerciendo un control despótico sobre la vida económica, sobre la política y, muy particularmente, sobre la conciencia y la vida privada de las personas. ¿De qué manera respondió la Reforma a la necesidad de liberación a estos tres niveles? Esta es la pregunta que se plantean los tres estudios de este número, mas no desde una perspectiva puramente histórica, centrada en el pasado, sino con una mirada volcada y comprometida máximamente con nuestro presente: lo que significó la Reforma en el s.XVI, ¿nos ayuda a identificar los retos de liberación del presente? ¿nos puede ayudar a tener una mirada más lúcida sobre la opresión económica, política y personal de nuestros días?

El primer estudio aborda la opresión económica, criticando el creciente dominio del dinero sobre el conjunto de la civilización como una lamentable realidad que vincula entre ellos de forma sorprendente el contexto bíblico, la tradición eclesial y la actualidad. Es la lucha de Dios contra Mammon. De especial interés son las críticas de Lutero a la usura en el comercio y el paralelismo que se establece entre la prevalencia social del dinero y una espiritualidad mercantilista que busca comprar la gracia de Dios y deviene cada vez más incapaz de recibir su gratuito don de sí. El autor de este primer estudio es Ulrich Duchrow, profesor de teología sistemática en la Universidad de Heidelberg, especializado en las relaciones entre teología y economía desde la perspectiva de la teología de la liberación.

El segundo estudio aborda la opresión política y proclama con fuerza la necesidad de romper toda connivencia entre poder terrenal y Reino de Dios, pero no a fin de impulsar un cristianismo apolítico sino una verdadera revolución desde abajo que deberá ser permanente. Una actitud que no tiene nada de sectaria, pero que, como le ocurrió al mismo Jesús, parece condenada a la marginalidad: ¿como la levadura dentro de la masa? El autor de este segundo estudio es Antonio González, filósofo y teólogo, pastor menonita-anabaptista, miembro de las Iglesias menonitas y Hermanos de Cristo en España, que fue jesuita y vivió en El Salvador cuando asesinaron a Ellacuría y a sus compañeros.

El tercer estudio, del cual soy autora, aborda la opresión a nivel personal e íntimo, la injerencia de los preceptos y cánones religiosos en la propia subjetividad y en el ámbito de las relaciones personales; en concreto, en el matrimonio.

La sección de Conversaciones con nos permite conocer el pensamiento de uno de los teólogos luteranos más controvertidos de la actualidad: Notger Slenczka, profesor de teología sistemática en la Universidad Humboldt de Berlín. En 2015, Slenczka fue motivo de escándalo en Alemania al cuestionar la canonicidad del Antiguo Testamento. Mas no es éste el contenido de la conversación que mantuvimos para Iglesia Viva, sino su comprensión de la relevancia histórica de la Reforma y su noción de la gracia y del ecumenismo.

… Con motivo del 500 aniversario de la Reforma, Kairós Europa ha impulsado la redacción de 94 tesis que pretenden actualizar las 95 tesis contra las indulgencias que Lutero publicó en octubre de 1517… El respeto por la persona y la obra de Lutero se muestra en la elección del número: 94 tesis de Kairós Europa frente a las 95 de Lutero. Así, se concibe el ejercicio no como una corrección sino como una verdadera actualización que incluye la autocrítica por haber perdido la radicalidad que caracterizó los inicios de la Reforma: ¿cuáles son las tesis teológicas y eclesiales válidas para hoy? ¿de qué manera puede el texto bíblico ayudarnos a confrontar las crisis actuales? Publicamos las tesis de Kairós Europa en el apartado de Análisis socioreligioso, junto con el artículo de Jorge Fernández y los compañeros de FEREDE (Federación de Entidades Religiosas Evangélicas de España), que nos ayudan a acercarnos al protestantismo español, en un inicio de diálogo que esperamos tenga continuidad en el futuro.

La sección de Signos de los Tiempos es especialmente rica en este número. La abre el detallado estudio de Joaquín Perea sobre la aproximación teológica que se ha producido a partir del Vaticano II entre las Iglesias luteranas y la Iglesia católica; este diálogo ha culminado en el documento Del conflicto a la comunión, redactado conjuntamente en 2016 por la Federación luterana mundial y el Consejo pontificio para la unidad de los cristianos como preparación común a la efeméride de los 500 años…

36 comentarios

  • Isidoro García

    M.Luisa: Mi apelación a la aparición de un nuevo Pablo, es retórica. Antes había muy pocos maestros destacables, y por ello se podía achacar a una persona, una revolución cultural. Por eso antes había “gigantes”.

    Hoy día, en que el nivel de cultura ha subido espectacularmente, (¿cuántos libros de estudios y ensayo se escribirán al año en el mundo?), ya casi todos somos enanos, que vamos subiéndonos a hombros de otros enanos. (Pero diez enanos subidos en torre, llegan muy alto).

    A mí una cosa que me preocupaba, (y ya lo he señalado aquí antes alguna vez), es que hacia el 1970, se murieron toda una serie de maestros de la sabiduría perenne, como Huxley, Alan Watts, Tomas Merton, Mircea Eliade, Krisnamurti, Tony de Mello, Jung, (un poco antes), Henry Corbin, Scholem, Maslow, etc.

    Y en los últimos cincuenta años desde entonces, parece que los únicos que quedan como grandes maestros son Ken Wilber, (que es un gran compilador), y el Dalai Lama. Y ambos están a punto de cascar.

    Pero creo que cada vez estamos más en tiempos sin grandes maestros, porque hay unos maestros colectivos, compuestos de muchos “enanos” apoyados en otros “enanos”. Esta cultura tan dispersa, que es fruto también de la gran labor divulgativa de los medios de comunicación y de Internet, nos produce mucha angustia e incertidumbre, de tantas cosas que hay y que claramente nos sobrepasa.

    Por eso ahora es el tiempo de los sintetizadores, de los compiladores de lo verdaderamente importante.

         “Nos estamos ahogando en información, mientras estamos hambrientos de sabiduría. El mundo a partir de ahora estará a cargo de los sintetizadores, personas capaces de reunir la información adecuada en el momento adecuado, pensar críticamente acerca de ella, y tomar decisiones importantes con prudencia”.  (E. O. Wilson)

     

     

  • Jorge

    Amigo Isidoro, donde ves tú la contradicción yo según lo que me dices sigo “ciego”. Me dices que digo que no hay acceso al Misterio-Trascendente ante lo cual solo cabe el silencio y a continuación sigo hablando de ese Dios primero, incognoscible y creador exnihilo. ¡NO! Yo no hablo nunca de Dios como creador que solo me trae problemas y menos exnihilo, ni tampoco de ese Dios primero o trascendente. Me dices que hablo de ello en la encarnación al considerarla como intervención trascendental, manifestándose en forma de naturaleza humana. ¡NO! Yo no entiendo la encarnación de este modo. Nada se revela en la encarnación del Misterio-Trascendente, ni tampoco la Trascendencia entra en el ámbito humano.

    En esto sigo a Pablo de Tarso que dice al hablar de la encarnación que Dios se despojó de su naturaleza divina para hacerse un hombre como nosotros. La divinidad, la divinidad primera como tú la llamas, queda al margen. Jesús en sentido directo no tiene NADA de la divinidad, se despojó de ella para hacerse humano, por lo cual nada puede manifestarse en él de ella. Lo que diferencia a Jesús es que tiene la Plenitud Humana constitutivamente por su origen divino. Y lo que Jesús repite hasta la saciedad es que él, es decir, la Plenitud Humana extendida a toda la humanidad, es la puerta de entrada o acceso al Misterio-Trascendente de la divinidad, pero SOLO es la clave de acceso, nada se nos dice acerca de lo que hay detrás de la puerta. La Plenitud Humana no describe la naturaleza ni el contenido de Dios como Misterio-Trascendente. Solo es la clave de acceso y pertenece al ámbito humano no al divino. La plenificación de la humanidad es solamente la condición necesaria y suficiente para acceder al ámbito divino, que no sucederá hasta que el tiempo culmine cuando toda la humanidad sin exclusiones alcance la Plenitud, humana no divina. Para entrar en ella requiere nuestra trasformación o divinización por obra del Espíritu. Y esto también está en Pablo.

     
    Si hablo de Dios, es siempre de Dios con nosotros, un Dios humano, lo humano en plenitud, que no habla de la naturaleza o contenido de la divinidad como Misterio-Trascendente o Creador, sino como camino o ruta de acceso al ámbito divino incognoscible. Y hablo de este Dios humano, porque es éste el que puede ayudarnos y acogernos, a responder a nuestras preguntas existenciales, el que puede darnos ánimo y esperanza, precisamente porque está aquí con nosotros en nuestro mundo humano. El Misterio-Trascendente no responde ni ayuda, ni se manifiesta, …, permanece en el silencio incognoscible.

  • George R Porta

    La afirmación de que «para Lutero y el resto de reformadores (sic) la cosa era clara» más bien parece un anacronismo. Los Reformadores no actuaban al unísono, ni se reunían en sínodos o conclaves para ponerse de acuerdo y hasta se enfrentaban o dependían del régimen político que les ofrecía protección.
     
    Si algo había de común entre ellos era precisamente la libertad de opinar en contra de la ortodoxia eclesiástica católica por razones las más diversas (una especie de «debilidad» a los ojos de Vattimo, en la cual radicaba su fuerza con respecto al pueblo.
     
    Todavía eso funciona: Tal es el absurdo caso de la popularidad de Trump no importa lo que digan las encuestas.
     
    La frase del autor que sigue a la que separo y copio arriba contiene un tanto de verdad en cuanto a que unos Reformadores estaban motivados por unas causas y otros por otras y el autor las pone juntas, pero entre ellos hubo divergencias y las sigue habiendo hasta en el Consejo Mundial de Iglesias y por esa misma razón.
     
    La Reforma desafió el puño secular del papado que según le convenía recaudar apoyo político (seguridad Frente al turco) o dinero para sus lujos y guerras, se volvía de un lado o del otro. No en balde Clemente VII le dio tanta Guerra a Carlos V (o I, como gustéis) y no solo Clemente, sino todos los que han reclamado el derecho de ser soberanos de territorios (¿alguna excepción?).
     

  • Isidoro García

    Amigo Jorge: No me ha costado nada encontrarte tu mayor contradicción. Tú mismo arrancas con ella: “Para mi, el misterio de verdad es el Misterio-Absoluto-Trascendente, sobre el cual nada podemos decir ni alcanzar ni acceder de ninguna forma, solo nos queda el silencio perplejo y expectante”.

    Y luego de una forma o de otra, sigues hablando de ese “Dios” primero, incognoscible y Creador exnihilo.

    Tú lo intentas salvar mediante la Encarnación: “los cristianos con respecto a Dios tenemos ventaja porque creemos en la encarnación, en un Dios que se ha hecho humano”. No sabemos nada de Dios, lo prudente es no hablar nada de Dios, y resulta que lo primero que decimos es que se encarnó en un ser del Universo, de raza humana.

    Intervino pues,  en la historia humana, mediante el acto de la Encarnación tradicional, luego ese Dios ignoto, que por tal, deberíamos por prudencia calificar de deísta, (no intervención exterior al diseño y creación inicial del Universo), realiza una intervención trascendental, manifestándose en forma de naturaleza humana: puro teísmo.

    ¿Dónde está el silencio prudente sobre el Dios supremo?.

    Para resolver esa contradicción, hay dos caminos desde la religión.

    O el naturalismo, que lo que diría es que en el acto inicial de la Creación del Universo, Dios habría diseñado todo de tal manera que la aplicación de sus Leyes en el tiempo, habría dado la emergencia, (vía evolutiva), de una especie inteligente, (nosotros), con toda la información necesaria para su desarrollo y para la emergencia de una especie suprior mas desarrollada.

    La “espiritualidad”, en esta hipótesis naturalista, sería laica, deísta, arreligiosa, (aunque admita el origen divino de todo el proceso – cabe también la subhipótesis atea o escéptica).

    No habría “trascendencia” a la que dirigirse, solo grandes sabios humanos de los que aprender y dejarse guiar en el camino de maduración y autorrealización personal.

    Y esa maduración de la conciencia humana, irá acompañada de la tecnología necesaria, para automutarnos vía genética y vía protésica, en una especie inteligente plena, sin los frenos e imperfecciones de nuestra seminaturaleza animal.

    (La evolución, funciona así. En cada momento, cada especie cuenta de forma innata, con toda la información para desenvolverse, y con los anclajes necesarios, para desde ellos, ir sirviendo de base de despegue y emergencia de nuevas especies, algunas de las cuales son superiores que la original, y se adaptan mejor al medio ambiente).

    En esta hipótesis, Jesús, solo habría sido un gran maestro sabio humano, que por avatares históricos se habría visto envuelto en una serie de acontecimientos anecdóticos y trágicos, como muchísima otra gente más en la historia.

     

    La segunda hipótesis, que admitiría y sería congruente con la tradición religiosa histórica, sería la de incorporar en el modelo, a otras especies inteligentes del Universo, mas desarrolladas que nosotros en el tiempo, y que por eso, habrían “ocupado” en nuestro imaginario el papel del “Dios” creador e ignoto.

    El “Dios” de las religiones, el “Dios” perteneciente al Universo, y sujeto a sus Leyes, habría delegado su intervención en la humanidad, en una Autoridad humana designada, como una especie de “Virrey” nativo.

    En esta hipótesis, gnóstica, el papel de Jesús, podría ser el de por su perfección humana, o por otros motivos desconocidos, habría sido designado, (solo o junto con otros), como Suprema autoridad de la humanidad, e interlocutor humano de esos “dioses” del Universo, por lo que habría ascendido también a la categoría de “dios”, participando colectivamente en el gobierno del Cosmos, (o el de una parte de él).

    En esta hipótesis, que engloba la anterior, la labor religiosa de Jesús, respecto a la humanidad, es la de servir de guía y apoyo, en el despliegue de cada humano del potencial interior profundo, que portamos en nuestra naturaleza innata.

    Y la religión no sería más que una serie de métodos y sistemas de movilización de esos programas superiores de nuestro inconsciente colectivo, que guían el despliegue del proceso de evolución de nuestra conciencia, hacia una conciencia humana perfecta o auto realizada.

    El cristianismo tradicional, (mirándolo con muy buenos ojos, y si tenemos delante el modelo desnudo), cumple con esos requisitos, y por eso su sistema ha tenido éxito en una serie de personas, que venciendo todas las dificultades, les es de mucha ayuda en su proceso de maduración de la conciencia.

    Pero está todo tan envuelto en tal serie de hojarasca y guirigay de significados erróneos, ritos con su sentido original tergiversado o directamente ignorado, y con una organización tan lastrada de restos históricos antiguos y extemporáneos, que hace prácticamente irreconocible el modelo. Y a muchos ya ese modelo ya no les dice nada.

    Pasa como con los retratos. Para juzgarlos hay que tener a la vista el original, si no, no tenemos referencia válida para juzgarlos. Es como esos retratos antiguos que los reyes mandaban al novio, de la futura esposa lejana. ¡Vete tú a saber como será!.

    Y en los retratos malos, se dice siempre igual: sí tiene dos orejas, y nariz y ojos, pero…

    Por eso insisto yo, en que hay que hacer una buena limpia, pero sobre todo, hay que cambiar de pintor. O comprarle una gafas nuevas, y encargar a alguien de que se las limpie de pintura.

     

  • Jorge

    Ah! Una cosa, me dices Isidoro que mi relato contiene contradicciones y supongo que sí, es una propuesta provisional y revisable. Pero como ahora no las detecto me gustaría que me indicaras en dónde, pues cuando yo las detecto me esfuerzo por superarlas intentando resolverlas. De este modo avanzo.

  • Jorge

    Para mi Isidoro el misterio de verdad es el Misterio-Absoluto-Trascendente, sobre el cual nada podemos decir ni alcanzar ni acceder de ninguna forma, solo nos queda el silencio perplejo y expectante. Este Misterio no es identificable sin más con la Realidad, si se hace al menos habrá que justificarlo. Los demás misterios no son tales sino retos para la curiosidad y el conocimiento humano. Nombras de pasada el misterio como trinitario. Supongo que no te refieres a la Trinidad (Padre, Hijo, Espíritu) sino más bien a lo cosmoteándrico (Dios, Cosmos, Ser Humano), con lo cual se dice que el ser humano es un microcosmos (Dios, cuerpo y alma), con semejante estructura, y ambos, macro y microcosmos cargados de misterio.

    En mi opinión nada de todo esto tiene fundamento, ni dato alguno que podamos aportar para sostenerlo, es simplemente un relato de comprensión de las cosas, del mundo y del ser humano, con el que no comparto nada.

    Dios como lo Absoluto-Trascendente sí es un misterio, un Misterio al cual no hay acceso porque pertenece al ámbito divino que no es el nuestro. Pero los cristianos con respecto a Dios tenemos ventaja porque creemos en la encarnación, en un Dios que se ha hecho humano. Y es verdad que la encarnación es un misterio al cual tampoco podemos acceder por las mismas razones. Pero al hacerse humano el Dios cristiano resulta accesible, lo cual no implica que se haya abierto el acceso al Misterio, se abrirá cuando el tiempo de la historia humana culmine, pero aún no. El Dios cristiano no es un misterio es lo humano en plenitud que Jesús manifiesta.

    Los misterios de la Realidad, del Cosmos, del Ser Humano, …, en realidad no lo son, pues pertenecen a nuestro ámbito humano. Si los calificamos de misterios incluidos en el Misterio Trascendente, lo que decimos es que jamás podremos llegar a completar su conocimiento, por que en su raíz o fondo pertenecen al ámbito divino que no podemos conocer. Yo no creo que esto sea así en absoluto, al contrario, pienso que algún día futuro ese conocimiento total y completo se alcanzará. Esto quiere decir que aún no lo tenemos, más bien estamos en mi opinión bastante lejos de ello, pero no cierro la puerta a que en el futuro pueda darse.

    Por tanto, en mi opinión, no hay límites absolutos en el conocimiento que algún día no podamos traspasar. Las ciencias nos tienen acostumbrados a que problemas que parecían imposibles de resolver con el tiempo y esfuerzo de investigación se resuelven. Problemas en Cosmología y Astrofísica son muchos y cuando se resuelven algunos, las propias soluciones plantean nuevos problemas a resolver, pero de este modo avanzamos. Algunos opinan que este proceso se repetirá ad infinitum, pero para ello tienen que suponer que la Realidad es infinita cosa que tendrían que justificar. En mi opinión lo infinito pertenece al ámbito divino y no al humano, puesto que es imposible de concebir o imaginar tanto como lo eterno, por lo cual pienso que nuestra Realidad no es infinita ni eterna, y el conocimiento en este caso podrá completarse.

     
    Otro tanto pasa con el espíritu humano, la mente y la conciencia, si los suponemos como misterios del ámbito divino, estamos diciendo que jamás podremos saber que son o conocerlos. Sin embargo, desde hace algunas décadas las Neurociencias los han tomado como objetivos y avanzamos en su conocimiento de forma acelerada.

  • Isidoro García

    Tu comentario, Jorge, respira, (como siempre), un ansia interior por el misterio y la religión. Y a mí me pasa lo mismo, lo que pasa es que cada uno la sacia de una manera diferente. Además yo creo, que desde fuera, mi postura, le parecerá a muchos, repleta de contradicciones, (lo mismo que te pasa a ti).

    Pero eso puede ser por la complejidad de las cosas, que nos hace muy difícil manejar todos los factores que intervienen, y para los demás, desde fuera contemplarlos, (y además por las dificultades de la escritura y de la lectura para atajar a unos conceptos, que parece que huyen cuando se les refleja por escrito).

    Ser cristiano, (o religioso en general), y moderno, (humano de nuestro tiempo), tiene su intríngulis, como comer con unos palillos chinos.

    Por otra parte, está la dualidad espiritualidad – religión, que añade más complicación a las cosas. Y esta compleja dualidad-trinidad, la suele contemplar el humano con mucho recelo, y una tendencia irresistible al reduccionismo simplista, que da lugar a los fundamentalismos fanáticos, tanto cientifista, como religioso.

    Podríamos decir, que el humano ante la vida, se encuentra ante tres mundos diferentes. Por una parte está en su mundo del día a día, (el mundo de la modernidad), de sus estudios, sus amores, su trabajo, su familia, sus frustraciones diarias, y sus decepciones de todo tipo, políticas, económicas y hasta deportivas.

    Por otra parte todos los humanos tenemos en nuestro interior, (programas innatos de discernimiento y comportamiento), un reloj biológico-mental, por el que vamos desarrollando inconscientemente nuestro propio programa de desarrollo y evolución de la conciencia: lo que llamamos proceso de maduración personal.

    Este proceso necesita para su desarrollo, la activación de nuestra creatividad personal, con la adquisición de unos niveles de conocimientos ciertos, para poder superar las contradicciones internas que se van produciendo en nosotros, por errores adquiridos en nuestra educación, y además necesita de un cierto tiempo de reflexión, de un cierto clima de equilibrio psicológico para realizarlo.

    Una parte de esos humanos, metidos en la vorágine del día a día, se ven incapaces de proseguir ese proceso de maduración, porque siguiendo a Marcuse: “El individuo unidimensional se caracteriza por una paranoia interior, (delirio de persecución), provocada por los medios de comunicación de masas. (…)

    Es una alienación por la que este hombre unidimensional carece de una dimensión capaz de exigir y de gozar cualquier progreso de su espíritu.

          Para él, la autonomía y la creatividad personal, no tienen sentido en su mundo prefabricado de prejuicios y de opiniones preconcebidas”.

    A partir de los 35-45 años, con la famosa crisis de los cuarenta, que es nuestra principal crisis existencial, las fuerzas de resistencia a nuestro programa interior de maduración, van aflojando, o quizás la experiencia de la vida, (que la vida no era lo que creíamos y soñábamos), nos va empujando a retomar ese proceso de maduración programada: es nuestro proceso espiritual laico.

    Es un proceso de maduración y autorrealización que las psicologías profunda, humanista, y transpersonal, llevan explicando desde hace ya cincuenta años, en las modernas “biblias” de la espiritualidad moderna y laica.

    Pero hay un tercer elemento en el plano. Todo humano, y por supuesto incluidos los modernos, tenemos un cierto instinto de “misterio”. Es una curiosidad innata por el sentido de la vida: ¿de dónde venimos y a dónde vamos?.

    La ciencia nos explica con bastante claridad, nuestros orígenes, mediante la Evolución. Pero eso, a muchos, sin saber por qué, no nos sacia nuestra sed de conocer.

    La Ciencia, habla contundentemente de lo que conoce a ciencia cierta, pero se excede cuando de lo que aún no se conoce, descalifica cualquier hipótesis, por no estar probada. La misma Ciencia, ha progresado mediante la afluencia de hipótesis, muchas de ellas, desechadas al final, pero alguna de ellas acertada.

    Deberíamos reconocer que existe un ámbito humano del “misterio”, una intuición profunda y fuerte en algunos, de la existencia de algo “oculto”.

    Que al final exista o no exista ese “misterio”, no deja de ser secundario. Jung, explicaba muy bien, que él estudiaba y trataba experiencias psicológicas, muy reales, aunque a lo mejor, el fenómeno eje de esa experiencia no fuese real. (Si uno tiene un ataque de celos infundados, hay un problema muy real, aunque no sea real la causa).

     

    (No he leído el último comentario de Jorge a Carmen).

  • Jorge

    El comentario de Carmen me llamó la atención en cuanto que entiendo que propone que ir creciendo en espiritualidad supone ir disminuyendo la religiosidad, me imagino porque supone que ésta consiste en algo así como un apego a sus formas y sumisión a sus propuestas morales y dogmas de una fe recibida. En mi opinión es verdad que, al poner el acento en la espiritualidad, la atención a la vida interior propia y la de los demás, a la paz, armonía y coherencia en las convicciones personales profundas, los apegos y la sumisión de una determinada religión se debilitan y pueden caer. Si se quiere conservar la religiosidad con una espiritualidad fuerte es necesario hacer un esfuerzo de coherencia y filtrar el contenido y la práctica de lo religioso.

    La espiritualidad y la religiosidad no son lo mismo, ni sustituibles entre sí. Si la espiritualidad tiene como nota característica la atención a la vida interior abierta a los demás y a lo trascendente, la religiosidad tiene como nota característica la relación con un Dios personal, lo cual significa que puede comunicarse y también comunicarnos con él mediante la oración y el culto. Algunos budistas dicen que no tienen religión puesto que no tienen un Dios personal con quien comunicarse. Si lo religioso hoy disminuye aceleradamente no es por un aumento de la espiritualidad, sino porque la idea y contenido de Dios se ha desdibujado incluso perdido en nuestra sociedad. La espiritualidad puede tomarse entonces como recurso ante la pérdida de Dios y por tanto de religión.

    Si bien es verdad que una religiosidad sin espiritualidad me parece muy deficitaria, sin vida interior abierta a los demás y a lo trascendente solo expresada en recitaciones de manuales de oración y formas cultuales externas, una espiritualidad sin religión puede practicarse hasta los más altos niveles de la mística y tiene sentido y coherencia en sí misma.

    Entonces, ¿qué se pierde si se abandona a Dios y lo religioso? Pues en primer lugar perdemos un interlocutor valioso que nos escuche, que escuche el clamor del sufrimiento y la fragilidad humana, alguien que nos acoja en nuestra soledad y desamparo ante la vida. Alguien que no solo nos escuche, sino que nos dé respuestas de sentido a las preguntas existenciales y esperanza de futuro. Y Dios es la construcción humana que a lo largo de la historia ha elaborado el ser humano para lograr que todo ello sea plausible. Y si la idea y contenido de Dios del pasado ya no nos sirve, hay que hacer un esfuerzo para reconstruirla. Y en mi opinión cada vez que alguien se esfuerza en esa búsqueda cierto día cae en la cuenta de haberse encontrado con “su” Dios y se llena de fe y esperanza.

     
    El relato de ese encuentro no tiene porqué ser necesariamente sobrenatural, sobre todo si buscamos el Dios de Jesús de Nazaret, pues en realidad se trata de un Dios humano, quizás demasiado humano, lo humano en plenitud.

    • carmen

      Pues sí. Me ha entendido usted perfectamente. Pero tenga en cuenta que no tengo ideas muy claras en todas estas cosas, bueno, casi en ninguna.
      Mire, no sé qué es Dios, siempre que intento hacerme una idea, me pierdo. Tampoco sé si debo utilizar el verbo ser o el estar.
      Durante unos cuatro años estuve impartiendo clases de ciudadanía, nadie la quería y ..
      Teníamos una regla, se puede decir todo lo que piensas siempre que se utilice el turno de palabra y por supuesto, respeto al que habla. Después de unos cuatro meses lográbamos entender las normas.
      Una vez, salió el tema de Dios, se había muerto el abuelo de algún niño y la conversación derivó. Un chaval de estos muy listos, que hacía unos exámenes de ciencias espectaculares levanta la mano y dice: Dios no existe, todo lo que no conocemos se lo atribuimos a Dios, pero cuando la ciencia tenga respuestas para todo, la idea de dios desaparecerá.
      A todo esto levanta la mano una niña creo que era colombiana, no le gustaba demasiado estudiar, pero se defendía y con un aplomo bestial le dice al compañero: hijo, qué tonto eres, Dios está en todo lo bonito, cuando un niño que me gusta me da un beso, ahí está Dios, porque eso es bonito.
      Desde entonces ya no sé si tengo que preguntarme qué es Dios o dónde está Dios. Los niños son espectaculares.
      UN saludo cordial.

  • M.Luisa

    Por lo dicho anteriormente permíteme otra  reflexión Isidoro, apelar a la necesidad de   otro Pablo  todo lo más que  a mí me da a entender  es volcarse en  insistir de nuevo en lo mismo,  y me extraña esa insistencia  tuya cuando  por otro lado  ves conveniente dar una patada al método. Esta vuelta de otro Pablo significaría  volver  hacer de nuevo el mismo experimento, ¿cuál? el de la predicación y ya lo dijo Eugenio D´Ors  “Los experimentos con gaseosa”

  • M.Luisa

    En efecto, Isidoro,  también coincido contigo  en   la crítica  sobrenaturalista  de H. de Lubac, por eso ayer al no poder extenderme puse aquella pequeña nota en la que si se  capta la idea un@ puede hacerse suya la experiencia, es decir vivir ese momento de crecimiento moral, virtual, en fin, como se le quiera llamar.

    Una experiencia , eso sí, en la que su alcance  nos lleve más allá  de lo que los datos nos dan.  Esto que parece que se trate   de algo muy sencillo, la religión con su predicación la cual ha consistido  precisamente en hablar  de lo sobrenatural  ha soterrado o enmascarado  ese momento de experiencia.

    Por eso ayer para no irme por las ramas  me valió  fijarme sólo en tus expresiones, desde luego   normalísimas, todos las usamos, pero al mismo tiempo, analíticamente,  pueden servir para revelársenos, en efecto, la preponderancia del juicio en la estructura  mental de Occidente.

    Por esto lo que tu explicas que te pasó, nos pasó a much@s, a mi personalmente me tocó de lleno vivirlo   y sólo  nosotros ahora con coraje, valentía y mucho esfuerzo nos toca superarlo. Si antes pusimos la confianza en la autoridad ahora la hemos de poner en nosotros mismos.

  • carmen

    He echado un vistazo a los comentarios.

    Creo que complican un poco las cosas.

    Como nadie me dice qué puede hacer y qué no puede hacer un Papa, hace unos días traté de enterarme y buceé un ratito en internet. Claro, en seguida salió la curia, los dicasterios , los secretarios, los… Uf. Increíble. Eso no es una Iglesia, eso es un Estado y me temo que como mucho del siglo XVII, principios del XVIII. Por ahí no hay solución. Porque claro, el que llega al papado ha tenido que recorrer antes mucho camino en el poder eclesiástico o que un grupo de poder lo proponga. No sé yo si algún grupo de poder o alguien que ha luchado por el poder estaría dispuesto a destruir el estado que lo sostiene. Diría que no.

    Imagen? por supuesto, es fácil cambiarla, porque son depositarios, se han adueñado de un mensaje que llega a todo el mundo: el contenido en los evangelios, y no precisamente  porque sean libros históricos sino porque hay una propuesta de vida preciosa. Y por cierto, no va de respetar mucho las normas y los jefes espirituales. Salvo aquellas que parezcan justas.

    A veces leo  textos que hablan  de la diferencia entre religión y  espiritualidad. Algunos son interesantes. Hay quien dice que la religión es anterior a la espiritualidad, pero no lo creo. Pienso que las religiones aparecieron cuando hubo quien se dio cuenta de que quien controlase  la espiritualidad obtendría mucho poder. Al menos eso creo. Pero vaya, no soy teóloga, ni filósofa , ni socióloga, ni nada de eso. Sencillamente pienso.

    Me parece que la única manera de escapar de las religiones, la que sea, es  en primer lugar , no ir en contra de tus convicciones profundas, pero de las profundas. Y todas aquellas cosas que tu razón se niega a admitir, todas las reglas que te parecen absurdas y trasnochadas, pues…

    Creo que de esa manera crece la espiritualidad en la persona y va bajando la religiosidad . Pero claro, eso tiene que ir acompañado de un ejercicio  profundo de reflexión y de honestidad con uno mismo. No se trata de hacer tú tu propia religión, me parece que ya tenemos bastantes, no va de religión, va de espiritualidad.

    Y  progresivamente vas alcanzando, como diría, una especie de paz interior que crece muy lentamente.

    Da igual lo que hayan dicho todos los teólogos que en el mundo han sido. Ellos tendrían su espiritualidad, pero no tiene por qué coincidir con la tuya. Es una conquista personal . Por poner un ejemplo,  lo que le valió a San Agustín, les aseguro que a mí no me va en absoluto, salvo alguna cosa, que diría Rajoy.

    En fin. No creo que haya respuestas, cada cual tiene que encontrar su camino.

    Opiniones…

    Un saludo cordial

  • M.Luisa

    Ya te he leído Isidoro pero ahora no me puedo entretener, sólo entro para añadir una nota anexa. Y es la siguiente.

    Fuera de la escolástica y centrándonos en la física actual en donde lo físico no designa ningún circulo de cosas sino un modo de ser,  no tiene sentido hablar de lo sobrenatural. Lo sobrenatural es lo natural mismo en función trascendental. Pero, Ojo! Trascendental como aquí tantas veces me he referido: no trascendental “a” (al mundo) sino trascendental “en” el mundo. Pienso que si se entiende esto se comprenderá mejor la crítica del autor que mencionas.

  • Isidoro García

    Confieso, M.Luisa, que el poner el enlace a la recensión de Pérez Andreo del libro de Henri Lubac, puede inducir a equívoco, pues ellos sí que están por el dualismo mundo sobrenatural – mundo natural, (por lo que parece de su lectura).

    Esta frase: “Según Henri Lubac, “la gracia, siguiendo a Santo Tomás, es creada en el alma, no es una naturaleza exterior o superior, superpuesta a la naturaleza humana, como un revestimiento, sino que es una cualidad infundida en el alma que la adapta, en cuanto alma, a vivir la vida de Dios”, (Bernardo Pérez Andreo)”,

    es para mí, claramente “naturalista”, y contraria al sobrenaturalismo, y yo la aproveché para traer a Santo Tomás y al prestigioso Lubac en apoyo de las tesis heterodoxas del antisobrenaturalismo.

    Y me chocó esa incoherencia, que a mí también me ataca muchas veces.

    Esas expresiones “sobrenaturalistas” que me señalas, son fruto de que durante setenta años, he vivido en un mundo religioso y espiritual sobrenaturalista, (aunque fuera para negarlo), donde la religión se basaba en una “revelación” al humano, procedente del exterior sobrenatural, y el lenguaje cuesta adaptarlo, en estos tiempos de amanecer, en los que hay que adaptar la mirada y la pupila.

    Son tiempos de cambio y mudanza. Vamos andando hacia adelante sobre un riachuelo, con una pierna en un lado, y la otra en el otro, y cuesta mantenerse erguidos con cierta elegancia. Los traspiés son inevitables.

    Y las ideas seminales, (las que abren nuevas rutas), cuesta incorporarlas, pero sobre todo, cuesta muchísimo más hacer limpieza de armarios, y tirar lo viejo.

    A todos nos ataca el síndrome de Diógenes cultural. Acopiamos nuevas ideas, mas fácilmente que nos deshacemos de las viejas. Las tenemos cariño, pues nos han acompañado toda la vida y nos traen muchos recuerdos, añoranzas y nostalgias.

    Pero si no lo hacemos así, por inercia, por pereza, por ataduras ideológicas, o por compromisos orgánicos, al final, lo que hacemos es un totum revolutum, del que no sabemos salir, perplejos e indecisos.

    O si salimos es dando una patada al método, agarrándonos a algún reduccionismo, (generalmente moral), que parezca que nos apuntala la autoestima y nos otorga cierto orden o sentido a nuestro pensamiento, pero que suele ser una simplificación, un atajo, una panacea, un señuelo.

    Lo explicaba muy bien Antonio Machado, en su Mairena: “Pensar es deambular de calle en calleja, de calleja en callejón, hasta dar en un callejón sin salida. Llegados a este callejón pensamos que la gracia estaría en salir de él. Y entonces es cuando se busca la puerta del campo”.

     

    (Para Jorge, le contestaré mas tarde).

    • Mª Pilar

      Isidoro:
      ¡Totalmente de acuerdo!

      Quizá mi respuesta anterior, no acaparó toda tu respuesta.
      Es un fallo mío… a veces leo demasiado rápido.

      ¡Disculpas!

      Gracias por atender mis… menores intervenciones, no soy una erudita en casi nada… bueno… se me regalo un corazón grande para acoger entrañablemente a cuantas personas pasan por mi vida, incluso… (como puedo) aquellas que hacen sufrir.
      ¡Gracias!
      mª pilar

  • Jorge

    Pues yo creo Isidoro que no necesitamos otro Pablo. Ya tenemos un Pablo que junto a Pedro y los demás apóstoles montaron los cimientos sólidos de la Iglesia. Y por supuesto el eje, el pilar que sostiene toda la estructura de la Iglesia, extendida a toda la humanidad, es Jesús de Nazaret, la roca firme en la que todo apoya. Y el centro del anuncio y mensaje de Jesús es el Reino, que necesita traducción a nuestro contexto dado que “reino” está ligado al poder y sumisión, por lo que prefiero traducirlo como Plenitud Humana. Y este es el pilar, el eje donde se asienta la Iglesia y la humanidad, que abre la esperanza al futuro.

    Y es verdad que numerosas estancias de la Iglesia están cargadas de oropeles barrocos, llenas de lujo y ostentación, sucias de hojarasca putrefacta, haciéndolas inhabitables, que habrá que quitar y limpiar, lo cual ya ha empezado a hacerse, aunque es verdad que con demasiada lentitud. Lo que quizás más preocupa es que ciertas vigas y muros de carga se han agrietado en profundidad, como son lo sobrenatural y la metafísica que sostenían un enorme relato teológico. Pero para repararlos basta quitar su revestimiento. Quitar de lo sobrenatural el “sobre” dejándolo en natural, y de la metafísica quitar el “meta” y dejarla en física.

    Mi interés, preocupación y esfuerzo, es construir un nuevo relato teológico desde lo natural y la ciencia, pero conservando la misma estructura asentada en el mismo pilar y roca Jesús de Nazaret, con los mismos cimientos Pedro, Pablo y los demás apóstoles, con los mismos muros y vigas de carga, lo construido por la Iglesia durante siglos, la dogmática y fundamentos teológicos, pero expresados desde lo natural y la ciencia, sin revestimientos metafísicos y sobrenaturales.

     
    Mi relato teológico parte de la Plenitud Humana, el Reino de Jesús de Nazaret, y todo lo demás dogmas y principios teológicos, salvación y moral, etc., lo construyo anclado y apoyado en la Plenitud que Jesús manifiesta, para lo cual no hace falta ni lo sobrenatural ni ninguna metafísica. Pues la Plenitud habla de lo humano, de lo natural y de ciencia, habla de justicia, paz, amor, libertad, misericordia, compasión, acogida, …, y también de conocimiento y abundancia, para toda la humanidad sin exclusiones.

  • M.Luisa

    Es indudable que el amigo Isidoro transpira una incansable búsqueda en materia religiosa. Yo, que lo comprendo me permito a veces dejarle sobre la mesa alguna perlita de las que a mí me han servido una vez decidí bajarme del coche en marcha.

    Pienso que esta búsqueda no cesará mientras el estudio de su objeto haya de resolverse  desde fuera. Sus expresiones como estas, por ejemplo:

    Tenemos que…

    el Espíritu  nos tiene que ayudar…

    para conseguirlo hemos de…

    mientras esperamos…

    para ello precisamos…etc., etc., son expresiones todas ellas de carácter deontológico  que muestran precisamente la dualidad   propia de Occidente, es decir,   la separación de las dos instancias, la natural y la sobrenatural. De ahí la frase de Enri De Lubac

    La dependencia al uso de la primera, ha sido debido a la  incorrecta y confusa interpretación de la segunda, por eso valiéndome de sus mismas expresiones  se pone de manifiesto  que lo que se activa, lo operante,  es precisamente nuestro potencial psicológico     pero para nada  nuestra facultad psíquica que es donde está la clave.

    Son dos visiones que bien podrían circunscribirse cada una de ellas en los dos cauces distintos, el latino y el griego, que emprendió la teología cristiana desde  sus inicios.

  • Isidoro García

    Estoy de acuerdo contigo, Pilar, ese “Pablo”, que nos mostrará la nueva ruta apta para el hombre del Tercer milenio, está dentro de nosotros.

    Pero como el hombre del tercer milenio, debe ante todo ser científico, hay que ir desterrando de la espiritualidad, (= proceso de autorealización personal), las abstracciones, y las metáforas poéticas, y sustituirlas por conocimientos científicos sobre el humano = por ideas psicológicas.

    Las parábolas y metáforas, son como cerillas que se encienden en la obscuridad. Pero una vez llegado el día, utilizamos la clara luz del sol. Yo creo que el problema actual de la religión y de la espiritualidad, es que no nos damos cuenta de verdad, en que estamos ya viviendo en los tiempos finales de la Historia, donde no se actúa de la misma forma que en los inicios.

    Estamos en el amanecer de la Humanidad. En estos últimos mil años que quedan, (o quizás menos), la luz está saliendo ya, y aunque aún nos cuesta reconocer del todo las formas, y por eso existe confusión, es evidente que cada vez hay mas luz y vemos mejor.

    Tenemos además el problema de adaptar la pupila de la obscuridad a la luz. Estamos en pleno proceso anatómico de adaptación de la mirada, y aún seguimos arrastrando los tics y comportamientos procelosos de la obscuridad, cuando vamos extendiendo poco a poco los pies, para no tropezar con un mueble, o meternos en un hoyo.

    Ese caminar miedoso, era nuestro lenguaje poético y metafórico, lleno de expresiones simbólicas que no acabamos de comprender y que nos desfiguran el pensamiento con errores conceptuales.

    Hay que abandonar los terrenos tradicionales de la espiritualidad, (lleno de trampas cognitivas = expresiones poéticas), y entrar en los terrenos luminosos, (iluminados) de la psicología humanística, del crecimiento personal, de la maduración y de la autorrealización, de la moderna “salvación” en suma.

    Entonces comprenderemos que la “gracia” y el Espíritu, lejos de ser una especie de “hada Campanilla”, que sobrevuela sobre nosotros, consiste en una especie de programas – “bot” informático, un programa autónomo (= un arquetipo), que forma parte de nuestro inconsciente colectivo, y que dirige, (si le dejamos actuar), la evolución de nuestra conciencia, y de nuestra mente, hacia la maduración y la autorrealización personal, llevando a buen puerto, el despliegue de nuestra auténtica naturaleza humana.

    Los libros de espiritualidad del tercer milenio, son los de las psicologías humanísticas, donde se sustituyen los conceptos simbólicos del pasado por conceptos mas reales del presente.

    Dicen lo mismo que los antiguos, pero cambiando una serie de términos por sus correspondientes modernos, que podemos entender los hombres y mujeres de hoy.

     

    Si cambiamos

    La “salvación” y “santificación” por maduración y autorrealización psicológicas.

    La “gracia”, (como ayuda exterior), por arquetipos inconscientes de interpretación y comportamiento adecuados en cada caso.

    La “oración” y rituales sacramentales para solicitar la “gracia”, por sistemas de activación de dichos arquetipos, (meditación, contemplación, “yogas”, lecturas, arte y música, mantras autosugestionadores, – cada uno debe buscar la teclas que le resuenen en el interior).

    Y la teología para conocer a “Dios”, hay que sustituirla por una contínua labor de búsqueda del conocimiento importante, (el que importa), lo que se llama ahora “expansión de la conciencia”, de la “sabiduría perenne”

    Y dejar de obsesionarse por la moralidad propia y de los demás, por una atención por conocerse a sí mismo y dejar fluir nuestro potencial interno de bondad: Cuando estás por el buen camino, no hace falta estar mirando la brújula y el mapa contínuamente.

    • Mª Pilar

      Estimado Isidoro:
      Esta personilla que soy, no aspira a tanto; mi camino está muy cerquita de la meta, lo que suceda dentro de mil años… se me escapa.
      Lo que si percibo es, que aquí y ahora, hay mucho por hacer a nivel personal, como salir de ese conformismo con cuanto nos han inculcado hasta la médula, y que muchas personas son incapaces de desterrar.

      ¿Temor, puro miedo a lo desconocido?

      No lo sé, solo puedo decirte, que ya no soy capaz de compartir sermones, peticiones constantes de ayuda… no para que salga de nuestro ser las posibles soluciones, sino que le pedimos a “dios” que arregle todo aquello que las personas dañamos.

      Para mí, la Palabra de Jesús (aprendiendo a leerla) quitándole todo lo añadido para que el “chirimguito” no se les caiga, es para hacerlo Vida; y ya no soy capaz de escuchar lo que siguen diciendo.

      El cambio es tan grande, la limpieza tan profunda…que de momento, y por los presentes mandatarios… ¡no se realizará!
      Se escuchan voces esperanzadoras, pero se quedan en eso “voces” la realidad es, que todo sigue igual.

      Te comento, la formación que reciben mis nietos, es la misma que la de mis tiempos, y así, es imposible un cambio de miradas, opciones, vidas nuevas, des-esclavizadas que consigan caminar hacia esa plenitud que cada persona lleva impresa en su misma entraña.

      Solo de ella dependerá, por que caminos decide andar.

      Cierto, hay que escuchar a la ciencia, y también a la vida que nos rodea, hoy muy enferma y manejada por el deseo de poseer, tanto poder como riqueza.
      Por ese camino, no llegaremos muy lejos, y nosotros mismos haremos que el final de este planeta se acelere.
      Y no parece importarnos mucho dado que no aprendemos a cuidarlo, a cuidarnos.
      Solo es, mi pequeña experiencia de vida.
      Un abrazo entrañable
      mª pilar

  • Isidoro García

    Añadido:

    Pero mientras esperamos la llegada del nuevo Pablo del tercer milenio, (que a lo peor no llega), la postura mas razonable, es bajarse en marcha, del coche en rumbo al precipicio, contribuyendo así a la desaceleración del coche, y a que sus dirigentes reflexionen un poco de verdad.

    Y se dirá: ¿Y no tenemos en cuenta al Espíritu?. El Espíritu, nos tiene que ayudar a la maduración personal, a ser autosuficientes, a aprender a sacar de dentro de nosotros, la gracia que tenemos implantada en nuestra naturaleza, (en nuestro inconsciente colectivo innato)

    Según Henri Lubac, “la gracia, siguiendo a Santo Tomás, es creada en el alma, no es una naturaleza exterior o superior, superpuesta a la naturaleza humana, como un revestimiento, sino que es una cualidad infundida en el alma que la adapta, en cuanto alma, a vivir la vida de Dios”, (Bernardo Pérez Andreo). http://bernardoperezandreo-recensiones.blogspot.com.es/2015/12/naturaleza-y-gracia.html?m=1

  • Isidoro García

    La brevedad necesaria del comentario, y la precisa explicación de antecedentes, quizás me ha dejado el comentario confuso.

    Yo creo en la gran potencia psicológica del sentimiento religioso, entre otras cosas porque responde a un arquetipo innato profundo, sublimado, de la conciencia grupal superior, que nos ha guiado durante veinte millones de años.

    Y como personal e intuitivamente, soy cristiano, creo en el futuro del cristianismo. Ahora bien, dice Jorge que el cristianismo del futuro, debe ser reconocible. Pero para ello, solo precisa, mantener como eje, la figura cósmico-histórica de Jesús.

    Para conseguirlo tenemos una cosa a favor, (cosa que hasta ahora considerábamos una desgracia y piedra de muchos escándalos): el que nuestro conocimiento cabal y detallado del kerigma de Jesús, es muy esquemático y reducido, debido a las deficiencias en la transmisión del mensaje y las numerosas y grandes impregnaciones de subjetividades históricas de sus seguidores y biógrafos.

    Sabemos muy pocas cosas de Jesús, a ciencia cierta. Por ello es más fácil la reconstrucción y reinterpretación de Jesús, a la luz de la moderna psicología, ciencia y antropología humanas.

    Para ello precisamos de un nuevo Pablo del tercer milenio, que surja ya lo mas pronto posible, y abra una nueva ruta al cristianismo, sacándolo del callejón sin salida en el que se encuentra.

     

    “Un pensamiento importante es el que abre una ruta”. (Rumi)

     

    • Mª Pilar

      Isidoro: ¿Y si ese “Pablo” ya está en nosotros?
      El Espíritu llena cuanto nos rodea, solo hay que buscar de verdad en nuestro propio interior. Solo hay que ir degustando las sencillas Palabras de Jesús, llenas de una verdad que nos asusta, y por eso vamos siempre buscando quien nos dirige…

      El silencio interior… ¡siempre! nos iluminará si buscamos de corazón y con sentido común; sin temor a lo que vamos descubriendo.

      Eso es al menos, lo que voy experimentando; no hay nada nuevo que decir ¡ya está dicho! pero a veces escuece escucharlo.

      Es solo mi manera de experimentar hoy y ahora, en cuanto nos rodea; sus dolores, sus sombras, todas las esperanzas de aquellas personas que más sufren nuestra incapacidad para decidir que hacer… algo parecido a lo que nos hacen sufrir los “nefastos políticos” y a pesar de saberlo todas las personas que los sufrimos… seguimos esperando un “salvador” que ha poco que está en el poder, ya se ha vendido al mejor postor.
      ¿A que precio? Al de el dolor de cuantas personas padecen sus excesos.

      Solo es una idea… la que me acompaña día y noche, sin dejar de escuchar el clamor de los pueblos sufrientes…
      ¡¡¡Todos!!!
      mª pilar

  • Jorge

    Hey! no salen los superíndices. 1017 debe leerse 10 elevado a 17, 1027 es 10 elevado a 27 y lo mismo 1037 es 10 elevado a la 37. Es decir un 1 seguido de 17, 27 o 37 ceros, o sea, 17 ceros: 100 mil billones. y asi el resto. Una grandiosa energía disponible.

  • Jorge

    El comentario de Oscar me recordó lo que leí hace poco: “La física del futuro” de Michio Kaku (ocupa la cátedra de Física Teórica en la Univ. de Nueva York, es gran divulgador de la ciencia). Habla de civilizaciones en función de su consumo de energía proyectada al futuro. Dice que durante milenios nuestra energía estaba limitada a 1/5 de caballo de vapor, es decir, la potencia de nuestras manos; con el surgimiento de la agricultura-ganadería hace unos 10.000 años con caballos y bueyes la energía usada aumentó a 1 caballo de vapor; en la revolución industrial con las máquinas de vapor y luego el motor de combustión pudimos manejar varios cientos de potencia en caballos de vapor. El autor cita al astrofísico Nikolái Kardashev quien propuso en 1964 tres tipos de civilizaciones según su consumo de energía: el tipo I consumiría la porción de luz solar que se proyecta sobre el planeta, aproximadamente 1017 vatios, sería de tipo planetario; el tipo II consumiría toda la energía que emite su sol, aproximadamente 1027 vatios, sería de tipo estelar; y el tipo III consumiría la energía de las estrellas de una galaxia, aproximadamente 1037 vatios, sería de tipo galáctico. Nuestra civilización aún no ha alcanzado el tipo I, pero estamos acercándonos a él, estaríamos en el tipo 0. Luego M.Kaku realiza una extensa especulación con base en las posibilidades de la ciencia física, al disponer de la energía que corresponde a cada uno de los tipos de civilizaciones. Interesante especulación la que hace el autor, las posibilidades que propone son realmente sorprendentes.

    Ante el derroche de posibilidades de la ciencia me pregunto ¿tiene futuro la religión? Intento responderme diciéndome, que mientras el ser humano conserve su identidad y valores humanos, quizás sea posible el futuro de la religión y del cristianismo también, profundamente renovado. Si construimos máquinas superinteligentes incluso autorreproducibles, supongo, tal como piensa M. Kaku, que si potencian las capacidades humanas a cotas por hoy “casi” impensables, pues lo humano crecerá con ellas y por ellas, y si se vuelven contra nosotros siempre será posible que en el tiempo de su proceso de gestación podamos detenerlas, si no cooperan o colaboran en la evolución humana.

     
    Estamos ya en un proceso de avance acelerado científico-tecnológico, y en este contexto tiene necesariamente que expresarse el cristianismo y en general las religiones. Por esto la reforma de la religión y del cristianismo es urgente, pero una reforma que no signifique ruptura (Isidoro), sino en continuidad con lo anterior de modo reconocible. Además, no creo que una salida por la tangente como es la vía espiritual, con una espiritualidad cósmica o cuántica, tenga alguna posibilidad de desarrollo. Sin embargo, lo humano y los valores humanos que son centrales en el cristianismo, lo veo con muchas más posibilidades en el futuro que ya se nos echa encima.

  • oscar varela

    (En línea con lo del Cumpa Isidoro)
    MEDITACIÓN DE LA TÉCNICA (1933)
    Cap. XII: EL TECNICISMO MODERNO- LOS RELOJES DE CARLOS V — CIENCIA Y TALLER — EL PRODIGIO DEL PRESENTE
    …………………
    1) El tecnicismo de la técnica moderna se diferencia radicalmente del que ha inspirado todas las anteriores.
    Surge en las mismas fechas que la ciencia física y es hijo de la misma matriz histórica. Hemos visto cómo hasta aquí el técnico, obseso por el resultado final que es el apetecido, no se siente libre ante él y busca medios que de un golpe y en totalidad consiga producirlo. El medio, he dicho, imita a su finalidad.
    2) En el siglo XVI llega a madurez una nueva manera de funcionar las cabezas
    * que se manifiesta a la par en la técnica y en la más pura teoría. Más aún, es característico de esta nueva manera de pensar que no pueda decirse dónde empieza; si en la solución de problemas prácticos o en la construcción de meras ideas. Vinci fue en ambos órdenes el precursor. Es hombre de taller, no sólo ni siquiera prin­cipalmente de taller de pintura, sino de taller mecánico. Se pasa la vida inventando «artificios».
    * En la carta donde solicita empleo de Ludovico Moro, adelanta una larga lista de invenciones bélicas e hidráulicas. Lo mismo que en la época helenística los grandes poliorcetas dieron ocasión a los grandes avances de la mecánica que terminan prodigiosamente en el prodigioso Arquímedes, en estas guerras de fines del siglo XV comienzos del XV se prepara el crecimiento decisivo del nuevo tecnicismo.
    (Nota bene: unas y otras guerras eran guerras falsas, quiero decir, no eran guerras de pueblos, guerras férvidas, peleas de sentimientos enemigos, sino guerras de militares contra militares, guerras frígidas, guerras de cabeza y puño, no de víscera cordial. Por lo mismo guerras… técnicas.)
    …………………
    3) Ello es que hacia 1540 están de moda en el mundo las «mecá­nicas».
    * Esta palabra, conste, no significa entonces la ciencia que hoy ha absorbido ese término que aún no existía: significa las máquinas y el arte de ellas. Tal es el sentido que tiene todavía en 1600 para Galileo, padre de la ciencia mecánica. Todo el mundo quiere tener aparatos, grandes y chicos, útiles o simplemente divertidos. Nuestro enorme Carlos, el V, el de Mülhberg, cuando se retira a Yuste, en la más ilustre bajamar que registra la historia, se lleva en su for­midable resaca hacia la nada sólo estos dos elementos del mundo que abandona; relojes y Juanelo Turriano. Éste era un flamenco, verdadero mago de los inventos mecánicos, el que construye lo mismo el artificio para subir aguas a Toledo —de que aún quedan restos —que un pájaro semoviente que vuela con sus alas de metal por el vasto vacío de la estancia donde Carlos, ausente de la vida, reposa.
    4) Importa mucho subrayar este hecho de primer orden:
    * que la maravilla máxima de la mente humana, la ciencia física, nace en la técnica. Galileo joven no está en la Universidad, sino en los arsena­les de Venecia, entre grúas y cabrestantes. Allí se forma su mente.
    …………………
    5) El nuevo tecnicismo, en efecto, procede exactamente como va a proceder la nuova scienza.
    * No va sin más de la imagen del resultado que sé quiere obtener a la busca de medios que lo logran. No. Se detiene ante el propósito y opera sobre él. Lo analiza. Es decir, des­compone el resultado total —que es el único primeramente deseado— en los resultados parciales de que surge, en el proceso de su génesis. Por tanto, en sus «causas» o fenómenos ingredientes.
    * Exactamente esto es lo que va a hacer en su ciencia Galileo, que fue a la par, como es sabido, un gigantesco «inventor». El aristotélico no descomponía el fenómeno natural, sino que a su conjunto le buscaba una causa también conjunta, a la modorra que produce la infusión de amapolas una virtus dormitiva. Galileo cuando ve moverse un cuerpo hace todo lo contrario: se pregunta de qué movimientos elementales y, por tanto, generales, se compone aquel movimiento concreto. Esto es el nuevo modo de operar con el intelecto: «análisis de la naturaleza».
    6) Tal es la unión inicial —y de raíz— entre el nuevo tecnicismo y la ciencia.
    * Unión como se ve nada externa, sino de idéntico método intelectual. Esto da a la técnica moderna independencia y plena seguridad en sí misma. No es una inspiración como mágica ni puro azar, sino «método», camino preestablecido, firme, consciente de sus fundamentos.
    * ¡Gran lección! Conviene que el intelectual maneje las cosas, que esté cerca de ellas; de las cosas materiales si es físico, de las cosas humanas si es historiador. Si los historiadores alemanes del siglo XIX hubiesen sido más hombres políticos, o siquiera más «hombres de mundo», acaso la historia fuese hoy ya una ciencia y junto a ella existiese una técnica realmente eficaz para actuar sobre los grandes fenómenos colectivos, ante los cuales, sea dicho con vergüenza, el actual hombre se encuentra como el paleolítico ante el rayo.
    …………………
    7) El llamado «espíritu» es una potencia demasiado etérea que se pierde en el laberinto de sí misma, de sus propias infinitas posibili­dades.
    * ¡Es demasiado fácil pensar! La mente en su vuelo apenas si encuentra resistencia. Por eso es tan importante para el intelectual palpar los objetos materiales y aprender en su trato con ellos una disci­plina de contención. Los cuerpos han sido los maestros del espíritu, como el centauro Quirón fue el maestro de los griegos. Sin las cosas que se ven y se tocan, el presuntuoso «espíritu» no sería más que demencia. El cuerpo es el gendarme y el pedagogo del espíritu.
    * De aquí la ejemplaridad del pensamiento físico frente a todos los demás usos intelectuales. La física, como ha notado Nicolai Hartmann, debe su sin par virtud a ser hasta ahora la única ciencia donde la verdad se establece mediante el acuerdo de dos instancias independientes que no se dejan sobornar la una por la otra. El puro pensar a priori de la mecánica racional y el puro mirar las cosas con los ojos de la cara: análisis y experimento.
    * Todos los creadores de la nueva ciencia se dieron cuenta de su consustancialidad con la técnica. Lo mismo Bacon que Galileo, Gilbert que Descartes, Huygens que Hooke o Newton.
    …………………
    8) De entonces acá el desarrollo —en sólo tres siglos— ha sido fabu­loso:
    * lo mismo el de la teoría que el de la técnica. Vea el lector en el librito de Allen Raymond, ¿Qué es la tecnocracia?, traducido en las ediciones de la Revista de Occidente, algunos datos sobre lo que hoy puede hacer aquel técnico. Por ejemplo:
                    – «El motor humano, en una jornada de ocho horas, es capaz de rendir trabajo, aproximadamente, en la proporción de un décimo de caballo. Hoy día poseemos máquinas que trabajan con 300.000 caballos de potencia, capaces de funcionar durante veinticuatro horas del día por mucho tiempo.
                    -»La primera máquina de conversión de energía distinta del meca­nismo humano fue la tosca máquina de vapor atmosférico de Newcomen, en 1712. La primera máquina de esa marca desarrolla 5,5 ca­ballos de fuerza, calculada por la cantidad de agua que eleva en un tiempo determinado. Esta máquina alcanzó su máximo tamaño hacia 1780, con gigantescos cilindros y 16 a 20 recorridos de émbolo por minuto. Tenía una potencia de 50 caballos, o sea, 500 veces la del motor humano. Pero la eficiencia de la máquina Newcomen era un décimo de la máquina humana y requería 15,8 libras de carbón por caballo. Tenía otros defectos, tanto en energía como en la parte mecánica, que impidieron su adopción general.
                    -»La introducción de la turbina trajo un nuevo tipo de conver­sión de energía. Mientras las primeras turbinas construidas poseían menos de 700 caballos y la primera turbina que se instaló en una estación central era de 5.000 caballos, las turbinas modernas llegan a alcanzar 300.000 caballos, o sea, 3.000.000 de veces el rendi­miento de un ser humano en jornada de ocho horas. Calculada sobre la base de veinticuatro horas de funcionamiento, la turbina tiene nueve millones de veces el rendimiento del cuerpo humano.
                    -»La primera turbina montada en una estación central consu­mía 6,88 libras de carbón por kilovatio hora en 1903.
                    -»Ha habido un descenso en consumo de carbón de 6,88 libras a 0,84 libras en un período de 30 años, lo que indica la variación del rendimiento al efectuar el trabajo humano por medio de las máquinas.
                    -»E1 rendimiento máximo de civilización en el antiguo Egipto nunca excedió de 150.000 caballos en jornada de ocho horas, su­poniéndole 3.000.000 de habitantes. Grecia, Roma, los pequeños Estados e Imperios de la Edad Media y las naciones modernas tuvieron el mismo índice de rendimiento hasta la época de Jaime Watt. Cambios cada vez más rápidos ocurrieron desde entonces. El progreso social, desconocido hasta ahora, avanzó lentamente al prin­cipio, después dio una carrera, tomó vuelo y avanzó con la rapidez de un cohete. Serie tras serie de desarrollos técnicos han barrido los procesos industriales de cada década, desde 1800, para dejarlos redu­cidos a métodos anticuados del pasado.
                    -»La primera máquina, la de Newcomen, no sobrevivió a su siglo. El segundo cambio en la conversión de energía, la máquina de Watt, no sobrevivió un siglo para ser reemplazada por  una nueva máquina de mayor rendimiento. De los 9.000.000 de veces por los que hemos multiplicado la energía del cuerpo humano para obtener las unidades modernas de energía mecánica alcanzadas, un aumento de 8.766.000 veces ha ocurrido en los últimos veinticinco años.
                    -»Sobre disminución de horas de trabajo humano desde 1840, notemos que, en acero, el grado de disminución ha sido la inversa de la cuarta potencia del tiempo; en automóviles, aún mayor; en producción de lingotes de hierro, una hora de trabajo humano con­sigue hoy día lo que seiscientas horas del mismo trabajo hace cien años. En agricultura, sólo un tresmilésimos de horas de trabajo humano por unidad de producto se necesitan comparadas con 1840. En la fabri­cación de lámparas incandescentes, una hora de trabajo humano realiza tanto como nueve mil horas del mismo trabajo en 1914.
                    -»E1 grado de disminución en horas de trabajo humano por uni­dad de producción, tomadas en conjunto, es, pues, aproximada­mente un tresmilésimo.
                    -»Los fabricantes de ladrillos durante más de cinco mil años, nunca lograron por término medio más de 450 ladrillos por día y por individuo, en jornada de más de diez horas.
                    -»Una fábrica moderna de fabricación continua de ladrillos pro­ducirá 400.000 ladrillos por día y por hombre.»
    (No respondo de la exactitud de estas cifras. Los «tecnócratas» de quienes proceden, son demagogos y, por tanto, gente sin exac­titud, poco escrupulosa y atropellada. Pero lo que tenga ese cuadro numérico de caricatura y exageración, no hace sino poner de mani­fiesto un fondo verdadero e incuestionable: la casi ilimitación de posibilidades en la técnica material contemporánea.)
    …………………
    8) Pero la vida humana no es sólo lucha con la materia, sino tam­bién lucha del hombre con su alma.
    * ¿Qué cuadro puede Euramérica oponer a ése como repertorio de técnicas del alma?
    * ¿No ha sido, en este orden, muy superior el Asia profunda?
    * Desde hace años sueño con un posible curso en que se muestren frente a frente las técnicas de Occidente y las técnicas del Asia.
     
    ………………….

  • Isidoro García

    Añadido:

    Dijo Ford: Si les hubiese pedido la opinión de los expertos, de qué cosa había que mejorar en el transporte, me hubiesen dicho casi todos, que lo que se necesitaba eran caballos más veloces y resistentes.

    Él no les hizo caso, e inventó el automóvil. A ver si aprendemos.

  • Isidoro García

    Creo que en el mundo de las cosmovisiones, existe algo así como una “ecología” de las ideas. Todos tenemos en nuestra equipación innata e inconsciente, un fuerte motor de la creatividad y el afán por conocer, que actúa autónomamente, y que continuamente busca la coherencia y la lógica interna, anulando vacíos y contradicciones internas.

    Por ello cuando en una situación histórica y local dada, se produce la incorporación de una idea o de una habilidad tecnológica dada, se produce un reequilibrio dinámico de ideas, dando lugar al afloramiento de inesperadas ideas nuevas, que trastocan el modelo mental anterior.

    Esta dinámica emergente, se ve amplificada y multiplicada por la fuerte dinámica mimetizadora, (que señaló René Girard), por la que los deseos humanos más relevantes desde un punto de vista antropológico, cultural y religioso son imitados y aprendidos de los demás.

    Muchas veces se fortalece y enriquece la cosmovisión del momento, el “zeigeist”, el espíritu de la época. Pero a veces también, esas nuevas situaciones pueden dar lugar a un empobrecimiento o incluso a una enfermedad mortal del zeigeist, dando lugar a decadencias y hasta la desaparición de algunas culturas locales, o algunas subculturas parciales que quedan plenamente obsoletas.

     

    Toda evolución cultural, se produce por la conjunción de una serie de factores dispersos, aparentemente inocuos, que al final producen la emergencia de nuevas ideas.

    Lutero, no fue una casualidad histórica. Lutero fue una chispa, como ha habido y sigue habiendo cientos de chispas en toda época. Lo que produjo la reforma fue la hojarasca en la prendió la chispa, que produjo y alimentó el incendio.

    No es una casualidad que Lutero, iniciara su misión reformadora, en pleno inicio del Renacimiento, cuando la extensión de la imprenta de caracteres móviles, había potenciado la extensión cultural, cuando el descubrimiento de nuevas tierras en el Este y en el Oeste, habían derrumbado las fronteras del mundo europeo, y cuando ya se anunciaba incluso el derribo del universo terracéntrico, con el nuevo modelo copernicano.

    Quedarse en reflexionar, que es vigente o no actualmente de la reforma de Lutero, es quedarse petrificados mirando atrás como la mujer de Lot.

    Lutero, hoy día nos debe servir como espejo para nuestra situación actual. Al igual que hace quinientos años, actualmente vivimos una acumulación de grandes innovaciones parciales, sanitarias, genéticas, cósmicas y cosmológicas, comunicacionales, instrumentales, (potenciadoras de la inteligencia natural), que de forma autónoma e inconsciente, está produciendo una revolución en las cosmovisiones ya muy universalizadas, y en los conceptos antropológicos de las mismas.

    Hoy día no se puede hablar de reformillas en las Iglesias, del tipo de retechar aquí o allá, que se casen los curas, o que se elijan democráticamente los obispos.

    El mundo de hoy día es radicalmente distinto del de hace quinientos años. Y las instituciones de hace quinientos años, (ya no digo de hace dos mil), como Universidades, Iglesias, colegios u hospitales, deben ser radicalmente distintos. Tirarlos y construir unos nuevos de nueva planta y nueva filosofía adecuada a los tiempos.

    En estos nuevos tiempos, si hemos aprendido a algo, es a saber cuándo merece la pena arreglar algo viejo, y cuando es más rentable tirarlo y coger algo nuevo. ¿Quién arregla hoy día los viejos televisores de tubo?.

  • M.Luisa

    Pienso que en toda  reforma  lo que se necesita tal como el enunciado indica, es crítica y libertad , dos elementos imprescindibles  para que la índole de la reforma  en este caso la Reforma de Lutero,  se nos muestre  como novedad,   por tanto no se  trataría como muy bien ha visto Jorge,  de sustituir la religión por espiritualidad, ni tampoco, como también señala  identificar contenido de Dios con Realidad,  porque si así fuera estaríamos de nuevo cayendo  en    lo propio del  idealismo. Pero tampoco es correcto conceptuar la Realidad con el Todo. Porque como he recordado en muchas ocasiones esta idea del Todo  nos  deja todavía instalados  dentro de la idea tenida como  que  la realidad la forman un conjunto  de cosas.

    La idea de conjunto en términos cuánticos no es adecuada  porque prejuzga las cosas en su relación  obviando  que anterior a esa relación   existe entre ellas conectividad campal. Es decir la conexión funcional  es anterior a la relación causal y es desde aquella donde se encuentra  el  gran  repto, donde se nos abre toda posibilidad para cambiar las cosas, para profundizarlas y transformarlas,  en este mismo orde.

  • carmen

    Solamente leyendo estos comentarios se nota que tenemos todos un buen lío en la cabeza. Yo la primera, pero me parece que no soy la única.

  • Jorge

    No tengo duda alguna de que la Iglesia necesita con urgencia una reforma en profundidad, pues anclada como está en un mundo y contexto del pasado, le es imposible conectar con una sociedad que avanza aceleradamente en todos los campos. El contenido de Dios que expone y las formas religiosas que sostiene no son asumibles por la gran mayoría de la sociedad, cada vez más informada y preparada.

    Pero reforma no significa ruptura, proponiendo como hace Luis Troyano, junto a otros muchos, de sustituir la religión por espiritualidad, y el contenido de Dios como Realidad descrita supuestamente en la Teoría del Todo. Primero porque religión y espiritualidad no son lo mismo ni sustituibles entre sí. Y segundo porque al menos habría que justificar el contenido de Dios como Realidad (del Todo), lo cual apunta a una propuesta de fe, pues no se trata ni de evidencia válida para todos ni mucho menos de conocimiento. La Ciencia está aún lejos de cerrar el conocimiento de la Realidad Física, si es que ello algún día fuese posible. La cuántica está lejos de hacerlo, demasiados problemas aún por resolver, y la espiritualidad cuántica no es ciencia sino una tendencia filosófica entre otras muchas.

    La reforma dentro de la Iglesia Católica, que necesita con urgencia, no es tampoco ruptura con su tradición de siglos, sino el cambio de contexto en que se expresa, en diálogo abierto con todas las Iglesias cristianas. Y para que el diálogo sea posible tendrá que abandonar posiciones de prepotencia, autoritarismo, intolerancia, dogmatismo, …, tan característico de sus modos tradicionales.

    ¿Estás convencido y seguro Luis Troyano de que Jesús de Nazaret queda bien caracterizado y explicado como dios solar? Para ello tienes necesariamente que no tener en cuenta para nada los escritos del NT que hablan sobre él y escoger solamente escritos gnósticos. No te reprocho nada al hacerlo, también la Iglesia en sentido inverso eliminó los escritos gnósticos de su canon. Entonces estamos hablando de dos tipologías distintas sobre Jesús e incompatibles entre sí, por lo cual ninguna de las dos puede eliminar a la otra. Y es que el Jesús cristiano y el Jesús gnóstico hablan en marcos de discursos diferentes. Probar cuál de los dos discursos tiene mayor verosimilitud es un asunto complejo que requiere cierta especialización.  El decidirnos por una u otra tipología sobre Jesús es una cuestión de fe y también de intereses y motivaciones personales.

  • Julián Díaz Lucio

    Al contrariode Luis troyano, el “hablar del pasado” y en concreto del pasado de la Reforma Protestante, si es interesante, no solo porque nos ayuda a comprender mejor lo que pasó entonces, sino porque las mismas circunstancias de entonces, se han dado en mayor o menor medida en los tiempos presentes. La falta de comprensión y diálogo se están dando actualmente en la misma Iglesia católica con el papa Francisco. Y mientras no nos bajemos a escuchar verdaderamente al otro en actitud de aprender, seguirá habiendo la incomprensión y la ruptura. Eso pasa en la Iglesia, y no digamos nada en la política: basta ver las tertulias televisivas, donde cada uno habla sin escuchar lo que dicen los otros.

  • He leído lo que escribe mi respetada Teresa Forcades. bien. Me parece bien. Como se dice. “Cada loco con su tema” y “to el mundo e gueno”.

    Pero no es de mi interés lo que cuenta. En el tiempo actual que vivimos, con la boragine que enfrentamos. Con un paradigma que “se cae a cachos”, Y otro que emerge el cuántico. Me parece que hablar del pasado, solo nos vale mas que para sacarle “el principio activo”. Como a las plantas medicinales. Hay sabia Verdad en el pasado. Ahí tenemos el Kibalión. Y tenemos los egipcios, los griegos, los Vedas, el Buda, etc. etc.

    Pero. (ya salió el pero). Tal como digo. Creo que lo inteligente es “comernos el pan. Y cagarnos en el morral”.

    Traducido es: repito. Quedarnos con el principio activo, y lo demás para los museos o para la basura.

    La figura de Jesús. Que todavía da que hablar. La hemos de traer a nuestro tiempo cuántico. No sumergirnos mentalmente en épocas pretéritas, Porque sencillamente vivimos este presente cotidiano que cambia vertiginosamente. O cogemos el ritmo. O el presente nos arrolla. Y el futuro. Ni te cuento.

    Bien. Nos traemos a Jesús a nuestro tiempo. O sea, por antonomasia. Sacarle el principio activo a los evangelios. Incluyendo los de Nag Hammadi…..Y a todos los libros espirituales del planeta.

    Y cada cual, libremente. Desde su sagrado libre albedrío, destilará esas “plantas medicinales”, para sacarle la mera esencia. Lo demás. Ya sabéis… para los museos etc….

    Es muy personal. Pero. Me da la impresión de que los teólogos hoy están en un mundo “biblioteril”, Por no llamarlo “ratonil”. citándose unos a otros. Y el pueblo. Pues. “ni puto caso”.

    O sea. Se puede prescindir de ellos perfectamente. Citando a Marx. Es una clase parasitaria. Como la inmensidad de “filósofos” que también. No se puede generalizar siempre. Entren todos y sálvese el que pueda…

    Es algo que ya es de dominio publico. Jesús es un dios solar mas del panteón pagano. Pero es que es igual. si fue un personaje histórico. Que si no.

    Sobre todo para las nuevas generaciones. Nos miran con indiferencia, en que polémica se enzarzan sus mayores. “Pasan de la religión”. Las polémicas religiosas, sencillamente no les interesan.

    Pero los jóvenes. ¿Como no?. Son seres espirituales también. Impelidos por la vida a traspasar la costra de materialismo, que nos aplasta a todos. Servidores del Mammon que cita Teresa. Somos miles de millones, en el planeta. Los jóvenes tomaran de la filosofía y de los libros espirituales. Si. De lo que les resuenen, no de los impuestos. Y tomaran una medicina para su espíritu, o… “principio activo”.

    Cada vez se hará mas nítida. La Teoría de Todo. Ya que tenemos los mimbres para tejerla. Y tendremos física por un lado. Y su correlato subjetivo. A saber filosofía y espiritualidad. Pero entrelazadas. Ascendiendo por la filosofía llegaremos a la filosofía espiritual. Lo demás para los museos, etc….

    Y será Teoría de Todo. Porque física y filosofía espiritual. Son las dos caras de la misma moneda. Una, la física. Lo objetivo. Y otra la filosofía suprema, lo objetivo. Así es la realidad.

    Que importa que dijo Lutero. A los museos también….   

    (Respetada Teresa Forcades. Te recomiendo. Por si no lo conoces. La lectura de Ken Wilber. Espero que si lo haces. algún día me lo puedas agradecer.)

     

  • Carmen

    Pero es que creo recordar que hubo una contrarreforma. España fué una de las abanderadas de ella, con sus sucesivas católicas Majestades al frente.

    Yo diría que  la reforma de Lutero tuvo una respuesta terrible de la Iglesia de Roma. Y por supuesto que no trajo libertad, trajo a la Inquisición.

    Quizás quinientos años después se podría hacer una reflexión del catolicismo actual. Yo diría que ha pasado suficiente tiempo desde que Lutero propusiese la suya. No tiene que ser exactamente igual, los tiempos han cambiado para todos, aunque la Iglesia Católica no parece haberse dado cuenta.

    Lo que no acabo de entender es que, me da la sensación ,de que se sigue teniendo como un cierto miedo a la Inquisición. Pero ya no existe, al menos eso espero.

    Un saludo cordial.

     

     

  • oscar varela

    Hola!

    Lo que me parece más interesante es el modo de aproximación: preguntando.

    – “Reforma y libertad.

    He aquí el tema que centra el presente número,

    formulado de forma más incisiva en el interrogante que le da título: 

    La Reforma, ¿trajo libertad? “-

    • Mª Pilar

      Pienso y siento que:
      “Parece que no” a nivel eclesial; personalmente como cita también este art. “quizá a nivel privado”.

      Y por esa causa, la mayoría de las personas tienen que caminar en solitario, porque el ambiente general de la iglesia… está parado-dormido en los laureles que la iglesia sigue vendiendo.

      O quizá no… y solo sea una mirada mía y personal.
      Abrazos compartidos.
      pili